- Conceptualización de la
investigación - La Teología como ciencia
analógica - Métodos de
investigación en teología - El análisis
semiótico y literario
3.1.
Conceptualización de la
investigación
3.1.1. ¿Qué es la investigación?
En mis estudios doctorales un compañero
dijo, refiriéndose a los fundamentos de la
investigación: "la investigación surge cuando
aparece un problema; cuando hay un problema nos lleva a utilizar
tres elementos comunes que son la búsqueda, proceso y el
descubrimiento".
Comienzo preguntándome ¿qué
es investigar? Para responder a esta inquietud me basaré a
varios tradistas. Para algunos "la investigación científica tiene por
fin el descubrimiento o interpretación de los hechos y
fenómenos en el campo de las respectivas ciencias o el
establecimiento de los principios y
leyes por los
que aquellos se rigen." (Fals Borda, 1990).
Para otros es "la aplicación racional de la
mente a la situación de problemas del
ser humano; su fin es enriquecer este saber mediante el estudio
sistemático de facetas del conocimiento
ya definidos y la exploración de otros nuevos…"
(Piattelli, 1992).
La investigación es la búsqueda de
lo que es de la ciencia de
las cosas a través de sus huellas, de sus rostros. Rodolfo
Mandolfo al respecto afirma que la: "investigación surge
cuando se tiene conciencia de un
problema y nos sentimos impelidos a buscar su solución. La
indagación realizada para alcanzar esa solución
constituye precisamente, la investigación propiamente
dicha".
Durante este proceso se
aplican la teoría,
los métodos y
las técnicas
de la investigación. En este libro no
pretendo plantear aquí un nuevo concepto del
problema teórico, ni el problema de método;
aunque si hablaré en forma muy limitada por su inherente
relación con las técnicas
de investigación.
Pero, el proceso toca estos tres aspectos y es
importante que el investigador los tome en consideración
desde el inicio de la investigación. Isaac Felipe Azofeifa
al respecto dice que: "podemos definir la investigación
como búsqueda de información adecuada para el
conocimiento objetivo de un
tema especifico".
Como has observado, las definiciones son
múltiples, por lo que se hace necesario señalar los
elementos más importante de acuerdo a las definiciones
anteriores, las cuales resumo así:
- La investigación es una búsqueda
ordenada y sistemática de conocimiento. - Es un proceso en el que aplicamos nuestra
mente a la solución de un problema determinado para su
conocimiento objetivo. - La investigación tiene como fin el
descubrimiento o interpretación de los
hechos analizados.- Un conocimiento teórico de las
diferentes corrientes filosóficas y métodos. - Un uso adecuado de los métodos y de las
técnicas de investigación.
- Un conocimiento teórico de las
- La investigación tiene, también, como
fin conocer para predecir situaciones futuras, para lo cual se
requiere:
3.1.2. Actitudes del
investigador
En primer el lugar, el investigador
debe tomar conciencia del problema que necesita ser
solucionado. Felipe Pardinas, dice "que de la observación de los fenómenos y en
cada ciencia se
plantean fenómenos diferentes". Este autor nos aconseja
que "el investigador rastrea problemas, o
dicho más sencillamente, preguntas, cuya urgencia
científica o humana las hace sobresalir para ser
estudiada".
Marcelo Blanc nos dice, también: "toda
investigación debe tomar un objetivo determinado
claramente definido. Al iniciarla se debe precisar lo que se
pretende investigar. Una vez que se ha encontrado la
situación problemática, hay que reflexionar sobre
el planteamiento del
problema, estableciendo la importancia y limitaciones del
asunto a investigar, sus proyecciones internas y
externas.
En segundo lugar, el investigador debe sentirse impelido
a buscar una solución del problema planteado. Este debe
ocasionar un interés
[diríamos que casi intriga] en el investigador, que motive
a continuar con todo el proceso de la investigación.
La
motivación suele ser variada, entre las razones
podemos encontrar unas de carácter
académico:
Por ejemplo Darwin se
inspiró en la lectura de
Malthos para precisar su teoría
de la evolución; de carácter
vivencial, Paulo Freire investigó sobre la educación desde
una perspectiva opresiva por su conocimiento de la
situación en la que vivían millones de
brasileños.
De carácter sicológico, Sigmund Freud
confiesa que se motivó a investigar en este campo por sus
propios conflictos; de
carácter político social, Carlos Marx,
confiesa, también, que se motivó por un interés
humano en transformar la sociedad para
hacerlas más justas.
3.1.3. Tipos de problemas
Pardinas nos señalan cuatro tipos de problemas
que se le pueden plantear al investigador, y ellos
son:
a, Problemas de carácter
académico: Estos pueden ser de carácter
interpretativo, explicativo, descriptivo o predictivo. Si por
ejemplo, se nos pide que expliquemos el pensamiento
de Bill Gate, encontraremos diversos enfoques sobre algunos
puntos de su filosofía informática ¿cuál
interpretación de todas escojo?
Esto nos plantea un problema de interpretación
que ha de ser superado mediante nuestra investigación. O
si estudiamos El Plan Colombia y su
fuerte reacción de los grupos armados
fuera de la ley y nos
preguntamos ¿a qué se debió este
fenómeno? El problema hay que enfocarlo en
términos explicativos.
Pero, si se nos pregunta ¿cuáles son los
líderes y grupos del
plan Colombia? El
problema está planteado en términos descriptivos.
Ahora bien, si observamos por medio de datos
estadísticos que hay un proceso de desplazamiento de
población de cierta zona rural a
determinada ciudad, nos interesaría saber cuales
serían las repercusiones de ésta
emigración en la ciudad que los recibe. Por ejemplo: el
desempleo,
delincuencia
común, hambre, etc., este problema se plantea en
términos predictivos.
b. Problemas de carácter informativo.
Estos son de carácter descriptivo. Por ejemplo para
tener un cuadro de lo que ocurrió en el año de
1789, año de la revolución
francesa; tomaremos los fenómenos más
importantes ocurridos en ese período, a fin de tener la
mayor información posible.
c. Problema de acción. Son problemas que
plantean las necesidades mismas del grupo de
personas, de una comunidad e
incluso, de una sociedad entera
y antes de las cuales, es necesario responder de
inmediato.
Por ejemplo, en las comunidades primitivas, cuando
creció la población y la producción de alimento escaseó, se
planteó un problema muy serio que fue resuelto en el
tiempo con
los diversos inventos o
creaciones humanas que llamamos herramientas, incrementándose así
la producción de alimentos.
d. Por último, nos encontramos
según Pardinas, con problemas de investigación
pura y aplicada que tienen como objeto la búsqueda
de conocimiento en las ciencias
puras para el avance tecnológico y científico de
la humanidad, por ejemplo, la contaminación ambiental está
motivando a muchos científicos a buscarle soluciones
de diversos carácter.
3.1.4. ¿Cómo
descubrir un problema significativo?
- Al observar un determinado fenómeno, debemos
escribir en ese momento las inquietudes posibles que se nos
plantea de carácter informativo y sus avances. Hay
quienes prefieren actuar primero e investigar después.
Pero, investigar los temas o problemas precisamente o mientras
acompañamos la acción da más sentido e
importancia al trabajo que se vaya a realizar, esto es problema
de acción. - La misma vida cotidiana nos plantea problemas
prácticos y teóricos que hay que responder a fin
de iluminar la acción. Por ejemplo, ante el problema
social y político que vive nuestra Colombia. - La practica o vida profesional nos plantea problemas
a resolver. - El campo de la educación religiosa, secular, profesional
nos plantea problema a resolver. - Otra manera eficaz es consultar sobre determinados
temas con profesores, con otros compañeros o con
especialistas en la materia.
La Teología como
ciencia
analógica
En un congreso nacional de investigadores
académicos, auspiciado por la Universidad
Remington, donde participaron diferentes profesionales, entre
ellos filósofos docentes, ingenieros,
teólogos, entre otros. La Magister Jacqueline Hurtado de
Barrera, nos hizo reflexionar acerca de nuestra profesión,
cada grupo de
especialidad les preguntó, el autor de este libro quiere
compartirlas con ustedes: ¿la teología es una
ciencia? ¿Cuál es su objeto? ¿Si es ciencia,
a que grupo pertenece?
