La Frontera Chaco-Salteña desde una perspectiva geográfica y antropológica
La identidad en
un área de contacto interprovincial
- Resumen
- Frontera e identidad: desde una
perspectiva geográfica y
antropológica - La
región - Consideraciones generales del
límite trazado entre Salta y Formosa - Trazado de límite entre
el territorio nacional del Chaco y la provincia de
Salta - El proceso de ocupación
del espacio - La población y las
actividades económicas en el área de
estudio - Conclusión
- Referencias
bibliográficas - Bibliografía
El presente trabajo de investigación tiene como objetivo
identificar las problemáticas que encierran los espacios
denominados Fronteras, específicamente en la frontera
Chaco-salteña, con el fin de conocer sus características culturales y
socio-económicas.
Comenzamos considerando que un rasgo distintivo de las
áreas de fronteras es imaginarlas como espacios complejos
donde interactúan constantemente pueblos con marcadas
diferencias culturales, económicas y sociales, que le
transfieren actividades propias.
Y en donde la convivencia cotidiana no se traduce
necesariamente para la población local en una
identificación compartida o "identidad
fronteriza", sino que la propia dinámica de la interacción cotidiana
puede plantear roces y conflictos.
El presente trabajo denominado "La Frontera",
está encuadrado dentro del marco de la cátedra
Introducción a las Ciencias
Antropológicas, y tiene como objetivos
específicos: La fundamentación de los criterios
utilizados por la Antropología y la Geografía para
determinar una frontera; la identificación de las
problemáticas que encierran los espacios denominados
Fronteras; y posteriormente, la aplicación de estos
conocimientos teóricos- metodológicos a la frontera
Chaco-salteña con el fin de conocer las características socio-económicas y
culturales, y las problemáticas fronterizas propias de
dicha región.
La metodología de trabajo se ha realizado en
base a las siguientes actividades:
- Búsqueda bibliográfica y estadística referida a la temática
Frontera, propuesta por la cátedra. - Elaboración del marco
teórico teniendo en cuenta la bibliografía
consultada. - Delimitación del espacio de estudio
circunscripto entre los departamentos Rivadavia (Salta);
Matacos y Ramón
Lista (Formosa) y General Güemes y Almirante Brown
(Chaco). - Elección de la cartografía en escala
1:3.000.000 - Normalización de la información estadística para la confección de
gráficos de análisis que permitan visualizar y
establecer diferenciaciones referentes a la
organización socio-económica de la población. - Representación cartográfica del
área de estudio. - Elaboración del informe
final.
Finalmente, es importante aclarar que para una mejor
comprensión del espacio objeto de estudio el trabajo ha
sido dividido en tres partes: 1) "Frontera e Identidad: desde una
perspectiva geográfica y antropológica"; 2) El
proceso de
ocupación del área en estudio y 3) Las actividades
económicas y humanas de la región.
1° PARTE
"FRONTERA E IDENTIDAD: DESDE UNA
PERSPECTIVA GEOGRÁFICA Y
ANTROPOLÓGICA"
Para poder abordar
la temática de este trabajo es importante señalar
que, desde nuestra perspectiva disciplinar, espacio y tiempo
constituyen los dos conceptos básicos a partir de los
cuales podemos analizar toda organización territorial.
El espacio es concebido como una expresión y
parte constitutiva de los procesos
sociales, por lo tanto es un producto de la
acción humana materializada en formas u objetos
geográficos. Es decir que el espacio constituye una
realidad objetiva, un producto
social en permanente proceso de
transformación.
Al mismo tiempo el espacio
entra en los procesos
sociales dándole especificidad, en función de
su propia particularidad. La posición, el sitio y las
formas naturales, interactúan con el proceso social, dando
lugar a realidades específicas, a procesos sociales
concretos y a organizaciones
territoriales particulares.
Un espacio geográfico concreto en un
momento dado y con límites
precisos, constituye un territorio. Es un área delimitada
sobre la que se ejerce una acción de apropiación.
La delimitación cumple la función de
demarcación del ámbito de acción para
"afectar, influenciar y controlar personas, fenómenos y
relaciones".
Entonces territorio implica posesión, uso y
control. La
posesión está definida por un límite
preciso, por una línea demarcatoria que constituye una
forma simbólica de comunicar a los demás la
posesión de una porción de la superficie terrestre,
ya que ella no es tangible ni observable en el territorio, pero
existe. Pero eso no es frontera, ya que el límite
político-administrativo que separa las tres provincias en
estudio es solo una línea convencional, por lo tanto no
puede ser habitada. Por el contrario la frontera, ocupa una
franja y constituye un área que puede o no estar poblada y
en donde se desarrollan algunas actividades de
intercambio.
La convivencia cotidiana en una zona fronteriza no se
traduce necesariamente para la población local en una
identificación compartida, en una "identidad fronteriza",
sino que la propia dinámica de la interacción cotidiana
plantea en muchos casos, por el contrario, un crecimiento de los
roces y los conflictos.
Un rasgo distintivo de las fronteras o áreas de
fronteras es considerarlas como espacios complejos donde
interactúan constantemente pueblos con marcadas
diferencias culturales, económicas y sociales, que le
transfieren actividades propias no fáciles de ser
evaluadas u ordenadas por los poderes centrales bajo cuya
jurisdicción se hallan.
Edmund Leach afirma que, los habitantes de zonas
cercanas tenderán a mantener relaciones mutuas sin
importar sus atributos culturales. Dentro de esas relaciones que
atraviesan las fronteras culturales se encuentra implícita
una estructura
social; y es que justamente "el mantenimiento
y la insistencia en la diferencia cultural puede convertirse en
una acción ritual que manifiesta las relaciones
sociales".
Desde la perspectiva de la geografía política interesa
específicamente dos tipos de fronteras; aquellas que
representan límites en
la relación entre el hombre y el
medio físico y aquellas que reflejan la línea de
contacto entre sociedades en
un momento. La frontera política representa
un límite coyuntural histórico, o lo que es lo
mismo, un momento del equilibrio
dinámico del proceso histórico. (Joan-Eugeni
Sánchez, 1992: 174)
"Las zonas de fronteras son espacios donde el Estado y
sus instituciones
intentan imponer su control
político e ideológico; son zonas que definen la
pertenencia y/o exclusión de los grupos. La
frontera es el límite territorial de la Nación
(o de una provincia en este caso) y es donde emerge lo regional y
confluye lo transnacional". En el caso particular de nuestro
país los grupos
indígenas han sido empujados a las zonas de frontera, es
decir a aquellas zonas consideradas como territorios
"vacíos", con ecologías y economías
precarias.
