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Los valores y su significado¿Qué se entiende por "Valor" (página 2)




Enviado por mcasas



Partes: 1, 2, 3

¿Qué hace que algo sea valioso? La humanidad ha adoptado
criterios a partir de los cuales se establece la categoría o la jerarqu&
iacute;a de los valores. Algunos de esos criterios son: (a) Durabilidad: los va
lores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que son más perman
entes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del placer es más fu
gaz que el de la verdad. (b) Integralidad: cada valor es una abstracción
íntegra en sí mismo, no es divisible. (c) Flexibilidad: los valo
res cambian con las necesidades y experiencias de las personas. (d) Satisfacci&
oacute;n: los valores generan satisfacción en las personas que los pract
ican. (e) Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; Tod
o valor conlleva un contravalor. (f) Jerarquía: Hay valores que son cons
iderados superiores (dignidad, libertad) y otros como inferiores (los relaciona
dos con las necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de val
ores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo progresivame
nte a lo largo de la vida de cada persona. (g) Trascendencia: Los valores trasc
ienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida humana y a la soc
iedad. (h) Dinamismo: Los valores se transforman con las épocas. (i) Apl
icabilidad: Los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entr
añan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos d
e la persona. (j) Complejidad: Los valores obedecen a causas diversas, requiere
n complicados juicios y decisiones.

En una escuela de enseñanza primaria, una maestra se dio cuenta
de la vanidad que había en las actitudes de sus alumnos. Valiéndo
se de una situación fantástica, sugirió al grupo lo divert
ido que sería crear una ciudad imaginaria. Cada alumno podría des
empeñar el trabajo que quisiera. Llevando cuenta de las elecciones hecha
s por los chicos, el grupo descubrió que tenían varios doctores,
abogados e ingenieros. Hubo un individualista que aspiraba a ser vago. A contin
uación, preguntó al grupo si una ciudad así podría
sobrevivir. Entonces se puso de manifiesto la necesidad de agricultores, fabric
antes de herramientas, de personas dedicadas a la limpieza de las calles, etc&e
acute;tera. En la discusión que siguió, los chicos se dieron cuen
ta, por primera vez, no sólo de la importancia que tiene toda ocupaci&oa
cute;n en nuestra sociedad, sino también de las medidas que estaban usan
do para determinar el valor de una ocupación o de una persona. Los disti
ntos valores de nuestra sociedad que dan importancia a la recompensa monetaria,
a la categoría, al servicio social, etcétera, emergieron del inc
onsciente al interés consciente de todos los miembros del grupo. (Lifton
, 1972, pp. 263-264)

¿Cómo valora el ser humano?

¿Cómo expresa sus valoraciones? El proceso de valoraci&oa
cute;n del ser humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y
afectivas que suponen: la toma de decisiones, la estimación y la actuac
ión. Las personas valoran al preferir, al estimar, al elegir unas cosas
en lugar de otras, al formular metas y propósitos personales. Las valora
ciones se expresan mediante creencias, intereses, sentimientos, convicciones, a
ctitudes, juicios de valor y acciones. Desde el punto de vista ético, la
importancia del proceso de valoración deriva de su fuerza orientadora e
n aras de una moral autónoma del ser humano.

¿Cómo se clasifican los valores? ¿Cuáles ti
pos de valores existen?

No existe una ordenación deseable o clasificación ú
;nica de los valores; las jerarquías valorativas son cambiantes, fluct&u
acute;an de acuerdo a las variaciones del contexto. Múltiples han sido l
as tablas de valores propuestas. Lo importante a resaltar es que la mayor&iacut
e;a de las clasificaciones propuestas incluye la categoría de valores &e
acute;ticos y valores morales. La jerarquía de valores según Sche
ler (1941) incluye: (a) valores de lo agradable y lo desagradable, (b) valores
vitales, (c) valores espirituales: lo bello y lo feo, lo justo y lo injusto, va
lores del conocimiento puro de la verdad, y (d) valores religiosos: lo santo y
lo profano. La clasificación más común discrimina valores
lógicos, éticos y estéticos. También han sido agrup
ados en: objetivos y subjetivos (Frondizi, 1972); o en valores inferiores (econ
ómicos y afectivos), intermedios (intelectuales y estéticos) y su
periores (morales y espirituales). Rokeach (1973) formuló valores instru
mentales o relacionados con modos de conducta (valores morales) y valores termi
nales o referidos a estados deseables de existencia (paz, libertad, felicidad,
bien común). La clasificación detallada que ofrece Marín I
báñez (1976) diferencia seis grupos: (a) Valores técnicos,
económicos y utilitarios; (b) Valores vitales (educación f&iacut
e;sica, educación para la salud); (c) Valores estéticos (literari
os, musicales, pictóricos); (d) Valores intelectuales (humanístic
os, científicos, técnicos); (e) Valores morales (individuales y s
ociales); y (f) Valores trascendentales (cosmovisión, filosofía,
religión) (p. 53).

"Tiene razón el liberalismo cuando dice que la sociedad es
para el hombre y no el hombre para la sociedad, pero diciendo la mitad de la ve
rdad escamotea la otra mitad: que el hombre que se refugia en su "inter&ea
cute;s privado" y se pone como horizonte el "bien particular" de
sentendiéndose del Bien Común está violando su dignidad de
hombre y da la espalda a la tarea ética que le correspondería en
cuanto hombre digno." (Mikel de Viana, 1991, p. 15)

Las características de cada valor y su escala de importancia.

Valores Religiosos

Fin Objetivo: Dios

Fin Subjetivo: Santidad

Actividades: Culto interno y externo, virtudes sobrenaturales

Preponderancia: Toda la persona dirigida por la Fe.

Necesidad que satisface: Autorrealización

Tipo de Persona: Santo

Ciencia que lo estudio: Teología

Valores Morales

Fin Objetivo: Bondad

Fin Subjetivo: Felicidad

Actividades: Virtudes humanas

Preponderancia: Libertad dirigida por la razón

Necesidad que satisface: Autorrealización

Tipo de Persona: Íntegra

Ciencia que lo estudio: Ética

Valores Estéticos

Fin Objetivo: Belleza

Fin Subjetivo: Gozo de la armonía

Actividades: Contemplación, creación, interpretació
;n

Preponderancia: Toda la persona ante algo material.

Necesidad que satisface: Autorrealización

Tipo de Persona: Íntegra

Ciencia que lo estudio: Estética

Valores Intelectuales

Fin Objetivo: Verdad

Fin Subjetivo: Sabiduría

Actividades: Abstracción y Construcción

Preponderancia: Razón

Necesidad que satisface: Autorrealización

Tipo de Persona: Íntegra

Ciencia que lo estudio: Lógica

Valores Afectivos

Fin Objetivo: Amor

Fin Subjetivo: Agrado, afecto, placer

Actividades: Manifestaciones de afecto, sentimientos y emociones

Preponderancia: Afectividad

Necesidad que satisface: Del Yo

Tipo de Persona: Sensible

Ciencia que lo estudio: Psicología

Valores Sociales

Fin Objetivo: Poder

Fin Subjetivo: Fama, prestigio

Actividades: Relación con hombre masa, liderazgo, polític
a

Preponderancia: Capacidad de interacción y adaptabilidad<
/p>

Necesidad que satisface: Sociales

Tipo de Persona: Famosa, líder, política

Ciencia que lo estudio: Sociología

Valores Físicos

Fin Objetivo: Salud

Fin Subjetivo: Bienestar Físico

Actividades: Higiene

Preponderancia: Cuerpo

Necesidad que satisface: Fisiológicas

Tipo de Persona: Atleta

Ciencia que lo estudio: Medicina

Valores Económicos

Fin Objetivo: Bienes, riqueza

Fin Subjetivo: Confort

Actividades: Administración

Preponderancia: Cosas a las que se da valor convencional

Necesidad que satisface: Seguridad

Tipo de Persona: Hombre de Negocios

Ciencia que lo estudio: Economía

Monografias.comConoce los valores

DecenciaEl valor que nos recuerda la importancia de vivir y com
portarse dignamente en todo lugar.

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PulcritudEl vivir el valor de la pulcritud nos abre las puertas
, nos permite ser más ordenados y brinda en quienes nos rodean una sensa
ción de bienestar, pero sobre todo, de buen ejemplo.

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Puntualidad

El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el luga
r adecuado.

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CoherenciaEs el valor que nos hace ser personas de una pieza, a
ctuando siempre de acuerdo a nuestros principios.

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Año Nuevo: Poner últimas piedras

En este año nuevo, revisamos el valor que nos enseña la i
mportancia de terminar lo que emprendemos.

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La sana diversión

La importancia de buscar actividades recreativas que nos permitan segui
r creciendo en los valores humanos.

AprenderEl valor que nos ayuda a descubrir la importancia de ad
quirir conocimientos a través del estudio y la reflexión de las e
xperiencias cotidianas.

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Docilidad

Es el valor que nos hace conscientes de la necesidad de recibir direcci
ón y ayuda en todos los aspectos de nuestra vida.

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SensibilidadEs el valor que nos hace despertar hacia la realida
d, descubriendo todo aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo pe
rsonal, familiar y social.

Crítica constructivaHacer una crítica
constructiva para ayudar a los demás es una actitud madura, responsable
y llena de respeto por nuestros semejantes.

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Monografias.comComunicaciónUna buena comunicación puede hacer la diferencia entre una vida feli
z o una vida llena de problemas.

Monografias.comCompasión
La compasión se enfoca en descubrir a las personas, sus necesidades y p
adecimientos, con una actitud permanente de servicio.

