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Cultura e Imagen Organizacional: Una Integración Necesaria




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    Cultura e Imagen
    Organizacional: Una Integración Necesaria

    1. ¿Qué es la Cultura
      Organizacional?
    2. Imagen Organizacional.
      Diferentes Conceptos
    3. Relaciones entre las
      Imágenes Pública e Interna

    Toda organización, para permanecer en el mundo
    de los negocios debe
    prever los posibles cambios o transformaciones a través de
    un equilibrio
    dinámico organización – entorno. Esta integración se observa en la imagen que tiene
    el medio sobre la
    organización, que será positiva o negativa en
    dependencia de la calidad con que
    la
    organización responda a las exigencias de ese medio.
    Esa capacidad de respuesta está fuertemente determinada
    por las características de la Cultura
    Organizacional existente.

    De aquí la importancia de estudiar la Cultura y la
    Imagen para dirigir adecuadamente el proceso de
    integración de la organización con el
    exterior.

    ¿Qué es
    la Cultura
    Organizacional?

    El concepto de
    cultura es
    nuevo en cuanto a su aplicación a la gestión
    empresarial. Es una nueva óptica
    que permite a la gerencia
    comprender y mejorar las organizaciones.

    Diversos autores la definen como:

    • "la cultura constituye el agregado interactivo de
      características comunes que influyen en
      la respuestas de un grupo humano
      a su medio".
    • Según Vigía Sathe: "La cultura es el
      conjunto de entendimientos importantes( generalmente no
      declarados) que los miembros de la comunidad
      tienen en común".
    • Davis(1993) plantea: "La cultura es la conducta
      convencional de una sociedad, e
      influye en todas sus acciones a
      pesar de que rara vez esta realidad penetra en sus pensamientos
      conscientes".
    • Según Fremont Kast y James Rosenzweig,
      "cultura es el pegamento social o normas que
      mantiene unida a una organización. Expresa los valores
      o ideales sociales y creencias que los miembros de la
      organización llegan a compartir manifestados en
      elementos simbólicos como mitos,
      rituales, historias leyendas y
      un lenguaje
      especializado".
    • Para Bro Uttal, "la cultura organizacional es un
      sistema de
      valores
      compartidos y creencias que interactúan con la gente,
      las estructuras
      de organización y los sistemas de
      control de una compañía para producir
      normas de
      comportamiento".
    • Harold Koontz la define como el patrón de
      comportamientos general, creencias compartidas y valores
      comunes de los miembros. La cultura se puede inferir de lo que
      dicen, hacen y piensan las personas dentro de un ambiente
      organizacional.
    • Para Harold J. Leavitt, la cultura se refiere a un
      conjunto completo de creencias, tradiciones, valores, reglas,
      expectativas y hábitos, con frecuencia inconscientes y
      ampliamente compartidos que caracteriza a un grupo
      específico de personas de una
      organización.
    • Edgar Schein llama cultura a un modelo de
      presunciones básicas –inventadas, descubiertas o
      desarrolladas por un grupo dado al ir aprendiendo a enfrentarse
      con sus problemas de
      adaptación externa e integración interna- que
      hayan ejercido la suficiente influencia como para ser
      considerados válidos y en consecuencia, ser
      enseñados a los nuevos miembros como el modo correcto de
      percibir, pensar y sentir esos problemas.
    • Delgado (1990) sostiene que la "Cultura es como la
      configuración de una conducta
      aprendida, cuyos elementos son compartidos y trasmitidos por
      los miembros de una comunidad".
    • Pümpin y García, citado por Vergara,
      definen la cultura como "..el conjunto de normas, de valores y
      formas de pensar que caracterizan el comportamiento del personal en
      todos los niveles de la empresa,
      así como en la propia presentación de la
      imagen".
    • Martina Menguzzato: " Conjunto de valores, creencias,
      actitudes,
      expectativas, racionalidades, aptitudes…, comunes a todos o
      por lo menos a la gran mayoría de los miembros de la
      empresa y que
      son otras normas implícitas que influyen sobre su
      comportamiento en el contexto de trabajo".
    • Ronnie Lessem, la conceptualiza como un todo integral
      formado por instrumentos y bienes de
      consumo,
      estatus constitucionales… ideas y oficios humanos, creencias
      y costumbres. Un vasto aparato en parte material, en parte
      humano y en parte espiritual, por el cual el hombre
      puede hacer frente a los problemas concretos y
      específicos que se le presentan.

