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Ecología




Enviado por the_crezzy



    1. Ecología
    2. Niveles tróficos y
      cadenas alimentarías
    3. Biomasa y
      energía
    4. Ecosistemas
    5. Hábitat y nicho
      ecológico
    6. Redes tróficas y
      alimentarías
    7. Productividad de los
      ecosistemas
    8. Relaciones
      intraespecíficas
    9. Poblaciones y sus
      características
    10. Cadenas y pirámides
      alimenticias
    11. Comunidades
      bióticas
    12. Los biomas o zonas de
      vida
    13. Conclusión
    14. Bibliografía

     

    Introducción

    Todos los seres vivos tienen una manera de vivir que
    depende de su estructura y
    fisiología y también del tipo de
    ambiente en
    que viven, de manera que los factores físicos y
    biológicos se combinan para formar una gran variedad de
    ambientes en distintas partes de la biosfera.
    Así, la vida de un ser vivo está estrechamente
    ajustada a las condiciones físicas de su ambiente y
    también a las bióticas, es decir a la vida de sus
    semejantes y de todas las otras clases de organismos que integran
    la comunidad de la
    cual forma parte (1)

    Cuanto más se aprende acerca de cualquier
    clase de
    planta o animal, se ve con creciente claridad que cada especie ha
    sufrido adaptaciones para sobrevivir en un conjunto particular de
    circunstancias ambientales. Cada una puede demostrar adaptaciones
    al viento, al sol, a la humedad, la temperatura,
    la salinidad y otros aspectos del medio ambiente
    físico, así como adaptaciones a plantas y
    animales
    específicos que viven en la misma
    región.(2)

    Ecología

    Se ocupa del estudio científico de las
    interrelaciones entre los organismos y sus ambientes, y por tanto
    de los factores físicos y biológicos que influyen
    en estas relaciones y son influidos por ellas. Pero las
    relaciones entre los organismos y sus ambientes no son sino el
    resultado de la selección
    natural, de lo cual se desprende que todos los fenómenos
    ecológicos tienen una explicación
    evolutiva.

    A lo largo de los más de 3000 millones de
    años de evolución, la competencia,
    engendrada por la reproducción y los recursos
    naturales limitados, ha producido diferentes modos de vida
    que han minimizado la lucha por el alimento, el espacio vital, el
    cobijo y la pareja.(1)

    También podemos definir el término
    ecología como el estudio de las relaciones mutuas
    de los organismos con su medio ambiente físico y
    biótico. Este término está ahora mucho
    más en la conciencia del
    público porque los seres humanos comienzan a percatarse de
    algunas malas prácticas ecológicas de la humanidad
    en el pasado y en la actualidad. Es importante que todos
    conozcamos y apreciemos los principios de
    este aspecto de la biología, para que
    podamos formarnos una opinión inteligente sobre temas como
    contaminación con insecticidas,
    detergentes, mercurio, eliminación de desechos, presas
    para generación de energía
    eléctrica, y sus defectos sobre la humanidad, sobre la
    civilización humana y sobre el mundo en que
    vivimos.

    La voz griega Oikos significa "casa" o "lugar para vivir",
    y ecología
    (oikos logos) es literalmente el estudio de organismos "en su
    hogar", en su medio ambiente nativo. El término fue
    propuesto por el biólogo alemán Ernst Haeckel en
    1869, pero muchos de los conceptos de ecología son
    anteriores al término en un siglo o más. La
    ecología se ocupa de la biología de grupos de
    organismos y sus relaciones con el medio ambiente. El
    término auto-ecología se refiere a estudios de
    organismos individuales, o de poblaciones de especies aisladas, y
    sus relaciones con el medio ambiente. El término
    contrastante, sinecología, designa estudios de grupos de
    organismos asociados formando una unidad funcional del medio
    ambiente. Los grupos de organismos pueden estar asociados a tres
    niveles de organización: poblaciones, comunidades y
    ecosistemas.
    En el uso ecológico, una población es un grupo de
    individuos de cualquier clase de organismo, un grupo de
    individuos de una sola especie. Una comunidad en el sentido
    ecológico, una comunidad biótica comprende todas
    las poblaciones que ocupan un área física definida. La
    comunidad, junto con el medio ambiente físico no viviente
    comprende un ecosistema.
    Así, la sinecología se interesa por las numerosas
    relaciones entre comunidades y ecosistemas. El ecólogo
    estudia problemas como
    quién vive a la sombra de quién, quién
    devora a quién, quién desempeña un papel en
    la propagación y dispersión de quién, y
    cómo fluye la energía de un individuo al
    siguiente en una cadena
    alimenticia. El ecólogo trata de definir y analizar
    aquellas características de las poblaciones distintas de
    las características de individuos y los factores que
    determinan la agrupación de poblaciones en
    comunidades.(2)

