- Introducción y sumario
histórico - Lista de Encíclicas
sociales que resaltan temas de JPIC - Temas: La doctrina social de
la Iglesia - La Paz y la Teoría de la
"Guerra Justa" - La doctrina social de las
conferencias episcopales y de superiores
mayores - Conferencia Episcopal de los
Estados Unidos - Conferencia de Religiosos
Canadienses - La dimensión social de la
santidad y del pecado - Análisis
social - El
método - Un enfoque
práctico
3.1. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
3.1.1 Introducción y sumario
histórico
La publicación en 1891 de la encíclica
Rerum novarum marca el inicio
del desarrollo de
un cuerpo significativo de doctrina social en la Iglesia
Católica. Presentó las tres coordenadas de la
promoción moderna de justicia y paz
(personas, sistemas y
estructuras)
establecida desde entonces como parte integral de la misión de
la Iglesia. Han
habido numerosas encíclicas y mensajes sobre temas
sociales en los años posteriores; se desarrollaron
diversas formas de acción católica en distintas
partes del mundo; la ética
social comenzó a ser materia de
estudio en escuelas y seminarios. Sin embargo, tuvimos que
esperar hasta el Vaticano II y la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en
el Mundo Moderno para la declaración que representa un
cambio en la
actitud de la
Iglesia referente a su presencia en el mundo, junto a una llamada
a establecer el Consejo Pontificio para la Justicia y la
Paz, para ayudar a la Iglesia a responder a los desafíos
en el mundo.
Al mismo tiempo, la
Constitución Dogmática sobre la
Iglesia indicaba que el laicado goza de un papel
importantísimo en el cumplimiento universal de la tarea de
ayudar al mundo a obtener su destino en justicia, en amor y en paz
(LG #36). En el documento sobre la misión del
laicado les fue dado a los pastores declarar claramente los
principios
relacionados al propósito de la creación y el uso
de los bienes del
mundo, y proporcionar apoyo moral y
espiritual para la renovación del orden temporal en Cristo
(AA #7). Después de la publicación en 1968 de la
encíclica Populorum Progressio, el Consejo Pontificio
condujo con el tiempo al
establecimiento de muchas comisiones locales y al desarrollo
dentro de las órdenes religiosas de una nueva conciencia de su
misión.
El Sínodo de Obispos en 1971 es otro hito en la
comprensión de parte de la Iglesia de su misión. En
este sínodo, bajo el título de Justicia en el
Mundo, los obispos pronunciaron las ya a menudo citadas palabras
"El trabajo de
la justicia es una parte integral de la misión de
evangelización de la Iglesia" (# 5). El Papa Juan Pablo II
continúa reflexionando sobre este compromiso con varias
encíclicas y numerosas declaraciones en todas sus visitas
pastorales.
En Centesimus Annus, el Papa Juan Pablo II hace el
siguiente resumen: "Durante los últimos cien años
la Iglesia ha expresado repetidamente su pensamiento,
mientras seguía de cerca el desarrollo progresivo de la
cuestión social. Ciertamente no ha hecho esto para
recuperar antiguos privilegios ni para imponer su propia
visión. Su único propósito ha sido cuidar
responsablemente la humanidad, confiada a ella por Cristo… la
única criatura sobre la tierra a la
que Dios quiso por sí misma… No estamos tratando
aquí de algo abstracto sino de hombres y mujeres concretos
e históricos. Estamos tratando de cada individuo puesto
que cada uno está incluido en el misterio de la
Redención, y a través de este misterio Cristo se ha
unido con cada uno y cada una para siempre. De ahí se
sigue que… esta humanidad es la ruta fundamental que la Iglesia
debe recorrer en el cumplimiento de su misión… el camino
trazado por el propio Cristo, el camino que lleva invariablemente
por el misterio de la Encarnación y la
Redención.
"Hoy la doctrina social de la Iglesia se centra
especialmente en los hombres y las mujeres puesto que ellos
están comprometidos en una red compleja de
relaciones dentro de las sociedades
modernas. Las ciencias
humanas y la filosofía son útiles para interpretar
el lugar central de la persona humana
dentro de la sociedad y para
proveer un mejor entendimiento de lo que significa ser un ser
social. Sin embargo, la verdadera identidad de
una persona es
revelada completamente a través de la fe, y precisamente
es de la fe de donde comienza la doctrina social de la Iglesia.
Si bien se sirve de todas las contribuciones hechas por las
ciencias y la
filosofía, la doctrina social de la Iglesia está
apuntada a ayudar a la humanidad en el camino de la
salvación" (Centesimus Annus, # 53-54).
Los principios en el
corazón
de la enseñanza de la Iglesia son:
- La vida, la dignidad y los derechos de la persona
humana. La medida de cada política
está en cómo protege la vida humana, promueve la
dignidad y respeta los derechos
humanos. Este principio es el fundamento de la enseñanza de la Iglesia sobre la guerra, la
paz y la vida social. - La opción preferencial por los pobres. En la
doctrina social católica los pobres y vulnerables tienen
el primer lugar en nuestras conciencias y políticas. Si bien el lenguaje
es nuevo – es un lenguaje que
proviene de América
Latina – ha sido abrazado por toda la Iglesia como la
expresión contemporánea de Mateo 25: seremos
juzgados por todo lo que hayamos hecho por los más
humildes, "por los más pequeñitos". - La solidaridad.
Este es un principio esencial para edificar un mundo nuevo. Es
una expresión moral de
interdependencia, un recuerdo de que somos una sola familia sin
importar nuestras diferencias de raza, nacionalidad o
posición económica. Las personas de tierras
lejanas no son enemigas ni intrusas, los pobres no son una
carga, son hermanas y hermanos, dotados de vida y dignidad, a
quienes estamos llamados a proteger.
Uno de los desafíos más grandes que
enfrentamos en este mundo de posguerra fría es el de
promover y fortalecer la paz. La pacificación exige
construir estructuras de
paz, no solamente proclamar ideales pacíficos. La paz real
trae consigo la posibilidad de desarrollo, y el desarrollo a su
vez fortalece la paz.
Mientras la Iglesia continúa desarrollando su
enseñanza, los acontecimientos en el mundo
continúan exigiendo una reflexión más
profunda y una espiritualidad que da mayor fuerza y
perseverancia ante la oposición. Necesitamos una
espiritualidad que convenza a los corazones de la gente de que es
el amor
gratuito de Dios lo que finalmente será la solución
a todos los males del mundo. Mientras tanto, como cristianos
necesitamos desempeñar nuestra parte en acrecentar
el
conocimiento del plan de Dios, en
revisar todo lo que pasa en el mundo donde ese plan, y
comprometernos a trabajar por la justicia hasta que El
venga.
