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¿Quiénes son los hispanos?




Enviado por juan316



    La comunidad de
    habla española en los Estados Unidos

    1. La comunidad de habla
      española en los Estados Unidos tiene un idioma
      común
    2. La comunidad de habla
      española en los Estados Unidos tiene diversidad
      cultural
    3. La comunidad de habla
      española en los Estados Unidos es mayormente
      católica.
    4. Esbozo de una propuesta para
      alcanzar a la comunidad de habla española en los Estados
      Unidos con el evangelio de Jesucristo.
    5. Conclusiones.

    Introducción

    Hace más o menos diez años, a principios de los
    años noventa, tuve la oportunidad de venir a los Estados Unidos a
    estudiar en el programa de
    Estudios Bíblicos Avanzados del Center for Christian
    Education en Dallas, Texas. Viví en un vecindario
    típicamente norteamericano. Después de terminar mis
    estudios regresé a mi país y he vuelto diez
    años después, ya entrado el nuevo milenio, a
    trabajar con el Centro Mundial de Traducción de la Biblia.
    Al volver he sido testigo del tremendo impacto que la
    emigración masiva de la gente de habla española
    está haciendo en los Estados Unidos.
    El vecindario donde viví ya no es el mismo. Es ahora un
    vecindario típicamente de gente de habla española.
    El supermercado Tom Thumb del vecindario ya no existe. En
    su lugar hay un supermercado Fiesta. El Súper
    Centro Comercial donde solía ir de compras con mi
    familia y en
    donde el bullicio de habla inglesa llenaba todos los rincones,
    está ahora inundado de gente venida de Latinoamérica y en todas partes oigo hablar
    español.
    No sólo los clientes y
    visitantes hablan español
    sino que muchos de los negocios y
    locales comerciales son propiedad de
    gente que habla español. En todos los negocios hay
    empleados bilingües que atienden al
    público.

    El haber estado ausente
    de este país en los últimos diez años y
    volver ahora me ha hecho conciente de algo que tal vez ni la
    misma sociedad
    norteamericana acaba de entender y asimilar: la emigración
    masiva de gente de habla española a los Estados Unidos es
    un hecho fuera de lo común y va a transformar en forma
    indeleble a este país. Las cifras lo dicen. Según
    la oficina del Censo
    de los Estados Unidos este país tiene una población de 281.4 millones de personas, de
    las cuales 35.3 millones son hispanos, o sea el 12.5% de la
    población. El crecimiento de la
    población total en los Estados Unidos entre 1990 y el
    año 2000 fue de 13.2%, el de los hispanos fue de 57.9%. En
    1990 uno de cada diez estadounidenses era de origen hispano, para
    el 2050 uno de cada cinco será de origen hispano. La
    población de habla española es una población
    joven. El promedio de edad del habitante de los Estados Unidos es
    35.3 años, el promedio de edad del hispano en los Estados
    Unidos es de 25.9 años.

    Estos datos nos
    muestran un fenómeno que tiene unas inmensas implicaciones
    sociales, económicas, culturales y religiosas que es
    necesario tomar en cuenta para entender el futuro de los Estados
    Unidos y el futuro del cristianismo
    en el país más adelantado del planeta. Es hora de
    entender qué características tiene este grupo humano
    que unos llaman hispano, otros latinos y que yo denomino
    simplemente "la gente de habla española" en los Estados
    Unidos.

    La comunidad de
    habla española en los Estados Unidos tiene un idioma
    común

    Puede parecer redundante decir que la comunidad de habla
    española "tiene un idioma común", pero escoger esos
    términos hace énfasis en el aspecto
    lingüístico de esta comunidad en una sociedad donde el
    inglés
    ha imperado y donde prácticamente se ha considerado que no
    se sobrevive si no se habla inglés.

