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Enviado por suronosur



    Indice
    1.
    Fundamentación del tema a tratar

    2. Hacia un paradigma
    crítico

    3. Trabajo de Campo
    4. Estrategias metodológicas y
    situaciones de aplicación

    5. La Evaluación
    Formativa

    6. Conclusión: Meta-
    evaluación

    7. Bibliografía

    1. Fundamentación del
    tema a tratar

    " No me llenen la cabeza, no quiero que me hagan
    esto.
    No quiero que me abomben con fechas de la historia de la
    filosofía y de nombres de filósofos. No soy un envase.
    ¡ Paren un poco!. Yo necesito tiempo.
    No me llenen la cabeza con chorros de datos
    insípidos, lavados, sin nada sólido que, así
    como me entra se va.
    Quiero descubrir por mi mismo. Experimentar, comparar,
    pensar.
    Porque solo así confío y reconozco mi propio
    esfuerzo.
    No quiero escupir como un loro "cosas" que no entiendo o no me
    interesan. ¡ Déjenme preguntar, dudar,
    disentir!.
    Déjenme encontrar mis propias verdades, elegir,
    proponer…
    ¡ Basta , no quiero que me rieguen, soy más que una
    planta!."
    Los locos y los niños
    dicen siempre la verdad,
    Por eso a los locos los encierran y a los niños
    los educan…
    En cada situación educativa no nos es posible ni deseable
    evaluar todo;
    es indispensable elegir qué evaluar, y cómo
    hacerlo.

    ¿Evaluamos para educar o educamos para
    evaluar?
    Introducción
    Nuestro sistema
    educativo, se rige por el paradigma
    positivista, donde "la educación es un
    proceso de
    modificación de los patrones de conducta de las
    personas", dicha conducta es
    observable y los resultados son tan medibles como moldeables por
    reforzamientos. Esta es una contemplación
    antropológica y psicológicamente conductista. Se
    busca crear, según esta concepción una sociedad
    tendencialmente homogénea e igualitaria, buscando la
    superación de la marginalidad
    social. Dentro de éste contexto el individuo es tomado
    como un ser abstracto, ahistórico, apolítico, donde
    todas las producciones racionales que se captan, forman parte de
    un sistema de reglas
    que le son ajenas y mediante la práctica las va asimilando
    y adquiriendo como propias. Este paradigma
    predominante esta totalmente internalizado socialmente.
    Aquí, nos surge la pregunta, ¿Cómo la
    escuela realiza
    esta tarea?. La escuela es
    erigida en el gran instrumento para convertir a los
    súbditos en ciudadanos, esto es "redimiendo a los hombres
    de su doble pecado histórico: la ignorancia, miseria
    total; la opresión, miseria política".
    7En esta perspectiva, unidireccional, se visualiza al profesor
    como el portador de todo el
    conocimiento, él es "dueño y señor de la
    verdad", él es siempre quién educa, quién
    disciplina,
    quién habla, es el que escoge el contenido de los programas, el
    educando pasivo es el que recepciona los contenidos en forma de
    depósito. El educador es el sujeto mientras que el
    educando, tan solo su objeto de evaluación. Este sujeto esta completamente
    adaptado y, lo que es mas grave, desfigurado totalmente de su
    condición humana. Plantea que su conciencia es
    algo especializado, vacío, que "va siendo llenado por
    pedazos de mundos digeridos por otro", con cuyos residuos
    pretende crear contenidos de conciencia.

    Compartiendo el planteo de Oviedo, discrepamos de la
    propuesta tecnicista de la educación que se
    utiliza en la evaluación
    del aprendizaje. Esta
    actividad no debe ser fundamentalmente técnica, como
    tampoco debe ser llevada a través de departamentos
    especiales que cuenten con "expertos" en el tema.
    "…Consideramos improcedente y absurdo que la
    valoración de cualquier acción educativa se realice
    a través de personas extrañas a la vivencia directa
    de la experiencia educativa".

    Nuestra preocupación radica en lo siguiente: para
    lograr una evaluación significativa y profunda, es
    necesario adoptar una metodología participativa, tomando a la
    evaluación como un proceso donde
    los verdaderos involucrados asuman el rol de sujetos y objetos
    alternativamente de la evaluación.

    Este año en nuestra práctica, hemos
    constatado la terminología análoga que utilizan los
    alumnos al referirse a la instancia del examen o de las
    asignaturas que cursa: sus términos significan
    invariablemente a algo que va de adentro hacia fuera. Se
    preguntan entre sí: ¿Qué vas a dar? o
    ¿ de qué te libraste?, ¿Qué materia vas a
    sacarte de arriba, primero?. Nunca se refieren a algo que entre
    sino que siempre a algo que sale: esto sucede, como lo afirmo Vaz
    Ferreira, por un hecho de muy importante alcance: la inmensa
    diferencia que existe entre estudiar para saber y estudiar para
    mostrar que se sabe en un examen.

    Una de las problemáticas que nos planteamos en el
    transcurso de nuestra práctica, es si existe la forma de
    prescindir de los habituales métodos
    arbitrarios(así como lo expresa Díaz Barriga), en
    donde el examen se transforma en relaciones de poder en
    saber, viéndose en ellas involucrados problemas
    sociales. Siendo un modelo en el
    que parece suficiente el trasmitir para aprender. Nuestra
    dificultad es cómo lograr que el estudiante se interese
    por la asignatura, que ella le provoque la "actitud
    sospechosa" jasperiana y todas las revisiones de las afirmaciones
    dogmáticas que se van adquiriendo en el transcurso de toda
    la existencia humana, que puedan relacionar lo tratado en clase
    con las aplicaciones de ésta en su vida personal.
    ¿Cómo es posible que suceda esto
    espontáneamente, sin tener que estar provocando el
    interés
    utilizando como instrumento de poder la
    acreditación, lo cual esta arraigado en la forma de
    concebir el hecho educativo. ¿Podremos motivarlos, solo
    apelando a la enseñanza de nuestra materia?,
    ¿Qué rol juega la evaluación en nuestro
    cometido?.