    Niveles
    tróficos y cadenas alimentarías

    Todas las plantas compiten por la luz solar, los
    minerales del
    suelo y
    el agua, pero
    las necesidades de los animales son más diversas y muchos
    de ellos dependen de un tipo determinado de alimento. Los
    animales que se alimentan de vegetales son los consumidores
    primarios de todas las comunidades; a su vez, ellos sirven de
    alimento a otros animales, los consumidores secundarios, que
    también son consumidos por otros; así, en un
    sistema viviente
    pueden reconocerse varios niveles de alimentación o
    niveles tróficos. Los productores son los organismos
    autótrofos y en especial las plantas verdes, que ocupan el
    primer nivel trófico; los herbívoros o consumidores
    primarios ocupan el segundo nivel, y así sucesivamente.
    La muerte
    tanto de plantas como de animales, así como los productos de
    desecho de la digestión, dan la vida a los descomponedores
    o desintegradores, los heterótrofos que se alimentan de
    materia
    orgánica muerta o en descomposición procedente de
    los productores y los consumidores, que son principalmente
    bacterias y
    hongos. De
    modo que la energía procedente originariamente del sol
    pasa a través de una red de alimentación. Las
    redes de
    alimentación normalmente están compuestas por
    muchas cadenas de alimentación entrelazadas, que
    representan vías únicas hasta la red. Cualquier red o cadena
    de alimentación es esencialmente un sistema de
    transferencia de energía. Las numerosas cadenas y sus
    interconexiones contribuyen a que las poblaciones de presas y
    depredadores se ajusten a los cambios ambientales y, de este
    modo, proporcionan una cierta estabilidad al sistema.

    Biomasa y
    energía

    La red alimentaría de cualquier comunidad
    también puede ser concebida como una pirámide en la
    que cada uno de los escalones es más pequeño que el
    anterior, del cual se alimenta. En la base están los
    productores, que se nutren de los minerales del suelo, en parte
    procedentes de la actividad de los organismos descomponedores, y
    a continuación se van sucediendo los diferentes niveles de
    consumidores primarios, secundarios, terciarios, etc. Los
    consumidores primarios son pequeños y abundantes, mientras
    que los animales de presa de mayor tamaño, que se hallan
    en la cúspide, son relativamente tan escasos que ya no
    constituyen una presa útil para otros animales.

    La biomasa es la cantidad total de materia viviente, en un
    momento dado, en un área determinada o en uno de sus
    niveles tróficos, y se expresa en gramos de carbono, o en
    calorías, por unidad de superficie. Las
    pirámides de biomasa son muy útiles para mostrar la
    biomasa en un nivel trófico. El aumento de biomasa en un
    período determinado recibe el nombre de
    producción de un sistema o de un área
    determinada.

    La transferencia de energía de un nivel trófico
    a otro no es totalmente eficiente. Los productores gastan
    energía para respirar, y cada consumidor de la
    cadena gasta energía obteniendo el alimento,
    metabolizándolo y manteniendo sus actividades vitales.
    Esto explica por qué las cadenas alimentarias no tienen
    más de cuatro o cinco miembros: no hay suficiente
    energía por encima de los depredadores de la
    cúspide de la pirámide como para mantener otro
    nivel trófico.

    Ecosistemas

    Los ecólogos emplean el término ecosistema
    para indicar una unidad natural de partes vivientes o inertes,
    con interacciones mutuas para producir un sistema estable en el
    cual el intercambio de sustancias entre las plantas vivas e
    inertes es de tipo circular. Un ecosistema puede ser tan grande
    como el océano o un bosque, o uno de los ciclos de los
    elementos, o tan pequeño como un acuario que contiene
    peces
    tropicales, plantas verdes y caracoles. Para calificarla de un
    ecosistema, la unidad ha de ser un sistema estable, donde el
    recambio de materiales
    sigue un camino circular.

