Monografias.com > Política
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Condiciones de democratización y poliarquía: The only game in town



    1. Democracia y su
      Historia
    2. Democracia: siglo XIX y
      XX
    3. Escuela de Frankfurt en la
      Democracia
    4. Democratización y
      Poliarquía

    Democracia y su
    Historia.

    A lo largo de la historia se ha estudiado y
    puesto en práctica diversas opiniones, tanto para unificar
    el poder como
    para limitarlo. Existe toda una teoría
    de las formas de
    gobierno, la cual tiene varios usos que más adelante
    se explicarán, entre ellas las democracia,
    aristocracia y monarquía como instituciones
    acordes, según quien las defienda, con el buen y mejor
    funcionamiento político de un Estado; con
    ellas existen otras tantas formas de gobierno que
    según los autores son malas o buenas, y que no es del caso
    aquí nombrarlas.

    Es así como preguntamos ¿qué es
    democracia?
    Podemos responder con sentido literal que Kratos es poder y Demos
    pueblo. Resolvemos la pregunta de manera etimológica
    diciendo que el poder del pueblo es democracia. Seguramente
    surgirán otras preguntas para determinar las concepciones
    de la definición, y aquí se retoma a
    Sartori:

    1. "Pueblo como literalmente todos;
    2. pueblo como pluralidad aproximada: un mayor
      número, los más;
    3. pueblo como populacho, clases inferiores,
      proletariado;
    4. pueblo como totalidad orgánica e
      indivisible;
    5. pueblo como principio de mayoría
      absoluta;
    6. pueblo como principio de mayoría
      proporcionada"

    Por lo anterior, la democracia debe ser identificada
    según la época histórica, y por ello se
    plantea la distinción entre la democracia de los antiguos
    y la democracia de los modernos. Que en si misma, los dos
    términos son orientados hacia una espacialidad bien
    definida, de lo que se podría deducir, y recurriendo, en
    el primer caso a Aristóteles en "La Política", la
    democracia de los antiguos fue desarrollada dentro del concepto de
    Polis. Concepto que se
    sitúa, tal como lo menciona Sartori, en relación
    con la Ciudad – Comunidad, mas no
    Ciudad – Estado. Es
    decir, la democracia de los antiguos fue aquella de la
    participación directa de los ciudadanos, no en el Estado por
    que ésta (Ciudad – Comunidad) era
    una Ciudad sin Estado, en la Asamblea.

    Ya se definió literalmente qué significa
    Democracia, definición ésta que sirve para intuir
    que quienes ejercían el poder en la Ciudad –
    Comunidad eran aquellos que poseían la virtud de la
    política,
    y la desarrollaban no en forma vertical sino horizontal. Es
    decir, el poder no proviene de abajo hacia arriba, ni de arriba
    hacia abajo, por el contrario la comunidad de los ciudadanos
    implica que las decisiones se toman en Asamblea y todos adoptan
    la misma, entendiéndose "todos" como la comunidad de los
    polites o de los ciudadanos. Que deliberan en la
    Asamblea.

    Ahora bien, la democracia de los modernos se ve definida
    en términos espaciales por el Estado.
    Concepto que en Europa, y en los
    intelectuales de la Revolución
    Francesa, implicó controversias intestinales para
    definir cuáles eras las condiciones en que una democracia
    podría desarrollarse. El Estado se entiende como una de
    aquellas condiciones, abrebocas de la polémica, pues
    ¿cuál debía ser el tamaño del Estado
    para que se consolidara un gobierno
    democrático? Pregunta que en los debates académicos
    surgía con gran preocupación. En Francia,
    Rousseau
    edificó, dentro de su teoría,
    que un gobierno democrático requería como
    condición un Estado pequeño, en el cual sea
    fácil para el pueblo reunirse.

    Posición que en América
    (Estados
    Unidos), fue solucionada de manera práctica, pues con
    gran extensión territorial se llevó a cabo: un
    entendimiento de la democracia de los antiguos y la
    definición práctica un Estado Republicano con un
    gobierno democrático.

    Antes de entrar en éstos dos ítems, es
    menester ofrecer una explicación, un tanto sucinta pero
    satisfactoria, de lo que implica la extensión y la
    intención, dentro del debate de la
    libertad
    democrática para considerar como condición un
    Estado, ya sea pequeño o grande, para procurar un gobierno
    democrático.

    El Estado se constituye a partir de un Régimen
    Republicano para abarcar un mayor número de ciudades y un
    territorio mas amplio, es decir, la extensión es la
    característica principal de éste
    régimen. En donde las facciones, alas, o podría
    decirse las diversas posiciones políticas
    se multiplican, por razón de la extensión
    territorial. El debate fue
    planteado, con la democracia francesa, como que a mayor
    extensión territorial la intención del poder
    político sobre el territorio era inversamente
    proporcional. Lo que implicó para la tradición
    francesa considerar que el Régimen Democrático
    debía ser mínimo en extensión territorial,
    es decir, construir un Estado pequeño, lo que generaba
    inversamente una intención del poder político mas
    amplia y consistente sobre las pocas ciudades bajo su
    potestad.