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OrdenA todos nos agrada encontrar las cosas en su lugar, pero l
o más importante es el orden interior y es el que más impacta a l
a vida.

Servicio

Brindar ayuda de manera espontánea en los detalles más pe
queños, habla de nuestro alto sentido de colaboración para hacer
la vida más ligera a los demás.

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VoluntadLa voluntad nos hace realizar cosas por encima de las d
ificultades, los contratiempos y el estado de ánimo.

SerenidadEste valor nos enseña a conservar la calma en m
edio de nuestras ocupaciones y problemas, mostrándonos cordiales y amabl
es con los demás.

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PacienciaSi nuestra época pudiera tener un nombre se lla
maría "prisa". ¿Cómo esperamos que nuestra vida
tenga más cordura y sea más amable a los demás si todo lo
queremos "ya"?

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Experiencia

¡Qué personalidad tan fuerte y atractiva presenta la exper
iencia! Parece tan lejano el día en el que seamos maduros y más p
rudentes. Es el aprendizaje de la vida…

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Sencillez

Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibid
a, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdu
rable.

AmistadLos elementos que forjan amistades para toda la vida.

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Respeto y Tolerancia

La base para convivir en sociedad. ¿Cómo afrontar las dif
erencias de ideas, costumbres y creencias que vemos en la sociedad?

Monografias.comAlegríaT
oda persona es capaz de irradiar desde su interior la alegría, y su fuen
te más común, más profunda y más grande es el amo
r.

Autenticidad

Las experiencias, el conocimiento y la lucha por concretar propó
sitos de mejora, hacen que con el tiempo se vaya conformando una personalidad p
ropia.

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Gratitud

De personas bien nacidas es ser agradecidas. ¿Cómo vivir
mejor este valor?

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SinceridadEs un valor que debemos vivir para tener amigos, para
ser dignos de confianza

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Generosidad

Dar y darse. El valor que nos hace mejorar como personas.

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FelicidadEl ser feliz no es un estado de ánimo, es una a
ctitud constante…

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HonestidadLa honestidad es una de las cualidades que nos gustar
ía encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría
poseer.

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SolidaridadUn valor que nos ayuda a ser una mejor sociedad y qu
e no solamente debe vivirse en casos de desastre y emergencia

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Monografias.comFidelidadVivir
la fidelidad se traduce en la alegría de compartir con alguien la propia
vida, procurando la felicidad y la mejora personal de la pareja.

Monografias.comSociabilidadEst
e valor es el camino para mejorar la capacidad de comunicación y de adap
tación en los ambientes más diversos.

PrudenciaAdelantarse a las circunstancias, tomar mejores decisi
ones, conservar la compostura y el trato amable en todo momento, forjan una per
sonalidad decidida, emprendedora y comprensiva.

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Autodominio

Formar un carácter capaz de dominar la comodidad y los impulsos
propios de su forma de ser para hacer la vida más amable a los dem&aacut
e;s.

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ObjetividadLa Objetividad es el valor de ver el mundo como es,
y no como queremos que sea.

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EcologíaEl valor que encuentra en la protección d
el medio ambiente una forma de servir a los demás.

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Monografias.comSacrificioSiemp
re es posible hacer un esfuerzo extra para alcanzar una meta ¿Por qu&eac
ute; no hacerlo para servir mejor a los demás?

Monografias.comConsejoUna pala
bra acertada y expresada en el momento justo, logrará un cambio favorabl
e en la vida de quienes nos rodean.

Patriotismo

Monografias.comEl valor que nos hace v
ivir plenamente nuestro compromiso como ciudadanos y fomentar el respeto que
debemos a nuestra nación.

Monografias.comDesprendimiento
El valor del desprendimiento nos enseñará a poner el corazó
;n en las personas, y no en las cosas materiales.

Monografias.comMagnanimidadEl
valor que nos hace dar más allá de lo que se considera normal, pa
ra ser cada día mejores sin temor a la adversidad o a los inconvenien
tes.

Monografias.comOptimismoForjar
un modo de ser entusiasta, dinámico, emprendedor y con los pies sobre l
a tierra, son algunas de las cualidades que distinguen a la persona optimist
a.

Monografias.comFlexibilidadLa
Flexibilidad es la capacidad de adaptarse rápidamente a las circunstanci
as, para lograr una mejor convivencia y entendimiento con los demás.

Monografias.comAmorTodos lo ne
cesitamos, todos podemos darlo. Sin él nuestra vida pierde sentido. &iex
cl;Un super segmento de Valores!

Monografias.comSobriedadEs el
valor que nos enseña a administrar nuestro tiempo y recursos, moderando
nuestros gustos y caprichos para construir una verdadera personalidad.

ObedienciaLa obediencia es una actitud responsable de colaborac
ión y participación, importante para las buenas relaciones, la co
nvivencia y el trabajo productivo.

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Monografias.comLiderazgoTodo l
íder tiene el compromiso y la obligación de velar por la superaci
ón personal, profesional y espiritual de quienes lo rodean. Es una respo
nsabilidad que como personas debemos asumir.

Monografias.comSuperaciónLa superación no llega con el tiempo, el simple deseo o con la automo
tivación, requiere acciones inmediatas, planeación, esfuerzo y
trabajo continuo.

Monografias.comAutoestimaNo ba
sta tener seguridad en nuestras capacidades, el valor de la autoestima esta fun
damentado en un profundo conocimiento de nosotros mismos

CompromisoComprometerse va más allá de cumplir co
n una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para sacar adel
ante todo aquello que se nos ha confiado.

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Monografias.comLaboriosidadTra
bajar es solo el primer paso, hacerlo bien y con cuidado en los pequeños
detalles es cuando se convierte en un valor.

Monografias.comResponsabilidad
Todos comprendemos la irresponsabilidad cuando alguien no cumple lo que promete
¿Pero sabemos nosotros vivirla?

Monografias.comLibertadUn valo
r que todos reconocemos, pero que pocos sabemos defender, o del cual podemos abusar.

Monografias.comCarácter
Transformar la imagen de una personalidad emprendedora, llena de energía
, de fuerza y vitalidad, a una forma de ser propia y natural.

Monografias.comComprensiónCuando alguien se siente comprendido entra en un estado de alivio, de tranqu
ilidad y de paz interior. ¿Qué hacer para vivir este valor en los
pequeños detalles de la vida cotidiana?

ConfianzaLos hombres no podríamos vivir en armoní
a si faltara la Confianza.

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Monografias.comBondadLa bondad
perfecciona a la persona porque sabe dar y darse sin temor a verse defraudado,
transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean.

LealtadConoce este valor sin el cual nos quedamos solos y que d
ebemos vivir nosotros antes que nadie.

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La Paz

Monografias.comUn valor fundamental pa
ra las personas, las familias y las naciones ¿Cómo puede cultivar
se este valor desde nuestro interior?

PerdónLos resentimientos nos impiden vivir plenamente si
n saber que un simple acto del corazón puede cambiar nuestras vidas y de
quienes nos rodean

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Monografias.comPerseveranciaEs tiempo de que los buenos propósitos se vuelvan realidad.

Monografias.comValentía
Personas ordinarias haciendo cosas extraordinarias: El valor que forja familias
, empresas y naciones diferentes.

Monografias.comEmpatíaE
l valor de la empatía nos ayuda a recuperar el interés por las pe
rsonas que nos rodean y a consolidar la relación que con cada una de
ellas tenemos.

El valor de la familia

El valor nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con
responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar e
n la familia.

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CARACTERÍSTICAS DE ALGUNOS DE ESTOS VALORES

El Amor en los Valores

Monografias.comEl papel que juega el a
mor en los valores, y un breve panorama sobre esta sección.

Solo hay una cosa más difícil que hablar del amor y es ha
blar brevemente sobre él. Todos intuimos la necesidad del amor en nuestr
as vidas en todas sus manifestaciones: amor a los padres, a los hijos, en parej
a, a Dios. Podemos tener graves dificultades para describirlo y aún mayo
res para entenderlo, pero todos percibimos cuánto lo necesitamos. Y prec
isamente por eso es un valor, porque sin él nuestra vida pierde todo su
sentido. Amar y ser amado es uno de los grandes sueños de todo ser human
o. La incesante búsqueda del amor puede llevar al más sensato a h
acer una tontería, y es que ya decía Platón que el amor es
una especie de locura. Otros autores han dicho que el amor es una puerta entre
el cielo y la tierra, y esta metáfora puede tomarse en sentido po&eacut
e;tico, figurado o religioso siendo en todos los casos igualmente aplicable.

Sobre el tema del amor, hemos decidido dar una perspectiva más a
mplia. Definiciones de Amor y sus clases es un texto que comienza a esclarecer
un poco qué es el amor con una perspectiva psicológica y antropol
ógica. Como una de las primeras manifestaciones que nos vienen a la ment
e cuando pensamos en el amor es su connotación a nivel pareja, decidimos
incluir el tema "El Eros y el Enamoramiento" para entender mejor est
a faceta en particular. Por supuesto que el amor tiene aspectos agradables y ot
ras no tanto, especialmente en lo que se refiere al amor en pareja, los cuales
son tratados con más profundidad en "Es fácil enamorarse y d
ifícil mantenerse enamorado". Lo anterior nos lleva, por supuesto a
hablar de "El amor en el matrimonio". Queda muy claro a todos que el
amor no solo se trata de parejas, por lo que "Educación en el Amor
" será de gran utilidad para padres de familia. La "Reflexi&oa
cute;n sobre los sentimientos" cierra las puertas del segmento psicol&oacu
te;gico y antropológico para dar paso a las citas, textos y comentarios
sobre el amor en el sentido religioso: Amor a Dios, Amor al Prójimo…

Definiciones y Clases de Amor

Las diferentes facetas del amor, clasificadas y explicadas.

