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Bases Teóricas de la Gestión del Conocimiento en las Organizaciones




Enviado por soly



Partes: 1, 2

     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Acercamiento histórico –
    teórico a la nueva concepción del
    conocimiento

    3. El conocimiento y
    su vinculo con la gestión en el proceso estratégico
    de la organización

    4.
    Conclusiones

    5. Referencias
    bibliográficas

    6.
    Bibliografía

    1.
    Introducción
    .

    A través de la historia de la humanidad
    el hombre ha
    buscado siempre conocer; aunque la conciencia y los
    estudios sobre la nueva posición del conocimiento
    – y su generación organizada – en los sistemas
    económicos tuvieron sus inicios en los albores del siglo
    XIX.
    Decir que hoy día el
    conocimiento constituye la principal fuente de ventajas
    competitivas sostenibles en el tiempo no es una
    utopía; es ya una verdad axiomática.
    El mundo tiende acusadamente a una globalización creciente, en la que la
    suerte de la
    organización moderna está ligada más que
    nunca a factores que van mucho más allá de su
    ámbito de control.

    Se desarrolla en un contexto en el cual todo está
    vinculado con todo. Cualquier acontecimiento significativo en
    algún punto estratégico, trae efectos
    múltiples en todas las unidades componentes de la sociedad actual
    y, particularmente, en las más vulnerables como las
    organizaciones
    del mundo subdesarrollado.
    La tasa de innovación tecnológica presente es
    la más alta y acelerada que ha conocido la historia de la humanidad. El
    impacto de la ola de innovaciones está cambiando
    radicalmente la forma en que se producen, comercializan,
    distribuyen y consumen los bienes y
    servicios
    principales.

    Los avances en múltiples sectores – entre ellos,
    el de las tecnologías de información y las comunicaciones
    – están dejando obsoletas las matrices
    tecnológicas predominantes y tienen considerables efectos
    en los mercados y en las
    estructuras
    organizacionales.

    En su conjunto, se ha logrado que el know-how se haya
    convertido en un factor totalmente estratégico del
    proceso de
    producción, y una de las inversiones
    más rentables de toda la economía. En la
    llamada era de la información y el
    conocimiento, el capital debe
    enfocarse hacia la productividad de
    los trabajadores del conocimiento y
    de los servicios, lo
    cual constituye verdaderos desafíos para los diferentes
    sectores.
    Estos desafíos generan una situación de extrema
    complejidad para el desempeño organizacional, matizado, a su
    vez, por otros elementos fundamentales: la inestabilidad, la
    bifurcación y los finales abiertos.
    El entorno para las organizaciones es de un tipo en donde la
    noción de riesgo resulta
    totalmente limitada para captar la realidad. No sólo hay
    riesgo, hay
    incertidumbre.

    Todo esto sugiere que no es posible sobrevivir como
    organización por el mero hecho de trabajar
    más dentro de los límites
    internos y, menos aún, utilizando prácticas y
    herramientas
    tradicionales.
    Por lo que para poder
    responder a los intereses de la sociedad actual,
    las organizaciones tienen que aprender a afrontar los problemas
    generados por los recursos
    intangibles respecto a su adquisición y uso. Los valores
    escondidos no pueden ser ignorados. Es la época de
    gestionar inteligentemente la información y el
    conocimiento; característica de una sociedad
    postindustrial donde el conocimiento es el "recurso limitante",
    no la tierra, ni
    las materias primas, ni siquiera el capital.
    Téngase este y se tiene todo.

    Luego se hace necesario conocer los fundamentos de lo
    que ha sido la Historia del conocimiento, así como su
    concepción epistemológica y su nuevo paradigma en
    una sociedad en la que ser analfabeto significa no saber
    gestionar el conocimiento inserta en una cultura global
    cada vez más pequeña que pudiera ser descrita como
    la aldea global de Marshal Mcluhan.

    Existen gran número de investigaciones
    encabezadas por diferentes organizaciones cubanas tales como: El
    Instituto de Información Científica y
    Tecnológica (IDICT), su consultora BIOMUNDI, la cual se
    dedica a prestar servicios a diferentes organizaciones y sus
    Centros de Información y Gestión
    Tecnológica (CIGET), la casa consultora del CITMA: GECYT,
    Gestión del
    Conocimiento y la Tecnología, la empresa de
    tecnologías de la información y servicios
    telemáticos (CITMATEL), Empresa cubana
    del petróleo
    (CUPET), CUBACEL. S.A, entre otras. Además en cuba se
    realiza cada dos años el Congreso Internacional de
    Información (INFO), en el cual participan e intercambian
    profesionales de diferentes disciplinas sobre la importancia de
    este recurso para el desarrollo,
    paralelo a este evento sesiona un Encuentro Presencial de
    Miembros, Directores o Gerentes del Conocimiento de la comunidad virtual
    gestiondelconocimiento.com, a la cual pertenece Cuba y otros
    países iberoamericanos.

    La presente investigación está estructurada en
    dos capítulos:

    • Capítulo I: "Acercamiento histórico
      – teórico a la nueva concepción del
      conocimiento", el cual realiza todo un estudio minucioso del
      surgimiento de la Gestión del Conocimiento y el cambio de
      paradigma
      del concepto de
      conocimiento. Se abordan los conceptos relacionados con esta
      nueva disciplina;
      así como la evolución de la gerencia
      organizacional a lo largo de lo años, aspecto que
      ratifica el desarrollo
      inminente de la Gestión del Conocimiento como
      herramienta imprescindible en el logro de la competitividad en la llamada Sociedad del
      Conocimiento.
    • Capítulo II: "El conocimiento y su
      vínculo con la gestión en el proceso
      estratégico de la
      organización.", en este apartado se abordan los
      diferentes enfoques relacionados con la relativa importancia de
      la Gestión del Conocimiento en la tendencia
      estratégica de la gerencia. Se
      analizan las diferentes herramientas
      a utilizar, así como la confección de una
      página
      Web interactiva sobre la investigación. Se ultiman conceptos y
      estilos de la autora, se publica la situación cubana al
      respecto y se propone la experiencia de CUPET

    2. Acercamiento
    histórico – teórico a la nueva
    concepción del conocimiento.

    EPÍGRAFE 1.1: Evolución De La Concepción
    Tradicional Del Conocimiento.

    Según expresara Isaret Páez Urdaneta en
    una ocasión: "…en la Antigüedad, el hombre
    occidental quería ser sabio; luego el hombre
    moderno quiso ser conocedor; el hombre
    contemporáneo parece contentarse con estar informado y
    posiblemente el hombre futuro no esté interesado en otra
    cosa que en tener datos".
    Cabría preguntarse entonces, ¿qué es el
    conocimiento?

    La palabra conocimiento, en idioma español y
    de acuerdo con el Diccionario
    Ideológico de la Lengua [1], se
    refiere a la acción y el efecto de conocer. El verbo
    conocer, por su parte, significa averiguar por medio de la
    inteligencia,
    la naturaleza,
    las cualidades y las relaciones de las cosas. El concepto
    conocimiento puede abarcar dos niveles: la acción de
    conocer en lo cotidiano para lo cual no es necesario esforzarse
    intelectualmente y, en el segundo plano, la acción de
    conocer donde se presenta el proceso racional de comprender las
    cosas. En español
    también existe otra palabra de significado similar: saber,
    que se refiere a tener noticia de una cosa; ser docto en alguna
    materia. Esta
    palabra se remite al término sabiduría que quiere
    decir conocimiento profundo en las ciencias, las
    artes o las letras [2].

    Sucede que no siempre se entiende lo que subyace, por lo
    que se deben delimitar los conceptos y el campo teórico,
    fuera de las abstracciones en estos temas. Todo lo que nos obliga
    a detenernos y reflexionar porque como dijo Einstein: …
    "no hay nada más práctico que una buena teoría"…

    Concepción tradicional del conocimiento.
    Génesis y desarrollo.
    El conocimiento fue enfocado durante muchos siglos desde una
    perspectiva epistemológica, relacionado sólo con el
    desarrollo intelectual de las personas.
    Sus orígenes datan de la antigüedad clásica
    donde los pensadores y filósofos occidentales tuvieron como
    objetivo
    común el conocimiento de la realidad total. Con los
    filósofos presocráticos nació
    el saber y la ciencia, y
    se abordó el conocimiento como un todo. Se emplearon los
    términos saber, ciencia y
    episteme, por una parte, y conocimiento o logos, por otra. En
    esta tradición clásica griega se abordó el
    problema acerca de lo que es el conocimiento en estrecha
    relación con la cuestión acerca de lo que es la
    realidad.

    Platón (428-.347ª.C.) fue quien
    formuló la primera teoría
    detallada del conocimiento. Él –y Sócrates-
    creía el conocimiento alcanzable y de acuerdo con la
    teoría que formuló las ideas o formas constituyen
    los objetos del conocimiento [3].

    Estas ideas o formas son propiedades o esencias
    abstractas no materiales,
    eternas e inmutables que existen en el alma de cada persona
    aún antes de su nacimiento. Las cosas del mundo material
    son variables y
    transitorias, son copias imperfectas accesibles mediante los sentidos que
    sólo pueden dar un limitado conocimiento de lo particular.
    Pero el conocimiento
    científico es el conocimiento de lo universal y
    verdadero que sólo puede ser accedido por medio de la
    razón y constituye la episteme, que es el verdadero
    conocimiento.

    Este autor representa el "ascenso al conocimiento", en
    La República, con su ya famosa alegoría de la
    caverna, que es el mundo de las sombras que representa el mundo
    físico de las apariencias. La subida al mundo del sol, el
    mundo exterior, constituye el camino hacia el conocimiento
    verdadero. El conocimiento reside en cada persona, quienes
    lo han alcanzado no pueden transmitirlo a otros, sólo
    pueden enseñarles como encontrar tal conocimiento en
    sí mismos.

    Dado que el conocimiento es innato al individuo se trata
    entonces de un conocimiento a priori, independiente de cualquier
    tipo de experiencia particular.
    Al respecto Platón
    procuró también enfatizar la diferencia existente
    entre el conocimiento y la mera opinión. La percepción
    que sólo proporciona sensaciones es la que facilita
    opiniones vagas e inconsistentes y la noción de
    conocimiento implica más que una opinión
    verdadera.
    Por su parte, Aristóteles (384-322 a) discípulo de
    Platón,
    coincidió con su maestro al considerar el conocimiento
    abstracto superior a cualquier otro tipo de conocimiento. Pero
    discrepó profundamente respecto al método
    adecuado para alcanzarlo.
    Aristóteles no postulaba la realidad de
    objetos inaccesibles a los sentidos y
    consideraba que era posible encontrar orden en un mundo cambiante
    siempre que se contara con un adecuado acervo de
    experiencias.

    El conocimiento, de acuerdo con la concepción
    aristotélica, se obtiene por un proceso de
    abstracción que permite derivar conceptos o formas a
    partir de objetos concretos. Éste constituye el
    "conocimiento básico", fundamento de todo el conocimiento.
    A partir de dicho conocimiento básico puede derivarse
    algún otro conocimiento de acuerdo con las reglas de la
    lógica,
    que fueron expuestas, por primera vez, en forma
    sistemática por Aristóteles [4].
    Así, la filosofía medieval occidental y europea
    abordó el conocimiento imbuida por el pensamiento
    religioso, tratando la posibilidad o imposibilidad del
    conocimiento y también los tipos de conocimiento. Una vez
    que se admitió que el conocimiento es posible, del tipo
    que fuere: total, parcial, limitado, ilimitado, condicionado
    incondicionado, el problema se centró en los fundamentos
    de esta posibilidad.

    En la edad media
    Santo Tomás de
    Aquino (1225-1274) siguió el pensamiento
    aristotélico en lo concerniente a considerar la percepción
    como el punto de partida y a la lógica
    como el procedimiento
    intelectual para llegar al conocimiento.

    El conocimiento, de acuerdo con la posición
    tomista, apunta a lo universal y el proceso de pensamiento que
    genera el conocimiento consiste en abstraer un concepto a partir
    de una imagen recibida
    por medio de percepciones sensoriales.
    A partir del Renacimiento,
    surgió entonces la necesidad de la experimentación
    y aparecieron dos vertientes de este problema: una experimental,
    artesanal y otra más teórica y especulativa, lo que
    significó un giro en la forma de abordar dicho
    problema.
    En la edad moderna
    occidental surgieron distintas posturas como el racionalismo
    que concibió el conocimiento, en tanto que se basa en la
    razón, no como una realidad inteligible sino como un
    conjunto de supuestos o evidencias, considerando lo sensible un
    reflejo de esta realidad. También, el empirismo
    abordó el conocimiento situándolo en la base de la
    experiencia, un empirismo
    más extremo habla que el conocimiento de la realidad no se
    ciñe solamente a las impresiones, sino también a
    las realidades o cuasi realidades no sensibles como: los
    números, figuras geométricas y las abstracciones.
    Un empirismo moderado abordado por Locke postularía que el
    fundamento del conocimiento radica en las impresiones; pero
    éstas, sólo aportan la base del conocer. El
    denominado empirismo total consideró que las impresiones
    sensibles únicamente brindan una porción de la
    experiencia, así hay experiencia sensible,
    histórica, intelectual e interior [5]. Pero la realidad no
    es unívoca y podríamos hablar de realidad sensible
    (impresiones, percepciones el ámbito del que tratan los
    empiristas) y realidad inteligible (ideas, ámbitos de los
    realistas o racionalistas), constituyendo las perspectivas
    racionalistas y empiristas sólo dos posturas para abordar
    el fundamento del conocimiento.

    René Descartes
    (1596-1650), en la primera mitad del siglo diecisiete,
    adoptó la posición luego conocida como "racionalismo"
    que, tal como sostenía Platón, acepta que las
    características fundamentales del mundo
    físico son conocidas en forma independiente de los
    sentidos.