    Los conceptos anteriores se pueden agrupar en tres
    clases:

    1. Los que definen la cultura como conjunto de juicios,
      creencias y valoraciones compartidas por los miembros de la
      organización.
    2. Los que definen la cultura como conjunto de conductas
      compartidas por los miembros de la
      organización.
    3. Los que integran las dos clases
      anteriores.

    Las autoras de este trabajo se inscriben en el tercer
    grupo debido a que se integran los diferentes tipos de elementos
    que constituyen la cultura y asumen el concepto
    planteado por Celia González y Maydé
    Oramas.

    Estas autoras definen la cultura como: "un conjunto de
    creencias o presunciones básicas y valores manifestados en
    normas, actitudes,
    comportamientos que orientan la conducta de los miembros y les
    permiten percibir, juzgar, sentir y actuar en las diferentes
    situaciones y relaciones de forma estable y coherente dentro de
    un ambiente
    organizacional".

    A continuación se realiza la definición
    operacional de los elementos que componen el concepto
    anterior.

    • Creencias o Presunciones Básicas que son
      definidas como "estructuras
      de pensamientos, elaboradas y arraigadas a lo largo del
      aprendizaje,
      que sirven para explicarnos la realidad"
    • Valores que son "una convicción o creencia
      estable en el tiempo de que
      un determinado modo de conducta o una finalidad existencial es
      personal o
      socialmente preferible a su modo opuesto de conducta o a su
      finalidad existencial contraria"
    • Normas que son "reglas de conducta
      consensuadas".
    • Actitudes que constituyen "una tendencia evaluadora
      -ya sea positiva o negativa- con respecto a personas, hechos o
      cosas. Las actitudes reflejan cómo nos sentimos con
      respecto a algo o a alguien y predicen nuestra tendencia a
      actuar de una determinada manera".
    • Comportamientos "que significan la manera de
      comportarse, la conducta".
    • Percibir es decir, recibir impresiones y conocer una
      cosa.
    • Juzgar que no es más que, realizar
      valoraciones críticas acerca de algo.
    • Sentir, que son respuestas emocionales de lo que se
      percibe.
    • Actuar, que no es más que poner en
      acción funciones
      propias del cargo.
    • Estable, es permanecer en el tiempo.
    • Coherente que tiene enlace unas con
      otras.

    Como se puede apreciar, los elementos esenciales que se
    consideran que conforman la cultura son las creencias y los valores.
    Ellos son el centro alrededor del cual giran todos las
    demás cualidades.

    Los VALORES constituyen uno de los puntos fundamentales
    a la hora de diagnosticar la cultura, porque es, de los
    esenciales, el elemento más visible de la misma. Es por
    ello que, los valores representan la base de evaluación
    que los miembros de una organización emplean para juzgar
    situaciones, actos, objetos y personas. Estos reflejan las metas
    reales, así como, las creencias y conceptos básicos
    de una organización y, como tales, forman la médula
    de la cultura organizacional. Los valores son los cimientos de
    cualquier cultura organizacional, definen el éxito
    en términos concretos para los empleados y establecen
    normas para la organización. Los valores proporcionan un
    sentido de dirección común para todos los
    empleados y establecen directrices para su compromiso
    diario.

    Las organizaciones
    poseen características que las hacen ser diferentes de
    otras, esa diferencia se puede percibir a través de la
    cultura que predomine en cada organización. Al respecto
    Davis plantea: "que las organizaciones al igual que las huellas
    digitales son siempre singulares".

    Puntualiza que poseen su propia historia, comportamiento,
    proceso de
    comunicación, relaciones
    interpersonales, sistema de
    recompensa, toma de
    decisiones, filosofía y mitos que, en
    su totalidad, constituyen la cultura.

    Por lo que la cultura en cada organización es
    única y exclusiva y permite un alto grado de
    cohesión entre sus miembros, siempre y cuando sea
    compartida por la mayoría.

    Según Enrique J. Diez, también se
    caracteriza por ser dinámica, esto quiere decir que, aunque
    posee cierta estabilidad, la cultura es esencialmente dinámica, siendo constantemente
    reinterpretados los valores y creencias y renegociados sus
    significados en función de
    los acontecimientos concretos que se van presentando y a los que
    hay que aplicar dichos valores y creencias. "La cultura es
    aprendida"; se adquiere por un proceso de aprendizaje. En
    dicho proceso interactúan dos fuerzas: la cultura social
    externa a la propia organización, pero de la que forma
    parte, tanto ella como los miembros que la componen, y la cultura
    propia de la organización, la cultura
    organizativa.