3.1.1.1 Lista de
encíclicas sociales que resaltan temas de
JPIC
1891 León XIII: Rerum Novarum (Sobre la
Cuestión Obrera)
muestra derechos y responsabilidades
de empleadores y obreros;
describe el rol apropiado del gobierno;
protege los derechos de los trabajadores a organizarse
en asociaciones para buscar
salarios justos y buenas condiciones de
trabajo.
1931 Pío XI: Quadragesimo Anno (Sobre la
reconstrucción del orden social)
desaprueba el efecto de la codicia y el poder
económico concentrado sobre los trabajadores y la sociedad;
exige una distribución equitativa de los bienes
según las demandas del bien común y la justicia
social;
protege el derecho y extiende la oportunidad de propiedad;
afirma su propósito social y promueve la armonía
entre las clases.
1961 Juan XXIII: Mater et Magistra (Cristianismo y
progreso social)
deplora el ensanchamiento de la brecha entre las
naciones ricas y pobres, la carrera armamentista y la
situación difícil de los agricultores;
afirma la participación del empleado en la
propiedad, en
la
administración y en los beneficios;
aboga por la ayuda a los países menos
desarrollados sin pensar en dominación;
hace de la doctrina social cristiana parte integral de
la vida cristiana: llama a los cristianos a trabajar por un mundo
más justo.
1963 Juan XXIII: Pacem in Terris (Paz en la Tierra)
afirma todo el ámbito de los derechos humanos
como la base de la paz;
reclama el desarme;
reconoce que todas las naciones tienen igual dignidad y
derecho a un desarrollo propio;
aboga por la revisión de la distribución de recursos y por el
monitoreo de las corporaciones multinacionales;
trabaja por políticas
públicas que faciliten la re-ubicación de los
refugiados;
propone una sociedad basada en la solidaridad;
reconoce una autoridad
pública de nivel mundial para promover el bien
común universal: la
Organización de las Naciones
Unidas.
integra la fe y la acción.
1965 Concilio Vaticano: Gaudium et Spes (La Iglesia
en el mundo moderno
lamenta la pobreza
creciente en el mundo y la amenaza de la guerra
nuclear;
establece la dignidad humana como base para las
decisiones políticas y económicas;
interpreta la paz como la organización de la sociedad sobre la
justicia;
construye vina comunidad
internacional basada en la solidaridad;
establece organizaciones
para fomentar y armonizar el comercio
mundial;
establece la responsabilidad de los cristianos de trabajar por
estructuras que hagan el mundo más justo y
pacífico.
1967 Paulo VI: Populorum Progressio (Sobre el
desarrollo de los pueblos)
afirma los derechos de las naciones pobres a un desarrollo
humano pleno;
desaprueba las estructuras económicas que
promueven la injusticia;
reconoce que el desarrollo auténtico no
está limitado al crecimiento
económico;
enseña que los recursos deben
ser compartidos a través de la ayuda, asistencia
técnica, relaciones comerciales justas, y aboga por un
Fondo Mundial que dirija hacia los pobres los fondos que ahora se
gastan en armas;
enseña que la propiedad privada no constituye un
derecho absoluto para nadie;
establece obligaciones
recíprocas para las multinacionales: estas
compañías deberían ser las iniciadoras de la
justicia social;
aboga por que se acoja bien a la gente joven y obrera
que emigra de naciones pobres.
1971 Paulo VI: Octogésima Adveniens (Una
llamada a la acción)
Reclama:
acción política para la
justicia económica;
análisis objetivo de la
situación de la sociedad propia, identificando acciones a
favor la justicia;
respuesta a las situaciones injustas por cada cristiano
y cada iglesia local;
acción política para el cambio.
1971 Sínodo de Obispos: Justicia en el
mundo
apoya la adhesión a la Declaración de los
Derechos Humanos hecha por la ONU;
aboga por que el derecho al desarrollo incluya tanto el
crecimiento
económico como la participación
económica y política por el pueblo;
exige restricción en lo referente a la carrera
armamentista y el comercio;
reconoce el pecado individual y social;
pide políticas y estilo de vida en la Iglesia que
sirvan de modelo para
poder
demostrar coherencia con la predicación de la
justicia;
afirma que la acción por la justicia es una parte
constituyente de un ser que se dice cristiano.
1975 Paulo VI: Evangelii Nuntiandi (La
evangelización en el mundo moderno)
pide proclamar el evangelio como liberación de la
opresión, ayudar en esa liberación, dar testimonio
de él y asegurar su realización;
ve la justicia social como parte integral de la fe y
pide traducir la doctrina social a la acción;
pide integrar la transformación tanto personal como
societal.
1979 Juan Pablo II: Redemptor Hominis (Redentor de la
humanidad)
establece los derechos humanos como principio
fundamental para todos los programas,
sistemas y
regímenes;
cambiar las inversiones en
armamentos a inversiones en
alimentos que
sirvan para dar vida;
evitar la explotación de la
tierra;
trabajar juntos por la transformación de las
estructuras económicas.
1981 Juan Pablo II: Laborem Exercens (Sobre el trabajo
humano)
• afirma la dignidad del trabajo basada en la
dignidad de la persona que trabaja;
vincula el compromiso por la justicia con la
búsqueda de la paz;
pide el fomento de salarios justos,
propiedad colectiva y participación de la fuerza
laboral en la
administración y en los
beneficios;
afirma el derecho de todos los trabajadores a formar
asociaciones y a defender sus intereses vitales;
pide que los trabajadores y trabajadoras inmigrantes
sean tratados con las
mismas normas con que
son tratados los
ciudadanos;
demanda que la justicia en el lugar de trabajo sea
responsabilidad tanto de la sociedad como de los
empleadores y de los trabajadores.
1987 Juan Pablo II: Sollicitudo Rei Socialis
(Interés
social de la Iglesia)
difundir la enseñanza de la Iglesia,
especialmente la opción por los pobres;
generar voluntad política para crear mecanismos
justos para el bien común de la humanidad;
dedicar los recursos usados para armas al alivio
de la miseria humana;
reconocer la injusticia de que haya unos pocos que
tienen demasiado y muchísimos que no tienen casi
nada;
un plan de desarrollo con respeto por la
naturaleza;
una conversión a la solidaridad – a la luz de la
interdependencia;
reconocer las estructuras que obstaculizan el desarrollo
pleno de los pueblos;
reformar el comercio mundial y los sistemas
financieros;
identificar las estructuras de pecado.
1991 Juan Pablo II:Centesimus Annus (El
Centenario)
identificar las fallas tanto de la economía socialista
como de la economía de mercado;
aliviar o cancelar la deuda de países
pobres;
desarmarse;
hacer más sencillos los estilos de vida y
eliminar el derroche en las naciones ricas;
desarrollar políticas para empleos formales y
permanentes, y para proporcionar seguridad en el
trabajo;
establecer instituciones
para control de
armamento;
instar a las naciones ricas a sacrificar algo de sus
ingresos y de
su poder.