    Un ejemplo clásico de un ecosistema bastante
    compacto para ser investigado en detalle cuantitativo es una
    laguna o un estanque. La parte no viviente del lago comprende el
    agua, el
    oxígeno
    disuelto, el bióxido de carbono, las sales
    inorgánicas como fosfatos y cloruros de sodio, potasio y
    calcio, y muchos compuestos
    orgánicos. Los organismos vivos pueden subdividirse en
    productores, consumidores y desintegradores según su papel
    contribuyendo a conservar en función al
    ecosistema como un todo estable de interacción mutua. En primer lugar, existen
    organismos productores; como las plantas verdes que pueden
    fabricar compuestos orgánicos a partir de sustancias
    inorgánicas sencillas por fotosíntesis. En un lago, hay dos tipos de
    productores: las plantas mayores que crecen sobre la orilla o
    flotan en aguas poco profundas, y las plantas flotantes
    microscópicas, en su mayor parte algas, que se distribuyen
    por todo el líquido, hasta la profundidad máxima
    alcanzada por la luz. Estas plantas pequeñas, que se
    designan colectivamente con el nombre de fitoplancton, no suelen
    ser visibles, salvo si las hay en gran cantidad, en cuyo caso
    comunican al agua tinte verdoso. Suelen ser bastante más
    importantes como productoras de alimentos para el
    lago que las plantas visibles.

    Los organismos consumidores son heterótrofos,
    por ejemplo, insectos y sus larvas, crustáceos, peces y
    tal vez algunos bivalvos de agua dulce. Los consumidores
    primarios son los que ingieren plantas; los secundarios, los
    carnívoros que se alimentan de los primarios, y así
    sucesivamente. Podría haber algunos consumidores
    terciarios que comieran a los consumidores secundarios
    carnívoros.

    El ecosistema se completa con organismos
    descomponedores, bacterias y hongos, que desdoblan los
    compuestos orgánicos de células
    procedentes del productor muerto y organismos consumidores en
    moléculas orgánicas pequeñas, que utilizan
    como saprófitos, o en sustancias inorgánicas que
    pueden usarse como materia prima
    por las plantas verdes. Aún el ecosistema más
    grande y más completo puede demostrarse que está
    constituido por los mismos componentes: organismos productores,
    consumidores y desintegradores, y componentes
    inorgánicos.

    La estructuración de un ecosistema consta de la
    biocenosis o conjunto de organismos vivos de un
    ecosistema, y el biótopo o medio ambiente en que
    viven estos organismos.

    Hábitat y nicho ecológico

    Para escribir las relaciones ecológicas de los
    organismos resulta útil distinguir entre dónde vive
    un organismo y lo que hace como parte de su ecosistema. Dos
    conceptos fundamentales útiles para describir las
    relaciones ecológicas de los organismos son el hábitat
    y el nicho ecológico. El hábitat de un organismo es
    el lugar donde vive, su área física, alguna parte
    específica de la superficie de la tierra,
    aire, suelo y
    agua. Puede ser vastísimo, como el océano, o las
    grandes zonas continentales, o muy pequeño, y limitado por
    ejemplo la parte inferior de un leño podrido, pero siempre
    es una región bien delimitada físicamente. En un
    hábitat particular pueden vivir varios animales o
    plantas.

    En cambio, el
    nicho ecológico es el estado o el
    papel de un organismo en la comunidad o el ecosistema. Depende de
    las adaptaciones estructurales del organismo, de sus respuestas
    fisiológicas y su conducta. Puede
    ser útil considerar al hábitat como la dirección de un organismo (donde vive) y al
    nicho ecológico como su profesión (lo que hace
    biológicamente). El nicho ecológico no es un
    espacio demarcado físicamente, sino una abstracción
    que comprende todos los factores físicos, químicos,
    fisiológicos y bióticos que necesita un organismo
    para vivir.

    Para describir el nicho ecológico de un organismo es
    preciso saber qué come y qué lo come a él,
    cuáles son sus límites de
    movimiento y
    sus efectos sobre otros organismos y sobre partes no vivientes
    del ambiente. Una de las generalizaciones importantes de la
    ecología es que dos especies no pueden ocupar el mismo
    nicho ecológico.

