La integración Latinoamericana y
Caribeña cuyos propósitos se convierte hoy en una
condición de lucha y supervivencia para los países
Latinoamericanos en medio de los convulsas contradicciones del
régimen capitalista anta la ola
globalizadora.
Contando con esas realidades y en ausencia de una
voluntad política, donde
quienes toman decisiones, muchas veces responden más al
Capital
Transnacional que a las prioridades nacionales y regionales. De
modo que resultan en la práctica ser mucho más
funcionales determinados esquemas y diseños de políticas
nacionales de algunos países de Capital
Transnacional, que a la propia idea de crear especies
económicas con relativa independencia.
Ante esta disyuntiva es posible abordar la integración al margen del proceso
privatización y transnacionalización
del Capitalismo
Contemporáneo?
La integración en este sentido, tiene que
preparar a la región a enfrentar las influencias negativas
de la
globalización neoliberal.
La integración Latinoamericana y
Caribeña cuyos propósitos se han vistos frustrados
en sus intentos anteriores, se convierte hoy en una
condición de lucha por la subsistencia y desarrollo.
América Latina y el Caribe tienen que exigir
con fuerza una
relación de respeto y
cooperación y esa fuerza, solo
puede emanar de la unidad de nuestros pueblos. Ella nos abre
espacios nuevos en un mundo complejo, donde los intereses de los
pequeños países subdesarrollados suelen quedar
olvidados con frecuencia.
En este empeño de identificación,
debemos partir de lo que nos une, con sentido realista y
suficiente voluntad política, apoyados en
la perspectiva regional y tercer mundista e inspirados en las
ideas supremas de los fundadores de Nuestra América
cuya expresión mas alta es Simón Bolívar y
Martí que soñaron con "Nuestra América" unida coma una sola nación.
La integración no puede condicionarse solo con
sus ribetes económicos. Los espacios comerciales,
financieros y de inversiones
han sido puntos de arranque importantes, pero no son los
únicos si queremos andar por caminos
firmes.
Por tanto en el contexto de la
metamorfosis del capitalismo de
fines de milenio y en medio del proceso de
trasnacionalización, la integración ocupa un
papel
importante.
En la actualidad ningún país puede
desarrollarse sin tener vínculos con otros países
tanto en lo económico como en lo político y
social.
Lenin señalaba:
"… la formación del mercado mundial
muestra
palpablemente la labor histórica progresiva del
capitalismo, que destruye el viejo aislamiento y carácter
cerrado de los sistemas
económicos que liga a todos los países del mundo en
un todo económico único…"
Por tanto la integración es un fenómeno
característico de la época
contemporánea determinado entre los factores por la
exigencias de la RCT internacionalización de la producción.
En los países subdesarrollados existen
móviles particulares que impulsan esta tendencia general y
que se encuentran asociadas a la necesidad de elevar sus
incipientes ritmos de crecimiento, hacer frente a las
perspectivas de sus relaciones económicas externas, formar
un frente común contra las medidas proteccionistas y
defender sus derechos.
En este sentido del proceso de integración en
las condiciones actuales debe ir dirigido a maximizar los
beneficios y disminuir los costos del
proceso de globalización.
Los esfuerzos integracionalistas en América
Latina y el Caribe datan desde la gesta libertadora de
Bolívar y Martí. No obstante las acciones
concretas emprendidas por la burguesía latinoamericana en
los años de Post-guerra y en el
contexto de la Comisión para América
Latina (CEPAL), los primeros pasos tuvieron lugar en la
década del 50 al fundarse la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio
(1960) transformado en 1980 en ALADI.
Estos grupos estaban
enmarcados en la corriente capitalista desarrollista cuyo
objetivo
fundamental era la industrialización a partir de la
sustitución de importaciones. Su
objetivo fue
ir creando gradualmente el mercado
común Latinoamericano y avanzar posteriormente hacia la
integración
económica. Con su creación se estimuló
la firma de acuerdos bilaterales entre los países miembros
que contribuyó a activar el comercio
intraregional
(ver tabla)
ALALc Repartición de las
exportaciones
totales de manufacturas por países de
origen
Países | Exportaciones totales de la | Exportaciones de | ||||||
1965 | 1970 | 1975 | 1977 | 1965 | 1970 | 1975 | 1977 | |
Argentina | 15.9 | 14.1 | 10.0 | 13.9 | 15.9 | 23.2 | 15.8 | 18.7 |
Bolivia | 1.4 | 1.8 | 1.8 | 1.8 | 9.0 | 5.5 | 3.2 | 3.4 |
Brasil | 17.0 | 21.7 | 29.1 | 29.8 | 25.5 | 30.1 | 44.3 | 43.3 |
Chile | 7.3 | 9.8 | 5.7 | 5.3 | 9.5 | 4.9 | 5.9 | 5.2 |
ALALc | 9389.0 | 12619.4 | 40652.4 | 931.2 | 1817.0 | 5852.4 | 929.3 |
Fuente: Revista
Económica de América Latina #8 1er Semestre 1982
P83
A pesar de los logros obtenidos como señala la
tabla, hay que señalar que el proceso de
sustitución de importaciones
mantuvo bajas tasas debido a que estos países fabricaban
manufacturas a elevado valor y a
altos costos de
producción, teniendo baja mecanización y
automatización de los procesos
industriales.