Conviene aclarar ante todo, que en el conjunto de las
ciencias, la Teología es considerada como ciencia
sólo de una manera analógica, ya que aunque
utiliza métodos rigurosos para el tratamiento de sus
datos, su
objeto último es la realidad de Dios.
Desde la perspectiva de Dios podemos mirar la realidad
toda, tanto el mundo material como el humano, pero la realidad
misma de Dios escapa a los sentidos, lo
que hace que el objeto de la Teología sea la
inteligibilidad de la fe que busca entender aquello que cree. "
La Teología no es la misma fe; procede de la fe, la
interpreta, se esfuerza por comprenderla a través de una
reflexión sistemática.
La teología es un conjunto que abarca (…)
palabra, descubrimiento del sentido propio, reflexión a
base del esfuerzo racional e histórico, a través de
símbolos, de cultura de
vida… La Teología, denominada "ciencia de la fe" se
relaciona como tal con la ciencia y
con la fe" (Vilanova, Evangelista. 1992: 7)
El punto de partida de la Teología en cuanto
saber, es el acto de fe, el cual empuja al teólogo
a investigar los vínculos históricos y
antropológicos de la revelación, es decir, las
manifestaciones del actuar de Dios en nuestro mundo y en la
historia. A
ordenar, a someter a un trabajo de dilucidación sus
afirmaciones.
El teólogo realiza este trabajo por medio de
métodos rigurosos, que pueden considerarse
científicos, en cuanto disciplinas que ordenan
conocimientos, inducen o deducen leyes, hacen
aplicaciones. El método de
la Teología es el camino para alcanzar el
conocimiento teológico, trátese de la
teología dogmática, fundamental, latinoamericana,
feminista, espiritual, pastoral…
El teólogo utiliza el método
científico al realizar procesos que
por su naturaleza misma
conducen a la construcción del saber teológico.
Por analogía con el trabajo de
las ciencias, a este trabajo le llamamos trabajo
científico. Pero la utilización de estos procedimientos
debe ser antecedida por una especie de sapientia,
(fruto de la fe), que posibilite pensar teológicamente.
(Ibid, p: 7)
"El acto de la ciencia es inseparable del ejercicio del
método científico". (Herrera, op, cit: 58)
La Teología es hija no sólo de la fe sino
también de la razón. Está siempre
construyéndose con los métodos de su tiempo. Desde que
nace como ciencia, con Sto. Tomás de Aquino, nace con los
métodos deductivos que el Aquinate toma de Aristóteles. Parte de la revelación,
como de "primeros principios",
ciertos y verdaderos. De éstos, el teólogo deduce
conclusiones.
El teólogo parte del hecho de la
Revelación como de su fuente. El objeto de su fe,
las verdades que cree, (fides quae creditur)
están en el lugar que tienen los "hechos" de las ciencias
empíricas; éste es el punto axial de la
reflexión teológica. (Ibid, p: 7)
Desde este punto de partida, el teólogo investiga
los datos históricos y antropológicos de la
Revelación, con la ayuda de las ciencias positivas; a este
primer momento de la investigación teológica se le
llama momento positivo de la teología.
Luego el teólogo trasciende racionalmente estos
datos para llegar a un segundo momento, si así podemos
llamarlo, que es el momento especulativo, en el que el
teólogo busca la inteligibilidad de esos datos en la
comunidad de
fe en el presente. Por un lado, al teólogo se le exige una
fidelidad a los orígenes de su fe; por otro, él
establece diferencias. Es necesario que exprese, en las
categorías del ser humano contemporáneo, la validez
de sus principios.
Esta búsqueda compromete la seriedad de un
trabajo a veces interdisciplinario, que se somete a los mismos
esfuerzos que la razón emplea para avanzar en los otros
saberes, a los que la Teología ofrece un último
sentido.
Cabe pues distinguir, en Teología, entre
método y métodos. El método teológico
escucha la realidad toda, todo lo cognoscible y comprensible por
la razón, a la luz de la
realidad de Dios quien le da, a todas las cosas y al ser humano
mismo, su último sentido.
El estatuto epistemológico de la Teología
trasciende el de los otros saberes. Su lugar está
más allá de la misma Filosofía, en cuanto
ésta es un ejercicio de la razón, que toma de
sí misma su capacidad de comprensión de la
totalidad, mientras a la Teología le compete la escucha de
la Palabra revelada. (Cantero, Luis Eduardo. Op, cit:
167)
La Teología está en función de
la misión
como lo está la Iglesia misma.
La misión de
la Iglesia en el
mundo es la tarea de acercar el mensaje de la revelación,
a Cristo mismo, a todos los seres humanos, a todas las
culturas… en todos sus problemas. Por tanto, la
Teología ha de abrirse a todos los saberes con sus propios
métodos, todos aquellos que le han de servir como
instrumento de aproximación a la realidad de cada ser
humano, de cada cultura, en su
mundo.
Los métodos de las ciencias humanas le aportan a
la Teología diferentes modos de aproximación a la
realidad del género
humano, del mundo y le ofrecen la posibilidad de una
comprensión cada vez más amplia, no sólo de
la Palabra de Dios en cuanto palabra revelada por modos humanos,
sino de diferentes aproximaciones a la realidad en que el
destinatario de la fe vive su vida. Todos los métodos de
investigación son pues útiles a la
reflexión teológica. De ello da cuenta la
teología contemporánea.
Desde la concepción moderna de las ciencias, al
interior de nuestra cultura científico – técnica,
la Teología se ha abierto a los aportes de la
reflexión antropológica y a la importancia que se
le concede en nuestro mundo a las ciencias históricas. Su
interés por los fenómenos empíricos, la hace
inductiva, desde la praxis cristiana.
Una profundización sobre el "acto de fe", toma
sus métodos de la fenomenología y de la psicología. Se
interesa por la empireia de los hechos, por la experiencia
eclesial de Jesús resucitado, por la investigación
histórica sobre lo creído. (Herrera, op,
cit: 62)
Recibe pues el nombre de Teología positiva
aquella cuyos métodos son sobre todo los histórico
– críticos, que no solamente pueden emplearse en el trabajo
sobre documentos
antiguos, sino aún en la exégesis, en la
hermenéutica de los documentos de la
Iglesia, tanto de los antiguos como de los
contemporáneos.
La Teología siempre ha estado ligada
a la cultura y nuestra época está eminentemente
centrada en lo científico – técnico. Valga, a
modo de ejemplo, el caso de las ciencias biológicas y la
tecnología, que han propuesto, en las
últimas tres décadas, más preguntas a la
Teología que en todos los siglos anteriores.
Es preciso que la Teología aún en sus
esfuerzos investigativos a los de la Biotecnología en su reflexión sobre
el ser humano y sus producciones. Estos nuevos problemas generan
nuevas formas de hacer Teología. La interdisciplinariedad
y transdisciplinariedad de la investigación se vuelven
casi obligatorias.
Al teólogo le compete conocer a conciencia los
fenómenos sobre los que construye su discurso,
trátese de la investigación genética,
de la
clonación, o del diagnóstico de la muerte
humana. También el Derecho y las Ciencias
Sociales y Políticas,
y aún Económicas, tendrán su palabra sobre
los grandes problemas de nuestro mundo. De estas reflexiones se
nutren la Escatología Teológica, la Pastoral, las
misiones.
En resumen, es preciso que al hacer tu trabajo de
investigación, utilices los datos tanto de las ciencias
empíricas, como de las que son fruto de la
reflexión teórica. Si tu trabajo se dirige
precisamente a la obtención o confrontación de
estos datos, has de organizar un proceso lógico para la
construcción del saber teológico.