    Para Descartes
    existen dos fuentes para
    el conocimiento: la intuición y la deducción. Los
    principios
    primeros serían conocidos por la intuición y con la
    lógica se derivarían conclusiones de los mismos.
    Descartes sólo reconoce como conocimiento (scientia) lo
    que puede ser admitido con prueba irrefutable [6].
    De acuerdo con el punto de vista presentado por Descartes la
    scientia es producto de la
    razón que es independiente de los sentidos, por lo tanto
    se trata de un conocimiento a priori, tal como sería el
    conocimiento matemático.
    John Locke
    (1632-1704) en su obra "Essay Concerning Human Understanding",
    presentó una crítica de la creencia racionalista de
    que los principios
    últimos del conocimiento resultan evidentes por un proceso
    intuitivo y se adhirió a una posición, luego
    definida como "empirismo", de acuerdo con la cual todo el
    conocimiento se deriva de la experiencia. Los únicos
    elementos disponibles a la mente como base del conocimiento son
    "ideas" derivadas de las
    sensaciones y, por lo tanto, el conocimiento sería la
    relación de acuerdo o desacuerdo de las ideas. Puesto que
    todas las ideas pueden ser explicadas en términos de las
    sensaciones no existen las "ideas innatas" que sostenían
    Descartes y Leibnitz. Por lo tanto, se arriba al conocimiento por
    medio de la observación de los objetos externos
    (sensación) y por medio de la observación de las operaciones
    internas de la mente que Locke denominó
    "reflexión". Siendo tarea de la epistemología: entender qué es el
    conocimiento; entender la fuerza que
    pueden tener varias clases de evidencia; determinar el alcance
    del conocimiento, mostrar que, en contra de lo sostenido por los
    escépticos, realmente hay conocimiento.

    David Hume (1711-1776) se identificó con la
    posición conocida como "escepticismo" que sostiene que
    nada puede ser conocido. Es imposible alcanzar un conocimiento de
    verdades generales que vaya más allá de lo
    experimentado. Hume clasificó el conocimiento en: a)
    conocimiento de la relación entre ideas, que es el
    conocimiento de la matemática
    y de la lógica, que es exacto y certero, pero que no
    aporta información sobre el mundo; b) el conocimiento de
    la realidad, derivado de la percepción, que descansa en la
    relación causa-efecto.

    Al no haber conexión lógica entre ambos no
    puede esperarse conocer nada futuro con certeza. Por lo que en su
    Treatise of Human Nature (1730-1740), Hume se propuso formular
    principios universales que pudieran explicar todos los efectos a
    partir de pocas y simples causas, con la condición
    impuesta a los principios de no ir más allá de la
    experiencia; aunque los principios últimos carecen de
    justificación pues la razón no puede ser fundada
    racionalmente.

    A partir de Kant el problema
    del conocimiento adquirió el rango de disciplina
    filosófica denominada Teoría del
    Conocimiento, que más tarde se denominaría:
    Crítica del Conocimiento, Gnoseología e incluso
    Epistemología. En este sentido, mientras el
    mundo griego se centró en el hombre; el mundo moderno, a
    partir de Kant, se centra
    en el saber [7]. Kant propuso aquello que denominó plano
    trascendental, donde conocer es constituir el objeto, en cuanto
    objeto de conocimiento. Las filosofías que dieron
    primacía al objeto, desde el punto de vista del
    conocimiento, gestaron el realismo y
    aquellas que su primacía fue el sujeto, desencadenaron en
    el idealismo.

    Immanuel Kant (1724-1804) propuso además una
    solución que combinó elementos del racionalismo con
    tesis del
    empirismo. De acuerdo con los racionalistas sostiene que puede
    alcanzarse un conocimiento exacto y certero, pero acepta la
    tesis
    empirista de que tal conocimiento será informativo
    respecto de la estructura del
    pensamiento y no dirá nada respecto del mundo.

    Kant se consideraba a sí mismo como un "idealista
    trascendental", sostenía que los humanos sólo
    pueden conocer lo que es presentado a sus sentidos o lo que es
    construido por sus propias mentes. De acuerdo con esto el
    conocimiento puede ser a priori, que significa que es
    independiente de toda experiencia previa y a posteriori que es
    aquel accesible sólo a través de la experiencia. A
    partir de ello distinguió tres tipos de proposiciones que
    expresan el conocimiento humano: las proposiciones
    analíticas a priori, en las cuales el predicado
    está incluido en el sujeto (se trata de definiciones) y el
    conocimiento que transmiten es exacto y certero, pero no
    informativo; las proposiciones sintéticas a posteriori que
    informan a partir de la experiencia sobre el mundo y están
    sujetas a los errores que pueden afectar los sentidos; las
    proposiciones sintéticas a priori que dan un conocimiento
    exacto y certero y se descubren por la intuición.
    Cuestiones éstas que han sido muy debatidas en el campo
    filosófico, debido a la incertidumbre que suscitó
    la existencia o no de un conocimiento sintético a
    priori.

    G.F.W. Hegel (1770-1831)
    adoptó una posición racionalista. Criticó la
    posición del empirismo que postula a las sensaciones como
    fundamento del conocimiento. Señaló que cada
    sensación particular contiene algún elemento
    común a todas las otras sensaciones y, en consecuencia
    deja de ser particular. Sostuvo que es posible alcanzar el
    conocimiento certero de la realidad con carácter
    absoluto equiparando los procesos del
    pensamiento, de la naturaleza y de
    la historia. Introdujo así el enfoque histórico en
    el análisis del conocimiento.

    Durante el siglo XIX con las revoluciones
    científicas surgieron muchos conocimientos de
    índole práctico frente a un mundo de pensamiento,
    este incluyó condiciones concretas y psicológicas
    del conocimiento, así los límites
    del conocimiento vienen dados por las condiciones
    psicológicas del propio sujeto, como sentidos, ilusiones y
    condiciones determinadas de una época tanto sociales como
    económicas. Cuando se trata de conocimiento probable se
    denomina probabilismo, y este se ocupa del origen del
    conocimiento. El dogmatismo, por el contrario, asevera que las
    cosas se conocen tal y como son, los dogmáticos moderados
    dirán que el conocimiento es posible sólo en
    determinados supuestos, interesándose por la validez del
    conocimiento [8].

    Ya en el siglo XX las cuestiones más debatidas
    entre los filósofos y los epistemólogos fueron las
    referidas a las relaciones existentes entre el acto de
    percepción, el objeto directamente percibido y lo que
    puede sostenerse que se conoce como consecuencia de dicho acto de
    percepción. Una pregunta que se plantearon es la de que si
    un ser humano sólo puede acceder a sus propias ideas
    acerca del mundo y no al mundo en sí mismo cómo
    podría sostenerse que pueda existir conocimiento
    alguno.

    En este siglo el Positivismo
    Lógico abordó el problema del fundamento del
    conocimiento, y consideró que el conocimiento de las
    estructuras
    lógicas y matemáticas no proviene de las impresiones
    sensibles, ya que se trata de un conocimiento de estructuras que
    no son empíricas, ni racionales tal como se habían
    concebido. Surge también la Fenomenología que hace alusión a la
    pura descripción de lo que aparece, trata de
    descubrir el proceso del conocer, de forma independiente de las
    causas del conocer, o sea, aborda el objeto de conocimiento y el
    sujeto cognoscente, por lo que a partir de aquí tendremos
    dos objetos: el objeto real y aquel representado. [9]

    El filósofo alemán Edmund Husserl
    (1859-1938) adoptó el slogan "a las cosas en sí
    mismas" para enfatizar el fenómeno del conocimiento tal
    como lo experimentan los seres humanos. Husserl llamó a su
    filosofía "fenomenología", pues es a través de
    una cuidadosa descripción del fenómeno que puede
    clarificarse la relación entre el acto de conocer y el
    objeto conocido. El método
    fenomenológico permite distinguir entre el modo en que las
    cosas aparecen.

    Martín Heidegger (1889-1976) da una vuelta a los
    planteos originales de la fenomenología de los cuales se
    había apartado Husserl en su intento de descubrir la
    metodología perfecta para la
    filosofía, la que asegurara la certeza
    absoluta.

    Heidegger, por su parte, propuso retornar a las cosas y
    al mundo ya que el ser humano está atado al mismo. El
    mundo no necesita ser deducido ya que está
    implícito en la experiencia humana. Los humanos
    interactúan con las cosas en el mundo de todos los
    días como hace un trabajador con sus herramientas y lo
    miran con la mirada de un filósofo o de un
    científico. Calificó como un gran error de la
    epistemología de Descartes a Kant y a Husserl por haber
    considerado al conocimiento filosófico como el paradigma
    del conocimiento.

    Dentro del siglo XX la tendencia fue a valorar el
    conocimiento como una actividad intelectual e incluso, autores
    como Nietzsche y
    Dilthey abogaron por considerar al conocimiento en función de
    una experiencia más amplia. Por tanto, el conocimiento ya
    no reside meramente en una conciencia
    cognoscente como proponen, desde perspectivas distintas: Sartre,
    Heidegger – Ortega y Gasset.
    También el filósofo norteamericano John Dewey
    (1859-1952) cuestionó la idea de que el conocimiento fuera
    principalmente conocimiento teórico. Argumentó que
    la experiencia es una interacción entre un ser humano y su
    entorno.
    Los principales desarrollos epistemológicos del siglo XX
    estuvieron asociados con el nombre del filósofo Ludwig
    J.J. Wittgenstein (1889 –1951) quien fuera el iniciador de
    lo que fue luego conocido como el Círculo de Viena.
    El Positivismo
    Lógico sostiene que únicamente existen dos tipos de
    proposiciones significativas: las de la lógica y de la
    matemática, por un lado, y las de las
    ciencias
    empíricas, por el otro. Por lo que, sólo reconocen
    como conocimiento válido al conocimiento
    científico que debe ser verificable en la experiencia.
    En consecuencia, las proposiciones de la filosofía
    tradicional, la teología, la ética y,
    especialmente, la metafísica, deben ser rechazadas como
    carentes de sentido.

    Por otra parte, el conocimiento humano ha sido inundado
    del conocimiento científico, que ha relegado otras formas
    existentes muy importantes de conocimiento como es el arte, donde la
    intuición, imaginación, flexibilidad, originalidad,
    presentimiento, creatividad y
    otras cualidades son empleadas para producir una forma
    específica de conocimiento; pero, sin embargo, tal como
    asevera Nuria Amat: "una de las consecuencias del imperialismo
    científico es la de establecer el arte o las artes
    como subterfugios para favorecer el ocio y desestimar de
    éstas sus aspectos creadores" [10]. De esta forma el
    conocimiento intuitivo, imaginativo, creativo no ha conformado el
    modelo
    básico para la creación del conocimiento
    humano.

    Luego el cambio del
    concepto de conocimiento en las coordenadas actuales viene del
    paso de la modernidad a la
    postmodernidad, o sea, desde la
    Ilustración francesa en siglo XVIII hasta finalizada
    la II Guerra Mundial, y
    significó el auge del pensamiento racional, el materialismo, el
    cientifismo, el progreso, la superación, la
    crítica, la vanguardia, la
    naturaleza y la realidad social como objeto de conocimiento
    objetivo, y de
    la Ideología frente a la Teología. Hubo
    una transición del concepto medieval de percepción
    por el moderno concepto de conocimiento objetivo [11]. La
    modernidad se
    asentó en la realidad objetivable, plana, cognoscible,
    real, de la mano de Newton,
    Descartes, Bacon, Locke, Hume y otros. Se planteó como un
    espacio de progresiva transparencia, y como espacio de un
    proyecto de
    emancipación en los ámbitos sociopolítico,
    antropológicos y otros.

    En contraposición, en la postmodernidad
    se produce la traslación de la razón
    científica devenida en tecnológica. La modernidad
    es entendida o caracterizada como efecto de superación
    crítica. [12]

    El tránsito hacia la postmodernidad
    planteó un giro de esa objetividad, racionalidad y
    cognoscibilidad añadiendo que nada es ajeno a su proceso
    ni a su tiempo, por lo
    que nada es totalmente objetivable, ni se construye en el rechazo
    de una idea incognoscible. La verdad ya no es real, objetiva y
    total como plantearon, desde ámbitos diferentes,
    Heisenberg, Berson, Freud,
    Srödinger, Levi-strauss, Sausurre, Ortega y Gasset, Nietzsche y
    otros, por lo que la realidad no es fija, cognoscible y
    objetivable sino más bien es un constructo por segmentos.
    Esta conformación ha sido los prolegómenos de la
    postmodernidad definida, delimitada y conformada por:
    Baudraillard, Lyotard, Habermas, Vattimo, y otros. Abarca un
    rechazo de lo moderno como lo único valioso imbuyendo
    nuevos valores
    estéticos, culturales, sociales y
    económicos.

    La postmodernidad se construye en el nuevo universo
    tecnológico, virtual y de la información mundial,
    así el tránsito del concepto tradicional de
    conocimiento se ha visto imbuido en el procesamiento de la
    información electrónica.
    Todo ello confluye en el total asentamiento del conocimiento
    artificial, lo que significa el surgimiento de un nuevo paradigma
    en el ámbito las ciencias
    socioeconómicas.

    Cambio de paradigma en el concepto de conocimiento.
    En nuestra tradición cultural el conocimiento es
    información interiorizada, o sea, integrada en estructuras
    cognitivas del sujeto; sin sujeto del conocimiento no puede haber
    en ningún caso, conocimiento.
    "El conocimiento es información ordenada y estructurada; y
    para que la información se transforme en conocimiento se
    requiere de la presencia de estructuras preexistentes de
    entendimiento en la memoria,
    que sean capaces de retener determinada información para
    que llegue a formar parte del conocimiento de una persona".
    [13]
    A partir de la implantación total de las nuevas
    tecnologías digitales de la información, y de
    una clara influencia del ámbito anglosajón,
    directamente se conforma y condiciona el nuevo uso del vocablo
    conocimiento.

