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Cosmovisión griega




Enviado por berebenavente



    1. Periodo
      arcaico
    2. Periodo
      clásico
    3. Periodo
      helenístico

    PERIODO ARCAICO

    ( S. XVI a.C.- S. VI a.C.
    )

    Religión y
    Filosofía

    Al viejo patrimonio
    cretomicénico se añadieron las aportaciones
    indoeuropeas y las influencias orientales. Por un lado se
    encontraba Homero, "creador
    de una sociedad divina a
    semejanza de la humana (dioses olímpicos), y por otro
    Hesíodo, que "ideó toda una teogonía y
    expuso el problema de las fuerzas misteriosas que marcan el
    destino del hombre". Al
    mismo tiempo, la
    religión
    popular, basada en el respeto a las
    fuerzas naturales antropomorfizadas, en los ciclos inmutables de
    la vegetación, de las siembras y de las cosechas, y en el
    hogar, que debe ser protegido de las malas influencias, obtiene
    caracteres mas duraderos.

    En la religión griega se
    desarrollaban nuevas creencias más satisfactorias para
    el hombre,
    donde Dionisos incita el secreto de la inmortalidad.

    El orfismo insiste en la oposición entre el alma
    y el cuerpo, en la responsabilidad individual, y concibe un ideal de
    vida purificada, ascética y virtuosa, que el pitagorismo
    (función
    del número y de la armonía, y migración
    astral de las almas) desarrollará. Se renueva la
    religión Homérica.

    Los aspectos de ésta religión son dos.
    Primero las anfictionías reúnen pueblos o ciudades
    en torno a los
    santuarios venerables, donde asistían los delegados de
    cada ciudad. La anfictionía pileodélfica, utilizada
    para fines políticos, echó a perder las
    auténticas posibilidades de una unión
    panhelénica. En segundo lugar estaban los oráculos,
    las fiestas panhelénicas y los juegos. Los
    juegos
    atléticos y musicales dieron a los griegos un sentido de
    fraternidad étnica, pero no pudieron sacar el gusto por la
    autonomía y diferencias locales.

    En éste período arcaico, profesa el
    más exuberante politeísmo, donde se ve a Zeus como
    el gran dios tribal o nacional, también celestial. Nuestra
    vida se halla sujeta a fuerzas exteriores que no podemos dominar
    (el tiempo
    atmosférico, por ejemplo). A éstas fuerzas se las
    denomina Theoí, dioses. Se debía poseer buena
    relación con los dioses. Tales potencias son
    heterogéneas y arbitrarias. Entonces hay otros poderes que
    nos protegerán: los dioses de la tribu, de la familia,
    etc.. Es necesario ofrendar sacrificios a todos los dioses en
    forma prescripta, cualquier anormalidad puede irritarlos. No
    existía una relación fundamental entre
    teogonía y moral, ya que
    los dioses no estaban limitados por las leyes que rigen
    la conducta
    humana.

    El impulso hacia la unidad y el orden redujo el
    número de dioses y los agrupó en una familia y un
    concejo de familia.

    El ritmo regular en el universo no se
    puede romper, entonces existe un poder superior
    a los dioses, éstos no son omnipotentes. Este poder era
    llamado Anánke, "lo que debe ser", o Moira, "la fatalidad
    distribuidora".

    La pureza exterior se extiende a la pureza interior.
    Ciertas ofensas que la ley humana no
    podía castigar ni los hombres percibir, fueron puestas
    bajo la sanción divina. Los griegos se negaban a
    distinguir entre Naturaleza y
    Naturaleza
    Humana. Ahora Anánke o Moira ya no son los superiores a
    Zeus, sino la expresión de su voluntad; se incorporaron
    otros poderes divinos, como las Furias que controlaban la
    violencia y la
    justicia.
    Pues, éste es el momento entonces, en el que se une la
    teogonía con la
    moral.

    Surgieron los mitos,
    éstos relatos asumían el carácter
    de interpretaciones de las cosas, representaban el color y el
    movimiento con
    que los griegos revestían lo más saliente de su
    experiencia vital y cuya expresión simbólica se
    veía impulsada por su inteligencia.
    Eran explicaciones. Había un gran número de
    prácticas religiosas y tradicionales vagamente recordadas
    que requerian un esclarecimiento, y como se habia olvidado la
    verdad, fueron reemplazadas por la ficción.

    Hay una relacion entre el mito y la
    filosofia,
    ambas surgieron a causa del asombro y para solucionar los
    problemas de
    los hombres y aquellos conocimientos a los fenómenos
    extraños y del origen del universo.

    Del mito surgieron
    los dioses y con ella la religión.

    Persiste la religión politeísta,
    ésta es naturalmente hospitalaria con los nuevos dioses.
    Lo esencial consistia en honrar al dios mediante el rito; nada
    obligaba a creer en las historias que corrian sobre él.
    Existían otros tipos de mitos
    también, tales constituyen un intento de abordar el origen
    de las cosas, primero del universo
    físico, y después de los dioses.