Al propio tiempo las
diferencias en los niveles de desarrollo
económico de los países originaron distribución desigual y la
orientación del tratado hacia el fomento del comercio mutuo
de forma unilateral, reduciendo las posibilidades de
integración en otras esferas.
En este mismo periodo, desde los años 60 estuvo
asociado al proceso de reestructuración del Capitalismo
mundial y a la creciente dominación imperialista en
nuestra región.
Esta integración era concebida en los documentos de la
CEPAL como vector estratégico de la ruptura del cuadro
prevaleciente de insuficiente dinamismo y baja productividad
Latinoamericana, proyectándose en tres direcciones
interdependientes: la aceleración del crecimiento, la
expansión y la diversificación de las exportaciones y
el avance de la industrialización.
Este papel
estratégico no significaba sin embargo que ella fuera
considerada en sí misma, como una vía alternativa
de desarrollo.
Las posibilidades de reorientación del patrón de
industrialización se relevaban limitadas por una serie de
factores estructurales internos, la ineficiencias en la estructura
productiva y en la utilización de los recursos, el
escaso desarrollo de las instituciones
y mecanismos financieros adecuados, el atraso y estacionamiento
de la economía rural, la ausencia de una base
tecnológica endógena, la falta de movilidad social
y la extrema desigualdad de distribución del ingreso y de la riqueza,
colocaban a las economías de la región en
condiciones desventajosas para la industrialización y
competir con los países desarrollados.
Por otro lado la virtual falta de resistencia y
más aún la entrega de la mayoría de los
gabiernos que aceptaron las formulas neoliberales
diseñadas y exigidas por el capital
transnacional.
Todo lo anterior permite asumir que esencia estos
procesos de
integración, esta dado por la naturaleza de los
agentes que intervienen, por tanto es necesario distinguir dos
formas de integración: aquella que responde a las
necesidades del gran Capital financiero transnacional y la
segunda se nos presenta como una alternativa a la
desnacionalización promovida por agentes que tratan de
buscar un espacio económico vital para estructurar un tipo
de integración de resistencia. Si a
esto se le une que en la década de los 80,
prácticamente la inmensa mayoría de las naciones
latinoamericanas se encontraban sumergidas bajo los efectos de su
más profunda crisis.
Podría decirse que los únicos indicadores
que crecieron a todo lo largo de este decenio de manera sostenida
fueron la deuda externa,
la pobreza y
la aplicación de practicas neoliberales que dieron riendas
sueltas al mercado.
Por tanto, contando con esas realidades y en ausencia de
una voluntad política quienes toman decisiones, muchas
veces responden más a los intereses del Capital
Transnacional que a los principios
nacionales y regionales, de modo que resultan en la
práctica ser mucho más funcionales determinados
esquemas y diseños de la políticas
nacionales de algunos países al Capital Transnacional que
a la propia idea de crear espacios económicos con relativa
independencia,
que permitan ciertos márgenes de autonomía y al
mismo tiempo den
soluciones a
las realidades muy concretas del continente.
Las elevadas barreras comerciales impuesta por los
países industrializados a la importación de productos
agrícolas y alimentos
elaborados, junto con las subvenciones a la agricultura,
han contribuido a que la exportación de esos productos
básicos por los países en desarrollo arrojara
resultados bastante decepcionantes en la década de los 90.
Sí bien los aranceles
medios en
Estados
Unidos, Canadá, la Unión
Europea y el Japón
oscila apenas el 4.3% establecido por Japón y
el 8.3% impuesto por
Canadá, los aranceles y
barreras comerciales son mucho más elevadas para los
productos que exportan los países
subdesarrollados.