    Es hora cavilar acerca de los dos ítems que se
    dejaron planteados arriba, y que una vez definido los conceptos
    de extensión e intención, es pertinente entrar a
    observarlos. La tradición democrática
    Angloamericana conceptuó sobre un entendimiento de la
    democracia de los antiguos y la definición práctica
    un Estado Republicano con un gobierno democrático. Ello
    surgió entendiendo a la democracia como depositaria de la
    participación política a través de la
    Representación. Es oportuno retomar a Bobbio quien explica
    de alguna manera el contraste entre la democracia de los antiguos
    y la democracia de los modernos, pero entendiendo ésta
    última como derivativa de la democracia Angloamericana. Lo
    que sugiere, junto con el término de democracia
    Representativa, que "…la democracia de los antiguos que al
    estar basada en el gobierno de la asamblea no reconoce
    algún ente intermedio entre el individuo y el Estado,
    ….., la democracia moderna es pluralista, vive sobre la
    existencia, multiplicidad y vivacidad de las sociedades
    intermedias."

    Como se ha visto la democracia ha sobrepasado unos
    límites
    históricos, que llevaron a considerar el poder como un
    ordenamiento horizontal de las decisiones emanadas de los
    ciudadanos hacia la ciudad. En la democracia de los antiguos es
    perceptible el funcionamiento del poder de manera horizontal y
    luego vertical. Se contempla el poder horizontal, de los
    antiguos, procedente de la discusión en la Asamblea por
    parte de quienes son virtuosos y sabios de ejercer el poder. Y
    una vez concretado éste poder horizontal en decisiones, el
    horizontalismo se pierde para fomentar una situación
    altimétrica donde la Asamblea ejerce el poder sobre el
    resto de personas que habitan la Ciudad – Comunidad, es
    decir, el poder el vertical sobre los idiot, idion, mujeres,
    niños,
    esclavos, etc…. Pero quién es la Asamblea? O mejor
    quién forma parte de la Asamblea? Y aquí la
    respuesta es simple: los ciudadanos o los Polites. El pueblo debe
    entenderse, en este aspecto, como el conjunto de Polites reunidos
    en la Asamblea. Es decir, el titular del poder es el
    pueblo.

    Se podría pensar que la democracia moderna a
    cambiado con respecto a la antigua, pero lo cierto es que
    aún emerge la aproximación mas cardinal. El pueblo
    sigue siendo el titular del poder político; en la Revolución
    Francesa el pueblo fue absorbido, y espero disquisiciones al
    respecto, por el concepto de Soberanía Popular. (véase "El
    Contrato Social"
    – Rousseau.)

    Lo anterior induce a ponderar que el cambio, entre
    democracia antigua y moderna, se encuentra dado en la forma de
    ejercer el derecho de poder político. El pueblo es el
    titular del poder político, no faltaría quien
    dogmatizara ésta frase como una ley natural de
    la ciencia
    política, y ese poder se practica de forma amplia
    (democracia de los antiguos), o de forma restringida (democracia
    de los modernos).

    De este modo se enfoca el ensayo
    hacia los modernos y su democracia, con lo cual se determina que
    ésta siempre ha estado en formación.

    Con la unificación de los grandes Estados y el
    vencimiento de las fuerzas feudales se constituyó un
    Estado absoluto el cual, por sus luchas internas se
    transformó en una monarquía constitucional con un claro
    sistema de
    representación parlamentaria, por lo menos en Inglaterra. Este
    sistema de
    representación parlamentaria se constituyo en la
    democracia liberal que poco a poco (mas de 100 años)
    amplió los derechos políticos
    hasta llegar a la constitución formal del sufragio universal.
    Con ello trató de consolidarse una democracia
    Representativa, ello en razón a que no es factible que
    todos los ciudadanos de un Estado-Nación
    deliberen en el Ágora, Congreso o Parlamento.

    Para concluir esta introducción es necesario explicar los usos
    de la teoría de las formas de
    gobierno, para entrar en el tema. En esta teoría, sus
    distintos usos son necesarios y a veces se mezclan lo que explica
    la diferencia entre el uso descriptivo y el uso prescriptivo de
    las formas de gobierno: el primero hace referencia a la realidad
    fáctica, es decir, a circunstancia de modo, tiempo y lugar y
    a sus reglas formales e informales para definir la democracia
    existente; el segundo, prescriptivo, señala los
    calificativos para defender o atacar una u otra forma de
    gobierno; es decir, con este uso se determinan las razones de
    beneficio o de caos para, unificar o limitar el poder. Con este
    uso dice Sartori, en su obra ya citada, que el planteamiento
    deontológico está impreso en el uso prescriptivo,
    con lo cual nos fija un lineamiento para teorizar acerca de la
    mejor forma de democracia aunque ésta no se observe en la
    realidad, pero que sirve para fijar metas
    prósperas.

