Un paso a la
Independencia
El llano Cojedeño presenció una de las
batallas más decisiva para la libertad
continental, sobre ella se batieron dos ejércitos en tenaz
lucha, derrochando heroísmo y valor. El
realista comandado por el Coronel Julián Izquierdo, y el
patriota bajo el mando de Simón Bolívar, el Mayor
General Rafael Urdaneta, Atanasio Girardot, Luciano
D’Elhuyar, Figueredo, Chávez, entre otros. En esa
lucha por la libertad,
valientes de ambos bandos después de 6 horas de combate
derramaron su sangre para
cerrar con laureles de gloria la "Campaña Admirable" que
desde la frontera colombiana meses antes había emprendido
el padre de la patria. Allí el 31 de julio de 1813,
Bolívar con su genio y con su espada fue protagonista de
la batalla más importante que tuvo lugar en tierras de
Cojedes, ya que la misma logró que el 14 de octubre de ese
mismo año (1813) le dieran el titulo de Libertador de
Venezuela.
Quien mejor que el propio Simón Bolívar
para narrar los hechos que allí acontecieron en ese
histórico y glorioso día de julio… "El 31, bien
temprano me puse en marcha y a las dos horas de jornada
recibí aviso del combate de nuestra descubierta, en que me
dice que el enemigo, en numero de mas de mil hombres, venia al
encuentro y que se hallaba al frente de él en la sabanas
de Los Pegones.
Forcé mis marchas y cuando llegue allí, el
enemigo, acobardado con la sola presencia de nuestros cazadores,
se retiraba. Di orden para que lo persiguiesen nuestra
caballería, que inmediatamente obedeció y
cargó sobre él; pero cuando llego a la sabana de
los Taguanes, lo hallo formando en batalla y fue preciso que
guardándose a la infantería; llego esta, dispuse el
campo y viendo que el enemigo marchaba sobre nosotros,
determiné irlo a recibir, ordene marcharse de frente la
infantería y que la caballería, que formaba mi ala
derecha, fuese a contarlo por la espalda en la grande llanura en
que se presentó la acción. Entonces la intrepidez
de nuestras tropas produjo en las españolas el pavor,
inmediatamente emprendieron su retirada ordenada y la sostuvieron
por espacio de seis horas hasta que viendo que nuestra
caballería casi lo cortaba, se introdujo el desorden,
empezó la disolución, y a las dos horas de
persecución ya teníamos en nuestro poder a mas de
doscientos prisioneros, porción de fusiles, cartucheras,
pertrechos, que dejaban en el campo. Toda la tarde duró la
acción, en que murieron muchos españoles, entre
ellos seis de sus mejores oficiales, uno de estos el comandante
Izquierdo; perdieron toda su infantería, que quedó
dispersa por los bosques, o prisioneros, o pasado a nosotros
pidiendo asegurar que no escapo ningún infante.
De este modo he destruido los miserables estos que
mantenían el poder tirano
de los españoles en la Provincia de Caracas, siendo mucho
de extrañar que no hubiésemos tenido por nuestra
parte otra perdida que la herida leve de un soldado…" (Tomado
de Escritos del Libertador, Tomo IV, Doc. 278: Valencia, 2 de
agosto de 1813).
Otro de los protagonistas de esta jornada bélica,
fue Rafael Urdaneta, nos da su versión de los hechos…
"El comandante obstinado, el arrojo de los patriotas llegaba
hasta sacar de las filas los soldados enemigos, el día se
pasaba, los españoles, a pesar de todo estaban ya muy de
ganar la serranía inmediata y salvarse de la
persecución.