    El desarrollo de
    la cultura de una organización, pasa por las mismas fases
    de desarrollo que
    la organización. Este proceso se podría descomponer
    en tres grandes fases que corresponden a momentos de su evolución: surgimiento y primeros tiempos,
    expansión y madurez.

    Pero, además de ese cambio natural
    o evolución espontánea de la cultura
    organizacional, se puede hablar también del cambio
    consciente e intencional de la cultura organizativa, si es
    posible y de los factores que lo van a determinar.

    Los dos enfoques básicos en el acercamiento al
    fenómeno de la cultura organizacional (la cultura como
    algo que tiene la organización y la organización
    como cultura) suponen dos posicionamientos diferentes respecto al
    cambio cultural.

    Entre los primeros, los que consideran la cultura como
    una variable, se entiende que el cambio no sólo es
    posible, sino deseable. Los protagonistas de tal cambio son los
    directivos, los gerentes. Se debe hacer desde una perspectiva
    racional, intencional, controlada y para el cual caben una serie
    de estrategias
    efectivas y prácticas. Entienden el cambio como
    transformación de esa variable organizacional y que va a
    afectar al resto de variables de
    la organización: rendimiento, productividad,
    satisfacción, etc. La finalidad que se persigue con tal
    cambio, desde esta perspectiva, es lograr una mayor eficacia, un
    mayor rendimiento y productividad, a
    través de un control
    ideológico promovido desde la dirección.

    Para aquellos que se posicionan dentro de la
    concepción que entiende las organizaciones como culturas,
    el cambio también es posible. Pero es un proceso mucho
    más lento puesto que afecta a toda los aspectos de la
    organización, a la identidad de
    la misma. Es un proceso mucho más difícil de
    controlar y gestionar puesto que supone la implicación de
    todos los miembros de la organización de una forma activa
    y real, no sólo de la dirección como protagonistas
    y los miembros como objetos pasivos, puesto que la cultura
    emerge, según esta concepción, como un proceso de
    asignación compartida de significados a las experiencias
    colectivas. La finalidad que se persigue con este cambio es la
    mejora, negociada y consensuada entre todos los implicados, del
    funcionamiento de la organización

    Con respecto a lo planteado anteriormente por Enrique J.
    Diez las autoras coinciden con el segundo enfoque, el cual ve a
    la organización como cultura; porque al ser vista la
    cultura de esta forma supone la implicación de todos los
    miembros de la organización, ya que esta no separa
    directivos de subordinados sino que los relaciona de manera
    activa y real al interactuar con su entorno. En este enfoque el
    cambio es visto como un proceso mucho más lento, ya que es
    difícil cambiar valores, creencias, comportamientos,
    expectativas y patrones de conducta. Ese proceso requiere de
    mucho tiempo (de 5 a 10 años aproximadamente).

    El tema de la cultura ha sido muy debatido por diversos
    estudiosos. Edgar Schein, un clásico en el tema, en su
    libro "La
    Cultura Empresarial y el Liderazgo"
    estudia las presunciones básicas, las que denomina como
    esencia de la cultura. Para él los valores y conductas son
    solo manifestaciones de la misma.

    Para descubrir estas presunciones utiliza análisis históricos y la estudia a
    través del método de
    investigación acción
    participativa.

    A su vez, distingue varios niveles de cultura, a)
    supuestos básicos; b) valores o ideologías; c)
    artefactos (jergas, historias, rituales y decoración) d)
    prácticas. Los artefactos y las prácticas expresan
    los valores e ideologías gerenciales.

    Como ya se ha planteado en el presente trabajo, se
    considera que los valores son elementos esenciales al estudiar la
    cultura bajo la relación Directivo-Subordinado y
    también, un elemento fundamental que desde adentro de la
    organización influye en la información de la cultura, es el papel de los
    directivos o líderes.

    En el trabajo de
    Diploma "Cultura Empresarial. Importancia de su Estudio" de
    Elizabeth Iglesias y Yoanka Frías, se presentó la
    siguiente propuesta de estudio de la Cultura
    Organizacional.

    Estas autoras parten de que en toda organización
    existe un subsistema Decisor que representa a todos los
    directivos de la empresa y un
    subsistema Ejecutor integrado por los encargados de materializar
    el pensamiento
    del Decisor mediante un sistema de acciones
    coordinadas.