1994 Juan Pablo II: Tertio Millennio Adveniente
(Año de Jubileo 2000)
trabajar por la justicia y la paz;
elevar nuestras voces en favor de los pobres del
mundo;
reducir substancialmente o cancelar completamente la
Deuda
Externa;
reflexionar sobre las dificultades de diálogo
entre culturas; y sobre problemas
relacionados con los derechos de la
mujer;
1995 Juan Pablo II: Evangelium Vitae (El
Evangelio de la Vida)
Un reconocimiento del valor sagrado
de la vida humana desde su principio hasta su fin. Nombra como
fuerzas negativas:
- la violencia
contra la vida infligida a millones de seres humanos; en
especial a niños
obligados a vivir en la pobreza, la
desnutrición y el hambre debido a una
distribución injusta de los recursos; - las guerras y el
tráfico de armas; - la destrucción ecológica;
- la criminal propagación de las
drogas; - la promoción de ciertas clases de actividad
sexual que, además de ser moralmente inaceptables,
también significan graves riesgos para
la vida; - el aborto
provocado, lo que él llama "estructura
de pecado"; - el infanticidio de bebés nacidos con graves
incapacidades o enfermedades; - la eutanasia
que está llegando a legalizarse; - el control de
natalidad como medio de controlar el crecimiento de la población en las naciones más
pobres; - el suicidio
asistido.
3.1.1.2 Temas:
La doctrina social de la Iglesia
ANTROPOLOGÍA CRISTIANA
a) Dignidad del ser humano, imagen de
Dios
Divinis Redemptoris, 30 y 32-33
Mater et Magistra, 219-220
Pacem in Terris, 31; 28-34 y sobre todo 44
Gaudium et Spes, 31
Ecclesiam Suam, 19
Libertad Cristiana y Liberación, 20,
34
Laborem Exercens, 4-9
Orientaciones, N° 31
Catecismo, 355-379; 1700-1709
b) El hombre,
vía de la misión de la Iglesia
Gaudium et Spes, 1 y 3
Evangelii Nuntiandi, 29,31,33,35,36,38
Redemptor Hominis, 13-14
c) Anhelo humano de libertad
• Instrucción sobre la libertad
cristiana y la liberación, 1 y 38
d) El hombre y
la mujer como
personas solidarias
Mater et Magistra, 218-219; 59-67
Pacem in Terris, 31
Gaudium et Spes, 24-25
Libertad Cristiana y Liberación, 73
e) Igualdad
fundamental de todas las personas
• Gaudium et Spes, 24 y 29
f) Primacía de las personas sobre las
estructuras
• Instrucción sobre Libertad
Cristiana y Liberación, 73,75
Gaudium et Spes, 31
Redemptor Hominis, 14
Reconciliatio et Poenitentia, 16
g) Estructuras de pecado
GS 13,25
Instrucción sobre Libertad Cristiana y
Liberación, 75
Sollicitudo Rei Socialis, 36-37
Centesimus Annus, 38
• Catecismo, 1878-1889
DERECHOS HUMANOS
a) Violación de los derechos humanos
Gaudium et Spes, 27
Octogésima Adveniens, 23; cfr. RH,17
Sollicitudo Rei Socialis, 15,26,33
b) Panorama de derechos fundamentales
Pacem in Terris, 143-144, 11-34; 75-79
GS, 27, 79,29, 60, 52, 75,71, 67, 68, 65, 69,
59
Octogésima Adveniens, 23
Puebla, 3890-3893
Redemptor Hominis, 17
Sollicitudo Rei Socialis, 26, 33-34
c) Derechos humanos, una exigencia
evangélica
Puebla: Discurso de
inauguración
Instrucción sobre Libertad Cristiana y
Liberación, 65
EL BIEN COMÚN
Mater et Magistra, 65, 71, 78-81;
Pacem in Terris, 53-66,136
Gaudium et Spes, 26, 74
Populorum Progressio, 54
Octogésima Adveniens, 46
Redemptor Hominis, 17
• • Sollicitudo Rei Socialis, 26,
33-34
Centesimus Annus, 9, 37-38, 47
Catecismo, 1897-1912
SOLIDARIDAD Y SUBSIDIARIDAD
a) Definición, correlación y
fundamento
Gaudium et Spes, 32, 80
Instrucción sobre Libertad Cristiana y
Liberación, 73
Orientaciones, 38
Catecismo, 1883-1884, 1939-1942, 2437-2440
b) Solidaridad
Pío XII, Radiomensaje navideño de 1952,
26-27
Pacem in Terris, 98
Sollicitudo Rei Socialis, 38-40
Centesimus Annus, lOc, 33, 41d, 51
c) Subsidiaridad
Quadragesimo Anno, 79-80
Mater et Magistra, 51-52, 54-55, 57-58
Pacem in Terris, 140-141
Laborem Exercens, 17
d) Participación social
Mater et Magistra, 91-92
Gaudium et Spes, 31, 55, 59, 63, 68
Octogésima Adveniens, 22,24, 46-47
Instrucción sobre Libertad Cristiana y
Liberación, 86, 95
Orientaciones, 40
Sollicitudo Rei Socialis, 45
Centesimus Annus, 33
Catecismo 1913-1917
DESTINO UNIVERSAL DE BIENES
Gaudium et Spes, 69-71
Populorum Progressio, 22-23
Libertas Christiana, 90
Centesimus Annus, 30-32
PROPIEDAD PRIVADA
RN 3 12-16
QA 44-52
MM 104-121
GS 69-71
PP 19, 22-24
LE 14
SRS 28,42
PROPIEDAD PUBLICA
RN 23-35
QA 105-110
MM 51-67
GS 70-71
PP 23-24, 33-34
LE 14
SRS 15
TRABAJO Y SALARIOS
a) Reflexión sobre el trabajo
humano
RN32
MM 82-103
GS67
LE 1,3,4-10,18-19,22-27
SRS18
b) ¿Salario familiar
o salario personal?
RN 32-33
QA71
LE 19
c) ¿El sistema salarial
reduce a las personas a una categoría
comercial?
QA 64-68
MM 75-77
LE 19
d) El problema práctico: el
monto
RN32
QA 70-75
MM 68.71
HUELGAS
RN29
QA94
GS68
OA14
LE 20
SINDICATOS
• RN 34-40
QA 34-38, 81-97
MM97-103
GS68
PP38-39yOA14
LE 20
SRS15
LA POLÍTICA Y LOS
POLÍTICOS
GS 73,76
OA 3-4, 48-51;
SRS 47-48
COMUNIDAD CIVIL Y POLÍTICA
a) Característica
• GS74a
b) Autoridad
PT 46-52
GS74b-e
c) El bien común
EL PODER POLÍTICO
a) El Estado: una
organización política
MM 20-21,44,52-53,104,201-202
PT 68-69, 72, 75-79,130-131
GS 73-75
OA46
b) Regímenes políticos
PT 52; 68; 73
GS 73; 74; 75
RH 17
SRS41
COMPROMISO SOCIOPOLITICO DE LOS
CRISTIANOS
a) Antes de la Populorum Progressio (Deberes de
propietarios y trabajadores)
RN 14-16;
QA 50-51; 63-64; 78; 141-142;
MM 51; 82-84; 91; 122;
GS 65-70
b) Después de la Populorum
Progressio
Concerniente al subdesarrollo
y el desarrolló:
PP 14; 19-21; 43-51; 56-59;
OA 24-25; 37; 46-51;
SRS, 27-39
Concerniente a la
acción en la sociedad:
PT 146-152;
GS 36; 75-76;
OA 3-4; 48-51;.