    Dolores Vizcaya Alonso define conocimiento como:
    "proceso en virtud del cual la realidad se refleja y se produce
    en el pensamiento humano, dicho proceso está condicionado
    por las leyes del devenir
    social y se halla indisolublemente unido a la actividad
    práctica esto es, conocimiento es la base para la
    acción" [14].

    En la era electrónica, que sucede a la era
    tipográfica que ha durado durante los últimos cinco
    siglos, se van ha producir nuevas formas de pensamiento humano y
    nuevas formas de interdependencia y de estructuración del
    conocimiento, y van a surgir nuevos modos de conocimiento.
    El conocimiento ha sido una actividad intelectual como producto de
    una conciencia cognoscente, y se está transformando en la
    entrante sociedad de la información electrónica,
    para ser el resultado de una información productiva.
    El conocimiento, por tanto, puede articularse en la actualidad,
    como conocimiento artificial, como información
    electrónica útil, o como información en
    potencia desde
    una perspectiva pragmática, por lo que habrá de
    insertarlo en la actual cuatrilogía informacional o del
    conocimiento: Datos,
    Información, Conocimiento y Saber.

    La memoria que ha
    sido siempre natural ahora es también
    artificial-tecnológica, ambas suponen hoy, un
    método de conocimiento. Con el término saber se ha
    producido el mismo proceso, ya que respecto al concepto de saber
    tenemos, que no se sabe cuando se aprende sino cuando se
    recuerda, por lo que saber se considera como la capacidad de
    recordar. El saber, en nuestra anterior tradición de
    pensamiento oral, reposaba únicamente en la memoria
    humana, pues al carecer de medios o
    soportes físicos, el saber dependía del adiestramiento y
    del arte de la memoria [15]; la
    memoria era el método del saber. Así, ahora
    tendremos otro método para recordar, si ahora la memoria
    es artificial-tecnológica, la capacidad de recordar, o
    sea, de recuperar información es lo que se va a denominar,
    hoy, saber.

    En la tradición se consideró al
    pensamiento lineal como la única forma de razonar,
    delimitada, en primer lugar, por el alfabeto fonético y,
    en segundo lugar, por la propia linealidad de la escritura; sin
    embargo, aunque nuestra propia estructura del
    pensamiento ha sido acomodada a la linealidad de la escritura y
    también a la de la imprenta, con los actuales medios
    electrónicos esta linealidad se la perdido y se ha
    acercado más a la discontinuidad de la realidad. Esta
    discontinuidad está configurando las nuevas formas de
    conocimiento artificial y de saber artificial. Ambos
    términos, hoy día, ya carecen del adjetivo
    artificial y pretenden identificarse con el saber y el
    conocimiento natural o tradicional. En definitiva, tenemos que el
    nuevo procesamiento de la información electrónica y
    el modelo de
    ciencia
    anglosajón han determinado conjuntamente el conocimiento
    como información electrónica productiva y el saber
    como la representatividad o capacidad de recuperación de
    ésta.

    El saber como capacidad de recordar o representar, y el
    conocimiento como capacidad de ordenar o asociar dentro de una
    estructura preexistente van a ser las bases conceptuales para las
    nuevas acepciones de estos términos. Así, estas
    capacidades de recordar y de ordenar, ya sean, en el
    entendimiento humano o no, nos llevarán a concebir al
    saber y al conocimiento artificiales en tanto que son
    productivos. Por consiguiente, la actividad científica
    actual se va a fundamentar en este nuevo cambio de paradigma
    establecido en el concepto de conocimiento.

    La información y comunicación en el Nuevo Orden Social.
    Este nuevo paradigma es denominado también por diferentes
    estudiosos como Sociedad Postcapitalista, Nueva Economía del
    Conocimiento, Sociedad Postindustrial; es la que establece, en
    términos generales, que el poderío
    económico de cualquier país está
    directamente relacionado con la explotación adecuada de la
    información y el conocimiento.

    ‘’Toda tecnología tiende a
    crear un nuevo ambiente
    humano". Estas palabras de McLuhan (1962), que se refirieron, en
    su momento, a la invención de la imprenta de tipos
    movibles en el siglo XV, tienen pertinencia hoy; por cuanto, si
    la tecnología del libro impreso
    fue un triunfo para la civilización occidental, al
    facilitar la difusión de las ideas y conocimientos de una
    forma cómoda y
    económica, con la aparición de la microcomputadora
    a comienzos de los ochenta y más recientemente, de la
    telaraña mundial Internet, las posibilidades
    de producción y expansión de los
    conocimientos parecen no tener límites.

    Toffler (1990), al plantear los cambios estructurales
    que generarían las tecnologías computacionales,
    expresó: "La difusión de los ordenadores en estas
    últimas décadas se ha catalogado como el cambio
    más importante de los producidos en el campo del
    conocimiento desde la invención de la imprenta o incluso
    desde la invención de la escritura. Junto con esto se ha
    producido la proliferación de nuevas redes y medios para mover la
    información".

    Se dice incluso, según diferentes organizaciones
    internacionales como UNESCO (1998ª –1998b), OEA y diversos
    teóricos como Drucker (1993), que está cobrando
    fuerza el
    planteamiento de un nuevo tipo de sociedad, la llamada Sociedad
    del Conocimiento, reconocida como el paso de la sociedad
    capitalista a una postcapitalista, en la que los servicios y el
    conocimiento se convierten en recursos
    estratégicos para el moldeamiento de un nuevo orden
    social.

    Linares y otros (2001), se hacen eco de estas ideas, al
    afirmar que las tecnologías de información fueron
    determinantes en el tránsito de la sociedad industrial a
    la postindustrial, en la cual se hace necesario un cambio en la
    manera como se interpreta la realidad y se participa en
    ella.

    Autores como Taspcott (1999), han denominado el momento
    actual como una era de la inteligencia
    interconectada y el ingenio humano, ya que el uso efectivo de la
    interconexión mundial, facilitada por las
    tecnologías de información y comunicación puede potenciar la
    producción y expansión del conocimiento y la
    inteligencia humana.
    Otros autores como Piscitelli (1995) y Joyanes (1997), prefieren
    hablar del surgimiento de una cibersociedad y cibercultura, pues
    las tecnologías y fundamentalmente Internet, están
    jugando un rol articulador de todas las acciones
    sociales. Hoy día, se encuentran estas tecnologías
    apoyando no sólo procesos de
    gestión académica y empresarial, sino
    también procesos de la vida cotidiana, como retirar
    dinero de un
    banco,
    adquirir un boleto aéreo o leer la última
    información publicada en un periódico
    electrónico.

    Esta sociedad también se conoce como una sociedad
    de la
    comunicación, pues si en los noventa se habló
    de una sociedad de información, al inicio de un nuevo
    siglo se está reconociendo que la información no es
    lo más importante, sino lo que hacen con ella los actores
    en interacción dialógica, Galindo (1999).
    Igualmente, se está hablando de que la
    comunicación es el vector que permite que la
    información-saber fluya y facilite la expansión y
    dinamización de la inteligencia humana, Pineda
    (2000).

    Estos planteamientos también fueron vaticinados
    ya por: Mc. Luhan (1962), Cartier (1992) y Drucker (1993), al
    advertir sobre la necesidad de centrar las actividades
    principales del siglo XXI en el uso efectivo de las
    tecnologías de información y las comunicaciones, y en el valor
    estratégico del conocimiento como recurso
    económico.

    Para Gerardo García Cabrera el asumir los retos
    de lo que se ha dado en llamar, la Sociedad del Conocimiento nos
    lleva a conocer tres pasos de una escalera en la espiral del
    desarrollo: la Sociedad de la Información, la Sociedad del
    Aprendizaje y
    la Sociedad del Conocimiento. Los dos primeros escalones
    están relacionados con el crecimiento; el tercero con el
    desarrollo [16].

    • Sociedad de la Información.

    Desde el punto de vista económico significa la
    capacidad de capitalizar las tecnologías actuales y el
    crecimiento de las infraestructuras existentes. Implica el
    desarrollo de aplicaciones capaces de potenciar tales
    infraestructuras, la conceptualización y diseño
    de los flujos informativos como salidas en forma de nuevos
    productos y
    servicios. Incluye la gestión de la información y
    el desarrollo de herramientas que puedan manipular los contenidos
    sobre un amplio sistema de
    redes.

    El alcance universal de esta Era de la
    Información es objetivo y tecnológico. Su
    característica principal es la integración de aplicaciones en redes. Es
    resultado del conocimiento y el desarrollo acumulado sobre la
    base de la convergencia de las tecnologías de la
    información, la computación y la microelectrónica;
    constituyendo el primer paso hacia la Sociedad del Aprendizaje.

    • Sociedad del Aprendizaje:

    Es el segundo escalón, la capacidad de crear
    redes temáticas en la preparación y gestión
    de los recursos
    humanos como factor esencial del desarrollo. Implica el
    inicio de una cadena de
    valor añadido en redes que culmina con la
    interactividad.

    La Sociedad del Aprendizaje potencia al
    máximo las capacidades tecnológicas de la Era de la
    Información e introduce nuevos desarrollos
    tecnológicos que la acercan a la capacidad de integración en la Red, con lo cual se prepara
    el camino para la Sociedad del Conocimiento. La Sociedad del
    Aprendizaje requiere de nuevas redes. El nivel de desarrollo no
    se mide por el impacto de las tecnologías, sino que se
    desplaza cada vez más hacia el impacto de los contenidos.
    En ella es fundamental el uso y acceso a la información,
    su gestión en función de
    las demandas tecnológicas y del desarrollo.

    • Sociedad del Conocimiento:

    Es el momento más acabado de la llamada Nueva
    Economía y hacia donde apunta la estrategia
    esencial de desarrollo de los países del Primer Mundo.
    Presupone la creación de un sistema de redes
    tecnológicamente nuevas. Cuando se habla de la
    próxima generación de Internet, se refiere a una
    nueva generación tecnológica de redes, que admite
    la interactividad plena y la integración máxima. El
    salto tecnológico implica un cambio en las aplicaciones,
    la concepción topológica de la red y sus posibilidades.
    En resumen, si bien los escenarios antes descritos, coexisten y a
    menudo se solapan, es decisivo comprender el desarrollo y el
    contenido de cada momento, en los procesos estratégicos de
    planeación y dirección del desarrollo.
    De manera que la información y el conocimiento no
    sólo son recursos para aprovecharlos en la efectividad y
    éxito
    personal
    – social sino también en la efectividad
    organizacional – empresarial.

    • A modo de Compendio.

    El conocimiento se edifica en la praxis diaria del
    individuo y responde a sus necesidades, intereses y actitudes,
    según el contexto histórico –
    económico – social en que se desarrolla. A su vez,
    en respuesta a lo que cada medio le proporciona y exige, lo
    conforma.

    El hombre, través del prisma de la subjetividad,
    crea sus propios modelos
    mentales, sus mapas
    conceptuales; experimenta sus afectos, emociones y
    sentimientos; desarrolla sus aptitudes. Éste dado el
    conocimiento acumulado modifica el ambiente de
    acuerdo a su espectro de saberes.

    La evolución epistemológica del
    conocimiento y su connotación ante un universo
    tecnológico, abre paso al actual paradigma del saber, la
    inteligencia y el talento mediante el vínculo de la
    gestión y el conocimiento en la creación de un
    nuevo enfoque organizacional que responde principalmente a la
    escuela de
    relaciones
    humanas y del comportamiento
    en la sociedad de hoy, denominada como: la Sociedad del
    Conocimiento.

    Epígrafe 1.2: teorías
    de la gerencia en las organizaciones.
    Las teorías
    han servido a lo largo de todos los años de
    creación intelectual para organizar la experiencia en un
    sistema de conocimiento que permita afrontar los fenómenos
    de la realidad de una determinada manera. Sirven par predecir,
    controlar y explicar acontecimientos, ubican al hombre en su
    medio vital. Por lo que toda teoría debe explicar el
    cómo y el por qué de los fenómenos –
    objetos de estudio.
    Debido a los constantes cambios del entorno, cada vez más
    hostil y turbulento; la visión tradicional se ha hecho
    obsoleta. Se necesitan de nuevos modelos que
    respondan con mayor efectividad, atendiendo a disímiles
    variables.
    La gerencia es una actividad humana altamente importante.
    Diseñar y crear un ambiente en el que los individuos
    laboren en función de la misión y
    objetivos de
    la organización es una de las condiciones
    principales. Esta persigue el orden, la eficacia y la
    productividad.
    Al respecto Drucker [17], entre sus planteamientos expone que es
    tarea de ella hacer productivo al conocimiento. Según el
    propio autor el conocimiento ha pasado de una situación
    referida al desarrollo intelectual de la persona a otro como
    factor de producción tomando como base su utilidad.

    Clasificación de las escuelas a partir de
    1903.
    Las clasificaciones hechas por Koontz, Scott y Chiavenato
    resultan de mucha ayuda para entender la perspectiva
    histórica – teórica de la Gestión,
    Koontz[18] planteó en 1961 que existía una jungla
    de Teorías Gerenciales.
    Scott[19] propone una tipología de escuelas o enfoques en
    función de su concepción respecto a las
    organizaciones como sistemas abiertos
    o cerrados, especialmente de los modelos racionales y
    naturales.
    En 1987, Chiavenato [20] propone una clasificación a
    partir de la identificación de un rasgo o
    característica principal de cada teoría y ordena
    esas teorías de acuerdo con una secuencia temporal; el
    diagrama se
    muestra en la
    página siguiente:
    Fuente: Martínez Rodríguez, Ailín. Tesis de
    Diploma: "Gestión del Conocimiento. ¿Réquiem
    por la Gestión de la Información. Universidad de La
    Habana: Facultad de Comunicación. 2001.
    Partiendo de este cuerpo de teorías, en los últimos
    30 años y considerando la realidad objetiva de la
    evolución de las organizaciones y de la demanda que
    impone la sociedad, han surgido un conjunto de filosofías,
    técnicas y enfoques gerenciales
    importantes.

