- México en
1821 - El imperio de
Iturbide - Las Logias
Masónicas - La reforma
liberal - Reformas eclesiásticas,
del ejército y hacendarias. - Santa Anna reprime la
reforma - Gobiernos
revolucionarios - Conspiraciones
clericales - La Constitución de
1857 - Las leyes de
reforma - Consecuencias de la
reforma - Se ofrece a Maximiliano el trono
de México - El gobierno de
Lerdo - Primer periodo de gobierno
del General Díaz - La Constitución de
1917 - Época
moderna - Conclusión
- Bibliografía
Este trabajo tiene la finalidad de dar una
pequeña reseña sobre las relaciones Iglesia
– Estado, desde
la época en que México se
vuelve independiente 1821 hasta nuestros
días.
Considero pertinente empezar de una forma
cronológica por así decirlo ya que es necesario
conocer un poco de historia de nuestro
país, para poder entender
nuestra actualidad. Ya que las relaciones Iglesia –
Estado vuelven
a resurgir en estos últimos años, recobrando una
fuerza
excepcional en los ámbitos más importantes de un
país como los son lo político, económico y
social.
Cabe decir que pareciera que nuestro país esta
en franco retroceso ya que en vez de seguir avanzando, volvemos a
caer en la época en que la iglesia se convierte en un gran
controlador social.
La expresión Estado, tiene su origen en la
palabra latina "status" que es el participio pasado del verbo
stare ,cuyo significado en el idioma español es
estar, lo que implica una situación, sin embargo la
etimología no proporciona mucho contenido, ya que la
palabra estado es en si misma multivoca, ello deriva del hecho de
que es una expresión formada en el lenguaje de
los siglos XV y XVI, a la luz de la
teoría
política.
CONCEPTO DE IGLESIA
Etimológicamente la palabra
iglesia tiene su mas remoto origen en el griego ekklesia que
designa a una asamblea lo cual da la idea de una
agrupación de individuos que a su vez implica una forma de
relación social y abre el camino para cuestionar su
razón de ser, de esta manera el concepto de
iglesia esta estrechamente vinculado al de religión, que
etimológicamente significa unirse, y cuya
connotación genérica es designar el medio para
unirse a lo divino.
México
nació a la vida independiente con las aspiraciones y
sentimientos propios de un pueblo libre, pero que estaba en
desacuerdo con sus costumbres políticas
y con un atraso en el orden económico y
social.
Todo esto tendría que ser la causa lógica
de nuestros grandes problemas y
trastornos políticos, que comienzan al nacer México
a la vida independiente y que se prolongan hasta fines del siglo
XIX.
La proclamación de Iturbide como emperador fue
un acto de presión
militar y popular sobre el Congreso, al que se restó
libertad para
opinar; pero en las provincias fue grande el regocijo que produjo
la elevación del generalísimo al
trono.
Elegido Iturbide emperador, se procedió a dar
forma CORONACIÓN DE ITURBIDE al Imperio, nombrando
príncipes al padre, a los hijos y a la hermana del
caudillo e improvisando una corte con la aristocracia colonial,
formada por ricos hacendados y mineros, que habían
comprado sus títulos de nobleza.
Las logias masónicas, que tanto influyeron en
la vida política del país durante esta
primera etapa de su organización nacional, habían
comenzado a establecerse en México desde antes de la
Independencia
por oficiales del ejército vendidos de España.
Las primeras logias pertenecían al rito
escocés, y en 1819 era ya tan grande el número
de sus adeptos que el virrey Apodaca, a instancias de ellas,
publicó la Constitución española de
1820.
Al consumarse la Independencia
se afiliaron en las logias del rito escocés los
generales Bravo, Barragán y otros muchos políticos,
que formaron el partido escocés, el cual
llegó a tener gran influencia en el gobierno y en el
Congreso.
Al establecerse el régimen federal se
creó una nueva asociación masónica, la de
los yorkinos, bajo la dirección de Mr. Joel R. Poinsett, ministro
de los Estado unidos ante el gobierno
mexicano.
Los principales yorkinos eran Lorenzo de Zavala,
Miguel Ramos Arizpe, Gómez Farías, los generales
Filisola, Guerrero,Arista y otros de ideas liberales
exaltadas.
INFLUENCIAS POLÍTICAS
DE LAS LOGIAS
Al principio las actividades de las Logias se
reducirían a propagar las ideas liberales; pero
después se convirtieron en centros políticos, en
los que se discutían los asuntos del gobierno: las
elecciones, las leyes, los
acuerdos del gabinete, a ellas concurrían los diputados,
los senadores, los ministros, los gobernadores y toda clase de
personas influyentes.
El establecimiento de las logias fue de gran
importancia, porque ellas determinaron la definición de
los dos partidos
políticos que habrían de disputarse el poder en lo
futuro: el liberal y el conservador, que comenzaron a
manifestarse desde los primeros años de la vida
independiente de México.
De los afiliados al partido yorkino se derivó el
partido popular de los liberales, que combatió
encarnizadamente al partido aristócrata de los
conservadores , que seguían el rito escocés.
Su lucha fue larga y terrible, hasta que al fin el partido
liberal logró vencer al conservador en 1867.
GÓMEZ FARIAS EN LA PRESIDENCIA El 1º de
abril de 1833 se inició el nuevo período
gubernamental, en el que debía ocupar la Presidencia de la
República el general Antonio López de Santa Anna;
pero como este no se presentó hasta el 16 de mayo, se
encargó interinamente del gobierno el Vicepresidente, don
Valentin Gómez Farías, representante de la clase
media liberal.
