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Sistemas de Encofrados




Enviado por bdieguez



    1. El encofrado como contención
      formal
    2. Materiales de encofrado
    3. Muros y pilares
    4. Anclajes
    5. Muros circulares
    6. Losas y forjados
    7. Visita de obra: CIMA

     

     

    El encofrado como
    contención formal:

    Este contenedor, denominado encofrado, posee como
    función
    primera dar al hormigón la forma proyectada, proveer su
    estabilidad como hormigón fresco, asegurar la
    protección y la correcta colocación de las
    armaduras, pero también proteger al hormigón de
    golpes, de la influencia de las temperaturas externas y de la
    perdida de agua, el
    ingrediente más fluido de los tres elementos que lo
    componen –cemento,
    áridos y agua- en el momento de su
    creación.

    Existen diferentes clasificaciones para agrupar los
    tipos de encofrado: según el número de usos que
    seña utilizado, por el método y
    tiempo
    necesario para conseguir la forma final del continente,
    según el tipo de hormigón que va a contener (visto
    o para recubrir) y por los materiales de
    construcción del encofrado.

    Que difiere de que un encofrado sea perdido o
    recuperable; si se quiere volver a utilizar hay que prever,
    además de la técnica a emplear para desencofrarlo,
    los trabajos de limpieza, almacenaje y mantenimiento
    posteriores, mientras que si el encofrado no lo recuperamos lo
    perderemos embebido en el hormigón fraguado; en un caso
    aumentamos la mano de obra y en el otro crece el coste de
    reposición.

    Para encofrar superficies continuas de forma repetitiva
    o de gran altura es más fácil con la
    utilización de plataformas que permitan su movimiento y
    recolocación para su posterior uso. De las grandes piezas,
    en el mercado
    también se encuentran sistemas autoportantes, deslizantes
    y trepadores (estos encofrados con módulos
    autónomos de 1 a 3 metros, se deslizan verticalmente
    existiendo dos tipologías según se realice su
    ejecución).

    El sistema utilizado
    para la construcción de viviendas aisladas se basa en la
    unión de diversos paneles estándar, con medidas
    entre los 20×100 hasta los 350×200 centímetros,
    permitiendo conseguir encofrados de dimensiones mayores mediante
    la posibilidad de la combinación vertical y horizontal de
    las mismas bandejas. Estas deben ser de formato pequeño
    para así manipularlas y fijarlas de forma rápida y
    manual.
    Existen sistemas basados en un gran número de piezas
    combinables (de 8 a 34 elementos) mientras otros disponen de
    piezas especiales para los cambios de ángulo en sus
    paramentos.

     

    Materiales de
    encofrado:

    La bandeja de encofrado puede confeccionarse en diversos
    materiales, siendo el más utilizado la madera. Estos
    paneles, compuestos por piezas macizas o laminadas de 12 a 35
    milímetros de madera (normalmente de pino, haya o abedul)
    tratada al carbonilo-xilofeno o revestidas por planchas
    fenólicas, son ensambladas en cola de milano
    múltiple o con estanquillas, encoladas en ondas delgadas
    (de aproximadamente 12 x 3 milímetros), encerradas por un
    herraje de acero galvanizado
    de 1 milímetro de espesor, como mínimo, y
    enmarcadas con tubos de aluminio o
    acero galvanizado. Los tamaños de los tableros
    condicionarán las juntas de trabajo y su
    modulación.

    La diferencia del encofrado según el tipo de
    hormigón no será muy apreciable: para un
    hormigón visto los paneles utilizados deberán ser
    lisos, impermeables, normalmente metálicos, ya que
    permiten un número de puestas mayor que los plafones de
    madera, y a veces se recubrirán de tejidos
    antiadherentes o líquidos desencofrantes, condiciones que
    no serán requeridas en el caso que el hormigón no
    sea el acabado final de obra.

    Otros materiales utilizados que facilitan una
    rápida puesta en obra son el acero, el plástico y
    el cartón plastificado. Con este último se forman
    encofrados especialmente indicados para columnas y pilares
    redondos, cuadrados y rectangulares, disponibles en
    diámetros de 150 a 1500 mm con alturas variables
    entre los 3 y los 12 metros y con un grueso de 9 mm. El
    cartón es un excelente material que conserva un alto grado
    de humedad y por lo tanto lo convierte en muy adecuado para un
    buen encofrado.

    Muros y
    pilares:

    El encofrado en muros y pilares se realiza con tableros
    modulares de varios anchos (25, 50, 75 y 90 cm), y con alturas de
    0’6 a 3 m, dos angulares diferentes para las esquinas
    interiores y exteriores y unas barras que se utilizan como
    pasantes sobre el ancho del muro (protegidas por un tubo de PVC
    para poder
    recuperarlas). Dichas barras están tensadas por un
    tornillo de apriete conocido como mariposa.

    El secreto estriba en el sistema de enganche entre los
    tableros mediante un elemento de cosido –la cuña o
    chaveta- (foto 5), y los suplementos que permiten la
    realización de rinconeras, esquinales… y así
    resolver la creación de muros escalonados, con cortes a
    voluntad (foto 1), el paso de tubos o el encofrado de
    suelos inclinados
    (foto 2).

