Incidencia de las neoplasias de glándula mamaria en caninos diagnosticadas por histopatología
Incidencia de las neoplasias de
glándula mamaria en caninos diagnosticadas por
histopatología
en el hospital veterinario "Dr.
Humberto Ramírez
Daza" desde 1983 hasta 2003
- Introducción
Materiales y
métodos - Resultados y
discusión - Influencia de la
raza - El factor edad
Los tumores mamarios son neoplasias que se presentan
comunmente en varias especies incluyendo: caninos, roedores y
humanos. Se han encontrado rutinariamente en la
práctica clínica, y constituyen la neoplasia
más frecuente en caninos representando de un 25% a un
50% de todas las neoplasias en hembras caninas (Moulton,
1990).Las neoplasias de glándula mamaria en la
perra se originan de células de revestimiento epitelial,
ductular o alveolar, de células mioepiteliales
periféricas adyacentes al epitelio ductular o
alveolar, o del tejido conectivo intersticial. Existen varios
esquemas de clasificación de los tumores mamarios
caninos, entre ellos, el propuesto por Monlux esta basado en
la diferenciación entre tumores malignos y benignos,
el cual se lleva acabo evaluando cambios neoplásicos
en el epitelio y los componentes mioepiteliales y
mesodermales. La caracterización incluye dentro de los
benignos: al adenoma, papiloma ductal y papiloma de
células escamosas y dentro de los malignos: al
carcinoma ductal, carcinoma lobular y carcinoma de
células escamosas (Theilen y Madewell,
1987).Desde el punto de vista clínico, el
reconocimiento de algunos factores de riesgo ha
facilitado el control de
cáncer mamario en animales.
Resultados finales de estudios terapéuticos
quirúrgicos tradicionales han sido publicados, y los
refinamientos en los procedimientos quirúrgicos han mejorado
el control
local y la tasa de sobrevivencia. Métodos terapéuticos innovadores
que podrían servir para mejorar los resultados finales
de la terapia en aquellos animales con
neoplasias mamarias, están siendo introducidos en la
practica clínica (Theilen y Madewell,
1987).Estudios epidemiológicos de tumores mamarios
en caninos señalan el importante rol de las hormonas
en la carcinogenesis mamaria. En términos endocrinos,
una glándula mamaria representa un órgano
blanco para las hormonas
sexuales y de la pituitaria en particular. De acuerdo a
investigaciones anteriores, las hormonas
sexuales regulan no solo el desarrollo
y crecimiento de la glándula mamaria sino
también el desarrollo
de posibles defectos (Zaninovic y Simcic, 1994).Por otra parte, el reconocimiento de razas
especificas de caninos con alto riesgo de
cáncer mamario, pueden proveer información sobre de los determinantes
gaméticos en la susceptibilidad a las neoplasias
mamarias. Así mismo, se han llevado a cabo investigaciones sobre el efecto de los agentes
virales en tumores espontáneos pero hasta ahora no han
sido comprobados (Theilen y Madewell, 1987)Algunos factores de crecimiento podrían jugar
un rol en el desarrollo de tejidos
mamarios normales y neoplásicos, principalmente: el
factor de crecimiento epidermal, los factores de crecimiento
transformador (Rutteman et al., 1990) y la proteína
relacionada con la hormona paratiroidea (Okada et al., 1997).
El factor de crecimiento epidermal y el factor de crecimiento
transformador están asociados con la presencia de
receptores de estrógeno y progesterona en tumores
mamarios caninos. En tumores malignos una correlación
directa fue observada entre el factor de crecimiento
epidermal y la expresión del receptor de
estrógenos (Donnay et al., 1996). Además, se ha
observado que anormalidades en las hormonas pituitarias
juegan su propio rol: un exceso en la hormona de crecimiento
inducido por progestina podrían influenciar el
desarrollo de tumores mamarios (Rutteman, 1990), lo cual
puede ocurrir por la estimulada proliferación de
células epiteliales mamarias susceptibles y
transformadas (Van Garderen et al., 1997).Es conocido, que las hormonas ovarianas son agentes
que influencian el desarrollo de tumores mamarios.
Combinaciones de estrógenos y progestagenos usados en
la práctica veterinaria para prevenir el estro o
tratar pseudopreñeces puede incrementar la incidencia
de neoplasias mamarias (Zanninovic y Simcic, 1994). La
administración de acetato de medroxiprogesterona
en caninos sanos resulta en una sobreproducción de
hormona de crecimiento, supresión de la corteza
adrenal y el desarrollo de displasias y tumores mamarios
benignos (Perez et al., 2000).En tal sentido, y debido a la importancia que
reviste el tema, se ha planteado realizar un estudio
retrospectivo, para determinar la incidencia de neoplasias de
glándula mamaria en caninos que se diagnosticaron
histopatologicamente en el servicio
de diagnostico anatomopatológico del Hospital
Veterinario "Dr.Humberto Ramírez Daza" de Barquisimeto. Edo.
Lara, durante los últimos 20 años. Los datos
obtenidos de esta evaluación retrospectiva podrán
ser usados como base para estudios comparativos que permitan
realizar análisis epidemiológicos
más amplios.Se realizó una revisión manual
año a año, de todos los diagnósticos de
biopsias y necropsias encontrados en el archivo del
área de Anatomía Patológica del Hospital
Veterinario "Dr. Humberto Ramírez Daza", en el
Decanato de Ciencias
Veterinarias de la Universidad Centroccidental "Lisandro
Alvarado" desde el mes de Enero de 1983 hasta el mes de
Diciembre de 2003. Tomando en cuenta el diagnóstico histopalógico, edad
y raza del animal.Se registró un total de 184 caninos con
neoplasia de glándula mamaria, cuyo examen
histológico reveló 177 casos de neoplasias
malignas (96.20%) que incluían adenocarcinomas y
tumores mixtos y 7 casos de neoplasias benignas (3.80%) donde
se encontraron adenomas, fibroadenomas y tumores mixtos.
(Fig. Nº 1) Cabe destacar, que sólo se
encontró 1 caso de neoplasia mamaria en un canino
macho clasificada histopatologicamente como adenocarcinoma,
con respecto a la clasificación
histopatológica, un 56.52% correspondieron a
neoplasias epiteliales malignas, un 1.09% a neoplasias
epiteliales benignas, un 39.67% neoplasias mixtas malignas y
un 2.72% a neoplasias mixtas benignas. (Fig. Nº
2)Figura Nº1
Fig. Nº 1. Distribución de las neoplasias mamarias
benignas y malignas diagnosticadas en caninos en el servicio
anatomopatológico del Hospital Veterinario "Dr.
Humberto Rámirez Daza". Enero 1983 – Diciembre
2003.Figura Nº 2
Fig. Nº 2. Distribución
histopatológica de las neoplasias mamarias en caninos
diagnosticadas en el servicio anatomopatológico del
Hospital Veterinario "Dr. Humberto Ramírez Daza".
Enero 1983 – Diciembre 2003.Otros valores
han sido encontrado en estudios previos: Mialot (1982)
encontró 36.40% de tumores benignos y 63.50% de
malignos en un estudio de 137 tumores. Similarmente,
Hellmén (1993) señaló 30% de tumores
benignos, 68% de tumores malignos y 2% de displasias
mamarias.Zaninovic y Simcic (1994) encontraron que de 155
masas mamarias examinadas histológicamente, 75 (48%)
de las neoplasias confirmadas fueron malignas, 57 (37%)
fueron benignas y 22 (14%) no fueron
neoplásicas.En relación a los machos pocos casos han sido
reportados. En un estudio de 1.195 neoplasias mamarias
malignas confirmadas histológicamente, solo se
encontraron 13 machos afectados, mientras que de 562
neoplasias mamarias benignas, solo 10 ocurrieron en caninos
machos (Priester y McKay, 1980).Ha sido reportado que un número de razas
específicas de perros tienen
un alto riesgo para desarrollar neoplasias mamarias y la
mayoría de ellas corresponden a razas de caza. Las
razas de alto riesgo incluyen Pointers, Setter Ingles,
Pointer Aleman de pelo corto, Setter Irlandes, Springer
Spaniel Ingles y Labrador Retrievers. En razas no deportistas
se ha reportado un alto riesgo en Pirineos, Samoyedos,
Terriers Aireadles, Poodles y toy/miniaturas. Las razas de
perros que
reportaron un bajo riesgo para neoplasias mamarias incluyen
Collies (para tumores benignos) y perros mestizos (para todos
los tipos de tumores) (Theilen y Madewell, 1987).Por su parte, MacVean et al., (1978) señala
que la ocurrencia de tumores mamarios epiteliales malignos de
perras hembras fue significativamente más alto en
razas puras que en razas de perros cruzadas.Figura Nº3
Fig Nº 3. Distribución de las neoplasias mamarias
en caninos según la raza diagnosticadas en el servicio
anatomopatológico del Hospital Veterinario "Dr.
Humberto Rámirez Daza". Enero 1983 – Diciembre
2003.Estas investigaciones difieren de los resultados
reportados éste estudio donde los animales mestizos
tuvieron la mayor incidencia de casos 94 (51.09%) lo que
puede explicarse por su alta proporción en la población canina de nuestro
país, (Fig. Nº 3) a diferencia de otros
países, donde la proporción de animales
mestizos es menor con respecto a las razas puras, por lo que
la ocurrencia de tumores mamarios en éstos es
más baja. Asimismo, se encontraron 90 (48.91%) casos
en razas puras de las cuales el Pastor Aleman, el Boxer, el
Doberman Pincher, el Podlle y el Pequines fueron las que
más desarrollaron neoplasias mamarias.Para ambos tumores mamarios, benignos y malignos, el
riesgo de desarrollarse incrementa significativamente con la
edad, los tumores mamarios son raros en perras menores de 2
años de edad, y existe un agudo incremento en la
incidencia de tumores benignos aproximadamente a los 6
años de edad. En un reporte de 466 neoplasias mamarias
en una colonia de beagle cerrada, solo un tumor fue observado
en una perra menor de 5 años de edad y la tasa de
incidencia incrementó marcadamente aproximadamente a
los 8 años de edad (Theilen y Madewell,
1987)Asimismo, Perez et al., (2000) establecieron que
perras con promedio de 9 a 10 años edad son
primariamente afectadas y un incremento en la incidencia
comienza aproximadamente a los 6 años de edad,
además señalan que el desarrollo de tumores
malignos antes de los 5 años de edad es raro. Por su
parte, Zaninovic y Simcic (1994) reportaron apenas el 4% de
tumores mamarios en perras menores de 4 años, 29% en
perras con edades comprendidas entre 4-8 años y 67% en
perras mayores de 8 años.Estas afirmaciones corroboran lo encontrado en el
presente estudio, donde solo 15 (8.15%) de los casos
correspondió a hembras menores de 4 años, y en
contraste se observó un marcado incremento en la
presentación de los casos de neoplasia en animales
mayores de 6 años de edad. Asimismo, se
encontró que el mayor número de casos 89
(48.37%) se agrupan entre los 7 y 10 años de edad,
coincidiendo esto con los resultados de Perez et al., (2000).
(Fig. Nº 4)Fig. Nº 4. Distribución etaria de
las neoplasias mamarias diagnosticadas en caninos en el
servicio anatomopatológico del Hospital Veterinario
"Dr. Humberto Ramírez Daza". Enero 1983 –
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