Monografias.com > Ecología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Deforestación




Enviado por guadalupe.miranda



    1. Deforestación
    2. Desertificación.
    3. Agentes de la
      deforestación
    4. Agentes importantes de la
      deforestación
    5. Las causas de la
      deforestación y la degradación de los
      bosques
    6. Política nacional de
      lucha contra la desertificación
    7. Anexos
    8. Conclusión

    INTRODUCCION

    El presente trabajo se ha elaborado para conocer lo
    importante y delicado que debemos trabajar para seguir
    subsistiendo en nuestro planeta, relacionado con el medio ambiente
    que nos rodea como seres vivientes de la
    tierra.

    Alrededor del mundo se hace concientizaciòn de lo
    peligroso que son las quemas y tala de bosques pero al parecer
    debido a la gran sobrepoblación que hay, casi es imposible
    evitarlo, en algunos lugares que aùn se conservan reservas
    forestales que son las que contribuyen en gran parte a mantener
    el clima un poco
    estable.

    Toda la información requerida en este trabajo fue
    en su mayor parte adquirida a través de Internet, la otra parte es
    de investigación que se hizo como grupo
    escalando el cerro El Sartén de Apopa en el que pudimos
    observar en realidad cuan relacionado esta en el escrito, por
    medio de fotografías.

    Esperamos que al final, todos tengamos la dicha de vivir
    en este mundo disfrutando de la belleza natural y cuidar la
    vegetación. Y así contribuir a una
    prolongación de vida.

    DEFORESTACION

    La deforestación es el proceso por el
    cual la tierra pierde
    sus bosques en manos de los hombres.

    El hombre en su
    búsqueda por satisfacer sus necesidades personales o
    comunitarias utiliza la madera para
    fabricar muchos productos. La
    madera
    también es usada como combustible o leña para
    cocinar y calentar. Por otro lado, las actividades
    económicas en el campo requieres de áreas para el
    ganado o para cultivar diferentes productos.
    Esto ha generado una gran presión
    sobre los bosques.

    Al tumbar un bosque, los organismos que allí
    vivían quedan sin hogar. En muchos casos los animales,
    plantas y
    otros organismos mueren o les toca mudarse a otro bosque.
    Destruir un bosque significa acabar con muchas de las especies
    que viven en él. Algunas de estas especies no son
    conocidas por el hombre. De
    esta manera muchas especies se están perdiendo día
    a día y desapareciendo para siempre del
    planeta.

    En Colombia se
    deforestan entre 1.5 a 2.2 millones de acres al año. Esto
    es igual a más o menos 4 millones de canchas de
    fútbol al año o 456 canchas en una hora o 7.6
    canchas por minuto!!! Si esto continua, Colombia no
    tendrá bosques en 40 años !

    Las selvas tropicales de nuestro planeta,
    localizadas principalmente en América
    del Sur y Central, África Central y el sudeste
    asiático, sufren diariamente la tala indiscriminada de sus
    árboles, muchos de ellos con cientos de
    años de antigüedad; cada minuto que pasa queda
    arrasada una superficie de selva equivalente a la de un campo de
    fútbol.

    Hay dos razones principales que ocasionan esto. Una es
    la demanda de
    madera por parte de ciertos países, que permite a las
    naciones endeudadas del tercer mundo obtener dinero
    fácil; la otra es la transformación de los bosques
    en superficies dedicadas a la agricultura y
    ganadería.
    El primer motivo es rentable para quienes lo practican, pero el
    segundo no; los suelos del
    ecosistema
    tropical contienen un alto porcentaje de hierro y
    aluminio. Al
    exponerse a la acción del sol y el aire se endurece,
    y la poca tierra
    fértil que le queda es arrasada por las
    lluvias.

    Aunque ocupan sólo el catorce porciento de la
    superficie terrestre las selvas contienen el sesenta por ciento
    de las especies animales y
    vegetales vivas del planeta. En ellas hay muchos recursos que
    podrían ser utilizados por el hombre sin
    dañar el equilibrio
    ecológico: desde vegetales comestibles hasta componentes
    químicos usados en los más diversos campos de la
    medicina y la
    industria.

    Hay otro tema relacionado con las selvas: el
    dióxido de carbono. Los
    países industrializados emiten 2200 millones de toneladas
    anuales de este gas procedente de
    la quema de combustibles fósiles, mientras que otras
    naciones lanzan al aire otros 1300
    millones de toneladas por año como subproducto de los
    incendios
    masivos de bosques. ¿Y esto qué tiene que ver? Muy
    simple: además de reducir las emisiones debe llevarse a
    cabo un plan de
    reforestación masiva. Si tenemos en cuenta que una
    hectárea de bosque tropical puede neutralizar unas diez
    toneladas de dióxido de carbono al
    año, habría que crear un bosque de tres millones de
    kilómetros cuadrados, superficie equivalente a las dos
    terceras partes del territorio de la República Argentina.

     También se propone se propone
    la fiscalización de las actividades ilícitas de
    explotación de los bosques por parte de comisiones
    municipales y de gobierno, el
    combate masivo a la corrupción
    imperante en todos los estamentos oficiales y la
    valoración de productos forestales no maderables
    así como de los servicios
    ambientales prestados por los bosques.

    El proceso de
    deforestación ocurrido en la Región
    Oriental del Paraguay muestra que en 40
    años, comprendidos entre 1.945 y 1.985, ha llegado a
    eliminar 4.916.452 hectáreas, lo cual representa un
    promedio aproximado de 123 mil hectáreas cada año.
    En dicho periodo resalta el intervalo de 8 años, entre
    1.968 y 1.976, en que la tasa de deforestación fue
    aproximadamente 212 mil hectáreas cada año.
    Estudios del año 1985, indican que en el año 1.985
    existían 3.507.670 hectáreas de bosques continuos,
    de los cuales el 32,8% estaban constituidas por pequeños
    bosques residuales y el 68,8% restante por bosques de valor
    comercial bajo, como consecuencia de la disminución de sus
    especies más valiosas.

    En el periodo comprendido entre 1.985 y 1.991, se
    produjo una deforestación de 2 millones de
    hectáreas aproximadamente, con una tasa media de
    aproximada de 290 mil hectáreas cada
    año.

    En relación a la Región Occidental, dan
    cuenta que las colonias establecidas en la zona central del Chaco
    llegaron a un promedio de deforestación de 45 mil
    hectáreas anuales.

    Este proceso de deforestación, aunque
    evidentemente menor comparado con la Región Oriental del
    Paraguay, es
    bastante significativo por la fragilidad de los ecosistemas
    del Chaco, demostrados por la numerosas evidencias de erosión
    eólica y la salinización de suelos que se
    están verificando en diferentes zonas de la
    Región.

    Queda bien evidenciado que la destrucción de los
    bosques ha resultado principalmente de las malas practicas
    agrícolas y cría de ganado, asociados de problemas de
    uso y tenencia de la tierra. De
    hecho estos principales elementos causales de la
    deforestación, demuestran que el problema forestal ha
    estado
    fuertemente ligado a la tenencia de la tierra y a los modelos de
    reforma
    agraria y de producción agropecuaria del
    país.

    DESERTIFICACION.

    La desertificación es otro gran problema para la
    biodiversidad
    y esta muy ligada a la deforestación. La
    desertificación es el proceso por el cual tierras
    fértiles y ricas en vida se convierten en desiertos. El
    mejor ejemplo de esto lo vemos en el Amazonas. Después de
    tumbar una área grande de selva (deforestar) y utilizar
    inadecuadamente la tierra (ganadería
    u otras prácticas económicas) esta se convierte en
    un desierto en donde es casi imposible volver a ver el bosque
    crecer. Esto sucede porque se pierde la capa vegetal que permite
    la vida en el lugar.

     Se entiende por deforestación a la
    destrucción a gran escala del bosque
    por la acción humana. Avanza a un ritmo de unos 17
    millones de ha al año (superficie que supera a la de
    Inglaterra, Gales
    e Irlanda del Norte juntas). Entre 1980 y 1990, las tasas anuales
    de deforestación fueron de un 1,2% en Asia y el
    Pacífico, un 0,8% en Latinoamérica y un 0,7% en África.
    La deforestación no es lo mismo que la degradación
    forestal, que consiste en una reducción de la calidad del
    bosque. Ambos procesos
    están vinculados y producen diversos problemas.
    Pueden producir erosión
    del suelo y
    desestabilización de las capas freáticas, lo que a
    su vez favorece las inundaciones o sequías. Reducen la
    biodiversidad
    (diversidad de hábitats, especies y tipos
    genéticos), lo que resulta sobre todo significativo en los
    bosques tropicales, que albergan buena parte de la biodiversidad
    del mundo. Los bosques desempeñan un papel clave en
    el almacenamiento
    del carbono; si se eliminan, el exceso de dióxido de
    carbono en la atmósfera puede
    llevar a un calentamiento
    global
    de la Tierra, con multitud de efectos
    secundarios problemáticos. En las regiones templadas la
    agricultura se
    basó en la eliminación de los bosques aprovechando
    la fertilidad de sus suelos.

    Los procesos de
    deforestación son, por lo general, más destructivos
    en los trópicos. La mayor parte de los suelos forestales
    tropicales son mucho menos fértiles que los de las
    regiones templadas y resultan fácilmente erosionables al
    proceso de lixiviación, causado por la elevada pluviosidad
    que impide la acumulación de nutrientes en el suelo. No
    obstante, las políticas
    coloniales se basaban en el supuesto, equivocado, de que un
    bosque exuberante significaba suelos fértiles.
    Pretendían conquistar los bosques, sobre todo para
    destinarlos a los cultivos comerciales y la agricultura, y han
    dejado un legado de suelos exhaustos.