    1.2.2. La Teoría de los Roles de la Gerencia.
    En 1975 Henry Mintzberg [21], después de observar en la
    praxis lo que hacían los directivos en diferentes
    organizaciones, arribó a conclusiones sobre lo que
    constituyen los roles o funciones de la
    gerencia.
    Señaló que los gerentes realizan actividades que no
    responden a la clasificación tradicional de las funciones de la
    gerencia – planificación, organización,
    coordinación y control -, sino
    que su labor se extiende en el desempeño de diez papeles
    fundamentales:

    1. Roles Interpersonales.
    1. Caudillo (ejecuta los deberes ceremoniales y sociales
      como representante de la organización).
    2. Líder
    3. Coordinador (especialmente con personas ajenas ala
      empresa).
    1. Roles de Información.
    1. Monitor (el que recibe información sobre el
      funcionamiento de una
      empresa).
    2. Diseminador (el que pasa información
      a sus subordinados).
    3. Portavoz (el que transmite información al
      exterior de la organización).
    1. Roles de Decisión.
    1. Empresario.
    2. Encargado de conciliar las
      alternativas.
    3. Asignador de recursos.
    4. Negociador (mediador entre personas y grupos de las
      mismas).

    Este autor es uno de los grandes autores de la Gerencia
    General. Sus estudios han estado
    enfocados hacia la educación y
    formación de los ejecutivos, y en tareas como el proceso
    de desarrollo de estrategias, el
    diseño
    de organizaciones y su impacto en ellas. Entre sus obras
    más relevantes se encuentran: The Nature of Managerial
    Work; The Structuring of Organizations; The Strategy
    Process.

    1. Últimos veinte años del siglo
      XX.

    En la década de los años ’80, se
    retoma la experiencia japonesa desarrollada en los años
    ’50 por el norteamericano W. Edward Deming: la
    Gestión de la Calidad
    Total.

    Aparecen libros como
    The Art of Japanese Management, por los autores Pascale y Athos
    en 1981; La Theory Z de Ouchi en este mismo año; In Scarth
    of Excellence de Peters y Waterman en 1982. Todos exponian un
    discurso cuyo
    objetivo primordial era la búsqueda de la calidad, la que
    no existía, en esos momentos como eje central de la
    organización para la satisfacción plena de los
    clientes.

    La calidad, en la
    historia del pensamiento gerencial respondió primero a la
    detección de errores en los productos
    terminados; luego avanzó hacia la calidad de los procesos
    productivos para evitar defectos en los productos terminados.
    Con la llegada de la Calidad Total,
    esta dejó de ser una simple herramienta de control para
    convertirse en una estrategia
    organizacional.
    Por todos es conocido que el cliente es el que
    define la calidad de los productos/servicios; la mejor continua
    de la calidad orienta los esfuerzos de todo el personal con
    vista a alcanzar este objetivo.
    Según esta corriente todos los empleados podrían
    contribuir a elevar la calidad mediante el uso creativo de sus
    potencialidades, sin el temor de errar.

    "La Gestión de la Calidad Total ha devenido en
    una filosofía de trabajo en las organizaciones, donde se
    establece como principio rector el mejoramiento continuo,
    aplicado tanto a personas como a procesos, y donde prima la
    constante evaluación
    como el objetivo final de mejorar" [22].
    Entre las técnicas
    fundamentales que utiliza la gestión de la Calidad Total
    se encuentran: el Benchmarking,
    Braenstorming y los diagramas de
    causa – efecto, de árbol, y otros. Los años
    ’80 también fueron los años de la
    Gestión de Información.
    Durante estos años se evidencia un interés
    por la Cultura
    Organizacional como forma estratégica de actuar dentro
    de una organización.
    Shein en 1984 propone que la comprensión de la cultura
    organizacional sea parte íntegra del propio proceso
    gerencial. Dicho interés se
    relacionó al declive de la productividad de Estados Unidos y
    el aumento de la competitividad
    de los japoneses.

    Para este autor es considerada como una forma de
    descubrir medios de lidiar con los problemas
    provocados por el acelerado desarrollo mundial que es fuertemente
    influenciado por el avance tecnológico y la
    globalización de la economía.

    Al respecto define la Cultura
    Organizacional como:
    "El patrón de premisas básicas que un determinado
    grupo
    inventó, descubrió o desarrolló en el
    proceso de aprender a resolver sus problemas de adaptación
    externa y de integración interna y que funcionaron
    suficientemente bien a punto de ser consideradas válidas
    y, por ende, ser enseñadas a nuevos miembros del grupo como la
    manera correcta de percibir, pensar y sentir, con relación
    a estos problemas" [23].

    Los paradigmas de
    la cultura organizacional son versiones adaptadas de paradigmas
    culturales más amplios, según dicho autor. En este
    sentido, afirma que un extranjero no podría realizar un
    estudio de cultura por no tener condiciones para hacer las
    conexiones con la cultura del país. Establece que para
    determinar la cultura organizacional es necesaria una entrevista
    clínica interactiva realizada entre el investigador e
    informantes, motivados porque están insertados
    también en la cultura a ser descifrada.
    En la década de los ’80, se impuso además el
    Marketing como
    técnica y filosofía gerenciales. En términos
    generales, el marketing
    apoya la realización de intercambios entre un
    mínimo de dos partes de forma que se produzca un beneficio
    mutuo.
    Aunque Kotler [24] lo define por primera vez en 1974, es en esta
    década que alcanza su mayor auge.
    "El Marketing es el proceso social, orientado hacia la
    satisfacción de las necesidades y deseos de individuos y
    organizaciones, para la creación y el intercambio
    voluntario y competitivo de productos y servicios generadores de
    utilidades".
    Santesmases [25] afirma que el marketing como filosofía es
    una postura mental, una actitud, una
    forma de concebir la realidad de intercambio del modo más
    beneficioso. Como técnica es la forma más
    específica de ejecutar o llevar la realidad de intercambio
    que consiste en identificar, crear, desarrollar y servir a la
    demanda.

    El marketing apela a las necesidades humanas que
    Maslow
    definió en su pirámide. El deseo, la demanda, el
    intercambio, el producto, el servicio y el
    mercado, son los
    puntos clave sobre los cuales se desarrolla. Los elementos que lo
    conforman se conocen como las cuatro P: Producto, Plaza, Precio y
    Promoción.

    La gestión del marketing encuentra sus
    fundamentos en cuatro principios que desembocan en una
    filosofía de acción válida para toda
    organización al servicio de
    los clientes.

    Esta gestión implica que la satisfacción
    de las necesidades de los clientes debe ser el objetivo principal
    de toda actividad de la organización, no por altruismo,
    sino por interés bien entendido, porque es el mejor medio
    de lograr sus propios objetivos de
    crecimiento y rentabilidad.
    El desarrollo de la estrategia competitiva en las organizaciones
    también ha sido esencial en estos últimos
    años. Realmente, en la década de los ’60 ya
    se percibían dentro del pensamiento gerencial, las
    primeras inquietudes respecto a este tema. Alfred D. Chandler
    [26], en su Strategy and Structure, definió la estrategia
    como:

    • La determinación de metas y
      objetivos.
    • La adopción
      de cursos de
      acción parta alcanzar metas y objetivos.
    • La asignación de recursos para alcanzar las
      metas.

    En 1965, H. Igor Ansoff, reconocido como el padre del
    pensamiento estratégico moderno publica: Corporate
    Strategy and Analytic Approach to Bussiness Policy for Growth and
    Espansion, donde introduce la matriz DAFO en
    el análisis de opciones
    estratégicas.
    A partir de la primera década de los ’80, Michael E.
    Porter [27] se convierte en el autor más destacado en
    estrategia competitiva. Él mismo propone entre sus
    más importantes obras Competitive Strategy: Techniques for
    Analysing Industries and Competitors, un nuevo enfoque para la
    Planificación
    Estratégica.

    Porter (1982) brinda la noción de rivalidad
    amplificada, apoyándose en la idea de que la capacidad de
    una empresa
    para explotar una ventaja competitiva en su mercado de
    referencia depende no solamente de la competencia
    directa que ahí encuentre, sino también del
    papel ejercido
    por las fuerzas rivales como los competidores potenciales, los
    productos sustitutos, los clientes y los proveedores.
    El juego
    combinado de estas cinco fuerzas es lo que determina, en
    última instancia, el beneficio potencial de un producto
    – mercado, en el papel de
    cuatro fuerzas competitivas:

    • Amenaza de los nuevos competidores.
    • Poder de negociación de los clientes.
    • Poder de negociación de los proveedores.
    • Amenaza de los productos sustitutos.

    Los competidores potenciales susceptibles de entrar en
    un mercado constituyen una amenaza, que la organización
    debe circunscribir y contra la cual debe protegerse, creando
    barreras de entrada alrededor de una fortaleza que le permita
    utilizar en: investigaciones y
    desarrollo, para financiar una guerra de
    precios o
    investigar en otros negocios.
    Además señala [28] las barreras de entrada que
    pueden usarse para crearle a la organización una ventaja
    competitiva:

    • Economías de escala.
    • Diferenciación del producto.
    • Inversiones de capital.
    • Desventajas en costos
      independientemente de la escala.
    • Acceso a canales de
      distribución.
    • Política gubernamental.

    Hoy día, la estrategia se impone de manera muy
    dinámica, las fuentes de
    ventajas tradicionales ya no proporcionan seguridad a largo
    plazo. La fortaleza de una estrategia dada no está
    determinada por el movimiento
    inicial, sino por la anticipación y el enfrentamiento a
    las maniobras, a las reacciones de los competidores y a los
    cambios en las demandas de los clientes a través del
    tiempo. La ventaja depende de la altura de las barreras de
    entrada y del vigor de las reacciones que espera encontrar el
    competidor potencial.

    La Teoría de los Recursos y Capacidades de
    Wernefel es otra importante dentro la Estrategia Competitiva,
    sobre la cual se profundizará en el siguiente
    epígrafe.
    En 1988 nace el Empowerment,
    promovido por los expertos Kenneth Blanchard y Paul Hersey.
    Teoría visionaria que se comienza a desarrollar en los
    empleados de la organización creando no sólo una
    actitud de
    trabajo sino también una actitud de sinergia.
    Empowerment
    significa crear un ambiente en el cual los empleados, en todos
    los niveles, sientan que ellos tienen una real influencia sobre
    los estándares de calidad, servicios y eficiencia del
    negocio dentro de sus áreas de responsabilidad [29].

    La clave del Empowerment es dar poder de decisión
    y acción a los miembros, hacerlos responsables de los
    objetivos y metas organizacionales, de innovar y crear productos
    y servicios que permitan alcanzar una posición de liderazgo para
    la empresa
    basada en sus ventajas competitivas. El líder
    propone una visión, una misión y
    busca que sean compartidos por el resto de la
    organización. Apela a la variante Y de la teoría de
    Mc Gregor.
    Para esto los miembros y equipo de trabajo de la
    organización deben tener acceso a la información
    crítica para llevar a cabo los negocios. La
    información se hace imprescindible dentro de esta
    teoría.

    En los años ’90 aparece la Reingeniería. Michael Hammer junto con
    James Champy escribieron "Aplicando la Reingeniería a la Corporación". Esta
    obra muestra que la
    mayor parte del pensamiento gerencial anterior ha sido agrietada;
    los autores abogan por el rediseño radical del trabajo y
    por la organización de las empresas
    alrededor de los procesos, no por departamentos funcionales.
    La Reingeniería es un término para repensar y
    rediseñar el sistema organizativo: los puestos de trabajo,
    las estructuras organizacionales, los sistemas de gerencia.
    Con esta escuela ha
    llegado el momento de hacer algunas preguntas fundamentales a
    cualquier negocio:

    • ¿Para qué existe la
      empresa?.
    • ¿Qué están tratando de
      hacer?.
    • ¿Si fuéramos de nuevo hoy cómo
      seríamos y cuán grandes
      seríamos?.[30]

    En esta etapa surge además la Teoría del
    Learning Organization ofrecida por Peter Senge en su obra "La
    Quinta Disciplina". Senge promulga la necesidad del pensamiento
    sistémico dentro de las organizaciones y alienta el aprendizaje a
    través de ejercicios que inducen a pensar de manera
    diferente sobre los problemas de la organización.
    Considera que el movimiento de
    la calidad total es la primera piedra en la construcción de una sociedad de Learning
    Organization.
    Esta teoría es un marco conceptual para las organizaciones
    actuales; es la noción de que el aprendizaje es
    esencial para el éxito.
    La gerencia debe enfrascarse en la imagen global y
    escapar del pensamiento lineal.
    Los elementos que definen esta teoría son: el pensamiento
    sistémico, el dominio personal,
    los modelos mentales de los individuos, la visión
    compartida y el aprendizaje en equipo. Dicha teoría abre
    las puertas del conocimiento en la gerencia actual.

    • A modo de Compendio.

    La Gerencia es una de las más importantes
    actividades humanas. Diseñar, crear y mantener un ambiente
    en el que los individuos trabajen agrupados por cumplir sus
    objetivos y misiones previamente seleccionados, es una
    condición sine qua non para la existencia de las
    organizaciones.

    Se distingue que han tenido que evolucionar de un
    enfoque mecanicista y estático a un enfoque
    dinámico en constante interacción con el medio. Se
    demuestra como elemento común a todas las escuelas que la
    información no es un hecho exclusivo de los días
    que corren. Nunca ha existido una organización sin
    información. Organizar significa informarse e
    informar.

