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Perfil de salud en personal de atención pre-hospitalaria




Enviado por jucarod



    INTRODUCCION

    Si se torna difícil tratar de describir la
    situación de salud de cualquier agrupación humana,
    es más difícil cuando el entorno donde se
    desarrollan las actividades de trabajo no es
    familiar para la persona que
    indaga. El hecho de haber laborado durante un lapso importante de
    tiempo en la
    institución donde se desarrolla el trabajo
    presente, facilita la visión de las situaciones no acordes
    con condiciones de trabajo adecuadas.

    Todo grupo de
    trabajo está expuesto a condiciones que pueden en un
    momento determinado favorecer o producir trastornos de la salud
    en general de los que estén sujetos a sus efectos. En un
    grupo de trabajo que se expone a riesgos
    ausentes en situaciones laborales comunes, tales como los riesgos
    biológicos, o aquellas que dependen del desempeño en trabajos por turnos, las
    alteraciones de la salud pueden tener diversas manifestaciones,
    que en el contexto histórico no han sido definidas con
    claridad para el personal masculino que labora en servicios de
    salud con características particulares como son los
    servicios de atención ambulatoria de emergencias o de
    atención pre-hospitalaria.

    Es innegable la importancia que tiene desde el punto de
    vista ocupacional el hecho de conocer los riesgos a los que se
    expone el personal para poder
    diseñar los programas de
    prevención de riesgos dirigidos al personal que labora en
    tales instituciones,
    pero para lograr esa meta es necesario definir un patrón
    inicial que sirva de punto de referencia para estudios
    posteriores, y para poder precisar el momento en el que una
    característica se desvía de la norma.

    Aunque el tamaño de la muestra con que
    se elabora el presente estudio proporcione valores que
    estadísticamente pudieran no ofrecer confiabilidad en los
    resultados obtenidos, se espera que por lo menos despierten
    inquietudes relacionadas a las condiciones de trabajo de este
    grupo de personas dedicadas a la atención de
    salud.

    Se considera que conocer al menos en parte la
    situación de salud de un grupo cualquiera de trabajadores
    siempre será mejor que desconocer la totalidad de las
    condiciones de trabajo y de salud de los mismos.

    Del mismo modo, y siguiendo la premisa de "Salud para los
    trabajadores", cualquier mejora en las condiciones de trabajo que
    derive del análisis y aplicación de los
    resultados del presente trabajo, será satisfactorio para
    el autor, por haber favorecido a un pequeño pero
    significativo número de trabajadores.

     

     

    CAPITULO I

    EL PROBLEMA

    PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

    La importancia del sector sanitario en el mundo del trabajo es
    creciente, y en muchas de las ciudades los hospitales son las
    empresas
    más importantes en cuanto al número de trabajadores
    que ocupan.

    En muchos países, debido a los problemas
    asistenciales que presentan, y aunado al crecimiento poblacional
    excesivo, que se traduce en mayor demanda de los
    abarrotados centros de salud, se ha recurrido a diversos
    programas que tratan de solventar la escasa oferta de
    servicios. Entre las alternativas planteadas están los
    servicios ambulantes de atención de emergencias, los
    cuales consisten en su mayoría, en unidades que agrupan
    vehículos dotados con equipos médicos y
    medicamentos, donde se traslada al sitio de la emergencia un
    personal generalmente compuesto por un médico, y
    auxiliares de enfermería
    o paramédicos; esto con el fin de disminuir el tiempo de
    atención desde el inicio de la situación de
    emergencia, evitando así las posibles complicaciones, e
    incluso la muerte del
    paciente.

    Cuando el personal de a bordo no puede resolver
    satisfactoriamente la situación de emergencia presentada,
    o cuando la condición del paciente necesita una

    observación cuidadosa y continua por parte de personal
    entrenado, entonces éste será trasladado a
    algún centro asistencial que esté dotado con
    suficientes recursos para
    cumplir con ese cometido.

    Es innegable la importancia de efectuar un excelente trabajo
    cuando se trata de la salud de las personas, especialmente si
    está comprometida la vida. Por esto el personal debe
    prestar el servicio en
    óptimas circunstancias, y esto incluye desde el
    equipamiento de las unidades hasta las adecuadas condiciones y
    aptitudes del personal. Diversos elementos podrían influir
    en la forma de abordaje del paciente, por lo que se podría
    suponer que si se ofrece a los trabajadores un medio de trabajo
    adecuado, que cubra los requerimientos necesarios para un buen
    desempeño, horarios que se adapten a las necesidades de
    cada trabajador, y que se traduzcan en ingresos
    suficientes para el desarrollo de
    su vida familiar y social, además de diseños
    ergonómicos de las unidades y camillas, entonces se puede
    esperar tener un trabajador que estará sometido a un
    mínimo de riesgos, con una mejor adaptación al
    desempeño de sus labores y por supuesto con un menor
    desarrollo de patologías relacionadas al oficio.

    El personal de enfermería de los servicios ambulantes,
    por el hecho de no trabajar directamente en un centro
    hospitalario, no está exento de los riesgos de salud que
    también tiene el personal con similares
    características y que labora en esos centros. Entre estos
    riesgos se puede mencionar:

    • Riesgos biológicos: hepatitis B y
      C, SIDA
      (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), Tuberculosis,
      enfermedades
      exantemáticas y otros. Estos riesgos pudieran ser
      mayores debido al limitado espacio físico en el cual se
      labora dentro del vehículo, lo que favorece la
      concentración de partículas en el escaso volumen de
      aire
      confinado;
    • Riesgos físicos: incendios,
      por uso de oxígeno en bombonas portátiles o
      centralizado en las unidades; accidentes
      de origen eléctrico, por el uso de equipos o aparatos de
      medición y/o control de
      signos
      vitales; traumatismos y heridas; riesgo de
      accidentes de tránsito; levantamiento de pesos;
      posiciones incómodas al ejecutar labores propias de
      atención de pacientes o lesionados;
    • Riesgo químico por contacto con medicamentos,
      antisépticos;
    • Riesgos psíquicos, debido a jornadas prolongadas,
      turno nocturno y rotación de horarios, trabajo con
      pacientes de alto riesgo; agresión verbal o física por parte
      del paciente o familiares; visitas a zonas de peligrosidad
      conocida.
    • Condiciones ergonómicas inadecuadas, por diseño de los vehículos,
      levantamiento de cargas, diseño de las camillas;

    En la ciudad de Barquisimeto, capital del
    Estado Lara,
    Venezuela,
    dentro del seno de la Asociación Regional Cardiovascular
    (ASCARDIO), desde el año 1989 se ha desarrollado un
    sistema integral
    de atención de emergencias en el ámbito
    domiciliario, el cual atiende, para el año 2000, a un
    número de 200.000 afiliados aproximadamente (fuente:
    archivos
    internos Ascardio), durante 24 horas al día, en los
    límites
    de la ciudad de Barquisimeto y Cabudare, además de
    áreas aledañas. Atienden además al resto de
    la población mediante convenios suscritos con
    el Ejecutivo Regional. Dicho servicio cuenta con unidades
    vehiculares especialmente dotadas para la atención y
    resolución de situaciones de emergencia que puedan
    comprometer la vida del afectado. A bordo de las mismas se
    traslada personal médico y paramédico,
    adecuadamente entrenados para enfrentarse a los eventos de salud
    de cualquier índole que se presenten. El equipamiento de
    las unidades incluye material médico-quirúrgico
    básico y medicamentos de mayor utilización en las
    emergencias más comunes. El tipo y cantidad de equipos y
    medicamentos con que debe contar cada unidad han sido
    desarrollados de acuerdo a las estadísticas internas del servicio, donde
    se evalúan las emergencias más frecuentes, y basado
    en estos datos se equipa a
    las unidades con los medicamentos necesarios.

    El autor pudo observar, durante siete años de ejercicio
    en el seno de la Institución, diversas facetas en el
    desempeño de la actividad asistencial del servicio
    ambulante, lo que le permite inferir que existen diversas
    condiciones de trabajo que pueden tener relación con
    el estado de
    salud de los trabajadores, y que pueden determinar, a futuro, la
    aparición de diversos cuadros patológicos
    relacionados al trabajo.

    El estudio de tales patologías es escaso, porque aunque
    se han desarrollado algunas investigaciones
    que tratan de discernir sobre la problemática de salud del
    personal de enfermería, éstas en su mayoría
    han sido llevadas a cabo en centros hospitalarios y tomando en
    cuenta una población básicamente femenina, por lo
    que sus resultados no podrían extrapolarse a la creciente
    masa de trabajadores del sector salud de tipo ambulante, el cual,
    característicamente, está conformado por una
    mayoría del sexo
    masculino.

    Por ser este grupo de trabajadores poco estudiado, las
    conclusiones de estudios realizados en población
    básicamente femenina no puede aplicarse a una
    población con identidad
    propia, y sometida a condiciones de trabajo no comunes a los
    centros hospitalarios.

    En tal sentido, el presente trabajo tiene como
    propósito diagnosticar las condiciones de labor del
    personal masculino de enfermería en los servicios
    ambulantes de atención de emergencias, y la posible
    relación con el perfil de salud que presenta el grupo en
    estudio.

    Es factible pensar que el
    conocimiento del estado de salud, y los riesgos a los que
    está expuesto un grupo de trabajadores, puede facilitar la
    labor de crear y mantener programas preventivos de salud, e
    higiene en el
    ambiente de
    trabajo, de tal forma de evitar la aparición de
    condiciones indeseables en la salud de los mismos.

    La aplicación de los programas de prevención
    para los trabajadores, debe ser la meta de todo
    grupo económico, cualquiera sea su actividad, y el grupo
    que involucra a los trabajadores de la salud no puede quedar
    excluido de su cobertura, y de los beneficios que significa el
    trabajar en un medio seguro y
    confiable.

     

    JUSTIFICACION

    Se ha hecho costumbre, el que la atención de salud de
    los trabajadores sea solamente desde el punto de vista curativo,
    es decir, se espera que se manifiesten los signos y
    síntomas de enfermedad para poder intervenir y tratar de
    corregir la anormalidad, o por lo menos de disminuir sus
    complicaciones, evitando en lo posible que el trabajador falte
    mucho tiempo a su trabajo, ya que es una "herramienta
    indispensable", pero no por eso deja de ser prescindible.

    Desde hace muy poco tiempo en el país, y gracias a un
    pequeño grupo de profesionales, se ha logrado el inicio y
    repunte de la Salud
    Ocupacional, la cual trata de mejorar las condiciones de
    trabajo, específicamente para evitar que el trabajador se
    enferme, se lesione o muera. Esta meta se puede lograr mejorando
    las condiciones específicas de trabajo que puedan afectar
    la salud de los trabajadores.

    Es por eso que se trata de estudiar cada grupo de trabajo, los
    cuales poseen características propias, y por consiguiente,
    cuadros patológicos propios relacionados a las actividades
    desempeñadas, y a los riesgos inherentes a esa
    actividad.

    Como se hizo mención anteriormente, la visión
    feminista de los estudios realizados en personal de
    enfermería en los centros de salud, ha contribuido a que
    se tenga escasa información acerca de la
    problemática de salud que afecta a los trabajadores del
    sexo masculino de esta rama particular de la atención
    sanitaria, hecho que se complica aún más, cuando la
    ubicación en espacio de éstos es diferente a la
    tradicional imagen del
    personal de enfermería intra-hospitalario.

    El desarrollo de la presente investigación es importante debido a que
    dentro de los servicios ambulantes de atención de
    emergencia, no se tiene un perfil de salud definido del personal
    de enfermería o paramédicos. En tal sentido, por
    ser un grupo creciente de trabajadores con características
    propias, es necesario identificar el perfil de salud de los
    mismos, y conocer las particularidades de la exposición
    a riesgos relacionados al trabajo que desempeñan,
    posibilitando así definir y desarrollar programas de
    prevención de riesgos, accidentes y enfermedades
    ocupacionales que estén relacionados a este grupo
    profesional específico, dirigidos a solventar las posibles
    causas de las patologías relacionadas al trabajo.
    Además, el desarrollo del perfil de salud puede brindar
    criterios que puedan orientar en el desarrollo de condiciones
    ideales de trabajo, de diseño, y de organización del mismo.