    La evaluación sería para este paradigma
    solo una medición, esto es una comparación de
    logros y resultados, con los objetivos
    determinados a priori por el profesor, que guían el acto
    educativo. Este referente es una unidad de medida, que
    corresponde al paradigma cuantitativo y que se limita a comparar
    los resultados con tal patrón; no tomando en cuenta todas
    las potencialidades que el sujeto pueda ir desarrollando en su
    propio proceso de aprendizaje, y
    por medio de la misma evaluación.

    El protagonista de la realización de la
    evaluación es siempre el profesor, es sujeto de
    evaluación siendo externo al alumno, que es el
    único objeto a juzgar, sin darle importancia a sus
    perspectivas, condiciones contextualmente económicas y
    socio- culturales. El docente es un investigador que se limita a
    verificar sus hipótesis. Y la evaluación aparece
    externa y selectivamente, como poder y control del
    sujeto, que como ya dijimos es considerado como un objeto. El
    intelecto es factor cuantificable por el "Testing" o
    Psicometría, técnica perfectible, predictiva, en
    apariencia "neutra" donde su decadencia no cuestiona su
    "validez", seguridad ni su
    variada causalidad.

    Mas allá de todos los progresos en la metodología y en las técnicas
    de realización evaluativa y de los nuevos conocimientos en
    materia de aprendizaje, la evaluación sigue estando al
    favor de la reproducción.

    A nuestro entender, tiene que existir un punto
    intermedio entre el examen como lo decía Conmenio, y lo
    que sucedió en Oxford al utilizar la calificación
    como una facilidad metodológica, y reforzadora:
    positiva(premio) y negativa(castigo).

    Nosotras pensamos que el exámen puede ser un
    ámbito donde se aprenda, no solo donde se demuestra que se
    sabe mediante el discurso. Para
    Conmenio, la reprobación sería una forma de
    castigo… inevitable, aunque para nosotras, ésta
    también es una manera de aprender y mejorar, porque no se
    trata de plantear un examen a "la ligera" sino que su planificación exige todo un trabajo previo,
    buscando que en su misma realización, se produzca un
    intercambio y un crecimiento integral. El examen debería
    estar íntimamente relacionado al método
    para que no se produzca un desligamiento del aprendizaje, esto
    es, que no se vean concentrados los esfuerzos solamente en
    función
    de la prueba, y así, que la adaptación de planes y
    planificaciones, busque mejorar los resultados perseguidos. No
    contempla, en cambio, los
    problemas
    implícitos, solo se hace hincapié en la
    obligación de aprender información para reproducirla y así
    obtener "buenos" resultados o "buenas" notas. El exámen
    como método de
    evaluación concebido de ésta forma, presenta al
    educador como el interpelante, muchas veces pareciéndose a
    un juez, donde el que tiene el poder y el saber indiscutible y
    "coherente", alejándose así de la visión del
    acto educativo como proceso educación-
    aprendizaje, y del momento del examen como situación
    reflexiva de aportes mutuos.

    2. Hacia un paradigma
    crítico

    "Como forma de razonamiento la categoría dialéctica de totalidad permite a los educadores, no solo agudizar el sentido crítico de sus interpretaciones, sino descubrir

    formas nuevas de actuar en el mundo; Ayuda a profesores
    y alumnos a vincular el conocimiento a
    intereses normativos concretos, con marcos de referencia
    específico".
    Es importante desvelar las pautas de conocimiento y
    las condiciones sociales que influyen en nuestra actividad
    práctica. La concepción de la realidad social
    propia de la Ciencia
    crítica supone redefinir la idea de sistema y las
    relaciones entre sistemas.
    Mientras que el paradigma empírico- analítico
    considera que los sistemas son
    conjuntos
    independientes de variables, los
    críticos procuran comprender sus relaciones correlativas y
    concebible desde la idea de totalidad. Al igual que acontece en
    las ciencia
    simbólicas los sistemas no se consideran aisladamente,
    sino en su relación con otros aspectos de la sociedad que
    afectan a su forma. Se precisa una visión de la dinámica de la totalidad, con sus
    cuestiones y contradicciones, para que en los individuos florezca
    un sentido mas adecuado acerca de cómo intervenir en las
    estructuras
    institucionales y dar forma a sus actividades
    prácticas.

    "En ésta perspectiva, la función de
    evaluar distribuye el poder en gestión
    participativa y democrática de los aprendices, en
    decisiones que le afectan, delegando responsabilidad y compromiso a fin de autoregular
    su proceso. Construye y comparte criterios, claridad en metas y
    recursos
    iluminando los progresos; en condiciones de valorar lo alcanzado,
    estimar que falta y como superarlo. Evaluación interna en
    sus formas auto, co y mutua evaluación consigo, el docente
    y los compañeros"

    El docente como investigador
    Una de las cualidades principales del ser humano es su
    racionalidad. La inteligencia
    apetece conocer el mundo que le rodea y llega a respuestas que el
    mismo construye.

    Esta búsqueda nunca termina…la
    razón nunca se da por satisfecha, ya que siempre esta
    problematizando su entorno…¿qué hay de su
    mundo interior, qué de su necesidad sospechosa…?.
    Aunque parezca un desvío, no es así, como docentes
    tenemos bajo nuestra responsabilidad la formación integral de un
    grupo de
    personas, por lo que no es caprichoso sostener la necesidad de
    que tengamos una buena formación integral, ya que nadie
    puede dar lo que no posee, ni tampoco recibir abiertamente lo
    aportado por el grupo. Todos
    sabemos que en un aula puede darse la posibilidad de hablar de
    los más diversos temas de la vida, y esto exige una buena
    preparación personal, que
    deberá ir acompañada de una experiencia de vida
    como profesional. Por lo tanto, podemos concluir que, saber mucho
    sobre la asignatura no basta para ser un buen docente, aunque
    esto no significa caer en la mediocridad en nuestros
    conocimientos específicos como en su transmisión.
    Nuestra brillantez profesional debería ser directamente
    proporcional a nuestra brillantez humana.