Entre 1833 y 1855, Santa Anna gobernó a
México en once periodos diferentes. Su falta de
convicciones políticas lo hicieron fluctuar del partido
liberal al conservador, y su actuación casi siempre estuvo
condenada al fracaso.
Gómez Farías, considerando que para el
progreso del país era necesario que el gobierno estuviese
fuera de la influencia del clero y de los elementos
conservadores, dictó las leyes que
habían de transformar las condiciones sociales y
políticas del país.
Por tal razón se considera a Gómez
Farías como el patriarca del liberalismo y el
precursor de la Reforma, que consumó años
más tarde don Benito Juárez.
INICIACIÓN DE LA REFORMA El grupo
reformista estaba formado por la pequeña
burguesía, que trataba de desplazar a los
españoles en los asuntos económicos, y por los
nuevos políticos que ambicionaban los puestos
públicos, al frente de los cuales se hallaban distinguidos
intelectuales, como el doctor José María Luis Mora
y Lorenzo de Zavala.
Con el apoyo de Gómez Farías, y con un
programa
liberal avanzado, durante el año 1833 y principios del 34
se fueron expidiendo varias leyes, destinadas a destruir las
instituciones
y los privilegios de las clases que significaban un
obstáculo para la marcha progresista del
país.
EL PROGRAMA
REFORMISTA
El programa reformista consistía en extirpar de
raíz
la influencia del clero y del ejercito en
la marcha del gobierno, y convertir al país en una
nación
libre de sus viejas tradiciones y del despotismo
colonial.
Para ello era necesario acabar con los privilegios del
clero y subordinarlo al Estado, hacer una distribución menos injusta de los bienes que el
clero y las clases privilegiadas habían acumulado,
decretar la libertad de
cultos y separar la Iglesia del Estado.
Hacer la enseñanza obligatoria, fundando escuelas en
los pequeños poblados; crear institutos de enseñanza superior y profesional en que se
diera preferencia a los conocimientos científicos; pugnar
por la libertad de prensa y por la
difusión de la
lectura.
Sobre todo estos asuntos publicaron brillantes
artículos el doctor Mora, Zavala y otros intelectuales, y
parte de aquellos principios ya se
habían convertido en leyes en algunos Estados,
particularmente en México, Jalisco y
Zacatecas.
Ante todo era indispensable que la Iglesia
reconociera
al Estado mexicano el derecho de patronato
eclesiástico que el rey había ejercido sobre
ella, y que esta se negaba a aceptar, pretendiendo hacerse
independiente del poder civil y quedar subordinada sólo al
Papa.
Para liberar a los agricultores de la
obligación civil de pagar el diezmo
eclesiástico , se dictó la ley relativa,
dejando el pago de los diezmos al dictado de la conciencia de los
causantes, sin coacción por parte del
Estado.
A este propósito se tomaron tres medidas
fundamentales: la extinción del Colegio Mayor de Santa
María de Todos Santos, aplicando sus fondos a la
instrucción pública; la supresión de la
Universidad
Pontificia, institución al servicio de
una minoría privilegiada, y la creación de un
sistema de
escuelas populares bajo el control de la
Dirección General de Instrucción
Pública, manejada por intelectuales
distinguidos.
El vasto programa que entonces se planteó
comprendía la creación de seis grandes institutos
de instrucción superior para la juventud;
autorizó la libre apertura de escuelas públicas;
ordenó que hubiera una escuela nocturna
para artesanos y dos escuelas normales para la formación
de maestros, y que con los libros de la
Universidad y de
algunas corporaciones religiosas se crearan la Biblioteca
Nacional.
Este fue el programa que nuestras luchas
políticas malograron en aquella época, pero que se
realizó posteriormente, aunque se diverso
modo.
Para que la reforma que planteaba la clase media
liberal fuese efectiva, era necesario también destruir la
fuerza del
ejército permanente, en cuyas manos había estado
hasta entonces los destinos del país.
El ejército, en vez de sostener al gobierno
constituido, luchaba por derrocarlo para poner otro nuevo que lo
apoyara en sus demandas, pues en los jefes reinaba el
espíritu de rebelón, el apetito inmoderado de
riquezas y ascensos y reclamaban, además, el fuero,
porque con él quedaban casi impunes sus delitos.
Por tales razones se dispuso disolver todos los
cuerpos del ejército que se hubieran sublevado contra el
gobierno (15 de noviembre de 1833 ). A demás se
acordó reducir el ejército permanente s seis
batallones de infantería y seis regimientos de
caballería y disminuir el número de altos jefes del
ejército.
Y para suplir al ejército se
creó la milicia nacional, organizada por los
Estados con elementos del pueblo, armados y disciplinados para
sostener sus derechos y evitar las
rebeliones de los conspiradores profesionales.
Ante el estado de
bancarrota en que se hallaba el erario nacional, el
gobierno tenía que recurrir frecuentemente en demanda de
préstamos a los agiotistas, originándose por
tal concepto una
deuda pública que pasaba de cien millones de
pesos.
No era posible efectuar el pago de esa deuda con los
escasos impuestos que
tributaban la agricultura,
la industria y la
minería,
ya que éstas se hallaban también en quiebra,
porque el capital estaba en manos del clero y éste
le negaba el crédito
para su desarrollo.
