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Marco general para la investigación teológica




Enviado por Luis Eduardo Cantero



     

    1. Conceptualización de la
      investigación
    2. La Teología como ciencia
      analógica
    3. Métodos de
      investigación en teología
    4. El análisis
      semiótico y literario

    3.1.
    Conceptualización de la
    investigación

    3.1.1. ¿Qué es la investigación?

     En mis estudios doctorales un compañero
    dijo, refiriéndose a los fundamentos de la
    investigación: "la investigación surge cuando
    aparece un problema; cuando hay un problema nos lleva a utilizar
    tres elementos comunes que son la búsqueda, proceso y el
    descubrimiento".

     Comienzo preguntándome ¿qué
    es investigar? Para responder a esta inquietud me basaré a
    varios tradistas. Para algunos "la investigación científica tiene por
    fin el descubrimiento o interpretación de los hechos y
    fenómenos en el campo de las respectivas ciencias o el
    establecimiento de los principios y
    leyes por los
    que aquellos se rigen." (Fals Borda, 1990).

     Para otros es "la aplicación racional de la
    mente a la situación de problemas del
    ser humano; su fin es enriquecer este saber mediante el estudio
    sistemático de facetas del conocimiento
    ya definidos y la exploración de otros nuevos…"
    (Piattelli, 1992).

     La investigación es la búsqueda de
    lo que es de la ciencia de
    las cosas a través de sus huellas, de sus rostros. Rodolfo
    Mandolfo al respecto afirma que la: "investigación surge
    cuando se tiene conciencia de un
    problema y nos sentimos impelidos a buscar su solución. La
    indagación realizada para alcanzar esa solución
    constituye precisamente, la investigación propiamente
    dicha".

     Durante este proceso se
    aplican la teoría,
    los métodos y
    las técnicas
    de la investigación. En este libro no
    pretendo plantear aquí un nuevo concepto del
    problema teórico, ni el problema de método;
    aunque si hablaré en forma muy limitada por su inherente
    relación con las técnicas
    de investigación.

     Pero, el proceso toca estos tres aspectos y es
    importante que el investigador los tome en consideración
    desde el inicio de la investigación. Isaac Felipe Azofeifa
    al respecto dice que: "podemos definir la investigación
    como búsqueda de información adecuada para el
    conocimiento objetivo de un
    tema especifico".

     Como has observado, las definiciones son
    múltiples, por lo que se hace necesario señalar los
    elementos más importante de acuerdo a las definiciones
    anteriores, las cuales resumo así: 

    1. La investigación es una búsqueda
      ordenada y sistemática de conocimiento.
    2. Es un proceso en el que aplicamos nuestra
      mente a la solución de un problema determinado para su
      conocimiento objetivo.
    3. La investigación tiene como fin el
      descubrimiento o interpretación de los
      hechos analizados.

      1. Un conocimiento teórico de las
        diferentes corrientes filosóficas y métodos.
      2. Un uso adecuado de los métodos y de las
        técnicas de investigación.
    4. La investigación tiene, también, como
      fin conocer para predecir situaciones futuras, para lo cual se
      requiere:

     3.1.2. Actitudes del
    investigador

     En primer el lugar, el investigador
    debe tomar conciencia del problema que necesita ser
    solucionado. Felipe Pardinas, dice "que de la observación de los fenómenos y en
    cada ciencia se
    plantean fenómenos diferentes". Este autor nos aconseja
    que "el investigador rastrea problemas, o
    dicho más sencillamente, preguntas, cuya urgencia
    científica o humana las hace sobresalir para ser
    estudiada".

    Marcelo Blanc nos dice, también: "toda
    investigación debe tomar un objetivo determinado
    claramente definido. Al iniciarla se debe precisar lo que se
    pretende investigar. Una vez que se ha encontrado la
    situación problemática, hay que reflexionar sobre
    el planteamiento del
    problema, estableciendo la importancia y limitaciones del
    asunto a investigar, sus proyecciones internas y
    externas.

    En segundo lugar, el investigador debe sentirse impelido
    a buscar una solución del problema planteado. Este debe
    ocasionar un interés
    [diríamos que casi intriga] en el investigador, que motive
    a continuar con todo el proceso de la investigación.
    La
    motivación suele ser variada, entre las razones
    podemos encontrar unas de carácter
    académico:

    Por ejemplo Darwin se
    inspiró en la lectura de
    Malthos para precisar su teoría
    de la evolución; de carácter
    vivencial, Paulo Freire investigó sobre la educación desde
    una perspectiva opresiva por su conocimiento de la
    situación en la que vivían millones de
    brasileños.

    De carácter sicológico, Sigmund Freud
    confiesa que se motivó a investigar en este campo por sus
    propios conflictos; de
    carácter político social, Carlos Marx,
    confiesa, también, que se motivó por un interés
    humano en transformar la sociedad para
    hacerlas más justas.

    3.1.3. Tipos de problemas

    Pardinas nos señalan cuatro tipos de problemas
    que se le pueden plantear al investigador, y ellos
    son:

    a, Problemas de carácter
    académico
    : Estos pueden ser de carácter
    interpretativo, explicativo, descriptivo o predictivo. Si por
    ejemplo, se nos pide que expliquemos el pensamiento
    de Bill Gate, encontraremos diversos enfoques sobre algunos
    puntos de su filosofía informática ¿cuál
    interpretación de todas escojo?

    Esto nos plantea un problema de interpretación
    que ha de ser superado mediante nuestra investigación. O
    si estudiamos El Plan Colombia y su
    fuerte reacción de los grupos armados
    fuera de la ley y nos
    preguntamos ¿a qué se debió este
    fenómeno? El problema hay que enfocarlo en
    términos explicativos.

    Pero, si se nos pregunta ¿cuáles son los
    líderes y grupos del
    plan Colombia? El
    problema está planteado en términos descriptivos.
    Ahora bien, si observamos por medio de datos
    estadísticos que hay un proceso de desplazamiento de
    población de cierta zona rural a
    determinada ciudad, nos interesaría saber cuales
    serían las repercusiones de ésta
    emigración en la ciudad que los recibe. Por ejemplo: el
    desempleo,
    delincuencia
    común, hambre, etc., este problema se plantea en
    términos predictivos.

    b. Problemas de carácter informativo.
    Estos son de carácter descriptivo. Por ejemplo para
    tener un cuadro de lo que ocurrió en el año de
    1789, año de la revolución
    francesa; tomaremos los fenómenos más
    importantes ocurridos en ese período, a fin de tener la
    mayor información posible.

    c. Problema de acción. Son problemas que
    plantean las necesidades mismas del grupo de
    personas, de una comunidad e
    incluso, de una sociedad entera
    y antes de las cuales, es necesario responder de
    inmediato.

    Por ejemplo, en las comunidades primitivas, cuando
    creció la población y la producción de alimento escaseó, se
    planteó un problema muy serio que fue resuelto en el
    tiempo con
    los diversos inventos o
    creaciones humanas que llamamos herramientas, incrementándose así
    la producción de alimentos.

    d. Por último, nos encontramos
    según Pardinas, con problemas de investigación
    pura y aplicada
    que tienen como objeto la búsqueda
    de conocimiento en las ciencias
    puras para el avance tecnológico y científico de
    la humanidad, por ejemplo, la contaminación ambiental está
    motivando a muchos científicos a buscarle soluciones
    de diversos carácter.

     3.1.4. ¿Cómo
    descubrir un problema significativo?

    1. Al observar un determinado fenómeno, debemos
      escribir en ese momento las inquietudes posibles que se nos
      plantea de carácter informativo y sus avances. Hay
      quienes prefieren actuar primero e investigar después.
      Pero, investigar los temas o problemas precisamente o mientras
      acompañamos la acción da más sentido e
      importancia al trabajo que se vaya a realizar, esto es problema
      de acción.
    2. La misma vida cotidiana nos plantea problemas
      prácticos y teóricos que hay que responder a fin
      de iluminar la acción. Por ejemplo, ante el problema
      social y político que vive nuestra Colombia.
    3. La practica o vida profesional nos plantea problemas
      a resolver.
    4. El campo de la educación religiosa, secular, profesional
      nos plantea problema a resolver.
    5. Otra manera eficaz es consultar sobre determinados
      temas con profesores, con otros compañeros o con
      especialistas en la materia.

