El presente trabajo tiene como objetivo
analizar el papel de los
factores sociales en la formación de las nuevas
generaciones y desentrañar las insuficiencias de
éstas en la labor educativa, teniendo en cuenta la
importancia de la formación de valores en los
momentos actuales que vive la sociedad cubana y
la necesidad de involucrar a todos aquellos que de una forma u
otra tengan que ver con ella. Ofrecemos una aproximación a
la problemática objeto de análisis.
La formación de las nuevas generaciones es una
necesidad de nuestra sociedad en la actualidad, sin embargo ha
tenido que enfrentar dificultades y contradicciones que tienen un
carácter objetivo y una
influencia negativa en la transformación del hombre cubano
de estos tiempos.
La sociedad cubana de los años 90, se vio
sometida a profundas transformaciones que han tenido sus causas
más directas en la caída del socialismo del
Este, la intensificación del bloqueo norteamericano contra
Cuba y la
necesidad de insertarnos en el mercado mundial
capitalista, sobre bases competitivas. Estos cambios han generado
reformas en la base económica y cambios en la
superestructura. Es decir, se atraviesa una etapa de
reestructuración integral de la sociedad, partiendo del
nuevo contexto internacional en que está inmersa y de las
tareas actuales y futuras de la Revolución, encaminadas a mantener las
conquistas sociales y confirmar el modelo
socialista a que aspiramos.
En el plano económico, la reducción brusca
de su comercio
exterior, que se desarrollaba en un 85% con el campo
socialista, provocó una sensible reducción del
consumo
productivo, personal y
energético. Limitaciones que trajeron consecuencias
negativas, al afectar el consumo de la
población y el empleo de los
trabajadores. No obstante, el Estado
provee a la población de un consumo alimentario
básico subsidiado y mantiene la gratuidad y el acceso a
los servicios
sociales fundamentales.
El déficit de productos en
los mercados
estatales estimuló, por otra parte, el crecimiento del
mercado negro y
una recirculación de la moneda nacional a nivel de la
población sin llegar al Estado, lo que
aumentó el circulante, concentrándose en
pequeños grupos de
personas, creando una diferenciación económico
– social, que muchas veces, no depende directamente de los
resultados del trabajo.
La reforma en la economía cubana trajo
consigo un conjunto de medidas necesarias, entre las que se
destacan las siguientes: desarrollo del
proceso de
inversión del capital
extranjero; incremento del turismo internacional;
despenalización del dólar; ampliación del
trabajo por cuenta propia legalizando nuevas figuras y
actividades; creación de las UBPC; apertura,
ampliación y dinamización de los mercados
agropecuarios y de productos
artesanales, así como otras medidas y transformaciones,
encaminadas a dar solución progresiva a los nuevos
problemas y
necesidades que habían aparecido en esta etapa y los que
se arrastraban de las anteriores.
Estas circunstancias económicas, provocan un
conjunto de fenómenos nuevos, entre los que se encuentran
los cambios en las relaciones de propiedad,
cada vez más heterogéneas: propiedad
estatal, mixta, cooperativa
(campesina y ubepecista) y privada (urbana y
rural).
Estamos en presencia de nuevas condiciones que definen
el ser social, que plantean la necesidad de (re)definir la
visión sobre la relación hombre-sociedad, bajo nuevos parámetros de
la conciencia
social, pues se trata de una sociedad en transición, en la
que coexisten diversos tipos de economías, es decir una
multiestructura económica, social y hasta política, lo que
presupone una re-construcción intelectiva de nuestra
realidad, si queremos verdaderamente trasformarla
positivamente.
Estos cambios en la base económica, han provocado
diversos efectos, como son la profundización de las
diferencias sociales no vinculadas al mérito y a los
esfuerzos personales, el deterioro de algunos logros que
había alcanzado la Revolución
en el plano de los valores;
reapareciendo la prostitución, el individualismo, el
parasitismo, el consumismo y el egoísmo. Como resultado de
la ampliación y profundización de las relaciones
monetario-mercantiles, se ha elevado el valor del
dinero,
provocando efectos enajenantes, al sobrevalorarse la
satisfacción de necesidades materiales y
disminuir el valor de las
espirituales, esto hace que el individuo busque fuentes
alternativas de ingresos para
mejorar sus condiciones materiales de
vida, asumiendo conductas más pragmáticas, lo que
ha fomentando la doble moral, el
oportunismo y el utilitarismo.