    El politeísmo griego fue entonces una
    religión "natural", que se volvió más
    compleja y politeísta por la dispersión de la raza
    griega, y por la unidad, al menos en ciertas partes de Grecia, de dos
    diferentes clases de religión, una vinculada con el
    grupo social,
    y otra relacionada con el culto de la naturaleza.

    Pero cuando la religión y la moral
    empezaron a coincidir, se mostró una contradicción
    que fue considerada de un modo distintos por los filósofos y por los artistas. Los artistas
    quitaron u olvidaron lo que no les agradaba y continuaron
    utilizando el resto; los filósofos, en cambio,
    arrasaron con todo.

    La búsqueda de la Physis en la escuela
    jónica (VII-VI a.C.), el origen y desarrollo de
    las cosas del universo, como lo que emerge por sí o lo que
    aparece. Tales de Mileto
    fue el primero en pensar por aquello lo cual todo surge: el agua.
    Así aparece el agua como el
    arché (primer principio), arrastrados por un devenir
    universal e implicando una concepción animista de la
    materia.
    Anaximandro de Mileto, en cambio
    pensó en el ápeiron como el principio de todos los
    entes. El ápeiron aparece como lo ilimitado o lo infinito,
    primordial, originario y perpetuo, de lo cual van surgiendo los
    entes del mundo de la experiencia inmediata y a cuyo seno tienden
    a volver como reparación de un antiguo pecado, de
    éste modo se une a la filosofia el
    concepto de
    evolución. Otro presocrático fue
    Anaxímenes de Mileto, para él, el arché es
    el aire ilimitado
    e imperecedero que rige la evolución del cosmos mediante la
    dilatación y la condensación.

    En la escuela
    pitagórica (VI a.C.-II d.C.), Pitágoras busca la
    esencia o ley que haga
    comprensible todo. Lo demuestra a través del
    "número y la armonía". Reduce la filosofía a
    la ciencia de
    los números o causa formal, se separan de la física, se ocupan del
    ente numérico pero no llegan a la metafísica.

    En la escuela de Heráclito de Efeso (VI-V a.C.).
    En el fondo de la realidad todo es cambio, todo es devenir.
    "Nadie se baña dos veces en el mismo río". El
    primer principio es el fuego (cambio constante), todo de
    él parte y todo vuelve él. Más allá
    de todo está el logos causa de la armonía
    universal. Eleva la filosofía al nivel de la metafísica. Llega al ente y sólo ve
    de él la dinamicidad.

    Por último, la escuela de Parménides de
    Elea (VI a.C.). la verdadera realidad es el ente, y no la
    realidad del mundo sensible. "El ser es, el no ser no es". El
    ente es: uno, inmóvil, eterno, infinito. También se
    sitúa ésta escuela en el nivel metafísico,
    tienen una concepción del ente dominado por la
    estaticidad. También forman parte de ésta escuela
    Jenófanes y Zenón.

    Arte

    El arte arcaico
    está marcado por una burda rigidez y por un hieratismo
    religioso. Presenta dos facetas distintas, la jónica y la
    dórica.

    La escuela jónica, que domina en Asia, en las
    islas del Egeo, en Atenas durante la época de los
    Pisistrátidas, es más adornada, decorativa y
    narrativa, menos potente pero más risueña que la
    escuela dórica, la del Peloponeso y Grecia
    occidental, maciza y austera, geométrica y más
    profundamente marcada por la gravedad. Su oposición se
    manifiesta en todas partes, tanto en la arquitectura, la
    planta, la decoración y el estilo de los templos como en
    el vestido, la composición y la fisonomía de la
    figura humana.

    Escultura

    Las dos tipologías que predominaron fueron el
    joven desnudo (kouros) y la doncella vestida
    (kore), ambos en posición erguida. En ellos
    aparecen acentuados los principales rasgos del cuerpo y expresan
    un conocimiento
    preciso de la anatomía humana. En
    cuyas múltiples obras se puede observar un estudio
    más detallado de la estructura
    muscular y anatómica y la evolución hacia la
    sutilidad de la frontalidad. Progresos similares, retardados por
    una mayor dificultad, caracterizan la evolucion de los relieves,
    en las escenas religiosas, legendarias y de combates. Estos
    representan por lo general figuras en movimiento.

    Los escultores del periodo arcaico continuaron fundiendo
    esculturas en bronce.

    Arquitectura

    Los griegos comenzaron a construir sus propios templos
    con un estilo personal y
    distintivo. Utilizaron la piedra caliza en el sur de Italia y Sicilia,
    el mármol en las islas griegas y en Asia Menor, y la
    caliza revestida con mármol en el continente. Más
    tarde, emplearon principalmente el mármol. El templo tipo
    era de planta rectangular elevado sobre una pequeña base
    escalonada y estaba situado en un recinto donde se llevaban a
    cabo las ceremonias rituales.

