La guerra
encubierta de Estados Unidos en
Chile
- "La segunda
Cuba" - El resurgimiento de
Allende - El fracaso de la
UP - Pinochet, una marioneta de Estados
Unidos
"La causa de la paz requiere que todas las naciones
libres reconozcan realidades innegables. En el siglo XX algunos
países trataron de apaciguar a dictadores criminales,
cuyas amenazas crecieron hasta convertirse en genocidios y
guerras
mundiales. En este siglo, cuando hombres malvados complotan el
terrorismo
químico, biológico y nuclear, la política del
apaciguamiento puede provocar un tipo de destrucción
nunca antes vista en la
tierra.(…) Las naciones libres tienen el deber de
defender a nuestros pueblos uniéndose contra los
violentos. Ese es el futuro que hemos elegido. Buenas noches, y
que Dios siga bendiciendo a Norteamérica."
Fragmento del discurso
con el que George W. Bush dio un ultimátum a Irak antes
de ir a la guerra
Hoy en día, resulta muy familiar prender el
televisor y ver en el canal de noticias a un funcionario
estadounidense frente a un podium dando un discurso a la comunidad
mundial, tratando de justificar las últimas intervenciones
armadas en países como Afganistán, Somalia y,
recientemente, Irak. ¿Qué tan trilladas pueden
sonar esas frases en las que los Estado Unidos
aluden a la paz, a la justicia y la
verdad? ¿Qué tan creíble es la
posición de Estados Unidos como un país protector,
justo y comprometido a ayudar a los países más
débiles?.
Sin duda alguna la historia nos cuenta una
versión que dista mucho de la imagen que este
país siempre ha buscado reflejar a través de sus
discursos.
Detrás del aparente compromiso que tiene Estados Unidos
con la paz y el desarrollo
mundial, hay intereses ocultos que lo han llevado a entrometerse
en los asuntos políticos, económicos y militares de
muchas naciones, al grado de provocar verdaderos conflicto
sociales. La máquina de la política exterior
norteamericana ha sido lubricada por la necesidad de servir a
imperativos como la permanencia de un mundo seguro para las
corporaciones norteamericanas, la prevención de la
emergencia de cualquier sociedad
susceptible de representar un ejemplo exitoso de modelo
alternativo al capitalista y la extensión de la
hegemonía política y económica sobre el
área más amplia que sea posible. Todo esto en
nombre de una supuesta cruzada moral contra
una conspiración internacional comunista.
Estados Unidos ha efectuado intervenciones en un gran
número de países, destacando entre ellas las
siguientes:
China (1945-1949):
Estados Unidos intervino en la guerra civil al lado de
Chiang Kai-shek en contra de los comunistas.
Italia (1947-1948):
Estados Unidos interfiere en las elecciones para evitar
que el Partido Comunista llegue al poder
legalmente con el fin declarado de "salvar la democracia" en
Italia.
Grecia (1947-1949):
Estados Unidos interviene en la guerra civil tomando el
lado de los neofascistas en contra de la izquierda griega. Los
neofascistas ganan e instauran un régimen sumamente
brutal, para el cual la CIA crea una nueva agencia de seguridad interna
(KYA).
Irán (1953):
El Primer ministro Mossadegh es derrotado en una
operación conjunta entre Estados Unidos e Inglaterra debido
a que encabezaba un movimiento
para nacionalizar una compañía petrolera
británica, la única compañía
petrolera que operaba en Irán. El golpe da inicio a un
periodo de 25 años en los que se restaura la propiedad
extranjera de la industria
petrolera, concediéndose a los británicos y los
estadounidenses el 40% respectivamente y a otras naciones el 20 %
restante.
Guatemala (1953-1990s):
Un golpe de Estado
organizado por la CIA derroca al gobierno
democrático y progresista de Jacobo Arbenz dando paso a 40
años de escuadrones de la muerte,
torturas, desapariciones y ejecuciones masivas con un saldo de
más de cien mil víctimas.
Bahía de los Cochinos – Cuba
(1961):
La CIA organizó el desembarco de 1500 exiliados
cubanos con misión de
derrocar a Fidel Castro. La invasión, financiada y
dirigida por Estados Unidos, fue derrotada en 48 horas y
constituyó el más sonado fracaso del
intervencionismo estadounidense en Latinoamérica en el siglo XX.
