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Carne y sus derivados




Enviado por cibercrazy5000



     

    1. ¿Que es la
      carne?
    2. Pescado
    3. Descontaminación
      osmótica de altas cargas bacterianas con miel de
      caña
    4. Contaminación,
      conservación, y alteración de carnes y productos
      cárnicos
    5. Conclusión
    6. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    El estudio del contenido nutricional de la carne, por
    su alta fuente de proteína y su alto grado de consumo en el
    país o el mundo entero ha motivado a estudiar os
    diferentes métodos de
    conservación del alimento.

    Así mismo la forma como se desintegra y se
    degrada por microorganismos patógenos, perdiendo
    así su valor proteico
    o nutricional, y pasando a ser materia
    totalmente degradada.

    Los derivados cárnicos también de igual
    forma son contaminados por microorganismos patógenos, los
    cuales requieren de técnicas y
    métodos
    para su conservación.

    Por lo general los microorganismos disminuyen el
    valor proteico
    de las carnes, deteriorándolas totalmente y causando
    olores desagradables, por lo general los microorganismos se valen
    de tres factores para atacar como son, la humedad, temperatura y
    pH.

    Por esta razón se deben aplicar correctamente
    los métodos de conservación.

    ¿Que es la
    carne?

    Según el código
    alimentario, es la parte comestible los músculos de
    animales
    sacrificados en condiciones higiénicas, incluye (vaca,
    oveja, cerdo, cabra, caballo y camélidos sanos, y se
    aplica también a animales de
    corral, caza, de pelo y plumas y mamíferos marinos, declarados aptos para el
    consumo
    humano.

    ¿Qué nutrientes nos
    aportan?

    Todas las carnes están englobadas dentro de los
    alimentos
    proteicos y nos proporcionan entre un 15 y 20% de proteínas,
    que son consideradas de muy buena calidad ya que
    proporcionan todos los aminoácidos esenciales necesarios.
    Son la mejor fuente de hierro y
    vitamina b12. aportan entre un 10 y un 20 % de grasa (la mayor
    parte de ellas es saturada), tienen escasa cantidad de carbohidratos
    y el contenido de agua oscila
    entre un 50 y 80 %. Además nos aportan vitaminas del
    grupo B, zinc
    y fósforo.

    ¿Qué factores influyen en la
    composición nutricional de las carnes?

    La edad del animal y la cantidad de ejercicio que realice. La
    alimentación, especialmente si es de tipo
    industrial, influye notablemente en el contenido y tipo de grasa.
    Cada raza, así como el grupo muscular
    del que se trate van a tener diferentes composiciones.

    ¿Cuáles son las recomendaciones de
    consumo?

    La ración recomendada es de 150 – 200g, 3 veces
    por semana en adultos y en niños
    las raciones sería de unos 15 g por cada año de
    edad que se ingerirán igualmente unas 3 veces por
    semana.

    Las diversas categorías (extra, 1ª, 2ª, etc.)
    no presentan grandes diferencias en la composición
    nutricional, sí a la hora de elegir el modo de cocinado.
    La cocción lenta estaría indicada en
    categorías inferiores, mientras que para asar,
    freír o plancha las recomendadas son la de extra, la de
    1ª y de la zona más musculosa del animal.

    ¿De que se compone la carne?

    Sobre todo de tejido muscular, en él se encuentra la
    mioglobina que es un pigmento que le da su color característico que en contacto con el
    aire cambia y
    esto hace que el corte exterior sea más oscuro que la zona
    interior. La mayor o menor intensidad en el color rojo no
    afecta no al valor nutritivo ni a su digestibilidad.

    También contienen tejido graso, que puede ser visible o
    invisible (grasa interfascicular). Cuanta más cantidad de
    grasa tenga una carne, menor contenido de agua tiene. La
    cantidad de grasa influye en su valor nutritivo y en la
    digestibilidad.

    Finalmente tejido conectivo, que es el que separa o recubre
    los grandes músculos y también los tendones. Su
    cantidad depende del grupo muscular, aumenta con la edad y
    ejercicio que haya realizado el animal, haciendo que la carne sea
    más dura.

    ¿cuáles son los tipos de carnes atendiendo al
    consumo de grasa?

    Las carnes magras son aquellas con menos de 10 % de materia grasa,
    de forma genérica se le considera a la de caballo,
    ternera, conejo y pollo.

    Las consideradas grasas son aquellas con un contenido superior
    al 10 %, tenemos: el cordero, el cerdo y el pato. De forma
    más específica, habría que tener en cuenta
    la pieza del animal, por ejemplo ciertas partes del cerdo como el
    solomillo, el jamón y el lomo, o la lengua y el
    corazón
    de todos los animales, habría que incluirlas dentro del
    primer grupo.

    ¿qué modificaciones nutricionales produce el
    cocinado de la carne?

    La cocción lenta destruye la mayoría de las
    vitaminas,
    aunque mejora la digestibilidad de las proteínas,
    no altera ni el contenido en grasa ni en minerales, aunque
    en parte, tanto las unas como los otros pasan al caldo. Si la
    cocción se realiza en olla a presión la
    destrucción de vitaminas es menor. El cocinado en microondas
    produce las mismas pérdidas que un horno normal. No es
    convenientes tomarla cruda pues no se aprovecha bien el hierro,
    disminuye su digestibilidad y pierde valor proteico.

    La carne debe conservarse en frigorífico y su consumo
    una vez adquirida debe hacerse en las primeras 48 a 72 horas, a
    menos que permanezca congelada. No debe lavarse y al realizar la
    compra hemos de exigir que los cortes sean piezas enteras y
    realizados en ese momento.

    Composición en nutrientes de las carnes preparadas por
    100 g de alimento

     

    Energía

    K / cal

    Proteína g

    Glúcidos g

    Lípidos g.

