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Revolución científica




Enviado por larissa_kiss



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Revolución
    científica

    3. Consecuencias de la revolución
    científica

    4. La revolución
    copernicana

    5. Teóricos de la
    ciencia

    6. El desarrollo de la revolución
    científica

    7. Revolución científica
    aplicada

    8. Conclusión

    1.
    Introducción

    La esencia real de la Revolución
    Científica comprende un amplio espacio, en el cual fueron
    desarrollándose los hechos que dieron origen a dicho
    hecho. Esta revolución
    como su nombre la indica, representa el cambio
    paradigmático de la era en cual reinaban formas de
    proceder como la especulación y la deducción.
    Pasando a tiempos en el cual se procede mediante una forma mas
    sustentada, es decir con soportes firmes basados en la ciencia
    pura, es decir de cierta forma se dejo de lado la visión
    aérea de los hechos.

    Esta revolución, presenta las razones por las
    cuales la asimilación de un nuevo tipo de fenómeno
    o de una nueva teoría
    científica debe exigir el rechazo de un paradigma
    más antiguo, no se derivan de la estructura
    lógica
    del conocimiento
    científico; pues podría surgir un nuevo
    fenómeno sin reflejarse sobre la práctica
    científica pasada.

    2. Revolución
    Científica

    Conceptos
    Por revolución científica se denomina habitualmente
    el periodo comprendido entre 1500 y 1700 durante el cual se
    establecen los fundamentos conceptuales e institucionales de la
    ciencia
    moderna.
    Se considera revolución científica a todos aquellos
    episodios de desarrollo no
    acumulativo, en que un paradigma
    antiguo es reemplazado completamente o en parte, por otro nuevo,
    incompatible.

    En lo que a conceptos, el elemento central de la
    Revolución Científica es el abandono de la
    visión cosmogónica en la que la Tierra
    ocupaba el centro del Universo
    (sistema
    geocéntrico de Ptolomeo) y de la física
    aristotélica, por una en la que los planetas se
    mueven en torno al Sol
    (sistema
    heliocéntrico), una idea que, aunque también
    habían considerado algunos antiguos (Astiarco), fue
    introducida con detalle por Nicolás
    Copérnico.

    3. Consecuencias de la
    revolución científica

    Las consecuencias de la revolución
    científica, de la que Galileo y Newton fueron
    sus máximos exponentes, pueden dividirse en tres grandes
    grupos:
    consecuencias metodológicas, filosóficas, y
    religiosas:

    Consecuencias metodológicas:

    • Desconfianza ante las "intuiciones" ingenuas del
      sentido común como intérprete de la
      realidad.
    • Se incrementa el valor de la
      observación y de la experiencia y la
      necesidad de la verificación empírica. Los
      sistemas
      puramente especulativos, como construcciones mentales deducidas
      a partir de unos principios
      universales no discutidas, ceden el paso a hipótesis de trabajo basadas en la
      experiencia y sujetas a una revisión
      continua.
    • Nuevo criterio de verdad.
    • La deducción, que había reinado desde
      Parménides, cede el trono a la inducción. Galileo la practica, y Bacon
      acomete la tarea de justificarla teóricamente y de
      elaborar su metodología, de forma que constituya el
      nuevo instrumento (Novum Organum) de la ciencia
      en sustitución del Organon
      aristotélico.
    • La expresión de la realidad se matematiza. La
      ciencia
      moderna desea predecir con exactitud los fenómenos, y
      para ello necesita conocer las leyes
      físico-matemáticas que los rigen.
    • Cada rama de la ciencia se independiza de las otras
      (aunque aproveche indirectamente sus avances).

    Consecuencias filosóficas

    • Se derrumba la autoridad de
      Aristóteles. Se ve que Aristóteles se equivocó al afirmar
      el sistema geocéntrico de esferas, la incorruptibilidad
      de los astros, el cese del movimiento
      cuando cesa la causa, etc. El desprestigio de
      Aristóteles aumentó también por
      considerársele defensor a ultranza del método
      deductivo y la especulación pura.
    • Cambia el concepto de
      ciencia. Ya no interesa lo óntico, sino lo
      fenoménico; la realidad subyacente, sino el comportamiento aparente. Algunos
      científicos como Galileo y Kepler solo se interesan por
      establecer las leyes matemáticas de los
      movimientos.

    Consecuencias religiosas

    • Autonomía de la ciencia frente a cualquier
      autoridad.
      La última palabra corresponde a la razón, que
      parte de la experiencia científica y vuelve a ella para
      verificar sus conclusiones.
    • El científico moderno suprime las
      explicaciones prenaturales de los fenómenos
      físicos, y busca sólo las causas inmanentes,
      intramundanas.

    El papel de las
    leyes en las explicaciones científicas
    Con Descartes,
    Galileo y Newton se
    desarrolló la idea de que el verdadero conocimiento
    es conocimiento
    de algo que está más allá de los
    fenómenos, que tiene una estructura
    definida y caracterizable matemáticamente. Decir que la
    realidad tiene una estructura que no está constituida por
    sustancias y, en particular, identificar la realidad con una
    estructura matemática
    de los fenómenos, nos permite formular la idea de que
    sí podemos tener conocimiento cierto de esa
    estructura.

