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Estadística




Enviado por eveferr



    1. ¿Como recolectar
      datos?
    2. Escalas de
      medición
    3. Instrumentos de
      medición
    4. Como se sabe si un instrumento
      de medición es confiable y
      válido
    5. Procedimiento que se sigue para
      construir un instrumento de medición
    6. Instrumentos de
      medición
    7. Codificación
    8. Conclusión
    9. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    Cuando hablamos de método,
    nos referimos a un conjunto de procedimientos
    sistemáticos para lograr el desarrollo de
    una ciencia. Ahora
    bien, al desglosar nuestra investigación planteamos técnicas
    referentes a como recolectar datos, como medir
    los datos,
    codificación, validez y los diferentes instrumentos de
    medición tales como: la entrevista,
    el cuestionario,
    la observación, la encuesta.

    El experimento entre otro tomando en
    consideración la confiabilidad de estos instrumentos que
    no es otra cosa que el grado en que su aplicación repetida
    al mismo sujeto o objeto produce iguales resultados sin dejar
    otras. Sus posibles variaciones antes instrumetos poco
    confiables.

    A continuación presentamos un desarrollo
    bien definido que nos permitirá conocer cada unos de los
    métodos
    para recolectar información

    ¿CÓMO RECOLECTAR
    DATOS?

    Una vez que seleccionamos el diseño
    de investigación apropiado y la muestra adecuada
    de acuerdo con nuestro problema de estudio e hipótesis, la siguiente etapa consiste en
    recolectar los datos pertinentes sobre las variables
    involucradas en la investigación.

    Recolectar los datos implica tres actividades
    estrechamente vinculadas entre si:

    1. Seleccionar un instrumento de medición de los disponibles en el estudio
      del comportamiento o desarrollar uno (el instrumento
      de recolección de los datos). Este instrumento debe ser
      válido y confiable, de lo contrario no podemos basarnos
      en sus resultados.
    2. Aplicar ese instrumento de medición. Es decir, obtener las
      observaciones y mediciones de las variables
      que son de interés
      para nuestro estudio (medir variables).
    3. Preparar las mediciones obtenidas para que puedan
      analizarse correctamente (a esta actividad se le llama
      codificación de datos).

    ESCALAS DE
    MEDICIÓN

    Todo problema de investigación científica, aún
    el más abstracto, implica de algún modo una tarea
    de medición de los conceptos que intervienen en el mismo.
    Porque si tratamos con objetos como una especie vegetal o un
    comportamiento
    humano nos veremos obligados ya sea a describir sus características o a relacionarse
    éstas con otras con las que pueden estar conectadas: en
    todo caso tendremos que utilizar determinadas variables
    –tamaño, tipo de flor, semilla, o las variables que
    definan el comportamiento de estudio- y tendremos que encontrar
    el valor que
    éstas asumen en el caso estudiado. En eso consiste, desde
    el punto de vista lógico más general, la tares de
    medir.

    La idea de medición, de medida, es
    intrínsicamente comparativa. Medir algo, en el caso
    más sencillo, es determinar cuantas veces una cierta
    unidad o patrón de medida, cabe en el objeto a
    medir. Para medir la longitud de un objeto físico nosotros
    desplazamos una regla o cinta graduada sobre el mismo, observando
    cuantas unidades (en este caso centímetros o metros)
    abarca el objeto en cuestión. Es decir que comparamos el
    objeto con nuestro patrón de medición para
    determinar cuántas unidades y fracciones del mismo
    incluye.

    La medición de variables no físicas
    resulta, en esencia, un proceso
    idéntico al anterior. La dificultad reside en que las
    variables de este tipo no pueden medirse con escalas tan
    sencillas como las lineales y en que, por otra parte, no existen
    para su comparación patrones de medida universalmente
    definidos y aceptados. Si deseamos medir el peso de un objeto
    podremos expresar el valor del
    mismo en kilogramos, libras o cualquier unidad que, de todas
    maneras, tiene un equivalente fijo y constante con las otras que
    utilizan. En cambio para
    medir el grado de autoritarismo de un dirigente no existe ni una
    unidad ni una escala
    generalmente reconocidas, por lo que el investigador se ve
    obligado a elegir alguna escala de las que
    se han utilizado en otros trabajos o, lo que es bastante
    frecuente, a construir una adaptada a sus necesidades
    específicas. Resulta evidente, además, que el grado
    de autoritarismo no es una variable simple como el peso y la
    longitud, sino una resaltante compleja de una multitud de
    acciones y
    actitudes
    parciales. Por esta razón, medir un concepto complejo
    implica realizar una serie de operaciones que
    no tienen lugar en el caso de variables como el peso o la
    longitud; será necesario definir las dimensiones que
    integran la variable, encontrar indicadores
    diversos que la reflejen y construir luego una escala apropiada
    para el caso.

    Una escala puede concebirse como un continuo de
    valores
    ordenados correlativamente que admite un punto inicial y otro
    final. Si evaluamos el rendimiento académico de
    estudiantes podemos asignar el valor cero al mínimo
    rendimiento imaginable al respecto; al mayor rendimiento posible
    podemos atribuirle un valor de 100, 20, 10 o 7 puntos,
    según resulte más práctico. Con estos dos
    valores
    tendríamos ya marcados los límites de
    nuestra escala; para concluir de confeccionarla será
    necesario asignar a los posibles rendimientos intermedios
    puntajes también intermedios. Con ello obtendremos una
    escala capaz de medir la variable rendimiento académico a
    través de los indicadores
    concretos de los trabajos presentados por los estudiantes, de sus
    exámenes, pruebas y
    otras formas de evaluación
    posibles.

    Para que una escala pueda considerarse como capaz de
    aportar información objetiva debe reunir los dos
    siguiente requisitos básicos:

    1. Confiabilidad: se refiere a la consistencia interior
      de la misma, a su capacidad para discriminar en forma constante
      entre un valor y otro."Cabe confiar en una escala –
      anotan Goode y Hatt- cuando produzca constantemente los mismos
      resultados al aplicarla a una misma muestra", es
      decir, cuando siempre los mismos objetos aparezcan valorados en
      la misma forma.
    2. Validez: indica la capacidad de la escala para medir
      las cualidades para las cuales ha sido construida y no otras
      parecidas. Una escala confusa no puede tener validez, lo mismo
      que en una escala que esté midiendo, a la vez e
      indiscriminadamente, distintas variables superpuestas. "Una
      escala tiene validez cuando verdaderamente mide lo que afirma
      medir".

    Existen diferentes tipos de escalas que se distinguen de
    acuerdo a la rigurosidad con que han sido construidas y al propio
    comportamiento de las variables que miden. Se acostumbra a
    clasificarlas en cuatro tipos generales que son los siguientes:
    escalas nominales, ordinales, de intervalos iguales y de
    cocientes o razones.

    Escalas nominales son aquellas en que sólo
    se manifiesta una equivalencia de categorías entre los
    diferentes puntos que asume la variable. Es como una simple lista
    de las diferentes posiciones que pueda adoptar la variable, pero
    sin que en ella se defina ningún tipo de orden o de
    relación. Si es una investigación sobre producción agrícola queremos
    determinar los cereales que se cultivan en una cierta
    región, tendremos una variable que se designará
    como "cereal cultivado". Los distintos valores que esa variable
    reconoce serán, concretamente: trigo, maíz,
    centeno, etc. Entre estos valores no cabe obviamente ninguna
    jerarquía, no se puede trazar ningún ordenamiento.
    Sin embargo, a la enunciación explícita de todas
    estas posibilidades la consideramos como una escala, pues de
    algún modo es útil para medir el comportamiento de
    la variable, indicándonos en que posición se halla
    en cada caso.