    Foto 1 Foto 2

    Es importante puntualizar que desde el momento en que no
    hablamos de grandes encofrados ningún elemento puede pesar
    más de 50 Kg., deben ser manejables y ligeros.

    Anclajes:

    Los anclajes están formados por tornillos de
    avance, posicionadores de las "tuercas platillo" (cuando se dejan
    a fondo perdido) y el elemento donde se anclarán los
    módulos del hormigonado de la siguiente fase.

    Para poder unir los dos paneles de encofrado son
    necesarios los latiguillos (foto 4), dywidags o
    gewis (foto 3), que pueden ser recuperables; tubos
    distanciadores de hormigón de fibra o escantillones de
    pantallas. Tendrán un diámetro entre los 15 y 25
    milímetros y su número vendrá determinado
    por las cargas que aparecerán en el vertido del
    muro.

    Si son protegidos con un acabado autolimpiador o
    introducidos dentro de tubos de PVC.

    Foto 3 Foto 4

     Los orificios se taponan con conos, evitando que
    se escape el hormigón fluido por la obertura.

    Foto 5

     

    Muros circulares:

    Encofrar muros circulares, sea con radio
    pequeño –entre 3 y 5 m- o con un radio mayor de 5
    metros, es una tarea compleja: un problema es conseguir su
    nivelación vertical; también es difícil
    contrarrestar la presión
    del hormigón o prever la aparición de momentos
    creados por la misma forma alabeada, pudiendo provocar el vuelco
    imprevisto de todo o parte del conjunto, por lo que son
    necesarios tensores y puntales repartidos por el encofrado.
    (fotos 6,7, 8, 9,10 y 11).

     

    Foto 6 Foto 7 (detalle
    constructivo)

      

     

    Foto 8 Foto 9

     

    Foto 10 Foto 11

     

    Aquí podemos observar un encofrado de muro
    circular-poligonal con paneles ligeros y cuñas de madera.
    Existen sistemas específicos para realizar muros
    perfectamente circulares a partir de 1’20m de radio, si se
    utilizan correas articuladas, y llegando al metro, si es con
    tensores. En el primer si el anillo es cerrado las tensiones de
    hormigonado se pueden absorber únicamente con las correas
    prescindiendo de anclajes pasantes en el muro, haciéndolo
    totalmente estanco al agua. Además este método
    proporciona un buen acabado final ya que se puede elegir tablero
    y diseñar la junta. En el segundo caso el reglaje con
    tensores permite trazados con radio variable. La unión
    entre paneles se hace con grapa autoalineante como en los
    sistemas modulares rectos. En ambos casos pueden venir
    premontados los módulos a obra o replantearse con una
    plantilla.

    Para realizar pilares circulares existen encofrados para
    una sola puesta o recuperables. En el primer caso pueden ser de
    cartón impermeabilizado –kraft, aluminio y
    polietileno- que al ser más rígido que el anterior,
    consigue alturas mayores: hasta 12m para diámetros de
    20cm. En cuanto a los recuperables, los encofrados están
    formados por medias cañas de acero y rigidizadores o lamas
    metálicas de sección cuadrada. (foto 12 y
    13
    )

     

    Foto 12 Detalle de pilar
    cuadrado

    Foto 13

     

     

    Losas y
    forjados:

    Los proyectos de
    arquitectura
    rara vez son repetitivos en planta, ya que se tiende a soluciones
    individualizadas y particulares, por lo que se hace necesario un
    sistema de encofrado firme, seguro y
    polivalente.

    Con un sistema arriostrado de pórticos y cruces
    de San Andrés, sin necesidad de tableros, pueden unirse
    las cubetas recuperables o perdidas, llegando a soportar sin
    problemas
    –teniendo en cuenta el peso global que esto supone-
    forjados de más de un metro de canto.

    Sistemas de al menos siete elementos permiten encofrar
    losas a diferentes alturas con cimbrados (puntales de aluminio
    unidos entre sí con bastidores que trasmiten los esfuerzos
    horizontales originados por las cargas o por el traslado de la
    cimbra) de altura variable –desde 1’70 hasta 11m- y
    con distancias de puntales de 1’25 a 3m. Su premontaje se
    realiza en el suelo,
    manualmente, y se levanta con grúa. (fofo 20, 21 y
    22
    )

    Construir losas ligeras y delgadas ha sido el punto de
    partida de los forjados tipo steel-deck, en los que se sustituye
    el encofrado y la armadura del forjado por la disposición
    en la base de una plancha nervada metálica a modo de
    encofrado perdido. Se elimina el apuntalamiento y se dispone de
    superficies de trabajo de manera inmediata (foto 23, 24 y
    25
    ).