SRS 47-48
Concerniente al pluralismo político de los
cristianos:
OA 50-51
c) Principios animadores de una política
humanística
Verdad, Justicia, Amor,
Libertad:
PT35;
GS26c, 27-28;
OA23,45.
Igualdad y
Participación:
PT73;
GS75;
OA 24-25, 47
Liberación:
Discurso de Juan Pablo II en la Inauguración de
la CELAM, III, 5 y 6; III
Sínodo de Obispos, Justicia en el mundo
50-51
d) Ideologías y Utopías:
OA 25-37
LA COMUNIDAD
INTERNACIONAL
a) Fundamentos:
• GS84
b) Relaciones internacionales
PT 86-108; 120-125;
GS 85-90;
PP, 78;
CA21;27;
SRS 14, 16, 43; 45
VIOLENCIA SOCIAL
a) Tipología de la violencia
social
Violencia estructural Violencia
revolucionaria:
PT 161-162;
PP 30-31;
LE 11-13
Violencia guerrera:
PT 109-116;
GS 77-82;
PP53;78;
SRS 10; 20;23-24; 39
b) No-violencia activa
GS 79;
Instrucción sobre Libertad Cristiana y
Liberación, 77-79;
Catecismo, 2306
PAZ
a) La realidad de la guerra
PT, 109-117;
GS,79-80;82;
CA, 14b; 17 a, b; 19a;
Catecismo 2307-2317
b) El escándalo de los armamentos y el
desarme
PT 109-112;
GS81;
PP53;
SRS 23-24;
CA28c
c) La ética de
la paz
La paz ante todo:
• PT;
El trabajo de todos por la paz:
GS 78-82;
Catecismo, 2302-2305
Desarrollo, nuevo nombre para la paz:
PP76
La paz, fruto de la justicia y la
solidaridad:
GS78,
SRS26;39;
CA 5c; 23c; 28c; 29a
LA FE CRISTIANA Y LA CULTURA
GS, 53-62
PP, 12ss;40;41;42;
CA, 32ss;38-41;50-52
MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL
a) Actitud
cristiana ante los medios de
comunicación social:
OA,20
Valores a
perseguir: comunión y progreso
(CP), 14-17
Riesgos que evitar:
CP, 58; 80;
SRS, 22
b) Un problema concreto:
Información:
• CP, 33-47; 75-76 Propaganda:
• CP,23; 30; 59-62 Opinión
pública:
CP, 26-32; 114-125
ECOLOGÍA
MM, 196-199;
OA, 21;
RH8yl5;
LE 4;
SRS, 26; 29; 34;
CA, 37-38
Mensaje de Juan Pablo II por el Día Mundial de la
Paz(l-l-1990):
Paz con Dios Creador, paz con toda la
creación
Catecismo, 299-301; 307; 339-341; 344;
2415-2418
3.1.1.3 La Paz y la
Teoría
de la "Guerra Justa":
La Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el
Mundo Moderno (GS) habla muy fuerte cuando apoya la
prevención de la guerra, así como la inmoralidad de
la carrera armamentista que priva a los pobres de su
participación justa de los bienes del país y da
inmenso poder a quienes ejercen autoridad en
el país (GS 79-82). Destaca también que hay
necesidad de la existencia de una autoridad internacional eficaz
para proteger a la gente inocente de los estragos de la
guerra.
Dos cambios importantes han surgido desde el Vaticano
II: (i) el gran desarrollo de armas de destrucción masiva,
junto con su disponibilidad a través de proveedores
internacionales de armas; (ii) el cambio en la manera de hacer la
guerra que pone a los no-combatientes como los objetivos
mayores de la estrategia. Paulo
VI en su visita histórica a las Naciones Unidas
pidió el fin de la guerra como medio para resolver
conflictos. La
enseñanza papal reciente está dirigida a la
prevención de la guerra a toda costa, y los moralistas
cuestionan el principio de la teoría
de la "guerra justa". Más bien lo que se busca es la
reconciliación de las partes en guerra, no por la fuerza
de las armas sino de mediadores confiables.
3. 1 . 1 .4 La
doctrina social de las conferencias episcopales y de superiores
mayores
Las Conferencias Episcopales de todo el mundo, en sus
cartas
pastorales,
están condenando las injusticias, la guerra y la
violencia;
y están hablando valientemente en favor de la
justicia y la paz
en el nombre del Evangelio:
Obispos de once países industrializados
occidentales (Europa
Occidental, Canadá y los Estados Unidos)
han formulado durante los últimos treinta años un
programa de
justicia socio-económica dirigido a hacer realidad una
sociedad que manifieste solidaridad y responsabilidad, y donde
todos puedan participar de una manera proporcional. Grandes
problemas
sociales como el desempleo,
la pobreza y
la migración
exigen muchísimo de la comunidad de los fieles y los
obispos piden una respuesta adaptada y fuerte/poderosa a la
luz del
mensaje bíblico. Los obispos emplean una variedad de
expresiones para influir en la opinión
pública y dar orientación hacia las soluciones
deseadas por ellos. Esto resulta en cartas pastorales
y consejos, informes,
entrevistas,
sermones, conferencias de prensa y
manifestaciones de protesta.
La Asamblea Especial para África del
Sínodo de Obispos que se reunió en Roma en 1994 fue
franca en su condena de la injusticia en África. Los
Padres del Sínodo hablaron acerca del tribalismo, del
nepotismo, de la sed de poder, de la intolerancia religiosa y de
la existencia de "cámaras de tortura". Reclamaron la
creación de comisiones de Justicia y Paz en África.
Instaron a los gobiernos africanos a alejarse de los gastos militares
y a poner más énfasis en la educación, la
salud y el
bienestar de sus pueblos.
Los Padres del Sínodo también criticaron
los intereses foráneos por su manipulación y apoyo
para líderes africanos corruptos, la descarada venta de armas
para lucrar y las condiciones casi imposibles impuestas a los
pueblos a través de préstamos. Convocaron al
FMI y al
Banco Mundial
"a aliviar las deudas aplastantes" de las naciones africanas, y
pidieron a las conferencias episcopales de todo el mundo y a toda
la gente de buena voluntad desarrollar "una opinión
pública de apoyo" para este y otros temas (cf. Mensaje del
Sínodo, # 41-42).