(Marta Restrepo, 2000)
MÉTODOS DE
INVESTIGACIÓN EN TEOLOGÍA
Lo primero que uno puede preguntarse, al comenzar
un trabajo de investigación es hacia dónde se
dirige. Es muy importante saber lo que uno desea conocer mejor.
Tal vez tengamos que devolvernos a la pregunta con la que
comenzamos los estudios de Ciencias teológicas
¿Qué nos hizo escoger estos estudios?
¿Qué deseábamos aprender en
ellos?
Ciertamente la Teología tiene que ver con Dios y
por lo tanto también con el ser humano, con su mundo, con
la Historia, con la
Comunidad de los creyentes. Hemos confrontado nuestros
aprendizajes con el conocimiento de otros mundos y otras culturas
que se expresan en otras formas religiosas.
Nos hemos dado cuenta de que las Ciencias
teológicas se relacionan con la educación, con la
vida y la historia de las sociedades,
con la gente común…En verdad, el saber sobre lo
teológico está vinculado con muchos otros
saberes… Deberíamos poder ubicarlo
al interior mismo del pensamiento complejo y lograr nuevos
enfoques, al interior de los nuevos paradigmas del
pensamiento
contemporáneo.
En realidad, podemos investigar en muchos campos: sobre
lo que enseñamos o sobre lo que nuestros alumnos aprenden,
sobre el contexto socio – religioso en que nos movemos, o sobre
las actitudes de
los miembros de un grupo frente a determinados valores, sobre
la evolución del sentimiento religioso de un
determinado individuo o sobre el impacto que un texto
religioso tiene en una comunidad.
En el mundo de lo real, de las cosas: puede tratarse de
un objeto, un texto, una
obra de arte, un
monumento, una institución, un personaje, una autor…
Pero puede también pertenecer al mundo de las relaciones,
de los símbolos: se trata entonces de valores, de
sistemas, de
ritos, de signos, de estructuras
del lenguaje…
El saber teológico se ve con frecuencia afectado
por los cambios culturales, y poco a poco, se ha ido ampliando
con las posibilidades de utilizar nuevos métodos de
investigación, propios de otras ciencias, en la medida
en que el interés se vuelca sobre el género
humano y su mundo, en cuanto datos nuevos sobre la realidad, e
incluso como lugares teológicos en los que se revela el
designio salvífico de Dios. (HERRERA, J, 1983: 60) Esta
sección ha sido tomada de la Dra. Marta Restrepo y
adaptada a esta investigación.
3.3.1. La investigación
teológica
Se ha hablado de la investigación como de
una actividad que descubre los objetos en presencia. Un
investigador está al servicio del
descubrimiento y de la explicación y lo existente. A este
saber se le llama saber de descubrimiento.
(Ibáñez, Jesús. 1988: 32) como lo define la
Dra. Marta Restrepo INVESTIGAR significa ir en pos de unas
huellas: in – vestigia – ire, del
latín, que significa ir en pos de unos vestigios, de unos
rastros…
De esto se trata su artículo: de ofrecernos unos
instrumentos que nos permitan rastrear el conocimiento y sus
posibilidades, tanto teóricas como prácticas. Un
trabajo de grado debe ser una experiencia que te capacite para el
ejercicio de tu profesión. También la
investigación como trabajo colectivo, puede hacer avanzar
el conocimiento, sobre algún aspecto particular, como
aquellos que se convierten en proyectos
universitarios.
Investigar es una actitud que el
teólogo debe desarrollar, si desea responder a los
signos de los tiempos y a ese volver a las fuentes que pide
toda enseñanza cristiana seria. La
investigación en Teología puede partir de los
métodos de la Teología positiva o de la
Teología especulativa, como también de los
métodos de las Ciencias
Sociales y Psicológicas.
Los primeros se refieren a la búsqueda de los
orígenes de la fe y de la religión. Los
segundos se orientan a la búsqueda de la inteligibilidad y
enseñabilidad de la fe, los terceros a la
aplicación de la Teología a la práctica en
la vida del creyente, al conocimiento del mundo de los
destinatarios del saber específico que compete al educador
de las Ciencias teológicas.
En cuanto teólogo, pedagogo, el investigador en
Ciencias teológicas debe cultivar una actitud
permanente de búsqueda de la verdad. Desde el pensamiento
de los grandes filósofos y de los pensadores cristianos:
San
Agustín y Santo Thomas esta es una de las formas del
diálogo fe
– razón, como lo afirma la Dra. Restrepo: " al hombre le
corresponde – dice Juan Pablo II – la misión de
investigar con su razón la verdad, y en esto consiste su
grandeza ". (Juan Pablo II, Carta
Encíclica Fides et Ratio. 1998, # 17)
Los métodos de
investigación
Fue importante describir el Método de la
Teología antes de discurrir por las diferentes estrategias
investigativas empleadas con una mayor frecuencia en los trabajos
de grado de estos últimos años en las Facultades
eclesiásticas, trátese de la misma Teología
o de las Ciencias bíblicas. No es la intención del
autor de este libro establecer apreciaciones epistémicas
ni discutir sobre la conveniencia o no de un determinado
método.
Con el nombre genérico de Métodos
nos referimos a distintas modalidades de la actividad
investigativa, a sabiendas de que el objeto de
investigación es el que determina las actividades que han
de diseñarse a la hora de realizar un trabajo de
investigación. Lo que es preciso tener en cuenta es la
importancia de una elaboración inter, trans y
Multidisciplinarias, entre la Teología y sus ciencias
auxiliares, o entre cualesquiera de las Ciencias de la Religión, la
Sicología o la Sociología Religiosas, valga el ejemplo, al
utilizar, cada una de ellas, otras ciencias con las que concurre
en la obtención del saber que persigue.
Lo mismo debe decirse de la Educación Religiosa
cristiana. Esta ha de echar mano de los saberes que hacen falta
para la comprensión del comportamiento
religioso de ser humano y pueblos, antes de proponer cualquier
estrategia
pedagógica nueva.
El autor de este material menciona algunos
métodos que por razón de la futura
publicación no los desglosa, ellos son:
La investigación teórica
Los trabajos de grado, las tesinas o tesis de
Teología, por lo general son trabajos de
compilación en los que encontramos una
investigación teórica. En ellos el autor recoge la
mayor cantidad de literatura posible sobre el
tema que investiga, la revisa críticamente, la expone con
claridad y ofrece una nueva panorámica, útil para
una persona
interesada en el campo
El método histórico e histórico
crítico
Con la consigna de volver a las fuentes, el
Concilio Vaticano II impulsó un movimiento que
ya se venía dando en la Iglesia Católica Romana
para la investigación sobre los orígenes del
cristianismo:
excavaciones arqueológicas, rastreo de documentos, estudio
de las lenguas semíticas. No se ha ahorrado ninguno de los
métodos de las ciencias históricas para la
actualización del conocimiento de las Sagradas Escrituras
y de otros escritos, monumentos y objetos de carácter
religioso de la antigüedad
El método histórico –
crítico
Se trata de un método exegético que
busca obtener la fuente, el primer testimonio de la realidad que
estudiamos. Este método completa al anterior. Intenta,
ante todo, al realizar una crítica textual, discernir las
distintas fuentes, o
manos, por las que ha pasado la redacción de un documento y establecer su
cronología. Fue pionero en este tipo de
investigación Hermann Günkel, quien trató de
definir los géneros literarios de la Biblia, y su
ambiente de
origen. A esta operación se le dio el nombre de
Historia de las Formas. Luego vino la Historia de las
Redacciones, que esclareció el estado
actual de los documentos, tal como ellos aparecen a nuestros
ojos. Nada más útil para la comprensión y
estudio de las fuentes
primarias que el método histórico –
crítico.
El método histórico –
crítico
Se trata de un método exegético que
busca obtener la fuente, el primer testimonio de la realidad que
estudiamos. Este método completa al anterior. Intenta,
ante todo, al realizar una crítica textual, discernir las
distintas fuentes, o manos, por las que ha pasado la redacción de un documento y establecer su
cronología.