     La Teología como
    ciencia
    analógica

    En un congreso nacional de investigadores
    académicos, auspiciado por la Universidad
    Remington, donde participaron diferentes profesionales, entre
    ellos filósofos docentes, ingenieros,
    teólogos, entre otros. La Magister Jacqueline Hurtado de
    Barrera, nos hizo reflexionar acerca de nuestra profesión,
    cada grupo de
    especialidad les preguntó, el autor de este libro quiere
    compartirlas con ustedes: ¿la teología es una
    ciencia? ¿Cuál es su objeto? ¿Si es ciencia,
    a que grupo pertenece?

    Conviene aclarar ante todo, que en el conjunto de las
    ciencias, la Teología es considerada como ciencia
    sólo de una manera analógica, ya que aunque
    utiliza métodos rigurosos para el tratamiento de sus
    datos, su
    objeto último es la realidad de Dios.

    Desde la perspectiva de Dios podemos mirar la realidad
    toda, tanto el mundo material como el humano, pero la realidad
    misma de Dios escapa a los sentidos, lo
    que hace que el objeto de la Teología sea la
    inteligibilidad de la fe que busca entender aquello que cree. "
    La Teología no es la misma fe; procede de la fe, la
    interpreta, se esfuerza por comprenderla a través de una
    reflexión sistemática.

    La teología es un conjunto que abarca (…)
    palabra, descubrimiento del sentido propio, reflexión a
    base del esfuerzo racional e histórico, a través de
    símbolos, de cultura de
    vida… La Teología, denominada "ciencia de la fe" se
    relaciona como tal con la ciencia y
    con la fe" (Vilanova, Evangelista. 1992: 7)

    El punto de partida de la Teología en cuanto
    saber, es el acto de fe, el cual empuja al teólogo
    a investigar los vínculos históricos y
    antropológicos de la revelación, es decir, las
    manifestaciones del actuar de Dios en nuestro mundo y en la
    historia. A
    ordenar, a someter a un trabajo de dilucidación sus
    afirmaciones.

    El teólogo realiza este trabajo por medio de
    métodos rigurosos, que pueden considerarse
    científicos, en cuanto disciplinas que ordenan
    conocimientos, inducen o deducen leyes, hacen
    aplicaciones. El método de
    la Teología es el camino para alcanzar el
    conocimiento teológico, trátese de la
    teología dogmática, fundamental, latinoamericana,
    feminista, espiritual, pastoral…

    El teólogo utiliza el método
    científico al realizar procesos que
    por su naturaleza misma
    conducen a la construcción del saber teológico.
    Por analogía con el trabajo de
    las ciencias
    , a este trabajo le llamamos trabajo
    científico. Pero la utilización de estos procedimientos
    debe ser antecedida por una especie de sapientia,
    (fruto de la fe), que posibilite pensar teológicamente.
    (Ibid, p: 7)

    "El acto de la ciencia es inseparable del ejercicio del
    método científico". (Herrera, op, cit: 58)
    La Teología es hija no sólo de la fe sino
    también de la razón. Está siempre
    construyéndose con los métodos de su tiempo. Desde que
    nace como ciencia, con Sto. Tomás de Aquino, nace con los
    métodos deductivos que el Aquinate toma de Aristóteles. Parte de la revelación,
    como de "primeros principios",
    ciertos y verdaderos. De éstos, el teólogo deduce
    conclusiones.

    El teólogo parte del hecho de la
    Revelación como de su fuente. El objeto de su fe,
    las verdades que cree, (fides quae creditur)
    están en el lugar que tienen los "hechos" de las ciencias
    empíricas; éste es el punto axial de la
    reflexión teológica. (Ibid, p: 7)

    Desde este punto de partida, el teólogo investiga
    los datos históricos y antropológicos de la
    Revelación, con la ayuda de las ciencias positivas; a este
    primer momento de la investigación teológica se le
    llama momento positivo de la teología.

    Luego el teólogo trasciende racionalmente estos
    datos para llegar a un segundo momento, si así podemos
    llamarlo, que es el momento especulativo, en el que el
    teólogo busca la inteligibilidad de esos datos en la
    comunidad de
    fe en el presente. Por un lado, al teólogo se le exige una
    fidelidad a los orígenes de su fe; por otro, él
    establece diferencias. Es necesario que exprese, en las
    categorías del ser humano contemporáneo, la validez
    de sus principios.

    Esta búsqueda compromete la seriedad de un
    trabajo a veces interdisciplinario, que se somete a los mismos
    esfuerzos que la razón emplea para avanzar en los otros
    saberes, a los que la Teología ofrece un último
    sentido.

    Cabe pues distinguir, en Teología, entre
    método y métodos. El método teológico
    escucha la realidad toda, todo lo cognoscible y comprensible por
    la razón, a la luz de la
    realidad de Dios quien le da, a todas las cosas y al ser humano
    mismo, su último sentido.

    El estatuto epistemológico de la Teología
    trasciende el de los otros saberes. Su lugar está
    más allá de la misma Filosofía, en cuanto
    ésta es un ejercicio de la razón, que toma de
    sí misma su capacidad de comprensión de la
    totalidad, mientras a la Teología le compete la escucha de
    la Palabra revelada. (Cantero, Luis Eduardo. Op, cit:
    167)

    La Teología está en función de
    la misión
    como lo está la Iglesia misma.
    La misión de
    la Iglesia en el
    mundo es la tarea de acercar el mensaje de la revelación,
    a Cristo mismo, a todos los seres humanos, a todas las
    culturas… en todos sus problemas. Por tanto, la
    Teología ha de abrirse a todos los saberes con sus propios
    métodos, todos aquellos que le han de servir como
    instrumento de aproximación a la realidad de cada ser
    humano, de cada cultura, en su
    mundo.

    Los métodos de las ciencias humanas le aportan a
    la Teología diferentes modos de aproximación a la
    realidad del género
    humano, del mundo y le ofrecen la posibilidad de una
    comprensión cada vez más amplia, no sólo de
    la Palabra de Dios en cuanto palabra revelada por modos humanos,
    sino de diferentes aproximaciones a la realidad en que el
    destinatario de la fe vive su vida. Todos los métodos de
    investigación son pues útiles a la
    reflexión teológica. De ello da cuenta la
    teología contemporánea.

    Desde la concepción moderna de las ciencias, al
    interior de nuestra cultura científico – técnica,
    la Teología se ha abierto a los aportes de la
    reflexión antropológica y a la importancia que se
    le concede en nuestro mundo a las ciencias históricas. Su
    interés por los fenómenos empíricos, la hace
    inductiva, desde la praxis cristiana.

    Una profundización sobre el "acto de fe", toma
    sus métodos de la fenomenología y de la psicología. Se
    interesa por la empireia de los hechos, por la experiencia
    eclesial de Jesús resucitado, por la investigación
    histórica sobre lo creído. (Herrera, op,
    cit:
    62)

    Recibe pues el nombre de Teología positiva
    aquella cuyos métodos son sobre todo los histórico
    – críticos, que no solamente pueden emplearse en el trabajo
    sobre documentos
    antiguos, sino aún en la exégesis, en la
    hermenéutica de los documentos de la
    Iglesia, tanto de los antiguos como de los
    contemporáneos.

    La Teología siempre ha estado ligada
    a la cultura y nuestra época está eminentemente
    centrada en lo científico – técnico. Valga, a
    modo de ejemplo, el caso de las ciencias biológicas y la
    tecnología, que han propuesto, en las
    últimas tres décadas, más preguntas a la
    Teología que en todos los siglos anteriores.

    Es preciso que la Teología aún en sus
    esfuerzos investigativos a los de la Biotecnología en su reflexión sobre
    el ser humano y sus producciones. Estos nuevos problemas generan
    nuevas formas de hacer Teología. La interdisciplinariedad
    y transdisciplinariedad de la investigación se vuelven
    casi obligatorias.

    Al teólogo le compete conocer a conciencia los
    fenómenos sobre los que construye su discurso,
    trátese de la investigación genética,
    de la
    clonación, o del diagnóstico de la muerte
    humana. También el Derecho y las Ciencias
    Sociales y Políticas,
    y aún Económicas, tendrán su palabra sobre
    los grandes problemas de nuestro mundo. De estas reflexiones se
    nutren la Escatología Teológica, la Pastoral, las
    misiones.