    La deforestación tropical aumentó
    rápidamente a partir de 1950, con la ayuda de maquinaria
    pesada. Desde entonces, el crecimiento de las poblaciones humanas
    ha llevado también a la destrucción de zonas
    forestales por la vía más difícil, a mano.
    Las tasas anuales de deforestación en 52 países
    tropicales prácticamente se duplicaron entre 1981 y
    1990.

    ¿Qué es el Calentamiento
    Global?

    Nuestro planeta se está calentando. Los
    últimos 10 años han sido los más calurosos
    desde que se llevan registros y los
    científicos anuncian que en el futuro serán
    aún más calientes. La mayoría de los
    expertos están de acuerdo que los humanos ejercen un
    impacto directo sobre este proceso de calentamiento, generalmente
    conocido como el "efecto
    invernadero".
    El efecto
    invernadero es una condición natural de la atmósfera de la
    tierra. Algunos gases, tales
    como los vapores de agua, el
    dióxido de carbono (CO2) y el metano son
    llamados gases
    invernadero, pues ellos atrapan el calor del sol
    en las capas inferiores de la atmósfera. Sin ellos,
    nuestro planeta se congelaría y nada podría vivir
    en él.

     A medida que el planeta se calienta, los cascos
    polares se derriten. Además el calor del sol
    cuando llega a los polos, es reflejado de nuevo hacia el espacio.
    Al derretirse los casquetes polares, menor será la
    cantidad de calor que se refleje, lo que hará que la
    tierra se caliente aún más. El calentamiento global
    también ocasionará que se evapore más
    agua de los
    océanos. El vapor de agua actúa como un gas invernadero.
    Así pues, habrá un mayor calentamiento. Esto
    contribuye al llamado "efecto amplificador".

    AGENTES DE LA
    DEFORESTACIÓN

     Entenderemos por agentes de
    deforestación a las personas, corporaciones, organismos
    gubernamentales o proyectos de
    desarrollo que
    talan los bosques.

    En todas las áreas geográficas, los
    agricultores que practican roza y quema se sitúan entre
    los agentes de deforestación más importantes, ya
    que ocupan tierra forestal que limpian para plantar cultivos
    comestibles. Otros agentes importantes del sector agrícola
    son los ganaderos que talan los bosques para sembrar nuevos
    pastizales para alimentar el ganado y los agricultores
    comerciales que establecen plantaciones agrícolas
    comerciales como el caucho y el aceite de palma. Entre los
    agentes secundarios de la deforestación se encuentran los
    madereros, los dueños de plantaciones forestales, los
    recolectores de leña, los industriales mineros y
    petroleros y los planificadores de infraestructura.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

     La deforestación: enemiga del
    bosque

    Como ya te contamos, los bosques constituyen uno
    de los ecosistemas
    más valiosos del mundo, al contener un alto porcentaje de
    la biodiversidad del planeta. Lamentablemente, ellos se
    encuentran muy vulnerables frente a la acción del hombre, y en
    muchas partes del mundo incluso han desaparecido.

    Durante la década de los ochenta, los
    índices de deforestación mundial llegaron hasta 15
    millones de hectáreas por año; y en la mayor parte
    del mundo la deforestación se aceleró durante la
    década del 90.

    Entre las causas directas más importantes de la
    deforestación se encuentra la pobreza del
    tercer mundo (donde se hallan la mayoría de los más
    grandes bosques y selvas), que necesitan explotar estos
    ecosistemas para obtener recursos; la
    necesidad de abrir espacios nuevos para la agricultura, para la
    cría de ganado, la urbanización y la construcción de infraestructura
    (carreteras, vías férreas, tendidos
    eléctricos); la minería;
    la inundación para generar energía
    hidroeléctrica, y la explotación de petróleo.

    Este fenómeno de deforestación se ve
    agravado por la lluvia
    ácida, la desertificación, y los incendios
    forestales. En el caso de los pequeños agricultores,
    considerados como pobres, al asentarse cerca de los bosques deben
    talar una parcela de tierra y utilizarla para la
    plantación de cultivos de subsistencia o comerciales. Sin
    embargo, ese tipo de prácticas degrada rápidamente
    el suelo, y el agricultor se ve forzado a talar otra
    porción de bosque para transformarlo en tierras de
    cultivos. Posteriormente, el área que ya no se puede
    cultivar es utilizada para la cría de ganado, lo que
    termina por degradar completamente el suelo, al eliminar la
    escasa vegetación que podría haber
    quedado.

    En muchos países las prácticas forestales
    de tala rasa han sido la causa principal de la pérdida
    forestal. Ejemplos claros de ello es lo que ocurrió en
    Irlanda y Escocia, que alguna vez estuvieron prácticamente
    cubiertos de bosques, pero durante el Imperio Británico
    fueron casi totalmente cortados para abastecer de madera a los
    aserraderos ingleses.

    En Chile
    también existe pérdida de bosques nativos. De
    hecho, se estima que nuestro país poseía 25
    millones de hectáreas de bosques a la llegada de los
    españoles; es decir, un 45 por ciento del territorio
    estaba cubierto por bosque nativo. En la década de los
    cuarenta se hizo una estimación de 16 millones de
    hectáreas, y actualmente la cifra solo alcanza a poco
    más de 13 millones.

     Para ver el gráfico
    seleccione la opción "Descargar" del menú
    superior

    Los incendios forestales

    Otra de las causas de la deforestación son los
    incendios forestales, los que pueden definirse como la
    propagación libre e ilimitada del fuego, cuya
    acción consume pastos, matorrales, arbustos y árboles. Para que un incendio ocurra deben
    existir tres factores: el oxígeno, el calor y el
    combustible.

    En nuestro país los incendios forestales son
    producidos en su mayoría por el manejo descuidado del
    fuego, y su repercusión en el medio ambiente es
    enorme. Los efectos del fuego en los bosques son principalmente
    los siguientes:

    • Eliminación de las áreas
    boscosas
    • Pérdidas económicas
    • Desaparición o disminución de los recursos
    hídricos
    • Erosión
    • Desertificación
    • Pérdida de biodiversidad
    • Aumento de gases de efecto invernadero
    • Aumento de la temperatura
    ambiental
    • Incremento de los efectos erosivos del viento
    • Disminución de la humedad
    • Alteración de los regímenes de vida de los
    humanos
    • Emigración de la fauna
    local

    Asimismo, la acción del fuego también
    afecta al suelo mineral en tres formas, que son:
    física, al destruirse la estructura y
    compactación del suelo por falta de humedad;
    química, al producirse una disminución de
    los nutrientes de la vegetación, y finalmente
    biológica, al destruirse los microorganismos del
    suelo encargados de la descomposición de los restos
    orgánicos.

    AGENTES IMPORTANTES DE LA
    DEFORESTACIÓN

     Agente

    Vínculo con la
    deforestación

    agricultores de roza y quema

    – Descombran el bosque para sembrar cultivos
    de subsistencia y otros cultivos para la
    venta

    Agricultores comerciales

    – Talan los bosques para plantar cultivos
    comerciales, a veces desplazan a los agricultores de roza
    y quema, que se trasladan a su vez a los
    bosques.

    Ganaderos

    – Talan los bosques para sembrar pastos, a
    veces desplazan a los agricultores de roza y quema, que
    se trasladan a su vez a los bosques.

    Pastores de ganado menor y
    mayor

    – La intensificación de las
    actividades de pastoreo de ganado menor y mayor puede
    conducir a la deforestación.

    Madereros

    – Cortan árboles maderables
    comerciales; los caminos que abren los madereros permiten
    el acceso a otros usuarios de la tierra.

    dueños de plantaciones
    forestales

    – Aclaran barbechos boscosos y bosques
    previamente talados para establecer plantaciones para
    proveer fibra a la industria de pulpa y papel.

    Recolectores de leña

    – La intensificación en la
    recolección de leña puede conducir a la
    deforestación.

    Industriales mineros y
    petroleros

    – Los caminos y las líneas
    sísmicas proporcionan acceso al bosque a otros
    usuarios de la tierra; sus operaciones incluyen la
    deforestación localizada.

    Planificadores de programas de colonización
    rural

    – Planifican la relocalización de
    habitantes a áreas forestales, lo mismo que
    proyectos de asentamiento que desplazan a
    los pobladores locales, los que a su vez se trasladan a
    los bosques.

    Planificadores de
    infraestructuras

    – Los caminos y carreteras construidos a
    través de áreas forestales dan acceso a
    otros usuarios de la tierra; las represas
    hidroeléctricas ocasionan
    inundaciones.

     Existe una diferencia considerable
    entre regiones y entre países con respecto a qué
    grupos
    constituyen los agentes de deforestación más
    importantes. En América
    Latina, la agricultura de roza y quema y la ganadería
    están a la vanguardia de
    la deforestación. En el sudeste de Asia, por el
    contrario, la agricultura comercial, la industria maderera y las
    plantaciones de aceite de palma juegan un papel más
    significativo. La situación en África es una mezcla
    compleja de pastoreo excesivo en las zonas forestales secas,
    agricultura de roza y quema y un alto grado de explotación
    forestal en los bosques húmedos de África central y
    del oeste.