    Según Newton, la "deducción a partir de
    los fenómenos" requería el diseño
    de experimentos y la
    sistematización de observaciones en un marco de conceptos
    matemáticos que permitieran llegar a tener conocimiento de
    la estructura, de lo real, sin suponer que conocemos las causas
    últimas de lo real. Así, implícitamente,
    Newton distingue dos conceptos de "causa"; por un lado, habla de
    las leyes cuantitativas de la naturaleza como
    causas, en un sentido en el que ya Descartes
    hablaba de las leyes como causas secundarias, esto es, en el
    sentido de que apelar a esas leyes permite explicar los
    fenómenos. Por el otro, Newton habla de "causa" en el
    sentido del origen físico, en el nivel de la estructura
    corpuscular de la materia, del
    movimiento.

    La estructura de los fenómenos o, más
    precisamente, las leyes de la naturaleza que
    describen la estructura de manera cuantitativa, eran para Newton,
    causas que explicaban los fenómenos, y en ese marco
    sería más correcto hablar de principios
    explicativos.

    Newton señalaba que las leyes fundamentales de la
    naturaleza son descripciones de las fuerzas de interacción
    que se aplican universalmente. Estas leyes nos permiten explicar
    la estructura de los fenómenos en la medida en que, por lo
    menos es posible derivar las regularidades a las que tenemos
    acceso en la experiencia a partir de esas leyes
    fundamentales.

    Parte del éxito
    de la propuesta de Newton se debió a que la ley de la
    gravitación universal salió a relucir a partir de
    cierta reformulación matemática
    de los fenómenos conocidos. Por esto Newton pudo hablar de
    "deducción", aunque el término no fuera
    estrictamente correcto. Pero el punto es que dadas ciertas
    restricciones, que no introducen hipótesis
    adicionales a los fenómenos, en el sentido de que no
    introducen otros principios explicativos, es posible deducir la
    ley de la
    gravitación a partir de los fenómenos en un sentido
    matemático estricto.

    Newton mostró como, en algunos casos especiales
    pero importantes, y bajo ciertos supuestos, es posible "deducir"
    de la estructura de los fenómenos ciertas leyes generales
    que describen esa estructura y que pueden utilizarse como puntos
    de partida, como premisas de las explicaciones.

    4. La revolución
    copernicana

    Para Thomas Khun la revolución copernicana fue
    una revolución en el campo de las ideas, una
    transformación del concepto del
    universo que
    tenia el hombre
    hasta aquel momento y de su propia relación con el mismo,
    y tuvo lugar en las investigaciones
    astronómica. En 1543 Nicolás Copérnico se
    propuso incrementar la sencillez y precisión de la
    teoría
    astronómica vigente, transfiriendo al sol muchas de las
    funciones que
    hasta entonces se atribuían a la tierra. Esa
    revolución no se limita a una reforma astronómica,
    sino que con la publicación del The Revolution obus de
    Copérnico se produjeron enseguida una serie de cambios
    radicales en la forma de comprender la naturaleza por parte del
    hombre,
    innovaciones que culminaron un siglo mas tarde con el concepto
    newtoniano del universo.

    Copérnico vivió y trabajó en un
    periodo caracterizado por rápidos cambios de orden
    político, económico e intelectual que
    prepararían las bases de la moderna civilización
    europea y americana, se convirtió en un foco de las
    apasionadas controversias religiosas, filosóficas, y
    sociales.

    La concepción aristotélica del cosmos fue
    la principal fuente y el punto de apoyo para la practica
    astronómica precopernicana. El principio de autoridad
    típicamente medieval que emanaba de los escritos de
    Aristóteles deriva del brillo y la originalidad de sus
    ideas, y de su extensión y coherencia lógica.
    El espacio newtoniano es físicamente neutro, al contrario
    del primitivo, que podríamos denominar como un espacio
    vital. Si bien la ciencia jugo un importante papel a
    finales de la Edad Media, no
    debe olvidarse que las fuerzas intelectuales dominantes eran
    teológicas. Sin embargo, las criticas escolástica a
    la obra de Aristóteles ofrecieron unas alternativas
    importantes en algunos puntos específicos, que
    desempeñaron una función de
    máxima importancia en la preparación del camino de
    Copérnico.

    La teoría copernicana se desarrolló en el
    marco de una tradición científica apadrinada y
    apoyada por la Iglesia. La
    ciencia pagana y secular derivada de los contactos con el oriente
    musulmán y bizantino dejaban de ser una amenaza siempre
    que la Iglesia
    pudiera seguir manteniendo su liderazgo
    intelectual a través de la integración de las concepciones procedentes
    de aquella. Dentro de una erudición de corte cristiano, se
    mantuvo a lo largo de cinco siglos el monopolio
    católico sobre la ciencia. La estructura física y
    cosmológica del nuevo universo cristiano plenomedieval era
    básicamente aristotélica, derivada de las
    concepciones de Tomas de Aquino (1225-1274). La critica que
    realizaron los escolásticos al sistema aristotélico
    tienen sus mayores exponentes en Nicolás de Oresme y su
    maestro Juan Buridan durante el siglo XIV. Los siglos durante los
    que perduró la escolástica son aquellos en que la
    tradición de la ciencia y la filosofía antigua fue
    simultáneamente reconstruida, asimilada y puesta a prueba,
    a medida que iban siendo descubiertos puntos débiles, se
    convertían de inmediato en focos de las primeras operaciones
    investigativas del mundo moderno.
    Para los europeos contemporáneos a Copérnico, la
    astronomía planetaria era un campo casi
    nuevo, que fue elaborado en un clima intelectual
    y social muy distinto de que hasta entonces se habían
    enmarcado los estudios astronómicos.
    La vida de Copérnico transcurrió entre 1473 y 1543,
    las décadas centrales del Renacimiento y la
    Reforma. La agitación en la Europa
    renacentista y reformista facilitaron la innovación astronómica de
    Copérnico.