    Toda meta que la organización se propone y
    alcanza es un producto de la
    interacción estrecha que existen entre los subsistemas
    mencionados durante el proceso de planificación, organización, mando y
    control.

    Cada uno de estos subsistemas posee una cultura, ya que
    se diferencian en cuanto al papel que
    cumplen en la organización.

    Donde definen ambas culturas como:

    • Cultura Directiva (CD):
      Conjunto de valores, actitudes, comportamientos y creencias que
      la actividad del equipo directivo en general y del
      máximo directivo en particular, van creando,
      desarrollando con el decursar del tiempo en las empresas y que
      caracterizan su estilo, organización, disciplina,
      sentido de la orientación para conducir al éxito
      a la empresa.
    • Cultura no Directiva (CND): Refleja los valores,
      actitudes, comportamientos y creencias que van a estar
      determinados por las relaciones sociales que se establecen
      entre todos los miembros de una empresa,
      obviando su posición geográfica.

    La interacción entre estas dos culturas origina
    una cultura organizacional determinada. La CD se crea con
    el accionar cotidiano de los directivos de cualquier
    organización a través del tiempo y la CND se genera
    entre todos los miembros de la organización, dado el
    carácter social de esta.

    A partir de los valores como elemento esencial para
    estudiar la cultura bajo esta concepción, se estudia la
    forma en que se da la relación entre directivos y
    subordinados a la hora de evaluar los valores que existen en la
    organización.

     Para ver el
    gráfico seleccione la opción "Descargar"

     Figura 1: Relación y Concepción
    Técnico – Organizativa.

    1.5- Imagen
    Organizacional. Diferentes Conceptos.

    Las organizaciones que trabajan en busca de la
    excelencia desarrollan culturas de éxito para responder de
    forma eficiente a las exigencias del medio, creando una imagen de
    sí mismos que será percibida por el
    medio.

    A partir de esto se puede afirmar que ningún
    estudio de la cultura será completo si no se contrasta con
    la imagen que al exterior de la organización existe acerca
    de ella.

    El interés
    por la imagen tiene sus orígenes en el campo de marketing
    vinculado en un principio al producto y sus
    marcas, pues
    su teoría
    está firmemente arraigada en la noción de que el
    servicio y la
    actuación son tan buenas como el cliente piensa
    que lo son. Es por ello que, escuchar a los clientes
    constituye la regla de oro del marketing.

    Con posterioridad, el interés
    por la imagen se extiende al mundo organizacional en el que cobra
    especial connotación por el reconocimiento de la
    incidencia que tiene en el comportamiento que asumen los clientes
    (internos y externos) hacia la organización.

    Actualmente, las empresas
    reconocen su significativa importancia por su influencia en la
    confianza, permanencia y fidelidad del mercado y son
    conscientes, de que el
    conocimiento del comportamiento de este fenómeno en su
    organización, determina su futuro, favoreciendo la
    materialización de la estrategia
    empresarial, orientándolos en el inestable mundo del
    mercado y
    preparándolos para enfrentar los constantes cambios que
    suceden.

    Es por ello que la imagen ha sido abordada por
    diferentes autores, los cuales la definen según sus puntos
    de vista:

    • Nicholas Ind la define como: "la que tiene un
      determinado público sobre una organización a
      través de la acumulación de todos los mensajes
      que haya recibido".
    • Norberto Chávez la expresa como: "el
      fenómeno de opinión
      pública consistente en la lectura
      social de los atributos y valores de la de la
      institución, resultante del tipo de comunicación entablada entre ambos. Es la
      lectura
      pública de una institución, la
      interpretación que la sociedad o cada
      uno de sus grupos,
      sectores o colectivos, tiene o constituye de modo intencional o
      espontáneo."
    • B. Almazán la define como: "es algo que la
      identifica y lo reconoce inmediatamente".
    • J. Villafañe plantea que "…La imagen de
      una empresa es
      el resultado interactivo que un amplio conjunto de
      comportamientos de aquella producen en la mente de sus
      públicos". Es una representación
      isomórfica de la identidad de
      la empresa".
    • Ghaddra M. González la identifica la imagen
      como "… el resultado de todas aquellas experiencias,
      impresiones, creencias y sentimientos que poseen las personas
      sobre una empresa".
    • H. Mohamed plantea que "… es un conjunto receptor,
      cómo nos ven, cómo perciben aquéllas
      manifestaciones y qué valoración de ellas se hace
      por parte de una serie de audiencias o públicos objetivos.
      Representación de alguna cosa en la
      mente…".
    • Christian Grönroos dice que "… es un filtro
      que influye en la forma como se perciben las operaciones en
      la empresa."