    Sin embargo, el proceso
    observado hasta hace diez años en los que los emigrantes
    de habla española iban llegando gradualmente a este
    país y en el curso de dos o tres generaciones iban
    perdiendo el dominio del
    idioma español y hablando sólo inglés, a mi
    parecer es un esquema que se está rompiendo debido a la
    inmigración masiva. El idioma de los
    emigrantes es el español tanto en los padres como en los
    hijos y nietos. Las nuevas generaciones no son hablantes de
    sólo ingles. Son bilingües. Entre los niños
    menores de 10 años entre la población latina
    emigrante el inglés es dominante en el 18% de ellos, el
    español es dominante en el 11% de ellos y los dos idiomas
    son hablados por el 70% de ellos. O sea los niños
    son mayormente bilingües. Tenemos datos de las
    primeras y segundas generaciones nacidas aquí, pero tienen
    que ser revisados con base en el impacto de la emigración
    masiva de los últimos diez años y eso necesita
    tiempo cuando
    hablamos de estadísticas generacionales. Una cosa es
    cierta: las tendencias estudiadas hace diez años, ya no
    son válidas a la luz de los
    fenómenos de inmigración masiva de los últimos
    diez años que rompieron todas las expectativas, entre
    ellas la de que los hispanos serían la minoría
    más grande en el año 2025. Ya son la
    minoría más grande de los Estados Unidos. Aunque
    sigue siendo cierto que el dominio del
    inglés es necesario para poder ascender
    en la escala social y
    establecerse sólidamente en los Estados Unidos, el
    español ha llegado para quedarse y compartir con el
    inglés como el idioma de la
    comunicación entre la comunidad venida de Latinoamérica. Las nuevas generaciones
    aprenden el inglés en la escuela, pero
    hablan el español en la casa, en el barrio, en la iglesia, en el
    supermercado, etc. El español no es el idioma de los
    abuelos, es tan bien el idioma de ellos. En una entrevista
    para la CNN Martha Reed, docente de antropología en los Estados Unidos, dice:
    "aquí estamos hablando en español, mis alumnas
    hablan español, salimos a comer tacos y leemos el
    periódico en español" . Esto sólo ha
    sido posible porque no ha habido una oleada de emigrantes de
    gente de habla española que llega y se asimila, sino
    porque hay varias oleadas de emigrantes que llegan sucesivamente,
    alimentan la cultura y
    mantienen el idioma vivo. Es un caso sui generis en la
    historia de la
    emigración a los Estados Unidos.

    El papel de
    los medios de
    comunicación es vital en el mantenimiento
    del español dentro de la comunidad. El emigrante de habla
    española está en contacto constante con su lengua y su
    cultura con
    sólo prender el televisor. Hay dos cadenas nacionales de
    TV. en español, emisoras de radio en
    español y a través del cable, la
    televisión satelital e Internet, se está en
    permanente contacto con el mundo y la cultura de habla castellana
    dentro y fuera de los Estados Unidos.

    El idioma español que se habla en los Estados Unidos es
    mayormente el que se habla en Latinoamérica porque de
    allí viene la mayoría de los emigrantes. Como toda
    comunidad lingüística el español tiene
    variantes dialectales conforme a cada país y
    región. Una de esas variantes dialectales, la única
    nacida en suelo
    estadounidense, es el Spanglish. Este dialecto es producto de la
    fusión
    de las dos culturas y tiene, a su vez, variedades conforme a la
    región donde se habla. Hay Spanglish californiano, tejano,
    neoyorquino, de La Florida, etc. El Spanglish es una muestra del
    esfuerzo que hizo el inmigrante de antes de los años
    noventa para asimilarse a la cultura de los Estados Unidos,
    aunque no lo consiguió del todo. Como dice el profesor
    Ilán Stavas el Spanglish muestra como el
    hispano trató de reinventar en los Estados Unidos su
    imagen y
    existió "un poquito como los anglosajones, un poquito en
    forma distinta". El futuro del Spanglish es incierto, no sabemos
    si se afianzará con la llegada de los nuevos inmigrantes o
    desaparecerá al ser reemplazado por el español de
    las sucesivas oleadas de inmigrantes. Es un hecho, en todo caso,
    que el español a pesar de sus variantes dialectales es un
    idioma que mantiene una unidad lingüística mayor que
    la de otras lenguas. No es nada difícil para un hablante
    mexicano comunicarse con un hablante del extremo sur de
    Suramérica. Las variedades dialectales existen, pero no
    estorban en mayor medida la comunicación.

