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La Frontera Chaco-Salteña desde una perspectiva geográfica y antropológica




Enviado por fernandobonfanti



    La identidad en
    un área de contacto interprovincial

    1. Resumen
    2. Frontera e identidad: desde una
      perspectiva geográfica y
      antropológica
    3. La
      región
    4. Consideraciones generales del
      límite trazado entre Salta y Formosa
    5. Trazado de límite entre
      el territorio nacional del Chaco y la provincia de
      Salta
    6. El proceso de ocupación
      del espacio
    7. La población y las
      actividades económicas en el área de
      estudio
    8. Conclusión
    9. Referencias
      bibliográficas
    10. Bibliografía

    RESUMEN:

    El presente trabajo de investigación tiene como objetivo
    identificar las problemáticas que encierran los espacios
    denominados Fronteras, específicamente en la frontera
    Chaco-salteña, con el fin de conocer sus características culturales y
    socio-económicas.

    Comenzamos considerando que un rasgo distintivo de las
    áreas de fronteras es imaginarlas como espacios complejos
    donde interactúan constantemente pueblos con marcadas
    diferencias culturales, económicas y sociales, que le
    transfieren actividades propias.

    Y en donde la convivencia cotidiana no se traduce
    necesariamente para la población local en una
    identificación compartida o "identidad
    fronteriza", sino que la propia dinámica de la interacción cotidiana
    puede plantear roces y conflictos.

    INTRODUCCIÓN

    El presente trabajo denominado "La Frontera",
    está encuadrado dentro del marco de la cátedra
    Introducción a las Ciencias
    Antropológicas, y tiene como objetivos
    específicos: La fundamentación de los criterios
    utilizados por la Antropología y la Geografía para
    determinar una frontera; la identificación de las
    problemáticas que encierran los espacios denominados
    Fronteras; y posteriormente, la aplicación de estos
    conocimientos teóricos- metodológicos a la frontera
    Chaco-salteña con el fin de conocer las características socio-económicas y
    culturales, y las problemáticas fronterizas propias de
    dicha región.

    La metodología de trabajo se ha realizado en
    base a las siguientes actividades:

    • Búsqueda bibliográfica y estadística referida a la temática
      Frontera, propuesta por la cátedra.
    • Elaboración del marco
      teórico teniendo en cuenta la bibliografía
      consultada.
    • Delimitación del espacio de estudio
      circunscripto entre los departamentos Rivadavia (Salta);
      Matacos y Ramón
      Lista (Formosa) y General Güemes y Almirante Brown
      (Chaco).
    • Elección de la cartografía en escala
      1:3.000.000
    • Normalización de la información estadística para la confección de
      gráficos de análisis que permitan visualizar y
      establecer diferenciaciones referentes a la
      organización socio-económica de la población.
    • Representación cartográfica del
      área de estudio.
    • Elaboración del informe
      final.

    Finalmente, es importante aclarar que para una mejor
    comprensión del espacio objeto de estudio el trabajo ha
    sido dividido en tres partes: 1) "Frontera e Identidad: desde una
    perspectiva geográfica y antropológica"; 2) El
    proceso de
    ocupación del área en estudio y 3) Las actividades
    económicas y humanas de la región.

    1° PARTE

    "FRONTERA E IDENTIDAD: DESDE UNA
    PERSPECTIVA GEOGRÁFICA Y
    ANTROPOLÓGICA"

    Para poder abordar
    la temática de este trabajo es importante señalar
    que, desde nuestra perspectiva disciplinar, espacio y tiempo
    constituyen los dos conceptos básicos a partir de los
    cuales podemos analizar toda organización territorial.

    El espacio es concebido como una expresión y
    parte constitutiva de los procesos
    sociales, por lo tanto es un producto de la
    acción humana materializada en formas u objetos
    geográficos. Es decir que el espacio constituye una
    realidad objetiva, un producto
    social en permanente proceso de
    transformación.

    Al mismo tiempo el espacio
    entra en los procesos
    sociales dándole especificidad, en función de
    su propia particularidad. La posición, el sitio y las
    formas naturales, interactúan con el proceso social, dando
    lugar a realidades específicas, a procesos sociales
    concretos y a organizaciones
    territoriales particulares.

    Un espacio geográfico concreto en un
    momento dado y con límites
    precisos, constituye un territorio. Es un área delimitada
    sobre la que se ejerce una acción de apropiación.
    La delimitación cumple la función de
    demarcación del ámbito de acción para
    "afectar, influenciar y controlar personas, fenómenos y
    relaciones".

    Entonces territorio implica posesión, uso y
    control. La
    posesión está definida por un límite
    preciso, por una línea demarcatoria que constituye una
    forma simbólica de comunicar a los demás la
    posesión de una porción de la superficie terrestre,
    ya que ella no es tangible ni observable en el territorio, pero
    existe. Pero eso no es frontera, ya que el límite
    político-administrativo que separa las tres provincias en
    estudio es solo una línea convencional, por lo tanto no
    puede ser habitada. Por el contrario la frontera, ocupa una
    franja y constituye un área que puede o no estar poblada y
    en donde se desarrollan algunas actividades de
    intercambio.

    La convivencia cotidiana en una zona fronteriza no se
    traduce necesariamente para la población local en una
    identificación compartida, en una "identidad fronteriza",
    sino que la propia dinámica de la interacción cotidiana
    plantea en muchos casos, por el contrario, un crecimiento de los
    roces y los conflictos.

    Un rasgo distintivo de las fronteras o áreas de
    fronteras es considerarlas como espacios complejos donde
    interactúan constantemente pueblos con marcadas
    diferencias culturales, económicas y sociales, que le
    transfieren actividades propias no fáciles de ser
    evaluadas u ordenadas por los poderes centrales bajo cuya
    jurisdicción se hallan.

    Edmund Leach afirma que, los habitantes de zonas
    cercanas tenderán a mantener relaciones mutuas sin
    importar sus atributos culturales. Dentro de esas relaciones que
    atraviesan las fronteras culturales se encuentra implícita
    una estructura
    social; y es que justamente "el mantenimiento
    y la insistencia en la diferencia cultural puede convertirse en
    una acción ritual que manifiesta las relaciones
    sociales".

    Desde la perspectiva de la geografía política interesa
    específicamente dos tipos de fronteras; aquellas que
    representan límites en
    la relación entre el hombre y el
    medio físico y aquellas que reflejan la línea de
    contacto entre sociedades en
    un momento. La frontera política representa
    un límite coyuntural histórico, o lo que es lo
    mismo, un momento del equilibrio
    dinámico del proceso histórico. (Joan-Eugeni
    Sánchez, 1992: 174)

    "Las zonas de fronteras son espacios donde el Estado y
    sus instituciones
    intentan imponer su control
    político e ideológico; son zonas que definen la
    pertenencia y/o exclusión de los grupos. La
    frontera es el límite territorial de la Nación
    (o de una provincia en este caso) y es donde emerge lo regional y
    confluye lo transnacional". En el caso particular de nuestro
    país los grupos
    indígenas han sido empujados a las zonas de frontera, es
    decir a aquellas zonas consideradas como territorios
    "vacíos", con ecologías y economías
    precarias.