    Al analizar las definiciones se puede apreciar que la
    imagen presenta un carácter
    subjetivo y global. Subjetivo, es decir intangible, porque puede
    ser visto como un concepto receptor, emisor o como un producto de
    las comparaciones que hacen las personas entre las expectativas y
    las experiencias. Global porque sintetiza la idea que existe
    sobre la organización, que será transmitida hacia
    los individuos, los que serán capaces de establecer
    valoraciones y juicios acerca de la misma.

    En este trabajo, la imagen organizacional constituye la
    valoración cualitativa que hace un público
    determinado acerca de la cultura de una organización y de
    sus diferentes elementos.

    Como ya se ha planteado, las autoras de este trabajo
    asumen la posición de que la organización en su
    integridad es cultura. Cultura organizacional es la manera en que
    la organización piensa, se expresa y hace.

    La cultura se define, en este trabajo, como: un conjunto
    de creencias o presunciones básicas y valores manifestados
    en normas, actitudes, comportamientos que orientan la conducta de
    los miembros y les permiten percibir, juzgar, sentir y actuar en
    las diferentes situaciones y relaciones de forma estable y
    coherente dentro de un ambiente organizacional.

    En este concepto pueden apreciarse, como plantea
    Salvador García, que en toda cultura organizacional
    existen dos niveles:

    1. "Nivel nuclear o implícito: constituido por
      las creencias o supuestos básicos y -sobre todo- los
      valores esenciales.
    2. Nivel explicito u observable, denominado el nivel de
      los "artefactos culturales", que está compuesto a su vez
      por otros dos niveles:
    • El nivel de lo que la empresa hace: procedimientos, conductas organigramas, rituales, tecnologías,
      etc.
    • El nivel más superficial de lo que la
      empresa aparenta que es a nivel de aspectos físicos e
      imagen externa en general: logotipos, edificios, zona de
      ubicación, etc."

    Por tanto, al hablar de imagen organizacional nos
    referimos en este trabajo a todos aquellos elementos de la
    cultura de la organización que sean visibles para los
    diferentes públicos de ella:

    1. Público Interno: Personas que forman parte
      de la organización.
    2. Público Externo: Personas que no forman
      parte de la organización, pero sí están
      estrechamente ligados a ella.

    Una forma de estudio que se adapta perfectamente a la
    visión que se define en este trabajo sobre la imagen de la
    organización es la propuesta por Justo Villafañe,
    quien plantea que la imagen de la organización está
    compuesta por tres dimensiones:

    • Imagen Interna o Autoimagen.
    • Imagen Externa.
    • Imagen Intencional.

    En el presente artículo se presenta nuestra
    concepción acerca de los indicadores a
    partir de los cuales se deben estudiar estas dimensiones y la
    forma en que se debe realizar el análisis integrado de estas
    categorías.

    La Autoimagen (Imagen Interna) de la organización
    consiste en las representaciones compartidas acerca de las
    cualidades y potencialidades de la
    organización.

    En la autoimagen organizacional participan dos indicadores:

    1. Aquellos aspectos de la organización en que
      las personas no coinciden forman parte de la imagen de la
      persona
      sobre la organización pero no de la autoimagen de la
      organización. En caso de que las representaciones
      sobre determinados aspectos de la organización sean
      opuestas, según el criterio de distintos grupos
      de personas, estas constituirán puntos de conflicto interno en la
      organización.

    2. Nivel de coherencia; está condicionado por la
      cantidad de rasgos, características en que los
      miembros de la organización coinciden con
      más frecuencias al valorar la misma.

      Una autoimagen desarrollada de la
      organización implica altos niveles de coherencia en
      cuanto a la calidad,
      debido a que esto permitirá o no que haya unidad
      para la acción.

      La calidad de la coherencia puede ser de dos
      tipos:

      1. Las actitudes derivadas de esto pueden ser de dos
        tipos:

        1. Conformismo, apatía,
          desinterés.
        2. Reconocimiento de dificultades y errores y
          actuar tratando de superarlos.
      2. Negativa: es decir, la mayoría de los
        miembros de la organización valoran como
        negativas determinadas cualidades que esta
        posee.