    Una sola especie puede ocupar diferentes nichos en distintas
    regiones, en función de factores como el alimento
    disponible y el número de competidores. Algunos
    organismos, por ejemplo, los animales con distintas fases en su
    ciclo vital, ocupan sucesivamente nichos diferentes. Un renacuajo
    es un consumidor primario, que se alimenta de plantas, pero la
    rana adulta es un consumidor secundario y digiere insectos y
    otros animales. En contraste, tortugas jóvenes de
    río son consumidores secundarios, comen caracoles, gusanos
    e insectos, mientras que las tortugas adultas son consumidores
    primarios y se alimentan de plantas verdes como apio
    acuático.

    Redes
    tróficas y alimentarías

    Se estima que el índice de aprovechamiento de los
    recursos en los
    ecosistemas terrestres es como máximo del 10 %, por lo
    cual el número de eslabones en una cadena alimentaria ha
    de ser, por necesidad, corto. Sin embargo, un estudio de campo y
    el
    conocimiento más profundo de las distintas especies
    nos revelará que esa cadena trófica es
    únicamente una hipótesis de trabajo y que,
    a lo sumo, expresa un tipo predominante de relación entre
    varias especies de un mismo ecosistema. La realidad es que cada
    uno de los eslabones mantiene a su vez relaciones con otras
    especies pertenecientes a cadenas distintas. Es como un cable de
    conducción eléctrica, que al observador alejado le
    parecerá una unidad, pero al aproximarnos veremos que
    dicho cable consta a su vez de otros conductores más
    pequeños, que tampoco son una unidad maciza. Cada uno de
    estos conductores estará formado por pequeños
    filamentos de cobre y
    quienes conducen la electricidad son
    en realidad las diminutas unidades que conocemos como electrones,
    componentes de los átomos que constituyen el elemento
    cobre. Pero hay que poner de relieve una
    diferencia fundamental, en el cable todas las sucesivas
    subunidades van en una misma dirección, pero en la cadena
    trófica cada eslabón comunica con otros que a
    menudo se sitúan en direcciones distintas. La hierba no
    sólo alimenta a la oveja, sino también al conejo y
    al ratón, que serán presa de un águila y un
    búho, respectivamente. La oveja no tiene al lobo como
    único enemigo, aunque sea el principal. El águila
    intentará apoderarse de sus recentales y, si hay un lince
    en el territorio, competirá con el lobo, que en caso de
    dificultad no dudará en alimentarse también de
    conejos. De este modo, la cadena original ha sacado a la luz la
    existencia de otras laterales y entre todas han formado una
    tupida maraña de relaciones interespecíficas. Esto
    es lo que se conoce con el nombre de red trófica. La red
    da una visión más cercana a la realidad que la
    simple cadena. Nos muestra que cada
    especie mantiene relaciones de distintos tipos con otros
    elementos del ecosistema: la planta no crece en un único
    terreno, aunque en determinados suelos prospere
    con especial vigor. Tampoco, en general, el hervíboro se
    nutre de una única especie vegetal y él no suele
    ser tampoco el componente exclusivo de la dieta del
    carnívoro. La red trófica, contemplando un
    único pero importante aspecto de las relaciones entre los
    organismos, nos muestra lo importante que es cada eslabón
    para formar el conjunto global del ecosistema.

    Productividad de los ecosistemas

    La productividad es una característica de las
    poblaciones que sirve también como índice
    importante para definir el funcionamiento de cualquier
    ecosistema. Su estudio puede hacerse al nivel de las especies,
    cuando interesa su aprovechamiento económico, o de un
    medio en general. Las plantas, como organismos autótrofos,
    tienen la capacidad de sintetizar su propia masa corporal a
    partir de los elementos y compuestos inorgánicos del
    medio, en presencia de agua como vehículo de las
    reacciones y con la intervención de la luz solar como
    aporte energético para éstas. El resultado de esta
    actividad, es decir los tejidos
    vegetales, constituye la producción primaria. Más tarde, los
    animales comen las plantas y aprovechan esos compuestos
    orgánicos para crear su propia estructura corporal, que en
    algunas circunstancias servirá también de alimento
    a otros animales. Eso es la producción secundaria.

    En ambos casos, la proporción entre la cantidad de
    nutrientes ingresados y la biomasa producida nos dará la
    llamada productividad,
    que mide la eficacia con la
    que un organismo puede aprovechar sus recursos tróficos.
    Pero el conjunto de organismos y el medio físico en el que
    viven forman el ecosistema, por lo que la productividad aplicada
    al conjunto de todos ellos nos servirá para obtener un
    parámetro con el que medir el funcionamiento de dicho
    ecosistema y conocer el modo en que la energía fluye por
    los distintos niveles de su organización.