    En resumen, es preciso que al hacer tu trabajo de
    investigación, utilices los datos tanto de las ciencias
    empíricas, como de las que son fruto de la
    reflexión teórica. Si tu trabajo se dirige
    precisamente a la obtención o confrontación de
    estos datos, has de organizar un proceso lógico para la
    construcción del saber teológico.
    (Marta Restrepo, 2000)

    MÉTODOS DE
    INVESTIGACIÓN EN TEOLOGÍA

     Lo primero que uno puede preguntarse, al comenzar
    un trabajo de investigación es hacia dónde se
    dirige. Es muy importante saber lo que uno desea conocer mejor.
    Tal vez tengamos que devolvernos a la pregunta con la que
    comenzamos los estudios de Ciencias teológicas
    ¿Qué nos hizo escoger estos estudios?
    ¿Qué deseábamos aprender en
    ellos?

    Ciertamente la Teología tiene que ver con Dios y
    por lo tanto también con el ser humano, con su mundo, con
    la Historia, con la
    Comunidad de los creyentes. Hemos confrontado nuestros
    aprendizajes con el conocimiento de otros mundos y otras culturas
    que se expresan en otras formas religiosas.

    Nos hemos dado cuenta de que las Ciencias
    teológicas se relacionan con la educación, con la
    vida y la historia de las sociedades,
    con la gente común…En verdad, el saber sobre lo
    teológico está vinculado con muchos otros
    saberes… Deberíamos poder ubicarlo
    al interior mismo del pensamiento complejo y lograr nuevos
    enfoques, al interior de los nuevos paradigmas del
    pensamiento
    contemporáneo.

    En realidad, podemos investigar en muchos campos: sobre
    lo que enseñamos o sobre lo que nuestros alumnos aprenden,
    sobre el contexto socio – religioso en que nos movemos, o sobre
    las actitudes de
    los miembros de un grupo frente a determinados valores, sobre
    la evolución del sentimiento religioso de un
    determinado individuo o sobre el impacto que un texto
    religioso tiene en una comunidad.

    En el mundo de lo real, de las cosas: puede tratarse de
    un objeto, un texto, una
    obra de arte, un
    monumento, una institución, un personaje, una autor…
    Pero puede también pertenecer al mundo de las relaciones,
    de los símbolos: se trata entonces de valores, de
    sistemas, de
    ritos, de signos, de estructuras
    del lenguaje

    El saber teológico se ve con frecuencia afectado
    por los cambios culturales, y poco a poco, se ha ido ampliando
    con las posibilidades de utilizar nuevos métodos de
    investigación, propios de otras ciencias, en la medida
    en que el interés se vuelca sobre el género
    humano y su mundo, en cuanto datos nuevos sobre la realidad, e
    incluso como lugares teológicos en los que se revela el
    designio salvífico de Dios. (HERRERA, J, 1983: 60) Esta
    sección ha sido tomada de la Dra. Marta Restrepo y
    adaptada a esta investigación.

     3.3.1. La investigación
    teológica

     Se ha hablado de la investigación como de
    una actividad que descubre los objetos en presencia. Un
    investigador está al servicio del
    descubrimiento y de la explicación y lo existente. A este
    saber se le llama saber de descubrimiento.
    (Ibáñez, Jesús. 1988: 32) como lo define la
    Dra. Marta Restrepo INVESTIGAR significa ir en pos de unas
    huellas: in – vestigia – ire, del
    latín, que significa ir en pos de unos vestigios, de unos
    rastros…

    De esto se trata su artículo: de ofrecernos unos
    instrumentos que nos permitan rastrear el conocimiento y sus
    posibilidades, tanto teóricas como prácticas. Un
    trabajo de grado debe ser una experiencia que te capacite para el
    ejercicio de tu profesión. También la
    investigación como trabajo colectivo, puede hacer avanzar
    el conocimiento, sobre algún aspecto particular, como
    aquellos que se convierten en proyectos
    universitarios
    .

    Investigar es una actitud que el
    teólogo debe desarrollar, si desea responder a los
    signos de los tiempos
    y a ese volver a las fuentes que pide
    toda enseñanza cristiana seria. La
    investigación en Teología puede partir de los
    métodos de la Teología positiva o de la
    Teología especulativa, como también de los
    métodos de las Ciencias
    Sociales y Psicológicas.

    Los primeros se refieren a la búsqueda de los
    orígenes de la fe y de la religión. Los
    segundos se orientan a la búsqueda de la inteligibilidad y
    enseñabilidad de la fe, los terceros a la
    aplicación de la Teología a la práctica en
    la vida del creyente, al conocimiento del mundo de los
    destinatarios del saber específico que compete al educador
    de las Ciencias teológicas.

    En cuanto teólogo, pedagogo, el investigador en
    Ciencias teológicas debe cultivar una actitud
    permanente de búsqueda de la verdad. Desde el pensamiento
    de los grandes filósofos y de los pensadores cristianos:
    San
    Agustín y Santo Thomas esta es una de las formas del
    diálogo fe
    – razón, como lo afirma la Dra. Restrepo: " al hombre le
    corresponde – dice Juan Pablo II – la misión de
    investigar con su razón la verdad, y en esto consiste su
    grandeza ". (Juan Pablo II, Carta
    Encíclica Fides et Ratio. 1998, # 17)

    Los métodos de
    investigación

    Fue importante describir el Método de la
    Teología antes de discurrir por las diferentes estrategias
    investigativas empleadas con una mayor frecuencia en los trabajos
    de grado de estos últimos años en las Facultades
    eclesiásticas, trátese de la misma Teología
    o de las Ciencias bíblicas. No es la intención del
    autor de este libro establecer apreciaciones epistémicas
    ni discutir sobre la conveniencia o no de un determinado
    método.

    Con el nombre genérico de Métodos
    nos referimos a distintas modalidades de la actividad
    investigativa, a sabiendas de que el objeto de
    investigación es el que determina las actividades que han
    de diseñarse a la hora de realizar un trabajo de
    investigación. Lo que es preciso tener en cuenta es la
    importancia de una elaboración inter, trans y
    Multidisciplinarias, entre la Teología y sus ciencias
    auxiliares, o entre cualesquiera de las Ciencias de la Religión, la
    Sicología o la Sociología Religiosas, valga el ejemplo, al
    utilizar, cada una de ellas, otras ciencias con las que concurre
    en la obtención del saber que persigue.

    Lo mismo debe decirse de la Educación Religiosa
    cristiana. Esta ha de echar mano de los saberes que hacen falta
    para la comprensión del comportamiento
    religioso de ser humano y pueblos, antes de proponer cualquier
    estrategia
    pedagógica nueva.

    El autor de este material menciona algunos
    métodos que por razón de la futura
    publicación no los desglosa, ellos son:

     

    La investigación teórica

    Los trabajos de grado, las tesinas o tesis de
    Teología, por lo general son trabajos de
    compilación en los que encontramos una
    investigación teórica. En ellos el autor recoge la
    mayor cantidad de literatura posible sobre el
    tema que investiga, la revisa críticamente, la expone con
    claridad y ofrece una nueva panorámica, útil para
    una persona
    interesada en el campo

    El método histórico e histórico
    crítico

    Con la consigna de volver a las fuentes, el
    Concilio Vaticano II impulsó un movimiento que
    ya se venía dando en la Iglesia Católica Romana
    para la investigación sobre los orígenes del
    cristianismo:
    excavaciones arqueológicas, rastreo de documentos, estudio
    de las lenguas semíticas. No se ha ahorrado ninguno de los
    métodos de las ciencias históricas para la
    actualización del conocimiento de las Sagradas Escrituras
    y de otros escritos, monumentos y objetos de carácter
    religioso de la antigüedad

    El método histórico –
    crítico

     Se trata de un método exegético que
    busca obtener la fuente, el primer testimonio de la realidad que
    estudiamos. Este método completa al anterior. Intenta,
    ante todo, al realizar una crítica textual, discernir las
    distintas fuentes, o
    manos, por las que ha pasado la redacción de un documento y establecer su
    cronología. Fue pionero en este tipo de
    investigación Hermann Günkel, quien trató de
    definir los géneros literarios de la Biblia, y su
    ambiente de
    origen. A esta operación se le dio el nombre de
    Historia de las Formas. Luego vino la Historia de las
    Redaccion
    es, que esclareció el estado
    actual de los documentos, tal como ellos aparecen a nuestros
    ojos. Nada más útil para la comprensión y
    estudio de las fuentes
    primarias que el método histórico –
    crítico.

    El método histórico –
    crítico

     Se trata de un método exegético que
    busca obtener la fuente, el primer testimonio de la realidad que
    estudiamos. Este método completa al anterior. Intenta,
    ante todo, al realizar una crítica textual, discernir las
    distintas fuentes, o manos, por las que ha pasado la redacción de un documento y establecer su
    cronología.