    Así, enseñar, debe ser tomado como un
    medio mas a través del cual podamos crecer, desarrollarnos
    y cooperar para que otros lo hagan. Cuando en lugar de esto, lo
    que hace la docencia, concebida desde el paradigma positivista,
    es encerrarnos en ella misma, provocando un estancamiento o
    retroceso humano, entonces lo que ha ocurrido es que no hemos
    podido manejar la parte esencial que ocupa, su función, su
    relevante trascendencia.

    Nos adherimos a la concepción de rol docente,
    como investigador, por ser parte de un proceso reflexivo que
    detecta, cuestiona e intenta librarse de los impedimentos que no
    hace posible el logro de los fines.
    La
    comunicación en todas sus formas es imprescindible en
    la formulación del Currículo, ya que aspiramos a que se de la
    metacognición, o sea un aprendizaje orientado a la
    autonomía y sustentado en la cooperación con una
    evaluación formadora y autorregulada.
    El alumno no es el único protagonista en el proceso de
    aprendizaje, no consideramos que la actividad directa e inmediata
    del alumno sobre el objeto de conocimiento, sea la única
    fuente válida de aprendizaje, ni tampoco que cualquier
    intento del docente de trasmitir un conocimiento estructurado
    este condenado al fracaso o a producir un aprendizaje
    incesantemente repetitivo.

    Consideramos que la actividad autoestructurante del
    alumno es un factor fundamental, pero el sólo no es
    determinante del aprendizaje. El profesor no ocupa, como dijimos,
    un lugar secundario en el proceso de construcción del conocimiento, ya que los
    procesos de
    enseñanza- aprendizaje son, en esencia,
    procesos
    interactivos con tres direcciones: I)El alumno que esta llevando
    a cabo un aprendizaje; II) El objeto u objetos de conocimiento
    que constituyen el contenido del aprendizaje; III) el profesor
    que actúa, es decir, que enseña con el fin de
    favorecer el aprendizaje de
    los alumnos.

    El aprendizaje no se entiende ni se explica
    únicamente como el resultado de una serie de "encuentros"
    felices entre el alumno y el contenido del aprendizaje; se deben
    tener en cuenta las actuaciones del profesor que es el encargado
    de planificar estos "encuentros", realizando un papel de
    mediador. Estamos hablando de una actividad articulada y conjunta
    del alumno y del profesor en torno a la
    realización de las tareas educativas. "…la
    actividad autoestructurante del alumno se genera , toma cuerpo y
    discurre no como una actividad individual, sino como parte
    integrante de una actividad interpersonal que la
    incluye".

    Así, le atribuimos una gran importancia a la
    actividad autoestructurante del alumno y postulamos al mismo
    tiempo, que
    depende del modo de interacción que se establece entre el
    profesor y el alumno. Reaccionamos a favor de la postura
    cognitivista que rechaza la falaz idea que visualiza al ser
    humano como un molde que puede ser dirigido desde el exterior. Y
    en la cual se concede poca importancia a los procesos
    interactivos.

    Entendemos el aprendizaje
    como un proceso mas que como un resultado, la problemática
    evaluativa radica en el significado que le demos a éste
    concepto, del
    cual se derivarán las demás concepciones que se
    hallan involucradas en el acto educativo.

    Aunque no lo veamos como un resultado, todo aprendizaje
    consiste en una serie de acciones que
    se orientan hacia determinados fines, que involucran a la
    totalidad de la persona humana,
    reacciones simbólicas y sentimentales del ser humano ante
    estímulos externos e internos, mientras se produce su
    adaptación al medio.

    Una persona aprende
    cuando se plantea dudas, formula hipótesis, etc.,
    esto es cuando se producen modificaciones, reestructuraciones en
    su "conducta", pero, ¿cómo podemos definir
    éste término?. Las respuestas a dicha pregunta
    dependerá de la teoría
    psicológica en que ellas se sustenten. Como dice Bleger,
    la conducta es molar, con la cual el individuo se expresa en todo
    momento como un todo integrado ( mente, cuerpo y mundo externo).
    En éste contexto tenemos que ser conscientes de que no es
    posible captar una manifestación total del aprendizaje,
    dado lo complejo de éste proceso mental. La mencionada
    transformación ( la reconceptuación del
    aprendizaje) maximiza el concepto mismo de
    evaluación, donde se piensa que el profesor antes de
    seleccionar la estrategia
    metodológica y las técnicas
    para una acción evaluativa, precisa necesariamente
    formularse cuestionamientos acerca de la naturaleza del
    objeto de estudio de evaluación: el
    aprendizaje.

    De éste modo, es fundamental que se comprenda al
    alumno en su totalidad, que se conciba el aprendizaje como un
    proceso y, sobretodo, que parta del reconocimiento de lo que es
    el ser humano: una entidad compleja. Lo mismo ocurre con las
    características del concepto: conocimiento;
    el cual posee una estructura,
    una organicidad y una dimensión social, nunca se lo puede
    considerar aislado y descontextualizado; por eso es que en las
    prácticas pedagógicas cotidianas se fragmenta,
    pierde su esencia y significado para el alumno.

    A nuestro entender, un concepto de particular
    importancia es el de aprendizaje grupal, ya que es una
    interesante estrategia
    metodológica para llevar a cabo en los procesos de
    evaluación. Éste será un medio en el que se
    podrá ver las contradicciones que se hallan involucradas
    en el mismo acto de conocer, y cuál es la naturaleza de
    esos conflictos,
    que trae aparejado dicho acto, formando parte del aprendizaje.
    Por esto inferimos que, la importancia directa de los distintos
    aprendizajes en el ámbito grupal tiene un sentido social;
    dentro de este marco se concibe a los involucrados en el acto
    educativo como seres sociales, esto es, integrantes de grupos, por lo
    que es necesario adoptar una perspectiva desde este lugar,
    valorando así, el alcance que tiene la interacción
    colectiva del grupo, la que determinará el aprendizaje,
    mediante la elaboración del conocimiento. Por ello, la
    interacción es medio y fuente de experiencias para el
    sujeto, en donde es necesario reconocer la importancia de la
    comunicación y de la dialéctica en
    las modificaciones sujeto- grupo.