Se pensó; pues, en tomar una resolución
definitiva y se ejecutó: fue el de montar en las ancas de
los caballos ciento y mas infantes para que, al abrigo de sus
fuegos, pudiese la caballería hacer una acometida en
circunstancias de ser esta siempre rechazada y no poder la
infantería ser acometida por las tropas de Izquierdo. En
efecto, Urdaneta, Girardot, D´Elhugar, Figueredo,
Chávez y otros se precipitaron sobre le enemigo, operaron
sus infantes y sobre sus fuegos, lanzándose de repente,
sobrecogieron a los realistas y los arrollaron completamente"…
(Tomado de "Memorias de
Rafael Urdaneta")
Se considera la muerte en
ese combate, de más de 500 realistas en Taguanes, el 31 de
julio de 1813 y sus restos yacen en algún lugar de esa
histórica extensión de terreno.
Las cifras de cada una de las fuerzas varían
según las estimaciones de los diferentes autores que han
tratado el tema.
El Presbítero José Félix Blanco en
su "Bosquejo Histórico de la Revolución" afirma que los relistas
llegaban a 3.000 hombres. Por su parte, Rafael María
Baralt y Ramón
Díaz, en el "Resumen de Historia de
Venezuela", así como Feliciano Montenegro y
Colón en la "Historia de Venezuela",
aseguran que los realistas alcanzaban 2.800 hombres y los
patriotas 2.500. Mas comedido, José Manuel Restrepo en
"Historia de
Colombia",
registra que ambas fuerzas apenas sobrepasaban los mil
hombres.
Más documentado, don Vicente Lecuna en
"Crónica Razonada de las Guerras de
Bolívar" afirma que los realistas eran 1.200 y los
patriotas 1.500. Historiadores posteriores a Lecuna, como Daniel
del Río y don Lino Iribarren Celis comparten su mismo
criterio.
Ante tales versiones, creemos fundamental seguir el
testimonio dejado por el Gral. Rafael Urdaneta en sus "Memorias",
quien refiere que hacia San Carlos había marchado contra
los realistas la División que ocupaba Araure con una
columna de 100 infantes y 50 caballos, las cuales sumadas a las
fuerzas de Atanasio Girardot alcanzaban aproximadamente unos
1.500 patriotas, mientras que las fuerzas de Izquierdo apenas
llegaban a 1.200. La ventaja de las tropas republicanas estaba en
la formación militar recibida, aún sobre la marcha,
la cual les proporcionaba una disciplina que
fue configurando en 1813 el verdadero "espíritu del
Ejército Libertador", como lo ha calificado el historiador
Rivas Vicuña.
No es exagerada la afirmación histórica
según la cual en la Batalla de Taguanes se consumó
militarmente el éxito
de la Campaña Admirable, desde antes de llegar a
Caracas.
Taguanes constituye una de las primeras batallas
comandada personalmente por El Libertador Simón
Bolívar, en la cual demuestra su pericia y genio
excepcional para las estrategias
militares. La jornada, además, es la última
acción de la campaña y con ella materialmente
quedan derrotadas las fuerzas realistas de Monteverde que
operaban en el centro de la Capitanía General.
Nótese que el jefe realista se escapa hacia
Puerto Cabello, lo cual no deja sin efecto el poder que
poseía sobre la provincia.
Es el mismo Bolívar quien considera concluida la
campaña. Al entrar a Valencia el 2 de agosto de 1813,
desde esta ciudad dirigió un oficio al Jefe Militar del
Supremo Congreso de Nueva Granada comunicándole los
éxitos obtenidos, expresándole que había
tomado la ciudad sin la menor resistencia y
daba por terminada la jornada en los siguientes
términos:
"Tiene VS. terminada la campaña, pues no creo que
en los pocos lugares que nos quedan por liberar, se nos presente
una acción campal. En Caracas no hay más fuerza que la
muy necesaria para contener a los patriotas de aquella
benemérita ciudad, y ésta no podrá salir de
allí, sin que en el momento rompan sus cadenas los dignos
hijos de la capital".