    Se observa como cobran relevancia los recursos
    humanos, convertidos hoy en los activos
    más importantes que tiene la organización; al
    tiempo que se hacen indispensables la información y el
    conocimiento en las propuestas más recientes como
    resultado de los cambios económicos y socioculturales
    ocurridos a partir de las dos últimas décadas del
    siglo XX.

    Epígrafe 1.3: la gestión del conocimiento.
    Principales conceptos, variables y componentes.
    El conocimiento tiene gran relevancia en la sociedad de nuestro
    tiempo. En este sentido y tal como señaló Savage
    [31], los cuatro factores de creación de riqueza en una
    economía han sido siempre: la tierra,
    el trabajo, el
    capital y el conocimiento; pero la importancia relativa de cada
    uno de ellos ha ido variando con el tiempo. De forma simplificada
    se ha dividido en tres etapas, que ordenadas
    cronológicamente, se encuentran: la era agraria, la
    industrial y la del conocimiento.

    El conocimiento se convierte en las economías de
    finales del siglo XX y de principios del siglo XXI en la fuente
    principal de creación de riqueza y, cada vez más,
    se va abriendo paso la afirmación de Laurence Prusak [32]:
    "La fuente principal de ventajas competitivas de una empresa
    reside fundamentalmente en sus conocimientos, más
    concretamente, en lo que sabe, en como usa lo que sabe y en su
    capacidad de aprender cosas nuevas".

    Antecedentes teóricos de la Gestión del
    Conocimiento.
    Debido a la evolución del pensamiento y las teorías
    gerenciales, además del uso de herramientas que igualan
    las potencialidades de las empresas para
    competir en un mercado cada vez más cambiante y facilitan
    el tratamiento de una gran cantidad de información cada
    vez superior; las organizaciones se dieron cuenta de que sus
    activos
    físicos y financieros no tenían la capacidad de
    generar ventajas competitivas sostenibles en el
    tiempo.

    Los tradicionales medios de producción, los
    recursos
    naturales, la mano de obra y el capital han estado pasando
    a un segundo plano, primero, porque son agotables y, segundo,
    porque pueden obtenerse con facilidad siempre que haya
    conocimientos. A partir de entonces comenzó a considerarse
    el conocimiento como el tercer factor de producción
    además de los hasta el momento reconocidos, el capital y
    el trabajo,
    teniendo en cuenta que el valor agregado
    en los productos y servicios proviene de la inteligencia y el
    conocimiento humano.

    Entre los autores pioneros que trataron de forma
    sistemática el problema y su gestión en las
    organizaciones se encuentra: Thomas Kaulopaulos con "Corporate
    Instinct. Building a Knowledge enterprise for the 21st
    Century"; Ikujiro Nonaka y Hirotaka Takeuchi con "The Knowledge
    – creating company: how japanese companies create the
    dynamics of innovation" y Dorothhy Leonard – Borton con
    "Wellsprings of Knowledge".

    En l984 aparece, en el ámbito académico,
    la Teoría de Recursos y Capacidades de Wenderfel, la que
    se considera – al igual que la Learning Organization –
    precursora de la gestión del conocimiento; constituyen los
    antecedentes más influyentes que se conocen en la literatura, pues se centra
    en analizar los recursos y capacidades de las organizaciones como
    base para la formulación de su estrategia. La
    teoría basada en los recursos se encuadra dentro del
    denominado Análisis Estratégico, y produce un giro
    del exterior al interior de la organización en el momento
    de analizar su situación estratégica.

    Los recursos y las capacidades de una empresa juegan un
    papel cada vez más relevante en la definición de la
    identidad de
    la empresa. En efecto, ante entornos turbulentos, con
    incertidumbre, complejidad, competencia
    global, acortamiento del ciclo de vida
    de los productos, cambios rápidos en los gustos y
    necesidades de los consumidores, etc.; la empresa tiene
    dificultades para plantearse qué necesidades quiere
    satisfacer. En el último caso, la

    orientación externa no puede ser el único
    fundamento de la estrategia empresarial, sino que es preciso
    recurrir al análisis de los recursos y capacidades
    disponibles para poder poner en marcha una estrategia. En
    general, puede afirmarse según Grant (1996) que, cuanto
    más dinámico sea el entorno de la empresa,
    más sentido tiene basar su estrategia en los recursos y
    capacidades internos a hacerlo frente a consideraciones de tipo
    externo. Desde esta teoría el conocimiento es un factor
    que genera crecimiento
    económico, por transitividad la Gestión del
    Conocimiento se encuadra dentro de la misma.

    Los recursos y capacidades poseídos conforman el
    valor y la identidad de
    la organización. Por esto, en el momento de planificar una
    estrategia, es necesario analizar el potencial de éstos en
    correspondencia con las oportunidades y amenazas del
    entorno.

    Son tres las ideas básicas de la Teoría de
    Recursos y Capacidades [33].

    • Las organizaciones son diferentes entre sí en
      función de los recursos y capacidades que poseen en un
      momento determinado; así como por las distintas
      características de los mismos
      (heterogeneidad).
    • Los recursos y capacidades cada vez tienen un papel
      más relevante para definir la identidad de la
      empresa.
    • El beneficio de la empresa es consecuencia tanto de
      las características competitivas de la del entorno, como
      de la combinación de los recursos que
      dispone.

    En lo concerniente a este trabajo, lo relevante e
    interesante de esta teoría es el reconocimiento de que los
    recursos y capacidades de la organización pueden
    clasificarse en tangibles e intangibles, siendo los
    últimos referidos a los que se le ha dado especial
    atención producto a su capacidad de generar
    valor organizativo.

    El desarrollo de capacidades diferentes es la
    única forma de conseguir ventajas competitivas
    sostenibles. Los recursos y las capacidades se basan en la
    información y el conocimiento, por lo que no tienen
    límites definidos en cuanto a su capacidad de
    utilización. La información y el conocimiento son
    recursos para el desarrollo.

    Recursos "son todos aquellos elementos necesarios, tanto
    tangibles como intangibles, para que una organización
    cumpla sus objetivos. Principalmente, al referirse a ellos
    clasificados en: instalaciones y equipos, materiales e
    insumos (recursos físicos), energía, informaciones
    y datos, recursos humanos, dinero o
    capital". [34]

    Activos Intangibles "son aquellos que poseen valor sin
    tener dimensiones físicas y están localizadas en
    las personas (empleados, clientes, proveedores) o bien se
    obtienen a partir de procesos, sistemas y cultura organizativa".
    [35]

    Estos integran el Capital
    Intelectual de las organizaciones, el cual "se describe como
    los recursos intangibles de una organización y es evaluado
    como la diferencia entre el valor del mercado y el valor contable
    de la empresa". [36]

    En la literatura se encuentran
    diferentes taxonomías del Capital
    Intelectual, por ejemplo la de García [37] quien
    considera que los diferentes tipos de este capital constituyen el
    conocimiento de la organización. Señala tres
    categorías fundamentales del Capital Intelectual que se
    resumen en el siguiente esquema:

    Figura 1.1: Categorías del Capital
    Intelectual.

    Fuente: Martínez Rodríguez, Ailín.
    Tesis de Diploma: "Gestión del Conocimiento.
    ¿Réquiem por la Gestión de la
    Información. Universidad de La
    Habana: Facultad de Comunicación. 2001.
    El Capital Relacional es aquel que surge por el intercambio de
    información con agentes externos, ya sean clientes o
    proveedores.
    El Capital Estructural es el valor del conocimiento creado en la
    organización, lo que implica que este sea productivo.
    Está determinado por la cultura, las normas, los
    procesos, las patentes, las marcas, la
    tecnología.

    Atendiendo a esta variedad de elementos dentro del
    Capital Estructural, Edvinsson y Malone [38] plantean que a su
    vez este capital puede dividirse en: Capital Organizacional (que
    incluye las inversiones en
    sistemas y herramientas que permitan la difusión del
    conocimiento tanto en el interior de la organización como
    fuera de ésta, o sea, que abarcaría las
    tecnologías), Capital de Innovación (que se refiere a los resultados
    de la innovación en forma de propiedad
    intelectual, aquí se ubicarían las marcas, las
    patentes) y Capital Proceso (que son los procesos, las normas, o sea,
    las técnicas de trabajo que permiten aumentar la eficacia).

    Por último el Capital Humano es
    el valor del conocimiento creado por las personas que conforman
    la organización, sus habilidades y capacidades para llevar
    a cabo su trabajo. Incluye además la capacidad de
    aprender, las competencias,
    formación, experiencia, etc.

    El Capital Relacional y el Capital Estructural siempre
    pertenecían a la organización, en cambio, el
    Capital Humano
    nunca podrá ser de su propiedad, por
    lo que se debe priorizar su gestión. El valor de una
    organización radica en la convergencia de sus activos
    materiales y de los inmateriales

    Los activos intangibles tienen su origen en los
    conocimientos, valores y
    aptitudes de las personas que forman parte del núcleo de
    la empresa. Estos aunque no se pueden tocar, si se pueden
    identificar y clasificar adecuadamente. Una de las
    clasificaciones más sencilla es la siguiente:

    Figura 1.2: Monitor de
    Activos Intangibles.
    Fuente: Maroto, Carrión, Juan. Introducción conceptual a la gestión
    del conocimiento. 2002.

    1. Activos de competencia individual: Se refieren a la
      educación, know how, conocimientos,
      habilidades, valores y actitudes de
      las personas que trabajan en la empresa. No son propiedad de la
      empresa. La empresa contrata el uso de estos activos con sus
      trabajadores.
    2. Los trabajadores al marcharse a casa se llevan
      consigo estos activos. A este conjunto de activos se les
      denomina también Capital Humano.

    3. Activos de estructura interna: Se refieren a la
      estructura organizativa formal e informal, a los métodos
      y procedimientos
      de trabajo, al software, a las
      bases de datos,
      a la I+D, a los sistemas de dirección y gestión, y a la
      cultura de la empresa. Estos activos son propiedad de la
      empresa y algunos de ellos pueden protegerse legalmente
      (patentes, propiedad intelectual, etc.).
    4. Activos de estructura externa: Se refieren a la
      cartera de clientes que recibe el nombre de fondo de comercio, a
      las relaciones con los proveedores, bancos y
      accionistas, a los acuerdos de cooperación y alianzas
      estratégicas, tecnológicas, de producción
      y comerciales, a las marcas comerciales y la imagen de la
      empresa. Estos activos son propiedad de la empresa y algunos de
      ellos pueden protegerse legalmente (marcas comerciales,
      etc.).

    En su conjunto, el Capital Intelectual de las
    organizaciones es la principal ventaja competitiva.
    Actualmente las organizaciones con recursos tangibles parecidos
    se pueden diferenciar cuali y cuantitativamente por la
    efectividad de sus activos intangibles. La ventaja fundamental
    estriba en cómo se gerencia el conocimiento individual y
    colectivo.
    La organización debe desarrollar las capacidades
    intelectuales de sus recursos humanos, su capacidad de
    aprendizaje para la innovación y la creación de
    nuevos conocimientos.

    La Gestión del Conocimiento en las
    organizaciones.
    Entre los múltiples planteamiento que ha hecho Drucker
    [39] respecto al tema del conocimiento en las organizaciones, se
    destaca su opinión acerca de que el conocimiento es hoy el
    único recurso significativo porque los tradicionales
    factores de producción – suelo (recursos
    naturales), trabajo y capital – aunque no han
    desaparecido se han convertido en secundarios. Pueden obtenerse
    fácilmente siempre que haya conocimiento.

    Según el autor el conocimiento ha pasado de una
    situación referida al desarrollo intelectual de la persona
    a otra como factor de producción, tomando como base su
    utilidad.
    Aplicar conocimiento a lo que se sabe de productividad; pero
    hacerlo en tareas nuevas o diferentes es
    innovación.

    Lozano [40], por su parte, sostiene que el entorno
    actual del mundo empresarial se encuentra en un constante proceso
    de cambio, promovido en muchos casos por la tecnología,
    así como por la asunción del concepto de globalización del mercado, lo que obliga a
    considerar otros elementos dentro del ámbito de las
    organizaciones, de carácter
    intangible tal como el conocimiento que posee su personal. Es
    este conocimiento el que va a permitir crear nuevos productos y
    servicios y, por tanto, crear cada vez más valor para la
    organización.

    Nonaka [41] afirma que el conocimiento, en el
    ámbito organizacional, es la creencia justificada de
    ciertas técnicas adquiridas empíricamente y
    sostiene que la creación del conocimiento organizacional
    debe entenderse como la capacidad orgánica para generar
    nuevos conocimientos, diseminarlos entre los miembros de la
    organización y materializarlos en productos, servicios y
    sistemas, lo cual constituye la clave de la innovación en
    las empresas.

    Por lo tanto, la innovación y el conocimiento que
    hace posible esa innovación, aunque no se incluyen en la
    contabilidad
    clásica de las organizaciones, se han convertido en
    importantes fuentes de ventajas competitivas. Ante esa realidad,
    la importancia del conocimiento se acrecienta y en la actualidad
    se plantea el surgimiento de un nuevo tipo de
    organización: la basada en el conocimiento.

    La organización basada en el conocimiento se
    considera "una suprared de recursos de conocimiento compuesta por
    una red de
    recursos humanos, la red de recursos de información y la
    red de recursos informáticos y telemáticos".
    [42]
    Las organizaciones basadas en el conocimiento se caracterizan por
    generar, procesar y gestionar la información para
    transformarla en conocimiento. Entre sus objetivos deben
    encontrarse el desarrollo profesional y personal de sus miembros,
    la aplicación del máximo potencial de los
    profesionales y la continua innovación y mejora de
    productos y servicios. En pocas palabras es una
    organización que depende del conocimiento de sus
    empleados.