    Pollo asado: pata

    155

    23,1

    0

    6,9

    Pollo asado:

    pechuga

    142

    26,5

    0

    4

    Carne de pollo hervida

    183

    29,2

    0

    7,3

    Pollo empanado frito

    242

    18

    14,8

    12,7

    Pavo asado

    140

    28,8

    0

    2,77

    Conejo estofado

    179

    27,3

    0

    7,7

    Carne magra de cerdo asada

    185

    30,7

    0

    6,9

    Filete de ternera rebozado y frito

    215

    31,4

    4,4

    8,1

    Filete de buey magro asado

    192

    27,6

    0

    9,1

    Hígado de ternera empanado
    frito

    254

    26,9

    7,3

    13,2

    Costilla de cordero a la parrilla

    355

    23,5

    0

    29

    Piernas de cordero asada

    266

    26,1

    0

    17,9

    Las hamburguesas y salchichas, así
    como muchos embutidos suelen elaborarse con residuos de las
    carnicerías (en ocasiones también con gatos,
    perros, etc.)
    y carne en estado de
    putrefacción, que hace que los camiones que proveen esta
    materia prima
    a muchos frigoríficos suelan dejar un nauseabundo aroma a
    su paso y sean envueltos en una nube de moscardones antes de
    volcar su contenido en grandes piletones con lavandina para luego
    tratarlos hasta con sulfatos de sodio que podría generar
    restos de ácido sulfúrico. Este conjunto
    sintéticamente descrito, inundado con saborizantes y
    colorantes entre otros aditivos, se convierte luego en lo que
    deleita a niños y
    grandes en conocidas casas de comida chatarra y los
    típicos asados dominicales.

    Un dato muy importante: la carne aumenta la adrenalina y
    reduce la serotonina cerebral, lo que pone agresiva, irritable,
    ansiosa, angustiada y depresiva a la persona que basa
    su dieta en ella, aumentando su apetito y sus deseo adictivos a
    lo que sea, según cada individuo (cigarrillo, alcohol,
    drogas,
    dulces, etc.).

    Aquel médico o nutricionista que a los umbrales
    del año 2000 todavía defienda la carne, la leche y sus
    derivados o los considere indispensable, no debe ser atacado,
    sino informado; y si aun así sigue diciendo lo mismo, hay
    que recordar entonces las palabras de León
    Tolstoi:

    Las técnicas
    de conservación han permitido que alimentos
    estaciónales sean de consumo permanente.

    Los dos factores más importantes en la
    conservación de alimentos son: temperatura y
    tiempo.

    100 ºC

    74 ºC

    60 ºC

    8 ºC

    0 ºC

    Zona de cocción

    Zona de alarma

    Zona de peligro

    Zona de enfriamiento

    Zona de congelación

    Se destruye la mayoría de
    microorganismos

    No hay multiplicación sí
    supervivencia

    Gran proliferación bacteriana

    No hay multiplicación, el alimento puede
    estar a esta temperatura breves períodos

    No hay multiplicación, pero sí
    supervivencia. Se usa en períodos largos

    Aunque existen varias clasificaciones, podemos hablas de
    dos grandes sistemas de
    conservación: por frío y por calor.

    A su vez los diferentes tipos de conservación se
    agrupan en dos grandes bloques:

    • Sistemas de conservación que destruye los
      gérmenes (bactericidas)
    • Sistemas de conservación que impiden el
      desarrollo
      de gérmenes (bacteriostático)

    Bactericidas

    Bacteriostático

    Ebullición

    Refrigeración

    Esterilización

    Congelación

    Pasteurización

    Deshidratación

    Uperización

    Adición de sustancias
    químicas

    Enlatado

     

    Ahumado

     

    Adición de sustancias
    Químicas

     

    Irradiación

     

    Los resultados obtenidos en una atmósfera ozonizada
    se pueden resumir en los siguientes:

    • Carencia de mohos en alimentos y envases.
    • Conservación más prolongada de los
      alimentos.
    • Conservación del peso inicial con alto grado
      de humedad.
    • Mejor calidad
      interna.
    • Excelente apariencia externa.
    • Pocas mermas por deterioro.
    • Retrasa la maduración por la fruta al actuar
      rompiendo la molécula de etileno por oxidación.
      Es sabido que el etileno activa el metabolismo
      de ciertas frutas acelerado su maduración.

    Pescado:

    El pescado es tanto o más alterable que la
    carne. En el almacenamiento de
    pescados refrigerados se combate, como en el caso de la carne, la
    descomposición y la aparición de olores no
    deseables.

    El ozono consigue sobradamente la solución a
    ambos problemas. No
    obstante si los pescados no han sido eviscerado, la
    descomposición se inicia en su interior y el ozono solo
    puede prolongar unos días el inevitable y total
    deterioro.

    También es recomendable la
    administración de ozono en las bodegas de los barcos
    de pesca, en el
    transporte del
    pescado a los centros de venta y en las
    vitrinas frigoríficas de marisquerías, restaurantes
    y pescaderías.

    Descontaminación osmótica de altas cargas
    bacterianas con miel de caña:

    En una investigación realizada para evaluar los
    posibles efectos bactericidas de la miel de caña se
    contaminaron muestras de 2 kg de miel B con concentraciones
    medias 1,2 x 106 ufc/g y 1,5 x 106 ufg/g
    para Salmonella typhimurium y Escherichia coli K – 88
    respectivamente. Se estudiaron 6 variantes en las cuales las
    mieles se almacenaron a temperaturas controladas de 20 y 30
    grados Celsius como representativas de la época de seca y
    lluvia. Las variantes investigadas fueron: I Miel B a 20 grados
    mas E. Coli K – 88. se investigó el conteo total de
    bacterias
    aerobias mesófilas viables; microorganismo
    proteolíticos, microorganismos lactosa positivo, conteo
    total de mohos e identificadores de géneros; conteo de
    levaduras; y determinación de pH.

    La miel mostró una acción bactericida
    eficaz sobre Salmonella y E. Coli en siete días de
    exposición a 20 y 30 grados Celsius.
    También se encontró que la miel posee un efecto de
    inhibición del crecimiento bacteriano para los
    demás indicadores
    sanitarios analizados.

    Los niveles de contaminación bacteriana y micótica
    son muy altos en la carne a los 0 días de exposición
    a 20 y 30 grados Celsius. También se encontró que
    la miel posee un efecto de inhibición del crecimiento
    bacteriano para los demás indicadores
    sanitarios analizados.

    Los niveles de contaminación bacteriana y micótica
    son muy altos en la carne a los 0 días y aun a los 7
    días son todavía muy superiores a los
    señalados por Beno (1988), y Mártinez y Ferrer
    (1989) como niveles adecuados en alimentos para
    cerdos.

    La evolución de los indicadores investigados
    en la miel presenta una tendencia a la disminución a los 7
    días en los gérmenes proteolíticos, los
    microorganismos lactosa positivo y los anaerobios. El conteo
    total de gérmenes aerobios mesófilos y el conteo de
    hongos se
    mantienen en niveles de 105 ufc / g mostrando un lígero
    incrmento, y los aerobios esporógenos en niveles de 103
    ufc / g. Los microorganismo anaerobios se reducen a 0 a los 15
    días, situación que puede estar dada por un
    proceso de
    oxidación de estas mieles durante su manipulación,
    rompiéndose el estado de
    anaerobiosis, condición necesaria para su
    supervivencia.