        Las actitudes derivadas también pueden ser de
        dos tipos:

      3. Positiva: es decir, la mayoría de los
        miembros de la organización valoran como positivas
        determinadas cualidades que esta posee.
      4. Conformista: la organización puede
        enamorarse de su producto o servicio, de las cualidades que posee y
        estancarse en su desarrollo porque deja de responder a
        las necesidades del mercado.

        La autoimagen organizacional puede ser
        adecuada o inadecuada. En el caso en que sea
        inadecuada, puede serlo por exceso o por
        defecto.

        Se clasificará en uno u otro caso en
        dependencia de si la organización evalúa
        sus rasgos culturales en función de en cuanto estos
        responden a las necesidades del mercado.

        Una autoimagen organizacional adecuada
        implicaría que la organización cree ser
        para el mercado lo que verdaderamente es.

        Una autoimagen organizacional inadecuada
        podría diagnosticarse en una de las siguientes
        clasificaciones:

      5. Optimista: ven esas
        cualidades como fortalezas y las aprovechan para
        continuar perfeccionando su respuesta a las necesidades
        del mercado.
      6. La organización se subvalora: es decir
        tiene muchas mejores cualidades de las que reconoce y
        valora.

        Como puede apreciarse la adecuación o
        inadecuación de la autoimagen organizacional
        solo puede ser establecida a partir de la
        definición de lo que es esta para los diferentes
        públicos que no forman parte de ella: clientes,
        distribuidores, proveedores, etc.

        A esta imagen que tienen los públicos
        externos acerca de la organización la llamamos
        Imagen Externa.

        La imagen externa son todas aquellas
        características de la organización que
        son identificadas y evaluadas (positiva o
        negativamente) de manera semejante por el
        público externo (sean o no compartidas estas
        imágenes).

        Las cualidades identificadas y evaluadas por
        el público externo a la organización
        pueden pertenecer al nivel explícito o
        implícito de la cultura, auque predominan las
        del nivel explícito.

        Esta imagen es un producto de la
        interacción entre la imagen ideal que posee un
        determinado público de una organización o
        servicio de este tipo (que está estrechamente
        relacionado con las necesidades de ese público)
        y las características que percibe de la
        organización o servicio que la hacen más
        o menos capaz de satisfacer estas necesidades y por
        tanto, los acercan o los alejan de ese
        ideal.

        También la imagen externa de una
        organización es un producto de la
        comparación que refleja el público del
        nivel en que la organización, producto o
        servicio satisface sus necesidades en
        comparación con el nivel en que las satisfacen
        otras organizaciones que ofrecen igual producto o
        servicio.

        Se puede concluir que los indicadores
        más importantes a la hora de evaluar la imagen
        externa serían:

      7. La organización se
        sobrevalora: es decir, cree tener mejores cualidades o en
        más altos niveles de expresión que los que
        tiene en realidad.
      8. Nivel de conocimiento que tiene el público
        sobre la organización y su producto o
        servicio.
      9. Nivel de coincidencia entre la imagen ideal y
        real que tiene el público acerca de
        organización y su producto o servicio.

        1.7-
        Relaciones entre las Imágenes Pública e
        Interna

        La organización debe lograr que estos
        dos tipos de imagen estén en estrecha
        relación. Es importante aclarar que, la
        interconexión entre estos dos tipos de
        imágenes es un resultado de los esfuerzos
        sistemáticos y conscientes por parte de la
        organización y que no se da fuera e
        independiente de la voluntad de esta, a la manera de
        las leyes o las regularidades.

        Para ello la organización emplea la
        Imagen Intencional que es la proyección que se
        ofrece de la empresa y el producto a través del
        hacer y el decir. Esta debe transmitirse a
        través de todos los
        medios de comunicación como un mensaje
        singular repetidamente. Este mensaje singular debe
        expresarse con símbolos, a través de
        medios escritos y audiovisuales, en la
        atmósfera, en acontecimientos
        sociales y por el propio personal.