    En opinión de Berenguer [43] estas organizaciones
    deben resumir las siguientes características:

    • Considerar el tiempo como factor
      crítico.
    • Tener claro que la tecnología no vuelve a una
      empresa más competitiva.
    • Darse cuenta de que sólo el mercado decide el
      éxito de n producto, independientemente de su
      calidad.
    • Tener una cultura organizacional basada en compartir
      conocimientos y valorar los resultados a medio y a largo
      plazo.
    • Respetar las aportaciones individuales de cada
      persona. Si no se valora al que realiza una
      contribución, acabará por irse a la competencia,
      y con él, su conocimiento.

    Todo lo que conlleva a que las organizaciones deben
    producir nuevos conocimientos mediante la experiencia, las
    aptitudes y actitudes en el desarrollo de una cultura
    organizacional, es decir, deben crear un ambiente de conocimiento
    en el que converjan la calidad de los recursos humanos, la
    capacidad de gestionar la información y la habilidad del
    modelo organizativo para implementar e integrar las herramientas,
    técnicas y métodos
    adecuados.

    La organización debe involucrarse completa en el
    proceso de la creación del conocimiento; pero la responsabilidad en la generación de
    políticas, estrategias y
    tácticas es función de la alta gerencia.
    En este contexto, el conocimiento depende, entre otros factores,
    de la eficaz gestión de la información, aunque las
    tecnologías de la información que inciden sobre
    ésta no son suficientes para alcanzar el conocimiento. La
    tecnología es una herramienta necesaria; pero no ocupa el
    primer lugar.
    Consecuentemente, muchos autores afirman que existen dos soportes
    básicos del conocimiento: los recursos humanos que
    intervienen en los procesos de producción o de soporte
    organizacional (formación, capacidades, cualidades
    personales, entre otros.); y la información manejada en
    dichos procesos que capacita a estas personas, incrementa su
    formación o habilidades para el desarrollo de sus tareas
    [44]. Además de elevar los resultados de la
    organización si se maneja bien.

    • Taxonomía del conocimiento.

    Existen diferentes clasificaciones del conocimiento que
    responden a distintas variables como el propósito y el
    origen.
    Polanyi [45] apunta la existencia de dos dimensiones del
    conocimiento: conocimiento tácito y conocimiento
    explícito.
    Las nuevas experiencias son siempre asimiladas por medio de
    conceptos que el individuo ya posee y que, de algún modo,
    recibió o heredó de otros usuarios del lenguaje. Toda
    comunicación se basa en una medida significativa en
    conocimientos que no pueden expresarse, como tampoco puede
    expresarse nuestro conocimiento de los procesos mentales. Estos
    conceptos son tácitos; en consecuencia, todo nuestro
    conocimiento se basa en una dimensión
    tácita.

    El conocimiento tácito es aquel que se encuentra
    en la mente de las personas; es el producto de la experiencia, la
    sabiduría, la creatividad, y
    resulta difícil expresar o formalizar. Es entonces aquel
    conocimiento que la persona tiene incorporado sin tenerlo
    permanentemente accesible a la conciencia, pero del cual el
    individuo hace uso cuando las circunstancias lo requieren y que
    es utilizado como instrumento para manipular el fenómeno
    que se está analizando.

    El conocimiento tácito es altamente personal y
    difícilmente transferible o comunicable. El conocimiento
    tácito define el contexto que permite que una
    percepción focalizada sea posible y que resulte
    comprensible y fructífera. Su transmisión, de ser
    posible, requiere de actividades conjuntas y compartidas. En un
    influyente estudio sobre la construcción del láser TEA
    H. Collins sostenía que "The major point is that the
    transmission of skills is not done through the medium of written
    words". Esa y otras experiencias han llevado a los estudiosos de
    la sociología del conocimiento
    científico y tecnológico a sostener que "the
    diffusion of knowledge could not be reduced to the mere
    transmission of information".
    Algunos componentes de este conocimiento se muestran en el modelo
    propuesto por Kanti [46], que se ilustra a
    continuación:

    Figura 1.3: Conocimiento tácito.
    Fuente: Martínez Rodríguez, Ailín. Tesis de
    Diploma: "Gestión del Conocimiento. ¿Réquiem
    por la Gestión de la Información. Universidad de La
    Habana: Facultad de Comunicación. 2001.
    Como contraposición al concepto de conocimiento
    tácito aparece el de conocimiento explícito. Este
    último es el conocimiento objetivo y racional que puede
    ser expresado en palabras, oraciones, números o
    fórmulas, en general independiente de contexto alguno.
    También se lo suele identificar como conocimiento
    codificado ya que puede ser expresado fácilmente de modo
    formal y ser transmitido a otros de modo igualmente sencillo.
    Cualquier tipo de conocimiento puede ser convertido, hasta cierto
    punto, mediante procesos de transferencia.
    El conocimiento explícito es aquel que resulta
    fácil de transmitir mediante el lenguaje
    formal y puede ser soportado en libros,
    escritos, audiovisuales, etc. El propio Kanti [47] propone los
    siguientes modelos relacionados con el conocimiento
    explícito.

    Figura 1.4. Proveedores del conocimiento
    explícito.
    Fuente: Martínez Rodríguez, Ailín. Tesis de
    Diploma: "Gestión del Conocimiento. ¿Réquiem
    por la Gestión de la Información. Universidad de La
    Habana: Facultad de Comunicación. 2001.

    Figura 1.5: Formas de conocimiento explícito.
    Fuente: Martínez Rodríguez, Ailín. Tesis de
    Diploma: "Gestión del Conocimiento. ¿Réquiem
    por la Gestión de la Información. Universidad de La
    Habana: Facultad de Comunicación. 2001.
    Sobre la base del stock de conocimiento tácito y
    explícito que los individuos poseen pueden generar un
    nuevo y mayor stock de conocimiento tácito por la
    interacción de dos factores. En primer lugar, actúa
    un factor cognoscitivo que se funda en los "modelos mentales" que
    los seres humanos se forman continuamente respecto del mundo y
    que por medio de esquemas, paradigmas y puntos de vista les
    permite crear y modificar, en su mente, analogías y
    diferenciaciones. En segundo lugar, está presente un
    factor técnico referido al know-how concreto y a
    las reglas de decisión aplicables a situaciones y
    contextos específicos.
    La diferenciación entre diferentes tipos de conocimiento
    se ha trasladado a las formas en que el conocimiento es generado.
    Así se han presentado diferentes modelos de
    producción de conocimiento. Por un lado está el
    "modelo algorítmico" de acuerdo con el cual la actividad
    científica produce y transmite cierto género
    privilegiado de enunciados proposicionales, independientes de
    toda connotación particular proveniente de los contextos
    sociales en que fueron generados y en los que adquirieron
    significado. Tales enunciados constituyen las bases reconocidas
    de conocimientos respecto del mundo físico. El modelo
    alternativo reconoce que el conocimiento se produce en un medio
    social y cultural que lo condiciona y, en tal sentido, debe
    asignarse mucha importancia al conocimiento tácito para
    una adecuada comprensión de la actividad
    científica.

    Esta discusión llegó también al
    campo de la economía a partir de las obras de Richard
    Nelson y Sidney Winter. Dichos autores acudieron al concepto de
    Polanyi de conocimiento tácito al señalar que "the
    knowldege that underlies skillful performance is in large measure
    tacit knowledge in the sense that the performer is not fully
    aware of the details of the performance and finds it difficult or
    impossible to articulate a full account of those details".
    Nelson y Winter consideraron que las situaciones relacionadas con
    el conocimiento tácito no tenían un carácter
    absoluto sino que eran contextuales.
    Señalaban que la condición de tácito no
    implicaba ser "inarticulado" aunque la inarticulabilidad de
    cierto tipo de conocimiento general implicaba, por cierto, que se
    trataba de conocimiento tácito. En consecuencia, ciertos
    tipos de conocimientos podrían ser tácitos en
    determinadas ocasiones y explícitos en otras.

    En importantes trabajos anteriores de Richard Nelson y
    de Kenneth Arrow el conocimiento científico y
    tecnológico había sido siempre considerado como
    "información", de modo que poseía las
    características y propiedades de los bienes
    públicos. Por lo tanto, no podía ser producido y
    distribuido en forma óptima a través del mecanismo
    de los mercados
    competitivos. Con estos argumentos se fundamentaba la necesidad
    de conceder subsidios a la ciencia y a
    la investigación. Pero si el conocimiento es
    tácito, y por lo tanto no codificado, ya no tiene las
    propiedades del bien público y el argumento del fallo del
    mercado no se sostiene.
    Según algunos autores, la conversión de
    conocimiento tácito a explícito, es lo que permite
    hablar de la Gestión del Conocimiento. Significa que si el
    conocimiento no se formaliza, es decir, si no se convierte en
    información, resulta imposible planificarlo, organizarlo,
    dirigirlo y controlarlo.
    La gestión del conocimiento en su propósito de
    difundir constantemente conocimiento, debe desarrollar la
    explotación de productos/servicios de información
    especializada con alto valor agregado para desarrollar nuevos y
    diferentes procesos, y productos dentro de las
    organizaciones.

    • De los datos al conocimiento
      organizacional.

    Por tratarse de un campo de estudio recientemente
    incorporado a las Ciencias de la
    Administración, los conceptos asociados y la
    terminología relacionada todavía se encuentran en
    fase de desacuerdo por parte de los investigadores y expertos, lo
    que justifica no sólo la necesidad de explicar los nuevos
    conceptos – o viejos con nuevo significado – sino
    también identificar una pauta de nomenclatura para
    ser utilizada a lo largo del capítulo.
    Sanguino [47], en sus investigaciones realizó una
    revisión de los principales autores en dichas materias
    compilando varias acepciones de la palabra, las definiciones
    más significativas para estos términos
    fueron:

    DATO: "Elemento o cantidad conocida que sirve de base
    para la resolución de un problema". "Principio en el que
    se asienta una discusión". "Elemento o base para la
    formulación de un juicio". "Lo que se presenta a la
    conciencia como inmediato, no construido o no
    elaborado".

    "Elemento de información o representación
    de hechos o de instrucciones, en forma apropiada para el almacenamiento,
    procesamiento o transmisión por medios
    automáticos".

    INFORMACION: "Acto o efecto de informar (se), informe". "Datos
    acerca de alguien o de algo". "Comunicación o noticia
    traída al conocimiento de una persona o del
    público". "Instrucción, dirección".
    "Conocimiento amplio y bien fundamentado, resultante del
    análisis y combinación de varios informes".
    "Según la teoría de la información, medida
    de reducción de la incerteza, sobre un determinado estado
    de cosas, por intermedio de un mensaje (en este sentido,
    información no debe ser confundida con significado y
    presentarse como función directa del grado de
    originalidad, imprevisibilidad y valor sorpresa del mensaje,
    siendo cuantificada en bits de información)".

    CONOCIMIENTO: "Acto o efecto de conocer". "Idea,
    noción". "Noticia, ciencia". "Práctica de vida,
    experiencia". "Discernimiento, criterio, apreciación".
    "Conciencia de sí mismo, acuerdo". "En el sentido
    más amplio, atributo general que tienen los seres vivos de
    regir activamente el mundo circundante, en la medida de su
    organización biológica y en el sentido de su
    supervivencia".

    De forma sintética una primera
    aproximación podría ser la siguiente: los datos
    están localizados en el mundo y el conocimiento
    está localizado en agentes (personas, organizaciones,…),
    mientras que la información adopta un papel mediador entre
    ambos conceptos.

    Hay que reconocer que, lo que fluye entre agentes
    distintos nunca es conocimiento como tal, sino datos
    (información). Es posible aproximar el conocimiento de dos
    agentes que comparten los mismos datos; pero debido a sus
    experiencias anteriores y a las diferencias en el modo de
    procesar los datos (modelos mentales, modelos organizacionales),
    nunca tendrán las mismas tendencias para la acción,
    ni para estados idénticos de conocimiento. Sólo
    podemos conseguir aproximaciones, ya que el contexto interno y
    externo de un agente siempre es diferente a otro. Esto es
    así, porque el conocimiento es información puesta
    dentro de un contexto (experiencia).

    En definitiva, los datos una vez asociados a un objeto y
    estructurados se convierten en información. La
    información asociada a un contexto y a una experiencia se
    convierte en conocimiento. El conocimiento asociado a una serie
    de habilidades personales se convierte en sabiduría, y
    finalmente el conocimiento asociado a una organización se
    convierte en Capital Intelectual. [48]
    Páez Urdaneta, por su parte, para su definición
    acude a la llamada pirámide informacional que está
    formada por cuatro niveles, la que se muestra a
    continuación:

    Figura 1.6. Pirámide Informacional.
    Fuente: Dante, Ponjuán, Gloria. Gestión de la
    información en las organizaciones. Principios, conceptos y
    aplicaciones. Santiago de Chile,
    1998.
    La representación de estos cuatro conceptos en la
    pirámide implica una jerarquización definida por
    las variables calidad vs. cantidad. Este autor propone el
    concepto de información como materia
    asociada a la definición de datos.
    Datos: Registros
    iconónicos, simbólicos (fonémicos o
    numéricos) o sígnicos (lingüísticos,
    lógicos o matemáticos) por medio de los cuales se
    representan hechos, conceptos o instrucciones.
    Por el contrario, otros autores, expresan que los datos en
    sí, carecen de significado y no tienen uso.
    Igualmente, cuando Páez Urdaneta habla de
    información se refiere a su propuesta de
    información como significado.
    Información: Datos o materia informacional relacionada o
    estructurada de manera actual o potencialmente significativa.
    Debons sostiene que: "…. información es el proceso
    pragmático de interacción con el mundo ambiental
    que la rodea. Es el resultado de estar consciente, de estar
    vivo".Al enunciar, Páez Urdaneta el concepto de
    conocimiento lo asocia a la información como
    comprensión.
    Conocimiento: Estructuras informacionales que, al internalizarse,
    se integran a sistemas de relacionamiento simbólico de
    más alto nivel y permanencia.
    En el caso de inteligencia habla de información como
    oportunidad.
    Inteligencia: Estructuras de conocimiento que siendo
    contextualmente relevantes, permiten la intervención
    ventajosa de la realidad.
    A su vez, Davenport y Prusack (1998) definen datos como "un
    conjunto de hechos distintos y objetivos, relativos a eventos".
    Resaltan además que "en un contexto organizacional, los
    datos son utilitariamente descritos como registros
    estructurados de transacciones". Los datos apenas registran el
    hecho, sin proveer ningún juicio de valor o
    interpretación.
    Lo que diferencia a los datos de la información es la
    dinámica, que entra en las organizaciones,
    formal o informalmente y es susceptible de variadas
    interpretaciones. El significado de la información depende
    de la utilidad que esta incorpore y de la percepción y la
    necesidad de quien la reciba.
    Llegando a la dificultad conceptual de abordar nuevos
    tópicos sobre gestión del conocimiento, Spender
    (2001), cree que parte de la referida dificultad responde a que
    el conocimiento es "un término fluido y difícil de
    ser definido". Indica también que el conocimiento posee
    características que son convencionales y otras no
    convencionales como "la extensión y
    contextualización que lo transforman en un bien
    público, además de las características que
    le permiten ser comprado y vendido, pudiendo así, ser un
    bien privado".