El concepto de
frontera se aplica a aquel tipo de límites móviles,
que pueden ser ultrapasados o modificados, en la medida en que se
espera que pueda ser superado por algún miembro de la
especie humana. En este sentido la frontera muestra la
situación correspondiente a un momento dado, ya que puede
haber sido distinta en el pasado, o serlo en el futuro. La
difusión o la conquista territorial serán
mecanismos modificadores de límites
fronterizos.
Si consideramos las relaciones sociales, tal como lo
afirma Fredrik Barth, puede hacerse un análisis de la frontera en sentido
metafórico. En este sentido, el autor señala que
las fronteras son situacionales y no primordiales, y que la
etnicidad puede ser mejor comprendida si se la analiza como una
cuestión de organización social. Todos estos aspectos
pueden claramente aplicarse al análisis de la "frontera"
existente entre el sector oeste de las provincias de Formosa y
Chaco y el este salteño, ya que esas fronteras no son
naturales ni esenciales, son producto de acuerdos
históricos que surgieron de relaciones de fuerza entre
lo que anteriormente eran Territorios Nacionales
(específicamente Chaco y Formosa) y su relación con
las poblaciones locales; así, las identificaciones
diferenciales que surgen y se negocian en la frontera no son
producto de una "realidad anterior" de pueblos étnicamente
homogéneos, sino que se vinculan a intereses de
poblaciones locales y a sus necesidades de organización
social; los "rasgos" culturalmente compartidos con los otros
ciudadanos que habitan esos espacios que los diferencian de
localidades de provincias vecinas o, por el contrario, los
compartidos con la localidad cercana que los diferencian del
resto de los ciudadanos de su propia provincia, podrán ser
acentuados en diferentes circunstancias históricas en
relación a contextos e intereses
específicos.
En el espacio fronterizo existente entre los
departamentos en estudio habitan distintos grupos
sociales, con diferentes culturas, tal es el caso de tobas,
matacos, wichis, entre otros; lo cual nos lleva a considerar el
concepto de
Identidad. Ésta se define como el efecto de
significación que producen determinados mensajes en su
circulación. A fin de explicitar esto será
necesario desarrollar las cualidades que requiere ese mensaje
para llegar a producir ésta
significación.
Uno de los elementos que está presente en la
caracterización es el grupo social
por donde transita el mensaje; por lo tanto todo grupo queda
configurado por el mensaje y se extiende hasta donde circula el
mismo. Por lo tanto no se determina a priori por la
localización geográfica de los actores, ni por la
capacidad adquisitiva que tengan, ni por los condicionamientos
que genere la estructura
socio-económica, y ni tampoco por el origen étnico
de sus integrantes. Como todo grupo social interactúa con
otros y en ésta interacción construye
simbólicamente la imagen que tiene
de sí mismo y de los otros con los que está
relacionado. A su vez, cada uno de estos grupos está
inserto en un ámbito físico y social, y sobre ellos
repercuten el contexto histórico y los requerimientos del
sistema social
que los engloba.
Por lo tanto la identidad cultural se refiere a la
especificidad de los rasgos culturales que caracterizan a un
grupo. Por ejemplo la lengua afirma
la identidad étnica porque hace que los grupos se
diferencien y al mismo tiempo que se identifiquen.
Dentro de nuestro espacio de estudio existen diferentes
áreas o regiones resultante de los heterogéneos
procesos geohistóricos que se han dado sobre
ellas.
Profundizando el contenido de lo que se entiende por una
región, se puede decir que se corresponde con aquella
superficie sobre la cual domina un género de
vida funcionalmente coherente, entendiéndose por género de
vida la relación histórica resultante de la
interacción entre el medio físico y
biológico, y la vida del hombre. Se
trataría de un área en la cual la naturaleza pone
los elementos y el hombre, en
su historia, los
organiza.
Es conveniente aclarar que la región es el
producto de una generalización geográfica de
aquellos factores más relevantes o dominantes de un
área, su identidad radica en un cierto grado de
homogeneidad relativa o funcionalidad coherente.
Si el estado–
región es considerado como un objeto cambiante, que se
expande o retrotrae de acuerdo a los juegos de
fuerzas que actúan interna y externamente, es primordial
comprender la función que en ese esquema cumplen las
fronteras.
La problemática de las definiciones fronterizas
ha dejado de apoyarse en meras consideraciones de orden natural,
para convertirse en el complejo estudio de relaciones políticas,
étnicas, administrativas, estratégicas y
económicas.
CONSIDERACIONES
GENERALES DEL LÍMITE TRAZADO ENTRE SALTA Y
FORMOSA:
La zona limítrofe Salta-Formosa es un área
alejada de todo recurso, careciendo de agua
permanente al separarse de los ríos Teuco y Pilcomayo, ya
que los pocos madrejones o lagunas existentes son temporarios.
Debido además a la naturaleza de los
montes, impenetrables en su mayoría, donde hasta hace poco
no había penetrado aún el hombre
civilizado, las picadas exigen un trabajo lento y
difícil.
Topográficamente podemos decir que la
línea divisoria entre las provincias de Formosa y Salta
atraviesa por terreno de nivel sensiblemente constante sobre el
mar, por dos zonas bien distintas:
La primer zona comprende desde la ribera del
río Teuco hasta llegar a los campos denominados de "El
Chorro", próximo al hito N° 20. Esta región
está cubierta de una selva impenetrable, sirve de guarida
a los indios montaraces y solo a fuerza de
hacha, machete y energía puede abrirse paso el
hombre.
La segunda zona se extiende desde las
proximidades del hito N° 20 hasta el río Pilcomayo,
está formada por campos de bosques ralos, en su mayor
parte de tusca, cruzados por algunas fajas de monte fuerte que
generalmente se extiende de noroeste a sudeste.
Hasta hoy, los pocos pobladores que se han establecido
en aquellos lugares lo han hecho en sectores donde las lluvias de
verano les proporciona agua, que en
algunos madrejones o lagunas se conserva todo el año.
Algunos aborígenes aprovechan la tierra para
sus sembrados durante las primeras lluvias, obteniendo buenas
cosechas de maíz,
zapallo, porotos, melones, sandías, etc.
La vialidad es fácil por el camino que va hasta
la Colonia "Buenaventura" e intercepta la línea divisoria.
La picada del meridiano, al ser una línea recta, evita las
innumerables vueltas y los pobladores la utilizan para sus
haciendas y cargueros por representarles una gran economía de camino.
Atraviesa también la línea divisoria una serie de
sendas de población nativa o aborigen, algunas de las
cuales conducen a madrejones donde generalmente se encuentran sus
tolderías.
TRAZADO DE
LÍMITE ENTRE EL TERRITORIO NACIONAL DEL CHACO Y LA
PROVINCIA DE SALTA:
Según la ley N° 1532
del 16 de octubre de 1884, ha quedado fijado el límite
oeste del Territorio del Chaco con Salta por dos líneas
rectas, la primera como prolongación hacia el sur del
deslinde oeste del Territorio de Formosa, desde el Fuerte
Belgrano hasta su intersección con el cauce del río
Bermejo, y la segunda, una línea que partiendo de este
último punto siga con dirección a Barrancas, sobre el río
Salado.
2° PARTE:
"EL
PROCESO DE OCUPACIÓN DEL ESPACIO"
- EL CONTACTO ENTRE LAS DIFERENTES
CULTURAS:
Denominamos fronteras
étnicas aquellas que durante la época colonial
-siglos XVI-XVIII- y gran parte de la independiente -siglo XIX-
pusieron en contacto a diferentes culturas en el espacio que con
el tiempo, constituiría el territorio
argentino.
Este contacto se dio a
través de luchas entre las culturas, movidas no solo por
el interés
de expandirse unas sobre las otras, sino por el de conquistar,
ocupar el territorio del "otro" y explotar sus riquezas. Se
trataba entonces, de una lucha tanto simbólica como
material, en la que entraban en juego
elementos étnicos.
Por su parte los indígenas no tenían la
noción de continente como los europeos, sino un sentido de
pertenencia que no iba más allá de su comunidad
inmediata; en tanto que desde el punto de vista de la
subsistencia y el desarrollo
tecnológico, algunos vivían como
cazadores-recolectores (Guaycurúes, Patagones y Onas,
entre otros) y otros se habían transformado en
agricultores (Guaraníes, Timbúes, Comechingones).
Esta amplísima variedad de situaciones trató de ser
homogeneizada por el dominio español,
el cual, durante tres siglos de permanencia fue configurando una
nueva organización política, económica y
socio-cultural sobre el mundo indígena.
Por ejemplo, los
españoles pudieron someter rápidamente a los
indígenas del Noroeste – Atacamas, Humahuacas, Diaguitas y
Calchaquíes – y del Litoral -Guaraníes – porque
vivían en asentamientos estables, ya que dependían
para su mantenimiento
de la agricultura y
el pastoreo, y estaban habituados a regímenes de trabajo
regulares. Llamados por los españoles, "indios
bárbaros o salvajes" habitaban las fronteras.
En las zonas de fronteras
se establecieron contactos de todo tipo entre españoles e
indígenas. La guerra fue la
situación más frecuente entre los siglos XVII y
XVIII. Como las fronteras eran enormes, desconocidas y
difíciles de defender, tanto en el Chaco – fronterizo con
las ciudades de Salta, Jujuy, Santa Fe- como en las planicies de
Buenos Aires,
Córdoba y Mendoza, los españoles construyeron
durante el siglo XVII fuertes militares para defender, de las
incursiones indígenas, los territorios por ellos
ocupados.
Además de las relaciones bélicas, en las
fronteras se establecieron vínculos comerciales entre los
indígenas y españoles, por medio de las cuales los
primeros, vieron quebrarse el principio de reciprocidad y
redistribución propio de sus comunidades – intercambios
entre las tribus de acuerdo a lo que cada una necesitaba y
producía -, para comenzar a participar forzosamente de una
economía
de mercado
monetizada.
También en las zonas fronterizas, el avance de
los españoles estuvo apoyado por la presencia religiosa.
Durante los siglos XVII y XVIII, Franciscanos y Jesuitas
establecieron reducciones aborígenes en las fronteras:
eran establecimientos religiosos donde los indígenas
vivían en forma permanente, trabajaban la tierra y eran
introducidos en la fe católica.
Los casos
mencionados hasta aquí son ejemplos de las
multifacéticas relaciones establecidas entre los
indígenas y sus conquistadores; en el sentido de que cada
contacto entre etnias – haya sido más o menos violento –
implicó poner frente a frente cada una de estas culturas y
su inevitable interacción.
Luego, en la etapa
independiente, los espacios de fronteras configurados durante el
siglo XIX, implicaron la interacción entre la
"oligarquía" y los sectores subalternos a ella, el gaucho
en las áreas rurales y los inmigrantes
europeos.
Toda esta
interacción constituía un sector muy
heterogéneo, tanto desde lo étnico como desde lo
cultural; el gaucho pareció configurar un tipo cultural
más definido.
B) LA CONQUISTA DEL CHACO ARGENTINO
La región chaqueña demandó
más de 300 años para su conquista y poblamiento
definitivos. Su historia reconoce como ejes
fundamentales: la conquista militar (1870 – 1912), la
explotación forestal taninera y la colonización
agrícola.
El Gran Chaco Argentino abarcó en ese tiempo, las
superficies de las actuales provincias de Formosa, Chaco,
nordeste de Santa Fe, nordeste de Santiago del Estero y este de
Salta.
Los vestigios de ocupación humana en el
Impenetrable se remontan al período hispánico. Los
restos de vasijas hallados cuando se realizaban los trabajos de
apertura de las picadas que delimitan las fronteras
interprovinciales del Chaco, y en el camino de Taco Pozo a Nueva
Población, indican la existencia de asentamientos
indígenas ubicados en las márgenes de antiguos
cauces del Río Juramento, desaparecidos
actualmente.
Se dice además, que numerosos grupos
indígenas se internaban en el monte en busca de cera y
miel, artículos que incentivaban al comercio.
El proceso de ocupación que ha dado a este
espacio su conformación actual se inició en la
segunda mitad del siglo XIX y se desarrolló desde tres
ámbitos:
- Desde Salta, una corriente pobladora ocupó
principalmente el sector comprendido entre el antiguo cauce
del Río Bermejo y el Teuco al norte y las tierras
situadas a lo largo de la línea Barilari, al
oeste. - Desde Santiago del Estero, el poblamiento
partió de las áreas adyacentes al Río
Salado y se asentó sobre todo en las zonas del oeste
(en torno a
Taco Pozo) y sudeste (en las cercanías de Pampa del
Infierno y Juan José Castelli). - Desde el interior del Chaco y se instaló en
el sector próximo a las colonias
agrícolas.
Esta región presenta características
geográficas que han influido en la instalación
humana y en la historia de sus comunidades. Esta gran planicie,
de clima
subtropical, presenta tres subregiones, de las cuales solo una
afectaría a los departamentos fronterizos entre Salta,
Formosa y Chaco: la región del Chaco Árido
Occidental; con precipitaciones inferiores a 600 mm anuales,
tierras áridas y salinas. Una parte de su superficie se
encuentra cubierta por la masa boscosa del
Impenetrable.
B1) El poblamiento del área
Teuco-Bermejito:
En la segunda mitad del siglo XIX se aceleró el
avance poblador hacia el este desde Salta a lo largo de los
cursos de los
ríos Teuco y Bermejo. Fueron la vanguardia de
esta expansión los misioneros Franciscanos, quienes a
partir de 1857 fundaron cinco reducciones de las cuales
sólo permanecieron las de Esquina Grande y
Concepción, de indios matacos, hasta que en 1875 un
desborde excepcional del Bermejo las arrasó. Los sucesivos
gobiernos de Salta establecieron una línea de fortines
adelantando la frontera a lo largo de las vías fluviales.
Así surgieron los fuertes Aguirre (1864), Gorriti (1867),
Güemes (1867) y Belgrano (1867 y reconstruido en
1867).
Este extenso ámbito era ocupado por hacendados,
quienes en una continua búsqueda de nuevas tierras de
pastoreo se dirigían hacia el este hasta en el territorio
de la provincia del Chaco. Es así que el área
comprendida entre el Teuco y el Bermejo comenzó a poblarse
de puestos ganaderos.
La ocupación militar del Chaco no dejó,
sin embargo, de tener efectos en el poblamiento del área.
Los fortines Lavalle, Warnes, Arenales, etc. que se levantaron a
lo largo del río Bermejo, al norte de su confluencia con
el Teuco, formando parte de la línea de puestos militares
a partir de 1884, brindaron seguridad contra
los asaltos indígenas y atrajeron los hacendados. Estos
levantaban sus viviendas en las cercanías de los fortines.
Además las fuerzas del ejército abrieron picadas y
construyeron puentes que facilitaron las comunicaciones. No obstante estas obras se
perdieron por el abandono de que fueron objeto por parte de los
pobladores al retirarse la
administración militar.
La creciente importancia adquirida por el poblamiento a
lo largo del Bermejo, determinó el 9 de mayo de 1890, la
creación del extenso departamento de Caaguazú. El
mismo se extendía desde el meridiano de 60° O hacia el
oeste hasta los límites con Salta y Santiago del Estero.
Comandancia Frías era el asiento de la nueva
división administrativa.
B2) El poblamiento al sur del río
Bermejo
En el extremo occidental, el movimiento de
ocupación espontánea principió cuando los
hacendados santiagueños instalados en las cercanías
del río Salado avanzaron desde fines del siglo XIX, en
busca de nuevas tierras de pastoreo. Esta penetración
progresiva de puestos ganaderos se dirigió hacia el este y
hacia el norte internándose en El Impenetrable hasta
introducirse en el actual departamento Almirante Brown en las
primeras décadas del siglo XX. Simultáneamente,
grupos de hacendados salteños cruzaban la línea
Barilari a través de las picadas abiertas en ella e
instalaban sus puestos a lo largo de la frontera chaco
salteña.
A este avance inicial de la actividad se sumó
más tarde la de la explotación forestal. Esta
última ya se realizaba desde tiempos remotos pero
adquirió importancia económica con la construcción del ferrocarril de
Barranqueras (Chaco) a Metán (Salta). Esta vía de
comunicación estimuló la
instalación de obrajes en la parte sur del Impenetrable al
facilitar el transporte de
la madera
extraída.
En 1913, se habilitó la estación de Taco
Pozo, que dio origen a la importante población del mismo
nombre, situada en el extremo occidental de la provincia del
Chaco.
Ha sido también de gran influencia en la
ocupación del ámbito occidental chaqueño, la
apertura de la picada que une las localidades de Taco Pozo y
Nueva Población, destinada a facilitar el traslado de
hacienda del área del Bermejo y a ocupar en forma
más efectiva ese amplio espacio poco explorado.
En el sector oriental del Impenetrable chaqueño
se instaló otro frente poblador proveniente del interior
del Chaco. Este avance adquirió impulso a partir de la
creación de las colonias agrícolas de Pampa del
Infierno (1927) y Juan José Castelli (1928), como una
continuación del movimiento de
colonización producido por el auge de los cultivos del
algodón.
- EVOLUCIÓN DE LAS DIVISIONES
DEPARTAMENTALES
En la evolución
histórico-geográfica del Gran Chaco Argentino se
han producido cambios en su división
político-departamental:
a) La primitiva división departamental oeste del
Territorio Nacional del Chaco sufrió varias modificaciones
en el transcurso del tiempo. El Impenetrable chaqueño
formó parte en primer lugar del departamento de
Caaguazú. A partir de 1914, del departamento Teuco, norte
de Campo del Cielo y oeste de Napalpí; y es finalmente en
1953, cuando se crearon los actuales departamentos de Almirante
Brown y General Güemes.
b) En el Territorio Nacional de Formosa, hasta 1914, los
departamentos Ramón
Lista y Matacos se denominaban Departamento Duodécimo y
Teuco Arriba respectivamente; posterior a este período,
adquirieron su denominación actual.
c) En la Provincia de Salta, el departamento Rivadavia
mantuvo siempre la misma denominación, sin variar su
superficie.
3° PARTE
"LA
POBLACIÓN Y LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS EN EL
ÁREA DE ESTUDIO"
A) Características de la
población
A la etapa poblacional de grupos nativos llegados en
épocas aún no establecidas, se sumó hacia
mediados de siglo pasado el avance sistemático de la
colonización blanca desde Salta y Santiago del Estero. Ya
a fines del siglo XIX, estos frentes pioneros configuraron una
estructura social patriarcal, fronteriza y ganadera.
Las relaciones que se establecieron entre indios y
criollos, junto con el proceso de adaptación al medio,
modelaron una nueva forma de vida en esa zona.
Refiriéndonos ahora a la evolución de la población de los
departamentos comprendidos en el área de estudio (a
través de los diferentes censos nacionales), puede
visualizarse que el departamento que ha manifestado un mayor
crecimiento es General Güemes, aunque su evolución
comienza a marcarse a partir de la década de ´60;
época en la que también comienza el crecimiento
demográfico de Almirante Brown, aunque con menor
intensidad que el anterior.
En Formosa, los departamentos de Ramón Lista y
Matacos comenzaron a ser poblados a partir de la década
del ´40, posteriormente la población fue creciendo
lentamente, sobre todo en el departamento de Matacos, gracias al
desarrollo de
su ciudad cabecera (Ingeniero Juárez), que fue favorecida
por la adjudicación de funciones
regionales, la construcción de viviendas y el mejoramiento
de la accesibilidad que transformaron el lugar en un sitio de
escala
conveniente en el trayecto Formosa-Salta; estos aspectos
favorables se notan con gran fuerza a partir de la década
del ´70.
En la provincia de Salta, el departamento Rivadavia ha
sido habitado desde 1850, pero recién a partir de 1914 es
cuando el aspecto demográfico comienza a manifestar
tendencias crecientes que se mantienen hasta la actualidad. Este
aumento poblacional fue favorecido por la construcción de
la ruta nacional N° 81, que permitió el acceso
posterior de caminos secundarios.
A continuación interpretaremos la estructura
demográfica de cada uno de estos departamentos:
En la Provincia de Formosa, el departamento de
Ramón Lista presenta un predominio de población
rural, tal como podemos ver, la natalidad es más elevada
que en Matacos debido justamente a esta situación como
así también a su magra economía. La
estructura de la población, muestra un
predominio de población joven en ambos
departamentos.
Se puede observar en las pirámides los efectos de
la emigración de población nativa a partir de los
15 años de edad, mayormente entre el sector
femenina.
La mortalidad, se acentúo en la población
de más de 50 años, debido a enfermedades degenerativas.
Si bien existe una esperanza de vida elevada, éstos
departamentos poseen una mortalidad elevada al igual que los
departamentos contiguos.
El departamento de Matacos, posee a diferencia del
anterior, una natalidad más controlada, pero coincide con
Ramón Lista por tener una estructura de población
joven; no obstante, la particularidad que los caracteriza a
éstos está en el origen de la población, la
cual posee una estructura por edad y sexo bastante
regular, con una alta participación relativa de
población nacidas en otras provincias, esto es notable en
todos los grupos de edades y en ambos sexos.
En lo referente a la instrucción escolar, se
aprecia que en Ramón Lista se halla porcentaje más
alto de analfabetos, superando el 20 % de la población
departamental. Este elevado analfabetismo
se halla en relación directa con el predominio de
población rural, lo que podría indicar una baja
asistencia a instituciones
o establecimiento educativos.
En el departamento de Rivadavia (Salta), observamos que
la natalidad es muy elevada por lo que la pirámide
presenta una base ancha, mientras que en los grupos de edad
económicamente activa (jóvenes y adultos) se
aprecia una fuerte emigración. Este departamento forma
parte de una región no muy poblada, podría decirse
que es una zona de población rural, donde, si bien las
tierras no son aptas para la agricultura,
es importante la explotación ganadera. Ésta es, en
parte una de las características por la cual existen en el
área una mayor cantidad de hombres que de
mujeres.
La esperanza de vida es elevada, considerando las
condiciones reinantes en éste departamento.
En cuanto a la población analfabeta presenta un
elevado porcentaje, superior al 20 %, lo que demuestra una escasa
asistencia a instituciones educativas.
Finalmente, en la provincia del Chaco, el departamento
Almirante Brown presenta una natalidad bastante elevada, su
población activa se ve disminuida en consideración
debido a que el predominio de población rural genera
desplazamientos de personas de entre 20 y 40 años en busca
de mejores condiciones de vida. La población de más
de 50 años se reduce progresivamente, llegando a la
vejez una
cantidad escasa de personas, las cuales no llegan a alcanzar los
90 años. Estas características pueden deberse a los
escasos recursos
existentes en cuanto a la atención médica y
hospitalaria.
En el departamento de General Güemes también
se aprecia una alta natalidad y una disminución notable de
la población joven activa, quienes emigran hacia los
principales centros urbanos tras la búsqueda de
algún empleo o para
iniciar sus estudios universitarios o terciarios. La cantidad de
hombres y de muyeres es equilibrada en casi todos los grupos de
edades, apreciándose también una esperanza de vida
mayor que en Almirante Brown
A1) El noroeste de Formosa
En el noroeste de la provincia de Formosa
(específicamente en los departamentos de Ramón
Lista y Matacos) la mayor parte de las tierras son de propiedad del
gobierno
provincial o han sido entregadas en propiedad a
los grupos aborígenes de la zona, especialmente Wichis y
Tobas. La subsistencia de estos grupos se basa en buena medida en
la pesca en aguas
del Pilcomayo, combinada con el trabajo
asalariado, formas de producción mercantil simple, y la
práctica de la horticultura, la caza y la
recolección de frutos silvestres y miel.
Wichis y tobas conviven además con pobladores
criollos, descendientes de los primeros criollos que llegaron a
la zona a principios del
siglo XX, que en su mayoría practican una ganadería
rústica y viven en condiciones de pobreza similar a
la de los grupos indígenas.
Como consecuencia de los desbordes producidos en el
río Pilcomayo, en los últimos años han
desaparecidos bajo las aguas las localidades de Misión El
Toba, Sombrero Negro, Misión El
Carmen, Misión San Andrés, Misión El Yuto y
Puerto Irigoyen, lo que provocó una masiva
relocalización de la población toba, wichi y
criolla de la zona. Actualmente, El Potrillo es el poblado
más importante del extremo noroeste de la provincia de
Formosa, a causa de las masivas relocalizaciones que siguieron a
estas inundaciones.
Debido al desplazamiento de las aguas del Pilcomayo,
hacia el sur de la línea de frontera, importantes franjas
de territorio argentino han quedado ubicadas en "la banda" del
bañado, unidas sin solución de continuidad a
territorio paraguayo. Ello creó, por ende, zonas en las
cuales viven exclusivamente pobladores criollos, que pasaron a
encontrarse en una situación muy particular de
liminalidad. Formalmente parte de Argentina, estas
franjas de territorio quedan relativamente aisladas en gran parte
del año de otras localidades argentinas, esto hace que sus
pobladores mantengan fluidas relaciones con las estancias
paraguayas de la región.
Es importante destacar además el crecimiento que
ha tenido la ciudad de Ingeniero Juárez (6.621
habitantes), ya que se ha convertido en nexo de comunicación entre el este de Formosa con
la provincia de Salta.
Estos dos departamentos formoseños presentan el
mayor déficit en cuanto a las viviendas y a la educación. En
Ramón Lista, el 99 % de las viviendas son deficitarias,
mientras que en Matacos, el valor llega al
84,5 %. Es importante aclarar que, éstas viviendas
deficitarias incluyen las casas tipo B y las viviendas
precarias.
Las casas tipo B son aquellas que no tienen
provisión de agua por cañerías dentro de la
vivienda, no disponen de retrete con descarga de agua y tienen
piso de tierra u otro
de carácter
precario. En Matacos, el 61,4 % de las viviendas poseen estas
características, mientras que en Ramón Lista el 8,6
%.
La vivienda precaria hace referencia a los ranchos o
casillas, los hogares en casas de inquilinato, los locales no
construidos para habitación y las viviendas
móviles. No se incluye a los hoteles ni pensiones. En Ramón Lista,
el 91,3 % de las residencias son de este tipo, mientras que en
Matacos alcanza el 23 %.
En cuanto a la educación,
ésta es bastante deficiente, registrándose las
mayores tasas de analfabetismo
en el Departamento de Ramón Lista (32,9 %).
Los porcentajes mayores de Población con
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se encuentran en
los Departamentos de Ramón Lista (93 %) y Matacos (59,6
%).
A2) El este de Salta (departamento de
Rivadavia)
El departamento de Rivadavia tiene una superficie de
25.740 km², cuya ciudad cabecera es Coronel Juan Sola, que
cuenta con poco más de 2.462 habitantes. La vía de
acceso a Rivadavia Banda Sur es la ruta provincial N° 13 que
desde la Estrella comunica al municipio con el resto de la
Provincia a través de 144 kilómetros de camino
enripiado frecuentemente en mal estado a pesar
de los esfuerzos por mantenerlos, debido principalmente a la
permanente afluencia de camiones que transportan madera talada
en el monte chaqueño.
Uno de los problemas que
enfrenta el medio natural del Chaco Salteño es la
paulatina deforestación del mismo debido,
fundamentalmente, a la extracción de los diversos tipos de
madera existentes en la zona. Como consecuencia de esa tala
indiscriminada, algunas especies tales como el quebracho blanco y
colorado, la tipa, algarrobo, palo santo, palo amarillo se
encuentran en peligro de desaparecer lo cuál produce por
añadidura una alteración en el medio y
perjudica a las comunidades aborígenes que dependen de
él para su subsistencia.
Algunos poblados sobresalientes en este departamento
son: Rivadavia (944 habitantes), Los Blancos (897 habitantes),
Santa Victoria (865 habitantes), Nuestra Señora de
Talavera (756 habitantes) y La Unión (734 habitantes). El
Quebrachal, que ya es una ciudad, se encuentra más hacia
el oeste, y contaba en 1991 con 3.069 habitantes.
En cuanto a las relaciones transfronterizas pueden
citarse algunos ejemplos, tal es el caso del pequeño
pueblo de El Ciervo, al sur del departamento Rivadavia, donde
existe una escuela primaria
a la cual acuden algunos alumnos que son aborígenes y que
viven del lado chaqueño, lo cual implica un movimiento
diario en ésta zona totalmente desfavorable.
Algo similar ocurre con las casi 400 personas que
habitan en el pueblo de Pozo Cercado (próximo al
límite formoseño) ya que tiene importantes
relaciones con la ciudad formoseña de El Chorro
(Ramón Lista); son más bien relaciones de
abastecimiento, en la cual los habitantes deben desplazarse por
camino de ripio.
A3) El Oeste del Chaco (El
Impenetrable)
En los departamentos de Almirante Brown y General
Güemes existen solo dos ciudades que superan los dos mil
habitantes y un pueblo de gran importancia que por su crecimiento
va camino a convertirse en ciudad; nos estamos refiriendo a las
localidades de Juan José Castelli (13.206 habitantes) y
Taco Pozo (3.330 habitantes); en última instancia citamos
a El Sauzalito, que posee poco más de 1.398 habitantes.
Entre los otros pueblos de la región podemos nombrar a
Nueva Pompeya, Los Frentones y Fuerte Esperanza, cuya
población oscila entre 300 y 900 habitantes, en tanto
existen otros sitios como Comandante Frías y California
(próximos al límite con la provincia con Salta)
cuya población es inferior a 200 habitantes.
Precisamente la zona de Nueva Pompeya es un área
que sirve para la cría de ganado vacuno, caprino y ovino;
aquí, las pasturas generaron la movilización de los
criollos fronterizos, principalmente de aquellos estancieros
criadores de ganado vacuno proveniente de la frontera de Tarija y
Jujuy y de Salta con Santiago del Estero, quienes se internaron
paulatinamente bajo el estímulo de haber encontrado
grandes extensiones sin alambrado.