Al hablar de la voluntad dijimos que una de las cinco formas de querer
podía llamarse amor de benevolencia. La benevolencia como actitud moral
también nos es familiar: consiste en prestar asentimiento a lo real, ayu
dar a los seres a ser ellos mismos.

Si pensamos un poco más en esa definición, y sobre todo e
n esa actitud, enseguida descubriremos que consiste en afirmar al otro en cuant
o otro. Esto también puede ser llamado amor: 롭ar es querer un bien par
a otro뮠El amor como benevolencia consiste, pues, en afirmar al otro, en quere
r más otro, es decir, querer que haya más otro, que el otro crezc
a, se desarrolle, y se haga 뭦aacute;s grande뮠Esta forma de amor no refiere
al ser amado a las propias necesidades o deseos, sino que lo afirma en sí
; mismo, en su alteridad. Por eso es el modo de amar más perfecto, porqu
e es desinteresado, busca que haya más otro. También podemos llam
arlo amor-dádiva, porque es el amor no egoísta, el que ante todo
afirma al ser amado y le da lo que necesita para crecer. Por eso, amar es afirm
ar al otro.

Sin embargo, también existe la inclinación a la propia pl
enitud, un querer ser más uno mismo. Esto es una forma de amor que podem
os llamar amor-necesidad, porque nos inclina a nuestra propia perfección
y desarrollo, nos hace tender a nuestro fin, nos inclina a crecer, a ser m&aac
ute;s. Por eso podemos llamarlo también amor de deseo. Esta forma de amo
r es el primer uso de la voluntad, que hemos llamado simplemente deseo o apetit
o racional. Según él, amar es crecer. En cuanto la voluntad asume
las tendencias sensibles, en especial el deseo, éstas pueden llamarse t
ambién amor, en el sentido de amor-necesidad o amor natural: 볥 llama a
mor al principio del movimiento que tiende al fin amado묠como dijimos al clasi
ficar los sentimientos y pasiones.

Hay que decir, sin embargo, que llamar amor al deseo de la propia pleni
tud, a la inclinación a ser feliz, a la tendencia sensible y a la racion
al, puede hacerse siempre y cuando este deseo no se separe del amor de benevole
ncia, que es la forma genuina y propia de amar de los seres humanos. La raz&oac
ute;n es la siguiente: el puro deseo supedita lo deseado a uno mismo, es amarse
a uno mismo, porque entonces se busca la propia plenitud, y la consiguiente sa
tisfacción, y, por así decir, se alimenta uno con los bienes que
desea y llega a poseer. Pero a las personas no se las puede amar simplemente de
seándolas, porque entonces las utilizaríamos para nuestra propia
satisfacción. A las personas hay que amarlas de otra manera: con amor de
amistad o benevolencia.

Así pues, el amor se divide de un primer modo, que es consideran
do su forma, uso o manera, que es, como se acaba de ver, doble: el amor-necesid
ad y el amor dádiva. En las acciones nacidas de la voluntad amorosa, que
se explicarán después, sucede algo realmente singular: El quinto
uso de la voluntad (el amor dádiva) refuerza y transforma los cuatro re
stantes, empezando por el amor necesidad o deseo. Hay, pues, una correspondenci
a del amor de benevolencia con el amor-necesidad y los restantes usos de la vol
untad, de la cual resulta que éstos se potencian al unirse con aqu&eacut
e;l. Antes de exponer esas acciones, y para terminar la exposición gener
al acerca del amor, son necesarias tres precisiones:

1) Todos los actos de la vida humana, de un modo o de otro, tienen que
ver con el amor, ya sea porque lo afirman o lo niegan. El amor es el uso m&aacu
te;s humano y más profundo de la voluntad. Amar es un acto de la persona
y por eso ante todo se dirige a las demás personas. Sin ejercer estos a
ctos, y sin sentirlos dentro, o reflexionar sobre ellos, la vida humana no mere
ce la pena ser vivida.

De aquí se sigue que el amor no es un sentimiento, sino un acto
de la voluntad, acompañado por un sentimiento, que se siente con mucha o
poca intensidad, e incluso con ninguna. Puede haber amor sin sentimiento, y 볍
entimiento렳in amor voluntario. Sentir no es querer. En las líneas que
siguen se pueden ver muchos ejemplos de actos del amor que pueden darse, y de h
echo se dan, sin sentimiento 롭oroso렱ue los acompañe. El amor sin sen
timiento es más puro, y con él es más gozoso. Pero ambos n
o se pueden confundir, aunque tampoco se pueden separar.

Ese sentimiento, que no necesariamente acompaña al amor sensible
o voluntario, puede llamarse afecto. Amar es sentir afecto. El afecto es senti
r que se quiere, y se reconoce fácilmente en el amor que tenemos a las c
osas materiales, las plantas y los animales, a quienes 룯gemos cariño렍
sin esperar correspondencia, excepto en el caso de los últimos. El afect
o produce familiaridad, cercanía física, y nace de ellas, como oc
urre con todo cuanto hay en el hogar. Pero además de afectos, el amor ti
ene efectos: como todo sentimiento, se manifiesta con actos, obras y acciones q
ue testifican su existencia también en la voluntad. Los afectos son sent
imientos; los efectos son obra de la voluntad. El amor está integrado po
r ambos, afectos y efectos. Si sólo se dan los primeros, es puro sentime
ntalismo, que se desvanece ante el primer obstáculo.

2) Uno de los efectos del amor es su repercusión en el propio su
jeto que ama, y se llama place, que es el gozo o deleite sentido al poseer lo q
ue se busca o realizar lo que se quiere. De este modo 륬 placer perfecciona to
da actividad령 la misma vida, llevándola como a su consumación.
Se pueden señalar dos clases de placeres: 묯s que no lo serían s
i no estuvieran precedidos por el deseo, y aquellos que lo son de por sí
, y no necesitan de esa preparación뮼/font>

A los primeros podemos llamarles placeres-necesidad, y nacen de la pose
sión de todo aquello que se ama con amor-necesidad, por ejemplo, un trag
o de agua cuando tenemos sed. A los segundos podemos llamarlos placeres de apre
ciación, y llegan de pronto, como un don no buscado, por ejemplo, el aro
ma de un naranjal por el que cruzamos. Este segundo tipo de placer exige saber
apreciarlo: 묯s objetos que producen placer de apreciación nos dan la s
ensación de que, en cierto modo, estamos obligados a elogiarlos, a gozar
de ellos묠por ejemplo, todos los placeres relacionados con la música.
Se sitúan en el orden del amor-dádiva porque exigen una afirmaci&
oacute;n placentera de lo amado independiente de la utilidad inmediata para qui
en lo siente. El término satisfacción, que se puede aplicar al pr
imer tipo de placer, esclarece también lo que se quiere indicar con el s
egundo.

La idea más habitual acerca del placer lo restringe más b
ien a la fruición sensible y 륧oísta렰ropia de los placeres-nec
esidad (dejarse caer en el sillón al llegar a casa), pero tiende a dejar
en la penumbra la satisfacción, más profunda, de los placeres de
apreciación (encontramos un regalo en nuestra habitación). Los p
laceres gustan al hombre, de tal modo que los busca siempre que puede. Est&aacu
te; expuesto por ello al peligro de buscarlos por capricho, y no por necesidad,
haciendo de ellos un fin, incurriendo entonces en el exceso (beber más
de la cuenta si estamos sedientos). Enseñar a alcanzar el punto medio de
equilibrio entre el exceso y el defecto de los placeres corresponde a la educa
ción moral, que produce la armonía del alma.

3) La división del amor en amor-necesidad y amor-dádiva s
e hace, como se ha dicho, según el modo de querer en uno y otro caso (pr
imer y quinto uso de la voluntad respectivamente). Sin embargo, también
se puede dividir el amor según las personas a quienes se dirige, seg&uac
ute;n tengan con nosotros una comunidad de origen, natural o biológico,
o no lo tengan.

En el primer caso, se da una cercanía y familiaridad físi
cas que hacen crecer espontáneamente el afecto: padres, hijos, parientes
… Este es un amor a los que tienen que ver con mi origen natural. Podemos lla
marlo amor familiar o amor natural. Cuando no se da esta comunidad de origen, e
l tipo de amor es diferente: lo llamaremos amistad, que a su vez puede ser ente
ndida como una relación intensa y continuada, o simplemente ocasional. U
n tercer tipo es aquella forma de amor entre hombre y mujer que llamaremos eros
y forma parte la sexualidad, y de la cual nace la comunidad biológica h
umana llamada familia: es un amor de amistad transformado, intermedio entre est
a última y el amor natural.

Monografias.comAutoestimaNo ba
sta tener seguridad en nuestras capacidades, el valor de la autoestima esta fun
damentado en un profundo conocimiento de nosotros mismos

Hoy en día se habla de la autoestima como una herramienta para g
enerar seguridad en sí mismo, evitando así, sentirnos menosprecia
dos y reafirmarnos como personas capaces de alcanzar metas ambiciosas. Pero exi
ste el riesgo de cerrar los ojos a la realidad de nuestra persona, convirti&eac
ute;ndonos en seres soberbios que piensan únicamente en sobresalir por e
ncima de los demás.

Nuestra vida transcurre entre logros y fracasos, y la autoestima es el
valor que nos hace tener plena seguridad en nuestras capacidades, además
, da la fortaleza necesaria para superar los momentos difíciles de nuest
ra vida, evitando caer en el pesimismo y el desánimo.

