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Dosimetría para los procesos por irradiación




Enviado por Yanet Rodríguez



    1. Resumen
    2. El Proceso por
      Irradiación tipos de radiaciones para el
      proceso
    3. Dosis de Absorción y
      Dosimetría para los Procesos por
      Irradiación
    4. Detección y
      Medición de la Dosis de Absorción. Sistemas
      Dosimétricos
    5. Calibración de campos
      radiacionales e intercomparaciones de mediciones de la Dosis de
      Absorción. Sistemas Dosimétricos de Referencia.
      Traceabilidad de las mediciones
    6. Influencia de factores
      externos en las mediciones de Dosis de
      Absorción
    7. Determinación de la
      incertidumbre en las mediciones de Dosis de
      Absorción
    8. Distribución de dosis
      en la geometría considerada. Control del Proceso por
      Irradiación
    9. Calificación de
      Instalación
    10. Validación de
      Proceso
    11. Control Rutinario de
      Proceso
    12. Bibliografía

    Resumen

    Dentro de los múltiples usos pacíficos
    del átomo se
    encuentra el procesamiento radiacional, para la
    esterilización de productos
    médicos, el procesamiento de polímeros y el
    tratamiento a gran escala de
    productos alimenticios. Actualmente se está ampliando su
    uso a la producción de preparados biológicos
    para fármacos y cosméticos. La base de esta
    industria es
    la medición y control de la
    energía recibida en el proceso. Es
    objetivo
    nuestro resumir los conceptos físicos empleados en esta
    disciplina
    científica.

    Introducción

    El procesamiento radiacional, aunque muy joven es una
    industria próspera que crece rápidamente. Tuvo sus
    primeros brotes a mediados de los años 50 y tomó
    forma de tal al final de la década del 70 dedicada a la
    esterilización de productos médicos. Pocos
    años después se consolidó, ampliando su
    aplicación al procesamiento de polímeros y al
    tratamiento a gran escala de productos alimenticios. Actualmente
    se está ampliando su uso a la producción de
    preparados biológicos para fármacos y
    cosméticos.

    La base de esta industria es la medición y
    control de la energía recibida en el procesamiento
    radiacional. Consecuentemente la Dosimetría de la radiación
    es fundamental para todas estas tecnologías y ofrece el
    único modo de desarrollar el proceso en el laboratorio,
    introducirlo en la práctica, transferirlo a la industria y
    finalmente establecer el control tecnológico del
    proceso.

    La Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación es la más joven de las ramas de la
    metrología de la radiación ionizante
    y es de interés
    para la Comisión Internacional de Unidades y Mediciones
    Radiacionales (ICRU). Los conceptos físicos desarrollados
    en la Dosimetría para Radioterapia y en la
    Dosimetría para Protección Radiológica son
    igualmente relevantes en la Dosimetría para los Procesos
    por Irradiación, sin embargo esta última tiene sus
    características propias con alcance y objetivos muy
    definidos. Esto está delimitado por las altas dosis, las
    altas potencias de dosis y la gran variedad de condiciones que
    están involucradas en los Procesos por Irradiación;
    pero sobre todo está determinado por el carácter tecnológico e industrial de
    dichos procesos, este carácter es completamente ajeno a
    los otros campos de la dosimetría y define la esencia de
    esta rama de la metrología.

    A la Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación está dedicada la publicación y
    en este contexto no queremos dejar de mencionar la "Ley de William de
    la Dosimetría" (McLaughlin et al. 1989):

    " Un hombre con un
    dosímetro piensa que él conoce el valor de la
    dosis, un hombre con dos dosímetros tiene sólo un
    grosero estimado y se cuestiona el valor, un hombre con tres
    dosímetros comprende que él no conoce el valor de
    la dosis; pero sabe que puede juzgarlo mejor que los otros dos.
    Con todo y su juventud esta
    rama de la metrología, cuyo alcance y designación
    final data de 1989, ya ha brindado sus aportes al conocimiento
    general y ampliado los horizontes de la disciplina más
    general a que pertenece, la Dosimetría. Si bien se ha
    avanzado en esta nueva disciplina científica, de marcado
    carácter tecnológico e industrial, claramente se
    perfilan los esfuerzos que aun deben realizarse y la necesidad de
    continuar profundizando en su desarrollo.

    Es importante destacar entre los aspectos de esta
    profundización su carácter autóctono. Como
    en toda disciplina científica, aún cuando tenga
    implicaciones tecnológicas, su dominio y arraigo
    en una localidad no se puede lograr mediante simple
    implantación o transferencia. El desarrollo de una rama
    científica se logra con la realización de estudios
    e investigaciones
    en las condiciones locales específicas, variabilidad
    biológica, geológica y climática, así
    como la disponibilidad técnica y tecnológica. Estos
    estudios son los que permiten alcanzar el nivel cognoscitivo
    existente en la localidad, y a partir de ellos se pueden realizar
    las investigaciones que amplíen el
    conocimiento local y contribuyan a elevar el conocimiento
    regional e internacional sobre la materia.

    Una instalación de irradiación no es
    suficiente para realizar Procesos por Irradiación, porque
    se requieren los medios para
    medir la dosificación en los diferentes procesos. La
    respuesta cabal a la introducción en la práctica local de
    la tecnología radiacional sólo se
    alcanza con el desarrollo de la Dosimetría para los
    Procesos por Irradiación, tanto en su carácter
    científico como tecnológico.

    Desarrollo

    El Proceso por
    Irradiación Tipos de radiaciones para el
    proceso

    Desde que Roëntgen descubrió los Rayos-X
    en 1895 y Becquerel descubrió la radioactividad en 1896,
    el hombre ha
    usado su imaginación para desarrollar aplicaciones que
    hacen uso de las propiedades de la radiación
    ionizante.

    Estos descubrimientos marcaron el inicio de la
    física
    nuclear y de los estudios sobre la naturaleza y
    propiedades de las radiaciones y de los átomos que las
    emiten, incluido sus núcleos. Al mismo tiempo
    surgieron los estudios sobre la aplicación de estas
    propiedades casi desde el inicio, y un buen ejemplo es que el
    poder
    penetrante de la radiación se usó en medicina
    surgiendo las placas de rayos-X y la
    radiología.

    Un campo muy recientemente desarrollado y que
    consiste en exponer en forma intencional a la acción
    de las radiaciones un material con el objetivo de provocar en
    él un efecto específico, físico,
    químico, biológico, o cualquiera de sus
    combinaciones; es el denominado Proceso por Irradiación.
    Que este campo se ha desarrollado aceleradamente en los
    últimos 20 años y que es hoy una industria en
    crecimiento y una activa fuente de desarrollo tecnológico,
    está claramente avalado por la serie de memorias de
    los Congresos Internacionales de Procesos por Irradiación
    (International Meetings on Radiation Processing) que se
    están realizando cada dos años desde 1977 (IMRP
    1977 a 1988).

    Naturalmente que este desarrollo es el fruto de los
    avances en la física nuclear y en las primeras
    aplicaciones de la radiación en medicina y en
    energética. Tres factores potenciaron especialmente este
    desarrollo:

    a) A El avance del conocimiento de los efectos de la
    radiación ionizante sobre la materia en sus tres niveles
    físico, químico, y biológico;

    b) B La rápida expansión de la química de los
    polímeros y las industrias del
    plástico y
    de la goma;

    c) C Las conferencias de Naciones Unidas
    sobre el uso pacífico de la Energía Atómica
    (UN 1955, 1958).

    En particular, estas conferencias expresaron que el
    núcleo atómico y la radiación pueden ser
    usados en muchas formas diferentes para el beneficio de la
    humanidad y estimularon los trabajos de investigación para expandir el uso de
    la ciencia
    nuclear. Por esta época la creación del Organismo
    Internacional de Energía Atómica (OIEA) y
    posteriormente los esfuerzos del mismo en aras del uso
    pacífico de la radiación, resultaron un impulso
    decisivo en el desarrollo de los Procesos por
    Irradiación.