    De ésta manera se aprende a pensar en grupo,
    afrontando así procesos de esclarecimiento en aspectos
    relativos a la filosofía (en nuestro caso) como materia,
    así como las dificultades y los problemas que
    implica el aprendizaje filosófico.

    3. Trabajo de
    Campo

    A través de nuestro trabajo final, pretendemos
    comenzar la complicada tarea de encontrar elementos comunes que
    nos sirvan de experiencia para nuestro futuro rol como docentes
    de filosofía. Nuestra experiencia didáctica fue realizada en el liceo Nº
    10, ubicado en Malvín (5B3) y en Las Piedras en el liceo
    Nº1(6D2), turnos intermedio y nocturno
    respectivamente.

    Como amantes de la filosofía, nuestra certeza, es
    sencillamente que, toda nuestra "verdad" diagnosticada es
    revocable y los modelos que
    construyamos a partir de ella, serán de validez
    limitada.

    Asumimos como una realidad, la heterogeneidad del
    alumnado en los distintos Institutos, realidades personales como
    familiares diferentes, contextos socioeconómicos diversos
    en cada centro; incluimos, además que, los
    parámetros de cada joven y su grupo irán cambiando
    con el correr del tiempo.

    Si bien aparentemente los grupos, no han
    estado
    expuestos a un método similar, tienen muchas características comunes y los resultados
    ante las diferentes propuestas no han sido del todo diferentes,
    mas allá de alguna excepciones que detallaremos.
    Por otro lado, analizaremos las singularidades del proyecto que la
    asignatura evaluación nos propone: ¿Qué y
    cómo evaluar? .
    ¿En qué momentos de la práctica, hemos visto
    la dificultad de proponer medios
    alternativos sin hacer participe al joven de todas las
    demás fases de su aprendizaje?; hecho, éste que si
    no sucediera estaría dejando de lado al alumno, sin
    otorgarle incidencia directa en la elaboración y
    reformulación del Currículo, suyo y nuestro.

    Ideas previas en el Aprendizaje
    El
    conocimiento se da por la interacción, relación
    entre la nueva información (nuevo conocimiento y la
    información o conocimiento que ya se poseía
    previamente, la idea previa) con lo adquirido anteriormente.
    El saber previo del que hablamos son las ideas intuitivas o las
    preconcepciones, traídas con anterioridad. Para que se de
    la reestructuración se tiene que partir de ellas,
    posibilitando así, la asociación como la
    relación de lo previo con lo nuevo; cuando se da este
    proceso podemos hablar de aprendizaje
    significativo, que es justamente, la relación profunda
    y sustantiva(de forma general)no arbitraria entre el nuevo
    conocimiento y las ideas previas.

    Pozo sostiene que las ideas previas tienen tres fuentes ; Unas
    de origen sensorial, significa que percibimos cualquier
    fenómeno y tratamos de explicarlo mediante procesos
    perceptivos; o de origen social, formadas "a partir de los
    otros", o sea inducidas desde afuera, desde el entorno social
    donde convivimos; y otras de origen analógico, se busca
    experiencias similares previas para explicar un fenómeno
    nuevo.
    Estos tres tipos de ideas previas no se dan por separado; de
    hecho las analogías se formularán a partir de
    concepciones ya existentes, o sea, originadas de lo social y
    conectadas, a su vez, con las concepciones
    espontáneas.
    El desafío radica en encontrar los mecanismos para cambiar
    estas ideas. Nuestro desafío como futuras docentes de
    filosofía, pensamos que radica en hallar los mecanismos
    para transformar estas ideas.
    Nos sorprendió que todos los alumnos no nos contestaran
    con la misma sinceridad, y contradictoriamente, los alumnos que
    plantearon tener dificultades, fueron quienes pudieron tomar
    conciencia de ellas y maduramente, buscarle soluciones.
    Además, hubo quienes expresaron no estudiar demasiadas
    horas diarias, y luego, mostraron durante la clase, haber
    conseguido elementos que aportaron a la materia y que
    requerían investigación fuera del aula, no solo en lo
    estrictamente filosófico sino también en temas de
    "cultura
    general"; hubo quiénes declararon dedicar un tiempo
    importante a la asignatura, pero no lo reflejaron en la
    práctica, sino que solo se podía comprobar en la
    prueba escrita.

    Por tanto, creímos que la evaluación
    debía reformularse, que existieron elementos que no fueron
    tomados en cuenta, que las preguntas debían ser más
    abiertas y que era necesario trabajar sobre el compromiso del
    alumno con su evaluación; puesto que muchos de quienes no
    respondieron con sinceridad, probablemente no lo hicieron por el
    "viejo" temor a que eso se devolviera a través de una
    sanción.

    Estas reflexiones solo pudimos realizarlas luego de
    evaluar de manera constante durante todo el curso. Una instancia
    evaluativa puntual no aporta mayor elementos si se realizan de
    manera aislada, aunque unida a otros momentos evaluativos, pueden
    ser de utilidad. Los
    intereses fueron preguntados de manera directa y el alumno se
    sintió más cómodo en la segunda instancia,
    en primer lugar porque no se sintió "medido", sino
    "consultado", no se identifico como un elemento evaluado dentro
    de un Currículo impuesto, sino
    como constructor de ese mismo curriculum.

    Quién ilustra esto a través de una
    analogía es Susana Celman: ella dice que las denominadas
    "evaluaciones verticales", son como una radiografía en el
    proceso de diagnostico médico clínico donde se
    permiten reconocer algunos signos esperables y, de esa forma,
    detectar eventuales anomalías; pero donde para poder
    emitir un juicio médico son necesarias sucesivas
    placas.

