En la sociedad rural,
el hombre y su
entorno mantienen una relación de mayor armonía que
en la urbana., pues allí es capaz de demostrar su
habilidad y capacidad individual, a través de los
resultados como proveedor del conjunto familiar. Los argumentos
que esgrime están basados en su capacidad física e intelectual
para dar satisfacción a sus necesidades.
Consecuencialmente, su estructura de
pensamiento es
producto del
proceso de
socialización al que está sometido y
la praxis concreta, en su interacción con la naturaleza.
El hombre urbano
está inmerso en actividades económicas ajenas a la
interacción directa con un medio natural, donde el
resultado de su esfuerzo es producto de
factores ajenos a sí. En el sector servicios de
la economía,
propio de la actividad urbana, el acceso a la fuente laboral y el
volumen de lo
obtenido no depende de sí mismo, sino de condiciones que
degradan su autoestima.
La socialización uniformadora, antepone los
intereses del colectivo social por encima de desarrollo
individual. El valor personal depende
de la opinión del colectivo, determinándole una
escala de
apreciación personal que le
es ajena. La actividad productiva donde el volumen de lo
obtenido depende de la capacidad personal, el reconocimiento y la
escala social,
están determinadas por factores que se asumen como
naturales y no como condicionadas por el mismo proceso de
construcción social.
La estructura
mental generada por la relación directa con la naturaleza es
diferente a la producida por la vida urbana, pues la
génesis del pensamiento
rural se fundamenta en la propia experiencia. el pensamiento
urbano está determinado por condiciones ideológicas
interesadas en la conformación de un pensamiento uniforme.
Así, lo colectivo se impone sobre el desarrollo
individual y determina su conducta social.
Indudablemente el desarrollo de la ciudad, ha conllevado
beneficios innegables al hombre pero
deseamos resaltar, que el proceso de socialización y
la
educación por consecuencia, no son ajenos a la
dinámica y a los intereses que pugnan el
seno de la sociedad.
En la sociedad rural los intereses por mantener el status quo, se
ejercen igualmente a través del proceso de
socialización, el cual esta condicionado por la
dispersión de la población y por el hecho de la
confrontación individual con el medio natural para obtener
de él, la subsistencia. En el proceso de
urbanización, la conformación de la estructura del
pensamiento, así como, la valoración personal y
social tienen una génesis e intereses diferentes,
asignándole a la educación un rol
cónsono con la dinámica social.
La conformación de la estructura del pensamiento en la
sociedad urbana, depende de una serie de factores vinculados con
la actividad laboral y que
condicionan sus logros personales. El clientelismo
político, la adulación, la complicidad, entre
otros, son mecanismos que afectan la autoestima.
La institución educativa así como los contenidos
que transmite expresan las relaciones de poder que se
dan en el seno de la sociedad para el momento histórico
que se analice. Ni su acción ni el
conocimiento son neutros, todo lo contrario, tienden a
perpetuar la sociedad donde se inscribe.
El sistema
económico – político genera un marco
ideológico cónsono con sus requerimientos
funcionales. Es responsable de la forma organizativa que utilizan
los miembros de la sociedad para desempeñarse dentro de
las exigencias de la sociedad históricamente determinada.
Es necesario aclarar en este punto, que en nuestro concepto de
Sociedad, la conducta de sus
individuos tiende a adecuarse ideológica y funcionalmente
a las exigencias impuestas por la lógica
del sistema. Tanto
sus integrantes como las instituciones,
organizaciones
del nivel y roles que desempeñen deben actuar en
armonía con la exigencia y condiciones impuestas por las
relaciones de producción, distribución y acumulación de los
excedentes sociales.
La forma organizativa que toma la producción, condiciona la lógica
fundamental de funcionamiento de la sociedad, existiendo otros
factores que afectan su esencia y forma operacional, entre ellos
se pueden mencionar, la relación con su medio ambiente
físico, el proceso histórico de formación de
la sociedad y las relaciones
internacionales.
La sociedad en su conjunto y sus elementos integrantes guarda
armonía funcional, en especial la educación como
institución y proceso socializador, pues su misión
además de formar y capacitar el recurso humano que la
sociedad necesita, la tiende a perpetuar, difundiendo el bagaje
ideológico que la sustenta.