    Las escalas ordinales distinguen los diferentes
    valores de la variable jerarquizándolos simplemente de
    acuerdo a un rango. Establecen que existe una gradación
    entre uno y otro valor de la escala, de tal modo que cualquiera
    de ellos es mayor que el precedente y menor que el que le sigue a
    continuación. Sin embargo la distancia entre un valor y
    otro no queda definida sino que es indeterminada. En otras
    palabras, tales escalas nos esclarecen solamente el rango que las
    distintas posiciones guardan entre sí. Un ejemplo de
    escala ordinal es el que suele usarse para medir la variable
    "grado de escolaridad": podemos decir que una persona que ha
    tenido 2 años de instrucción escolar ha recibido
    más instrucción que quien solo tiene un año
    y menos que quien posee tres. Sin embargo no puede afirmarse
    válidamente que la diferencia entre quien posee 2
    años de instrucción y quien ha recibido un
    año es igual a la diferencia entre quienes han recibido 16
    y 17años de educación formal. Por
    tanto, como no podemos determinar la equivalencia entre las
    distancias que separan un valor de otro, debemos concluir que la
    escala pertenece a la categoría ordinal.

    Las escalas de intervalos iguales, además
    de poseer la equivalencia de categorías y el ordenamiento
    interno entre ellas, como en el caso de las ordinales, tienen las
    características de que la distancia entre
    sus intervalos está claramente determinada y que estos son
    iguales entre sí. Un ejemplo típico de las escalas
    de intervalos iguales esta dado por las escalas
    termométricas. Entre 23 y 24 grados centígrados,
    por ejemplo, existe la misma diferencia que hay entre 45 y 46
    grados. Muchas otras escalas, como las que se utilizan en los
    test
    psicológicos y de rendimiento, pertenecen a este tipo. La
    limitación que poseen es que no definen un cero absoluto,
    un valor límite que exprese realmente la ausencia completa
    de la cualidad medida. Por ello no se pueden establecer
    equivalencias matemáticas como las de la
    proporcionalidad: no puede afirmarse que 24° C es el doble de
    temperatura
    que 12° C, porque el cero de la escala es un valor arbitrario
    y no se corresponde con la ausencia absoluta de la variable que
    se mide.

    Por último tenemos las escalas de
    cocientes, llamadas también de razones. En ellas se
    conservan todas las propiedades de los casos anteriores pero
    además se añade la existencia de un valor cero
    real, con lo que se hacen posibles ciertas operaciones
    matemáticas, tales como la obtención
    de proporciones y cocientes. Esto quiete decir que un valor de 20
    en una escala de este tipo es el doble de un valor de 10, o de
    las dos terceras partes de un valor de 30. Son escalas de
    cocientes las que miden la longitud, la masa, la intensidad de
    corriente
    eléctrica y otras variables del mundo físico.
    Difícilmente las variables que intervien en las ciencias
    sociales son medidas con escalas de razones, pues son
    contados los casos en que dichas variables pueden ser definidas
    con la exactitud y precisión necesarias. La economía y la
    demografía son, entre estas disciplinas,
    las que más utilizan escalas de razones.

    INSTRUMENTOS DE
    MEDICIÓN

    Un instrumento de recolección
    de datos es, en principio, cualquier recurso de que se vale
    el investigador para acercarse a los fenómenos y extraer
    de ellos información. Ya adelantábamos que dentro
    de cada instrumento concreto
    pueden distinguirse dos aspectos diferentes: forma y contenido.
    La forma del instrumento se refiere al tipo de
    aproximación que establecemos con lo empírico, a
    las técnicas
    que utilizamos para esta tarea. En cuanto al contenido
    éste queda expresado en la especificación de los
    datos que necesitamos conseguir; se concreta, por lo tanto, en
    una serie de ítems que no son otra cosa que los mismos
    indicadores que permiten medir las variables, pero que asumen
    ahora la forma de pregunta, puntos a observar, elementos a
    registrar, etc. De este modo, el instrumento sintetiza en
    sí toda la labor previa de investigación: resume
    los aportes del marco
    teórico al seleccionar datos que corresponden a los
    indicadores y, por lo tanto, a las variables o conceptos
    utilizados; pero también expresa todo lo que tiene de
    específicamente empírico nuestro objeto de estudio
    pues sintetiza, a través de las técnicas de
    recolección que emplea, el diseño
    concreto
    escogido para el
    trabajo.

    Es medianamente una adecuada construcción de los instrumentos de
    recolección que la investigación alcanza entonces
    la necesaria correspondencia entre teoría
    y hechos; es más, podríamos decir que es gracias a
    ellos que ambos términos efectivamente se vinculan. Si en
    una investigación los instrumentos son defectuosos se
    producirán, inevitablemente, algunas de las dificultades
    siguientes: o bien los datos recogidos no servirán para
    satisfacer los interrogantes iniciales o bien so se podrán
    obtener los datos que necesitamos, o vendrán falseados,
    distorsionados, porque el instrumento no se adecua al tipo de
    hechos en estudio. En ambos casos habrá, seguramente, uno
    o varios errores en las etapas anteriores del proceso de
    investigación. Será entonces necesario volver hacia
    atrás y revisar las diferentes tareas realizadas, hasta
    alcanzar una mejor aproximación al problema.

    COMO SE SABE SI UN
    INSTRUMENTO DE MEDICIÓN ES CONFIABLE Y
    VÁLIDO

    En la práctica es casi imposible que una
    medición sea perfecta. Generalmente se tiene un grado de
    error. Desde luego, se trata de que este error sea el
    mínimo posible. Es por esto que la medición de
    cualquier fenómeno se conceptualiza con la siguiente
    formula básica:

    X = t + e

    Donde "X" representa los valores
    observados (resultados disponibles), "t" son los valores
    verdaderos y "e" es el grado de error en la medición. Si
    no hay error de medición ("e" es igual a cero), el valor
    observado y el verdadero son equivalentes. Esto puede verse
    claramente así:

    X = t + 0

    X = t

    Esta situación representa el ideal de
    medición. Entre mayor sea el error al medir, el valor que
    observamos (en el cual nos basamos) se aleja más del valor
    real o verdadero. Por ejemplo, si medimos la
    motivación de un individuo y esta medición
    está contaminada por un grado de error considerable, la
    motivación
    registrada por el instrumento será bastante diferente de
    la
    motivación real que tiene ese individuo. Por ello es
    importante que el error sea reducido lo más
    posible.

    PROCEDIMIENTO QUE SE
    SIGUE PARA CONSTRUIR UN INSTRUMENTO DE
    MEDICIÓN

    Existen diversos tipos de instrumentos de
    medición, cada uno con características
    diferentes. Sin embargo, el procedimiento
    general para construirlos es semejante.

    El procedimiento que
    sugerimos para construir un instrumento de medición es el
    siguiente:

    Pasos

    1. Listar las variables que se pretende medir u
      observar.
    2. Revisar su definición conceptual y
      comprender su significado
      . Por ejemplo, comprender bien que
      es la motivación intrínseca y que
      dimensiones la integran.
    3. Revisar como han sido definidas operacionalmente las
      variables
      , esto es, como se ha medido cada variable. Ello
      implica comparar los distintos instrumentos o maneras
      utilizadas para medir las variables (comparar su
      confiabilidad, validez, sujetos a los cuales se les
      aplicó, facilidad de administración, veces que las
      mediciones han resultado exitosas y posibilidad de uso en el
      contexto de la investigación).

      En este segundo caso, debemos asegurarnos de tener
      un número suficiente de ítems para medir todas
      las variables en todas sus dimensiones. Ya sea que se
      seleccione un instrumento previamente desarrollado y se
      adapte o bien, se construya uno, éste constituye la
      versión preliminar de nuestra
      medición.