De aquí que los reformadores de 1833 llegaron
a la conclusión de que el pago de la deuda nacional
sólo podría lograrse mediante la
desamortización de los bienes del
clero, la cual estimaban provechosa para la hacienda
pública y el beneficio del pueblo.
Desgraciadamente no sucedió así, porque
al atacar el monopolio de
la riqueza del clero, por otra parte se formaba el
latifundismo laico, dando lugar a que muchos oportunistas
ambiciosos se apoderaran de lo bienes eclesiásticos a bajo
precio,
anulando las finalidades del beneficio
público.
Gómez Farías tenía la
intención de proseguir su obra reformista por medio de
otras leyes y reglamentos; pero el clero y el ejército,
que se sentían agraviados con estas reformas, pidieron a
Santa Anna que asumiera la Presidencia y reprimiera a los
liberales.
El presidente, sin convicciones políticas de
ninguna clase, se convirtió en instrumento de los
intereses de los conservadores, y dando la impresión de
que al asumir la Presidencia lo hacía como resultado de un
clamor popular, se hizo cargo del gobierno (mayo de 1833) e
inmediatamente derogó todas las disposiciones dictadas por
Gómez Farías.
PRONUNCIAMIENTO CONTRA LA REFORMA
La Reforma había provocado varios
pronunciamientos militares instigados por el clero, que al grito
de religión y fueros reclamaban sus antiguos
privilegios. Tal fue el del coronel Ignacio Escalada, en Morelia,
Michoacán. (mayo de 1833).
Santa Anna salió a combatir a los insurrectos,
dejando en el poder nuevamente a Gómez Farías
(junio); pero entre tanto las tropas de la guarnición de
la capital se
pronunciaron contra Gómez Farías, quien con los
cívicos de la guardia nacional resistió y
derrotó a los pronunciados.
Al saber Santa Anna los suceso de la capital se
presentó en México a ocupar de nuevo la
Presidencia, y para congraciarse con los liberales expulsó
del país a Bustamante, a Bravo y a otros cincuenta
notables del partido conservador, amenazando con aplicar
ésta ley a todos los
que se encontraran con el mismo caso (la ley del
caso).
Santa Anna permaneció cincuenta días mas
en el poder, para luego retirarse a su hacienda de Manga de
Clavo, cerca de Jalapa, Ver., dejando nuevamente en la
Presidencia a Gómez Farías, quien se
apresuró a restablecer las leyes expedidas por él y
derogadas por Santa Anna.
Don Juan Álvarez tomó posesión de
la
Presidencia en Cuernavaca, formando su gabinete con
algunos liberales avanzados: Don Melchor Ocampo en Relaciones,
Don Benito Juárez en Justicia, Don
Guillermo Prieto en Hacienda.
Perolas ideas de estos hombres no se armonizaban, porque
Comonfort trataba de conciliar los intereses del clero y del
ejército, en tanto que los otros opinaban que se
debían dictar reformas radicales; por lo cual Ocampo
decidió renunciar.
El General Álvarez se trasladó a la
capital (noviembre de 1855), y de acuerdo con el Plan de Ayutla
firmó dos leyes muy importantes: una que convocaba al
Congreso Constituyente, y otra ordenando que creara la Guardia
Nacional formada por civiles, para sustituir al gobierno
Santannista.
En seguida puso en vigor la primera ley
reformista, llamada ley Juárez por haberla
redactado Don Benito, que suprimía los fueros
eclesiásticos y militar en cuanto a la
administración de justicia, y
por lo cual desaparecían los tribunales especiales
que antes juzgaban a los eclesiásticos y militares (23 de
noviembre de 1855).
RENUNCIA DE ALVAREZ Esta ley y otras reformas
liberales dieron origen a numerosas protestas y movimientos
contrarrevolucionarios, entre otros el del general Manuel
Doblado, gobernador de Guanajuato, que se pronunció a
favor de Comonfort.
Entonces Álvarez, dando muestras de
desinterés y patriotismo, renunció a la Presidencia
de la República, nombrándose en su lugar al general
Ignacio Comonfort (18 de diciembre de 1855).
Esto fue una transacción con el clero, el
ejército y los moderados, que trajo graves complicaciones
al país, ya que el carácter
débil y tolerante de Comonfort le hacía incapaz de
llevar adelante la reforma liberal que se había
iniciado.
GOBIERNO DE COMONFORT Al tomar posesión de
la Presidencia, Comonfort organizó su gabinete con
elementos moderados, como don Luis de la Rosa, Ezequiel Montes,
José María Lafragua, Manuel Payno y el general
Yánez.
El nuevo gobierno decidió adoptar medidas
conciliatorias a efecto de suprimir el descontento del clero
y del ejército, que eran los que agitaban al país.
No obstante se levantaron en armas los indios
de la Sierra de Zacapoaxtla, Pue., al grito de Rebelión
y fueros, incitados por el cura del lugar y dirigidos por el
coronel Luis G. Osollo (diciembre de 1855).
Poco después se puso al frente de este movimiento el
general Haro y de religión Tamariz,
quien se unió a los rebeldes, a los cuales se sumaron las
tropas que el gobierno mandó a combatirlos, y con estos
refuerzos tomaron la ciudad de Puebla.