    El instrumento desarrollado para la recolección de los
    datos podrá servir además, para soporte de estudios
    futuros que tomen en cuenta a este sector de la masa trabajadora
    y que quieran desarrollar elementos puntuales que puedan estar
    afectando su salud.

     

    OBJETIVOS

    OBJETIVO GENERAL

    Evaluar las condiciones de trabajo y el perfil de salud del
    personal masculino de enfermería en el servicio de
    atención ambulatoria de emergencias "Ambulancias Ascardio"
    de la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara, en el período
    Agosto-Noviembre 2000.

    OBJETIVOS ESPECIFICOS

    • Establecer las condiciones de trabajo y organizacionales
      del personal masculino de enfermería en el servicio de
      atención ambulatoria de emergencias "Ambulancias
      Ascardio".
    • Identificar las principales causas de morbilidad en el
      personal motivo de estudio. Establecer la relación entre
      condiciones de trabajo específicas, y las diferentes
      problemáticas de salud presentadas por los
      trabajadores.
    • Establecer la relación entre organización del
      trabajo y daños a la salud del trabajador.
    • Inferir la relación existente entre horas
      trabajadas, y rotación de turnos, en la
      afectación de la salud del trabajador.
    • Determinar la relación entre las condiciones de
      trabajo y la afectación del desarrollo de la vida
      familiar del trabajador.
    • Definir el perfil de salud del trabajador masculino de
      enfermería en los servicios ambulantes de
      atención de emergencias.

     

    ALCANCES Y LIMITACIONES

    Alcances

    Se pretende evaluar las condiciones de trabajo del personal de
    un servicio ambulatorio de atención de emergencias,
    ubicado en la ciudad de Barquisimeto, capital del Estado Lara,
    Venezuela. Como parte del estudio se miden distintas variables que
    abarcan desde condiciones de trabajo, exposición a
    riesgos, estado de salud del trabajador y algunos aspectos
    relacionados a su vida familiar, para tratar de establecer un
    perfil de salud de este grupo de profesionales que ha sido poco
    estudiado, y que sirva de base para iniciar futuros estudios, que
    puedan profundizar en tópicos concretos que logren
    beneficios a los interesados.

    Cuando se conoce el perfil de salud de un grupo determinado,
    se pueden establecer patrones que nos ayuden a identificar cuando
    un individuo se
    está alejando de lo que se considera normal para el
    conglomerado, de tal forma de actuar prontamente y evitar
    daños mayores, o incluso lesiones irreparables. Es decir,
    que conocer un grupo y sus características ayuda a
    prevenir, lo que en esencia es el fin de la Salud Ocupacional.
    Más aún, al conocer los riesgos a los que
    potencialmente se está expuesto en el sitio de trabajo, se
    pueden adoptar medidas y normativas de trabajo que ayuden a
    mejorar la expectativa de mantenerse en salud en el mismo,
    prolongando la posibilidad de mantenerse en el mercado de
    trabajo de forma productiva.

    Limitaciones

    El presente trabajo de investigación se limita a
    trabajar con una muestra exclusivamente del sexo masculino.
    Además se incluirá sólo personal clasificado
    como auxiliares de enfermería o con entrenamiento
    como paramédicos en la atención de emergencias. Los
    turnos rotativos, y el hecho que el personal a estudiar
    generalmente se encuentra en la calle, a bordo de las unidades de
    emergencia, influyó en el tiempo de recolección de
    los datos. Las características de la situación
    económica del País, que se traduce en el retiro de
    un número elevado de trabajadores del sector productivo y
    de servicios, afectaron el tamaño de la muestra.

    Por otro lado, la escasa cantidad de referencias
    bibliográficas relacionadas al tema en estudio, dificulta
    la comparación con grupos de
    similares características. Incluso, el escaso conocimiento
    que tienen los trabajadores acerca de la Salud Ocupacional, y de
    los beneficios que puede traer a su salud el conocimiento de su
    perfil básico de bienestar, y de los programas que se
    pudieran implementar a raíz de ese conocimiento,
    incidieron en la atención que se le prestó a la
    realización del estudio. Del mismo modo, la falsa
    sensación de que el estudio servía como detector de
    trabajadores que no cumplen con las normativas internas del
    servicio favoreció la no-realización de las
    encuestas por
    parte de un grupo de los paramédicos, factor que
    afectó la tasa de respuesta al trabajo.

    Al realizar revisión de los motivos de consulta
    más frecuente del personal masculino del servicio, al
    utilizar la consulta médica denominada "Su Amigo Ascardio"
    (Servicio Unico de Atención Médica Integral a
    Grupos Organizados), nos encontramos con que las cifras obtenidas
    no reflejan fielmente el estado del grupo en estudio ya que en
    estas cifras están también incluidas las consultas
    de los familiares, o de otros trabajadores del servicio que no se
    identifican con el grupo estudiado.

    Así mismo, muchos de los trabajadores no asisten a esta
    consulta, sino que son evaluados directamente por los
    médicos del servicio de emergencias, no ingresando sus
    datos al sistema informático, por lo que estos datos no
    pueden ser incluidos en el estudio, ya que carecen de
    veracidad.

     

    CAPITULO II

    MARCO TEORICO

    Antecedentes

     

    Pocos trabajos se han realizado donde se involucre la salud
    del personal que labora en servicios ambulantes como auxiliares
    de enfermería o paramédicos, por el contrario, los
    que se han llevado a cabo se han dirigido a la calidad o tipo de
    atención que se presta al enfermo, al tipo de tratamiento
    que se aplica en determinada patología y los resultados
    obtenidos luego de su administración, y a la evaluación
    de los tiempos de llegada a los sitios de emergencia desde el
    momento de la solicitud por parte de algún paciente o sus
    familiares.

    Entre los escasos trabajos dirigidos a la salud del personal
    que labora en estas unidades o servicios, se puede mencionar el
    realizado en el Estado de Kentucky, en los Estados Unidos de
    América, en el año 1998, el cual
    estaba dirigido a determinar los cambios en la agudeza auditiva
    del personal de las ambulancias, como objetivo
    principal, y secundariamente para determinar el nivel de ruido emitido
    por las ambulancias modernas (Price y Goldsmith, 1998).

    Los niveles de ruido fueron detectados entre 58 decibeles en
    la escala A, (dBA)
    en el compartimento del paciente, hasta 84 dB(A) en la cabina
    delantera, con los vidrios abajo y la sirena en funcionamiento.
    Las pérdidas auditivas halladas entre el personal no
    alcanzaron cifras significativas, a cualquier frecuencia y para
    ambos oídos.

    Estos resultados indican que en la presente
    investigación no debe considerarse prioritariamente las
    pérdidas auditivas, más tampoco pueden ser
    descartadas por tratarse de contextos y unidades totalmente
    diferentes.

    Un estudio llevado a cabo en el norte de Irlanda (Rodgers,
    1998) entre los años 1988 y 1992, comparó la
    morbilidad entre el personal de servicios de ambulancias y otros
    grupos de trabajadores de la salud, con el fin de planificar los
    servicios de salud ocupacional. Un total de 181 hombres y 353
    mujeres fueron seleccionados para este estudio. El personal de
    ambulancias mostró una alta tasa de retiro temprano por
    razones médicas (55.9/1000 por año), comparado con
    otros estudios previos (5.7 – 22.5/1000), y con otros
    grupos del mismo estudio (enfermeras 5.9/1000, por ejemplo).

    Las causas más importantes de retiro, según los
    resultados de la investigación, fueron los problemas
    músculo-esqueléticos, trastornos circulatorios y
    problemas mentales, con diferencias estadísticamente no
    significativas entre los diferentes grupos de trabajadores. En
    comparación con estudios previos, éste
    mostró que la alta proporción de retiros del
    personal de ambulancias debido a problemas mentales tuvo una
    inesperada alta relación con consumo de
    alcohol
    (Rodgers, ob. cit.).

    En el año 1998, en la ciudad de Nueva York, se
    llevó a cabo un estudio que trataba de determinar la tasa
    de conversión del Test de
    tuberculina entre los trabajadores de los servicios de
    emergencias médicas que laboran en un medio con una alta
    prevalencia de Mycobacterium tuberculosis. Entre 1993 y 1996,
    todos los trabajadores fueron sometidos a pruebas de PPD
    (Purified Protein Derivative) para tuberculosis, logrando aplicar
    y leer un total de 7.290 resultados, obteniendo una tasa de
    conversión promedio de 6 %, la cual es relativamente baja
    comparada con los trabajadores de la salud en hospitales (Prezant
    y Kelly, 1998).

    BASES TEORICAS

    Condiciones de trabajo y perfil de salud

    Toda actividad de trabajo, bien sea remunerada o no, tiene
    implícita la realización de actividades con el fin
    determinado de cumplir el objetivo propuesto. En diversas
    medidas, las actividades que se realizan implican cierto grado de
    riesgo, de tal forma que si este riesgo no es tomado en cuenta,
    puede, al transcurrir un lapso de tiempo, ocasionar lesiones o
    enfermedades que serán relacionadas ineludiblemente al
    proceso de
    trabajo.

    No hay actividad productiva que esté desligada de
    riesgos, y por consiguiente, no hay actividad en la que no se
    deba implementar mecanismos o procesos para
    evitar complicaciones posteriores. Por esto los investigadores en
    Salud Ocupacional y Medicina del
    Trabajo se han abocado a la tarea de tratar de describir y
    controlar el medio y condiciones en los que se desenvuelven los
    trabajadores, cualquiera que sea su actividad, para describir,
    identificar y controlar los posibles riesgos a los que se
    podría exponer el o los trabajadores.

    Las condiciones bajo las cuales los trabajadores deben
    desarrollar su actividad pueden determinar el impacto, y la
    magnitud del mismo, sobre su salud. Las condiciones de trabajo no
    deben ser limitadas nada más a las condiciones
    físicas que envuelven al puesto de trabajo o al
    trabajador; se debe tener en cuenta el ambiente
    socio-económico, el organizacional, el estado psico-social
    del trabajador, y aun más allá, el entorno familiar
    del trabajador, que puede en gran manera afectar la
    concentración y actitud hacia
    la actividad a desempeñar.

    Las condiciones de trabajo estarían constituidas por
    los factores socio-técnicos y organizacionales del
    proceso de producción implantado en el
    establecimiento y por los factores de riesgo del medio
    ambiente de trabajo. Ambos grupos de factores constituyen
    las exigencias, requerimientos y limitaciones del puesto de
    trabajo, cuya articulación sinérgica y combinada
    da lugar a la carga global del trabajo prescrito, la cual es
    asumida, asignada o impuesta a cada trabajador, provocando de
    manera inmediata o mediata, efectos directos o indirectos,
    positivos o negativos, sobre la vida y la salud física,
    psíquica y/o mental de los trabajadores (Neffa,
    1988).

    Es necesario, para poder entender la magnitud del problema, y
    para poder ubicarse en el espacio en el que se desarrolla la
    presente temática, el tratar de definir algunos conceptos
    que tal vez estén interiorizados para algunos, pero que en
    oportunidades son de difícil expresión.

    Tal vez el concepto que se
    maneja con mayor frecuencia, y que a la hora de poder expresar
    una definición crea mayores divergencias, sea el concepto
    de Salud. Aunque la
    Organización Mundial de la Salud la ha definido como
    "el estado de completo bienestar físico, mental y social,
    y no sólo la ausencia de enfermedades", éste es tal
    vez un concepto muy estático, si se toma en cuenta que la
    salud es una característica vital, y por lo tanto dinámica, ya que el hombre se
    encuentra en continua evolución y transformación.

    Cada persona tiene una percepción
    y vivencia personal de lo que es la salud de acuerdo con lo que
    considera normal, su experiencia personal, su nivel cultural y
    socio-económico, religión, forma de
    vida y otros factores, y los conceptos que los grupos
    sociales en los que participa tienen de ella. Así
    pues, el concepto de salud es múltiple (Piedrola y
    Domínguez, 1988).

    Si se considera a la salud-enfermedad como un proceso
    complejo, estas coexisten de manera inseparable y sin
    límites precisos. El estado de salud absoluta es
    indefinible y el estado de enfermedad absoluta no existe,
    éste sería la muerte
    (Betancourt, 1995).

    La concepción subjetiva de la salud está sujeta
    a la perspectiva a través de la cual se quiera definir. No
    sería el mismo concepto el emitido por un sanitarista, al
    que emitiría un político, por ejemplo, o el
    pueblo.

    Lo utópico de la definición de la salud que hace
    la OMS, obliga al individuo a la búsqueda de un estado que
    lo acerque al ideal, pero que se adapte al grupo en el que se
    desenvuelve. Quiere decir entonces que la salud, y su concepto,
    no es igual para todos los grupos sociales. Como lo ilustran
    Piedrola Gil y Domínguez Carmona (ob. cit), un loco en un
    manicomio, sino tiene una dolencia física, es considerado
    sano por los demás dementes.

    La concepción objetiva depende de los criterios de las
    personas que nos rodean respecto a nuestra situación con
    relación a normas o
    estándares. Se incluye, dentro de este contexto, la
    interrelación que guardan entre sí los diferentes
    niveles que conforman al hombre: el
    plano fisicoquímico, el biológico, el nivel
    psicológico y el sociocultural. El equilibrio
    entre todos los niveles significa un estado ideal de salud.

    La individualidad social de los grupos afecta también
    el concepto de salud en este caso, ya que, por ejemplo, no
    serían las mismas cifras de hemoglobina las que se
    encontrarían en los pobladores de los llanos venezolanos,
    que las que se lograrían observar en los páramos
    merideños, pero para cada caso los valores
    estarían dentro de unos patrones asignados a cada uno, que
    indican normalidad, o sea salud.

    La salud también puede ser definida desde el punto de
    vista social, donde ésta estaría constituida por
    todas las cualidades necesarias para poder enfrentar las
    exigencias sociales, superando el grado mínimo de
    funcionamiento orgánico que le permita un desarrollo pleno
    y fuerte (Piedrola y Domínguez, ob. cit.). La salud es un
    componente básico de la calidad de
    vida, y la misma no está sólo en función de
    las posibilidades económicas de la persona.

    El nivel de salud puede verse determinado por la interacción de cuatro variables a saber: La
    biología
    humana, el medio ambiente, el estilo de vida
    y el sistema de asistencia sanitaria. De estas variables, solo la
    biología humana no es susceptible de ser cambiada.

    Dentro de estas cuatro variables, el medio ambiente y el
    estilo de vida interesan por afectar el estado de salud del
    trabajador, y son condiciones, si se quiere, de fácil
    intervención y modificación.

    Incluido en el medio ambiente, está el ambiente de
    trabajo, donde por demás, el trabajador transcurre gran
    parte de su vida, y en el caso de los trabajadores de salud, el
    trabajo toma para sí el tiempo productivo, pero
    además gran parte del tiempo reproductivo, afectando su
    normal desenvolvimiento en su seno familiar y social.

    La carga horaria a la que un trabajador pueda someterse en un
    período determinado, la distribución y rotación de las
    guardias, la periodicidad con que son realizadas las mismas, los
    períodos de descanso posteriores, necesarios para la
    recuperación del trabajador, y otros factores relacionados
    al tipo de trabajo, pueden afectar la salud del trabajador, ya
    sea a corto, mediano o largo plazo.

    Del mismo modo, el tipo de vivienda, los servicios con que
    cuenta, la alimentación, y la calidad de uso del
    tiempo libre también son factores que pueden incidir en el
    tipo de salud que pueda desarrollar una persona.

    Ciertas características particulares del trabajo
    desarrollado en el campo de la salud, obligan a los trabajadores
    a ejecutar jornadas de trabajo que aseguren la asistencia durante
    las 24 horas del día; este hecho agrega una nueva
    situación de riesgo para la salud del trabajador, ya que
    la normalidad de sus mecanismos crono-fisiológicos,
    adaptados para rendir de acuerdo al horario solar, se altera.

    En términos cronofisiológicos, una jornada
    circadiana abarca desde las seis de la mañana hasta las
    seis de la tarde, con una franja de tolerancia que se
    extiende hasta las ocho de la noche. Por lo tanto, el
    período óptimo para que el esfuerzo resulte
    más eficaz y menos arriesgado se corresponde con la
    jornada cronofisiológica. Así, el turno nocturno
    queda fuera de las previsiones fisiológicas y es, en
    términos de ergonomía,
    el menos útil y más arriesgado (Martínez,
    1997).

    Aún no se ha llegado a un consenso respecto al sistema
    de turnos más adecuado. Los sistemas
    más habituales se engloban en las siguientes
    categorías:

    1. Turnos de cambios rápidos: semanal o cada dos o
      tres días;
    2. Turnos de cambios lentos (períodos de semanas e
      incluso meses);
    3. Turno permanente de noche.

    Este último considerado como el más negativo
    para el sujeto, por originar serias alteraciones en la calidad y
    cantidad de sueño. A favor del sistema de los cambios
    rápidos está el no permitir un desajuste en los
    ritmos internos debido, precisamente a la rapidez de los
    cambios.

    El cambio
    rápido supondría la conservación del ritmo
    circadiano, evitando una constante disfunción, con
    más contactos familiares y sociales, además de ser
    el sistema preferido por los trabajadores (en 1982, en el Sixth
    International Symposium on Night and Shift Work, se
    recomendó la rotación rápida frente a la
    lenta o al turno permanente de noche) (Araúxo y otros,
    1996).

    A favor del cambio lento estaría la necesidad de
    conseguir un reajuste de fases entre los ritmos internos y el
    patrón de sueño. Los estudios parecen confirmar que
    cuando no hay interrupciones en la adaptación, ésta
    se produce después de veintiún días de
    realizado el cambio (Araúxo y otros, ob. cit.).

    El trabajo por turnos, junto con el trabajo nocturno y el
    trabajo de periodicidad inestable pueden afectar negativamente a
    la salud del trabajador. Los problemas gastrointestinales y las
    alteraciones en el sueño, junto a una mayor incidencia de
    accidentes laborales y estrés son
    los efectos negativos que con más frecuencia se asocian a
    la actividad laboral por
    turnos.

    Errores en la dieta y cambios en los horarios de las comidas,
    son las situaciones que posiblemente produzcan esta
    patología digestiva (Martínez, ob. cit.).

    No hay que olvidar tampoco que se está ante un sistema
    organizacional del trabajo que produce fatiga y estrés,
    además de problemas de adaptación familiar y
    social.

    Hay una periodicidad interesante en las rotaciones, que es
    la de tres días, pasando de turno de mañana a
    turno de tarde, turno de noche y dos o tres días de
    descanso. (…) Los turnos con rotación cada tres
    días son aconsejables por una serie de motivos. No crean
    ningún tipo de marginación social y, aunque no
    llega a alcanzarse una plena adaptación
    cronofisiológica a todos los horarios, tampoco provocan
    una inadaptación perjudicial, generadora de
    cronopatías laborales importantes (Gestal, 1993).

     

    Además, el National Institute for Occupational Safety
    and Health (NIOSH) en los Estados Unidos de América,
    clasifica a la enfermería en general entre las 40
    ocupaciones con la más alta prevalencia de
    desórdenes relacionados al estrés (Bourbonnais y
    otros,1998), por lo que ese aspecto de la salud de ese grupo de
    trabajadores debe ser tomado en cuenta.

    Conociendo el hecho de que el personal de enfermería
    permanece gran parte de su tiempo de trabajo de pie, o
    deambulando por su servicio o entre servicios, es fácil
    inferir que los problemas de extremidades inferiores sean
    frecuentes. En los servicios ambulantes de emergencia, la
    situación tal vez se caracteriza por desplazamientos a
    distancias variables, hasta el sitio donde se encuentre el
    paciente, ascenso por escaleras en aquellos edificios donde no
    exista o no funcionen los elevadores. Además se agrega el
    hecho de tener que cargar con los equipos y medicamentos
    necesarios para el tratamiento del mismo. No se debe olvidar la
    situación de que a la hora de trasladar algún
    paciente, éste debe ser levantado y colocado en la
    camilla, llevado hasta la unidad, y allí ser levantado
    para introducirlo en la cabina del vehículo, contando con
    un diseño poco ergonómico del área de
    abordaje y con camillas que muchas veces obstaculizan antes de
    favorecer, la maniobra de carga del paciente, ya sea por su peso
    excesivo, por su diseño, por su falta de mantenimiento,
    o por la falta de elementos mecánicos o hidráulicos
    que disminuyan la necesidad de inclinarse o agacharse a manipular
    la estructura.

    Los vehículos de emergencia, donde el trabajador de
    estos servicios pasa gran parte de su tiempo de trabajo,
    también son elementos fundamentales en la aparición
    de patologías relacionadas al trabajo, ya que desde la
    etapa de diseño de los mismos se obvian elementos que
    pueden ser fundamentales en la prevención de lesiones de
    sus usuarios. Los constructores en muchas oportunidades no toman
    en cuenta la estatura promedio del personal a quien va dirigido
    el uso del mismo, y se apoyan en normativas de poblaciones con
    conformaciones fenotípicas muy disímiles a la de la
    población latinoamericana, desarrollando áreas de
    acceso a las unidades muy elevadas, que obligan a levantamiento
    de pesos por encima de los hombros, o desplazamientos laterales
    que pueden lesionar los discos inter-vertebrales. Se utilizan
    materiales de
    gran peso para la elaboración de las camillas, que sumado
    al peso del paciente obliga a la elevación de grandes
    masas con el consiguiente deterioro de la estructura vertebral y
    muscular del eje corporal. Como factor que puede ser tomado en
    cuenta cuando se trata de ubicar los posibles orígenes de
    las patologías en este personal, se debe incluir el
    diseño de los centros de recepción de pacientes,
    donde no existen rampas para acceso de las camillas, debiendo
    cargar en peso a las mismas desde la unidad hasta la entrada de
    las emergencias, además éstas en muchas ocasiones
    no poseen el espacio suficiente para maniobrar con el equipo y el
    paciente.

    Todas las condiciones anteriormente mencionadas pueden en
    mayor o menor grado formar parte de las posibles causas que
    afectan la salud del trabajador de los servicios ambulantes de
    atención de emergencias, y su impacto en la misma debe ser
    estudiado para poder sugerir y tratar de corregir, las
    condiciones que a futuro pueden transformarse en un trabajador
    enfermo, discapacitado e imposibilitado de obtener recursos para
    salvaguardar la salud y la integridad de su núcleo
    familiar.

    Servicios ambulantes de atención de
    emergencias

     

    Los servicios ambulantes de atención de emergencias
    cumplen un papel primordial en la reducción del tiempo de
    atención de los pacientes al presentar alguna
    situación que pueda comprometer su vida, disminuyendo de
    esta forma la posibilidad de la ocurrencia de un desenlace fatal,
    o la presencia de complicaciones médicas derivadas del
    retardo en la atención de situaciones de salud que pueden
    prevenirse si existe atención adecuada y a tiempo.

    Pese a que existen datos que se remontan a fechas
    bíblicas, u otros más cercanos que mencionan las
    experiencias bélicas de Napoleón
    Bonaparte como los precursores de la atención
    médica fuera de los hospitales, durante mucho tiempo este
    tipo de asistencia a las personas que sufrían una
    emergencia en la escena pre-hospitalaria estuvo olvidada.

    Los primeros antecedentes sobre atención médica
    prehospitalaria tienen origen remoto y es difícil saber
    realmente cuando se usó por primera vez un vehículo
    para transportar una persona enferma o lesionada. Después
    de la invención de la rueda, el hombre antiguo, cansado de
    cargar sobre sus espaldas el camarada herido, construyó
    una tosca carreta para aliviar su trabajo. En la época de
    los zares en Rusia, un
    médico y un ayudante se trasladaban en una carreta tirada
    por caballos, reconocían en el campo a los enfermos
    más graves y les trasladaban a un centro asistencial.
    Aproximadamente en el año 1760, durante las guerras
    napoleónicas, los franceses pensaron que resultaba menos
    riesgoso trasladar a los soldados heridos a la retaguardia que
    poner en peligro la vida de los escasos médicos del
    frente. En esos tiempos, ciertos tipos de carretas tiradas por
    caballo o por hombres, recibieron el nombre de ambulancias (de la
    raíz francesa "ambulant" que significa que "deambula o
    camina").