    4. Elegir el instrumento o los instrumentos (ya
      desarrollados) que hayan sido favorecidos por la
      comparación y adaptarlos al contexto de la
      investigación
      . Para este caso sólo deben
      seleccionarse instrumentos cuya confiabilidad y validez se
      reporte. No se puede confiar en una forma de medir que
      carezca de evidencia clara y precisa de confiabilidad y
      validez. Cualquier investigación seria reporta la
      confiabilidad y validez de su instrumento de medición.
      Recuérdese que la primera varía de 0 a 1 para
      la segunda se debe mencionar el método utilizado de validación y
      su interpretación. De no ser así no podemos
      asegurar que el instrumento sea el adecuado. Si se selecciona
      un instrumento desarrollado en otro país, deben
      hacerse pruebas
      piloto más extensas. Tampoco no debe olvidarse que
      traducir no es validad un instrumento, por muy buena que sea
      la traducción.

      1. Si le asignamos una etiqueta o símbolo a
        cada categoría, esto identifica exclusivamente a
        la categoría. Por ejemplo:

        * = Masculino

        z = Femenino

        Si usamos numerales es lo mismo:

        1 = Masculino 2 = Masculino

        es igual a

        2 = Femenino 1 = Femenino

        Los números utilizados en este nivel de
        medición tienen una función puramente de
        clasificación y no se pueden manipular
        aritméticamente. Por ejemplo, la afiliación
        religiosa es una variable nominal, si
        pretendiéramos operarla aritméticamente
        tendríamos situaciones tan ridículas como
        esta:

        1 = Católico

        2 = Judío 1+2=3

        3 = Protestante

        4 = Musulmán Un católico + un
        judío = protestante?

        5 = Otros (no tiene sentido)

        Las variables nominales pueden incluir dos
        categorías (dicotómicas), o bien, tres o
        más categorías (categóricas).
        Ejemplos de variables nominales dicotómicas
        sería el sexo y
        el tipo de escuela a la que se asiste (privada
        – pública); y de nominales
        categóricas tendríamos a la
        afiliación política (Partido A, Partido
        B,…), la carrera elegida, la raza, el departamento
        o provincia o estado
        de nacimiento y el canal de televisión preferido.

      2. Nivel de medición nominal. En este
        nivel se tienen dos más categorías del
        ítem o variable. Las categorías no tienen
        orden o jerarquía. Lo que se mide es colocado en una
        u otra categoría, lo que indica solamente
        diferencias respecto a una o más
        características. Por ejemplo, las variables sexo de
        la persona
        tiene sólo dos categorías: masculino y
        femenino. Ninguna de las categorías tiene mayor
        jerarquía que la otra, las categorías
        únicamente reflejan deferencias en la variable. No
        hay orden de mayor a menor.
      3. Nivel de medición ordinal. En este
        nivel hay varias categorías, pero además
        éstas mantienen un orden de mayor a menor. Las
        etiquetas o símbolos de las categorías
        sí indican jerarquía. Por ejemplo, el
        prestigio ocupacional en Estados
        Unidos ha sido medido por diversas escalas que
        reordenan a las profesiones de acuerdo con su prestigio,
        por ejemplo:
    5. Indicar el nivel de medición de cada
      ítem y, por ende, el de las variables.
      Existen
      cuatro variables de medición ampliamente
      conocidos.

    Valor de escala Profesión

    1. Ingeniero químico
    1. Científico de ciencias
      naturales (excluyendo la química)
    1. Actor
    1. Operador de estaciones eléctricas de potencia.
    1. Manufactureros de tabaco

    90 es más que 80, 80 más que 60, 60
    más que 50 y así sucesivamente; es decir, los
    números (símbolos de categorías) definen
    posiciones. Sin embargo, las categorías no están
    ubicadas a intervalos iguales (no hay intervalo común). No
    podríamos decir con exactitud que entre un actor (60) y un
    operador de estaciones de poder (50)
    existe la misma distancia en prestigio que entre un
    científico de ciencias
    naturales (80) y un ingeniero químico (90). Aparentemente
    en ambos casos la distancia es 10, pero no es una distancia real.
    Otra escala clasificó el prestigio de dichas profesiones
    de la siguiente manera:

    Valor de escala Profesión

    98 Ingeniero químico

    95 Científico de ciencias
    naturales (excluyendo la química)

    84 Actor

    78 Operador de estaciones eléctricas de
    potencia.

    13 Manufactureros de tabaco

    Aquí la distancia entre un actor (84) y un
    operador de estaciones (78) es de 6, y la distancia entre un
    ingeniero químico (98) y un científico de ciencias
    naturales (95) es de 3.

    Otro ejemplo sería la posición
    jerárquica en la
    empresa:

    Presidente 10

    Vicepresidente 9

    Director general 8

    Gerente de
    área 7

    Subgerente o superintendente 6

    Jefe 5

    Empleado A 4

    Empleado B 3

    Empleado C 2

    Intendencia 1

    Sabemos que el presidente (10) es más que el
    vicepresidente (9), éste más que el director
    general (8), a su vez este último más que el
    gerente (7) y
    así sucesivamente; pero no puede precisarse en cada caso
    canto más. Tampoco podemos utilizar las operaciones
    aritméticas básicas: no podríamos decir que
    4 (empleado A) y 5 (jefe) = 9 (vicepresidente), ni que 10
    (presidente) / 5 (jefe) = 2 (empleado C). Sería absurdo,
    no tiene sentido.

    1. Por ejemplo: una prueba de resolución de
      problemas matemáticos (30 problemas de igual dificultad). Si Ana
      Cecilia resolvió 10, Laura resolvió 20 y
      Brenda 30. La distancia entre Ana Cecilia y Laura es igual
      a la distancia entre Laura y Brenda.

      Sin embargo, el cero (0) en la medición, es
      un cero arbitrario, no es real (se asigna arbitrariamente a
      una categoría el valor de cero y a partir de
      ésta se construye la escala). Un ejemplo
      clásico en ciencias naturales es la temperatura (en grados centígrados y
      Fahrenheit): el cero es arbitrario, no implica que
      realmente haya cero (ninguna) temperatura (incluso en ambas
      escalas el cero es diferente).

      Cabe agregar que diversas mediciones en el estudio
      del comportamiento humano no son verdaderamente de
      intervalo, pero se acercan a ese nivel y se suele tratarlas
      como si fueran mediciones de intervalo. Esto se hace porque
      este nivel de medición permite utilizar las
      operaciones aritméticas básicas y algunas
      estadísticas modernas, que de otro
      modo no se usarían. Aunque algunos investigadores no
      están de acuerdo en suponer tales mediciones como si
      fueran de intervalo.

    2. Nivel de medición por
      intervalos. Además del orden o
      jerarquía entre categorías, se establecen
      intervalos iguales en la medición. Las distancias
      entre categorías son las mismas a lo largo de toda la
      escala. Hay intervalo constante, una unidad de
      medida.
    3. Nivel de medición de razón. En
      este nivel, además de tenerse todas las
      características del nivel de intervalos (intervalos
      iguales entre las categorías y aplicación de
      operaciones aritméticas básicas y sus
      derivaciones), el cero es real, es absoluto (no es
      arbitrario). Cero absoluto implica que hay un punto en la
      escala donde no existe la propiedad.

    Ejemplos de estas mediciones sería la exposición
    a la exposición
    a la
    televisión, el número de hijos, la productividad,
    las ventas de un
    producto y el
    ingreso.

    Desde luego, hay variables que pueden medirse en
    más de un nivel, según el propósito de
    medición. Por ejemplo, la variable "antigüedad en la
    empresa".

    Nivel de medición Categorías

    – De razón En días (0 a K
    días)

    – Ordinal Bastante antigüedad

    Antigüedad regular

    Poca antigüedad

    Es muy importante indicar el nivel de medición de
    todas las variables e ítems de la investigación,
    porque dependiendo de dicho nivel se selecciona uno u otro tipo
    de análisis estadístico (por ejemplo,
    la prueba estadística para correlacionar dos
    variables de intervalo es muy distinta a la prueba para
    correlacionar dos variables ordinales). Así, es necesario
    hacer una relación de variables, ítems y niveles de
    medición.