Brasil (1961-1964):
El presidente Joao Goulart, quien adoptó una
posición independiente en política externa
estableciendo relaciones con los países socialistas,
aprobó una ley que limitaba
el monto de ganancias repatriadas por las empresas
multinacionales y nacionalizó una subsidiaria de la ITT,
fue derrocado en 1964 por un golpe militar en el que Estados
Unidos tuvo una cobertura e involucramiento profundos. Durante
los siguientes 15 años Brasil
rompió relaciones con Cuba y se convirtió en uno de
los mejores aliados de Estados Unidos en América
Latina.
República Dominicana (1965):
El presidente estadounidense en ese momento, Lyndon B.
Johnson, envió un contingente de 30000 marines para frenar
una rebelión que intentaba entregar el poder a Juan Bosch,
ganador de las elecciones, pero considerado "comunista" por
Estados Unidos.
Indonesia (1965):
Operación de comando. Un millón de
personas muere en un golpe militar apoyado por la CIA.
Iraq (1990-?):
Estados Unidos participa en la Operación
Tormenta del Desierto.
Afganistán (2001):
Movilización masiva de Estados Unidos para atacar
al régimen talibán. En respuesta a los atentados
del 11 de septiembre en Washington y Nueva York, EEUU
lideró una coalición internacional que atacó
Afganistán, donde se creía que estaba oculto el
líder
terrorista Osama Bin Laden.
Entre los casos más representativos de
intervención económica, política y militar
por parte de Estados Unidos en Latinoamérica, está
el que se vivió en Chile durante
más de 30 años. La intervención
Estadounidense en este país representó para los
chilenos muchos años de incertidumbre y represión
que tuvieron su punta de lanza en el ascenso de Augusto Pinochet
a la presidencia.
Desde los inicios del siglo pasado, Chile ha sido un
país muy importante tanto en Latinoamérica como el
mundo entero debido a que su industria minera,
específicamente la del cobre, ha
causado un gran impacto económico a nivel
internacional.
A partir de la Independencia
de 1918 Chile se había caracterizado por ser un
país regido por los principios
democráticos. La democracia de este país se
corrompió con la intervención estadounidense, el
derrocamiento y la muerte del
presidente Salvador Allende y el golpe de Estado liderado por
Augusto Pinochet.
En 1823 la Doctrina Monroe se proclamó como una
política unilateral de los Estados Unidos dirigida a modo
de aviso a las potencias europeas para que no interfirieran en
los asuntos políticos internos de este hemisferio.
Así, Estados Unidos se convirtió en el país
que impondría el ritmo del desarrollo en el continente
Americano.
Cuando Fidel Castro tomó el poder en Cuba y
externó su tendencia socialista, los Estados Unidos vieron
en él un fuerte obstáculo para la política
de cooperación económica y destrucción de
fronteras en el Continente, ya que este nuevo gobernante
amenazaba con llevar a Latinoamérica a una revolución
socialista de privatización de industrias y
bloqueo de alianzas económicas que afectaría los
intereses norteamericanos. El presidente estadounidense
temía que así como Castro, surgieran en
Latinoamérica otros personajes que trataran de impedir el
desarrollo de sus intereses.
A finales de los años 60’s, Salvador
Allende se postuló, después de haber sido derrotado
en tres ocasiones, como candidato del nuevo partido de izquierda
constituido por socialistas y comunistas, llamado Unión
Popular (UP), para las elecciones presidenciales de 1970 en
Chile. Todo parecía indicar que Allende sería
vencido una vez más, ahora por el expresidente Alessandri,
sin embargo, las cosas tomaron un rumbo sorpresivo y Allende
resultó ganador con una diferencia de 40,000
votos.
Ante el inminente triunfo socialista, la extrema derecha
chilena, apoyada por el gobierno de los Estados Unidos,
comenzó a perpetrar actos terroristas colocando bombas en plazas
públicas, pero todos sus intentos fueron bloqueados por
las fuerzas militares que apoyaban a Allende. Surgieron entonces
militares como Viaux que estaban planeando un golpe de Estado
para impedir que Allende tomara la silla presidencial. Los
grupos
opositores eran incentivados y abastecidos con armas de la
CIA.
Las acciones
desarrolladas eran una señal para Allende del trato que
recibiría de la
administración de Richard Nixon, quien temía la
aparición de una segunda Cuba. En 1970, cuando Allende
estaba a punto de tomar la presidencia chilena, Nixon
ordenó a la CIA que hiciera todo lo posible para impedir
que esto ocurriera. Se planeó un golpe de Estado y en un
intento fallido se asesinó al general Schneider, quien
estaba en la cabeza del ejército. Allende supo que la
amenaza directa estaba detrás de él.