    Fue pionero en este tipo de investigación Hermann
    Günkel, quien trató de definir los géneros
    literarios
    de la Biblia, y su ambiente de
    origen. A esta operación se le dio el nombre de
    Historia de las Formas. Luego vino la Historia de las
    Redaccion
    es, que esclareció el estado
    actual de los documentos, tal como ellos aparecen a nuestros
    ojos. Nada más útil para la comprensión y
    estudio de las fuentes primarias que el método
    histórico – crítico.

    Una buena descripción de este método se
    encuentra en el documento La Interpretación de la
    Biblia en la Iglesia.
    Allí se explica ampliamente en
    qué consiste este método para el estudio de la
    Palabra de Dios, pero su utilización puede servir a la
    investigación sobre otros documentos, como sería el
    caso al estudiar la autenticidad de los escritos y los hechos que
    se atribuyen a algún autor de interés.

    Dice así la comisión Bíblica
    (Restrepo, Op, cit: 13): En el estadio actual de su
    desarrollo el
    método histórico – crítico recorre las
    etapas siguientes:

    La crítica textual, practicada desde hace mucho
    tiempo, abre la serie de operaciones
    científicas. Apoyándose sobre el testimonio de
    manuscritos más antiguos y mejores, así como sobre
    el de los papiros, el de las traducciones antiguas y el de la
    patrística, procura, según reglas determinadas,
    establecer un texto bíblico tan próximo al texto
    original como sea posible.

    El texto es sometido entonces a un análisis lingüístico (morfología
    y sintaxis) y semántico, que utiliza los conocimientos
    obtenidos gracias a los estudios de filología
    histórica. La crítica literaria se esfuerza luego
    por discernir el comienzo y el final de las unidades textuales,
    grandes y pequeñas, y de verificar la coherencia interna
    de los textos.

    La metodología histórica –
    crítica tuvo ciertamente su origen en el ejercicio de la
    exégesis bíblica. Ella puede ayudarte a descubrir
    la historia de un texto. Trata de restablecer, en cuanto posible,
    el texto original por medio de la crítica textual, que
    examina y compara los manuscritos con los que se cuenta, en medio
    de la multitud de variantes.

    Para estas operaciones
    existen reglas precisas, como la de escoger el texto más
    antiguo, el más difícil, pues los traductores y
    copistas tratan de hacer estos textos más legibles,
    más comprensibles; el más breve, pues
    también se intenta a veces completar lo que aparece poco
    claro, como es el caso de la primera bienaventuranza en la que Mt
    5,1 es más nuevo que Lc 6,20.

    Se busca también el texto que explique otras
    variantes. Aunque es asunto de especialistas, y requiere el
    conocimiento de las lenguas en que ha sido escrito el texto,
    puedes descubrir sus efectos comparando la Biblia de
    Jerusalén
    con la de A. Chouraqui, la de
    Alonso Shökel con la Biblia latinoamericana, o la de
    Dios habla hoy

    Como bien puedes darte cuenta, el método
    histórico – crítico propone recorridos muy actuales
    para el análisis de relatos y textos
    bíblicos, análisis que puede aplicarse no
    sólo a la Palabra de Dios sino a otros textos cristianos y
    religiosos.

    En el caso de que nuestro objeto de estudio sea la
    biografía
    de un Fundador, de un momento importante de la vida religiosa de
    un pueblo, este método es de gran utilidad par la
    determinación de los documentos auténticos que
    serán luego fuentes primarias para estudios
    subsiguientes.

    La Comisión Bíblica habla también,
    expresamente, de las posibilidades que ofrecen "los nuevos
    métodos de análisis literario" tales como el
    análisis retórico, narrativo y semiótico,
    que podrían ampliarse con las muchas técnicas que
    ha ido adquiriendo la lingüística
    contemporánea. 

    El
    análisis semiótico y literario.

     La Semiótica proporciona un instrumento
    valioso para la mejor comprensión de los textos
    religiosos. Ella deja de lado la cuestión
    historiográfica para interesarse por la estructura
    interna de los relatos y por el juego de los
    significantes. Gracias a ella hoy podemos conocer mejor la
    estructura de
    los mitos y
    relatos fundadores de los que hoy se ocupa la Teología
    Narrativa
    .

    A la Semiótica no le interesan los datos
    extratextuales de un relato, no le interesa el trabajo del
    Geógrafo, del Arqueólogo o del Historiógrafo
    en cuanto tales. Tampoco la intención del autor. Le
    interesa el relato en cuanto tal.

    Todos los datos extratextuales son importantes para una
    fe histórica como lo es la fe bíblica, pero la
    Semiótica se interesa por los relatos sólo en
    cuanto hechos de lenguaje.
    El lenguaje
    precede a los hechos. No niega la historia, pero dirige su
    interés a la construcción del lenguaje de la
    historia. A la narración en cuanto tal.

    Todo discurso
    cristiano está sujeto al lenguaje. Todo relato recibido
    como histórico – religioso puede ser sometido a un
    análisis filológico, psicoanalítico,
    sociológico o bien a los procesos de la
    lógica
    simbólica.

    La historia de la redacción se cruza con el
    análisis literario. En efecto, éste intenta, a
    partir de los datos hallados, identificar el género
    literario a que pertenece el relato, porque una sería la
    verdad que expresa un himno o un cántico litúrgico,
    otra una parábola o crónica
    histórica.

    La escuela
    formalista rusa, la estructuralista francesa, y
    últimamente en Norteamérica la preocupación
    por el análisis retórico de los textos, han dado
    origen a esta forma de leer los relatos que hoy llamamos
    Análisis Narrativo.

    Este tipo de lectura ofrece
    sobre todo utensilios para avanzar en la búsqueda del
    sentido de los textos. Roland Meynet, uno de los especialistas
    del ramo, afirma: "Nos interesamos por la arquitectura del
    texto, por su composición". (1950: 9)

    Los fenómenos lingüísticos tienen
    una estructura inconsciente. Los signos se leen en sus relaciones
    interdependientes. Se introduce la noción de sistema

    (Barthes, Roland. 1963: 12 – 13 Nos dice que El mito debe
    leerse como una partitura, de arriba abajo y de izquierda a
    derecha
    ) Los biblistas conocían ya los procesos de
    análisis estructural en los trabajos de Robert Low:
    Sobre Isaías (1778), citado por Jakobson. Low
    decía: La correspondencia de una línea con otra,
    yo la llamo paralelismo
    . (83)

    Para utilizar este método agrupas los lexemas
    más significativos del texto, dándoles una letra
    que los simbolice y reúna por categorías semitas.
    El uso de la más elemental clasificación arroja una
    serie de datos significativos. Existen paralelismos lexicales,
    paralelismos de acción y unidades narrativas cuya
    sucesión forma el relato. Los términos son
    colocados en columnas según el orden de aparición
    en el texto.

    Esa primera operación, indica el lugar donde
    ocurre la transformación narrativa, pues los mismos
    lexemas que en la primera parte aparecen con un valor, en la
    segunda aparecen formando un paralelismo antitético.
    Puedes utilizar este esquema en la lectura del
    poema de Leon Felipe. (1981: 17)

    Nadie fue ayer,

    ni va hoy,

    ni irá mañana

    hacia Dios

    por este mismo camino

    que yo voy.

    Para cada hombre
    guarda

    un rayo nuevo de luz el
    sol…

    y un camino virgen

    Dios

    Encontrarán sin duda los paralelismos en el uso
    de los nombres y pronombres, en los adverbios de lugar, en los
    tiempos de los verbos y sobre todo entre sol y Dios, camino
    virgen y rayo de luz… y también podrás
    hallar fácilmente en donde se opera la
    transformación del texto. " Leer es percibir las
    relaciones ".

    Los libros
    están divididos en partes, capítulos y
    párrafos; la poesía
    en estrofas y versos. Para delimitar un texto, has de buscar los
    signos de comienzo y final entre los elementos
    lingüísticos. Acudirá a criterios espacio –
    temporales de segmentación, uniformes en todo el discurso
    pragmático. Puede tratarse de signos de lugar o de tiempo.
    O la entrada en acción de un nuevo personaje. Es los que
    los biblistas llaman estructura de una
    perícopa.