    Los griegos desarrollaron dos órdenes
    arquitectónicos o tipos de columnas, el dórico y el
    jónico. Las columnas dóricas, que no tenían
    basa y cuyos adornos consistían en un bloque cuadrado
    sobre un elemento redondo en forma de almohadilla, eran piezas
    robustas colocadas a corta distancia para sujetar el peso de la
    construcción. Las columnas jónicas,
    originarias de Jonia y las islas griegas, son más
    esbeltas, con estrías más finas y se colocan a
    mayor distancia que las dóricas. Cada una descansa sobre
    una basa moldurada y termina en un adorno con forma de
    almohadilla plana que se enrolla en dos caracoles en los
    laterales.

    Cerámica

    A partir del siglo VII, en el estilo corintio los vasos
    están abarrotados de figuras sobre fondos florales. En las
    vasijas se representan a menudo monstruos fabulosos. En el
    periodo arcaico medio, la popularidad de la cerámica ateniense se debió a su
    carácter práctico, sus bellas
    proporciones, su acabado aterciopelado, negro como el azabache, y
    a las escenas narrativas con que estaba decorada; así
    suplantando a los fabricantes corintios. Los vasos de figuras
    negras sobre el fondo rojo dominan en el mercado; mas
    tarde, los artistas que comienzan a firmar sus obras llegan a
    componer pequeños cuadros de escenas legendarias y
    anecdóticas. Hacia el 530 aparecen los vasos de figuras
    rojas sobre un bello fondo barnizado negro brillante.

    Política

    En un periodo de formación, los pelasgos, hombres
    dedicados a la navegación, desarrollaron el primer foco
    cultural llamado cultura
    Cretense o Minoica. Luego, os pueblos de la raza aria avanzaron
    sobre los territorios ocupados por los pelasgos. Estos fueron los
    eolios, jonios, aqueos y dorios. Los primeros que entraron a
    Grecia fueron los aqueos, quienes fundaron la ciudad de Micenas.
    Esta nueva cultura
    Micénica opacó a la cretense. Los invasores dorios,
    arrasaron con las ciudades Micénicas y avanzaron sobre la
    Hélade en sucesivas invasiones, obligando a los aqueos,
    jonios y eolios a retirarse hacia Asia Menor, donde fundaron
    nuevas ciudades. La expansión de los aqueos llegó a
    Troya, una fuerte ciudad comercial. Después de una nueva
    invasión dórica, la monarquía pierde su posición dejando
    lugar a la aristocracia. La expansión colonial se
    desenvuelve en el cambio de la aristocracia hacia la democracia.
    Las poblaciones griegas buscan nuevas tierras como necesidad de
    expandir sus economías. Al mismo tiempo las aldeas se
    transforman en polis.

    Polis se le llamó a una estructura
    política,
    no fuera de lo común; una estructura que puede
    considerarse como una forma adelantada o degenerada de organización tribal. Estos sistemas
    políticos cobraban autonomía, principalmente en lo
    económico, donde cada una debía autoabastecerse.
    Para Aristóteles, "éste sistema
    político era el único en Grecia que le
    permitía al ciudadano realizar plenamente sus aptitudes
    espirituales, morales e intelectuales".

    La polis estaba dividida en dos partes. Una era la
    "Acrópolis" (ciudad alta), que fue fortificada y
    sirvió como residencia al rey, también fue el lugar
    natural de la Asamblea y el centro religioso. La otra parte era
    el "Asty" que era el centro de vida comunal. El natural crecimiento
    económico hizo necesario un mercado central.
    El estado
    producía todo lo que necesitaba y si no obtenía
    determinada cosa se arreglaba sin ella. Cuando la
    situación se volvió más estable, fue posible
    una economía
    más especializada y se produjeron más
    mercancías para la venta. De
    ahí el "auge" del mercado.

    El mundo griego comenzó a distinguirse de los
    extranjeros, a los extranjeros se los llamaba
    bárbaros.

    Hombre

    El hombre formaba
    parte de la totalidad, surgía de allí, y
    allí volvía con la mente. Faltaban los presupuestos
    para comprender al hombre como un ser realmente personal. Esto
    solo era posible si se concebía ante un dios trascendente
    y personal.

    Los griegos, en toda realidad del mundo, vieron una
    dimensión más. El mundo era una realidad
    misteriosamente religiosa, todo lo que pasaba ocurría por
    una contraposición de poderes religiosos. Para los
    griegos, la divinidad quedó siempre ligada al mundo. Los
    griegos dejan todo en manos de los dioses.

    La polis era una comunidad viva,
    basada en el parentesco, real o presunto; una especie de dilatada
    familia que convertía la mayor parte de la existencia en
    vida íntima y que por ello tenía sus rencillas,
    tanto más amargas por tratarse de diferencias entre
    miembros unidos por la misma sangre.