COMONFORT SANCIONA AL CLERO DE PUEBLA
El Presidente Comonfort
Reunió a un ejército de 15, 000 y
marchó sobre Puebla la cual sitió, y tras de varios
días de combate capitularon sus defensores,
perdonándoles la vida a los soldados y degradando a los
jefes y oficiales a la categoría de soldados del
ejército (marzo de 1856).
Y para castigar al clero por haber fomentado estos
movimientos reaccionarios con su dinero,
decretó el embargo de los bienes del obispado de
Puebla para cubrir los gastos originados
por aquella rebelión.
El obispo Labastida y el clero de Puebla adoptaron una
actitud
sediciosa, incitando al pueblo para que se rebelara en contra del
gobierno; por lo cual el Presidente Comonfort se vio obligado a
desterrar al obispo.
LEYES REFORMISTAS DE COMONFORT
El gobierno de Comonfort, por presión de
los elementos liberales que actuaban en el congreso, dictó
las siguientes leyes reformistas:
1ª. La que suprimía nuevamente la
coacción civil para el cumplimiento de los votos
monásticos (26 de abril de 1856).
2ª. La ley que extinguía la
Compañía de Jesús (5 de junio).
3ª. La mas importante fue la llamada Ley
Lerdo (25 de junio), inspirada por el ministro Miguel Lerdo
de Tejada, para desamortizar los bienes de las corporaciones
civiles y eclesiásticas. Por esta ley el clero no
perdía sus bienes, pues sólo se le obligaba a
venderlos a sus arrendatarios, considerando que la
circulación de esa riqueza beneficiaría a la
industria y al
gobierno.
Sin embargo, esa ley tuvo aspectos negativos, pues
prohibía a las comunidades indígenas poseer tierras
y las obligaba a fraccionar sus bienes comunales en
pequeñas propiedades, lo cual benefició a los
latifundistas, que pudieron así despojar de sus tierras a
las comunidades de indios.
Además de expidió el Estatuto
Orgánico que debía regir al país
provisionalmente mientras el Congreso concluía la Constitución definitiva (mayo de
1856).
El clero se opuso a estas leyes, afirmando que con
ellas se atacaba a la religión, y comenzaron a brotar
conspiraciones clericales en Puebla, en México y en otros
lugares.
Una de estas conspiraciones fue descubierta en el
convento de San Francisco, de México, en donde fueron
aprehendidos algunos frailes y militares conspiradores
(septiembre de 1856).
Para castigar a los sediciosos el Presidente Comonfort
dictó un decreto suprimiendo aquel convento,
nacionalizando sus bienes y mandando abrir la calle de la
Independencia a través de dicho convento.
Estas medidas irritaron a los reaccionarios, quienes
publicaron proclamas contra el gobierno tachándolo de
demagogo e impío, en tanto que el clero lanzaba
excomuniones contra los autores de la ley y los que adquirieran
los bienes de la iglesia.
NUEVOS PRONUNCIAMIENTOS Al grito de
Religión y Fueros se produjeron nuevos
pronunciamientos contra el gobierno en diversos lugares del
país (Guerrero, Michoacán, Jalisco, Guanajuato),
llevando los guerrilleros una cruz roja en el pecho, pues se les
hacía creer que luchaban en defensa de la
religión.
Los jefes reaccionarios Orihuela y Miramón se
apoderaron de Puebla; pero la plaza fue recobrada nuevamente por
las fuerzas del gobierno, las cuales fusilaron a Orihuela
(diciembre de 1856).
La política conciliadora de Comonfort a
nadie satisfacía; por esa razón don Santiago
Vidaurri, jefe de los jacobinos, desconoció al
gobierno y formó un cacicazgo en los estados de
Nuevo León y Coahuila, tratando de extender sus
influencias a otros lugares; pero el Presidente mandó
tropas para someterlo.
En San Luis Potosí también se
pronunció el coronel conservador don Luis G. Osollo quien
fue derrotado y hecho prisionero por el general Anastasio Parrodi
(febrero de 1857).
Con este triunfo y los convenios celebrados con Vidaurri
quedó pacificado el país por el momento.
Desde el principio de su vida como Nación
independiente, hubo en México un continuo forcejeo
"liberales" y "conservadores": de un lado los herederos
ideológicos de los insurgentes que aspiraban a una
renovación política, económica y social que
borrara los estigmas de la Colonia; y del otro los
terratenientes, la aristocracia, la milicia y el clero
empeñados en mantener sus antiguos privilegios.
De ahí surgió la necesidad de organizar
una asamblea legislativa que tradujera en normas legales
los antiguos ideales de la Independencia. Y para ello se
reunió en la ciudad de México el 18 de febrero de
1856 un Congreso Constituyente que estaba formado casi en su
totalidad por diputados de ideas avanzadas.
LA NUEVA CONSTITUCIÓN LIBERAL
Después de largas deliberaciones, el 5 de febrero
de 1857 bajo la presidencia de don Valentín Gómez
Farías, el Congreso aprobó la nueva
Constitución que organizó al país en forma
de República, representativa, democrática
federal, compuesta de veintitrés estados libres y
soberanos en su régimen interior, pero unidos en una
federación.
La nueva Constitución era democrática
liberal e individualista y estableció las bases
jurídicas de la Nación y del Estado
mexicano.
Ella hizo la declaración de los derechos del
hombre, reconociendo las garantías de libertad,
igualdad,
propiedad y
seguridad,
así como la soberanía popular.