El proceso educativo no es suficientemente eficiente como para
ajustarse a los cambios sociales, por el contrario, tiende a
perpetuar al sistema que lo origina, así como tampoco
cuenta entre sus objetivos,
contribuir a solventar la contradicción que el hombre
socializado y su desarrollo individual; por el contrario, la
agudiza.
La institución social educativa, regente del proceso
socializador, mantiene la postura epistémica con la cual
transmite el cuerpo ideológico, como si estos fueran
inamovibles, generando un conflicto
entre, el "deber ser" teórico y el desempeño del hombre en su propia realidad,
afectando a su vez, la percepción
y relaciones sociales que vive.
La educación como proceso e institución, para
cumplir su misión
socializadora, utiliza la postura epistémica tradicional
para transmitir el cuerpo cognoscitivo e ideológico, el
cual considerar el único válido y aceptado.
El objetivo de
este marco
teórico es intentar conciliar el desarrollo del
individuo sin entrar en conflicto con
las pautas y exigencias de la sociedad, es una misión que
amerita conocer con exactitud las formas relacionales entre la
sociedad, la educación y el hombre, para negociar
expresamente, los diferentes niveles en que participan los
intereses en conflicto.
Consideramos que la realidad y el bagaje de información con la cual se pretende
explicarla, suele entrar en conflicto al no ser capaz de ofrecer
una explicación que permita intervenirla y transformarla.
Al comportarse el conocimiento
impartido como "verdades conceptuales" dificulta el desarrollo de
un método de
interpretación de la realidad. Por otra parte, la
imposición cognoscitiva, contribuye a generar inseguridad
personal pues debe elegirse entre actuar por propia iniciativa o
mantenerse seguro y
socialmente aceptado.
Condicionado por la postura epistémica y la ideología, el hombre asume "el deber ser"
teórico como la única realidad, entrado en
conflicto interno entre sus necesidades, su impulso natural por
actuar y la normativa aprendida. Podríamos decir que se
presenta una incomunicación entre el mundo de las ideas
preexistentes y la praxis concreta.
El problema individual y social no radica en volver a la
ruralidad o en reducir las desigualdades económicas y
sociales en lo urbano, sino en poder ofrecer
al hombre, posibilidades ciertas para explicarse, actuar e
intelectualmente resolver la variedad de situaciones conflictivas
a las que se enfrenta. Tampoco podemos plantear sustituir la
postura epistémica tradicional, por el desarrollo de un
método
pragmático. Quizás la combinación racional
de ambas posturas epistémicas y de un marco
ideológico elaborado ex profeso, pueda alcanzarse un
desarrollo armónico entre ser social e individual.
Nuestro marco teórico pretende, desde una perspectiva
epistémica diferente, ofrecer una explicación
causal al proceso institucional educativo como producto de las
luchas que se dan en el seno de la sociedad, para un momento
histórico y culturalmente determinado, cuyo productos
están en consonancia con las demandas y exigencias de la
sociedad donde se inscribe. Interpretamos la educación
como una manifestación institucional y funcional,
resultado concreto de
las relaciones de fuerza por la
acumulación de excedentes de producción que se dan
en el seno de una sociedad histórica y culturalmente
determinada. Recurrimos para su análisis e interpretación a una
perspectiva holística, sistémica y
material.
Partimos de ciertas consideraciones
generales:
- La realidad está conformada por toda las
cosas, objetos, hechos, fenómenos, y efectos que
actúan sobre el hombre e intervienen en su vida tanto
directa como indirectamente. El conjunto de elementos
mencionados es de índole natural y generados por la
acción del hombre, las cuales tienen carácter
material como bienes y
objetos tangibles, así como también son parte de
la realidad humana las elaboraciones teóricas, los
servicios,
las relaciones económicas y políticas, las costumbres,
hábitos, códigos y la conducta social aceptada.
La realidad también está conformada por sus
condiciones corpóreas, deseos, limitaciones,
potencialidades, habilidades, así como los aspectos
psico sociales que definen su conducta, sus necesidades y
aspiraciones. - El hombre es el único ser de la fauna terrestre
capaz de interpretar y modificar conscientemente su realidad.