    PERIODO CLÁSICO

    ( S. V a.C.- S. IV a.C.
    )

    Religión y
    Filosofía

    La religión popular es la que menos
    evolucionó. Se basa en las necesidades más humildes
    y consta de toda vida individual, la felicidad material en este
    mundo y la esperanza de sobrevivir (cultos agrarios,
    domésticos y funerales).

    Religión cívica y panhelénica: cada
    ciudad se hallaba bajo la protección de un dios y por lo
    tanto, era el símbolo de la razón y de la
    sabiduría de la ciudad y de sus habitantes. Esto derivo en
    un culto público, cuyos ministros eran los magistrados y
    cuyas ceremonias eran parte de otros actos de la vida colectiva.
    Algunos dioses se imponen en todo el mundo griego (Zeus-Olimpia,
    Apolo-Delos).

    La religión panhelenica se expresa mediante
    oráculos y los juegos que materializaban la
    comunión de todo el pueblo. Ambos no pudieron evitar las
    guerras.

    Esta religión no podía satisfacer a todos,
    cada uno podía (sin romper ninguna regla religiosa) tener
    su pequeña religión personal, lo que crea la
    aparición de nuevas teorías.

    Estas nuevas teorías
    surgieron en su mayoría en dos siglos:

    Siglo V a.C.

    Se precisan nuevas tendencias, (la omnipotencia de los
    dioses es puesta en duda, las pasiones humanas son más
    fuertes que los decretos divinos). Los progresos de la ciencia y de
    la filosofía apartan a las minorías de las antiguas
    creencias y a partir de la guerra del
    Peloponeso, el individualismo empieza a expresarse por toda
    Grecia. Los cultos coecivos ya no satisfacen las fuerzas
    misteriosas (Némesis, destino) y los dioses (demasiados
    antropomorfizados) ya no le interesan al hombre
    griego.

    Siglo VI a.C.

    Es el siglo de filosofía y de la impiedad (entre
    las élites cultivadas). "La influencia de Sócrates y
    platón
    demuestra que el espíritu griego es capas de conciliar la
    religión y la ciencia, el
    individualismo y la disciplina
    cívica, la geometría
    y la poesía
    mística."

    La filosofía en este siglo se vio impulsada por
    Sócrates.
    Sócrates afirmó la razón como medio para
    penetrar la realidad. Los enemigos de Sócrates fueron los
    sofistas y los irracionalistas. El método
    utilizado por Sócrates para penetrar la realidad fueron la
    ironía y la mayéutica (dialogo).

    Ironía: hacia preguntas a profesionales y con sus
    respuestas entendía que los conocimientos no los
    había adquirido por medio de la razón sino por
    la
    memoria.

    Mayéutica: hacer preguntas graduadas que le
    obligan a descubrir por si mismo, y va alumbrando la
    verdad.

    La muerte de
    Sócrates enseño a los filósofos que es
    preferible fundar escuelas que exponer argumentos en la plaza
    pública poniendo en peligro la vida. De esta manera el s.
    IV a.C. conoció la fundación de tres de las grandes
    escuelas filosóficas de la Antigüedad, en torno a Platón
    (Academia), a Aristóteles (Liceo o escuela
    peripatética) y a los primeros cínicos
    (Antístenes). Más tarde hicieron su
    aparición el epieuresmo y el estoicismo.

    Arte

    La primera mitad del s.V es la heredera del arte arcaico, y
    el arte peloponésico. Este período vio la
    preponderancia de Atenas, por la importancia de sus talleres (la
    Acrópolis), y el agrupamiento de los artistas en torno al
    foco central. La potencia política,
    económica e intelectual de la ciudad de Atenas estaba en
    su apogeo, y el "milagro griego" quiso que el arte alcanzara al
    mismo tiempo su cima. Pero la guerra del
    Peloponeso, la caída de la ciudad en 404, la
    difusión de la cultura a todo el bloque del mundo griego
    dan lugar a un movimiento de dispersión que caracteriza el
    s.IV.

    La arquitectura
    constituye el arte noble del siglo V, que expresa el equilibrio y
    la ciencia del
    espíritu griego, inclinado más hacia la
    línea que hacia el color, más
    hacia la sobriedad que hacia la exuberancia. Al igual que en la
    época arcaica, la casa particular y el monumento
    utilitario son dejados a un lado; el templo concebido
    únicamente como la morada de dios, del que la muchedumbre
    queda excluida, y que en consecuencia está construido para
    ser visto desde el exterior, goza de todos los favores de las
    ciudades y de los artistas. Cada región permanece fiel a
    su estilo: el jónico domina en Asia, el dórico en
    el Peloponeso y Occidente, y la unión de ambas tendencias
    sólo se realiza en Atenas, en donde el espíritu
    dórico triunfa en conjunto. La guerra del Peloponeso
    despierta de nuevo la antigua rivalidad, después de la
    desaparición de Pericles, y entonces triunfa la
    arquitectura jónica en la Acrópolis. En el s.IV se
    edifican menos templos, se reconstruyen aquellos que el tiempo o
    los hombres han destruido, pero aumenta el número de
    edificios utilitarios sin que en ellos el arte alcance los mismos
    éxitos.