El Sínodo Africano dirigió atención al sufrimiento de la mujer privada de
sus derechos y del respeto que
merece en algunos países africanos, y "algunas veces
incluso en la Iglesia". Las Conferencias Episcopales Africanas
deben defender los derechos de la
mujer en la sociedad y también deben asegurarse de que
las mujeres estén incluidas "en los niveles apropiados en
la toma de
decisiones en la Iglesia".
Conferencia
Episcopal de los Estados Unidos
La Conferencia
Episcopal de los Estados Unidos en
Sembrando Armas de Guerra: Una Reflexión Pastoral sobre el
Tráfico de Armas y Minas Antipersonales
declara:
"Renovamos nuestra llamada para que nuestra nación
y la comunidad internacional dediquen esfuerzos más serios
para controlar y reducir radicalmente el comercio de armas. El
comercio de armas es una parte integral de la cultura de
violencia que deploramos hace un año. De la misma manera
en que buscamos detener la proliferación de armas
alrededor del mundo, el control del comercio de armas se ha
convertido en parte esencial de la vocación de
pacificación que bosquejamos en el Desafío de la
Paz hace más de una década".
Mensaje de los Obispos de la Región de los
Grandes Lagos de África
"Nosotros, los Obispos de Burundi, Ruanda, Zaire, Uganda
y Tanzania, nos hemos reunido en Nairobi del 18 al 21 de
diciembre de 1996, bajo la presidencia del Cardenal Roger
Etchegaray, Presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y
la Paz.
"Durante el encuentro hemos compartido información y preocupaciones referentes a
las numerosas penurias que experimenta la población en nuestros
países…
"La dramática situación de cientos de
miles de personas refugiadas e hijos desplazados y las
consecuencias de la guerra en la vida de nuestras iglesias han
sido el foco de nuestra atención.
En este contexto de aguda crisis hemos
buscado identificar algunas prioridades pastorales que son
pertinentes para nuestras iglesias:
- El Evangelio corno enfrentándose a la ideología
etnocéntrica. - La misión de reconciliación de la
Iglesia. - La Iglesia como la voz de quienes sufren
penurias. - La solidaridad entre las iglesias.
"La diversidad de sus grupos
étnicos constituye la riqueza de un país. Sin
embargo, la etnicidad llega a ser la peor amenaza cuando
intereses políticos o privados la transforman en una
ideología e instrumento de conquista y
poder.
"Esta ideología, por medio de alianzas internas y
externas, junto con el sórdido tráfico de armas,
engendra conflictos y
alimenta una espiral de discriminación, exclusión y
violencia que conduce a masacres y hasta al genocidio.
"Los desastrosos efectos de tal ideología son
bastante evidentes; de un modo sutil penetra en los individuos
así como en las culturas e instituciones.
Incluso miembros de nuestras iglesias son infectados por esta
contaminación…
"…Entre los refugiados había un sacerdote
católico: el Padre Jean-Claude Buhendwa, de 26 años
de edad, ordenado hacía un año. Los rebeldes le
dijeron al sacerdote que podía irse. Pero el P Buhendwa
percibía lo que estaba sucediendo; sin vacilar ni un
momento, volvió al grupo,
alzó la mano para bendecir y dar la absolución al
aterrorizado grupo de
hombres, mujeres y niños,
y tomó su lugar con ellos. Estallaron en el campo
ráfagas de ametralladora…
"Un nuevo siglo sin refugiados… Que el dinamismo del
Gran Jubileo del Año 2000 inspire en nuestras iglesias
nuevas energías para una renovada evangelización a
fin de que el muro de odio y división erigido entre
nuestros diversos grupos
étnicos sea destruido para siempre. Que Cristo sea para
siempre nuestra Paz…
Conferencia de
Religiosos Canadienses
Los miembros de la Conferencia de
Religiosos Canadienses, reunidos en oración y
discusión, hemos reconocido nuestra necesidad de
perdón. Nos damos cuenta de que la cuestión
medioambiental es una cuestión mayormente de justicia y
una llamada a una nueva espiritualidad. Oímos su urgente
llamada a una conversión personal y comunitaria a la
justicia, paz y buena administración. Nos desafiamos a nosotros
mismos y unos a otros a una nueva alianza con toda la
creación para que el sueño de Dios para la tierra pueda
ser realizado.
Por lo tanto, nos comprometemos:
• A un esfuerzo incesante por una continua
conversión personal y comunitaria y la continua educación y
concientización alrededor de temas de interés
medioambiental; alrededor de relaciones justas y de apoyo a los
pueblos aborígenes; alrededor del aprecio y respeto por la
diversidad de culturas; alrededor de problemas de
pobreza
creados por nuestros modelos de
consumo
exagerado. Recomendamos la inclusión de materias
ecológicas en nuestros programas de
formación y criterios internos para el discernimiento.
Necesitamos profundizar nuestro entendimiento personal de los
intereses ecológicos mirando de una manera nueva a las
tradiciones judeo-cristianas.
A un plan de acción, personal y comunitario, que
nos urja: i) a trabajar conjuntamente y a participar en los
grupos y programas existentes que tengan que ver con asuntos del
medio
ambiente; ii) a colocarnos en solidaridad con las personas
marginadas – las mujeres, los pueblos nativos, los inmigrantes,
los pobres – uniéndonos a esfuerzos como la
Coalición por los Derechos de los Pueblos
Aborígenes y a diversas iniciativas salutíferas; i
i i) a priorizar tanto las inversiones humanas como financieras
que reflejen las inquietudes medioambientales; iv) a disminuir el
ritmo de nuestras vidas en la acción y el consumo, y a
buscar un equilibrio que
refleje un nuevo entendimiento de la conexión entre la
pobreza y el medio ambiente; v) a
tratar de hacer realidad el sábado en nuestras vicias; vi)
a renovar ritos litúrgicas incluyendo elementos que
reflejen la interdependencia con tocia la
creación.
3.1.1.5 La
dimensión social de la santidad y del
pecado
Al tratar de entender la presencia de la injusticia y de
estructuras y sistemas injustos en nuestro mundo, el punto de
vista cristiano señala a la realidad del pecado y de la
maldad como la causa. Nuestra fe nos enseña el camino de
la justicia, mientras otros intereses, lo que llamamos
ídolos, nos conducen lejos de la justicia y de la
integridad de la creación. El pecado y la maldad producen
la muerte en
el pecador y en las personas que entran en relación
con el pecador. Actualmente, en las sociedad somos testigos de
muchas formas de muerte. Como
se explicó en la Sección I, la creación
misma está muriendo poco a poco por medio de la
contaminación y el abuso o negligencia de recursos no
renovables: los seres humanos mueren antes de tiempo por causa
del hambre, de las enfermedades y violencia de
toda clase. Estas son las muertes grandes y obvias. Existe
también la muerte
diaria por vivir en condiciones pobres, por tener poca o ninguna
instrucción, por no tener hogar, no tener nombre, no tener
amigos, la muerte de ser
excluidos de la sociedad y la muerte de recibir lo que es un
derecho humano como un privilegio o favor porque le ha convenido
a alguien que está en el poder conceder el
favor.