     Región

    Principales agentes de
    deforestación

    África

    Agricultores de roza y quema

    Agricultores comerciales

    Madereros

    Pastores de ganado menor y
    mayor

    Refugiados de conflictos civiles

    Asia – Oceanía

    Agricultores comerciales

    Agricultores de roza y quema

    Madereros

    Dueños de plantaciones
    forestales

    Planificadores de
    infraestructura

    América Latina
    y el Caribe

    Agricultores de roza y quema

    Ganaderos

    Agricultores comerciales

    Madereros

    Planificadores de
    infraestructura

    La Desaparición del Bosque
    Tropical

    El bosque tropical es una maravilla de la naturaleza. En
    numerosos países constituye una parte viva de la cultura. Sin
    embargo, muchos de esos bosques están actualmente en
    peligro. Ya se han perdido más de la mitad y el
    índice de deforestación casi se ha duplicado
    durante la década de 1980. En otros pocos decenios podemos
    asistir a la práctica eliminación del bosque
    tropical. Pensemos en ello: esa franja de verde intenso a los dos
    lados del ecuador, que
    significa la vegetación más exuberante de la
    Tierra, puede tener que ser coloreada de marrón para
    detonar que el bosque tropical ha desaparecido para
    siempre.

    El bosque tropical es la más hermosa
    celebración con que la naturaleza ha
    embellecido la superficie del planeta. Su diversidad
    biótica es legendaria. En 50 hectáreas de la
    Malasia peninsular hay más especies de árboles que
    en todo Norteamérica; solo un arbusto de Perú puede
    albergar tantas especies de hormigas como las Islas
    Británicas!!! Posiblemente los bosques tropicales son el
    hogar hasta del 90% de todas las especies de la Tierra, por eso
    es importante conservar estos hermosos bosques ya que si se
    terminan solo quedaríamos con el 10% de las especies que
    teníamos.

    Cuando el bosque tropical desaparece, también lo
    hacen las especies que viven en él, probablemente hoy a un
    ritmo de varias docenas al día. Los bosques tropicales son
    MUY indispensables para la vida del hombre; deberíamos
    estar agradecidos a la riqueza del bosque tropical la
    próxima vez que compremos un medicamento en la farmacia.
    Hay una posibilidad de 1/4 de que ese medicamento se haya
    extraído de alguna planta del bosque tropical.

    La Estabilidad del Clima

    Un beneficio aún más importante del bosque
    tropical reside en el papel que desempeña en el control del
    clima. La
    deforestación esta creando 2 problemas principales a este
    respecto. A medida que la franja verde entorno al ecuador se
    transforma en terreno baldío, se produce un aumento en la
    "brillantez" de la superficie terrestre. Este "efecto de reflejo"
    acabará por alterar las corrientes de convección,
    los sistemas de
    vientos y los regímenes de lluvia en los trópicos y
    posiblemente en otras regiones más alejadas.

    Aún más significativa es la
    alteración climática que se seguirá de la
    acumulación del dióxido de carbono (CO2) en la
    atmósfera global. A las emisiones de CO2 se debe la mitad
    del efecto de invernadero, que amenaza con causar un
    drástico cambio
    climático y ecológico mediante el proceso del
    calentamiento global. Cada año se acumulan en la
    atmósfera 4,000 millones de toneladas adicionales de
    carbono y aproximadamente el 30% de ese exceso se estima que
    deriva directamente de la quema acelerada de los bosques
    tropicales.

    Bomba de Tiempo: El Bosque
    Tropical

    Casi la mitad de los bosques húmedos tropicales
    del mundo han sido destruidos. Sabiendo lo que hacemos con su
    incalculable diversidad, con sus enormes beneficios potenciales y
    las consecuencias de su desaparición para el clima del
    mundo, es una locura que esa destrucción continúe.
    Sin embargo, un área de bosque húmedo del
    tamaño de 6 campos de fútbol se destruye
    aún cada minuto de cada día.
    En pocas
    décadas, mas de tres cuartas partes (3/4) de los bosques
    originales pueden haber desaparecido para siempre. Para disminuir
    este ritmo de destrucción, la comunidad
    internacional debe ayudar a los países que tienen bosque
    húmedo a desarrollar políticas
    de explotación viable y otras fuentes de
    ingresos;
    demasiados proyectos de ayuda simplemente aceleran la
    propagación de la silvicultura comercial.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Bosque prístino (10%): Una
    décima parte de bosques originales puede permanecer
    intacta; unas como áreas protegidas, el resto puede ser
    inaccesible o de ningún valor
    comercial.

    Bosque degradado (10%): Finalmente una décima
    parte puede sobrevivir en un estado
    deteriorado o explotada comercialmente.

    Pérdidas futuras (16%): A menos que se emprenda
    una acción drástica, más de la sexta parte
    habrá desaparecido entre el año 2000 y el
    2030.

    Amenaza inmediata (16%): A la velocidad
    actual de deforestación, otra sexta parte habrá
    desaparecido al final de este siglo.

    Pérdida irreemplazable (48%):  Casi la mitad
    del bosque húmedo tropical ha sido destruida por las
    actividades humanas.

    Quiénes
    protegen y quiénes destruyen los
    bosques

    Durante años los "expertos" del enfoque forestal
    dominante se equivocaron al identificar las principales causas de
    la deforestación, al igual que al plantear soluciones
    para salvar los bosques. Según ellos, una de las
    principales causas de la deforestación era el uso de
    leña por "los pobres". La solución que
    proponían era por lo tanto establecer plantaciones de
    eucalipto como fuente de leña para "los pobres".
    Según ellos, quienes viven en los bosques eran los
    responsables de la deforestación y por tanto era necesario
    que fueran sacados de allí, a fin de que los bosques
    quedaran protegidos de ellos. La gente fue entonces expulsada de
    sus tierras, con el pretexto de que así se estaba
    protegiendo los bosques. Este enfoque simplista de "culpabilizar
    a los pobres" ni siquiera propuso como solución al
    problema que, si los pobres eran la principal causa de la
    deforestación, todos los esfuerzos deberían
    dirigirse a la erradicación de la pobreza. Por el
    contrario, sus principales esfuerzos se orientaron ¡a
    erradicar a los pobres de los bosques!

    Al tiempo que estos
    expertos hacían su trabajo, también lo
    hacían los verdaderos agentes de la destrucción.
    Las empresas
    madereras siguieron cortando, legal e ilegalmente. Los
    constructores de represas siguieron represando los ríos e
    inundando millones de hectáreas de bosques con el agua de los
    embalses. Los cultivos de exportación y la ganadería
    provocaron la corta de más y más áreas de
    bosque. Las plantaciones industriales –para celulosa, madera,
    palma aceitera y otras– fueron sustituyendo vastas superficies
    de bosques ricos en biodiversidad por monocultivos de especies
    exóticas. Las empresas mineras
    y petroleras siguieron destruyendo y contaminando los
    bosques.

    Todos estos procesos han generado, y siguen generando,
    graves impactos ambientales a nivel local y global, todos los
    cuales resultan en sufrimiento humano. Millones de personas viven
    en los bosques y/o obtienen sus medios de vida
    de los mismos. Por ende, la deforestación ha generado
    pobreza,
    simplemente porque todos esos millones de personas se ven
    privadas del acceso a sus medios de vida
    una vez que los bosques han desaparecido o cuando son
    "reasentados" en algún otro lugar. Es causa asimismo de
    violaciones a los derechos humanos.
    Muchas personas han sido asesinadas –y otras continúan
    siendo asesinadas– por defender sus derechos y por proteger los
    mismos bosques que los gobiernos del mundo aducen
    proteger.

    Sin embargo, resultaría incorrecto destacar
    solamente causas directas de la deforestación tales como
    el maderero, la industria camaronera, las plantaciones, las
    represas, etc. Es necesario profundizar en el tema y
    señalar que por detrás de estas causas hay otras
    –subyacentes– que constituyen la raíz del problema.
    Entre ellas está el tema del consumo
    excesivo en el Norte, que genera una demanda
    siempre creciente de materia prima
    barata –madera, petróleo,
    minerales,
    etc.– y alimentos
    también baratos, tales como soja, carne o
    camarones. Hay además actores fundamentales que hacen
    viable este suministro de productos a bajo precio, tales
    como el FMI, el Banco Mundial,
    los bancos regionales
    de desarrollo,
    las consultoras del Norte, las agencias de crédito
    a la exportación, las agencias bilaterales de
    "asistencia". Y en el medio se ubican funcionarios
    gubernamentales corruptos e igualmente corruptos empresarios y
    funcionarios del norte actuando como corruptores. El resultado
    final es la deforestación y la violación de los
    derechos de las
    poblaciones locales.

    Este número del Boletín del WRM incluye
    –al igual que la mayoría de los anteriores– situaciones
    típicas donde los bosques están amenazados debido a
    la acción combinada de diferentes actores tales como los
    gobiernos, las multinacionales, las agencias multi y bilaterales,
    y a la vez están siendo protegidos por pueblos
    indígenas y por otros pobladores locales. La realidad nos
    muestra
    entonces que no son "los pobres" quienes destruyen los bosques,
    sino intereses muy poderosos a nivel local e internacional. La
    protección de los bosques implica por lo tanto apoyar las
    luchas de las poblaciones locales por sus derechos, y
    simultáneamente trabajar para generar condiciones para que
    se haga posible abordar las causas de fondo de la
    deforestación a nivel nacional e internacional. Tan
    sólo cuando eso suceda los bosques estarán a salvo
    y los pueblos que habitan los bosques o que de ellos dependen
    podrán vivir en paz y en armonía con la
    naturaleza.