    Para los Procesos por Irradiación se utilizan
    dos tipos de radiación ionizante, electromagnética
    y haces de electrones, con energía máxima por
    partícula bien determinada. La cota superior en la
    energía de las radiaciones está determinada por la
    exigencia de la inocuidad del proceso (WHO, 1981) por lo cual el
    material irradiado no puede quedar activado, para ello es
    necesario que la energía máxima de la
    radiación incidente no supere los umbrales de la
    reacción nuclear correspondiente, del tipo (?,n), (?,p),
    (e-,n), etc., siendo así imposible inducir ningún
    tipo de radioactividad en el material irradiado. Por esta
    razón la energía máxima permitida en el
    Proceso por Irradiación es de 5 MeV para los fotones y de
    10 MeV para los electrones (McLaughlin et al.,
    1989).

    La radiación electromagnética utilizada
    en los Procesos por Irradiación, rayos X y
    radiación gamma cumplen esta exigencia dado los tipos de
    fuentes
    radiactiva que pueden ser útiles para estos procesos. Es
    bueno señalar que convencionalmente se designa como
    radiación gamma a la radiación originada en el
    núcleo atómico, la originada fuera de este se
    designa como rayos X (o Röentgen) y como radiación de
    frenado (o bremsstrahlung) (Evans, 1955).

    Para el procesamiento radiacional una fuente de
    radiación gamma cuyo uso resulta tentador son los
    productos de desecho, altamente radiactivos, de los reactores
    nucleares. Sin embargo esta mezcla de productos de fisión
    en las barras combustibles desechadas de los reactores es un
    inconveniente como fuente de radiación, pues los tiempos
    de semidesintegración de los radionúclidos
    presentes en ella varían desde décimas de mseg
    hasta varios años y hay una rápida y constante
    variación en la actividad, en la composición
    radiacional y en el espectro de energía de la
    radiación emitida.

    Un producto de
    fisión que se produce en grandes cantidades es el 137Cs.
    Este radionúclido emite radiación gamma de 0.66 MeV
    de energía, con un período de
    semidesintegración de 30 años. Estas
    características lo hacen muy conveniente como fuente para
    los Procesos por Irradiación Gamma, aunque para ello debe
    ser separado químicamente de los demás productos de
    fisión que lo acompañan en el combustible nuclear
    agotado. Este procedimiento
    químico, engorroso y caro ha limitado la popularidad del
    137Cs como fuente de radiación gamma para los Procesos por
    Irradiación; aunque en los últimos tiempos su uso
    se ha incrementado (McLaughlin et al., 1989).

    Otro radionúclido, el 60Co, se obtiene en el
    reactor nuclear como un producto de transición y no como
    un producto de fisión. La reacción nuclear
    59Co(n,()60Co* es utilizada para el control del flujo de
    neutrones en la zona activa de reactores nucleares de
    tecnología de agua
    pesada.

    El radionúclido 60Co decae radioactivamente al
    isótopo estable 60Ni, emitiendo radiación (- de
    baja energía, con un período de
    semidesintegración de 5.2714 años (NCRP, 1985a). El
    proceso se acompaña por la desexcitación del 60Co
    con la emisión de dos cuantos gamma con energía de
    1.17 y 1.33 MeV y eficiencia de
    100% para ambos. El cobalto es un metal insoluble en agua y con
    un alto punto de fusión por
    lo que resulta muy eficaz para una fuente de radiación
    gamma de alta intensidad.

    Con estas características el
    radionúclido 60Co ha demostrado en la práctica ser
    la más conveniente fuente de radiación gamma para
    el desarrollo tecnológico e industrial de los Procesos por
    Irradiación.

    Entre los más de 1000 radionúclidos
    emisores de radiación gamma, sólo existe otro
    conveniente para los Procesos por Irradiación; el 137Cs ya
    mencionado. Usualmente, al separarlo del combustible nuclear
    agotado, se obtiene en forma de Cloruro de Cesio. Este forma
    iónica, soluble en agua, constituye la mayor desventaja
    para su uso en estos fines.

    El 137Cs decae al isótopo estable 137Ba,
    emitiendo un cuanto gamma de 0.662 MeV y radiación (- de
    baja intensidad, con semidesintegración de 30.00
    años (NCRP, 1985a). La eficiencia de la emisión
    fotónica es de 85%. En cada acto de desintegración
    se emite una energía electromagnética
    de:

    P(137Cs)= (0.662(0.85)(106 eV =
    0.91(10-13 J

    es decir unas 4 veces menor que la emitida por el
    60Co (P(60Co) = 4(10-13 J). Esto unido a su alto período
    de semidesintegración (5.7 veces mayor que el del 60Co)
    constituye una importante ventaja para cierto tipo de
    instalaciones de irradiación, como es el caso de las
    instalaciones autotransportables. Para el procesamiento
    radiacional la fuente de electrones que se utiliza son
    aceleradores de electrones capaces de dar haces de alta potencia en el
    rango energético de 0.2 a 10 MeV. Cientos de aceleradores
    están en uso en la actualidad para el procesamiento de
    numerosos y variados productos, así como para la
    investigación y desarrollo tecnológico, los mayores
    son capaces de dar potencias superiores a los 100 kw. Debido a
    esto los aceleradores alcanzan altas potencias de dosis lo que
    permite impartir altas dosis en poco tiempo; pero dado la poca
    penetración de los haces de electrones, estas dosis quedan
    en la capa superficial del material.

    La aplicación primaria de los aceleradores es
    para modificación de polímeros, como es el
    entrecruzamiento de las cubiertas aislantes de cables y alambres
    o el curado de capas poliméricas. Estos productos en forma
    de capas se pueden deslizar bajo el haz de electrones a altas
    velocidades (2 a 10 ms-1). Aunque se puede lograr un proceso
    eficiente irradiando por una cara del producto, resulta ventajoso
    irradiar por ambas caras para aumentar la homogeneidad y permitir
    el procesamiento de productos más grueso (Rodrígues
    & Farrell, 1983).

    El principio común a todos los aceleradores,
    es que electrones emitidos de un cátodo son acelerados en
    alto vacío mediante Fuerza de
    Lorentz, con uno o más pasos de aceleración se
    alcanza la velocidad
    esperada, luego de lo cual se dirigen hacia la ventana de salida
    mediante el mismo tipo de fuerzas. Los electrones deben atravesar
    el delgado metal de la ventana y la capa de aire subsiguiente
    antes de incidir en el producto a tratar. Por esto un mismo
    acelerador puede trabajar a diferentes valores de
    energía dentro de un determinado rango.

    Para los fines del Procesamiento por Irradiaciones
    los aceleradores se diseñan de forma que el haz emitido se
    extienda en su ancho, alcanzado entre 30 y 200 cm según el
    diseño
    del acelerador, ya sea por el método de
    barrido magnético del haz o usando un cátodo
    extendido (Aaronson & Nablo, 1985).

    Los aceleradores utilizados pueden ser de corriente
    continua o pulsados (Sivinski & Sloan, 1985); pero por encima
    de los 4 MeV sólo se utilizan pulsados. A estas
    energías el haz se extiende solamente por barrido
    magnético (Bly, 1985). Aunque en estos se puede lograr
    promedios de potencia de dosis del orden de la potencia en
    corriente continua, la potencia de dosis en el pico del haz
    pulsado, es mucho más compleja y mucho mayor debido a los
    efectos combinados del barrido y el pulsado (Sivinski &
    Sloan, 1985).

    Para los Procesos por Irradiación la
    única fuente de rayos X de utilidad es la
    radiación de frenado obtenida de los aceleradores de
    electrones al hacer incidir el haz en un blanco metálico
    de alto número atómico especialmente enfriado. Las
    potencias de dosis que se alcanzan pueden ser hasta 100 veces las
    de las fuentes de cuantos gamma, y esta radiación de
    frenado puede ser usada, en principio, para irradiar con buena
    uniformidad productos de mayor grosor que los que se procesan en
    instalaciones con 60Co (Farrell et al., 1983).