    El concepto de
    frontera se aplica a aquel tipo de límites móviles,
    que pueden ser ultrapasados o modificados, en la medida en que se
    espera que pueda ser superado por algún miembro de la
    especie humana. En este sentido la frontera muestra la
    situación correspondiente a un momento dado, ya que puede
    haber sido distinta en el pasado, o serlo en el futuro. La
    difusión o la conquista territorial serán
    mecanismos modificadores de límites
    fronterizos.

    Si consideramos las relaciones sociales, tal como lo
    afirma Fredrik Barth, puede hacerse un análisis de la frontera en sentido
    metafórico. En este sentido, el autor señala que
    las fronteras son situacionales y no primordiales, y que la
    etnicidad puede ser mejor comprendida si se la analiza como una
    cuestión de organización social. Todos estos aspectos
    pueden claramente aplicarse al análisis de la "frontera"
    existente entre el sector oeste de las provincias de Formosa y
    Chaco y el este salteño, ya que esas fronteras no son
    naturales ni esenciales, son producto de acuerdos
    históricos que surgieron de relaciones de fuerza entre
    lo que anteriormente eran Territorios Nacionales
    (específicamente Chaco y Formosa) y su relación con
    las poblaciones locales; así, las identificaciones
    diferenciales que surgen y se negocian en la frontera no son
    producto de una "realidad anterior" de pueblos étnicamente
    homogéneos, sino que se vinculan a intereses de
    poblaciones locales y a sus necesidades de organización
    social; los "rasgos" culturalmente compartidos con los otros
    ciudadanos que habitan esos espacios que los diferencian de
    localidades de provincias vecinas o, por el contrario, los
    compartidos con la localidad cercana que los diferencian del
    resto de los ciudadanos de su propia provincia, podrán ser
    acentuados en diferentes circunstancias históricas en
    relación a contextos e intereses
    específicos.

    En el espacio fronterizo existente entre los
    departamentos en estudio habitan distintos grupos
    sociales, con diferentes culturas, tal es el caso de tobas,
    matacos, wichis, entre otros; lo cual nos lleva a considerar el
    concepto de
    Identidad. Ésta se define como el efecto de
    significación que producen determinados mensajes en su
    circulación. A fin de explicitar esto será
    necesario desarrollar las cualidades que requiere ese mensaje
    para llegar a producir ésta
    significación.

    Uno de los elementos que está presente en la
    caracterización es el grupo social
    por donde transita el mensaje; por lo tanto todo grupo queda
    configurado por el mensaje y se extiende hasta donde circula el
    mismo. Por lo tanto no se determina a priori por la
    localización geográfica de los actores, ni por la
    capacidad adquisitiva que tengan, ni por los condicionamientos
    que genere la estructura
    socio-económica, y ni tampoco por el origen étnico
    de sus integrantes. Como todo grupo social interactúa con
    otros y en ésta interacción construye
    simbólicamente la imagen que tiene
    de sí mismo y de los otros con los que está
    relacionado. A su vez, cada uno de estos grupos está
    inserto en un ámbito físico y social, y sobre ellos
    repercuten el contexto histórico y los requerimientos del
    sistema social
    que los engloba.

    Por lo tanto la identidad cultural se refiere a la
    especificidad de los rasgos culturales que caracterizan a un
    grupo. Por ejemplo la lengua afirma
    la identidad étnica porque hace que los grupos se
    diferencien y al mismo tiempo que se identifiquen.

    LA
    REGIÓN

    Dentro de nuestro espacio de estudio existen diferentes
    áreas o regiones resultante de los heterogéneos
    procesos geohistóricos que se han dado sobre
    ellas.

    Profundizando el contenido de lo que se entiende por una
    región, se puede decir que se corresponde con aquella
    superficie sobre la cual domina un género de
    vida funcionalmente coherente, entendiéndose por género de
    vida la relación histórica resultante de la
    interacción entre el medio físico y
    biológico, y la vida del hombre. Se
    trataría de un área en la cual la naturaleza pone
    los elementos y el hombre, en
    su historia, los
    organiza.

    Es conveniente aclarar que la región es el
    producto de una generalización geográfica de
    aquellos factores más relevantes o dominantes de un
    área, su identidad radica en un cierto grado de
    homogeneidad relativa o funcionalidad coherente.

    Si el estado
    región es considerado como un objeto cambiante, que se
    expande o retrotrae de acuerdo a los juegos de
    fuerzas que actúan interna y externamente, es primordial
    comprender la función que en ese esquema cumplen las
    fronteras.

    La problemática de las definiciones fronterizas
    ha dejado de apoyarse en meras consideraciones de orden natural,
    para convertirse en el complejo estudio de relaciones políticas,
    étnicas, administrativas, estratégicas y
    económicas.

    CONSIDERACIONES
    GENERALES DEL LÍMITE TRAZADO ENTRE SALTA Y
    FORMOSA:

    La zona limítrofe Salta-Formosa es un área
    alejada de todo recurso, careciendo de agua
    permanente al separarse de los ríos Teuco y Pilcomayo, ya
    que los pocos madrejones o lagunas existentes son temporarios.
    Debido además a la naturaleza de los
    montes, impenetrables en su mayoría, donde hasta hace poco
    no había penetrado aún el hombre
    civilizado, las picadas exigen un trabajo lento y
    difícil.

    Topográficamente podemos decir que la
    línea divisoria entre las provincias de Formosa y Salta
    atraviesa por terreno de nivel sensiblemente constante sobre el
    mar, por dos zonas bien distintas:

    La primer zona comprende desde la ribera del
    río Teuco hasta llegar a los campos denominados de "El
    Chorro", próximo al hito N° 20. Esta región
    está cubierta de una selva impenetrable, sirve de guarida
    a los indios montaraces y solo a fuerza de
    hacha, machete y energía puede abrirse paso el
    hombre.

    La segunda zona se extiende desde las
    proximidades del hito N° 20 hasta el río Pilcomayo,
    está formada por campos de bosques ralos, en su mayor
    parte de tusca, cruzados por algunas fajas de monte fuerte que
    generalmente se extiende de noroeste a sudeste.

    Hasta hoy, los pocos pobladores que se han establecido
    en aquellos lugares lo han hecho en sectores donde las lluvias de
    verano les proporciona agua, que en
    algunos madrejones o lagunas se conserva todo el año.
    Algunos aborígenes aprovechan la tierra para
    sus sembrados durante las primeras lluvias, obteniendo buenas
    cosechas de maíz,
    zapallo, porotos, melones, sandías, etc.

