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Industria casera del Rompope




Enviado por axjl205



    1. Desarrollo
    2. Resultados
    3. Análisis de
      resultados
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía

    Introducción

    Ya habían pasado más de tres años
    desde la llegada de los misioneros franciscanos a América. Los indígenas eran pobres y
    esclavos de los criollos, sometidos por éstos para
    trabajar sus tierras.

    Los indios descalzos y los conquistadores, bien
    vestidos, asistían a las iglesias que ya se habían
    construido en la Nueva España
    pero sólo hasta después de unos años, porque
    en un principio los indígenas escuchaban misa en
    latín frente a las capillas abiertas que se construyeron
    en los patios de las iglesias con pisos de tierra.

    Durante la homilía los olores se mezclaban en el
    ambiente y al
    terminar los oficios religiosos cruzaban la puerta del templo
    para volver cada quien a su verdadera posición.

    La iglesia
    logró mantener el control de toda
    la población, se inmiscuía en los
    asuntos políticos y por ello, los conventos eran los
    lugares, que con regularidad, recibían a autoridades
    eclesiásticas y personalidades del gobierno.

    Las monjas Clarisas eran expertas en alojar a figuras de
    alcurnia y cuando ello sucedía preparaban los mejores
    platillos y bebidas, entre ellas el rompope.

    Con un poco de leche, canela,
    huevos y azúcar
    creaban esta suculenta bebida que ofrecían a las visitas,
    pero nunca la probaban ellas.

    Eduviges, una mestiza que ya había hecho sus
    votos, aprendió muy bien la receta y después, en el
    convento de los franciscanos en la ciudad de Puebla de los
    Ángeles, ella era la encargada del rompope y como lo
    probaba de vez en cuando para darle la sazón especial, le
    platicaba a las otras monjas del sabor suave y rico del
    rompope.

    Más adelante Eduviges se las arregló para
    que el rompope se hiciera también para consumo de las
    hermanas. "Una copita no le hace daño a nadie", era su
    argumento. Luego el consumo del
    rompope se autorizó para ellas y para quienes las
    visitaban.

    El rompope solamente se fabricaba en los conventos,
    Eduviges era un ejemplo para las monjas que pasaban días
    enteros preparando el licor.

    Como ya se había dado el primer paso y su sabor
    fue tan aceptado por las familias de las monjas decidieron
    comercializarlo y en él, las monjas Clarisas encontraron
    un buen sustento para la congregación.

    Desde la época virreinal la receta original se
    resguarda tras los muros de los conventos de Puebla, México, y
    aunque no es propia de los mexicanos, el rompope gusta tanto que
    desde hace años ya lo adoptamos como nuestro.

    Así pues, en las cocinas de los conventos
    virreinales se molieron en sus metates los más variados
    ingredientes que sazonaron, perfumaron y recibieron color de las
    flores, para formar uno de los más ricos mestizajes en
    México: el
    culinario, mestizaje que hoy en día es el cimiento de la
    llamada cocina mexicana por excelencia.

    Desarrollo

    En nuestra cultura se
    sabe que las recetas originales se van distorsionando dependiendo
    de los gustos y costumbres de cada región, por lo que hoy
    en día se conservan procedimientos
    diversos para la elaboración del rompope. Sin embargo,
    todas conservan algo de la formula original que hasta la fecha
    desconocemos.

    A continuación, la receta que se empleo:

    PRODUCTO PRESENTADO:

    Ingredientes

    • 4 tazas de azúcar
    • ¼ taza de almendras
    • ron al gusto
    • 6 tazas de leche
    • 5 yemas de huevo
    • un chorrito de vainilla
    • 1 raja de canela
    • colorante para grenetina al gusto

    Preparación:

    1. En la licuadora se muelen las almendras con un poco
      de leche hasta
      que no queden grumos.
    2. La leche se pone a hervir y se agrega el
      azúcar y las almendras, incorporándolas
      lentamente con la pala de madera,
      recordando que solo se debe de mover hacia un solo lado.
      Retírese del fuego cuando este hirviendo.
    3. Bata las yemas con el ron a punto de cordón y
      cuando estén listas, vierta las lentamente,
      incorporándolas con la pala hasta que quede una mezcla
      uniforme. Colar la bebida para eliminar cualquier grumo que se
      hubiera formado.
    4. Si le apetece, puede agregar un poco de colorante
      para dar mas vista a la bebida.
    5. Cuando enfríe, envasar en un recipiente de
      vidrio.

    Resultados

    Se obtiene un producto de
    calidad que se
    tiene la seguridad de
    higiene, por
    estar elaborado en casa, y con un sabor que no se puede comparar
    a aquellos rompopes industrializados, llenos de conservadores y
    sabor artificiales que tenga por seguro,
    dañan a la larga su salud. La bebida resultante
    será de un aspecto amarillento (aunque cabe mencionar que
    el suplir las almendras por cualquier otro ingrediente
    normalmente utilizado para la elaboración del rompope,
    como el piñón, por ejemplo, influirá en el
    color que
    adquiera); un aroma suave que mezcla en sí el suave
    perfume de la vainilla y canela junto con la fragancia
    inigualable del ron. El sabor depende del gusto de cada paladar,
    pero no debe de resaltar en demasía la sapidez del
    alcohol, sino
    que debe ser una fusión de
    sabores equilibrados entre sí.

    Para conservar el producto, es
    muy recomendable guardarlo un lugar fresco y a temperatura
    ambiente, de
    esta manera prolongara su buen estado hasta
    por tres meses.

    Análisis de resultados

    Es muy sencillo explicar que la combinación de
    estos ingredientes puedan dar una bebida tan agradable: la leche
    sirve de base para la elaboración del producto, ya que
    aporta la mayoría de líquido, las almendras dan el
    sabor esencial y el complementario lo brindan tanto la canela
    como la vainilla, quienes además aportan un aroma
    atrayente; el ron es el indicado para dar un volumen de
    alcohol suave
    y en este caso los huevos contribuirían a dar consistencia
    y terminar de elaborar el rompope, aunque es preciso aclarar que
    de no esterilizarse la botella o mantener la bebida en temperatura
    mas alta a la recomendada, el producto puede descomponerse, ya
    que como se sabe, el huevo es muy delicado en estos aspectos
    culinarios.

    Conclusiones

    Preparar la bebida es fácil y es importante tener
    los ingredientes ya listos para evitar imprevistos. El
    único aspecto negativo que se le puede encontrar es que su
    manufacturación es un poco más cara que el
    comprarlo en una tienda; sin embargo, el producto que se presenta
    es de mejor calidad al tener
    plena seguridad de las
    medidas higiénicas, la calidad de los productos (de
    los cuales cada quien elige su preferido), y la ausencia de
    colorantes y/o saborizantes artificiales que no permiten apreciar
    un buen rompope. Por todo lo demás, quedamos satisfechos
    con los resultados.

    Bibliografía

     

    Angélica Juárez
    López

    Escuela Nacional Preparatoria # 6 "Antonio
    Caso".

    Rubro: Industria
    Alimenticia.

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