    La baja eficiencia conque los electrones brindan
    radiación de frenado ha limitado el interés
    industrial por esta fuente y su uso primario han sido
    investigaciones y estudios tecnológicos (McLaughlin et
    al., 1989). La actual disponibilidad de aceleradores de
    electrones muy potentes ha renovado el interés de las
    fuentes de rayos X para los Procesos por Irradiación,
    siendo el problema central la eficiencia, que abarca tanto la
    eficiencia en la producción del haz de electrones, como la
    de estos para brindar radiación de frenado.

    Dosis de Absorción
    y Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación

    Casi desde el descubrimiento de los rayos X y la
    radioactividad, surgió la metrología de la
    radiación ionizante. No podía ser de otro modo pues
    los estudios sobre la naturaleza y propiedades de las radiaciones
    y los radionúclidos que las emiten, requieren cuantificar
    y medir estas propiedades y sobre todo sus
    efectos.

    En medicina, aún antes de que los
    físicos pudieran comprender la naturaleza de las fuerzas y
    energías nucleares y mucho menos pretender su uso
    controlado, se usó el poder penetrante de los nuevos
    "rayos" para radiografías y otros diagnósticos. Se
    pensó que la radiación era una panacea y se
    usó para tratar todo tipo de padecimiento, a menudo sin
    éxito y
    no pocas veces con fatales consecuencias. Al mismo tiempo los
    pioneros que trabajaban con la radiación y la
    radioactividad aprendieron, desgraciada- mente a sus expensas,
    que la radiación puede dañar el tejido
    biológico.

    Este recuento triste nos legó dos aspectos
    positivos, si se daña el tejido biológico es
    necesario protegerse y surgió la Protección
    Radiológica, si se daña el tejido biológico
    se pueden destruir los tumores y tratar otros males y
    surgió la radioterapia y la medicina nuclear. Por supuesto
    que estos nuevos campos exigen la medición de las
    magnitudes asociadas a la radiación y sus efectos lo que
    conllevó al desarrollo de un nuevo campo de la
    metrología de la radiación, la Dosimetría,
    es decir la medición de las dosis de
    radiación.

    La magnitud física de mayor relevancia en este
    contexto es la Dosis de Absorción. Se define como Dosis de
    Absorción (ICRU, 1980; NCRP, 1985b; Mann, et al., 1980) la
    energía, dE, impartida por la radiación a una
    cantidad infinitesimal de materia dividida por la masa, dm, de
    dicho infinitésimo de materia:

    donde D es la simbología para la Dosis de
    Absorción.

    Esta magnitud se expresa en joule por kilogramo
    (JKg-1), y su unidad en el Sistema
    Internacional de Unidades (SI) se denomina Gray (que se abrevia
    Gy), en honor a uno de los pioneros de la física
    radiacional el Dr. L.H.Gray.

    Esta definición es rigurosa y estrictamente se
    refiere a la Dosis de Absorción en un punto de la materia
    irradiada. Para poder determinar su valor, i.e. medir , se
    requiere colocar un sensor de "pequeño" volumen en el
    campo radiacional, con lo cual se obtiene el valor promedio sobre
    una masa finita, en este caso la masa del sensor. La Dosis de
    Absorción como valor promedio de la energía
    absorbida por la masa de un material dado, sobre un
    pequeño volumen del mismo es el concepto
    práctico de esta magnitud y la forma en que esta se valora
    en sus diferentes campos de aplicación.

    La dosis es una magnitud de especial importancia,
    pues permite cuantificar la energía cedida por la
    radiación al material en su interacción con este, energía que
    está directamente relacionada con los cambios que ocurren
    en dicho material.

    Tabla 1.- Magnitudes de
    Radiación

    Denominación y simbología

    Unidad SI

    Unidad anterior

    Dosimetría

    Dosis de Absorción D

    J kg-1 (Gy)

    rad (=0.01Gy)

    Potencia de Dosis de Absorción P

    J kg-1s-1 (Gy s-1)

    rad s-1

    Exposición X

    C kg-1

    R (=2.58C kg-1)

    Razón de Exposición

    C kg-1s-1

    R s-1

    Kerma K

    J kg-1 (Gy)

    rad (=0.01Gy)

    Potencia de Kerma PK

    J kg-1s-1 (Gy
    s-1)

    rad s-1

    Actividad

    s-1 (becquerel Bq)

    Ci (=3.7Ÿ
    1010s-1)

    Potencia de Kerma en el aire G d

    m2 J kg-1

    m2 rad Ci-1
    s-1

    Rendimiento Químico por Irradiación
    G

    mol J-1

    (100 eV)-1

    Coeficiente de Absorción Molar
    Î
    m

    m2 mol-1

    dm3mol-1cm-1

    Interacción de la radiación con la
    Materia

    Sección eficaz s

    m2

    b (barn=10-28 m2

    Coeficiente másico de atenuación
    (fotones) m
    /r

    m2 kg-1

    cm2 g-1

    Coeficiente másico de absorción
    energética (fotones) m
    en/r

    m2 kg-1

    cm2 g-1

    Coeficiente másico de transmisión
    energética (fotones) m
    tr/r

    m2 kg-1

    cm2 g-1

    Potencia lineal de frenado (electrones)
    S

    J m-1

    MeV cm-1

    Potencia másica total de frenado
    (electrones) Stot/r

    J m2 kg-1

    MeV cm2 g-1

    Potencia másica de colisión de
    frenado (electrones) Scol/r

    J m2 kg-1

    MeV cm2 g-1

    Potencia másica de radiación de
    frenado (electrones) Srad/r

    J m2 kg-1

    MeV cm2 g-1

    Energía Lineal Transferida
    (LET),energía superior (L¥
    =Scol+Srad) LD

    J m-1

    MeV cm-1

    Energía media por par formado W

    J

    eV(=1.602Ÿ 10-19 J)

    Campo radiacional

    Número de partículas N

    1

    1

    Energía radiante R

    J

    MeV

    Energía impartida E

    J

    MeV

    Flujo de energía Y

    J m-2

    MeV cm-2

    Potencia de flujo j

    W m-2

    MeV cm-2 s-1

    Flujo de partículas F

    m-2

    cm-2

    Razón de flujo de partículas
    f

    m-2 s-1

    cm-2 s-1

    La dosis de absorción por unidad de tiempo, es
    decir la energía de la radiación absorbida por
    unidad de masa y por unidad de tiempo se denomina Potencia de
    Dosis de Absorción
    :

    donde PD es la simbología para la Potencia de
    Dosis de Absorción. Esta magnitud se expresa en Gray por
    segundo (Gy s-1), aunque en campos continuos de radiación
    también se expresa en Gray por minuto (Gy min-1) o en Gray
    por hora (Gy h-1). Esta magnitud se denomina "Absorbed Dose Rate"
    en idioma inglés,
    por lo que algunos autores la han llamado "Razón de Dosis
    de Absorción" o "Tasa de Dosis de Absorción" en
    idioma español, a
    pesar del análisis dimensional de la
    misma.

    Referente a la energía de la radiación
    transferida a la materia, i.e. a un material dado, existen otras
    dos magnitudes físicas, que consecuentemente están
    relacionadas con la dosis de absorción. La primera, cuya
    concepción data de los inicios de la física de las
    radiaciones y antecedió a la dosis de absorción, es
    la Dosis de Exposición o simplemente Exposición
    como se le denomina en la actualidad (ICRU, 1980; NCRP, 1985b).
    La Exposición caracteriza la carga iónica producida
    en el aire por la radiación ionizante y se define como la
    carga total dQ, de iones de un mismo signo eléctrico,
    producida en aire seco cuando todos los electrones liberados por
    los fotones en una cantidad infinitesimal de aire seco de masa
    dm, son completamente detenidos en el aire:

    donde X es la simbología para la
    Exposición (antes Dosis de Exposición).