    La dificultad que encontramos entonces, fue a
    posteriori, cuando quisimos unificar toda esa información
    diversa, buscando parámetros comunes. El grupo estaba
    dejando de ser colectividad para convertirse en un conjunto de
    individualidades; los elementos que identificaban como
    motivadores variaban según las diferentes realidades que
    allí coexistían.

    En la mayoría de los casos los jóvenes
    expresaban la necesidad de relacionar lo dado con experiencias
    cotidianas, sin embargo "lo cotidiano", no era lo mismo en cada
    caso. Si bien existían inquietudes comunes a la edad, las
    demás variables
    hacían la diferencia.
    Dentro de las respuestas debimos detenernos en el análisis de los repetidores, quienes
    tenían otros elementos sobre los cuales opinar. Ellos
    habían tenido una experiencia previa negativa, que debimos
    proponernos cambiar. Esta instancia de evaluación nos
    conformo mucho más, nos aporto elementos que aplicamos
    directamente y otros que no esperábamos encontrar; el
    formulario abierto nos dio la oportunidad de recabar
    información que no sabíamos que requeríamos
    y saber cuales eran los elementos que el alumno creía
    relevante mencionar.

    Nuestra labor puede dividirse en tres etapas
    complementarias, que a su vez han necesitado ser evaluadas, como
    instancias integradas entre sí.

    El diagnostico.
    Consideramos indispensable el conocer las características
    del grupo, previo a la elaboración de una estrategia de
    trabajo, pues está dependería directamente de las
    necesidades que el grupo esbozará.
    Ante la elaboración del diagnóstico nos enfrentamos ante un
    problema, ya que hay complejidad entorno a la elección de
    cuáles son las interrogantes que serían pertinentes
    consultar, y de que forma realizar ésta
    consulta.

    Acordamos las preguntas basándonos en tres
    aspectos fundamentales que nos interesaría investigar;
    ¿Qué posibilidades posee el educando para
    desempeñar su rol, y como se halla estimulado?.
    Así, también detectar cuáles son los
    intereses que lo motivan, acordes con las expectativas del curso.
    Y hurgar en las limitaciones y dificultades de aprendizaje para
    visualizar el foco del problema, e intentar hallar posibles
    soluciones.
    Para llevar esto a cabo, construimos un cuestionario
    cerrado, donde preguntábamos acerca de las horas que
    dedicaban al estudio de la materia, acceso a biblioteca y
    otras tareas que pudieran evadir las horas destinadas al estudio.
    Este cuestionario
    requirió nuestra revisación del método
    según los resultados que había arrojado.

    Era de esperar que no todos los alumnos fueron
    igualmente sinceros, como ya dijimos, muchos de quienes
    expresaron no estudiar demasiadas horas diarias, mostraron
    durante el curso haber conseguido elementos que aportaron a la
    materia que requerían investigación fuera del aula; mientras
    algunos de los que declararon dedicar un tiempo importante a la
    asignatura, no lo reflejaron en la práctica.

    Así podemos inferir que, éste tipo de
    entrevistas,
    tiene ciertas limitaciones, ya que las preguntas ya están
    previstas, tanto como lo están el orden y la forma de
    plantearlas, y nosotras en éste caso asumiendo el rol de
    entrevistadoras no podemos alterar ninguna de las disposiciones.
    Por lo que pensamos que realizando una entrevista
    abierta, por el contrario, nos sentiremos con una libertad mas
    amplia para hacer las preguntas, o para sus intervenciones,
    permitiéndose de éste modo toda la flexibilidad
    necesaria en cada caso particular.

    La entrevista
    abierta posibilita una investigación más amplia y
    profunda de la
    personalidad del entrevistado, mientras que la entrevista
    cerrada puede permitir una mejor comparación
    sistemática de datos, por lo que
    no la descartamos, y creemos que ambos tipos de entrevista son
    útiles, si su aplicación no es excluyente.
    La visión generalizada era la de aprender "algo" que les
    fuera útil, que no fuera una pérdida de tiempo, por
    ejemplo, leer la "Ética
    Nicomáquea" de Aristóteles; esta es una de las
    dificultades que nos encontramos casi siempre los practicantes y
    profesores de filosofía: ¿ Cómo superar esa
    resistencia que
    se halla tan arraigada en las mentes de los estudiantes, de que
    la reflexión filosófica, una mirada crítica
    a nuestro entorno es una " perdida de tiempo?.
    Por lo que nos sentimos impulsadas a revertir éstas falsas
    visiones de la asignatura, y demostrarles que es algo tan cercano
    a ellos que explícita o implícitamente forma parte
    de sus vidas y personalidades, y la importancia de que esto
    ocurra así y no a la inversa, en la preservación de
    las libertades individuales.

    Esta instancia de evaluación nos conformo mucho
    más, nos aporto elementos que aplicamos directamente y
    otros que no esperábamos encontrar; el formulario abierto
    nos dio la oportunidad de recabar información que no
    sabíamos que requeríamos y saber cuales eran los
    elementos que el alumno creía relevante
    mencionar.

    La tercera evaluación- diagnostico la realizamos
    a través de una tarea a resolver. Propusimos un texto no
    filosófico el cual debían analizar de una forma
    filosófica. Allí quedaron en evidencia las
    dificultades en la manejo del lenguaje, la
    ortografía y el desinterés ante
    problemas éticos de cabal trascendencia en la vida del
    hombre, que
    han sido objeto de interminables cuestionamientos. Nuestro
    desafío al plantear un diagnóstico pedagógico, era lograr
    sensibilizarlos, y "hacer ética",
    antes de hablar de toda la "ética", es decir,
    introducirnos a dicho módulo, realizando una
    reflexión previa sobre la moral. Y
    así descubrir posibles potencialidades y dificultades que
    son imprescindibles investigar para el buen desenvolvimiento en
    la materia; sin embargo, mientras los treinta y nueve alumnos
    allí evaluados se encontraban en el mismo grupo no todos
    tenían las mismas herramientas
    para solucionar la propuesta, o sea, que existían
    distintos niveles de destrezas y habilidades filosóficas,
    que se tienen que ir evaluando a lo largo de todo el curso, ya
    que para nosotras, la evaluación al igual que el
    aprendizaje constituye un proceso que van de la mano, y por lo
    tanto no puede existir uno sin el otro.