El Poder Público se dividió en
Legislativo depositado en la Cámara de diputados,
pues el Senado quedó suprimido; el Ejecutivo,
desempeñado por el Presidente de la República,
asistido por cinco Secretarios de Estado, y el Judicial
que se encomendó a la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, cuyo presidente debía sustituir las faltas
temporales del Presidente de la República.
Además se incluyeron en la Constitución
las leyes dictadas sobre abolición de fueros,
desamortización de bienes de corporaciones civiles
y eclesiásticas y la libertad de
enseñanza.
EL CLERO CONTRA LA LIBERTAD DE
EXPRESIÓN Por instrucciones del Papa Pío
IX, el clero rechazó la Constitución y
comenzó una activa campaña haciendo creer al pueblo
que el nuevo Código
atacaba la religión; y como se dictara una ley para que
todos los empleados y funcionarios civiles y militares jurasen
dicha Constitución bajo pena de perder sus cargos, la
iglesia declaró excomulgados a cuantos cumpliesen este
mandato.
Esto produjo una situación difícil a los
creyentes, quienes se hallaban ante el dilema de perder el puesto
e incurrir en las sanciones de la Iglesia.
GOLPE DE ESTADO DE COMONFORT Hechas las
elecciones conforme a la nueva Constitución resultaron
electos pasa Presidente de la República don Ignacio
Comonfort, y para Presidente de la Suprema Corte el licenciado
Benito Juárez; ambos tomaron posesiones de su cargo y
juraron desempeñarlo leal y patrióticamente el
1º. De diciembre de 1857.
Pero a Comonfort le parecía demasiado radical la
constitución y creía imposible gobernar con ella;
por lo cual declaró la necesidad de que se hiciera algunas
reformas, entrando en pláticas con los conservadores para
derogarla y convocar un nuevo Congreso que elaborara otra
Constitución.
Esta ideas originaron el Plan de Tacubaya,
proclamado por el general Félix Zuloaga, que pedía
se anulara la Constitución de 1857 y se convocara un
Congreso que dictara un nuevo Código
(17 de diciembre de 1857).
Comonfort aceptó el Plan reaccionario de
Tacubaya, perdiendo así la base jurídica de su
cargo, pues al desconocer la Constitución el dejaba de ser
Presidente; lo que dio lugar a una tremenda guerra que
duró tres años (1858-1860) conocida con el nombre
de Guerra de
Reforma.
SIGNIFICADO DE LA
REFORMA La independencia había consumado la
emancipación política de México respecto de
España,
pero había conservado las instituciones
sociales y económicas de la Colonia, las cuales eran
necesario cambiar para darle vida propia a la nación
mexicana.
En los años que siguieron a la independencia
política se hicieron varios intentos para liberar al
país del poder y la influencia de las clases
privilegiadas; pero fracasaron porque México aún no
estaba preparado para esa transformación.
La Reforma vino a realizar esa segunda parte de nuestra
evolución nacional que, entre otras cosas
prohibió a la iglesia tener bienes raíces,
suprimió los fueros de los militares y los sacerdotes,
estableció la educación laica,
la libertad de prensa y de
reunión, y autorizó a los sacerdotes y monjas a
renunciar a sus votos.
LEYES DE CARÁCTER
ECONÓMICO Bajo los gobiernos de Álvarez y
Comonfort se expidieron las primeras leyes reformistas que
provocaron una fuerte reacción del clero y del
ejército.
Pero fue en 1859 y 60 cuando el gobierno de
Juárez, establecido en Veracruz, expidió las Leyes
de Reforma que estaban destinadas a destruir el poder
económico del clero y anular su intervención en los
recursos civiles,
porque era evidente que este ayudaba con todos sus recursos al
partido conservador.
La primera ley fue la de Nacionalización de los
bienes eclesiásticos, al cual ordenaba que todos los
bienes administrados por el clero secular y regular debían
pasar al dominio de la
nación (12 de julio de 1859).
Esta misma ley establecía la separación de
la Iglesia y del Estado; la libre contratación de los
servicios que
prestaban los sacerdotes a los fieles; la supresión de las
comunidades religiosas de hombres y de toda clase de
cofradías y congregaciones; la prohibición de
establecer nuevos conventos y el traslado de los libros y obras
de arte de los
monasterios suprimidos a las bibliotecas y
museos nacionales.
La siguiente ley fijó las bases a que
debería ajustarse la ocupación de los bienes
eclesiásticos nacionalizados y la forma de realizar su
venta (13 de
julio).
LEYES DE CARÁCTER SOCIAL
Entre las cuales figuraban como más importantes
las siguientes:
- La ley que estableció el matrimonio como
contrato
civil, la cual exigía como requisito para la licitud y
validez del matrimonio que
éste se efectuara ante la autoridad
civil, y una vez celebrado lo declaraba indisoluble, admitiendo
sólo el divorcio
temporal (23 de julio). - La ley que fundó el registro civil
de las personas y retiró a la iglesia la facultad de
registrar los nacimientos, matrimonios y defunciones, para lo
cual instituyó los jueces del registro civil
(28 de julio). - La ley de secularización de los cementerios,
que hacia cesar la intervención de la Iglesia en la
administración de los panteones, dejando
está a cargo de las autoridades civiles y prohibiendo
sepultar cadáveres en el interior de los templos (31 de
julio) . - La ley que reduciría el número de
festividades religiosas, cuya tendencia era disminuir los
días en que la Iglesia obligaba a los trabajadores a
suspender sus trabajos (11 de agosto).} - La ley sobre libertad de cultos, principio que no
había podido incluirse en la Constitución de 1857
por la agitación que provoco en la sociedad, y que
establecía por primera vez en nuestra país la
libertad de creencias.