    Sveiby (1998) al responder a la pregunta
    "¿Qué es conocimiento?" afirma que no existe
    consenso, ni aceptación de modo general, de ninguna
    definición de la palabra.
    Refuerza también los variados significados que la palabra
    conocimiento tiene en diferentes lenguas y que la
    definición dependería del contexto donde se
    aplicara. Afirma que el conocimiento debería tener cuatro
    características:

    • Es tácito: porque los conceptos cambian o se
      adaptan a la luz de las
      experiencias de los individuos.
    • Es orientado a la acción: porque posee la
      cualidad dinámica de generar nuevos conocimientos y
      superar los antiguos.
    • Está sustentado por reglas: porque la
      creación de patrones en el cerebro, con el
      paso del tiempo, permiten actuar con rapidez y eficacia, de
      forma automática, en situaciones
      inconcebibles.
    • Está en constante cambio: porque el
      conocimiento puede ser distribuido, criticado y
      aumentado.

    El Programa General
    de la UNESCO define a la información como la forma
    tangible de comunicar conocimiento, coincidiendo ambos
    términos, por primera vez, en una definición de
    alcance internacional.
    Al respecto se puede afirmar que existe una estrecha
    relación entre información y conocimiento, incluso
    durante mucho tiempo se han concebido como sinónimos.
    Jesse Shera contribuyó a la distinción entre ellos
    afirmando que informar es un proceso, una actividad, y conocer es
    un estado mental, de tal forma que el conocimiento es el estado de
    conocer. … "El conocimiento es todo lo que un ser ha aprendido
    o asimilado – valores, hechos o información –
    y organizado de acuerdo a aquellos conceptos, imágenes o
    relaciones que ha podido dominar…". [49]

    La información posee una naturaleza física, objetiva y
    tangible; el conocimiento es subjetivo y no manipulable
    físicamente, es una abstracción mental. La
    información es la forma tangible del conocimiento, es
    producto y base de la producción del conocimiento.
    En resumen, la información es la materia prima
    y el conocimiento es el recurso mental mediante el cual se agrega
    valor. El aumento de valor de los productos y servicios debe
    efectuarse a partir de un conocimiento expresado como
    información que incide en los diferentes resultados a
    saber como reducción de plazos, mayor precisión,
    etc. .

    • Valor Agregado.

    Uno de los enfoques más interesantes, en torno a estos
    aspectos, se relaciona con el modelo de agregación de
    valor formulado por el destacado especialista norteamericano
    Robert S. Taylor en
    múltiples artículos y en una obra que constituye
    obligada consulta para cualquier especialista. [50]

    El postulado fundamental del enfoque de
    agregación de valor de Taylor, se
    fundamenta en la transferencia de información como
    respuesta intensiva a un proceso humano, tanto en las actividades
    formalizadas a las que llamamos sistemas, como en el uso y usos
    de la información que son salidas de estos sistemas. El
    enfoque vital del modelo de Taylor, se destaca por la
    concepción de estar conducido por el usuario.
    El concepto de valor añadido se establece a partir del
    conjunto de procesos que tienen esa característica (de
    agregarle valor) a un producto o servicio, como se observa en las
    siguientes figuras que ilustran este concepto de valor agregado,
    en los distintos niveles de la pirámide
    informacional:

    • Los datos pueden, mediante procesos organizacionales,
      ser agrupados, clasificados, formateados, etc. Cada uno de
      estos procesos le va agregando valor y los convierten en
      información.
    • La información, mediante procesos de
      análisis como: separación, evaluación, validación,
      comparación, entre otros, que le agregan valor la
      convierten en conocimiento informativo.
    • El conocimiento informativo, modificado mediante
      procesos evaluativos que agregan valor como: opciones, ventajas
      y desventajas, pasa a constituir conocimiento productivo,
      denominado por Páez Urdnaneta, como
      inteligencia.
    • El conocimiento productivo, debido a procesos
      decisionales de agregación de valor, como el
      planteamiento de metas, el compromiso, la negociación o
      selección se transforma en un principio
      que conduce a la acción.

    Estos procesos de agregación de valor llevan a la
    superación del nivel informacional de un individuo, lo que
    equivale a decir, que en la medida que se sube de nivel en la
    pirámide se obtiene información de mayor valor en
    términos de análisis de contenidos.

    El conocimiento como recurso estratégico.
    Los conceptos claves que se han derivado de las tres palabras
    protagonistas de la sociedad del conocimiento son: Aprendizaje
    Organizativo, Capital Intelectual y Gestión del
    Conocimiento.

    • El Aprendizaje Organizativo.

    La mayoría de los activos intangibles suelen
    estar basados en la información, el aprendizaje y el
    conocimiento. Es en este punto donde podemos enlazar la
    teoría de recursos y capacidades con el aprendizaje
    organizativo. A través del aprendizaje individual y de
    procesos de captación, estructuración y
    transmisión de conocimiento corporativo, podemos llegar a
    hablar de aprendizaje organizativo.

    El aprendizaje organizativo es el enfoque subyacente que
    da sentido y continuidad al proceso de creación de valor o
    de intangibles. El aprendizaje, en suma, es la clave para que las
    personas y las organizaciones puedan ser más inteligentes,
    memorizando y transformando información en conocimiento.
    Podemos asociar a este enfoque los conceptos de "organizaciones
    inteligentes", "organizaciones que aprenden"(learning
    organizations). [51]

    Este enfoque permite aumentar las capacidades de una
    organización, es decir, es un medio para que la empresa
    pueda resolver problemas cada vez más complejos. Cuando
    una serie de personas empiezan a trabajar en grupo, al principio
    se suelen producir problemas de coordinación, cuando pasa un tiempo, se van
    afinando los procesos y cada vez se realiza mejor la tarea. Esto
    es aprendizaje organizativo, aprender juntos a resolver problemas
    con una efectividad determinada. [52]

    • El Capital Intelectual.

    Es complicado atribuir una paternidad única al
    concepto de Capital Intelectual. En la pasada década se
    comienza a utilizar este término en Estados Unidos,
    Canadá, Australia y, especialmente, en Suecia.

    Para Aguirre y Tejedor (1997) es Suecia el país
    pionero en la materia con la constitución en los años 80 de un
    grupo de trabajo "The Swedish Community of Practice" que
    aglutinaba las aportaciones teóricas y prácticas de
    las universidades y empresas suecas relativas a los sistemas de
    gestión centrados en los activos intangibles; éstos
    constituyen los antecedentes más claros del capital
    intelectual.

    Existe una definición dada por Edvinsson que
    aunque mítica ofrece, en nuestra opinión, la
    visión más acertada.

    " Una organización es un árbol. Hay una
    parte que es visible (las frutas) y por otra parte que es oculta
    (las raíces). Si solamente te preocupas por recoger las
    frutas, el árbol puede morir. Para que el árbol
    crezca y continúe dando frutos, las raíces deben
    estar sanas y nutridas. Esto es válido para las empresas:
    si sólo te preocupas de los resultados financieros e
    ignoramos los valores
    escondidos, la empresa no sobrevivirá en el largo plazo."
    [53]

    Este concepto siguiendo a Edvinsson y Malone (1999), es
    una expresión que combina dos ideas fundamentales: la
    inteligencia en acción o los resultados provenientes del
    ejercicio intelectual y su valoración o medida, en
    términos similares a los empleados para explicar el
    capital financiero.

    • La Gestión del Conocimiento.

    La denominación Gestión del Conocimiento
    tiene dos componentes, por una parte, el relativo a la
    gestión, el cual en el ámbito organizacional se
    traduce en la adopción
    de funciones, tales como: planificación, organización,
    dirección y control de procesos para la consecución
    de los objetivos propuestos, según la misión y
    visión de éstas; y por otra parte, la capacidad
    y el talento de los individuos y organizaciones de transformar
    información en conocimiento, generando creatividad y poder
    de innovación, lo que ofrece seguridad y, por
    ende, incentiva la toma de
    decisiones.

    Según Weig [54], la Gestión del
    Conocimiento debe ser analizada desde tres perspectivas
    diferentes.

    • Perspectiva comercial: Procura analizar por
      qué, dónde y hasta qué punto la
      organización debe invertir en o explotar el
      conocimiento.
    • Perspectiva gerencial: Procura determinar, organizar,
      dirigir y vigilar las actividades relacionadas con el
      conocimiento que son necesarias para lograr los objetivos y las
      estrategias deseadas por la organización.
    • Perspectiva operativa: Procura concentrarse en
      ampliar la experiencia para conducir trabajo y tareas
      explícitamente relacionadas con el
      conocimiento.

    Es, de cualquier manera, un concepto complejo por
    abarcar temas relativos a los problemas del conocimiento
    individual y colectivo de la organización. Se relaciona
    con los activos intangibles y la capacidad de aprender para
    generar nuevos conocimientos.

    Existen muchas definiciones dispares de la
    Gestión del Conocimiento. La misma se puede definir a
    partir de tres enfoques fundamentales:

    • Enfoque mecanicista o tecnológico: Se
      caracteriza por la aplicación de la tecnología y
      los recursos. En este enfoque la gestión del
      conocimiento se preocupa por la mejor accesibilidad de la
      información, la tecnología de Networking y el
      Groupware en particular.
    • Enfoque cultural o del comportamiento: Establece la gestión del
      conocimiento como un problema de la gerencia. La
      tecnología no es la solución sino los procesos.
      Se preocupa por la innovación y la creatividad. Se hace
      necesario que la conducta y
      la cultura organizacional sean cambiadas.
    • Enfoque sistémico: Retiene el análisis
      racional de los problemas del conocimiento. Las soluciones
      se encuentran en una variedad de disciplinas y
      tecnologías. La tecnología y la cultura son
      importantes, pero deben ser evaluados sistemáticamente;
      los empleados pueden ser o no reemplazados, aunque las
      prácticas se deben cambiar. Se mira la gestión
      del conocimiento desde un punto de vista
      holístico.

    Al respecto, diversas son las denominaciones dadas por
    los expertos para la comprensión de la gestión del
    conocimiento.
    Para Malhota, gestión del conocimiento es: "la
    combinación de sinergias entre datos, información,
    sistemas de
    información y la capacidad creativa e innovadora de
    los seres humanos." [55]

    Quinta sostiene que es: "el proceso de gerenciar
    continuamente el conocimiento de todo tipo para satisfacer
    necesidades presentes y futuras, para identificar y explotar
    recursos de conocimiento tanto existentes como adquiridos para
    desarrollar nuevas oportunidades." [56]

    Por su parte Macintosh, expresa que: " La gerencia del
    conocimiento envuelve la identificación y análisis
    del conocimiento tanto disponible como requerido, la planeación
    y el control de acciones para
    desarrollar activos de conocimiento, con el fin de alcanzar los
    objetivos organizacionales." [57]

    Brooking ofrece otro concepto de este enfoque, el que
    define como: "el conjunto de procesos y sistemas que hacen que el
    capital intelectual de la organización crezca y se
    preocupa además por las tácticas y estrategias para
    gestionar los recursos humanos." [58]
    Según Wallace: "la Gestión del Conocimiento es una
    nueva disciplina para habilitar personas, equipos y
    organizaciones en la creación, compartición y
    aplicación del conocimiento colectiva y
    sistemáticamente, para mejorar la consecución de
    los objetivos del negocio." [59]
    En cuanto a Prusack, la gestión del conocimiento tiene que
    ver con: " la gestión del entorno que optimiza el
    conocimiento. El conocimiento en sí mismo no se puede
    gestionar. Gestionar el entorno es hacer que la gente lea, piense
    y coordine entre equipos." [60]
    Davenport lo define como: " el proceso sistemático de
    encontrar, relacionar, organizar, destilar y presentar la
    información de una manera que mejore la comprensión
    de un área específica de interés para los
    miembros de la organización." [61]
    En opinión de Steib: " la Gestión del Conocimiento
    se puede definir como un proceso sistemático de
    búsqueda, selección,
    organización, difusión de información, cuyo
    objeto es aportar a los profesionales de la
    compañía, los conocimientos necesarios para
    desarrollar eficazmente su labor." [62]

    Para algunos autores la gestión del conocimiento
    pudiera resumirse en: " información más recursos
    humanos. Se trata de desarrollar un conjunto de actuaciones y
    procedimientos
    que aporten valor añadido a las actividades de las
    organizaciones y generalicen las mejores prácticas, en
    cada uno de los procesos de su actividad." [63]