    También esta magnitud se promedia sobre una masa
    finita de aire seco para los efectos prácticos,
    considerándose la carga inducida promedio por unidad de
    masa de aire seco. La unidad de esta magnitud es el coulomb por
    kilogramo (C kg-1). Anteriormente esta magnitud tenía como
    unidad el röentgen, R, en honor al descubridor de los rayos
    X; que en unidades SI se expresa: 1 R = 2.58 104 C kg-1. La
    exposición por unidad de tiempo se denomina Razón
    de Exposición (Antes Potencia de Dosis de
    Exposición). Conversiones entre los valores de
    exposición a valores de dosis de absorción en un
    material específico son posibles a la luz de la
    teoría
    de Bragg-Gray (Gray, 1936; ICRU, 1938). En efecto esta
    teoría desarrollada para la medición de la
    energía de la radiación mediante métodos de
    ionización permite relacionar la corriente de
    ionización por unidad de masa con la energía
    absorbida por unidad de volumen en una cavidad pequeña de
    aire seco (McLaughlin, et al. 1989), la cual se relaciona con la
    dosis de absorción considerando los parámetros del
    aire y la radiación en cuestión, e.g. densidad, carga
    de ion, poder de ionización, etc.

    La otra magnitud a que hicimos referencias es la Dosis
    de Absorción Cinética, la cual caracteriza la
    energía cinética de las partículas cargadas
    producida en el material por la radiación fotónica.
    Esta magnitud se denomina Kerma, del idioma inglés Kinetic
    energy relased to matter, y se define como (ICRU, 1980; NCRP,
    1985a; Mamm et al., 1988). la energía cinética,
    dEk, de todas las partículas cargadas (iones) producidas
    por la interacción fotónica en una cantidad
    infinitesimal de materia, dividida por la masa, dm, del
    mismo:

    donde K es la simbología para la Kerma. La unidad
    de la Kerma es el Joule por kilogramo (J kg-1) igual que para la
    dosis de absorción, y también se denomina Gray
    (Gy).

    Por definición la magnitud Kerma sólo es
    válida para fotones, para las partículas cargadas
    e.g. electrones; la energía cinética inducida se
    calcula a partir de otras magnitudes (ICRU, 1984 a y b). La
    Potencia de Energía cinética inducida por la
    radiación se denomina Potencia de Kerma y se define como
    la Kerma por unidad de tiempo:

    donde PK es la simbología para la Potencia de
    Kerma y su unidad es la misma que para la potencia de dosis de
    absorción.

    Cuando el material en el cual se induce la
    energía cinética es el aire, tendremos la Kerma
    para el aire, Kaire, que es la expresión energética
    equivalente de la exposición X, excepto que incluye
    también la energía cinética gastada en
    radiación de frenado (bremsstrahlung), y tenemos
    que:

    donde; Waire es la energía promedio impartida por
    la radiación al aire por par iónico formado, e es
    la carga del electrón, y b es la fracción de
    energía gastada en bremsstrahlung.

    La relación entre la Kerma y la dosis de
    absorción es más compleja. De hecho estas dos
    magnitudes coinciden en la medida en que la energía
    impartida por la radiación fotónica a la materia se
    transforme en energía cinética de las
    partículas cargadas. Esta condición se alcanza en
    el equilibrio
    electrónico descrito en la teoría de Bragg-Gray
    como la situación en la cual la energía
    cinética de los electrones (u otras partículas
    cargadas) que entran a un volumen infinitesimal en un material
    sometido a la acción de las radiaciones, excluyendo la
    energía de reposo, iguala la energía
    cinética de los electrones (u otras partículas
    cargadas) que emergen de dicho volumen.

    La metrología de la radiación considera un
    concepto mucho más amplio de magnitudes físicas. En
    la tabla 1 se listan las magnitudes de radiación, ellas
    caracterizan el campo radiacional, la interacción de la
    radiación con la materia y la dosimetría (ICRU,
    1980; 1982 y 1984a).

    Para los Procesos por Irradiación la magnitud a
    considerar es la dosis de absorción ya que ella constituye
    el parámetro tecnológico fundamental para la
    proyección y control del proceso. En efecto los cambios
    que se producen en el material son consecuencia de la
    energía absorbida por el mismo durante la
    irradiación, la que se efectúa deliberadamente para
    alcanzar cambios deseados en el material. La posibilidad de
    conformar estos cambios está dada en la medida en que se
    puedan controlar las condiciones de irradiación y la dosis
    de absorción i.e. en la medida en que se pueda
    caracterizar y medir la dosis de absorción.

    Esto último es el objeto de la Dosimetría
    para los Procesos por Irradiación y así se explica
    no sólo la razón e importancia de su surgimiento,
    sino también por qué una nueva y pujante
    tecnología exige su constante desarrollo. Ya
    señalamos el papel insustituible de la Dosimetría
    para los Procesos por Irradiación en la gestación
    de un proceso desde el laboratorio hasta la industria y el
    control tecnológico. Es precisamente este carácter
    tecnológico e industrial es el que le confiere personalidad
    propia a la Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación.

    Cierto es que en este campo se trabajan valores de dosis
    de absorción y de potencia de dosis superiores a los que
    habitualmente se trabajan en Dosimetría para Radioterapia
    y Dosimetría para Protección Radiológica y
    por ello en sus inicios se designó este campo con el
    nombre de "Dosimetría de Altas Dosis" (ICRU, 1969; Holm
    & Berry, 1970; ASTM, 1984; IAEA, 1985); para especificarlo
    dentro de la disciplina más general, la Dosimetría.
    Esta designación adolecía de varios defectos y no
    fue completamente aceptada, poco a poco se impuso la
    designación de Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación (ASTM, 1988; McLaughlin et al., 1989; IAEA,
    1991), la cual fue adoptada por el OIEA en 1990.

    Esta designación sí ha tenido un consenso
    general y refleja los aspectos inherentes a esta disciplina
    científica, tal como que en procesos industriales donde el
    tratamiento radiacional impacta directamente en la salud
    pública la Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación debe ofrecer mediciones exactas y precisas de
    la dosis de absorción y el medio oficial para la
    regulación y aprobación del uso del producto. De
    hecho la Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación debe proveer los medios y vías para el
    control de la calidad de las
    producciones industriales donde interviene la radiación e
    incorporarse al programa integral
    de calidad de dichas producciones, previo a que los productos
    correspondientes sean liberados para su comercialización.

    Detección y
    Medición de la Dosis de Absorción.
    Sistemas
    Dosimétricos

    La dosis de absorción en un punto real de un
    material específico puede ser medida introduciendo en el
    mismo un sensor adecuado, que designamos Dosímetro. El
    dosímetro tiene que estar calibrado para permitir la
    comparación, i.e. la medición. Cuando un
    dosímetro se coloca en un medio material durante el
    proceso por irradiación, él constituye una
    discontinuidad en el medio, llamada cavidad, ya que el
    dosímetro generalmente difiere del medio en densidad y
    número atómico, por tanto en sus propiedades de
    absorción radiacional. La energía absorbida en el
    dosímetro no será, en principio, igual a la
    absorbida en el medio. La dosis de absorción que es
    importante para los Procesos por Irradiación es por
    supuesto la dosis absorbida en el material irradiado.

    Para el cálculo de
    relación entre las dos dosis de absorción se han
    desarrollado teorías
    de la cavidad tanto para la irradiación fotónica
    (Burlin, 1966 a y b), como para la irradiación electrónica (Horowitz, 1981). Así
    podemos introducir factores de corrección en la forma: DM
    = f DS

    donde f factor de corrección; DM dosis en el
    material y DS dosis en el sensor. El cálculo de f difiere
    para la radiación fotónica y la electrónica,
    dado que la forma de interacción con la materia es
    diferente para ambos tipos de radiaciones (ICRU, 1969 y 1984a);
    pero el valor obtenido es similar en ambos casos, pues depende de
    las características del material y no del tipo de
    radiación. Con frecuencia el valor de f difiere de la
    unidad en un intervalo menor que el error experimental de la
    medición, en particular si el material y el sensor son de
    composición similar y el volumen de la cavidad (sensor) es
    pequeño comparado con el del material. Estas
    consideraciones se aplican a un sensor homogéneo, rodeado
    del material. En la práctica el material del sensor
    está aislado del medio mediante una cubierta, pared. El
    efecto del material de la pared sobre el valor de dosis puede ser
    despreciado si el grosor de esta es "delgado" i.e. si el grosor
    es mucho menor que el rango de los electrones secundarios. Si no
    se cumple dicha condición, hay que considerar un tercer
    valor de dosis, la dosis en la pared, y hacer las correcciones
    para calcular la dosis en el medio introduciendo otro factor de
    corrección. La contribución de la pared no
    está bien determinada en el caso de que su grosor sea del
    orden del rango de los electrones secundarios (Miller &
    McLaughlin, 1982).