    El hecho indiscutible es que la tendencia es a que el
    español se mantenga por generaciones en este país.
    Si la permanencia del español fuera temporal no se
    harían negocios como el de la fusión de
    Univisión con la Corporación Radiodifusora Hispana
    en los cuales se movieron tres mil cien millones de
    dólares en un solo negocio. Más de cincuenta
    estaciones de televisión
    en español y decenas de estaciones de radio, sin contar
    los diarios impresos y por Internet, demuestran la
    vitalidad del idioma español en los Estados Unidos.

    La comunidad de habla
    española en los Estados Unidos tiene diversidad
    cultural

    La comunidad de habla española en los Estados Unidos
    no es en realidad una cultura monolítica. En palabras del
    profesor Ilán Stavas "la población hispano parlante
    en los Estados Unidos no es homogénea…se trata
    más bien de grupos nacionales
    (chicanos, cubanos, puertorriqueños, dominicanos, etc.)
    unidos mal que bien por un idioma común y una herencia
    histórica". La mayoría de los miembros de la
    comunidad de habla española en los Estados Unidos es de
    origen mexicano, el 58.5%, pero antes el porcentaje de miembros
    de la comunidad de habla española de origen mexicano era
    mayor, cada vez más se diversifica. Hay un importante
    número de gente de origen, puertorriqueño, el 9.6%,
    cubano, el 3.5%, centroamericano, el 4.8%, la mayoría de
    los cuales viene de El Salvador, suramericanos, el 3.8% la
    mayoría de los cuales es colombiano, dominicano, el 2.2%,
    colombiano, dentro de la comunidad de habla española en
    los Estados Unidos, y se diversifica cada vez más.

    Es necesario entender que hay diversidad racial dentro de
    la comunidad de habla castellana. Hay blancos, negros, mestizos.
    Los hablantes de habla española no son una raza, son un
    grupo humano
    que tiene en común el idioma español como lengua de
    la
    comunicación. Existen los mismos vicios y virtudes
    dentro de esta comunidad que los que existen en otras
    comunidades. No podemos decir que hay un "perfil" común al
    hispano. De hecho, el 54% de los miembros de la comunidad de
    habla española le gusta referirse a ellos mismos de
    acuerdo al país de origen: mexicano, cubano, colombiano,
    etc. Sólo al 24% le gusta que lo llamen hispano y al 21%
    le gusta que lo llamen latino. Es exactamente lo mismo que
    sucede, por ejemplo, con los europeos. Es verdad que se sienten
    aludidos cuando se usa el término "europeo", mucho
    más ahora que existe la Comunidad Europea como un grupo
    regional, pero no por ello los alemanes prefieren que les digan
    "alemanes" a "europeos" e igual con los franceses,
    británicos, etc.

    Los rasgos culturales son muy diversos entre los miembros
    de la comunidad de habla española. La música cubana es muy
    distinta de la mexicana, y ambas difieren enormemente de la
    música
    argentina. Los
    mexicanos se distinguen por el uso del chili en sus comidas, algo
    que no está presente en la comida de los países
    suramericanos. Dentro de los mismos países hay diferencias
    culturales de acuerdo a la región. La riqueza cultural de
    los países latinoamericanos es enorme y toda ella viene
    con los inmigrantes al llegar a los Estados Unidos. Esas
    diferencias crean tensiones dentro de los mismos hispanos. Los
    mexicanos son una mayoría aplastante y frecuentemente
    tienen roces con los otros hispanos. Después de los
    mexicanos, están los puertorriqueños, cubanos,
    dominicanos, salvadoreños y colombianos. Todos ellos
    tienen diferencias culturales y desacuerdos entre ellos.