    Aunque no se detecta presencia de Salmonella en la
    miel investigada lo que coincide con lo reportado por
    Martínez y Ferrer (1992), si hay hallazgos positivos alos
    0 y 7 días en las muestras de carne analizadas, lo cual
    indica que este microorganismo puede mantenerse viable en el
    interior de gandes porciones musculares (Piatkin y Krivosheim,
    1981).

    En cuanto al pH de la miel utilizada como
    conservante, este osciló entre 5.5 a 5.7 en las
    crías, y de 5.5 a 6.0 en las precenas. No se evidenciaron
    cambios significativos. El pH es un indicador de gran importancia
    pues en dependencia de su evolución puede indicar la presencia o no
    de un proceso de
    deterioro en los alimentos (Piatkin y Krivosheim,
    1981).

    CONTAMINACIÓN,
    CONSERVACIÓN, Y ALTERACIÓN DE CARNES Y
    PRODUCTOS
    CÁRNICOS

    Contaminación:

    Se admite que la masa interna de la carne no contienen
    microorganismos o estos son escasos, habiéndose, no
    obstante, encontrado gérmenes en los ganglios
    linfáticos, médula ósea e incluso en el
    mismo músculo. En los ganglios linfáticos de los
    animales de carnes rojas se han aislado estafilococos,
    estreptococos, Clostridium y Salmonella. Las prácticas
    comunes en los mataderos eliminan los ganglios linfáticos
    de las partes comestibles. Sin embargo, la
    contaminación más importante es de origen
    externo y se produce durante la sangría, desuello y
    cuarteado, los microorganismos proceden principalmente de las
    partes externas del animal (piel,
    pezuña y pelo) y del tracto intestinal. Los métodos
    "humanitarios" de sacrificio recientemente aprobados, ya sean
    mecánico, químicos o eléctricos, dan lugar,
    por sí mismo, a escasa contaminación, pero la
    incisión y la sangría que se efectúan a
    continuación puede determinar una contaminación
    importante. Cuando los cerdos y aves se
    sacrifican por el método
    clásico con el cuchillo, las bacterias que
    contaminan este pronto se pueden encontrar en las carnes de las
    diversas partes de la canal, vehiculadas por la sangre y linfa.
    En la superficie externa del animal, además de su flora
    natural existe un gran número de especies de
    microorganismos del suelo, agua,
    piensos y estiércol, mientras que el intestino contienen
    los microorganismos propio de esta parte del aparato
    digestivo. Los cuchillos, paños, aire, manos y
    ropa del personal pueden
    actuar como intermediarios de contaminación. Durante la
    manipulación posterior de la carne puede haber nuevas
    contaminaciones, a partir de las carretillas de transporte,
    cajas u otros recipientes, así de otras carnes
    contaminadas, de aire y del personal. Es
    especialmente peligrosa la
    contaminación por bacteria psicrófila de
    cualquier procedencia, por ejemplo de otras carnes refrigeradas.
    Ciertas máquinas
    como picadoras, embutidoras y otras, pueden aportar
    microorganismos perjudiciales en cantidades importantes y lo
    mismo pueden hacer algunos ingredientes de productos
    especiales, como son los rellenos y especias. El crecimiento de
    microorganismos en las superficies que entran en contacto con la
    carne y en las mismas carnes pueden hacer que aumenten mucho su
    número.

    Debido a la gran variedad de fuentes de
    contaminación, los tipos de microorganismos que suelen
    encontrarse en la carne son muchos. Mohos de diferentes
    géneros, llegan a la superficie de la carne y se
    desarrollan sobre ella. Son especialmente interesante las
    especies de los géneros Cladosporium, Sporotrichum,
    Geotrichum, Thamnidium, Mucor, Penicillium, Alternaria y Monilia.
    A menudo se encuentran levaduras, especialmente no esporuladas.
    Entre las muchas bacterias que pueden hallarse, las más
    importantes son las de género
    Pseudomonas, Alcaligenes, Micrococcus, Sttreptococcus, Sarcina,
    Leuconostoc, Lactobacillus, Proteus, Flavobacterium, Bacillus,
    Clostridium, Escherichia, Salmonellas y Streptomyces. Muchas de
    estas bacterias crecen a temperatura de refrigeración.. también es posible
    la contaminación de la carne y de sus productos por
    gérmenes patógenos del hombre,
    especialmente de origen entérico.

    Conservación:

    La conservación de la carne, así como de
    casi todos los alimentos perecederos, se lleva a cabo por una
    combinación de métodos. El hecho de que la
    mayoría de la carnes constituyan excelentes medios de
    cultivos con humedad abundante, pH casi neutro y abundancia de
    nutrientes, unido a la circunstancia de que pueden encontrarse
    algunos organismos en los ganglios linfáticos, huesos y
    músculos ya que la contaminación por organismos
    alterantes es casi inevitable. Hace que su conservación
    sea más difícil que la de la mayoría de los
    alimentos.

    Empleo del calor:

    de acuerdo con el tratamiento térmico empleado,
    las carnes enlatadas industrialmente se dividen en dos grupos; (1)
    carnes que son tratadas térmicamente con miras de
    convertir el contenido de la lata en estéril, al menos
    "comercialmente estéril". Y son latas que no requieren
    almacenamiento
    especial, y (2) carnes que reciben un tratamiento térmico
    suficiente para destruir los gérmenes causantes de
    alteración, pero que deben conservarse refrigeradas para
    evitar su alteración. Los jamones enlatados y los fiambres
    de carnes reciben el último tratamiento.

    Las carnes del grupo 1 están enlatadas y son auto
    conservables, mientras que las del grupo dos no lo son y se
    conservan en refrigeración. Las carnes curadas y
    enlatadas deben su estabilidad microbiana al tratamiento
    térmico y a la adición de diversas sales de curado.
    El tratamiento térmico de éstas es de 98 ºC
    –normalmente el tamaño del envase es inferior a 1
    libra (453,59 g) – las carnes curadas y no auto
    conservables se envasan en recipientes de más de 22 libras
    (9,97 kg) y se tratan a temperaturas de 65 ºC.