    Hay otros que además de relacionar este enfoque
    con los recursos humanos lo hacen también con la
    tecnología. Relacionado con esto, Goni enuncia: " la
    Gestión del Conocimiento es una corriente modeladora de la
    transformación de las empresas, introduciendo la
    consideración de otro recurso más (el
    conocimiento), para dar respuesta a las nuevas demandas de cambio
    y mejora, y para lograr mantener posiciones competitivas
    empleando de manera intensiva las capacidades de las personas y
    de las tecnologías de la
    información."[64]

    Respecto a lo antes expuesto, debemos hacer las
    siguientes consideraciones.
    Definiciones como las de Steib y Davenport son ambiguas porque
    ellas pueden hacer, y de hecho lo hacen, referencias a la
    Gestión de la Información. Paradoja dada por la
    relación entre información y conocimiento,
    analizada con antelación.
    Los demás autores conceptualizan, de una forma u otra, la
    gestión del conocimiento como un proceso social y
    tecnológico, dentro del enfoque sistémico donde
    recursos humanos desempeñan un rol fundamental.
    La Gestión del Conocimiento es una herramienta para
    abordar los problemas del conocimiento en los procesos
    organizacionales, y su correcta utilización para generar
    habilidades con el propósito de saber adaptarse a las
    exigencias del entorno.
    Teniendo en cuenta diversos enfoques, se puede definir como: "el
    proceso de identificación y captura de la pericia
    colectiva de una compañía cualquiera en el lugar
    donde resida (bases de datos,
    papel o cabeza de las personas) y su distribución hacia cualquier lugar donde
    ayude a producir mejores resultados. Tiene por finalidad
    capturar, administrar, clasificar y estudiar el conocimiento
    generado en la organización." [65]

    Vinculada con el Capital Intelectual, concepto que ya ha
    sido introducido, podemos hacer una nueva denominación de
    la Gestión del Conocimiento de forma más precisa:
    "Conjunto de procesos y sistemas que permiten que el capital
    intelectual de una organización aumente de forma
    significativa, mediante la gestión de sus capacidades de
    resolución de problemas de forma eficiente, dado una
    integración e interacción plena, que permita
    generar ventajas competitivas sostenibles en el tiempo."
    [66]

    Por tanto, la gestión del conocimiento crea valor
    con los activos intangibles de la organización. La
    sabiduría individual se convierte en colectiva, se captura
    y se distribuye hacia las áreas de la organización
    donde se necesite, es decir, persigue trasladar el conocimiento
    con un emisor que lo posee a un receptor que lo requiere. Esta se
    proyecta al futuro mirando el pasado: los conocimientos que una
    vez se utilizaron en los diferentes procesos organizacionales
    pueden reutilizarse en el futuro, de manera que se minimice el
    consumo de
    recursos materiales y humanos en su
    realización.

    La tecnología tiene un carácter dual
    dentro de este enfoque. Si bien es cierto que no se debe concebir
    como la instalación de un programa o la
    creación de una intranet,
    aunque se vendan diferentes aplicaciones relacionadas con ella,
    tampoco se debe minimizar su importancia como soporte donde
    confluyen las informaciones generadas diariamente en las
    organizaciones; las que representan el conocimiento y, al mismo
    tiempo, permiten que los miembros de la organización las
    transformen en nuevo conocimiento, convirtiéndose en sus
    productores, elemento más importante de la gestión
    del conocimiento.

    La gestión del conocimiento es, ante todo, un
    proceso cultural. Las organizaciones dentro de su cultura deben
    propiciar y recompensar el intercambio de conocimientos porque de
    otra manera la tecnología no puede resolver los problemas
    cognoscitivos de la organización, la capacidad de
    respuesta, la productividad y la competencia
    organizacional.

    • La Cultura Organizacional.

    Las organizaciones son la expresión de una
    realidad cultural, que están llamadas a vivir en un mundo
    de permanente cambio, tanto en lo social como en lo
    económico y tecnológico; o por el contrario, como
    cualquier organismo puede encerrarse en el marco de sus
    límites formales. En ambos casos, esa realidad cultural
    refleja un marco de valores, creencias, ideas, sentimientos y
    voluntades de una comunidad
    institucional.

    La idea de ver o concebir a las organizaciones como
    culturas – donde hay un sistema de significado compartido
    entre los miembros – es un fenómeno relativamente
    reciente. Es interesante que, sin embargo, el origen de la
    cultura como variable independiente que afecta las actitudes del
    empleado y el comportamiento, se remonta a hace 50 años, a
    la noción de institucionalización. [67]

    Cuando una organización se institucionaliza toma
    vida propia, aparte de la de sus fundadores o miembros.
    Además se valora por sí misma, no tan sólo
    por los bienes y servicios que produce; adquiere inmortalidad. Si
    sus metas originales dejan de ser relevantes, no se sale del
    negocio; al contrario, se redefine a sí misma.

    La institucionalización opera para generar un
    conocimiento apropiado y, fundamentalmente, significativo.
    Así, cuando una organización se vuelve una
    permanencia institucional, los modos aceptables de
    comportamiento, por ellos mismos, se vuelven evidentes para sus
    miembros.

    En esencia, esto es lo mismo que hace la cultura
    organizacional. En consecuencia, entender lo que conforma la
    cultura de la organización y la manera en que se
    creó, se mantuvo y pudo aprenderse incrementará
    nuestra habilidad de explicar y predecir el comportamiento de la
    gente en el trabajo.

    Hace diez años las organizaciones eran, en
    general, consideradas como un medio racional el cual era
    utilizado para coordinar y controlar a un grupo de personas.
    Tenían niveles verticales, departamentos, relaciones de
    autoridad,
    etc. Pero las organizaciones son algo más que eso; como
    los individuos, pueden ser rígidas y flexibles, poco
    amistosas o serviciales, innovadoras y conservadoras, aunque
    ambas tienen una atmósfera y
    carácter especiales que van más allá de los
    simples rasgos estructurales… Los teóricos de la
    organización han comenzado, en los últimos
    años, a reconocer ésto al admitir la importancia
    que la cultura desempeña en los miembros de una
    organización. [68]

    El concepto de cultura es nuevo en cuanto a su
    aplicación a la gestión
    empresarial. Es una nueva óptica
    que permite a la gerencia comprender y mejorar las
    organizaciones. Ahora bien, qué se entiende por
    cultura.

    Según Shein (1991), cultura es: "Un patrón
    de conjeturas básicas que se comparten, que se inventa,
    descubre o desarrolla, por un grupo dado, a medida que aprende a
    enfrentar sus problemas de adaptación externa e
    integración interna que ha funcionado bastante bien para
    ser considerado válido y por tanto, se ha de
    enseñar a nuevos miembros del grupo como el modo correcto
    de percibir, pensar y sentir en relación con esos
    problemas." [69]

    Para este autor, la cultura es el resultado de los
    esfuerzos de la organización por adaptarse
    simultáneamente a ambientes externos y controlar su
    integración interna.

    Las organizaciones tienen una finalidad, objetivos de
    supervivencia, pasan por ciclos de vida y enfrentan problemas de
    crecimiento. Tienen una personalidad,
    una necesidad, un carácter y se

    las considera como microsociedades que tienen sus
    procesos de socialización, sus normas y su propia
    historia. Todo esto está relacionado con la
    cultura.

    La mayoría de los autores consultados coinciden,
    cuando relacionan la cultura organizacional, tanto en las
    ciencias
    sociales como con las ciencias de la conducta. Al
    respecto, David (1993) dice que "la cultura es la conducta
    convencional de una sociedad, e influye en todas las acciones a
    pesar de que rara vez esta realidad penetra en sus pensamientos
    conscientes". El autor considera que la gente asume con facilidad
    su cultura, además, que ésta le da seguridad y una
    posición en cualquier entorno donde se
    encuentre.

    Desde otro punto de vista más general, la cultura
    se fundamenta en los valores, las creencias y los principios que
    constituyen los cimientos del sistema gerencial de una
    organización, así como también al conjunto
    de procedimientos y conductas gerenciales que sirven de ejemplo y
    refuerzan esos principios básicos. Incluye también,
    las consecuencias dirigidas hacia esa actividad tales como la
    visión, las estrategias y las acciones, que en su conjunto
    funcionan como un sistema dinámico.

    Otros autores añaden, tal como es el caso de Kats
    y Kahn (1995) que "la cultura organizacional se asienta sobre las
    suposiciones compartidas de los sujetos y se expresa a
    través del lenguaje,
    normas, historias y tradiciones de sus
    líderes".

    Según Robbins (1999), parece haber un amplio
    acuerdo en que la cultura organizacional se refiere a un sistema
    de significado compartido entre sus miembros y que distingue a
    una organización de las otras.

    La cultura organizacional es la médula de la
    organización que esta presente en todas las funciones y
    acciones que realizan todos sus miembros. Esta determina la forma
    como funciona una empresa. En general, se puede afirmar que la
    cultura es el reflejo de factores profundos de la
    personalidad, como los valores y las aptitudes que
    evolucionan muy lentamente y a menudo son inconscientes. En
    consecuencia, la cultura organizacional es entendida "como un
    conjunto de creencias y prácticas ampliamente compartidas
    en la organización y, por tanto, tiene una influencia
    directa sobre el proceso de decisión y sobre el
    comportamiento de la misma." [70]

    Hoy día, es una realidad que tanto la
    aplicación de técnicas gerenciales modernas, como
    el empleo de las
    nuevas
    tecnologías, tienen un desarrollo pobre en los
    países menos industrializados y se ha identificado que
    algunas de las barreras más importantes no son las
    tecnológicas, sino las culturales, relacionadas con la
    cultura organizacional, las estructuras organizacionales y los
    procesos de gestión, además de la escasez de
    recursos.

    Es necesario crear los cimientos de una cultura
    gerencial que reconozca el valor que tienen para una
    organización, el uso adecuado de la información y
    la insustituible importancia de utilizar y preservar los
    conocimientos adquiridos por los trabajadores en el transcurso
    del tiempo que son, a su vez, parte estratégica de su
    patrimonio.

    Esta cultura debe estar presente en todos los niveles de
    dirección de la organización y entre sus empleados.
    Por lo que la gestión del conocimiento es un importante
    método de trabajo que propicia, auxiliado de las
    tecnologías, el desarrollo de una cultura
    organizacional

    • El Ambiente.

    Uno de los conceptos que resulta importante dominar en
    el campo de la gestión del conocimiento, es el de
    ambiente. Esta especialidad existe porque es una actividad
    esencialmente de los servicios. Es decir, se trata de atender y
    servir a una comunidad, a un conjunto de personas que requieren
    de las competencias de
    un conjunto de estudiosos y

    especialistas que se enfrentan al permanente reto de
    atender, satisfacer, y muchas veces, adivinar lo que puede ser
    útil o necesario para otros.

    Ambiente: "son todos aquellos factores que pueden y
    deben influir en las decisiones que se toman dentro de las
    organizaciones". [71]

    Este concepto tiene relación con todo lo que nos
    rodea. El mismo ha sido llevado al mundo de las organizaciones
    donde se vinculan con un conjunto de influencias externas, las
    que ejercen influencias generales o específicas que
    están fuera de su control. Los aspectos generales ejercen
    influencia indirecta y entre ellos pueden mencionare:

    • El desarrollo tecnológico.
    • El estado de la economía, la política y la
      sociedad.

    Entre los factores que ejercen influencia
    específica, se encuentran personas e instituciones
    que tienen contacto directo con la organización,
    como:

    • Organización matriz.
    • Consumidores.
    • Suministradores.
    • Agencias gubernamentales.
    • Instituciones financieras.
    • Organizaciones gremiales y sindicales.

    Figura 1.10. Una representación del ambiente de
    una organización.
    Fuente: Dante, Ponjuán, Gloria. Gestión de la
    información en las organizaciones. Principios, conceptos y
    aplicaciones. Santiago de Chile,
    1998.

    La influencia que ejercen los componentes antes citados
    pueden variar según las circunstancias de un determinado
    momento. Una organización se nutre de su ambiente y
    también trabaja para él. Vale decir que la
    organización recibe una entrada del ambiente, lo
    transforma y entrega un bien / servicio con diferente
    valor.

    • A modo de Compendio.

    En cada momento se ha gestionado lo que cada momento ha
    necesitado. La gestión del conocimiento comienza a
    desarrollarse en la última década del siglo XX como
    respuesta no a las necesidades de información
    organizacionales, sino como respuesta a la necesidad de
    creación de un nuevo enfoque que ayude a las
    organizaciones a ser competitivas, innovadoras, creativas,
    inteligentes, aprender, a tener conocimientos.

    La gestión del conocimiento tiene como elemento
    más importante el recurso humano; debe entenderse como la
    creación de un ambiente que propicia el desarrollo de una
    cultura organizacional como única manera de poder
    transmitir el conocimiento a todos los miembros de la
    organización. Es la forma en que las organizaciones
    expresan su nivel o intensidad de inteligencia
    organizacional.
    Una organización inteligente es la que es capaz de recibir
    y procesar información, crear conocimiento con ella y
    usarlo para la toma de
    decisiones, de manera eficaz… ¿Cómo lo
    hace?.
    La gestión de conocimientos es el concepto bajo el cual la
    información se convierte en conocimiento activo y se hace
    disponible fácilmente, de modo utilizable por las personas
    que pueden aplicarlo…
    Para el autor la Gestión del Conocimiento es considerada
    como un proceso organizacional basado en la combinación
    sinérgica de: los Recursos Humanos, las tecnologías
    de la Información y las Comunicaciones y la Cultura
    Organizacional. Es un fenómeno que depende de la
    formación y conocimiento del individuo que se hace
    imprescindible en el proceso de creación de conocimiento,
    y que permite su generación, distribución, acceso y uso con el objetivo
    de formar organizaciones inteligentes, adaptables y, por tanto,
    competentes.
    Esquema: Proceso de la Inteligencia Organizacional.
    Fuente: Elaborado por el autor.

    Partes: 1, 2

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