     Las causas ocultas de la deforestación
    y la degradación de los bosques

    Los bosques constituyen uno de los ecosistemas
    más valiosos del mundo. Contienen más del sesenta
    por ciento de la biodiversidad del planeta que, además de
    su valor intrínseco, tiene otros múltiples valores
    sociales y económicos: desde las importantes funciones
    ecológicas del bosque en términos de
    protección del suelo y de las cuencas, hasta el valor
    económico pecuniario y no pecuniario de los numerosos
    productos que pueden extraerse del bosque. Para muchos
    indígenas y pueblos que dependen de él, el bosque
    constituye su sustento; los abastece de plantas
    comestibles y medicinales, de carne de animales silvestres,
    frutas, miel, refugio, fuego y varios otros productos, y en
    torno a él
    erigen sus valores
    culturales y espirituales. A escala mundial,
    los bosques desempeñan un papel crucial en la
    regulación del clima y constituyen uno de los principales
    sumideros de carbono del planeta. Su supervivencia, pues, impide
    el aumento del efecto invernadero.

    Los bosques ya han desaparecido en muchas partes del
    mundo, y los índices de deforestación mundial
    llegaron hasta 15 millones de hectáreas por año
    solamente para los bosques tropicales durante la década
    del 80. En la mayor parte del mundo la deforestación se
    aceleró durante la década del 90. En este sentido,
    conviene destacar que los índices de deforestación
    tienden a oscurecerse por la ambigüedad que existe en
    torno a la
    definición del bosque. La última definición
    de la
    Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
    formalmente el principal órgano responsable de los bosques
    dentro del sistema de las
    Naciones Unidas,
    es tan amplia que de hecho la mayor parte de las superficies
    urbanas verdes pueden ser consideradas grandes ecosistemas de
    bosques. Es así que pocas veces se tiene en cuenta la
    sustitución de valiosos ecosistemas de bosques primarios
    por plantaciones de monocultivos -en muchos casos de una especie
    arbórea foránea como el eucalipto o el pino- o por
    bosques biológicamente pobres. Gran parte de Europa, por
    ejemplo, perdió la mayoría de sus bosques primarios
    durante el siglo XIX. Sin embargo, los últimos informes de la
    FAO establecen con entusiasmo que hay un aumento de los bosques
    boreales y templados en esta región. Pero una parte
    sustancial de este "bosque" tiene una producción biológicamente pobre y
    carece de sotobosque, de biodiversidad edáfica original y
    de la mayoría de especies originales de aves, mamíferos y reptiles. En realidad se
    acercan más a plantaciones de monocultivos que a bosques
    verdaderos.
    Causas directas de la deforestación

    Entre las causas directas más importantes de la
    deforestación figuran la tala, la conversión del
    bosque a la agricultura y a la cría de ganado, la
    urbanización y la construcción de infraestructura, la
    minería
    y la explotación de petróleo, la lluvia
    ácida y los incendios. No obstante, ha habido una
    tendencia a hacer hincapié en los pequeños
    agricultores migratorios o en la "pobreza" como causa principal
    de la pérdida de bosques. La tendencia general de estos
    agricultores es la de asentarse a lo largo de caminos que
    atraviesen el bosque, talar una parcela de tierra y utilizarla
    para la plantación de cultivos de subsistencia o de
    cultivos comerciales. En los bosques tropicales, ese tipo de
    prácticas terminan por provocar una rápida
    degradación del suelo ya que en gran medida es demasiado
    pobre como para resistir las prácticas agrícolas.
    Por consiguiente, a los pocos años el agricultor se ve
    forzado a talar otra parcela del bosque. La tierra
    agrícola degradada a menudo es utilizada algunos
    años más para la cría de ganado, lo cual
    equivale a firmar su sentencia de muerte ya que
    el ganado elimina los últimos rastros de fertilidad que
    podían quedar. El resultado es una parcela de tierra
    totalmente degradada que durante muchos años no
    podrá recuperar su biomasa original. Es un gran error
    creer que tales prácticas agrícolas insustentables
    sólo ocurren en los países tropicales. Muchas
    partes de América
    del Norte y Europa Occidental
    se han deforestado debido a la agricultura insustentable,
    provocando una severa degradación del suelo y en mucho
    casos el abandono de la zona por los agricultores.
    En otros países, las prácticas forestales de corte
    a tala rasa han sido la causa principal de la pérdida
    forestal. A principios de los
    90, Canadá y Malasia fueron ejemplos famosos de
    países en los que las compañías madereras
    talaron sin piedad miles y miles de preciosos bosques primarios.
    Aquí tampoco puede pasarse por alto la perspectiva
    histórica.
    Países como Irlanda y Escocia estuvieron
    prácticamente cubiertos de bosques, pero durante el
    imperio británico fueron casi totalmente talados para
    abastecer de madera a los aserraderos ingleses. Actualmente, la
    explotación forestal todavía sigue siendo la
    amenaza directa más importante para los bosques de
    regiones como el Escudo de la Guyana, África Central,
    Siberia Oriental y la Colombia Británica.

    Durante las últimas décadas, la crisis
    forestal ha motivado el surgimiento de varias iniciativas
    internacionales, regionales y nacionales encaminadas a la
    preservación de los bosques, si bien muchas de ellas
    lograron escaso éxito.
    En algunos casos tienen que ver con grandes fenómenos
    económicos internacionales, tales como estrategias
    macroeconómicas que ofrecen fuertes incentivos para
    la obtención de ganancias a corto plazo en lugar de buscar
    la sustentabilidad a largo plazo. También son importantes
    las estructuras
    sociales profundamente arraigadas que provocan desigualdad en la
    tenencia de la tierra así como discriminación de los pueblos
    indígenas, de los agricultores de subsistencia y de los
    pobres en general. En otros casos incluyen factores
    políticos tales como la falta de democracia
    participativa, la influencia de los militares y la
    explotación de zonas rurales por élites urbanas. El
    consumismo desmedido de los consumidores de los países de
    ingresos
    elevados constituye otra de las principales causas ocultas de la
    deforestación, mientras que en algunas regiones la
    industrialización no controlada es un factor clave en la
    degradación de los bosques, afectados por la lluvia
    ácida provocada por la
    contaminación generalizada.

    Debido a su complejidad, es imposible mencionar incluso
    la mayoría de las causas subyacentes más
    importantes de la deforestación en este contexto. Sin
    embargo, pueden darse varios ejemplos para demostrar cómo
    estas causas pueden parecer sumamente diversas a primera vista, y
    sin embargo están estrechamente interrelacionadas entre
    sí.

    Las fuerzas que actúan detrás de la
    agricultura insustentable

    Según la FAO, el noventa por
    ciento de la deforestación es provocado por
    prácticas de agricultura insustentable, mientras que la
    tala y la plantación de árboles para
    explotación forestal desempeñan un papel más
    importante en la degradación de los bosques. Por
    más controvertidas que sean estas cifras, en todo caso
    puede decirse que la agricultura insustentable es sin dudas una
    de las principales causas directas de la deforestación y
    la degradación de los bosques en muchos países del
    mundo. Un enfoque simplista del problema
    podría llevar a culpar a la "ignorancia" de los
    agricultores involucrados en este proceso, el cual, sin duda, es
    mucho más complejo. Son pocos los que realmente deciden
    voluntariamente abandonar su tierra natal, adentrarse en el
    bosque, talarlo y convertirlo en tierra agrícola. Se ven
    empujados a todo esto por las fuerzas nacionales e
    internacionales que actúan en función de
    intereses distintos a los suyos. En algunos países, los
    bosques sirven de válvulas
    de escape para evitar los levantamientos sociales. La
    concentración del poder y la
    tierra en pocas manos da origen a grandes masas de
    desposeídos que pueden llegar a protagonizar situaciones
    de enfrentamiento y explosión social, por lo que, para
    evitarlo, se les ofrece la posibilidad de acceder gratuitamente a
    parcelas de tierra bosque adentro. Este acceso se hace posible a
    través de proyectos viales promovidos por el gobierno,
    construidos ya sea para talar y "desarrollar" los bosques o como
    resultado de las actividades de compañías dedicadas
    a la explotación forestal, la minería, la
    energía u otras. Este ejemplo deja claramente expuesto que
    la deforestación sólo puede ocurrir porque hay una
    serie de políticas estatales -sociales y
    económicas- que indirectamente la promueven. Son los
    pobres los que hacen funcionar las sierras o prenden fuego al
    bosque, pero es principalmente el gobierno y las empresas los que
    están detrás de tales acciones.