    Refrigeración:

    Cuanto más pronto se realice y más
    rápido el enfriamiento de la carne menos probabilidad
    menos posibilidades tienen los gérmenes mesófilos
    de reproducirse. Los principios en que
    se basa el almacenamiento en refrigeración, se aplica por
    igual a la carne y a otros alimentos. Las temperaturas de
    almacenamiento varían de –1.4 a 2.2 ºC, siendo
    la primera la más frecuente usada. El tiempo
    máximo de conservación de la carne de vacuno mayor
    refrigerada es de unos 30 días, dependiendo del
    número de gérmenes presentes, de la temperatura y
    de la humedad relativa, para cerdo, cordero y oveja de 1 a 2
    semanas y para la ternera todavía menos. Los embutidos que
    no se cuecen, las salchichas y los chorizos no curados o el
    picadillo para prepararlos, deben conservarse refrigerados. Al
    aumentar la temperatura generalmente se disminuye la humedad del
    local de almacenamiento.

    Al aumentar el dióxido de carbono de la
    atmósfera,
    la inhibición del crecimiento microbiano es mayor, pero
    también se acelera la formación de metamioglobina
    por lo que se pierde gran parte de la "frescura" o color natural
    de la carne.

    Los microorganismos que plantean problemas en
    el almacenamiento de la carne refrigeradas son bacterias
    psicotroficas principalmente del género
    Pseudomonas, si bien las de los géneros Alcaligenes,
    Micrococcus, Lactobacillus, Streptococcus, Leuconostoc,
    Pediococcus, Flavobacterium y Proteus y ciertas levaduras y mohos
    pueden crecer a temperaturas bajas.

    Congelación:

    La congelación destruye aproximadamente la mitad
    de las bacterias presentes, cuyo número disminuye
    lentamente durante el almacenamiento: especies de Pseudomonas,
    Alcaligenes, Mocrococcus, Lactobacillus, Flavobacterium y
    Proteus, continúan su crecimiento durante la
    descongelación, si esta se práctica lentamente. Si
    se siguen las normas
    recomendadas para las carnes envasadas, congeladas por el
    procedimiento
    rápido, la descongelación es tan corta que no
    permite un crecimiento bacteriano apreciable.

    Empleo de conservadores:

    Ya se ha tratado de la utilización, en salas de
    almacenamiento para conservación de carnes en
    refrigeración, de atmósferas que contienen
    dióxido de carbono u
    ozono. La conservación en salmueras concentradas
    constituye un método muy
    antiguo que generalmente origina un producto de
    baja calidad. Para que el salazonado resulte más efectivo
    cuele combinarse con el curado y el ahumado.

    Curado

    El curado de las carnes se limita a las de vacuno y
    cerdo, tanto picadas como cortadas en piezas (como jamones,
    ancas, cabeza, costillas, lomos y panceta del cerdo y pierna y
    pecho del vacuno). Originalmente, el curado se practicaba para
    conservar las carnes saladas sin refrigeración, más
    actualmente la mayoría de las canes curadas llevan
    además otros ingredientes y se conservan refrigeradas, y
    muchas se ahuman, por lo que son también, hasta cierto
    punto desecadas. Los agentes del curado permitido son: cloruro
    sódico, azúcar,
    nitrato sódico, nitrato sódico y vinagre, pero
    suelen usarse en general los cuatros primeros. Las funciones que
    tales productos cumplen son las siguientes: El cloruro de sodio o
    sal común se usa preferentemente como conservador y agente
    que contribuye al sabor. La salmuera en que se introduce la carne
    durante el curado suele tener una concentración de cloruro
    sódico del 15%, en contraste con la que se le inyecta, que
    tienen mayor concentración, aproximadamente al 24 %. Su
    principal objeto es bajar la aw.

    El azúcar,
    aparte de dar sabor, sirve también como material
    energético para las bacterias que reducen los nitratos en
    la solución de curados. Se emplea principalmente la
    sacarosa, pero puede sustituirse por glucosa si se lleva a cabo
    un curado más corto, e incluso puede suprimirse el
    azúcar.

    El nitrato sódico actúa indirectamente
    como fijador del color y es ligeramente bacteriostático en
    solución ácida, especialmente contra los
    anaerobios. Sirve también como material de reserva a
    partir del cual las bacterias reductoras pueden originar nitritos
    durante un curado largo.

    El nitrito sódico sirve de fuente de óxido
    nítrico, que es el verdadero fijador del color, poseyendo
    también cierto poder
    bacteriostático en solución
    ácida.

    Carne

    Microorganismo

    Embutidos:

     

    Salami

    Lactobacilos homofermentativos

    Bolonia

    Leuconostoc mesenteroides, Lactobacilos
    heterofermentativos

    Salchichón ahumado

    Leuconostoc mesenteroides, Lactobacilos
    heterofermentativos

    Salchichas Frankfurt

    Estreptococos, pediococos, leuconostoc,
    Lactobacilos, micrococos, esporulados, levaduras

    De cerdo fresco

    Leuconostocs, microbacterias,
    Lactobacilos

    Bacón:

     

    En lonchas, empaquetado

    Principalmente Lactobacilos; también
    micrococos, enterococos

    Tipo Wiltshire

    Micrococos, Lactobacilos

    Empaquetado al vacío

    Estreptococos, leuconostocs, pediococos,
    Lactobacilos

    Jamón:

     

    Crudo

    Lactobacilos, micrococos, microbacterias,
    enterococos, leuconostocs

    En lonchas, empaquetado

    Streptococcus faecium, Microbacterium
    sp

    Prensado, con especias

    Lactobacilos heterofermentativos,
    leuconostocs

    Enlatado

    Enterococos, bacilos

    Irradiado

    Enterococos

    Calentado, irradiado

    Bacilos, clostridios

    Ahumado:

    En los métodos antiguos de ahumado, cuando se usaban
    grandes concentraciones de sal durante el curado y cuando la
    desecación y la incorporación a la carne de
    principios
    conservadores del humo era mayor, los productos obtenidos
    (jamones, cecina, etc.) podían conservarse sin
    refrigeración. Sin embargo muchos de los métodos
    modernos originan un producto
    alterable que debe conservarse refrigerado. Los jamones
    precocidos y los embutidos de alto contenido de humedad son
    ejemplos de este tipo.

    Especias:

    Las especias y los condimentos que se añaden a los
    productos cárnicos, como fiambres y embutidos, no se
    encuentran en concentraciones suficientemente altas como para
    actuar de conservadores; sin embargo, su efecto puede sumarse al
    de otros factores conservadores. Ciertos productos como mortadela
    de Bolonia, salchichas polacas, de Frankfurt y otros embutidos,
    deben su poder
    conservador a una combinación de las especias, curado,
    ahumado (desecación), cocción y
    refrigeración.