    5. Teóricos de la
    ciencia

    Gilbert Hottois
    Según Gilbert Hottois, la ciencia antigua era una ciencia
    logoteórica, lo que quiere decir que estaba formada por
    el lenguaje
    (lógos) y la visión intelectual o espiritual
    (theoría). Tal ciencia estaba constituida por el lenguaje: la
    ciencia antigua se formula con ayuda del lenguaje
    ordinario, es discursiva; utiliza las palabras de la lengua
    natural, que redefine, precisa e intenta articular rigurosamente.
    Es producto de la
    reflexión activa (es decir, la especulación) sobre
    la
    organización lingüística o
    simbólica de lo real.

    La forma que adopta la ciencia aristotélica es
    una forma lógica, demostrativa, silogística. Lo que
    es objeto de conocimiento
    científico, según Aristóteles, es la
    conclusión universal y necesaria de un silogismo. En las
    premisas del silogismo está contenida la
    explicación de la conclusión. La explicación
    es el porqué, lo que Aristóteles denomina la causa.
    Pero es una causa lógica o semántica, es decir, que
    expresa un encadenamiento conceptual o de significaciones, sin
    relación alguna con la causalidad mecánica y empírica de la ciencia
    moderna.

    La lógica (la silogística) es el verdadero
    Organon de la ciencia, lo que quiere decir la herramienta, el
    método por
    excelencia de la ciencia, el instrumento de su despliegue
    riguroso y definitivo. Fundamentalmente, la ciencia
    aristotélica es, pues, intuitiva y deductiva,
    teórica (o contemplativa) y discursiva (o
    verbalista).

    La ciencia moderna
    La ciencia moderna se inicia propiamente con Francis Bacon. La
    principal obra de éste es el Novum Organum.
    Tradicionalmente el término "Organon" designa el conjunto
    de los tratados de
    lógica de Aristóteles y define la lógica
    como instrumento de la ciencia. La obra de Francis Bacon se
    opondrá a esta concepción. El Novum Organum tiene,
    a la vez, un aspecto crítico (de la ciencia tradicional) y
    un aspecto positivo (una nueva forma de concebir la ciencia). Los
    principales aspectos de la crítica de Bacon a la ciencia
    tradicional son los siguientes:

    • La lógica (la silogística) no es ni el
      instrumento ni la forma por excelencia del saber;
    • Una ciencia lógica sólo es una ciencia
      a priori y formal, vacía; no enseña nada, puesto
      que se limita a explicitar el contenido de las
      premisas;
    • La ciencia debe ser inductiva y no deductiva; pero no
      se trata de la inducción aristotélica, que
      sólo es una intuición inmediata de lo universal
      en lo particular;
    • La ciencia lógica opera con palabras, es
      decir, con las "etiquetas de las cosas", e ignora éstas;
      es preciso terminar con la confusión de las palabras y
      las cosas, origen esencial del saber filosófico antiguo.
      El lenguaje
      no ofrece representación correcta de lo real y no es una
      fuente fiable para la ciencia;
    • Es menester rechazar la ciencia libresca, rehusar
      todo prejuicio y argumento de autoridad en el estudio de la
      naturaleza;
    • Es menester distinguir entre causas finales y causas
      eficientes, y limitarse a la investigación de las causas eficientes
      para la explicación científica de los
      fenómenos.

    Desde el punto de vista positivo, el Novum Organum,
    exige:

    • Practicar la inducción en sentido moderno, es
      decir, la liberación progresiva de las identidades y de
      las diferencias reales gracias a la observación y a la comparación
      repetida de las observaciones;
    • Practicar la experiencia en el sentido de la
      experimentación, es decir, no conformarse con observar
      pasivamente; utilizar instrumentos y técnicas;
    • Verificar, escoger, confirmar y corregir
      incansablemente a fin de distinguir entre las causas eficientes
      verdaderas y los factores marginales, las circunstancias
      accidentales de un fenómeno.

    Según Bacon, la ciencia moderna deberá
    ser:

    • activa, operatoria, eficaz y no contemplativa y
      verbal. Esta relación activa, caracteriza la investigación y la
      aplicación
    • técnica: la utilización de instrumentos
      y de procedimientos
      determinados permite explicar y controlar los
      fenómenos;
    • potente y operativa: el fin último del
      conocimiento está en aumentar el control, la
      potencia, el
      dominio del
      hombre sobre
      la naturaleza, con el propósito de someterla a sus
      necesidades y proyectos. Para
      la ciencia nueva, saber es poder.

    Copérnico
    La idea del heliocentrismo parece que le sobrevino a
    Copérnico halla por los años 1505 o 1506; en
    efecto, en 1512 Copérnico escribió e hizo circular
    entre sus amigos una exposición
    (De hypotesibus coelestium a se constituis Commentariolus) que
    ofrece, en forma esquemática y breve, los principios de la
    nueva astronomía. La obra entraba en abierta
    contradicción con lo que decían las Sagradas
    Escrituras, Para salvar esta dificultad, Ossiander propuso a
    Copérnico la idea de presentar su sistema no como algo
    real, sino adoptar una concepción fenomenista de la
    ciencia. Esta concepción fenomenista de la ciencia es
    expuesta en el prólogo de Ossiander a la obra de
    Copérnico.

    La ciencia – y en especial la astronomía
    – no tiene, según Ossiander, sino un fin
    único, un solo objeto, el de "salvar los
    fenómenos". Su misión
    consiste en relacionar y ordenar sus observaciones por medio de
    hipótesis que permitan calcular, prever y
    predecir las posiciones (visibles y aparentes) de los planetas.