Fue pionero en este tipo de investigación Hermann
Günkel, quien trató de definir los géneros
literarios de la Biblia, y su ambiente de
origen. A esta operación se le dio el nombre de
Historia de las Formas. Luego vino la Historia de las
Redacciones, que esclareció el estado
actual de los documentos, tal como ellos aparecen a nuestros
ojos. Nada más útil para la comprensión y
estudio de las fuentes primarias que el método
histórico – crítico.
Una buena descripción de este método se
encuentra en el documento La Interpretación de la
Biblia en la Iglesia. Allí se explica ampliamente en
qué consiste este método para el estudio de la
Palabra de Dios, pero su utilización puede servir a la
investigación sobre otros documentos, como sería el
caso al estudiar la autenticidad de los escritos y los hechos que
se atribuyen a algún autor de interés.
Dice así la comisión Bíblica
(Restrepo, Op, cit: 13): En el estadio actual de su
desarrollo el
método histórico – crítico recorre las
etapas siguientes:
La crítica textual, practicada desde hace mucho
tiempo, abre la serie de operaciones
científicas. Apoyándose sobre el testimonio de
manuscritos más antiguos y mejores, así como sobre
el de los papiros, el de las traducciones antiguas y el de la
patrística, procura, según reglas determinadas,
establecer un texto bíblico tan próximo al texto
original como sea posible.
El texto es sometido entonces a un análisis lingüístico (morfología
y sintaxis) y semántico, que utiliza los conocimientos
obtenidos gracias a los estudios de filología
histórica. La crítica literaria se esfuerza luego
por discernir el comienzo y el final de las unidades textuales,
grandes y pequeñas, y de verificar la coherencia interna
de los textos.
La metodología histórica –
crítica tuvo ciertamente su origen en el ejercicio de la
exégesis bíblica. Ella puede ayudarte a descubrir
la historia de un texto. Trata de restablecer, en cuanto posible,
el texto original por medio de la crítica textual, que
examina y compara los manuscritos con los que se cuenta, en medio
de la multitud de variantes.
Para estas operaciones
existen reglas precisas, como la de escoger el texto más
antiguo, el más difícil, pues los traductores y
copistas tratan de hacer estos textos más legibles,
más comprensibles; el más breve, pues
también se intenta a veces completar lo que aparece poco
claro, como es el caso de la primera bienaventuranza en la que Mt
5,1 es más nuevo que Lc 6,20.
Se busca también el texto que explique otras
variantes. Aunque es asunto de especialistas, y requiere el
conocimiento de las lenguas en que ha sido escrito el texto,
puedes descubrir sus efectos comparando la Biblia de
Jerusalén con la de A. Chouraqui, la de
Alonso Shökel con la Biblia latinoamericana, o la de
Dios habla hoy…
Como bien puedes darte cuenta, el método
histórico – crítico propone recorridos muy actuales
para el análisis de relatos y textos
bíblicos, análisis que puede aplicarse no
sólo a la Palabra de Dios sino a otros textos cristianos y
religiosos.
En el caso de que nuestro objeto de estudio sea la
biografía
de un Fundador, de un momento importante de la vida religiosa de
un pueblo, este método es de gran utilidad par la
determinación de los documentos auténticos que
serán luego fuentes primarias para estudios
subsiguientes.
La Comisión Bíblica habla también,
expresamente, de las posibilidades que ofrecen "los nuevos
métodos de análisis literario" tales como el
análisis retórico, narrativo y semiótico,
que podrían ampliarse con las muchas técnicas que
ha ido adquiriendo la lingüística
contemporánea.
El
análisis semiótico y literario.
La Semiótica proporciona un instrumento
valioso para la mejor comprensión de los textos
religiosos. Ella deja de lado la cuestión
historiográfica para interesarse por la estructura
interna de los relatos y por el juego de los
significantes. Gracias a ella hoy podemos conocer mejor la
estructura de
los mitos y
relatos fundadores de los que hoy se ocupa la Teología
Narrativa.
A la Semiótica no le interesan los datos
extratextuales de un relato, no le interesa el trabajo del
Geógrafo, del Arqueólogo o del Historiógrafo
en cuanto tales. Tampoco la intención del autor. Le
interesa el relato en cuanto tal.
Todos los datos extratextuales son importantes para una
fe histórica como lo es la fe bíblica, pero la
Semiótica se interesa por los relatos sólo en
cuanto hechos de lenguaje.
El lenguaje
precede a los hechos. No niega la historia, pero dirige su
interés a la construcción del lenguaje de la
historia. A la narración en cuanto tal.
Todo discurso
cristiano está sujeto al lenguaje. Todo relato recibido
como histórico – religioso puede ser sometido a un
análisis filológico, psicoanalítico,
sociológico o bien a los procesos de la
lógica
simbólica.
La historia de la redacción se cruza con el
análisis literario. En efecto, éste intenta, a
partir de los datos hallados, identificar el género
literario a que pertenece el relato, porque una sería la
verdad que expresa un himno o un cántico litúrgico,
otra una parábola o crónica
histórica.
La escuela
formalista rusa, la estructuralista francesa, y
últimamente en Norteamérica la preocupación
por el análisis retórico de los textos, han dado
origen a esta forma de leer los relatos que hoy llamamos
Análisis Narrativo.
Este tipo de lectura ofrece
sobre todo utensilios para avanzar en la búsqueda del
sentido de los textos. Roland Meynet, uno de los especialistas
del ramo, afirma: "Nos interesamos por la arquitectura del
texto, por su composición". (1950: 9)
Los fenómenos lingüísticos tienen
una estructura inconsciente. Los signos se leen en sus relaciones
interdependientes. Se introduce la noción de sistema
(Barthes, Roland. 1963: 12 – 13 Nos dice que El mito debe
leerse como una partitura, de arriba abajo y de izquierda a
derecha) Los biblistas conocían ya los procesos de
análisis estructural en los trabajos de Robert Low:
Sobre Isaías (1778), citado por Jakobson. Low
decía: La correspondencia de una línea con otra,
yo la llamo paralelismo. (83)
Para utilizar este método agrupas los lexemas
más significativos del texto, dándoles una letra
que los simbolice y reúna por categorías semitas.
El uso de la más elemental clasificación arroja una
serie de datos significativos. Existen paralelismos lexicales,
paralelismos de acción y unidades narrativas cuya
sucesión forma el relato. Los términos son
colocados en columnas según el orden de aparición
en el texto.
Esa primera operación, indica el lugar donde
ocurre la transformación narrativa, pues los mismos
lexemas que en la primera parte aparecen con un valor, en la
segunda aparecen formando un paralelismo antitético.
Puedes utilizar este esquema en la lectura del
poema de Leon Felipe. (1981: 17)
Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre
guarda
un rayo nuevo de luz el
sol…
y un camino virgen
Dios
Encontrarán sin duda los paralelismos en el uso
de los nombres y pronombres, en los adverbios de lugar, en los
tiempos de los verbos y sobre todo entre sol y Dios, camino
virgen y rayo de luz… y también podrás
hallar fácilmente en donde se opera la
transformación del texto. " Leer es percibir las
relaciones ".
Los libros
están divididos en partes, capítulos y
párrafos; la poesía
en estrofas y versos. Para delimitar un texto, has de buscar los
signos de comienzo y final entre los elementos
lingüísticos. Acudirá a criterios espacio –
temporales de segmentación, uniformes en todo el discurso
pragmático. Puede tratarse de signos de lugar o de tiempo.
O la entrada en acción de un nuevo personaje. Es los que
los biblistas llaman estructura de una
perícopa.
La lingüística contemporánea nos dice
que los " mitos " son un
modo de decir, "un habla ", que tiene unas características propias y una eficacia sobre
el hombre y
sobre los grupos humanos. El estudio de los mitos mediante la
aplicación del análisis estructural fue clave para
la historia de las religiones. (LEVI-STRAUSS,
Claude 1968)
El género literario relato permitió
que los teólogos se interesaran por el carácter
kerigmático de los relatos primordiales, por su función
dentro de la historia y de la liturgia. El sentido que la
Semiótica encuentra en los textos está emparentado
con el que encuentra el Psicoanálisis, pero lo busca sobre todo en
la estructura del texto, desde aquello que ella llama nivel o
principio de inmanencia, y lo descubre por medio del
contraste entre las diferencias.