    La lingüística contemporánea nos dice
    que los " mitos " son un
    modo de decir, "un habla ", que tiene unas características propias y una eficacia sobre
    el hombre y
    sobre los grupos humanos. El estudio de los mitos mediante la
    aplicación del análisis estructural fue clave para
    la historia de las religiones. (LEVI-STRAUSS,
    Claude 1968)

    El género literario relato permitió
    que los teólogos se interesaran por el carácter
    kerigmático de los relatos primordiales, por su función
    dentro de la historia y de la liturgia. El sentido que la
    Semiótica encuentra en los textos está emparentado
    con el que encuentra el Psicoanálisis, pero lo busca sobre todo en
    la estructura del texto, desde aquello que ella llama nivel o
    principio de inmanencia, y lo descubre por medio del
    contraste entre las diferencias.

    La Teología Narrativa escucha los relatos. Los
    toma en serio. Se interesa por su forma. Busca el ensamblaje de
    las piezas a fin de encontrar la construcción del sentido.
    El punto de partida de la Semiótica es " el texto y
    sólo el texto ". Se trata de un trabajo de lectura que
    organiza los textos, halla las reglas del juego que
    conforman el universo de
    sentido en que la narración se mueve y busca los modelos del
    relato. En el Evangelio encontrarás relatos de muy diversa
    textura, como las parábolas o los signos de Jesús,
    o el mismo género "Evangelio".

    El "programa
    narrativo", al establecer una sucesión de acciones,
    produce en el relato un efecto diacrónico, lo temporaliza.
    Hace que tenga un comienzo y un final. Por esto
    encontrarás también:

    La enunciación y la situación
    final.
    La primera es la puesta en discurso: "Érase
    una vez…";
    la segunda cierra el texto: " y colorín
    colorado…"
    Todo relato se define por su punto de
    llegada que sirve para justificar la situación
    presente.

    b. Los actores. " En la poética
    aristotélica, la noción de personaje es secundaria,
    enteramente sometida a la noción de acción (…).
    Se habla de actores, no de personajes. Se funda, no en la
    filosofía sino en las acciones que
    el relato imparte". (Barthes, 1970: 32) Haces la pregunta:
    ¿ Quién busca qué? ¿ Quién
    ejecuta acciones?. En el caso del poema de León Felipe,
    los actores serían: Nadie: (alguien), un hombre, yo
    … y también Dios y el sol… En
    efecto, todos son actores.

    Greimas, siguiendo este criterio, señala 6 tipos
    de Actores, según la función que el relato les
    asigna y que encontramos en todos los relatos: el Destinador o
    Dador del relato (D) y el destinatario (d) del mismo. El
    Héroe (S = Sujeto que busca algo de lo que se carece), y
    el Objeto buscado (O), los Ayudantes del Héroe (A) y sus
    Opositores (O). (1983: 103 – 104) Estos actores hacen posible el
    que haya una trama, una narración.

    El Narrador. " ¿Quién es el
    dador de un relato? " El autor material de un relato no se puede
    confundir con el narrador. El " autor " del relato, aquel que
    cuenta aquello por primera vez, no se puede confundir con el
    "Narrador " del texto. En todo relato se cumple una
    función de intercambio entre el que cuenta y el que oye o
    lee.

    Nadie tomaría la palabra sin ese alguien que le
    escucha, ni nadie escribiría si no tuviese un lector real
    o imaginario, a quien se habla. Estas dos primeras " funciones " del
    relato, la toma de la palabra y su recepción, son llamadas
    por Greimas: Destinador y Destinatario.

    El Héroe (S). Luego trataremos de
    encontrar el Sujeto del relato: ¿Quién busca
    qué? El héroe aparece, en la Situación
    Inicial, como carente de algo, en una situación de
    desequilibrio. El Sujeto acusa una falta que ha de ser colmada a
    través del " programa
    narrativo ".

    El héroe es el Sujeto que busca, que desea, el
    que hace. El que establece la relación yo/tu. Aquel cuya
    carencia pone en movimiento el
    relato. Este Sujeto (S) deberá pasar por diversas
    peripecias que constituyen la " trama " de la narración,
    en la búsqueda de aquello de que carece (O = Objeto de
    búsqueda).

    Esta búsqueda lo coloca en una situación
    intersubjetiva. Logrará conseguir, mediante el combate del
    texto, que puede ser también una seducción, un
    savoir- faire (el Objeto que detenta el
    anti-sujeto).

    El Héroe podrá tener Ayudantes (A)
    y/o Opositores (O). (Explícitos o implícitos
    en el texto). Una vez logrado el objeto de su deseo, el
    Héroe podrá llevarlo como mensaje o trofeo a
    aquellos Destinatarios a quienes el Destinador lo
    envía.

    El Objeto (O). Hemos hablado de los actores como
    funciones del
    relato. Sólo así nos es fácil comprender que
    O (cosa) sea un " actor del texto ". Lo es porque pone en
    movimiento al héroe.

    Los Personajes. Trátese de personajes
    históricos, mitológicos, alegóricos o
    sociales, llevan al lector a comprender el sentido pleno y final
    del texto. La cultura del grupo, su sistema de
    referencia," inmoviliza " estos personajes símbolo
    asignándoles la representación de ciertos
    valores.

    A los personajes símbolo, el grupo les asigna
    roles, programas,
    empleos estereotipados. Su legibilidad depende del grado de
    participación del lector en esa cultura. Deben ser
    aprendidos y reconocidos. Sirven de " anclaje sapiencial " para
    el grupo y fácilmente participan de la designación
    de héroes. Son marcas de la
    presencia del autor, o del lector, o de sus delegados. Son
    personajes porta-palabra del grupo en referencia. En el centro
    está el Héroe.

    La transformación narrativa. El texto
    puede ser considerado desde la perspectiva de la
    transformación operada por el relato. Miramos el texto en
    cuanto efectúa un cambio entre
    una situación inicial y una situación final. Este
    proceso conforma la diacronía (el desarrollo
    lineal) de una narración. 

    Los métodos experimentales

    Un estudio cuidadoso de las condiciones, de las características, de los valores en
    que se mueven los destinatarios del mensaje cristiano, es
    también muy importante para el investigador, sobre todo
    para el que ha de ser pastor o maestro.

    Ahora trataremos de conocer algunos de los
    métodos más utilizados en este tipo de
    investigación, volcados sobre el conocimiento
    empírico. Basados en los modelos de
    investigación científica que se
    utilizan en las ciencias
    naturales, los estudiosos del comportamiento
    humano han creado un tipo de conocimiento basado en la
    objetividad, el empirismo y la
    precisión.

    Por lo general se utilizan los conocimientos adquiridos
    en la investigación teórica y en otros tipos de
    investigaciones con el fin de introducir mejoras
    en la calidad de
    vida o en el aumento de conocimientos, mediante el
    lineamiento y la construcción de pruebas que se
    controlan de un modo experimental.

    Es el caso de la aplicación del
    electroencefalograma al estudio del estado del
    cerebro cuando el
    sujeto accede a niveles de conciencia superior en la
    meditación. Para estos investigadores, lo más
    importante del conocimiento
    científico es la objetividad, el método, la
    posibilidad de comprobación, pero sobre todo hacer que sus
    conocimientos sean generadores de ciencia y de nuevas
    tecnologías (Carvajal, op, cit: 32 – 33,
    41).

    Para el método experimental una
    proposición tiene sentido si se puede verificar en la
    experiencia y por medio de la observación. Este principio es
    válido también para las ciencias religiosas, en la
    medida en que nos ocupemos de "conductas observables", aún
    por métodos de laboratorio,
    tales como la aplicación del electroencefalograma a
    personas en estado de meditación.

    Bertrand Russell y P. Bridgman propusieron los grandes
    lineamientos de este tipo de investigación.
    (Martínez, Miguel. 1999: 15) Para el enfoque experimental,
    la investigación es un proceso que tiene como meta la
    demostración, la confirmación, el desarrollo de
    hipótesis que se elaboran a partir de
    adquisiciones teóricas antecedentes. (Op, cit:
    26)

    Estos principios exigen del investigador una fuerte
    dosis de distancia de aquello que se estudia. A esta distancia
    podemos llamarla escepticismo, objetividad. El estudioso se
    convierte así, en cuanto puede, en un observador que no se
    inmiscuye en absoluto en la experiencia que trata de
    observar.