    1. Categoría Codificación (valor
      asignado)

      – Masculino 1

      – Femenino 2

      Así, Carla Magaña en la variable sexo
      sería un "2". Luis Gerardo Vera y Rubén Reyes
      serían un "1", Verónica Larios un "2" y
      así sucesivamente.

      Otro ejemplo sería la variable "horas de
      exposición diaria a la
      televisión", que podría codificarse de la
      siguiente manera:

      Categoría Codificación (valor
      asignado)

      – No ve televisión 0

      – Menos de una hora 1

      – Una hora 2

      – Más de un hora, pero menos de
      dos 3

      – Dos horas 4

      – Más de dos horas, pero menos de tres
      5

      – Tres horas 6

      – Más de tres horas, pero menos de
      cuatro 7

      – Cuatro horas 8

      – Más de cuatro horas 9

      Es necesario insistir que cada ítem y
      variable deberán tener una codificación
      (códigos numéricos) para sus categorías.
      Desde luego, hay veces que un ítem no puede ser
      codificado a priori (precodificado) porque es
      sumamente difícil conocer cuales serán sus
      categorías. Por ejemplo, si en una
      investigación fuéramos a preguntar:
      "¿Qué opina del programa
      económico que recientemente aplico el gobierno?"
      Las categorías podrían ser muchas más de
      las que nos imaginemos y resultaría difícil
      predecir con precisión cuantas y cuales serán.
      En estos casos la codificación se lleva a cabo una vez
      que se aplica el ítem (a
      posteriori).

      La codificación es necesaria para analizar
      cuantitativamente los datos (aplicar análisis estadístico). A veces
      se utilizan letras o símbolos en lugar de
      números (*, A, Z).

    2. Indicar como se habrán de codificar los
      datos
      en cada ítem y variable. Codificar
      los datos significa asignarles un valor numérico que
      los represente. Es decir, a las categorías de cada
      ítem y variable se les asignan valores
      numéricos que tienen un significado. Por ejemplo, si
      tuviéramos la variable "sexo" con sus respectivas
      categorías, "masculino" y "femenino", a cada
      categoría le asignaríamos un valor. Éste
      podría ser:

      En esta prueba se analiza se las instrucciones se
      comprenden y si los ítems funcionan adecuadamente. Los
      resultados se usan para calcular la confiabilidad y, de ser
      posible, la validez del instrumento de
      medición.

      La prueba piloto se realiza con una pequeña
      muestra (inferior a la muestra definitiva). Los autores
      aconsejamos que cuando la muestra sea de 200 o más, se
      lleve a cabo la prueba piloto con entre 25 y 60 personas.
      Salvo que la investigación exija un número
      mayor.

    3. Una vez que se indica el nivel de medición
      de cada variable e ítem y que se determina su
      codificación, se procede a aplicar una "prueba piloto"
      del instrumento de medición
      . Es decir, se aplica a
      personas con características semejantes a las de la
      muestra o población objetivo de
      la investigación.
    4. Sobre base de la prueba piloto, el instrumento de
      medición preliminar se modifica, ajusta y se mejora, los
      indicadores de confiabilidad y validez son una breve ayuda, y
      estaremos en condiciones de aplicarlo
      . Este procedimiento
      general para desarrollar una medición debe adaptarse a
      las características de los tipos de instrumentos de que
      disponemos en el estudio del comportamiento.

    INSTRUMENTOS
    DE MEDICIÓN

    ENCUESTAS

    El diseño encuesta es
    exclusivo de las ciencias
    sociales y parte de la premisa de que si, queremos conocer
    algo sobre el comportamiento de las personas, lo mejor, lo
    más directo y simple, es preguntárselo directamente
    a ellas. Se trata por tanto de requerir información a
    un grupo
    socialmente significativo de personas acerca de los problemas en
    estudio para luego, mediante un análisis de tipo
    cuantitativo, sacar las conclusiones que se correspondan con los
    datos recogidos.

    Cuando se recaba información a todas las personas
    que están involucradas en el problema en estudio este
    diseño adopta el nombre de Censo. Los censos, por
    las dificultades materiales que
    implica su realización, son casi siempre trabajos de
    envergadura, que sólo pueden ser acometidos por los
    Estados o por instituciones
    de muy amplios recursos. Son
    sumamente útiles porque a través de ellos tenemos
    una información general de referencia, indispensable para
    casi cualquier trabajo de indagación social posterior. Por
    la gran cantidad de personas a entrevistar no es factible en
    ellos obtener información muy detallada, pues se
    convertirían en trabajos desproporcionadamente
    difíciles de ejecutar y analizar.

    En su lugar se emplean las encuestas por
    muestreo
    , donde se escoge mediante procedimientos
    estadísticos una parte significativa de todo el diverso,
    que se toma como objeto a investigar. Las conclusiones que se
    obtienen para este grupo se
    proyectan luego a la totalidad del universo,
    teniendo en cuenta los errores maestrales que se calculen para el
    caso. De esta forma los hallazgos obtenidos a partir de la
    muestra pueden generalizarse a todo el universo con
    un margen de error conocido y limitado previamente por el
    investigador.

    El método de encuestas ha
    alcanzado gran popularidad entre los investigadores sociales, lo
    que ha llevado a que muchas personas confundan encuestas con
    investigación social como si fuera una
    misma cosa, siendo que en la realidad la encuesta es sólo
    uno de los métodos
    posibles de estudio de la realidad social y que presenta, como
    todos los métodos, sus puntos a favor y en
    contra.

    Las principales ventajas que han ayudado a
    difundir el diseño encuesta son las siguientes:

    1. Su conocimiento
      de la realidad es primario, no mediado, y por lo tanto menos
      engañoso. Al acudir directamente a la gente (a los
      actores sociales) para conocer su situación, conducta u
      opinión, nos precavemos contra una multiplicidad de
      distorsiones y nos ponemos a salvo de interpretaciones que
      pueden estar altamente teñidas de
      subjetividad.
    2. Como es posible agrupar los datos en forma de cuadros
      estadísticos se hace más accesible la
      medición de las variables en estudio. De esta forma se
      puede cuantificar una serie de variables operando con ellas con
      mayor precisión, permitiendo el uso de correlaciones y
      de otros recursos
      matemáticos; se supera así una de las
      dificultades básicas de la investigación social que es su limitada
      rigurosidad y la alta posibilidad de errores por un tratamiento
      poco exacto de los fenómenos.
    3. La encuesta es un método de trabajo
      relativamente económico y rápido. Si se cuenta
      con un equipo de entrevistadores y codificadores
      convenientemente entrenado, resulta fácil llegar
      rápidamente a una multitud de personas y obtener una
      gran cantidad de datos en poco tiempo. Su
      costo, para
      los casos simples, es sensiblemente bajo.