    El diagnostico nos sirvió para formular un
    plan de
    trabajo que atendiera la especificidad del grupo; sin embargo, la
    evaluación del mismo diagnostico nos ha demostrado que
    este debe ser mejorado y reformulado constantemente. He
    aquí la necesidad de evaluar a la evaluación ( meta
    evaluación), como propone Stufflebeam.

    4. Estrategias
    metodológicas y situaciones de
    aplicación

    Nuestra metodología fue la de la
    investigación participativa, en donde se dio un proceso de
    estudio, investigación y análisis de teoría-
    práctica, donde los investigadores e investigados ( en
    nuestro caso participantes y coordinadora) son parte del proceso
    que modifica y transforma el medio en el cual acontece.
    Al situar al grupo como objeto de observación o de investigación se le
    coloca al margen de la acción y por lo tanto, esta privado
    de los logros del proceso de aprendizaje que proporciona una
    investigación participativa.
    La diferencia entre sujeto y objeto puede reducirse a un mero
    participar conjuntamente en discusiones y diálogos que
    llevan a fundir el conocimiento (elaborado en el grupo) con el
    conocimiento que aportan los teóricos d la asignatura.
    Este bagaje teórico practico es el que debe quedar en
    manos de los grupos, como elementos para tomar decisiones en
    futuras acciones o
    experiencias de aprendizaje.
    La participación considerada como fenómeno social
    es un proceso dinámico, que en su devenir encauza una
    serie de factores significativos en el proceso de desarrollo
    personal y social de los individuos. La investigación
    acción debe estar orientada a procesos reales y concretos
    de transformación, ya que es fundamento del proceso
    educativo "desalienante", para todos los involucrados en
    ella.

    Teniendo entonces, al diálogo
    como constante, el análisis debe ser una condición
    necesaria , teniendo en cuenta que deben existir las siguientes
    cualidades; el diálogo
    debe de ser dialéctico, es decir, que con un razonamiento
    dialéctico se siga el ritmo de reflexión
    acción, enriqueciéndose al continuar el ciclo y al
    relacionar conceptos y hechos. Que sea crítico; o sea, que
    tomando el procedimiento
    dialéctico, en cada contradicción se planteen
    alternativas. Que sea histórico, es decir, que se
    entiendan los hechos del pasado y del presente ubicando la
    realidad actual en la historia.

    Que sea biográfico, porque la persona o grupo
    debe reflexionar sobre la historia de su grupo y del
    entorno del grupo en un recuerdo biográfico que retrocede
    en el tiempo. Y sobretodo que sea autoevaluativo, porque sabemos
    mas ser críticos con los otros, pero no tanto con nosotros
    mismos.

    Retomamos nuestra concepción de aprendizaje,
    expuesta anteriormente, donde el alumno no solo
    recepcionará información, sino que el conocimiento
    se construyera de manera conjunta, donde no solo aprendiera
    contenidos sino que pudiera criticarlos, y donde se potenciaran
    futuros conocimientos a través de una experiencia de
    aprendizaje positiva. La evaluación debía ser una
    parte del proyecto que
    respondiera a este espíritu.

    Por definición es ineludible, lo que debemos
    determinar es su carácter
    para que pueda vivirse de manera formativa dentro del proceso,
    convencidas de la vialidad de esto. Así concebimos a la
    evaluación desde una perspectiva "
    contrahegemónica", teniéndola no como un acto de
    medición sino como un Acto Cultural. En la
    realización del curriculum,
    implica la Institución global en un contexto, constituida
    de intencionalidad, reglas discursos y
    prácticas comunicables en una dinámica que se entreteje de sujetos con
    historia, intereses y compromisos con el colectivo. En
    interacción cooperativa,
    continua y progresiva reformulación.
    Nos propusimos incentivar los trabajos grupales ( debido a la
    importancia que posee a nuestro entender la actividad en grupo),
    donde las capacidades distintas de los alumnos pudieron
    potenciarse, e intervenir en los mismos cuando fuera
    necesario.

    En cuanto a la evaluación como síntesis
    final del Proceso Grupal, de las diferentes alternativas que
    teníamos, nos inclinamos por la evaluación del
    grupo. La tarea aquí consistió en señalar
    cómo observó cada participante el trabajo de
    los demás; considerando lo siguiente: responsabilidad,
    participación ( intervenciones o interacciones),
    compromiso, aportaciones al proceso grupal y a la tarea,
    etc.

    Este tipo de técnica evaluativa, nos hizo
    encontrar múltiples impedimentos en el desempeño de nuestra labor como docentes-
    investigadoras, ya que nos "chocábamos" con resistencias,
    tales como el miedo de dejar en evidencia al compañero, o
    todo lo contrario, ponerse ese objetivo, en
    tales instancias. Lo que deja al descubierto, que es necesario re
    educar, hacer entender cuánta importancia tiene mirar de
    forma crítica nuestro desempeño en la clase como grupo, y dejar
    de lado la concepción de éste tipo de
    "revisión"como un acto de medición,
    acreditación y por lo tanto, castigo.

    Así concienciar que objetivos
    reales nos proponemos llevar a cabo ésta
    metodología, dejando de lado el viejo modelo de
    "segundo ciclo" donde el curso es una propedéutica para un
    examen final, para convertirlo, finalmente, en un fin en
    sí mismo.
    Igualmente recurrimos a las instancias evaluativas "formales",
    que el curso requiere, ( que se confunden comúnmente con
    mecanismos de acreditación).
    Propusimos un escrito a libro abierto,
    lo cual no se aplica frecuentemente en las prácticas
    evaluativas. Porque por lo general, se le teme a que el alumno de
    ésta forma no aprenda, y se limite a transcribir lo que
    lee en el libro, lo que
    para nosotros es errado. Todo depende de que se este buscando, y
    cómo se de la propuesta de ésta tarea.
    Nuestra idea era que él estudiante incorporara los textos
    a la situación de escrito.
    Siendo consecuentes con la concepción de aprendizaje
    grupal, el estudiante podía incluso por trabajar en
    equipo, proporcionando así la discusión de un
    problema o de una temática. Al aplicar éste tipo de
    escritos, no pensamos que debemos adoptar una visión
    diferente de lo que es el proceso-aprendizaje, como lo conciben
    ciertos autores.