    • Los dos ejes centrales sobre los que gira la
      teoría de Copérnico son: 1) colocar al Sol,
      inmóvil, en el centro del Universo y 2) hacer de
      la Tierra un
      planeta más que gira en torno al
      Sol.

    Filosofía científica
    Las Regulae philosophandi, colocadas por Newton al principio del
    tercer libro de los
    Principia, nos enseñan la filosofía
    científica del autor.
    Regla I: Debemos admitir únicamente aquellas causas de
    cosas naturales que son verdaderas y suficientes para explicar
    las apariencias.
    Regla II: A los mismos efectos naturales debemos asignarles las
    mismas causas.
    Regla III: Las cualidades [propiedades] de los cuerpos que no
    admiten aumento o disminución de grado, y que encontramos
    en todos los cuerpos al alcance de nuestros experimentos,
    deben considerarse como las cualidades universales de los
    cuerpos.
    Regla IV: En la filosofía experimental debemos buscar
    proposiciones seleccionadas por medio de una inducción
    general a partir de fenómenos exactos o muy cercanos a la
    verdad, a pesar de la posibilidad de imaginarse
    hipótesis
    contrarias, hasta
    que llegue el momento en el que ocurran otros fenómenos
    que sean más exactos, o que muestren que estas
    proposiciones tienen excepciones.
    La regla III es un intento por caracterizar aquellas propiedades
    que, según Newton, son epistemológicamente
    básicas en el sentido en que lo explica la siguiente regla
    metodológica: las cualidades [propiedades] universales de
    las cosas son derivables de los fenómenos.

    Newton avanza la tesis de que no es posible refutar
    -filosófica o científicamente- ningún
    descubrimiento por el hecho de que parezca contradecir o
    contradiga un principio general, un postulado, un sistema o
    cualquiera otra «hipótesis» Lo importante es
    que la especulación no sea
    «hipotética». La oposición no se
    establece entre hipótesis y experimentos, sino entre
    descubrimiento y convencimiento. Pues todo lo que no se deduce de
    los fenómenos es una hipótesis; y las
    hipótesis, no deben ser recibidas en filosofía
    experimental. Newton, en los mismos Principia, viola a actitud de
    hypotheses non fingo y las reglas que él mismo
    había fijado a toda inducción y a toda
    analogía generalizadora. La actitud del
    hypotheses non fingo tiene más bien en Newton el carácter
    de un repliegue o retirada tácticos. Disgustado por las
    polémicas que había tenido que sostener en la
    Optica, Newton quiso cortar por lo sano toda discusión,
    dando así a su Física un lenguaje exclusivamente
    matemático sobre una sólida base
    experimental.

    Thomas Khun
    Thomas Khun es uno de los más destacados referentes por su
    obra La Estructura de las Revoluciones Científicas. Para
    Khun la historia de la
    ciencia tiene periodos de crisis o de
    revoluciones, y periodos de "ciencia normal". En los periodos de
    ciencia normal los sabios trabajan para desarrollar las
    implicaciones sobre puntos particulares. Se relaciona con el
    termino paradigma en el sentido que la ciencia normal, debe
    responder al paradigma dominante. La investigación, en los
    períodos de ciencia normal es tratada de manera que los
    hechos que estudia puedan ser clasificados en las casillas
    suministradas por el paradigma. La investigación normal se
    preocupa muy poco de encontrar novedades. Cuando un enigma
    científico es tan grande que no puede ser resuelto y llega
    a ser considerado como una anomalía, aparece una
    transición hacia una crisis, es el
    pasaje de la ciencia normal a la ciencia extraordinaria. Las
    revoluciones científicas o periodos de ciencia
    extraordinaria aparecen cuando los especialistas no pueden
    ignorar por mas tiempo las
    anomalías que aparecen.

    Para que una revolución científica tenga
    lugar, el sabio debe renunciar a la visión del mundo que
    tenia hasta ese momento y adecuarse a una nueva
    visión.
    Dice Khun al respecto de la revolución científica:
    La ciencia normal es la que produce los ladrillos que la investigación científica esta
    continuamente añadiendo al creciente edificio del
    conocimiento científico.

    (…) Los cambios revolucionarios son diferentes (…),
    ponen en juego
    descubrimientos que no pueden acomodarse dentro de los conceptos
    que eran habituales antes de que se hicieran dichos
    descubrimientos.

    Las características del cambio
    revolucionario que Khun enumera, son las siguientes: a) los
    cambios revolucionarios son en un sentido holistas, no pueden
    hacerse poco a poco y contrasta así con los cambios
    normales o acumulativos; b) se desarrolla un cambio en que se
    determinan sus referentes, en el lenguaje no solo se alteran los
    criterios con que los términos se relacionan con la
    naturaleza, altera además el conjunto de objetos o
    situaciones con los que se desarrollan esos términos, se
    genera un cambio en las categorías taxonómicas. La
    característica esencial es su
    alteración del conocimiento de la naturaleza
    intrínseco al lenguaje mismo. La violación o
    distorsión de un lenguaje científico que
    previamente no era problemático es la piedra de toque de
    un cambio revolucionario.