    En los últimos años después del
    relativo abuso precedente, la mayoría de los
    investigadores ha comprendido que este diseño resulta del
    valor para determinado tipo de problemas pero que, en otros
    casos, aparecen una serie de inconvenientes serios que le restan
    validez como diseño. Las desventajas mas frecuentes
    que se le han reconocido son:

    1. La encuesta recoge la visión que la gente
      tiene de sí misma; no puede dudarse de que ésta
      es siempre una imagen singular
      y muy subjetiva y que, para algunos temas, puede ser
      deliberadamente falsa e imprecisa. No es lo mismo lo que las
      personas hacen, sienten o creen, que lo que ellas mismas dicen
      que hacen, creen o sienten. Existen algunos recursos para
      reducir la magnitud de este serio problema, entre los que se
      cuentan: omitir algunas preguntas que sabemos la mayoría
      no desea o no puede contestar con veracidad, buscar formas
      indirectas de contrastación, prestar cuidadosa atención a la presentación
      personal del
      encuestador, etc. A pesar de estas técnicas de trabajo
      es imposible eliminar por completo el fenómeno antes
      señalado, por lo que el investigador tendrá que
      tomar en cuenta, al momento de hacer el análisis, las
      limitaciones que el mismo acarrea.
    2. La encuesta no relata los hechos sociales desde el
      punto de vista de sus actores; puede, en este sentido, llegar a
      una cierta profundidad y sistematicidad, pero resulta poco apta
      para reconocer las relaciones sociales ya sean
      interpersonales o institucionales.
    3. El diseño encuesta es básicamente
      estático. Tiende, de por sí, a proporcionar una
      especie de imagen
      instantánea de un determinado problema, pero no nos
      indica sus tendencias a la variación y menos aún
      sus posibles cambios estructurales. Esta característica
      reduce notablemente su eficacia
      predictiva, salvo para fenómenos de bastante
      simplicidad.
    4. El tratamiento de la información es
      estadístico, lo que supone agrupar a todas las
      respuestas dándole a cada una igual peso relativo. Ello
      puede resultar muy democrático y útil en ciertos
      casos, pero casi nunca se corresponde con la realidad de los
      hechos sociales, donde el liderazgo y
      al asimetría de las posiciones sociales con por lo
      general la norma.

    De los comentarios expuestos puede inferirse cual es el
    campo de mayor utilidad de este
    diseño. Las encuestas resultan apropiadas casi siempre
    para estudios de tipo descriptivo, aunque no tanto para los
    explicativos. Son inadecuadas para profundizar ciertos aspectos
    psicológicos o psico-sociales profundos pero muy eficaces
    para problemas menos delicados, como los del mercado masivo y
    las actitudes
    electorales. Resultan poco valiosas para determinar tipos de
    liderazgo y en general todos los problemas que se refieren
    más a las relaciones y estructuras
    sociales que a las conductas más simples o a los
    comportamientos, actitudes y opiniones masivas, donde sí
    adquieren mayor eficacia.

    La lógica
    de la verificación mediante encuestas se basa naturalmente
    en la correlación estadística que presentan las
    distribuciones de frecuencias (o los porcentajes) de dos o
    más variables sobre las cuales se supone que existen
    relaciones de determinación. De este modo se puede inferir
    si existe o no una asociación entre los valores de las
    mismas, con lo cual queda establecida una cierta relación.
    Determinar, más allá de esto, el tipo de
    relación que se ha detectado y el grado de influencia que
    ejerce una sobre otra requiere de otras nuevas pruebas que no
    siempre es posible realizar por medio de este
    diseño.

    ENTREVISTA

    La entrevista,
    desde el punto de vista del método, es una forma
    específica de interacción social que tiene por
    objeto recolectar datos para una indagación.
    El
    investigador formula preguntas a las personas capaces de
    aportarle datos de interés,
    estableciendo un diálogo
    peculiar, asimétrico, donde una de las partes busca
    recoger informaciones y la otra es la fuente de esas
    informaciones. Por razones obvias sólo se emplea, salvo
    raras excepciones, en las ciencias humanas.

    La ventaja esencial de la entrevista
    reside en que son los mismos actores sociales quienes
    proporcionan los datos relativos a sus conductas, opiniones,
    deseos, actitudes y expectativas, cosa que por su misma naturaleza es
    casi imposible de observar desde fuera. Nadie mejor que la misma
    persona involucrada para hablarnos acerca de todo aquello que
    piensa y siente, de lo que ha experimentado o proyecta
    hacer.

    Pero existe un inconveniente de considerable peso que
    reduce y limita los alcances de esta técnica. Cualquier
    persona entrevistada podrá hablarnos de aquello que le
    preguntemos pero siempre nos dará la imagen que tiene de
    las cosas, lo que cree que son, a través de toda su
    carga subjetiva de intereses, prejuicios y estereotipos. La
    propia imagen que el entrevistado tiene de sí mismo
    podrá ser radicalmente falsa y, en todo caso,
    estará siempre idealizada de algún modo,
    distorsionada, mejorada o retocada según factores que no
    es del caso analizar aquí, pero que nunca podemos prever
    en detalle.

    Este problema nos obliga a dejar fuera de esta
    técnica a un campo considerable de problemas y de temas
    que, por lo anterior, son explorados mejor por medio de otros
    procedimientos que resultan más confiables. Por otra parte
    nos obliga a utilizar, a veces, caminos indirectos, mediante
    preguntas que alcancen nuestro objetivo
    elípticamente, utilizando todo tipo de rodeos. Es
    clásico de ejemplo de que las personas nunca contestan la
    verdad respecto a sus ingresos
    personales en dinero, ya sea
    porque los disminuyen (ante el temor de estar frente a
    algún tipo de inspector de impuestos), o
    porque los aumentan (con fines de ostentación social o
    para reforzar su autoestima).
    Tal como en este caso, el lector podrá imaginar una amplia
    variedad de preguntas a las que los entrevistados sólo nos
    proporcionarían respuestas inexactas o falsificadas,
    cuando no una reacción adversa que interrumpa toda
    comunicación.

    Para que una entrevista
    obtenga éxito
    es preciso prestar atención a una serie de factores
    aparentemente menores, pero que en la práctica son
    decisiones para un correcto desarrollo del trabajo. Así,
    es importante que la apariencia exterior del entrevistador
    resulte adecuada al medio social donde habrá de formular
    sus preguntas, evitando innecesarias, reacciones de temor,
    agresividad o desconfianza. El entrevistador, aparte de este
    aspecto formal, deberá ser una persona de por lo menos una
    cultura media,
    que comprenda el valor y la importancia de cada dato recogido y
    la función
    que su trabajo desempeña en el conjunto de la
    investigación. Tendrá que ser mentalmente
    ágil, no tener prejuicios marcados frente a ninguna
    categoría de personas y, sobre todo, ser capaz de dejar
    hablar libremente a los demás, eliminando por completo
    todo intento de convencerlos, apresurarlos, o agredirlos por sus
    opiniones. La entrevista deberá realizarse a las horas
    más apropiadas para las personas que responden, teniendo
    en cuenta que su posible duración no afecte la
    confiabilidad de los datos.

    Queremos destacar que las entrevistas no
    son excluyentes con respecto a las técnicas de observación, ya que ambos procedimientos
    pueden ser combinados sin ninguna dificultad, tratando
    precisamente de compensar sus ventajas y desventajas, con lo que
    se puede lograr una información mucho más confiable
    y amplia. Así, en muchas encuestas, hay datos que el
    entrevistador recoge mediante la observación y no mediante
    preguntas, como por ejemplo las características de la
    vivienda, la edad del responderte, etc.

    Parece apropiado, además, despejar aquí la
    confusión que siempre vincula a las entrevistas
    con las encuestas. Ni ellas son la misma cosa aunque las
    encuestas se realicen generalmente por medio de entrevistas

    ni ambas son técnicas diferentes aplicables a distintos
    casos. La encuesta, es un modelo general
    de investigación, un diseño o método, que se
    apoya fundamentalmente en una técnica de
    recolección que es la entrevista, aunque también
    utiliza observaciones y datos secundarios. Además pueden
    utilizarse entrevistas en otros tipos de diseños, como en
    los estudios de caso y experimentos, sin
    que por ello estemos en presencia de una encuesta. Lo que
    vulgarmente se llama entrevista no estructurada y lo que suele
    llamarse encuesta es igual a lo que denominamos, en metodología científica, entrevista
    estructurada. Por eso no tiene sentido hablar de entrevistas y
    encuestas como dos técnicas diferentes sino de entrevistas
    estructuradas o no que se aplican dentro de determinados
    diseños de investigación: encuestas, estudios de
    caso, etc.