Al mismo tiempo que se ha
dado una distorsión en la pirámide de ingresos respecto
a la estructura
social, se ha incrementado el desempleo y el
subempleo, y se han producido cambios en la estructura
clasista, lo que puede comprobarse si observamos la dinámica social de los años
noventa:
- Profesionales que se han movido al desempeño de trabajos no
calificados. - La existencia de empresarios, gerentes nacionales y
trabajadores simples, vinculados a empresas con
inversión
extranjera, que reciben salarios y
estimulaciones diferentes. - Campesinos acomodados e intermediarios comerciales,
que han acumulado fuertes sumas de dinero. - Ampliación de los trabajadores por cuenta
propia. - Incremento de las remesas familiares y
aparición de personas y familias relativamente
acomodadas.
Esta reestructuración de la sociedad cubana en el
plano socioeconómico, es consustancial al proceso de
reformas que se lleva a cabo en el país.
En la medida en que la economía se hace
más heterogénea, el sistema se hace
menos equitativo, provocando un incremento de desigualdades en el
acceso a bienes de
consumo y de servicios, al
tiempo que se
modifica y diversifica la escala de
valores de los
grupos
sociales, influyendo negativamente en la relación
hombre – hombre, hombre- colectivo, hombre- sociedad en cuanto al
establecimiento de valores universales y los inherentes al
modelo social
que construimos.
Además incide de manera negativa en nuestra
sociedad, el impacto ideológico de la comunidad cubana
en el exterior y la imagen refractada
del capitalismo
que se percibe por diferentes vías.
Por otro lado, en los últimos años se ha
experimentado un gran avance del conocimiento
científico y tecnológico, especialmente en la
biotecnología, las comunicaciones, la microelectrónica y el
empleo de
nuevos materiales. El desarrollo de
estas ramas de la ciencia ha
provocado un nuevo paradigma
productivo, que tiene como eje central el
conocimiento y la tecnología y se ha
revertido en la configuración de las formas en que se
organiza la economía. Estos avances constituyen la base de
un proceso creciente de globalización de la economía, de un
creciente movimiento del
comercio
internacional y de un consolidado protagonismo de las
transnacionales.
Nos encontramos con la aparición de un mundo
único, de un espacio económico global, escenario
de una competitividad en la cual cada vez más se
perfila la posesión de la información, el conocimiento
y el desarrollo de la innovación como las claves para un
desarrollo exitoso […] En la medida en que la
globalización impacta sobre las sociedades
nacionales exacerbando simultáneamente su segmentación social y la apertura
comunicacional, altera fuertemente expectativas y patrones de
comportamiento.
Y por otro lado, las fuerzas productivas universales
dominantes, son las del capitalismo,
por tanto el hombre
universal continúa siendo el hombre del
capitalismo, manteniéndose las bases del hombre
enajenado.
Las situaciones antes expuestas, hacen excepcionales las
condiciones por las que transita el proyecto social
cubano, donde se experimentan cambios en muchos aspectos de los
ideales que le sirvieron de base, y se manifiesta una
metamórfosis en algunos paradigmas
valorativos que la sociedad había adquirido, debe
intensificarse el trabajo
sobre la conciencia del
hombre, a fin de que se entienda la causa y necesidad de los
cambios operados; y cómo a pesar de todas esas
modificaciones se continúa, más que nunca, la
construcción del socialismo en el
país, y se mantiene como única alternativa de
soberanía e independencia
posibles, en las condiciones en que se debate y
existe el mundo contemporáneo; por tanto debemos continuar
formando la generación del futuro bajo ese
principio.
La formación de valores en las nuevas
generaciones, es un proceso complejo que comienza desde los
primeros años de vida del niño y permite que se
vayan formando sus cualidades humanas, sus criterios y opiniones
respecto al mundo que le rodea y de su propia actuación.
En la medida que el contenido de esos valores se arraiga en el
niño o en el joven, se va formando la escala de valores
personales en su conciencia, al tiempo que ejercen importantes
funciones
orientadoras, valorativas y reguladoras de la conducta de los
individuos; por tanto pueden encaminarse a reafirmar el progreso
moral, el
crecimiento del humanismo y el
perfeccionamiento humano.
Hay que tener en cuenta, que en la formación de
valores de las nuevas generaciones, influyen los valores
objetivos de
la realidad social que recibe el niño y el joven de la
vida práctica y los valores institucionalizados que le
llegan a través de: el Sistema Nacional
de Educación,
la familia, la
comunidad, las
instituciones
culturales, las organizaciones
sociales y de masas, así como de los medios de
difusión masiva.
Cada uno de estos factores tiene su papel en el
proceso educativo, pero, para lograr el fin propuesto, se
requiere de un trabajo coordinado de todos los elementos que
inciden en él.