    Modelos de producción y consumo

    Entre las numerosas causas subyacentes de la
    deforestación, una de las menos comprendidas es la
    relación entre la deforestación y los modelos de
    producción y consumo, tanto
    de productos agrícolas como en general. Es necesario
    destacar que muy pocas veces la producción de alimentos para
    los pobres es causa de deforestación, ya que las mayores
    superficies de bosques convertidas a otros usos actualmente
    están dedicadas a la producción de cultivos
    comerciales y a la cría de ganado. Estos productos, que
    van desde café y
    carne a coca y soja, en muchos
    casos son producidos casi exclusivamente para los mercados
    exportadores de los países de la Organización para la Cooperación y
    el Desarrollo Económicos (OCDE). Es absurdo defender la
    producción de estos bienes -cuyo
    destino es el de satisfacer los desmedidos modelos de consumo de
    los países del Norte- con el argumento de la seguridad
    alimentaria, como lo hacen algunos gobiernos e instituciones
    internacionales (incluida la propia FAO).
    Los modelos de producción y consumo en general
    desempeñan un papel importante en la deforestación,
    ya que son la respuesta a la pregunta de por qué tantos si
    no la mayoría de los países tienden a centrar su
    producción en el abastecimiento de los mercados de
    exportación. En la mayoría de los casos se estimula
    la producción para la exportación para reparar la
    muy a menudo seriamente alterada balanza
    comercial, y/o para pagar deudas que en parte son causadas
    por este desequilibrio de la balanza
    comercial. Según la actual ideología del libre comercio,
    el remedio estándar de instituciones
    internacionales como el Fondo Monetario
    Internacional (FMI) para estos
    problemas es aumentar la exportación, en lugar de
    disminuir las importaciones.
    Mientras tanto, es la importación de bienes
    suntuarios para la parte más rica de la sociedad y la
    importación de armas, lo que
    tiende a conformar la causa estructural de los desequilibrios de
    la balanza comercial y la balanza de pagos,
    tanto en los países industrializados como en los de bajos
    ingresos. Una de las principales causas profundas de la
    deforestación es el no reconocimiento de esta
    relación entre modelos de consumo y problemas
    macroeconómicos por parte de fuerzas
    macroeconómicas como las instituciones de Bretton
    Woods.

    Un problema mundial con muchos actores

    La deforestación y la degradación de los
    bosques ocurre tanto en los países del Norte como del Sur
    y las causas subyacentes también se originan en ambos, si
    bien con diversos grados de responsabilidad. Los países
    industrializados no sólo redujeron o degradaron sus
    propios bosques en el pasado, sino que muchos lo siguen haciendo
    en el presente, ya sea a través de la tala a gran escala
    -como en muchas zonas de Canadá, Estados Unidos o
    Australia- o la simplificación -y por lo tanto
    degradación- de los bosques reduciéndolos a unas
    pocas especies de valor comercial a costa de la biodiversidad
    -como ocurre en Suecia, Francia o
    Finlandia. Al mismo tiempo, los problemas resultantes del
    modelo de
    industrialización -tales como la lluvia ácida
    tienen un fuerte impacto en la degradación de los bosques.
    Algo similar ocurre en el Sur, donde algunos bosques están
    siendo cortados a tala rasa -en gran parte para la agricultura
    insustentable orientada a la exportación, para la
    plantación de monocultivos de árboles y palmas
    oleaginosas o para la ganadería- o están siendo
    degradados como resultado de la actividad maderera selectiva de
    las especies más comerciales -como la caoba.

    Algunas causas subyacentes se originan dentro del
    país -sea del Norte o del Sur- mientras que otras pueden
    estar fuera de los límites
    nacionales. En esta situación, la mayor responsabilidad generalmente la tiene el Norte.
    Las políticas macroeconómicas impuestas al Sur a
    través de una serie de mecanismos figuran entre las
    principales causas profundas de la deforestación. Uno de
    los resultados más obvios de tales políticas ha
    sido la creciente incorporación de exportaciones
    agrícolas de países del Sur a mercados de
    países del Norte, generalmente a costa de los bosques. Las
    mismas políticas macroeconómicas han desembocado en
    la concentración de la riqueza en el Norte que, sumado a
    los poderosos incentivos al
    consumo desmedido, dieron como resultado modelos de consumo
    insustentables con fuertes repercusiones en especial -aunque no
    exclusivamente- en los bosques del Sur.
    Los gobiernos y élites del Sur también tienen la
    responsabilidad de algunas de las causas subyacentes de la
    deforestación. Las políticas gubernamentales con
    respecto a los derechos de los pueblos indígenas
    -particularmente las que afectan sus derechos sobre sus
    territorios- han sido la causa estructural de muchos procesos de
    deforestación que no hubieran ocurrido de haber reconocido
    esos derechos. Las políticas gubernamentales sobre los
    derechos a la tenencia de la tierra en general provocaron la
    concentración de las mejores tierras agrícolas en
    unas pocas manos y la consiguiente migración
    de los campesinos pobres a los bosques, lo que provocó una
    deforestación en gran escala. No obstante, en la
    mayoría de los casos las políticas gubernamentales
    están vinculadas a actores externos como las instituciones
    multilaterales, los organismos de "cooperación" y las
    trasnacionales, y por lo tanto la responsabilidad es compartida.
    Es bien sabido que la construcción de caminos dentro del
    bosque constituye una de las principales causas subyacentes de la
    deforestación. Una vez que el camino está
    construido, abre el bosque a los aserraderos, los campesinos sin
    tierra, las compañías mineras y muchos otros
    actores, provocando una deforestación inmediata y
    generalizada. La construcción de caminos es una de las
    actividades promovidas y financiadas por instituciones
    multilaterales como el Banco Mundial y
    otros bancos
    multilaterales regionales, y permite a los gobiernos cumplir con
    las políticas del FMI de aumento de las exportaciones. La
    construcción de caminos también está
    vinculada a los intereses de las trasnacionales, que por lo tanto
    pueden acceder a los recursos
    naturales e incorporarlos al mercado
    mundial.

    Mirando hacia delante

    La comunidad
    internacional -por lo menos dentro del marco del Foro Intergubernamental sobre los
    Bosques de la Comisión para el Desarrollo
    Sustentable- ha reconocido la necesidad de identificar las
    causas subyacentes de la deforestación con el objetivo de
    encontrar soluciones y
    salvar a los bosques del planeta que aún permanecen en
    pie. Las organizaciones no
    gubernamentales que participan en ese Foro han ofrecido sus servicios para
    trabajar en colaboración con gobiernos y organismos
    internacionales y llevar a cabo un proceso de
    identificación de las grandes causas subyacentes de la
    deforestación en todas las regiones del mundo y elaborar
    soluciones para resolverlas. Esa oferta ha sido
    aceptada y el proceso ya ha comenzado.
    No obstante, es importante ser conscientes de que la
    deforestación y la degradación de los bosques no
    son temas "técnicos". Los bosques no están
    desapareciendo porque la gente y sus gobiernos sean ignorantes o
    porque no haya planes de gestión
    adecuados. Los bosques están desapareciendo porque una
    serie de políticas nacionales e internacionales
    interconectadas preparan el terreno para que ello suceda. Es por
    lo tanto a ese nivel que deben encontrarse las
    soluciones.

    Además, si bien es necesario identificar las
    causas subyacentes y elaborar cambios en esas políticas
    para contener la deforestación, es crucial llegar a la
    sociedad
    organizada para asegurar que esos cambios realmente se apliquen,
    de forma tal que tanto la humanidad en su conjunto como la gente
    que vive en las zonas de bosques se beneficien por igual. Este es
    obviamente un desafío muy grande y difícil, pero un
    esfuerzo necesario que vale la pena ya que abre cierta esperanza
    para el futuro.

    LAS CAUSAS DE LA
    DEFORESTACION
    Y LA DEGRADACION DE LOS BOSQUES

    DEFORESTACION EL DESAFIO

    La conservación y el desarrollo de los bosques
    son vitales para el bienestar de los seres humanos. Los bosques
    ayudan a mantener el equilibrio
    ecológico y la biodiversidad, protegen las cuencas
    hidrográficas e influyen en las tendencias del tiempo y el
    clima. Los productos forestales proporcionan a las comunidades
    rurales madera, alimentos, combustible, forrajes, fibras y
    fertilizantes orgánicos. Las empresas forestales generan
    empleo e
    ingresos. Como una parte inseparable del sistema de 
    aprovechamiento de la tierra, los bosques tienen una
    interrelación importante con la producción
    agrícola y de alimentos.

    Pese a ello, los recursos forestales están siendo
    agotados a un ritmo alarmante. Anualmente se pierden más
    de 150.000 km2 de bosques tropicales, sobre todo como resultado
    de un crecimiento demográfico que da lugar a un
    aprovechamiento inadecuado de la tierra. 

    En muchos países, los bosques que aún
    subsisten están siendo degradados por un pastoreo y una
    tala excesiva, por la contaminación del aire, por actividades
    mineras y la extracción del petróleo. En el futuro,
    el sector forestal tendrá que hacer frente a una demanda
    aún más intensa de sus productos y servicios
    industriales. Y será objeto de una presión
    creciente en favor de la utilización de las tierras
    forestales para la agricultura, la construcción de
    infraestructuras y para usos urbanos.

    Cuestiones principales

    Los programas
    forestales nacionales deberían ser holísticos,
    intersectoriales e interactivos, y compatibles con las
    políticas y estrategias
    nacionales y locales. Deberían hacer participar a todos
    los interesados, promover una tenencia segura de la tierra e
    integrar la conservación y el uso sostenible de los
    recursos biológicos. Debería prestarse especial
    atención a la creación de capacidad
    y a una mejor coordinación entre los copartícipes
    nacionales e internacionales.

    Los pueblos indígenas y las comunidades locales
    tienen derechos tradicionales que deben respetarse. La
    colaboración con ellos es indispensable para identificar,
    mantener y promover los conocimientos tradicionales relacionados
    con los bosques.