    La vialidad es fácil por el camino que va hasta
    la Colonia "Buenaventura" e intercepta la línea divisoria.
    La picada del meridiano, al ser una línea recta, evita las
    innumerables vueltas y los pobladores la utilizan para sus
    haciendas y cargueros por representarles una gran economía de camino.
    Atraviesa también la línea divisoria una serie de
    sendas de población nativa o aborigen, algunas de las
    cuales conducen a madrejones donde generalmente se encuentran sus
    tolderías.

    TRAZADO DE
    LÍMITE ENTRE EL TERRITORIO NACIONAL DEL CHACO Y LA
    PROVINCIA DE SALTA:

    Según la ley N° 1532
    del 16 de octubre de 1884, ha quedado fijado el límite
    oeste del Territorio del Chaco con Salta por dos líneas
    rectas, la primera como prolongación hacia el sur del
    deslinde oeste del Territorio de Formosa, desde el Fuerte
    Belgrano hasta su intersección con el cauce del río
    Bermejo, y la segunda, una línea que partiendo de este
    último punto siga con dirección a Barrancas, sobre el río
    Salado.

    2° PARTE:

    "EL
    PROCESO DE OCUPACIÓN DEL ESPACIO
    "

    1. EL CONTACTO ENTRE LAS DIFERENTES
      CULTURAS:

          Denominamos fronteras
    étnicas aquellas que durante la época colonial
    -siglos XVI-XVIII- y gran parte de la independiente -siglo XIX-
    pusieron en contacto a diferentes culturas en el espacio que con
    el tiempo, constituiría el territorio
    argentino.

          Este contacto se dio a
    través de luchas entre las culturas, movidas no solo por
    el interés
    de expandirse unas sobre las otras, sino por el de conquistar,
    ocupar el territorio del "otro" y explotar sus riquezas. Se
    trataba entonces, de una lucha tanto simbólica como
    material, en la que entraban en juego
    elementos étnicos.

    Por su parte los indígenas no tenían la
    noción de continente como los europeos, sino un sentido de
    pertenencia que no iba más allá de su comunidad
    inmediata; en tanto que desde el punto de vista de la
    subsistencia y el desarrollo
    tecnológico, algunos vivían como
    cazadores-recolectores (Guaycurúes, Patagones y Onas,
    entre otros) y otros se habían transformado en
    agricultores (Guaraníes, Timbúes, Comechingones).
    Esta amplísima variedad de situaciones trató de ser
    homogeneizada por el dominio español,
    el cual, durante tres siglos de permanencia fue configurando una
    nueva organización política, económica y
    socio-cultural sobre el mundo indígena.

          Por ejemplo, los
    españoles pudieron someter rápidamente a los
    indígenas del Noroeste – Atacamas, Humahuacas, Diaguitas y
    Calchaquíes – y del Litoral -Guaraníes – porque
    vivían en asentamientos estables, ya que dependían
    para su mantenimiento
    de la agricultura y
    el pastoreo, y estaban habituados a regímenes de trabajo
    regulares. Llamados por los españoles, "indios
    bárbaros o salvajes" habitaban las fronteras.

          En las zonas de fronteras
    se establecieron contactos de todo tipo entre españoles e
    indígenas. La guerra fue la
    situación más frecuente entre los siglos XVII y
    XVIII. Como las fronteras eran enormes, desconocidas y
    difíciles de defender, tanto en el Chaco – fronterizo con
    las ciudades de Salta, Jujuy, Santa Fe- como en las planicies de
    Buenos Aires,
    Córdoba y Mendoza, los españoles construyeron
    durante el siglo XVII fuertes militares para defender, de las
    incursiones indígenas, los territorios por ellos
    ocupados.

    Además de las relaciones bélicas, en las
    fronteras se establecieron vínculos comerciales entre los
    indígenas y españoles, por medio de las cuales los
    primeros, vieron quebrarse el principio de reciprocidad y
    redistribución propio de sus comunidades – intercambios
    entre las tribus de acuerdo a lo que cada una necesitaba y
    producía -, para comenzar a participar forzosamente de una
    economía
    de mercado
    monetizada.

    También en las zonas fronterizas, el avance de
    los españoles estuvo apoyado por la presencia religiosa.
    Durante los siglos XVII y XVIII, Franciscanos y Jesuitas
    establecieron reducciones aborígenes en las fronteras:
    eran establecimientos religiosos donde los indígenas
    vivían en forma permanente, trabajaban la tierra y eran
    introducidos en la fe católica.

          Los casos
    mencionados hasta aquí son ejemplos de las
    multifacéticas relaciones establecidas entre los
    indígenas y sus conquistadores; en el sentido de que cada
    contacto entre etnias – haya sido más o menos violento –
    implicó poner frente a frente cada una de estas culturas y
    su inevitable interacción.

          Luego, en la etapa
    independiente, los espacios de fronteras configurados durante el
    siglo XIX, implicaron la interacción entre la
    "oligarquía" y los sectores subalternos a ella, el gaucho
    en las áreas rurales y los inmigrantes
    europeos.

          Toda esta
    interacción constituía un sector muy
    heterogéneo, tanto desde lo étnico como desde lo
    cultural; el gaucho pareció configurar un tipo cultural
    más definido.

    B) LA CONQUISTA DEL CHACO ARGENTINO

    La región chaqueña demandó
    más de 300 años para su conquista y poblamiento
    definitivos. Su historia reconoce como ejes
    fundamentales: la conquista militar (1870 – 1912), la
    explotación forestal taninera y la colonización
    agrícola.

    El Gran Chaco Argentino abarcó en ese tiempo, las
    superficies de las actuales provincias de Formosa, Chaco,
    nordeste de Santa Fe, nordeste de Santiago del Estero y este de
    Salta.

    Los vestigios de ocupación humana en el
    Impenetrable se remontan al período hispánico. Los
    restos de vasijas hallados cuando se realizaban los trabajos de
    apertura de las picadas que delimitan las fronteras
    interprovinciales del Chaco, y en el camino de Taco Pozo a Nueva
    Población, indican la existencia de asentamientos
    indígenas ubicados en las márgenes de antiguos
    cauces del Río Juramento, desaparecidos
    actualmente.

    Se dice además, que numerosos grupos
    indígenas se internaban en el monte en busca de cera y
    miel, artículos que incentivaban al comercio.

    El proceso de ocupación que ha dado a este
    espacio su conformación actual se inició en la
    segunda mitad del siglo XIX y se desarrolló desde tres
    ámbitos:

    1. Desde Salta, una corriente pobladora ocupó
      principalmente el sector comprendido entre el antiguo cauce
      del Río Bermejo y el Teuco al norte y las tierras
      situadas a lo largo de la línea Barilari, al
      oeste.
    2. Desde Santiago del Estero, el poblamiento
      partió de las áreas adyacentes al Río
      Salado y se asentó sobre todo en las zonas del oeste
      (en torno a
      Taco Pozo) y sudeste (en las cercanías de Pampa del
      Infierno y Juan José Castelli).
    3. Desde el interior del Chaco y se instaló en
      el sector próximo a las colonias
      agrícolas.