Es una expresión de sus relaciones con la naturaleza,
con su sociedad y con el momento histórico que le toque
vivir. Como animal posee requerimientos de índole
natural y como humano posee un componente psíquico que
determina su conducta voluntaria. Tiene como característica poder intervenir su
realidad sobre la base de sus interpretaciones, las cuales
formula utilizando su exclusiva capacidad para abstraerla a
través de signos que asocia con los diferentes elementos
y relaciones que constituyen el mundo real. Como animal
socializado, tiene requerimientos de ambos mundos, que deben
ser satisfechos para garantizar su existencia física y social.
Esta característica le confiere la
condición de ser causa y objeto de su propia
acción, conformándose como parte de su realidad.
Siendo así, posee comunicación consigo mismo como un
diálogo entre sus requerimientos
concretos y la interpretación abstracta de
sí. - La sociedad forma parte de la realidad humana, es un
todo armónico, coherente, multirrelacional, normado y
estructurado, conformado por individuos y agrupaciones humanas
que luchan por la apropiación del excedente social de
producción. La estructura
organizacional social depende del desarrollo del conocimiento, de los medios de
producción, de la capacidad para obtener excedente de
producción y de las luchas que se dan en su seno para
apropiarse y acumular lo obtenido.
Quizás buena parte del problema de inconformidad
e incomunicación del hombre con su realidad sea producido
por considerar su origen como divino y ajeno al mundo animal. De
esta manera desconoce sus propios requerimientos naturales y es
inconsciente de su propia capacidad para conducirse y construirse
en función
de su propia voluntad.
La interpretación de la realidad el hombre la elabora con
elementos abstractos a los cuales se les atribuye socialmente un
significado (signos). La agrupación ordenada y
estructurada de signos se le denomina lenguaje y
sirve para construir una explicación de hechos,
fenómenos, relaciones, sentimientos, apreciaciones, etc.
(Teorías).
El valor
utilitario del lenguaje
radica en que este sea estructurado a partir de elementos
concretos y su significado sea compartido o convencionado por el
grupo social.
Sus expresiones, formas de apreciar y su nivel de complejidad,
están en función
del desarrollo de la relación que histórica y
socialmente ha logrado el hombre, con su realidad.
Los límites de
mi lenguaje significan los límites de
mi mundo. Los límites de mi mundo son los límites
de mi lenguaje (WITTGENSTEIN, 1991)
El
conocimiento como una interpretación de la realidad
realizada través de signos abstractos y convencionales, es
una consideración valida en la misma medida que pueda
aportar explicaciones para intervenir la realidad. El
conocimiento por el conocimiento mismo no tiene para nosotros
ninguna utilidad, es un
gasto innecesario, que se reduce a elaborar especulaciones o en
el mejor de los casos, sirven de placebo, al reducirle en el
hombre, su interés
por elaborar explicaciones propias que le den coherencia a su
propio ser.
El conjunto de teorías
sobre un área de conocimiento, sistematizada y
estructurada la reconocemos como Ciencia.
Partiendo de este nivel de complejidad cognoscitiva es posible
ascender a un nivel superior de interpretación de la
realidad que permite deducir formas y relaciones de un tema
particular para actuar políticamente sobre ella.
Allí surge la Filosofía, a la cual, a través
de la historia se le
ha nutrido y nutre, a su vez, las normativas ideológicas,
totalmente en consonancia con la postura epistémica
tradicional.
Independientemente de la
organización social, del momento histórico y de
la ubicación espacial en el planeta, la
interpretación cognoscitiva está conformada a
través de una estructura de pensamiento lógica,
abstracta y convencional de signos.
Cuando el desarrollo cognoscitivo le permite al hombre, no
solamente explicarse sino, inducir y deducir sobre hechos
concretos, se considera capaz de recrear y dominar el mundo real
y hace política para intentar gobernarla. A este
nivel, comienza la filosofía o el estudio de las
relaciones del saber.
Sofía significa saber. Filo, relación,
vínculo; tiene su origen en la producción del
conocimiento o epistemología.