     

     Ambulancias tiradas por animales fueron
    usadas por primera vez en la guerra de
    Crimea durante 1850. Ambulancias militares tiradas por caballos
    (fig. 1), en forma estandarizada, fueron introducidas en los
    Estados Unidos durante la Guerra Civil Americana (1861 –
    1865). La primera ambulancia motorizada norteamericana
    operó en México en
    1910 durante la expedición Americana en contra del General
    revolucionario mexicano Pancho Villa. Desde la firma de la
    convención de Génova en 1864, las unidades de
    ambulancia y los pacientes a su cuidado han sido considerados
    neutrales en los campos de batalla (Microsoft
    Encarta, 2000).

    Las ambulancias evolucionaron hasta convertirse, ya por
    el comienzo de nuestro siglo, en vehículos motorizados. Su
    uso se extendió y se hizo más común, pero
    todavía el concepto era trasladar al herido a algún
    centro asistencial sin contar con los elementos para tratarlo en
    el lugar donde se lo encontrara. Pasó mucho tiempo para
    que la medicina prehospitalaria llegara a formar un sistema de
    alta complejidad como se lo conoce hoy.

    Fig. 2.
    Ambulancia 1º Guerra Mundial

    El concepto de cuidado médico de emergencia
    nació aproximadamente en 1940 a partir de los cuerpos de
    bomberos que fueron los primeros en brindar cuidados
    médicos mientras el enfermo o accidentado era trasladado.
    En 1960 la Academia Nacional de Ciencias
    Norteamericana introdujo normas para el entrenamiento del
    personal de ambulancia y tratamiento del paciente en la escena
    durante el rescate, transporte y
    transferencia. En 1962, en E.E.U.U., se creó el primer
    servicio tal como se lo conoce en la actualidad, y se
    programó el primer curso para la formación en
    Técnicos de Emergencias Médicas.

    Los primeros esfuerzos en el desarrollo de las
    emergencias médicas se volcaron al tratamiento de las
    arritmias graves y muerte súbita como consecuencia de
    enfermedades coronarias. Así apareció la Unidad
    Coronaria Móvil para revertir los casos de afecciones
    coronarias agudas que pueden derivar en muerte durante la primera
    hora a partir de la aparición del
    síntoma.

    Con la experiencia bélica de Corea y Vietnam en
    el rescate de traumatizados graves, se lograron importantes
    avances en el tratamiento precoz de estos heridos.

    El Sistema de Atención Médica
    Pre-hospitalaria (SAMP) en su concepción moderna: "Sistema
    de Emergencias Médicas para la Comunidad", se
    inició de manera explosiva y casi simultánea en
    países de Europa, Rusia y
    E.E.U.U. a fines de la década de 1950.

    La muerte súbita relacionada con enfermedad
    coronaria, ha sido la urgencia médica más
    importante en la mayoría de los países. Alrededor
    de dos tercios de estas muertes se producen fuera del hospital y
    se considera que muchas de ellas podrían revertirse con la
    "activación e intervención" oportuna del Servicio
    de Atención Médica Pre-hospitalaria. Además
    muchas víctimas de ahogamiento, electrocución,
    sofocación e intoxicación por drogas
    podría salvarse con el mismo recurso.

    No es fácil indagar en los inicios de este tipo
    de servicio en el mundo de la atención médica de
    emergencia, pero es innegable que su aparición, y su
    adopción
    por parte de los involucrados en el proceso de salud,
    significó la reducción de la mortalidad por lograr
    la atención pronta y oportuna del sujeto que necesita ese
    tipo de atención.

    En los Estados Unidos, los servicios médicos de
    emergencia organizados son de relativamente reciente desarrollo.
    Antes de 1967, los servicios de emergencia eran incoordinados,
    ineficientes, y frecuentemente de pobre calidad. Los pacientes
    eran transportados al hospital por ambulancias que en muchos
    casos eran propiedad de
    casas funerarias, las cuales tenían vehículos donde
    era posible colocar una camilla, pero no estaban configuradas
    para prestar atención y cuidados a los pacientes. El
    personal tenía un ligero entrenamiento básico en
    primeros
    auxilios. Incluso, los cuidados hospitalarios no eran
    mejores. Los pacientes eran trasladados al sitio más
    cercano, independientemente de la capacidad del hospital, y el
    médico que los recibía generalmente no tenía
    un entrenamiento formal en medicina de emergencias (Madsen,
    1997).

    Fig. 3:
    Ambulancia de 1942

    "Corazón
    demasiado sano para morir" fue la expresión que
    identificaba a las personas que padecían un Paro
    Cardíaco Súbito. La confirmación de que las
    víctimas padecían una arritmia cardiaca fatal
    llamada "Fibrilación Ventricular", y que podían ser
    resucitadas con un choque eléctrico aplicado en los
    primeros minutos, generó el desarrollo de la
    Resucitación Cardiopulmonar en todo el mundo. A partir de
    1960, numerosos especialistas en el tema (Pantridge, Peter Safar,
    Peter Winter y otros) desarrollaron el concepto de "cadena de
    vida", considerando que la respuesta a una emergencia cardiaca se
    desplegaba como los eslabones de una cadena y que ninguno de
    ellos podía fallar o debilitarse, pues la cadena se
    rompería (Otero Vidal, 1997):

    Eslabón 1: ACCESO PRECOZ (comunicación telefónica con el
    Sistema de Atención Médica Pre-hospitalaria,
    recepción, calificación del llamado, despacho de la
    ambulancia, instrucciones prearribo.)

    Eslabón 2: Reanimación
    Cardio-Pulmonar (R.C.P.) Básica y Desfibrilación
    automática PRECOZ (es la intervención inmediata del
    público y/o un socorrista para realizar maniobras de
    resucitación cardiopulmonar básica y usar
    desfibriladores semi-automáticos, según las
    guías de la American Heart Association A.H.A.).

    Eslabón 3: RCP Avanzada (es el arribo de
    la Unidad de Terapia Intensiva Móvil – UTIM – y la
    intervención del personal médico y técnico,
    con maniobras invasivas, drogas y cardiodesfibriladores manuales,
    según las guías de la AHA.)

    Eslabón 4: TRASLADO PRECOZ (en la UTIM, a
    un hospital que disponga de Unidad Coronaria)

    La American Heart Association (AHA) se encargó de
    desarrollar y actualizar periódicamente las Guías y
    Recomendaciones para la prevención y tratamiento de todas
    las situaciones relacionadas con la muerte súbita (Vidal
    Otero, ob.cit.).

    Reconociendo la necesidad de implementar una adecuada
    atención de las emergencias médicas, el Congreso de
    Estados Unidos de América definió las Actas de
    Sistemas de Emergencias Pre-hospitalarias de 1973 y 1975, y
    destinó fondos para mejorar su sistema de comunicaciones, transporte, equipamiento
    tecnológico y recursos
    humanos destinados al cuidado pre-hospitalario (Vidal Otero,
    ob. cit.).

    Antes de 1974, en la provincia de Columbia
    Británica, en Canadá, los servicios de ambulancias
    eran ofrecidos por compañías privadas para cada
    municipalidad. En ese año, el gobierno forma el
    Servicio de Ambulancias de Columbia Británica (British
    Columbia Ambulance Service) logrando reunir los servicios que
    existían para el momento. Este se encargaría de
    todos los cuidados pre-hospitalarios para la provincia, teniendo
    actualmente una cifra cercana a los 3000 miembros (Fig. 4;
    Fuente: http:\www.B_C_Ambulance Service.com).

    Fig. 4:
    Metroline Británica

    En China, el
    desarrollo de los servicios de emergencia comienza en la
    década de los 80, con la importación de los principios de
    otros sistemas médicos de emergencia, principios que
    actualmente están tratando de unificar. Los sistemas de
    emergencia Chinos están ausentes en casi todas las
    áreas rurales. Los centros de despacho ofrecen tanto
    traslado como atención del paciente, y el servicio se
    inicia al discar el 1-2-0. Generalmente no hay
    comunicación directa entre los hospitales y las
    ambulancias (Thomas, 1999).

    Fig. 5:
    Ambulancias Ascardio

    En Venezuela, los servicios de atención
    pre-hospitalaria eran prestados por los cuerpos de Bomberos que
    existían en cada ciudad, y cuyo personal era adiestrado en
    primeros auxilios para poder brindar atención oportuna a
    los afectados por situaciones de desastre.

      En nuestro País, los servicios de
    atención de emergencia de tipo ambulante, se inician el 3
    de Enero del año 1989 (fuente: Archivos Ascardio), con la
    creación del servicio de atención pre-hospitalaria
    "Ambulancias Ascardio" el cual funciona en la sede de la
    Asociación Cardiovascular Regional, ASCARDIO, en
    Barquisimeto, Estado Lara. Luego, en Noviembre de 1990, en el
    Estado Carabobo, en respuesta a la huelga que se
    presentó en los centros asistenciales de salud, se
    creó el servicio Atención Inmediata, el cual
    depende de Defensa Civil
    Carabobo, y tiene estrechas relaciones de colaboración con
    los cuerpos policiales de la región.

    En otros Estados del país se han ido creando
    servicios con visión y misión
    propias, de carácter privado, semi-privado o
    gubernamentales, los cuales persiguen el mismo objetivo, el cual
    es disminuir la mortalidad de la población al asegurar
    prontitud y calidad en la atención ante una
    situación de peligro. Como ejemplo de estos servicios, en
    Maracay se crea Sermédica, en el Estado Zulia funciona AME
    Zulia, en el Estado Carabobo, en el ámbito privado
    funciona EMI, y en la ciudad capital Caracas funciona el servicio
    Rescarven.

    Fig. 6:
    Ambulancia tipo UTIM

     

    A lo largo de los últimos 30 años, se
    desarrolló el modelo actual
    de Sistema de Atención Médica Pre-hospitalaria, que
    se encargó de dar respuesta al total de las situaciones de
    emergencias médicas en pacientes adultos y
    pediátricos, algunos modelos
    medicalizados, otros a cargo de Técnicos en Emergencias
    (TEM), otros mixtos, con programas de capacitación y entrenamiento
    específicos para la etapa y escena pre-hospitalaria (Vidal
    Otero, ob. cit.). La mayoría de los Servicios de
    Atención Médica Pre-hospitalaria utilizan
    ambulancias tipo UTIM (Unidades de Terapia Intensiva
    Móvil) (Fig. 6. Fuente: http:\www.The San Diego
    Paramedics.com), algunos sumaron vehículos y equipos de
    rescate especiales, incluso motocicletas y aeronaves.

    En general, los servicios ambulantes de atención
    de emergencias deben adaptar sus características y sus
    organizaciones
    al medio en el cual desarrollan sus actividades. No debe ser el
    mismo servicio el que preste sus acciones en
    una ciudad donde la actividad principal sea la agricultura o
    la cría de ganado, a aquel que le corresponda atender una
    ciudad que tenga un alto desarrollo industrial, ya que a los
    riesgos propios de la población, se añaden los que
    las empresas hayan aportado a la región.

    Es por esto, además, que sus trabajadores
    también estarán expuestos a diferentes condiciones
    de trabajo, y por supuesto a diferentes condiciones de riesgo
    para su salud. De esta manera se deduce que los estudios a
    realizarse en cada grupo de trabajo puedan tener
    características particulares, que los identifiquen, y que
    podrían extrapolarse a grupos con similares
    características.

     

    Asociación Regional Cardiovascular
    "ASCARDIO"

    ASCARDIO (Fig. 7) es una asociación civil sin
    fines de lucro con sede en Barquisimeto, Estado Lara, Venezuela.
    Esta institución surge gracias a la iniciativa de dos
    médicos cardiólogos del Estado: Doctor
    Bartolomé Finizola y el Doctor Francisco Suárez
    Torres, en su afán de servir cada vez más a la
    comunidad, y viendo la necesidad de crear una institución
    que contara con todos los recursos económicos,
    científicos y técnicos suficientes para dedicarse a
    la prestación de servicios médicos asistenciales al
    gran contingente de enfermos cardiovasculares, sobre todo entre
    los sectores de bajos ingresos, tomando en consideración
    las fatales consecuencias inherentes a esa clase de
    enfermedades (Camacaro, 1999).

    Fig. 7: Logotipo
    ASCARDIO

     El día 25 de Marzo de 1976 se reunieron un
    grupo de personas para constituir la Asociación
    Cardiovascular de la Región Centro-Occidental (ASCARDIO);
    se creó con personalidad
    jurídica propia sin fines de lucro, con el objeto
    fundamental de la formación, fomento y administración de un fondo económico
    destinado a ser invertido en el estudio, investigación y
    tratamiento médico asistencial de las enfermedades
    cardiovasculares, prestando a los pacientes toda la
    atención requerida para su curación.

    En el año 1977 se iniciaron las consultas
    médicas en Ascardio en la sede del Hospital "Luis
    Gómez López" adyacente a su sede actual. Hoy en
    día se ha ampliado su campo de acción
    a otras áreas del sector salud, constituyendo así
    un modelo gerencial a escala nacional.

    Su objetivo primordial, desde su comienzo, ha sido
    apoyar al programa de
    prevención y control de enfermedades cardiovasculares en
    el ámbito Regional y posteriormente también en el
    ámbito Nacional.

    Ascardio ha ampliado su campo de acción a otras
    áreas del sector salud como:

    • Atención médica en especialidades
      diferentes a la cardiología;
    • Atención médica de emergencias
      domiciliarias;
    • Diseño, producción y mantenimiento de
      equipos y utensilios médicos;
    • Mantenimiento y desarrollo de recursos humanos en
      el área de administración y gerencia
      del sector salud;
    • Venta y distribución de
      medicamentos;
    • Desarrollo de un sistema único de
      atención médica integral de grupos
      organizados;
    • Formación de recursos humanos de
      carácter voluntario que apoyan al sector salud, y
      otras.

    La estructura organizativa de Ascardio (Anexo A)
    está conformada por una Asamblea de miembros como
    máxima autoridad
    institucional que designa una Junta Directiva, de la cual depende
    la coordinación.

    Tiene tres Consejos Técnicos: Administrativo,
    Docente y de Investigación. Además cuenta con un
    voluntariado que está orientado a apoyar a la
    institución en la recaudación de fondos, el
    funcionamiento de la organización y la promoción en el seno de la
    colectividad.

    Cuenta con un conjunto de unidades orientadas a prestar
    atención médica a la población, entre las
    cuales está el Centro Cardiovascular Regional
    Centro-Occidental, que a su vez es el programa de mayor capacidad
    resolutiva del programa cardiovascular oficial. Otras unidades
    que prestan atención médica directa o
    indirectamente son Ambulancias Ascardio, la Unidad Clínica
    Ascardio, y el Servicio Único de Atención
    Médica Integral para Grupos Organizados (Su Amigo
    Ascardio), todas éstas agrupadas dentro del Centro
    Médico Integrado (C.M.I.).

    Dentro de la organización hay unidades
    complementarias a los servicios de atención médica
    pertenecientes al Centro de Unidades de Apoyo y Servicios
    Especiales (C.U.A.S.E), como son: Óptica Ascardio,
    Farmacia Social Ascardio, servicios administrativos, y unidades
    de soporte, entre las cuales se tienen: Sistemas,
    Bioingeniería, Saneamiento, Depósito y
    otros.

    Posee un total de 334 trabajadores, divididos en las
    diferentes unidades del servicio; 148 de ellos (44%) pertenecen
    al sexo masculino. A la unidad de Ambulancias Ascardio
    están asignados un total de 78 trabajadores, de los cuales
    62 (79 %) son varones.

    ASCARDIO, como asociación civil sin fines de
    lucro, cuenta con dos tipos de fuentes de
    financiamiento: fuentes
    gubernamentales, provenientes del Ministerio de Salud y Desarrollo Social
    y el Ejecutivo Regional.

    Las no gubernamentales son producto de
    donaciones de empresas privadas, de actividades propias de la
    institución, de actividades realizadas por el voluntariado
    y de relaciones tanto Nacionales como Internacionales. La
    proporción en las mismas es de 30 % proveniente de fuentes
    gubernamentales, y el resto (70 %) de fuentes no
    gubernamentales.

    Una de las bases fundamentales de la positiva
    trayectoria de Ascardio ha sido dejar atrás los modelos
    tradicionales de financiamiento
    gubernamentales ya existentes, para dar paso a un tercer modelo
    de gestión
    que engloba los dos anteriores bajo un mismo parámetro,
    con lo cual se logra una alianza estratégica de
    financiamiento mixto con gerencia privada, de interés
    social en beneficio de toda la colectividad (Camacaro,
    1999).

    Servicio de Atención de
    Emergencias "Ambulancias Ascardio"

    Fig. 9: Interior
    ambulancia tipo Fíat

      El servicio de Atención de
    Emergencias Ambulancias Ascardio (Fig. 8) fue creado el 3 de
    Enero de 1989 como respuesta a una necesidad sentida de la
    comunidad, quien solicitaba el funcionamiento de un área
    de emergencias en Ascardio. Por esto se crea un servicio de
    atención médica de emergencias en el ámbito
    domiciliario, donde se atiende a través de un sistema de
    ambulancias para garantizar una rápida, adecuada y
    efectiva atención al paciente en los primeros minutos de
    su emergencia. Se cuenta con 11 unidades móviles
    debidamente equipadas, de tipo Fiat, para atención de
    emergencias, y de Tipo Toyota y Chevrolet, para traslado de
    pacientes; además se cuenta con una unidad modular (tipo
    cava) la cual está asignada como unidad especializada
    Cardio-pulmonar. En el servicio laboran 27 médicos, 49
    personas que laboran como paramédicos o asistentes
    médicos de emergencia (AME), choferes y camilleros. Las
    unidades están igualmente dotadas con equipos de
    emergencia como: monitor
    desfibrilador, electrocardiógrafos,
    medicamentos, oxígeno, equipos de reanimación
    cardio-pulmonar, y todo lo necesario para la atención
    domiciliaria, o el traslado en caso de ser necesario al centro
    asistencial más cercano o de su preferencia.

     

    Como se hizo mención, se cuenta con diferentes
    tipos de unidades; basado en las estadísticas internas del
    servicio, se determinó que la mayoría de llamadas
    recibidas (90% aproximadamente) son para atención de
    situaciones que pueden ser resueltas en el sitio, sin necesidad
    de traslado del paciente, aunado además a la necesidad de
    rápida movilización a través de la ciudad,
    se diseña un vehículo de paseo, tipo Fíat
    (Fig. 9), que puede trasladar rápidamente al personal por
    el tráfico de la ciudad, cargando en su interior con todo
    el equipamiento necesario para la atención de emergencias.
    Si es necesario el traslado, se solicita el apoyo de una unidad
    diseñada para tal fin, es decir, ambulancias de tipo
    cabina con camilla para traslado de pacientes. Existe
    además una unidad especializada para atención de
    pacientes con probable patología de tipo cardio
    respiratoria, en la cual se traslada, además del personal
    paramédico del servicio, un residente de primer o segundo
    año del post-grado de cardiología, el cual tiene
    asignado un equipo portátil de radio por medio
    del cual es ubicado al presentarse la emergencia.

    El sistema funciona, dentro del perímetro de la
    ciudad de Barquisimeto y Cabudare, su ciudad satélite, las
    24 horas del día, y por un sistema de afiliación
    prepago, con aporte unipersonal o en grupos, siendo las tarifas
    bastante accesibles al usuario. Para el mes de Diciembre del
    año 2000 se cuenta con un total de 219.063 afiliados en
    toda la ciudad de Barquisimeto, Cabudare y zonas aledañas
    (fuente: archivos internos Ambulancias Ascardio).

    Según las estadísticas llevadas por el
    servicio, para el año 2000 se atendieron un total de
    27.362 llamados para atención de pacientes, para un
    promedio diario de 75 emergencias. Un 42 % de estas atenciones se
    realizaron en el horario nocturno. Además fueron
    realizados 8.840 traslados por las unidades designadas a tal
    procedimiento.
    Sumados ambos valores se obtiene un total de intervenciones que
    alcanzan a 36.202, para un promedio diario de 99.18
    actuaciones.

    El servicio de Ambulancias Ascardio apoya,
    además, al programa gubernamental del Sistema Integrado de
    Ambulancias del Estado Lara (SIAEL) (fig. 10), que conecta a los
    diferentes centros de salud de la región, los cuales
    mantienen permanente contacto por medio de equipos de radio
    ubicados en cada uno de ellos.

    Fig. 10:
    Logotipo SIAEL

    Ambulancias Ascardio, como reflejo a su función
    principal, que es la de prestación del servicio
    ambulatorio de emergencia a la comunidad larense, a su vez ha de
    recabar los fondos necesarios para administrarse puesto que, como
    es una institución sin fines de lucro y no mercantilista,
    requiere de la captación de sus recursos a través
    de las afiliaciones, de las mensualidades de los afiliados,
    traslados de emergencias, ya sea de pacientes afiliados o no, de
    donaciones de instituciones públicas o privadas, o de la
    prestación de servicios especiales a instituciones que
    así lo requieran para eventos extraordinarios (deportivos,
    educacionales, culturales, campañas, congresos, entre
    otros).

    El servicio se encuentra estructurado de la siguiente
    manera: (ver anexo B; fuente: archivos Ambulancias
    Ascardio):

    • Una coordinación general, cuya labor
      principal es la de planificar, coordinar y dirigir las
      políticas internas, y hacer cumplir de
      manera eficiente los planes de tal manera que permitan el
      buen funcionamiento, adaptación y crecimiento del
      servicio, y al mismo tiempo reunir esfuerzos para lograr los
      objetivos
      propuestos;
    • Secretaría, encargada de recibir y enviar
      los mensajes y memorando que se generan en el servicio,
      realizar pedidos de materiales y repartir las tareas del
      día de los mensajeros;
    • Unidad de docencia,
      la cual es una extensión de recursos humanos, y se
      encarga de la formación y capacitación del
      personal del servicio;
    • Comité Médico, quienes instrumentan
      todo lo concerniente a la atención del paciente,
      así como instrumentar los programas de entrenamiento
      del personal, las pautas del servicio y educación al afiliado.
    • Base de operaciones,
      encargada de la supervisión, control y
      evaluación de las tareas desde la recepción de
      llamadas hasta el despacho de las unidades;
    • Transporte, encargada del mantenimiento y
      reparación de las diferentes unidades
      móviles;
    • Suministros y equipos médicos, cuya
      función es dotar las unidades de los medicamentos y
      equipos necesarios para cumplir su
      función;
    • Comunicaciones, la cual mantiene y supervisa el
      sistema de comunicación del servicio de Ambulancias
      Ascardio, así como lo concerniente al entrenamiento
      del personal en esta área;
    • Personal, sub-dividida en unidad de pago, la cual
      tramita documentos,
      pago de nómina, vacaciones y liquidaciones, y
      la unidad de beneficio social al trabajador, quien en
      conjunto con la unidad de docencia se encarga de la
      capacitación del personal, búsqueda de
      beneficios sociales al trabajador, reclutamiento, selección y adiestramiento del personal;
    • Promoción y cobranzas, quienes promocionan
      el servicio, y a su vez realizan el cobro de los planes de
      atención;
    • Administración, donde se llevan los registros de
      las transacciones y operaciones no sólo de Ambulancias
      Ascardio, sino de todo el Centro Médico Integral;
      además se manejan las cajas chicas y se administran y
      controlan los fondos y gastos de
      las diferentes unidades.

    El proceso de reclutamiento del personal se inicia en la
    unidad de Bienestar Social al trabajador, donde una vez se tiene
    conocimiento de la necesidad a cubrir, se procede al Reclutamiento de
    Personal como fase preliminar del procedimiento de empleo. Este
    proceso se lleva a cabo haciendo uso de fuentes internas y
    externas, tales como:

    • Externas: avisos en prensa
      regional, amigos de empleados actuales o recomendados,
      tomando como criterio el hecho de que un buen trabajador
      recomendará a personas con capacidad, conducta y
      personalidad acordes a la institución;
    • Internas: promociones dentro de la
      institución.

    De la totalidad de ofertas se seleccionan tres grupos de
    candidatos: los que reúnen los requisitos para ocupar el
    puesto (elegibles), los que se estiman con ciertas dudas para
    ocupar el puesto (disponibles en caso de fallar los elegibles), y
    los que no reúnen las condiciones mínimas
    requeridas (no elegibles).

    El seleccionado se somete a una entrevista
    donde se obtiene mayor información acerca de su capacidad,
    apariencia personal, y otros elementos, su real interés
    por el cargo, su historia laboral, causas de
    terminación de la relación de trabajo anterior;
    además se le suministra al candidato los detalles del
    requerimiento de personal, información sobre el cargo,
    breve descripción de las tareas y condiciones de
    trabajo.

    El trabajador aspirante a ingresar a la
    institución, es sometido luego a un período de
    pasantías no remuneradas, con una
    duración de 15 días, en la cual se une a un equipo
    de trabajo y se encargará de observar y aprender los
    procedimientos
    de trabajo, las técnicas
    básicas para el desempeño de sus funciones, y
    habilidades necesarias para el buen desenvolvimiento en su medio,
    tales como transmisión por radio, códigos de
    transmisión, ubicación geográfica,
    orientación en la ciudad; desplazamiento en
    atención de emergencias, además reciben
    adiestramiento en los conocimientos básicos de
    atención en situaciones de urgencia.

    Las personas que satisfacen las demandas del servicio,
    luego de culminar sus pasantías, y luego de ser evaluados
    por los trabajadores, y por el personal administrativo, son
    ingresados por un período de prueba que va de 3 a 6 meses,
    donde son apreciadas sus aptitudes y capacidad de
    resolución en situaciones de alta exigencia. Luego de
    culminado el período de prueba, serían incluidos
    dentro de la nómina del servicio como personal
    fijo.

    Al personal se le dicta un curso de entrenamiento
    dictado por personal de la institución, donde las nociones
    básicas de anatomía, primeros
    auxilios, atención de emergencias, despacho y
    recepción, y otras informaciones necesarias para el buen
    desenvolvimiento en el medio son brindadas al trabajador.
    Regularmente es seleccionado un grupo de trabajadores para
    realizar el curso de Asistente de Primeros Auxilios Avanzados
    (APAA), el cual es dictado por personal de Defensa Civil, y con
    el auspicio de la OFDA (Oficina Federal
    para Situaciones de Desastre de Norteamérica), donde son
    entrenados para enfrentar situaciones de desastre, y de
    emergencias médicas. Todo el personal deberá, a su
    debido tiempo, haber realizado este curso como un elemento
    básico de su formación; además se realiza
    entrenamiento en Reanimación Cardio-Pulmonar Básica
    y Avanzada (RCP-B, RCP-A), y electrocardiografía
    básica, cursos que son dictados por los residentes del
    post-grado de cardiología que se desarrolla en la
    institución, y cuya programación tiene el visto bueno de la
    American Heart Association, y de la Sociedad
    Venezolana de Cardiología.

    Regularmente, y bajo la supervisión del
    Comité Médico del servicio de Ambulancias, se
    desarrolla un programa de educación continuada, donde los
    médicos y paramédicos desarrollan temas de
    interés relacionados a las situaciones de emergencia que
    regularmente se presentan. Este programa se planifica para ser
    desarrollado durante todo el año, realizando una clase
    cada semana, y tomando la previsión de que cada tema se
    desarrolla en dos oportunidades, en días distintos, para
    permitir la asistencia del personal que pueda estar laborando en
    el horario de alguna de ellas.

    Los trabajadores reciben charlas de inducción, donde se expresan las diferentes
    normativas institucionales, y el esquema organizativo del grupo.
    Actualmente no se realizan charlas de inducción donde se
    expresen temas relacionados a la seguridad e
    higiene en los puestos de trabajo, pero se está
    llevando a cabo un programa de pasantías del Instituto
    Universitario de Tecnología
    Andrés Eloy Blanco, donde los estudiantes de Seguridad
    Industrial son asignados a la institución, y se
    encargan de identificar y ofrecer soluciones a
    los problemas que en materia de
    Higiene y
    Seguridad se estén presentando en las instalaciones, y
    que afecten la salud de los trabajadores y de los pacientes que
    asisten a su sede. El departamento de mantenimiento está
    tratando de poner en funcionamiento el "Programa de Higiene y
    Seguridad en
    una empresa de
    servicios del sector salud", que fue realizado por uno de tales
    pasantes, el cual ya está registrado en las oficinas del
    Ministerio del Trabajo desde el 14 de Febrero del año
    2000.

    El personal es dotado de uniforme, el cual consiste en
    bata manga corta de color blanco con
    las insignias que identifican a la institución y al
    servicio en sus mangas, y pantalón de mezclilla color
    azul. El financiamiento de esta dotación es a partes
    iguales, es decir, una porción la cancela el trabajador, y
    una porción igual es cancelada por la
    institución.

    La asignación de trabajo depende de los criterios
    de evaluación y de los resultados obtenidos en la misma;
    un trabajador de reciente ingreso, y que tenga escasa
    preparación en el área de atención de
    emergencias será asignado a las unidades que se encargan
    de traslado de pacientes en condiciones estables, los cuales
    requieren una mínima o nula atención por parte del
    personal de la unidad. A medida que aumenta el nivel de
    capacitación en las áreas de importancia para la
    atención de emergencias, serán asignados a las
    unidades que se encargan de la atención domiciliaria de
    pacientes y emergencias, las cuales generalmente llevan a bordo
    personal médico calificado.

    Las guardias en el horario diurno tienen una
    duración de seis horas, y las nocturnas de doce horas. El
    servicio ha desarrollado un sistema de horarios cabalgados, es
    decir, una unidad labora desde las siete de la mañana
    hasta la una de la tarde, sigue el turno de una de la tarde hasta
    las siete de la noche y termina con el turno de siete de la noche
    hasta las siete de la mañana. Otra unidad labora de ocho
    de la mañana hasta las dos de la tarde, sigue con los
    horarios de dos de la tarde a ocho de la noche, y de las ocho de
    la noche a las ocho de la mañana. Esta planificación se realiza con el fin de
    garantizar la presencia de un personal operativo a cualquier hora
    del día, que no interrumpa con el cambio de guardia al
    proceso de atención de emergencias, que en el transcurso
    del día llega a atender hasta 100 llamados de parte de
    pacientes o sus familiares.

    El número de horas asignadas para cada trabajador
    no sigue un patrón definido, aunque en los primeros meses
    de ingreso al servicio, el número de horas se asigna de
    acuerdo a la disponibilidad de horas libres; a medida que avanza
    el entrenamiento, y la demostración de destreza, las horas
    también irán en aumento, y del mismo modo el
    ingreso monetario. Se debe hacer notar que el pago del salario es a
    destajo, es decir, el salario de cada trabajador se obtiene
    multiplicando el número de horas trabajadas por el
    valor de la
    hora de trabajo según el grupo al que pertenezca. Si
    labora en guardias realizadas en horario nocturno, o en
    días feriados, se agrega el cálculo de
    un bono extra, el cual es cancelado posterior a la quincena
    correspondiente.

    Faltas al
    horario de trabajo, o demostración de conducta inapropiada
    en el sitio de trabajo, pueden afectar el número de horas
    asignadas para la siguiente rotación de
    guardias.

    La asignación de las guardias por parte del
    personal supervisor no sigue un orden cronológicamente
    establecido, es decir, el personal puede realizar guardias de
    duración prolongada con períodos de descanso corto,
    o realizar guardias de corta duración para luego tener
    varios días de descanso. Del mismo modo, la
    asignación por las diferentes sub-bases, a veces obliga al
    trabajador a entregar una guardia por una unidad, para tener que
    desplazarse por sus propios medios, a
    sitios distantes donde debe nuevamente recibir y continuar un
    período de horas extras, muchas veces sin período
    de descanso.

    Se observa, además, la tendencia por parte del
    trabajador, de realizar cambios de las guardias asignadas por
    horario, para tratar de lograr con los mismos un tiempo libre que
    le permita descansar o dedicárselo a otras actividades,
    pero a costa de unir varias guardias que prolongan el tiempo
    efectivo de trabajo más allá de lo legal y
    fisiológicamente permitido, con la consiguiente
    afectación a su salud.

    Todas las unidades están dotadas de equipos de
    radio de onda corta que le permite mantener comunicación
    directa con la base de operaciones, por lo que las unidades
    prácticamente se mantienen en la calle mientras se
    resuelve el total de emergencias. El procedimiento básico
    se inicia con la llamada telefónica del afectado; el
    receptor clasifica la llamada y llena la ficha de datos donde se
    aportan los referentes al paciente, y a los signos y
    síntomas que presenta, el despachador recibe esa ficha, y
    la trasmite por radio a la unidad más cercana, o en su
    defecto a la que primero culmine la atención que en ese
    momento realiza. En el caso de que no haya emergencias en la mesa
    del despachador se permite el retorno de la unidad a su base,
    situación que ocurre eventualmente por el número de
    llamadas recibidas a diario. En los momentos en los cuales la
    unidad y su personal se hallan en la base central, se aprovecha
    para equipar a la unidad del material y equipos faltantes, para
    la limpieza de la unidad, y para la resolución de
    problemas administrativos que pueda tener el personal de
    guardia.

    El personal masculino de
    enfermería de ambulancias

    Clásicamente se ha descrito y relacionado a la
    profesión de enfermería con el sexo femenino. Es
    una de las profesiones donde la división de género se
    ha visto más marcada y difícil de separar. Con la
    masificación del trabajo, y debido a la
    diversificación de actividades en todos los procesos de
    trabajo, el hombre se ha ido involucrando cada vez más en
    actividades que anteriormente hubiesen significado el rechazo de
    sus congéneres; igual situación ocurre con las
    mujeres, pero no es tema de este estudio.

    El personal paramédico, también llamados
    simplemente paramédicos, son los trabajadores de la salud
    que proporcionan servicios clínicos a los pacientes, bajo
    la supervisión de un médico. El término
    generalmente comprende a enfermeras(os), terapistas,
    técnicos, y otro personal involucrado en los cuidados
    médicos, pero es frecuentemente aplicado
    específicamente a las personas altamente entrenadas
    quienes tienen la responsabilidad, junto a los médicos, del
    cuidado del paciente. Esta categoría incluye enfermeras
    practicantes, asistentes médicos, y técnicos
    médicos de emergencia
    (http\:www.Britanica.com).

    En los servicios hospitalarios, es cada vez mayor la
    participación del hombre en las actividades que involucran
    atención directa de pacientes. Aunque las cifras
    varían de un país a otro, y entre autores, existe
    una tendencia, no tan marcada, a aumentar la participación
    del hombre en los servicios de salud. En un estudio realizado en
    1993 en la ciudad de París, un 28 % de los trabajadores de
    la salud, sin incluir al personal médico, eran hombres
    (Veron, 1994).

    Mostrando una tendencia contraria, en Zaragoza, España, en
    un estudio sobre patologías frecuentes en una unidad de
    salud laboral, se encontraron cifras de 6% hombres y 94 % mujeres
    dentro del personal de enfermería (Buil y Bernal,
    1997).

    Los paramédicos, no seleccionan el ambiente o
    condiciones en las que trabajan. Deben atender a los pacientes en
    el domicilio, en su sitio de trabajo, en la calle, en el sitio
    donde ocurra la infortunada situación que obligue a
    solicitar la atención, y por consiguiente, en sitios que
    no están diseñados para la atención
    sanitaria, y menos en situaciones de emergencia, donde las
    maniobras son efectuadas con gran rapidez y bajo tensión
    emocional importante. En muchos casos sin los adecuados equipos
    de protección personal que puedan disminuir el contacto
    del personal con la sangre u otros
    fluidos corporales, lo que significa un riesgo para el
    trabajador. En otras ocasiones, deben atender al afectado, dentro
    de la unidad móvil la cual se desplaza a velocidades que
    dificultan las maniobras, y a veces tratando de evitar los
    congestionamientos de tráfico, lo que aumenta el movimiento
    dentro del habitáculo de la ambulancia.

     

     

    Como la atención de los pacientes a los cuales
    está dirigido el servicio generalmente se hace causado por
    situaciones de emergencia, en muchos casos se necesita el
    traslado del paciente hacia un centro asistencial donde reciba
    atención médica especializada con el apoyo de
    recursos tecnológicos que no pueden ser acarreados en las
    unidades. Por esta condición se generan cargas de trabajo
    por levantamiento de peso, que muchas veces se realiza sin el
    adecuado entrenamiento, con la consiguiente lesión de la
    columna y sus componentes. Factor que puede ayudar a la
    presentación de situaciones de riesgo para la salud de
    estos trabajadores, es el hecho de que las unidades no
    están desarrolladas para facilitar el abordaje del sector
    posterior del vehículo (Figuras 11a y 11b), debiendo
    levantar la camilla con el paciente a alturas que obligan a
    maniobras de mayor esfuerzo, y con mayor riesgo de ocasionar
    lesiones a la columna y miembros superiores, además las
    camillas no cuentan con un diseño ergonómico que
    minimice el esfuerzo a realizar para levantar el
    paciente.

    Situaciones que tal vez no sean tomadas en cuenta como
    factores que puedan afectar la salud del trabajador hospitalario
    incluyen su horario de comida-descanso, ya que las situaciones de
    emergencia se presentan de forma impredecible, y muchas veces los
    trabajadores no siguen una rutina que le lleve a tener una
    saludable digestión. Aunque el servicio cuenta con un
    área de cocina, el tiempo necesario para la
    preparación o calentamiento de alimentos se hace
    insuficiente por la premura de atención de
    emergencias.

    El estrés ocasionado por el tipo de situaciones a
    las que deben enfrentarse, aunado a las condiciones
    climáticas de la ciudad, las cuales son rigurosamente
    soportadas, por que generalmente las unidades no cuentan con
    acondicionadores de aire, y la carga que implica el
    desplazamiento por la ciudad y su tráfico, pueden
    añadir otros ingredientes para que se desate una
    situación conflictiva, resultando afectada la salud del
    trabajador.

    Los sitios destinados al descanso del trabajador (Figura
    12) mientras no desarrolla actividad de emergencia también
    deben ser tomados en cuenta cuando se trata de discernir su
    implicación en la patología relacionada al trabajo
    en cuestión. Si el trabajador no puede lograr un descanso
    que garantice su recuperación tanto física como
    mental, puede acumular a la larga tensión emocional, y
    cansancio que pueden en momentos determinados afectar el
    rendimiento, la capacidad de respuesta y discernimiento, el
    raciocinio, y la toma adecuada de decisiones que pueden
    significar la vida o la muerte para un paciente en
    situación de emergencia. Específicamente en el
    servicio, las horas nocturnas no tienen un período de
    descanso predeterminado para el personal. Las salidas para cada
    emergencia son repartidas de acuerdo a la zona de llamada, y al
    número de las mismas. Si se acumula un elevado
    número de ellas el personal no descansa, laborando la
    totalidad del período nocturno. Por el contrario, puede
    suceder que no ocurran llamados de emergencia logrando un
    período de descanso adecuado. Así mismo,
    actualmente no poseen en el servicio algún elemento que
    sirva de distractor al personal que permanece en turno para
    salidas, o que por cualquier motivo no se dedica a dormir, por
    ejemplo un aparato de televisión
    o radio.

    Similar situación se observa en los
    vehículos ambulancia, de donde por normativas internas han
    sido retirados los equipos de radio musical. Aunque esta
    disposición fue tomada en una oportunidad para corregir
    situaciones irregulares ocurridas con los equipos de
    transmisión de onda corta, se aprecia la necesidad de un
    elemento que pueda favorecer el estado de alerta del personal de
    guardia, sobre todo a altas horas de la noche, cuando el
    cansancio y somnolencia del equipo de trabajo puede favorecer la
    ocurrencia de accidentes de tránsito, por retardo en las
    reacciones o por quedarse adormilados.

     

    CAPITULO
    III

    MARCO METODOLOGICO

    Tipo de investigación

     El presente estudio está enmarcado dentro
    de la investigación empírica,
    específicamente una investigación
    de campo, la cual consiste en el análisis
    sistemático de problemas que se están produciendo
    en el momento, con el propósito de describirlos, explicar
    sus causas y efectos, entender su naturaleza y
    factores que la constituyen o predecir su ocurrencia (Reyes,
    1999).

    Por ser una población poco estudiada, como ya se
    hizo mención anteriormente, se selecciona este tipo de
    investigación para poder describir la situación
    actual en la que se encuentra este grupo de trabajadores;
    posteriormente puede realizarse otro tipo de estudio orientado
    desde una perspectiva distinta, pero teniendo ya una base sobre
    la cual comparar los resultados que puedan obtenerse.

    Población y muestra

    El presente trabajo se realiza dentro del seno de la
    Asociación Regional Cardiovascular, ASCARDIO,
    específicamente dentro de una de sus divisiones, el
    Servicio de Ambulancias Ascardio. Esta unidad cuenta con un total
    de 102 trabajadores, de los cuales 24 corresponden al área
    administrativa. El resto de ellos

    (78) pertenecen al área operativa, que incluye al
    personal médico, paramédico y de servicios (Fuente:
    Unidad de Personal Ambulancias Ascardio). Los Paramédicos
    alcanzan un número de 40, más nueve personas que
    laboran como choferes, pero que tienen actuación en las
    situaciones de emergencia, y están sometidos a las mismas
    condiciones de trabajo y riesgos, y están entrenados para
    actuar en caso de emergencia. Se selecciona el total de
    trabajadores paramédicos masculinos del servicio que
    laboran con un nivel de preparación equivalente a
    auxiliares de enfermería; en total son 49 trabajadores.
    Debido a que se van a evaluar diversos elementos que puedan
    afectar a la salud del trabajador y su relación con el
    trabajo, y específicamente la actividad que realizan, se
    excluye del estudio aquellos trabajadores que tengan una
    antigüedad menor a seis meses dentro del servicio. Al
    momento de realizar el estudio no había ningún
    trabajador seleccionable con menos de seis meses de
    contratación. Uno de los trabajadores, el de mayor edad y
    antigüedad dentro del servicio no fue incluido, ya que
    estaba de reposo por haberle diagnosticado un cáncer
    gástrico. Tal trabajador tiene antecedentes de alto
    consumo de chimó.

    La obtención de los datos referentes a cada
    trabajador, por ejemplo su fecha de ingreso, su
    asignación, y otros pertinentes, se consultan con el
    departamento de Recursos Humanos del servicio Ambulancias
    Ascardio, previa solicitud y aprobación por parte de la
    coordinación del servicio. Con el listado suministrado se
    procede a contactar a cada trabajador, explicándoles las
    razones y fines del trabajo a realizar, dándoles a conocer
    las actividades con las cuales se espera puedan colaborar. Los
    datos requeridos fueron procesados por la unidad de sistemas de
    Ambulancias Ascardio, la cual maneja dentro de sus archivos toda
    la información concerniente al funcionamiento del sistema,
    y además la información referente a morbilidad,
    consumo de medicamentos y otros datos de
    interés.

    Técnicas de Recolección de
    Datos

    A cada uno de los seleccionados para formar parte de la
    muestra se le aplica un cuestionario
    (ver anexo C) desarrollado especialmente para el presente
    trabajo, y en el cual se trata de indagar sobre diversos
    tópicos relacionados a: Datos personales, variables
    biológicas, antecedentes laborales, antecedentes de salud,
    condiciones de trabajo actual y características
    socioeconómicas. Dicho cuestionario se realiza a manera de
    prueba piloto con los choferes, quienes luego de analizar los
    datos recogidos, se decide su inclusión en el estudio,
    debido a la calidad de datos aportados muy similar a las del
    grupo inicial, y ya que están sometidos a condiciones de
    trabajo idénticas, sus resultados pueden colaborar en los
    datos finales. Las encuestas son aplicadas en el sitio de
    trabajo, al personal que se encuentra de guardia, y que acuden a
    la base central para la entrega de los reportes de
    atención de emergencias, para equipar a las unidades de
    material médico quirúrgico, o para cambios de
    guardia. Además se realiza examen físico completo,
    donde se hace énfasis en sus variables biológicas,
    y en las posibles anomalías evidentes que puedan ser
    halladas. La toma de tensión arterial en el grupo en
    estudio se realiza con esfignomanómetro marca ALPK2, y
    estetoscopio liviano marca Littman, en antebrazo izquierdo de
    cada trabajador, previo descanso de cinco minutos, en
    posición sentado. Los datos obtenidos son incluidos en el
    archivo
    encuesta.rec
    para su procesamiento estadístico.

    Se accede a los registros médicos del servicio
    "Su Amigo Ascardio", donde se mantiene la historia médica
    de cada trabajador, para de esta forma poder identificar las
    principales causas de morbilidad dentro de este grupo de
    trabajadores. Se complementan los datos con los registros del
    departamento de personal para verificar las causas de reposo del
    personal bajo estudio. Estos valores no son tomados en cuenta, ya
    que las estadísticas llevadas por el servicio
    médico de Su Amigo Ascardio no discrimina entre los datos
    de los trabajadores y sus familiares, es decir, las
    estadísticas son globales, y por lo tanto la
    información no es útil para el presente
    trabajo.

    Técnicas de análisis de
    datos

    Los datos recogidos en la encuesta, examen físico
    y los que se logran obtener de las historias médicas se
    introducen, para su procesamiento, utilizando el programa
    estadístico computarizado denominado EpiInfo, en su
    versión 6.0, actualizada al año 2000. Se crea
    archivo de registro
    denominado encuesta. rec, el cual está basado en la
    estructura de la encuesta que se aplicó a cada trabajador,
    y al que se accede para los posteriores análisis
    requeridos. Para la validación de los datos a incluir en
    el formato creado, se crea el archivo de validación
    encuesta.chk, en el cual se determinan los valores que debe
    poseer cada variable, y sus límites, para evitar la
    inclusión de datos erróneos. Para facilitar la
    elaboración de esta herramienta se utiliza el diccionario de
    datos previamente realizado (anexo D).

    Se realiza análisis univariado de grupos de edad,
    morbilidad y antigüedad. Se realiza, además,
    procesamiento de la información estableciendo un
    análisis bivariado, relacionando la morbilidad con
    antigüedad, edad, número de horas trabajadas,
    número de horas diurnas y nocturnas.

    Se realiza además análisis para tratar de
    descubrir la relación existente entre la aparición
    de patologías en el grupo de estudio, y su
    distribución según cada grupo de edad. Para este
    proceso se cruza cada variable que implica síntomas
    relacionados a patologías orgánicas
    específicas con la variable edadcat, la cual divide al
    grupo en categorías de edad.

    Como parte del análisis de los datos obtenidos en
    cada trabajador, sus variables biológicas son utilizadas
    para establecer patrones estándares que puedan ayudar a
    comparar a cada trabajador con el grupo; entre éstas
    variables tenemos el Indice de Masa Corporal (I.M.C.) el cual se
    obtiene dividiendo el peso en kilogramos entre el cuadrado de la
    talla en metros, obteniendo un valor que es clasificado de
    acuerdo al siguiente cuadro (Cuadro N° 1):

    Cuadro N° 1: Indice de Masa Corporal.
    Clasificación de la obesidad.

    NORMAL

    20-25 Kg/m2

    Grado I (Sobrepeso)

    27 – 29,9
    Kg/m2

    Obesidad Grado II

    30 –34,9
    Kg/m2

    Obesidad Grado III

    35 – 39,9
    Kg/m2

    Obesidad Grado IV
    (Mórbida)

    > ó 40
    Kg/m2

    Tomado de Foz y Forniguera, 1998

    Todos los datos obtenidos, y el resultado del cruce de
    variables se utilizan para inferir la posible relación
    entre las condiciones de trabajo, y las alteraciones de la salud
    que puedan estar presentándose en el personal objeto de
    estudio. El análisis se realiza siguiendo consideraciones
    esenciales para poder describir un perfil básico de salud,
    con las posibles incidencias que pueda tener el trabajo en la
    salud del trabajador.