    La productividad es uno de los parámetros más
    utilizados para medir la eficacia de un ecosistema,
    calculándose ésta en general como el cociente entre
    una variable de salida y otra de entrada. La productividad se
    desarrolla en dos medios
    principales, las comunidades acuáticas y las
    terrestres.

    Relaciones
    intraespecíficas

    A escala
    unicelular, tanto en organismos animales como vegetales, las
    relaciones entre los distintos individuos presentes en un medio
    determinado vienen condicionadas principalmente por factores de
    tipo físico y químico. Al ser su hábitat
    generalmente el agua, donde suelen formar parte del plancton, la
    rápida multiplicación de estos organismos puede
    provocar a veces en ambientes reducidos una cantidad excesiva de
    residuos metabólicos o un agotamiento total del
    oxígeno disuelto que provoque su muerte. La
    relación entre cada organismo unicelular viene mediada por
    el medio común que comparten, al que vierten sus
    metabolitos y del que reciben los de otros organismos.

    En el caso de los organismos de mayor entidad
    biológica, de formas pluricelulares, cualquier
    relación entre individuos de una misma especie lleva
    siempre un componente de cooperación y otro de
    competencia, con predominio de una u otra en casos extremos.
    Así en una colonia de pólipos la cooperación
    es total, mientras que animales de costumbres solitarias, como la
    mayoría de las musarañas, apenas permiten la
    presencia de congéneres en su territorio fuera de la
    época reproductora.

    La colonia es un tipo de relación que implica
    estrecha colaboración funcional e incluso cesión de
    la propia individualidad. Los corales de un arrecife se
    especializan en diversas funciones: hay
    individuos provistos de órganos urticantes que defienden
    la colonia, mientras que otros se encargan de obtener el alimento
    y otros de la reproducción. Este tipo de asociación
    es muy frecuente también en las plantas, sobre todo las
    inferiores. En los vegetales superiores, debido a la incapacidad
    de desplazamiento, surgen formaciones en las que el conjunto crea
    unas condiciones adecuadas para cada individuo, por lo que se da
    una cooperación ecológica, al tiempo que se
    produce competencia por el espacio, impidiendo los ejemplares de
    mayor tamaño crecer a los plantones de sus propias
    semillas.

    En el reino animal nos encontramos con sociedades,
    como las de hormigas o abejas, con una estricta división
    del trabajo. En todos estos casos, el agrupamiento sigue una
    tendencia instintiva automática. A medida que se asciende
    en la escala zoológica encontramos que, además de
    ese componente mecánico de agrupamiento, surgen relaciones
    en las que el comportamiento
    o la etología de la especie desempeñan un papel
    creciente. Los bancos de peces
    son un primer ejemplo.

    En las grandes colonias de muchas aves
    (flamencos, gaviotas, pingüinos, etc.), las relaciones entre
    individuos están ritualizadas para impedir una competencia
    perjudicial. Algo similar sucede en los rebaños de
    mamíferos. Entre muchos carnívoros
    y, en grado máximo entre los primates, aparecen los grupos
    familiares que regulan las relaciones intraespecíficas y
    en este caso factores como el aprendizaje de
    las crías, el reconocimiento de los propios individuos y
    otros aspectos de los que estudia la etología pasan a
    ocupar un primer plano.

    Relaciones interespecíficas

    En este caso prima el interés
    por el alimento o el espacio, aunque en muchas ocasiones, para
    conseguir unos fines se recurra a compromisos que se manifiestan
    en asociaciones del tipo de una simbiosis. Dentro de este amplio
    apartado se incluyen todas aquellas relaciones directas o
    indirectas entre individuos de especies diferentes y que se
    estudian en otros apartados. Entre ellas tenemos el parasitismo y
    la depredación, la necrofagia o el aprovechamiento de
    otros organismos para conseguir protección, lugar donde
    vivir, alimento, transporte,
    etc. La importancia de estas relaciones es que establecen muchas
    veces los flujos de energía dentro de las redes
    tróficas y por tanto contribuyen a la
    estructuración del ecosistema. Las relaciones en las que
    intervienen organismos vegetales son más estáticas
    que aquellas propias de los animales, pero ambas son el resultado
    de la evolución del medio, sobre el cual, a su vez las
    especies actúan, incluso modificándolo, en virtud
    de las relaciones que mantienen entre ellas.