    Alexandre Koyré
    Está incluido en el denominado campo francés. Su
    método consiste en preguntarse, frente a un autor, a su
    obra, cuales fueron en su época las limitaciones de lo
    pensable y dentro de esos límites,
    qué explica que ese pensamiento
    haya aparecido en lugar de otro. De la misma forma que Bachelard
    y la mayoria de científicos y filosofos en el campo
    francés, Koyré asume una posición
    "discontinuista" en epistemología e historia de las ciencias,
    característica por ejemplo, de Michel Foucault, en
    quien influyo fuertemente. Señala que el cambio del
    pensamiento
    filosófico y científico del siglo XVII, transforma
    al hombre de espectador de la naturaleza en posesor y maestro,
    conduciendo finalmente a la mecanización de la
    concepción del mundo. Coincide con Bachelard en su
    antiempirismo: para él la experiencia es secundaria, el
    mundo de las ideas es fundamental.

    Dice que el papel de la "subestructura
    filosófica" ha sido de suma importancia –sino
    fundamental- en el desarrollo de
    las ciencias, a
    pesar toda la carga en contra de esa subestructura por parte de
    los historiadores de orientación positivista de los siglos
    XIX y XX. Las grandes revoluciones científicas siempre han
    estado
    determinadas por conmociones o cambios de concepciones
    filosóficas.
    El pensamiento científico (…), no se desarrolla in
    vacuo, sino que siempre se encuentra en el interior de una cuadro
    de ideas, de principios fundamentales, de evidencias
    axiomáticas que habitualmente han sido consideradas como
    pertenecientes a la filosofía.

    Tycho Brahe (1546-1601)
    Fue la autoridad más importante durante la segunda mitad
    del siglo XVI en materia de
    astronomía, aunque mostraba una línea de
    pensamiento relativamente tradicional, incluso opuesta a
    Copérnico. Sin embargo, Brahe fue responsable de cambios
    de enorme importancia en las técnicas
    de observación astronómica y en los noveles de
    precisión que exigían la recolección
    de datos astronómicos. El sistema de Tycho Brahe,
    conocido como ticónico, es una adecuación como
    solución de compromiso a los problemas
    planteado por el De Revolutionibus, ya que mantiene a la tierra en el
    centro del universo, por lo que reconcilia su propuesta con las
    Escrituras.

    Johanes Kepler (1571-1630)
    Es uno de los mas célebres colegas de Brahe, fue
    copernicano toda su vida, aunque trabajó con argumentos
    matemáticos mucho mas sólidos. La intuición
    física kepleriana introduce un concepto mas de suma
    importancia en el desarrollo de la ciencia en el futuro: el anima
    motrix, fuerza que
    emanaba del sol y responsable de la órbita de los
    planetas. Al resolver este problema, Kepler acabo por convertir
    al copernicanismo a todos los astrónomos a partir de 1627,
    cuando publica las Tablas Redolfinas.

    Lo que es realmente nuevo en la concepción el
    mundo de Kepler es la idea de que el universo
    esté regido en todas partes por las mismas leyes y por
    leyes de naturaleza estrictamente matemática. Su universo
    es, sin duda, un universo estructurado, jerárquicamente
    estructurado en relación al sol y armoniosamente ordenado
    por el Creador, que se manifiesta a sí mismo en él
    como en un símbolo.

    Galileo Galilei (1564-1642)

    Escrutaba a partir de 1609 los cielos con un telescopio
    por primera vez, instrumento que permitió descubrir en sus
    manos innumerables testimonios a favor del copernicanismo,
    aportando a la astronomía los primeros datos
    cualitativos desde los recogidos en la antigüedad. Galileo
    es antimágico en el mas alto grado. (…) Lo que le anima
    es la gran idea de la física matemática, de la
    reducción de lo real a lo geométrico.

    (…) Galileo se nos presenta al mismo tiempo como uno
    de los primeros hombres que comprendió de manera muy
    precisa la naturaleza y el papel de la experiencia en las
    ciencias.
    Con Galileo y después de Galileo tenemos una ruptura entre
    el mundo que se ofrece a los sentidos y el
    mundo real, el de la ciencia. Este mundo real es la geometría
    hecha cuerpo, la geometría
    realizada.

    René Descartes (1596-1650)
    Es considerado como el fundador de la filosofía
    moderna. No acepta las bases filosóficas establecidas
    e intenta construir un edificio filosófico completo de
    novo. De la misma manera que Bacon, Descartes concibió a
    la ciencia como una pirámide cuya cúspide estaba
    ocupada por los principios generales de la realidad. Descartes
    propuso que el
    conocimiento científico se inicia en la cumbre y de
    ahí procede hasta abajo, siguiendo el camino de la
    deducción. Tiene la certeza de que el
    conocimiento puede alcanzarse a priori, en ausencia de la
    realidad y la experiencia, cuya síntesis
    es su cogito ergo sum. Los aspectos más sobresalientes de
    la filosofía cartesiana son el dualismo y el mecanicismo.
    Con respecto al primero, postula la existencia de dos mundos
    paralelos pero incapaces de articularse entre sí: el
    cuerpo y la mente. Con relación al segundo, la
    filosofía cartesiana es rígidamente
    determinista.

    6. El desarrollo de la
    revolución científica

    Tomando la concepción de la historia de la
    ciencia de Koyré, el panorama de la filosofía
    moderna del siglo XVII, y su relación con la ciencia,
    o más exactamente como la filosofía natural se fue
    gradualmente escindiendo hasta convertirse en dos entidades
    separadas e incluso opuestas: la filosofía y la
    ciencia.