La unión con Dios, en pensamiento y
corazón, en cuerpo y espíritu, es lo
que llamamos santidad (LG #41). La santidad se la encuentra donde
el pueblo de Dios actúa bajo el Espíritu de Dios y
sigue a Cristo pobre, humilde y llevando la cruz. Por la
relación de Dios con su "pueblo elegido", ese pueblo se
hizo santo. La ley le fue dada a
Moisés, no para sí mismo sino para el pueblo, para
que juntos la conservaran. Todo el pueblo prometió su
obediencia. El pueblo unido ofreció sacrificios, y cuando
llegó el tiempo de ser liberado Dios llevó a este
pueblo del cautiverio a la libertad y lo llevó a
través del desierto a la tierra prometida. Se ayudaban
mutuamente a conocer la ley de Dios y la
enseñaban a sus hijos y a los hijos de sus
hijos.
Pero también era verdad lo opuesto, donde
prevalecían las maneras de maldad, las personas se
enseñaban estas maneras pecaminosas unas a otras y donde
podían sacar provecho por medio de ellas, mantenían
estas maneras malvadas, aunque fueran opresivas para los pobres.
Enseñaban estas maneras malvadas a sus hijos y a los hijos
de sus hijos.
Los padres en el Vaticano II reconocieron que todos
estamos llamados a la santidad (LG #41), no solamente unos pocos
selectos. También reconocieron lo que llamaron el mal del
pecado social. Quienes se benefician del pecado social
continúan manteniendo maneras pecaminosas y estructuras
pecaminosas en la sociedad. Atraen a otros, algunas veces sin su
conocimiento.
El proceso
continúa porque la sociedad ha encontrado medios de
pasar los modos opresivos de una generación a la
próxima, a través de la propaganda, de
los anuncios y de la manipulación. Incluso nuestros
sistemas de instrucción en nuestras instituciones
católicas son culpables algunas veces de enseñar
los modos opresivos de individualismo y competición, o de
omitir la enseñanza de los caminos de la
justicia.
Ante esta constante y agazapada muerte, las palabras de
Jesús suenan fuerte como buena nueva: "Yo he venido para
que ustedes tengan vida, vida en abundancia" (Jn 10:10). Donde
prevalecen los signos de muerte, la misión cristiana es
reemplazarlas con signos de vida.
3.1.2 ANÁLISIS SOCIAL
3.1.2.1 Introducción
La lucha por la transformación del mundo no es un
trabajo para soñadores ni para quienes se entusiasman
fácilmente. La transformación del mundo implica
conocer un poco el mundo y lo que necesita transformación.
Toda acción a favor de la justicia tiene que conocer el
sistema de
injusticia que es responsable de la mayor parte del hambre, de la
falta de vivienda, de la violencia y la destrucción del
medio ambiente
que sufre el mundo. Una parte significativa de cualquier programa de
formación para la justicia, paz e integridad de la
creación debería tener que ver con sistemas o
estructuras de injusticia y el cómo y el por qué
funcionan. Lo que se necesita es un MÉTODO o
proceso para
examinar los sistemas sociales y los síntomas de su mal
funcionamiento que conducen a la injusticia. Existen manuales
útiles de análisis social/estructural; algunos se
encuentran en la bibliografía en la parte final de este
opúsculo, pero quizá el más amplio es el
Análisis Social: Vinculando la Fe y la Justicia] de
Holland y Henriot.
Es necesario que las personas promotoras/animadoras de
JPIC examinen cuidadosamente los problemas de la justicia antes
de tomar medidas para tratar de solucionarlos. Es necesario que
lo hagan porque necesitan comprender los problemas que quieren
solucionar. Se necesita un método
para examinar o analizar problemas relacionados con la justicia
porque existe el peligro de que estos problemas puedan empeorar
si los trabajadores de la justicia no son completamente
conscientes de las causas radicales de estos
problemas.
El análisis social es un instrumento popular y
eficaz que nos capacita para examinar las estructuras de la
sociedad: tanto la política y la económica, como la
cultural, la social y la religiosa – y destapar las causas
radicales de la injusticia social. Esto nos ayuda a movernos de
lo que Donal Dorr llama compasión-cara-a-cara a
preguntarnos cómo y por qué: ¿Cómo se
hicieron pobres estas personas? ¿Por qué aumenta el
desempleo? El
análisis social identifica a quienes tienen el poder, a
quienes toman las decisiones, a quienes se benefician y a quienes
no se benefician de esas decisiones. Hace posible que veamos las
interconexiones e influencias que actúan en cualquier
sistema social. Este método ha sido desarrollado por
grupos cristianos empleando la reflexión teológica
cristiana y el análisis social para elaborar un plan de
acción para la promoción de la justicia, de la paz
y de la integridad de la creación.
El análisis social es una llamada a "abrir
nuestros ojos, oídos y boca". Marcos nos presenta tres
milagros que son símbolos de la invitación que
Jesús nos hace a abrir nuestros oídos, nuestros
ojos y nuestra boca en nuestra búsqueda de comprender el
por qué y el cómo de la Misión. Jesús
reprocha a sus discípulos diciendo:
"¿Todavía no entienden ni se dan cuenta?
¿Tienen tan cerrado el entendimiento? ¿Tienen ojos
y no ven, y oídos y no oyen? ¿No se acuerdan? …"
(Me 8:18).
Jesús sana a un sordomudo, Me 7:31-37;
Jesús sana a un ciego, Me 8:22-26;
10:46-52;
Jesús sana a un mudo, Me 9:17-27.
El análisis social nos invita a ESCUCHAR, a VER,
a OIR los gritos del mundo en que vivimos.
El uso del método del análisis social no
es difícil. Está basado en el método de VER,
JUZGAR, ACTUAR de la Juventud
Obrera Cristiana y Juventud
Estudiantil Cristiana, adoptado más tarde por los
teólogos latinoamericanos en su trabajo con las
Comunidades Cristianas de Base y reflejado en mucha de la
Teología de Liberación.
Hay cuatro pasos principales en el análisis
social:
(Antes de embarcarse en el proceso de análisis
social, sería útil tener un debate sobre
los
valores).
1er paso: Punto de partida: los miembros del
grupo hacen una lista de los problemas para su análisis o
estudio.
Ver si hay una conexión o vínculo entre
las injusticias.
Decidir cuáles son las más graves y hacer
una lista.
Ver si hay un nombre común que describa todas
estas injusticias.
Decidir sobre un problema específico que el grupo
examinará con este método. Es importante recordar
que es casi imposible analizar dos problemas al mismo
tiempo.
2do paso: Análisis estructural
Describir el problema en detalle.
¿Cuándo comenzó el
problema?
¿Por qué comenzó?
