- ¿Pero que es el tiempo para
Borges? - Conversaciones de Jorge L. Borges con
Osvaldo Ferrari: El orden y el tiempo
El tiempo es la
sustancia de la que estoy hecho.
El tiempo es un río que me arrebata, pero
yo soy el río;
es un tigre que me destroza, pero yo soy el
tigre;
es un fuego que me consume, pero yo soy el
fuego.
El mundo desgraciadamente, es real; yo,
desgraciadamente, soy Borges.
El tiempo y sus posibilidades lúdicas constituyen uno
de los pilares centrales de la obra de imaginación,
poética y ensayística de Jorge Luis
Borges, hablar del tiempo es decir, que la vida tiene "n"
dimensiones, que cada uno vive a su manera y por muy
próximo que sea a otra persona, percibe
las cosas desde otro punto de vista.
Algún día aprendí que los toros ven a
blanco y rojo, de ahí que cuando ven el rojo este les
llame más la atención que otros colores, y antes
de eso ya me había dado cuenta que mi perro me vía
a blanco y negro y que por muchos colores que pudiera mostrarle
nunca los descubriría como yo lo hago; que podemos decir
de los daltónicos, o de los esquizofrénicos, de los
autistas o las personas con degeneraciones cerebrales; estos
casos se me hacen más comunes, pero no esta seguro el hecho
de que lo que hoy yo perciba (colores, olores, sabores o hasta el
tiempo) como real, así también lo sea para
usted.
" Borges: el más complejo y completo, el que juega con
los grandes mitos y
constantes de la historia de Occidente y no
lo hace tan sólo por el placer de jugar, sino
también por el de despertar y abrir la sima del
espíritu consciente y libre".
El tiempo se ha convertido en una pauta para nuestras vidas, nos
hablan del tiempo histórico y el real, en la literatura; del tiempo
externo e interno en el cine; de
aquellos tiempos, de mis tiempos en el argor popular y que el
tiempo es oro.
¿Pero que es tiempo para mi? es el que corre en el reloj,
por eso no tengo uno, me libere de el, aunque soy conciente que
nuestra vida productiva se mide a través del tiempo.
¿ Pero que es el tiempo
para Borges?
En la obra de Borges se percibe un orden, aunque no uno
alfabético, ni numérico es algo que él
denomina como secreto y que se refleja en sus enumeraciones, que
tienen un toque especial. Algunos analistas de su obra se
aventuran a definir tres percepciones del tiempo en Borges:
- La concepción cíclica del eterno retorno; el
estudio y la negación del devenir temporal - El análisis de la regresión infinita
(que altera la dirección del fluir temporal
comúnmente aceptada) y de las series temporales. - En la construcción narrativa, el tiempo puede
asumir facetas sorprendentes, desde la percepción de uno detenido y personal hasta
la confluencia de la tríada temporal.
Cuando Borges acepta un cambio, un
crecimiento o una evolución también esta hablando del
tiempo aunque el tema no se evidencie mucho.
Como puede ocurrir con el universo,
desde luego: no sabemos si es un cosmos, o si es un caos. Pero,
muchas cosas indican que es un cosmos: tenemos las diversas
edades del hombre, los
hábitos de las estrellas, el crecimiento de las plantas, las
estaciones, las diversas generaciones también. De modo que
cierto orden hay, pero un orden… bastante pudoroso, bastante
secreto, sí.
Ese orden al que Borges se refiere, se desencadena en todos
los instantes de la vida y la vida también tiene un orden:
nacer, crecer, morir; aunque para Borges desde que nacimos
estamos muriendo, esa es su concepción; pero todos
pensamos de una forma más positiva, entre más
crecemos más vivimos y mejor percibimos el mundo.
Esas miradas de Borges, esa tradicional creencia que nos
impone nuestra cultura,
confluye a la propia concepción de este escritor que hoy
estudiamos: "Todo tiempo es tiempo percibido por alguien", de
esta manera tiempos habrán como personas en el mundo. Lo
que quiere decir, que nuestras vidas que dicen regirse por un
orden temporal, que las latitudes de la tierra le
dan sincronía a ese tiempo y generan un orden en cada
continente cada nuevo amanecer, son una realidad aparente porque
como dice Borges: "Cada fracción de tiempo no llena
simultáneamente el espacio entero, el tiempo no es ubicuo"
porque la vivencia del tiempo es una relación personal:
quizás por esto vivamos a destiempo y tengamos tantos
conflictos,
pero no puede negarse que en algún momento en algún
lugar del mundo dos personas se conecten en la misma
dimensión temporal".
En su obra Nueva refutación del tiempo, Borges parte de
dos autores para hablar del tiempo y a través de la
visión de estos dos hombres, Borges realiza una
percepción y un análisis profundo y
sorprendente.
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