    Las capacidades nacionales de investigación forestal deberían
    mejorarse y crearse redes regionales y mundiales
    de investigación para facilitar el intercambio de
    informaciones, fomentar la investigación
    interdisciplinaria y difundir los resultados. Es necesario
    realizar estudios detenidos de las causas fundamentales de la
    deforestación y la degradación
    ambiental.

    Es necesario contar con mejores metodologías de
    evaluación para obtener estimaciones
    fidedignas de todos los bienes y servicios forestales,
    especialmente los que no son objeto de comercio
    general. Además, es preciso elaborar, ensayar y aplicar
    criterios e indicadores a
    nivel nacional, subnacional y a los niveles operativos y de las
    distintas dependencias de ordenación forestal.

    Es necesario adoptar medidas para mejorar el acceso al
    mercado de los
    bienes y servicios forestales, con inclusión de la
    reducción de los obstáculos arancelarios y no
    arancelarios al comercio, de
    conformidad con las obligaciones y
    compromisos internacionales existentes.

    Las políticas y reglamentos sobre inversiones
    deberían tener como finalidad atraer inversiones
    nacionales, de las comunidades locales y extranjeras para las
    industrias
    sostenibles de base forestal, la reforestación, la
    aforestación, la conservación y la
    protección de los bosques. La utilización de
    instrumentos e incentivos económicos adecuados y basados
    en el mercado aumentaría la obtención de ingresos y
    movilizaría los recursos financieros
    nacionales.

    Debería fomentarse la cooperación en
    materia de
    transferencia de tecnología
    relacionada con los bosques – tanto Norte-Sur como Sur-Sur –
    mediante inversiones del sector
    público y privado, empresas mixtas, intercambio de
    información y una mayor relación
    entre las instituciones forestales.

    El mejoramiento de los sistemas de
    información aumentaría la coordinación y permitiría compartir
    datos
    relativos a la aplicación de programas forestales
    nacionales, la programación de la ayuda oficial para el
    desarrollo, la facilitación de recursos financieros nuevos
    y adicionales, las inversiones del sector privado y el desarrollo
    y la transferencia de tecnología.

    Ordenación de los ecosistemas
    frágiles:
    Lucha contra la desertificación y la
    sequía

    Las tierras secas cubren aproximadamente el 30 por
    ciento de la superficie terrestre de todo el mundo y en ellas
    viven 900 millones de personas. Definidas como zonas
    áridas, semiáridas y subhúmedas secas, se
    encuentran entre los ecosistemas más frágiles de
    todo el mundo. A lo largo de los siglos, sus habitantes –
    incluidas algunas de las poblaciones más pobres de todo el
    mundo – han desarrollado complicados sistemas de
    producción de alimentos para reducir la amenaza de las
    sequías periódicas y la
    desertificación.

    La lucha contra la desertificación y la
    sequía exige un esfuerzo constante por comprender y
    adaptar las prescripciones del Capítulo12 y de la
    Convención de Lucha contra la Desertificación.
    Muchos de los programas en curso giran en torno del
    mejoramiento de la ordenación y protección de los
    bosques, tierras arboladas y pastizales existentes, y del aumento
    de la cubierta vegetal fuera de los bosques. Se espera que los
    programas de acción propuestos con arreglo a la
    Convención den más importancia a la tarea de
    recoger información, proporcionar una capacitación efectiva, lograr la
    participación popular y la habilitación a nivel
    local.

    También se necesita una corriente constante de
    recursos para financiar actividades, a plazo medio y a largo
    plazo, de rehabilitación y restauración de tierras,
    así como la difusión de tecnologías
    apropiadas, socialmente aceptables, que aseguren la
    conservación, ordenación y aprovechamiento de los
    recursos de tierras secas y al mismo tiempo mejoren los medios de
    vida de las poblaciones.

    Son varios los factores que contribuyen a una extensa
    degradación de los recursos
    naturales de las zonas secas: variaciones climáticas,
    uso indebido de la tierra, prácticas agrícolas
    inadecuadas, aumento de la densidad
    demográfica, presiones económicas y cambios en las
    estructuras de
    la tenencia de la tierra. Por ejemplo, la degradación de
    las formaciones arbóreas y de arbustos y la
    explotación excesiva de los bosques son algunas de las
    causas principales de la degradación del suelo en los
    trópicos secos. Los datos de la FAO
    indican que la tasa de deforestación en estas zonas es
    casi del 1 por ciento al año.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    Orientaciones futuras

    Mejora de los programas de
    integración

    Los programas de asistencia técnica relacionados
    con la desertificación deben coordinarse con los programas
    de acción nacionales (PAN) preparados en el marco de la
    Convención. La preparación de los PAN debe ser
    dirigida por el país, estar plenamente integrada en el
    proceso de planificación nacional y contar con la
    participación de todos los interesados. Este proceso toma
    tiempo y los retrasos no deben justificar el recurso a viejos
    métodos.

    Mejora de los sistemas de
    producción oportunos

    Son pocas las investigaciones
    realizadas para reforzar los sistemas de
    producción oportunos, los correspondientes servicios de
    almacenamiento y
    estrategias de comercialización.

    Mejora de la producción de cultivos en tierras
    secas

    Se han hecho pocos progresos en la mejora de los
    cultivos y la cría de animales en las tierras secas. Pero
    la diferencia entre los rendimientos experimentales y los
    rendimientos de los agricultores es enorme – hasta 10 veces – y
    existen muchas posibilidades de mejora. Por esta razón,
    son indispensables los incentivos a los agricultores, los
    conocimientos correspondientes y los insumos necesarios. Estas
    cuestiones están siendo tratadas mediante el Programa Especial
    de la FAO sobre Seguridad
    Alimentaria en los PBIDA y las actividades de seguimiento a la
    Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

    POLÍTICA NACIONAL

    DE LUCHA CONTRA LA
    DESERTIFICACIÓN

    I. PRESENTACIÓN 

    La degradación de la tierra, como resultado de
    factores antropogénicos y de la variabilidad
    climática, es un problema de alcance mundial y con
    carácter ambiental, social y
    económico que conduce al proceso de la
    desertificación y a menudo acentuado con el impacto de las
    sequías y las excesivas lluvias .

    La necesidad de adoptar medidas encaminadas al problema
    global de la degradación de la tierra es cada vez
    más urgente, pues esta contribuye a la pérdida de
    diversidad biológica, de biomasa terrestre y
    bioproductividad, y al cambio
    climático global; lo que puede conducir a una
    inestabilidad económica y política; ejerciendo
    presiones sobre la economía y la
    estabilidad no sólo de estas áreas afectadas sino
    también de las sociedades
    fuera de ellas perjudicándoles negativamente en su
    desarrollo
    sostenible.

    En un esfuerzo para detener los efectos perjudiciales de
    la degradación de las tierras, la comunidad internacional
    adoptó la Convención de Las Naciones Unidas
    de Lucha contra la Desertificación y La Sequía
    (UNCCD), la cual aspira a implementar acciones
    efectivas mediante programas locales con el apoyo de acuerdos de
    cooperación y asociación internacional.

    La Convención de las Naciones Unidas de Lucha
    contra la Desertificación se abrió a la firma en
    París en octubre de 1994, para mayo de 1995 la
    habían firmado 105 países y entró en vigor
    el 26 de diciembre de 1996. En la actualidad la Convención
    cuenta con alrededor de 170 países partes, de los cuales
    30 pertenecen a la región de América
    Latina y El Caribe. La Convención define a la
    desertificación como "la degradación de las tierras
    de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas
    secas resultantes de diversos factores tales como las variaciones
    climáticas y las actividades humanas; y por
    degradación de la tierra se entiende: "degradación
    del suelo, recursos hídricos, vegetación,
    biodiversidad y reducción de la calidad de
    vida de la población afectada".

    Los primeros perjudicados de la desertificación
    son los recursos básicos tales como la superficie
    fértil de la tierra, el manto vegetal y los cultivos
    tradicionales. Los habitantes empiezan a experimentar las
    consecuencias cuando el suministro de alimentos y agua comienza a
    escasear, y en situaciones extremas padecer hambrunas,
    migraciones en masa y pérdidas económicas
    considerables. Más de 250 millones de personas se hallan
    directamente afectadas por la desertificación, y alrededor
    de 1,000 millones se encuentran amenazadas por ella.

    La región de América Latina y El Caribe
    comprende aproximadamente una cuarta parte de las partes
    desérticas y áridas: 250 millones de
    hectáreas de tierra son afectados por la
    desertificación en América del Sur y 63 millones de
    hectáreas en Mesoamérica. El 16% de la tierra de
    esta región esta degradada el mayor impacto se observa en
    México y
    América Central donde alcanza el 26%.

    Entre las principales causas de la
    desertificación en la región de América
    Latina y El Caribe se encuentran la erosión de los suelos,
    la deforestación y sobrepastoreo, en América del
    Sur entre 70 y 100 millones de hectáreas han sido
    degradadas por las dos últimas causas. En el Caribe, la
    acelerada y mal planificada urbanización ha ocasionado la
    pérdida de tierras para uso agrícola,
    degradación de cuencas hidrográficas y
    disminución de la biodiversidad.

    La actual administración
    pública considera el problema de la
    desertificación y la sequía, como grave y de
    importantes repercusiones en la Sociedad en general. Por lo que
    dentro del Plan de Gobierno
    o las Alianzas se ha determinado que deben implementarse
    Políticas y el marco regulatorio sobre el manejo y uso
    racional de los suelos; es dentro de ese marco de acción
    que se origina el compromiso para formular la Política de Lucha
    Contra la Desertificación, como respuesta para enfrentar a
    tan apremiante problema.