La reforma consagró definitivamente la forma
de gobierno republicano federal y representativo, proclamando el
sufragio universal, que los conservadores habían
tratado de suprimir.
Modifico el orden económico y social, haciendo
entrar en circulación las enormes riquezas acumuladas por
la Iglesia, y favoreciendo con ello la creación de la
burguesía nacional, aboliendo las claves privilegiadas y
proclamando la igualdad, base
de la democracia.
Pero el resultado más importante de la
Reforma, en el orden político y espiritual, fue la
independencia del Estado con respecto al poder de la Iglesia y la
libertad de conciencia.
Desgraciadamente la sociedad mexicana
no estaba preparada para recibir estas reformas y por eso
encontraron tanta resistencia, al
grado de cuando el partido conservador se vio perdido no
vaciló en solicitar la intervención de potencias
extranjeras para restaurar su poderío y sus
intereses.
SISTESIS DE LAS LEYES DE
REFORMA
LEY | ANTECEDENTES | CONTENIDO | SIGNIFICADO |
Extinción de las comunidades 26 de febrero de 1863
Ley de instrucción publica 15 abril de | Los conventos habían sido arsenal de
La educación era patrimonio de la iglesia, usurpando la | Decreto la extinción de estas comunidades, El gobierno se hizo cargo de entregar las dotes de
Puso bajo la inspección del gobierno | Esta ley significo un recurso del gobierno liberal
A partir de entonces la |
LEY | ANTECEDENTES | CONTENIDO | SIGNIFICADO | ||
Creación del registro 28 de julio 1859
Libertad de cultos 4 de diciembre de 1860
Nacionalización de los bienes de la 12 de julio de 1859
| L a iglesia registraba los tres hechos más
Tanto el plan de iguala de 1821 como la
La ley Lerdo no había dado los resultados | Retiro a la iglesia esas facultades y creo la
Estableció la libertad de conciencia sobre
Declaro que entraban al dominio de | A partir de entonces sin excluir el matrimonio
Separo la ley civil de la ley eclesiástica
Al separar a la iglesia del estado asigno a la |
ASPECTO NEGATIVO DE LA REFORMA Una
de las consecuencias negativas de la Reforma fue la
desamortización de las propiedades comunales de los
pueblos, que vino a favorecer el desarrollo del
latifundismo laico, el cual alcanzó su
culminación durante la dictadura
porfirista.
Elementos nacionales y extranjeros se apoderaron de las
propiedades parciales en que fueron divididos los bienes
comunales, surgiendo así una nueva clase de
terratenientes laicos, enriquecida con los bienes
eclesiásticos y de los pueblos, en tanto que el campesino
indígena se quedó sin tierras y se convirtió
en peón o jornalero de las haciendas.
A pesar de este resultado negativo, la Reforma vino a
transformar profundamente la estructura
económica, social y espiritual de México, creando
las bases del Estado moderno.
SE OFRECE
A MAXIMILIANO EL TRONO DE MÉXICO
El archiduque Fernando Maximiliano era hermano del
emperador de Austria; pero por cuestiones políticas
había tenido que ir a vivir en un destierro disimulado al
castillo de Miramar (frente al Adriático), en
compañía de su esposa, la archiduquesa Carlota
Amalia, hija del rey de Bélgica.
Al presentarse la comisión mexicana iba a
ofrecerle la corona imperial, el archiduque, que estaba ansioso
salir de la situación desairada en que vivía, se
manifestó dispuesto aceptar el ofrecimiento, a
condición de que fuera llamado por la mayoría del
pueblo mexicano.
GOBIERNO DE MAXIMILIANO
Al organizar su gobierno, Maximiliano se rodeó
Principalmente de elementos liberales moderados, con disgusto de
los conservadores que esperaban de él una política
reaccionaria.
Y en vez de enfrentarse a la reconstrucción
económica del país se dedicó a organizar una
corte suntuosa, descuidando los servicios
más importantes de la nación.
En tal virtud, era seguro que
la pobreza del
erario nacional, las exigencias económicas de
Francia y del
mariscal Bazaine, la imposibilidad de recaudar los impuestos por
hallarse la nación en guerra y el decaimiento del comercio y de
la industria iban a ser causa determinantes del fracaso del
Imperio.
Y si bien dio impulso a las manifestaciones
artísticas y culturales, reorganizando la Academia de San
Carlos y fundando el Museo de Historia Natural y el
Arqueológico, además de la Academia de Ciencias y
Literatura, pero
todo esto lo puso al servicio de la aristocracia, en tanto que la
clase popular continuaba en la ignorancia y el olvido.
LEYES LIBERALES DE MAXIMILIANO
Los conservadores mexicanos, que tanto
Habían hecho por establecer el Imperio, se
llenaron de indignación al ver que Maximiliano, en vez de
derogar las leyes y decretos contrarios a los intereses
eclesiásticos, se mostraba partidario de la
reforma.
En efecto, sin tomar en cuenta el desagrado del partido
conservador, el emperador dictó varios decretos que
tenía el mismo espíritu de las leyes de Reforma:
reducir al clero a su función
religiosa y alejarlo de toda intervención política
y económica.
Y aunque declaró religión del Estado la
católica, sin embargo aceptó la libertad de cultos,
confirmó las leyes de desamortización y
nacionalización de bienes eclesiásticos,
ordenó a los sacerdotes que presentaran gratuitamente los
servicios y quedaran a sueldo del gobierno, y dispuso que todas
las comunicaciones
entre el Papa y el clero mexicano pasaran a manos del gobierno
antes de llegar a su destino.
El nuncio del Papa, monseñor Meglia,
protestó por aquellas leyes y se negó a entrar en
negociaciones con Maximiliano; por su parte, el clero mexicano,
que había creído que este gobierno le
devolvería sus antiguos privilegios, comenzó una
activa campaña contra el emperador.
Muerto Juárez, entró a ejercer la
Presidencia de la República el Presidente de la Suprema
Corte, don Sebastián Lerdo de Tejada, hombre de gran
inteligencia y
de vasta cultura, pero
orgulloso y de carácter dominante.
LA OBRA REFORMISTA DE LERDO
Lerdo puso en practica muchas disposiciones ya
decretadas por Juárez como la creación del senado y
la reorganización de la hacienda publica, estableciendo la
renta interior del timbre.
Pero el mayor adelanto que en el sentido reformista
realizo lerdo, fue él haber dado carácter de
constituciones a las leyes de Reforma (septiembre de
l873).
Lerdo adopto una política francamente
anticlerical vigilando estrictamente la aplicación de las
leyes de reforma, prohibiendo toda clase de manifestaciones
religiosas fuera de los templos, expulsando del país a 15
jesuitas extranjeros y lanzando fuera de sus conventos a 200
monjas, incluso a las hermanas de la caridad que se dedicaban a
obras de beneficencia en los hospitales.
REBELIÓN RELIGIOSA
Estas disposiciones resucitaron la cuestión
religiosa y aun dieron origen a motines y movimientos populares
inspirados por el clero, que asumieron carácter de
crueldad inaudita en los estados de México y
Michoacán donde fueron quemadas las autoridades y
asesinados los empleados que protestaban cumplir las
leyes.
En Michoacán los rebeldes llamados cristeros por
que hacían de la Religión su bandera,
constituían un serio problema para el gobierno, pero
después de perseguirlos activamente y de reprimir su
movimiento
fanático se logro la pacificación de casi todo el
estado, (Noviembre de 1875.).
PRIMER PERIODO DE GOBIERNO DEL GENERAL
DÍAZ
Verificadas las elecciones, el congreso
declaró Presidente constitucional de la República a
don Porfirio Díaz, quien tomo posesión el 5 de mayo
de 1877 por el periodo que terminaría el 30 de noviembre
de 1880.
En 1878 se reformó la Constitución, en
el sentido proclamado por el Plan de Tuxtepec, prohibiendo la
relación del Presidente y de los gobernadores de los
Estados.
POLÍTICA SOCIAL
ESTADO SOCIAL DEL PAÍS
Los grandes progresos materiales que
se habían realizado en México durante la dictadura
porfirista, eran en gran parte resultado de la explotación
inmoderada de las riquezas naturales y del pueblo, que
habían venido realizando los capitalistas extranjeros y
los terratenientes mexicanos, dueños de toda la riqueza
del país.
En vergonzoso contraste, existían en miserables
condiciones las clases trabajadoras: los habitantes del campo,
indios y mestizos, vivían bajo el inicuo sistema de
peonaje en los ranchos y haciendas, y los obreros de las fabricas
y minas, que ya sumaban algunos millares, estaban sujetos a
miserables salarios y
trabajos agotantes.
Esa enorme diferencia fue uno de los factores que con
mayor fuerza determino la revolución
de 1910, la cual no fue sino una continuación del
movimiento libertador iniciado cien años antes.
ANULACIÓN DE LA REFORMA
El porfirismo representa históricamente un
régimen
de retroceso político y social, que anuló
los esfuerzos de la Reforma para transformar al
país.
En efecto, la Constitución de 1857
estableció como principio fundamental la supremacía
de los derechos del
hombre sobre
el derecho de propiedad; pero la dictadura invirtió
conceptos, y en 1884 expidió una ley que daba al
dueño de la tierra la
propiedad de todo lo que había arriba y debajo de
ella.
La reforma se caracterizo por su lucha contra el poder
económico y político del clero y durante la
dictadura de Díaz la Iglesia volvió a disfrutar de
grandes riquezas y de poder.
Y bajo el velo de su famosa formula poca política
y mucha administración, Díaz sacrifico las
libertades públicas, limitó la libertad de
imprenta, suprimió el sufragio popular y sojuzgó la
independencia de os poderes Legislativo y Judicial, a la vez que
centralizó el poder de toda la nación,
convirtiéndose en árbitro supremo de toda la
República.
El 5 de febrero de 1917 se promulgó la nueva
Constitución que, rompiendo con los moldes
jurídicos establecidos hasta entonces, incluyo principios
avanzados de reforma social y derechos a favor de los campesinos
y obreros.
Junto a las garantías individuales que
estableció en su articulo inicial, incluyó
también principios nuevos destinados a consagrar las
llamadas garantías sociales.
En el capitulo de garantías
individuales quedo establecida la libertad de pensar y de
creer y la libertad de poseer el producto
legítimo del trabajo, otorgándose, además,
amplia libertad de imprenta, sin más limitaciones que el
respeto al orden,
la moral y la
vida privada.