    Otro factor de corrección a considerar surge, no
    por diferencias entre los medios sino por la naturaleza de la
    interacción fotónica con la materia. Este es el
    llamado factor de incremento (Build-up factor) y toma en cuente
    el incremento en la potencia de flujo, o en la potencia de dosis,
    debido a la creación de radiación gamma secundaria
    en medio debido a la dispersión inelástica,
    Dispersión de Compton, interacción predominante
    para fotones gamma de hasta varios MeV de energía.
    Lógicamente los cálculos para este factor se basan
    en la Teoría de Transporte y
    han sido detalladamente explicados (Monowitz et al., 1964) y
    convenientemente tabulados (Fitzgerald et al., 1967).

    Fuentes de 60Co y de 137Cs de alta actividad pueden
    usarse para calibrar dosímetros a altas dosis. Los
    dosímetros deben ser calibrados en condiciones de
    equilibrio electrónico logradas con buena
    aproximación. Para la radiación gamma del 60Co
    condiciones de buena aproximación al equilibrio, en un
    pequeño volumen, pueden ser logradas dentro de unos 0.5g
    cm-2 del material. Para el 137Cs la masa por unidad de
    área para lograr esas condiciones es aproximadamente la
    mitad de la requerida con el 60Co. Por supuesto que para la
    calibración no es suficiente la disponibilidad de la
    fuente de radiación, es necesario disponer de la
    referencia o elemento de comparación, es decir se requiere
    el patrón de dosis de absorción. En
    dosimetría tales elementos de comparación no se
    alcanzan como elementos aislados, sino como un conjunto que es el
    que permite en su totalidad establecer el valor de referencia
    requerido. Tratándose de conjuntos de
    elementos debemos hablar en términos de
    sistemas.

    La dosis de absorción en un material dado puede
    ser calibrada en un campo radiacional conocido para una geometría fija en condiciones de equilibrio
    electrónico aproximado manteniendo controlados factores
    externos como temperatura y
    humedad si fuera necesario. De esta forma la respuesta del
    dosímetro puede ser estudiada en dependencia de la dosis y
    se pueden establecer los cambios en la señal de respuesta
    del dosímetro como función de
    la dosis de absorción, Función de
    Calibración
    . La función de calibración
    puede establecerse en forma de relaciones funcionales entre los
    valores o, incluso, en forma analítica.

    Al evaluar la señal respuesta del
    dosímetro involucramos métodos y dispositivos que
    en su conjunto permiten determinar la lectura del
    dosímetro, consecuentemente la medición de la dosis
    de absorción se realiza mediante un sistema que
    designamos:

    Sistema Dosimétrico: Los Sistemas
    Dosimétricos comprenden el sensor o dosímetro, los
    métodos y dispositivos para determinar y evaluar la
    respuesta a dosis del sensor y la función de
    calibración que lo caracteriza. La función de
    calibración del Sistema Dosimétrico debe estar
    referida a la dosis de absorción en el material irradiado,
    o referida a la dosis de absorción en agua, y no a la
    dosis en el material del dosímetro, para que la
    medición tenga verdadero sentido y sus valores expresen el
    parámetro de interés.

    De acuerdo al principio de medición empleado los
    sistemas dosimétricos pueden ser físicos o
    químicos. Esta división formal como toda
    división en campos comunes de las ciencias
    naturales, considera la naturaleza de la variación
    inducida por la radiación ionizante que se utilizan para
    determinar la dosis de absorción. Cuando esta
    variación es física i. e. cambios en la temperatura
    o propiedades eléctricas tenemos sistemas
    dosimétricos físicos, como es el caso de los
    sistemas calorimétricos, por cámara de
    ionización o de semiconductores.
    Cuando esta variación es química i. e. cambios en
    el equilibrio de oxidación-reducción, roturas del
    enlace
    químico o radiólisis en general tenemos
    sistemas dosimétricos químicos. Estos se clasifican
    a su vez en líquidos, i. e. soluciones
    acuosas de reactivos inorgánicos fundamentalmente, aunque
    existen algunas soluciones orgánicas como la de Etanol
    clorobenceno y las soluciones de tintes orgánicos
    radiocrómicos; y en sólidos, que consisten en lo
    fundamental en materiales
    inorgánicos cristalinos o materiales orgánicos
    ordenados e incluyen soluciones sólidas de tintes
    radiocrómicos (materiales teñidos).

    Calibración
    de campos radiacionales e intercomparaciones de mediciones de la
    Dosis de
    Absorción. Sistemas Dosimétricos de
    Referencia. Traceabilidad de las mediciones

    Patrones primarios para la medición de dosis de
    absorción a altos valores de dosis no han sido aún
    establecidos. La referencia metrológica para la dosis de
    absorción son los Patrones de Referencia para
    dosimetría a altas dosis, Laboratorios de
    Metrología de algunos países han desarrollado
    patrones de este tipo ( McLaughlin et al., 1989).

    Un Sistema Dosimétrico de Referencia se define
    como un sistema dosimétrico de alta calidad
    metrológica, que haya sido calibrado por un patrón
    de referencia en condiciones tales que su respuesta no se influya
    por factores externos. Dicha señal de respuesta debe ser
    medible con precisión y tiene que tener una
    relación funcional bien definida con la dosis absorbida.
    Pueden servir como Sistema Dosimétrico de Referencia,
    sistemas basados en calorimetría, en cámara de
    ionización y el sistema dosimétrico de Sulfato
    Ferroso, Fricke (IAEA, 1985; MacLaughlin et al.,
    1989).

    Los Sistemas Dosimétricos Calorimétricos
    se consideran con justicia, los
    sistemas primarios de referencia en dosimetría ya que no
    es necesario calibrarlos respecto de otro sistemas de
    medición de dosis. En efecto en un calorímetro se mide la cantidad total de
    energía depositada en forma de calor en una masa
    térmicamente aislada. Esta medición de la cantidad
    de energía por unidad de masa, impartida por la
    radiación ionizante da directamente el valor de la dosis
    de absorción. El sistema dosimétrico
    calorimétrico se completa con las termocuplas o los
    termistores para medir las variaciones de temperatura y los
    dispositivos termoeléctricos de calibración del
    calor absorbido.

    Los Sistemas Dosimétricos de Cámaras de
    Ionización consisten en una cavidad llena de gas rodeada de
    paredes conductoras de electricidad,
    dentro de la cavidad hay un electrodo colector sobre el que se
    mantiene una diferencia de potencia respecto de las paredes. El
    colector y las paredes se conectan a un electrómetro para
    medir la corriente de saturación lo que se relaciona con
    la dosis de absorción con la teoría de Bragg-Gray
    (Gray, 1936; ICRU, 1938). Las cámaras de ionización
    son usualmente calibradas en un campo radiacional conocido y en
    términos de la Kerma en aire, también se han
    calibrado en términos de la exposición o de la
    dosis de absorción en un medio específico
    (generalmente aire o agua). Estos sistemas han sido utilizados
    como patrones de referencia primarios y secundarios,
    fundamentalmente en dosimetría para protección
    radiológica y para radioterapia, pues permiten mediciones
    rápidas y precisas sobre un amplio rango de dosis y
    potencias de dosis (Boag, 1977; Knoll, 1979). Su uso para los
    procesos por irradiación se ve limitado por la selección
    de los materiales para su construcción dado el deterioro inducido por
    la radiación en los materiales aislantes y en ciertos
    conductores plásticos;
    sin embargo se han desarrollado cámaras de
    ionización de pequeño volumen, que dan una
    sensibilidad apropiada para el trabajo a
    altas dosis (Boag, 1987).