    II.  LA
    DESERTIFICACIÓN EN EL SALVADOR
     

    El Salvador climáticamente se encuentra
    localizado en el cinturón tropical , con una
    precipitación promedio anual que oscila entre 1200 mm y
    2400 mm y una temperatura
    promedio anual entre 12.7 y 26.9 Oc, lo que no permite en la
    mayor parte del territorio nacional que existan zonas
    áridas, semiáridas y subhúmedas secas de
    acuerdo al índice de aridez propuesto por la
    Convención, la excepción lo constituye la
    pequeña zona localizada en los alrededores de la Laguna de
    Güija, en la parte norte del Departamento de Santa Ana,
    clasificado por Holdridge como Bosque Seco Tropical, cubriendo
    una pequeña superficie de aproximadamente 17,460
    hectáreas que corresponden al 0.8 por ciento del
    país.

    El régimen característico de lluvia de El Salvador, es
    del tipo Vertiente del Pacífico, con una prolongada
    época seca y otra lluviosa y dentro de esta última
    un período en la que puede ocurrir una disminución
    o interrupción de la precipitación de hasta 30
    días, en el oriente del país, denominadas
    localmente como "canículas" y que ocurren casi todos los
    años, causando a los agricultores pérdidas en un
    buen porcentaje de las cosechas, principalmente de granos
    básicos, ocasionando impactos negativos sobre la economía y la
    agricultura nacional.

    Prácticamente en todas las cuencas
    hidrográficas del país se ha alterado el
    régimen hidrológico y deterioro de los recursos
    naturales, lo que ocasiona el incremento en la frecuencia de
    grandes inundaciones en la época lluviosa (
    específicamente en las zonas del bajo Lempa al oriente del
    país) y disminución de caudales en la época
    seca.

    Factores socioeconómicos como la existencia de
    pobreza en el 50 % de la población, índices bajos en educación, mal uso de
    la tierra y el acelerado crecimiento poblacional, han ocasionado
    una fuerte deforestación de grandes extensiones de
    tierras, antiguamente cubiertas por bosques naturales,
    actualmente convertidas para usos agropecuarios y a veces
    inadecuados; favoreciendo que en las partes altas de las cuencas
    se genere en una forma progresiva la erosión de las
    tierras, más evidente en la zona norte del territorio,
    afectando negativamente a la agricultura local y por lo tanto a
    la economía nacional.

    III. APLICACIÓN
    DE PRINCIPIOS

    Para esta Política Nacional de Lucha Contra la
    Desertificación se tomará en cuenta los
    macroprincipios de la Política Nacional de Medio Ambiente
    como los pilares sobre los cuales se construirá, para tal
    efecto se considerarán los siguientes:

    1. Equilibrio Dinámico: Es la
    condición deseada entre los pilares del desarrollo
    sostenible.

    Sostenibilidad: La aplicación del
    equilibrio dinámico consiste en operativizar el principio
    de sostenibilidad, a partir del cual se pretende conciliar el
    desarrollo y crecimiento
    económico y social con las actividades productivas y
    domésticas, de tal manera que procure el bienestar de las
    presentes y futuras generaciones. Este principio implica el de
    recuperar las tierras que presentan graves problemas de
    deterioro, mediante la conservación, protección,
    mitigación, compensación, uso racional y
    aprovechamiento sostenible de estas (principalmente las tierras
    con vocación agrícola o expuestas a actividades
    productivas). Para ello, es indispensable y prioritario
    actualizar los procesos que ayuden a detener el deterioro de las
    tierras por la actividades productivas y los fenómenos
    naturales.

    2. Responsabilidad Compartida: La
    recuperación y conservación de las tierras es muy
    importante para el desarrollo
    económico, social y el medio ambiente, no
    sólo es obligación del Estado, también es
    responsabilidad de la sociedad salvadoreña, la cual
    implica que todos tenemos obligación y derecho a velar
    porque se haga un uso sostenible de las tierras.

          El macroprincipio de
    responsabilidad compartida se operativiza a partir de la
    aplicación de los siguientes principios:

    Prevención: es importante implementar el
    manejo integral de los suelos, principalmente aquellos que son de
    vocación agrícola o aptos para el desarrollo de una
    actividad productiva o ambiental, esto implica manejar la tierra
    aplicando las practicas de cultivo o actividad productivas a fin
    de que no disminuya su productividad y
    evitar su deterioro. Este principio se basa en la premisa de que
    la prevención es preferible a la restauración,
    pretende promover e incentivar las formas más adecuadas de
    utilizar las tierras, independientemente de su
    vocación.

    Compensación: Este principio, se refiere a
    que el que ocasiona un daño ambiental debe compensarlo o
    pagarlo, este es comúnmente conocido como "el que
    contamina paga", es decir que los que contaminen o causen
    deterioro en el recurso suelo son los que deben cubrir los
    costos de las
    medidas que se implementen para reducir la contaminación a los niveles determinados en
    las normas de
    calidad y el
    deterioro del recurso. La compensación no debe ser
    interpretada como un derecho para contaminar o deteriorar por la
    capacidad de pago que tenga el responsable, puesto que siempre
    tiene la responsabilidad de prevenir.

    3. Interés
    Social:
    Procura el bienestar de un sector o sectores de la
    sociedad y representa un factor relevante en el desarrollo
    social, económico y ambiental del
    País.

    La protección del medio ambiente y los recursos
    naturales ya que estos tienen un status especial, según el
    articulo 117 que los declara de Interés
    Social, declaración significativa que posesiona la
    problemática ambiental dentro de los intereses vitales de
    la sociedad salvadoreña, lo que obliga a la
    población hacerlas prevalecer aún cuando existan
    conflictos con
    intereses de otros sectores.

    En caso contrario, las actividades no sostenibles del
    hombre y la variabilidad climática, pueden provocar la
    pérdida de productividad de
    las tierras, propiciando el proceso de desertificación, el
    que afectaría de alguna manera las condiciones de vida y
    la estabilidad social de nuestro país.

    IV. OBJETIVOS

    Objetivo General

    Lograr el uso sostenible de las tierras que por sus
    condiciones climatológicas, topográficas y las
    acciones humanas han estado expuestas a procesos de
    desertificación y sequía.

    Objetivos Específicos

    Establecer programas de lucha contra la
    desertificación e integrarlos en los planes nacionales de
    desarrollo y de ordenamiento del territorio;

    Internalizar los impactos ambientales en todas las
    actividades humanas que ocasionen alteraciones en el recurso
    suelo, con el fin de prevenir le deterioro en el
    recurso;

    Adoptar políticas y normativa apropiada, que
    promuevan el uso de la tierra ecológicamente sostenible y
    orienten hacia un desarrollo integral;

    Revertir la degradación de las tierras mediante
    la intensificación de actividades de conservación
    de suelos, forestación y reforestación,
    especialmente en áreas críticas.

    V. 
    LINEAMIENTOS DE POLÍTICA.

    RECURSOS NATURALES

    1.   Establecer a través de programas
    de acción para la lucha contra la desertificación
    se establecerán las prioridades de investigación
    para cada región o zona del país reflejando las
    condiciones locales.

    2.   Aprovechar sosteniblemente los
    pastizales, regulando el número de animales por unidad de
    área y su tipo.

    3.    Regular la actividades de riego
    para evitar la anegación de los suelos y aumento de la
    salinidad.

    4.    Regular la ganadería para
    evitar la compactación de los suelos, la pérdida de
    capacidad del cultivo y conservar la humedad de la
    tierra.

    5.   Adoptar prácticas
    energéticas que alienten el manejo sostenible de las
    tierras arboladas o el reemplazo de la leña por otras
    fuentes de
    energía.

    6.   Administrar adecuadamente el agua
    disponible y mejorar su calidad por medio de tratamiento de aguas
    residuales tanto de la industria como
    doméstica.

    7.   Conservar las tierras no degradas y que
    por las condiciones fotográficas y climáticas,
    podrían estar expuestas a procesos de
    desertificación y sequía.

    8.    Utilizar las tierras de acuerdo a
    su vocación agrícola y capacidad productiva,
    integrar técnicas
    de  conservación de suelo y disminuir el uso de
    agroquímicos inorgánicos.

    9.    Promover programas de manejo
    sostenible del suelo para la recuperación de nutrientes y
    protección del mismo contra la erosión a fin de
    recuperar su productividad.

    10.  Evitar actividades que provoquen la
    erosión o la modificación de sus características topográficas y
    geomorfológicas.

    11.  Deben llevarse a cabo prácticas de
    conservación y recuperación de los suelos por parte
    de los que realicen actividades agrícolas, pecuarias,
    forestales, mineras, urbanistas, de infraestructura u otras que
    afecten o puedan afectar negativamente sus
    condiciones.

    12.  Promover la aplicación de
    tecnologías, conocimientos técnicos tradicionales y
    locales como una de las formas de evitar la degradación de
    las tierras y otros recursos.

    INSTITUCIONAL

    13.  Elaborar e implementar planes de acción
    de lucha contra la desertificación los que deben
    integrarse con los programas de cambio climático y
    diversidad biológica.

    14.  Diseñar programas de acción con
    la finalidad de identificar y gestionar recursos financieros
    sustanciales de fuente externas, para incentivar y sufragar parte
    de los esfuerzos de la lucha contra la
    desertificación.

