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Importancia de la Cultura y Comunicación Organizacional




Enviado por hcardoso



    1. Un problema que tiene su
      historia
    2. Cómo comunicar la
      identidad
    3. Un tercer soporte: la publicidad
      y relaciones públicas
    4. Comunicación
      Organizacional como teoría
      básica
    5. Situación comunicativa de
      algunas entidades
    6. Bibliografía
      consultada

    Los problemas
    relacionados con la imagen e identidad
    corporativa u organizacional de las empresas y otros
    tipos de entidades cubanas o extranjeras, guardan estrecha
    relación con las modernas teorías
    de la llamada Comunicación Organizacional y el
    perfeccionamiento y aplicación de algunas
    metodologías para su investigación, diagnóstico y programación estratégica.

    Sólo hay una forma de lograr que la
    organización tenga una imagen
    única para sus diferentes públicos: siendo
    única, realmente. Y para ello los primeros que deben
    percibirlo así son sus propios trabajadores, quienes han
    de ser portadores de los valores o
    atributos que dicha organización reconoce en si misma como
    esenciales.

    ¿Qué hacer entonces ante las exigencias de
    mayor apertura hacia el mercado en
    fronteras y fuera de ellas, trazadas por la dirección del país? ¿Frente
    al lanzamiento de nuevos productos?
    ¿En entidades que prestan sus servicios en
    el mercado interno,
    pero cargan con la herencia de una
    baja cultura
    organizacional y nivel profesional de sus
    trabajadores?.

    Tales problemas se
    vinculan estrechamente con la
    comunicación identitaria empresarial u organizacional
    y la determinación de sus atributos o valores
    atribuibles en cada caso, y se conectan a su vez a un nivel macro
    con el tema más estratégico aun de las políticas
    y programas de
    perfeccionamiento y/o redimensionamiento de empresas e
    instituciones,
    a tono con las exigencias crecientes de la economía y sociedad cubanas
    en la actualidad.

    Un problema que
    tiene su historia

    Sin detallarlo, vale recordar cómo desaparecieron
    las marcas y firmas
    registradas, a partir de los años sesenta, quedando
    sólo las excepciones imprescindibles para nuestro comercio exterior
    o mantenidas quizás más por hábito que por
    reales exigencias comerciales internas.

    La economía cubana se
    construye hoy sobre bases nuevas, donde la eficiencia,
    competitividad
    y excelencia son palabras que tienen un sentido y familiaridad
    creciente para ejecutivos y trabajadores simples.

    La imagen pública de las entidades y sus productos/servicios
    aún sin que el cliente los haya
    sometido a prueba, decide a menudo las opciones de este
    último. Nos comunicamos desde mucho antes de entrar en
    contacto directo con el público. Y saber hacerlo bien hoy
    parece ser una cuestión de supervivencia y desarrollo, en
    los nuevos contextos en que se mueve el país.

    Mas, ¿qué comunicar y
    cómo?.

    La identidad de
    la
    organización no es más que el conjunto de
    rasgos que la caracterizan o distinguen, y la diferencian de
    otras de similar o distinta categoría. Si ello es
    así, nuestro problema comienza por tratar de encontrar,
    estudiar, definir y hacer valer tales rasgos, y proyectar los
    modos y vías para comunicarlos (hacerlos percibir) de la
    manera más efectiva.

    Diversos trabajos universitarios y de otras instituciones
    nos demuestran que la primera dificultad se encuentra
    precisamente ahí. En ese proceso de
    necesario estudio hacia adentro y hacia afuera (historia, misiones, entorno
    geográfico y social, calidad de
    productos/servicios, proyecciones, competencia,
    recursos
    humanos, autoimagen, imagen intencional e imagen
    pública), que debe permitir una definición experta
    de lo que hay (o debe haber) en cada organización como bueno y
    distintivo.

    El concepto de
    identidad corporativa surge así del diagnóstico de los atributos esenciales de
    la organización y sus aspiraciones de superación
    posible. Es verdad presente y meta futura. Lo que ella es
    y lo que se propone ser. Realidad y símbolo. El
    núcleo sustantivo de su mensaje a todos.

    Tal concepto da
    respuesta a la pregunta: ¿qué comunicar?… Debemos
    comunicar la identidad de nuestra empresa y los
    atributos de sus productos/servicios.

    Cómo comunicar
    la identidad

    Las formas de hacerlo se basan sobre tres soportes
    principales: el comportamiento organizacional o
    corporativo, el diseño corporativo o
    presentación visual, y la comunicación
    corporativa u organizacional (Relaciones
    Públicas y Publicidad).