Para que la autoestima sea realmente un valor, debemos tener un fundame
nto sólido sobre el cual queremos edificarla. Si solamente pensamos en e
lla como un producto del éxito, la posición profesional, una elev
ada capacidad intelectual o la aceptación social, reducimos todo a un ac
tuar soberbio y con fines meramente protagonistas.

Aunque todo lo anterior aporta y contribuye, este valor se sustenta en
la sencillez con que apreciamos nuestras capacidades, sin considerarnos mejores
o peores que los demás. Recordemos que una persona vale por lo que es,
y no por lo que aparenta ser.

Es conveniente señalar que este valor se construye y edifica en
nuestro interior, pues existe la tendencia a pensar que el nivel de autoestima
únicamente depende del actuar de las personas y de la forma como se pres
entan los acontecimientos y las circunstancias, surgiendo una evidente confusi&
oacute;n entre lo que es la autoestima y nuestros sentimientos.

Una persona puede sentirse mal porque en un determinado momento no pudo
concretar un negocio, tener éxito en un proyecto, ingresar a un nivel s
uperior de estudios o llevar a buen fin sus relaciones personales. La autoestim
a nos ayuda a superar ese estado de frustración y desánimo porque
nuestra persona no ha cambiado interiormente, conservamos todo lo que somos, e
n todo caso, adquirimos una nueva experiencia y conocimiento para poner m&aacut
e;s empeño, tener más cuidado y ser más previsores en lo s
ucesivo.

Cuando tenemos la conciencia del deber cumplido, el esfuerzo empleado y
nuestra rectitud de intención para hacer o realizar algo, adquirimos es
a seguridad que brinda la autoestima porque sencillamente las cosas no depend&i
acute;an de nosotros en su totalidad… simplemente no estaba en nuestras manos
la solución.

Debemos estar atentos con nuestras aspiraciones y planes. Casi siempre
jugamos con la imaginación y nos visualizamos como triunfadores, due&nti
lde;os de la admiración general y el control absoluto de las circunstanc
ias: sea la competencia escolar, la junta de planeación en la oficina, l
a reunión de amigos o el evento social que todos esperan. Algunas veces
las cosas resultarán como soñamos, pero la mayoría de las
veces todo tiene un fin totalmente opuesto, por eso es conveniente "tener
los pies en la tierra" para no sufrir desilusiones provocadas por nosotros
mismos y que indudablemente nos afectarán.

Si la autoestima debe estar bien fundamentada en una visión real
ista y objetiva de nuestra persona, es necesario alcanzar la plena aceptaci&oac
ute;n de nuestros defectos y limitaciones, con el sobrio reconocimiento de nues
tras aptitudes y destrezas.

Este equilibrio interior basado en el conocimiento propio, se logra si
procuramos rectificar nuestras intenciones haciendo a un lado el afán de
ser particularmente especiales, buscando solamente el desarrollo del valor de
la autoestima.

Reflexionemos un poco en algunas ideas que nos ayudarán a ubicar
nos y conocernos mejor.

Monografias.com Evita ser susceptible
, no tienes que tomar seriamente todas las criticas hacia tu persona, primero a
naliza la verdad que encierran, si de ahí tomas una enseñanza haz
lo que sea necesario para mejorar, si no es así olvídalo, no val
e la pena menospreciarse por un comentario que seguramente es de mala fe.

Monografias.com -En sentido opuesto ex
iste el riesgo de considerarse un ser superior, incomprendido y poco apreciado
en su persona, lo cual de ningún modo es un valor… es defecto.

Monografias.com – Procura no sentirte
culpable y responsable de los fracasos colectivos, toma sólo lo que a ti
te corresponde, tu esfuerzo y dedicación hablarán por ti. No olv
ides proporcionar tu ayuda y consejo para que mejoren las personas, lo cual es
muy gratificante.

Monografias.com – Todo aquello que te
propongas lograr, debe estar precedido por un análisis profundo de las p
osibilidades, reconociendo si está en tus manos alcanzarlo. Evita so&nti
lde;ar demasiado.

Monografias.com – Pierde el temor a pr
eguntar y a pedir ayuda, ya que son los medios más importantes de aprend
izaje. Causa más pena la persona que prefiere quedarse en la ignorancia,
que quien muestra deseos de saber y aprender.

Monografias.com – Si tienes gusto por
algo (deporte, pasatiempo, habilidades manuales, etc.), infórmate, estud
ia y practica para realizarlo lo mejor posible. Si descubres que té falt
a habilidad, no lo abandones porque es tu pasatiempo; Es muy distinto a dejar l
as cosas por falta de perseverancia. Todos tenemos una habilidad (nadar, tocar
guitarra, pintar, escribir novelas, etc.) y debemos buscar la manera de perfecc
ionarnos en la misma.

Monografias.com – Si te comparas con o
tras personas, enfoca sus cualidades para aprender de ellas y cultivar tu perso
na; en cuanto a los defectos, primero observa si no los tienes y después
piensa como los ayudarías a superarlos, y díselos.

La autoestima aparenta ser un valor muy personalista, sin embargo, todo
aquello que nos perfecciona como seres humanos, tarde o temprano se pone al se
rvicio de los demás; una vez que hemos recorrido el camino, es má
s sencillo conducir a otros por una vía más ligera hacia esa mejo
ra personal a la que todos aspiramos.

Pulcritud o Cuidado personal

Monografias.comEl valor de la pulcritu
d es la práctica habitual de la limpieza, la higiene y el orden en nuest
ras personas, nuestros espacios y nuestras cosas.

Todos los días, dejamos ver a los demás parte de nuestra
personalidad y costumbres a través de nuestro arreglo personal, el esmer
o para trabajar, el cuidado al utilizar las cosas y en general, por la limpieza
que procuramos mantener en nuestra vivienda y lugar de trabajo.

En algunos momentos de nuestra vida nos preocupamos por dejar una buena
impresión en las personas: elegimos con cuidado nuestro atuendo, peinam
os nuestro cabello al detalle, acomodamos el interior de nuestro portafolios…
y esto lo hacemos cuando vamos a solicitar un empleo, asistir a una reuni&oacu
te;n de negocios, o cualquier otro acontecimiento que consideramos importante p
ara nuestra vida.

Desafortunadamente muchas veces esa primera impresión positiva d
ura poco tiempo, pasan los días y comienza a notarse cierto descuido en
nuestra forma de vestir, en nuestros cajones, nuestras pertenencias… ¿
Por qué sucede esto? Sencillamente porque no estamos acostumbrados a viv
ir con orden y someternos –al menos personalmente- a una disciplina que n
os obligue a cambiar nuestros hábitos.

Efectivamente, orden, disciplina, perseverancia y congruencia, son valo
res que se complementan con el ejercicio de la pulcritud, porque dejamos de pre
sentar una personalidad ficticia y de apariencias, para convertirlo en un modo
de vida que demuestra educación, cultura y buenos modales.

Posiblemente lo primero que pasa por nuestra mente acerca de este valor
es el arreglo personal: ropa limpia y sin arrugas, el afeitarse, la selecci&oa
cute;n del maquillaje y zapatos bien lustrados, en una palabra: perfectamente a
seados. Y todos son elementos tan obvios que parece redundante hablar de ellos.
Lo cierto es que a nadie le gusta presentarse sucio y descuidado en púb
lico.

También las extravagancias en nuestra presentación person
al denotan poca seriedad y carácter; aquí no es cuestión d
e edad sino de madurez para darse cuenta que el buen vestir es una costumbre de
siempre.

Bueno sería que sólo tuviéramos que preocuparnos d
e nuestro atuendo, pero por nuestras actividades utilizamos cosas y ocupamos de
terminados lugares, ¿cómo lucen? Dicen que para conocer como es u
na persona basta con revisar sus cajones… y es muy cierto.

La pulcritud debe procurarse en la oficina, el orden de las cosas, sacu
dir el polvo del escritorio y los objetos, periódicamente hacer una limp
ia de nuestro cajones, evitar comer en nuestra área de trabajo, acomodar
libros y archivero; es cierto, son muchas cosas, pero cada pedazo de papel fue
ra de su lugar habla de nuestros hábitos. Ese mismo cuidado se refleja e
n los documentos que elaboramos y entregamos, el contenido puede ser extraordin
ario, pero una pequeña mancha o una pésima distribución re
stan mérito a nuestro trabajo..

Comúnmente pensamos que todo pasa desapercibido y con una "
arregladita" podemos cubrir nuestro desorden habitual, pero no es as&iacut
e;. Existe diferencia entre una casa cuyo aseo es cotidiano y otra donde se hac
e cada vez que hay visita, tal vez el polvo en los marcos de los cuadros o deba
jo de los adornos… pero no hace falta penetrar en la intimidad de cualquier h
ogar para darse cuenta. Lo cierto, es que se nota.

En esta misma línea puede encontrarse nuestro automóvil,
como es de uso personal y normalmente nadie nos acompaña –adem&aac
ute;s de nuestra familia-, muchas veces es un verdadero basurero, no sól
o por lo que hay tirado, sino por el olor. ¡Qué pena llevar a otra
persona! Por eso es importante formarnos buenos hábitos, para no estar
ofreciendo disculpas y sufrir penas innecesarias.

Todo lo que pasa por nuestras manos denota el cuidado que tenemos en su
uso, agenda, apuntes, bolsillos y hasta las uñas. ¿Parece exager
ación vivir este valor? De ninguna manera, en las relaciones humanas nue
stra personalidad tiene un sello distintivo, lo deseable es que sea positivo, s
inónimo de limpieza, buena presencia y cuidado de las cosas.