        Se realiza a través de los siguientes
        medios
        de comunicación:

        1. Símbolos: Son aquellos que provocan
          un reconocimiento de la compañía o de
          la marca, se deben diseñar para su
          reconocimiento instantáneo. La
          organización debe escoger un objeto para
          simbolizar algún aspecto de calidad de la
          organización y el producto que ofrece o
          construir una imagen de marca a través de una persona famosa, color de identificación y, a
          veces, piezas específicas de sonido o de
          músicas.
        2. Medios escritos y audiovisuales: Los
          símbolos escogidos deben introducirse en la
          publicidad que comunica la
          personalidad de la empresa o de la marca a
          través de la historia, deben utilizarse de forma
          repetitiva y deben reflejar el tono de imagen que la
          empresa desea comunicar.
        3. Atmósfera: Aprovechamiento del
          espacio físico en el cual la empresa produce y
          entrega sus productos o servicios para comunicar las
          características del producto o servicio que
          ofrece (diseño correcto de sus
          edificios, colores, materiales y mobiliario).
        4. Acontecimientos: A través del
          patrocinio de diversos acontecimientos.
      10. Imagen
        comparativa.
    3. Calidad de la coincidencia: valoración
      positiva o negativa que se hace del contenido, la cual
      estará en dependencia de si esas cualidades, que
      consideran los miembros que posee la organización,
      permiten la satisfacción de las necesidades de los
      miembros, el cumplimiento de los objetivos
      de la organización y la respuesta adecuada a las
      exigencias del ambiente.

    La imagen intencional debe cumplir un papel
    orientador, informando al público externo las cualidades
    que tiene la organización y su producto que pudieran
    hacerlo más atractivo para ese público que busca
    satisfacer necesidades específicas e informar, al
    público interno, la imagen que tienen la
    organización y el producto en el público
    externo.

    De manera ideal la imagen pública o externa
    debe ser el centro de atención de la imagen interna. Se debe
    lograr que, internamente, se evalúen la
    organización y los productos o
    servicios,
    teniendo en cuenta el nivel en que estos satisfacen las
    expectativas del público. La imagen interna debe
    orientarse hacia aquello que es más valorado por el
    público acerca del producto, del servicio y de la
    organización, de manera que las acciones internas se
    dirijan a fomentar en el producto y en la organización
    estas cualidades. Hay que tener en cuenta que el personal es
    determinante en la formación de la imagen del producto,
    del servicio o la empresa ya que, los valores y las acciones
    que vive, los proyecta con acciones convincentes a los
    diferentes receptores de la institución.

    Esta relación entre la imagen interna y la
    externa puede manifestarse en cuatro formas distintas las
    cuales quedan expresadas en la siguiente matriz:

    MATRIZ IMAGEN INTERNA –
    EXTERNA

     Para ver el
    gráfico seleccione la opción
    "Descargar"

     Según la matriz se
    pueden dar las cuatro situaciones siguientes, para cada una de
    las cuales se recomiendan diferentes acciones de acuerdo al
    caso específico:

    Cuadrante 1: Imagen Interna Baja – Imagen Externa
    Alta (IIB-IEA).

    Se manifiesta cuando hay una baja coherencia entre los
    criterios de directivos y subordinados, es decir, existen
    criterios contradictorios al evaluar los elementos culturales.
    Sin embargo la Imagen que tiene el público acerca de los
    productos o servicios de la organización es
    buena.

    Pudiera darse en organizaciones de reciente
    creación o aquellas que hayan introducido un producto o
    servicio nuevo que cubre necesidades del mercado que hasta el
    momento no han sido satisfechas.

    Por tanto, estas organizaciones deben
    rápidamente hacer un fuerte trabajo interno para lograr
    ser coherentes en cuanto al reconocimiento de sus problemas y
    pasar al Cuadrante 4 o de lo contrario pasarían al
    Cuadrante 2.

    Cuadrante 2: Imagen Interna Baja –
    Imagen Externa Baja (IIB-IEB).

    Se manifiesta cuando hay una baja coherencia entre los
    criterios de directivos y subordinados, es decir, existen
    criterios contradictorios al evaluar los elementos culturales y
    la Imagen que tiene el público acerca de los productos o
    servicios de la organización es mala.

    Por tanto, la empresa debe primeramente lograr la
    coherencia entre todos los miembros de la organización,
    en cuanto al reconocimiento de los aspectos negativos de la
    Cultura que le impiden atender y solucionar adecuadamente las
    necesidades de los clientes, para pasar de esta manera al
    Cuadrante 3 y luego poder pasar
    al 4.

    Cuadrante 3: Imagen Interna Alta –
    Imagen Externa Baja (IIA-IEB).

    En este Cuadrante pueden darse 3
    situaciones:

    1. Existe unidad de criterios en directivos y
    trabajadores, planteando ambos que la Cultura Organizacional
    tiene muy buenas cualidades (Coherencia Alta con Calidad Buena)
    y la Imagen Externa es baja.