    Antibióticos:

    Los antibióticos más recomendados a este
    respecto han sido clortetracina, oxitetracilina y clorafenicol.
    Los antibióticos pueden añadirse a las carnes de
    formas distintas:

    • administrándolo con el pienso de los animales
      durante un largo período
    • administrándolo en igual forma a dosis mayores
      durante un período de tiempo corto antes del
      sacrificio
    • inyectándolo en la canal o en porciones de la
      misma.
    • aplicándolo a la superficie de la carne o
      mezclándolo con la carne picada.

    El empleo de
    antibióticos en la alimentación de los
    animales lleva cabo una selección
    de los organismos presentes en su tracto intestinal y con toda
    probabilidad
    reduce el número de bacterias causantes de
    alteración que, de este modo, tendrán menos
    posibilidades de contaminar la carne durante el sacrificio y
    faenado posterior. Se ha sugerido que la inyección de
    antibióticos antes del sacrificio podría emplearse
    para prolongar el tiempo de conservación de las canales a
    temperaturas atmosféricas antes de llegar al refrigerador
    o para mantenerlas durante poco tiempo a temperaturas que
    favorecen el reblandecimiento de porciones especiales, así
    como para prolongar el período de almacenamiento de las
    carnes que se conservan refrigeradas.

    Invasión microbiana de los tejidos:

    En cuanto el animal muere, los tejidos se ven
    invadidos por los microorganismos contaminantes. La
    contaminación se halla afectada por:

    la carga microbiana del intestino del animal. Cuanto mayor sea
    esta, tanto mayor será la invasión. Esta es la
    razón por la que se recomienda un ayuno de 24 horas antes
    del sacrificio.

    condición fisiológica del animal antes del
    sacrificio. Cuando se halla excitado febril o fatigado, las
    bacterias penetran con mayor facilidad en los tejidos; la
    sangría puede ser incompleta, lo que favorece la
    expansión de las bacterias y los cambios químicos
    pueden realizarse con más facilidad en los tejidos (por
    ejemplo, los debidos al crecimiento bacteriano, el cual es
    más rápido a causa del pH más alto);
    también es más rápida la pérdida de
    jugos de las fibras musculares y la desnaturalización de
    las proteínas. Durante la fatiga se consume
    glucógeno, por lo que no tienen lugar el descenso del pH,
    que en condiciones normales cae de 7,2 hasta 5,7.

    método de sacrificio y sangría. Cuanto mejor
    hecha esté la sangría y más
    higiénicamente esta se lleve a cabo, mejor será la
    calidad de la conservación de la carne. No se ha
    investigado mucho sobre la influencia de los métodos
    humanitarios de sacrificio en la capacidad de conservación
    de la carne, aunque se ha dicho que la carne de cerdo y el bacon
    procedentes de animales sacrificados por choques
    eléctricos se pone verdosa con más facilidad que la
    de animales que fueron muertos mediante dióxidos de
    carbono.

    velocidad de enfriamiento. El enfriamiento rápido de la
    carne reduce la velocidad de
    invasión de los tejidos por microorganismos.

    Crecimiento de los microorganismos en la carne:

    tipo y número de microorganismos contaminantes y
    dispersión de los mismos en la carne.
    Por ejemplo, si
    la flora de contaminación de la carne presenta un elevado
    porcentaje de psicotrófos, la alteración, a
    temperaturas de refrigeración, será más
    rápida que en las carnes con un bajo nivel de estos
    microorganismos.

    propiedades físicas de la carne. La
    proporción de superficie muscular expuesta al exterior
    tienen gran influencia en la velocidad de
    alteración, porque allí suelen encontrarse la mayor
    parte de los microorganismos y los aerobios pueden disponer de
    aire suficiente. La grasa, que es capaz de proteger algunas
    superficies, es a su vez susceptible de alteraciones,
    principalmente de naturaleza
    química y
    enzimática. El picado de la carne aumenta mucho la
    superficie expuesta al aire, por lo que favorece el crecimiento
    microbiano y además al picarla se desprende jugo, que
    facilita la distribución de los microorganismos por
    toda la carne. La piel es un
    agente protector, aunque también en su propia superficie
    se desarrollen los microorganismos.

    Propiedades químicas de la carne. Ya se ha
    indicado que la carne en general es un buen medio de cultivo para
    los microorganismos. El contenido en agua es importante para
    determinar la posibilidad de que crezcan microorganismos y el
    tipo de los mismos que crecerán, especialmente en la
    superficie, donde puede haber más desecación. La
    superficie puede estar tan seca que no permita el crecimiento
    microbiano; puede tener una ligera humedad que permita el
    crecimiento de mohos; una humedad algo mayor que permita el de
    levaduras, y si están muy húmedas crecerán
    las bacterias. De gran importancia a este respecto es la humedad
    relativa de la atmósfera en que se almacena. los
    microorganismos tienen a su disposición una cantidad
    abundante de nutrientes, pero la gran proporción de
    proteínas y el escaso contenidos en hidratos de carbono
    fermentescibles favorece el desarrollo de
    los tipos fermentativos capaces de utilizar las proteínas
    y sus productos de degradación como fuentes de
    carbonos, nitrógeno y energía. El pH de la carne
    cruda varía entre 5,7 y 7,2, dependiendo de la cantidad de
    glucógeno presente al efectuarse el sacrificio y de los
    cambios sufridos después. Un pH más alto favorece
    el desarrollo de los microorganismos. Un pH más bajo lo
    frena y a veces actúa selectivamente, permitiendo, por
    ejemplo, solo el desarrollo de las levaduras.

    Disponibilidad de oxigeno.
    Las condiciones de anaerobiosis presentes en las superficies de
    las carnes favorecen el desarrollo de mohos y levaduras y el de
    las bacterias aerobias. Dentro de las piezas de carnes reinan las
    condiciones anaerobias que tienden a mantenerse porque el
    potencial de óxido – reducción se halla
    compensado a un nivel muy bajo; en la carne picada el oxigeno se
    difunde lentamente al interior y eleva el potencial de oxido
    – reducción, a menos que el embalaje sea impermeable
    al mismo. La anaerobiosis favorece la putrefacción.

    Temperatura. La carne debe almacenarse a temperatura
    sólo ligeramente superiores a las de congelación,
    permitiendo solo el desarrollo de los gérmenes
    psicotrofos. Los mohos, las levaduras y las bacterias psicotrofas
    se desarrollan lentamente y producen ciertos defectos que
    mencionaremos más adelante. En estas condiciones es muy
    difícil la putrefacción, que es cambio muy
    fácil a la temperatura ambiente. Como
    ocurre en la mayoría de los alimentos, la temperatura
    tienen una importancia decisiva en la selección
    del tipo de microorganismos que crecerán y, en
    consecuencia, del tipo de alteraciones producidas. A temperaturas
    de congelación, por ejemplo, está favorecido el
    desarrollo de los gérmenes psicrófilos y es
    probable que tenga lugar la proteolisis producida por una de las
    especias bacterianas dominantes, seguida de la utilización
    de pépticos y aminoácidos por especies secundarias.
    A la temperatura atmosférica ordinarias se desarrollan, en
    cambio, los
    gérmenes mesófilos, como las bacterias coliformes,
    y especies de los géneros Bacillus y clostridium, que
    producen ácido a partir de las limitadas cantidades de
    carbohidratos
    presentes.