    15.  Promover la transferencia, adquisición,
    adaptación y desarrollo de tecnologías que ayuden a
    luchar contra la desertificación, las que deben ser
    ecológicamente racional, económicamente viables y
    socialmente aceptables.

    16.  Formular un marco jurídico que permita
    la utilización sostenible de la tierra en sus diversos
    usos.

    17.  Definir estrategias y prioridades, en el marco
    de planes y políticas de desarrollo sostenible, para
    luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de
    la sequía.

    18.  Dar prioridad a la lucha contra la
    desertificación y a la mitigación de los efectos de
    la sequía, y asignarle los recursos suficientes
    según circunstancias y posibilidades.

    19.  Formular o diseñar programas o planes
    nacionales intrarregionales para coordinar los esfuerzos de cada
    país encaminado a fortalecer las acciones tendientes a su
    recuperar y prevenir la desertificación y la sequía
    en la región.

    20.  Diseño
    de mecanismos que permitan tener acceso a la tecnología y
    a la obtención de la información tendientes a su
    recopilación.

    21.  Mejorar las estaciones y redes de medición y monitoreo de los factores
    climáticos, hidrológicos y
    geológicos.

    PARTICIPACIÓN SOCIAL

    22.  Diseñar programas de acción para
    luchar contra la desertificación fundamentados en las
    necesidades y prioridades de las comunidades afectadas o sea en
    una participación local genuina.

    23.  Promover el desarrollo participativo como un
    reconocimiento al derecho que poseen las comunidades locales
    sobre los recursos naturales y sean los garantes para mantener el
    equilibrio ecológico a largo plazo de las
    tierras.

    24.  Involucrar en actividades de lucha contra la
    desertificación a los agricultores, ganaderos y otros
    usuarios locales que están en contacto más real con
    la tierra; así como a las autoridades regionales y
    nacionales.

    25.  Organizar campañas de
    sensibilización con la finalidad de educar a mujeres y
    hombres a cerca de los programas de acción nacionales y
    locales, en los que se incluyan infraestructura física y asistencia
    técnica.

    26.  Incorporar en las actividades de lucha contra
    la desertificación a mujeres y hombres en igualdad de
    derechos, obligaciones,
    a las comunidades y organizaciones no
    gubernamentales, mediante el
    conocimiento de sus necesidades, percepciones y
    realidades.

    27.  Desarrollar programas de
    concientización, sensibilización y educación dirigidos a
    mujeres y hombres involucrados en el uso directo de los suelos en
    proceso de desertificación .

    CLIMA

    28.  Impulsar nuevas
    tecnologías para lograr el perfeccionamiento de los
    pronósticos del tiempo y los avisos
    meteorológicos que ayudan a mantener o incrementar la
    seguridad alimenticia y mejorar las condiciones de vida
    local.

    29.  Minimizar el impacto de las actividades
    realizadas por el ser humano y las variaciones
    climatológicas que destruyen la diversidad
    biológica.

    30.  Capacitar a las comunidades en los
    conocimientos climatológicos, técnicas
    de captación de agua e información oportuna con la
    finalidad de contrarrestar los efectos de la
    sequía.

    31.  Establecer un sistema de red para facilitar la
    información entre los diferentes grupos
    involucrados en el control e
    investigación de la desertificación y sequía
    a nivel nacional e intrarregional.

    32.  Aprovechar las ventajas climáticas para
    promover tipos de cultivos idóneos que contribuyan en
    beneficio a las características del suelo

    ANEXOS

    DEFORESTACIÓN AMENAZA A 3.000 ECOSISTEMAS Y A
    1.600 ESPECIES EN AUSTRALIA

    La deforestación se ha convertido en una poderosa
    amenaza para la biodiversidad en Australia, donde 3.000
    ecosistemas desaparecerán en poco tiempo amenazando la
    vida de 1.595 especies animales y vegetales. Aunque las
    áreas protegidas han aumentado un 10% en el último
    año y más de 400.000 voluntarios han luchado contra
    la deforestación, el esfuerzo medioambiental deberá
    incrementarse si se quiere evitar la pérdida de especies
    animales y vegetales.

    Casi 3.000 ecosistemas australianos desaparecerán
    en poco tiempo debido a la deforestación, lo que amenaza
    la vida de 1.595 especies animales y vegetales, según la
    estimación recogida en The Australian Terrestrial
    Biodiversity Assessment 2002, que acaba de hacerse
    pública.

    La Australian Terrestrial Biodiversity Assessment es la
    primera evaluación
    integral de la biodiversidad terrestre del país y
    proporciona la información necesaria para el conocimiento y
    la comprensión de la biodiversidad australiana,
    fundamental para su gestión
    y para la regulación de las oportunidades de inversión.

    Este informe se
    prepara conjuntamente con la colaboración del Estado y las
    agencias de recursos naturales del país, por lo que
    constituye la fuente de información más fiable
    respecto al real estado de la biodiversidad en el sexto
    continente.

    La investigación constata que ninguna parte de
    Australia, incluido el norte del país conocido durante
    mucho tiempo como "la última frontera", escapa a la
    amenaza de la deforestación.

    Civilización versus vegetación

    La transformación progresiva de la superficie
    forestal en zona de pastos para el ganado y la utilización
    comercial de los bosques constituyen la causa fundamental de la
    deforestación, según el informe.

    En los últimos doscientos años ya se han
    extinguido 22 especies de mamíferos, entre ellos los bandicoots y los
    wallabies, lo que constituye una tercera parte de los
    mamíferos desaparecidos del planeta en este
    período.

    Por otro lado, el informe señala también
    que de las 85 bio-regiones identificadas a lo largo del
    país, el 94% incluye al menos un ecosistema
    amenazado.

    El informe de diversidad biológica diagnostica
    sobre el estado
    actual y tendencias de evolución de los pantanos, así como
    de las zonas ribereñas, identificando los procesos que
    amenazan su integridad.

    Al mismo tiempo, señala el estado y
    distribución de las especies amenazadas, y
    también el estado y situación de las diferentes
    comunidades ecológicas y procesos que les
    amenazan.

    Cambios hidrológicos

    El informe analiza por último el impacto de la
    tierra utilizada por el hombre sobre la diversidad
    biológica, incluyendo un análisis detallado de mamíferos,
    pájaros, acacias y eucaliptos.

    El informe concluye que, aunque el 9,2% de la superficie
    territorial del país está protegida, lo que
    representa un aumento respecto al 7% que lo estaba en 1996, el
    progreso de la deforestación es hoy la mayor amenaza para
    la biodiversidad del país.

    Asimismo, destaca que, aunque los pantanos más
    significativos del país están en buen estado, hay
    otros no menos importantes y algunas zonas ribereñas que
    están amenazados por cambios en las condiciones
    hidrológicas.

    El informe constituye una llamada de atención para reforzar los esfuerzos que en
    la actualidad se realizan para preservar el medio ambiente en el
    país: además de las inversiones oficiales, unos
    400.000 voluntarios han participado en 12.000 proyectos que han
    protegido 547.000 hectáreas de vegetación natural,
    han recuperado 128.000 hectáreas de zonas degradadas y
    limpiado 98.500 hectáreas de tierra virgen. Las reservas
    naturales han aumentado a su vez un 10% en el último
    año… Pero no es suficiente.

    PREGUNTAS.

    1. ¿A que se debe la
    deforestación?

    Se debe a la inconciencia de los seres humanos en la
    tala discriminada de bosques.

    2. ¿Qué se debe hacer para evitar este
    tipo de casos?

    Implementar el manejo integral de los suelos
    principalmente aquellos que son de vocación
    agrícola y aptos para el desarrollo de una actividad
    productiva o ambiental.

    3. ¿En cuanto tiempo cree usted que se vuelva a
    forestar este cerro?

    – 5 años.

    – 8 años

    – 10 años

    4. ¿Cuáles son las consecuencias de la
    deforestación?

    * Deslaves de Hectáreas

    * Más sequías

    *Los cultivos y gran parte que nos sirven al hombre para
    alimentarse han desaparecido.

    5. ¿Cuáles son las causas de la
    deforestación?

    La tala de árboles, las Urbanizaciones, y
    construcciones, la minería y la explotación de
    petróleo.

    CONCLUSION

    La deforestación es un hecho que ocurre y que
    seguirá ocurriendo especialmente si las autoridades
    mundiales no toman las medidas necesarias para provocar un
    cambio. No hay que dejar de lado el papel que jugamos nosotros,
    los jóvenes, ya que somos los llamados a generar ideas que
    en un futuro cercano lleven a una solución de este
    problema. Además serviremos como creadores de conciencia en
    nuestro cìrculo cercano y en nuestras futuras
    generaciones.

    El bosque en general, especialmente el tropical, ha
    experimentado una disminución drástica, lo que nos
    puede llevar a eliminar una fuente de riqueza no considerada
    hasta ahora. Con esto me refiero a eliminar una fuente de
    recursos medicinales, turísticos, climáticos y
    otros que están por conocerse.

    En las partes donde nos presentamos para observar los
    terrenos se ve claramente la deforestación de lo que un
    día fueran cultivados por diferentes clases de
    árboles y arbustos. Y esto nos permite ver la necesidad de
    trabajar muy arduamente para ayudar en el sistema del medio
    ambiente. Debemos tener conciencia que al
    talar un árbol debemos cultivar otro en su lugar, hacer
    por lo menos a nuestro alrededor la tarea de reforestar en los
    lugares que aun se pueden salvar.

    Guadalupe de Muñoz

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter