- La opinión de la Iglesia
Católica - Influencia de los donantes de
órganos (alma o espíritu) sobre los
receptores - Relatos sobre personas que
recibieron trasplantes. - Reuniones de apoyo grupal –
Relatos de trasplantados - Otras
opiniones - Texto de investigación: El
código del corazón - Otras posibles fuentes de
nuestras memorias celulares - La responsabilidad de los
actos - Glosario
No cabe duda que ser donante de órganos humanos
para que otra persona prolongue
su vida o mejore su calidad de
vida es una obra de bien, pero siempre se habla de aquel a
quién van destinados los órganos o sea del receptor
y nunca del donante y en qué condiciones se encuentra
cuando se le extraen los órganos.
La Academia Filosófica del Perú no
está en contra de los trasplantes de órganos
humanos, sino que está en contra de la ablación de
órganos cuando el donante se encuentra con "muerte
cerebral", pues en este caso la persona está con vida, a
la que se le extraen los órganos a corazón
latiente adelantando la muerte de
la misma, o sea considerándolo no sólo como una
persona que va a morir sino como un condenado a muerte, al que
anticipan su pronóstico final para extraerle los
órganos.
Se sabe perfectamente que del cadáver, que el
común de las personas está acostumbrado a ver
y está listo para ser enterrado, sus órganos
principales no sirven para trasplantes.
La condición necesaria para que los
órganos principales sean de utilidad, es que
la persona a quien se le extraen los órganos se encuentre
con muerte cerebral, y todo el organismo continúe con vida
aún sostenida por medios
mecánicos, que en algunos ha perdurado muchos
meses.
Esta situación, debería informarse a la
población, la que supone que cuando se
habla de donación para después de la muerte, el
cadáver es aquel en el cual cesaron todas las funciones vitales
y no aquel otro que se le extraen los órganos a
corazón latiente.
El 24/10/95 en el Aula Magna de la Facultad de Derecho
de la U.B.A.- Bs.As. – Argentina el Dr. Carlos R. Gherardi, del
Hospital de Clínicas Gral. San Martín,
expresó: "Si a un potencial donante, hombre, con
MUERTE CEREBRAL, se le extrae semen y se implanta en una mujer,
ésta puede quedar embarazada. Y si el potencial
donante es mujer y está embarazada, puede ser alimentada y
mantenida biológicamente durante toda la
gestación hasta dar a luz
normalmente.
… "¿Desde cuándo los cadáveres
tienen hijos?"
Los médicos norteamericanos Carey A. Byrne y
Richard G. Nilges manifestaron que con la denominada muerte
cerebral, la persona es determinada muerta y tratada como viva,
pero el corazón está todavía latiendo,
existe presión
sanguínea y al golpear la rodilla ésta se sacude;
el color es normal,
pero cuando se presiona sobre la piel,
ésta se emblanquece y el color retornará al quitar
la presión. Un drenaje de succión y de postura se
realiza para prevenir la neumonía. El paciente es dado vuelta para
prevenir las escaras.
… "¿Cómo puede un cadáver
enfermarse, desarrollar neumonía o tener
escaras?"
En muchos países, se ha establecido la muerte
encefálica o cerebral, como muerte de la persona, lo que
significa que el paciente (donante) que se encuentra en ese
estado
está LEGALMENTE MUERTO, PERO NO REALMENTE
MUERTO.
Esta muerte (cerebral) inventada y utilitaria permite
extraer los órganos a las personas que tienen
vida.
DE ACUERDO A ESTE NUEVO CONCEPTO DE
MUERTE, LOS CADÁVERES PUEDEN ENFERMARSE, TENER HIJOS;
en Inglaterra y
otros países, SON ANESTESIADOS PARA QUE NO SIENTAN
DOLOR CUANDO LE EXTRAEN LOS ÓRGANOS y finalmente
MUEREN POR ABLACIÓN DE SUS ÓRGANOS O DE PARO
CARDIORESPIRATORIO.
Tanto vale la vida del donante agónico, como del
receptor también agónico.
¿Cuál es el criterio moral,
ético y jurídico que se sigue para determinar que
la vida del receptor de los órganos merece mayor y mejor
amparo que el
donante?
LA OPINIÓN DE LA
IGLESIA
CATÓLICA:
El Papa Juan Pablo II el 25/12/00 y 30/01/01
instó a defender la vida en cualquier fase de su
existencia desde la concepción hasta la muerte
natural. Cuando se detiene el corazón (muerte natural)
ningún órgano sirve para trasplantes.
Con la ablación de los órganos, cuando la
persona (donante) se encuentra con muerte cerebral, se altera el
NATURAL desprendimiento del alma o ser
esencial de su cuerpo físico, que se produce a raíz
de la muerte de todas las células.
Por lo tanto el ser (donante) como alma
debe sufrir intensamente cuando le ablacionan sus órganos
y es probable que siga al o a los órganos que están
impregnados de su fluido vital en el cuerpo del
receptor.
Surge de la experiencia y es de conocimiento
de los profesionales vinculados a los trasplantes en EE.UU., que
los receptores de órganos en algunos casos
han asumido las ideas, gustos, tendencias e inclinaciones
sexuales de los donantes.
Es decir que los donantes como alma o ser
esencial causan influencia física y mental sobre
los receptores.
El hombre es algo más que su cuerpo, es un alma
con cuerpo y en este caso particular de los trasplantados se
producen hechos que escapan a la ciencia del
plano físico. Estos pertenecen al plano espiritual que la
realidad demuestra y se verifican a través de las
observaciones realizadas por los profesionales
médicos.
El hombre lleva la ineludible responsabilidad de sus actos y pensamientos, por
los que deberá dar rigurosa cuenta y compensar su
erróneo proceder, sea en la presente existencia, en el
mundo esencial o espiritual cuando deje su cuerpo físico,
o bien en una nueva existencia corporal.
ACADEMIA FILOSÓFICA DEL PERÚ
Email:
Tef: 330-1963
Jr. Ica Nº 433 – 2do piso Of. 202 –
Cercado de Lima
Mayor Información:
ACADEMIA FILOSOFICA DE LA PLATA
http://www.acadfilosofica-lp.org.ar/trasplantes2003.htm/influencia_de_los_donantes.htm
http://www.acadfilosofica-lp.org.ar/trasplantes2003.htm/influencia_de_los_donantes_cs.htm
Trasplantes de Órganos
Humanos
Influencia de los
Donantes de Órganos (Alma o Espíritu) sobre los
Receptores
TEXTO DE INVESTIGACIÓN: Claire Sylvia y Bill Novak – ISBN |
Claire Sylvia recibió un trasplante de Datos obtenidos del texto Exponemos textualmente de su libro Los cambios de Claire Sylvia coinciden EL RECEPTOR DE LOS ÓRGANOS "No antes que pasara mucho tiempo "Aunque aún no podía expresar esta "Mi corazón nuevo parecía estar "No era mi ser maduro quien me había "Que shockeante debe haber sido para el "Ahora Rolbie estaba forzado en considerar lo ‘Siento que se da lugar un cambio de punto Robert Bosnak (Rolbie) – Analista del RELATO DE TRASPLANTADO "El interés del doctor Pearsall en esta 'Alguna clase Posteriormente, se le informó al paciente El Dr. Pearsall escribió el libro "El INFLUENCIA DEL DONANTE DE LOS Estos cambios de gustos que el receptor de "¿Él era un gran bebedor de |
Sus hermanas asintieron".
"Cuando les conté como quería una cerveza
tan pronto después de la operación, había
sonrisas alrededor".
"Pregunté si le gustaban los ajíes
verdes.
‘¿Estás bromeando? Le
encantaba’, una hermana me dijo. ‘Él
solía freírlos con un embutido
Kielbasa’
Les expliqué que antes del trasplante nunca me
gustaron los ajíes.
‘Pero lo que a él realmente le encantaba
eran los medallones de pollo’, dijo Annie.
‘Oh, mi Dios’
‘¿Qué es, Claire?’
Recién recordé algo que nunca se lo he
contado a alguien. Luego del trasplante, cuando finalmente me
permitieron conducir nuevamente, el primer lugar que fui fue el
negocio de pollo frito de Kentucky. Yo tenía este deseo
por los medallones de pollo, lo que nunca había tenido
antes". (Cap. 14 – Pág. 225-226)
"Recién había aprendido que muchos de los
sueños, imágenes y
pálpitos que yo había tenido de mi donante
estrechamente concordaban con lo que sus amados sabían de
él". (Cap. 15 – Pág. 232)
REPORTAJE A LOS PADRES DEL DONANTE EN
1991
‘¿Ustedes creen’, el
reportero preguntó, ‘que de alguna manera Claire
recogió parte del espíritu de
Tim?’
June (Madre de Tim): ‘Sí, yo lo creo.
Cuando ella nos contó acerca de las comidas, esto fue una
conmoción’. Mi hija dijo: ‘Má, no lo
puedo creer. ¡Son las mismas cosas que a Tim le
gustaban!
Carl (padre de Tim): ‘Su espíritu
todavía está ahí en aquellas partes que ella
recibió’. (Cap. 15 – Pág.
240)
INFLUENCIA MENTAL DEL DONANTE DE
ÓRGANOS (TIM L. – MUERTO)
COMO ALMA O ESPÍRITU, SOBRE EL RECEPTOR
CLAIRE SYLVIA
Los pensamientos del receptor (hombre o mujer) y los del
donante (alma o espíritu) se confunden, valiéndose
el donante como alma o espíritu del cuerpo del receptor
para manifestarse.
Es confirmado por los familiares del donante.
REPORTAJE A LA HERMANA DEL DONANTE EN UN
SHOW TELEVISIVO
‘Cuando la encontramos a Claire’, dijo Carla
(hermana de Tim), ‘todos nosotros la probamos y le hicimos
preguntas. Era como si supiera de Tim. Un montón de cosas
que ella dijo eran verdad ¿cómo sabía ella
estas cosas? Todo lo que decía estaba en lo cierto. Era
como él, cómo si fuera parte de él.’
(Cap. 15 – Pág. 241-242)
"¿Por qué los receptores tienen las
memorias de un
donante que nunca conocieron y a quienes a veces podemos
identificar?" (Cap. 18 – Pág. 275)
RELATOS SOBRE
PERSONAS QUE RECIBIERON TRASPLANTES.
INFLUENCIA MENTAL DEL DONANTE MUERTO COMO ALMA O
ESPÍRITU SOBRE EL RECEPTOR (PERSONA)
"El día vendrá, yo espero, cuando los
casos como el mío serán estudiados en forma
sistemática. Hasta entonces, nos tenemos que conformar con
evidencias
anecdóticas.
Una enfermera de trasplante de Florida, nos contó
que una paciente de trasplante de corazón, que, antes de
su operación, sufría de un temor extremo al
agua, un temor
tan extenuante que incluso no tomaría una ducha. Pronto
después del trasplante, esta misma mujer sintió un
gran deseo de ir a nadar y a navegar. Un médico residente
de cirugía, que no estaba autorizado para abrir esta
información, informó a la familia
incrédula de la mujer que el
donante de ella había sido un ávido navegante que
murió en un accidente de paseo en bote.
Esta misma enfermera nos contó acerca de un
hombre de cincuenta y algo de años, que recibió un
corazón nuevo de un donante joven que fue muerto en un
accidente de motocicleta. El receptor, un cristiano que
volvió a nacer, despertó de la operación
maldiciendo e insultando, que era completamente fuera de su
personalidad. Debido a que el donante había muerto en el
mismo hospital donde el trasplante se realizó, la madre
del donante terminó encontrando al receptor. Ella
confirmó que el hombre
estaba hablando como su hijo, e incluso estaba usando algunos de
sus modismos". (Cap. 17 – Pág. 262)
"Un número de facultativos vinieron a nuestro
instituto y a través de los años he escuchado otras
historias como esta. Un cirujano cardíaco me contó
que él ha observado este fenómeno, que incluye
cambios en la personalidad y deseos por nuevas comidas y que esto
con frecuencia desvanece algunos meses después del
trasplante. No es algo que los cirujanos quieren publicidad, y lo
mantienen muy callado". (Cap. 18 – Pág.
276)
INFLUENCIA MENTAL Y FÍSICA DEL DONANTE DE
ÓRGANOS (TIM L. – MUERTO) COMO ALMA O
ESPÍRITU SOBRE EL RECEPTOR CLAIRE
SYLVIA
La influencia mental se verifica por
el
conocimiento de nuevos temas que ella manifiesta conocer y la
influencia física puede verificarse por haber
adoptado la forma de caminar del donante muerto.
"Mi personalidad estaba cambiando, teniendo un giro
masculino. Me sentía más segura, firme y
enérgica, y además sentía que conocía
temas que sólo los hombres conocían, un
conocimiento que extrañamente vino a mí de
algún lugar desconocido. Era una percepción
sutil, como si un conocimiento secreto que yo no
comprendía totalmente me hubiera sido confiado.
Incluso mi modo de caminar era varonil. "Mamá",
me dijo mi hija Amara, "¿Por qué estás
caminando así? Estás tambaleándote como si
fueras un futbolista".
Luego un amigo de baile también me llamó
la atención por el modo de caminar. "Claire,
te estás meneando". Me di cuenta que era el modo de
caminar de un joven viril,…
Esta nueva energía masculina no se limitaba a mi
paso de andar. O quizás mi nuevo modo de andar era una
metáfora por el modo en que ahora me movía por el
mundo, sin sentirme limitada. Sentí un nuevo poder que
estaba asociado con la vibración, la fuerza y la
masculinidad". (Cap. 9 – Pág. 132)
REUNIONES DE APOYO
GRUPAL – RELATOS DE TRASPLANTADOS
"Otro tema en nuestra conversación era que
todos nosotros después del trasplante teníamos la
sensación de que no estábamos solos. Y cada uno de
nosotros de alguna manera experimentábamos que el
corazón nuevo era ‘otro’ ser con quien alguna
forma de comunicación se daba lugar.
En un par de casos esta sensación de estar con
otra persona era tan fuerte, que los receptores estaban
obsesionados en conocer la identidad del donante.
Con otros integrantes, la percepción de otra
presencia dentro suyo era más difusa y lo expresaban
hablando directamente a sus corazones, incluso, en los momentos
de crisis, en voz
alta". (Cap. 11 – Pág. 166)
"Solo una integrante, una trabajadora social llamada
Mary sostenía que nunca había experimentado su
corazón como ‘otro’ (ser). Dentro de los
confines de nuestro círculo cerrado, Mary habló
conmovida, como, cuando al experimentar un episodio de rechazo
poco después del trasplante, tuvo una visión de dos
espíritus que estaban librando una batalla en su cuerpo.
‘Uno de ellos era yo’, dijo ella, ‘y el otro,
supongo, era el donante que no quería que yo tuviera su
corazón’. ‘Sé que mi corazón
nuevo es de una mujer y esta batalla entre nosotras era como una
pelea de gatos’". (Cap. 11 – Pág.
167)
‘A veces pienso en esta persona cuyo
corazón yo tengo’, él dijo, ‘pero tengo
que sacarlo de mi mente porque me asusta’…
‘No iré tan lejos como para aseverar que
dos personas existen en mí pero he cambiado. Podría
haber sido distinto si hubiera recibido un riñón,
pero el corazón tiene lazos espirituales,
psicológicos y emocionales. Creo que el espíritu
del donante está todavía por aquí, y en este
sentido todavía está vivo.’ (Cap. 11 –
Pág. 169)
"Alrededor de un año después del
trasplante, Mario vivió una experiencia que realmente lo
sacudió. Él y su esposa estaban visitando a
parientes en el área de Boston y en un domingo de Pascuas
ingresaron a una iglesia donde, ante su sorpresa, Mario se
sintió totalmente en casa. Incluso el cura le
parecía familiar y Mario instintivamente conocía el
camino. Él condujo a su esposa escalera arriba a un
banco de la
iglesia como si hubiera estado ahí varias
veces.
‘¿Hemos estado en esta iglesia?’ Le
preguntó a su esposa.
‘Nunca’, le respondió.
‘Bueno yo sí’, él le
dijo.
‘Nunca supe de qué parte de Boston era mi
amigo (el donante)’. Mario nos contó. ‘Pero
aquella mañana no tenía dudas que aquella era su
iglesia’.
Mario encontró esta vivencia tan inquietante que
regresó a la iglesia tres veces más hasta que se
sintió cómodo. `Creo que hay otro espíritu
en mí’, -él concluyó- 'y que
finalmente nos unimos y de alguna manera convinimos una vida para
ambos’.
Mario se sentía especialmente agradecido con
Rolbie por ayudarlo a manejar una imagen perturbadora que lo
atemorizaba. Desde el comienzo del trasplante, Mario a veces
veía la imagen de una cara suspendida justo debajo del
techo. Finalizadas unas de nuestras reuniones, Rolbie se
reunió en privado con Mario y le pidió que trajera
a la memoria la
cara. Cuando apareció, Rolbie le asistió a Mario
para que bajara la imagen cerca y más cerca del rostro de
él, hasta que las dos caras parecían confundirse.
Después de ello, la cara misteriosa no hizo más
apariciones y Mario sintió que había incorporado
totalmente el nuevo órgano a su cuerpo". (Cap. 11 –
Pág. 171)
"Deepak Chopra está entre aquellos que
parecen dar por sentado una comprensión en
crecimiento de la memoria celular.
En uno de sus libros
conocidos, él informa que algunos pacientes trasplantados,
después de recibir un riñón, un
hígado, o un corazón, comienzan a participar de la
memoria de sus donantes. 'Asociaciones que pertenecen a otra
persona empiezan a ser liberadas cuando los tejidos de
aquella persona son ubicadas dentro de un extraño'". (Cap.
18 – Pág. 269)
Según el doctor en filosofía, Gary E.
Schwartz, profesor de
psicología, neurología y
psiquiatría, y director del laboratorio de
sistemas de
energía humana de la Universidad de
Arizona y su colega la doctora Linda G. Russek:
"La memoria sistémica predice que todos los
pacientes trasplantados registran información y
energía guardadas en los tejidos del donante
–seguramente inconscientemente y a veces concientemente.
Desde nuestra perspectiva, el problema del rechazo de
órganos no implica solamente el rechazo del elemento de
la
célula, sino también de la energía de
información guardada dentro de las células y las
moléculas". (Cap. 18 – Pág. 277)
CONCLUSIÓN
El hombre es algo más que su cuerpo.
Definido correctamente, el hombre es un alma o
espíritu con un cuerpo físico; este
último es la envoltura del alma e instrumento de trabajo para
su progreso.
Cuando el cuerpo muere, el alma o espíritu siendo
inmortal, sobrevive a la muerte del cuerpo, conservando sus
facultades espirituales: Pensamiento,
Sentimiento y Voluntad.
Para este estudio particular debemos tener en cuenta lo
siguiente: EL HOMBRE ES UN SER ESENCIAL, ALMA O ESPÍRITU
CON UN CUERPO FÍSICO.
CUERPO
ALMA
+
+ CUERPO = HOMBRE (GÉNERO HUMANO)
FLUÍDICO
Nosotros (hombre), somos un alma, espíritu o ser
esencial, tenemos un cuerpo fluídico semimaterial
más el cuerpo físico. Durante la vida del cuerpo,
el cuerpo fluídico semimaterial está unido al
cuerpo físico material, molécula a molécula,
y hace de vehículo del pensamiento entre el alma y el
cuerpo, teniendo por hilos conductores los nervios (para enviar
los mensajes bioquímicos-neurotransmisores a las
diferentes partes del organismo que actúan bajo el impulso
de la voluntad).
Los seres (alma, espíritu o ser esencial) cuyos
cuerpos han muerto (donantes), en algunos casos pueden sentirse
atraídos por una misma forma de pensar, sentir y actuar
con el receptor del órgano trasplantado, al que se
asimilan, confundiéndose los dos pensamientos, las dos
voluntades y los dos cuerpos fluídicos (del receptor con
cuerpo y del donante sin cuerpo), de forma tal que el donante
(alma o espíritu) se vale del cuerpo del receptor
(hombre), manifestando sus ideas, gustos, inclinaciones, y
tendencias que tenía antes de su desencarnación
(muerte).
Para ver el gráfico Mientras las células de los Como quiera que sea, ya por el accidente que Con la ablación de los órganos, El hombre como alma, ser esencial, La explicación de cómo el donante Esta influencia puede ser física y En la influencia mental, el donante (alma Es de observar que el receptor tiene conciencia a veces, que lo que hace es Según lo manifestado por el Dr. Pearsall, Esto se debe a que el receptor (hombre) cede su Es de observar también que cuando el En muchos países, se ha establecido la La condición necesaria para que los En síntesis, esta muerte cerebral, La influencia de los espíritus sobre los Surge de la experiencia y es de conocimiento de La Academia Filosófica de La Plata, no La vida es valiosa, aunque sea precaria y debe Las investigaciones realizadas por los El hombre es algo más que su cuerpo, es En la Provincia de Buenos La muerte cerebral ha sido cuestionada "El grave problema que se presenta en el caso The Facts of Life de Brien Clowes. LA RESPONSABILIDAD DE LOS ACTOS Procurar la muerte de un ser humano en forma El Papa Juan Pablo II, el 25/12/00 y 30/01/01 Cuando se ha detenido el corazón (muerte Siendo el cuerpo la envoltura del alma e En estas consideraciones quedan comprendidas, El embrión implantado o no, es un ser El hombre lleva la ineludible responsabilidad de
|
TEXTO DE Dr. Paul Pearsall – ISBN |
Pasamos a exponer observaciones clínicas El Dr. Pearsall, que también Pearsall, escribió el libro "El Las "memorias celulares" más En sus investigaciones habló con Claire ALGUNAS CONSIDERACIONES DE SUS ESTUDIOS E El corazón que encontró a.- "En una conferencia a un grupo Expresándose de forma tan emocionada que – Tengo una paciente, una niña de ocho En cuanto la terapeuta regresó a su b.- "Dado que muchos de nosotros c.- "Durante mi reciente visita a la |
d.- "Esta
«glutinosidad» o naturaleza de
conexión permanente de la energía
«L» es una de las exposiciones más
destacadas hechas por los receptores de trasplantes. Un ejemplo
de ellas lo tenemos en lo que dijo un trasplantado de
veintiséis años: «Estaré unido a
mi donante para siempre. No pasa un día sin que me sienta
unido a él. Es como lo que sucede con aquellas personas a
las que he amado. No importa en dónde se encuentren,
porque tan pronto como pienso en ellas puedo sentir en mi
corazón cómo ellas están conmigo»".
(Pág. 102)
e.- "Si es posible que exista la energía
vital «L» y que el corazón sea su centro
primordial, entonces las células pueden memorizar la
infoenergía que circula por el corazón. La
evidencia de esta posibilidad existe en forma de acontecimientos
notables vividos por receptores de trasplantes cardiacos que
han recibido con ellos las memorias de sus donantes".
(Pág. 125)
f.- "La madre de un joven trasplantado dijo:
‘Ahora mi hijo utiliza siempre la palabra
"copacético"*.
Antes de tener su nuevo corazón jamás la
usó, pero fue la primera cosa que pudo decirme tras la
operación. No sé lo que significa. Dijo que todo
estaba copacético. No es una palabra que conozca en
español’. La esposa del donante
que estaba oyéndonos, abrió desmesuradamente los
ojos y, volviéndose hacia nosotros, dijo:
‘Esa palabra era la forma que teníamos mi marido
y yo de decir que todo estaba bien. Siempre que
discutíamos y hacíamos las paces, ambos
decíamos que todo estaba
copacético’.
El tema de aquella palabra mágica que
parecía revelar un código del corazón que se
hallaba dentro de él estimuló al joven, que
empezó a contar historia tras historia de
los cambios que había experimentado tras su trasplante.
Aunque su madre nos lo había descrito como un vegetariano
muy consciente de su salud, él dijo que ahora suspiraba
por la carne y por los alimentos grasos.
Aunque en tiempos había sido un amante de la música
"heavy metal", ahora le encantaba el rock de los
años cincuenta. Nos contó también
sueños repetitivos de luces brillantes que venían
directas hacia él. Al escucharlo la esposa del donante nos
dijo que, de hecho, su marido adoraba la carne, que era un adicto
a la comida rápida y que había tocado en una
orquesta de rock en Motown mientras estudiaba en la facultad de
medicina, y que ella por su parte también tenía los
mismos sueños sobre las luces de aquella terrible noche".
(Pág. 129)
g.- "Tanto las familias como los profesionales
médicos y los cuidadores temen las consecuencias de que se
pueda perder o alterar la personalidad del receptor ante el
impacto que constituye la implantación de un nuevo
«tejido anímico» procedente de un
completo extraño. La esposa de un trasplantado
perteneciente al Club Higea del Corazón, decía:
«Espero que no tenga el corazón de un ex
asesino». Aunque trataba de bromear, confesaba
posteriormente que estaba preocupada e incluso le aterraba la
idea de «cómo va a comportarse ahora conmigo
mi marido». Otra de mis pacientes que había recibido
el corazón de un hombre joven me expresaba el temor de que
su marido no quisiera hacer el amor con
ella, porque pudiera «considerarse homosexual».
Más tarde añadía: «Cuando ahora
bailamos, mi marido dice que yo siempre trato de llevarlo a
él. Debe ser mi nuevo corazón de macho que me
obliga a hacer esto». Preocupaciones parecidas a las
manifestadas por esta mujer hacen esencial que tanto las memorias
celulares como el código del corazón sean tratados de una
forma cuidadosa, respetuosa, entrañable e incluso sagrada,
reconociendo de este modo el hecho de que el nuevo corazón
se está uniendo a un sistema, y no solamente a un cuerpo".
(Pág. 142)
h.- "El doctor Benjamin Bunzel, del Departamento
de Cirugía del Hospital Universitario de Viena, ha
estudiado el impacto producido por el trasplante de
corazón en la personalidad de sus receptores. Confirmando
lo dicho anteriormente por médicos e investigadores,
escribe: «Los trasplantes de corazón no son
simplemente el reemplazo de un órgano que ya no funciona.
Con frecuencia se ve al corazón como el origen del
amor, de las
emociones y el
centro de la personalidad».11
Él ha investigado cuarenta y siete casos de personas
trasplantadas. Sus datos se acercan
a los hallazgos que yo realicé en un grupo reducido, pero
consistente y singular, de cardiosensibles.
El doctor Bunzel informa que el 15 por 100 de la muestra
afirmó que su personalidad había cambiado debido a
lo que significó una experiencia tan extrema como era un
trasplante de corazón, pero no achacaban ese cambio a su
donante. El 6 por 100, o sea, tres pacientes, dijeron que el
cambio en su personalidad se debía a sus nuevos corazones.
Añadieron que se vieron obligados a cambiar sus
reacciones y sentimientos anteriores para acomodarlos a los que
creían que eran las memorias celulares de sus
donantes. El 79 por 100 dijo que su personalidad no
había cambiado en absoluto tras la
operación.
Al igual de lo que yo había investigado, el
doctor Bunzel anota que estos pacientes que no experimentaron
cambios emplearon una serie de fuertes mecanismos defensivos y, a
menudo, mostraron una postura agresiva ante la pregunta de que
pudieran recibir algún tipo de energía de sus
donantes. Calificaron esas cuestiones de «completas
tonterías», y ridiculizaron la idea de que sus
donantes pudieran influir en su vida". (Pág.
142-143)
i.- "Nuestro sentido del olfato es el más
antiguo de todos, seguido por el sentido del gusto. Si nuestros
antepasados no hubieran podido oler un predador o conocer el
sabor de un posible veneno, no estaríamos aquí
ahora. Es posible que debido a lo antiguos, básicos y
fundamentales que son para la humanidad estos sentidos del olfato
y del gusto, las memorias a este nivel sean las que mejor aceptan
los trasplantados de corazón de sus donantes.
No he encontrado que mis pacientes trasplantados de
corazón experimentaran en realidad un cambio en su
«sentido» del olfato o del gusto. Lo que
sí manifiestan son cambios en el aroma
(interpretación del olor) y del sabor (significado que
otorgamos a nuestros sentidos del gusto). Las memorias son mucho
más que reacciones y estimulaciones de las células
cerebrales de nuestros cinco sentidos básicos. Son la
forma en que nuestro corazón siente, interpreta, comprende
y experimenta nuestro mundo. Todo cuanto hemos gustado, olido,
tocado, oído o
visto vuelve a circular dentro de nosotros como
infoenergía gracias al corazón, y las mismas
células cardiacas recogen memorias energéticas de
esos acontecimientos. Así pues, no resulta sorprendente
que, al menos a algún nivel, con el nuevo corazón
llegue también una nueva serie de memorias.
Veamos un ejemplo de «memoria celular del
gusto» de uno de los pacientes cardiosensibles.
«Es realmente extraño, pero cuando estoy
haciendo la limpieza en casa o me siento a leer, de repente me
viene a la boca un sabor inusual. Resulta difícil de
describir, pero es muy específico. Puedo saborear algo
y, de repente, empiezo a pensar en mi donante, sea quien
fuere, y en cómo viviría. Después de un
rato, ese sabor desaparece y también los pensamientos,
pero el sabor siempre es el primero en llegar»".
(Pág. 179-180-181)
j.- "Los pacientes trasplantados de
corazón del tipo cardio insensibles que se muestran
reticentes a considerar la posibilidad de memorias celulares, a
menudo hablan de memorias de sus donantes en forma de
vislumbres «icónicos», en asociaciones
involuntarias y espontáneas con ellos". (Pág.