En cuanto a "reformas sociales" declaró que la
tierra,
el agua y
otros recursos
naturales son propiedad de la Nación, y que los
particulares sólo pueden explotarlos mediante el
consentimiento del Estado; y adoptó un Código del
Trabajo muy avanzado en cuanto a salarios,
jornadas y condiciones laborales.
Después de la constitución del 5 de
Febrero de 1917 la iglesia se había mantenido al margen
con el estado mexicano, hasta la época de don Carlos
Salinas de Gortari ya que en su tercer informe de
gobierno advierte:
En su tercer informe de
gobierno, el presidente Carlos Salinas de Gortari volvió a
alentar las esperanzas del clero mexicano:
En mi discurso de
toma de posesión propuse modernizar las relaciones con las
iglesias. Partidos opuestos de las más opuestas tendencias
han señalado también la necesidad de actualizar al
marco normativo. Recordaremos que, en México, la
situación jurídica actual de las iglesias
derivó de razones políticas y económicas en
la historia y no de disputas doctrinarias sobre las creencias
religiosas, por lo que su solución debe reconocer lo que
debe perdurar y lo que debe cambiar. Por experiencia el pueblo
mexicano no quiere que el clero participe en la política
ni acumule bienes materiales,
pero tampoco quiere vivir en la simulación
o en la complicidad equivoca. No se trata de volver a situaciones
de privilegios, sino de reconciliar la secularización
definitiva de nuestra sociedad con la efectiva libertad de
creencias, que constituyen uno de los derechos humanos
más importantes. Por eso convoco a promover la nueva
situación jurídica de las iglesias bajo los
siguientes principios: institucionalizar la separación
entre ellas y el Estado; respetar la libertad de creencia de cada
mexicano, y mantener la educación laica en
las escuelas públicas. Promoveremos congruencia entre lo
que manda la ley y el comportamiento
cotidiano de los ciudadanos, dando un paso más hacia la
concordia interna en el marco de la
modernización.
"Y respecto a las formalización de las
relaciones con El Vaticano, sólo dijo: Durante el viaje a
Europa
visité El Vaticano, y en la conversación con el
Papa Juan Pablo II pude ratificarle el cariño y el afecto
que le guarda el pueblo de México, y sentí el
aprecio que el tiene por nuestra patria ".
Ahí anuncio Salinas:
"El estado moderno es aquel que… mantiene
transparencia y moderniza su relación con la Iglesia
".
En respuesta, la Conferencia del
Episcopado Mexicano elaboró a mediados de 1989 un
documento en el que pidió modificar cinco artículos
constitucionales para realmente modernizarse la
relación:
Que en el artículo 130 se le reconozca
personalidad
jurídica a la Iglesia, así como el voto activo y
pasivo a los sacerdotes; que en el articulo tercero se de
libertad a las instituciones privadas y a los padres de familia para dar
a sus hijos la educación que deseen; que del
artículo quinto se suprima la prohibición para
establecer ordenes monásticas; que el 24 otorgue permisos
a los sacerdotes para oficiar en lugares públicos y,
finalmente, que en el 27 se permita a los clérigos poseer
y administrar bienes.
Como podemos observar de aquí empieza de nuevo
las relaciones Iglesia – Estado devolviéndoles el
poder que se les había suprimido con las leyes de Reforma
propuestas por Juárez.
Y hasta la fecha con nuestro actual presidente el
Lic. Vicente Fox, parece que estamos viviendo un periodo de
franco retroceso de la historia, ya que parecía que
regresamos al inicio con la lucha de los conservadores contra
liberales en este caso por las elecciones a presidente por el
cual contendió el C. Fco. Labastida que por decirlo
así represento a los liberales y C. Vicente Fox a los
conservadores y por desgracia ganaron los conservadores que
representan los intereses de los más ricos y no
podía faltar el poderío de la
Iglesia.
Después de haber estudiado un poco de nuestra
podemos concluir lo siguiente:
El cambio de la
iglesia católica ha dejado de ser en los últimos
cuarenta años una iglesia del silencio a una iglesia con
voz y voto. Ya que esta, en los años 40 cuarenta y
cincuenta vivió una especie de acuerdo institucional con
el Estado. A cambio de su
sumisión y su silencio dejó de ser atacada y
prosperó en otros frentes como el educativo donde hizo
avances con eficacia y a
partir del ascenso al poder de Juan Pablo II y su visita a
México en el 78 ha empezado a perfilarse en el país
una nueva iglesia activista.
Todo pareciera que la iglesia mexicana va ganando o
recobrando su independencia como un foro de poder y de organización de la sociedad.
Ángel Miranda Basurto
Segundo Curso de Historia de México
Editorial Herrero S.A.
México D.F.
Año 1983
- Revista Proceso
Director Tulio Scherer García
Tercer informe
El futuro que Salinas Quiere
Seminario de información y análisis
No. 783
4 de Noviembre de 1991
- A la Sombra de la Revolución Mexicana
Héctor Águilar Camín
Lorenzo Meyer SEP.
México D.F. 1996
Impreso en México
- Universidad Autonoma Benito Juárez de
Oaxaca
Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales
Análisis historico-juridico del problema de la
relación Iglesia –Estado
Tesis: Natalia consuelo Ortiz Santiago
Oaxaca oaxaca, agosto de 1992
- Hacia la Modernizacion de las Relaciones Iglesia
Estado
David Alejandro Delgado Arroyo
Editorial Porrua 1997
ADONAI LOPEZ FLORES
Mexico