    Una adecuada gestión de identidad supone
    establecer normas de
    conducta y
    actuación de todos y cada uno de los estamentos de la
    organización, en un mismo sentido, a una sola voz. Desde
    el gerente hasta
    la recepcionista, el cocinero y el ama de llaves del hotel; desde
    el departamento de ventas hasta
    el laboratorista y el simple empleado de la
    fábrica.

    Se expresa también en una ética
    común y un mismo sentimiento sobre la historia y tradiciones de
    la empresa o
    institución: un compromiso y un concepto único
    sobre la calidad del
    producto/servicio y lo
    que cada quien aporta a ello en su sentido de totalidad. Y un
    estilo distintivo para comunicarse con los clientes.

    Cuando todo ello se asimila de una manera consciente y
    hace cuerpo en cada miembro de la entidad es que podemos empezar
    a hablar de cultura organizacional, como "un conjunto de
    valores
    implícitos que ayudan a las personas en la
    organización a entender cuáles acciones son
    consideradas aceptables y cuáles son consideradas
    inaceptables"; o lo que también explica Adecec
    (Asociación de Empresas Consultoras de Relaciones
    Públicas y Comunicación) como cultura de
    empresa o filosofía de empresa: "un
    conjunto de valores que definen la actuación y el comportamiento
    de una empresa y que
    la dotan de una identidad propia".

    La concepción y diseño
    de los símbolos, nombres, marcas y
    demás elementos visuales, por otra parte, codifican el
    mensaje de presentación formal de la empresa ante
    sus públicos, de manera cotidiana. Son su carta de
    identidad y quizás su mejor o peor patrimonio. La
    expresión más subjetiva de lo que ella significa.
    Con el tiempo
    bastará enunciar un vocablo, mostrar un logotipo o los
    colores de un
    uniforme para que toda su imagen quede evocada en la mente de
    muchas personas, para bien o para mal.

    ¿Podrían ser tales símbolos el
    objeto de una decisión apresurada o sin el concurso de un
    profesional experimentado en la materia?. Lo
    cierto es que a menudo evidentemente lo es. Y en otras ocasiones,
    existiendo el símbolo bien concebido, un empleo
    inconsecuente suele dar al traste con sus intenciones. Las
    confusiones con respecto al problema de la marca tampoco
    suelen escasear: ¿se trata de un producto, una
    línea o una cartera de productos? ¿qué tipo
    de estrategia de
    marcas es la que más conviene?, ¿qué
    estudios de mercado se han realizado

    Un tercer
    soporte: la publicidad y
    relaciones públicas

    Por último queda por abordar el conjunto de
    acciones que
    debe realizar la entidad para comunicarse por medios
    publicitarios y desarrollar sus relaciones públicas con
    otras instituciones u organismos, así como con sus
    clientes y
    trabajadores.

    La presencia en ferias y exposiciones, el patrocinio de
    eventos,
    concursos y donaciones, ocupan en este ámbito un lugar
    fundamental; al igual que sus relaciones con los medios de
    comunicación masiva, en particular la prensa, radio y televisión. Con demasiada frecuencia se
    hacen inversiones
    sin una idea clara de lo que se espera de ellas y el sentido de
    nuestras acciones.

    La realización efectiva de estrategias de
    marketing
    exige un adecuado dominio de sus
    técnicas de comunicación, entre las
    cuales –junto a las ventas
    personales, la promoción
    de ventas y la publicidad,– el éxito
    operacional en última instancia se decide por una buena
    gestión
    de relaciones públicas, generadora de una imagen de
    prestigio, acreditada y familiar.

    De igual modo cabe subrayar la necesidad de una correcta
    política
    de comunicación interna hacia los propios miembros de la
    organización. El sistema de
    estimulaciones, las actividades sindicales y familiares bien
    organizadas, la creación y transmisión de
    tradiciones de viejos a jóvenes, el cumpleaños
    colectivo y el trato respetuoso, personal y
    amistoso entre ejecutivos y empleados simples, junto a otras
    acciones, deben formar parte de esa política. Como
    también el reconocimiento a los que más se
    destaquen y el fomento constante del orgullo individual y
    colectivo por los éxitos de la entidad.