184)
k.- "Los trasplantados de corazón menos
cardiosensibles suelen mencionar esos momentos cuánticos
de asociación con sus donantes en forma de lo que ellos
consideran imágenes inexplicables, ensoñaciones
durante la vigilia y pensamientos y fantasías novedosas
que con frecuencia les distraen durante unos momentos".
(Pág. 185)
l.- "Otra dificultad que surge con la memoria a
largo plazo es que en el mismo acto de intentar recordar un
suceso (atormentando al propio «cerebro») puede
deformar la percepción de su experiencia, tanto como
sucedió como si no sucedió realmente. Es posible
que, al pedirle a un paciente que sintonice con las memorias
celulares de su donante, cree una serie de memorias falsas.
Aunque no siempre es posible hacerlo así, en el caso de
mis pacientes trasplantados de corazón que recibieron las
memorias celulares de sus donantes, los detalles que manifestaron
pudieron ser confirmados por los propios familiares del
donante". (Pág. 186)
ll.- "Cuando hablé de las memorias
celulares de los donantes, que parecían estar mencionadas
en los informes de
antiguos receptores de trasplantes, y de que su temperamento y
personalidad parecían haberse alterado en
correlación general con los de sus donantes, mis escasos
informes iniciales fueron relegados al acostumbrado vertedero
científico de hechos inexplicables: la casualidad".
(Pág. 204)
m.- "Un niño de ocho años que
había recibido un corazón describió la
naturaleza de la cardiosensibilidad y la
cardiocontemplación como un «caer en»,
en lugar de un «alcanzar».
– Puedo sentir al otro niño dentro de
mí –dijo el niño en
cuestión–. No me pasaba eso al principio, pero
cuando mi inmunidad quedó restablecida y finalmente me
volvieron a dejar jugar con Pierre (el perro de raza poodle
francés, de la familia), comencé a llamarlo King.
No sé por qué. Puede que el nombre de mi donante
haya sido King. De cualquier forma, ahora puedo sentir al otro
niño dentro de mí. Es como cuando uno no sabe
que se ha golpeado la rodilla y más tarde, al sentarse a
ver televisión
o algo así, se descubre la herida y comienza a sentirla y
ya no se puede olvidar más de ella. Incluso cuando se va
curando o se cae la costra, la pierna recuerda siempre
dónde tenía la herida". (Pág.
239)
A fin de ilustrar la naturaleza de las conexiones
energéticas, experimentadas por los receptores de
trasplantes (según Pearsall), describe algunas de las 140
recogidas en cintas magnetofónicas.
1.- "Mujer de treinta y cinco años
trasplantada de corazón (la donante fue una joven
prostituta de veinticuatro años muerta en una reyerta a
puñaladas).
‘Yo nunca estuve interesada en el sexo. Ni
siquiera pensé mucho en eso. No me entienda mal, mi esposo
y yo tuvimos una vida sexual normal, pero eso no era importante
en nuestras vidas. Ahora agoto a mi marido. Deseo hacer el amor
todas las noches y, a veces, me masturbo dos o tres veces al
día. Antes odiaba los videos X, pero ahora los adoro. Me
siento como una mujerzuela y, en ocasiones, cuando estoy de buen
humor, realizo un striptease para mi marido. Jamás
había hecho algo parecido antes de mi operación.
Cuando le comenté todo esto a mi psiquiatra, me dijo que
era una reacción a la medicación y porque ahora
tengo un cuerpo más sano. Posteriormente he descubierto
que mi donante trabajaba en un topless y actuaba como
profesional a domicilio. Creo que he adoptado su
orientación sexual, y mi marido también lo piensa
así. Me dice que no soy la mujer con la que él se
casó, pero que no le importa estar casado conmigo de
nuevo’.
Marido de la receptora. ‘No es que lo
sienta, entiéndame, pero creo que lo que tengo ahora es
una gatita sexual. No es que lo hagamos más, pero ella
siempre está deseando que hablemos de sexo y quiere ver
una serie de videos de tipo erótico que antes jamás
veíamos ni hablábamos. Utiliza palabras que
jamás empleaba antes, pero eso también está
haciendo que yo cambie, así que no me quejo. Nuestra peor
discusión se produjo unos meses después de su
operación y bastante antes de que ella se enterase de
quién era su donante. Yo estaba bromeando, y en un momento
apasionado le dije que tenía el corazón de una
puta. Estuvimos sin hablarnos durante semanas’".
(Pág. 147-148)
2.- "Mujer de cuarenta y siete años,
trasplantada de corazón (el donante fue un chico gay de
veintitrés años que fue tiroteado durante un atraco
y murió posteriormente de las heridas recibidas en la
parte inferior de la espalda).
‘Durante tres años no le he hablado a nadie
de esto. Todavía me fastidiaba hacerlo. Me
entrevisté con la familia del donante y me dijeron que su
hijo era un artista muy brillante y que era gay. Ahora me
pregunto, cuando veo a mi marido, si lo miro como una mujer
acostumbraría a hacerlo o si lo estoy mirando como lo
miraría un joven gay. Me alegro de poder estar hablando de
esto con usted. Y todavía quiero decirle una cosa
más. Su madre me dijo que le habían disparado en la
espalda. Después de mi operación, he tenido dolores
en la parte baja de la espalda, pero supuse que era debido a la
operación pasada’.
