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Propiedades químicas de los lubricantes




Enviado por oscar.lr



    Por José Javier
    López

    1. Acidez y
      basicidad
    2. El número de
      neutralización
    3. Residuo
      carbonoso
    4. Tensión
      interfacial
    5. Corrosión al
      cobre
    6. Detergencia y
      dispersancia
    7. Punto de
      anilina
    8. Cenizas
    9. Resistencia de
      película
    10. Gases en
      aceite
    11. Agua
    12. Disolventes y líquidos de
      proceso
    13. Partículas
      sólidas
    14. Compatibilidad

    Acidez y basicidad

    La acidez o alcalinidad de un lubricante es una de las
    propiedades mas definitorias del mismo. En los aceites nuevos nos
    da información sobre el grado de refino y la
    aditivación del aceite. En los aceites usado nos aporta
    datos sobre su
    nivel de degradación (oxidación, contaminación, estado de sus
    aditivos, etc.) y puede alertarnos sobre posibles problemas en
    el sistema de
    lubricación.

    En un aceite podemos tener simultáneamente
    datos de
    acidez y alcalinidad. Esto es debido al carácter
    ácido y básico de sus componentes, tales como
    productos de
    la oxidación (ácidos) o
    aditivos detergentes (básicos). Estas sustancias
    están en proporción lo bastante baja como para no
    neutralizarse mutuamente.

    Acidez

    En química se llama
    ácido a cualquier sustancia (orgánica o
    inorgánica) que contiene hidrógeno junto con un
    no-metal o un radical no metálico y que produce iones
    hidrogenión al diluirse en agua.

    El carácter
    ácido de un lubricante viene determinado por la presencia
    de sustancias ácidas en el aceite.

    Podemos distinguir dos tipos de acidez en el
    aceite:

    • Acidez mineral, originada por ácidos
      residuales del refino.
    • Acidez orgánica, originada por productos de
      la oxidación y los aditivos.

    Durante su uso, el aceite es sometido a temperaturas
    elevadas y a esfuerzos mecánicos. Esto tiene como
    resultado la degradación progresiva del aceite,
    produciéndose cambios en la composición del aceite.
    Se originan sustancias como resultado de la oxidación y se
    reduce la capacidad protectora de los aditivos. Este proceso se
    acelera al acercarse el final de la vida operativa del aceite, lo
    que puede dar lugar a la formación de lodos, barnices y
    depósitos carbonosos en el sistema,
    disminución de la viscosidad del
    aceite y hasta corrosión en piezas metálicas. Por
    ello, la variación de la acidez del aceite es un buen
    indicador de su nivel de degradación.

    El grado de acidez tolerable depende del tipo de aceite
    y de sus condiciones de utilización, si bien no deben
    sobrepasarse los límites
    establecidos para el aceite para evitar daños en los
    equipos o problemas de
    funcionamiento. Un incremento brusco en la acidez es un
    indicativo de problemas tales como contaminación, pérdidas en sellos,
    incremento de la fatiga térmica o mecánica o pérdida de la capacidad
    de los aditivos.

    Basicidad

    En química se llama base
    a aquella sustancia que al reaccionar con un ácido da sal
    más agua.

    La alcalinidad de los aceites es debida a los aditivos
    que se incluyen en la formulación del mismo. Su función es
    la de neutralizar los ácidos producidos por la
    oxidación (y en el caso de los motores de
    combustión interna , los producidos por la
    combustión de combustible con alto
    contenido de azufre), evitando los efectos nocivos que tiene la
    presencia de ácidos en el aceite y prolongando la vida del
    mismo.

    Al igual que ocurre con la acidez, la basicidad es un
    indicativo del nivel de degradación del aceite, aunque en
    sentido opuesto: la alcalinidad del aceite nuevo es alta, y va
    bajando según el aceite se degrada al ser neutralizados
    los ácidos que se forman por los aditivos
    alcalinos.

    Un bajo nivel de alcalinidad indica que el aceite esta
    llegando al final de su vida útil. Un rápido
    descenso de la alcalinidad es indicativo de un exceso de
    formación de ácido debido a la oxidación,
    sobrecalentamiento, o uso de combustible con alto contenido de
    azufre.

    El número de
    neutralización

    Se llama número de neutralización al la
    cantidad de ácido o base necesario para neutralizar una
    muestra de
    lubricante. Puede expresarse de 4 posibles formas:

    • Número de ácido total (TAN): es la
      cantidad de hidróxido potásico (KOH) en mg
      necesaria para neutralizar todos los ácidos de una
      muestra de 1
      gramo de aceite)
    • Número de ácido fuerte (SAN): es la
      cantidad de hidróxido (KOH) en mg necesaria para
      neutralizar los ácidos fuertes (inorgánicos)
      presentes en una muestra de aceite de 1 gr. Este valor
      corresponde al valor de la
      acidez mineral. La diferencia entre el TAN y el SAN corresponde
      al valor de la acidez orgánica (ácidos
      débiles).

    Estos dos valores nos
    indican el nivel de acidez de un aceite.

    • Número de base total (TBN): es la cantidad de
      ácido clorhídrico (HCl) en mg necesaria para
      neutralizar los componentes alcalinos de una muestra de 1 gr.
      de aceite. Se utiliza en aceites de motor.
    • Número de base fuerte (SBN): es la cantidad de
      KOH en mg necesaria para llevar una muestra de 1 gr. de aceite
      a pH
      11.

    Estos valores nos
    indican el nivel de alcalinidad de un aceite.

    Residuo
    carbonoso

    El residuo carbonoso es la cantidad de material, en % de
    peso, que queda tras someter una muestra de aceite a
    evaporación y pirolisis (altas temperaturas).

    Nos orienta sobre la tendencia a la formación de
    depósitos carbonosos del aceite, si bien los resultados
    obtenidos en el laboratorio
    han de ser tomados con cautela, ya que debe existir similitud
    entre las condiciones de ensayo y las
    de servicio del
    aceite. Esta en funcion de la viscosidad y de
    la naturaleza
    química del aceite. Así, los aceites
    naftalénicos dejan menos residuos que los
    parafínicos, por ejemplo. De igual modo, la
    composición química del aceite determina el aspecto
    del residuo: los aceites parafínicos dejan un residuo de
    grano grueso y adherente, mientras que los naftalénicos
    dejan un residuo de grano fino y poco adherente.

    Siempre es deseable que el aceite deje la menor cantidad
    posible de residuos.

    Esta característica es de especial
    significación en los aceites para rodamientos, herramientas
    neumáticas, compresores de
    aire, motores de
    combustión interna, aceites para laminación y para
    refrigeración.

    Oxidación

    La oxidación es un proceso de
    degradación química que afecta a la mayor parte de
    los materiales
    orgánicos. Básicamente consiste en la
    asimilación de átomos de oxígeno
    por parte de las sustancias constituyentes del lubricante, lo que
    conlleva la degradación de las mismas y la pérdida
    paulatina de características y prestaciones
    del aceite. Este proceso se ve favorecido por el calor, la
    luz, el agua y la
    presencia de contaminantes.

    El mecanismo de la oxidación

    Normalmente, el proceso de oxidación se inicia
    tan pronto como es puesto en servicio el
    aceite. Los primeros productos de la oxidación son
    peróxidos orgánicos, que en principio no son
    dañinos, pero que en poco tiempo comenzaran
    a actuar como catalizadores, acelerando exponencialmente el
    proceso de oxidación. A continuación se formaran
    resinas, alcoholes,
    aldehídos, cetonas y ácidos
    orgánicos.

    Algunas de estas sustancias son solubles en un
    principio, pero al entrar en contacto con superficies muy
    calientes se vuelven insolubles, o tienen afinidad entre ellas y
    se depositan formando lodos; otros, como los alcoholes y
    las cetonas, son disolventes y pueden atacar a elementos del
    sistema hechos de material orgánico, los ácidos
    orgánicos pueden atacar a elementos metálicos,
    corroyéndolos. Del mismo modo, las sales metálicas
    formadas por la corrosión de los metales
    también son catalizadores, al igual que el agua, cuya
    presencia se ve favorecida por los ácidos y otros
    sustancias polares que tienen afinidad por ella. Al mismo
    tiempo, la
    aparición de estas sustancias hace que el agua se mezcle
    más fácilmente con el aceite.

    Algunos metales, como el
    cobre,
    también actúan como catalizadores; estos metales
    proceden de partículas metálicas, disueltas en el
    aceite y originadas por el desgaste de elementos metálicos
    del sistema (bombas, pistones,
    etc.). Estas partículas, además, pueden atacar a
    los aditivos, inutilizándolos, y erosionar
    mecánicamente algunas partes del sistema.

    Bajo ciertas condiciones, es el nitrógeno el que
    reacciona con las moléculas del aceite: esto provoca la
    nitración del aceite y la formación de
    barniz.

    Factores que favorecen la
    oxidación

    El calor es un
    factor determinante en el proceso de oxidación. La tasa de
    oxidación es relativamente baja por debajo de 85ºC,
    duplicándose por cada incremento de 10º en la
    temperatura.
    Por encima de los 315ºC el aceite se descompone
    térmicamente: comienzan a formarse sustancias insolubles y
    se degradan los aditivos.

    La radiación
    ultravioleta que contiene la luz natural
    facilita la rotura de ciertos enlaces atómicos
    débiles en algunas moléculas. Estos enlaces rotos
    se ven rápidamente completados con átomos de
    oxígeno.

    El agua y algunos contaminantes pueden actuar como
    catalizadores de la reacción de oxidación. En
    concreto el
    agua puede disolver a los aditivos antidesgaste (como el
    bisulfuro de molibdeno), disolviéndolos y produciendo
    ácidos sulfúrico y sulfhídrico. En los
    motores de combustión interna el agua puede reaccionar con
    los gases de
    escape y producir ácidos.

    Consecuencias

    La oxidación del aceite provoca:

    • aumento de la viscosidad, pudiendo llegar a ser doble
      incluso triple que le del aceite nuevo.
    • oscurecimiento del aceite, pasando del tono
      traslucido original a ser totalmente opaco.
    • formación de depósitos carbonosos,
      aunque esto ocurre en fases avanzadas de la
      oxidación.
    • aumento de la acidez del aceite, debido a los
      productos ácidos que se forman.

    La oxidación es un fenómeno que reduce la
    vida el aceite. Por desgracia, dada la naturaleza
    química de los productos de la oxidación, la mayor
    parte de estos no pueden ser eliminados mediante el filtrado
    simple del aceite. Sólo con métodos
    avanzados pueden eliminarse estas sustancias: los ácidos y
    otras sustancias polares insolubles (como el barniz) pueden
    eliminarse mediante separadores electrostáticos, resinas
    de intercambio de iones y alúmina activada; los
    absorbentes de alta densidad, tales
    como la celulosa comprimida, son efectivos para eliminar lodos y
    otras sustancias insolubles. Al ser algunas de estas sustancias
    catalizadores, su eliminación contribuye a prologar la
    vida del aceite.

    Desde el punto de vista comercial, la resistencia a la
    oxidación del aceite es una características
    más importantes. La resistencia a la
    oxidación puede mejorarse por varios medios:

    • Selección del aceite base: los aceites
      sintéticos son más resistentes a la
      oxidación que los minerales, y
      dentro de estos, los parafínicos son más
      resistentes que los aromáticos o naftalénicos. Un
      índice de viscosidad alto también hace al aceite
      más resistente a la oxidación.
    • Refinado cuidadoso que elimine todas las sustancias
      favorecedoras de la oxidación y que facilite la
      acción de los inhibidores de la
      oxidación.
    • Uso de aditivos inhibidores de la
      oxidación
    • Adecuado mantenimiento de los equipos para prevenir
      la
      contaminación.

    Oxidación de las grasas

    La oxidación de una película fina de grasa
    en servicio dejará como resultado un residuo gomoso. Al
    oxidarse la grasa en almacenamiento
    puede ponerse rancia, costrosa y mas oscura. Puede inclusive
    haber una separación del aceite base. Para prevenir esto
    las grasas de calidad contienen
    inhibidores de oxidación que es especialmente vital en los
    rodamientos sellados prelubricados.

    Tensión
    interfacial

    Emulsión

    Se llama emulsión a la dispersión de un
    líquido dentro de otro en forma de pequeñas gotas.
    Al liquido dispersado se le llama fase discontinua. El
    líquido dispersante es llamado fase continua.

    Las emulsiones no suelen ser estables debido a que la
    tensión interfacial tiende a unir las burbujas. Para
    formar la emulsión es preciso un agente emulsionante y
    aportar energía mecánica o térmica, a fin de romper
    la interfase.

    Tensión superficial

    La tensión superficial es la energía libre
    existente en la superficie de un líquido gracias a la cual
    el líquido tiende a tener la menor superficie posible. La
    tensión superficial es debida a las fuerzas de
    atracción entre las moléculas de la superficie del
    líquido, las cuales no están rodeadas totalmente de
    otras moléculas, con lo cual deja parte de esta fuerza sin
    utilizarse.

    La tensión superficial puede observarse viendo el
    menisco curvo de la superficie del líquido cuando este
    está en un tubo estrecho. Permite que se formen gotas y
    evita que los líquidos se emulsiones
    espontáneamente con el aire. Es un
    factor que afecta a la capacidad del aceite para adherirse a una
    superficie, para mantener la estabilidad de la emulsión y
    para mantener sustancias sólidas dispersas.

    La tensión superficial de dos aceites puede
    observarse poniendo una gota de ellos sobre una superficie
    metálica y observando si la gota se contiene (
    tensión superficial alta) o si se extiende (tensión
    superficial baja).

    La tensión superficial disminuye al aumentar la
    temperatura,
    debido al incremento en la energía cinética de las
    moléculas y a la consecuente disminución de la
    atracción entre ellas. Igualmente la variación del
    pH
    también afecta a la tensión superficial, ya con
    este varían el nº de moléculas polares en el
    aceite.

    La unidad de tensión superficial en el SI. es el
    N/m, aunque suele usarse la dina/cm o
    erg/cm2.

    Tensión interfacial

    Se llama tensión interfacial a la energía
    libre existente en la zona de contacto de dos líquidos
    inmiscibles. Esta energía es consecuencia de las tensiones
    superficiales de los dos líquidos, y evita que se
    emulsiones espontáneamente.

    Las unidades de medida de la tensión interfacial
    son las mismas que las de la tensión
    superficial.

    El valor de la tensión interfacial del aceite es
    indicativo de varias características del
    aceite:

    • Es una medida de la inmiscibidad del aceite: Cuando
      dos líquidos inmiscibles están en contacto, las
      moléculas en el interior del líquido se atraen
      unas a otras en todas direcciones. Sin embargo, en la zona de
      contacto de los líquidos las moléculas de cada
      líquido están en contacto con las del otro y
      experimentan fuerzas distintas, unas debidas a las
      moléculas de su fase y otras debidas a las
      moléculas de la otra fase. Al formarse la
      emulsión, el área de contacto entre los
      líquidos se incrementa notablemente,
      incrementándose la tensión interfacial. En
      consecuencia, la tensión interfacial tenderá a
      unir las gotas y reducir el área de contacto. Cuanto
      más alta sea la tensión interfacial del aceite,
      más difícil será romper la interfase y
      formar la emulsión, y, una vez conseguido, lograr que la
      emulsión sea estable será igualmente
      difícil.
    • En el caso de los aceites aislantes, la
      tensión interfacial es un indicativo de la capacidad
      aislante del aceite. Con el paso del tiempo, y debido a la
      combinación de calor, campos eléctricos, agua y
      oxígeno se van generando compuestos polares en el aceite
      que afectan a su capacidad aislante, ya que estos compuestos
      facilitan el paso de la corriente
      eléctrica a través del aceite. Los compuestos
      polares se van acumulando y afectan a la tensión
      superficial, reduciéndola. Esta reducción
      facilita que el agua y otros contaminantes se emulsionen con el
      aceite, aumentando su conductividad. Este aumento de la
      conductividad del conlleva que el calor disipado por
      éste sea menor, lo que facilita a su vez la
      degradación del aceite y la acumulación de
      contaminantes insolubles, que forman lodos. Se produce
      así un efecto "bola de nieve", acelerándose el
      proceso exponencialmente. El valor de la tensión
      interfacial, comparado con el del aceite nuevo, nos da una
      indicación bastante precisa de la capacidad aislante del
      aceite.
    • Debido a que la acumulación de contaminantes y
      productos de la degradación del aceite hacen bajar el
      valor de la tensión interfacial (como se acaba de
      decir), este valor, comparado con el del aceite nuevo, nos da
      una indicación del grado de envejecimiento del aceite,
      de su nivel de oxidación, y /o de la presencia de
      impurezas. En el aceite nuevo y sin aditivos, la tensión
      interfacial tiene un valor de entre 40 y 45 dinas/cm, que con
      el uso de aditivos puede bajar a 25-30 dinas/cm.
    • El valor de la tensión interfacial en un
      aceite nuevo, comparado con otros, es un indicativo del grado
      de refino. Una tensión interfacial alta en un aceite
      nuevo indica la ausencia de compuestos polares orgánicos
      (aromáticos) en el aceite. (Estos compuestos han sido
      eliminados durante el refinado del aceite).

    Al ser la tensión interfacial consecuencia
    directa de la tensión superficial, la tensión
    interfacial se ve afectada por los mismos factores que la
    tensión superficial.

    La tensión interfacial (al igual que la
    superficial) puede reducirse con el uso de aditivos
    emulsificantes. Estas sustancias se acumulan en la zona de
    contacto de las dos fases de la emulsión, reduciendo la
    tensión interfacial. Las siliconas, por ejemplo, se
    utilizan en los aceites minerales para
    reducir la tensión superficial y facilitar la
    formación de emulsiones.

    La tensión interfacial está en
    relación con otras propiedades del aceite, tales como la
    viscosidad, el pH y la viscosidad.

    Corrosión al
    cobre

    Los ensayos de
    corrosión al cobre tienen
    como fin determinar la capacidad del aceite para atacar a los
    metales blandos, tales como el cobre, el plomo, etc.

    El aceite nuevo y bien refinado , sin aditivos, no suele
    ser agresivo con los metales, si bien la presencia de ciertos
    aditivos, los componentes ácidos que se originan en la
    degradación del aceite, la
    contaminación del aceite y las temperaturas altas
    pueden hacer agresivo al aceite.

    Las sustancias corrosivas son especialmente peligrosas
    con las aleaciones de
    cobre y plomo. El ataque de estas sustancias deja profundas
    marcas en la
    superficie de la aleación. Además estas aleaciones
    suelen usarse en cojinetes y otras aplicaciones de responsabilidad, con el consiguiente riesgo de rotura
    ante cargas de trabajo elevadas.

    Detergencia y dispersancia

    La detergencia y la dispersancia son dos
    características que definen la capacidad del aceite para
    mantener limpio el sistema.

    Detergencia

    Se llama detergencia a la capacidad del aceite para
    eliminar residuos acumulados por el sistema, bien incrustados (en
    tuberías, pistones, etc), bien acumulados en forma de
    lodos.

    La capacidad detergente del aceite depende de las
    características del aceite base y sobre todo del uso de
    aditivos detergentes. Así pues, los aceites menos viscosos
    y con menos residuos carbonosos son mejores detergentes. Por otra
    parte, los aditivos detergentes suelen ser compuesto
    metálicos (sales metálicas de calcio, bario,
    magnesio, jabones orgánicos) que reducen la tensión
    interfacial entre el aceite y el contaminante, permitiendo que el
    contaminante sea desplazado de la superficie del
    metal.

    La capacidad detergente del aceite va perdiéndose
    durante la vida operativa al ir apareciendo sustancias
    ácidas, que en muchos casos van siendo neutralizadas por
    los detergentes.

    La detergencia es de especial significación en
    los aceites de motor, pues
    elimina el hollín en los cilindros y neutraliza los
    ácidos. En los aceites de corte, la detergencia contribuye
    a la limpieza de la máquina y de la pieza.

    Dispersancia

    La dispersancia es la capacidad del aceite para mantener
    dispersos los residuos a loa largo del circuito, evitando que se
    acumulen.

    La capacidad dispersante de un lubricante depende del
    aceite base, siendo los sintéticos los de mejor capacidad
    dispersante. Esta capacidad va perdiéndose con el uso,
    debido a la acumulación de contaminantes dispersos en el
    aceite.

    Punto de
    anilina

    También llamado "temperatura crítica de
    disolución", el punto de anilina es la temperatura en
    ºC a la que dos volúmenes iguales de aceite y anilina
    se mezclan totalmente.

    La anilina (C6H5-NH5)
    es un hidrocarburo aromático cuya estructura
    molecular es una anillo de 6 átomos de carbono con
    enlaces dobles y simples alternándose. En uno de sus
    vértices cuenta con un grupo anima
    (-NH2). Es la amina más simple.

    Dada la estructura
    molecular de la anilina ésta es más soluble en
    aceites aromáticos, algo menos en los naftalénicos,
    y todavía menos en los parafínicos. Es por esto que
    el punto de anilina nos orienta sobre la composición
    química del aceite (en particular sobre el contenido en
    sustancias aromáticas).

    Cuanto menor sea el contenido en sustancias
    aromáticas, más alto será el punto de
    anilina y viceversa.

    El punto de anilina está en función e
    otras características del aceite, tal como muestra el
    esquema:

    El punto de anilina se utiliza fundamentalmente para
    determinar la compatibilidad del aceite con sellos y juntas de
    goma y elastómeros. Los aceites con punto de anilina alto
    hacen que los sellos se contraigan y endurezcan, mientras que los
    que tienen un punto de anilina demasiado bajo hacen que el sello
    se ablande y se expanda.

    Los fluidos con bajo punto de anilina tienden a
    degradarse más rápidamente.

    Valores comparativos del punto de anilina
    de varios aceites

     

    Viscosidad a
    100ºC

    Índice de
    viscosidad

    Punto de anilina

    parafínico

    1

    3’1 cst

    95

    96ºC

    2

    3’3 cst

    65

    68ºC

    3

    10’5 cst

    95

    105ºC

    naftalénico

    1

    3’2 cst

    40

    90ºC

    2

    3’4 cst

    60

    76ºC

    Cenizas

    Se conoce como cenizas a la cantidad de material
    inorgánico presente en un lubricante. Esta cantidad se
    determina quemando el lubricante en condiciones normalizadas y
    pesando el residuo. La cantidad obtenida se expresa en % de
    peso.

    Este residuo podemos separarlo a su vez en dos tipos de
    residuo:

    • Cenizas oxidadas: las originadas por el aceite base,
      sin aditivación
    • Cenizas sulfatadas: las originadas durante la
      calcinación del aceite en presencia de ácido
      sulfúrico. Este parámetro es aplicable tanto a
      aceites base como a aceites aditivados e indica el nivel de
      partículas metálicas del aceite.

    Las cenizas del aceite proceden ,en su mayor parte, de
    los aditivos, en especial de los que contienen aditivos
    metálicos.

    El contenido de cenizas del aceite no dice mucho acerca
    del mismo, aparte de la cantidad de aditivos y de la calidad de los
    mismos.

    Esta propiedad es
    de especial significación en los aceites de motor. En los
    motores de combustión interna, las cenizas del aceite
    quemado en los cilindros se acumulan en válvulas,
    cilindros, cabezas de pistón y bujías. Estas
    cenizas, además de aumentar el desgaste del motor,
    favorecen la aparición de puntos calientes en los
    cilindros, lo que puede provocar preignición en la mezcla
    combustible-aire. Además, al mezclarse estas cenizas con
    el aceite líquido, aumentan las viscosidad de este, y
    favorecen la oxidación y el aumento de la acidez del
    aceite. Por ello, en la actualidad se utilizan aditivos sin
    cenizas.

    Resistencia de
    película

    Se llama resistencia de película a la capacidad
    del aceite para resistir el barrido o la compresión cuando
    es empujado entre dos superficies móviles y reducido a una
    capa extremadamente fina.

    Al producirse movimiento
    entre dos superficies móviles, la fricción tiende a
    oponerse al movimiento.
    Cuando el aceite es desplazado por una de las piezas
    móviles el líquido es forzado a extenderse formando
    una película más fina, incluso de solo algunas
    moléculas de espesor. La capacidad del aceite para seguir
    formando una película continua, que se interponga entre
    las superficies móviles es la resistencia de
    película.

    La resistencia de película es una propiedad
    química. La presencia de moléculas polares en el
    aceite contribuye a que éste forme una capa espesa y dura
    entre las parte a lubricar. También contribuye a que el
    aceite se adhiera a las superficies metálicas,
    contribuyendo a reducir la fricción en condiciones de
    escaso flujo de aceite (como en los arranques).

    Los aceites sintéticos, debido a su estructura
    molecular más uniforme, tienen una mayor resistencia de
    película que los minerales. También tiene una
    película más resistente al corte. La resistencia de
    película normal del aceite es de 600 a 1000
    psi.

    Un aceite con buena resistencia de película
    reduce el contacto entre piezas (a interponerse entre ellas),
    reduciendo el desgaste, y, consecuentemente, las holguras, lo que
    contribuye a una menor contaminación del aceite y una
    mayor vida para éste.

    Factores que afectan a la resistencia de
    película.

    • El índice de viscosidad: los aceites con un
      alto índice de viscosidad tienen una resistencia de
      película mucho más alta.
    • El uso de aditivos. El uso de aditivos antidesgaste
      contribuye a mejorar la resistencia de
      película.
    • La capacidad del aceite para no formar espuma es
      indicativo de una buena resistencia de película. (A la
      inversa, un aceite con buena resistencia de película no
      forma espuma fácilmente).
    • La temperatura: A mayor temperatura, menor
      resistencia de película. Al aumentar la temperatura, el
      aceite se hace más fluido, siendo entonces más
      fácil de barrer de las superficies.
    • La presencia de aquel: La presencia de agua en el
      aceite contribuye a romper la película del aceite y a
      reducir su resistencia de película.

    La resistencia de película es de especial
    importancia en los aceites de motor y en los hidráulicos,
    y en todos aquellos sistemas en los
    que se ha de operar en ocasiones en condiciones de trabajo de
    bajo flujo de aceite.

    Gases en
    aceite

    Gases disueltos

    Son aquellos gases que
    entran en solución con el aceite. Estos gases pueden
    proceder del ambiente
    (aire, gases de combustión) o ser producidos por la
    descomposición del aceite debido al calor o a corrientes
    eléctricas.

    La cantidad de gas que puede
    disolver el aceite depende del tipo de gas, de la
    temperatura y de la solubilidad del aceite. El aire, por ejemplo,
    es soluble en el aceite mineral hasta en un 8-9% por unidad de
    volumen a
    temperatura ambiente.

    En los aceites para transformadores,
    un calentamiento excesivo del transformador hará que el
    aceite absorba energía y reaccione produciendo metano,
    hidrógeno, y si el calentamiento es grande, hasta etileno.
    Si se producen arcos eléctricos de alta energía se
    producirá acetileno. Esto permite estudiar el estado
    eléctrico interno del transformador sin necesidad de
    desmontarlo.

    Los gases disueltos afectan a la viscosidad del aceite,
    haciéndola bajar hasta menos de la mitad en algunos casos.
    Algunos, como el cloro y el ácido sulfhídrico,
    aumentan la acidez del aceite al disolverse, atacando las partes
    metálicas de la maquinaria y degradando el aceite.
    También afectan a la capacidad de aceite para transferir
    calor y a la oxidación del aceite y de los metales (de los
    aditivos y del equipo), la lubricación limítrofe y
    la cavitación de bombas.
    También hacen bajar drásticamente la temperatura de
    inflamación del aceite hasta 50ºC o menos, aumentando
    el riesgo de
    incendio.

    La cantidad de gases disueltos se hace evidente cuando
    los gases se separan violentamente de la disolución cuando
    el aceite es sometido a baja presión.

    Gases disueltos

    Si la cantidad de gas atrapado excede la capacidad del
    aceite para disolverlo, se formaran pequeñas burbujas que
    quedaran atrapadas en el aceite, dándole a este un aspecto
    espumoso. A esto se llama gas atrapado. Este gas será
    liberado lentamente. La acumulación de burbujas puede
    provocar rotura de la capa de aceite y falta de
    lubricación en algunas zonas.

    Contaminantes

    Se llaman contaminantes a todas las sustancias
    extrañas que contiene el aceite, bien sean generadas por
    el aceite o bien ingeridas por el sistema. Pueden ser sustancias
    gaseosas, liquidas , sólidas o
    semisólidas.

    Los contaminantes pueden afectar seriamente a las
    prestaciones
    del aceite. Debido a las condiciones de alta temperatura y
    presión
    en las que operan en muchas ocasiones los aceites, los
    contaminantes se mezclan y reaccionan , degradando el aceite y
    agotando los aditivos. Los contaminantes atacan
    químicamente a los equipos, provocan erosión en
    el sistema y crean acumulaciones de lodos o incrustaciones de
    barniz, lo que dificulta la circulación del aceite, el
    movimiento de algunos elementos, y, en definitiva, la
    degradación acelerada del aceite. A efectos
    económicos, esto afecta de varias maneras:

    • Productividad disminuida
    • Consumo innecesario de lubricantes
    • Generación y acumulación de
      residuos,
    • Mantenimiento correctivo debido a averías
      provocadas por mala lubricación
    • Falta de fiabilidad en las
      máquinas

    Una gran parte de los fallos de componentes debidos a
    lubricación son causados por contaminantes.

    Por otra parte, se ha comprobado que la limpieza del
    fluido afecta notablemente a la vida de los componentes y a la
    continuidad en la operación. En aceites que no se
    encuentran sometidos a temperaturas altas, un nivel alto de
    limpieza del aceite puede prolongar la vida de la maquinaria
    hasta 10 veces; un nivel bajo de agua puede prolongar la vida de
    los rodamientos hasta 6 veces; alguna empresas han
    logrado reducir el nivel de fallos en un 90% simplemente
    controlando la limpieza del aceite.

    A grosso modo, podemos clasificar los contaminantes
    como:

    -gases

    -sólidos

    -semisólidos

    -líquidos

    Gases

    Los gases pueden entrar de diferentes maneras y provenir
    de diferentes fuentes,
    dependiendo del tipo de sistema: fugas de aire, aire incorporado
    por una bomba, gas procedente de fugas en una turbina, freon
    disuelto en el aceite en los compresores de
    refrigeración.

    Los gases reducen la viscosidad del aceite (pueden
    rebajarla hasta la mitad), provocando desgaste severo en el
    equipo; facilitan la formación de espuma; interfieren en
    la formación de la capa de lubricación y debido a
    ello pueden producir fallos catastróficos en cojinetes.
    Los gases combustibles disminuyen el punto de ignición
    hasta 50ºC y aumenta así el riesgo de
    explosión. Algunos , como el cloro o el ácido
    sulfhídrico, se disuelven en el aceite, aumentando su
    acidez, y atacando químicamente los equipos y degradando
    el aceite

    Líquidos

    Los contaminantes líquidos pueden clasificarse en
    4 tipos:

    1. Añadiduras de aceite
      erróneo
    2. Agua
    3. Disolventes
    4. Líquidos corrosivos

    Añadiduras de aceite
    erróneo

    El aceite puede contaminarse debido a añadiduras
    de aceite equivocado. Esto puede tener distintas consecuencias,
    en función de los aceites mezclados.

    Al mezclar aceites de distinta viscosidad, tendremos un
    aceite de menos viscosidad intermedia entre la de los dos aceite,
    el contaminante y el contaminado, lo cual puede provocar
    problemas de bombeabilidad y afectar a otras
    características que afectan a la viscosidad.

    Si el aceite añadido tiene distinta base y /o un
    paquete de aditivos incompatible con el del aceite que se
    añade, se formara un precipitado generado por la
    interacción de los aditivos. Un análisis espectrográfico del aceite
    revelara la presencia de aditivos ajenos al los del aceite
    original. Indicando la contaminación por aceite
    erróneo.

    Agua

    El agua afecta a la lubricación tanto física como
    químicamente. El agua es el enemigo nº 1 del aceite;
    de hecho es incluso más dañina que las
    partículas sólidas. Esto es debido simplemente a
    que algunos aditivos son solubles en agua. Además el agua
    actúa como catalizador de la formación de
    ácidos, óxidos y otras sustancias
    dañinas.

    El agua entra en el sistema filtrándose a
    través de los sellos, o bien entrado a través de
    respiraderos disuelta en el aire y condensándose en
    espacios libres, o ser producto de la
    combustión de algún hidrocarburo.

    Dentro del sistema, el agua puede encontrarse de tres
    formas: libre, emulsionada y disuelta.

    Cuando el agua esta disuelta en el aceite, las
    moléculas de agua están completamente mezcladas con
    las del aceite. En este estado, la
    presencia del agua en el aceite resulta muy difícil de
    detectar. La mayor parte de los aceites industriales,
    hidráulicos y de turbina pueden contener hasta 200-600 ppm
    (0’02-0’06%) de agua, dependiendo de la temperatura y
    de la edad del aceite, ya que el aceite viejo admite 3 ó 4
    veces más que el aceite nuevo.

    Cuando la cantidad de agua disuelta en el aceite supera
    la cantidad que puede disolver el aceite, este se satura. En este
    estado, el agua se separa en forma de pequeñas gotas, lo
    que es conocido como emulsión. Cuando se produce este
    fenómeno, se dice que el aceite tiene aspecto
    neblinoso.

    Si continua aumentando la cantidad de agua en el aceite,
    el aceite y el agua se separaran en dos fases,
    originándose una capa de agua bajo la de aceite con agua
    emulsificada. En la mayor parte de los casos, el agua se
    depositarán en el fondo de los depositos.

    El agua libre y la emulsificada son las dos fase
    más dañinas para el aceite.

    El agua afecta a la formación de la capa de
    lubricación. Debido a la incomprensibilidad del agua, esa
    puede desplaza al aceite en zonas donde se forma una capa de
    lubricación muy fina, provocando la pérdida de la
    capa de lubricación hidrodinámica, dando como
    resultado un desgaste excesivo. Una cantidad de agua tan
    pequeña como el 1% reduce la expectativa de vida de un
    cojinete un 90%.

    En condiciones de extrema presión y temperatura,
    como pueden darse en los cojinetes de apoyo a alta velocidad, el
    agua puede vaporizarse instantáneamente, dejando el
    cojinete sin aceite y provocando un profundo desgaste. Bajo estas
    condiciones , a veces las moléculas de agua pueden
    reventar y separarse el oxigeno y el
    hidrógeno. Debido al reducido tamaño de los iones
    hidrógeno producidos en el proceso, estos son absorbidos
    por el metal de la pista, dando lugar al fenómeno conocido
    como desgaste por hidrógeno. El desgaste por
    hidrógeno es causado por un cambio en la
    estructura del metal. Esta cambio hace
    que el metal se vuelva frágil y se produzcan grietas. Al
    romperse el material, pueden producirse agujeros y
    esquirlas.

    El agua , además, corroe la mayor parte de los
    metales utilizados en los sistemas de
    lubricación. Por ejemplo, el agua corroe el hierro para
    formar herrumbre. La herrumbre forma residuos en el aceite y
    agujeros en la superficie del metal. Estos agujeros debilitan el
    material. La herrumbre hace que las emulsiones sean estables y
    facilita la formación de espuma, reduciendo la eficiencia del
    lubricante, la capacidad de disipación del calor y la
    resistencia a la oxidación. Además, la herrumbre es
    abrasiva y puede ocasionar obstrucciones debido a la
    acumulación de la misma o atascamiento de algunos
    componentes.

    El agua no solo tiene efectos dañinos para los
    componentes de las máquinas,
    sino que afecta también al aceite, facilitando su
    degradación. La presencia de agua en el aceite hace
    progresar rápidamente la oxidación, a un ritmo 10
    veces superior a lo normal, dando lugar a un envejecimiento
    prematuro, particularmente en presencia de metales
    catalíticos, como el cobre, plomo o estaño.
    Además, ciertos aceites sintéticos, como los
    ésteres de fosfato o los esteres dibasicos, reaccionan con
    el agua, destruyéndose en el aceite base y
    formándose ácidos.

    Pero el aceite base no es el único afectado por
    el agua. Algunos aditivos sulfurosos, cono los antidesgaste , los
    de extrema presión y los fenólicos son
    rápidamente hidrolizados por el agua, destruyéndose
    el aditivo y formándose ácidos. Estos ácidos
    pueden, a su vez, producir desgaste por corrosión,
    particularmente en las aleaciones que contienen metales blandes,
    como el bronce y el latón. Otros aditivos, como los
    agentes demulsificantes, dispersantes, detergentes e inhibidores
    de la herrumbre, pueden acabar siendo eliminados por la excesiva
    humedad. Esto hace que se precipiten y formen lodos, que a largo
    plazo pueden obstruir filtros y orificios de pequeño
    diámetro y que se reduzca la demulsibilidad agua/
    aceite.

    Existen diversos métodos
    para detectar el agua en el aceite, si bien el mas utilizado es
    el Karl Fischer. El aspecto neblinoso del aceite es indicativo de
    la presencia del agua. La presencia de cloro y sodio en el aceite
    también es indicativo de la presencia de agua,
    especialmente en los aceite utilizados en el mar, debido a la sal
    que lleva el agua de mar ( mucha más que el agua de
    lluvia).

    El agua es la causa principal de fallos de
    lubricación, fallo de componentes y falta de fiabilidad en
    las máquinas.
    Como todos los contaminantes, lo importante no es solo reconocer
    su presencia, sino tomar medidas para eliminar o controlar la
    fuente. Si es posible, los niveles de agua deben mantenerse por
    debajo de los niveles de saturación en todo momento en
    todos los equipos, haciendo lo posible para mantener los niveles
    de agua lo mas bajo posible. Tanto si se instalan respiraderos
    desecantes, sellos mejorados, filtros centrífugos o
    equipos de desecado por vacío, reducir los niveles de agua
    en los equipos aumenta enormemente la vida de los lubricantes y
    de la máquina.

    Disolventes y
    líquidos de proceso

    Al hablar de estos dos tipos de contaminantes, estamos
    hablando de una variadísima lista de sustancias, desde el
    combustibles de los motores de explosión y la taladrina de
    la maquinaria de corte, hasta los disolventes usados para la
    limpieza de la maquinaria.

    Si bien cada uno reacciona de manera distinta con es
    lubricantes, todos causan daños semejantes en la
    máquinas.

    Los disolventes y los líquidos de proceso pueden
    interferir en la formación de la capa de
    lubricación, al igual que el agua, aunque sus efectos son
    más químicos (degradación química del
    aceite en lugar de desplazamiento físico).

    La contaminación por líquidos
    extraños puede ser detectada por cambios en el olor,
    color, punto de
    flash o
    viscosidad del aceite.

    Líquidos corrosivos

    La contaminación por líquidos corrosivos
    puede tener su origen en la degradación del aceite, o bien
    ser debida a la ingestión de estos a través de
    respiraderos o sellos, en ambientes muy corrosivos como plantas
    químicas. El aceite mineral sometido a alta temperatura se
    oxida para formar ácidos orgánicos. La mayor parte
    de los aceites nuevos, con inhibidores de la oxidación
    tienen una acidez muy baja. Un incremento constante en la acidez
    del aceite es indicativo de oxidación debida al uso. Un
    aceite muy oxidado puede tener un acidez 2 ó 3 veces
    superior a la del aceite nuevo.

    La presencia de ácidos es indicada por cambios en
    la apariencia del aceite, el olor, la viscosidad y la acidez.
    Otras indicaciones pueden ser la aparición de manchas,
    corrosión, picaduras en las partes metálicas o por
    la presencia de precipitados en el aceite. Se conocen casos de
    corrosión en cojinetes debido a componentes ácidos
    del aceite base de la grasa lubricantes. Además, si no se
    neutraliza, los ácidos contribuyen a degradar más
    rápidamente el aceite: no solo reducen la capacidad
    lubricante del aceite, sino que afectan a otras propiedades, como
    la capacidad inhibidora de la corrosión del
    aceite.

    La presencia de ácidos puede ser detectada
    mediante análisis químico, infrarrojos, o
    rayos X,
    aunque su eliminación solo es posible meditante
    sustitución del aceite.

    Partículas
    sólidas

    Las partículas sólidas pueden ser
    originadas por el sistema o entrar en él desde fuera.
    Puede tratarse de virutas metálicas, gotas de soldadura,
    arena, fragmentos de desgaste de piezas metálicas,
    fragmentos de sellos, productos de la degradación del
    aceite o productos de la degradación del equipo. Si su
    tamaño es similar al de la capa de aceite pueden clavarse,
    abollar o erosionar superficies, reduciéndose la vida de
    los componentes, que puede verse drásticamente reducida
    debido a la acción de las partículas, bien debido a
    fallos de lubricación (falta de lubricante en el elemento
    a lubricar), debido a obstrucciones que impiden que llegue la
    cantidad necesaria de lubricante o porque la partícula es
    de tamaño ligeramente mayor que la de la capa de
    lubricación y crea un punto de fricción, bien
    debido a desgaste erosivo provocado por las partículas, o
    bien debido a la acción química favorecida por
    partículas químicamente activas.

    Existen diversos métodos de detección de
    partículas. Según el método que
    se emplee se puede conocer la cantidad, tamaño y
    composición e las partículas. Estos tres
    parámetros son tenidos en cuenta para evaluar la
    existencia de problemas: excesiva fricción entre
    elementos, corrosión química de los sellos o
    degradación química del aceite.

    Aunque las partículas son eliminadas mediante
    filtrado, la presencia de algunos tipos de partículas,
    tales como fragmentos de sellos o productos sólidos de la
    corrosión, son indicativos de problemas que han de ser
    eliminados. Lo mismo puede decirse de las partículas de
    cierto tamaño, aunque están sean retenidas por los
    filtros.

    Sustancias semisólidas

    Los productos semisólidos son generalmente
    productos de la oxidación o de la polimerización
    térmica, material carbonoso, microorganismos o productos
    de la reacción del aceite con los aditivos o el agua, o
    fragmentos de sellos degradados. En los sistemas de
    lubricación, estas y otras partículas contribuyen a
    la formación de lodos, que al acumularse pueden provocar
    obstrucciones y los consiguientes fallos de
    lubricación.

    Un aceite sucio o descolorido es indicativo de la
    presencia de estos productos.

    Compatibilidad

    Se llama compatibilidad a la capacidad de un lubricante
    para mezclarse con otros, así como con los elementos del
    sistema sin reaccionar con ellos y provocar problemas, tales como
    precipitados o pérdida de prestaciones del lubricante. Si
    el uso de lubricantes incompatibles no se evita, surgirán
    estos problemas y pueden causarse daños irreparables en el
    sistema.

    La mayor parte de los casos de incompatibilidad son
    causados por los aditivos, aunque algunos son debidos al aceite
    base.

    Durante la fase de desarrollo los
    fabricantes realizan pruebas de
    compatibilidad con los productos de otros fabricantes, ya que no
    resulta comercialmente atractivo un producto que
    no pueda mezclarse con otros. La incompatibilidad puede surgir al
    mezclarse productos de distinto tipo (para diferentes
    aplicaciones) o productos del mismo tipo pero de distinto
    fabricante.

    Como regla general, no deben rellenarse los sistemas con
    mas de un 10% de aceite distinto al que tiene (aunque
    supuestamente sean compatibles), ni mezclar distintos tipos de
    aceites sintéticos, ya que no todos son compatibles entre
    sí.

    Tipo de aceite base
    sintético

    Compatibilidad con aceite
    mineral

    Alcalibencenos

    Muy buena

    Polialfaolefinos

    Muy buena

    Diesteres

    Buena

    Poliglicoles

    Mala

    Ester de fosfato

    Aceptable

    Poliesteres

    Aceptable

    Mezcla de características

    Cuando se mezclan dos aceites de diferentes
    características, pero del mismo tipo, se producirá
    una mezcla de características. Si mezclamos un aceite con
    viscosidad alta y otro de viscosidad baja, por ejemplo, el
    resultado será un aceite de viscosidad intermedia a los
    dos. Lo mismo ocurrirá con otras características.
    Esto no significa incompatibilidad, sino reajuste de
    características, y por lo demás, el aceite
    trabajará perfectamente.

    Incompatibilidad de pH

    Una de las principales causas de incompatibilidad es la
    neutralización de los aditivos ácidos de un aceite
    por los aditivos alcalinos de otro.

    Cuando esto ocurre se forma un jabón grasiento
    que se precipita, pudiendo obstruir líneas y filtros e
    interfiriendo en el flujo del aceite, hasta el punto de poder causar
    daños por falta de lubricación. Esta
    reacción no es inmediata y requiere la presencia de agua ;
    además la reacción se ve favorecida por la
    presión y la alta temperatura. Se ha dado el caso de
    aceites que han coexistido mezclados en el sistema sin reaccionar
    durante periodos de tiempo indefinidos, sin que la
    reacción se iniciase hasta que apareció el agua.
    Esta reacción no es reversible y drenar el sistema no
    elimina el jabón. La única manera de eliminarlo es
    limpiar el sistema con aceite mineral.

    Esto puede ocurrir al cambiar el aceite alcalino de un
    sistema por otro ácido, sin haber limpiado el sistema. Al
    cambiar un aceite alcalino por otro ácido esto no suele
    ocurrir, ya que la cantidad de material ácido remanente es
    muy pequeña y el volumen de
    precipitado no es importante. Además, los compuesto
    alcalinos suelen ser detergentes y son capaces de mantener los
    productos de la reacción en suspensión. En
    cualquier caso, siempre es recomendable efectuar una limpieza del
    sistema, efectuando un drenaje del 100 % del volumen del sistema.
    Se necesita un solo drenaje si el volumen remanente en el sistema
    es inferior al 3% del total.

    Compatibilidad con los elementos del
    sistema

    El aceite de un sistema debe se compatible con los
    elementos del mismo, tales como las aleaciones metálicas,
    sellos del sistema, conductos de materiales
    sintéticos, etc.

    El carácter químicamente activo de algunos
    aditivos hace que estos sean agresivos con los metales. Los
    aditivos que contienen azufre, cloro o fosfatos son agresivos con
    el cromo, el cobre y el latón.

    La incompatibilidad con los sellos y otros elementos de
    composición orgánica son debidos tanto a los
    aditivos como al

    aceite base. Este problema suele ocurrir con los aceites
    sintéticos.

    Incompatibilidad de las
    grasas

    Al igual que ocurre con los aceites, no todas las grasas
    son compatibles entre sí; la incompatibilidad de las
    grasas puede deberse tanto a la incompatibilidad de las bases
    como de los aditivos, si bien el primer caso es el mas
    frecuente..

    La mezcla de grasas incompatibles puede provocar cambios
    en la consistencia (tanto aumento como reducción) y
    pérdida de otras propiedades, tales como la resistencia al
    agua y al calor, resistencia al corte, protección contra
    el óxido, resistencia a la oxidación y propiedades
    de alta presión.

     

    Complejo de aluminio

    Complejo de bario

    Estearato de calcio

    Hidróxido de calcio

    Complejo de calcio

    Sulfonato de calcio

    Arcilla no-jabón

    Estearato de litio

    Hidróxido de litio

    Complejo de litio

    Poliurea convencional

    Poliurea resistente a la
    agitación

    Complejo de aluminio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Complejo de bario

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Estearato de calcio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Hidróxido de calcio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Complejo de calcio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Sulfonato de calcio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Arcilla no-jabón

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Estearato de litio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Hidróxido de litio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Complejo de litio

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Poliurea convencional

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Poliurea resistente a la
    agitación

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Tabla de compatibilidad de las
    grasas

      

    Oscar Lopez

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