    Democracia: siglo XIX y
    XX.

    Con lo anterior ya se puede identificar con características propias a la democracia
    moderna; es decir, consolidada como una forma de gobierno que no
    se aleja de su significado etimológico; la democracia
    moderna es el poder del pueblo, ejercido y puesto en manos de
    personas virtuosas o sabias, que previamente han sido elegidas,
    por los ciudadanos, mediante el sistema del sufragio
    universal.

    Claro que la anterior definición sugiere debates,
    por lo que es pertinente evidenciar cuáles fueron algunos
    de ellos.

    Afirma Sartori, en su obra "¿Qué es
    Democracia?, que en el periodo de 1789 a 1793 se entablaron tres
    revoluciones, la liberal, democrática y la socialista,
    cada una de ellas se infería como la antítesis de la
    anterior pero, y suena paradójico, el complemento a la
    anterior revolución.

    El liberalismo se
    puede ubicar como antecesor de la democracia de los modernos. El
    liberalismo
    busca la libertad
    política, y considero que un reduccionismo en
    términos constitucionales sería equívoco
    para el objetivo que
    se busca. El liberalismo se encuentra involucrado con la naciente
    forma de mercantilización occidental, y con el naciente e
    incipiente capitalismo
    inglés.
    Lo que haciendo otro análisis del asunto, llevaría a
    pensar en la religión como uno de
    los promotores del mismo.

    Ahora bien, cómo se entiende el concepto de
    liberalismo mezclado con el concepto de Democracia? Si
    comprendemos que el liberalismo busca la libertad, y en
    éste caso libertad política y también
    económica, ello nos impele a concebir el liberalismo
    conservador y el liberalismo democrático. Pero
    éstos conceptos se deben entender diferenciables y sus
    coaliciones o enfrentamientos con la democracia emergen en puntos
    históricos – conyunturales bien
    diferenciados.

    Es así como dentro de la teoría
    democrática converge los autodenominados demócratas
    liberales y los demócratas radicales.

    Los cuatro conceptos, vistos hasta el momento: Liberales
    conservadores, liberales demócratas, demócratas
    liberales y demócratas radicales, se deben leer desde la
    perspectiva que considera las tres revoluciones seguidas como
    antítesis una
    delante de la otra. "El liberalismo y la democracia, junto con el
    socialismo y
    el comunismo son las
    etiquetas de la lucha política en el siglo XIX y XX." Los
    cuales tienen su antecesor en la lucha política motivada
    en Inglaterra, cual
    tuvo la finalidad de conseguir libertad a través del
    principio democrático, lo que se avizora con la firma , en
    1649, del Pacto del pueblo ingles libre que dice:

    …la suprema autoridad de
    Inglaterra y de los territorios incorporados a ella será
    y residirá de ahora en adelante en una
    representación del pueblo compuesta por 400 personas, no
    más, en cuya elección – de acuerdo con la
    ley de naturaleza
    – todos los hombres de 21 años en adelante…
    tendrán derecho a votar y serán elegibles a tal
    cargo supremo.

    En este orden de ideas, se advierte tres mixturas entre
    el orden del liberalismo y democracia, a saber:

    En el primero se ellos se argumenta que el liberalismo y
    la democracia son compatibles, es decir, puede existir un Estado
    liberal conservador, un Estado Democrático no liberal, y
    puede, también existir un Estado Liberal
    Democrático. En donde, este último, no limita la
    libertad.

    La segunda postura prefija que el liberalismo y la
    democracia son incompatibles entre si. Los liberales
    conservadores consideran que la democracia terminaría por
    destruir el Estado liberal, y los demócratas radicales
    afirman que la democracia solo sería viable en un Estado
    social, que se aleje del Estado mínimo.

    Las tercera tesis objeta las anteriores y supone que el
    liberalismo y la democracia son necesarias, en la medida, en que
    la democracia puede realizar los fines del Estado Liberal, y
    aquella solo se puede implementar en un Estado
    Liberal.

    En las últimas dos décadas del siglo XIX,
    y las primeras dos décadas del siglo XX, el realismo fue
    la posición política, que para muchos fue la mas
    antidemocrática, que basados en la Realpolitik
    configuraron un nuevo concepto de libertad, una nueva finalidad
    de la misma, y lo que podría denominarse como un nuevo
    concepto de sistema político. Negando de ésta forma
    que la realidad existente fuera un sistema político
    democrático.