La Teología Narrativa escucha los relatos. Los
toma en serio. Se interesa por su forma. Busca el ensamblaje de
las piezas a fin de encontrar la construcción del sentido.
El punto de partida de la Semiótica es " el texto y
sólo el texto ". Se trata de un trabajo de lectura que
organiza los textos, halla las reglas del juego que
conforman el universo de
sentido en que la narración se mueve y busca los modelos del
relato. En el Evangelio encontrarás relatos de muy diversa
textura, como las parábolas o los signos de Jesús,
o el mismo género "Evangelio".
El "programa
narrativo", al establecer una sucesión de acciones,
produce en el relato un efecto diacrónico, lo temporaliza.
Hace que tenga un comienzo y un final. Por esto
encontrarás también:
La enunciación y la situación
final. La primera es la puesta en discurso: "Érase
una vez…"; la segunda cierra el texto: " y colorín
colorado…" Todo relato se define por su punto de
llegada que sirve para justificar la situación
presente.
b. Los actores. " En la poética
aristotélica, la noción de personaje es secundaria,
enteramente sometida a la noción de acción (…).
Se habla de actores, no de personajes. Se funda, no en la
filosofía sino en las acciones que
el relato imparte". (Barthes, 1970: 32) Haces la pregunta:
¿ Quién busca qué? ¿ Quién
ejecuta acciones?. En el caso del poema de León Felipe,
los actores serían: Nadie: (alguien), un hombre, yo
… y también Dios y el sol… En
efecto, todos son actores.
Greimas, siguiendo este criterio, señala 6 tipos
de Actores, según la función que el relato les
asigna y que encontramos en todos los relatos: el Destinador o
Dador del relato (D) y el destinatario (d) del mismo. El
Héroe (S = Sujeto que busca algo de lo que se carece), y
el Objeto buscado (O), los Ayudantes del Héroe (A) y sus
Opositores (O). (1983: 103 – 104) Estos actores hacen posible el
que haya una trama, una narración.
El Narrador. " ¿Quién es el
dador de un relato? " El autor material de un relato no se puede
confundir con el narrador. El " autor " del relato, aquel que
cuenta aquello por primera vez, no se puede confundir con el
"Narrador " del texto. En todo relato se cumple una
función de intercambio entre el que cuenta y el que oye o
lee.
Nadie tomaría la palabra sin ese alguien que le
escucha, ni nadie escribiría si no tuviese un lector real
o imaginario, a quien se habla. Estas dos primeras " funciones " del
relato, la toma de la palabra y su recepción, son llamadas
por Greimas: Destinador y Destinatario.
El Héroe (S). Luego trataremos de
encontrar el Sujeto del relato: ¿Quién busca
qué? El héroe aparece, en la Situación
Inicial, como carente de algo, en una situación de
desequilibrio. El Sujeto acusa una falta que ha de ser colmada a
través del " programa
narrativo ".
El héroe es el Sujeto que busca, que desea, el
que hace. El que establece la relación yo/tu. Aquel cuya
carencia pone en movimiento el
relato. Este Sujeto (S) deberá pasar por diversas
peripecias que constituyen la " trama " de la narración,
en la búsqueda de aquello de que carece (O = Objeto de
búsqueda).
Esta búsqueda lo coloca en una situación
intersubjetiva. Logrará conseguir, mediante el combate del
texto, que puede ser también una seducción, un
savoir- faire (el Objeto que detenta el
anti-sujeto).
El Héroe podrá tener Ayudantes (A)
y/o Opositores (O). (Explícitos o implícitos
en el texto). Una vez logrado el objeto de su deseo, el
Héroe podrá llevarlo como mensaje o trofeo a
aquellos Destinatarios a quienes el Destinador lo
envía.
El Objeto (O). Hemos hablado de los actores como
funciones del
relato. Sólo así nos es fácil comprender que
O (cosa) sea un " actor del texto ". Lo es porque pone en
movimiento al héroe.
Los Personajes. Trátese de personajes
históricos, mitológicos, alegóricos o
sociales, llevan al lector a comprender el sentido pleno y final
del texto. La cultura del grupo, su sistema de
referencia," inmoviliza " estos personajes símbolo
asignándoles la representación de ciertos
valores.
A los personajes símbolo, el grupo les asigna
roles, programas,
empleos estereotipados. Su legibilidad depende del grado de
participación del lector en esa cultura. Deben ser
aprendidos y reconocidos. Sirven de " anclaje sapiencial " para
el grupo y fácilmente participan de la designación
de héroes. Son marcas de la
presencia del autor, o del lector, o de sus delegados. Son
personajes porta-palabra del grupo en referencia. En el centro
está el Héroe.
La transformación narrativa. El texto
puede ser considerado desde la perspectiva de la
transformación operada por el relato. Miramos el texto en
cuanto efectúa un cambio entre
una situación inicial y una situación final. Este
proceso conforma la diacronía (el desarrollo
lineal) de una narración.
Los métodos experimentales
Un estudio cuidadoso de las condiciones, de las características, de los valores en
que se mueven los destinatarios del mensaje cristiano, es
también muy importante para el investigador, sobre todo
para el que ha de ser pastor o maestro.
Ahora trataremos de conocer algunos de los
métodos más utilizados en este tipo de
investigación, volcados sobre el conocimiento
empírico. Basados en los modelos de
investigación científica que se
utilizan en las ciencias
naturales, los estudiosos del comportamiento
humano han creado un tipo de conocimiento basado en la
objetividad, el empirismo y la
precisión.
Por lo general se utilizan los conocimientos adquiridos
en la investigación teórica y en otros tipos de
investigaciones con el fin de introducir mejoras
en la calidad de
vida o en el aumento de conocimientos, mediante el
lineamiento y la construcción de pruebas que se
controlan de un modo experimental.
Es el caso de la aplicación del
electroencefalograma al estudio del estado del
cerebro cuando el
sujeto accede a niveles de conciencia superior en la
meditación. Para estos investigadores, lo más
importante del conocimiento
científico es la objetividad, el método, la
posibilidad de comprobación, pero sobre todo hacer que sus
conocimientos sean generadores de ciencia y de nuevas
tecnologías (Carvajal, op, cit: 32 – 33,
41).
Para el método experimental una
proposición tiene sentido si se puede verificar en la
experiencia y por medio de la observación. Este principio es
válido también para las ciencias religiosas, en la
medida en que nos ocupemos de "conductas observables", aún
por métodos de laboratorio,
tales como la aplicación del electroencefalograma a
personas en estado de meditación.
Bertrand Russell y P. Bridgman propusieron los grandes
lineamientos de este tipo de investigación.
(Martínez, Miguel. 1999: 15) Para el enfoque experimental,
la investigación es un proceso que tiene como meta la
demostración, la confirmación, el desarrollo de
hipótesis que se elaboran a partir de
adquisiciones teóricas antecedentes. (Op, cit:
26)
Estos principios exigen del investigador una fuerte
dosis de distancia de aquello que se estudia. A esta distancia
podemos llamarla escepticismo, objetividad. El estudioso se
convierte así, en cuanto puede, en un observador que no se
inmiscuye en absoluto en la experiencia que trata de
observar.
Describe realidades con un lenguaje preciso. Mide
actitudes que nadie se atrevería a medir, tales como
el amor, el
rechazo, el sentimiento de pertenencia a un grupo, a un credo
religioso, las motivaciones para militar en un determinado
movimiento, la adhesión a un sistema de
valores… Ellos "creen que la observación directa es
la mejor fuente de conocimiento" y a esto se le da el nombre de
empirismo.