    Alteraciones sufridas en condiciones de aerobiosis
    :

    Las bacterias pueden producir en condiciones aerobias:

    Mucosidad superficial, causada por ciertas especies
    pertenecientes a los géneros Pseudomonas, Alcaligenes,
    Streptococcus, Leuconostoc, Bacillus y Micrococcus. A veces se
    debe a ciertas especies de lactobacillus. La temperatura y la
    cantidad de agua disponibles influyen en el tipo de
    microorganismo causante de esta alteración. A temperaturas
    de refrigeración, la humedad abundante favorecerá
    el crecimiento de las bacterias pertenecientes al grupo
    Pseudomonas – Alcalifenes; con menos humedad, como en las
    salchichas de Frankfurt, se verán más favorecidos
    los micrococos y levaduras, y si aun es menor pueden crecer
    mohos.

    Modificadores del color de los pigmentos de la carne.
    El típico color rojo de la carne puede cambiar a
    tonalidades diversas; verde, pardo o gris, a consecuencia de la
    producción por las bacterias de ciertos
    compuestos oxidantes, como los peróxidos o el sulfuro de
    hidrógeno. El color verde de las salchichas se debe, al
    parecer, a especies de lactobacillus (especialmente
    heterofermentativas)) y Leuconostoc.

    Modificaciones sufridas por las grasas. Las bacterias
    lipolíticas son capaces de producir lipólisis y
    acelerar la oxidación de estas sustancias. El
    enranciamiento de las grasa puede estar producidos por especies
    liplíticas pertenecientes a los géneros Pseudomonas
    y Achromobacter o por levaduras.

    Fosforescencias. Es un defecto poco frecuente causado
    por las bacterias luminosas o fosforescentes que se desarrollan
    en la superficies de la carnes, como algunas especies de
    Photobacterium.

    Diversos colores
    superficiales producidos por bacterias pigmentadas.
    Pueden
    producirse manchas rojas ocasionadas por Serratia marcescens u
    otras bacterias con pigmentos rojos. Pseudomonas syncyaneas
    pueden dar una coloración azul a la superficie. Las
    bacterias con pigmentos amarillos producen coloración de
    ese tono, debida, en general, a especies pertenecientes a los
    géneros Micrococcus o Flavobacterium. Chromobacterium
    lividum y otras bacterias producen manchas de coloración
    verde azuladas o pardo negruzca en la carne almacenada en la
    carne almacenada. La coloración purpúrea de "tinta
    de estampilla" está producida en la grasa superficial por
    cocos y bacilos provistos de pigmentos amarillos. cuando la grasa
    se enrancia y aparecen los peróxidos, el amarillo se
    transforma en verde, y finalmente, adquiere una coloración
    entre azul y púrpura.

    Olores y sabores extraños. El llamado "husmo",
    olor o sabor poco agradable que aparece en la carne a
    consecuencia del crecimiento bacteriano en la superficie, es con
    frecuencia el primer síntoma de alteración que se
    hace evidente. Casi todas las alteraciones que producen un olor
    agrio reciben el nombre general de "agriado". Dicho olor puede
    ser debido a ácidos
    volátiles, por ejemplo fórmico, acético,
    butírico y propiónico, e incluso el crecimiento de
    levaduras. El sabor "a frigorífico" es un término
    indefinido que identifica cualquier sabor a viejo o pasado. Los
    actinomicetos pueden ser responsables pueden ser responsable de
    cierto gusto a moho o a tierra.

    Las levaduras son capaces de desarrollarse en condiciones de
    aerobiosis en las superficies de las carnes, produciendo una
    película superficial viscosa, lipólisis, olores y
    sabores extraños y coloraciones anormales: blanca, crema,
    rosada o parda, causadas por los pigmentos de las levaduras.

    El crecimiento aerobios de los mohos puede producir:

    Adhesividad. El desarrollo inicial de los mohos hace la
    superficie de la carne pegajosa al tacto.

    "Barbas". La carne almacenadas a temperaturas
    próximas a la de la congelación es capas de
    soportar un desarrollo limitado de micelios sin formación
    de esporas. Los mohos que participan en el proceso son muy
    numerosos, y entre ellos se encuentra Thamnidium chaetocladioides
    o T. Elegans, Mucor mucedo, M. Lusitanicus o M. Racemosus,
    Rhizopus y otros. Se ha recomendado el crecimiento de una cepa
    especial de Thamnidium para mejorar el sabor durante el
    envejecimiento de la carne de vacuno.

    Manchas negras. Suelen estar producidas por
    Cladosporium herbarum y a veces por otros mohos con pigmentos
    oscuros.

    Manchas blancas. Se deben, en general, al Sporotrichum
    carnis, aunque pueden también estar producidas por
    cualquier moho con colonias húmedas semejantes a las
    levaduras, como los del género Geotrichum.

    Manchas verdosas. Están en su mayor parte
    producidas por las esporas verdes de las especies del genero
    Penicillium, como el P. Expansum, P.asperulum y P. Oxalicum.

    Descomposición de las grasas. Muchos mohos posee
    lipasas, a las que se debe la hidrólisis de las grasas.
    Los mohos contribuyen también a su oxidación.

    Olores y sabores extraños. Los mohos
    proporcionan a la carne en torno a sus
    colonias un sabor a enmohecido; a veces se les da un nombre con
    el que se hace referencia al agente causal, por ejemplo
    "alteración por Thamnidium".

    Alteraciones producidas por microorganismos
    anaerobios:

    Agriado. Significa olor (y a veces sabor) agrio. Puede
    deberse a los ácidos
    ascéticos, fórmico, butírico, propionico,
    ácidos grasos superiores u otros ácidos
    orgánicos tales como el láctico o succínico.
    Puede deberse a :

    las propias enzimas de la
    carne durante el envejecimiento o maduración;

    producción anaerobia de los ácidos grasos o
    ácido láctico por acción bacteriana, o

    proteolisis, sin putrefacción producidas por bacterias
    facultativas o anaerobias y la que a veces se denomina "fermentación agria hedionda".