    Poblaciones
    y sus características

    Puede definirse la población como un grupo de
    organismos de la misma especie que ocupan un área dada.
    Posee características, función más bien del
    grupo en su totalidad que de cada uno de los individuos, como
    densidad de población, frecuencia de nacimientos y
    defunciones, distribución por edades, ritmo de
    dispersión, potencial biótico y forma de
    crecimiento. Si bien los individuos nacen y mueren, los
    índices de natalidad y mortalidad no son
    característica del individuo sino de la población
    global. La ecología moderna trata especialmente de
    comunidades y poblaciones; el estudio de la
    organización de una comunidad es un campo
    particularmente activo en la actualidad. Las relaciones entre
    población y comunidad son a menudo más importantes
    para determinar la existencia y supervivencia de organismos en la
    naturaleza que
    los efectos directos de los factores físicos en el medio
    ambiente.

    Uno de sus atributos importantes es la densidad, o sea
    el número de individuos que habitan en una unidad de
    superficie o de volumen. La
    densidad de población es con frecuencia difícil de
    medir en función del número de individuos, pero se
    calcula por medidas indirectas como por ejemplo, los insectos
    atrapados por una hora en una trampa. La gráfica en la que
    se inscribe el número de organismos en función del
    tiempo es llamada curva de crecimiento de
    población
    . Tales curvas son características de
    las poblaciones, no de especies aisladas, y sorprende su
    similitud entre las poblaciones de casi todos los organismos
    desde las bacterias hasta el hombre.

    La tasa de nacimientos o natalidad, de una población es
    simplemente el número de nuevos individuos producidos por
    unidad de tiempo. La tasa de natalidad máxima es el
    mayor número de organismos que podrían ser
    producidos por unidad de tiempo en condiciones ideales, cuando no
    hay factores limitantes. La mortalidad se refiere a los
    individuos que mueren por unidad de tiempo. Hay una mortalidad
    mínima
    teórica, la cual es el número de
    muertes que ocurrirían en condiciones ideales,
    consecutivas exclusivamente a las alteraciones
    fisiológicas que acompañan el envejecimiento.

    Disponiendo en gráfica el número de
    supervivientes de una población contra el tiempo se
    obtiene la curva de supervivencia. De esas curvas puede
    deducirse el momento en que una especie particular es más
    vulnerable. Como la mortalidad es más variable y
    más afectada por los factores ambientales que por la
    natalidad, estos tienen una enorme 0influencia en la
    regularización del número de individuos de una
    población.

    Cadenas y
    pirámides alimenticias

    El nímero de organismos de cada especie es
    determinado por la velocidad de
    flujo de energía por la parte biológica del
    ecosistema que los incluye. La transferencia de la energía
    alimenticia desde su origen en las plantas a través de una
    sucesión de organismos, cada uno de los cuales devora al
    que le precede y es devorado a su vez por el que le sigue, se
    llama cadena alimenticia. El número de eslabones de la
    cadena debe ser limitado a no más de cuatro o cinco,
    precisamente por la gran degradación de la energía
    en cada uno. El porcentaje de la energía de los alimentos
    consumida que se convierte en material celular nuevo es el
    porcentaje eficaz de transferencia de energía.

    El flujo de energía en los ecosistemas, procedente de
    la luz solar por medio de la fotosíntesis en los productores
    autótrofos, y através de los tejidos de
    hervíboros como consumidores primarios, y de los
    carnívoros como consumidores secundarios, determina el
    peso total y número (biomas) de
    los organismos en cada nivel del ecosistema. Este flujo de
    energía disminuye notablemente en cada paso sucesivo de
    nutrición
    por pérdida de calor en cada transformación de la
    energía, lo cual a su vez disminuye los biomas en cada
    escalón.

    Algunos animales sólo comen una clase de alimento, y
    por consiguiente, son miembros de una sola cadena alimenticia.
    Otros animales comen muchas clases de alimentos y no sólo
    son miembros de diferentes cadenas alimenticias, sino que pueden
    ocupar diferentes posiciones en las distintas cadenas
    alimenticias. Un animal puede ser un consumidor primario en una
    cadena, comiendo plantas verdes, pero un consumidor secundario o
    terciario en otras cadenas, comiendo animales hervíboros u
    otros carnívoros.