    Describe realidades con un lenguaje preciso. Mide
    actitudes que nadie se atrevería a medir, tales como
    el amor, el
    rechazo, el sentimiento de pertenencia a un grupo, a un credo
    religioso, las motivaciones para militar en un determinado
    movimiento, la adhesión a un sistema de
    valores… Ellos "creen que la observación directa es
    la mejor fuente de conocimiento" y a esto se le da el nombre de
    empirismo.
    Luego someten sus resultados a la comparación con otros
    trabajos ya realizados. (Davidoff, L. 1989: 18 – 19)

    Los instrumentos que se utilizan en este tipo de
    investigaciones, son, a grandes rasgos:

    • Preguntas empíricas
    • Definiciones operacionales
    • Muestreo aleatorio
    • Observaciones de laboratorio
    • Encuestas y cuestionarios
    • Pruebas
    • Entrevistas
    • Utilización y manejo de hipótesis y de variables
    • Búsqueda de correlaciones. (Ibid, p: 20 –
      35)

    La psicóloga Martha Inés Restrepo (Op,
    cit:
    21 – 25) nos explica ampliamente cada una de estas
    estrategias:

    Preguntas empíricas. (Peri: al
    rededor de; empeiria: en torno de). El
    conocimiento empírico se caracteriza por los procesos
    inductivos; los sentidos
    permiten al observador aproximarse a los hechos de una manera
    directa. Más que partir de una teoría, el
    experimentador trata de inferir de los hechos que observa una
    teoría. Pretende aferrar la realidad, de alguna manera
    exterior a sí mismo, para saber sobre ella. De allí
    procede el conocimiento experimental.

    En las ciencias teológicas, las preguntas
    empíricas son aquellas que se pueden responder mediante
    observaciones de algún tipo (Ibid, p: 20). Dentro del
    método experimental, podríamos preguntar:
    ¿Asisten con gusto los alumnos a la clase de
    Religión? Esta sería una pregunta
    empírica.
    Pero no sería posible preguntar,
    de forma empírica, si debe ser o no obligatoria la
    clase de religión.

    Definiciones operacionales. Para afinar las
    preguntas, y poder hacer
    mediciones, será necesario utilizar términos muy
    precisos y concretos de aquello que se pretende averiguar. Las
    preguntas no pueden ser demasiado generales. Todos los
    encuestados deben comprenderlas con claridad. Ej:

    Los principios cristianos más aceptados por los
    jóvenes universitarios son:

    Amar a Dios

    Amar al prójimo

    Hacer el bien a otro

    Hablar siempre con la verdad

    Ser honesto consigo mismo y con los otros

    Buscar un crecimiento espiritual

    Darle sentido a mi vida.

    Las definiciones operacionales recaen sobre la
    expresión principios cristianos, y sobre cada una
    de las actitudes indicadas por los ítems. Si los
    investigadores quieren entenderse entre si y ser entendidos por
    otros, deben definir los términos de su
    investigación. Esto se hace al interior del mismo trabajo.
    ¿Qué entenderán los jóvenes cuando en
    la encuesta que
    han de responder encuentren las expresiones: principios
    cristianos, buscar crecimiento espiritual
    ? En ocasiones
    será necesario definirlo.

    Muestreo aleatorio o selección
    de la población.
    Cuando escogemos una muestra de
    población para ver en ella lo que ocurre en todos,
    escogemos al azar un pequeño grupo dentro del gran grupo.
    Podemos estudiar, por ej. En un Colegio Cristiano de
    Medellín lo que ocurre en todos los Colegios Cristianos, o
    en un seminario
    teológico lo que ocurre en todas los seminarios
    teológicos. De esa misma población se escoge, al
    azar, un muestreo
    significativo. (Sabino, Carlos. 1966: 134 – 135)

    Observaciones de laboratorio. Se trata de
    observar el comportamiento en situaciones de experiencia, con
    grupos que se observan en una situación de alguna manera
    "condicionada". A la pregunta, cómo reaccionan los
    niños
    ante la lamparilla del sagrario, posiblemente sea necesario
    "crear la situación".

    Se ha demostrado que los niños
    le dan una interpretación diferente de la que dan las
    niñas. ¿Cómo se llegó a conocerlo?
    Creando una situación de laboratorio en la que se
    manipulan una hipótesis y las
    variables que
    permiten llegar a esta conclusión. (Vergote, A.
    1969)

    Utilización y manejo de hipótesis y de
    variables.
    Los experimentos se
    inician con una pregunta: ¿Influye la situación A
    en el comportamiento B? En otras palabras ¿Cuál es
    la causa de B? En la pregunta: ¿El aprendizaje
    por medio de la cátedra Magistral produce mejores
    cristianos?

    Estaríamos denominando a la Cátedra
    Magistral A y B a mejores cristianos. Llamaremos tanto a, A como
    a B con el nombre de variables. B es un hecho observable.
    A es una hipótesis, mientras no la hayamos
    demostrado como causa de B. El trabajo de laboratorio consiste en
    validar o invalidar nuestra hipótesis, por medio de los
    distintos procedimientos
    que lleven a conclusiones demostrables.

    Evidentemente la "producción de buenos
    cristianos"
    (variable dependiente) tiene su origen en
    varias causas. Por esto recibe el nombre de variable dependiente,
    porque depende de otras circunstancias a las que llamamos
    causas. Cada una de ellas debe aislarse durante el
    experimento para ver su incidencia en la variable dependiente.
    Estas se llamarán a su vez variables
    independientes
    .

    Un conocimiento adquirido de esta manera se origina en
    una práctica social. Su comprobación surge
    de dicha práctica. Esta práctica no es otra
    cosa que la acción transformadora del hombre. Suponemos
    que el conocimiento surge y se construye en la práctica
    pedagógica o social.

    En Ciencias teológicas, las adquisiciones se
    refieren sobre todo al orden de las representaciones y de los
    símbolos, que son formas de conocimiento que aparecen
    cuando evocamos fenómenos conocidos. El conocimiento
    racional o científico surge como un resultado, como
    una consecuencia lógica
    de la inferencia, en la que se están utilizando
    procedimientos lógicos.

    La investigación
    de campo

     Los grupos humanos son por lo general el objeto de
    conocimiento en este tipo de investigación. Se trata de
    grupos formados por dos o más personas que intercalan por
    medio de relaciones más o menos estables, trátese
    de grupos naturales (o primarios) tales como los grupos
    familiares o de amistad, o de
    grupos secundarios, en los que las personas se reúnen en
    torno a valores y
    normas.

    A diferencia del laboratorio, las observaciones de
    campo, te permiten como investigador entrar en contacto con la
    realidad que observas de una manera abierta y espontánea.
    Para conocer y comprender los efectos de la música en las
    celebraciones litúrgicas, tendrás que participar en
    esas celebraciones.

    Quizás tengas que ayudarte de una filmadora,
    grabadora o cámara fotográfica y aún de
    encuestas,
    entrevistas y
    cuestionarios. Todas estas herramientas
    te permitirán describir y aún explicar la realidad
    que intentas conocer. Las observaciones de campo son ampliamente
    utilizadas por la sociología, la antropología y la psicología
    religiosas. (Restrepo, op, cit: 25)

    El estudio de casos

    Se basa en la recopilación de datos sobre un
    mismo individuo o grupo a lo largo de un tiempo considerable.
    Tratarás de encontrar detalles únicos,
    información de sucesos personales; este método se
    aproxima al método clínico de los
    psicólogos, en cuanto lleva registros de
    diarios personales y de acontecimientos que ocurren en el
    día a día de los sujetos en
    cuestión.

    Este método ha sido muy utilizado por la
    psicología religiosa, por ejemplo para responder a la
    pregunta ¿cuál es la etapa más religiosa del
    ser humano? Hoy es una de las herramientas favoritas del
    método etnográfico del que nos ocuparemos
    enseguida. (Ibid, p: 25 – 26)

    Investigacion cualitativa etnográfica

     Entre los años 50 y 60 del siglo pasado
    empezó a gestarse un cambio de
    paradigma
    científico. La Fenomenología y la Psicología de la
    Gestalt
    pusieron en entredicho la objetividad que pretendía
    obtenerse por los métodos experimentales. También
    la Física y
    la Lingüística contribuyeron a la formación de
    un nuevo paradigma
    científico.

    La humanidad empezó a poner en duda la
    objetividad de sus afirmaciones basadas en las leyes y en el
    determinismo de la naturaleza. Si
    esto fue cierto para la física, con cuanta
    mayor razón este cambio afectó las ciencias
    sociales y humanas, y por lo mismo las religiosas. En este cambio
    de paradigma influyeron Dilthey, Brentano, Wundt, Max Weber,
    William James, Husserl, Wittgenstein, Kuhn, Lákatos,
    Polanyi, Popper. (Martínez, Op, cit: 18)

    Sobre todo en la Antropología cultural, en la
    Psicología y la Sociología religiosas, tan
    importantes para la investigación que nos compete,
    empezó a darse una importancia muy grande a la
    contextualización de las realidades.