    Para el encofrado de forjados –tanto reticulares
    como unidireccionales es habitual utilizar moldes recuperables de
    plástico de una pieza o divididos en dos unidades
    ensamblables. La altura de la cubeta es de 18 a 40 cm y
    permitirán la disposición de nervios de diversos
    diámetros, cada 65-80 cm aproximadamente. (foto
    14,15,16, 17, 18 y 19
    )

     

    Foto 14 Foto 15

     

    Foto 16 Foto 17

    Foto 18 Foto 19

     

    Foto 20 Foto 21

    Foto 22

     

    Descripción de datos de la foto
    19:

    1. Cabeza de encofrado.
    2. Puntal
    3. Collarín.
    4. Base regulable.
    5. Rigidizador.
    6. Cubeta
    7. Tablero metálico
    8. Cabezal de recuperación
    9. Ménsula
    10. Viga (1m)
    11. Viga de celosía (2 o 3 m.)

    El encofrado de losas y forjados se puede realizar con
    bandejas recuperables de tableros fenólicos sobre cimbras
    de aluminio o utilizando como elementos de entrevigado chapas
    metálicas o casetones de plástico sobre cimbra de
    acero. Todos estos sistemas cuentan con mecanismos para facilitar
    la labor de desencofrado permaneciendo únicamente los
    puntales.

    Los encofrados perdidos usados para forjados se
    desarrollan con el uso de planchas metálicas, esto reduce
    el canto de la losa al colaborar la chapa como armadura de
    tracción; elimina apuntalamientos y proporciona
    superficies de trabajo inmediatas. El GRC (hormigón
    reforzado con fibra de vidrio) utilizado
    como base encofrante, además de resistencia y
    protección a las armaduras, posibilita un acabado
    idéntico al del resto de la construcción en
    hormigón "in situ".

    En las fotos superiores
    se puede observar a operarios procediendo a la limpieza de los
    encofrados de madera fenólica, y madera de pino lista para
    encofrar.

     

    Foto 23

    Foto 24

     

    Foto 25

     

    Visita de obra:
    CIMA.

    Se presentan una serie de fotos que muestran diferentes
    sistemas de encofrados, para hormigón visto y para
    forjados, losas, escaleras.

    Vista de la obra a tratar, se pueden observar encofrados
    de forjados y de muros

    Para hormigón cara vista.

    Sistema de encofrado para un forjado tradicional,
    formado por viguetas y bobedillas de mortero de cemento; el
    encofrado se realiza a base de puntales telescópicos
    apoyados sobre tablones, estos sostienen todo un entramado de
    guías metálicas y sobre estas tablas de madera de
    pino que confieren toda una base homogénea al futuro
    forjado.

    Este sistema es el mismo que el anterior mencionado, la
    única diferencia apreciable es que los puntales son nuevos
    o recientes. Las guías metálicas (de color rojo) van
    unidas a otras (de color blanco) son estas las que a los tres
    días se quitaran, y con ellas el entablado de madera, de
    esta forma la ejecución es más rápida, y el
    presupuesto en
    encofrados es menor.

    En esta foto en planta inferior se puede observar con
    mayor grado de definición como las guías rojas son
    sostenidas por los puntales, a su vez las blancas se encuentran
    atornilladas con un tornillo pasante a las rojas, de esta manera
    son independientes a los puntales. Los tablones de madera que
    sirven de encofrado, estan sujetas por las guías blancas,
    estas maderas son de pino.

    Como se puede ver, esta foto muestra el
    encofrado de un muro para hormigón visto, las maderas
    utilizadas son de melamina, y están tratadas con un
    producto de
    terminación para una mayor facilidad de desencofrado (este
    es aplicado con un trapo empapado en la substancia, y repartido
    uniformemente sobre la melamina), las guías de madera de
    pino clavadas sobre los encofrados sirven para acentuar
    bajorrelieves en el hormigón una vez que este haya sido
    desencofrado. Las juntas entre las maderas del encofrado se
    sellan para que no pase humedad a travas de estas.

    Aquí se puede observar a dos operarios marcando
    una línea a determinada distancia para posteriormente
    clavar las guías de madera anteriormente mencionadas. Para
    ello hacen uso del denominado azulete, que fijado con cierta
    tensión en sus extremos, y mediante un momentáneo
    movimiento deja marcado en la superficie una estela de color
    azul.

    Vertido y vibrado del hormigón en un futuro
    forjado de viguetas y bobedillas de mortero, los operarios alisan
    y vibran el hormigón mientras otro lo vierte con ayuda de
    una manguera proveniente de un camión cisterna.

    Encofrado de viga de canto con un encofrado normal de
    pino, y encofrados metálicos para la ejecución de
    muro de hormigón cara vista. Para dar mayor unión a
    las tablas de pino que conforman el encofrado de la viga, se
    ayudan de unas pinzas.

    Se puede observar un encofrado de viga de canto, el
    encofrado ha sido reforzado con madera de pino, pero el acabado
    va a ser de hormigón visto. En su parte superior va
    apoyado una viga plana (se encuentra enrasada con el forjado en
    su parte superior e inferior).

     

     

    La misma viga que la foto anterior vista
    de frente.

    Anclajes que se embuten en los forjados para
    posteriormente atornillar pilares prefabricados de acero, con los
    tornillos se nivelan estos y se aploman.

     

     

    José San Martín Eraso

    Juan Sánchez Liso

    Bernardo Diéguez Morán

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