    El hombre es el
    final de varias cadenas alimenticias; por ejemplo, come pescados
    grandes que comieron otros peces pequeños, que se
    alimentaron de invertebrados que a su vez se nutrieron de algas.
    La magnitud final de la población humana (o la
    población de cualquier animal) está limitada por la
    longitud de nuestra cadena alimenticia, el porcentaje de eficacia
    de transferencia de energía en cada eslabón de la
    cadena y la cantidad de energía luminosa que cae sobre la
    Tierra.

    El hombre nada puede hacer para aumentar la cantidad de
    energía luminosa incidente, y muy poco para elevar el
    porcentaje de eficacia de transferencia de energía, por lo
    que sólo podrá aumentar el aporte de energía
    de los alimentos, acortando la cadena alimenticia, es decir,
    consumiendo productores primarios, vegetales y no animales. En
    los países superpoblados como China e
    India, los
    naturales son principalmente vegetarianos porque así la
    cadena alimenticia es más corta y un área
    determinada de terreno puede de esta forma servir de
    sostén al mayor número de individuos.

    Comunidades
    bióticas

    Se llama comunidad biótica al conjunto de
    poblaciones que viven en un hábitat o zona definida que
    puede ser amplia o reducida. Las interacciones de los diversos
    tipos de organismos conservan la estructura y función de
    la comunidad y brindan la base para la regularización
    ecológica de la sucesión en la misma. El concepto de que
    animales y vegetales viven juntos, en disposición
    armónica y ordenada, no diseminados al azar sobre la
    superficie de la Tierra, es uno de los principios importantes de
    la ecología.

    Aunque una comunidad puede englobar cientos de miles de
    especies vegetales y animales, muchas son relativamente poco
    importantes, de modo que únicamente algunas, por su
    tamaño y actividades, son decisivas en la vida del
    conjunto. En las comunidades terrestres las especies dominantes
    suelen ser vegetales por dar alimento y ofrecer refugio a muchas
    otras especies; de esto resulta que algunas comunidades se
    denominan por sus vegetales dominantes, como artemisa, roble,
    pino y otras. Comunidades acuáticas que no contienen
    grandes plantas conspicuas se distinguen generalmente por alguna
    característica física: comunidad de corrientes
    rápidas, comunidad de lodo plano y comunidad de playa
    arenosa.

    En investigaciones
    ecológicas es innecesario considerar todas las especies
    presentes en una comunidad. Por lo general, un estudio de las
    principales plantas que controlan la comunidad, las poblaciones
    más numerosas de animales y las relaciones
    energéticas fundamentales (cadenas alimenticias) del
    sistema definirán las relaciones ecológicas
    existentes en la comunidad. Por ejemplo, al estudiar un lago se
    investigarían primero las clases, distribución y
    abundancia de plantas productoras importantes y los factores
    físicos y químicos del medio ambiente que
    podrían ser limitadores. Luego, se determinarían
    las tasas de reproducción, tasas de mortalidad,
    distribuciones por edad y otras características de
    población de los peces importantes para la pesca. Un
    estudio de las clases, distribución y abundancia de
    consumidores primarios y secundarios del lago, que constituyen el
    alimento de los peces de pesca, y la naturaleza de otros
    organismos que compiten con estos peces por el alimento,
    aclararía las cadenas alimenticias básicas del
    lago. Estudios cuantitativos de éstos revelarían
    las relaciones enérgicas básicas del sistema y
    mostrarían con qué eficacia está siendo
    convertida la energía luminosa incidente en el producto final
    deseado, la carne del pez de pesca. Basándose en
    éste conocimiento,
    podría administrarse inteligentemente el lago para
    aumentar la producción de peces.

    La misión del
    ecólogo

    Tanto en el medio rural como en el urbano son muchas las
    tareas que debe llevar a cabo el ecólogo en el presente.
    Su misión fundamental, desde el punto de vista
    práctico, puede resumirse en una sola palabra: prevenir.
    Cualquier acción
    irracional que se produzca en el medio biológico trae como
    consecuencia verdaderas reacciones en cadena. El consejo
    del ecólogo debe llegar antes y no después, porque
    una vez iniciado el proceso
    destructivo del ambiente resulta muy difícil detenerlo. La
    segunda misión del ecólogo es conservar, que no
    sólo implica evitar la destrucción sino favorecer,
    a veces artificialmente, a las poblaciones cuya existencia
    peligra.