- Los principales alimentos
básicos de origen agropecuario, como la carne, el
azúcar, la leche, los
productos lácteos
y el chocolate, los aranceles superan el 100%. Las frutas y
hortalizas, especialmente las bananas superan la cuota de la
Unión
Europea (con un arancel del 180%), el maní (550% en
Japón y 132% en los Estados
Unidos). - Los productos de la industria de
la Alimentación incluido los jugos de
frutas, las conservas de carne, la manteca de maní y los
productos de confitería, con aranceles que superan el
30% en varios mercados. - Los productos textiles, la vestimenta y el calzado
oscilan entre un 15 y 30%.
Con la aplicación de la fórmula neoliberal
se observan en el continente datos que primera
vista te hacen creer que esta política es la salida
perfecta que necesitan las economías débiles d los
países que conforman el Tercer Mundo, bajo la falsa
imagen de un
crecimiento
económico que se evidencia en el aumento de la cifres
de algunos índices macroeconómicos como por
ejemplo: el incremento del Producto Interno
Bruto, pero con una distribución desproporcionada del
mismo Los escasos recursos
obtenidos se han destinados principalmente a cubrir los servicios de
la deuda externa,
que sin apenas dinero fresco,
continúa creciendo.
Por consiguiente el principal obstáculo de la
integración es el Neoliberalismo.
El imperialismo y
sus instrumentos económicos, políticos y militares
hacen todo lo posible para debilitar los estados nacionales. Las
transformaciones que tienen lugar atentan contra los estados
nacionales, pero la formación de nuevos espacios
transnacionales no tienen sentido sin los estados
nacionales.
Ellos son los que financian con recursos nacionales los
cambios mundiales, aportan los recursos públicos para
tratar de enmendar la crisis del
sector privado, abren unilateralmente los mercados a favor
de los países ricos o cierran en detrimento de los
países subdesarrollados.
No podemos escapar a estas realidades cuando hablamos de
un mundo donde las riquezas estan cada vez más
concentradas, donde la fortuna de las 225 familias mas ricas, es
superior al ingreso anual de los 2500 millones de habitante
más pobres, que representan el 45% de los seres humanos
del planeta.
Por tanto coincidimos con lo señalado por Carlos
Alzuga Noy Treto, cuando señala que la integración
en las actuales condiciones debe tener cuatro
condiciones:
- En lo político, lo primero es que debe
garantizar la continuidad del Estado–nación, es decir no podemos plantearnos
que sea la destrucción del Estado
nacional, sí la creación de un nuevo nivel de
gobernabilidad, en el que se conjugue lo nacional con los
intereses de la región. - En lo económico, debe asegurar la
inserción en el mercado mundial en condiciones
óptimas de eficiencia y
sustentabildad. - En lo social, ha de promover la equidad, disminuir la
pobreza e
impedir la marginación y la exclusión, es decir
fortalecer la cohesión social entre las distintas
regiones o sub-regiones de un país o entre los distintos
países que lo integran. - El aspecto cultural, debe proteger la identidad
nacional individual dentro de una unidad más
amplia.
En este contexto es necesario analizar el surgimiento
del MERCOSUR como
intento de concertación intergubernamental cada vez
más importante en las relaciones interamericanas donde
Brasil juega
un papel importante en su génesis, presente y futuro.
Brasil era
responsable de algo más del 70% del PIB total del
bloque, al cual Argentina le
aportaba 24.7%, Uruguay 1.7% y
Paraguay 0.9%,
donde las exportaciones de Uruguay
dependían en un 35% de la capacidad importadora
Brasileña, donde en 1996 el comercio de Argentina con Sao
Paulo es superior al que tenia con Estados Unidos.
Por lo tanto no es casual que MERCOSUR
asumió desde el inicio, como elementos de modernidad, la
apertura irrestricta de los mercados nacionales, las
privatizaciones como alternativa a la supuesta "ineficiencia
consustancial de las empresas
estatales y la desregulación del mercado donde el peso
fundamental lo tienen las empresas
transnacionales". Para ilustrar lo anterior podemos
señalar:
- En Brasil 153 empresas, la casi totalidad de capital
transnacional o con importante composición de capital
externo. En 1977 fueron responsables de más del 30% de
las exportaciones del país. - En el caso de Argentina el 30% de las 500 mayores
empresas era de capital externo en 1990. Seis años
después el 51% de ellas era el capital transnacional.
Este último dato se corresponde de manera lógica con el hecho de que en 1977, las
exportaciones Argentinas eran realizadas el 50.3% por las
empresas transnacionales mientras que en 1993, estas solo
participaban del 42.3% de las exportaciones.
