- Una perspectiva
estratégica de la seguridad ciudadana desde el
ámbito local - El compromiso municipal con la
mejora del Tráfico y la Seguridad
Vial - Un decidido Impulso al
Servicio Público de Protección
Civil - Mejora de la seguridad
corporativa y patrimonial del Ayuntamiento
1. Introducción.
El mundo municipal constituye en España una
realidad muy heterogénea. Hay más de 8.000
municipios en España; y,
entre ellos, algo más de 1.700 disponen de Cuerpos de
Policía Local. Más de 1.100 de estos últimos
ayuntamientos tienen una población inferior a los 10.000 habitantes.
Cerca de 300 cuentan con una población situada entre los 10.000 y los
20.000 habitantes. Y, el resto, otros tres centenares, tienen una
población mayor, que abarca decenas, cientos de miles o,
incluso, millones de habitantes.
Es evidente que, en materia de
seguridad, los
municipios sufren problemas bien
distintos. Unos, los propios del ámbito rural y otros, los
característicos de las grandes áreas
metropolitanas. En unos la lucha contra la delincuencia
supone la prioridad; en otros, los problemas
relacionados con el tráfico urbano. Y, en casi todos, la
atención a estos problemas se comparte con
la difícil tarea de intentar mantener el normal y
pacífico desarrollo de
la convivencia ciudadana, en comunidades cada vez más
complejas, que integran grupos con
intereses diversos y asumen, como algo cotidiano, conflictos
sociales, generacionales, étnicos y culturales.
Pero, a pesar de sus grandes diferencias, todos
los municipios comparten unas particulares señas de
identidad que
les unen como conjunto y, a la vez, les diferencian del resto de
las Administraciones Públicas:
El aspecto más relevante consiste en que los
municipios representan el poder
público más cercano a los ciudadanos, el que mejor
conoce los problemas de la comunidad y el
que más obligado se siente a resolverlos.
Una segunda seña de identidad es
que el municipio constituye una administración integral, que reúne
servicios
multidisciplinares, tan diversos como el urbanismo, el medio
ambiente, los servicios
sociales, la educación, el
deporte, el
tráfico y la seguridad, lo que les ofrece una perspectiva
transversal de los problemas y les obliga a un trabajo en
colaboración permanente.
La tercera es la gran amplitud y la polivalencia de las
funciones
asignadas a los Cuerpos de Policía que dependen de los
municipios, que abarcan, en su totalidad, el amplio abanico de
los problemas de la comunidad: la
mediación en conflictos, el
auxilio en emergencias sociales y sanitarias, las
problemáticas derivadas del
tráfico urbano, el control del
cumplimiento de normas
administrativas municipales y extramunicipales, la
prevención de la delincuencia y
el mantenimiento
de la seguridad ciudadana. De hecho, la Ley que regula
las funciones de las
Policías Locales se podría haber resumido mucho,
diciendo simplemente que la misión de
la Policía Local consiste en actuar allí donde
existe un problema.
Por estas razones, a pesar de la importante diversidad
de los municipios y de sus Policías Locales, es necesario
elaborar un Documento estratégico que sirva como
guía de actuación para las Corporaciones Locales y
sus área de seguridad y protección, en que se
realiza una batería de propuestas para desarrollar un
Plan Integral de Seguridad en el Municipio.
Sabemos que el desarrollo de
algunas de nuestras propuestas no resultará posible en
todos los municipios. De hecho, muchas de ellas están
pensadas para municipios de áreas metropolitanas o que
tienen una población superior a los 25.000 habitantes.
Pero, en cualquier caso, indican un tratamiento próximo e
integral de las problemáticas de seguridad, que puede ser
aprovechado, adecuándolo a la realidad de cada pueblo o
ciudad.
También presumimos que habrá quienes
piensen que nuestras propuestas responden a planteamientos
utópicos, que son difícilmente realizables. A
quienes se sitúen en esa posición, queremos
responderles que muchas de las propuestas que realizamos no han
sido ideadas en la reunión académica de una
élite de técnicos, sino que están basadas en
las experiencias que, desde hace tiempo, se
están desarrollando en un grupo cada vez
más numeroso de municipios, regidos por gobiernos
progresistas.
2. Una
perspectiva estratégica de la seguridad ciudadana desde el
ámbito local.
Las Administraciones Públicas deben contemplar el
mantenimiento
de la seguridad y la convivencia como un derecho y un elemento
esencial en la calidad de
vida de los ciudadanos. Especialmente en lo que se refiere a
la protección de los más débiles y
desfavorecidos económicamente, que son quienes más
sufren las consecuencias de la delincuencia y de otras conductas
asociales.
Desde el ámbito local, donde se ejerce el
gobierno
más próximo a los ciudadanos, también se
tiene la responsabilidad de desarrollar políticas
que permitan afrontar con éxito
los problemas de una sociedad compleja
y ofrecer alternativas a la delincuencia y la inseguridad,
que cada vez afectan y preocupan más a la
comunidad.
Hay que destacar que la inseguridad no
es solo un problema policial. Desde una perspectiva progresista,
para mejorar la seguridad, la actividad de los Cuerpos de
Seguridad debe acompañarse de políticas
transversales, que aborden las causas de la inseguridad y
articulen la actuación integral de diferentes servicios
públicos. La delincuencia y el conflicto
deben ser concebidos como fenómenos multifactoriales, que
requieren de respuestas interdisciplinares. Una ciudad
integradora y cohesionada socialmente es una ciudad que pone el
acento en la prevención de la delincuencia.
Pero las problemáticas de inseguridad no pueden
abordarse solo desde la política municipal,
ya que necesitan del esfuerzo y la corresponsabilización
del conjunto de las Administraciones e Instituciones
Públicas. La Delegación del Gobierno, la
Comunidad Autónoma y la
Administración de Justicia no
pueden declararse "irresponsables" o no implicarse activamente en
los problemas de seguridad del municipio.
Esta idea de responsabilidad compartida
también debe extenderse a la Participación
Ciudadana, porque la sociedad civil
tiene el derecho y el deber de participar en la solución
de los problemas de seguridad, de la misma manera que lo hace en
otros aspectos de la vida del municipio.
Frente a algunas ideas imposibles y trasnochadas,
que pretenden negar la responsabilidad municipal en seguridad ciudadana o
situar esta preocupación en el terreno ideológico
del conservadurismo político, tenemos el convencimiento de
que el Gobierno Local no puede, ni debe, eludir una importante
atención política a esta
materia que
supone (y supondrá) una de las principales preocupaciones
sociales.
Así pues, se propone a los Municipios realizar
una fuerte apuesta por el desarrollo de políticas de
seguridad, como las que se están impulsando desde hace
años en algunos ayuntamientos, con una perspectiva
estratégica de largo alcance de mejora y calidad de los
servicios que en este ámbito se prestan a los
ciudadanos.
Por eso proponemos estas Bases para desarrollar un
Plan Municipal
de Seguridad Integral, que recogen un conjunto de
políticas, programas y
acciones, para
contribuir a la mejora de la Seguridad Ciudadana desde el
ámbito local, a través de 22 grandes ejes de
actuación.
1º) Eje de políticas de
prevención de la delincuencia y de las conductas
asociales.
Desde una perspectiva local y próxima a los
ciudadanos, las políticas de prevención de la
inseguridad son un instrumento fundamental para garantizar el
mantenimiento de la calidad de
vida y, por ello, deben constituir uno de los principales
ejes de la actuación municipal. En consecuencia,
proponemos el desarrollo de los siguientes programas:
- Programas de integración y prevención de
problemas interétnicos, favoreciendo la plena integración de los colectivos
inmigrantes. - Programa de lucha contra la violencia de
género, dando un tratamiento integral a
la atención a este fenómeno. - Programas de prevención de las
problemáticas infanto – juveniles, con especial
atención a la prevención de los comportamientos
asociales en el entorno socio – escolar. - Programas de prevención urbanística de
zonas inseguras. - Programas de prevención del racismo y la
xenofobia.
– Programas de prevención de la
desatención a los mayores.
– Programas de prevención del vandalismo
urbano.
– Programas de ocio juvenil alternativo.
2º) Eje de políticas de solidaridad con
las víctimas del delito.
Desde los profesionales de las Policías Locales
tenemos el firme convencimiento de que la reinserción de
los delincuentes y la atención a las víctimas no
son políticas autónomas, sino que están
ligadas por la gran interacción de sus efectos.
Favoreciendo la reinserción y rehabilitación de los
delincuentes se evita la reincidencia y la nueva
victimización y, ayudando y apoyando a las víctimas
del delito, se
facilita la adhesión de los ciudadanos a una
política criminal que rehabilite e integre al delincuente
en la sociedad. Por
ello proponemos el desarrollo de las siguientes acciones:
- Creación del Servicio Municipal de
Atención a la Víctima (S.A.V.), para
garantizar la prestación de servicios de apoyo y
asistencia a las víctimas de delitos y de
conductas asociales. - Impulsar decididas políticas de
rehabilitación, especialmente dirigidas a los
jóvenes delincuentes primarios o en riesgo social,
en el marco de la Ley del
Menor. - Desarrollar, a través del S.A.V.,
Programas de Mediación entre víctimas y
pequeños infractores, impulsando la resolución
extrajudicial de este tipo de conflictos.
3º) Eje de políticas de
participación ciudadana.
Un aspecto fundamental en el Plan Municipal de Seguridad
Integral es la garantía del derecho a la
participación ciudadana en la definición de las
políticas de seguridad y en el control de la
gestión
de los cuerpos policiales. En este sentido,
proponemos:
- Creación del Consejo Local de Seguridad y
de los Consejos de Seguridad de Barrio, como órganos
canalizadores de la participación ciudadana y de su
tejido asociativo en materia de seguridad. - Impulsar la suscripción de un Pacto
Cívico por la Seguridad y la Convivencia, que
desarrolle acciones participativas con el tejido social, en
materia de prevención de la delincuencia y de conductas
asociales.
4º) Eje de fortalecimiento del Servicio
Público de Seguridad Local.
Entre los principales instrumentos para desarrollar las
políticas municipales de seguridad se encuentran el
Servicio de
Policía Local y otros servicios complementarios integrados
en las Áreas de Seguridad. Los gobiernos locales que
(basándose en arcaicos prejuicios ideológicos o en
la dificultad de su gestión) se limitan a prestar una
atención política de segundo orden al Servicio de
Policía Local, lo mantienen con plantillas
raquíticas, mal estructuradas y peor equipadas,
simplemente están alejándose del interés de
su Comunidad.
Al contrario, aquellos gobiernos que asumen su
responsabilidad y fortalecen estos servicios en el marco de una
política estratégica de seguridad, están
conectando con las demandas sociales y apuestan por la mejora de
la calidad de vida
en sus pueblos y ciudades. Por eso, proponemos las siguientes
acciones:
- Incrementar la plantilla del Servicio de
Policía Local hasta una ratio de 1 a 1,5 policías
locales por cada mil habitantes, en función
de las características del
municipio. - Completar una adecuada estructura
de mando en la Policía Local, para garantizar la eficaz
dirección técnica del
Servicio. - Crear un Departamento o Secretaría
Técnica de Prevención, encuadrado en la
Delegación de Seguridad Ciudadana, para garantizar el
impulso y la coordinación de los diferentes planes y
programas de actuación. - Declarar el Área de Seguridad como de
inversión prioritaria y desarrollar un Plan
Cuatrienal de Inversiones destinado específicamente
a la mejora y modernización del Servicio de
Policía Local, prestando especial atención a la
introducción de las nuevas
tecnologías.
5º) Eje de políticas de
proximidad.
Una de las demandas más reiteradas que los
ciudadanos manifiestan al Gobierno Local y a su Servicio de
Policía es la necesidad de disponer de policías
cercanos a sus barrios y a los problemas que en ellos se
producen. Quieren policías a quienes conozcan y que les
conozcan. Quieren policías sensibles a sus opiniones y a
sus preocupaciones. Quieren proximidad y el municipio debe
responder con la prestación de un servicio a esta
legítima exigencia ciudadana. En consecuencia, proponemos
las siguientes acciones:
- Crear la Policía de Barrio, con la
adscripción de equipos policiales a los diferentes
barrios de la ciudad, bajo el criterio de asumir funciones
integrales
(lo que definimos como Servicio Policial Básico)
en relación al conjunto de los problemas enmarcados en
el ámbito local y que no tienen trascendencia para la
seguridad del Estado. - Establecer el procedimiento
de recogida de denuncias "in situ", a
través de los vehículos radiopatrullas del
Servicio de Policía Local. - Crear una Oficina Móvil de la
Policía Local, que sirva como lugar de información de todos los programas de
prevención y actuación policial, oficina de
denuncias y promoción de cuantas acciones de
seguridad se quieran llevar a cabo en los diferentes barrios de
la Ciudad.
6º) Eje de mejora de la atención policial
a problemas sensibles.
Existen determinados problemas que la sensibilidad
social ha situado en un primer orden de prioridad y que requieren
de una atención policial especializada. Entre ellos se
sitúan los relacionados con las diversas formas de
violencia
doméstica, los conflictos que se producen en el entorno
socioescolar y los diferentes problemas relacionados con la
protección del medio ambiente. Para
responder adecuadamente a estas demandas, proponemos:
- Crear en la Policía Local una Unidad de
Atención a Situaciones de Violencia,
configurando un equipo especializado en la prevención y
atención a las situaciones de violencia de género,
desprotección de menores y mayores, violencia en el
entorno socioescolar, etc. - Crear en la Policía Local una Unidad de
Protección del Medio
Ambiente (o Patrulla Verde), como un equipo
especializado en la atención a la problemática
medioambiental en el medio urbano.
7º) Eje de mejora de la atención policial
a los ciudadanos.
La orientación hacia los ciudadanos y la mejora
de la atención policial debe constituir una de las
prioridades en las políticas municipales de seguridad,
porque son un eje básico y esencial para la
prestación de un servicio eficaz y de calidad. Con estos
objetivos,
proponemos:
- Crear una Oficina de Denuncias en el Servicio
de Policía Local, en estrecha coordinación y colaboración con el
servicio correspondiente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado que
sea competente en el municipio. - Crear una Oficina de
Atención al Ciudadano en el Servicio de
Policía Local, que recoja las quejas, reclamaciones y
sugerencias que quieran presentar los ciudadanos del
municipio. - Desarrollar acciones que conlleven la mejora y
modernización de las instalaciones y dependencias de la
Policía Local en las que se atiendan las demandas
ciudadanas.
8º) Eje de mejora de la calidad en el
Servicio de Policía Local.
Los ciudadanos, cada vez como más insistencia,
exigen de la
Administración que los servicios públicos
funcionen, y que funcionen bien. En definitiva, los ciudadanos
demandan un mínimo nivel de calidad de los servicios,
quedar satisfechos de su utilización y no ver frustradas
las expectativas que tenían depositadas en los mismos. La
seguridad pública no debe ser ajena a estas tendencias de
mejora continua de un servicio tan necesario, como esencial para
la comunidad. Por ello proponemos:
- Hacer públicos los compromisos del Servicio de
Policía Local a través de una Carta de
Servicios de la Policía Local. - Establecer el sistema de
Hojas de Reclamaciones/Sugerencias en la Policía
Local, para recoger las quejas y sugerencias ciudadanas
relacionadas con la prestación del Servicio (compromisos
de atención a emergencias, contestación a quejas,
etc.). - Instituir un procedimiento
de control de la satisfacción ciudadana con las
actuaciones de la Policía Local, para
detectar las deficiencias y tomar decisiones para mejorar el
Servicio. - Desarrollar en el ámbito municipal,
complementario al de la Escuela de
la Comunidad Autónoma, un Plan de Formación
dirigido a la Policía Local, prestando especial
atención a la construcción de una nueva cultura
profesional orientada hacia los ciudadanos, las nuevas formas
de delincuencia y conflictos urbanos y a las nuevas formas de
gestión de los servicios policiales.
9º) Eje de mejora de la gestión del
Servicio de Policía Local.
Si no se quiere caer en el despilfarro o en situaciones
presupuestarias que resultan muy difíciles de soportar, es
necesario que el fortalecimiento y la mejora del Servicio de
Policía Local no se limite al incremento de los recursos
humanos. Para ser efectivas, estas acciones deben
acompañarse de políticas de personal que
supongan incrementar la
motivación y la optimización de estos recursos. En esa
línea, proponemos la suscripción de acuerdos
laborales que garanticen mejoras en la prestación del
servicio, incluyendo aspectos como los siguientes:
- Incrementar la jornada laboral anual
de los componentes de la Policía Local, por la
especificidad de este Servicio. - Realizar la distribución diaria de la jornada
laboral
anual, de forma adecuada a las necesidades del servicio (por
ejemplo: jornadas diarias de 7 u 8 horas, en función
de las distintos servicios). - Establecer medidas de flexibilización del
calendario laboral, para lograr la presencia de mayores
recursos en
las fechas y momentos en que resultan más
necesarios. - Establecer medidas que penalicen el absentismo
laboral o primen la asistencia al servicio. - Establecer fórmulas de reconocimiento
público a las iniciativas que supongan mejoras para el
servicio y a los policías que desarrollen bien su
trabajo. - Introducir la participación, en el Servicio de
Policía Local, de auxiliares administrativos, operadores
de comunicaciones y otras categorías
laborales, para desarrollar trabajos auxiliares y favorecer una
mayor presencia policial en la calle.
10º) Eje de mejora de la integración
social y cultural en la Policía Local.
Ya es hora de reflexionar sobre el divorcio que
existe entre la composición de los servicios de
Policía Local y la composición social de las
comunidades a las que sirven. La presencia de mujeres en las
Policías Locales ronda un índice muy minoritario;
la de minorías étnicas o de inmigrantes de segunda
generación es prácticamente inexistente; cuando se
produce la declaración de un policía, que descubre
una orientación sexual no tradicional, se convierte en
noticia nacional. La sociedad del presente ya es una sociedad
multicultural y multirracial. Y, muy pronto, todavía lo
será más.
Una Policía realmente integrada en la sociedad
debe convertirse en un reflejo la más fiel posible de la
sociedad a la que sirve. Por eso proponemos.
- Desarrollar acciones positivas para favorecer una
mayor participación de la mujer en
las Policías Locales. - Favorecer la integración de disminuidos
físicos en los servicios auxiliares de las
Policías Locales (operadores de comunicación, administrativos,
etc.). - Incluir en los acuerdos colectivos cláusulas
que igualen los derechos laborales de las
personas con orientación homosexual en relación a
los que tienen orientación heterosexual. - Desarrollar talleres de conocimiento
policial de culturas distintas, prestando especial
atención a los colectivos étnicos o de
inmigrantes que tienen mayor presencia en el
municipio.
11º) Eje de mejora de la colaboración
entre Administraciones y de la coordinación
policial.
La colaboración entre las Administraciones
Públicas y la coordinación entre la Policía
Local y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado debe ser un
elemento estructural en la gestión y eficacia de la
acción pública contra la inseguridad. Por ello se
proponen las siguientes acciones:
- Crear (o impulsar) la Junta Local de
Seguridad, como un verdadero órgano de
colaboración entre la Delegación del Gobierno y
el Municipio, donde se establecerán los criterios
estratégicos en la política de seguridad y las
prioridades de atención a los problemas del
municipio. - Crear una Mesa de Coordinación
Policial, como un instrumento dependiente de la
Junta Local de Seguridad, para desarrollar los acuerdos
adoptados en la misma y llevar a cabo el seguimiento de los
planes conjuntos de
actuación policial. - Formalizar el Acuerdo-Marco de la Federación
Española de Municipios y Provincias (F.E.M.P.) y el
Ministerio del Interior, para adecuarlo a la realidad del
municipio y permitir el intercambio efectivo de datos sobre la
evolución de la delincuencia, el diseño de planes de seguridad conjuntos,
establecer sistemas
compartidos, etc. - Establecer los sistemas
tecnológicos necesarios para la mejora de la
comunicación y coordinación de los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad que actúan en el
municipio. - Solicitar el incremento y rejuvenecimiento de las
plantillas del Cuerpo Nacional y de la Guardia Civil, bajo el
criterio orientativo de 1 agente x 1.000 habitantes y una
edad media
no superior a los 40 años.
3. El compromiso
municipal con la mejora del Tráfico y la Seguridad
Vial.
No cabe duda que uno de los problemas que afectan a la
calidad de vida de los ciudadanos y a los que debe hacer frente
desde los Ayuntamientos es el del tráfico. El incremento
de los flujos de tráfico que presionan sobre los espacios
centrales de la Ciudad supone uno de los principales problemas
del medio urbano.
Pero el problema del tráfico y la
congestión no admite soluciones
milagrosas, intuitivas o de "varita mágica", sino que
requieren de un gran esfuerzo colectivo de información, participación y
concienciación ciudadana, y de responsabilidad compartida
en el rediseño de la Ciudad.
Sabemos que es indispensable para una ciudad moderna y
sostenible, establecer reglas de movilidad y ayudar a conseguir
el uso más racional de los vehículos privados. Por
eso, nuestra propuesta se basa en afrontar los problemas del
tráfico, el transporte la
accesibilidad en cada Pueblo y Ciudad desde el compromiso de un
Pacto por la Movilidad, que sea asumidos por la ciudadanía
y el conjunto de los sectores implicados. Por todo ello,
proponemos impulsar las siguientes medidas:
12º) Impulsar un Pacto Municipal por la
Movilidad.
Proponemos formalizar el denominado Pacto Municipal por
la Movilidad, con la participación de todos los sectores
implicados, para conseguir mejorar la movilidad en el municipio,
definiendo las líneas estratégicas que deben
configurar los sistemas de transporte,
tráfico y seguridad vial.
13º) Desarrollar un Plan Municipal de Seguridad
Vial.
Consideramos esencial que se desarrolle un Plan de
Seguridad Vial, que disminuya el riesgo de
accidentes de
tráfico, a través de programas y acciones del
Servicios de Policía Local, rediseño de
determinados viales que ofrecen riesgo para la seguridad, mejora
de la señalización vial, análisis macro y micro de la
problemática de seguridad vial, calmado de la velocidad en
las zonas que presenten esta problemática, etc. En
definitiva, proponemos el desarrollo de un conjunto de acciones
estratégicas, que se configuren en programas que persigan
el objetivo de
mejorar la seguridad vial, a través de la reducción
efectiva de la accidentalidad de tráfico.
14º) Impulsar un Proyecto de
Mejora de la Circulación.
Uno de los mayores problemas que padecen hoy en
día las ciudades consiste en la saturación de las
calles y plazas por el tráfico rodado, bien por el
incremento de la demanda de
espacio para el vehículo que circula por las calles, o
bien por la inadecuación de las mismas, que suponen un
claro perjuicio a la movilidad.
Conscientes de este grave problema y del incremento del
tráfico de agitación en las ciudades, proponemos
abordar esta problemática abordando proyectos de
mejora de la circulación. Para ello, proponemos
desarrollar un Plan de Mejora de la Circulación,
que contemple los siguientes ámbitos de
actuación:
- Estudios y mejora de las intersecciones que supongan
problemas de congestión, saturación de los
viales, fricciones del tráfico, colas, retenciones,
etc. - Eliminación de los "giros a izquierda", para
evitar el tráfico de fricción y la
disminución de la capacidad de las
vías. - Descarreterización de tramos de vía que
atraviesen zonas urbanas y que aún queden por
remodelar. - Jerarquización de las vías urbanas,
distinguiendo las vías arteriales, colectoras y locales,
dando el tratamiento adecuado a cada uno de estos
tipos. - Mejora de la señalización vial urbana,
tanto vertical como horizontal, así como de la
señalización informativa.
15º) Crear un Centro Municipal de Gestión
del Tráfico.
El preciso conocimiento
del tráfico en la Ciudad es un elemento esencial para
poder aplicar
las políticas de mejora de la movilidad,
circulación y seguridad vial. En las calles de los pueblos
y ciudades existen semáforos que, además de regular
las intersecciones, ofrecen a los peatones un plus de seguridad a
la hora de cruzar una calle o avenida. Pero es necesario que el
funcionamiento de estos elementos se adapten a las condiciones de
tráfico de la ciudad para optimizar la movilidad y la
seguridad. Para ello, se proponen las siguientes
acciones:
- Crear un Centro Municipal de Gestión de
Tráfico, que gobierne todos los reguladores
semafóricos de la ciudad, adaptando su funcionamiento a
la demanda del
tráfico. - Implantar un sistema de
vigilancia del tráfico a través de un circuito de
televisión, que permita conocer en tiempo real las
condiciones del tráfico en la ciudad, para poder tomar
las medidas necesarias para mejorar la movilidad. - Dotar a los principales grupos
semafóricos de la Ciudad de los contadores de
fase verde, que permiten al peatón conocer el
tiempo de paso en el cruce de la calle. - Instalar en cada uno de los semáforos un
sistema de sonería con mando a distancia, que permita su
utilización a los invidentes.
16º) Plantear soluciones al
Estacionamiento en la Ciudad.
Uno de los mayores problemas que los ciudadanos expresan
a los Ayuntamientos es la falta de plazas de estacionamiento en
las calles de la Ciudad. Los vehículos lo invaden todo y
su crecimiento desmesurado ha supuesto la falta del espacio
adecuado para el estacionamiento. Para mejorar esta
situación proponemos acometer determinadas acciones,
como:
- Desarrollar un Plan Integrado de
Estacionamientos que de respuesta a los múltiples
problemas que el aparcamiento supone. - Diseñar un Plan de Estacionamientos para
Residentes, estudiando la construcción de este tipo de plazas de
estacionamiento en las zonas donde sea factible y aconsejable
su implantación. - Implantar un sistema de Estacionamientos de
Rotación en las zonas comerciales, que permita
optimizar la utilidad y el
reparto de la vía pública. - Estudiar la implantación de los denominados
Estacionamientos disuasorios e
intercambiadores, para resolver el problema de
estacionamiento de trabajadores de polígonos, parques
empresariales y del tráfico de penetración de
estas zonas a los cascos urbanos.
17º) Mejorar la movilidad
peatonal.
Se debe pensar en la Ciudad como en el espacio de todos
y en el que todos debemos vivir. Recuperar la Ciudad para el
peatón debe ser uno de los ejes de las políticas de
movilidad a desarrollar por los municipios. Para ello, proponemos
abordar las siguientes acciones:
- Desarrollar un Plan de Movilidad Peatonal, con
la ampliación de aceras, eliminación de
obstáculos y el rebaje de bordillos en los pasos de
peatones, combinando las actuaciones de recuperación del
espacio publico y la rehabilitación
comercial.
18º) Apostar por un futuro más seguro: la
Educación
Vial.
Otro de los elementos esenciales para el cambio del
comportamiento
de los usuarios de las vías y la adquisición de
hábitos positivos y seguros, es el
desarrollo de la Educación Vial.
Proponemos que el Ayuntamiento, como administración más cercana y
sensible a los problemas cotidianos de la ciudad y desde la
filosofía y el planteamiento de Ciudad Educadora,
desarrolle las siguientes acciones:
- Desarrollar un Programa Municipal de Educación Vial, implicando a la
comunidad educativa del municipio, a los servicios de
Policía Local y al tejido social, con el objetivo
final de prevenir la accidentalidad del
tráfico. - Construir un Parque Municipal de Educación
Vial donde se desarrolle parte del Programa de
Educación Vial, con la realización de
prácticas, toma de contacto con vehículos,
ejercicios de circulación y, en definitiva, todas
aquellas acciones que permitan poner en práctica los
conocimientos aprendidos, para convertirse después en
hábitos saludables para la seguridad vial. - Integrar en el Programa de
Educación Vial acciones formativas específicas
destinadas a otros colectivos de riesgo, como los
jóvenes y los mayores.
4. Un decidido
Impulso al Servicio Público de Protección
Civil.
La primera respuesta ante una emergencia
sólo puede darse desde el Ayuntamiento. Así debe
ser y así ha venido siendo en el transcurso de estos
últimos años. Por esa razón, desde el
ámbito local debemos dotarnos de los sistemas de
previsión y actuación que contemplen una
rápida respuesta de los servicios públicos ante la
emergencia, cuando se presenta un riesgo para la vida de las
personas o de la colectividad.
Por todo ello, debemos poner mayor énfasis en la
mejora de los Servicios de Protección Civil, a
través de las siguientes acciones:
19º) Crear una Oficina Técnica de
Protección Civil.
Los riesgos que
afectan a la población deben ser contemplados y analizados
desde una perspectiva profesional, aportando soluciones
tecnológicas, tanto en su análisis como en las respuestas que deben
aportarse para su minimizarlos.
La participación de los ciudadanos en la
Protección Civil no puede suplantar la creación de
una Oficina Técnica de Protección Civil, que sea
responsable de realizar los estudios técnicos de
análisis de riesgos y la
planificación de las actuaciones ante
cualquier tipo de emergencia en el ámbito
municipal.
20º) Elaborar el Plan Municipal de
Protección Civil.
La respuesta a la emergencia no puede ni debe
improvisarse. Es necesario que el Ayuntamiento cuente con un Plan
Municipal de Protección Civil que analice los riesgos que
afectan a la población, al medio ambiente, al
normal desarrollo de la vida cotidiana de la ciudad y plantee una
estructura
organizativa que contemple todas y cada una de las acciones a
llevar a cabo para el control de la emergencia.
En el ámbito de este Plan se integrará el
denominado Plan de Información de Edificios de
Riesgo (PLANINFO), que dispondrá de toda la
información de edificios de pública concurrencia de
riesgo alto y medio del término municipal, para la
correcta y eficaz actuación de los servicios de emergencia
en caso de siniestro.
21º) Potenciar el Programa de Voluntariado y
Participación Ciudadana en Protección
Civil.
Una sociedad segura es también una
sociedad solidaria. Cada día cobra mayor importancia la
participación solidaria y altruista del voluntariado. Un
buen ejemplo de ello lo dan los voluntarios de las Agrupaciones
Municipales de Protección Civil, dedicados a la mejora de
la seguridad y protección de los ciudadanos. Creemos que
es necesario impulsar y dignificar la labor de estos voluntario,
a través de las siguientes acciones:
- Desarrollar programas de incentivación de la
participación ciudadana en las Agrupaciones de
Voluntarios de Protección Civil. - Mejorar las instalaciones, los medios
técnicos y el equipo para el desarrollo del
servicio.
4. Mejora de la
seguridad corporativa y patrimonial del
Ayuntamiento.
Es necesario que desde las Áreas de Seguridad
Ciudadana de los Ayuntamientos se garantice, tanto la seguridad
de las personas y usuarios a los que presta servicio, como la
seguridad de los bienes y
patrimonios que en él residen.
Por ello es necesario llevar a cabo las siguientes
acciones:
22º) Elaboración de un Plan de
Seguridad Corporativa que garantice la protección de
las personas, bienes y
equipos de cada uno de los locales municipales. Estos planes de
seguridad corporativa deberán contemplar los siguientes
aspectos:
- Instalación, reingeneria y mantenimiento de
los sistemas de seguridad de los locales
municipales. - Plan de cierre municipal, con el amaestramiento
jerarquizado de todos los sistemas de cierre para el acceso
rápido y organizado del personal de
cada uno de los edificios. - Centralización y gestión de las
alarmas. - Vigilancia y contravigilancia de los edificios y
locales municipales. - Planes de autoprotección y
evacuación.
Leonardo Lafuente Valentín
Director de Seguridad Ciudadana
Ayuntamiento de Alcobendas (Madrid)