    Esta región presenta características
    geográficas que han influido en la instalación
    humana y en la historia de sus comunidades. Esta gran planicie,
    de clima
    subtropical, presenta tres subregiones, de las cuales solo una
    afectaría a los departamentos fronterizos entre Salta,
    Formosa y Chaco: la región del Chaco Árido
    Occidental; con precipitaciones inferiores a 600 mm anuales,
    tierras áridas y salinas. Una parte de su superficie se
    encuentra cubierta por la masa boscosa del
    Impenetrable.

    B1) El poblamiento del área
    Teuco-Bermejito:

    En la segunda mitad del siglo XIX se aceleró el
    avance poblador hacia el este desde Salta a lo largo de los
    cursos de los
    ríos Teuco y Bermejo. Fueron la vanguardia de
    esta expansión los misioneros Franciscanos, quienes a
    partir de 1857 fundaron cinco reducciones de las cuales
    sólo permanecieron las de Esquina Grande y
    Concepción, de indios matacos, hasta que en 1875 un
    desborde excepcional del Bermejo las arrasó. Los sucesivos
    gobiernos de Salta establecieron una línea de fortines
    adelantando la frontera a lo largo de las vías fluviales.
    Así surgieron los fuertes Aguirre (1864), Gorriti (1867),
    Güemes (1867) y Belgrano (1867 y reconstruido en
    1867).

    Este extenso ámbito era ocupado por hacendados,
    quienes en una continua búsqueda de nuevas tierras de
    pastoreo se dirigían hacia el este hasta en el territorio
    de la provincia del Chaco. Es así que el área
    comprendida entre el Teuco y el Bermejo comenzó a poblarse
    de puestos ganaderos.

    La ocupación militar del Chaco no dejó,
    sin embargo, de tener efectos en el poblamiento del área.
    Los fortines Lavalle, Warnes, Arenales, etc. que se levantaron a
    lo largo del río Bermejo, al norte de su confluencia con
    el Teuco, formando parte de la línea de puestos militares
    a partir de 1884, brindaron seguridad contra
    los asaltos indígenas y atrajeron los hacendados. Estos
    levantaban sus viviendas en las cercanías de los fortines.
    Además las fuerzas del ejército abrieron picadas y
    construyeron puentes que facilitaron las comunicaciones. No obstante estas obras se
    perdieron por el abandono de que fueron objeto por parte de los
    pobladores al retirarse la
    administración militar.

    La creciente importancia adquirida por el poblamiento a
    lo largo del Bermejo, determinó el 9 de mayo de 1890, la
    creación del extenso departamento de Caaguazú. El
    mismo se extendía desde el meridiano de 60° O hacia el
    oeste hasta los límites con Salta y Santiago del Estero.
    Comandancia Frías era el asiento de la nueva
    división administrativa.

    B2) El poblamiento al sur del río
    Bermejo

    En el extremo occidental, el movimiento de
    ocupación espontánea principió cuando los
    hacendados santiagueños instalados en las cercanías
    del río Salado avanzaron desde fines del siglo XIX, en
    busca de nuevas tierras de pastoreo. Esta penetración
    progresiva de puestos ganaderos se dirigió hacia el este y
    hacia el norte internándose en El Impenetrable hasta
    introducirse en el actual departamento Almirante Brown en las
    primeras décadas del siglo XX. Simultáneamente,
    grupos de hacendados salteños cruzaban la línea
    Barilari a través de las picadas abiertas en ella e
    instalaban sus puestos a lo largo de la frontera chaco
    salteña.

    A este avance inicial de la actividad se sumó
    más tarde la de la explotación forestal. Esta
    última ya se realizaba desde tiempos remotos pero
    adquirió importancia económica con la construcción del ferrocarril de
    Barranqueras (Chaco) a Metán (Salta). Esta vía de
    comunicación estimuló la
    instalación de obrajes en la parte sur del Impenetrable al
    facilitar el transporte de
    la madera
    extraída.

    En 1913, se habilitó la estación de Taco
    Pozo, que dio origen a la importante población del mismo
    nombre, situada en el extremo occidental de la provincia del
    Chaco.

    Ha sido también de gran influencia en la
    ocupación del ámbito occidental chaqueño, la
    apertura de la picada que une las localidades de Taco Pozo y
    Nueva Población, destinada a facilitar el traslado de
    hacienda del área del Bermejo y a ocupar en forma
    más efectiva ese amplio espacio poco explorado.

    En el sector oriental del Impenetrable chaqueño
    se instaló otro frente poblador proveniente del interior
    del Chaco. Este avance adquirió impulso a partir de la
    creación de las colonias agrícolas de Pampa del
    Infierno (1927) y Juan José Castelli (1928), como una
    continuación del movimiento de
    colonización producido por el auge de los cultivos del
    algodón.

    1. EVOLUCIÓN DE LAS DIVISIONES
      DEPARTAMENTALES

    En la evolución
    histórico-geográfica del Gran Chaco Argentino se
    han producido cambios en su división
    político-departamental:

    a) La primitiva división departamental oeste del
    Territorio Nacional del Chaco sufrió varias modificaciones
    en el transcurso del tiempo. El Impenetrable chaqueño
    formó parte en primer lugar del departamento de
    Caaguazú. A partir de 1914, del departamento Teuco, norte
    de Campo del Cielo y oeste de Napalpí; y es finalmente en
    1953, cuando se crearon los actuales departamentos de Almirante
    Brown y General Güemes.

    b) En el Territorio Nacional de Formosa, hasta 1914, los
    departamentos Ramón
    Lista y Matacos se denominaban Departamento Duodécimo y
    Teuco Arriba respectivamente; posterior a este período,
    adquirieron su denominación actual.

    c) En la Provincia de Salta, el departamento Rivadavia
    mantuvo siempre la misma denominación, sin variar su
    superficie.

    3° PARTE

    "LA
    POBLACIÓN Y LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS EN EL
    ÁREA DE ESTUDIO"

    A) Características de la
    población

    A la etapa poblacional de grupos nativos llegados en
    épocas aún no establecidas, se sumó hacia
    mediados de siglo pasado el avance sistemático de la
    colonización blanca desde Salta y Santiago del Estero. Ya
    a fines del siglo XIX, estos frentes pioneros configuraron una
    estructura social patriarcal, fronteriza y ganadera.

    Las relaciones que se establecieron entre indios y
    criollos, junto con el proceso de adaptación al medio,
    modelaron una nueva forma de vida en esa zona.