    La estatuaria florece a lo largo de todo éste
    período, pero sus caracteres se modifican: durante la
    mayor parte del s.V en éste campo domina también el
    espíritu dórico, el de los escultores
    peloponésicos; el tipo de Kouros alcanza su
    perfección estática
    con Policleto y su perfección dinámica con Mirón; el tipo femenino
    conserva su severidad, con los pesados ropajes monumentales del
    peplos, y una gran reserva en la revelación de las formas.
    Al final del siglo la escultura se hace más humana,
    incluso individual, y los dioses descienden desde el cielo hasta
    la tierra,
    tanto las actitudes como
    los ropajes son más ligeros, y los rostros traducen
    delicadamente unos sentimientos más humanos. En el siglo
    IV la escultura de bulto redondo y la obra de arte aislada pasan
    a primer plano. La variedad de las actitudes es
    muy extensa, la expresión se anima hasta la violencia,
    dramática o mística; la gracia jónica
    triunfa definitivamente sobre la fuerza
    dórica, ya que la mujer bajo los
    rasgos de Afrodita, es el objeto de toda la dedicación del
    maestro. Aparece el retrato individual, así como un nuevo
    canon, más esbelto, pero sin llegar a ser grácil.
    La pintura de
    gran formato, alcanza al parecer su apogeo hacia finales del
    siglo V, pero sus obras han desaparecido. Gracias a la cerámica podemos tener una idea de ella;
    ésta también se transforma, y los especialistas
    distinguen sus estilos sucesivos: severo, libre, animado,
    florido, y éstos epítetos son ya reveladores. El
    siglo IV conoce cierta decadencia con la profusión de
    detalles, el abuso de los colores y del
    dorado, y muestra una
    creciente inclinación hacia los temas
    religiosos.

    Política

    La era clásica dio comienzo con las guerras
    médicas, guerra de los medos. Estas se distinguen entre
    los años 500 a.C. y 450 a.C.. Guerra entre Grecia y Persia
    por causa de la invasión de Ciro (gobernante Persa) a las
    colonias griegas de Asia Menor que tenían una importante
    economía.
    Tras la muerte de
    ciro, su hijo Dario toma su lugar, las colonias griegas se
    enfrentan a él y piden ayuda a Esparta, éste se
    niega y luego piden ayuda a Atenas, quien acepta ofrecer su ayuda
    enviando tropas a Asia. Destruyen sardos, y esto hace enfurecer a
    Dario y da comienzo a la guerra. Finalmente el triunfo es para
    Grecia.

    El periodo de hegemonía ateniense durante el
    siglo V a.C. es denominado como la ‘Edad de Oro de
    Atenas’. Bajo el mando de Pericles, la ciudad
    alcanzó su máximo esplendor.

    La educación
    había sido una consecuencia de la vida de la pólis,
    común a todos. Así, los hombres con capacidad
    natural llegaban más lejos que los
    demás.

    La hegemonía ateniense se dio porque
    habían conquistado la liga de Delos y obtuvieron mayor
    economía, y todo a nivel política, cultura,
    etc..

    Para acabar con la hegemonía ateniense, la liga
    del peloponeso (Corinto) se enfrenta contra la liga ateniense
    (Corcira). Corcira era una colonia de Corinto. Luego de quejarse
    por el incumplimiento de las obligaciones
    de Corcira, se da comienzo a la guerra del peloponeso, donde
    Esparta y Tebas se unen para derrivar la hegemonía
    ateniense. Finalmente la victoria fue para Esparta, gracias a los
    errores de Atenas y a que Persia, durante la guerra, le
    prestó barcos, dinero…, a cambio de que Esparta le
    devolviera a Asia Menor. Persia, por esto, sale beneficiado de la
    guerra. Esparta le impone algunas condiciones a Atenas, como la
    destrucción de su flota, de la muralla de la ciudad y la
    del puerto.