    La teoría realista ha considerado, como verdad de
    Perogrullo, la autonomía de la clase política
    respecto de el conjunto de la sociedad. Al
    respecto puede verse Sartori (¿Qué es la
    Democracia?), quien hace una síntesis
    acerca de los representantes mas significativos del realismo
    político.

    Croce, dentro de su pensamiento
    liberal, considera que la política no es lo que los
    sistemas ideales
    insistían. Es decir, ni la liberal democracia, ni el
    socialismo
    escapaban a lo que realmente era la política. Fuerza. En
    este punto, el realismo se une con el utilitarismo, y es
    así como Croce entendió a la política como
    utilidad y
    fuerza. La
    política era una realidad efectiva que se alejaba por
    completo de los sistemas ideales
    construidos por aquel entonces. Para Croce la Libertad, concebida
    dentro del liberalismo, agota el mismo liberalismo y rechaza, de
    plano, la libertad liberal y al constitucionalismo.

    Pareto creó su teoría basada en que las
    élites circulaban en el poder, ello se determinaba bajo el
    concepto de capacidad de cada élite. O se puede encontrar,
    que con cada revolución lo único que cambiaban eran
    las élites, pero el poder seguía siendo igual, es
    decir, poder vertical. Para éste autor la democracia se
    circunscribía a un cambio de
    élites en razón a la capacidad para gobernar o
    no.

    Para Mosca el sistema político no se identificaba
    con la democracia, sino que siendo el poder altimétrico,
    es decir, encontrándose organizado desde arriba y con una
    clara jerarquía, enfocó su discurso a
    establecer la estratoarquía política. La
    representación de ésta se encuentra de forma
    piramidal y se denomina oligarquía.

    En Michels el estudio político de la democracia
    fue dirigido un tanto hacia lo micro. Lo macro puede considerarse
    como el sistema político de una nación
    o de un Estado, mientras que lo micro se halla en las organizaciones.
    Michels estudio las organizaciones
    alemanas y mas específicamente los partidos
    socialdemócratas de su tiempo, es decir,
    partidos de masas. Las conclusiones a las que llegó se
    sustentan en que a mayor organización existe una mayor no
    democracia, la
    organización es antónimo de democracia. Para
    él la democracia conduce a la
    oligarquía.

    Posteriormente, a éstas tesis realista,
    siguió la teoría competitiva de la democracia,
    formulada, principalmente, por Joseph A. Schumpeter, en su obra
    "Capitalismo,
    Socialismo y Democracia." Donde se definía la democracia
    como "aquel sistema institucional para llegar a las decisiones
    políticas, en el que los individuos
    adquieren el poder de decidir a través de una lucha
    competitiva por el voto del pueblo."

    Por lo dicho anteriormente, seguiremos el uso
    prescriptivo de las formas de gobierno, sin olvidar el uso
    descriptivo ya que las dos concepciones se requieren
    recíprocamente. De este modo se plantean conceptos sobre
    las condiciones de la democracia y se explican posteriormente,
    las condiciones políticas, sociales, económicas y
    culturales para llegar a una democracia consolidada, ¡claro
    teóricamente!

    Por lo visto, la democracia no es un concepto
    estático, sino un concepto que se mueve constantemente, es
    dinámico y activo, representa lo que etimológica y
    literalmente se entiende por él, pero identifica
    plenamente las condiciones coyunturales-históricas sobre
    las que actúa. Es por este motivo que existen tantas
    definiciones de democracia y tantas constituciones como
    épocas vividas.

    Escuela de
    Frankfurt en la Democracia.

    Para dar un ejemplo, y retomando lo que entiende
    Habermas por democracia, ésta se desarrolla en el
    parlamento, y los sujetos que la detentan no son las personas
    individualmente consideradas, sino las personas jurídicas
    que actúan en representación de los intereses, esto
    es, los partidos
    políticos. Ellos manejan una democracia directa en los
    recintos de debate político-jurídicos;
    nótese, que según el autor, esta democracia no es
    ejercida por los ciudadanos por el acto de votar, ya que ellos,
    los ciudadanos, no toman las decisiones políticas. Es
    decir, se llegaría al postulado hegeliano de poseer el
    voto pero no decidir en política.

    Los partidos
    políticos, para la sociedad y el
    tiempo al cual escribe Habermas, "son instrumentos de
    formación de la voluntad política, pero no en manos
    del pueblo, sino de aquellos que dominan el aparato del
    partido."

    Los partidos son Órganos jurídicamente de
    derecho privado, pero ejercitan funciones
    estatales. Funciones que se
    determinan por la intermediación entre el Estado y la
    Sociedad, y en cuya potestad se encuentra la de decidir en el
    parlamento situaciones que en otras partes ya han sido resueltas.
    Es decir, los individuos activamente políticos
    pertenecientes a un partido resuelven de ante mano las decisiones
    que el partido va a llevar al Parlamento.