¿Cuándo nos dimos cuenta de que era un
problema grave?
¿Qué nos hizo despertar?
Estructuras en general:
Comenzar con un debate sobre
las estructuras u organizaciones en
la sociedad.
Examinar el problema en cuestión en
relación a las estructuras de la sociedad:
económica, política, de clase, cultural y
religiosa.
Estructuras económicas:
¿Quién es la causa del
problema?
¿Hay compañías multinacionales o
locales a quienes les gustaría que este problema siguiera,
o que incluso les gustaría que empeorara porque ellas
ganan dinero con el
problema?
¿Hay individuos o grupos en esta sociedad que
ayudan a mantener o apoyan este problema porque están
ganando financieramente debido a él?
Estructuras políticas:
¿Quién gana poder como resultado de este
problema?
¿Hay políticos o partidos
políticos que utilizan este problema para ganar poder
o mantener el poder que tienen?
¿Quiénes son las personas con autoridad o
poder que permitieron que este problema ocurriera?
¿Hay algunos líderes de la comunidad local
que quieran que este problema siga para que ellos tengan
poder?
Estructuras de clase:
¿Este problema ayuda a crear, mantener y apoyar
la decisión social en la sociedad?
¿Hay ciertas personas que ganan importancia
social o status por este problema? ¿Quiénes
on?
¿Hay ciertos individuos o grupos de personas que
pierden importancia social o status por este problema?
¿Quiénes son?
Estructuras culturales:
¿Ayudan nuestra cultura y
nuestras tradiciones a crear, mantener y apoyar este
problema?
¿Qué valores
culturales y tradiciones ayudan a hacer más grave este
problema?
Examine el problema en relación a actitudes y
estructuras mentales.
Estructuras religiosas:
¿Cuáles son las estructuras religiosas u
organizaciones eclesiásticas que podrían estar
involucradas en este problema?
¿Cómo ayudan estas estructuras religiosas
u organizaciones eclesiásticas a crear, favorecer o
mantener este problema?
¿Ganan algunas organizaciones o
eclesiásticas con este problema?
¿Lo usan para mantener importancia o aumentar el
número de sus miembros?
Estructuras mentales o actitudes
La injusticia es causada a menudo por estructuras
injustas en la sociedad. Con todo, aunque estas estructuras se
cambien, el problema todavía sigue por las actitudes o
mentalidad de las personas. Estas actitudes, algunas veces
llamadas estructuras mentales, son difíciles de cambiar.
Para cambiar estructuras mentales o actitudes que crean
situaciones injustas, hay necesidad de conversión. Esta
conversión exige que la gente tenga mente y corazón
con "hambre y sed de justicia".
¿Qué actitudes tenemos que ayuden a crear,
mantener y apoyar este problema?
¿Podemos reconocer o nombrar algunas actitudes
que tenemos como individuos o como comunidad que ayude a hacer
grave este problema?
Al final del segundo paso, sería útil
tomar unos momentos para responder lo siguiente:
Como resultado de estas consideraciones y discusiones,
¿estamos logrando una mejor comprensión de las
causas del problema?
¿Cuáles son los conocimientos más
importantes o nuevas ideas que han surgido o salen a luz como
resultado de este análisis?
3er paso: La reflexión cristiana sobre el
problema a la luz de las Escrituras y las enseñanzas de la
Iglesia.
Para averiguar si la Biblia y la enseñanza de
la Iglesia pueden iluminar el problema:
¿Qué dice la Biblia acerca del
problema?
¿Podemos identificar algunas declaraciones de la
Iglesia hechas por un Papa, un Concilio o un grupo de Obispos,
que puedan ser aplicadas a este problema?
4o paso: Planificar la acción, pensar
globalmente, actuar localmente:
Plan de acción:
¿Cuál es la solución a este
problema?
¿Qué podemos hacer, como grupo o como
individuos, acerca de este problema?
¿Qué recursos tenemos para ayudarnos con
nuestro plan de acción?
¿Podemos conseguir más
recursos?
¿Hay alguna parte del problema que podemos
abordar en este momento?
¿Cuál es la primera medida que
deberíamos tomar?
Las responsabilidades son compartidas entre los miembros
del grupo.
Se establece un límite de tiempo para cada etapa
del plan, y para la implementación de todo el
plan.
Se reflexiona sobre los recursos, tanto financieros como
otros, y se los determina en detalle.
¿Qué nos proponemos hacer?
¿Hemos avanzado mucho?
¿Qué nos ayuda a progresar?
¿Qué obstaculiza el progreso?
¿Qué tenemos que hacer ahora?
¿Cambiar objetivos?
¿Cambiar métodos?
¿Renovar nuestros recursos?
N.B.
Se necesita hacer evaluaciones en las diferentes etapas
de la implementación del Plan;
Se necesita integrar las celebraciones (incluyendo las
celebraciones litúrgicas) en el conjunto del proceso de un
análisis social.
3.1.2.3 Otro modo de enfocar este método
es:
VER: ¿Qué vemos alrededor de
nosotros? ¿Por qué están las cosas como
están?
JUZGAR: Al juzgar una situación,
¿qué prejuicios aporto? ¿Con qué
óptica
miramos? ¿Cuál podría ser nuestro sentir
inconsciente del tema? ¿Qué sabiduría y
experiencia de vida aportamos al tema para el análisis?
¿La sabiduría que aplicamos ¿está
relacionada a la del rico o a la del pobre? ¿Hemos hecho
realmente una opción por los pobres al evaluar la
situación? ¿Para conocer la realidad escuchamos
más a la élite que a la experiencia del pobre?
Existe una sabiduría en el Evangelio. Trabajar por la
justicia requiere de una espiritualidad profundamente arraigada
en las Escrituras, de lo contrario nuestro trabajo será
abrumador e imposible. Llamados a ser evangelizadores así
como transformadores
sociales, oramos, reflexionamos y buscamos el plan de Dios y como
hacer surgir el reino de Dios. Juzgamos la situación a la
luz del plan de Dios.
ACTUAR: Ser más conscientes de lo que
sucede a nuestro alrededor y juzgar la situación desde la
perspectiva del Evangelio; esto es necesario para actuar. La
colaboración con otros en la comunidad – ONGs, otras
denominaciones religiosas, grupos locales – y, donde sea posible,
el trabajo internacional, es muy importante y es muy probable que
sea mucho más eficaz.
Un compromiso activo con las personas pobres y
marginadas, una participación en un constante
análisis social y una permanente reflexión sobre
nuestras actitudes y acciones nos
ayudarán a desarrollar la conciencia
crítica necesaria para contribuir a la
transformación del mundo.
Yo soy
una mujer
negra
alta como un ciprés,
fuerte e inmóvil
más allá de toda
definición,
que desafío circunstancias
de lugar y tiempo,
asaltada,
impermeable,
indestructible.
Contémplenme
y renuévense.