El uso del saber que el hombre alcanza por cualquier titulo es,
en primer lugar, un juicio acerca del origen o de la validez de
tal saber. Y a propósito del juicio sobre la validez del
saber se ofrecen de inmediato dos alternativas fundamentales que
establecen la distinción de dos tipos diversos y opuestos
de filosofía. La primera alternativa afirma el origen
divino del saber: éste es, para el hombre, una
revelación o un don. La segunda alternativa afirma el
origen humano del saber, considerándolo como una
adquisición o una producción del hombre. La primera
alternativa es la más antigua y frecuente en el mundo, ya
que prevalece en gran medida en las filosofías orientales.
La segunda alternativa es la surgida en Grecia, cuyo
heredero es el mundo occidental moderno.(Abbagnano, 1997:538)
Siendo la filosofía el estudio de la relación
comunicacional cognoscitiva entre el hombre y su realidad, es en
esencia entonces el estudio de la postura epistémica que
utiliza para interpretar el mundo real donde actúa.
Pareciera decirnos Abbagnano que en el mundo occidental la
primera alternativa o mundo de las ideas, no tiene un gran peso
en la formación de su pensamiento. Es innegable la
presencia de la praxis científica y la de diferentes
corrientes del pensamiento, la platonización de Aristóteles realizada por Tomás de
Aquino, mediatizó los resultados de la ciencia y
la redujo a un limitado grupo de
personas.
Para el siglo XIII la presión de
las evidencias de lo real, se intenta evitar que los nuevos
conocimientos pongan en entredicho la confiabilidad cognoscitiva
y el rol de líderes tradicionales de la conducta humana.
La interpretación de la realidad no se podía
escapar de control, causando
una anarquía total. Tomás de Aquino, religioso,
pensador e ideólogo platoniza la praxis
aristotélica, al aseverar que los descubrimientos son
verdades revelados por Dios, de esta manera, la ciencia se
mediatiza, convirtiéndose en privilegio de la academia y
de algunos pocos.
También santo Tomás difiere de Alberto Magno.
Admite dos caminos para alcanzar la verdad: uno representado por
la fe, el otro por la razón, pero el primero es de orden
sobrenatural, no está sujeto a error; el segundo, en
cambio, por su
naturaleza, puede llevarnos a juicios ilusorios o equivocados.
Por lo tanto es necesario, siempre que esto sea posible, asumir
la fe como criterio de verdad de la razón. Si las
conclusiones de la una coinciden con la de la otra, estamos
seguros de que
nuestro razonamiento ha sido exacto; si están en
desacuerdo estamos seguros que
nuestro razonamiento oculta alguna inexactitud, y por lo tanto
tenemos el deber de volver a serlo tantas veces como sea
necesario, para lograr corregir el error cometido(Geymonat,
1998;185)
Frente a este peligro que representaba una disidencia en el
área cognoscitiva se formularon soluciones
ciertamente inteligentes dentro de la corriente de pensamiento
dogmático. Se estableció que el conocimiento
develado por la ciencia
fáctica era también obra divina. Si Dios lo permite
se llega a la "verdad". De está manera, la ciencia fue
mediatizada prácticamente desde su inicio al platonizar a
Aristóteles. La ciencia adquirió un
dominio del
saber al institucionalizarse y enmarcar sus aportes dentro del
más riguroso academicismo.
Tomás de Aquino y Alberto Magno fueron los principales
ideólogos de esa concepción y lograron combinar el
sistema comprensivo de la naturaleza con la teología y la
ética
cristiana(Ginés, 1993:24)
uy poco fue el aporte de la edad media
para enriquecer el campo de las ciencias
naturales, si exceptuamos a Alberto Magno), pues la "autoridad de
los "maestros" fue siempre esgrimida como argumento de verdad y
certeza. (Ginés, 1993:52)
La educación se institucionaliza para convertirse en el
medio de socialización más efectivo. En el siglo XV
se funda la Academia de Florencia por Marsilio de Ficino y Cosme
de Médicis.