    Claro que el sistema político no se detiene
    allí, en la medida en que exista participación la
    política involucrará las posiciones y presiones de
    otros grupos
    relevantes. En éste aspecto se avizora que la
    participación política de los individuos entendidos
    independientemente uno del otro, y diríamos, aislados no
    llega a ser apreciable políticamente.

    En este punto, es importante determinar que la
    democracia no es un concepto nuevo, por el contrario los antiguos
    trataron de llevar a cabo una forma de gobierno para unir a la
    comunidad, pero que al fin de cuentas no
    resultó ser ni pacífica, ni democráticamente
    viable. Ello suscitó duras críticas por mas de
    cinco siglos después de derrotada ésta forma de
    gobierno en los antiguos. Las pequeñas ciudades medievales
    trataron, sin éxito,
    de llevar el poder a manos de los habitantes de las ciudades que
    corrió la misma suerte de la democracia antigua. Con el
    nacimiento del liberalismo emergió el principio
    democrático, que poco a poco se consolidó en la
    sociedad capitalista, claro con duras críticas desde la
    izquierda, y que construyó nuevas formas de ver aplicada
    la democracia que, para lo cual, tuvo como instrumentos los
    partidos políticos y los grupos de
    presión. Ello aún es un tema
    vigente, y en la situación actual, es decir, con la
    caída (del bloque Socialista) y prácticamente la
    deslegitimación del marxismo
    entendido por vía leninista – estalinista, se hace
    pulular otra corriente que exige democracia en todos los
    países. Democracia entendida como legitimación del
    régimen, y como seguridad
    política y jurídica.

    Democratización y
    Poliarquía.

    Es pertinente ahora recordar cual es la intención
    de éste ensayo, el
    cual se tituló Condiciones de Democratización y
    Poliarquía: THE ONLY GAME IN TOWN . Lo percibido indica
    que en el título y el subtítulo se esgrime la
    posibilidad de indagar acerca de cuáles son las
    condiciones que requiere una democracia, sea vieja o nueva, para
    considerar que existe una institucionalización formal de
    la misma, y que adicional a ello los escenarios
    democráticos institucionalizados informales
    permitirán que se conciba la expectativa de mantener en un
    futuro indefinido lo característico del sistema
    político democrático.

    Las característica de un sistema político
    democrático aún no se han definido, y por lo pronto
    solo se puede afirmar que: el primer requisito para un SPD es que
    se encuentre institucionalizado formalmente, es decir, que su
    constitución establezca elecciones para la
    toma del poder.

    Es claro que una situación es tener un SPD
    institucionalizado formalmente, y otra es observar que el SPD, si
    bien se encuentra institucionalizado formalmente, el desarrollo de
    actividades políticas para la toma del poder, real y
    efectivo, se engendran en razón a actuaciones
    institucionalizadas informalmente, un ejemplo de ello es lo que
    Guillermo O´Donnell denomina "particularismo", que en todo
    caso se entiende como "Clientelismo."

    Para el tema tratado será viciada una
    definición que sólo plantee la
    institucionalización democrática y la competencia de
    los votos para adquirir el poder, esto por no considerar los
    atributos de una democracia actual, ni sus procedimientos
    formales. Estos atributos se explicarán más
    adelante.

    Por tal motivo, se acoge la definición de
    democracia o de régimen democrático de Juan J. Linz
    del siguiente tenor:

    cuando permite la libre formulación de
    preferencias políticas a través del ejercicio de
    las libertades básicas de asociación, información y comunicación, con el propósito de
    asegurar la libre competencia
    entre líderes que, en intervalos regulares y por
    medios no
    violentos, ponen en juego su
    pretensión de gobernar… sin que ningún cargo
    político efectivo quede excluido de dichas competencias y
    sin prohibir a ningún miembro de esa comunidad
    política expresar su preferencia.

    Más adelante se nombrarán las condiciones
    para que exista la democracia; sin embargo, ellas sobrepasan el
    concepto de Linz. Es por los demás, que se considera la
    poliarquía, en términos muy simples, una democracia
    política.

    Antes de entrar en el tema de las condiciones de
    democratización podría ser congruente
    escudriñar acerca de el momento situacional y
    comportamental, en el cual, se ha de comprender la democracia
    como consolidada.