    Pero al mismo tiempo hay rasgos
    comunes dentro de la población de habla castellana.
    Algo de destacar es que al llegar a los Estados Unidos se crea un
    sentido de identidad y
    solidaridad entre
    las diferentes culturas latinoamericanas, que fuera de suelo
    norteamericano mantienen diferencias muy marcadas e incluso
    hostiles unas con otras. A eso contribuye el hecho de que para
    los norteamericanos toda la gente de habla española son
    "hispanos" o "latinos". El norteamericano no diferencia
    culturalmente ni tiene claro la inmensa riqueza y variedad
    cultural de la gente de habla española. Eso contribuye a
    que los que hablan español se integren, es decir la
    actitud del
    norteamericano al ver a todos los que hablan español como
    "una sola raza" o una sola cultura, provoca en la gente que habla
    español un sentido de identidad
    común. O sea uno de los rasgos comunes de la gente que
    habla español, además del idioma y la religión, es que los
    norteamericanos los tienen catalogados a todos por igual y eso,
    curiosamente, es una característica más, a tal punto que
    la mayor organización que agrupa a los miembros
    activos de la
    comunidad que habla español se llama "Consejo Nacional de
    la Raza" (la cursiva es mía). Aunque en sus
    orígenes "La Raza" hacía alusión al movimiento
    chicano. En la actualidad ese término ha sido asimilado
    por los nuevos inmigrantes para denominar al hablante de habla
    española en general.

    No obstante, no existe una "agenda hispana" entre la gente
    que habla español. El 43% por ciento quisiera trabajar
    unido políticamente. Sin embargo, el 49% no tiene
    ningún interés en
    trabajar unido políticamente y el 8% ni siquiera ha
    pensado en eso Lo que sí existe es un sano deseo de la
    gran mayoría de la gente de habla española por
    asimilarse a la sociedad norteamericana sin perder su identidad
    cultural. La gente de habla española, sobretodo la
    recién llegada, admira el éxito
    económico de los Estados Unidos, anhela hacer realidad el
    "sueño americano" y tiene un fuerte deseo de empezar una
    nueva vida en los Estados Unidos. En eso comparte los mismos
    sentimientos que han tenido todas las oleadas de inmigrantes de
    los Estados Unidos desde su misma fundación. La gente de
    habla española se integra en esa corriente que ha formado
    este país, esta "nación
    de inmigrantes". La abrumadora mayoría de la gente que
    habla español, el 89%, cree que los Estados Unidos es
    mejor que su propio país de origen. En otras palabras no
    traen una agenda de afuera para imponer aquí, sino un
    inmenso deseo de compartir los valores
    democráticos que encarnan los Estados Unidos de América.

    En otro lugar del mundo esa actitud de la
    gente que habla español haría de ellos el
    inmigrante ideal, pero desafortunadamente un buen número
    de la población norteamericana no se siente cómodo
    con la creciente ola de inmigración. Una encuesta
    realizada por el Consejo para Relaciones Exteriores de Chicago
    muestra que el 60% de los norteamericanos está en contra
    del actual nivel de inmigración. De todas maneras, hay que
    recordar que entre 1840 y 1850 millones de irlandeses y alemanes
    emigraron a los Estados Unidos, ellos también sufrieron
    discriminación pues suscitaron el miedo y
    la desconfianza de los norteamericanos de entonces. Le
    temían a su cultura, a su religión y a su
    idioma, pero hoy están totalmente integrados. Lo mismo ha
    pasado con otras olas de inmigración que los Estados
    Unidos han tenido a través de su historia. No es
    extraño notar que el 31% de la gente que habla
    español se siente discriminada en los Estados Unidos,
    aunque ese porcentaje es mayor en la población afro
    americana (46%).

    Por otro lado, hay un deseo de "volver a las raíces"
    por parte de hispanos de segunda y tercera generación. Ese
    deseo tal vez sea motivado por un posible desencanto de esas
    generaciones con la sociedad en que viven o por una
    admiración de la cultura hispana debido a que las nuevas
    olas de inmigrantes traen consigo gente de más educación y
    experiencias culturales que lo que trajeron olas de inmigrantes
    anteriores cuya gran mayoría provenía de las
    esferas más humildes de los países de
    origen.