    Esto puede darse en organizaciones que a pesar de que
    trabajan muy bien internamente, han descuidado el trabajo
    con su imagen intencional, lo que ha redundado en una Imagen
    externa baja, debido al poco conocimiento
    que existe en el público acerca de su producto o
    servicio. Estas organizaciones tendrán que dedicarse a
    realizar un intenso trabajo en su imagen intencional a
    través de la asignación de recursos y
    esfuerzos a la
    comunicación dirigida a dar a conocer las cualidades
    que tiene su producto o servicio apreciadas por su
    público consumidor.

    También puede ocurrir que la
    organización se evalúa muy bien internamente sin
    tener en cuenta el criterio de su público consumidor,
    para el cual el producto o servicio que ofrece dicha empresa,
    no tiene las cualidades que él desearía
    encontrar. En este caso, la organización debe reajustar
    su Imagen Interna en función de lo que plantea su
    público y tratar de incorporarle a su producto o
    servicio las cualidades que este desea.

    2 y 3. Las dos situaciones restantes, se dan cuando la
    Coherencia es Alta con Calidad Regular y Mala, es decir, cuando
    existe un alto nivel de coincidencia en el reconocimiento, por
    parte de directivos y subordinados de los problemas que
    existen. Por tanto, primeramente la organización debe
    atender como, los mismos, afectan la satisfacción de las
    necesidades del consumidor y trabajar buscando solucionar los
    problemas para luego comenzar a comunicar al consumidor los
    beneficios que pudiera encontrar en el producto o servicio de
    la empresa, pasando así al Cuadrante 4.

    Cuadrante 4: Imagen Interna Alta –
    Imagen Externa Alta (IIA-IEA)

    Al igual que en el Cuadrante anterior, pueden darse
    tres situaciones:

    1. Estado
    Ideal: Existe una Alta Coherencia entre directivos y
    trabajadores, al considerara que las cualidades culturales y la
    Imagen Interna son muy buenas. Sin embargo, la
    organización debe trabaja para mantener y perfeccionar s
    Imagen Interna y Externa, siempre tomando la Imagen Externa
    como criterio fundamental para realizar los ajustes
    necesarios.

    2 y 3. En los otros dos casos, existe una alta
    coincidencia entre directivos y subordinados, al considerar que
    se presentan problemas internos y la Imagen Externa es
    buena.

    Esto puede ocurrir en organizaciones que a pesar de
    confrontar algunos problemas internos tienen una Imagen
    positiva bien establecida en su público. Esto
    implicará que la organización debe reflexionar en
    cómo sus problemas internos pudieran afectar la Imagen
    Externa y establecer acciones para solucionarlos y de esta
    forma evitar que la organización retroceda al Cuadrante
    3.

    Imagen Interna Alta o Baja – Imagen
    Externa Media (IIA o B-IEM):

    Para el caso de que la Coherencia sea Media (Imagen
    Interna), la ubicación de la organización pudiera
    observarse entre los Cuadrantes 2 y 3 ó 1 y
    4.

    Cuando existe una Coherencia Media, independientemente
    de su calidad, la tarea sería hacer un fuerte trabajo
    interno para lograr incrementarla y pasar de este modo al
    Cuadrante 3 ó 4. Una vez logrado esto, deberá
    realizar las acciones indicadas para cada uno de
    ellos.

    Imagen Interna Media- Imagen Externa
    Alta o Baja (IIM-IEA o B):

    Cuando la Imagen Externa sea Media la ubicación
    de la organización pudiera observarse entre los
    Cuadrantes 1 y 2 ó 3 y 4. En el primer caso, las
    acciones más adecuadas serían las mismas que han
    definido para las organizaciones que se encuentren en el
    Cuadrante 2. En el segundo caso, las acciones a realizar
    serían las indicadas para el Cuadrante 3.

    Podemos afirmar a partir de todo lo expuesto en el
    presente trabajo que existe una relación indisoluble
    entre la imagen que proyecta la organización y la
    cultura que la sustenta debido a que sus cualidades culturales
    determinan si esta está o no orientada al
    mercado.

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      Pirámide, 1993. – p. 100.

     

    MSc. Mirlandia Valdes Florat

    Lic. Elizabeth Iglesias Huerta

    MSc. Vivian Gaviero Gutiérrez

    Centro de Estudios de Dirección Empresarial y
    Territorial, Facultad de Economía, Universidad
    de Camagüey.

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