La penetración cultural en el oeste realizada por
estos pastores, no es otra cosa que una adaptación de la
forma de vida del Noroeste a un ambiente
geográfico donde iniciaron esta difícil
búsqueda de campos de pastaje y de cultivo. Todo esto es
posible sustentarlo a través de las pautas culturales que
aún permanecen, como las fiestas tradicionales y la
música.
El impenetrable es una región de fronteras, en el
sentido que conjuga pautas culturales de diferentes grupos
sociales. Unas y otras, se dan en un juego de
relaciones que construyen la frontera cotidiana; en realidad no
se puede trazar porque no existe mas que en la mente de sus
actores. Es decir que depende a qué grupo se adscribe cada
actor el hecho de poder trazar
la frontera con respecto al otro.
Cada poblador posee su ganado vacuno y una majada de
cabras y ovejas; la posesión de ese ganado otorga
prestigio y poder, conducta que se
manifiesta en el ganadero con sus peones.
A toda la actividad ganadera inicial, con una forma de
vida trashumante, se sumó posteriormente la actividad
forestal. Es por ese motivo que se han instalado obrajes en la
zona.
El pastoreo del ganado y el obraje son actividades
típicamente masculinas; es trabajo de los hombres, pues
supone estar mucho tiempo alejado de la familia, en
el aislamiento y la soledad del monte chaqueño.
Esta forma de vida se desarrolla hasta la actualidad,
así por ejemplo, en las aldeas de los "norteños"
como Pasaje Tres Pozos sobre el río Teuco, es común
observar los hogares constituidos por mujeres, generalmente la
madre y sus hijos solteros.
Suelen nuclearse próximos a la escuela del
paraje para recibir la instrucción primaria y allí
permanecen durante todo el año escolar.
El mejor ejemplo de frontera en este espacio es
Fortín Belgrano, una aldea habitada por familias
aborígenes Wichis, ubicada a 650 kilómetros de la
ciudad de Resistencia, en
el punto exacto del límite chaqueño con Salta y
Formosa. Este paraje está compuesto por un puñado
de ranchos construidos con paredes de barro y techo de tierra
sostenido con palos de quebracho. Residen allí una
veintena de familias wichis, al borde del río Teuco, que
es su fuente de vida. En el monte recolectan miel y consiguen
carne por medio de la "marisca", como principal forma de
subsistencia.
Los wichis de esta zona empezaron a tomar contacto con
los primeros vestigios culturales y religiosos occidentales a
principios de
siglo, pues hasta allí había llegado un grupo de
pastores anglicanos, quienes empezaron a ordenar su lengua,
sistematizándola mediante la escritura.
Los habitantes de Fortín Belgrano vivieron hasta
hace pocos años aislados en el medio del monte
chaqueño; ya que su nexo con el resto de la
civilización recién quedó establecido cuando
se construyó el único camino que los une con El
Sauzalito, pero todavía no llega ningún medio de
transporte en
forma regular.
Un aspecto digno de destacar es la actitud que ha
tenido el Ministerio de Educación de la
Provincia del Chaco, que ha enviado un freezer a gas y una bomba
de riego que les permitió a los aborígenes guardar
el fruto de la pesca y
construir una huerta comunitaria. También se ha terminado
la construcción de una escuela, que permitirá
integrarlos después de los años de
marginación a los que fueron sometidos, pues necesitan
convivir con nuestra cultura y
nuestras formas de producción.
B) Las actividades económicas realizadas en la
Cuenca del río Bermejo
La Cuenca del Río Bermejo configura una
"región" transfronteriza tanto en términos
político-administrativos, como poblacionales y
ambientales, atravesando de este a oeste gran parte del noroeste
argentino y longitudinalmente la totalidad del Chaco central
hasta el litoral del Río Paraná.
A lo largo y ancho de su extensión, la Cuenca del Bermejo
presenta una gran variedad de comunidades indígenas
pertenecientes a distintos grupos étnicos y grupos
domésticos campesinos cuya existencia y reproducción económica y social
depende directamente de los variados recursos
ictícolas, faunísticos, arbóreos de sus
distintos ambientes como así también de la
disponibilidad de tierras para las diferentes formas de
agricultura y ganadería
practicadas por los pobladores.
Con referencia a la actividad ganadera, se evidencia un
amplio predominio del ganado bovino, registrándose los
mayores porcentajes en los departamentos de Almirante Brown (88
%), Matacos (60 %) y Ramón Lista (51 %); en la zona
Chaco-Formoseña, el desarrollo de la ganadería se
da en los paleocauces, cuyas tierras se destinan al pastoreo
extensivo sobre campos naturales. El desarrollo de este ganado es
limitado debido a las condiciones de sequía e inundaciones
periódicas de las explotaciones aledañas a los
ríos Bermejo y Pilcomayo.
También se manifiesta un progresivo crecimiento
de los ganados caprino y ovino, el primero en el departamento
Rivadavia con un 28 %, mientras que el segundo sobresale en
General Güemes con un 14 %, ambos se deben a la mayor
adaptación a los períodos largos de
sequía.
En cuanto al ganado porcino, sobresale el noroeste
formoseño, donde los departamentos con mayor
participación son Matacos y Ramón Lista, con un 21
% y 20 % respectivamente, debido a su mayor adaptabilidad a
cualquier medio y sin una alimentación
intensiva.
El ganado vacuno se cría y se reproduce muy bien
en el Chaco. Por esto muchos de los antiguos pobladores de
Rivadavia, del departamento de Anta y de la provincia de Santiago
del estero, se han traslado a este territorio y se dedican con
éxito a
la cría de hacienda. Por otra parte, el ganado vacuno se
exporta en tropas a Salta, en cuyo mercado se
obtienen muy buenos precios por
ser mejor que el que se cría en esa provincia.
Uno de los grupos indígenas que actualmente
habitan en el área del río Bermejo son los matacos,
que se asentaron allí desde el siglo XVI:
Estos indios viven en la costa del río Bermejo,
en ambas márgenes, en los terrenos poblados con
establecimientos de campo y en el interior de la línea
de frontera; están sometidos y se emplean algunos como
peones de campo en las estancias y otros en sembrados, el resto
se ocupa, durante siete meses del año, en los
establecimientos de agricultura, en las provincias de Salta y
Jujuy, y algunos de ellos en el servicio de
la frontera como auxiliares.