     

     

    CAPITULO IV

    RESULTADOS Y
    ANALISIS
    (para ver esta
    sección seleccionar "Bajar trabajo" del menú
    superior)

     

     

    CONCLUSIONES

     

    Luego de haber revisado todas las características
    propias del grupo de trabajadores tan particular como lo es el
    grupo de paramédicos masculinos de un servicio de
    atención de emergencias pre-hospitalarias, es innegable
    que las condiciones de trabajo afectan en forma notable el estado
    de salud de tales individuos.

    Cuando se visualiza el entorno socio-económico de
    estos trabajadores, se puede apreciar que el bajo nivel de
    ingreso, limitado por el valor de su hora de trabajo, lo obliga a
    desempeñar jornadas laborales que van más
    allá de su capacidad física, por lo que su
    organismo se empieza a resentir a tempranas edades por la carga
    que implica tal esfuerzo físico. Es preocupante observar
    que el total de trabajadores tienen ingresos que están por
    debajo de la llamada cesta básica, limitando su capacidad
    adquisitiva.

    Es preciso imaginar el impacto que sobre la salud tiene
    el cumplimiento de las jornadas de trabajo, cuando nos
    encontramos que el trabajador promedia jornadas mensuales que
    superan en un 70% la jornada que estipula la Ley para el
    trabajador venezolano, y aún así no logra obtener
    ingresos que satisfagan las necesidades de su grupo familiar.
    Mayor es el impacto cuando se evidencia que la
    mayoría

    de las horas de labor son efectuadas en el horario
    nocturno, afectando no sólo la salud del trabajador desde
    el punto de vista físico, sino que se ve afectada su vida
    social, sentimental y sexual, ya que su ritmo de trabajo se
    invierte respecto al ritmo de vida de su grupo familiar, y el
    tiempo dedicado al ejercicio de sus labores le resta tiempo de
    disfrute con su pareja, hijos y otros con los que comparte sus
    momentos no productivos.

    Es el factor "número de horas laboradas" el que
    mayor impacto representa en la salud del trabajador de los
    servicios de atención de emergencia, y el que ocasiona un
    mayor número de síntomas físicos en los
    mismos. Tomando en consideración que a mayor número
    de horas laboradas serán mayores las jornadas de trabajo
    de larga duración, entonces podemos suponer que la
    aparición de síntomas digestivos, osteo-musculares,
    neurológicos y de la esfera sexual pueda estar relacionado
    directamente a esta condición en particular. El
    límite de 200 horas/mes establecido en el presente trabajo
    para las jornadas por trabajado presentó tendencia a
    causalidad de problemas de salud, especialmente en la esfera
    sexual; aunque con ciertas limitaciones estadísticas para
    su análisis, es un alerta para prevenir lesiones y
    enfermedades en este y otros grupos de trabajadores con similar
    actividad laboral. Si el tiempo excesivo de trabajo condiciona la
    aparición de patologías relacionadas al trabajo, su
    control efectivo puede disminuir las mismas.

    Los esquemas de organización del trabajo, donde
    la rotación del personal para la realización de sus
    guardias no sigue un patrón definido, y donde la
    asignación por áreas de trabajo con ubicaciones
    lejanas entre una y otra agregan un factor de estrés al
    trabajador, ya que además de la carga horaria en
    sí, debe adaptarse a la irregularidad del sistema horario
    utilizado, también participa en la génesis de
    trastornos de salud que a la larga afectan la calidad de vida del
    trabajador, y pueden afectar el rendimiento efectivo del mismo en
    el desempeño de las funciones que debe realizar como
    trabajador del área de la salud.

    Aunque los resultados obtenidos no ofrecen una
    confiabilidad estadística, ofrecen un alerta de las
    condiciones de trabajo de este grupo de personas, que
    están viendo afectadas sus condiciones de salud
    física y mental, lo que llega incluso a modificar su
    entorno familiar y afectivo.

    Siendo el síntoma que más afecta a los
    trabajadores el relacionado a patologías digestivas, y
    tomando en cuenta las características de las jornadas de
    trabajo, y conociendo la reglamentación acerca de la
    adquisición de alimentos, además del tipo de
    trabajo, donde la responsabilidad por la vida y salud de los
    pacientes agrega una condición estresante a los
    paramédicos, entonces no es de extrañar las cifras
    encontradas. Regularizar y facilitar la ingestión de
    alimentos en un horario aceptable, y la flexibilización
    con sentido común de la reglamentación prohibitiva
    relacionada a la adquisición de alimentos, pueden lograr
    disminuir la incidencia de patologías
    digestivas.

    Las condiciones de diseño de las unidades
    ambulancia, y de las camillas utilizadas para traslado de
    pacientes, también juegan un papel importante en la
    génesis de problemas osteo-musculares en los trabajadores.
    Si se suma la conformación de equipos de
    trabajo con desigual estructura corporal (talla y peso), se
    agrega un factor disonante en la aplicación de fuerza
    física para el levantamiento y manipulación de
    pesos en la actividad diaria, factores que ejercen su
    acción sobre la estructura corporal de los trabajadores,
    quienes no tienen un plan de
    entrenamiento físico y capacitación para el
    ejercicio que les mejore su condición y resistencia para
    la carga física de trabajo a ejecutar en su labor diaria.
    Es el dolor de espalda el segundo problema más presentado
    por los trabajadores y tomando en cuenta el tipo de actividad que
    se desarrolla, debe ser punto de honor en la resolución de
    los problemas que le dan origen.

    La revisión de todas las condiciones de trabajo
    no sólo en el personal objeto de este estudio, sino de
    todos los involucrados en el proceso de atención de
    pacientes en forma ambulatoria, debe ser llevada a cabo en el
    menor tiempo posible, ya que los resultados indican que se
    están generando patologías relacionadas a las
    inadecuadas condiciones de trabajo, y éstas pueden ser
    prevenidas con un diagnóstico precoz y la aplicación
    de los correctivos necesarios antes de que los problemas
    relacionados al trabajo puedan ser manifestados por los
    trabajadores.

    RECOMENDACIONES

     

    Implementar en forma sistemática la
    realización de examen físico pre-empleo y de rutina
    para los aspirantes a ingresar al servicio y para sus
    trabajadores, de tal forma de detectar problemas de salud que
    puedan ser agravados al exponerse al tipo de trabajo ejecutado en
    el servicio, previniendo de esta forma lesiones que puedan ser
    irreversibles para el afectado. Dicho examen debe estar dirigido
    a la detección precoz de condiciones físicas que
    puedan limitar el desempeño en el trabajo a ejecutar;
    condiciones como hernias discales o inguinales, asimetrías
    del eje vertebral, limitaciones en la movilidad de extremidades
    pueden ser evidenciadas con la realización de un examen
    físico integral y concienzudo. Maniobras como la de
    Lassiegue (elevación pasiva de las piernas manteniendo
    rectas las rodillas, desde posición supina, puede
    desencadenar dolor si hay compromiso radicular),
    valoración de la simetría del eje columnar con el
    paciente de pie y en flexión del tronco, evaluación
    digital de los conductos inguinales, pueden ayudar a
    detección temprana de patologías que pudieran
    agravarse con el tipo de trabajo a desempeñar.
    Además el retiro precoz del trabajador que presente
    síntomas que pudieran relacionarse a la ejecución
    de su labor, asignándolo a otras actividades en las que el
    esfuerzo físico sea menor, sometiéndolo a un
    proceso de rehabilitación y re-educación que
    garantice su incorporación a la actividad operativa con
    una calidad similar a la de su ingreso.

    Desarrollo y ejecución de programa de Higiene y
    Seguridad dentro del servicio de Ambulancias Ascardio, asegurando
    de ésta manera el cumplimiento de la normativa legal
    vigente en la materia, iniciándose los procedimientos con
    la notificación de riesgos al personal de nuevo ingreso,
    dejando constancia escrita en el expediente de cada trabajador.
    La dotación de uniformes y equipos de protección
    personal adecuados al riesgo de exposición; el
    entrenamiento en materia de higiene y seguridad en el
    desempeño de las funciones propias del cargo
    desempeñado, y la adopción de un programa de
    inspección, detección, corrección y
    seguimiento de las condiciones inseguras o de riesgo para el
    trabajador, deben ser puntos presentes en cualquier programa de
    seguridad que se quiera implementar dentro de la
    institución.

    Asignación de turnos de guardia bajo un sistema
    rotativo que disminuya el tiempo continuo de permanencia en el
    puesto de trabajo, con un mínimo de afectación del
    ritmo circadiano normal; el esquema de rotación presentado
    anteriormente, en el cual se realizan turnos rotativos diarios de
    mañana, tarde, noche seguidos de un período de
    descanso es aparentemente el menos dañino para la salud
    del trabajador. Se justificaría además ya que se
    lograría equiparar los ingresos entre los trabajadores, e
    igualando las oportunidades de trabajo y descanso. De este modo
    se lograría un equilibrio entre el tiempo productivo y el
    reproductivo. Factor que puede incidir favorablemente en este
    punto es la revalorización de la hora de trabajo, ya que
    al mejorar el ingreso del trabajador, e igualando sus cargas
    laborales, éste disminuirá la necesidad de
    someterse a largas jornadas de trabajo agotador.

    Elaboración de un diseño ergonómico
    de vehículo ambulancia el cual se adapte a las
    características fenotípicas de los trabajadores
    venezolanos. Este diseño puede ser utilizado para la
    exigencia de características adecuadas en los
    vehículos que se puedan adquirir en un futuro. La
    adopción de tal diseño puede disminuir o eliminar
    las patologías de orden osteo-muscular. Aunque las
    empresas que se encargan de producir los vehículos a nivel
    nacional ofrecen modelos estandarizados, es posible sugerir, y
    basado en las evidencias
    encontradas en el presente y posteriores estudios, la necesidad
    de adaptar los diseños a la realidad ergonómica del
    trabajador venezolano, quien es el que sufre las consecuencias de
    la inadaptación a su elemento de trabajo.

    Adquisición de camillas para traslado de
    pacientes con mecanismos que faciliten la elevación y
    transporte de pacientes. Las camillas tipo tijera, con sistemas
    hidráulicos o mecánicos que limitan la necesidad de
    agacharse del personal serían un recurso ideal. Del mismo
    modo, el diseño de la parte posterior de las unidades, por
    donde se aborda la camilla, debe tener una conformación
    que reduzca el esfuerzo físico en la maniobra de
    levantamiento o descenso de la camilla.

    Desarrollo y ejecución de un programa de
    entrenamiento físico del personal operativo del servicio
    Ambulancias Ascardio, que permita la elevación y
    mantenimiento de la condición física de los
    trabajadores, asegurando la efectividad en la ejecución de
    la operación de levantamiento de pesos; del mismo modo, la
    adopción y seguimiento de una rutina de ejercicio
    físico puede mejorar el perfil cardio-vascular individual,
    disminuyendo la posibilidad de enfermedad cardíaca o
    vascular.

    Entrenamiento práctico y participativo en las
    técnicas adecuadas de levantamiento de pesos, observando
    las técnicas básicas para la ejecución de
    dicha maniobra. El entrenamiento en estas operaciones debe formar
    parte de la preparación que se realiza al personal cuando
    aspira ingresar al servicio como trabajador. Este entrenamiento
    debe llevar una programación continua, que garantice su
    aplicación por los trabajadores, realizando seguimiento de
    las técnicas y su aplicación.

    Fomentar el desarrollo de líneas de
    investigación en el campo de la Salud Ocupacional y
    dirigidas a las poblaciones de trabajadores cuyas
    características sean desconocidas o poco conocidas, de tal
    forma de crear un panorama de las condiciones reales donde se
    desenvuelven en sus jornadas diarias, y de las posibles
    soluciones que se puede ofrecer para resolver los conflictos de
    tipo ergonómico, organizacional físico, y de
    exposición a riesgos en general a los que se deben
    enfrentar en el desarrollo de sus actividades laborales. Si
    tomamos en cuenta el hecho que hay grupos con
    características similares en el ámbito nacional, se
    debe realizar un estudio donde las características propias
    de cada grupo sean comparadas con los demás y evidenciar
    la relación entre condiciones de trabajo y manifestaciones
    psico-somáticas derivadas de las mismas.

     

     

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    Juan C. Rodrìguez

     

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