Luego someten sus resultados a la comparación con otros
trabajos ya realizados. (Davidoff, L. 1989: 18 – 19)
Los instrumentos que se utilizan en este tipo de
investigaciones, son, a grandes rasgos:
- Preguntas empíricas
- Definiciones operacionales
- Muestreo aleatorio
- Observaciones de laboratorio
- Encuestas y cuestionarios
- Pruebas
- Entrevistas
- Utilización y manejo de hipótesis y de variables
- Búsqueda de correlaciones. (Ibid, p: 20 –
35)
La psicóloga Martha Inés Restrepo (Op,
cit: 21 – 25) nos explica ampliamente cada una de estas
estrategias:
Preguntas empíricas. (Peri: al
rededor de; empeiria: en torno de). El
conocimiento empírico se caracteriza por los procesos
inductivos; los sentidos
permiten al observador aproximarse a los hechos de una manera
directa. Más que partir de una teoría, el
experimentador trata de inferir de los hechos que observa una
teoría. Pretende aferrar la realidad, de alguna manera
exterior a sí mismo, para saber sobre ella. De allí
procede el conocimiento experimental.
En las ciencias teológicas, las preguntas
empíricas son aquellas que se pueden responder mediante
observaciones de algún tipo (Ibid, p: 20). Dentro del
método experimental, podríamos preguntar:
¿Asisten con gusto los alumnos a la clase de
Religión? Esta sería una pregunta
empírica. Pero no sería posible preguntar,
de forma empírica, si debe ser o no obligatoria la
clase de religión.
Definiciones operacionales. Para afinar las
preguntas, y poder hacer
mediciones, será necesario utilizar términos muy
precisos y concretos de aquello que se pretende averiguar. Las
preguntas no pueden ser demasiado generales. Todos los
encuestados deben comprenderlas con claridad. Ej:
Los principios cristianos más aceptados por los
jóvenes universitarios son:
Amar a Dios
Amar al prójimo
Hacer el bien a otro
Hablar siempre con la verdad
Ser honesto consigo mismo y con los otros
Buscar un crecimiento espiritual
Darle sentido a mi vida.
Las definiciones operacionales recaen sobre la
expresión principios cristianos, y sobre cada una
de las actitudes indicadas por los ítems. Si los
investigadores quieren entenderse entre si y ser entendidos por
otros, deben definir los términos de su
investigación. Esto se hace al interior del mismo trabajo.
¿Qué entenderán los jóvenes cuando en
la encuesta que
han de responder encuentren las expresiones: principios
cristianos, buscar crecimiento espiritual? En ocasiones
será necesario definirlo.
Muestreo aleatorio o selección
de la población. Cuando escogemos una muestra de
población para ver en ella lo que ocurre en todos,
escogemos al azar un pequeño grupo dentro del gran grupo.
Podemos estudiar, por ej. En un Colegio Cristiano de
Medellín lo que ocurre en todos los Colegios Cristianos, o
en un seminario
teológico lo que ocurre en todas los seminarios
teológicos. De esa misma población se escoge, al
azar, un muestreo
significativo. (Sabino, Carlos. 1966: 134 – 135)
Observaciones de laboratorio. Se trata de
observar el comportamiento en situaciones de experiencia, con
grupos que se observan en una situación de alguna manera
"condicionada". A la pregunta, cómo reaccionan los
niños
ante la lamparilla del sagrario, posiblemente sea necesario
"crear la situación".
Se ha demostrado que los niños
le dan una interpretación diferente de la que dan las
niñas. ¿Cómo se llegó a conocerlo?
Creando una situación de laboratorio en la que se
manipulan una hipótesis y las
variables que
permiten llegar a esta conclusión. (Vergote, A.
1969)
Utilización y manejo de hipótesis y de
variables. Los experimentos se
inician con una pregunta: ¿Influye la situación A
en el comportamiento B? En otras palabras ¿Cuál es
la causa de B? En la pregunta: ¿El aprendizaje
por medio de la cátedra Magistral produce mejores
cristianos?
Estaríamos denominando a la Cátedra
Magistral A y B a mejores cristianos. Llamaremos tanto a, A como
a B con el nombre de variables. B es un hecho observable.
A es una hipótesis, mientras no la hayamos
demostrado como causa de B. El trabajo de laboratorio consiste en
validar o invalidar nuestra hipótesis, por medio de los
distintos procedimientos
que lleven a conclusiones demostrables.
Evidentemente la "producción de buenos
cristianos" (variable dependiente) tiene su origen en
varias causas. Por esto recibe el nombre de variable dependiente,
porque depende de otras circunstancias a las que llamamos
causas. Cada una de ellas debe aislarse durante el
experimento para ver su incidencia en la variable dependiente.
Estas se llamarán a su vez variables
independientes.
Un conocimiento adquirido de esta manera se origina en
una práctica social. Su comprobación surge
de dicha práctica. Esta práctica no es otra
cosa que la acción transformadora del hombre. Suponemos
que el conocimiento surge y se construye en la práctica
pedagógica o social.
En Ciencias teológicas, las adquisiciones se
refieren sobre todo al orden de las representaciones y de los
símbolos, que son formas de conocimiento que aparecen
cuando evocamos fenómenos conocidos. El conocimiento
racional o científico surge como un resultado, como
una consecuencia lógica
de la inferencia, en la que se están utilizando
procedimientos lógicos.
La investigación
de campo
Los grupos humanos son por lo general el objeto de
conocimiento en este tipo de investigación. Se trata de
grupos formados por dos o más personas que intercalan por
medio de relaciones más o menos estables, trátese
de grupos naturales (o primarios) tales como los grupos
familiares o de amistad, o de
grupos secundarios, en los que las personas se reúnen en
torno a valores y
normas.
A diferencia del laboratorio, las observaciones de
campo, te permiten como investigador entrar en contacto con la
realidad que observas de una manera abierta y espontánea.
Para conocer y comprender los efectos de la música en las
celebraciones litúrgicas, tendrás que participar en
esas celebraciones.
Quizás tengas que ayudarte de una filmadora,
grabadora o cámara fotográfica y aún de
encuestas,
entrevistas y
cuestionarios. Todas estas herramientas
te permitirán describir y aún explicar la realidad
que intentas conocer. Las observaciones de campo son ampliamente
utilizadas por la sociología, la antropología y la psicología
religiosas. (Restrepo, op, cit: 25)
El estudio de casos
Se basa en la recopilación de datos sobre un
mismo individuo o grupo a lo largo de un tiempo considerable.
Tratarás de encontrar detalles únicos,
información de sucesos personales; este método se
aproxima al método clínico de los
psicólogos, en cuanto lleva registros de
diarios personales y de acontecimientos que ocurren en el
día a día de los sujetos en
cuestión.
Este método ha sido muy utilizado por la
psicología religiosa, por ejemplo para responder a la
pregunta ¿cuál es la etapa más religiosa del
ser humano? Hoy es una de las herramientas favoritas del
método etnográfico del que nos ocuparemos
enseguida. (Ibid, p: 25 – 26)
Investigacion cualitativa etnográfica
Entre los años 50 y 60 del siglo pasado
empezó a gestarse un cambio de
paradigma
científico. La Fenomenología y la Psicología de la
Gestalt
pusieron en entredicho la objetividad que pretendía
obtenerse por los métodos experimentales. También
la Física y
la Lingüística contribuyeron a la formación de
un nuevo paradigma
científico.
La humanidad empezó a poner en duda la
objetividad de sus afirmaciones basadas en las leyes y en el
determinismo de la naturaleza. Si
esto fue cierto para la física, con cuanta
mayor razón este cambio afectó las ciencias
sociales y humanas, y por lo mismo las religiosas. En este cambio
de paradigma influyeron Dilthey, Brentano, Wundt, Max Weber,
William James, Husserl, Wittgenstein, Kuhn, Lákatos,
Polanyi, Popper. (Martínez, Op, cit: 18)
Sobre todo en la Antropología cultural, en la
Psicología y la Sociología religiosas, tan
importantes para la investigación que nos compete,
empezó a darse una importancia muy grande a la
contextualización de las realidades.