    Todo lo planteado hasta aquí evidencia la
    importancia de las estrategias de
    comunicación de toda organización, en cualquier
    ámbito de la vida social. Estrategias que guíen las
    relaciones entre comprador y vendedor, jefe y subordinado; la
    empresa o institución y sus públicos. Y que
    establezcan claramente las diferencias entre su gestión
    de identidad (permanente) y el programa de
    acciones promocionales ocasionales en torno al
    lanzamiento de productos/servicios, jornadas, campañas u
    otros objetos de su quehacer a corto plazo.

    Comunicación Organizacional como teoría
    básica

    ¿Por dónde empezar?

    Las diferentes teorías
    y metodologías de la Comunicación Organizacional o Corporativa
    constituyen la base para el análisis de los problemas relacionados con
    la identidad, imagen y programas de
    comunicación de cualquier tipo de entidad, y conectada con
    éstos, la promoción de sus
    productos/servicios.

    Un instrumento de investigación muy importante en ese sentido
    son las técnicas
    de auditorías de imagen o
    comunicación.

    El investigador Federico Varona Madrid lo recalca con
    acierto:

    Las auditorías de la
    comunicación han venido a llenar el vacío que
    existía entre la investigación y la
    aplicación de los resultados de esa investigación
    al mejoramiento de la comunicación organizacional. Los
    resultados de las auditorías han demostrado, por una parte,
    que efectivamente existen prácticas de la
    comunicación que son detrimentales para el
    funcionamiento eficaz de la organización y que necesitan
    acciones correctivas. Ha sido también gracias a las
    auditorías comunicacionales que las organizaciones
    han comenzado a sentir cómo la teoría y la investigación que se
    enseña y practica en la academia pueden ser beneficiosas
    para sus organizaciones…"

    Diversos autores (Klepners, Costa, Villafañe,
    Muñiz, González, Lozano, Rivera y otros) aunque
    plantean diferentes matices en sus respectivos enfoques,
    coinciden en destacar la importancia de dichas auditorías.
    "Las investigaciones
    sobre este objeto demuestran dos hechos importantes — nos dice
    Carmen Rivera–: uno, que las culturas difieren entre
    organizaciones y otro, que las diferentes culturas
    organizacionales pueden afectar el desempeño de la
    organización"

    Sin embargo, el desarrollo
    insuficiente de algunas empresas e instituciones, tanto en su
    dimensión estratégica como operativa, obliga a la
    utilización de metodologías más abarcadoras,
    cuyo diagnóstico permita reconocer los conceptos y
    atributos de identidad en aquellas entidades que carecen de
    estrategias y programas de comunicación debidamente
    elaborados.

    La comprensión de los conceptos de identidad
    corporativa y cultura
    organizacional es fundamental como punto de partida para
    adentrarse en el
    conocimiento de sus diversas opciones de manejo y los pasos a
    emprender para acometer con éxito
    cualquier investigación destinada a diagnosticar la
    situación organizacional y sus necesidades y posibilidades
    de cambio.

    El diagnóstico y sus posibilidades de efectividad
    están vinculados estrechamente con los métodos
    para reestructurar o revitalizar las empresas. En dependencia de
    sus resultados, la auditoría podría arrojar cinco tipos
    de estadíos como situación de la empresa: a)
    Armonía y continuidad, cuando todo marcha
    satisfactoriamente y cualquier medida a introducir
    seguiría el curso normal del trabajo precedente; b)
    Inadaptación temporal o ajuste prematuro, cuando se
    presentan dificultades parciales que requieren determinados
    ajustes correctivos; c) Transformación o
    reorientación, cuando la entidad requiere importantes
    cambios en algunas de sus políticas
    o estrategias para lograr la imagen deseada; d)
    Reestructuración o revitalización, cuando la
    situación detectada implica la necesidad de cambios
    profundos en la estructura y
    forma de actuar de la entidad.

    Rivera insiste en que la posibilidad de cambios
    partiendo de tales diagnósticos y la disonancia que
    éstos reflejen con respecto al modelo a
    alcanzar, dependerá mucho de la seriedad y voluntad con
    que la entidad se proponga una metaestrategia o plan de acciones,
    que en ocasiones podría implicar cambios formales o
    esenciales de políticas, programas de desarrollo, valores,
    modos de comportamiento
    empresarial, etc.; así como del reconocimiento de que la
    estructura, la
    cultura y los
    individuos que integran la organización son tres elementos
    diferentes cuyos modos y ritmos de transformación dependen
    de sus propias dinámicas intrínsecas

    Aunque con muchos aspectos comunes, la bibliografía es variada en
    sus enfoques con respecto a los pasos a poner en práctica
    para tales auditorías. Los autores Firsirotu y Allaire,
    por ejemplo, resumen éstos en los siguientes
    términos:

    . Evaluación
    al detalle de los factores estructurales y culturales y sus
    vínculos

    . Definición o elaboración de los objetivos
    deseados en ambos casos como modelo
    hipotético

    . Programa integral
    de medios y
    acciones de comunicación para su
    consecución

    . Designar y entrenar adecuadamente los agentes de
    cambio y
    situarlos en lugares claves

    de la organización

    . Poner en marcha el programa y controlar y evaluar
    periódicamente su realización,

    introduciendo cualquier ajuste que se considere
    necesario.