Mari Evans
"Me arrebataron de la calle. Luché con
valentía contra la policía de seguridad, pero
me golpearon en la cabeza. Los rostros de mi padre y de mi madre
me perseguían con obsesión.
Un método usado por las cárceles
iraquíes resume su barbarie. Y es la
violación No
importaba cuánto hubiera yo escuchado acerca de
eso, nada me había preparado para la experiencia real.
Continúa viviendo dentro de mí. Todavía
sangro mucho. No lo hizo un solo hombre sino
todo un grupo. Sofocaron mis gritos y protestas. Tuve que
rendirme. Y fue un espectáculo; muchas personas vinieron a
mirar".
mujerKurda
Según se mencionó en la Sección I,
para muchas mujeres la violencia es un hecho terrible de la vida
diaria – violencia en la guerra, violencia política,
violencia sexual y violencia doméstica. La violencia fue
el tema candente en la Conferencia sobre la Mujer en
Beijing que atravesó las fronteras culturales y
geográficas. Ayesha Khanam del Consejo de Mujeres de
Bangladesh declaró: "La violencia contra la mujer es un
tema que reclama la acción global…" Entre los temas de
violencia levantados en Beijing estaban: la mutilación
genital de niñas, las "muertes por dotes" en la India donde
matan miles de jóvenes novias cada año porque sus
familias pagan dotes insuficientes, el abuso físico en el
hogar – en los Estados Unidos cerca de un tercio de todas las
mujeres asesinadas mueren a manos de un esposo o pretendiente, y
el uso de la violación y prostitución forzada como armas de guerra.
Cómo detener esta violencia es un desafío para
todos nosotros – mujeres, hombres, laicos, religiosos y
religiosas, personas cristianas y gente de otros
credos.
Lo que sigue líneas abajo es un esbozo de
acercamiento analítico estructural a Las Mujeres y la
Violencia:
Preparando la escena: Un grupo parroquial está
discutiendo los resultados de un estudio nacional publicado
recientemente sobre la violencia doméstica. El estudio
indica que una de cada cinco mujeres ha sufrido violencia de
parte de un compañero varón. 59% de quienes
respondieron sabían de otras mujeres que habían
sido víctimas de violencia; 13% informaron sobre crueldad
mental – habían sido encerradas con llave en sus cuartos,
detenidas o impedidas de encontrarse con sus amistades, abusadas
verbalmente y privadas de dinero; 10%
habían sufrido severa violencia física – pateadas,
golpeadas, acuchilladas y víctimas de intento de
estrangulamiento. Otras habían sido abusadas sexualmente,
amenazadas con cuchillos y armas de fuego. El editorial en
el
periódico local concluye:
Así, si bien el gobierno puede
proporcionar mejores leyes para la
protección de la mujer, no puede idear un programa pafa
reducir la violencia doméstica hasta saber qué
está causando esta violencia. Se debería fijar este
objetivo, y
mientras tanto hacer todo lo posible para sostener tanto los
refugios como los centros de crisis para
casos de violación.
¿Podemos responder a esto? ¿Qué
podemos hacer? ¿Quién está sufriendo
violencia en esta parroquia y no lo sabemos? Estas y una docena
más de preguntas salen rápidamente a la superficie.
¿Cómo podría responder un grupo visando un
método de análisis social? Es importante destacar
que el análisis de tal tema requeriría por lo menos
dos sesiones de dos horas.
1er paso: Clarificando el tema
Investigar y compartir información sobre la violencia
doméstica. Comprar un ejemplar del estudio, quizá
invitar a un experto. Bosquejar la historia de la violencia
doméstica en el país. ¿Qué
desarrollos políticos, económicos, culturales,
sociales y religiosos en la sociedad han contribuido a la
violencia contra la mujer? Buscar las conexiones e
interconexiones. ¿Qué valores están en
juego?
2o paso: Análisis de
estructuras
¿Hay estructuras económicas que conduzcan
a la violencia contra la mujer, por ejemplo: sistema de dote,
carencia de derechos legales y de propiedad, mujeres como bienes
muebles o mujeres como esclavas, hombres como sostén de
la familia,
desempleo? ¿Hay fuerzas en la sociedad que se beneficien
con la dependencia económica de la mujer?
¿Quién tiene el poder en las estructuras
políticas? ¿Hay partidos
políticos o grupos que den apoyo tácito al uso
de violencia física contra la
mujer? ¿Quién se beneficia con tener a la mujer
"puestas en su lugar"? ¿Cuáles, si los hay, roles
ministeriales tienen las mujeres en el gobierno? ¿Hay
grupos que ven el surgimiento del feminismo como
una amenaza? ¿Tienen las mujeres algún
derecho?
¿Hay apoyo cultural para la violencia contra la
mujer, por ejemplo, una tradición de machismo?
¿Qué forma toma la interacción social –
mujeres juntas, hombres juntos? ¿Es el alcohol un
importante ritual masculino? ¿Se espera la castidad de la
mujer, pero no de los hombres? ¿Cuánta educación reciben los
hombres? ¿Cuánta educación reciben las
mujeres? ¿Cómo presentan los medios de
comunicación a las mujeres – como objetos sexuales,
como perversas, extravagantes, veleidosas, tontas?
¿Las estructuras sociales estimulan la violencia,
por ejemplo, los empresarios son dueños de sus
trabajadores y los disciplinan en conformidad; vivienda pobre;
atención de salud y apoyo social
inadecuados? ¿Quién toma las decisiones?
¿Qué papeles desempeñan las mujeres
en la estructuras religiosas? ¿Hay enseñanzas,
tradiciones y prácticas que asignen a las mujeres un rol
particular? ¿Como se pinta a la mujer en la mitología? ¿en la Biblia? ¿en
la Iglesia?
¿Hay conexiones entre las estructuras
económicas, políticas, sociales, culturales y
religiosas que contribuyan a la violencia contra la
mujer?
3er paso: Reflexión y
oración
Usar un pasaje de la Escritura tal
como La Mujer Samaritana (Jn 4:1-42). ¿Qué dice
este pasaje y qué dice la Escritura
acerca de este tema? ¿Cómo responde Jesús?
¿Hay enseñanzas de la Iglesia, declaraciones hechas
por el Papa, obispos y líderes religiosos que ayuden a
clarificar este tema?
4o paso: Planificando la acción
¿Cuál es la solución?
Concretamente, ¿qué queremos ver cambiado?
¿Qué recursos tenemos en el grupo que nos ayuden a
responder al problema de la violencia doméstica?
¿Qué parte del problema podemos abordar ahora?
¿Cómo nos comunicamos con toda la parroquia ?
¿Qué primer paso podemos tomar?
¿Quiénes son responsables por los diversos aspectos
del plan? ¿Para cuándo implementamos los diferentes
pasos?
Evaluación
Es enormemente importante establecer un proceso para
revisar y evaluar el plan de acción así como las
medidas tomadas.
Autor:
JUAN MANUEL DE LA COLINA