En Teología Positiva el estudio de la
situación vital (Zitz im Lebem) en que surgieron
los textos adquirió la mayor importancia. Pero esto no
ocurrió solamente para textos del pasado, sino para el
estudio de realidades actuales, tales como los grupos religiosos.
Es así como la investigación dejó de ser
cuantificable, para convertirse en cualificable. Esta
orientación "postpositivista" de la investigación,
se torna hacia el sujeto.
La persona, la
comunidad, cobran la mayor importancia en cuanto objetos de
conocimiento más que las leyes, las hipótesis, los
principios, las medidas, los controles. El cambio de paradigma de
las ciencias mismas, aún de la física, que
interpelaron el principio de causalidad, se volcó
hacia las explicaciones motivacionales, funcionales,
intencionales, y en último término, sobre el
significado.
A partir de los avances de la lingüística
contemporánea entendemos de una manera mejor que "todo
modo de comprender es un modo personal de
comprender" en el que influyen los pre – conceptos, las
anticipaciones…Ya Descartes
notaba que la percepción
es un juicio que ignora sus razones ".
(Descartes,
Renato. 1973: 63)
Porque el objeto se percibe como una totalidad
antes de que hayamos captado las leyes que lo rigen. En efecto,
la psicología de la Gestalt nos ha enseñado
cómo la mente tiende a formar totalidades y estructuras
antes de aproximarse a los fenómenos de una manera
analítica y objetiva y convive con una
«filosofía implícita ».
(Martínez, Miguel. Op, cit: 19 – 20)
El enfoque etnográfico se interesa sobre todo por
los grupos y las relaciones internas que se establecen entre sus
miembros, tales como una iglesia, una escuela, una
clase… Este enfoque "se apoya en la convicción de
que las tradiciones, roles, valores y normas del
ambiente en que se vive se van internalizando poco a poco" y se
convierten en normas de conducta, en
formas de vida. (Ibid, p: 28)
El objeto de investigación en el método
etnográfico es la realidad que surge de la
interacción de las partes de un conjunto. Se trata de
hallar la relación que puede existir entre esas partes, su
interacción, sus funciones, y en últimas, su
significado. Cuando hablamos de partes hablamos de personas, de
grupos, que al interactuar producen realidades culturales nuevas,
con nuevas significaciones.
No pueden considerar la Iglesia del siglo XXI
exactamente igual a la que vivió el Vaticano II,
sencillamente porque hoy existen nuevas problemáticas,
nuevos grupos de presión,
nuevas situaciones. Las variables carecen de sentido separadas
del todo, y es de esa totalidad de donde reciben su
significado.
Se tornan interesantes el lenguaje,
las formas, el aparecer. De allí que es el método
fenomenológico el que orienta y permite una
aproximación de la que puede partir una adecuada
interpretación de la realidad en cuestión. Es el
sistema de relaciones el que le da sentido a cada una de las
características que se investigan. Lo que hace
interesantes a las acciones humanas es su intención, su
meta, su significado. (Restrepo, Op, cit: 26)
No podemos considerar a Edgar Morin ajeno a la
construcción del que estamos llamando método
etnográfico, nos dice la Dra. Martha Inés
Restrepo (Pp: 26 – 29):
Leamos a Morin:
No hay conocimientos "espejo" del mundo objetivo. El
conocimiento es siempre traducción y construcción.
Resulta de ello que cualquier observación y cualquier
concepción deben incluir el conocimiento del observador –
concebidor. No hay conocimiento sin autoconocimiento. (Op,
cit: 214)
Y más adelante:
Un coloquio organizado en Toscana por la
asociación Agriturist… me ofreció la
ocasión de poner de relieve las
contracorrientes neo-arcaicas, neo-naturistas, neo-rurales que
salían a la luz en nuestra civilización, lo que me
predispuso, unos años más tarde, a escuchar el
mensaje ecologista.
Durante esta andadura me interesó, cada vez
más, seguir una desviación que se transforma en
tendencia y desempeñará su papel en la
dialéctica de las evoluciones históricas.
Haciéndolo, me diferenciaba más radicalmente
aún de la sociología dominante entonces, que es
incapaz de tratar directamente los acontecimientos y los
fenómenos concretos, pero que también es incapaz de
considerar en estado naciente las evoluciones y transformaciones.
(Ibid, p: 187)
Las realidades de la vida cristiana y religiosas no
pueden mirarse independientemente de las culturales, sociales,
psicológicas, ni siquiera económicas… todas
ellas plantean diversos preguntas al investigador, quien se
confronta con muy diversos contextos.
Por esta razón, la investigación
etnográfica levanta escenarios, escribe historias de vida,
utiliza diarios de campo, se sirve de encuestas,
observaciones abiertas, entrevistas.
Es decir, se vale de todo lo que convenga a un mejor conocimiento
del medio, del ambiente y de las personas a las que pertenece el
objeto de estudio.
Se trata de que percibas estructuras y establezcas
redes de
relaciones. Las operaciones cognitivas pasan del análisis
a la síntesis y
viceversa, y de la síntesis a
la operación hermenéutica.
Cuando has elegido un objeto de estudio, desde la
perspectiva etnográfica, es preciso observarlo todo.
Cuando estudias el comportamiento religioso de grupos y
comunidades, siempre puedes encontrar aspectos insospechados,
actitudes en los líderes, discursos,
prácticas que esconden elementos profundos no visibles en
primera instancia.
No es necesario aplicar la psicología profunda
para investigar dichos comportamientos. Una buena estrategia
investigativa puede conducir a resultados óptimos a partir
de un buen diseño,
desde la perspectiva etnográfica.
El trabajo de campo en el diseño
etnográfico está guiado por algunos
criterios:
- El primero se refiere a la búsqueda de la
información en el lugar donde está. Esto
significa el levantamiento de un escenario in situ. Si
estudiamos los grupos religiosos de nuestro medio o los
procedimientos de la educación religiosa en una escuela
evangélica, por oposición a una Católica o
pública, es preciso visitarlos en el lugar en donde
ocurren los hechos. - El segundo criterio pide que nos acerquemos a la
realidad sin conjeturas previas, es decir, con una cierta
ingenuidad que permite hacer emerger lo verdaderamente
significativo. Pueden advertirse detalles del lenguaje, gestos,
vestidos, costumbres… Todo ello conduce a un estudio "
ecológico" que de alguna manera ayuda a la
contextualización de lo observado.
Es importante que los procedimientos puedan repetirse.
Para ello se necesitan las grabaciones de las entrevistas,
filmaciones, fotografías, y una ordenada
conservación de la documentación.
La meta de la investigación etnográfica
es en últimas el conocimiento de los significados. Para
ello conviene observar más que todo la
interacción verbal entre los miembros del grupo, de
qué se habla en los diferentes tiempos y situaciones, la
conducta no
– verbal, los gestos, posturas, mímica…Finalmente
se trata de descubrir los valores,
costumbres y rutinas que expresan patrones de acción.
Ayudarán para ello los registros,
archivos,
documentos, y todo tipo de rastros y huellas.
En todos los grupos existen rangos y categorías.
Será preciso elegir una muestra
suficiente que se refiera a todos. El instrumento más
importante en este tipo de investigación es el observador
mismo. Si se trata de un equipo de observadores, será
necesario establecer criterios que unifiquen la
investigación. Sin embargo, las técnicas más
frecuentes de esta manera de investigar, a la que se ha venido
llamando investigación participativa, son las notas de
campo.
En la observación participativa, por lo general,
el trabajo de investigación de enfoque etnográfico
es realizado por una sola persona. Esta debe familiarizarse del
modo más honesto y sencillo con el grupo investigado, de
manera que sea aceptada por esa comunidad como una persona que es
casi parte de la misma.
De esta manera podrá hacerse a su argot, tomar
sus notas de campo cada día después de escuchar las
historias de vida, los mitos y anécdotas que configuran la
manera de pensar, de ser y de sentir del grupo. Asistirá a
sus asambleas, fiestas y funerales.