    Refiriéndonos ahora a la evolución de la población de los
    departamentos comprendidos en el área de estudio (a
    través de los diferentes censos nacionales), puede
    visualizarse que el departamento que ha manifestado un mayor
    crecimiento es General Güemes, aunque su evolución
    comienza a marcarse a partir de la década de ´60;
    época en la que también comienza el crecimiento
    demográfico de Almirante Brown, aunque con menor
    intensidad que el anterior.

    En Formosa, los departamentos de Ramón Lista y
    Matacos comenzaron a ser poblados a partir de la década
    del ´40, posteriormente la población fue creciendo
    lentamente, sobre todo en el departamento de Matacos, gracias al
    desarrollo de
    su ciudad cabecera (Ingeniero Juárez), que fue favorecida
    por la adjudicación de funciones
    regionales, la construcción de viviendas y el mejoramiento
    de la accesibilidad que transformaron el lugar en un sitio de
    escala
    conveniente en el trayecto Formosa-Salta; estos aspectos
    favorables se notan con gran fuerza a partir de la década
    del ´70.

    En la provincia de Salta, el departamento Rivadavia ha
    sido habitado desde 1850, pero recién a partir de 1914 es
    cuando el aspecto demográfico comienza a manifestar
    tendencias crecientes que se mantienen hasta la actualidad. Este
    aumento poblacional fue favorecido por la construcción de
    la ruta nacional N° 81, que permitió el acceso
    posterior de caminos secundarios.

    A continuación interpretaremos la estructura
    demográfica de cada uno de estos departamentos:

    En la Provincia de Formosa, el departamento de
    Ramón Lista presenta un predominio de población
    rural, tal como podemos ver, la natalidad es más elevada
    que en Matacos debido justamente a esta situación como
    así también a su magra economía. La
    estructura de la población, muestra un
    predominio de población joven en ambos
    departamentos.

    Se puede observar en las pirámides los efectos de
    la emigración de población nativa a partir de los
    15 años de edad, mayormente entre el sector
    femenina.

    La mortalidad, se acentúo en la población
    de más de 50 años, debido a enfermedades degenerativas.
    Si bien existe una esperanza de vida elevada, éstos
    departamentos poseen una mortalidad elevada al igual que los
    departamentos contiguos.

    El departamento de Matacos, posee a diferencia del
    anterior, una natalidad más controlada, pero coincide con
    Ramón Lista por tener una estructura de población
    joven; no obstante, la particularidad que los caracteriza a
    éstos está en el origen de la población, la
    cual posee una estructura por edad y sexo bastante
    regular, con una alta participación relativa de
    población nacidas en otras provincias, esto es notable en
    todos los grupos de edades y en ambos sexos.

    En lo referente a la instrucción escolar, se
    aprecia que en Ramón Lista se halla porcentaje más
    alto de analfabetos, superando el 20 % de la población
    departamental. Este elevado analfabetismo
    se halla en relación directa con el predominio de
    población rural, lo que podría indicar una baja
    asistencia a instituciones
    o establecimiento educativos.

    En el departamento de Rivadavia (Salta), observamos que
    la natalidad es muy elevada por lo que la pirámide
    presenta una base ancha, mientras que en los grupos de edad
    económicamente activa (jóvenes y adultos) se
    aprecia una fuerte emigración. Este departamento forma
    parte de una región no muy poblada, podría decirse
    que es una zona de población rural, donde, si bien las
    tierras no son aptas para la agricultura,
    es importante la explotación ganadera. Ésta es, en
    parte una de las características por la cual existen en el
    área una mayor cantidad de hombres que de
    mujeres.

    La esperanza de vida es elevada, considerando las
    condiciones reinantes en éste departamento.

    En cuanto a la población analfabeta presenta un
    elevado porcentaje, superior al 20 %, lo que demuestra una escasa
    asistencia a instituciones educativas.

    Finalmente, en la provincia del Chaco, el departamento
    Almirante Brown presenta una natalidad bastante elevada, su
    población activa se ve disminuida en consideración
    debido a que el predominio de población rural genera
    desplazamientos de personas de entre 20 y 40 años en busca
    de mejores condiciones de vida. La población de más
    de 50 años se reduce progresivamente, llegando a la
    vejez una
    cantidad escasa de personas, las cuales no llegan a alcanzar los
    90 años. Estas características pueden deberse a los
    escasos recursos
    existentes en cuanto a la atención médica y
    hospitalaria.

    En el departamento de General Güemes también
    se aprecia una alta natalidad y una disminución notable de
    la población joven activa, quienes emigran hacia los
    principales centros urbanos tras la búsqueda de
    algún empleo o para
    iniciar sus estudios universitarios o terciarios. La cantidad de
    hombres y de muyeres es equilibrada en casi todos los grupos de
    edades, apreciándose también una esperanza de vida
    mayor que en Almirante Brown

    A1) El noroeste de Formosa

    En el noroeste de la provincia de Formosa
    (específicamente en los departamentos de Ramón
    Lista y Matacos) la mayor parte de las tierras son de propiedad del
    gobierno
    provincial o han sido entregadas en propiedad a
    los grupos aborígenes de la zona, especialmente Wichis y
    Tobas. La subsistencia de estos grupos se basa en buena medida en
    la pesca en aguas
    del Pilcomayo, combinada con el trabajo
    asalariado, formas de producción mercantil simple, y la
    práctica de la horticultura, la caza y la
    recolección de frutos silvestres y miel.

    Wichis y tobas conviven además con pobladores
    criollos, descendientes de los primeros criollos que llegaron a
    la zona a principios del
    siglo XX, que en su mayoría practican una ganadería
    rústica y viven en condiciones de pobreza similar a
    la de los grupos indígenas.

    Como consecuencia de los desbordes producidos en el
    río Pilcomayo, en los últimos años han
    desaparecidos bajo las aguas las localidades de Misión El
    Toba, Sombrero Negro, Misión El
    Carmen, Misión San Andrés, Misión El Yuto y
    Puerto Irigoyen, lo que provocó una masiva
    relocalización de la población toba, wichi y
    criolla de la zona. Actualmente, El Potrillo es el poblado
    más importante del extremo noroeste de la provincia de
    Formosa, a causa de las masivas relocalizaciones que siguieron a
    estas inundaciones.

    Debido al desplazamiento de las aguas del Pilcomayo,
    hacia el sur de la línea de frontera, importantes franjas
    de territorio argentino han quedado ubicadas en "la banda" del
    bañado, unidas sin solución de continuidad a
    territorio paraguayo. Ello creó, por ende, zonas en las
    cuales viven exclusivamente pobladores criollos, que pasaron a
    encontrarse en una situación muy particular de
    liminalidad. Formalmente parte de Argentina, estas
    franjas de territorio quedan relativamente aisladas en gran parte
    del año de otras localidades argentinas, esto hace que sus
    pobladores mantengan fluidas relaciones con las estancias
    paraguayas de la región.

    Es importante destacar además el crecimiento que
    ha tenido la ciudad de Ingeniero Juárez (6.621
    habitantes), ya que se ha convertido en nexo de comunicación entre el este de Formosa con
    la provincia de Salta.