Es decir, que para Bolívar la Batalla de Taguanes
logró concretar el objetivo de la
Campaña de 1813, denominada Admirable, y por consiguiente,
sobre la base de este triunfo se instauró el intento de un
Gobierno de
modelo
republicano aquel exitoso año. Este modelo es el
que denominan algunos historiadores como la Segunda
República.
El éxito
obtenido por Bolívar está ratificado por el propio
Domingo Monteverde, Jefe de las fuerzas realistas, quien en
oficio escrito después Taguanes al Brigadier Fierro,
Gobernador de Caracas, le afirma:
"Mi estimado paisano:
Después de la derrota de Izquierdo me he quedado
sin tropas y con precisión de irme a Puerto Cabello que se
halla abandonado, dejando esta plaza con el mayor dolor tal vez
de toda la provincia. Usted puede, si le parece ponerse en
estado de
defensa porque los enemigos irán inmediatamente sobre esa
ciudad. Yo estoy como V. No se puede figurar y Dios sabe si
sobreviviré a tanta desgracia. De V., desgraciado amigo.
Domingo Monteverde".
Este testimonio demuestra la importancia de la batalla,
reconocida tanto por el máximo jefe patriota, Simón
Bolívar, como por el realista Domingo Monteverde, lo cual
no deja la menor duda que con esta victoria culmina la
campaña de 1813. Así mismo, Adolfo Cerbieres, otro
contemporáneo francés que murió en 1816,
afirma: "después de varios sucesos y su cuerpo dividido en
tres cuerpos dio a Monteverde la acción de Taguanes.
Monteverde fue completamente derrotado y se encerró en
Puerto Cabello".
Al juicio expresado por Monteverde debe
adicionársele las afirmaciones recogidas por el Regente
Don José Francisco Heredia, furibundo monárquico,
quien no eximió de la responsabilidad acerca de la pérdida
realista a Monteverde; estos son sus juicios: "… En los
veinticuatro días que perdió en Valencia en
época tan crítica y decisiva, supo la derrota de la
división que á cargo de D. José Martí
había enviado Tiscar contra Bolívar desde Barinas,
la dispersión de los restos de aquel ejército, el
único que se contaba para salvar la provincia, y la fuga
de su comandante D. Antonio Tiscar con algunos pocos oficiales
con dirección a Guayana, sin quedar más
tropas que la división destacada en Guasdalito á
las órdenes de D. José Yánez, de la cual no
tuvo principio después el llamado ejército de
Apure. Supo también que Ribas había ocupado
Barquisimeto, derrotando la división del teniente coronel
Oberto, que fue quien trajo a Valencia la primera noticia de esta
desgracia; con cuyo motivo mandó á Izquierdo que
abandonase á San Carlos, resolviendo fortificarse en
Valencia con las pocas tropas que le quedaban. No advertía
el capitán General que perdido el resto de la provincia,
que de aquel modo abandonaba á su suerte, era
impracticable defender á Valencia sin sostener la
comunicación con Puerto Cabello, lo cual era imposible
sin un ejército que no tenía. Cuando hice esta
observación me contestó con una
sonrisa irónica, como complaciéndose de mi
ignorancia, pero cuando llegó el caso conoció la
verdad, y se retiró precipitadamente á Puerto
Cabello, antes que lo cortaran" (Heredia, p. 629)
Don Pedro de Urquinaona y Pardo en 1820 escribió
un juicio similar:
"Cuando en el año siguiente de 1813 se hallaba
Monteverde en posesión de la capital, de
las plazas castillos, armamentos, rentas y de toda la fuerza de la
provincia; cuando ya no era el miserable piquete de 230 hombres
los que estaban á sus órdenes, sino sobre 10.000
soldados que pagaba la intendencia para la seguridad del
territorio; cuando no solamente lo creía asegurado por la
nulidad de los descontentos, sino por la falta de armamento y
recursos que