Podríamos afirmar que el diálogo es
el método de este tipo de investigación. Las
entrevistas, que han de ser abiertas, deben grabarse, y en cuanto
sea posible, filmarse. La categorización de los
contenidos, su interpretación fenomenológica,
parten del bagaje teórico del investigador. (Ibid, p:
68)
Últimamente se ha utilizado con bastante éxito
este tipo de trabajo para la formación de los educadores,
y su resultado es óptimo en la medida en que no solamente
provoca cambios de mentalidad y de actitudes en las instituciones
en que se levanta la investigación, sino que se convierte
en un método de formación para el
investigador.
El método no sólo construye conocimiento
individual y colectivo sino que produce mejoras en la convivencia
y en las producciones de las instituciones.
Resumiendo, los instrumentos y técnicas más
frecuentemente empleados en este tipo de investigación
son:
- Observación participativa y notas de
campo - Entrevista a personas claves en el grupo
- Grabaciones sonoras y de vídeo
- Análisis de documentos y
artefactos - Cuestionarios abiertos
- Técnicas de observación y
análisis del material semántico - Técnicas proyectivas.
Finalmente, el análisis de los datos irá
desvelando las estructuras profundas de individuos y grupos y
será muy útil para avanzar en la comprensión
del fenómeno religioso. Mircea Eliade y de Karl Gustav
Jung, han puesto ya los fundamentos para una investigación
de este tipo.
Mucho podríamos avanzar en la comprensión
de adultos y jóvenes, tan sensibles a los cambios
culturales que la
televisión, el cine y la
informática provocan en su mundo interior y
en los fenómenos que los acompañan. Todo ello
reconfigura el mundo eclesiástico y propone tareas a la
investigación en las Ciencias Teológicas y
Religiosas.
EL método de investigación
holística
Dentro de la propuesta holística, puede decirse
que la investigación, en sentido amplio, es un proceso
continuo y organizado, mediante el cual se pretende conocer
algún fenómeno, hecho, evento o situación,
ya sea con el fin de encontrar leyes generales o simplemente con
el propósito de obtener respuestas particulares a una
necesidad o inquietud determinada.
El ciclo holístico de la investigación
comienza con la exploración, es decir, la
observación e identificación de los hechos que por
una u otra razón, llaman la atención del investigador. Una vez
identificados, el siguiente paso es la descripción, que consiste en la
determinación de las características o cualidades
de los eventos
observados.
Posteriormente se pasa al estadio de comparación
en el cual se estudia el evento en diferentes contextos, y al
estadio de análisis, donde el investigador descompone el
evento en los aspectos que lo integran, lo cual le da apertura a
una mayor comprensión del mismo.
El siguiente paso es la explicación, o
búsqueda de relaciones entre los eventos
estudiados. Este es el estadio de la investigación donde
nacen las teorías. Así se entra en el estadio
predictivo. Las predicciones no son otra cosa que
hipótesis que requieren de comprobación, sin
embargo, para verificarlas es necesario a veces aplicar un
diseño de investigación en el cual el investigador
determina de que manera va controlar y manipular las
variables.
Si el investigador lo desea, puede evaluar los
resultados de la intervención en términos de lo que
pretendía lograr. Por lo general, dice Jacqueline Hurtado,
un investigador no realiza todos los estadios del proceso.
Algunos investigadores exploran y otros retoman la
investigación en ese punto para hacer descripciones.
(2000: 16 -17, 99 – 100)
Otros se valen de las descripciones y análisis
para crear teorías; y así sucesivamente, todo
el conocimiento va girando dentro del ciclo holístico.. Si
usted quiere profundizar acerca de los pasos metodológicos
para cada uno de ellos favor consultar el libro: Metodología de la Investigación
holística, de la misma autora. (1998)
El método de investigación
latinoamericano
Una forma de ver la investigación
teológica de manera dinámica la relación entre la
fuente, el investigador y su situación personal. Se
puede trazar de la siguiente manera: La primera es que las
preguntas que se originan en el presente sean tales que obliguen
a cambiar la cosmovisión de cada uno.
Solamente cuando ha habido, al menos una sospecha, de
que nuestra cosmovisión debe ser cambiada, entonces se
esta en capacidad de hacer investigación teológica
latinoamericana. Entonces se harán mejores
preguntas.
La segunda condición dicen ellos, que es
necesario que exista un cambio en la manera de responder a las
nuevas preguntas, que debe ser diferente a la forma ya
acostumbrada, para que deje de ser una investigación
conservadora, vieja e inservible. Con estos principios
básicos para el trabajo investigativo, pasamos a los
elementos de su método latinoamericano:
Primero: nuestra manera de experimentar la realidad, que
nos lleva a la sospecha ideológica. Segundo: La
aplicación metodológica de la sospecha
ideológica a toda la superestructura ideológica en
general y a la teología en particular. Tercero: una nueva
manera de experimentar la realidad teológica que nos lleva
a la sospecha exégetica y nos lleve a una nueva forma de
ver la realidad e interpretar la fuente de nuestra fe, que es la
Biblia, con los nuevos elementos a nuestra disposición.
(Juan Luis, Segundo. 1975: 14)
El método de investigación
teológica de Paul Tillich
En los estudios doctorales de teología sagrada
del autor de este libro, se especializó en la
teología de Paul Tillich, allí conoció
acerca del método de investigación
teológica, titulado por él como método de
correlación. Para Tillich, lo propio del investigador
teológico consiste en establecer la correlación
entre el interrogante humano tal como se plantea en una
situación dada y la respuesta que ofrece la
revelación cristiana.
Este método exige al teólogo investigador
a la vez una gran erudición dada y una tremenda creatividad.
Nunca es posible prever anticipadamente como podrá
establecerse esa correlación. el trabajo del
teólogo investigador exige esfuerzo pero, en definitiva,
los grandes teólogos han aportado siempre su personal
genialidad a la empresa
teológica. (1951: 59 – 66)
El método teológico
praexológico.
La praexología es una propuesta pedagógica
que intenta dar respuesta a las necesidades del quehacer
pedagógico; que incluye las practicas sociales y las
profesionales. El autor de este libro adaptó esta
propuesta como una técnica de investigación
teológica.
Sobre esta propuesta se puede afirmar que en la
actualidad se encuentra en su fase de construcción, en
tanto que existe una investigación por parte del Dr. Luis
Eduardo Cantero, profesor de metodología de
investigación, desde el cual se espera en un futuro no muy
lejano convertir a la praexología pedagógica en un
modelo de
investigación teológica.
De esta propuesta se tiene algunas aproximaciones
respecto a la forma de su aplicación y, se considera que
para su aplicación son fundamentales las fases siguientes:
Ver, juzgar, actuar y la devolución creativa.
La praexología es entendida como un logos sobre
la praxis; pero un logos que no busca teorizar sobre lo que las
cosas sean con independencia
de nuestra praxis, sino solamente analizar los actos que la
integran, los cuales son hechos primordiales dotados de una
verdad simple. (Carlos, Julio. 2.000)
El proceso praexológico intenta relacionar la
teoría y la práctica, desde las experiencias de los
docentes a partir sus intervenciones en la formación de
los futuros investigadores y teólogos, como desde las
intervenciones de los estudiantes en sus respectivos centros de
prácticas.
La praexología no es mas que un proceso que
permite tanto la sistematización, como la reflexión
de las prácticas, de tal forma que posibiliten su
transformación, puesto que mediante éstas se logran
cambios importantes los sujetos, respecto a sus
conceptualizaciones y realizaciones de las mismas y
además, el contexto en el cual están ejerciendo
dicha acción reflexiva.
Por:
LUIS EDUARDO CANTERO
Es Doctor en Filosofía, profesor universitario,
de Institutos Bíblicos. Actualmente se encuentra viviendo
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina,
realizando un Ph.D en
Historia del cristianismo
latinoamericano.
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