Tanto la industria extranjera como las empresas chilenas
asociadas con los Estados Unidos, reaccionaron con la idea de
provocar una crisis
económica interna para hacer que el Congreso reconsiderara
su postura con respecto a las propuestas socialistas de Allende.
El Banco Mundial
y todos los bancos oficiales
y privados suspendieron los prestamos a Chile, excepto, los
destinados a gastos militares.
El canciller estadounidense Henry Kissinger justificó la
política intervensionista de Estados Unidos diciendo "No
veo por qué tendríamos que quedarnos de brazos
cruzados, contemplando como un país se hace comunista
debido a la irresponsabilidad de su pueblo".
"Nacionalizando el cobre dejaremos de ser
pobres."
Eslogan del Partido Comunista en la
campaña presidencial de 1969
Una de las primeras acciones que llevó a cabo
Allende durante su mandato, y que se tachó como comunista,
fue la introducción de una enmienda constitucional
para nacionalizar la Gran Minería
que pertenecía a empresarios extranjeros. Allende
afirmó en varias ocasiones que el hecho de que la
industria minera perteneciera a manos extranjeras era causa de la
primitiva agricultura,
el desempleo, los
bajos salarios,
la pobreza y
el retraso del país. Los más de 120 millones de
dólares que generaba al año la Gran Minería
debían beneficiar al pueblo.
Como era de esperarse, Estados Unidos saboteo la
producción minera en Chile al negar el
acceso a la nueva maquinaria y los repuestos norteamericanos.
Esta acción generó que la nacionalización de
las minas no fuera tan benéfica para el pueblo chileno
como se esperaba. Se generaron fuertes problemas con
los sindicatos
obreros debido a que el nuevo gobierno no podía cumplir
las concesiones a las que estaban acostumbrados. Los obreros se
declararon en huelga ochenta
y cuatro veces en un solo año.
A pesar de los problemas, durante el gobierno de
Allende, Chile pudo recuperar el cobre, el hierro, el
salitre, los bancos, el comercio exterior
y los monopolios industriales. Este país controlaba ya la
industria petrolífera, los ferrocarriles y la línea
aérea nacional, y era dueño parcial de varias
compañías manufactureras que controlaban el 40% de
la producción nacional.
Allende prometió hacer un reajuste de salarios
para proteger al consumidor de la
inflación, tan sólo en su primer año de
mandato, los salarios aumentaron en un 55%, los obreros y
empleados recibieron aumentos, hubo una mejora en los servicios de
salud, vivienda,
educación
y seguridad.
En cuando a la situación del campo, Allende
aplicó una reforma
agraria con la que los campesinos, con su propio poder de
decisión, ocuparon un territorio que superaba las cuarenta
hectáreas, establecieron consejos rurales encargados de
poner las tierras, los medios de
producción, las condiciones de vida y los problemas
sociales bajo el control de los
propios trabajadores. Lógicamente los grandes
terratenientes vieron este cambio con
gran descontento, ya que fueron expulsados de las tierras que
antes les pertenecían.
El discreto progreso dado durante el gobierno de
Allende, ocultaba una presión
inflacionaria muy fuerte. En 1972, los productores nacionales se
vieron en la necesidad de comprar la materia prima
a precios muy
altos. La Moneda usó sus reservar para subsidiar las
importaciones
para el consumidor, sin embargo, con la baja de exportaciones
estas reservar menguaron en un 90%. A la larga, para el gobierno
resultaría imposible seguir subsidiando la economía de la
población.
Para conseguir fondos, el gobierno pidió
prestamos al extranjero, pero como Estados Unidos había
vetado las solicitudes chilenas a los bancos internacionales, se
empeoró la situación económica del
país que sólo contó con prestamos por parte
de China y la
URSS.
Los empresarios extranjeros paralizaron la industria y
se negaron a abastecer de alimentos al
país. El pueblo chileno tuvo como única
posibilidad, la entrada al mercado negro
para conseguir los productos
necesarios para su sustento. La prensa y el
congreso optaron por ponerse en contra del presidente Allende y
llamaron al pueblo y a las fuerzas militares a poner un alto a la
tiranía roja.