    Estos dos departamentos formoseños presentan el
    mayor déficit en cuanto a las viviendas y a la educación. En
    Ramón Lista, el 99 % de las viviendas son deficitarias,
    mientras que en Matacos, el valor llega al
    84,5 %. Es importante aclarar que, éstas viviendas
    deficitarias incluyen las casas tipo B y las viviendas
    precarias.

    Las casas tipo B son aquellas que no tienen
    provisión de agua por cañerías dentro de la
    vivienda, no disponen de retrete con descarga de agua y tienen
    piso de tierra u otro
    de carácter
    precario. En Matacos, el 61,4 % de las viviendas poseen estas
    características, mientras que en Ramón Lista el 8,6
    %.

    La vivienda precaria hace referencia a los ranchos o
    casillas, los hogares en casas de inquilinato, los locales no
    construidos para habitación y las viviendas
    móviles. No se incluye a los hoteles ni pensiones. En Ramón Lista,
    el 91,3 % de las residencias son de este tipo, mientras que en
    Matacos alcanza el 23 %.

    En cuanto a la educación,
    ésta es bastante deficiente, registrándose las
    mayores tasas de analfabetismo
    en el Departamento de Ramón Lista (32,9 %).

    Los porcentajes mayores de Población con
    Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se encuentran en
    los Departamentos de Ramón Lista (93 %) y Matacos (59,6
    %).

    A2) El este de Salta (departamento de
    Rivadavia)

    El departamento de Rivadavia tiene una superficie de
    25.740 km², cuya ciudad cabecera es Coronel Juan Sola, que
    cuenta con poco más de 2.462 habitantes. La vía de
    acceso a Rivadavia Banda Sur es la ruta provincial N° 13 que
    desde la Estrella comunica al municipio con el resto de la
    Provincia a través de 144 kilómetros de camino
    enripiado frecuentemente en mal estado a pesar
    de los esfuerzos por mantenerlos, debido principalmente a la
    permanente afluencia de camiones que transportan madera talada
    en el monte chaqueño.

    Uno de los problemas que
    enfrenta el medio natural del Chaco Salteño es la
    paulatina deforestación del mismo debido,
    fundamentalmente, a la extracción de los diversos tipos de
    madera existentes en la zona. Como consecuencia de esa tala
    indiscriminada, algunas especies tales como el quebracho blanco y
    colorado, la tipa, algarrobo, palo santo, palo amarillo se
    encuentran en peligro de desaparecer lo cuál produce por
    añadidura una alteración en el medio y 
    perjudica a las comunidades aborígenes que dependen de
    él para su subsistencia.

    Algunos poblados sobresalientes en este departamento
    son: Rivadavia (944 habitantes), Los Blancos (897 habitantes),
    Santa Victoria (865 habitantes), Nuestra Señora de
    Talavera (756 habitantes) y La Unión (734 habitantes). El
    Quebrachal, que ya es una ciudad, se encuentra más hacia
    el oeste, y contaba en 1991 con 3.069 habitantes.

    En cuanto a las relaciones transfronterizas pueden
    citarse algunos ejemplos, tal es el caso del pequeño
    pueblo de El Ciervo, al sur del departamento Rivadavia, donde
    existe una escuela primaria
    a la cual acuden algunos alumnos que son aborígenes y que
    viven del lado chaqueño, lo cual implica un movimiento
    diario en ésta zona totalmente desfavorable.

    Algo similar ocurre con las casi 400 personas que
    habitan en el pueblo de Pozo Cercado (próximo al
    límite formoseño) ya que tiene importantes
    relaciones con la ciudad formoseña de El Chorro
    (Ramón Lista); son más bien relaciones de
    abastecimiento, en la cual los habitantes deben desplazarse por
    camino de ripio.

    A3) El Oeste del Chaco (El
    Impenetrable)

    En los departamentos de Almirante Brown y General
    Güemes existen solo dos ciudades que superan los dos mil
    habitantes y un pueblo de gran importancia que por su crecimiento
    va camino a convertirse en ciudad; nos estamos refiriendo a las
    localidades de Juan José Castelli (13.206 habitantes) y
    Taco Pozo (3.330 habitantes); en última instancia citamos
    a El Sauzalito, que posee poco más de 1.398 habitantes.
    Entre los otros pueblos de la región podemos nombrar a
    Nueva Pompeya, Los Frentones y Fuerte Esperanza, cuya
    población oscila entre 300 y 900 habitantes, en tanto
    existen otros sitios como Comandante Frías y California
    (próximos al límite con la provincia con Salta)
    cuya población es inferior a 200 habitantes.

    Precisamente la zona de Nueva Pompeya es un área
    que sirve para la cría de ganado vacuno, caprino y ovino;
    aquí, las pasturas generaron la movilización de los
    criollos fronterizos, principalmente de aquellos estancieros
    criadores de ganado vacuno proveniente de la frontera de Tarija y
    Jujuy y de Salta con Santiago del Estero, quienes se internaron
    paulatinamente bajo el estímulo de haber encontrado
    grandes extensiones sin alambrado.

    La penetración cultural en el oeste realizada por
    estos pastores, no es otra cosa que una adaptación de la
    forma de vida del Noroeste a un ambiente
    geográfico donde iniciaron esta difícil
    búsqueda de campos de pastaje y de cultivo. Todo esto es
    posible sustentarlo a través de las pautas culturales que
    aún permanecen, como las fiestas tradicionales y la
    música.

    El impenetrable es una región de fronteras, en el
    sentido que conjuga pautas culturales de diferentes grupos
    sociales. Unas y otras, se dan en un juego de
    relaciones que construyen la frontera cotidiana; en realidad no
    se puede trazar porque no existe mas que en la mente de sus
    actores. Es decir que depende a qué grupo se adscribe cada
    actor el hecho de poder trazar
    la frontera con respecto al otro.

    Cada poblador posee su ganado vacuno y una majada de
    cabras y ovejas; la posesión de ese ganado otorga
    prestigio y poder, conducta que se
    manifiesta en el ganadero con sus peones.

    A toda la actividad ganadera inicial, con una forma de
    vida trashumante, se sumó posteriormente la actividad
    forestal. Es por ese motivo que se han instalado obrajes en la
    zona.

    El pastoreo del ganado y el obraje son actividades
    típicamente masculinas; es trabajo de los hombres, pues
    supone estar mucho tiempo alejado de la familia, en
    el aislamiento y la soledad del monte chaqueño.

    Esta forma de vida se desarrolla hasta la actualidad,
    así por ejemplo, en las aldeas de los "norteños"
    como Pasaje Tres Pozos sobre el río Teuco, es común
    observar los hogares constituidos por mujeres, generalmente la
    madre y sus hijos solteros.

    Suelen nuclearse próximos a la escuela del
    paraje para recibir la instrucción primaria y allí
    permanecen durante todo el año escolar.