    Las especies butíricas del género Clostridiums y
    las bacterias coliformes producen ácido y gas al actuar
    sobre los carbohidratos. En las carnes empaquetadas al
    vacío, especialmente si el material de envoltura es
    impermeable a los gases, suelen
    crecer las bacterias lácticas.

    Putrefacción. la autentica putrefacción
    consiste en la descomposición anaerobia de las
    proteínas con la producción de sustancias malolientes:
    sulfuro de hidrógeno, mercaptanos, indol, escatol,
    amoníaco, aminas, etc. Se debe, en general, a especies del
    género Clostridium. A veces, sin embargo, está
    producida por bacterias facultativas, actuando por sí
    misma o colaborando en la producción, como se pone de
    manifiesto al comprobar la larga lista de especies denominadas
    "putrefaciens", "putrificum", "putida", etc., se debe, en general
    a especies del género Proteus. La confusión a que
    se presta el término "putrefacción" se debe a que
    suele aplicarse a cualquier tipo de alteración que va
    acompañada de olores desagradables, ya sea la
    descomposición anaerobias de proteínas o la
    degradación de otros compuestos inclusos no nitrogenados.
    El olor dela trimetilamina del pescado o el ácido
    isovalérico de la mantequilla, por ejemplo suelen
    describirse como olores pútridos. La putrefacción
    producida por los clostridiums se acompaña de la
    formación de gas
    (hidrógeno y dióxido de carbono).

    Husmo. Este es un término aun mas inexacto que
    se aplica a cualquier olor o sabor anormal. El término
    "husmo del hueso" se refiere a cualquier agriado o
    putrefacción que esté próxima a los huesos,
    especialmente en jamones. Suele ser equivalente a
    putrefacción.

    Carnes frescas:

    En la mayor parte de las carnes frescas o curadas se hallan
    presentes las bacterias lácticas, principalmente las
    pertenecientes a los géneros Lactobacillus, Leuconostoc,
    Streptococcus, Brevibacterium, Pediococcus, que se desarrolla
    incluso a temperaturas de refrigeración. Un desarrollo
    limitado de las mismas no menoscaba de ordinario la calidad de la
    carne. En ciertos tipos de embutidos, salami, Líbano y
    Thuringer, se estimula, en cambio su crecimiento y la fermentación láctica producida. Las
    bacterias lácticas pueden ser, sin embargo, responsables
    de tres tipos de alteración: (1) viscosidad
    superficial o profunda, especialmente en presencia de sacarosa;
    (2) producción de color verde; (3) agriado a causa de una
    producción excesiva de ácidos, fundamentalmente
    ácido láctico.

    Hamburguesas.

    Las hamburguesas mantenidas a temperatura ambiente
    sufren ordinariamente la putrefacción; a temperaturas
    próximas a las de la congelación adquieren olor
    agrio. El agriado a temperaturas bajas está producido
    fundamentalmente por Pseudomonas, con las que colaboran algunas
    bacterias lácticas. En algunas muestras se multiplican
    Alcaligenes, Micrococcus y Flavobacterium. Cuando las
    hamburguesas se almacenan a temperaturas más elevadas se
    encuentran en ella numerosas especies de microorganismos, aunque
    no se han hecho estudios que diferencien entre la mera presencia
    y la multiplicación en ellos. Entre los géneros que
    se han encontrado figuran Bacillus, Clostridium, Escherichia,
    Enterobacter, Proteus, Pseudomonas, Alcaligenes, Lactobacillus,
    Leuconostoc, streptococcus, Micrococcus y Sarcina, y los mohos
    del género Penicillium y Mucor. También se han
    encontrados algunas levaduras.

    Salchichas de carne de cerdo:

    Las salchichas frescas se preparan fundamentalmente con carne
    de cerdo picada a la que se añaden sal y especias. Se
    vende así o embutida en tripas naturales o artificiales.
    Las salchichas de carne de cerdo constituye un alimento
    susceptible de alteraciones; deben por tanto conservarse bajo
    refrigeración y aun en estas circunstancias tienen una
    duración limitada. A las temperaturas de
    refrigeración entre 0 y 11 ºC, la alteración
    más probable es el agriado, que se ha atribuido a la
    multiplicación y producción de ácidos por
    Lactobacilos y leuconostocs, aunque a veces se multiplican a
    temperaturas ligeramente superiores Microbacterium y Micrococcus.
    Las salchichas de cerdo embutidas, y especialmente las de escaso
    calibre, se hallan sujetas durante el almacenamiento prolongado a
    la formación de mucílago en la superficie externa
    de la tripa y a la aparición de diversas manchas coloradas
    producidas por los mohos. El género Alternaria produce
    pequeñas manchas de color negruzco, en las ristras
    refrigeradas.

    Cecinas y otras carnes deshidratadas:

    La cesina sufre esponjamiento causado por especies
    pertenecientes al género Bacillus, agriado producido por
    numerosas bacterias; coloración roja causada por
    Halobacterium salinarium, o una especie roja del género
    Bacillus, y azul, debida a Pseudomonas Sincynea, Penicillium
    spinulosum (púrpura) y especies de levaduras
    pertenecientes al género Rhodotorula.

    En los Tarros de "chipped dried beef" (lonchas de carne
    deshidratadas) se produce a veces gas, lo que se ha atribuido a
    organismos aerobios desnitrificantes parecidos a Pseudomonas
    fluorescens. Los gases son
    óxido de nitrógeno. Algunas especies de Bacillus
    producen también en condiciones semejantes, dióxido
    de carbono.

    Embutidos:

    Los paquetes de salchichas pueden hincharse debido a la
    producción de CO2, en general por bacterias
    lácticas heterofermentativas. Eso ocurre cuando la
    cubierta es elástica e impermeable a los gases.

    En los embutidos de hígado y mortadela boloñesa
    pueden desarrollarse micrococos acidógenos del tipo
    Micrococcus candidus; en los embutidos de hígado se han
    encontrado también Bacillus en fase de
    multiplicación. Pueden desarrollarse igualmente
    leuconostoc y lactobacillus, que crecen a bajas temperaturas,
    produciendo un agriado que no se busca en la mayoría de
    los embutidos, pero convenientes en ciertos tipos, tales como
    líbano, Thuringer y Essex. El color rojo de los embutidos
    puede palidecer y transformarse en un gris yesoso que se ha
    atribuido al oxígeno
    y a la luz y puede ser
    acelerado por las bacterias. Las "coloraciones anilladas del
    frío" se han atribuido a oxidación,
    producción bacteriana de ácidos orgánicos o
    sustancias reductoras, a una cantidad excesiva de agua y a un
    tratamiento térmico insuficiente.