Para vivir con mayor atención el valor de la pulcritud puedes co
nsiderar como importante:

  • De tu aspecto personal: para los varones el afeitarse debidamente o rec
    ortarse barba y bigote diariamente; para las damas, la selección y canti
    dad de maquillaje; para todos, el corte de cabello, peinarse debidamente y evit
    ar el exceso en el uso del fijador, las uñas recortadas y limpias, as&ia
    cute; como la higiene bucal.

  • Si tu piel o ropa se mancha con algún líquido (tinta, gra
    sa, pintura, polvo), procura lavarte inmediatamente y eliminar todo residuo, pu
    es no siempre se piensa que es consecuencia de una actividad en concreto. Si es
    necesario, cámbiate de ropa.

  • Cuida que tus prendas no tengan arrugas al salir de casa, evita los peq
    ueñas manchas de comida, polvo, pelusa, falta de botones y el lustre par
    a el calzado. Revisa los bolsillos de tu ropa antes de su lavado, este peque&nt
    ilde;o detalle te evitará disgustos y prendas desechadas a destiempo.

  • Procura comer en el lugar adecuado, (nunca en la oficina, habitaci&oacu
    te;n de dormir o el auto).

Limpia periódicamente tus efectos personales y equipo que utilic
es en casa y lugar de trabajo; coloca todo su lugar y en correcta distribuci&oa
cute;n. No olvides el uso de pequeños cestos bolsas para basura. Todo es
to te ayudará, por consiguiente, a ser más ordenado.

  • Asegúrate que tienes un lugar para cada cosa, y que cada cosa es
    té en su lugar, tanto en tu habitación como en tu oficina.

  • Haz una lista de los detalles que tienes que mejorar, dedica especial a
    tención a dos de ellos por semana hasta que consigas formarte el h&aacut
    e;bito. Con este ejercicio lograrás ser más observador y detectar
    ás a tiempo otros puntos de mejora.

  • Toda persona que se esmera en su presentación personal, el cuida
    do de sus cosas y lugares donde usualmente asiste así como las cosas que
    ordinariamente usa, crea un ambiente con la armonía que da el orden y l
    a limpieza, provocando una respuesta positiva en quienes le rodean.

El vivir el valor de la pulcritud nos abre las puertas, nos permite se
r más ordenados y brinda en quienes nos rodean una sensación de b
ienestar, pero sobre todo, de buen ejemplo.

Monografias.comHonestidadLa ho
nestidad es una de las cualidades que nos gustaría encontrar en las pers
onas o mejor aún, que nos gustaría poseer.

Si alguna vez debemos hacer un listado de las cualidades que nos gustar
ía encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría
poseer, seguramente enunciaremos la Honestidad, porque garantiza confianza, se
guridad, respaldo, confidencia, en una palabra integridad.

La Honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y
la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, e
xige en dar a cada cual lo que le es debido.

Podemos ver como actitudes deshonestas la hipocresía, aparentand
o una personalidad que no se tiene para ganarse la estimación de los dem
ás; el mentir continuamente; el simular trabajar o estudiar para no reci
bir una llamada de atención de los padres o del jefe inmediato; el no gu
ardar en confidencia algún asunto del que hemos hecho la promesa de no r
evelarlo; no cumpliendo con la palabra dada, los compromisos hechos y la infide
lidad.

Faltar a la honestidad nos lleva a romper los lazos de amistad establec
idos, en el trabajo, la familia y en el ambiente social en el que nos desenvolv
emos, pensemos que de esta manera la convivencia se hace prácticamente i
mposible, pues ésta no se da, si las personas somos incapaces de confiar
unos en otros.

Para ser Honesto hace falta ser sinceros en todo lo que decimos; fieles
a las promesas hechas en el matrimonio, en la empresa o negocio en el que trab
ajamos y con las personas que participan de la misma labor; actuando justamente
en el comercio y en las opiniones que damos respecto a los demás. Todos
esperan de nosotros un comportamiento serio, correcto, justo, desinteresado, c
on espíritu de servicio, pues saben que siempre damos un poco más
de lo esperado.

En la convivencia diaria podemos vivir la honestidad con los demá
;s, no causando daño a la opinión que en general se tiene de ella
s, lo cual se puede dar cuando les atribuimos defectos que no tienen o juzgando
con ligereza su actuar; si evitamos sacar provecho u obtener un beneficio a co
sta de sus debilidades o de su ignorancia; guardando como propio el secreto pro
fesional de aquella información que es particularmente importante para l
a empresa en la que prestamos nuestros servicios, o de aquel asunto importante
o delicado que nos ha confiado el paciente o cliente que ha pedido nuestra ayud
a; evitando provocar discordia y malos entendidos entre las personas que conoce
mos; señalando con firmeza el grave error que se comete al hacer calumni
as y difamaciones de quienes que no están presentes; devolviendo con opo
rtunidad las cosas que no nos pertenecen y restituyendo todo aquello que de man
era involuntaria o por descuido hayamos dañado..

Si queremos ser Honestos, debemos empezar por enfrentar con valor nuest
ros defectos y buscando la manera más eficaz de superarlos, con acciones
que nos lleven a mejorar todo aquello que afecta a nuestra persona y como cons
ecuencia a nuestros semejantes, rectificando cada vez que nos equivocamos y cum
pliendo con nuestro deber en las labores grandes y pequeñas sin hacer di
stinción.

Las relaciones en un ambiente de confianza conducen a la mejora persona
l y ajena, pues si en todo momento se obra con rectitud, se aprende a vivir com
o hombre de bien.

Monografias.comPuntualidadEl v
alor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado.

El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cump
lir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos,
un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.

El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalid
ad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud e
stamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mej
or nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.

La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se ded
uce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de pl
aneación en nuestras actividades, y por supuesto de una agenda, pero, &i
quest;qué hay detrás de todo esto?

Muchas veces la impuntualidad nace del interés que despierta en
nosotros una actividad, por ejemplo, es más atractivo para un joven char
lar con los amigos que llegar a tiempo a las clases; para otros es preferible h
acer una larga sobremesa y retrasar la llegada a la oficina. El resultado de vi
vir de acuerdo a nuestros gustos, es la pérdida de formalidad en nuestro
actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde.

En este mismo sentido podríamos añadir la importancia que
tiene para nosotros un evento, si tenemos una entrevista para solicitar empleo
, la reunión para cerrar un negocio o la cita con el director del centro
de estudios, hacemos hasta lo imposible para estar a tiempo; Pero si es el ami
go de siempre, la reunión donde estarán personas que no frecuenta
mos y conocemos poco, o la persona –según nosotros- representa poc
a importancia, hacemos lo posible por no estar a tiempo, ¿qué mas
da…?

Para ser puntual primeramente debemos ser conscientes que toda persona,
evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de importan
cia. Nuestra palabra debería ser el sinónimo de garantía p
ara contar con nuestra presencia en el momento preciso y necesario.

Otro factor que obstaculiza la vivencia de este valor, y es poco visibl
e, se da precisamente en nuestro interior: imaginamos, recordamos, recreamos y
supuestamente pensamos cosas diversas a la hora del baño, mientras desca
nsamos un poco en el sofá, cuando pasamos al supermercado a comprar &quo
t;sólo lo que hace falta", en el pequeño receso que nos damo
s en la oficina o entre clases… pero en realidad el tiempo pasa tan de prisa,
que cuando "despertamos" y por equivocación observamos la hor
a, es poco lo que se puede hacer para remediar el descuido.

Un aspecto importante de la puntualidad, es concentrarse en la activida
d que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no d
ivagar y aprovechar mejor el tiempo. Para corregir esto, es de gran utilidad pr
ogramar la alarma de nuestro reloj o computadora (ordenador), pedirle a un fami
liar o compañero que nos recuerde la hora (algunas veces para no ser mol
esto y dependiente), etc., porque es necesario poner un remedio inmediato, de o
tra forma, imposible.

Lo más grave de todo esto, es encontrar a personas que sienten &
quot;distinguirse" por su impuntualidad, llegar tarde es una forma de llam
ar la atención, ¿falta de seguridad y de carácter? Por otr
a parte algunos lo han dicho: "si quieren, que me esperen", "par
a qué llegar a tiempo, si…", "no pasa nada…", "e
s lo mismo siempre". Estas y otras actitudes son el reflejo del poco respe
to, ya no digamos aprecio, que sentimos por las personas, su tiempo y sus activ
idades

Para la persona impuntual los pretextos y justificaciones están
agotados, nadie cree en ellos, ¿no es tiempo de hacer algo para cambiar
esta actitud? Por el contrario, cada vez que alguien se retrasa de forma extrao
rdinaria, llama la atención y es sujeto de toda credibilidad por su resp
onsabilidad, constancia y sinceridad, pues seguramente algún contratiemp
o importante ocurrió..

Podemos pensar que el hacerse de una agenda y solicitar ayuda, basta pa
ra corregir nuestra situación y por supuesto que nos facilita un poco la
vida, pero además de encontrar las causa que provocan nuestra impuntual
idad (los ya mencionados: interés, importancia, distracción), se
necesita voluntad para cortar a tiempo nuestras actividades, desde el descanso
y el trabajo, hasta la reunión de amigos, lo cual supone un esfuerzo ext
ra -sacrificio si se quiere llamar-, de otra manera poco a poco nos alejamos de
l objetivo.

La cuestión no es decir "quiero ser puntual desde mañ
;ana", lo cual sería retrasar una vez más algo, es hoy, en e
ste momento y poniendo los medios que hagan falta para lograrlo: agenda, record
atorios, alarmas…

Para crecer y hacer más firme este valor en tu vida, puedes inic
iar con estas sugerencias:

Monografias.com Examínate y des
cubre las causas de tu impuntualidad: pereza, desorden, irresponsabilidad, olvi
do, etc.