    El mejor ejemplo de frontera en este espacio es
    Fortín Belgrano, una aldea habitada por familias
    aborígenes Wichis, ubicada a 650 kilómetros de la
    ciudad de Resistencia, en
    el punto exacto del límite chaqueño con Salta y
    Formosa. Este paraje está compuesto por un puñado
    de ranchos construidos con paredes de barro y techo de tierra
    sostenido con palos de quebracho. Residen allí una
    veintena de familias wichis, al borde del río Teuco, que
    es su fuente de vida. En el monte recolectan miel y consiguen
    carne por medio de la "marisca", como principal forma de
    subsistencia.

    Los wichis de esta zona empezaron a tomar contacto con
    los primeros vestigios culturales y religiosos occidentales a
    principios de
    siglo, pues hasta allí había llegado un grupo de
    pastores anglicanos, quienes empezaron a ordenar su lengua,
    sistematizándola mediante la escritura.

    Los habitantes de Fortín Belgrano vivieron hasta
    hace pocos años aislados en el medio del monte
    chaqueño; ya que su nexo con el resto de la
    civilización recién quedó establecido cuando
    se construyó el único camino que los une con El
    Sauzalito, pero todavía no llega ningún medio de
    transporte en
    forma regular.

    Un aspecto digno de destacar es la actitud que ha
    tenido el Ministerio de Educación de la
    Provincia del Chaco, que ha enviado un freezer a gas y una bomba
    de riego que les permitió a los aborígenes guardar
    el fruto de la pesca y
    construir una huerta comunitaria. También se ha terminado
    la construcción de una escuela, que permitirá
    integrarlos después de los años de
    marginación a los que fueron sometidos, pues necesitan
    convivir con nuestra cultura y
    nuestras formas de producción.

    B) Las actividades económicas realizadas en la
    Cuenca del río Bermejo

    La Cuenca del Río Bermejo configura una
    "región" transfronteriza tanto en términos
    político-administrativos, como poblacionales y
    ambientales, atravesando de este a oeste gran parte del noroeste
    argentino y longitudinalmente la totalidad del Chaco central
    hasta el litoral del Río Paraná.
    A lo largo y ancho de su extensión, la Cuenca del Bermejo
    presenta una gran variedad de comunidades indígenas
    pertenecientes a distintos grupos étnicos y grupos
    domésticos campesinos cuya existencia y reproducción económica y social
    depende directamente de los variados recursos
    ictícolas, faunísticos, arbóreos de sus
    distintos ambientes como así también de la
    disponibilidad de tierras para las diferentes formas de
    agricultura y ganadería
    practicadas por los pobladores.

    Con referencia a la actividad ganadera, se evidencia un
    amplio predominio del ganado bovino, registrándose los
    mayores porcentajes en los departamentos de Almirante Brown (88
    %), Matacos (60 %) y Ramón Lista (51 %); en la zona
    Chaco-Formoseña, el desarrollo de la ganadería se
    da en los paleocauces, cuyas tierras se destinan al pastoreo
    extensivo sobre campos naturales. El desarrollo de este ganado es
    limitado debido a las condiciones de sequía e inundaciones
    periódicas de las explotaciones aledañas a los
    ríos Bermejo y Pilcomayo.

    También se manifiesta un progresivo crecimiento
    de los ganados caprino y ovino, el primero en el departamento
    Rivadavia con un 28 %, mientras que el segundo sobresale en
    General Güemes con un 14 %, ambos se deben a la mayor
    adaptación a los períodos largos de
    sequía.

    En cuanto al ganado porcino, sobresale el noroeste
    formoseño, donde los departamentos con mayor
    participación son Matacos y Ramón Lista, con un 21
    % y 20 % respectivamente, debido a su mayor adaptabilidad a
    cualquier medio y sin una alimentación
    intensiva.

    El ganado vacuno se cría y se reproduce muy bien
    en el Chaco. Por esto muchos de los antiguos pobladores de
    Rivadavia, del departamento de Anta y de la provincia de Santiago
    del estero, se han traslado a este territorio y se dedican con
    éxito a
    la cría de hacienda. Por otra parte, el ganado vacuno se
    exporta en tropas a Salta, en cuyo mercado se
    obtienen muy buenos precios por
    ser mejor que el que se cría en esa provincia.

    Uno de los grupos indígenas que actualmente
    habitan en el área del río Bermejo son los matacos,
    que se asentaron allí desde el siglo XVI:

    Estos indios viven en la costa del río Bermejo,
    en ambas márgenes, en los terrenos poblados con
    establecimientos de campo y en el interior de la línea
    de frontera; están sometidos y se emplean algunos como
    peones de campo en las estancias y otros en sembrados, el resto
    se ocupa, durante siete meses del año, en los
    establecimientos de agricultura, en las provincias de Salta y
    Jujuy, y algunos de ellos en el servicio de
    la frontera como auxiliares.

    El sector sur del departamento de Rivadavia (Salta), el
    sur de Matacos (Formosa) y gran parte de General Güemes en
    la provincia del Chaco, presentan una escasa productividad de
    los suelos
    (atravesados por meandros y paleocauces del Río Bermejo).
    Aún así, una gran cantidad de comunidades
    indígenas se asientan sobre la ribera del río en
    ambas márgenes (con mayor representatividad del lado de la
    provincia del Chaco) y sus economías domésticas se
    basan en la pesca, recolección, caza y agricultura de
    subsistencia, cuyos principales productos son:
    maíz,
    zapallo, poroto, melón y sandía.

    La cría de ganado vacuno y de cabras junto con la
    explotación forestal constituyen, en general, las
    actividades de mayor importancia económica en el
    Impenetrable.

    Los problemas que
    deben enfrentar los productores son originados por diferentes
    causas. En primer lugar están aquellos propios de las
    condiciones fisiográficas de la zona, principalmente los
    referidos al clima (aridez) y
    a la vegetación, que impiden el óptimo e inmediato
    aprovechamiento de los campos.

    También es un impedimento importante, la carencia
    de caminos transitables todo el año, puesto que los de
    tierra, siendo de buena traza, impiden la circulación en
    épocas de abundantes precipitaciones.

    En la agricultura salteña, una particularidad de
    la producción de poroto es el requerimiento intensivo de
    mano de obra temporal durante la época de cosecha, es
    decir de Mayo a Julio (Trinchero & Leguizamón, 1995).
    Este hecho configura una situación particular de este
    frente expansivo ya que articula el ámbito del umbral con
    las comunidades indígenas asentadas en el Chaco central
    (Salta y Formosa) de las cuales las empresas reclutan
    mediante "contratistas" la mano de obra que demandan
    temporariamente, y también, aunque en menor medida mano de
    obra campesina provenientes de los valles
    salteños.