    Las bacterias reductoras de los nitratos dan lugar a la
    formación de gas (óxido nítrico) . El
    dióxido de carbono producido como una consecuencia del
    desarrollo de los gérmenes lácticos
    heterofermentativos se acumula e hincha las salchichas, a menos
    que el material en que se hayan embutido sea permeable al citado
    gas.

    Bacon

    Las partes del cerdo utilizadas para la producción de
    bacon y el tratamiento de las misma varía en los diversos
    países, por lo que también difieren los tipos de
    alteración y los gérmenes que lo producen. Las
    pancetas que se emplean en el procedimiento
    americano apenas si sufre alteraciones y al parecer salen del
    ahumador casi libres de mohos y levaduras y con un contenido bajo
    en bacterias. Ordinariamente aparece en ellas Streptococos
    faecalis, en virtud de la tolerancia a la
    sal y su capacidad de desarrollo a temperaturas bajas. Los
    microorganismos más importantes en el deterioro del bacon
    son los mohos, especialmente si se trata del producto cortado en
    lonchas, empaquetado y conservado en neveras domésticas.
    Al final del verano y principios de otoño son peligrosos
    los Aspergillus, Alternaria, Monilia, Oidium, Fusarium, Mucor,
    Rhizopus, Botrytis y Penicillium. Las pancetas saladas en seco y
    las de estilo Oxford presentan problemas microbianos. Cualquier
    enranciamiento sufrido se debe en general a causas
    químicas.

    El bacon en lonchas, cuando permanece en las envolturas sin
    abrir, sufre alteraciones principalmente debida a Lactobacilos,
    pero también pueden crecer micrococos y estreptococos
    fecales, especialmente si la envoltura es algo permeable al
    oxigeno. Después de abierto el paquete pude presentarse
    alteración debido a mohos.

    Jamón

    La alteración más frecuente en los jamones es el
    "agriado", término con el que se denominan numerosos tipos
    de alteración que oscilan entre la proteólisis
    inodora y la autentica putrefacción, con su repugnante
    olor a mercaptanos, aminas, indol, ácido
    sulfhidríco, etc., que puede ser causadas por numerosos
    gérmenes psicrohalóficos. Las especies que pueden
    ocasionarlos pertenecen, según Jersen (1954) a los
    siguientes géneros: alcaligenes, Bacillus, Pseudomonas,
    Lactobacillus, Proteus, Serratia, Bacterium, Micrococcus y
    Clostridium, a los que hay que añadir algunos
    estreptobacilus productores de sulfhidríco. los tipos de
    agriado se clasifican, de acuerdo con su localización como
    la médula tibial, del magro, de la rabadilla, de la
    médula del fémur y de la nalga.

    Cuando los jamones se curaban durante mucho tiempo era
    más común la putrefacción por Clostridium
    putrefaciens. Crece a temperaturas próximas a las de
    refrigeración y se desarrolla incluso a las temperaturas
    ideales de almacenamiento. La mayor parte de los gérmenes
    causantes del agriado no pueden iniciar su desarrollo a estas
    temperaturas, pero si continuarlo una vez iniciado a temperaturas
    más elevadas. La alteración de jamones curados por
    procedimientos
    caseros, sobre todo el agriado del magro, es de tipo
    proteolítico, putrefactivo o gaseoso a consecuencia del
    desarrollo local de diversas especies de Clostridium.
    Probablemente se multiplican antes o después del curado y
    su desarrollo no se ve afectado por la concentración de la
    salmuera utilizada.

    Los jamones ablandados, que han sido precocido y han sufrido
    un curado medio, son perecederos y deben protegerse contra la
    contaminación y deben conservarse refrigerados para
    impedir su alteración por microorganismos. Los jamones
    ablandados, manipulados inadecuadamente, pueden alterarse bajo la
    acción de cualquiera de las bacterias que alteran las
    carnes, entre ellas especies del género Proteus,
    Escherichia coli, etc., y los stafilococos productores de
    intoxicaciones alimenticias (Staphylococcus aureus).

    CONCLUSIÓN

    La carne por ser un alimento de alto valor proteico y de
    mayor consumo en el país; es necesario saber la manera en
    buen estado,
    así como la forma como se puede contaminar y deteriorarse;
    de igual forma también es también frecuente
    avisarse con los microorganismos causantes de su
    deterioro.

    Para una buena conservación de carne, es necesario
    trabajar higiénicamente desde el momento de la matanza,
    regirse por las normas
    higiénicas de tratamiento de carnes.

    Una buena sangría nos garantizará un menor
    desarrollo de microorganismos al igual que una buena
    desinfección de grupos de
    trabajo, también evitando el contacto con
    suciedades.

    Los factores que influyen más en el crecimiento
    Bacteriano son: la temperatura, humedad y pH; los microorganismos
    patógenos de las carnes, logran desarrollarse y deteriorar
    el producto solo teniendo los factores ya mencionados en las
    condiciones optimas para su desarrollo. La carne posee
    microorganismo, los cuales a temperaturas bajas – 0
    ºC, no pueden desarrollarse, también la falta de
    humedad impide su desarrollo. Es por esta razón que se
    debe contar con una buena refrigeración o
    congelación para la conservación de la misma;
    cuando se habla de extracción de humedad de el
    método tradicional antiguo (el secado), el cual consiste
    en aumentar el pH mediante la sal y extraer la humedad mediante
    el sol y el
    aire. Inactivando totalmente los microorganismos.

    Los microorganismos atacan la fibra de las carnes
    deteriorándolas totalmente, disminuyendo el valor proteico
    y convirtiéndolas en toxinas y excrementos.

    BIBLIOGRAFÍA

    FRAZIER, W. C. Microbiología de los alimentos. 3ª
    edición Española, Editorial Acribia, S.A. Zaragoza
    (España)

    Microbiología; PELCZAR/REID/CHAN, 4ª
    edición, Editorial Mc Graw-Hill impreso en México.

    Microbiología; PHILIP L. Carpenter, 2ª
    edición, Editorial Inter. Americana Impreso en México.

    Tratado de Microbiología: BURROWS William, 12ª
    edición, editorial Inter. Americana, Impreso en
    México.

    COLLINS MI Biol. Fimlt. 1964. Editorial Acribia Zaragoza
    (España)
    Métodos Microbiológicos

     

    Documento cedido por:

    JORGE L. CASTILLO T.

    Universidad Nacional Experimental

    De los Llano Occidentales

    Ezequiel Zamora

    UNELLEZ

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