    Los caracteres generales de la filosofía del
    siglo XVII: este periodo señala la madurez de la conciencia
    filosófica moderna y abarca su etapa más
    productiva. Se desarrolla un pensamiento cuyos caracteres
    difieren notablemente del renacentista anterior. Encontramos
    nuevos métodos en
    las prescripciones baconianas y cartesianas, de hecho, la
    filosofía moderna adulta se inaugura con dos tratados
    metodológicos: el Novum Organon de Francis Bacon, y el
    Discurso del
    Método de Rene
    Descartes. La filosofía del siglo XVII adopta un tono
    severo muy próximo al de las ciencias, y mantiene con
    estas una estrecha relación.

    Para el progreso del pensamiento, especialmente de las
    ciencias, fue considerable la creación de las Academias,
    que contrastaba con el envejecido y anquilosado de las
    Universidades. A partir del siglo XVII la ciencia adquiere un
    ímpetu y una influencia sobre la vida humana que antes no
    poseía, se inicia lo que podría llamarse la
    profesionalización de la filosofía en ciencia. Este
    es el primer siglo en que se puede distinguir, aunque no con
    precisión, estos dos tipos de sabios: científicos y
    filósofos. En este momento los filósofos ya no pueden considerase "hombres
    de ciencia". A partir del siglo V A. C. Cuando surgieron los
    primeros filósofos naturales, y hasta bien entrado el
    siglo XVI D.C., la ciencias y la filosofía fueron la misma
    cosa, tuvieron el mismo nombre: filosofía natural, y
    fueron cultivadas sin distinción desde Tales de Mileto
    hasta Leonardo Da
    Vinci. Naturalmente, al iniciarse la separación entre
    científicos y filósofos, la nuevas especie que
    predomino por buen tiempo fue la híbrida. Sin embrago, los
    hombres del siglo XVII, tenían ya su vista dirigida al
    futuro y sus esperanzas en este mundo, diferente de los de la
    Edad
    Media.

    El profeta de la nueva filosofía era Francis
    Bacon (1561-1626), quien llegó a prometer que la nueva
    filosofía conduciría a la Instauratio Magna, la
    restauración de todas las cosas por la ciencia. Propuso el
    método inductivo, que presuponía reunir gran
    cantidad de hechos, a los que se llegaba por medio de la
    observación y la experimentación. El método
    baconiano surgió como un intento de corregir las
    deficiencias de la teoría aristotélica
    clásica, pero en realidad solo aporto un procedimiento
    para hacer inducciones graduales y progresivas, y un
    método de exclusión. Otra gran contribución
    fue su insistencia en que el conocimiento científico no
    solo conduce a la sabiduría, sino al poder, y que
    la mejor ciencia es la que se institucionaliza y se lleva a cabo
    por investigadores.
    La innovación más fructífera fue
    la conjunción del sistema deductivo de Descartes con el
    método inductivo de Bacon. Lo que provocó en gran
    parte la explosión científica del siglo XVII fueron
    los dos sistemas: la
    reunión de los "hechos" de Bacon y la luz del análisis cartesiano.

    De La revolución copernicana a newton
    (…) Una serie de características especificas de esa
    época tuvo efectos más concretos sobre la
    astronomía. El Renacimiento
    fue un periodo de viajes y
    exploraciones. Las necesidades de la exploración
    contribuyeron a crear una demanda de
    astrónomos competentes, con lo que, hasta cierto punto,
    cambio la actitud de estos hacia su propia ciencia. Cada nuevo
    viaje revelaba nuevos territorios, nuevos productos y
    nuevos pueblos. Los hombres no tardaron en comprender hasta que
    punto podía ser erróneas las antiguas descripciones
    de la tierra.

    (…) Las discusiones en torno a las reformas de los
    calendarios tuvieron un efecto más directo y
    dramático en la práctica de la astronomía
    renacentista, pues el estudio de aquellos enfrentó a los
    astrónomos con la inadecuación e insuficiencia de
    las técnicas de computación que se venían empleando.
    Dicha reforma se convirtió entonces en un proyecto oficial
    de la Iglesia. (…) El calendario gregoriano, adoptado por
    primera vez en 1582, se basaba sobre el establecimiento de
    cálculos fundados en Copérnico. Puede comprenderse
    entonces porque la revolución copernicana se
    realizó ocurrió precisamente en ese momento. El
    humanismo
    también desempeñò un papel de carácter
    intelectual.

    (…) la época del Renacimiento fue
    la menos dotada de espíritu crítico que haya
    conocido el mundo. Es la época de las más burda y
    profunda superstición, una época en que la creencia
    en la magia y en la brujería se propagó de una
    manera prodigiosa y estuvo infinitamente mas extendida que en la
    Edad Media.
    (…) el gran enemigo del Renacimiento, desde el punto de vista
    filosófico y científico, fue la síntesis
    aristotélica, y se puede decir que su gran obra es la
    destrucción de esta síntesis. (…) La credulidad,
    la creencia en la magia, parecen consecuencias directas de esta
    destrucción. Efectivamente, después de haber
    destruido la física, la metafísica, y la ontología aristotélicas, el Renacimiento
    se encontró sin física y sin ontología, es decir, sin posibilidad de
    decidir con anticipación si algo es posible o no. (…)
    Una vez que esta ontología es destruida y antes de que una
    nueva, que no se elabora hasta el siglo XVII, haya sido
    establecida, no hay ningún criterio que permita decidir si
    la información que se recibe de tal o cual
    "hecho" es verdadera o no. De esto resulta una credibilidad sin
    limites.