El menor dinamismo de las exportaciones Latinoamericanas
comparado con la evaluación
del comercio
internacional cuyo ritmo de expansión se acelera a
partir de la segunda mitad de los años 80,
traduciéndose en un continúo deterioro de la
posición relativa de América Latina, cuya
participación en las exportaciones mundiales bajo de 5.5%
en 1970 (era 7.71% en 1960) a penas 3.5% en 1994; y a pesar del
incremento del intercambio intraregional en plena
expansión del MERCOSUR el comercio de América
Latina continuaba en la década de los 60, orientado hacia
los mercados extraregionales que absorben más del 80% de
las exportaciones totales.
Esta participación se reduce aproximadamente 50%
en los casos de Argentina y Uruguay y a un 34% en Paraguay,
permanece sin embargo elevada en el caso de Brasil (77%), para
México
asociado al Tratado de Libre
Comercio el mercado regional se volvió marginal y solo
representa apenas 5.2% del total de las exportaciones y 83.4% es
hacia Estados Unidos.
Por otro lado en la realidad Latinoamericana esta
ocurriendo compromisos de liberación de acuerdos de
Libre
Comercio. La iniciativa de Estados Unidos de extender el
Tratado de Libre
Comercio a todos los hemisferios a través del ALCA no es ajena
a este nuevo cuadro de oportunidades de expansión de las
corrientes del comercio y de inversión externa generado por los procesos
de liberación y desreglamentación, inaugurados por
la política de Reagan que condujera a la
reestructuración de las economías Latinoamericanas
en dirección a la apertura comercial, privatización de los servicios
públicos y desnacionalización de los espacios
económicos regionales. Por lo tanto una
liberalización del comercio hemisférico, antes de
llegar todavía a la eliminación total de las
tarifas arancelarias y otras barreras no tarifarías,
tendría un impacto altamente destructivo sobre un gran
número de empresas y actividades
En términos políticos y económicos
significaría una recolonización de estos espacios
periféricos menores. Por los países
mas grandes y en particular para el futuro del MERCOSUR, es
evidente, impediría cualquier avance posible para una
integración.
Las reuniones preparatorias han puesto énfasis en
la apertura de los servicios de infraestructura, de la banca
pública y privada de la seguridad
social, de la propiedad
intelectual, de las compras
gubernamentales, pero con respecto a la liberación de las
corrientes migratorias y al acceso a la información tecnológica privilegiado
no se propone ningún acuerdo.
Por lo que se infiere que el ALCA es
más que libre comercio, el ALCA es también un
tratado de compromisos y lealtades a Estados Unidos, donde al
parecer la multipolaridad económica exigirá la
existencia de áreas de influencia más o menos
precisas para los centros de poder.
Es por eso que la integración que se realiza en
América Latina tiene que tener como sentido preparar a la
región o ayudar a enfrentar las influencias de la
globalización actual en medio de plataforma
neoliberal.
Quisiéramos concluir con la siguiente frases
planteadas por Fidel
… No queremos los nuevos indios, más si no
nos unimos, si no cooperamos entre nosotros, si no nos
integramos, incluso si nos unimos en el futuro
políticamente, seremos los nuevos indios del mundo
actual…
- El proceso integracionista actual no puede verse al
margen de los cambios y metamorfosis del Capitalismo actual en
el Capitalismo Monopolista de Estado transnacional. Por lo que
no se puede hablar de integración sin tener en cuenta la
globalización neoliberal - En este sentido, el problema está en la
capacidad de nuestro pueblo para influir en esas
contradicciones entre los grupos
económicos y político de poder, de
manera que le permita enfrentar las disyuntiva de integrar o
entregar. - Porque concluimos señalando que el principal
enemigo de la integración es la globalización
neoliberal. - La iniciativa de Estado Unidos de extender el Tratado
de Libre Comercio a todo el hemisferio a través de ALCA
es traducido en términos económicos y
políticos como nueva forma de recolonización de
estas especies periféricas menores, por los
países de mayor desarrollo, y en especial crecimiento
del hegemonismo de los Estados Unidos.
- Lenin, V. Ilich——- Acerca de la llamada
cuestión de los mercados - Marx, Carlos ——– "El Capital Tomo 3
- Castro, Ruz Fidel—– Discurso en
el Aula Magna de la Universidad
de Venezuela
Revistas
- Revista Cuba
Socialista #2/ 89 - Revista Cuba
Socialista #10/ 89 - Revista Cuba Socialista #14/ 99
- Revista CEPAL Agosto 1994
- Revista CEPAL # extraordinario Octubre
1998 - Revista CEPAL Agosto 2000
- Revista CEPAL Abril 2001
- Revista Economía de
América Latina #8 I Semestre 1982 - Revista Economía y Desarrollo # 1 /
1970 - Revista Economía y Desarrollo # 10 /
1972 - Boletin informe del
Banco
Mundial Washington 5 Diciembre del 2000
Mayra Polle