    Desde este punto de vista, se entiende por democracia
    o poliarquía consolidadas aquel desarrollo
    político en el cual los actores más relevantes, en
    ésta arena de la política, ejecutan
    comportamientos, actitudes y
    resuelven conflictos
    teniendo una interiorización social, política y
    psicológica de que la democracia es, the only game in
    town, el único medio legal-institucionalizado para
    pretender aspiraciones políticas (comportamientos),
    cambios bruscos y radicales en el actuar y regulación
    política (actitudes) y
    resolver sus conflictos
    mediante la normatividad institucional, todo lo anterior siendo
    una realidad muy poco alejada o muy poco distanciada de las
    reglas formalmente institucionalizadas.

    Lo anterior es coadyuvante en la medida de proporcionar
    el sendero para llegar a identificar las condiciones de
    democratización, que en todo caso deben operar con la
    finalidad de que la democracia, como procedimiento de
    toma del poder político, sea interiorizada, por los
    individuos relevantes y los grupos de poder, como THE ONLY GAME
    IN TOWN, es decir, el único juego en la
    ciudad.

    Antes plantear las condiciones para la
    consolidación de la poliarquía es necesario
    establecer la condiciones para la simple poliarquía. Por
    eso la poliarquía requiere los atributos
    siguientes:

    1. Autoridades públicas electas
    2. Elecciones libres y limpias
    3. Sufragio universal
    4. Derecho a competir por los cargos
      públicos
    5. Libertad de expresión
    6. Información alternativa
    7. Libertad de asociación

    Muchas veces esto se encuentra institucionalizado
    formalmente, pero la realidad se halla alejada de los simples
    atributos de la poliarquía en algunos
    países.

    Estos atributos no pueden ir solos, sino que al mismo
    tiempo la poliarquía requiere de un Estado que
    pueda producir una legislación democrática que
    permita gobernar democráticamente, porque si los
    gobernantes suprimen los atributos de la poliarquía
    están retrocediendo a un autoritarismo. En éste
    aspecto es posible establecer, a través de un ensayo de
    Habermas, qué se entiende por legislación
    democrática. Para lo cual se ha de calificar que: el
    concepto de legalidad debe estar íntimamente ligado a la
    legitimidad. Pero para entender cual es el conducto que lleva de
    la legalidad a la legitimidad o viceversa, es menester ubicar que
    la soberanía popular emite su voluntad a
    través de la formación de la opinión
    pública. Como se planteó mas arriba, los
    partidos políticos son instrumentos de formación de
    la opinión
    pública, lo que lleva a considerar a la
    soberanía popular como inmiscuida en el entorno de los
    actores políticos relevantes. En éste caso los
    partidos políticos.

    La legislación democrática ha de ser
    racional, su consolidación no puede hacerse al arbitrio de
    quien detente un poder político ilimitado. La
    legislación, y no solo la democrática, se construye
    en los recintos del parlamento. En donde convergen los partidos
    políticos, y hacen loby los grupos de presión,
    situación ésta que constituye los elementos para la
    Formación de la Voluntad Racional, voluntad que en
    razón a la deliberación política se debe
    entender como Legislación Democrática
    Legítima, es decir, está justificada por el debate
    político y el principio mayoritario.

    El Estado debe manejar pocos recursos, de este
    modo la política será más libre porque
    aquél no sería el único en otorgar status y
    los intereses económicos estarían en manos
    particulares redistribuidas. Debe existir una burguesía
    y una economía de mercado
    ya que con un
    mercado limitado
    se daría paso a la autarquía o autoritarismo lo que
    limitaría las libertades democráticas. Con ello no
    se quiere señalar que el Estado debe dejar de intervenir
    en la economía, pues de antaño lo ha
    hecho. Para reforzar éste punto se trae a colación
    una cita de Hermann Heller, donde se establece:

    "La idea del libre juego de las fuerzas abandonadas a
    sí mismas, de la contemporización armoniosa de
    los intereses a través del libre mercado, y
    de la formación no violenta de la sociedad mediante el
    desarrollo autónomo del mercado, son ideas que en
    realidad, por afirmarse sobre la
    organización del Estado y de la sociedad,
    representan el grandioso enmascaramiento de una
    situación que es precisamente lo opuesto,
    ideologías justificadoras que tienen la función,
    si no la expresa finalidad, de dar una buena conciencia a
    la sociedad burguesa. Y en efecto, la sociedad burguesa, tal
    como es en realidad, no conoce un mercado libre, no conoce una
    libre concurrencia, una libre y autónoma responsabilidad y autodeterminación, no
    conoce sobre todo una formación de la sociedad sin
    intervención del dominio a
    través del libre juego de fuerzas iguales."

    Se requiere una cultura política que
    procure la "la aceptación de los ciudadanos y de las
    elites políticas de ciertos principios
    plasmados en la libertad de
    expresión, de información, de cultos, en los Derechos de los partidos de
    oposición, en el imperio de la ley y los Derecho
    Humanos…" Afirma el mismo autor que se requiere de al menos dos
    partidos políticos mediadores entre el Estado y la
    sociedad; además, deben ser fuertes para resistir
    críticas y tener una base popular de apoyo que los
    mantenga vigentes. Debe existir la probabilidad de que las
    elecciones se mantendrán en el futuro,
    ello con un
    nivel adecuado de educación, salud y desarrollo
    económico expresado en términos del Producto interno
    bruto.