    La clave esta en que se busca practicar una
    evaluación cualitativa capaz de analizar cualidades como
    creatividad,
    interpretación personal o grupal, interacción con
    los demás compañeros, apostando al intercambio de
    conocimientos juicio crítico y manejo del material
    bibliográfico, etc.

    Esta experiencia debía ser evaluarla por todos
    los integrantes del grupo. Esta estrategia de evaluación y
    revisión consiste en detectar, analizar, discutir y
    elaborar grupalmente, tanto los aciertos o logros como las
    situaciones conflictivas o problemáticas que ocurren en
    todo grupo sometido a cualquier proceso de aprendizaje. Como por
    ej. sí su escrito no era mejorable, teniendo aún
    una instancia para modificarlo; e intentar colocarse del lado del
    docente para interpretar lo escrito, observando si era un
    lenguaje claro
    y las ideas estaban correctamente expresadas.

    5. La Evaluación
    Formativa

    "La evaluación no es ni puede ser un
    apéndice de la enseñanza ni del aprendizaje; es
    parte de la enseñanza y del aprendizaje .En la medida en
    que un sujeto aprende, simultáneamente evalúa,
    discrimina, valora , crítica opina, razona , fundamenta,
    decide, enjuicia, opta…entre lo que considera que tiene un
    valor en
    sí y aquello que carece de él.
    Esta actitud
    evaluadora, que se aprende, es parte del proceso educativo que,
    como tal, es continuamente formativo."(Alvarez Mendez,
    1996)

    La evaluación puede entenderse de distintas
    maneras según sus fines:
    En una concepción donde se intente seleccionar los alumnos
    más aptos para un nivel educativo superior, por ejemplo,
    se realizará una discriminación arbitraria donde se pretende
    alentar la carrera de unos pocos, y sancionar a quienes no
    cumplan con los requisitos, fomentando un ambiente
    competitivo.
    Se presta atención solo a los resultados obtenidos,
    desconociendo el proceso enseñanza-aprendizaje y
    considerando de manera uniforme al estudiante.
    En tanto la evaluación formativa recaba datos del proceso
    de forma permanente ,para rectificar ,rechazar o reorientar.;
    esta al servicio del
    alumno para prevenir eventuales fracasos.
    Este tipo de evaluación toma en cuenta la singularidad del
    alumno.
    "Aceptamos que cada alumno llega a la escuela con un bagaje
    determinado y diferente en relación con las experiencias
    vividas, según el amiente sociocultural y familiar en que
    vive, y condicionado por sus características personales".
    Antoni Zabala Vidiella

    Considera intereses, necesidades y satisfacciones del
    sujeto y del curriculum, cuyos contenidos organiza en secuencias
    y pasos de dificultad creciente y su dominio
    evalúa antes de avanzar, sin necesidad de
    calificar.

    Angulo Rango la caracteriza de la siguiente manera:
    "En una evaluación formativa se intenta sobre todo
    comprender el funcionamiento cognitivo del alumno frente a una
    tarea propuesta. Los datos de interés
    prioritarios son los que se refieren a las representaciones que
    se hace el alumno de la tarea y a las estrategias o
    procedimientos
    que utiliza para llegar a un determinado resultado .Los errores
    son objeto de estudio en particular en la medida que son
    reveladores de la naturaleza de las representaciones o de las
    estrategias elaboradas por el alumno."
    Existe una tradición educativa donde el alumno es siempre
    evaluado por una serie de elementos (docentes, instituciones,
    currículo), que rara vez se someten a un análisis
    crítico es así como los "fracasos", suelen verse
    como faltas del estudiante, cuando tal vez sea necesario revisar
    el método, mediante el cual se ha hecho esta
    valoración.
    Todos estos elementos teóricos no tendrían
    razón de ser si no existiera una preocupación por
    aportar a la instancia de la práctica en el aula.
    "El diseño
    curricular y el posterior desarrollo
    curricular tienen su culminación en la programación de aula. Se puede afirmar que
    es en este ámbito en donde se realiza, efectivamente, el
    proceso curricular en su máxima concreción,
    aplicado a situaciones específicas." Ander- Egg.
    Es por esto que nuestro trabajo es de investigación
    –acción; para integrar los elementos antes
    analizados a una realidad concreta donde se aplica la
    teoría y de donde a la vez ella se nutre.

    Evaluación de la experiencia
    Para poner en marcha de forma optima nuestro trabajo,
    habría sido imprescindible un seguimiento del alumno que
    se veía interferido por lo numeroso de los grupos.
    A menudo por esta razón no se le pudo dedicar el tiempo
    necesario a cada estudiante para su completo desarrollo.
    Sin embargo, se trabajo surgió en un clima muy
    agradable donde los alumnos se expresaron en las distintas
    problemáticas filosóficas propuestas en clase,
    volviéndose una actividad "de ida y vuelta", donde
    pudieron corregirse muchos aspectos "en la marcha". Obviamente
    los procesos se dieron de maneras distintas y algunos alumnos
    trabajaron con mayor autonomía que otros, sin embargo
    creemos que el curso aporto de una u otra manera a
    todos.

    6. Conclusión: Meta-
    evaluación

    El análisis de problemas en el grupo, tales como
    resistencias,
    conflictos,
    evasiones, complicidades, abordados y resueltos oportunamente,
    puede resultar una experiencia muy provechosa en la medida que
    ayude a mejorar el proceso grupal, el cumplimento de la tarea y,
    consecuentemente el logro de los aprendizajes.