    La definición de los objetivos
    deseados, en este caso, supone la previa identificación de
    públicos metas e intereses mutuos entre los mismos y la
    entidad correspondiente; sin embargo, entre este paso y la
    elaboración de un programa de medios y acciones de
    comunicación resulta imprescindible la creación de
    una estrategia del
    mensaje a trasmitir; o sea, el concepto o idea a
    persuadir, tanto en lo que se refiere a su contenido como a
    sus elementos formales.

    El Manual de ADECEC,
    señala con mayor precisión el primer aspecto, pero
    aunque habla de "estrategia", sólo se refiere a la
    "descripción de actividades"; o sea, que
    también omite el paso creativo que se refiere a la
    elaboración del "concepto": Veamos:

    . Auditoría de comunicación:
    investigación (antecedentes, situación actual,
    etc.)

    . Identificación de intereses

    . Definición de objetivos

    . Definición de estrategia (timing, descripción de actividades)

    . Implementación

    . Evaluación
    de resultado

    A nuestro juicio, mantienen aún toda su vigencia
    los autores Nancy Yion y Otto Klepners, cuando precisan con
    acierto la necesidad de una proyección estratégica
    de las ideas principales a trasmitir, insistiendo ambos en que
    resulta imprescindible una etapa "creativa": la
    elaboración del "concepto" o "eje promocional" (Klepners),
    de la "estrategia del mensaje" –argumentos e imágenes
    (Yion).

    De ahí que, resumiendo, el conjunto de pasos a
    dar para acometer una proyección de esta índole,
    independientemente de los diversos matices con que son abordados
    en la bibliografía, implica en esencia
    :

    1. Un estudio, auditoría o investigación
      previos (análisis situacional),
    2. La proyección de estrategias generales (
      a.-identificación de intereses entre la entidad y sus
      públicos y definición de los objetivos
      comunicativos, b.- elaboración de la estrategia creativa
      del mensaje, tanto en contenido como para el manejo de medios e
      imágenes)
    3. Plan o programa concreto
      para el empleo de
      los medios y acciones de comunicación
    4. Designación y adiestramiento de los agentes de cambio, en
      casos necesarios
    5. Ejecución y control
      parcial y final del proyecto.

    El montaje de la auditoría o investigación
    previa puede partir de las diferentes situaciones o
    estadíos que se advertirían a través de un
    prediagnóstico basado en el "briefing" (información de entrada) realizado y
    entregado por la propia entidad. Este paso es susceptible de
    realizarse por la empresa o institución siguiendo una
    guía preestablecida. La información obtenida así será
    un material de gran utilidad para el
    especialista, sobre cuya base podrá proyectar e iniciar la
    investigación pertinente.

    Situación
    comunicativa de algunas entidades

    La necesidad de acometer con urgencia una
    política de redimensionamiento estratégico de
    algunas empresas e instituciones en el ámbito de la
    comunicación organizacional, viene siendo confirmada una y
    otra vez a través de numerosos proyectos
    realizados por el Departamento de Comunicación
    Social de la Universidad de
    Oriente, en Santiago de Cuba,
    así como otras instituciones, durante los últimos
    años.

    Dichos proyectos
    abarcaron un total de 18 entidades, entre las cuales hay 9
    instalaciones turísticas y otras 5, además de
    éstas, insertan sus servicios en el sector MLC; en dos
    casos se trata de proyectos comunitarios, y 6 más son
    instituciones o entidades que prestan servicios
    científicos, informativos o de otro tipo.

    En su mayoría (10 entidades), el
    diagnóstico resultado de la investigación
    consideró que el estadío en que se encontraba la
    organización requería una "transformación o
    reorientación" de algunas de sus políticas o
    estrategias de trabajo; mientras que 3 de ellas demandaban una
    profunda "reestructuración o revitalización", y
    otras 3 la "adaptación temporal o ajuste" de algunos
    sistemas de
    funcionamiento. Sólo en 2 casos la investigación
    apreció una situación totalmente satisfactoria de
    "armonía y continuidad" en sus proyectos, dejando no
    obstante un conjunto de medidas para el perfeccionamiento de sus
    programas de comunicación.