Monografias.com – Establece un medio a
decuado para solucionar la causa principal de tu problema (recordando que se ne
cesita voluntad y sacrificio): Reducir distracciones y descansos a lo largo del
día; levantarse más temprano para terminar tu arreglo personal c
on oportunidad; colocar el despertador más lejos…

Monografias.com – Aunque sea algo tedi
oso, elabora por escrito tu horario y plan de actividades del día siguie
nte. Si tienes muchas cosas que atender y te sirve poco, hazlo para los siguien
tes siete días. En lo sucesivo será más fácil inclu
ir otros eventos y podrás calcular mejor tus posibilidades de cumplir co
n todo. Recuerda que con voluntad y sacrificio, lograrás tu propó
sito.

Monografias.com – Implementa un sistem
a de "alarmas" que te ayuden a tener noción del tiempo (no nec
esariamente sonoras) y cámbialas con regularidad para que no te acostumb
res: usa el reloj en la otra mano; pide acompañar al compañero qu
e entra y sale a tiempo; utiliza notas adheribles…

– Establece de manera correcta tus prioridades y dales el lugar adecua
do, muy especialmente si tienes que hacer algo importante aunque no te guste.

Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los dem&aacu
te;s la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en pers
onas digna de confianza.

Monografias.comRespetoVivir en
sociedad nos hace reflexionar sobre el valor del respeto, pero con éste
viene la diferencia de ideas y la tolerancia. En pocas palabras ¿Qu&eac
ute; hay que saber sobre el Respeto, la Pluralidad y la Tolerancia?

Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta do
nde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las
posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en
sociedad. Las leyes y reglamentos establecen las reglas básicas de lo q
ue debemos respetar.

Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuació
n de las personas. También tiene que ver con la autoridad como sucede co
n los hijos y sus padres o los alumnos con sus maestros. El respeto tambi&eacut
e;n es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cu
alidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor c
omo personas.

El respeto también tiene que ver con las creencias religiosas. Y
a sea porque en nuestro hogar tuvimos una determinada formación, o porqu
e a lo largo de la vida nos hemos ido formando una convicción, todos ten
emos una posición respecto de la religión y de la espiritualidad.
Es tan íntima la convicción religiosa, que es una de las fuentes
de problemas más comunes en la historia de la humanidad.

Aquí viene, entonces, también el concepto de Pluralidad,
es decir, de las diferencias de ideas y posturas respecto de algún tema,
o de la vida misma. La pluralidad enriquece en la medida en la que hay m&aacut
e;s elementos para formar una cultura. La pluralidad cultural nos permite adopt
ar costumbres y tradiciones de otros pueblos, y hacerlos nuestros. Sin embargo
cuando la pluralidad entra en el terreno de las convicciones políticas,
sociales y religiosas las cosas se ponen difíciles.

Así es como llegamos al concepto de intolerancia, es decir el no
tolerar. Fácilmente, ante alguien que no piensa, no actúa, no vi
ve o no cree como nosotros podemos adoptar una actitud agresiva. Esta actitud,
cuando es tomada en contra de nuestras ideas se percibe como un atropello a uno
de nuestros valores fundamentales: la libertad. La intolerancia puede ser tan
opresiva, que haga prácticamente imposible la convivencia humana. &iques
t;Y nuestra propia tolerancia? ¿Debemos convencer a alguien que no es ca
tólico de que no está en la verdad? ¿No es acaso eso ser &
quot;intolerante"?

Para dar respuesta a estas interrogantes, y tocar el tema del respeto,
la pluralidad y la tolerancia con más profundidad, hemos hecho una selec
ción del mejor material sobre el tema desde los puntos de vista pedag&oa
cute;gicos, éticos y religiosos. Los artículos que presentamos en
este segmento de valores nos hace reflexionar en qué es el respeto, c&o
acute;mo se enseña y por qué es importante enseñarlo a los
hijos, el por qué de la intolerancia y de particular interés es
la sección "Iglesia y Valores", que nos habla de nuestra propi
a tolerancia respecto de otras religiones y creencias y de la importancia de la
pluralidad y el respeto

Educación del Respeto

Monografias.comEnseñar a los hi
jos el respeto es indispensable para una vida familiar armónica, y para
su desenvolvimiento en sociedad, pero ¿Cómo se enseña?

끣túa o deja actuar, procurando no perjudicar ni dejar de benef
iciarse a sí mismo ni a los demás, de acuerdo con sus derechos, c
on su condición y con sus circunstancias. 뼯font>

Al hablar del respeto es importante, en primer lugar, distinguir entre
el respeto que debemos a todos los demás como hijos de Dios y el respeto
que debemos a cada uno, de acuerdo con su condición y con las circunsta
ncias. La primera nos lleva. A una actitud abierta de comprensión y de a
ceptación. La segunda nos dirige a unas actuaciones concretas, de acuerd
o con los factores implícitos en cada una de las relaciones humanas. Lo
veremos con claridad si consideramos la relación entre hijos y padres. E
n esta relación las, cualidades personales de los padres 볦oacute;lo po
seen un valor secundario en la motivación del respeto que se les debe뮠
Principalmente, los padres merecen el respeto de sus hijos como 롵tores de la
vida y educadores y superiores por voluntad de Dios뮠Vamos a considerar el des
arrollo de esta virtud en distintos tipos de relación: la relació
n con los amigos, los compañeros y los demás en general y la rela
ción padres-hijos.

Pero, antes de comenzar, convendría aclarar qué implicaci
ones tiene el respeto para las cosas que, en principio, no tiene cabida en nues
tra descripción inicial. No tiene sentido respetar una cosa porque no pu
ede tener 뤥rechos묠ni es posible perjudicar o favorecer su proceso de mejora
, por lo menos si se entiende mejora en el sentido de una mayor plenitud humana
y espiritual. Sin embargo, hablamos de respetar la Naturaleza, respetar los li
bros, las posesiones ajenas, respetar las reglas del juego, etc. Indudablemente
, estamos utilizando la palabra con otro matiz. Al decir 벥spetar la Naturalez
a묠por ejemplo, realmente estamos expresando la necesidad de cuidar la Natural
eza, de usar la Naturaleza de acuerdo con el fin por la cual ha sido creada. Al
hablar de 벥spetar las reglas del juego력stamos diciendo que hay que obedece
rlas para que puedan cumplir con su función. El respeto para las cosas s
ólo tiene sentido si nos damos cuenta de que las cosas están al s
ervicio del hombre, y que el hombre no hace más que administrar bienes q
ue son de Dios. Por eso 벥spetar la Naturaleza렴iene sentido si entendemos qu
e los motivos para hacerlo son, en primer lugar, que la Naturaleza es de Dios;
en segundo lugar, que los hombres pueden disfrutar de ella, y en tercer lugar,
que usando de ella pueden acercarse a Dios. Nunca podemos considerar el respeto
para las cosas como una finalidad en sí. No respetamos los bienes ajeno
s sin más, actuando a su favor y agradeciendo los bienes que nos proporc
ionen. Por otra parte, intentamos no perjudicarles evitando el uso indebido de
sus bienes tanto espirituales como materiales.

Se verá, por tanto, que cada persona tiene el derecho de ser tra
tado y querido por los demás por lo que es. Es decir, por ser hijo de Di
os. Y así radicalmente todos somos iguales. Por otra parte, cada uno cue
nta con una condición y con unas circunstancias peculiares y esto har&aa
cute; a los demás respetarles de un modo diferente.

Los amigos, los compañeros y los demás en general

Las primeras palabras de la descripción de esta virtud son 롣t&
uacute;a o deja de actuar, procurando no perjudicar ni dejar de beneficiar뮠&i
quest;Cómo coinciden estas posibilidades con el concepto, tan de moda, q
ue tienen los adolescentes del respeto? Para los adolescentes, el respeto consi
ste principalmente en 뤥jar de actuar뮠Consideran que no hay que imponer, coa
ccionar ni provocar intencionalmente ningún cambio en otra persona. Sin
embargo, en la realidad aceptan influencias que ofrecen un placer superficial,
pero atractivo, y rechazan las influencias que pueden estimular un esfuerzo por
parte del interesado hacia una mejora. Un ejemplo de este mismo es: en una Uni
versidad algunos alumnos provocaron entre sus compañeros la necesidad de
demostrar de algún modo su disconformidad respecto a una cuestió
n. Algunos profesores empezaron a hablar individualmente con los alumnos para c
onocer sus puntos de vista y para aclararles respecto al problema. Los alumnos
que estaban provocando la discordia se enfadaban mucho, acusando a los profesor
es de coaccionar a sus compañeros, etc. Es decir, de faltarles al respet
o, aunque de hecho eran ellos mismos quienes estaban faltándoles al resp
eto por no dejarles actuar de acuerdo con una decisión propia.

Por tanto, no sólo se trata de dejar de actuar sino tambié
;n de actuar. Pero este actuar necesita basarse en la verdad para no faltar al
respeto. En términos concretos, los demás tienen el derecho de re
cibir una información clara y, en la posible, objetiva. Por eso, ser sin
cero es parte- fundamental del respeto. Y sabemos que la sinceridad deber&iacut
e;a ser gobernada por la caridad y por la prudencia. Esto quiere decir que habr
á momentos para decir las cosas tal como son, con valentía, y otr
os en que será más respetuoso callarse. El baremo que habrá
; que utilizar será el grado de mejora que se busca.

El desarrollo de la virtud del respeto en cuanto se refiere a la relaci
ón de los hijos con los amigos y con los demás, en general, depen
derá en gran parte, de su edad. Es evidente que, antes de descubrir su i
ntimidad, el hijo respetará a los amigos de un modo diferente de, cuando
ya en la adolescencia, reconoce otros aspectos de su personalidad.