    Pasando ahora a la clasificación de los diversos
    tipos de entrevistas diremos que ellas pueden ordenarse como una
    serie, de acuerdo principalmente a un elemento: su grado de
    estructuración o formalización. Las entrevistas
    más estructuradas serán aquellas que predeterminan
    en una mayor medida las respuestas a obtener, que fijan de
    antemano sus elementos con más rigidez, mientras que las
    entrevistas informales serán precisamente las que
    discurran de un modo más espontáneo, más
    libre, sin sujetarse a ningún canon preestablecido. Los
    distintos tipos de entrevista quedan expuestos a
    continuación:

    Entrevistas no estructuradas

    De un modo general, una entrevista no estructurada o no
    formalizada es aquella en que exista un margen más o menos
    grande de libertad para
    formular las preguntas y las respuestas. No se guían por
    lo tanto por un cuestionario o
    modelo
    rígido, sino que discurren con cierto grado de
    espontaneidad, mayor o menor según el tipo concreto de
    entrevista que se realice. Entre estos tenemos los
    siguientes:

    Entrevista informal: es la modalidad menos
    estructurada posible de entrevista ya que la misma se reduce a
    una simple conversación sobre el tema de estudio. Lo
    importante no es aquí definir los límites de
    lo tratado ni ceñirse a algún esquema previo, sino
    "hacer hablar" al entrevistado, de modo de obtener un panorama de
    los problemas más salientes, de los mecanismos
    lógicos y mentales del responderte, de los temas que para
    él resultan de importancia. Es de gran utilidad en
    estudios exploratorios y recomendable cuando se trata de abordar
    realidades poco conocidas por el investigador, también
    suele utilizarse en las fases iniciales –aproximativas- de
    investigación de cualquier naturaleza,
    recurriendo a informantes claves que pueden ser
    expertos sobre el tema en estudio, líderes formales o
    informales, personalidades destacadas o cualquier persona que, en
    general, posea informaciones de particular interés para la
    indagación. Lo más importante, en este tipo de
    entrevista, es dar al responderte la sensación clara y
    definida de que puede hablar libremente, alentándolo y
    estimulándolo para que lo haga y cuidando de no influirlo
    demasiado con nuestras actitudes o las palabras que
    decimos.

    Entrevista focalizada: es prácticamente
    tan libre y espontánea como la anterior, pero tiene la
    particularidad de concentrarse en un único tema. El
    entrevistador deja hablar sin restricciones al entrevistado,
    proponiéndole apenas algunas orientaciones básicas
    pero, cuando éste se desvía del tema original y se
    desliza hacia otros distintos, el entrevistador vuelve a centrar
    la conversación sobre el primer asunto, y así
    repetidamente. Se emplea normalmente con el objeto de explorar a
    fondo alguna experiencia vivida por el entrevistado o cuando
    nuestros informantes son testigos presénciales de hechos
    de interés, por lo que resulta adecuado a la vez insistir
    sobre lo mismo, pero dejando entera libertad para
    captarlos en toda su riqueza. Esto ocurre también cuando
    se trata de interrogar a los actores principales de ciertos
    hechos o a testigos históricos. Tal tipo de entrevista
    requiere de gran habilidad en su desarrollo para evitar tanto la
    dispersión temática como caer en formas más
    estructuradas de interrogación.

    Entrevistas por pautas o guías: son
    aquellas, ya algo más formalizadas, que se guían
    por una lista de puntos de interés que se van explorando
    en el curso de la entrevista. Los temas deben guardar una cierta
    relación entre sí. El entrevistador, en este caso,
    hace muy pocas preguntas directas, y deja hablar al responderte
    siempre que vaya tocando alguno de los temas señalados en
    la pauta o guía. En el caso de que éste se aparte
    de ellos, o que no toque alguno de los puntos en cuestión,
    el investigador llamará la atención sobre ellos,
    aunque tratando siempre de preservar en lo posible la
    espontaneidad de la interacción. Se usan en situaciones
    parecidas a las anteriores y cuando se presentan casos en que los
    sujetos investigados prefieren más un desarrollo flexible
    que un rígido por sus propias actitudes culturales o
    necesidades personales. Son un complemento magnífico de
    las entrevistas más estructuradas que se realizan en la
    encuestas por muestreo, pues
    permiten añadir a éstas un tipo de
    información más subjetiva o profunda que facilita
    el análisis de los otros datos.

    Todas estas formas de entrevistas, que tienen en
    común su poca formalización, poseen la ventaja de
    permitir un diálogo
    más profundo y rico, de presentar los hechos en toda su
    complejidad, captando no sólo las respuestas a los temas
    elegidos sino también las actitudes, valores y formas de
    pensar de los entrevistados, a veces inaccesibles por otras
    vías. Su principal inconveniente radica en que es poco
    práctico sistematizar un gran número de entrevistas
    de este tipo, organizándolas estadísticamente, pues
    pueden tener muy pocos puntos de contacto entre sí. Otra
    dificultad que no debe omitirse es su costo, pues
    involucran la presencia de personal
    altamente especializado durante tiempos relativamente
    largos.

    Los problemas de registro pueden
    ser importantes, pues existe un gran número de palabras
    que es casi imposible registrar en su totalidad. Pueden
    utilizarse grabadores para solventar este inconveniente, aunque
    es preciso determinar previamente si la presencia de tales
    aparatos cohíbe o no a los informantes. En todo caso es
    preciso realizar un esfuerzo especial para transcribir, organizar
    e interpretar cada una de las entrevistas realizadas, de modo de
    que sus datos puedan sintetizarse, posteriormente, en una forma
    adecuada.

    Entrevistas formalizadas

    Estas se desarrollan en base a un listado fijo de
    preguntas cuyo orden y redacción permanece invariable.
    Comúnmente se administran a un gran número de
    entrevistados para su posterior tratamiento estadístico.
    Por este motivo es la forma de recolección
    de datos más adecuada para el diseño de
    encuesta, tanto que a veces provoca confusiones entre instrumento
    y método.

    Entre sus ventajas principales mencionaremos su rapidez
    y el hecho de que pueden ser llevadas a cabo por personas con
    mediana preparación, lo cual redunda en su bajo costo.
    Otra ventaja evidente es su posibilidad de procesamiento
    matemático, ya que al guardar una estricta homogeneidad
    sus respuestas resultan comparables y agrupables. Su desventaja
    mayor estriba en que reducen grandemente el campo de
    información registrado, limitando los datos a los que
    surgen de una lista taxativa de preguntas. Esta lista de
    preguntas, que es el instrumento concreto de recolección
    empleado en este caso, recibe el nombre de cuestionario y
    puede ser administrado sin que necesariamente medie una
    entrevista. Debe ser cuidadosamente redactado, evitando preguntas
    demasiado generales, confusas o de doble sentido, y tratando de
    conservar un orden lo más natural posible.

    Según el tipo de preguntas que se incluyan en un
    cuestionario las entrevistas resultantes serán más
    o menos estructuradas. Para ello suelen dividirse las preguntas
    en dos grandes tipos: de alternativas fijas, de final
    abierto.

    Las preguntas de alternativas fijas, llamadas
    comúnmente cerradas, formalizan más el
    cuestionario, pues en ellas sólo se otorga al entrevistado
    la posibilidad de escoger entre un número limitado de
    respuestas posibles. Si se pregunta "¿cree Ud. En los
    OVNIS,
    sí o no?", estaremos ante una típica pregunta
    cerrada. Hay que tener sumo cuidado en la redacción de estas alternativas ofrecidas,
    sean éstas dos, tres, o veinte, si el responderte no puede
    elegir una respuesta que esté fuera de la lista, la
    pregunta se habrá de considerar cerrada. Hay que tener
    sumo cuidado en la redacción de estas alternativas,
    procurando especialmente que ellas sean exhaustivas y mutuamente
    excluyentes, tal como ocurría para la confección en
    un sentido determinado.