    Ahora, y siguiendo con las condiciones políticas
    de una poliarquía consolidada, se puede afirmar que ellas
    empiezan con las condiciones para la poliarquía simple, y
    citamos de O´Donell, lo siguiente:

    1. Alternancia de los rivales en el poder. 2. Apoyo
      generalizado, continuo y estabilidad durante situaciones de
      dificultad económica extremas. 3. Derrota y castigo
      efectivo de los grupos rebeldes estratégicamente
      ubicados. 4. Estabilidad del régimen frente a una
      radical reestructuración del sistema de partidos. 5.
      Ausencia de partidos o movimientos sociales antisistema
      políticamente significativos.

    Otras condiciones políticas se determinan por
    ser, efectivamente, una democracia o haberse transformado el
    Estado democráticamente.
    Es necesario como
    condición invalorable "Una sociedad civil fuerte,
    con la capacidad de generar alternativas políticas y de
    controlar al gobierno y al Estado, puede contribuir al inicio de
    las transiciones, ayudar a resistir los retrocesos, impulsar las
    transiciones hacia su culminación y consolidar,
    profundizar la democracia"

    Del mismo modo es necesario, como condición
    especial, una sociedad política autónoma; es
    decir, que los líderes políticos que compiten por
    el control del
    aparato de Estado y por los cargos públicos, no tengan un
    lazo que los amarre a determinado interés
    económico que no observe el bien general.

    Otras dos condiciones políticas las podemos
    resumir en el imperio de la ley o Estado de
    Derecho, y una burocracia útil, dentro de ellas
    los fines que se consigue son recíprocos y contribuyen al
    respeto y
    dignidad humana: Con el imperio de la ley se fortalece el Estado
    y se crean mecanismos, dentro del marco normativo, tendientes a
    proteger la constitución y por ende los Derecho Humanos.
    Con una burocracia
    útil las leyes dictadas
    por el congreso son atendidas y vistas de forma prudente por el
    cuerpo burocrático y, al mismo tiempo, son acatadas y
    exigidas por el respeto a la
    constitución y la dignidad de los ciudadanos.

    Por otro lado, las condiciones para una
    poliarquía consolidada, no se pueden limitar a las
    anteriores condiciones, sino por el contrario: éstas
    amplían su margen a cuantos escenarios relevantes se
    mezclen en la sociedad. Es por ello que las condiciones sociales
    son indispensables para la participación ciudadana, la
    creencia en la arena de la política, el fomento a un
    crítica constructiva desde todos los puntos de vista y una
    consolidación en la tolerancia por
    las ideas y propuestas de los congéneres.

    Una democracia, y sus condiciones para hacerla (o al
    menos pretender consolidarla), deben entenderse en el marco de
    los derecho humanos. De ellos no se toco absolutamente nada en
    otros acápites del ensayo,
    seguramente por que el discurso de
    protección efectiva de los derechos humanos,
    a raíz de la tercera ola democratizadora, es una parte que
    legitima, no solo el régimen democrático, sino el
    actuar de quien detenta el poder.

    Si en un país son vulnerados los derechos humanos,
    y el agente activo se encuentra en los funcionarios del
    régimen vigente, la conclusión directa inclina a
    pensar que: a) no existe una democracia consolidada, b) la
    política deliberativa no se encuentra suficientemente
    legitimada, c) los comportamiento
    actitudinales de los actores políticos se orientan a la
    obtención del poder por vías fuera de la
    institucionalización.

    Los tres supuestos pueden ser errores generados por los
    actores políticos, tanto los que se encuentran detentando
    el poder, como aquellos que andan compitiendo por el mismo. No es
    de recibo, que en una democracia consolidada, se de margen para
    pensar en la toma del poder por accesos no democráticos,
    ni institucionalizados formalmente. Para que los actores
    políticos orienten su comportamiento
    hacía las vías democráticas, el Estado debe
    institucionalizar procesos
    jurídico políticos, pero debe evaluar la calidad
    democrática. Con ello se busca que la realidad
    política se note en consonancia con la
    institucionalización formal de los mecanismos
    democráticos.

    Los mecanismos jurídico – políticos
    no son las únicas condiciones de democratización,
    también se visualiza condiciones económicas, no
    solo para las empresas
    (Nacionales o transnacionales), sino para las
    familias.