    A partir de esos resultados, sólo en 3 casos se
    recomendó un cambio de algunos procesos
    estructurales, y en 10 de ellos, de algunos aspectos parciales o
    totales de determinadas estrategias básicas. En cuanto a
    la comunicación, se elaboraron 15 programas integrales
    relacionados con la identidad corporativa y/o promoción de productos/servicios; mientras
    que 3 de ellos centraron su atención sólo en este último
    objeto de referencia.

    Un aspecto de gran importancia, como se ha dicho, es el
    que se refiere a los atributos de la entidad y sus
    productos/servicios, a partir de los cuales se elaboró el
    concepto o mensaje básico a manejar por todos los
    canales de comunicación. Los principales valores
    extraídos del estudio y proyectados posteriormente de
    manera creativa fueron los siguientes:

    Calidad y exclusividad de la oferta:
    15

    Trato personal y
    diferenciado al cliente:
    15

    Identidad corporativa de la cadena u
    organización correspondiente: 11

    Contacto directo con la naturaleza:
    7

    Ambiente histórico: 4

    Valores e instituciones culturales: 6

    Aventura: 5

    Tecnología de avanzada: 4

    Otros (economía, ubicación
    geográfica, etc.): 4

    Es digno de interés
    resaltar como hecho positivo que la mayor parte de los rasgos
    destacados tengan un carácter
    interno, inherente a la entidad y sus productos/servicios; aunque
    otros como el "contacto con la naturaleza",
    "ambiente
    histórico" y "cultural", "aventura", etc., externos a la
    organización, también ocuparan un lugar importante
    en el concepto a manejar en los respectivos programas de
    comunicación proyectados.

    Por último, los investigadores valoraron la
    actitud de
    cambio que mostraron las entidades en sus diferentes estamentos
    internos, apreciando que en 6 casos podía considerarse
    alta; media en otros 7, y baja en
    5.

    Los datos resumidos y
    esbozados anteriormente, además de confirmar la
    importancia de las auditorías o estudios de
    comunicación organizacional, señalan algunas de las
    principales dificultades que presentan entidades analizadas, a
    partir de los cuales podría inferirse la hipótesis de que un número
    relativamente alto de nuestras empresas e instituciones se
    encuentran en estadíos similares.

    Es evidente igualmente que la situación
    diagnosticada rebasa los marcos de un problema "promocional" o
    "comunicacional" y trasciende a elementos de carácter
    estructural o estratégico, que podrían constituir
    serios obstáculos para cualquier esfuerzo de
    revitalización o perfeccionamiento empresarial. De igual
    forma, es obvio que además de sus implicaciones
    administrativas o gerenciales, también compromete la
    participación y el papel de otros
    factores políticos y sindicales que inciden sobre el estado de
    ánimo, los niveles de comprensión y la conducta de los
    trabajadores.

    Lo más práctico quizás sería
    comenzar por una mirada "hacia adentro", desde nuestras propias
    organizaciones. Tal vez ello podría ser el primer paso de
    un movimiento de
    revisión o creación de los respectivos programas de
    comunicación en muchas entidades, contando con el esfuerzo
    interno y el apoyo de algunos profesionales con la debida
    experiencia en esta importante disciplina.

    Bibliografía consultada

    –J. Villafañe, Imagen positiva, Ed.
    Pirámide, S.A., Madrid, 1993.

    –M. Muñiz, Publicidad mito y
    realidad en el socialismo,

    Ed. P. De la Torriente, La Habana, 1990

    –J. Costa, Imagen Pública, Ed. Fundesco,
    Madrid, 1992.

    –N. Yion, Selección de Lecturas de Propaganda, t. 1, Ed. Enspés, La
    Habana, 1982

    –O. Klepners y otros, Publicidad, Ed. M.G. Hill,
    México,
    1991

    –ADECEC, Libro Práctico de Relaciones
    Públicas,
    España, 1996

    Revista
    Diálogos No. 39, Felafacs, Perú,
    1994.

    DrC. Heriberto Cardoso Milanés.

    Doctor en Ciencias de la
    Comunicación Social. Profesor Titular del
    Departamento de Comunicación Social de la Universidad de
    Oriente, Santiago de Cuba.
    Más de 30 años de experiencia docente e
    investigativa sobre diferentes materias periodísticas y de
    Comunicación Organizacional.

    .

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