    Las preguntas de final abierto, llamadas
    también simplemente abiertas, proporcionan una
    variedad más amplia de respuestas pues éstas pueden
    ser escogidas libremente por los respondientes. Su
    redacción debe ser muy cuidadosa para evitar respuestas
    confusas o erróneas, y para evitar además que ellas
    predispongan a los entrevistados en uno u otro sentido. Un
    ejemplo de pregunta abierta sería: "¿Qué
    opina Ud. Acerca de los OVNIS?"; como
    resulta evidente, la respuesta aquí puede ser
    infinitamente variada, según lo opinión de cada
    persona consultada. La información que se obtendrá
    será mucho más completa y valiosa con esta pregunta
    que con la del ejemplo anterior, pero el trabajo de
    procesamiento de los datos, en compensación, tendrá
    que ser sin duda mucho mejor.

    Una vez que se redacta el conjunto de preguntas que
    constituyen un cuestionario es necesario revisar éste una
    y otra vez para asegurarse de su consistencia y eliminar los
    posibles errores u omisiones. Casi siempre se realiza lo que se
    denomina una prueba piloto, que consiste en administrar el
    cuestionario a un conjunto reducido de personas para calcular su
    duración, conocer sus dificultades y corregir sus
    defectos, antes de aplicarlo a la totalidad de la
    muestra.

    Durante las entrevistas se utilizan frecuentemente
    ayudas visuales (fotografías, esquemas, tarjetas con
    frases o palabras, etc.), que contribuyen a veces a obtener
    conocimientos más complejos y que, en otros casos, cumplen
    función de preservar la objetividad, evitando que la forma
    en que se pronuncia o describe algo introduzca un sesgo
    determinado en las respuestas.

    CUESTIONARIOS

    Un cuestionario consiste en un conjunto de preguntas
    respecto a una o más variables a medir. El contenido de
    las preguntas de un cuestionario puede ser tan variado como los
    aspectos que mida. Y básicamente, podemos hablar de dos
    tipos de preguntas: cerradas y abiertas.

    Las preguntas cerradas contienen
    categorías o alternativas de respuestas que han sido
    delimitadas. Es decir, se presentan a los sujetos las
    posibilidades de respuestas y ellos deben circunscribirse a
    ellas. Pueden ser dicotómicas (dos alternativas de
    respuestas) o incluir varias alternativas de
    respuestas.

    En las preguntas cerradas las categorías de
    respuestas son definidas a priori por el investigador y se
    le presentan al respondiente, quien debe elegir la opción
    que describa más adecuadamente su respuesta. Las escalas
    de actitudes en forma de pregunta caerían dentro de la
    categoría de preguntas cerradas.

    Ahora bien, hay preguntas cerradas, donde el
    respondiente puede seleccionar más de una opción o
    categoría de respuesta. Algunos respondientes pudieran
    marcar una, dos, tres, cuatro o cinco opciones de respuesta. Las
    categorías no son mutuamente excluyentes. En otras
    ocasiones, el respondiente tiene que jerarquizar opciones. O bien
    debe asignar un puntaje a una o diversas cuestiones. En otras se
    anota una cifra.

    En cambio, las
    preguntas abiertas no delimitan de antemano las
    alternativas de respuesta. Por lo cual el número de
    categorías de respuesta es muy elevado; en teoría,
    es infinito.

    Tamaño de un cuestionario

    No existe una regla al respecto; pero, si es muy corto
    se pierde información y si resulta largo puede resultar
    tedioso. En este último caso, las personas pueden negarse
    a responder, o al menos, lo responderán en forma
    incompleta. El tamaño depende del número de
    variables y dimensiones a medir, el interés de los
    respondientes y la manera como es administrado. Cuestionarios que
    duran más de 35 minutos deben resultar tediosos a menos
    que los respondientes estén muy motivados para contestar.
    Una recomendación que puede ayudarnos a evitar un
    cuestionario más largo de lo requerido es: "No hacer
    preguntas innecesarias o injustificadas".

    COMO APLICAR CUESTIONARIOS

    Los cuestionarios pueden ser aplicados de diversas
    maneras:

    1. Autoadministrado. El cuestionario se
      proporciona directamente a los respondientes, quienes lo
      contestan. No hay intermediarios y las respuestas las marcan
      ellos. Obviamente que esta manera de aplicar el cuestionario
      es impropia para analfabetas, personas que tienen
      dificultades de lectura o
      niños que todavía no leen
      adecuadamente.
    2. Por entrevista personal. Un entrevistador
      aplica el cuestionario a los respondientes (entrevistados).
      El entrevistador va haciéndole las preguntas al
      respondiente y va anotando las respuestas. Las instrucciones
      son para el entrevistador. Normalmente se tienen varios
      entrevistadores, quienes deberán estar capacitados en
      el arte de
      entrevistar y conocer a fondo el cuestionario, y no deben
      sesgar o influir las respuestas.
    3. Por entrevista telefónica. Esta
      situación es similar a la anterior, sólo que la
      entrevista no es "cara a cara" sino a través del
      teléfono. El entrevistador le hace las
      preguntas al respondiente por este medio de comunicación.
    4. Autoadministrado y enviado por correo postal,
      electrónico o servicio
      de mensajería. Los respondientes contestan
      directamente el cuestionario, ellos marcan o anotan las
      respuestas, no hay intermediario. Pero los cuestionarios no
      se entregan directamente a los respondientes ("en propia
      mano") sino que se les envían por correo u otro medio,
      no hay retroalimentación inmediata, si los
      sujetos tienen alguna duda no se les puede aclarar en el
      momento.

    OBSERVACIÓN

    La observación consiste en el registro
    sistemático, válido y confiable de comportamiento o
    conducta
    manifiesta. Puede utilizarse como instrumento de medición
    en muy diversas circunstancias. Es un método más
    utilizado por quienes están orientados conductualmente.
    Puede servir para determinar la aceptación de un grupo
    respecto a su profesor, analizar conflictos
    familiares, eventos masivos,
    la aceptación de un producto en un
    supermercado, el comportamiento de deficientes mentales,
    etc.

    Pasos para construir un sistema de
    observación

    Los pasos para construir un sistema de
    observación son:

    1. Definir con precisión el universo
      de aspectos, eventos o
      conductas a observar. Por ejemplo,
      si nuestro interés es observar los recursos con que
      cuentan las escuelas de un distrito escolar debemos definir
      lo que concebimos como "recurso escolar". Un universo
      podría ser el comportamiento verbal y no verbal de un
      grupo de alumnos durante un semestre. Otro universo
      sería las conductas de un grupo de trabajadores
      durante sus sesiones en círculos de calidad o
      equipos para la calidad, en
      un periodo de un año. O bien las conductas agresivas
      de un grupo de esquizofrénicos en sesiones
      terapéuticas.
    2. Extraer una muestra representativa de los
      aspectos, eventos o conductas a observar. Un
      repertorio suficiente de conductas a observar.
    3. Establecer y definir las unidades de
      observación. Por ejemplo, cada vez que se
      presenta una conducta agresiva, cada minuto se
      analizará si el alumno está o no atento a la
      clase, durante dos horas al día, el número de
      personas que leyeron el tablero de avisos de la
      compañía, etc. El concepto de
      unidades de análisis es el mismo que en el
      análisis de contenido, sólo que en la
      observación se trata de conductas, eventos o
      aspectos.
    4. Establecer y definir las categorías y
      subcategorías de observación.

    Tipos de observación

    La observación puede ser participante o no
    participante
    . En la primera, el observador interactúa
    con los sujetos observados y en la segunda no ocurre esta
    interacción.

    Ventajas de la observación

    Tanto la observación como el análisis de
    contenido tienen varias ventajas:

    1. Son técnicas de medición no
      obstructivas. En el sentido que el instrumento de
      medición no "estimula" el comportamiento de los sujetos
      (las escalas de actitud y
      los cuestionarios pretenden "estimular" una respuesta a cada
      ítem). Los métodos no obstruidos simplemente
      registran algo que fue estimulado por otros factores ajenos al
      instrumento de medición.
    2. Aceptan material no estructurado.
    3. Pueden trabajar con grandes volúmenes de datos
      (material).