Los niños pequeños tendrán que aprender a respetar
a sus hermanos, a sus amigos, etc., principalmente en lo que se refiere a sus
posesiones tangibles y a su afectividad. Vamos a considerarlo por partes. Los d
emás tienen el derecho de hacer uso de sus propias posesiones y de ceder
este derecho, cuando ellos quieran, aunque se trata de que desarrollen la virt
ud de la generosidad a la vez. Lo que un niño no puede hacer es robar ni
hacer uso de cosas que pertenecen a los demás sin su autorizació
n. Sin embargo, hace falta reconocer el disgusto que se puede causar a otra per
sona para que el niño se dé cuenta del porqué de estas cos
as. Es lógico que esté atraído por las posesiones ajenas y
, además, con su sentido de justicia poco desarrollado puede pensar que
es injusto que otra persona tenga algo que él quiere poseer. No aprovech
ar de los bienes ajenos supone desarrollar la virtud de la fortaleza; saber sup
erar los impulsos egoístas que puedan tener. Por eso, parece sensato est
ablecer un equilibrio en la familia entre posesiones compartidas entre todos y
posesiones personales. A veces, los padres pretenden que todo lo que poseen los
niños esté disponible para el uso de todos. En este caso, por lo
menos, están desaprovechando una ocasión para desarrollar el res
peto en sus hijos.

Los hijos no sólo tienen que aprender a reconocer lo que signifi
ca ser dueño de algo, sino también apreciar las consecuencias que
puede tener afectivamente en esa persona si no le reconocen como dueño.
Según el niño será conveniente insistir más en el
concepto de propiedad o en el de la reacción afectiva que puede provocar
en la otra persona. La finalidad que estarnos buscando en la educación
de los hijos pequeños es que piensan en las consecuencias de sus actos a
ntes de realizarlos porque se dan cuenta de que otras personas van a ser afecta
das.

Los hijos tendrán que aprender a respetar a los demás en
relación con sus sentimientos. No se trata de hacer rabiar a un hermano,
ni de provocar la venganza de otro. Sin embargo, muchas veces parece que los h
ijos lo entienden como un juego divertido. Además, no entenderán
seguramente un razonamiento del tipo: 릩quest;A ti te gustaría que te h
icieran eso?렑uizá de momento dejen de provocar al hermano, pero r&aacu
te;pidamente vuelven a lo mismo.

Es decir, la capacidad de ponerse en lugar de la otra persona para reco
nocer los efectos de lo que está pasando es muy poco desarrollado en los
niños pequeños. Más bien se comportarán adecuadame
nte porque existen unas reglas del juego. Quizá una recomendación
que se podría hacer sería no preocuparse demasiado para desarrol
lar el respeto en este sentido con los niños pequeños, pero s&iac
ute; ayudarles a desarrollar la virtud de la obediencia, y a desarrollar su vol
untad para que, al llegar a reconocer la posibilidad de respetar a otras person
as, cuenten con la fuerza interior suficiente para hacerlo.

De todos modos, los niños pueden ir preparándose para res
petar afectivamente a los demás, viviendo en un ambiente de respeto y de
cariño. Necesitan tener criterios para saber dónde comienza y d&
oacute;nde termina el respeto. Consideramos algunos ejemplos. El niño te
ndrá que reconocer que existe un trato diferente de acuerdo con la condi
ción de la persona, pero no necesariamente de acuerdo con sus circunstan
cias, Si en la familia trabaja algún empleado, una interina, por ejemplo
, verán que sus padres le tratan de un -modo diferente que a ellos, prec
isamente por existir unas características diferentes en la misma relaci&
oacute;n. Sin embargo, los padres pueden tratar a esa interina con consideraci&
oacute;n o sin ella. Si no respetan a esa persona, si no reconocen su derecho d
e ser tratada dignamente, con consideración, es probable que los hijos t
ampoco lo hagan. Así aprenden los hijos a mandar sin respetar.

Si los hijos oyen a sus padres criticar indiscriminadamente a cierto ti
po de persona, sea por raza, por origen, por profesión, por caracter&iac
ute;sticas personales, es probable que esta intransigencia y falta de respeto c
ondicionen al niño también de tal modo que empiece a decir las mi
smas cosas, a encasillar a los demás.

Con los niños pequeños estamos intentando preparar las ba
ses para que lleguen a reconocer y a apreciar la posibilidad radical que tiene
cualquier persona para mejorar. Si en cualquier momento, desconfiáramos
de que esa persona no utilizase ni su voluntad ni su inteligencia para mejorar,
la estaríamos equiparando a un animal.

Si hemos centrado la atención con referencia a los más pe
queños, en el cumplimiento de unas cuantas normas como preparació
n para el desarrollo del respeto, podrá ser conveniente resumirlas en un
os cuantos puntos:1) Enseñarles que cada uno es diferente y, por tanto,
hay que tratarles de un modo distinto.

2) Enseñarles a reconocer a cada uno por lo que es, sin 렣lasif
icarles 뮠Y como consecuencia:

2.1) Enseñarles a comportarse de tal modo que no provoquen disgu
stos para los demás, apropiándose de sus bienes indebidamente, tr
atándoles con poca consideración, etc.

2.2) Enseñarles a no criticar a los demás.

2.3) Enseñarles a actuar positivamente a favor de los demá
;s.

2.4) Enseñarles a buscar lo positivo en los demás.

2.5) Enseñarles a agradecer los esfuerzos de los demás en
su favor.

Al llegar a la adolescencia, el respeto tiene mucho más sentido.
Ya con una intimidad propia descubierta, los hijos son capaces de reconocer lo
que significa respetar a los demás y respetarse a sí mismos. Pre
cisamente el desarrollo de la virtud del pudor está basada en la aprecia
ción correcta de la intimidad propia y ajena y el consecuente respeto qu
e es debido a cada uno.

Podemos considerar algunos elementos de este respeto que suelen provoca
r dificultades para el adolescente. El adolescente quiere ser respetado por los
demás y nota claramente cuándo existe este respeto. Sin embargo,
no nota con tanta claridad cuándo está faltando en respeto hacia
los demás. Se enfada cuando algún amigo no acude a una cita, per
o no le importa si es él quien falla. Le molesta que algún amigo
hable mal de él, pero está muy dispuesto a hablar mal de los dem&
aacute;s, etcétera. Es lógico que debería existir un mayor
respeto entre las personas que se conocen mejor -los hermanos y los amigos &ia
cute;ntimos-, porque en la misma relación es necesario afinar más
para permitir una convivencia continua. Incluso la convivencia entre hermanos
únicamente es posible si existe un gran respeto, porque no existe la pos
ibilidad de elegir los hermanos de acuerdo con el propio modo de ser. Cada uno
es diferente, tiene un estilo particular. Y cada uno tiene derecho de vivir en.
El hogar.

Los padres pueden explicar esto mismo a sus hijos, intentando a la vez
que tengan la posibilidad de desarrollarse en ámbitos adecuados para que
no surjan situaciones que pueden provocar innecesariamente faltas de respeto e
ntre ellas. Ahora si que es posible aclarar a un hijo que no debiera hablar de
las cosas íntimas de algún hermano delante de los demás, d
e mostrarles que cada uno tiene el derecho de comportarse como él quiera
, con tal de que no perjudique a los demás ni a él mismo.

Otro problema para el adolescente es que entiende el respeto úni
camente como un 뤥jar de actuar, procurando no perjudicar묠y así no re
conoce su deber de ayudar a los demás. Si los demás tienen la pos
ibilidad radical de mejora, el respeto nos debería llevar a ayudarles a
alcanzar una mayor plenitud personal. Ahora bien, para poder ayudar hay que con
ocer al otro y muchos aspectos de su situación. Sería una – falta
de respeto hacer sugerencias infundadas a otro. También sería un
a falta de sentido común. Pero si se conoce a la persona, si existe un c
ontacto suficiente para que se interese mutuamente el uno por el otro, el respe
to supone que actúa en su favor positivamente.

El respeto está basado, en este sentido, en el conocimiento d&ea
cute; la condición y de las circunstancias de la otra persona. Si uno co
noce a otro bastante bien es posible, en gran parte, prever las consecuencias d
e una actuación propia. Antes de actuar hace falta considerar las consec
uencias, por respeto.

Esto quedará claro si pensamos en la relación entre chico
s y chicas. Un chico podría plantear a una chica alguna propuesta poco h
onrada, convenciéndola para que lo acepte con razones engañosas o
jugando con sus emociones. Si luego la chica aceptara la propuesta, es probabl
e que el chico diría que había decidido libremente, cuando, de he
cho, ha habido una coacción clara, una falta de respeto.

El respeto solamente tiene sentido sí está basado en la r
ealidad objetiva en lo que es verdadero. Por eso habrá que distinguir en
tre el derecho que cada uno tiene de opinar como quiere y el derecho que los de
más tienen para recibir una información verdadera que les ayude a
mejorar. No es falta de respeto mostrar a otra persona que alguna opinió
;n es errónea. Precisamente es, el respeto a la verdad que nos lleva a a
clararle la situación. Pero muchas veces los adolescentes no tienen en c
uenta la situación de los demás cuando se trata de su 뤥recho려
e opinar. Efectivamente, tienen el derecho de opinar como quieran, pero no de i
nfluir negativamente sobre unos hermanos pequeños o sobre unos amigos me
nos maduros con el 밥so려e su razonamiento. El respeto supone que si uno no e
stá completamente seguro de la veracidad de lo que uno piensa, por prude
ncia, por respeto, no se trata de proporcionar esta influencia que puede perjud
icar a los demás. Y, como hemos dicho antes, al saber que algo es verdad
ero se trata de influir positivamente en bien de los demás.