    Los
    biomas o zonas de vida

    El bioma es una zona de vida dentro del globo terrestre o
    más precisamente un tipo principal de hábitat en el
    que la vegetación dominante comprende algunos
    tipos característicos que reflejan las tolerancias del
    ambiente y a la que se vinculan determinadas comunidades
    animales. Es lógico que encontremos biomas
    acuáticos y continentales. Los primeros podrán
    subdividirse a su vez en lacustres o palustres (correspondientes
    a las lagunas y lagos), fluviales (ríos) y marinos (mares
    y océanos). En tierra firme podemos reconocer biomas
    específicos al bosque, la tundra, el desierto, la pradera,
    la estepa y la selva.

    La biogeografía es una ciencia de
    síntesis, derivada de la geografía y vinculada
    estrechamente a la biología, que intenta describir y
    explicar la distribución de los seres animados en la
    Tierra. Aunque la comunidad biológica es indivisible, se
    ha subdividido el campo de esta ciencia en dos grandes ramas:
    fitogeografía, que trata sobre la distribución de
    los vegetales, y zoogeografía, de los animales. Decimos
    que esta disciplina es
    sintética porque parte de datos
    analíticos que le brindan otras especialidades, tales como
    la botánica, la ecología, la
    zoología, la geografía física, la
    edafología y la climatología. A partir de este gran
    cúmulo de información se hace indispensable el
    rescate, entre los casos particulares, de las leyes
    básicas de la distribución biológica.
    Existen distintos tipos de biomas, tanto terrestres como
    acuáticos. Entre los biomas terrestres podemos distinguir:
    la tundra, la taiga, el bosque templado, la pradera, el bosque
    esclerófilo, el desierto y el bosque tropical
    lluvioso.

    Conclusión

    La ecología es la ciencia que
    estudia a los organismos en su propio hábitat, y las
    relaciones que mantienen a los seres vivos con su entorno.
    Actualmente la ecología se encarga de preservar la
    naturaleza y las especies en extinción.

    Los niveles tróficos son aquellos que dividen una
    cadena alimentaría en: productores, consumidores y
    descomponedores. Una cadena alimentaría es la
    transferencia de energía alimenticia a través de
    una sucesión de organismos que producen, consumen, y a su
    vez son consumidos por otros.

    La biomasa es la cantidad total de materia viviente en un
    momento dado y en un área determinada.

    Un ecosistema es un sistema estable de tipo circular en el
    cual existe una constante interrelación entre organismos
    vivos e inertes. Los componentes de un ecosistema son los
    productores, consumidores y descomponedores. Y su
    estructuración consta del biótopo y la
    biocenosis.

    La diferencia entre hábitat y nicho ecológico
    es que el hábitat es el lugar en donde vive un organismo
    (domicilio), y el nicho ecológico es el papel que
    desempeña en él (profesión).

    Una red trófica es un conjunto de relaciones
    interespecíficas que forman parte de la cadena
    alimentaría o trófica.

    Una población es un conjunto de individuos de la
    misma especie que ocupan un determinado lugar, y comunidad es un
    conjunto de individuos de distinta especie que ocupan un
    determinado territorio.

    El potencial biótico se refiere a la capacidad de
    una población de aumentar en número.

    Los distintos biomas terrestres son: tundra, taiga, bosque
    templado, pradera, bosque esclerófilo, desierto y bosque
    tropical lluvioso.

    Bibliografía

    CULTURAL, S.A. Atlas de la Ecología Editorial THEMA
    España
    1996 112 pp.

    VILLEE, C. Biología 7° edición
    Mc Graw-Hill Interamericana México
    1995 875 pp

    CUERDA, J. Atlas de Biología Editorial THEMA
    Colombia 1994
    93 pp.

    COSITORTO, A. Enciclopedia de Ciencias
    Naturales Medio Ambiente y Ecología Editorial Oriente
    S.A. España 1995 Tomo 3 313 pp.

    1. THÉRON, A; VALLIN, J. Ecología de las
    Ciencias
    Naturales Editorial Hora S.A. España 1987 133
    pp.

     

     

    Realizado por:

    Roger Meta

    Estudios Cursante:

    2do Semestre de Informática

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