    El Sistema Dosimétrico de Sulfato Ferroso,
    conocido como dosímetro Fricke en honor al Dr. Hugo Fricke
    (Fricke & Morse, 1927; Fricke & Hart, 1966) está
    reconocido como patrón secundario de referencia para
    dosimetría de altas dosis (ICRU, 1969; ASTM, 1984; IAEA,
    1985) y es ampliamente usado en Dosimetría para los
    Procesos por Irradiación con fines de calibración.
    Es un dosímetro químico en solución acuosa y
    se basa en la oxidación de los iones ferrosos a
    férricos por la acción de la radiación. Es
    razonablemente estable antes y después de la
    irradiación, y es equivalente con muy buena
    aproximación, al agua y a los tejidos
    biológicos ligeros en cuanto a densidad, número
    atómico y propiedades de absorción fotónica
    y electrónica i.e. son equivalentes en cuanto a la dosis
    de absorción. el sistema tiene muy buena señal de
    respuesta siendo la concentración de iones férricos
    producidos prácticamente proporcional a la dosis de
    absorción; pero en un intervalo limitado de valores de
    dosis de 40 a 400 Gy. La medición se hace habitualmente
    por métodos espectrofotométricos,
    disponiéndose de una relación funcional bien
    establecida entre el incremento en la absorbancia, medido a una
    temperatura dada y la dosis de absorción. Se han reportado
    métodos potenciométricos para determinar la
    concentración de iones férricos en la
    solución irradiada (MacLaughlin & Bjergbakke, 1973;
    Bridi & Buchtela, 1975).

    Un Sistema Dosimétrico para Transferencia se
    define como un sistema dosimétrico suficientemente preciso
    y estable para que una vez calibrado respecto de un patrón
    de referencia puede ser transportado hasta la instalación
    de procesamiento radiacional para realizar una cuidadosa evaluación
    de la dosis y/o calibrar los sistemas dosimétricos de
    rutina en uso en la instalación.

    Los Sistemas Dosimétricos de EPR-Alanina,
    Etanol-Clorobenceno y algunas de las películas
    radiocrómicas son muy convenientes para transferencia. En
    ciertas circunstancias pueden servir como dosímetro de
    transferencia los sistemas dosimétricos químicos de
    solución acuosa como son los Sistema Dosimétrico de
    Sulfato Cérico y el Sistema Dosimétrico de
    Dicromato, en sus diferentes formas.

    Un Sistema Dosimétrico de Rutina es un sistema
    dosimétrico que se usa rutinariamente en una
    instalación de irradiación, generalmente el mismo
    debe ser frecuentemente calibrado contra un sistema de referencia
    o al menos uno para transferencia . No se le exigen especiales
    cualidades de precisión o estabilidad y pueden tener
    reproducibilidad de hasta 10%.

    Estas diferentes categorías de sistemas
    dosimétricos persiguen el objetivo central de la
    dosimetría , es decir su aseguramiento metrológico.
    Este se logra mediante calibración e
    intercomparación de las mediciones de forma de vincular
    los valores de dosis de absorción obtenidos con los
    patrones de referencia y establecer la traceabilidad de las
    mediciones "in-situ" hasta los valores de los patrones de
    referencia metrológicos desarrollados.

    Dichos patrones de referencia para dosimetría a
    altas dosis, consisten en campos radiacionales bien calibrados y
    sistemas de medición que pueden ser usados para determinar
    e intercomparar los valores de dosis de absorción con
    incertidumbre menor de 1.5 % ( 1 ), tanto en campos
    fotónicos como electrónico y para altos valores de
    dosis y potencia de dosis, y han sido desarrollados en
    laboratorios nacionales de países como EUA, Inglaterra y
    Dinamarca (McLaughlin, 1981; Ellis, 1981; Sharpe et al., 1985;
    Burns & Morris, 1989; Miller, 1994).

    La calibración de los sistemas
    dosimétricos de las Instalaciones de Irradiación,
    tanto industriales como de estudios o investigación, puede
    hacerse por diversas vías mediante la
    intercomparación de mediciones de la dosis de
    absorción usando diferentes categorías de Sistemas
    Dosimétricos. Lo importante en cualquier caso es
    garantizar la traceabilidad de las mediciones hasta los valores
    de los patrones de referencia. La vía más expedita
    es llevar el valor de referencia a la Instalación mediante
    un sistema dosimétrico para transferencia, siendo muy
    común intercomparar los valores para el sistema
    dosimétrico en uso en la instalación, con sus
    valores en otra instalación, previamente conectada
    (calibrada) con el valor de referencia.

    Recientemente la OIEA comenzó a brindar un
    servicio de
    aseguramiento del valor de dosis (IAEA Dose Assurance Service,
    IDAS ) con el propósito de asegurar las mediciones de
    dosis en los estados miembros y de proveer a las autoridades
    sanitarias nacionales de los elementos de confianza de que los
    productos reciben las dosis específicas (Mehta, 1994). El
    aseguramiento se presta mediante servicio postal, usando para
    transferencia dosímetros de alanina, suministrados y
    analizados por GSF (Regulla & Deffner, 1981; 1982;
    1985).

    Influencia de
    factores externos en las mediciones de Dosis de
    Absorción

    La influencia de factores externos sobre las
    mediciones de dosis de absorción depende ante todo de las
    características del sistema dosimétrico en
    particular. En Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación muchas aplicaciones plantean exigencias
    adicionales a los sistemas dosimétricos, tanto de
    referencia como de rutina y estas no pueden ser siempre cubiertas
    en la calibración del sistema (McLaughlin et al.,
    1989).

    Ciertamente un sistema dosimétrico puede ser
    calibrado en condiciones controladas e. g. temperatura constante,
    potencia de dosis constante, espectro energético uniforme,
    etc.; sin embargo en la práctica estas condiciones no
    sólo son variables,
    sino que no pueden ser controladas lo que conlleva variaciones o
    desviaciones en los valores de dosis obtenidos. Consecuentemente
    cada uno de estos factores influirá en el valor final
    obtenido y dicha influencia deberá ser considerada
    (Fernández Miranda & Vizoso, 1992).

    Los factores externos pueden ser de tipo meramente
    ambiental, iluminación, temperatura, humedad y
    concentración de oxígeno
    en el medio del dosímetro; relacionados con la distribución energética del campo
    radiacional, factores geométricos, potencia de dosis y
    dependencia energética. Si el sistema dosimétrico
    es sensible a los cambios en los factores externos, las
    desviaciones en la respuesta del dosimétro pueden ser
    evaluadas (Mclaughlin et al., 1989). Esto es de especial
    importancia dado que una buena precisión no garantiza la
    exactitud de la medición.

    La influencia de los factores externos se
    evalúa en forma de factores de corrección a la
    respuesta del dosímetro, que lógicamente
    serán característicos para cada sistema en
    cuestión. Desgraciadamente estos factores de
    corrección no pueden ser expresados siempre en forma
    analítica, además en la práctica del
    procesamiento radiacional no sólo frecuentemente el
    parámetro externo correspondiente ( temperatura,
    luminosidad, potencia de dosis, etc.) resulta variable e
    inhomogéneo; sino que incluso puede ser imposible realizar
    mediciones del mismo.

    Es importante comprender que los factores meramente
    ambientales influyen la lectura del
    dosímetro tanto antes de la irradiación (
    preparación y almacenamiento),
    como durante la irradiación (condiciones de
    irradiación) y posteriormente (conservación y
    lectura). Los factores relacionados con la distribución
    energética del campo radiacional sólo pueden
    influir durante la irradiación.

    Determinación
    de la incertidumbre en las mediciones de Dosis de
    Absorción

    La determinación de la incertidumbre en la
    medición en Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación es similar a la que se realiza en otras ramas
    de la metrología (ISO, 1992b;
    NIST, 1993) en particular lo referente a la evaluación,
    procesamiento y expresión de las mismas.