    A menudo por ser tan numerosos los grupos no se le puede
    dedicar el tiempo necesario a cada estudiante para su completo
    desarrollo. Esto se manifestó al compara la experiencia de
    una y de otra ya que la cantidad de alumnos en ambos grupos
    variaba notoriamente.
    Sin embargo se trabajo en ambos grupos en un clima muy
    agradable donde los alumnos se expresaron en las distintas
    problemáticas filosóficas propuestas en clase,
    volviéndose una actividad "de ida y vuelta", donde
    pudieron corregirse muchos aspectos "en la marcha" promoviendo la
    retroalimentación. Obviamente los procesos
    se dieron de maneras distintas y algunos alumnos trabajaron con
    mayor autonomía que otros, sin embargo creemos que el
    curso aporto de una u otra manera a todos.
    La auto evaluación les exigió un compromiso mayor
    con el curso y con su propio aprendizaje; De esta manera
    adquieren más responsabilidad ante sus actos y adoptan el
    hábito de revisar sus acciones para mejorarlas. La
    aplicamos al finalizar un tema y como reflexión del curso,
    dándole un tiempo en ambos casos para que los
    participantes se auto analicen individual y grupalmente, en
    cuanto a su desempeño en el trabajo
    grupal.

    Notamos que en la auto evaluación que el
    estudiante se realiza, también existen ideas previas,
    fruto de los parámetros que transmite la sociedad como
    correctos, o pautas que se le han inculcado en tantos años
    de ser evaluados por otros.
    También fue útil para nuestro crecimiento como
    futuras docentes proponer una autocrítica al coordinador,
    escrita y anónima para que se sintieran libres de expresar
    lo que consideraran pertinente, sin ningún tipo de
    impedimento ( miedo a la sanción) .
    Pensamos que se lograron muchos de los objetivos que nos
    habíamos puesto y que fueron surgiendo a lo largo de
    ésta experiencia educativa. Especialmente la de actualizar
    todas las habilidades filosóficas que se hallaban
    potencialmente en los educandos, demostrándole una
    perspectiva diferente de la Filosofía, y una instancia de
    evaluación (que se aleja de la acreditación), donde
    se transforman en objetos y sujetos de la misma.
    Consideramos que la participación para llevar adelante
    ésta empresa es
    esencial, es un derecho de los individuos a intervenir en las
    acciones que son necesarias para el desenvolvimiento individual y
    grupal. Por lo que surgió un problema al cual aún
    no le encontramos solución (queda como desafío
    previo para nuestra futura práctica), es el de
    ¿cómo evaluar a aquellos estudiantes que no
    participan de forma oral en clase y tienen excelentes resultados
    escritos?.

    Concluimos, como estudiantes de filosofía que
    nuestro espíritu y nuestra "actitud sospechosa jasperiana"
    jamás pueden permitirnos aseverar nuestras percepciones
    del mundo de manera absoluta, ya que nuestro conocimiento
    será relativizado y cuestionado para así seguir en
    la búsqueda de la verdad.

    Queremos plantear, remitiéndonos al origen de la
    filosofía en la Grecia
    heroica, dónde "filosofía" era entendida como
    "madre de todas las ciencias" y
    dónde el ilustre "Oscuro" (Heráclito de Efeso)
    dejaba claro que: "Conviene que los hombres filósofos sean sabedores de muchas cosas",
    en un momento en que la concepción de la filosofía
    era considerada como una búsqueda de la sabiduría
    por ella misma, por queremos decir al respecto que, la
    investigación audaz en la que se encaminaron esos hombres,
    estaba instrumentada por un método racional- especulativo,
    que no era compatible con la mitología de la época. Nosotras
    también, en la actualidad, luchamos para remover y superar
    las contradicciones del Paradigma predominante, y así
    volver hacia los orígenes de la concepción abierta
    de lo qué es la filosofía.

    7.
    Bibliografía

    Bertoni, Poggi, Teobaldo. "Evaluación nuevos
    significados para una práctica compleja".
    Camilloni, Celman, Litwin, Palou de Maté. "La
    evaluación de los aprendizajes en el debate
    didáctico contemporáneo"
    Celman. Cap.: "¿Es posible mejorar la evaluación y
    transformarla en herramienta de conocimiento?"
    DIAZ BARRIGA, Angel. "Curriculum y evaluación escolar"-
    Cuadernos 1992.
    Egg, Ander. "La planificación educativa"
    FREIRE, Paulo. "La educación como
    práctica de la libertad", Ed.
    Siglo XXI, 1998.

    FREIRE, Paulo. "La naturaleza política de la
    educación". Paidós, 1990.
    HABERMAS
    KEMMIS. "El curriculum: mas allá de la teoría de
    reproducción".
    KUHN, Thomas S. "La estructura de
    las revoluciones científicas". FCE, 1996.
    LANGÓN, Mauricio. "Espíritus de la
    Educación". Ed. Sureditores. Pag. 30. 1999.
    Litwin .Cap. "La evaluación y la reflexión en la
    clase".
    OBIOLS, Guillermo, FROSINELLI de GALLO; "La enseñanza
    filosófica en educación secundaria". Cap. 8, 9.
    Palou de Maté. Cap. "La evaluación de las
    prácticas docentes y la autoevaluación."
    POPKEWITZ, Thomas. "Paradigmas e
    ideología en investigación educativa". Ed. Del bolsillo,
    Madrid, 1988.
    Rosales, Carlos. "Evaluar es reflexionar sobre la
    enseñanza"
    SANDMAN, Lidia. "Paradigmas en
    Ciencias de la
    Educación". Ed.
    SAVIANI, Dermeval. "Escuela y Democracia".
    Ed. Autores Asociados, 1983.
    VAZ FERREIRA, Carlos. "Moral para
    intelectuales". Ed. Losada, Bs. As. 1962.

     

     

    Autor:

    Paola Queirolo.
    Marolyn Regueiro.

    3ºA- Filosofía

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