    Desde el año 1992, una mayor presencia relativa
    de la producción de poroto negro es indicativa de una
    orientación distinta del destino de la producción,
    puesto que de la exportación orientada principalmente y casi
    con exclusividad hacia el mercado común europeo, se pasa a
    otra orientada principalmente hacia el Mercosur y
    especialmente hacia Brasil. Este
    nuevo impulso de la frontera expansiva, que ha sido
    acompañada también con significativos incrementos
    en otras producciones (algodón y maíz) se ha
    caracterizado por importantes inversiones de
    capital
    agrario. Dicho impulso se produce paralelamente al planeamiento y en
    muchos casos a la efectivización de una infraestructura de
    comunicaciones
    (ruta Transchaco y redes viales articuladas que
    unen el Pacífico, "Antofagasta-Chile" con el
    Atlántico, "Santos-Brasil") que
    intentan integrar el eje oeste-este, redefiniendo en nuestro caso
    la territorialidad NOA-NEA.

    CONCLUSIÓN

    Luego de haber estudiado el espacio fronterizo del
    ámbito chaco-salteño podemos señalar que
    éste se caracteriza por tener una identidad social,
    cultural y lingüística propia, esa identidad ha sido
    el fruto de la historia que han tenido los habitantes que
    actualmente pueblan esta región.

    Desde el punto de vista geográfico, si
    consideramos el vasto territorio que se extiende por el oeste de
    Formosa, el extremo oeste chaqueño y el este
    salteño -es decir el área comprendida entre los
    meridianos de 62° y 63° W-, nos encontramos con la
    existencia de un espacio denominado "Impenetrable", donde
    aún sobreviven las tradiciones y costumbres de los
    primeros pobladores, cuyos principales descendientes son en la
    actualidad los Matacos-Wichí.

    Estos aborígenes viven hoy por hoy en pueblos o
    parajes como Fortín Belgrano, Vinalito, Comandancia
    Frías, California, San Juancito, entre otros; muchos de
    ellos están comunicados entre sí por caminos de
    tierra o senderos, y por allí efectúan el
    movimiento diario o semanal, utilizando como medio de movilidad
    al caballo, y en menor medida a las bicicletas.

    Puede decirse que las relaciones que se establecieron -y
    se siguen estableciendo- entre muchos de estos aborígenes
    y los criollos, junto con el proceso de adaptación al
    medio, donde intercambiaron su conocimiento y
    su tecnología, han modelado una nueva forma de
    vida en esta zona. Ha comenzado a producirse desde entonces un
    intercambio de bienes y
    servicios
    creado por las tradiciones culturales que se conjugaron en ese
    espacio. Es por ese motivo que se considera al Impenetrable como
    una región de fronteras interiores.

    Finalmente, una de las características de este
    espacio escasamente humanizado es -como se dijo al principio- la
    identidad de los habitantes. Pues si consideramos el avance
    pionero de la población desde el este de Salta hacia la
    zona Impenetrable, es lógico pensar que la mayoría
    de los pobladores de ésta región tienen un sentido
    de pertenencia o un mayor arraigo con las costumbres, los valores,
    las creencias y los modismos propios de sus comprovincianos
    salteños y no tanto con las áreas de influencias de
    Formosa y Resistencia como
    capitales provinciales. Puede considerarse que el factor
    distancia juega también un papel
    preponderante en la cotidianeidad de quienes habitan este
    ámbito, puesto que ellos intercambian actividades
    atravesando el límite interprovincial, sin acudir tanto a
    las otras ciudades de su propia provincia.

    REFERENCIAS
    BIBLIOGRÁFICAS:

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    metodológico para un estudio particular: las
    transformaciones territoriales fronterizas del proceso de
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    etnográficas en el NEA". En Cuaderno de Geohistoria
    Regional N° 22. pag 41.

    7 BORRINI, Héctor. Ob. Cit.
    pag:9-10.

    8 D´ANDREA, Ramón
    (1996)."Línea Barilari. Fijación y
    demarcación" Salta, República Argentina. pp.
    90-91.

    9 D´ANDREA, Ramón. Ob. Cit. pp.
    99-100.

    10 MAEDER, Ernesto. Historia del Chaco y sus
    pueblos. En: Historia
    Argentina Contemporánea 1862-1930. Historia de las
    provincias y sus pueblos. Buenos Aires,
    Ateneo, 1967, Vol. IV, pp. 253-254.

    11 GORDILLO, Gastón (2000). Canales
    para un río indómito. En:
    "Fronteras, naciones e identidades". Ediciones Ciccus, Buenos
    Aires. pp. 233-237.

    12 COLAZO, Susana. (1999). "El impenetrable y
    las fronteras interiores". En Revista
    Nordeste Nº 10, Facultad de Humanidades. Resistencia. pp.
    174-175.

    13 Memoria elevada
    por Napoleón Uriburu al ministro de Guerra de
    Salta, el 6 de febrero de 1973. Transcripta por Luis Jorge
    Fontana. El Gran Chaco, estudio preliminar de Ernesto J. Maeder,
    Buenos Aires, Hachette, 1977, pp. 105.

    BIBLIOGRAFÍA

    • BORRINI, Héctor; BRUNIARD, Enrique; COLAZO,
      Susana y otros. (1990) "Regiones y Fronteras en el Nordeste
      Argentino"
      . En Cuadernos de Geohistoria Regional N° 22.
      IIGHI. CONICET. Resistencia Chaco.
    • BRUNIARD, Enrique (1975-1978) "El Gran Chaco
      Argentino"
      (Ensayo de
      interpretación geográfica). En: Revista
      Geográfica N° 4, Facultad de Humanidades, UNNE,
      Resistencia.
    • COLANTUONO, María Rosa (coord.) (1999)
      "Boletín Geográfico N° 21". Imprenta
      Universitaria "Malvinas
      Argentinas", Universidad
      Nacional del Comahue, Neuquen, Argentina.
    • COLAZO, SUSANA. (1999). "El impenetrable y las
      fronteras interiores"
      . En Revista Nordeste Nº 10
      -Historia- Serie: Investigación y Ensayos.
      Universidad
      Nacional del Nordeste. Resistencia, Chaco.
    • D´ANDREA, Ramón (1996)."Línea
      Barilari. Fijación y demarcación"
      . Cuestiones
      de límites interprovinciales. Antecedentes
      históricos. Comisión Bicameral Examinadora de
      Obras de Autores Salteños. Salta, República
      Argentina.
    • GRIMSON, Alejandro y otros (2000). "Fronteras,
      naciones e identidades"
      . La Periferia como centro.
      Ediciones Ciccus, 1era Edición, Buenos
      Aires.
    • INDEC 1991. Censos Económicos de las
      provincias de Salta, Chaco y Formosa.

     

    Prof. Fernando Ariel Bonfanti

    Prof. Alejandra Torre Geraldi

    Facultad de Humanidades

    Universidad Nacional del Nordeste
    –Argentina–

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