    La cadena metrológica entre los patrones de
    referencia y las mediciones de dosis de absorción en la
    práctica del proceso, Traceabilidad de la medición,
    consta de pasos específicos que aportan tanto
    incertidumbre aleatoria como sistemática, lo que significa
    discrepancia entre los valores de dosis estimados o esperados y
    los obtenidos en la medición (Eisenhart et al., 1983;
    McLauglin et al., 1989). Esto significa que la medición no
    estará completa si junto con el valor obtenido no se
    expresa numéricamente su incertidumbre ( NIST,
    1993).

    Las mediciones de dosis de absorción, tanto a
    nivel de patrón de referencia como de control de procesos,
    son susceptibles de ser evaluadas con los métodos
    estadísticos de procesamiento de
    datos correspondientes a cada caso. De hecho así se
    debe proceder tal y como se establece en las normas
    metrológicas. Ha sido señalado que en los Procesos
    por Irradiación comercialmente establecidos (McLaughlin et
    al., 1989), errores dosimétricos superiores al 10% pueden
    ser considerados excesivos para ciertos productos, mientras que
    mejorar la exactitud a menos del 5% puede resultar impracticable
    en el estado
    actual de cosas.

    La exactitud y la precisión son conceptos
    básicos para caracterizar la medición de cualquier
    magnitud y su incertidumbre. La exactitud (a) es el estimado
    numérico de la proximidad en la concordancia entre el
    resultado de una medición y el valor verdadero, aunque
    desconocido, de la magnitud medida. La precisión (p)
    expresa la proximidad de los resultados de mediciones seriadas de
    cualquier magnitud y se cuantifica mediante la desviación
    estándar del conjunto de mediciones, incluye la
    reproducibilidad y la repetibilidad de dicho
    conjunto.

    En Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación la exactitud está determinada por la
    traceabilidad de la medición, y es la suma de las
    incertidumbres sistemáticas que ocurren en cada paso de la
    cadena metrológica, hasta el valor de dosis de
    absorción en la posición geométrica exacta
    seleccionada en el campo radiacional de calibración para
    el sistema dosimétrico de referencia considerado, valor
    que tiene incluido su estimado de incertidumbre
    correspondiente.

    La precisión en dosimetría está
    asociada con la variación aleatoria de la respuesta del
    dosímetro, para todos los tipos de sistemas
    dosimétricos. De ahí que la introducción o
    asimilación de un sistema dosimétrico exija los
    estudios de reproducibilidad y repetibilidad para establecer su
    calibración en las condiciones dadas.

    Los sistemas dosimétricos de referencia
    calibrados en campos radiacionales conocidos en los laboratorios
    nacionales de referencia presentan una señal de respuesta
    con una incertidumbre pequeña, deseablemente del 1.5%, la
    cual es la incertidumbre combinada de la exactitud y la
    precisión alcanzadas en estas calibraciones realizadas en
    las mejores condiciones metrológicas (Humphreys et al.,
    1988). La incertidumbre en una medición dosimétrica
    está asociada con la función de respuesta o curva
    de calibración, y lógicamente se basa en el
    método de los mínimos cuadrados aplicado a la
    exactitud y precisión de su obtención. Así
    tenemos que al leer la respuesta de un dosímetro
    calibrado, pero en un campo desconocido, i.e. condiciones de
    control rutinario principalmente, tendremos que la lectura indica
    un valor de dosis D según la curva correspondiente de
    calibración y este valor tendrá una incertidumbre,
    u, dada por:

    u= (a2 + p2)1/2

    Usualmente este valor de incertidumbre se verá
    incrementado por incertidumbres adicionales, denominados "bias" y
    que surgen debido al uso del Sistema Dosimétrico en
    condiciones que no reproducen exactamente las consideradas en su
    calibración.

    Los factores que incrementan la incertidumbre los
    hemos considerado en los epígrafes anteriores, lo
    importante es valorarlos en su justa medida para realizar
    correctamente la medición metrólogica de la dosis
    de interés.

    Finalmente debemos considerar brevemente el
    incremento adicional de la incertidumbre en la medición de
    la dosis de absorción, o "bias" (ASTM, 1990). Tres
    diferentes posibilidades deben ser consideradas: (McLaughlin et
    al., 1989)

    1. La reproducibilidad del dosímetro resulta
    más dispersa en las nuevas condiciones; pero la
    función respuesta no se altera i.e. la exactitud se
    mantiene inalterable. Si se pudiese hacer un estimado de la
    incertidumbre aleatoria, p, entonces se podrá calcular la
    nueva incertidumbre en la medición usando la
    expresión cuadrática.

    2. Hay alteración en la función
    respuesta, i.e. en la exactitud; pero no hay variación en
    la precisión, caso inverso y menos habitual, se puede
    lograr un estimado de la incertidumbre de la medición. Un
    estimado y no un cálculo pues se implican hipótesis y suposiciones no necesariamente
    válidas y en ocasiones no verificables lo que nos obliga a
    sobrestimar la incertidumbre, a menos que se logren nuevas
    comparaciones con los patrones.

    3. La alteración en la función
    respuesta, la exactitud, es conocida i.e. se sabe cual es su
    variación y por que. En este caso se puede, y se debe
    aplicar un factor de corrección, f, a la señal del
    dosímetro. De esta forma se podrá calcular la
    incertidumbre real de la medición usando la
    expresión cuadrática.

    Aunque en la exposición de los antecedentes
    que hemos realizado hemos mencionado las fuentes de incertidumbre
    en la determinación de los valores de dosis de
    absorción que explican la causa de las 3 posibilidades
    señaladas, no debemos terminar sin referirnos a las buenas
    prácticas de irradiación, concretamente a las
    correctas prácticas metrológicas consideradas en
    las ISO de la serie 9000 (ISO, 1994). La exactitud de la
    medición, debido a las incertidumbres sistemáticas
    introducidas, se ve afectada por los errores de la instrumentación empleada para la lectura de
    la señal del dosímetro e incluso por la
    manipulación del operador que efectúa dicha
    lectura. Esto añade una contribución apreciable al
    "bias" de la incertidumbre.

    Cuando se emplean diferentes instrumentos para
    obtener la función respuesta y la señal de
    dosímetro, incluso si no lo efectúa el mismo
    operador se obtienen incrementos en incertidumbres que
    sólo pueden ser resueltos mediante la recalibración
    correspondiente a los fines de la Dosimetría para los
    Procesos por Irradiación. Si se emplean los mismos
    instrumentos los errores pueden surgir debido a inestabilidades,
    errores en los componentes u operaciones, o a
    la falta de mantenimiento
    en la parte instrumental del sistema dosimétrico. Estos
    errores pueden ser minimizados con un programa periódico
    normalizado de mantenimiento, chequeo y recalificación del
    sistema.

    Distribución de dosis en la geometría
    considerada. Control del Proceso por
    Irradiación

    Idealmente un proceso por Irradiación se
    diseña para irradiar los productos a un valor uniforme de
    dosis; pero en la práctica ocurre una variación de
    los valores de dosis en la geometría considerada i.e. en
    la cámara de irradiación de la instalación.
    Consecuentemente lo que se dispone en el volumen de
    irradiación es una Distribución de Dosis de
    Absorción. Esta distribución de dosis se
    verá afectada por la presencia del producto o productos a
    irradiar, incluidos el envase y embalaje, y sobre el producto a
    procesar se dispondrá de una distribución de dosis
    de absorción.

    La determinación de la distribución de
    dosis sobre el producto se alcanza mediante mediciones y
    evaluación estadística de los resultados, que permitan
    establecer la región de localización de la dosis
    mínima, Dmin, y de la dosis máxima, Dmax, sobre el
    producto. La distribución de dosis en la geometría
    dada se expresa usualmente en forma de curvas isodósicas,
    bien entendido que la misma se afecta según las
    características de absorción del producto en
    cuestión; por lo que caracterizan a un producto
    específico en dicha geometría.