El sector sur del departamento de Rivadavia (Salta), el
sur de Matacos (Formosa) y gran parte de General Güemes en
la provincia del Chaco, presentan una escasa productividad de
los suelos
(atravesados por meandros y paleocauces del Río Bermejo).
Aún así, una gran cantidad de comunidades
indígenas se asientan sobre la ribera del río en
ambas márgenes (con mayor representatividad del lado de la
provincia del Chaco) y sus economías domésticas se
basan en la pesca, recolección, caza y agricultura de
subsistencia, cuyos principales productos son:
maíz,
zapallo, poroto, melón y sandía.
La cría de ganado vacuno y de cabras junto con la
explotación forestal constituyen, en general, las
actividades de mayor importancia económica en el
Impenetrable.
Los problemas que
deben enfrentar los productores son originados por diferentes
causas. En primer lugar están aquellos propios de las
condiciones fisiográficas de la zona, principalmente los
referidos al clima (aridez) y
a la vegetación, que impiden el óptimo e inmediato
aprovechamiento de los campos.
También es un impedimento importante, la carencia
de caminos transitables todo el año, puesto que los de
tierra, siendo de buena traza, impiden la circulación en
épocas de abundantes precipitaciones.
En la agricultura salteña, una particularidad de
la producción de poroto es el requerimiento intensivo de
mano de obra temporal durante la época de cosecha, es
decir de Mayo a Julio (Trinchero & Leguizamón, 1995).
Este hecho configura una situación particular de este
frente expansivo ya que articula el ámbito del umbral con
las comunidades indígenas asentadas en el Chaco central
(Salta y Formosa) de las cuales las empresas reclutan
mediante "contratistas" la mano de obra que demandan
temporariamente, y también, aunque en menor medida mano de
obra campesina provenientes de los valles
salteños.
Desde el año 1992, una mayor presencia relativa
de la producción de poroto negro es indicativa de una
orientación distinta del destino de la producción,
puesto que de la exportación orientada principalmente y casi
con exclusividad hacia el mercado común europeo, se pasa a
otra orientada principalmente hacia el Mercosur y
especialmente hacia Brasil. Este
nuevo impulso de la frontera expansiva, que ha sido
acompañada también con significativos incrementos
en otras producciones (algodón y maíz) se ha
caracterizado por importantes inversiones de
capital
agrario. Dicho impulso se produce paralelamente al planeamiento y en
muchos casos a la efectivización de una infraestructura de
comunicaciones
(ruta Transchaco y redes viales articuladas que
unen el Pacífico, "Antofagasta-Chile" con el
Atlántico, "Santos-Brasil") que
intentan integrar el eje oeste-este, redefiniendo en nuestro caso
la territorialidad NOA-NEA.
Luego de haber estudiado el espacio fronterizo del
ámbito chaco-salteño podemos señalar que
éste se caracteriza por tener una identidad social,
cultural y lingüística propia, esa identidad ha sido
el fruto de la historia que han tenido los habitantes que
actualmente pueblan esta región.
Desde el punto de vista geográfico, si
consideramos el vasto territorio que se extiende por el oeste de
Formosa, el extremo oeste chaqueño y el este
salteño -es decir el área comprendida entre los
meridianos de 62° y 63° W-, nos encontramos con la
existencia de un espacio denominado "Impenetrable", donde
aún sobreviven las tradiciones y costumbres de los
primeros pobladores, cuyos principales descendientes son en la
actualidad los Matacos-Wichí.
Estos aborígenes viven hoy por hoy en pueblos o
parajes como Fortín Belgrano, Vinalito, Comandancia
Frías, California, San Juancito, entre otros; muchos de
ellos están comunicados entre sí por caminos de
tierra o senderos, y por allí efectúan el
movimiento diario o semanal, utilizando como medio de movilidad
al caballo, y en menor medida a las bicicletas.
Puede decirse que las relaciones que se establecieron -y
se siguen estableciendo- entre muchos de estos aborígenes
y los criollos, junto con el proceso de adaptación al
medio, donde intercambiaron su conocimiento y
su tecnología, han modelado una nueva forma de
vida en esta zona. Ha comenzado a producirse desde entonces un
intercambio de bienes y
servicios
creado por las tradiciones culturales que se conjugaron en ese
espacio. Es por ese motivo que se considera al Impenetrable como
una región de fronteras interiores.
Finalmente, una de las características de este
espacio escasamente humanizado es -como se dijo al principio- la
identidad de los habitantes. Pues si consideramos el avance
pionero de la población desde el este de Salta hacia la
zona Impenetrable, es lógico pensar que la mayoría
de los pobladores de ésta región tienen un sentido
de pertenencia o un mayor arraigo con las costumbres, los valores,
las creencias y los modismos propios de sus comprovincianos
salteños y no tanto con las áreas de influencias de
Formosa y Resistencia como
capitales provinciales. Puede considerarse que el factor
distancia juega también un papel
preponderante en la cotidianeidad de quienes habitan este
ámbito, puesto que ellos intercambian actividades
atravesando el límite interprovincial, sin acudir tanto a
las otras ciudades de su propia provincia.
LAURÍN, Alicia. (1999) "Ensayo
metodológico para un estudio particular: las
transformaciones territoriales fronterizas del proceso de
integración física". En
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simbólica del otro: una aproximación a la identidad
desde el folklore. pp.
71.
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Regional N° 22. pag 41.
7 BORRINI, Héctor. Ob. Cit.
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8 D´ANDREA, Ramón
(1996)."Línea Barilari. Fijación y
demarcación" Salta, República Argentina. pp.
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9 D´ANDREA, Ramón. Ob. Cit. pp.
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- BORRINI, Héctor; BRUNIARD, Enrique; COLAZO,
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-Historia- Serie: Investigación y Ensayos.
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Ediciones Ciccus, 1era Edición, Buenos
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Prof. Fernando Ariel Bonfanti
Prof. Alejandra Torre Geraldi
Facultad de Humanidades
Universidad Nacional del Nordeste
–Argentina–