    Una de las características del humanismo, el
    desapego de lo mundano, derivaba de una tradición
    filosófica que ejerció gran influencia en los
    primeros padres dela Iglesia, eclipsada después del siglo
    XII con el redescubrimiento de Aristóteles: el
    neoplatonismo. Dicha tradición, descubría la
    realidad no en las cosas efímeras de la vida cotidiana,
    sino en un mundo espiritual exento de todo cambio:
    el neoplatonismo pasó de un salto desde el cambiante y
    corruptible mundo de la vida cotidiana al mundo eterno del
    espíritu puro, y las matemáticas mostraron la forma
    de llevar a cabo su cabriola. En el universo de
    Platón,
    la divinidad se hallaba convenientemente representada por
    el sol, que
    proporcionaba luz, calor y
    fertilidad.
    (…) La publicación del De Revolutionibus orbium
    caelestium inaugura un profundo cambio dentro del pensamiento
    astronómico y cosmológico. De ella se deriva un
    enfoque nuevo de la astronomía planetaria

    La Revolución Copernicana Y La Iglesia
    La Iglesia jugò un importante papel en la època
    cuando todas las obras en las que se admitía el movimiento
    de la tierra, se prohibió a los católicos
    enseñar, e incluso leer, las teorías
    copernicanas.

    La teoría copernicana planteaba algunos problemas de
    enorme importancia para los cristianos, obviamente de
    índole teológicos. Dirigentes como Lutero y Calvino
    blandieron las Escrituras contra Copérnico e incitaron a
    la represión contra sus seguidores, pero en general el
    protestantismo abandona la lucha una vez que las teorías
    de Copérnico se vieron confirmadas con pruebas
    indiscutibles.

    Durante los sesenta años posteriores a la muerte de
    Copérnico, la oposición de los católicos a
    su teoría fue mínima comparada con la desplegada
    por los protestantes. Durante los siglos XIV, XV y XVI la Iglesia
    no impuso doctrina alguna a sus fieles en materia de
    cosmología.

    Camino al nuevo universo

    Rasgos que caracterizaron a la ciencia moderna: 1°,
    la destrucción del cosmos y, por consiguiente, la
    desaparición en la ciencia de todas las consideraciones
    fundadas en esta noción; 2° la geometrización
    del espacio, es decir, la sustitución de la
    concepción de un espacio cósmico cualitativamente
    diferenciado y concreto, el
    de la física pregalileana, por el espacio homogéneo
    y abstracto de la geometría euclidiana.

    Divide la transición a la ciencia moderna en tres
    etapas o épocas, que corresponden a tres tipos diferentes
    de pensamiento: primero, la física aristotélica; a
    continuación, la física del ímpetus, salida,
    como todo el resto, del pensamiento griego y elaborada en el
    curso del siglo XIV por los nominalistas parisienses; Finalmente,
    la física moderna, matemática, del tipo de
    Arquímedes o Galileo.
    La física del ímpetus progresó mucho en los
    trabajos de Galilei, bajo la influencia innegable de
    Arquímedes y Platón,
    sin embargo, encuentra que es imposible matematizar, es decir,
    transformar en concepto exacto, matemático, la grosera,
    vaga y confusa teoría del ímpetus.

    El atomismo comenzó a resurgir intensamente a
    partir del siglo XVII, y mezclado con el copernicanismo se
    convirtió en uno de los principios fundamentales de una
    nueva filosofía que guiaba la imaginación
    científica.

    Durante el proceso
    conocido como Revolución Científica que
    llevó a la instauración de la ciencia moderna,
    hemos visto como la filosofía aristotélica propia
    del medioevo y que representaba la autoridad de la Iglesia, fue
    reemplazada por el neoplatonismo; cómo el principio de
    autoridad que ejercía la Iglesia a través de las
    Escrituras y los textos, tanto religiosas como filosóficas
    y científicas, fue reemplazado por otro nuevo criterios de
    verdad, con la teoría –hipótesis-, y la
    observación de la realidad; cómo la
    filosofía y las ciencias se van paulatinamente
    diferenciando y distanciando hasta convertirse en disciplinas
    diferentes; en el campo del lenguaje fueron mutando conceptos que
    facilitaron la comprensión de la realidad, como por
    ejemplo el concepto de ímpetus en el de inercia, para dar
    finalmente con la Ley de Gravitación Universal; pero
    fundamentalmente, la revolución científica
    representa y contribuyo significativamente a la visión del
    universo que aun hoy en la actualidad tenemos, y que es uno de
    los pilares de la modernidad.

    7. Revolución
    científica aplicada

    Instituciones Científicas
    En estas se crearon instituciones
    como las primeras sociedades
    científicas realmente significativas y
    estables.

    Laboratorios.
    Hay indicios de que el laboratorio
    estaba inicialmente ligado exclusivamente con la
    alquimia/química; solamente de manera gradual,
    parece, se extendió el término para describir todos
    aquellos lugares en donde tenía lugar la
    investigación mediante manipulaciones de los
    fenómenos naturales. No obstante, sin duda que cualquier
    exposición con pretensiones de completud
    acerca del desarrollo del laboratorio en
    los orígenes de la ciencia moderna debe incluir no
    sólo el laboratorio químico, sino también el
    teatro
    anatómico, el gabinete de curiosidades, el jardín
    botánico y el observatorio astronómico.

    La aparición del laboratorio es indicativa de un
    nuevo modo de investigación científica, uno que
    involucra la observación y manipulación de la
    naturaleza mediante instrumentos especializados, técnicas
    y aparatos que requieren de habilidades manuales, al
    igual que de conocimiento conceptual para su construcción y explotación. Fue uno
    de los rasgos distintivos de la nueva ciencia que emergió
    de los siglos XVI y XVII.