    La medición para la distribución de dosis
    se realiza colocando dosímetros individuales distribuidos
    en todo el volumen del embalaje de un producto, el cual es
    irradiado conjuntamente con todos los productos que llenan la
    cámara de irradiación para una corrida completa
    (McLaughlin et al., 1989). La evaluación
    estadística permite establecer no sólo los valores
    Dmin y Dmax sino también los valores de dosis medias, y su
    zona de localización.

    Para un mejor control del proceso por irradiación
    se introducen los conceptos de Razón de Uniformidad, como
    la relación <Dmax>/<Dmin> y de Dosis Global
    Media, como el valor medio de la dosis sobre todas las mediciones
    realizadas en el producto. Es importante destacar que la Dosis
    Global Media difiere de las dosis medias del producto y que
    éstas últimas corresponden a la mediana de la
    distribución de dosis.

    Por otro lado los requerimientos del proceso
    específico son los que determinan los límites
    aceptables de dosis para el mismo, usualmente el límite
    mínimo de dosis está dado por el valor
    mínimo de dosis requerido para lograr los objetivos del
    proceso y el límite máximo está dado por el
    valor de dosis que podría causar daño al
    producto o a su embalaje, o por el valor máximo de dosis
    permitido por las regulaciones sanitarias para el producto en
    cuestión.

    Las facilidades de irradiación se diseñan
    de modo que la distribución de dosis tenga la mayor
    homogeneidad posible i.e. de modo que las curvas
    isodósicas sean lo más "suave" posible y que la
    Razón de Uniformidad se aproxime a la unidad.

    Para lograr esto se efectúa una
    irradiación dinámica donde el producto se somete a la
    acción de las radiaciones por diferentes lados, para lo
    cual se le hace pasar por la zona de irradiación
    sucesivamente en diferentes posiciones o incluso se le hace rotar
    en el campo radiacional. Los métodos de
    homogeneización de la distribución de dosis sobre
    el producto son inherentes a la tecnología de
    irradiación y están vinculados con la eficiencia de
    la instalación . Es importante comprender que los
    resultados de la distribución de dosis sobre el producto
    no son extrapolables de instalación a instalación,
    ni de producto a producto cuando la forma geométrica de
    los mismos varía irregularmente; consecuentemente un mapeo
    experimentar de la dosis es recomendable en cada caso. Mediciones
    de distribución de dosis en muy variados casos y sus
    implicaciones sobre el proceso radiacional están
    ampliamente documentadas en la literatura disponible
    (Chadwick, 1988; Miller, 1988; McLaughlin et al.,
    1989).

    Las Instalaciones de Irradiación se designan o
    para un proceso y producto específico o para un
    número restringido de procesos y productos. Se
    prevé además que las mismas brinden una "gran"
    cantidad de producto irradiado en un tiempo dado. La
    irradiación en dichas instalaciones conlleva un compromiso
    entre la salida deseada de producto irradiado y la no uniformidad
    en la distribución de dosis que puede ser tolerada por
    dicho producto, de acuerdo a los objetivos del proceso y a las
    regulaciones vigentes respecto al producto final.

    La Dosimetría para los Procesos por
    Irradiación tiene como objeto controlar dichos procesos a
    través de su parámetro tecnológico
    fundamental la dosis de absorción. el control del
    procesamiento radiacional considera tres funciones bien
    delimitadas a saber: a) Calificación dosimétrica de
    una nueva instalación de irradiación (
    Calificación de Instalación ),

    b) Validación dosimétrica de un nuevo
    proceso en una instalación ya establecida
    (Validación de Proceso),

    c) Control de
    Calidad dosimétrica en la operación rutinaria
    del proceso validado (Control Rutinario de Proceso),

    que en su conjunto permiten garantizar la calidad de los
    Procesos por Irradiación y constituyen el Control de
    Calidad para los mismos (Fernández Miranda,
    1991).

    Calificación de
    Instalación

    El propósito de la calificación
    dosimétrica de una nueva instalación de
    irradiación es determinada si esta cumple sus
    parámetros de diseño, es decir si es capaz de
    irradiar la cantidad de producto planteada en el tiempo fijado, a
    la dosis requerida con la distribución de dosis
    tolerada.

    La primera medición a realizar es la
    distribución de dosis sobre el embalaje del producto. Debe
    hacerse sobre cada uno de los diferentes tipos de productos a
    considerar, siempre en las condiciones previstas en la
    operación del proceso i.e. a cámara llena para una
    comida completa.

    Conocida la distribución de dosis sobre cada
    producto a procesar se procede a la calibración de la
    instalación (Fernández Miranda, 1991). Esto implica
    mediciones para determinar la dosis nominal de la misma y la
    relación con sus parámetros de operación y
    control. La calibración depende de la densidad aparente
    del producto, llamada también densidad de cajón o
    de embalaje, y de la actividad (o de la corriente del haz de
    electrones) presente al efectuarla. La dosis nominal depende del
    tiempo total de exposición y consecuentemente del sistema
    de movimiento del
    producto en la zona de irradiación, lo cual es
    válido para ambos tipos de radiaciones; a pesar de las
    diferencias en las características de los sistemas de
    movimiento. La Calificación de Instalación debe
    realizarse periódicamente, nunca más de un
    año y debe repetirse siempre que se produzca un cambio en la
    instalación, como recargas de la fuente, variación
    en la intensidad del acelerador, cambios en el sistema de
    movimiento, cambio en los contenedores, o incluso cambios en el
    embalaje del producto (McLaughlin et al., 1989).

    Validación de
    Proceso

    El propósito de la validación
    dosimétrica de un nuevo proceso en una instalación
    calificada es demostrar que cada producto irradiado en un
    conjunto de condiciones dadas recibirá una dosis de
    absorción comprendida en los limites especificados
    previamente para el proceso en cuestión.

    En principio cada producto debe ser validado, pero en
    la práctica los productos y sus embalajes para el proceso
    son similares y por ello se puede hacer la validación por
    grupos de
    productos.(McLaughlin et al., 1989). La primera medición a
    realizar es un mapeo experimental para determinar la
    distribución de dosis. Los factores determinantes son la
    densidad aparente del embalaje y su distribución
    geométrica, si bien en la irradiación gamma influye
    más el primero, en la irradiación
    electrónica influye más el segundo. Conocida la
    distribución de dosis, se ajusta la dosis nominal al valor
    exigido por el proceso, y finaliza la validación
    garantizando que este valor y su distribución, se
    mantendrá en las corridas sucesivas. Esto se logra
    repitiendo las mediciones para diferentes posiciones y corridas
    del proceso; así además, se determina la varianza
    del valor de dosis y se establece la confiabilidad de la
    validación (Fernández Miranda,
    1992).

    Es importante comprender que la medición, y
    por tanto la validación, sólo es válida para
    la forma y condiciones de irradiación especificada y para
    el producto en cuestión en su envase y embalaje
    determinado. Cualquier cambio en estos aspectos exige otra
    validación.

    Control
    Rutinario de Proceso

    El control de la calidad dosimétrica del
    proceso validado se realiza mediante mediciones periódicas
    de la dosis de absorción en el producto durante la
    operación rutinaria de dicho proceso. Este control puede
    realizarse con cualquier sistema dosimétrico que se ajuste
    a las características del proceso y no necesariamente con
    el sistema de rutina en uso, bien entendido que todas las
    mediciones son con la exactitud y precisión necesarias y
    traceables a los patrones de referencia. Por esto dicho control
    puede usarse para tener un control independiente de la calidad
    del proceso, lo que en particular se realiza en las auditorias de
    procesos.

    El control rutinario de proceso provee a los
    operadores de la instalación, a los fabricantes del
    producto y además a las autoridades reguladoras
    pertinentes de la información sobre la calidad del proceso
    efectuado. Esta información, junto con la documentación de Calificación y de
    Validación completa el registro del
    control de la calidad dosimétrica del proceso por
    irradiación.

    Fig. 1 Esquema de dos unidades de
    irradiación de 60Co con diferentes sistemas de
    transportación.

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    Datos del autor:

    Lic. Yanet Rodíguez
    Perdomo

    Investigador Agregado, Centro Nacional de Sanidad
    Agropecuaria

     

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