Mientras tanto, desde el horizonte se veían venir
los buques de guerra de los Estados Unidos hacia las costas
chilenas. Fue entonces, cuando ocurrió el golpe de Estado
tan anunciado desde mucho tiempo
atrás.
Los generales opositores exigieron la renuncia de
Allende, le ofrecieron los medios para que saliera del
país definitivamente antes de que el Palacio de la Moneda
fuera bombardeado, pero el presidente se negó a abandonar
su puesto y tal como se había anunciado, el Palacio fue
bombardeado por tierra y
aire. Allende
decidió suicidarse con un balazo en la cabeza.
El incendio de La Moneda y el suicidio del
presidente Allende, un personaje querido y respetado por la
mayoría pueblo chileno, fueron parte de la peor desgracia
ocurrida en la historia moderna de Chile.
Pinochet, una marioneta
de Estados Unidos
¿Quién fue Augusto Pinochet, o que
papel
jugó en la historia del pueblo Chileno?. La respuesta a
esta pregunta se divide en varias opiniones. Hay quienes
consideran que este hombre
representó para Chile la salvación al gobierno de
Allende, pero para la mayoría, el General Augusto Pinochet
es el protagonista de uno de los episodios mas obscuros en la
vida del pueblo chileno.
En tiempos de plena guerra
fría Pinochet era un títere del gobierno
estadounidense encargado de acabar con los ideales socialistas
que estaban esparciéndose por toda América
Latina. Ningún chileno imaginaba lo que
vendría después del desastroso día en que
Salvador Allende fue derrocado. "El once", como se refieren los
chilenos al 11 de septiembre de 1973, fue un parte aguas en la
historia chilena. Las fotografías del Palacio de la Moneda
incendiándose, dieron la vuelta al mundo como las imágenes
de las Torres Gemelas derrumbándose el 11 de septiembre
del 2001.
Con el golpe de Estado llegó al poder Augusto
Pinochet, un profesor de Geopolítica formado en la Escuela de las
Américas en Panamá.
Pinochet tenía la orden directa del gobierno
estadounidense de acabar con cualquier fuerza
socialista dentro de Chile. Desde el principio ejerció un
poder autoritario, durante su mandato se reprimió hasta la
mas mínima manifestación, se negó por
completo la libertad de
expresión, se dieron innumerables casos de presos
políticos y torturados, cerca de 4000 opositores
desaparecieron o murieron asesinados. Chile se
convirtió en un pueblo totalmente oprimido por el
ejército en donde cualquier intento de protesta era
reprimido con golpes o con la misma muerte.
Una vez que Pinochet se afincó en el poder,
Estados Unidos volvió a "abrir" la llave de la
economía e inundó el país de capital. Otras
potencias hicieron lo mismo. Pinochet puso en marcha la
privatización y otras medidas imperialistas. Las acciones
que llevó a cabo para reformar la estructura
económica y política del país dejaron muy
claro que el presidente estaba sirviendo a los intereses de los
Estados Unidos.
Una de estas acciones fue el freno que puso a la reforma
agraria dada en el gobierno de Salvador Allende. Se
organizó la devolución de las fincas expropiadas a
los antiguos latifundistas, la redistribución de tierras
implicaba que todos los campesinos del país tenían
que contentarse con un poco más de veinte hectáreas
de terreno, los latifundistas se vieron beneficiados con las
reformas, pero en cambio, los campesinos más pobres
sufrieron la falta de recursos para
abastecerse de las materias primas que les permitieran seguir
cultivando ya que los precios a los que vendían sus
productos eran muy bajos. A esto se le suma la falta de abono
provocada porque México se
negó a vendérselo al gobierno de Pinochet. Los
campesinos reaccionaron negándose a dar sus tierras a los
latifundistas, quemaron sus coceas y sólo cedieron con la
llegada de las fuerzas armadas que en algunas regiones mataron a
los campesinos a sangre
fría usando helicópteros para ametrallar a la gente
desde el cielo. Murieron los cinco dirigentes sindicales del
campesinado, Pinochet cerró aún más las
puertas a los pequeños productores por que
desconoció los créditos que Allende dio en la reforma
agraria. Esto hizo que los campesinos se endeudaran de por
vida.