    Esta guerra deterioró la economía de la
    polis. Grecia se desplazaba con firmeza hacia nuevos modos de
    pensar y de vivir. El dominio de
    Esparta no duró mucho; su violencia despótica
    suscitó contra ella una coalición de otras ciudades
    cuya lucha se conoce como la guerra de Corinto. Tebas
    derrotó al ejército espartano. Ahora Tebas
    pasó a tener el predominio, pero éste no
    tenía una nueva idea política para ofrecer.
    Así dejó lugar para que el predominio
    político se desplazara a Macedonia, donde Filipo II
    había desarrollado un sistema
    monárquico centralizado. Filipo II invadió Grecia.
    La polis aún seguía rigente. Cuando murió
    Filipo, tomo su lugar Alejandro
    Magno, su hijo, quien se basaba en la igualdad de
    los hombres. Tebas intenta tomar lugar pero Alejandro la
    destruye, asegura el norte venciendo a los Tracios y ataca a
    Persia, dominándola. Sus campañas ampliaron el
    Imperio, pero cuando estaba planeando ir sobre Arabia, Alejandro
    muere en el 323 a.C.. Este período fui culminante para la
    vida de la pólis. Para el ateniense de la época de
    Pericles la idea de utilizar mercenarios le habría
    parecido la negación de la pólis. La Atenas del
    s.IV da una impresión de letargo político, casi de
    indiferencia. Los hombres se interesaban en otras cosas y no en
    la pólis. La "cosmópolis" fue acuñada en ese
    tiempo, para expresar la idea de que la comunidad a la
    que el sabio debía obediencia era nada más que la
    comunidad del hombre. El cosmopolitismo era el complemento
    necesario del nuevo individualismo. La cosmópolis empezaba
    a reemplazar a la pólis.

    Hombre

    "El hombre es
    una criatura que vive en polis", dice Aristóteles. Es el
    único marco en el que el hombre puede realizar plenamente
    sus aptitudes espirituales, morales e intelectuales.
    Tenían una tendencia individualista, satisfacían
    sus necesidades tanto en la religión como en el arte, en
    los juegos y en discusiones de grandes temas.

    PERIODO HELENÍSTICO

    ( S. IV a.C.- S. II a.C.
    )

    Religión

    Los principios
    fundamentales del pensamiento
    helenístico no pasaron a ser seriamente puestos en tela de
    juicio hasta el siglo XVI. Las principales escuelas
    filosóficas del periodo fueron el estoicismo y el
    epicureísmo. Los estoicos enseñaron que se debe
    vivir de acuerdo con la naturaleza, la cual es la razón
    (logos) que penetra en todas las cosas. El sabio que sigue este
    consejo logrará la apatheia, esto es, se librará
    del sufrimiento. Los epicúreos mantenían que todas
    las cosas están compuestas por átomos y el
    vacío, y que es preferible una vida simple a la riqueza y
    la fama. Su meta era la ataraxia o tranquilidad.

    El epicureísmo es un sistema de filosofía
    basado sobre todo en las enseñanzas del filósofo
    griego Epicuro. La doctrina más conocida, pero asimismo
    más discutida por los modernos tratadistas del
    epicureísmo es que el placer constituye el bien supremo y
    la meta
    más importante de la vida. Se prefieren los placeres
    intelectuales a los sensuales, que tienden a perturbar la paz del
    espíritu. La verdadera felicidad, según
    enseñó Epicuro, consiste en la serenidad que
    resulta del dominio del
    miedo, es decir, de los dioses, de la muerte y de
    la vida futura. El fin último de toda la
    especulación epicúrea sobre la naturaleza es
    eliminar esos temores.

    El estoicismo es una escuela de filosofía
    occidental, fundada en la antigua Grecia, opuesta al
    epicureísmo en su modo de considerar la vida y el deber.
    La filosofía estoica se desarrolló a partir de la
    de los cínicos, cuyo fundador griego, Antístenes,
    fue discípulo de Sócrates. La base de la ética
    estoica es el principio, proclamado antes por los cínicos,
    de que el bien no está en los objetos externos, sino en la
    condición del alma en sí misma, en la
    sabiduría y dominio mediante los que una persona se libera
    de las pasiones y deseos que perturban la vida corriente. Las
    cuatro virtudes cardinales de la filosofía estoica son la
    sabiduría, el valor, la
    justicia y la
    templanza, una clasificación derivada de las
    enseñanzas de Platón.

    Un rasgo distintivo del estoicismo es su vocación
    cosmopolita. Todas las personas son manifestaciones de un
    espíritu universal y deben, según los estoicos,
    vivir en amor fraternal
    y ayudarse de buena gana unos a otros. Mantenían que
    diferencias externas, como la clase y la riqueza, no tienen
    ninguna importancia en las relaciones sociales.

    Arte

    El arte helenístico es multiforme y a menudo
    original. El arte se difundió sin vulgarizarse, por lo
    menos en lo que respecta a las grandes producciones, ya que la
    cerámica perdió mucho de su interés.
    La pintura, la
    escultura y las artes menores florecieron con gran
    profusión, y el urbanismo abrió nuevas
    posibilidades.

    El arte dejó de ser cívico, municipal y se
    convirtió en monárquico; la pintura eligió
    las escenas mitológicas y familiares; la escultura se
    alejó de los cánones clásicos y de la
    soberbia y divina impasibilidad; las pasiones y el drama se
    expresaron con fuerza,
    demasiado violentamente. Al igual que la literatura, el arte parece
    descender del cielo a la tierra.
    Corresponden las estatuillas y las figuras realistas y burguesas,
    los mosaicos y las pinturas anecdóticas, las escenas de
    género,
    que no alcanzaron nunca más una técnica ni
    brillante ni acabada.