… reunió un círculo de personas que veían
la posibilidad de renovar al hombre y a su vida religiosa
mediante un retorno a las doctrinas genuinas del platonismo
antiguo… (Abbagnano, 1997:9)
La evolución histórica nos lleva a
Descartes
(1596-1650) a quien se le conoce como "el padre de la
tradición subjetivista e idealista (como Bacon lo fuera de
la objetiva y realista) en la filosofía
moderna (Durant, 1980:189) Influencia determinante en la
ciencia moderna.
Es durante el siglo XX que el desarrollo de los medios de
intervención de la naturaleza, las comunicaciones
y el conocimiento permiten que la postura epistémica
tradicional, de paso para que la praxis tome importancia en la
formación del pensamiento del hombre actual. Aunque en la
actualidad no tiene más que una tímida
manifestación en obras cinematográficas y
teatrales. En limitados círculos de investigación científica, se salen
del uso dogmático y tradicional del conocimiento y
realizan aportes, que preocupa a teóricos y filósofos, por los preceptos morales que
afecta. Ejemplo: la ingeniería
genética.
El objetivo
fundamental de la postura epistémica tradicional y el
cuerpo ideológico que transmite, es obtener una conducta
socializada entre los individuos que conforman el colectivo. A la
conducta socialmente aceptada la conocemos como Ética.
Al desarrollarse dentro de una ética social dada, el
hombre aprende y actúa de forma inconsciente a comportarse
al interior del colectivo histórico y culturalmente
determinado. Siente seguridad
mientras se mantenga dentro de estos parámetros, asume
como suyos los paradigmas
conductuales y los reproduce con su descendencia. Por lo tanto,
el proceso de reproducción cultural o de la ética,
es un mecanismo autogénico, se reproduce a sí
mismo. Otorgándole a la sociedad perpetuación
automática, hasta tanto no surja en su seno, una nueva
forma de producción, acumulación y
apropiación del excedente social. Este mecanismo de
reproducción cultural y modelador de la
conducta, asume tácitamente la postura epistemica
tradicional.
La educación juega un importante papel como
institución social en una doble dimensión. Como
agencia de capacitación, transfiere habilidades y
destrezas a los integrantes de la comunidad. Como
agencia socializadora transmite los valores,
principios y
contenido ideológico cultural histórica y
socialmente determinado. Es esencialmente conservadora, al
anteponer el conocimiento, los valores, los
principios
rectores, ideales, códigos al hombre, a la realidad.
Se ha asumido que la postura epistémica tradicional es la
única manera de interpretar el mundo real, utilizando para
ello, la enseñanza escolástica,
prevalenciendo sobre cualquier otra postura pedagógica. La
conceptualización se impone sobre la praxis. El deber ser,
sobre la realidad. La sociedad sobre el individuo.
A partir de esta concepción, los resultados obtenidos de
la acción institucional están en relación
directa con los intereses que se definen en la pugna entre los
grupos de
poder de una sociedad.
La calidad, la
cantidad, el perfil y la conducta esperada del egresado generados
por la acción educativa son un producto de la
intencionalidad de los objetivos que
se esconden en lo cotidiano, local y operativo. Se excusa en la
actividad docente, en la disponibilidad de recursos, en
cualquier pretexto fenomenológico para no juzgar ni
aceptar responsabilidades. Se reparten culpabilidades y se asume
la interpretación de la realidad como imposible de
cambiar.
Pueden ocurrir cambios de forma, mejorar situaciones puntuales de
tipo laboral, infraestructural e ideológicos, pero el
objetivo subyacente, oculto de la actividad educativa
institucional, prevalece, como también las vías de
apropiación de los excedentes sociales de
producción.
No existen, incapacidades, ni baja calidad en los
egresados, tampoco limitados recursos, malos
profesores, pero si la intención de utilizarlos como
excusas para esconder la intencionalidad de dominación del
pensamiento.
No pretendemos establecer responsabilidades, pues la
dinámica autogenica de la sociedad impone una conducta que
se reproduce por sí misma, pero si conocer los
límites entre los cuales actúa la educación
para ofrecer posibilidades reales de utilización al
pragmatismo y
a la praxis social como epistémia validad para interpretar
e intervenir la realidad que nos constriñe.