    La gente de habla española está haciendo cada
    vez más presencia en la vida pública de los Estados
    Unidos. Uno de los gobernadores de uno de los Estados de la
    Unión Americana es de origen hispano, el de Nuevo México. El
    jefe de las fuerzas armadas de los Estados Unidos en Irak, el
    general Ricardo Sánchez es de origen hispano, la firma de
    los billetes de los Estados Unidos tiene un nombre en
    español, Rosario Marín la tesorera de los Estados
    Unidos, una inmigrante mexicana. El voto latino tiene gran peso
    en la política de los Estados Unidos, en ambos
    partidos. Tanto el partido demócrata como el republicano
    costean programas de
    televisión
    en español para promover sus propias agendas. El comercio y la
    industria
    empiezan ya a fijarse en la comunidad de habla española
    para atender sus necesidades en forma específica y en
    español, y obtener así mayores ganancias. "El
    poder de
    compra de la comunidad hispana hoy en Estados Unidos es de
    452.000 millones de dólares", dice Carla Rizzati, del Bank
    of America. La Casa Blanca mantiene un sitio de Internet en
    español donde publica todos los discursos del
    presidente con su correspondiente doblaje al
    español.

     La comunidad de
    habla española en los Estados Unidos es mayormente
    católica.

    Un rasgo importante que caracteriza la población de
    habla española en los Estados Unidos es que, como en sus
    países de origen, profesa en su gran mayoría la
    religión católica. El 70% de la gente que habla
    español en los Estados Unidos es católica, el 23%
    es protestante y el resto no tiene ninguna preferencia religiosa
    o pertenece a otro tipo de religiones.

    La iglesia
    católica está decidida a mantener a la
    población de habla española en la religión
    que tradicionalmente ha profesado. Es interesante notar que
    aunque en España y
    Latinoamérica la iglesia católica ha mantenido, por
    lo general, una alianza con los poderes políticos
    tradicionales y ha estado
    mayormente al lado de los ricos y poderosos, las élites
    gobernantes de los países latinoamericanos, ese no es el
    caso en los Estados Unidos.

    En los Estados Unidos la iglesia católica lleva la
    delantera a todas las demás iglesias y organizaciones en
    cuanto a la defensa de los derechos de los inmigrantes.
    Caridades Católicas es una organización famosa, querida y respetada
    entre los millones de inmigrantes de habla española del
    país. La imagen de la
    iglesia católica como una madre protectora, "la santa
    madre iglesia" está en la mente de los habitantes de habla
    española en los Estados Unidos. No es de extrañar
    que a pesar de las crisis que esa
    iglesia ha sufrido y de la gran publicidad que se
    ha dado al esfuerzo de otros grupos cristianos
    para alcanzar a la comunidad de habla española, la verdad
    es que contra todas las expectativas, el porcentaje de latinos
    católicos ha permanecido estable en los últimos 14
    años.

    Las iglesias evangélicas tradicionales han tenido
    más éxito
    alcanzando a los latinoamericanos en sus respectivos
    países que dentro de los Estados Unidos. Hay varias
    razones que muestran la dificultad de las iglesias
    evangélicas tradicionales para alcanzar al inmigrante. Una
    de ellas es que una buena parte de la población de los
    EE.UU. que no ve con buenos ojos al inmigrante es miembro de las
    iglesias evangélicas tradicionales, dentro de las cuales
    podemos incluir a las iglesias de Cristo que aunque no tengan la
    misma teología sus miembros en los Estados Unidos parecen
    tener el mismo perfil sociológico de las primeras. Estas
    iglesias están dispuestas a gastar dinero en
    misiones a Latinoamérica, pero tienen dificultades en
    aceptar miembros hispanos al interior de sus iglesias en los
    Estados Unidos. El miembro promedio de una iglesia
    evangélica tradicional no se siente bien sentado al lado
    de un hispano en el mismo banco de su
    iglesia. Prefiere la opción de iglesias de blancos, negros
    "e hispanos". Para el hispano eso es inaceptable. Se siente
    discriminado y se hace una idea completamente negativa de "la
    religión del gringo". Por otro lado, la
    fragmentación de las iglesias evangélicas
    tradicionales en varias denominaciones, entre las cuales los
    católicos incluyen a las iglesias de Cristo, es una
    aberración para el hispano pues está acostumbrado a
    la unidad religiosa. La película "Un impulsivo y loco
    amor"
    protagonizada por Salma Hayek y Matthew Perry (el de la serie de
    televisión "amigos") muestra una historia de amor entre un
    joven norteamericano y una joven mexicana. Uno de los momentos
    más tensos de la trama es cuando se conocen los padres de
    los jóvenes. Los padres del norteamericano le dicen a los
    de la mexicana que ellos pertenecen a una iglesia
    evangélica tradicional. Los padres de la mexicana les
    contestan: "Eso no es una religión".