    En arquitectura, lo que parece más nuevo no son
    ya ni los templos, en los que ahora domina el estilo corintio (en
    Asia, todavía continuaba vigente el jónico, aunque
    ya no el dórico), ni tampoco los altares. Las numerosas
    ciudades nuevas, las casas de los ricos, con sus patios
    interiores rodeados de columnas y adornos con cuadros, estucos
    pintados, mármoles y mosaicos.

    En la escultura, la mitología se encontraba muy secularizada,
    en beneficio de Afrodita y de los Eros. Los artistas
    conocían aun el secreto de las figuras bellas y serias.
    Pero no residía aquí el gusto dominante,
    existía una inclinación hacia el expresionismo
    y el realismo,
    incluso al servicio de lo
    disforme y de lo grosero, pero con un virtuosismo técnico
    asombroso, tanto en el bronce como en el mármol y la tierra
    cocida. Por último, las estatuas aisladas.

    La pintura sería el más fiel reflejo del
    alma misma de la edad helenística. Los motivos son tomados
    de la mitología o del repertorio trágico.
    El mosaico de origen oriental gozó de gran vigencia y
    representó los motivos del género y
    también escenas históricas. Los objetos de vidrio coloreado,
    las piedras preciosas, los camafeos, la orfebrería y las
    vajillas de plata, cuyos relieves servirán posteriormente
    de modelos a los
    vasos y copas de los tesoros romanos.

    En fin, el arte helenístico, más
    difícil de captar que el de las épocas
    clásicas, es más variado y menos formal; de
    refinada técnica, liberado de los convencionalismos en su
    expresión, en ocasiones recargado o demasiado exuberante,
    refleja una época que fue de extraordinaria
    vitalidad.

    Política

    Cuando Alejandro murió, los generales macedonios
    iniciaron entre ellos el reparto de su vasto imperio. Los
    desacuerdos surgidos por esta división provocaron una
    serie de guerras. Una de las características de este periodo que abarca
    desde la muerte de
    Alejandro hasta la conversión de Grecia en provincia
    romana en el 146 a.C., fue el deterioro como entidades políticas
    de las ciudades-estado
    griegas, además del progresivo declive de la independencia
    política en conjunto.

    En el 215 a.C. Roma
    empezó a interferir en los asuntos de Grecia. Filipo V de
    Macedonia se alió con Cartago contra Roma, pero los
    romanos, vencieron a las fuerzas macedonias en el 206 a.C., y
    consiguieron importantes posiciones en Grecia. Roma, apoyada por
    ambas ligas, derrotó nuevamente a Filipo V en el 197 a.C.
    en la batalla de Cinoscéfalos, y Macedonia, totalmente
    sometida, aceptó pactar la paz con Roma y reconocer la
    independencia
    de los estados griegos, los cuales sólo cambiaron un
    dominador por otro. En un último intento desesperado por
    liberarse, los miembros de la Liga Aquea resistieron a las
    demandas de Roma en el 149 a.C. Hubo una nueva guerra que
    terminó con la destrucción de Corinto a manos de
    las legiones romanas en el 146 a.C. Grecia fue anexionada en su
    totalidad por Roma, que creó la provincia romana de
    Macedonia, cuyo procónsul extendía su autoridad al
    resto de Grecia. Sólo Atenas, Esparta y Delfos escaparon a
    esta situación, convirtiéndose en ciudades
    federadas.

    El primer estadio helenístico es el transplantado
    al oriente para crear allí una civilización nueva,
    de un nuevo mundo. El segundo estadio es romano, asimilado por su
    genio, adoptado por su imperio y transmitido por ellos a
    occidente. El tercer estadio es el de los cristianos, el
    helenismo espiritualizado, actuando en el interior del pensamiento
    cristiano y presentando a este un medio de expresión. El
    cuarto estadio es el bizantino, el helenismo como foco de una
    segunda civilización greco-oriental, cristiana esta vez,
    el helenismo medieval. El quinto estadio es el del humanismo
    europeo, el helenismo como tonico del mundo moderno que lo
    asimila y lo usa como proceso. El
    sexto estadio es el de la lengua y la
    cultura de los griegos bajo la dominación otomana, el del
    helenismo como refugio, como defensa religiosa y de
    convención nacional. El séptimo estadio es el de la
    lengua y
    cultura de la Grecia moderna, contemporánea, un viejo
    pueblo organizado en un estadio joven, el helenismo de la
    independencia recobrada.

    CONSIGNA 2

    Es un tema verdaderamente complicado el de la
    religiosidad griega, pero que nos permite determinar los
    caracteres del mundo griego. No es posible en Grecia, encontrar
    una verdadera unidad religiosa.