    En Teología Positiva el estudio de la
    situación vital (Zitz im Lebem) en que surgieron
    los textos adquirió la mayor importancia. Pero esto no
    ocurrió solamente para textos del pasado, sino para el
    estudio de realidades actuales, tales como los grupos religiosos.
    Es así como la investigación dejó de ser
    cuantificable, para convertirse en cualificable. Esta
    orientación "postpositivista" de la investigación,
    se torna hacia el sujeto.

    La persona, la
    comunidad, cobran la mayor importancia en cuanto objetos de
    conocimiento más que las leyes, las hipótesis, los
    principios, las medidas, los controles. El cambio de paradigma de
    las ciencias mismas, aún de la física, que
    interpelaron el principio de causalidad, se volcó
    hacia las explicaciones motivacionales, funcionales,
    intencionales, y en último término, sobre el
    significado
    .

    A partir de los avances de la lingüística
    contemporánea entendemos de una manera mejor que "todo
    modo de comprender es un modo personal de
    comprender" en el que influyen los pre – conceptos, las
    anticipaciones…Ya Descartes
    notaba que la percepción
    es un  juicio que ignora sus razones ".
    (Descartes,
    Renato. 1973: 63)

    Porque el objeto se percibe como una totalidad
    antes de que hayamos captado las leyes que lo rigen. En efecto,
    la psicología de la Gestalt nos ha enseñado
    cómo la mente tiende a formar totalidades y estructuras
    antes de aproximarse a los fenómenos de una manera
    analítica y objetiva y convive con una
    «filosofía implícita ».
    (Martínez, Miguel. Op, cit: 19 – 20)

    El enfoque etnográfico se interesa sobre todo por
    los grupos y las relaciones internas que se establecen entre sus
    miembros, tales como una iglesia, una escuela, una
    clase… Este enfoque "se apoya en la convicción de
    que las tradiciones, roles, valores y normas del
    ambiente en que se vive se van internalizando poco a poco" y se
    convierten en normas de conducta, en
    formas de vida. (Ibid, p: 28)

    El objeto de investigación en el método
    etnográfico es la realidad que surge de la
    interacción de las partes de un conjunto. Se trata de
    hallar la relación que puede existir entre esas partes, su
    interacción, sus funciones, y en últimas, su
    significado. Cuando hablamos de partes hablamos de personas, de
    grupos, que al interactuar producen realidades culturales nuevas,
    con nuevas significaciones.

    No pueden considerar la Iglesia del siglo XXI
    exactamente igual a la que vivió el Vaticano II,
    sencillamente porque hoy existen nuevas problemáticas,
    nuevos grupos de presión,
    nuevas situaciones. Las variables carecen de sentido separadas
    del todo, y es de esa totalidad de donde reciben su
    significado.

    Se tornan interesantes el lenguaje,
    las formas, el aparecer. De allí que es el método
    fenomenológico el que orienta y permite una
    aproximación de la que puede partir una adecuada
    interpretación de la realidad en cuestión. Es el
    sistema de relaciones el que le da sentido a cada una de las
    características que se investigan. Lo que hace
    interesantes a las acciones humanas es su intención, su
    meta, su significado. (Restrepo, Op, cit: 26)

    No podemos considerar a Edgar Morin ajeno a la
    construcción del que estamos llamando método
    etnográfico,
    nos dice la Dra. Martha Inés
    Restrepo (Pp: 26 – 29):

    Leamos a Morin:

    No hay conocimientos "espejo" del mundo objetivo. El
    conocimiento es siempre traducción y construcción.
    Resulta de ello que cualquier observación y cualquier
    concepción deben incluir el conocimiento del observador –
    concebidor. No hay conocimiento sin autoconocimiento. (Op,
    cit:
    214)

    Y más adelante:

    Un coloquio organizado en Toscana por la
    asociación Agriturist… me ofreció la
    ocasión de poner de relieve las
    contracorrientes neo-arcaicas, neo-naturistas, neo-rurales que
    salían a la luz en nuestra civilización, lo que me
    predispuso, unos años más tarde, a escuchar el
    mensaje ecologista.

    Durante esta andadura me interesó, cada vez
    más, seguir una desviación que se transforma en
    tendencia y desempeñará su papel en la
    dialéctica de las evoluciones históricas.
    Haciéndolo, me diferenciaba más radicalmente
    aún de la sociología dominante entonces, que es
    incapaz de tratar directamente los acontecimientos y los
    fenómenos concretos, pero que también es incapaz de
    considerar en estado naciente las evoluciones y transformaciones.
    (Ibid, p: 187)

    Las realidades de la vida cristiana y religiosas no
    pueden mirarse independientemente de las culturales, sociales,
    psicológicas, ni siquiera económicas… todas
    ellas plantean diversos preguntas al investigador, quien se
    confronta con muy diversos contextos.

    Por esta razón, la investigación
    etnográfica levanta escenarios, escribe historias de vida,
    utiliza diarios de campo, se sirve de encuestas,
    observaciones abiertas, entrevistas.
    Es decir, se vale de todo lo que convenga a un mejor conocimiento
    del medio, del ambiente y de las personas a las que pertenece el
    objeto de estudio.

    Se trata de que percibas estructuras y establezcas
    redes de
    relaciones. Las operaciones cognitivas pasan del análisis
    a la síntesis y
    viceversa, y de la síntesis a
    la operación hermenéutica.

    Cuando has elegido un objeto de estudio, desde la
    perspectiva etnográfica, es preciso observarlo todo.
    Cuando estudias el comportamiento religioso de grupos y
    comunidades, siempre puedes encontrar aspectos insospechados,
    actitudes en los líderes, discursos,
    prácticas que esconden elementos profundos no visibles en
    primera instancia.

    No es necesario aplicar la psicología profunda
    para investigar dichos comportamientos. Una buena estrategia
    investigativa puede conducir a resultados óptimos a partir
    de un buen diseño,
    desde la perspectiva etnográfica.

    El trabajo de campo en el diseño
    etnográfico está guiado por algunos
    criterios:

    • El primero se refiere a la búsqueda de la
      información en el lugar donde está. Esto
      significa el levantamiento de un escenario in situ. Si
      estudiamos los grupos religiosos de nuestro medio o los
      procedimientos de la educación religiosa en una escuela
      evangélica, por oposición a una Católica o
      pública, es preciso visitarlos en el lugar en donde
      ocurren los hechos.
    • El segundo criterio pide que nos acerquemos a la
      realidad sin conjeturas previas, es decir, con una cierta
      ingenuidad que permite hacer emerger lo verdaderamente
      significativo. Pueden advertirse detalles del lenguaje, gestos,
      vestidos, costumbres… Todo ello conduce a un estudio "
      ecológico" que de alguna manera ayuda a la
      contextualización de lo observado.

    Es importante que los procedimientos puedan repetirse.
    Para ello se necesitan las grabaciones de las entrevistas,
    filmaciones, fotografías, y una ordenada
    conservación de la documentación.

    La meta de la investigación etnográfica
    es en últimas el conocimiento de los significados. Para
    ello conviene observar más que todo la
    interacción verbal entre los miembros del grupo, de
    qué se habla en los diferentes tiempos y situaciones, la
    conducta no
    – verbal, los gestos, posturas, mímica…Finalmente
    se trata de descubrir los valores,
    costumbres y rutinas que expresan patrones de acción.
    Ayudarán para ello los registros,
    archivos,
    documentos, y todo tipo de rastros y huellas.

    En todos los grupos existen rangos y categorías.
    Será preciso elegir una muestra
    suficiente que se refiera a todos. El instrumento más
    importante en este tipo de investigación es el observador
    mismo. Si se trata de un equipo de observadores, será
    necesario establecer criterios que unifiquen la
    investigación. Sin embargo, las técnicas más
    frecuentes de esta manera de investigar, a la que se ha venido
    llamando investigación participativa, son las notas de
    campo.

    En la observación participativa, por lo general,
    el trabajo de investigación de enfoque etnográfico
    es realizado por una sola persona. Esta debe familiarizarse del
    modo más honesto y sencillo con el grupo investigado, de
    manera que sea aceptada por esa comunidad como una persona que es
    casi parte de la misma.

    De esta manera podrá hacerse a su argot, tomar
    sus notas de campo cada día después de escuchar las
    historias de vida, los mitos y anécdotas que configuran la
    manera de pensar, de ser y de sentir del grupo. Asistirá a
    sus asambleas, fiestas y funerales.

    Podríamos afirmar que el diálogo es
    el método de este tipo de investigación. Las
    entrevistas, que han de ser abiertas, deben grabarse, y en cuanto
    sea posible, filmarse. La categorización de los
    contenidos, su interpretación fenomenológica,
    parten del bagaje teórico del investigador. (Ibid, p:
    68)

    Últimamente se ha utilizado con bastante éxito
    este tipo de trabajo para la formación de los educadores,
    y su resultado es óptimo en la medida en que no solamente
    provoca cambios de mentalidad y de actitudes en las instituciones
    en que se levanta la investigación, sino que se convierte
    en un método de formación para el
    investigador.

    El método no sólo construye conocimiento
    individual y colectivo sino que produce mejoras en la convivencia
    y en las producciones de las instituciones.
    Resumiendo, los instrumentos y técnicas más
    frecuentemente empleados en este tipo de investigación
    son:

    • Observación participativa y notas de
      campo
    • Entrevista a personas claves en el grupo
    • Grabaciones sonoras y de vídeo
    • Análisis de documentos y
      artefactos
    • Cuestionarios abiertos
    • Técnicas de observación y
      análisis del material semántico
    • Técnicas proyectivas.

    Finalmente, el análisis de los datos irá
    desvelando las estructuras profundas de individuos y grupos y
    será muy útil para avanzar en la comprensión
    del fenómeno religioso. Mircea Eliade y de Karl Gustav
    Jung, han puesto ya los fundamentos para una investigación
    de este tipo.

    Mucho podríamos avanzar en la comprensión
    de adultos y jóvenes, tan sensibles a los cambios
    culturales que la
    televisión, el cine y la
    informática provocan en su mundo interior y
    en los fenómenos que los acompañan. Todo ello
    reconfigura el mundo eclesiástico y propone tareas a la
    investigación en las Ciencias Teológicas y
    Religiosas.

     EL método de investigación
    holística

    Dentro de la propuesta holística, puede decirse
    que la investigación, en sentido amplio, es un proceso
    continuo y organizado, mediante el cual se pretende conocer
    algún fenómeno, hecho, evento o situación,
    ya sea con el fin de encontrar leyes generales o simplemente con
    el propósito de obtener respuestas particulares a una
    necesidad o inquietud determinada.

    El ciclo holístico de la investigación
    comienza con la exploración, es decir, la
    observación e identificación de los hechos que por
    una u otra razón, llaman la atención del investigador. Una vez
    identificados, el siguiente paso es la descripción, que consiste en la
    determinación de las características o cualidades
    de los eventos
    observados.

    Posteriormente se pasa al estadio de comparación
    en el cual se estudia el evento en diferentes contextos, y al
    estadio de análisis, donde el investigador descompone el
    evento en los aspectos que lo integran, lo cual le da apertura a
    una mayor comprensión del mismo.

    El siguiente paso es la explicación, o
    búsqueda de relaciones entre los eventos
    estudiados. Este es el estadio de la investigación donde
    nacen las teorías. Así se entra en el estadio
    predictivo. Las predicciones no son otra cosa que
    hipótesis que requieren de comprobación, sin
    embargo, para verificarlas es necesario a veces aplicar un
    diseño de investigación en el cual el investigador
    determina de que manera va controlar y manipular las
    variables.

    Si el investigador lo desea, puede evaluar los
    resultados de la intervención en términos de lo que
    pretendía lograr. Por lo general, dice Jacqueline Hurtado,
    un investigador no realiza todos los estadios del proceso.
    Algunos investigadores exploran y otros retoman la
    investigación en ese punto para hacer descripciones.
    (2000: 16 -17, 99 – 100)

    Otros se valen de las descripciones y análisis
    para crear teorías; y así sucesivamente, todo
    el conocimiento va girando dentro del ciclo holístico.. Si
    usted quiere profundizar acerca de los pasos metodológicos
    para cada uno de ellos favor consultar el libro: Metodología de la Investigación
    holística, de la misma autora. (1998)

    El método de investigación
    latinoamericano

    Una forma de ver la investigación
    teológica de manera dinámica la relación entre la
    fuente, el investigador y su situación personal. Se
    puede trazar de la siguiente manera: La primera es que las
    preguntas que se originan en el presente sean tales que obliguen
    a cambiar la cosmovisión de cada uno.

    Solamente cuando ha habido, al menos una sospecha, de
    que nuestra cosmovisión debe ser cambiada, entonces se
    esta en capacidad de hacer investigación teológica
    latinoamericana. Entonces se harán mejores
    preguntas.

    La segunda condición dicen ellos, que es
    necesario que exista un cambio en la manera de responder a las
    nuevas preguntas, que debe ser diferente a la forma ya
    acostumbrada, para que deje de ser una investigación
    conservadora, vieja e inservible. Con estos principios
    básicos para el trabajo investigativo, pasamos a los
    elementos de su método latinoamericano:

    Primero: nuestra manera de experimentar la realidad, que
    nos lleva a la sospecha ideológica. Segundo: La
    aplicación metodológica de la sospecha
    ideológica a toda la superestructura ideológica en
    general y a la teología en particular. Tercero: una nueva
    manera de experimentar la realidad teológica que nos lleva
    a la sospecha exégetica y nos lleve a una nueva forma de
    ver la realidad e interpretar la fuente de nuestra fe, que es la
    Biblia, con los nuevos elementos a nuestra disposición.
    (Juan Luis, Segundo. 1975: 14)

    El método de investigación
    teológica de Paul Tillich

    En los estudios doctorales de teología sagrada
    del autor de este libro, se especializó en la
    teología de Paul Tillich, allí conoció
    acerca del método de investigación
    teológica, titulado por él como método de
    correlación. Para Tillich, lo propio del investigador
    teológico consiste en establecer la correlación
    entre el interrogante humano tal como se plantea en una
    situación dada y la respuesta que ofrece la
    revelación cristiana.

    Este método exige al teólogo investigador
    a la vez una gran erudición dada y una tremenda creatividad.
    Nunca es posible prever anticipadamente como podrá
    establecerse esa correlación. el trabajo del
    teólogo investigador exige esfuerzo pero, en definitiva,
    los grandes teólogos han aportado siempre su personal
    genialidad a la empresa
    teológica. (1951: 59 – 66)

    El método teológico
    praexológico.

    La praexología es una propuesta pedagógica
    que intenta dar respuesta a las necesidades del quehacer
    pedagógico; que incluye las practicas sociales y las
    profesionales. El autor de este libro adaptó esta
    propuesta como una técnica de investigación
    teológica.

    Sobre esta propuesta se puede afirmar que en la
    actualidad se encuentra en su fase de construcción, en
    tanto que existe una investigación por parte del Dr. Luis
    Eduardo Cantero, profesor de metodología de
    investigación, desde el cual se espera en un futuro no muy
    lejano convertir a la praexología pedagógica en un
    modelo de
    investigación teológica.

    De esta propuesta se tiene algunas aproximaciones
    respecto a la forma de su aplicación y, se considera que
    para su aplicación son fundamentales las fases siguientes:
    Ver, juzgar, actuar y la devolución creativa.

    La praexología es entendida como un logos sobre
    la praxis; pero un logos que no busca teorizar sobre lo que las
    cosas sean con independencia
    de nuestra praxis, sino solamente analizar los actos que la
    integran, los cuales son hechos primordiales dotados de una
    verdad simple. (Carlos, Julio. 2.000)

    El proceso praexológico intenta relacionar la
    teoría y la práctica, desde las experiencias de los
    docentes a partir sus intervenciones en la formación de
    los futuros investigadores y teólogos, como desde las
    intervenciones de los estudiantes en sus respectivos centros de
    prácticas.

    La praexología no es mas que un proceso que
    permite tanto la sistematización, como la reflexión
    de las prácticas, de tal forma que posibiliten su
    transformación, puesto que mediante éstas se logran
    cambios importantes los sujetos, respecto a sus
    conceptualizaciones y realizaciones de las mismas y
    además, el contexto en el cual están ejerciendo
    dicha acción reflexiva.

     

     

    Por:

    LUIS EDUARDO CANTERO

    Es Doctor en Filosofía, profesor universitario,
    de Institutos Bíblicos. Actualmente se encuentra viviendo
    en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
    Argentina,
    realizando un Ph.D en
    Historia del cristianismo
    latinoamericano.


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    www.investigacionteologica.turincon.com

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