    ESCALA DE
    LIKERT

    Este método fue desarrollado por Rensis Likert a
    principios de
    los treinta; sin embargo, se trata de un enfoque vigente y
    bastante popularizado. Consiste en un conjunto de
    ítems presentados en forma de afirmaciones o
    juicios ante los cuales se pide la reacción de los
    sujetos. Es decir, se presenta cada afirmación y se pide
    al sujeto que externe su reacción eligiendo uno de los
    cinco puntos de la escala. A cada punto se le asigna un valor
    numérico. Así, el sujeto obtiene una
    puntuación respecto a la afirmación y al final se
    obtiene su puntuación total sumando las puntuaciones
    obtenidas en relación a todas las afirmaciones.

    Las afirmaciones califican al objeto de actitud
    que se está midiendo y deben expresar sólo una
    relación lógica,
    además es muy recomendable que no excedan de 20
    palabras.

     

    En este caso la afirmación incluye o palabras y
    expresa una sola relación lógica (X – Y). Las
    alternativas de respuesta o puntos de la escala son cinco e
    indican cuánto se está de acuerdo con la
    afirmación correspondiente. Debe recordarse que a cada una
    de ellas se le asigna un valor numérico y sólo
    puede marcarse una opción. Se considera un dato
    inválido a quien marque dos o más
    opciones.

    Como se construye una escala Likert

    En términos generales, una escala Likert se
    construye generando un elevado número de afirmaciones
    que califiquen al objeto de actitud y se
    administran a un grupo piloto para obtener las puntuaciones
    del grupo en cada afirmación. Estas puntuaciones se
    correlacionan con las puntuaciones del grupo a toda la escala (la
    suma de las puntuaciones de todas las afirmaciones), y las
    afirmaciones cuyas puntuaciones se correlacionen
    significativamente con las puntuaciones de toda la escala, se
    selecciona para integrar el instrumento de medición.
    Asimismo, debe calcularse la confiabilidad y validez de la
    escala.

    Maneras de aplicar la escala Likert

    Existen dos formas básicas de aplicar una escala
    Likert. La primera es de manera autoadministrada: se le entrega
    la escala al respondiente y éste marca respecto a
    cada afirmación, la categoría que mejor describe su
    reacción o respuesta. Es decir, marcan respuestas, la
    segunda forma es la entrevista; un entrevistador lee las
    afirmaciones y alternativas de respuesta al sujeto y anota lo que
    éste conteste. Cuando se aplica vía entrevista, es
    necesario que se le entregue al entrevistador una tarjeta donde
    se muestran las alternativas de respuesta o
    categorías.

    Al construir una escala Likert debemos asegurar que las
    afirmaciones y alternativas de respuesta serán
    comprendidas por los sujetos a los que se les aplicará y
    que éstos tendrán la capacidad de discriminación requerida.

    CODIFICACIÓN

    El objetivo de este procedimiento es agrupar
    numéricamente los datos que se expresen en forma verbal
    para poder luego
    operar con ellos como si se tratara, simplemente, de datos
    cuantitativos. Para lograrlo se habrá de partir de un
    cúmulo de informaciones que tengan una mínima
    homogeneidad, lo cual es necesario para poder integrarlas. Pueden
    tratarse de cientos de respuestas a una misma pregunta o de una
    variedad de posibles situaciones observadas mediante un mismo
    ítem de una pauta de observación: en ambos casos
    existirá una determinada variedad de respuesta o de
    observaciones que presenten las elecciones o los comportamientos
    de los objetos de estudio.

    El primer paso a dar frente a todos estos datos es
    realizar una revisión atenta de un subgrupo reducido de
    ellos con el objeto de encontrar una tipología de
    respuestas posibles, en concordancia, por otra parte, con las
    formulaciones teóricas que guían la
    investigación y con los criterios adoptados en la etapa de
    operacionalización. A cada categoría de respuestas
    habremos de darle un código
    particular, un número o letra diferente, que
    servirá para agrupar tras de sí a todas las
    respuestas u observaciones que sean idénticas o que, al
    menos, aparezcan como equivalentes. Luego procederemos a
    señalar a cada uno de los cuestionarios o pautas con el
    código
    que le corresponde en cada caso, con la que quedará
    sintetizada la respuesta que contiene. El proceso se facilita
    grandemente cuando se realiza mediante computadoras.

    Supongamos que hemos preguntado, por medio de
    entrevistas estructuradas hechas a una muestra, la opinión
    que tienen las personas respecto a las Naciones Unidas.
    Si la pregunta ha sido abierta, cada responderte habrá
    expuesto sus opiniones en algunas breves frases. La
    codificación nos permitirá agrupar sus respuestas,
    para poder evaluar cuáles son las opiniones más
    salientes al respecto. Nuestros códigos, por ejemplo,
    pondrán ser:

    1. Es una institución que garantiza (o protege)
      la paz mundial.
    2. Es una institución que debería ser
      reformada.
    3. Es útil por los servicios
      que presta a los países menos
      desarrollados.
    4. Es inoperante, ineficiente, etc.
    5. No sabe o no opina al respecto.

    Por supuesto que podrían elaborarse otros
    códigos, categorizando más o menos detalladamente
    las respuestas. Casi siempre que se encuentran ideas similares
    pero que se expresan a través de palabras diferentes se
    procede a unificarlas en un mismo código;
    excepcionalmente, cuando no sólo interesa la idea sino
    además los aspectos lingüísticos con que
    ésta se manifiesta, es necesario buscar un código
    para cada respuesta tomada textualmente. Los casos
    difíciles de ubicar, de respuestas que pudieran situarse
    en más de una categoría, sólo pueden ser
    resueltos consultando con el marco
    teórico. Cuando aparecen respuestas ambiguas,
    extrañas o simplemente anómalas, es conveniente
    agruparlas en el código "otras respuestas", para no abrir
    demasiadas categorías simultáneamente.

    CONCLUSIÓN

    Recolectar los datos implica seleccionar un instrumento
    de medición disponible o desarrollar uno propio, aplicar
    el instrumento de medición y preparar las mediciones
    obtenidas para que puedan analizarse correctamente.

    Medir es el proceso de vincular conceptos abstractos con
    indicadores empíricos, mediante clasificación y/o
    cuantificación. Un instrumento de medición debe
    cubrir dos requisitos: confiabilidad y validez.

    La confiabilidad se refiere al grado en que la
    aplicación repetida de un instrumento de medición
    al mismo sujeto u objeto, produce iguales resultados. La validez
    refiere al grado en que un instrumento de medición mide
    realmente la(s) variable(s) que pretende medir. Se pueden aportar
    tres tipos de evidencia para la validez: evidencia relacionada
    con el contenido, evidencia relacionada con el criterio y
    evidencia relacionada con el constructo.

    Los factores que principalmente pueden afectar la
    validez son: improvisación, utilizar instrumentos
    desarrollados en el extranjero y que no han sido validados a
    nuestro contexto, poca o nula empatía, factores de
    aplicación.

    No hay medición perfecta, pero el error de
    medición debe reducirse a límites
    tolerables.

    BIBLIOGRAFÍA

    SABINA, Carlos: El Proceso de
    Investigación
    , editorial PANAPO, Caracas
    1992.

    HERNÁNDEZ, Sampieri, Roberto:
    Metodología de la Investigación,
    editorial Me graw Hill. Bogota Colombia
    1991

    TAMAYO Y TAMAYO, Mario: Metodología
    Formal de la Investigación Científica
    ,
    editorial Limusa, S.A. México D.F. 1995

      

    EVELIN Fernández

    Ciudad Guayana, Venezuela

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