    Las iglesias evangélicas pentecostales, o no
    tradicionales, las del movimiento
    carismático, son las que más penetración han
    logrado en la gente de hispana. El 64% de los protestantes
    latinos se identifica como miembro de una iglesia pentecostal o
    carismática . Sin embargo, el "lado carismático" de
    la iglesia católica, la denominada "renovación
    carismática católica" ha logrado captar y mantener
    dentro de la iglesia a un buen número de
    católicos.

    Esbozo de una propuesta para
    alcanzar a la comunidad de habla española en los Estados
    Unidos con el evangelio de Jesucristo.

    Es todo un reto tratar de llevar el evangelio de Jesucristo
    a la gente de habla española en los Estados Unidos, pero
    esa comunidad es una de las naciones que está incluida
    dentro del mandato de "vayan y hagan seguidores a todas las
    naciones" (Mateo 28:18-20 PDT). Sin embargo, para lograrlo es
    necesario que las iglesias tomen en serio el desafío y
    dispongan de voluntad, tiempo y recursos para
    conseguirlo.

    Hay que hacer un estudio permanente de la realidad
    demográfica y cultural de la comunidad de habla
    española. Conocerla y saber cómo
    evoluciona.

    Se necesitan respetar los valores
    culturales de la comunidad de habla española y no exigir
    que asimile valores
    extraños a ella como requisito para que acepte a
    Jesucristo.

    Aprender de la iglesia católica que para alcanzar a
    la comunidad de habla española hay que tomar en cuenta sus
    necesidades y aspiraciones. El problema del desarraigo, la pobreza y la
    situación de ilegalidad en cuanto al estatus migratorio no
    puede ser una barrera para predicar el evangelio, sino una
    oportunidad de servicio
    cristiano con miras a comunicar el evangelio de
    Jesucristo.

    El asunto del idioma debe ser tenido en cuenta al momento
    de comunicarse con la comunidad de habla española. No se
    le puede exigir que hable inglés como requisito para
    comunicarle el evangelio. Por otro lado, las biblias y
    publicaciones religiosas deben estar en un español
    común y corriente, al alcance de toda la comunidad de
    habla hispana.

    Se necesita que los creyentes de la raza negra e hispana
    trabajen unidos para alcanzar a la gente hispana pues
    frecuentemente comparten los mismos vecindarios y tiene problemas
    sociales comunes. Esta sería una buena alternativa
    contra el odio racial que se manifiesta entre estas dos
    comunidades alrededor de los servicios
    sociales gubernamentales.

    La idea es trabajar todos los cristianos juntos para
    alcanzar a la comunidad de habla española con el evangelio
    de Jesucristo.

    CONCLUSIONES.

    1. La comunidad de habla
      española parece tender hacia el mantenimiento de la lengua española como
      su lengua de comunicación a través de
      generaciones dentro de los Estados Unidos.
    2. La comunidad de habla española tiene unidad y
      diversidad.
    3. La comunidad de habla española es mayormente
      católica.
    4. El rasgo anti-inmigrante de los miembros de algunas
      iglesias evangélicas tradicionales hace difícil
      que alcancen al hablante de habla española en cantidades
      significativas.
    5. Las iglesias que superan su tradicionalismo y dan la
      bienvenida a gente de otras culturas tienen más
      opción de alcanzar al hispano.
    6. Se necesita un esfuerzo unido de los creyentes de todas las
      razas y culturas para alcanzar al mundo de habla
      española en los Estados Unidos.

     

    Rafael Serrano

    Se permite publicar este trabajo en todo o en parte
    citando al autor.

    Rafael Serrano es director de Ministerios Hispanos del
    Centro Mundial de Traducción de la Biblia. Licenciado en
    Filología e Idiomas de la Universidad
    Nacional de Colombia en
    Santafé de Bogotá, D.C. Estudios de postgrado en
    Estudios Bíblicos Avanzados en el Center for Christian
    Education de Irving, Texas, EE.UU, especialista en Pedagogía de la UNAD de Santafé de
    Bogotá, D.C.

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