    La prosperidad es una condición de
    durabilidad, más que todo, de las poliarquías.
    Varios estudios han probado que el ingreso per cápita de
    un país está en relación con los conflictos
    políticos de un organismo soberano y ejecutor de poder;
    con lo cual se logra determinar que los ingresos entre
    1.000 y 2.000 dólares son vulnerables a las regresiones
    autoritarias, mientras que el per cápita de más de
    6.000 dólares es hasta el momento infalible.

    Además de lo anterior, existe una probabilidad de
    que la desigualdad de los ingresos al
    aumentar, en una poliarquía determinada, tiene un promedio
    de vida de 22 años, mientras que si disminuye la
    desigualdad de ingresos en la sociedad la poliarquía
    alcanza un promedio de 84 años. Lo anterior es evidente y
    se puede asemejar a la prosperidad de una sociedad respecto a su
    ingreso per cápita, lo cual en términos de
    satisfacción de necesidades y de mayor consumo,
    produce mejores estadísticas que pueden favorecer la
    inversión
    extranjera.

    De igual forma, no se puede dejar de lado las
    condiciones económicas para una poliarquía
    consolidada, las cuales se determinan por la existencia de una
    economía de mercado que sea dirigida por el Estado,
    ello quiere decir, que la mano invisible de Smith no siempre
    genera los empleos que no producen capital pero
    que son indispensables para su desarrollo. En este aspecto el
    Estado debe dirigir la economía con los principios de la
    acumulación privada, y una redistribución
    equitativa que permita libertad política,
    satisfacción de necesidades y mejoramiento de la productividad en
    los diferentes sectores.

    La politización de la sociedad y la
    autoorganización de la mismas son temas que deben
    incluirse al respecto, sin embargo es menester indagar acerca de
    ello, por lo cual no debe ser curioso que la conclusión se
    deje para otra ocasión, donde se edifique una mayor
    compresión sobre el tema.

    BIBLIOGRAFÍA

    ALBENDEA PABÓN, José. Teoría
    Constitucional y Ordenamientos Comparados. Ediciones
    Jurídicas Bogotá: Jurídicas Gustavo
    Ibañez. 1997.

    BOBBIO, Norberto. Estado, Gobierno y Sociedad.
    Santaafé : Fondo de Cultura
    Económica. 1985

    BOBBIO, Norberto, Liberalismo y Democracia. Fondo de
    Cultura
    Económica. Primera edición en español
    1989. Quinta reimpresión 1999. Santafé de
    Bogotá, D.C., Colombia.

    FUSTEL DE COULANGES. La Ciudad Antigua. Ediciones Edaf.
    Madrid. España.
    1982.

    GUNTHER, Richard et al. Las Ilusiones de O´Donell:
    una réplica, en La Política, revista de
    estudios sobre el estado y la sociedad. Número 2, segundo
    semestre de 1996. Barcelona : Paidos.

    HABERMAS, Jurgen. Concepto de Participación
    Política, en "Capital
    Monopolista y Sociedad Autoritaria", Barcelona : Fontanella,
    1973.

    HABERMAS, Jurgen. Tres Modelos de
    Democracia sobre el Concepto de un Política Deliberativa.
    En Revista
    "Debate". No 39. Valencia. Marzo 1992.

    HABERMAS, Jurgen. Facticidad y Validez. Editorial
    Trotta. Madrid 1998

    LINZ, Juan y Alfred Stephan. Hacia la
    Consolidación Democrática, en La Política,
    revista de estudios sobre el estado y la sociedad. Número
    2, segundo semestre de 1996. Barcelona : Paidos.

    O´DONELL, Guillermo. Otra
    Institucionalización, en La Política, revista de
    estudios sobre el estado y la sociedad. Número 2, segundo
    semestre de 1996. Barcelona : Paidos.

    PRZEWORSKI, Adam et al. Las Condiciones
    Económicas e Institucionales de la Durabilidad de las
    democracias, en La Política, revista de estudios sobre el
    estado y la sociedad. Número 2, segundo semestre de 1996.
    Barcelona : Paidos.

    SARTORI, Giovanni. ¿Qué es Democracia?
    Bogotá : Altamir. 1994.

    SHUMPETER, Joseph. Capitalismo, Socialismo y Democracia.
    Tomo 2. Ediciones Orbis. 1983. Barcelona. Spain

    SEYMOUR, Lipset. Repensando los Requisitos Sociales de
    la Democracia, en La Política, revista de estudios sobre
    el estado y la sociedad. Número 2, segundo semestre de
    1996. Barcelona : Paidos.

    Este trabajo ya fue publicado en la
    Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad
    Colegio Mayor de Cundinamarca – Colombian.

    Por

    Edgar Eduardo Manrique Muñoz

    Alumno de noveno de Derecho.Universidad
    Colegio Mayor de Cundinamarca

    Facultad de Derecho – Decanatura de Derecho

    Bogotá, D.C.

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter