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I Seminario latinoamericano de acoso moral y salud mental en el trabajo




Enviado por lidia



    ¿Es posible combatir el acoso
    moral en el mundo del trabajo?

    1. Introducción
      necesaria
    2. La globalización y el
      mundo del trabajo
    3. La violencia y las
      políticas neoliberales
    4. La organización
      internacional del trabajo y su papel en la defensa de los
      trabajadores
    5. Papel del Estado en la
      prevención y combate de la violencia en el
      trabajo
    6. Conclusiones para andar en
      marcha apretada

    INTRODUCCION NECESARIA

    Cuando hablamos de MUNDO DEL TRABAJO nos estamos
    refiriendo de manera general, a los espacios en que se establecen
    relaciones
    laborales entre el trabajador y su empleador, o sea,
    relaciones laborales por cuenta ajena, amparadas en las normas del
    derecho
    laboral y en las cuales se presupone el estado de
    subordinación o dependencia en que se encuentra el
    trabajador con respecto a su jefe administrativo.

    En nuestro escrito trataremos sobre los derechos y obligaciones
    de las partes, las implicaciones de las políticas
    neoliberales en el mundo del trabajo, el papel de la
    Organización Internacional del trabajo en defensa de
    los trabajadores y por último sobre la violencia en
    el trabajo, en
    su sentido amplio, los estudios realizados por OIT al respecto y
    la actividad que puede desarrollar el Estado para
    combatir el acoso moral en el trabajo.

    Con estas premisas hemos preparado el texto, en el
    entendido de un lenguaje
    más coloquial que científico, asequible a un
    número mayor de personas sin perder por ello las
    características fundamentales y el marco
    teórico conceptual del ordenamiento jurídico
    laboral para
    el tratamiento del tema.

    Esta es la
    motivación, éste es el empeño y nuestro
    aporte a la defensa de los trabajadores y de su salud física y mental en el
    ambiente
    laboral.

    Recordemos entonces el poema de Antonio Machado llevado
    a una canción por el también poeta español
    Joan Manuel Serrat

    "Caminante no hay camino, se hace camino
    al andar

    Al andar se hace camino y al volver la
    vista atrás

    Se ve la senda que nunca se ha de volver a
    pisar"

    LA GLOBALIZACION Y EL MUNDO DEL
    TRABAJO

    El mundo del trabajo, a nuestro modesto entender, es la
    integración del trabajo y el capital, donde
    la noción del mercado de
    trabajo sigue increíblemente en el siglo XXI incorporando
    la compra – venta de la
    fuerza de
    trabajo.

    La globalización existe independiente de
    nuestras voluntades. No es imprescindible reiterar hechos ya
    conocidos y por demás vividos. Sin embargo valdría
    la pena recordar cuál es la situación
    económica en que se desenvuelve la región
    latinoamericana. Es cada vez mayor el abismo que separa a ricos y
    pobres, y en la década pasada la esperanza de vida
    disminuyó en 34 países y la población en situación de pobreza extrema
    aumentó de 48 a 56 millones de personas.

    "Los Estados Unidos de
    América, en primer lugar, y el resto de los
    países que conformaron la elite de poder del
    sistema
    capitalista mundial en el siglo XX, tendrán que asumir la
    responsabilidad histórica de haber sido los
    principales causantes del hambre, la miseria, la pobreza y las
    desigualdades acumuladas por la humanidad en el pasado siglo y
    las secuelas que como pesada carga, se arrastran en los inicios
    del tercer milenio. Tendrán que responder ante las
    generaciones futuras por los millones de seres humanos que han
    perecido por el hambre y las enfermedades y que tal vez
    con una mejor distribución y empleo de los
    recursos se
    hubiesen salvado; deben responder además, por los
    más de cien millones de personas exterminadas durante las
    guerras
    provocadas por las ambiciones geopolíticas expansionistas
    e imperialistas. Llegará el día en que la humanidad
    le ajuste las cuentas por todos
    sus abusos e ignominia a la especie humana".

    El crecimiento de la población es proporcional al
    crecimiento de la pobreza en lugar del aumento de la riqueza, ya
    que crece el consumo en los
    países altamente desarrollados, como es el caso de la
    sociedad
    norteamericana que de una sociedad productora ha pasado a ser
    eminentemente consumista, contaminadora del medio ambiente
    y despilfarradora de los recursos que junto a las
    tecnologías son necesarios y que para su concreción
    se requiere de la capacidad y del poder de los Estados en
    desarrollo
    para cambiar esas circunstancias.

    Por eso la Cumbre de Monterrey recién culminada
    dedicó la declaración a los temas de "Crecimiento
    económico con equidad y
    lucha contra la pobreza, Desarrollo social
    y Gobernabilidad democrática". Sin embargo, la realidad no
    está cercana a la línea de deseos cuando en la
    región subsisten millones de personas con menos de un
    dólar al día y otros miles mueren por hambre o
    víctimas de enfermedades curables.

    Los países industrializados exhiben una tasa de
    mortalidad infantil de 5 por cada 1000 nacidos vivos, Estados
    Unidos tiene 7, Cuba
    está en 6.3, los países en desarrollo sobrepasan
    los 60, los menos adelantados incluso por encima de 100 y muchos
    de la América
    Latina están en el orden de los 30.

    En el Congreso de Biotecnología 2003 efectuado en La Habana
    se informó que 100 mil personas murieron infectadas por el
    virus del
    SIDA en los
    últimos doce meses en la América Latina,
    según reporte del Programa de las
    Naciones Unidas
    sobre el SIDA. En esta
    región hay más de dos millones de personas
    infectadas con la enfermedad en el 2003, cinco millones se
    infectaron por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y tres
    millones fallecieron. En todo el mundo viven con el virus unos 40
    millones de personas, incluidos dos millones y medio de niños.

    América adolece de un marcado abismo entre los
    países como son la potencia
    más rica y desarrollada del mundo y uno de los Estados
    más pobre de la tierra, con
    referencia a los Estados Unidos de Norteamérica y a
    Haití, pasando por diferentes estadios de desarrollo del
    resto de los países.

    Para completar este sombrío cuadro valdría
    incorporar al análisis el impacto en los mercados
    laborales, que genera exclusión de personas y una mayor
    discriminación de sectores de la
    población que requieren más
    protección.

    Reconocido en las estadísticas está el dato de un 44%
    de la población de América Latina y el Caribe
    viviendo bajo la línea de pobreza, con un desempleo que
    afecta a más del 57% de los habitantes de la región
    y más de esa cantidad que laboran en el sector informal de
    la economía y
    que tampoco tienen acceso adecuado a servicios de
    salud y educación.

    En la Cumbre extraordinaria de las Américas
    celebrada los días 12 y 13 de enero pasados en Monterrey,
    Luis Inacio "Lula" da Silva, Presidente de Brasil
    fustigó el "modelo
    perverso que separa lo económico de lo social, la
    estabilidad del crecimiento económico y el desarrollo de
    la justicia,
    cuando la experiencia histórica muestra que el
    equilibrio
    económico y sustentable se traduce en equilibrio
    social".

    La Declaración de Nuevo León adoptada en
    la mencionada Cumbre extraordinaria reconoce "la necesidad de
    trabajar juntos para impulsar la prosperidad, promover la
    inclusión social y una distribución más
    equitativa del crecimiento económico, eliminar el hambre,
    elevar los niveles de vida, generar nuevas oportunidades de
    empleo y de inversión, promover el trabajo
    decente…".

    La OIT advierte un sombrío panorama del empleo en
    América Latina y el Caribe durante 2003 con un
    pronóstico de una leve recuperación para el
    PIB en 2004
    producto de la
    reversión de la crisis de
    Argentina y las reformas emprendidas en Brasil que permiten una
    percepción de menor riesgo en la
    región, que han permitido que se recobren parcialmente los
    flujos de inversión y capitales hacia América
    Latina. Esto significaría también una
    reducción leve de la tasa de desempleo. Pero esas son las
    proyecciones sin embargo la realidad sigue siendo
    otra.

    La propia Organización señala que ha sido
    insuficiente la recuperación económica en 2003 para
    mejorar el desempeño del mercado de trabajo, pues no
    se observa progreso laboral en los 5 indicadores
    principales que permiten medir los avances y retrocesos
    coyunturales:

    • Persisten los altos niveles de desempleo, con una
      desocupación urbana promedio estimada del
      10.7% en 2003;
    • Se crean empleos de menor calidad, lo que
      se traduce en una mayor informalidad de los nuevos puestos de
      trabajo;
    • Ha empeorado el poder adquisitivo de los salarios
      mínimos, con una caída del 1.6% en los 3 primeros
      trimestres del 2003 con respecto de igual período en
      2002;
    • Se contrae el promedio de los salarios industriales
      reales en -4.8%, debido tanto al aumento del nivel
      inflacionario promedio como a la baja de la actividad de este
      sector;
    • La productividad
      media de los trabajadores se redujo en 0.5%, como consecuencia
      de que el crecimiento del PIB (1.5%) fue acompañado por
      un aumento relativamente mayor del empleo (2%) hasta septiembre
      2003.

    No se ha logrado dotar a la población en edad
    laboral de un empleo con las características que la OIT
    promueve como "trabajo decente". Por tanto se reconoce que
    más de la mitad de la fuerza de trabajo de la
    región enfrenta problemas de
    desempleo; de informalidad, caracterizados por niveles de ingreso
    volátiles y cercanos a los de la pobreza y/o de carencia
    de seguridad
    social.

    Persisten los altos niveles de desempleo y la
    precariedad de la situación laboral ya que las mejoras
    registradas en el mercado de trabajo de algunos países no
    se extienden al conjunto de la región.

    Asistimos a un mundo interdependiente en que ni
    países ni regiones pueden vivir aislados y esto se
    comprueba en el hecho que para reactivar las economías
    latinoamericanas se requerirá de la recuperación
    económica mundial. En 2003 debido a la incertidumbre
    financiera y comercial, producto de un entorno político
    internacional más inestable, se ha generado una
    disminución del flujo de inversiones y
    capitales en el orbe. En la región, las expectativas que
    se crearon con la reversión de la crisis argentina fueron
    contrarrestados por las consecuencias económicas y
    sociales de las crisis políticas que afectaron a Bolivia y
    Venezuela.

    En el propio texto mencionado, la OIT continúa
    señalando que el riesgo regional ha disminuido en 2003, lo
    que ha permitido que el flujo de inversiones desde el exterior se
    reiniciara durante ese año. Sin embargo, el riesgo
    laboral, que surge como consecuencia del déficit global de
    trabajo decente, que amenaza con una explosión social,
    continúa siendo elevado, lo que frena la inversión
    y, por tanto, limita el vigor de la recuperación
    económica en 2003.

    Se puede completar el cuadro del mundo del trabajo en
    América Latina con la siguiente información:

    • la tasa de desocupación femenina tiende a
      agravarse en la región. porque en la mayoría de
      los países donde el desempleo registra un aumento,
      éste perjudica más a las mujeres que a los
      hombres.
    • 19 millones de trabajadores urbanos están
      desocupados en América Latina y el Caribe
    • la tasa de desempleo de los jóvenes tiende a
      duplicar o está cerca de doblar la tasa de
      desocupación total. En promedio casi uno de cada 3
      jóvenes está desempleado en la
      región.
    • hay más empleo, pero de menor calidad, lo que
      se traduce en informalidad, por lo que de cada 10 nuevos
      ocupados desde 1990, aproximadamente 7 han sido informales en
      el período.
    • se mantiene la tendencia a la terciarización
      del empleo, o sea, de cada 10 nuevos ocupados, 9 trabajan en el
      sector de servicios desde 1990.
    • persiste la precarización laboral: sólo
      4 de cada 10 nuevos trabajadores tienen acceso a los servicios
      de la seguridad
      social y únicamente 2 de cada 10 ocupados en el sector
      informal cuentan con protección social entre 1990 y
      2002.

    Es inexorable marchar con los tiempos. La humanidad
    está globalizada. Nadie puede sobrevivir aislado, ajeno al
    resto del mundo. No se concibe un país autosuficiente, que
    pueda lograr el desarrollo
    sostenible sin requerir de la cooperación de otros
    países. La opinión
    pública por tanto existe para todo y para todos y debe
    importarnos lo que suceda en otros confines de la tierra, con
    independencia
    de los miles de kilómetros de distancia que nos separen.

    LA VIOLENCIA Y LAS POLITICAS
    NEOLIBERALES

    Los hechos que ocurren en un país, en un
    territorio cualquiera, repercuten en segundos en el resto de los
    países y a veces amplificado necesaria o innecesariamente
    en dependencia de los medios de
    difusión y de la notoriedad que le quieran
    atribuir.

    Desde el 11 de septiembre del 2001 la humanidad
    cambió pero no podemos decir si para bien o para mal.
    Consideramos que los hechos ocurridos a partir de esta fechan han
    sido más negativos que positivos.

    El poder hegemónico que se han atribuido los
    Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo,
    acompañado por seguidores, a veces voluntaria y otras
    involuntariamente, o por lo que antes indicamos, en cuanto a la
    dificultad de vivir aislados, ha ocasionado un daño
    irremediable al mundo del trabajo, al mundo de los trabajadores,
    a sus familias, a todos los seres humanos, ya que estamos
    obligados a aceptar sus designios y sus decisiones sin
    cuestionamientos, aunque de sus resultados se deriven graves
    consecuencias cuya repercusión aún no ha sido
    comprobada del todo.

    La lucha contra el terrorismo no debería comenzar
    a partir del 11 de septiembre. Hay hechos de terrorismo
    anteriores en la humanidad que sin embargo no han sido recordados
    como tales, desde el exterminio en masa de los judíos
    por la Alemania nazi
    y el desencadenamiento de la Segunda Guerra
    Mundial que costó solamente a la antigua URSS 20
    millones de muertos. A la vuelta de la historia, los antiguos
    perseguidos y sometidos al exterminio en los campos de
    concentración utilizan los instrumentos del terrorismo
    contra el pueblo palestino.

    ¿Acaso las bombas
    atómicas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki al
    término de la segunda guerra
    mundial no fueron un acto de terrorismo? Ah! La diferencia es
    que se concebía como una medida de garantía del fin
    de la guerra y no la
    devastación y destrucción de dos ciudades que
    todavía hoy tiene sus consecuencias en la población
    japonesa.

    O que decir de la invasión y ocupación de
    Vietnam que contó con ataques terroristas y el uso de
    armas
    químicas en un gran laboratorio
    humano durante más de 10 años. O la
    intención de exterminar una nacionalidad
    completa en Kampuchea. El genocidio es pariente cercano del
    terrorismo, no están muy alejadas las intenciones que se
    persiguen con ellas, unas veces cometido por una potencia, otras
    veces por personas aisladas, por grupos, con
    pretextos diferentes, incluso llegando al autoexterminio por
    convicciones religiosas.

    Ejemplos sobran antes del 11 de septiembre del 2001,
    pero ninguno de ellos había sido ejecutado en el
    territorio del poder hegemónico imperial norteamericano. Y
    esta violencia colectiva que nos hace vivir en un eterno
    sobresalto por las respuestas que provoca, hace vivir a la
    humanidad en un eterno sobresalto del próximo golpe y las
    injusticias que se cometerán contra población
    inocente.

    La violencia es definida por la Organización
    Mundial de la Salud como "el uso deliberado de la fuerza
    física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo,
    contra uno mismo, otra persona o un
    grupo o
    comunidad, que
    cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte,
    daños psicológicos, trastornos del desarrollo o
    privaciones".

    La definición comprende tanto la violencia
    interpersonal como el comportamiento
    suicida y los conflictos
    armados. Cubre también una amplia gama de actos que van
    más allá del acto físico para incluir las
    amenazas e intimidaciones. Además de la muerte y
    las lesiones, la definición abarca igualmente innumerables
    consecuencias del comportamiento violento, a menudo menos
    notorias, como los daños psíquicos, privaciones y
    deficiencias del desarrollo que comprometen el bienestar de los
    individuos, las familias y las comunidades.

    Siguiendo la definición nos convencemos de que la
    violencia puede ser lo mismo ejercida contra una población
    entera como acontece hoy en Irak, o contra
    grupos o personas, como sucede con la violencia racista y
    xenofóbica contra los migrantes, la violencia
    doméstica, fundamentalmente contra las mujeres, los
    niños y los discapacitados, la comunitaria, la juvenil
    producto del uso de las armas de fuego que se comercializan como
    artículos de primera necesidad y las drogas, la
    escolar, la religiosa por convicciones de esa índole que
    hace que grupos enteros se autoflagelen o se inmolen incluso en
    un grave acto de suicidio
    colectivo contra lo más preciado que tiene el hombre, su
    propia vida y la de otros miembros de su familia, su grupo
    y su comunidad, hasta llegar a la violencia en el mundo del
    trabajo.

    ¿Pero no se puede considerar también
    ejercicio de la violencia la que cometen los gobiernos contra sus
    jóvenes, las mujeres, las poblaciones enteras al negarles
    el derecho al desarrollo, a la vida, cuando les cierran todas las
    oportunidades de sobrevivir y los empujan a un mundo violento,
    sin protección, sin justicia social, en fin, sin
    futuro?.

    La violencia en el trabajo se define de variadas formas,
    no existen criterios únicos y podríamos comprobar
    algunas de ellas a continuación:

    "Cuando falta el diálogo
    para desarrollar las relaciones en una forma positiva, las
    relaciones entre los actores sociales, incluyendo clientes y
    público se deterioran y se afectan los objetivos
    encaminados a lograr un trabajo eficiente y alcanzar
    productividad".

    "Cualquier tipo de comportamiento agresivo o insultante
    susceptible de causar un daño o molestias físicas o
    psicológicas a sus víctimas, ya sean estos
    objetivos intencionados o testigos inocentes involucrados de
    forma no personal o
    accidental en los incidentes".

    "Violencia interpersonal mortal o no, cuando una persona
    hace uso de la fuerza física o de otros medios con la
    intención de causar daños, lesiones o la muerte a
    otra persona".

    "Comportamientos de individuos que amenazan, intentan
    infligir o infligen un daño físico a otros de forma
    intencionada".

    "Incidentes en los cuales las personas son
    víctimas de abuso, maltratos o asaltos en circunstancias
    relacionadas con su trabajo, incluyendo un reto explícito
    o implícito a su seguridad, bienestar y salud".

    "Violencia es el uso abusivo o injusto del poder
    así como el uso de la fuerza que culmina en sufrimientos,
    tortura, tratos degradantes e incluso la muerte"

    "Es la conducta
    repetitiva, con efecto acumulativo, que puede llegar a una forma
    severa de violencia como el acoso sexual,
    la intimidación, el abuso y el acoso moral"

    Convierte un ambiente previamente benigno en un campo
    hostil, peligroso y nocivo. No es un problema episódico
    creado por personas sino es un hecho complejo influido por
    factores sociales, económicos, organizacionales y
    culturales. Por tanto, hay que entender la naturaleza de
    la violencia en el trabajo y buscar las vías para
    prevenirla en el futuro.

    Llegamos entonces al entendimiento que se trata de un
    acto contra el ejercicio de la dignidad y la
    integridad moral de la persona. Por tanto, atenta contra los
    derechos fundamentales del hombre
    reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
    de 1948, otros Pactos y Declaraciones Internacionales, la
    Constitución de la República y otras
    leyes. La
    dignidad e igualdad de
    los trabajadores en el puesto de trabajo es el bien
    protegido.

    Como nudo fundamental de este trabajo nos centramos en
    la violencia ejercida tanto por conductas perversas, por actitudes
    enfermizas, anómalas, como por el uso de la fuerza
    física, el consumo de drogas, otros
    alucinógenos, el alcoholismo,
    como por el desmedido uso de las armas de fuego y armas blancas
    hasta el descontrolado uso arbitrario y prepotente del poder, lo
    que me posibilita analizar algunas reflexiones que considero
    oportunas para un debate.

    La primera consiste en desentrañar la influencia
    de las políticas neoliberales en el mundo del trabajo que
    causan un crecimiento de la violencia tanto física como
    psicológica con sus consecuencias nocivas para el
    desarrollo de la vida familiar del trabajador.

    La violencia en el trabajo es un fenómeno
    antiguo, reconocido desde siempre en las relaciones sociales,
    pero en la actualidad se ha producido un aumento de los casos de
    violencia en general, lo que puede ser el resultado de una
    situación socio-económica en los países,
    diferenciando obligatoriamente las causas que la generan en el
    mundo desarrollado y en el mundo en desarrollo porque son otros
    los males que aquejan y enturbian las relaciones
    sociales.

    La marginalidad, la
    migración, el desempleo, la precariedad de
    la vida, la criminalidad, el aumento de la
    drogadicción, del alcoholismo y otros fenómenos
    propios de la decadencia humana y provocados por un enfoque
    neoliberal hacia la sociedad, la privatización de los servicios
    fundamentales y la ausencia de recursos para acudir a ellos, la
    exclusión
    social, hacen que aumente la violencia en general y en el
    trabajo también.

    La organización del trabajo y el medio ambiente
    laboral pueden aportar elementos importantes para hallar las
    causas y las soluciones, la
    participación de los trabajadores y sus representantes es
    crucial para identificar el problema y para implementar las
    soluciones, los niveles de gestión
    y administración de los trabajadores no deben
    ser subestimados. Puede no existir una fórmula
    única ya que cada puesto de trabajo tiene una
    situación individual a considerar por lo que se hace
    necesario revisar las políticas y programas para
    reaccionar ante un cambio de
    circunstancias.

    Es tan fuerte la interacción de la situación social
    con la individual que la Agencia Europea para la Seguridad y
    Salud en el Trabajo refleja que 40 millones de empleados
    están afectados de estrés
    laboral actualmente en la Unión
    Europea. ¿Cuántos habrá en
    América Latina? ¿Tendrá la misma incidencia
    el estrés y
    los factores estresantes en el trabajo o habrá otras
    prioridades más urgentes que en lugar de estrés
    provocan violencia?

    Los niveles elevados de estrés laboral pueden
    precipitar comportamientos violentos y, a su vez, la violencia en
    el lugar de trabajo puede ser un importante factor de
    estrés. Los determinantes del estrés laboral son
    bien conocidos como Factores psicosociales y de
    organización. El denominador común es la devaluación del individuo o
    del trabajo que desempeña, lo que provoca fatiga,
    frustración y rabia hacia los directivos y
    compañeros, a quienes se estima desconsiderados, injustos
    e insultantes.

    Respondiendo a la pregunta de las prioridades, podemos
    señalar que para la América Latina otras son las
    urgencias a las que debe atender, como flagelos neoliberales en
    el siglo XXI que generan actos de violencia y a
    continuación los explicamos:

    • la creciente ola de privatizaciones, tanto del sector empresarial
      productivo, poniendo en manos privadas lo que en su momento
      constituyó incluso sector
      público estratégico ( la energía,
      el
      petróleo, otras industrias
      de algunos países) como de los servicios esenciales,
      cuales son la salud, la seguridad social, la
      educación, el agua, la
      electricidad, entre otros, privando el acceso a
      millones de personas. Esto provoca la urgencia de tener o
      mantener una fuente permanente y segura de ingresos
      suficientes en cantidad de dinero para
      afrontar los gastos de
      vivienda, educación, alimentación,
      vestuario y otros.
    • El cierre de pequeñas y medianas empresas por
      quiebra ante
      la potente inversión foránea de los grandes
      capitales procedente de las transnacionales más
      poderosas que en lugar de generar empleos, contradictoriamente
      provocan desempleo en la cadena mundial de la
      transnacionalización del empleo, con su cuota de
      exclusión social y miseria, así como de la fuga
      de cerebros junto al robo de especialistas para sus casas
      matrices.
      Pero la fuga de cerebros influye sobre la migración de
      la fuerza de trabajo y coadyuva al tráfico ilegal de
      personas mediante el fructífero y lucrativo negocio de
      los comerciantes de personas que "garantizan" el paso por la
      frontera o
      la entrada "cuasi legal" que posteriormente descubren las
      fuerzas de inmigración, devolviendo a los ilusos y
      soñadores a sus territorios de origen. Entonces la
      migración viene provocada tanto por la falta de empleos
      como por la propaganda
      del "American way of life" donde Ud. puede convertirse en
      millonario con su esfuerzo personal ¡Qué
      eufemismo!
    • El crecimiento de la informalidad generada por el
      desempleo , el cero crecimiento económico que apoya
      ilegales formas de crear empleos, a través de la
      simulación de una relación
      laboral, la subcontratación, las agencias privadas de
      empleo, la tercerización, el empleo parcial con salarios
      más bajos en correspondencia con las horas de trabajo.
      La informalidad convoca a la explotación del trabajo de
      mujeres y niños, de personas con necesidad de una
      especial protección social por discapacidades, como por
      su avanzada edad o su truncada niñez de juegos y
      estudios. Los mal llamados niños de la
      calle son realmente hijos de la marginalidad, la
      exclusión social, la desregulación, la
      precariedad en el empleo, las privatizaciones que dan riquezas
      a pocos y miseria a muchos, cuyas necesidades esenciales siguen
      esperando por un futuro que no llegará.
    • La explotación sexual pasa a ser una forma de
      empleo para aquellas y aquellos que son obligados al ejercicio
      de la prostitución desde la niñez hasta
      la muerte temprana provocada por los abusos a que son
      sometidos, así como por el círculo vicioso de la
      droga y el
      alcohol. Con
      sus menguados ingresos llevan a su núcleo familiar algo
      para sobrevivir y tienen determinado grado de aceptación
      entre los que estiman que no debe proscribirse el trabajo
      infantil como ayuda familiar. De esta forma enfrentan a los
      Estados con las ilegales y peores formas de trabajo infantil
      .

    Regresamos al principio de nuestros razonamientos. Las
    causas que provocan la violencia están dadas en el
    discurso
    neoliberal que ha comprometido el desarrollo de la región
    y que de continuar podrá provocar explosiones sociales de
    magnitudes incalculables.

    LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL
    DEL TRABAJO Y SU PAPEL EN LA DEFENSA DE LOS
    TRABAJADORES

    La OIT llevó al seno de sus debates hasta la
    aprobación en la Conferencia del
    año 1998 el texto de una Declaración de principios y
    derechos fundamentales cuyo contenido dista mucho de referirse a
    los verdaderos principios en que se fundamenta el derecho de
    trabajo, cuales son, sin se exclusivos, sino meramente
    enunciativos:

    • El carácter protector que considera para el
      trabajador la aplicación de la norma más
      favorable, la condición más beneficiosa y la duda
      siempre a favor del trabajador.
    • La irrenunciabilidad de los derechos laborales, bajo
      el supuesto de los derechos adquiridos.
    • La Inembargabilidad del salario del
      trabajador más allá de lo que por ley se aprueba
      para evitar que el trabajador se encuentre en estado de
      indefensión.
    • La primacía de la realidad, las presunciones
      son favorables al trabajador.
    • La continuidad y estabilidad de la relación
      laboral.
    • La igualdad que se refiere a la proscripción
      de discriminación por cualquier motivo ya
      sea la edad, la raza, el color de la
      piel, el
      sexo, la
      orientación sexual diferente, el origen social, la
      procedencia nacional, el nivel económico
      alcanzado.
    • La ausencia de explotación
    • El respeto a la
      dignidad del trabajador, el honor, la imagen y la
      integridad física y mental.
    • La libertad
      sindical
    • El derecho de negociación

    Esta Declaración se refiere a 8 Convenios
    considerados fundamentales como son los referidos a la
    eliminación del trabajo forzoso, la edad mínima de
    acceso al trabajo, la libertad sindical y el derecho de negociación y la igualdad de oportunidades
    y trato.

    Sin embargo no hay referencias a lo migrantes y sus
    derechos, a la seguridad social, la salud y medio ambiente en el
    trabajo, las horas de trabajo, la formación profesional y
    otros.

    Acaso solamente son principios y derechos fundamentales
    del trabajo los que promueve la mencionada Declaración de
    la OIT y que coadyuvarían al aumento del trabajo
    decente?

    ¿Qué se debe entender por trabajo
    decente?

    Según la OIT, el trabajo decente es el trabajo
    satisfactorio y suficiente en calidad y cantidad, de nivel
    aceptable. Es el trabajo productivo en condiciones de libertad,
    equidad, seguridad y dignidad, que cuenta con remuneración
    adecuada y protección social.

    ¿Habrá logrado la OIT sus objetivos para
    el bienio 2000 – 2001? :

    1. Promoción de los derechos
      laborales
    2. Promoción del empleo
    3. Protección social contra las situaciones de
      vulnerabilidad
    4. Fomento del diálogo social

    Cuando decimos "trabajo decente" debemos entender un
    empleo de calidad que respete los derechos de los trabajadores en
    forma de protección social. Tiene más un contenido
    ético que técnico, ya que junto al concepto de
    trabajo productivo incorpora su realización en condiciones
    de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.
    Entendiéndose entonces por seguridad en el trabajo la
    continuidad y estabilidad, pero faltaría una referencia a
    la salud mental como parte integrante del trabajo
    decente.

    La organización que proporciona ansiedad,
    depresión, acoso, humillación,
    estrés, burnout no
    tiene implicaciones en el trabajo decente si logra continuidad y
    estabilidad, participación y negociación. Entonces
    tendríamos que analizar el trabajo decente al nivel
    colectivo y global y no al individual, lo que atañe a cada
    hombre y mujer, pudiendo
    entonces coexistir una entidad que se preocupe por darle
    continuidad al empleo del trabajador y sin embargo su
    organización del trabajo contribuya a un ambiente de
    nocividad en las relaciones
    interpersonales. ¿Cabría protección
    social en estos casos?

    Por tanto, para nosotros "trabajo decente" debe ser
    aquel trabajo productivo y libremente elegido que garantice un
    ingreso adecuado al trabajador, esté protegido por
    políticas sociales y garantice equidad, seguridad,
    dignidad humana y un ambiente saludable para el
    trabajador.

    Una vez más volvemos al punto de partida o
    pasamos al final de estas reflexiones, porque hemos caído
    en un círculo vicioso sin salida aparente.

    ¿Cómo alcanzar justicia social en el siglo
    XXI si no hemos logrado la equidad de oportunidades y trato en el
    empleo?

    ¿Podríamos alcanzar la meta de un
    trabajo decente en el sector informal? ¿Cómo hablar
    de trabajo decente, si lo primero que hay que lograr es un
    trabajo?

    Los que tienen un empleo sienten la urgencia de
    mantenerlo a toda cosa y a todo costo. Para ellos
    las pandemias del siglo XXI son insignificancias comparadas con
    los flagelos neoliberales. El estrés, la ansiedad, la
    depresión, el burnout, el acoso moral y sexual, son males
    propios de las sociedades
    desarrolladas, que andan en un vertiginoso mundo sin sosiego ni
    descanso. Ya pasaron por la etapa de las necesidades perentorias,
    para ir ahora a satisfacer otras necesidades crecientes, pero que
    no constituyen la vital y más urgente, la vida
    misma.

    Por eso nos cuestionamos si serán para
    América Latina las mismas enfermedades. Las pandemias del
    siglo XXI para el mundo subdesarrollado son el hambre, la
    miseria, la exclusión social, la violencia
    social, la insalubridad, la mortalidad infantil, el analfabetismo,
    el desempleo.

    Y damos una respuesta a una interrogante. Ni hay
    investigaciones serias del porcentaje de personas
    aquejadas de esos males, ni políticas ni legislaciones
    dirigidas a la reducción de su influencia. Nuestros
    investigadores ahora están inmersos en resolver problemas
    más urgentes y consideran erróneamente que estos
    pueden esperar un poco más y cuando traten de darle
    respuesta, la salud mental estará resquebrajada y el
    trabajo decente pasará a ser la prehistoria del
    desarrollo
    humano, pues la meta será solamente eso, una
    línea de deseos.

    Son los males sociales los que causan estrés que
    sigue acompañando al hombre como la sombra al cuerpo, para
    recordarle con su presencia que las urgencias son
    otras:

    • eliminar la discriminación
    • garantizar empleos productivos, decentes,
      suficientes,
    • proveer a la población de los servicios
      esenciales sin que por su valor sean
      prohibitivos

    ¿Cómo pudiéramos saber si los
    ocupados son sometidos a estrés o a burnout?

    La salud mental está deteriorada desde que no
    conseguimos el empleo o cuando lo encontramos, es precario y lo
    perdemos después ¿Para qué necesitamos la
    representación sindical? Acaso la multiplicidad de actores
    sociales para un amplio diálogo social generará
    empleo y educación?

    Llama la atención que un gran número de
    países subdesarrollados, entre ellos todos los
    países de América Latina, estén en el
    selecto grupo de los que han ratificado 7 o el total de los 8
    Convenios incluidos en la Declaración de principios y
    derechos fundamentales, al mismo tiempo que los
    Estados Unidos, defensor de los derechos humanos y superpotencia
    en lo económico ha ratificado solamente 2. Nos preguntamos
    entonces con toda razón:

    ¿Requerirán los Estados Unidos de
    cooperación técnica y asesoramiento de la OIT para
    promover la ratificación y cumplimiento de los 8 Convenios
    fundamentales?

    ¿Están los Estados Unidos en condiciones
    de respetar, promover y hacer realidad los principios y derechos
    fundamentales que forman parte de los 8 Convenios?

    En el Borrador de Acuerdos del ALCA se han
    incluido dos capítulos referidos a la legislación
    medioambiental y la legislación
    laboral y en ellos se señala que es inapropiado
    promover el comercio o la
    inversión mediante el debilitamiento o reducción de
    la protección contemplada en la legislación laboral
    y ambiental interna y que en consecuencia, cada Parte
    procurará asegurar que no dejará sin efecto o
    derogará, ni ofrecerá dejar sin efecto o derogar
    dicha legislación de una manera que debilite o reduzca
    su adhesión a los derechos laborales internacionalmente
    reconocidos
    o reduzca la protección otorgada por la
    legislación ambiental como una forma de incentivar el
    comercio con otra Parte, o como un incentivo para el
    establecimiento, adquisición, expansión o
    retención de una inversión en su
    territorio.

    En cuanto a las normas laborales, somos del criterios
    que las convenciones internacionales presentan un amplio
    repertorio de temas que consisten en "normas mínimas" que
    deberían ser ratificadas por los estados a fin de
    perfeccionar su propia normativa interna y aportar un conjunto de
    derechos aún inexistentes en muchos pueblos de la
    región y que ni a base de los principios generales del
    derecho de trabajo son invocados como normas de orden
    público para enfrentar la Deslaboralización de las
    relaciones de trabajo, la violencia en el trabajo, los ataques a
    la dignidad e integridad física y moral de los hombres y
    mujeres, niños y niñas, discapacitados y personas
    en general y otras situaciones que deben aportar un marco
    más seguro del
    ejercicio de derechos tales como el de igualdad de oportunidades
    y trato, no discriminación, negociación, horario de
    trabajo, seguridad y salud en el trabajo, seguridad social,
    calificación profesional y otros y no limitarse a una
    Declaración de principios y derechos fundamentales que
    contradice la propia naturaleza soberana de los Estados de
    ratificar las normas que sean posibles de cumplir en el futuro
    inmediato o de servir de patrón para la adopción
    de nuevas leyes.

    Es menester señalar que con esta
    Declaración la OIT va contra sus propios pasos, pues
    obliga a los Estados al cumplimiento de los Convenios, lo cual es
    responsabilidad individual de cada uno, en el ejercicio de la
    libertad de ratificación que comprende la
    obligación de asumir compromisos, pero al definir que
    estos Convenios deben cumplirse por abarcar principios y derechos
    fundamentales, sin atenerse al proceso de la
    ratificación, se ha creado una suerte de derecho
    supranacional, de plataforma jurídica por encima de los
    Estados, que en cualquier momento atentará contra la
    propia Organización.

    Limitarnos a dichos principios y derechos fundamentales
    sería una discriminación mucho mayor a los derechos
    adquiridos por los trabajadores de muchos estados y que
    deberían constituir siempre un punto de referencia para
    otros.

    Y en ese entendido se pronuncia el Borrador de Acuerdo
    del ALCA en su tercera versión en el Capítulo VII
    cuando la referencia a los derechos laborales internacionalmente
    reconocidos es precisamente la Declaración de OIT de
    Principios y Derechos Fundamentales de 1998, y no en su totalidad
    y en un acto contradictorio sin precedente, los negociadores de
    Estados Unidos han incluido un texto "aún entre corchetes"
    lo que se comprueba del Artículo 7 de Definiciones
    cuando plantea:

    "7.1. Para los efectos de este Capítulo, se
    entenderá por legislación laboral las leyes
    o reglamentos de una Parte, o disposiciones de los mismos, que
    estén directamente relacionadas con los siguientes
    derechos laborales internacionalmente reconocidos:

    a) el derecho de asociación;

    b) el derecho de organizarse y negociar
    colectivamente;

    c) la prohibición del uso de cualquier forma de
    trabajo forzoso u obligatorio;

    d) la protección laboral de los menores, incluido
    el establecimiento de una edad mínima para el empleo de
    menores, y la prohibición y eliminación de las
    peores formas de trabajo infantil; y

    e) condiciones aceptables de trabajo respecto a salarios
    mínimos, horas de trabajo y seguridad y salud
    ocupacional".

    Hay un criterio relativo a los términos en que se
    enuncia el concepto de legislación laboral de manera
    restrictiva y no comprehensiva pues, concederle más
    protección al derecho de negociación que a la
    limitación de la jornada de trabajo, las vacaciones
    anuales pagadas y el descanso, la calificación profesional
    o al carácter protector del derecho, o al principio de
    irrenunciabilidad de los derechos o de primacía de la
    realidad por sobre el propio derecho escrito sería
    discriminatorio en su naturaleza.

    Si el resto de los derechos no ha encontrado tutela legal, la
    negociación, en la actualidad en un estado desregulador,
    sin las características de obligatoriedad que antes
    existían y basado en el ejercicio de la autonomía
    de la voluntad entre partes desiguales, característica de
    la relación de dependencia del derecho laboral y de
    seguridad social, sería muy limitada y escasa, con un
    exiguo poder de maniobra en manos del representante de los
    trabajadores que hayan logrado insertarse en el sector
    formalizado de la economía para subordinarse a las
    típicas relaciones de dependencia en el trabajo por cuenta
    ajena y no de los que por aplicar derechos pertenecientes a las
    relaciones comerciales y civiles han perdido su estado de
    subordinación de relaciones tuteladas por el derecho
    laboral.

    Los derechos humanos abarcan tanto la esfera individual
    como la colectiva pero deben verse en su unicidad y no en su
    individualidad que los debilita y desvaloriza. Son derechos de
    primera generación todos, tanto los derechos laborales,
    como los económicos, los civiles y políticos, el
    derecho al empleo, a la salud, la educación, la cultura, la
    seguridad social, la negociación colectiva, la
    sindicación, al ambiente limpio, a una sociedad sin
    violencia, al respeto de la integridad física y moral, al
    desarrollo, a la sustentabilidad, a la más amplia
    participación , a dominar y proteger los recursos
    naturales no renovables de que disponen las personas, al
    ejercicio de derechos inalienables a la propia existencia, a la
    equidad, la ausencia de explotación , la gobernabilidad
    democrática, la condonación de la deuda externa,
    los derechos de las comunidades indígenas y campesinas,
    que no podemos asumir la teoría
    de los derechos de primera, segunda y tercera
    generación.

    PAPEL DEL ESTADO EN LA PREVENCION Y
    COMBATE DE LA VIOLENCIA EN EL TRABAJO

    El crecimiento económico que debe propiciar la
    inversión de capitales, tanto extranjeros como los
    nacionales en la pequeña y mediana empresa, para
    garantizar puestos de trabajo con las características
    esenciales del llamado "trabajo decente", no es suficiente si el
    Estado no asume su papel protector en las relaciones laborales
    "tripartitas" al estilo de la OIT, ya que al nivel nacional,
    éste se ha despojado de su papel regulador y es un puro
    espectador. Debe asumir su obligación de regulador para
    que la ley norme los derechos y obligaciones de las partes y la
    negociación esté presidida por políticas
    sociales que contribuyan a reducir hasta erradicar la pobreza, la
    exclusión social, la informalidad y se logre el progreso y
    la igualdad.

    Entonces sólo así creeremos en el
    diálogo social y en la negociación como derechos
    fundamentales, pero hasta tanto siga la flexibilización
    neoliberal, la desregulación, la precariedad en las
    relaciones laborales, la informalidad , la simulación de
    relaciones laborales que esconden relaciones basadas en el
    derecho
    mercantil y la subcontratación, la falta de seguridad
    en el trabajo y no se vislumbre el futuro por la oscuridad del
    túnel que nos lleva hasta el final del camino, para
    nosotros los principios y derechos fundamentales del trabajo
    seguirán siendo los históricos que aprendimos en
    los tiempos de estudiantes, cuales son la protección de
    las relaciones laborales, la libertad de empleo, la ausencia de
    discriminación, la igualdad de oportunidades y trato, la
    seguridad en el trabajo en el concepto más amplio
    previsto, al igual que el de garantía de condiciones de
    trabajo, la irrenunciabilidad de los derechos aún en los
    momentos de mayor conflictividad del proceso laboral, la
    estabilidad y continuidad del empleo y el principio de la
    justicia social, acompañado del respeto a la dignidad
    humana, la integridad física y mental del
    trabajador.

    Insistimos en que si el crecimiento económico es
    esencial pero no suficiente, hay que promover entonces las
    políticas nacionales que contribuyan a erradicar los males
    del siglo XXI, porque no podemos dejar en manos de los
    particulares la solución de los problemas
    sociales.

    Cuba, un país tan subdesarrollado
    económicamente como el resto de la región, ha
    logrado impresionantes índices de desarrollo social al
    nivel de los países más desarrollados del mundo,
    producto del compromiso asumido por el gobierno como
    representante de la sociedad y que apoya a su pueblo como uno de
    los más culto, instruido y solidario del mundo.

    Hemos alcanzado un 2,5% de desempleo de la
    población económicamente activa que nos convierte
    en país de pleno empleo. Tenemos el estudio como parte del
    nuevo concepto de empleo. Las mujeres constituyen el 44% de la
    población trabajadora y el 70% casi de la fuerza de
    trabajo calificada, mayoritaria en la salud, la educación
    y las ciencias.

    Los jóvenes gozan de garantía tanto en la
    continuidad de estudios como en el acceso al trabajo. El 100% de
    la población infantil tiene garantizado el estudio
    obligatorio hasta el 9no. Grado, con posibilidades de incorporar
    la educación artística, de idiomas e informática desde las edades más
    tempranas.

    La mortalidad infantil es un 6 por mil nacidos vivos y
    la esperanza de vida de 77 años de edad han contribuido a
    que en 45 años se haya duplicado la población
    cubana que al triunfo de la Revolución
    en 1959 escasamente llegaba a sólo 6 millones de
    personas.

    No es nuestra intención crear un cuadro inexacto
    ante la vista del resto de los países de la región
    en el entendido de que en nuestro entorno laboral no haya
    evidencias de
    violencia física y psicológica. Pero aseguramos que
    está mucho más restringida porque no hay
    informalidad en el empleo, la seguridad social es universal y
    abarca a toda la población, tanto trabajadora como aquella
    que necesita cubrir sus necesidades esenciales con la ayuda del
    Estado y a base de la educación, la salud, la cultura, el
    deporte y el
    empleo todos como derecho del pueblo, hemos logrado reducir los
    índices de violencia en el país.

    En los colectivos laborales ha prendido la necesidad de
    la concertación de los Convenios Colectivos de Trabajo que
    hasta hace poco tiempo no se veían como una necesidad por
    el hecho de contar en el país con normas laborales muy
    abarcadoras y tutelares de las relaciones laborales.
    También contamos con Códigos y Normas de
    Ética y Conducta para los dirigentes y funcionarios que
    incluyen las relaciones interpersonales como espacio del respeto
    entre las personas y establecen que los Jefes deben ser
    líderes en la actividad de dirección y propiciar ambientes de sano
    desarrollo de las iniciativas de los trabajadores y de
    intolerancia ante las conductas que propicien un desconocimiento
    de los derechos de los trabajadores.

    También la justicia laboral ejercida en su
    primera fase pre-judicial, en el propio centro de trabajo, es un
    elemento que coadyuva a frenar el uso arbitrario del poder de
    mando pues el Orégano de Justicia Laboral de Base
    está integrado por trabajadores del propio centro u
    organización que están atentos al desarrollo de los
    hechos que puedan implicar violencia psicológica en el
    trabajo, o crear conflictos entre los trabajadores o entre estos
    y la
    administración por motivo del desconocimiento de
    derechos o la aplicación de medidas
    disciplinarias.

    Persiste la pérdida de algunos valores en
    segmentos de la población como resultado más
    inmediato del período especial en que nos encontramos
    desde 1990 en que se derrumba el campo socialista, desaparece la
    URSS y con ellos el 85% del comercio exterior
    cubano y nos vimos en la necesidad de acudir al turismo y a la inversión
    extranjera para garantizar recursos que nos permitan el
    desarrollo sostenible del país.

    Por suerte el flagelo de la drogadicción al igual que el alcoholismo,
    que han significado un riesgo contra el que se ha librado un
    inteligente combate, no tienen un peso significativo en la
    juventud, que
    a través de otras opciones de entretenimiento en el tiempo
    libre aún insuficientes, para una capa poblacional tan
    exigente, logra escapar a las consecuencias que implican para la
    salud y la vida.

    Igualmente el SIDA no es representativo de las
    relaciones sociales y el tratamiento que se ha dado a los
    enfermos ayuda a su reinserción
    social y laboral.

    Nuestros niños no están necesitados de
    trabajar, pueden continuar sus estudios y estamos satisfechos de
    todos los esfuerzos que se hacen a favor de su desarrollo
    intelectual, sin diferencias para el niño de la capital ,
    de las ciudades cabeceras de provincias, como de los campos
    más intrincados y lejanos a donde han llegado los
    médicos y maestros, incluso hay aulas con un solo alumno
    en el entendido de que la educación debe llegar a todos
    los lugares.

    Se están revisando las leyes laborales
    fundamentales, pero esta reforma no constituye ni
    disminución ni desconocimiento de derechos, sino que
    está realizada en el interés de
    modernizar conceptos y hacer concordar las leyes con las normas
    internacionales del trabajo y otros convenios ratificados por el
    país en el sentido del respeto a las obligaciones asumidas
    por el Estado.

    Sabemos que los logros alcanzados aún pueden ser
    superiores, que un mayor desempeño y resultados
    económicos pueden ofrecer mayores
    posibilidades.

    Pero estamos satisfechos y orgullosos de que nuestro
    Estado cumple su compromiso ante los ciudadanos, se ocupa y
    preocupa por su destino y asume nuevas obligaciones para evitar
    un deterioro de los indicadores alcanzados.

    Al cierre de empresas por carencia de demanda, falta
    de materias primas, materiales,
    portadores energéticos, en sectores tan importantes como
    la primera industria del
    país, la azucarera, o la aviación civil, o la
    marina mercante, se han adoptado medidas dirigidas a mantener la
    fuerza de trabajo a través de acciones de
    capacitación y recalificación. Se
    cumple de esta forma un postulado del trabajo decente: la
    seguridad del trabajo, la protección social, y el cambio
    del trabajo productivo por el estudio productivo.

    CONCLUSIONES PARA ANDAR EN MARCHA
    APRETADA

    Recientemente en un foro de prevención de
    riesgos
    entramos en un debate con una psicóloga que opinaba que el
    acoso moral no existe cuando la organización del trabajo
    responde a su cometido y está bien diseñada, porque
    aquellas empresas que han logrado una buena organización
    son ejemplos de un ambiente sano y seguro. La especialista
    estimaba que la
    personalidad no influye en el acoso. Para ella los factores
    organizacionales son los decisivos.

    Sin desechar lo dicho, con lo cual pudiéramos
    estar en parte de acuerdo, reiteramos que la organización
    del trabajo es un elemento importante del ambiente seguro y sano,
    pero ni es el único ni el determinante. Hay sectores
    estresantes, con factores de riesgo que provocan acoso y sobre
    todo violencia en el trabajo y están reconocidos por todos
    los investigadores.

    Un informe del
    Comité Mixto de la OIT/OMS define estos factores
    estresantes del trabajo como "aquellas interacciones entre el
    trabajo, su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo
    y las condiciones de su organización por una parte y por
    otra, las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura
    y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, a
    través de percepciones y experiencias, pueden influir en
    la salud y en el rendimiento y la satisfacción en el
    trabajo".

    El informe de la OIT conocido como Violence at Work de
    1998-1999 contiene un análisis integral sobre la violencia
    psicológica, la influencia en el trabajo en solitario y
    las especialidades más proclives a padecer de violencia en
    general y de violencia psicológica en particular, se
    centra en el análisis de las tendencias globales. Entre
    los resultados del estudio, el informe señala:

    • Los brotes de violencia "que se producen en los
      lugares de trabajo de todo el mundo permiten concluir que este
      problema rebasa en efecto las fronteras de los países,
      los ámbitos de trabajo o cualesquiera categorías
      profesionales".
    • En algunos lugares de trabajo y ocupaciones, como los
      taxistas, el personal de los servicios sanitarios, el personal
      docente, los trabajadores sociales, el servicio
      doméstico en países extranjeros o el trabajo
      solitario, sobre todo en los turnos de noche del comercio de
      detalle, existe un grado de riesgo ante la violencia mucho
      mayor que el correspondiente a otros ámbitos u
      ocupaciones.
    • Dicho riesgo es considerablemente mayor para las
      mujeres, dado que se concentran en las ocupaciones más
      expuestas, como la enseñanza, el trabajo
      social, la enfermería, la banca, la
      gastronomía y el comercio
      minorista.
    • Tanto los trabajadores como los empleadores reconocen
      cada vez más que las agresiones psicológicas son
      una forma grave de violencia. La violencia psicológica
      incluye el amedrentamiento de grupo o "mobbing", es decir, la
      intimidación y el hostigamiento psicológico
      colectivos.

    La mejor disposición de los puestos de trabajo,
    la garantía de recursos financieros y materiales, la mejor
    formación profesional de los trabajadores no pueden evitar
    por si solos los riesgos psicosociales, ya que existe la conducta
    perversa, narcisista, prepotente, complejos de inferioridad,
    envidia y otros sentimientos negativos y carentes de toda
    ética y
    principios que provocan acoso, humillación, hostigamiento
    y dejan huellas no sólo morales, sino también
    físicas al causar daño a la salud del
    trabajador.

    El rechazo de un individuo a otro por logros
    profesionales que le aportan el reconocimiento social y material
    de sus jefes implica muchas veces un ambiente de hostilidad que
    contagia a otros que constituyen "cómplices" en todo el
    sentido de la palabra, tanto por contribuir al hostigamiento como
    por omisión, los llamados "testigos mudos".

    El ambiente interpersonal en el lugar de trabajo puede
    ser un caldo de cultivo para la violencia. La
    discriminación y el acoso, como formas de violencia en
    sí mismas, pueden provocar una violenta reacción de
    venganza. Por ejemplo, el sindicato
    británico que agrupa a trabajadores de los ámbitos
    de la gestión
    empresarial, científico y financiero, subraya que una
    de las características del estilo directivo de algunas
    organizaciones
    es la intimidación en el lugar de trabajo (definida como
    comportamiento ofensivo, injurioso, intimidatorio, malicioso o
    insultante de carácter persistente; abuso de poder o
    imposición injusta de sanciones penales

    Hay factores inherentes al trabajo como son el propio
    diseño
    del entorno, el diseño del puesto, el ajuste de la persona
    al entorno, la carga de trabajo, factores ergonómicos y
    otros muchos que influyen en las situaciones de violencia
    psicológica, pero también están los factores
    interpersonales y la seguridad en el empleo. Esto debe verse tal
    cual es, como un conjunto de factores incidiendo al mismo tiempo
    sobre un fenómeno y que además requiere un estudio
    multidisciplinario para su validación.

    Por ejemplo, el acceso al empleo de nuevo personal puede
    ser un factor que provoque rechazo por parte de los trabajadores
    de la empresa, ante
    el riesgo de futuras decisiones de reducción de plantilla
    por parte de la dirección y existir un nuevo contendiente.
    La selección de
    personal puede realizarse con elementos discriminatorios que
    causen malestar tanto al que solicita el empleo como al que debe
    aplicar el método de
    selección. Ante la reducción de
    personal por necesidades económicas de la empresa
    aparecerán instintos irracionales de supervivencia,
    causando daños a los llamados derechos inmateriales como
    son el honor, la dignidad del trabajador "al tejer en su entorno
    historias inciertas" para garantizar un espacio en el futuro
    colectivo que permanezca en la empresa.

    Esos derechos olvidados, llamados muchas veces
    inmateriales forman parte del ambiente laboral y pueden incluso
    ser caldo de cultivo para el acoso sexual, la humillación,
    el amedrentamiento, insinuaciones vejatorias,
    constituyéndose en riesgos psicosociales, por tanto son un
    conjunto de factores los que influyen en la violencia
    psicológica en el trabajo.

    No solamente el acoso moral como hostigamiento, sino el
    silencio deliberado, las bromas inoportunas, las amenazas, el
    fraude de
    información y otros comportamientos de las 45 preguntas
    que Heinz Leymann indicó para conocer las conductas de
    Mobbing, forman parte del entorno capaz de desestabilizar la
    mejor organización del trabajo. Cuando ésta
    está viciada por falta de condiciones de trabajo
    físicas, destruyen el entorno de las relaciones
    interpersonales. Hay empresas y puestos de trabajo estresantes,
    como vimos anteriormente del informe de OIT, que provocan
    ansiedad, angustia, que general el síndrome del trabajador
    quemado o burnout y esconden muchas veces en dichos
    síndromes verdaderos cuadros de acoso, cuando el
    trabajador todavía no ha concientizado que se encuentra
    bajo el influjo de diferentes elementos que constituyen acoso
    moral por la violencia que incorporan a su psiquis y dañan
    su salud cayendo en la llamada espiral del acoso.

    Este es un fenómeno que debe ser estudiado en las
    condiciones de las empresas de nuestros países, en nuestro
    mundo del trabajo subdesarrollado con sus valores e identidad
    cultural, idiomática, de procedencia étnica y
    racial que le permite llegar a soluciones más cercanas a
    las realidades de nuestra América.

    Inteligencia sobra en nuestros intelectuales
    para formar equipos multidisciplinarios y elaborar las tesis de la
    violencia psicológica en el trabajo en las condiciones del
    continente americano. Intentamos integrarnos
    económicamente en un diseño que acoja a todos los
    países, que defina las formas de solución a los
    graves problemas que aquejan la región, sin intenciones de
    hegemonismo y prepotencia, sobre todo para la América
    Latina, la subdesarrollada económicamente que puede con
    sus riquezas intentar un futuro mejor.

    Nuestros profesionales pueden ayudar a la
    elaboración de las normas jurídicas que constituyan
    el freno a la violencia en el trabajo, garantizando la
    protección social que demandan los trabajadores y estos en
    sus correspondientes colectivos laborales definirán los
    Códigos de Conducta y Convenios Colectivos de Trabajo para
    obtener el cuadro integral que frene el acoso laboral.

    No es una utopía, es un sueño a mediano o
    a un más largo plazo, pero que si juntos y juntas lo
    soñamos apresuraremos su materialización. Esa
    será nuestra contribución a las generaciones
    futuras.

    El NO AL MOBBING, a la violencia debe comenzar como
    conclusión del Seminario y con su Plan de Acción
    en el cual tenga un espacio la creación de la Red Latinoamericana de lucha
    contra la violencia en el trabajo, con foros de
    participación social en los que los afectados puedan
    consultar a los especialistas y obtener respuesta a sus
    inquietudes.

    Requiere unir a psicólogos, médicos,
    sociólogos, economistas, juristas, antropólogos,
    especialistas de dirección empresarial, empresarios si es
    necesario, en verdaderos equipos multidisciplinarios para ofrecer
    colaboración y apoyo a los Estados que lo requieran,
    así como a las Empresas que también soliciten
    investigaciones, ya que el costo social y económico de la
    violencia está por calcular en nuestros países. Es
    por tanto un interés fundamental, defender, mediante
    políticas nacionales a la fuerza de trabajo.

    Hagamos realidad la vida sin
    violencia.

    Bibliografía

    Enciclopedia de seguridad y salud en el trabajo.
    Capítulo sobre la violencia en el lugar de trabajo. Leon
    J. Warshaw . Capítulo sobre Factores psicosociales y de
    organización. Steven L. Sauter, Lawrence R. Murphy, Joseph
    J. Hurrell y Lennart Levi.

    Di Martino Vittorio. Violence at Work. Informe de OIT,
    1998-1999. Ver en www.ilo.org

    Informe mundial sobre la violencia y la salud.
    Organización Panamericana de la Salud para la
    Organización Mundial de la Salud. Washington, D.C.
    2002

    Leymann Heinz. Las 45 preguntas sobre el Mobbing.
    En www.mobbing.nu

    Lydia Guevara Ramírez.
    ¿Derechos humanos en la integración
    económica en las Américas? III Encuentro
    Hemisférico de Lucha contra el ALCA. Enero 2004, Ciudad de
    la Habana. Cuba.

    (de la misma autora) Reflexiones sobre el acoso moral en
    el trabajo. IV Congreso Latinoamericano de Sociología del Trabajo. Ciudad de la
    Habana. Cuba, mayo 2003.

    (de la misma autora) Tratamiento del acoso moral, el
    estrés y el burnout como accidente del trabajo. Publicado
    en diferentes sitios de Internet y por la
    CVV-PSI.

    Panorama Laboral 2003. América Latina y el
    Caribe. Publicación de la OIT. Lima, diciembre
    2003

    Notas y trabajos publicados en la Comunidad Virtual de
    Violencia Psicológica, enlace externo de OMS. Coordinadora
    María José Blanco Barea. Colaboraciones de varios
    autores en la cvv-psi y en otros foros
    internacionales.

    Legislación laboral cubana vigente en el Código
    de Trabajo y demás leyes y resoluciones desde 1984 a la
    fecha.

    Discursos e intervenciones de Fidel Castro
    Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y Ministros de la
    República de Cuba en el año 2003 y 2004.

    De la Intervención del Ministro de Trabajo de la
    República de Cuba, Msc. Alfredo Morales Cartaya, en el
    balance anual 2003 del Ministerio de Trabajo (publicado en
    el
    periódico Trabajadores en marzo 2004).

    Sitios web de
    Brasil. www.assediomoral.org
    . www.conjur.uol.com.br
    . Trabajos publicados pertenecientes a Marcia Novaes,
    Arildo Loper, Mario Goncalvez, Mauro Azevedo de Moura, Luiz
    Salvador y otros autores.

    Debates en la CVV-PSI sobre violencia
    psicológica, comportamiento mimético, abuso de
    poder, selección de personal, ejercicio del poder y el
    Mobbing y otros bajo la conducción de su coordinadora
    María J. Blanco.

     

    Lydia Guevara Ramírez

    Secretaria General ALAL

    Cuba

    RECIFE, PERNAMBUCO

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