    La religión más antigua, originaria en
    Creta, implica un culto de la naturaleza, de sus fuerzas ocultas,
    de su fecundidad significa en vegetales, aves, objetos,
    animales,
    culto que culminaba en los ritos orgiásticos. Este sentido
    naturalístico, se manifiesta en los misterios y
    oráculos de Grecia y en los misterios de Eleusis dedicados
    a Deméter y que tenían un sentido propio de la
    magia de la fertilidad de los campos, aunque también
    estaban relacionados con el misterio de ultratumba y evocaban la
    idea de purificación y redención.

    Es imprescindible que en un ensayo
    filosófico se tenga en cuenta al orfismo, al cual varios
    historiadores le asignan un papel
    fundamental en la formación del pensamiento
    filosófico griego.

    Todo el mundo griego aparece asumido por un general
    naturalismo manifestado en las religiones mistéricas
    griegas. Así mismo, hay un vivísimo sentido del
    misterio de ultratumba más o menos ligado a una necesidad
    de purificación. En cuanto, a los orígenes del
    cosmos, la casa del hombre, el griego ignoró absolutamente
    la idea de creación ex nikilo, ignorada por el
    hombre de oriente. Es claro que en semejante mundo no cabe ni la
    idea de la creación absoluta ni de una liberación
    por un mediador. El hombre aparece siempre como mezcla de
    contradictorios elementos, bien y mal, ni tampoco de una
    subjetividad fundamental. En ésta situación del
    hombre griego, es claro que la pólis refleja ésta
    concepción del mundo necesario y naturalístico. Por
    eso el ciudadano se debe a la pólis.

    Tanto en la vida griega en general como en la
    expresión de su pensamiento filosófico, el mito
    tiene una importancia fundamental. No es solo una
    narración fabulosa, es "palabra divina revelada en palabra
    humana", dicho por García Bacca. Por medio del mito se
    puede expresar aquello que la pura razón no puede
    aprehender ni expresar, ya que el contenido del mito no es
    captable por ella. Esto indica una realidad más o menos
    transracional y divina, y sin los mitos no se puede entender el
    pensamiento griego.

    En el pensamiento griego, aparece como característica suya la objetividad del ser
    y el dualismo sujeto-objeto.

    CONSIGNA 3

    Con los sofistas asistimos a la perdida del ser y del
    hombre mismo reducido a un conjunto de sensaciones y a una pura
    subjetividad amoralista. Sócrates lucha por reinstalar
    el
    conocimiento en lo universal y lo moral en el
    verdadero conocimiento
    del hombre. Encarna el mas alto tipo humano de la antigüedad
    pagana: serenismo y valiente. Sócrates tuvo conciencia de que
    la filosofía , en él, asumía una misión
    sagrada, y que él, era más que él mismo
    cuando enseñaba comprometido con la verdad. Por eso toda
    su docencia tiene un profundo sentido moral.

    Sócrates tuvo conciencia de los
    problemas como
    problemas, y adopta una gran cautela en el
    conocimiento. La realidad supera siempre al hombre, y por
    eso, éste, no logra saber nada.

    La novedad del pensamiento socrático con respecto
    a las formulaciones de los sofistas fue la afirmación del
    alma como centro definido de la
    personalidad intelectual y moral del ser humano. La ética
    sofista carecía de todo fundamento moral, sus autores se
    perdían en el utilitarismo y el escepticismo, incapaces de
    imponer un principio rector de la conducta humana.
    El objetivo de
    Sócrates fue guiar a los hombres hacia el conocimiento
    interior, como medio de obtener la verdad moral y única.
    Las enseñanzas de los sofistas, según
    Sócrates, en nada contribuían al beneficio y mejora
    del alma humana.

    En ese alma, afirma el pensamiento socrático,
    reside la virtud (areté) que permite al hombre
    obrar correctamente y alcanzar la felicidad. La virtud,
    consistía en conocer el bien, es lo opuesto a la
    ignorancia.

    La visión Socrática identifica virtud y
    ciencia. Es la ciencia (el conocimiento) lo que induce a obrar
    bien, y la ignorancia la causa del delito moral. Por
    esta razón el pensamiento del filósofo ateniense ha
    sido acusado de un grave intelectualismo. Además establece
    una correspondencia ineludible entre el descubrimiento del bien y
    su puesta en práctica, es posible conocer el bien y no
    aplicarlo.

    Los sofistas alteraron la perspectiva y colocaron al
    hombre , y a todo lo que a él se refiere, en el eje de la
    reflexión filosófica. La novedad introducida por
    los sofistas fue considerar al hombre como portador de una
    naturaleza peculiar, como la "medida de todas las cosas". El
    sofista no persigue la elaboración de conceptos y
    explicaciones abstractas, su objetivo es
    educar a los hombres

    Bibliografía

    Texto de Petit

    Texto de Caturelli

    Textos de Kitto

    Fuentes

    Enciclopedia Encarta 2000

    Enciclopedia Encarta 2003

    Diccionario Encarta 2003

    Benavente Débora Berenice

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