    Academias.
    Las primeras academias surgieron en la Italia del siglo
    XV. Los trabajos de aquellas primeras academias eran de alcances
    enciclopédicos. Mientras la Academia Platónica de
    Florencia se dedicaba principalmente a la filosofía, los
    estudios de la Academia Romana se enfocaron más hacia el
    conocimiento clásico la arqueología, y la gran
    labor de la Academia Veneciana consistía en hacer
    asequibles para toda Europa tesoros
    del pensamiento y literatura griegos
    imprimiendo ediciones de esos clásicos.

    Entre las del siglo XVII surgieron las primeras que
    podríamos denominar "modernas". Comenzando con la Academia
    dei Lindei en Roma (1601-1630).
    La idea era establecer "monasterios comunales científicos,
    no monacales", no solamente en Roma, sino en
    todo los confines del globo. Habría una biblioteca, un
    museo y una imprenta, además de instrumentos
    científicos, jardines botánicos o
    laboratorios.

    Surgió después la Academia del Cimento
    (cimento significa experimento) de Florencia (1657-1667), en la
    que nueve científicos (la mayor parte discípulos de
    Galileo) se esforzaron durante una década en construir
    instrumentos, desarrollar sus habilidades experimentales y buscar
    verdades básicas.

    De Italia el
    modelo de las
    academias se fue extendiendo a Inglaterra, con
    la Royal Society (1660), que llegó a presidir Newton; a
    Francia con la
    Académie des Sciences (1666); a Alemania con
    la Academia de Berlín (1700). Comenzaba de esta manera una
    nueva era de la ciencia.

    Comunicaciones científicas.
    El siglo XVII fue entonces cuando los medios de
    transporte y
    comunicación mejoraron considerablemente,
    expandiéndose su utilización. Así la
    diligencia, que fue introducida en Londres en 1608, se
    difundió rápidamente por el país y en 1685
    había un sistema de servicio de
    diligencias entre Londres y las estaciones terminales importantes
    de toda Inglaterra, que
    llegaban hasta Edimburgo. El desarrollo de las comunicaciones
    fue similar. A mediados del siglo XVII se creó en
    Inglaterra una oficina postal
    general para la correspondencia privada. Las relaciones postales
    internacionales mejoraron continuamente, de modo que a fines del
    siglo la
    comunicación con el continente europeo era constante y
    regular. Así, la correspondencia entre los
    científicos, que constituyó el único medio
    de comunicación científica a principios
    del siglo XVII, se vio facilitada por las mejoras en el servicio
    postal.

    Revistas
    Otro medio de comunicación y difusión
    científica, desarrollado durante la revolución
    científica, fueron las revistas donde se publicaron
    descripciones de muchas de las principales investigaciones
    de la época.

    La Tecnología
    Antes del siglo XIX la ciencia y la tecnología eran
    actividades esencialmente separadas. Lo que no impidió que
    ambas avanzaran. Se trata de una coincidencia el que la
    Revolución Científica comenzada durante el siglo
    XVII y desarrollada en el XVIII, haya precedido a las
    revoluciones industriales que se diseminaron por Europa durante
    los siglos XVIII y XIX. Hasta la segunda mitad del siglo XIX las
    innovaciones tecnológicas importantes casi nunca
    provinieron de las personas, las instituciones,
    o los grupos
    sociales que trabajaban para las ciencias.

    Aunque los científicos hicieron algunas
    incursiones en la tecnología, quienes verdaderamente
    contribuyeron al desarrollo tecnológico fueron
    predominantemente los maestros de oficios, los artesanos, los
    trabajadores y los ingeniosos inventores, individuos que basaban
    sus innovaciones en la experiencia. Aunque no fuese ciencia
    aplicada, existía tecnología.

    8.
    Conclusión

    Una revolución implica de manera inmediata, un
    cambio es por esto, lo representativo de la revolución
    científica. La misma represento la sustitución del
    paradigma existente de la ciencia antigua, la cual se vio
    fuertemente cuestionada por los nuevos lineamientos estipulados
    por los "teóricos de la ciencia" encaminados
    primordialmente por Nicolás Copérnico. Tanto
    así que esto dio lugar a fuertes aplicaciones de la
    ciencia como tal, en la Creación de asociaciones
    científicas en el orden de laboratorios, academias, y
    hasta comunicaciones
    científicas.

    Durante el proceso
    conocido como Revolución Científica que
    llevó a la instauración de la ciencia moderna,
    hemos visto como la filosofía aristotélica propia
    del medioevo y que representaba la autoridad de la Iglesia, fue
    reemplazada por el neoplatonismo; cómo el principio de
    autoridad que ejercía la Iglesia a través de las
    Escrituras y los textos, tanto religiosas como filosóficas
    y científicas, fue reemplazado por otro nuevo criterios de
    verdad, con la teoría –hipótesis-, y la
    observación de la realidad; cómo la
    filosofía y las ciencias se van paulatinamente
    diferenciando y distanciando hasta convertirse en disciplinas
    diferentes; en el campo del lenguaje fueron mutando conceptos que
    facilitaron la comprensión de la realidad, como por
    ejemplo el concepto de ímpetus en el de inercia, para dar
    finalmente con la Ley de Gravitación Universal; pero
    fundamentalmente, la revolución científica
    representa y contribuyo significativamente a la visión del
    universo que aun hoy en la actualidad tenemos, y que es uno de
    los pilares de la modernidad.

     

     

    Autor:

    Larissa G. Martínez S.

    Matrícula: 2002-2009
    Octubre 2003

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