En la década de los 60, al referirse al papel de
la
educación, el Che señala: "La sociedad en su
conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela" . Todas
las acciones que
se realizan en la sociedad deben estar encaminadas al
fortalecimiento de la conciencia del ser y del hacer y por tanto
a la transformación del propio hombre. Involucra al
individuo como sujeto y objeto de la educación, o como
sujeto-objeto, en el proceso en que al transformarse a sí
mismo actúa sobre los demás. "El proceso es doble,
por un lado actúa la sociedad con su educación directa e
indirecta, por otro, el individuo se somete a un proceso
consciente de autoeducación". La directa está
vinculada con las instituciones
sociales, "Se ejerce […] por medio de organismos tales como
Ministerio de Educación y el aparato de divulgación
del Partido" que tienen como función
principal la formación de elementos de la cultura
general, técnica e ideológica; la indirecta, es la
que lleva a cabo la sociedad a través de sus relaciones
cotidianas de convivencia, la que asimilada por las masas en
forma de normas,
hábitos y costumbres, llega a convertirse en patrón
de conducta. Es la
fuerza que
ejerce la masa que ha adquirido nuevos valores sobre las
desviaciones individuales.
El Che concibió el proceso de
autoeducación como un mecanismo de perfeccionamiento de
la
personalidad de nuevo tipo, como mecanismo para modelar la
nueva conducta que utiliza la autocrítica como disciplina de
mejoramiento. Por tanto, entendía la autoeducación
no sólo como formación de conocimientos, sino
además como práctica. Proceso que ocurre al
unísono con la transformación material de la
sociedad y como que el individuo está involucrado en un
conjunto de relaciones sociales nuevas, se va formando una nueva
moral, producto de la
transformación de la conciencia.
Los objetivos y
fines de la enseñanza en la actualidad siguen siendo
los mismos que había concebido el Che, cuando
escribió sus reflexiones acerca de la formación del
hombre nuevo: formar la generación que debe construir el
socialismo, formar al hombre integral. Al igual que
continúan siendo los mismos factores. Dentro de la
educación directa encontramos: el Sistema Nacional de
Enseñanza, las instituciones culturales y
los medios de
difusión masiva; en la indirecta está presente la
familia, la
comunidad y las organizaciones
sociales y de masas, jugando en ambas un importante papel la
autoeducación. Factores que son necesarios dinamizar en
los momentos actuales.
Los cambios que enfrentamos, necesarios para el
desarrollo del país, no significan una renuncia al
proyecto
social de la Revolución
cubana, por tanto, debemos continuar formando a las actuales
y nuevas generaciones bajo esos principios, lo
que implica rediseñar el trabajo de
los diversos factores que intervienen en dicho
proceso.
El Sistema Nacional de Enseñanza, es una de las
instituciones encargada de crear y trasmitir la cultura a las
nuevas generaciones, lo que implica que debe trasmitir no solo
conocimientos, sino además formar valores y establecer los
mecanismos para lograr personas activas, creadoras y creativas,
conscientes constructores de la sociedad socialista.
Ello implica formar la personalidad
de nuevo tipo sobre la base de una cultura general,
técnica y laboral, plena de
sentimientos y valores
morales revolucionarios y socialistas, que tendrán la
misión
de dar continuidad al proyecto social de la
Revolución.
El sujeto formador principal es el maestro, dada la
influencia educativa y orientadora que ejerce sobre la familia y
los factores de la comunidad, al proyectar con objetivos
definidos el proceso formativo. En tanto sujeto principal, debe
constituir ejemplo a partir de las cualidades que porta en su
individualidad, en el aspecto personal y
profesional como un todo integral.
La escuela debe
contribuir de forma decisiva a formar valores, lo que implica
conjugar teoría
y práctica, es decir, no sólo enseñar
normas, sino
acompañarlas de la práctica social, el ejemplo
personal de los educadores; un eficiente funcionamiento de las
organizaciones escolares, juveniles y políticas
de los centros de enseñanza; una correcta
aplicación del principio de vinculación del estudio
con el trabajo, y otras tantas exigencias.
Por ello, es importante que desde el primer nivel de
enseñanza se trabaje en la formación de la
orientación valorativa, que permita la asimilación
de un sistema regulador de la conducta de niños,
jóvenes y adultos, ya que este proceso atraviesa diversas
etapas; en las edades tempranas se forman las nociones, ya en la
primaria el niño amplía estas nociones en
significados individuales, los adolescentes
establecen esta relación con los significados sociales y
en la juventud se
produce la fijación y asimilación interna de los
significados socialmente positivos en forma de convicciones
personales. Por eso el proceso comienza y se desarrolla en la
familia, luego
paralelamente a esta, en la escuela y posteriormente en el centro
de trabajo, enseñar y educar en todos los niveles de
enseñanza, a enjuiciar su comportamiento
social, a valorar críticamente la realidad social, denota
la necesidad de una intensa labor educativa, dirigida a formar en
el hombre las mejores cualidades morales. Por tanto se debe
preparar al "joven para una interacción más
fecunda, creativa, solidaria y responsable, orientada a la
realización de una sociedad más justa".
Esta concepción debe partir de que los valores no
se imponen, se cultivan. La educación en valores, es una
educación ética, y
la ética
se apoya en el pensamiento
crítico. "Más que enseñar valores fijos,
debemos instruir a valorar por sí mismos a nuestros
jóvenes". Debemos ayudarlos a desarrollar las habilidades
que los conduzcan a conformar sus propios criterios, con el fin
de orientar su acción, prepararlos para que puedan
valorar, de manera correcta, cualquier hecho de la
vida.
La sociedad plantea a la educación el reto de
preparar al hombre para la vida, por tanto debe lograr en la
joven generación la fijación y asimilación
interna de los significados socialmente positivos (valores) en
forma de convicciones personales, que le permitan actuar en las
circunstancias sociales en que le corresponda vivir.
La escuela cubana debe perfeccionar el trabajo de
formación de valores, debe contribuir a desarrollar las
habilidades que le permitan a los educandos llegar a sus propios
criterios y convertir éstos en actuación
consciente, a ser activos, se les
debe enseñar qué son los valores, pues ello les
proporciona elementos que contribuyen a orientar sus decisiones,
pero ello no basta, es necesario acompañarla de la
práctica social, que permita la conversión de los
conocimientos en convicciones y estos en conducta, de aquí
la necesidad del trabajo sistemático y sistémico,
basado en el respeto al otro
como persona. Sin
embargo, investigaciones
realizadas nos muestran deficiencias en esta labor que entorpecen
el logro del objetivo propuesto, entre las que se destacan las
siguientes:
- Se manifiesta un escaso dominio
conceptual de términos relacionados con los valores
morales en los sujetos formadores. Así se refleja en
una encuesta
aplicada por el Centro de Estudio Sobre la Juventud, la
que plantea " para todos los niveles educacionales, y para
todas las cualidades morales investigadas, […] la
población analizada, refleja un nivel de conocimiento
de medio a bajo…". - El Programa de
Formación de valores que fue introducido por el MINED en
la Enseñanza Media y Media Superior tiene en cuenta los
siguientes valores: honestidad,
, honradez, responsabilidad, laboriosidad, solidaridad,
patriotismo y antimperialismo. El mismo adolece de valores
fundamentales que forman parte de la concepción del Che,
ejemplo: el humanismo,
valor central de dicha concepción y fundamental en las
relaciones
humanas. Al revisar los planes de esta actividad nos
percatamos que hay falta de sistematicidad, notándose
una fragmentación en la labor formativa. - Se evidencia falta de profesionalidad en maestros y
profesores para enfrentar esta tarea. - La relación de la escuela con la familia debe
perfeccionarse, conociendo que en el hogar existen
insuficiencias educativas que necesitan de una atención especializada, debía de
existir una labor sistemática por parte de los centros
de enseñanza, encaminada a re-educar a los padres que
así lo necesiten y a fortalecer los valores que
necesitamos formar en otros. En investigaciones
realizadas se señala que "…. la relación
más directa de la escuela con la familia [… ]
generalmente se circunscribe al análisis en reunión de padres de
los alumnos con problemas de
disciplina,
asistencia y puntualidad, aprovechamiento académico o
participación en actividades extraescolares; un
análisis de carácter
administrativo respecto a situaciones ya consumadas, de manera
que a lo esencialmente educativo, a lo preventivo, y al
asesoramiento a padres se le concede menor peso…"
Dentro del proceso educativo ocupa un lugar cimero la
familia, la que actúa de forma directa e insustituible en
la formación de las nuevas generaciones.
La familia es la célula
básica de la sociedad; se basa en el parentesco conyugal y
consanguíneo. Es un grupo social
donde existen patrones y normas de conductas que regulan las
relaciones mutuas entre sus miembros y tiene dentro de sus
funciones
fundamentales la económica, que tiene que ver con la
alimentación y satisfacción de otras
necesidades materiales de sus miembros, la reproductiva o
biosocial, que son las relaciones biológicas naturales
encargadas de la reproducción humana y la educativa o
cultural espiritual, que cumple la importante misión de
la educación y formación de los hijos. En Nuestra
Constitución se plantea: "Los padres tienen
el deber de dar alimentos a sus
hijos […] de contribuir activamente a su educación y
formación integral como ciudadanos útiles y
preparados para la vida en la sociedad socialista" Destacando el
importante papel de la familia como primer espacio formador de
las nuevas generaciones.
La escuela y la familia son pilares fundamentales en la
formación de valores y cualidades personales en los
niños y
jóvenes, por lo que deben vincularse de forma estrecha,
una es el complemento de la otra; por tanto, se deben compartir
responsabilidades manteniendo una sistemática comunicación.
En el seno de la familia se le trasmite al individuo la
significación social que tienen los sentimientos,
hábitos, costumbres y actuaciones correctas e incorrectas.
Sin embargo en este proceso formativo en el hogar, influyen
algunos factores tales como: las condiciones de la procedencia
social y los patrones educativos en los cuales se desarrolla el
niño y que inciden en la formación de sus
hábitos y modos de actuación. Por ello, el modelo
familiar puede estar orientado hacia la formación de
valores o puede ejercer influencias negativas. De suceder esto
último, la familia se transforma en un elemento
distorsionador del proceso educativo. De aquí que los
padres constituyen un elemento fundamental y necesario en la
formación de los hijos, aunque no suficiente.
La familia como institución fundamental en el
proceso educativo, puede ejercer su influencia de forma estable
porque es aquí donde se establece una mayor
vinculación espacio – temporal con el objeto de la
educación, donde desde el nacimiento del niño y
durante todo su desarrollo, se le transmite la
significación social que tienen los sentimientos,
comportamiento, hábitos correctos (aceptados socialmente),
aunque también aquí, puede recibir una influencia
negativa y tomar como hábitos de actuación actitudes
incorrectas (no aceptadas socialmente).
En la investigación que desarrollamos hemos
constatado que la educación familiar es deficiente e
insuficiente, teniendo entre sus causas: 1- la propia dinámica socio – laboral de sus
miembros que incide en la separación de éstos, y
por tanto influye en la atención, comunicación y relaciones de los padres con
los hijos, 2- la familia se ocupa más de las
responsabilidades de satisfacción de necesidades
materiales que de la educación, quedando relegada esta
función
para la escuela, además de que algunos padres piensan que
es eso lo correcto.
Otros criterios coinciden en que la familia es la
encargada de dar una correcta educación y formación
de los hijos, pero no todos los padres están preparados
para cumplir correctamente esa función.
De ahí la gran importancia que adquiere la
educación moral en la conformación de modelos de
conductas, adaptadas a situaciones que cotidianamente el hombre
vive y la gran incidencia que dicha moral adquiere en la
variación de esas situaciones. De manera que la moral, sus
principios y
normas avalados por la opinión
pública se convierten en estímulos internos del
hombre como resultado de la educación, la
asimilación de las tradiciones, hábitos y
costumbres vigentes en la sociedad, ejerciendo un papel activo en
la comprensión y transformación de las nuevas
realidades.
De manera que la opinión
pública, se convierte en elemento importante a tomar
en cuenta en el proceso educativo, al incidir en la
formación de criterios y en la propia valoración de
los actos de los individuos.
En la formación de la opinión
pública intervienen los medios de difusión masiva,
los que cumplen un destacado papel en la educación
ideopolítica y moral, y a través de sus programas
influyen en la formación de valores de la nueva
generación. El Che, en la Conferencia
inaugural de la Universidad
Popular plantea la utilidad de los
medios de difusión masiva en el proceso educativo, pues "
llegan directamente a todas las masas," teniendo una incidencia
masiva sobre la juventud y toda la sociedad, al hacerles llegar
orientaciones sobre las normas de convivencia y comportamiento
social, por tener mayores posibilidades de penetrar en la
conciencia de las masas, llevándole orientaciones,
movilizándolas para el cumplimiento de cualquier tarea y
divulgando los valores que deben caracterizar al hombre de esta
sociedad.
En la Programación de emisoras radiales, existen
pocos programas que
tienen como objetivo la formación de valores y por otro
lado, se constató que no tienen proyección, ni
política
concreta para tratar la problemática, se realizan algunas
acciones
asistemáticas, sin coordinación ni asesoramiento.
El periódico
"Juventud Rebelde" con frecuencia se trata la
problemática.
La televisión, aunque ha mejorado en tal
sentido, aun le queda mucho por hacer.
Las instituciones culturales, son otras de las
instituciones socializadoras existentes en nuestra sociedad, la
integran las bibliotecas, los
museos, los cines y las casas de cultura (que aglutinan en
sí diversos géneros artísticos), centros
encargados de difundir la cultura, a través de actividades
que contribuyen a la conformación de elevados sentimientos
morales, gustos estéticos y hábitos tradicionales y
a reafirmar normas y modelos
conductuales, con el objetivo de conservar y transmitir los
valores presentes en la sociedad, utilizando formas y mecanismos
que fortalecen su misión educativa.
En entrevista
efectuada a funcionarios de estas instituciones y a través
de revisión de planes y objetivos de trabajo, se
conoció que todas tienen objetivos específicos para
contribuir a la formación de las nuevas generaciones. Sin
embargo, limitaciones objetivas y subjetivas entorpecen un
adecuado funcionamiento de estas. La Casa de la Cultura realiza
múltiples actividades: charlas, tertulias, plan de
atención y prevención, teatro,
diferentes manifestaciones artísticas en centros de
estudios, de trabajo, en barrios problemáticos, en la
propia Casa, etcétera. Sin embargo, a pesar de existir
convenios con educación, no se sienten apoyados por esta,
ni por las organizaciones del centro.
Los museos, a través de charlas, conversatorios,
encuentro con la historia, conferencias en
centros de trabajo o de estudio, círculos de abuelos y en
los barrios, difunden los valores de hombres de la historia, de hechos
históricos, de historia de la localidad, con el objetivo
de rescatar y formar valores, aunque también plantean
falta de apoyo de los centros.
Las bibliotecas, a
través de Proyectos
Socioculturales, planes patrióticos militares y de
prevención social, realizan actividades
patrióticas, literarias, culturales, actividades
promotoras del libro y
la lectura con
niños, jóvenes y adultos. Sin embargo no se sienten
apoyadas por las escuelas (sobre todo en enseñanza media y
media superior), y además plantean que les falta
especialización para desarrollar el trabajo de
formación de valores.
Todo lo anterior nos demuestra que no bastan los
objetivos en planes de trabajo, si no existe una conciencia de la
necesidad de un trabajo coordinado de los factores que
interactúan en dicho proceso.
Por otro lado, para lograr una correcta
orientación de la educación, es importante conocer
los rasgos e intereses del individuo, así como las
características del medio en que
vive.
Desde su nacimiento, el individuo se desarrolla en un
medio determinado, en una comunidad dada, denominando así
a una unidad social con ciertas características especiales que le dan una
organización dentro de un área
delimitada y por supuesto influye en la formación del
individuo. De aquí que el trabajo comunitario adquiera en
los momentos actuales, una nueva dimensión y se lleva a
efecto a través de equipos multidisciplinarios, a fin de
crear un conjunto de condiciones favorables que permitan lograr
cambios en la conciencia de los individuos, a través de
procesos
educativos y de análisis de la realidad que les rodea, con
el fin de conocer la relación causal de los
fenómenos y dirigir su actuación hacia las
transformaciones de ese medio.
El trabajo comunitario se desarrolla fundamentalmente a
través de la promoción sociocultural. Su esencia es
ejecutar un conjunto de acciones encaminadas a desarrollar
cualitativamente una comunidad, apoyándose en las
instituciones sociales que la integran: la familia, la escuela,
el médico de la familia, las organizaciones sociales y de
masas, los medios de difusión, etcétera; quienes
utilizan mecanismos educativos y actúan de forma decisiva
en esa transformación, mediante una proyección
cultural que representa a su vez un proceso
realimentado.
El trabajo comunitario, a través de la promoción sociocultural y su función
transformadora, pudiera erigirse como el elemento integrador del
sistema educativo, en el que el todo y las partes se encuentran
en absoluta interinfluencia.
El trabajo comunitario, como expresamos ya, se apoya en
las organizaciones sociales y de masas, organizaciones que
constituyen otro factor para fortalecer la educación moral
de las nuevas generaciones en la comunidad. Los Comité de
Defensa de la Revolución (CDR) para apoyar a la
educación se proyecta objetivos encaminados a la
realización de actividades dirigidas a la formación
integral de los niños y a la creación de valores en
correspondencia con la sociedad que construimos, para lo cual
existen relaciones de colaboración con las
escuelas.
La Federación de Mujeres Cubanas (FMC ) organización femenina que agrupa a todas
las mujeres mayores de 14 años que así lo deseen,
con el objetivo de lograr su incorporación social a todas
los frentes, "particularmente a la actividad laboral y la
atención y formación de los niños y adolescentes".
En los objetivos de trabajo de la
organización en la esfera de trabajo comunitario se
encuentran el de educación y trabajo social,
que proyecta a través de todas las vías y programas
de educación de madres y padres con que cuenta la
organización, una mayor influencia en la
formación de las nuevas generaciones, en el desarrollo de
valores a través de la familia y la escuela..
Estas organizaciones pudieran ser la vía
idónea para fortalecer la labor educativa en la base, pero
a pesar de tener objetivos específicos para la
formación de valores el trabajo es inestable y no alcanza
a todas las áreas por igual.
Los CDR pudieran incidir de forma decisiva en la
formación de las nuevas generaciones, pues al estar
insertada en la base conoce las carencias e insuficiencias
educativas de cada familia. Sin embargo, pudimos conocer que no
se utilizan métodos y
vías adecuadas, existe insuficiente preparación de
los cuadros, la falta de sistematicidad en el trabajo, falta de
control y
exigencia y una incorrecta e inestable vinculación con la
escuela.
La FMC pudiera ejercer una influencia directa en la
educación de las jóvenes y madres y prepararlas
para ejercer su función educativa. En entrevista a
cuadros de la organización conocimos que esta cuenta con
el "Movimiento de
Padres y Madres Combatientes por la Educación", movimiento
que pudiera erigirse como el eslabón fundamental entre la
escuela y la comunidad, sin embargo su labor es ineficiente y
asistemático.
Pudimos constatar que el trabajo de la FMC funciona
más hacia hechos consumados (prostitución, conductas desviadas de
menores, etcétera) a través de las Casas de
Orientación a la Mujer,
mientras que el trabajo preventivo queda relegado a un segundo
plano o no se realiza.
Todo ello nos permite explicar por qué es
indispensable estimular la educación moral de las nuevas
generaciones en las circunstancias actuales que vive la sociedad
cubana, como una palanca más en la formación del
hombre con capacidad para actuar bajo el
conocimiento de sus principios hacia la realización de
sus esperanzas e ideales, objetivos y proyectos.
¿Qué métodos y
vías deben utilizarse en la formación de las nuevas
cualidades en el hombre? Por métodos entendemos la forma
en que se proyecta la influencia social sobre las acciones y el
comportamiento de los individuos, las vías son los medios
y procedimientos a
través de los cuales se realizan los objetivos de los
métodos y la acción directa sobre el objeto de la
educación.
El Che reflexionó en varios de sus escritos sobre
los métodos y vías para educar al hombre en nuestro
país, enfatizando en que debían ser métodos
propios, creativos y nuevos, destacando que para transformar la
conciencia, era esencial involucrar al individuo en una actividad
concreta, donde sintiera útil y necesaria su
participación, de ese modo no escatimaría esfuerzos
ni sacrificios.
¿Cuáles son los métodos
fundamentales a qué apelaba el Che? Para él eran
fundamentales la persuasión y el ejemplo.
La labor de persuasión del Che se
manifestó de diversas maneras, en dependencia de las
características del público a que estuviera
dirigida y de la temática a abordar; explicaciones,
debates, confrontación de ideas, polémicas y otros.
Labor educativa que realiza a través de intervenciones en
los centros de educación
superior, Conferencias en la Universidad
Popular a través de la radio y
la
televisión, intervenciones con los dirigentes,
discursos a
los trabajadores y profesionales y en varios de los documentos
escritos, entre otros. Destacando siempre lo importante y
necesario que resulta el intercambio para enriquecer y
perfeccionar las ideas.
El otro método
educativo empleado por el Che, lo es el ejemplo personal, el cual
ejerce una gran fuerza en el
afianzamiento de convicciones y normas de conducta y como
vehículo movilizador. "El ejemplo, el buen ejemplo, como
el mal ejemplo, es muy contagioso, y nosotros tenemos que
contagiar con los buenos ejemplos; trabajar sobre la conciencia
de la gente, demostrar de lo que somos capaces…" para
él, es un instrumento de compulsión moral, pues con
el ejemplo se podía llevar a las masas a vencer cualquier
dificultad, por ello veía la necesidad de unir el método del
ejemplo a la actividad práctica del individuo, pues la
vida cotidiana influye en la formación del sistema de
valores, "el mejor adoctrinamiento revolucionario que puede
existir es mostrar con el ejemplo, el camino del cumplimiento del
deber." Se evidencia la importancia que le confirió a este
método para educar, dada la influencia que ejerce en la
conducta de las personas, logrando más objetividad al
trabajo educativo.
Investigaciones realizadas a las que se refiere la Dra.
Lidia Turner en su libro citado,
demuestran que sobre los educandos influyen modelos de conductas
de personas que los rodean, hechos de hombres de la historia,
personajes centrales de filmes o libros, de los
educadores, y de forma especial de los padres, influencia que se
aprehende desde las edades tempranas, teniendo una significativa
incidencia en la formación de valores morales, puntos de
vista, desde el mismo momento en que el individuo empieza a
interactuar con el mundo que le rodea.
El Che puntualizó cómo utilizar el ejemplo
de grandes hombres de la historia en la labor educativa,
insistiendo en que estos tenían que ser analizados como
seres humanos, con sus virtudes y defectos, que fueran
creíbles e imitables., sin embargo la utilización
de estos en el proceso educativo es deficiente: no todos los
sujetos formadores son vistos por los educandos como ejemplos,
método fundamental en la concepción guevariana.
sustituyéndose por la imposición y el castigo, como
pudo constatarse en la observación y en conversaciones informales
con los docentes.
Todo lo anterior nos demuestra que en la
formación de valores influyen varios factores sociales
interrelacionados, pero es necesario tener en cuenta los
métodos y vías que apoyen tan importante
tarea.
Notas y referencias
Elena Alvarez, "Algunos efectos en la economía
cubana de los cambios en la economía
internacional", Instituto Nacional de Investigaciones
Económicas, junio 1991, p. 5-6
Se produce una modificación de las condiciones de
relación poder
político – sociedad civil a
una valoración. Véase Haroldo Dilla "Cuba: la
crisis y la
rearticulación del consenso político. (Notas para
un debate
socialista). Cuadernos de Nuestra América, Vol. X, No 20, julio-diciembre
1993.
Un análisis fundamentado sobre la
reestructuración social puede encontrarse en: Haroldo
Dilla A.: Cuba: reforma económica, la
reestructuración social y política, en revista
Estudios Latinoamericanos No 7, Enero-junio. 1997.
Martín Hopenhayn- "Cultura, ciudadanía y
desarrollo en tiempos de globalización", Revista de Ciencias
Sociales, Nueva ëpoca, No 5, junio de 1998, p.
31
Ernesto Che Guevara–
El socialismo y el hombre en Cuba, Escritos y Discursos,
Editora citada, La Habana, 1977, T. 8,, p.259
Ernesto Che Guevara-
El socialismo y el hombre en Cuba,. op. Cit. , p. 260.
OP. Cit. p. 260
Ver: Nancy Chacón Arteaga-"Moralidad
histórica: premisa para un proyecto de la imagen moral del
joven cubano" Tesis
doctoral, Ciudad Habana, 1996.
María Teresa de la Garza- Educación en
valores, en Revista
Filosófica Intercontinental, No 4/91, p.123
José Ramón
Fabelo Corzo- Valores y juventud en la Cuba en los años
90, en Retos al pensamiento en
una época de tránsito. Editora Académica, La
Habana, 1996, p.168.
Ver: Yolanda Corujo Vallejo: "La concepción
ética guevariana sobre el hombre nuevo y su vigencia en la
sociedad cubana actual". Tesis
doctoral, Santiago de Cuba, 2001
María Antonia Ramos- Algunas regularidades del
desarrollo de la
personalidad en la población juvenil cubana, Centro de
Estudio sobre la Juventud, Editorial Abril, La Habana,
1987
Ernesto Che Guevara, paradigma para
la formación de las nuevas generaciones y creador de la
concepción sobre la formación del hombre nuevo en
Cuba, después del triunfo de la Revolución
cubana.
Orlando Ferrer Hechavarría- La praxis de la
formación ético-moral de nuestra joven
generación. Experiencia en el Distrito No 3 "Antonio
Maceo". Tesis en opción al título académico
de Master en Técnicas
de Avanzada para el desarrollo integral comunitario, Universidad
de Oriente, 1999.
Constitución de la República de
Cuba. Editora Política, La Habana, 1992,
p.18-19.
Ver: Nancy Chacón Arteaga-"Moralidad
histórica: premisa para un proyecto de la imagen moral del
joven cubano" Tesis doctoral, Ciudad Habana, 1996.
Ernesto Che Guevara- Soberanía política e independencia
económica. Obras, T. II, p. 49
Ver: Isabel Taquechel Larramendi: La sociología del teatro como base
de la acción promotora. Tesis de maestría, U.O.,
1999.
Véase Ricardo Pozo Arcinega, El desarrollo de la
comunidad, México,
1961, p.15.
Ibidem.
La Dra. Lidia Turner Martí, Trata tal
problemática en su libro "Del pensamiento
pedagógico de Ernesto Che Guevara". Editorial
Capitán san Luis. 1999, que nos sirvieron de guía
para nuestro análisis.
Ernesto Che Guevara- Discurso en la
Asamblea General de trabajadores de la Textilera Ariguanabo,
Escritos y Discursos, Editoria citada, T. 7, p. 50
Ernesto Che Guevara: Discurso en la
inauguración de la fábrica de galletas "Albert
Kuntz", 3-1-62. Escritos y Discursos, Editora citada. T.6,
p.7-8
Autora:
Dra. Yolanda Corujo Vallejo
Profesora Titular de la Universidad de Oriente. Santiago
de Cuba. Cuba
Yorkys Santana González