suponía en las provincias de la Nueva Granada, pensando ir
a conquistarlas, como lo ofreció al Ministerio de la
guerra en
oficio de 22 de noviembre de 1812; y cuando los proscriptos de
Cumaná se hallaban en un islote de Trinidad, sin armas, sin
dinero, sin
apoyo, ni relaciones en la provincia; entonces fue que por las
costas de Huiria aparecieron en pelotones, se apoderaron del
repuesto de Maturín, batieron allí a Monteverde y
se hicieron dueños de la parte oriental, mientras
Simón Bolívar con 300 miserables de Santa Fe
arrollaba el famoso ejército del occidente, dispersando a
Tiscar, destruyendo a Izquierdo y encerrando a Monteverde en las
fortalezas de Puerto Cabello (sic). La rapidez asombrosa de estos
sucesos desgraciados, mayor todavía que la de los
prósperos del año anterior, y la situación
en que se hallaba el continente después de siete
años de costosos sacrificios y de haber enviado desde la
Península los 300 soldados que fueron al mando de los
capitanes Torres y Garrote: 900 del batallón Granada que
llegaron después con el coronel Salmón: los 10.000
con que dio la vela el teniente general don Pablo Morillo, los
2.295 conducidos por el brigadier Canterac, sin contar con los 4
ú 5.000 que servían a las órdenes de los
comandantes Morales y Calzada, prueba evidente que ni a
Monteverde, ni al piquete de Coro; ni á nadie mas que al
espíritu público se debió la
pacificación de 1812" (Urquinaona y Pardo, p.
250-251)
Lo expuesto anteriormente induce a que recojamos la
apreciación de un historiador contemporáneo, Daniel
del Río, quien sintetiza las afirmaciones anteriores de la
siguiente manera: "La Batalla de Taguanes, la más
importante de toda la Campaña, fue el golpe de gracia a
toda la resistencia
organizada del enemigo".
En la mañana de el 24 de junio de 1821, la sabana
de Taguanes de nuevo se cubriría de gloria al lograr
encontrar más de 6000 héroes del ejercito patriota,
en uniforme de gala, cuando el Libertador pasaba revista a sus
tropas para ir a la gloriosa batalla de Carabobo (cabe resaltar
que en la batalla de Taguanes se libro la
batalla que abrió las puertas a Bolívar hacia
Caracas en la campaña admirable el 31 de julio de 1813)
una vez mas Taguanes se convirtió en el campo de la
libertad y en un paso a la independencia.
Cuenta Argenis Agüero que en el año de 1913,
con motivo del centenario de la batalla, se construyo en la
sabana de Taguanes un arco de triunfo alegórico a la
épica jornada que un siglo antes allí se
escenificó, sin embargo han transcurrido 90 años y
el "tímido" monumento permanece marginado de las grandes
decisiones relegados a un segundo plano de ubicación en el
contexto el reconocimiento de la significación y el
valor que
tienen los lugares sagrados de la patria. Tal vez si estuviese en
un estado con
verdadera vocación regionalista (como Zulia, Aragua,
Carabobo) ya existiría ahí un monumento de tanta
relevancia como el que esta en Carabobo…
Entre algunos datos curiosos
tenemos que el sol que
refleja la bandera de nuestro estado Cojedes simboliza la batalla
de Taguanes y los héroes de nuestra
región.
Según relata el historiador cojedeño
Argenis Agüero la Batalla de Taguanes fue el "Bautizo de
Fuego" para nuestro Libertador, ya que fue la primera batalla que
el participa personalmente en suelo
venezolano.
Y así con tanta lucha y con tanto esfuerzo fue
como Taguanes se convirtió en "Un Paso a la Independencia".
Autor:
Betancourt Maricarmen
Fernández Liliana
Natera Rosangel
Reyes Maria Trinidad
Romero Mariela
Veloz Maria Gabriela
Sánchez Encel
Valero Jack
ESCUELA BASICA "JOSÉ CARRILLO MORENO"
Tinaco Estado Cojedes.
Barquisimeto .