Concretando, los padres, en relación con sus hijos adolescentes,
tendrán que aclararles lo que es el respeto y cuáles son los pel
igros que pueden surgir para contrarrestar el sentido positivo de este valor. H
abrá que enseñarles a pensar en las consecuencias de sus acciones
, de distinguir entre las personas con quien se relacionan, su capacidad intele
ctual, su edad, su temperamento. Y, reconociendo la situación real, actu
ar o dejar de actuar procurando no perjudicar ni dejar de beneficiar a los dem&
aacute;s.

La relación con los padres

녬 respeto a los demás debe ser interno y externo. Se infringe
esta obligación por el desprecio interior, las palabras injuriosas, la a
ctitud despectiva, el incumplimiento de su "última voluntad" y
, sobre todo, por los malos tratos뮠Al hablar de la actuación de los pa
dres y la educación de los valores nos referimos ampliamente al tema del
respeto que debería tener los padres hacia sus hijos. Sin embargo, no h
emos estudiado el tema de cómo educar a los hijos para que respeten a su
s padres. Y es importante porque los hijos tienen la obligación de respe
tar a sus padres toda la vida. Sólo tienen el deber de obedecerles mient
ras viven bajo el mismo techo. (También deben obediencia los menores qu&
eacute; están bajo su patria potestad, aunque no vivan en el domicilio p
aterno.)

A la vez, tienen que enseñar a sus hijos a respetarles. En este
caso puede ser conveniente considerar si existe diferencia entre el respeto bas
ado en la justicia y el respeto basado en el amor. Indudablemente, queremos con
seguir que nuestros hijos nos respeten por amor, pero existe una diferencia ent
re el respeto por amor que pueden tener los hijos hacia algún amigo y el
respeto hacia sus padres. Esta diferencia está precisamente en que sus
padres han sido autores de sus vidas y, por tanto, tienen una autoridad por su
misma calidad de padres. Los hijos deberían amarles. Principalmente por
ser sus padres, no por sus cualidades específicas, como sería el
caso de algún amigo. Por eso, no se puede hacer una distinción en
tre el respeto basado en la justicia y el respeto basado en el amor. Si se resp
eta únicamente por justicia, el respeto es incompleto, pero todaví
;a más si se respeta únicamente por amor a las cualidades de la p
ersona.

Para conseguir que los hijos desarrollen su respeto hacia los padres ex
iste la posibilidad de actuar personalmente para conseguir resultados en relaci
ón con la propia persona o de actuar en favor del cónyuge. En alg
unas cuestiones será más fácil, más apropiado, ayud
ar a los hijos a conocer la situación real del cónyuge que resalt
ar la relación con uno mismo, aunque también se tratará de
exigir a los hijos un trato adecuado hacia uno mismo para mantener la dignidad
propia. Unos padres se encontraron con que su hija, todavía sin casarse
, había quedado embarazada. En sí, el suceso les causó muc
ho dolor. Pero todavía más cuando otra hermana se enfadó c
on ellos acusándoles de ser responsables de la situación por no h
aber enseñado a su hermana a utilizar anticonceptivos. El dolor en esta
segunda situación está causado por una falta de respeto inmenso.
A veces, los hijos adolescentes creen que tienen el derecho de opinar y de hace
r lo que quieren delante de sus padres. Pero actuar y decir cosas deliberadamen
te para que sufran o se enfaden los padres es una falta de respeto y habr&aacut
e; que exigir a los hijos para que les respeten, por lo menos, en el aspecto de
no perjudicar. En situaciones conflictivas entre padres y adolescentes puede s
er necesario decir con claridad al hijo que mientras esté bajo el mismo
techo tienen la obligación de respetarles, obedeciéndoles, aunque
no quieran, porque los padres siguen siendo responsables de ellos. Cuando ya a
lcancen su mayoría de edad, pueden dejar de obedecerles, pero no de resp
etarles.

Será difícil que los hijos aprendan a controlarse para no
tratar mal a sus padres, a menos que los padres hayan mostrado con su ejemplo
que ellos también respetan a sus hijos, buscando su bien. Y muchas veces
los hijos no entienden que sus padres están actuando en bien suyo. En e
stas ocasiones, el cónyuge puede explicar con claridad pero brevemente l
os motivos de la actuación del otro. No se trata de convencer. Los hijos
tienen el derecho de recibir una información suficiente para saber que
sus padres están actuando de acuerdo pon unos criterios que pueden supon
er una mejora para ellos. Si no, no les será posible aceptar que estas&q
uot; exigencias son justas y razonables. Pero, a continuación, deben res
petar a sus padres y si no están de acuerdo con su decisión, incl
uso si creen que no es una decisión justa ni razonable, deben decí
;rselo con delicadeza, intentando no herir y explicando los motivos para una de
cisión contraria o diferente.

En este sentido, podemos ver que cuando existe un cariño real en
tre padres e hijos el respeto es connatural porque los hijos dan, sin saberlo m
uchas veces, el valor debido a ser padres, y los padres el valor debido a ser h
ijos.

Para educar este cariño desde pequeños habrá que d
efender el papel de padre. Los padres pueden ser amigos de sus hijos pero la re
lación padre-hijo es más. El hijo espera de su padre que le exija
, y seguramente no pondrá en duda su deber de respetar y obedecerle si e
l mismo padre no lo pone en tela de juicio. Y creo que esto es verdadero, aunqu
e el ambiente de la calle no lo favorezca.

El hijo notará que su padre le exige porque le quiere, no por ve
nganza, ni para molestarle, y exigirá a su vez una atención adecu
ada. Esto también es respetar porque está actuando para que la ot
ra persona cumpla con su deber. Por eso, se dice que los padres educan a sus hi
jos pero también los hijos a sus padres. Se educan cuando existe respeto
mutuo.

Por lo que hemos dicho, habrá quedado claro que no es posible de
sarrollar el valor del respeto sin amor. Pero no se trata de actuar o interpret
ar este amor, indiscriminadamente, sino de acuerdo con la condición y ci
rcunstancias de la otra persona. En cuanto se olvida de que el respeto supone c
reer en la posibilidad radical de mejora que tienen los demás, se acaba
encasillando a la persona, limitándole y recortando las oportunidades qu
e tiene para alcanzar una mayor plenitud humana y espiritual. Se trata de dejar
de actuar cuando podemos perjudicar estas posibilidades de mejora. Se trata de
actuar para beneficiar.

El respeto a los demás solamente es correcto sí lo hacemo
s por reconocerles hijos de Dios. El respeto hacia los padres es porque Dios ha
querido que fueran nuestros padres. El respeto no es algo que se puede reparti
r de acuerdo con las cualidades de las personas con quienes se tiene contacto.
Los demás -todos- tienen el derecho de ser respetados por nosotros. El m
odo de interpretar este respeto y vivirlo bien, en cada caso, será resul
tado de haber reconocido los derechos, la condición y las circunstancias
reales de esas personas y a continuación actuar o dejar de actuar por a
mor.

Laboriosidad

Monografias.comTrabajar es solo el pri
mer paso, hacerlo bien y con cuidado en los pequeños detalles es cuando
se convierte en un valor.

Alguna vez un cómico dijo "Tan terrible es el trabajo que h
asta pagan por hacerlo", sin embargo el trabajo es un valor fundamental.

Cuando alguien se refiere a nosotros por "ser muy trabajadores&quo
t; nos sentimos distinguidos y halagados: los demás ven en nosotros la c
apacidad de estar horas y horas en la escuela, en la casa o en la oficina hacie
ndo "muchas cosas importantes". Efectivamente esa puede ser la raz&oa
cute;n, pero existe la posibilidad de carecer de un sistema de trabajo que nos
lleva a "trabajar" más tiempo de lo previsto. Esto se identifi
ca con claridad cuando iniciamos varias tareas y sólo terminamos algunas
, generalmente las menos importantes (las que más nos gustan o se nos fa
cilitan), además de ir acumulando labores que después se converti
rán en urgentes.

La laboriosidad significa hacer con cuidado y esmero las tareas, labore
s y deberes que son propios de nuestras circunstancias. El estudiante va a la e
scuela, el ama de casa se preocupa por los miles de detalles que implican que u
n hogar sea acogedor, los profesionistas dirigen su actividad a los servicios q
ue prestan. Pero laboriosidad no significa únicamente "cumplir"
; nuestro trabajo. También implica el ayudar a quienes nos rodean en el
trabajo, la escuela, e incluso durante nuestro tiempo de descanso; los padres v
elan por el bienestar de toda la familia y el cuidado material de sus bienes; l
os hijos además del estudio proporcionan ayuda en los quehaceres dom&eac
ute;sticos.

Podemos, fácilmente, dar una apariencia de laboriosidad cuando a
dquirimos demasiadas obligaciones para quedar bien, aún sabiendo que no
podremos cumplir oportunamente; también puede tomarse como pretexto el p
asar demasiado tiempo en la oficina o la escuela para dejar de hacer otras cosa
s, como evitar llegar temprano a casa y así no ayudar a la esposa o a lo
s padres.

Al crear una imagen de mucha actividad pero con pocos resultados se le
llama activismo, popularmente expresado con un "mucho ruido y pocas nueces
". Es entonces cuando se hace necesario analizar con valentía los v
erdaderos motivos por los que actuamos, para no engañarnos, ni pretender
engañar a los demás cubriendo nuestra falta de responsabilidad.<
/font>

Partes: 1, 2, 3
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