Surgió una gran represión en la enseñanza porque el gobierno consideraba
que las escuelas eran un foco de propagación del
cáncer Marxista. El gobierno de Pinochet llevó a
cabo acciones entre las que estuvieron el arresto y
ejecución de centenares de estudiantes y profesores; el
cierre de varias facultades que enseñaban disciplinas
"peligrosas" como la sicología, la pedagogía y el periodismo; la
llegada de rectores militares a las universidades. Se catalogaba
a los estudiantes según el comportamiento
político de sus familias. Por lo general, acudían a
la Universidad
sólo los hijos de los burgueses y las personas que
mostraban un buen comportamiento político.
Se bloqueo la investigación científica en las
universidades nacionales, la nueva política era ligarse
totalmente al imperialismo
extranjero. La nueva tecnología y las
maquinarias eran importadas de Estados Unidos, las investigaciones
ahora estaban a cargo de investigadores norteamericanos que
trabajaban desde su país. Se dio una fuerte fuga de
cerebros.
Pinochet dio muchas facilidades a los inversionistas
extranjeros. Publicó el estatuto del inversor extranjero,
en el cual, daba a los capitalistas muchas garantías si
invertían en Chile (facilidades tanto fiscales como
económicas) y ofrecía una mano de obra
excepcionalmente barata y disciplinada (los trabajadores eran muy
pacíficos ante la amenaza de las
ametralladoras).
En los años 70 el gobierno de Pinochet
participó en la Operación Cóndor con
Argentina,
Bolivia,
Brasil, Paraguay y
Uruguay.
Ésta fue una operación para torturar, secuestrar y
asesinar a cientos y probablemente miles de latinoamericanos que
se oponían a sus gobiernos. Estados Unidos aportó
dinero y
tecnología para la represión que llevaron a cabo
esos gobiernos. La CIA se encargó de la logística y de coordinar las diferentes
agencias de espionaje, suministró equipo de tortura y
enseñó a aplicar choques durante los
interrogatorios (por ejemplo, cuántos voltios
podían resistir los presos).
Estos son tan sólo algunos ejemplos de la
difícil situación impuesta por el gobierno
autoritario de Augusto Pinochet que puso en primer lugar la
defensa de los intereses extranjeros. Pinochet fue un hombre
totalmente manipulado por los intereses de un país
capitalista, ese mismo hombre hoy en día es juzgado por
las Cortes Internacionales como responsable de crímenes en
contra de la humanidad. Millones de Chilenos que perdieron su
familia y su
estabilidad esperan que se haga justicia.
Es bien sabido que Estados Unidos dirigió,
planeó y ejecutó hasta los detalles del golpe de
1973; es uno de los crímenes imperialistas mejor
documentados. Estados Unidos, una Nación
que se ha autoproclamado la defensora de la paz, la libertad y la
justicia, tiene muchas cuentas
pendientes con la Nación Chilena, la cuenta de miles de
vidas truncadas, vidas destrozadas por la constante presencia de
las torturas físicas y psicológicas, vidas
paralizadas por la represión de una de las más
grandes dictaduras de la historia.
Estados Unidos es el único país que
defiende al mundo de los dictadores y al mismo tiempo los crea en
sus Servicios Estratégicos, es el único que lucha
por la paz causando muerte y destrucción. Basta con
preguntar a las madres de desaparecidos en Chile, a los niños
mutilados por los bombardeos en Afganistán o a todos los
huérfanos en Irak que, de un día para otro, lo
perdieron todo en una guerra que ellos no pidieron.
Podemos ver a diario en los noticieros estas
imágenes de pueblos invadidos y destruidos, podemos
preguntarnos una y otra vez que precio tiene
que pagar un país para vivir en paz, podemos en un futuro
llegar a convertirnos en los enemigos de esta Nación y ser
afectados pero, sin duda alguna, pase lo que pase todo se
justificará diciendo "God bless America."
- Katz Claude, Chile bajo Pinochet, Edit. Anagrama,
España 1975. - Collier Simon, Historia de Chile, Edit. Cambridge,
España 1998. - Witker Alejandro. Prisión en Chile. Fondo De
Cultura
Económica. México D.F. - http://www.stormpages.com/marting/eduardorec.htm
http://eltiempo.terra.com.co/PROYECTOS/irak/historirak/historia/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-1024549.html- http://www.creatividadfeminista.org/afganistan/intervenciones_usa.htm
Artículo creado por:
Karla Mariana Guerrero Flores
Rebeca Isabel Martínez
Jiménez
Estudiantes de Ciencias de
la
Comunicación . ITESM Campus Toluca