Marido de la receptora. ‘Me
sorprendió mucho cuando una de las primeras cosas que me
preguntó, cuando empezamos a hacer el amor después
de la operación, fue si yo había tenido alguna vez
pensamientos homosexuales. Ha cambiado totalmente su forma de
vestirse. Ahora lleva ropa muy femenina y ajustada, cuando antes
se vestía con ropa unisexo. A veces, por la noche se
despierta repentinamente sollozando. Me preocupaba que pudiera
tener un ataque cardiaco, pero ella se señala la espalda y
dice que es como si le hubieran disparado en la mitad de la
espalda’". (Pág. 148-149)
3.- "Varón de cuarenta y un años
trasplantado de corazón (recibió el corazón
de una chica de diecinueve años, muerta al ser arrollado
su coche por un tren).
‘La sentí cuando me desperté.
¿Sabe usted lo diferente que se siente todo tras una
tormenta o un aguacero torrencial? ¿Sabe cómo es
ese sentimiento que se percibe en la atmósfera? Pues eso
fue lo que yo sentí. Era como si en mi interior se hubiera
producido una tormenta o como si me hubiera golpeado un rayo. Hay
una nueva energía en mí. Me siento como si tuviera
diecinueve años de nuevo. Estoy convencido de que tengo el
corazón de un joven, porque algunas veces puedo sentir una
fuerza interior que nunca tuve antes. Creo que tal vez se trate
de un antiguo conductor de camiones, o algo parecido, que
posiblemente murió atropellado por un camión de
cemento o algo
así. Noto dentro de mí esa gran fuerza y esa
sensación de velocidad’.
Esposa del receptor: ‘Se ha convertido en
un niño. Antes tenía que luchar para poder respirar
y carecía de la menor resistencia. Pero
ahora parece un muchacho. El trasplante lo transformó por
completo. Habla todo el tiempo del poder y de la energía.
Dice que tiene sueños en los que se ve conduciendo un gran
camión o una gran máquina de vapor. Seguramente su
donante era conductor de un gran camión que chocó
con otro más grande’". (Pág. 146)
4.- "Mujer de treinta y dos años
trasplantada de corazón y pulmón (recibió el
corazón y los pulmones de una chica de veinte años,
asesinada mientras iba por la calle a mostrarle a su novio una
fotografía
de su futuro traje de novia).
‘Al principio ni siquiera quería pensar en
ello. No quería pensar que otra persona había
tenido mi corazón antes que yo. Sabía que era
así, naturalmente, pero prefería pensar que a mi
nuevo corazón lo habían fabricado en alguna parte y
me lo habían entregado. Me volvía loca cuando la
gente me preguntaba qué sentía llevando en el pecho
el corazón de otra persona. Había oído a
otros trasplantados que era una estupidez hablar de esas cosas,
pero no podía evitarlo. Casi todas las noches tenía
este sueño sobre ella. Sé que ella era joven,
bonita y feliz. De alguna manera siempre he sido un tipo de
persona así, pero, de todos modos, nunca había
experimentado antes esta nueva felicidad. Es extraño,
porque algunas veces sigo sintiendo miedo de que pueda morir, de
que el nuevo corazón me falle. En cierto modo ahora tengo
más razones para sentir miedo que antes cuando estaba
enferma, porque se me ha concedido este gran don de alguien que
ha perdido su vida. A ella le debo el seguir viviendo. Siento
como si, allá en lo más profundo de mí, se
mantuviese viva una pequeña alegría. La
medicación me hace sentir a veces depresiva y de mal
humor, pero en mi interior, sigo sintiendo esa felicidad
extraña, esa excitación y alegría que no
logro explicar con palabras. Quisiera ir por ahí
diciéndoselo a todo el mundo, pero me temo que
pensarían que estoy completamente
chiflada’.
Hermana de la receptora: ‘Lo único
que hemos apreciado todos en ella es que ahora sonríe
mucho más. Siempre fue una persona ceñuda, pero
ahora ríe y se sonríe incluso cuando menos lo
esperamos. Tal vez sea porque tiene un nuevo hálito de
vida, pero no podemos saberlo. Es feliz y parece tener un
corazón muy cálido’". (Pág.
146-147)
5.- "Varón de cuarenta y dos
años trasplantado de corazón (su donante fue un
muchacho de diecisiete años atropellado por un conductor
que dio a la fuga).
‘Hace dos años que he tenido el trasplante.
Todavía me siento triste por mi viejo corazón.
Algunas veces, cuando menos lo espero, me acuerdo de él.
Me sirvió bien y murió aunque yo he podido seguir
viviendo. En ocasiones desearía volverlo a ver aunque
sólo fuera por una vez; me pregunto qué
habrá sido de él, pero detesto pensar mucho tiempo
en eso. Es algo muy duro. Nunca llegaré a entenderlo.
Antes de tener mi nuevo corazón adoraba la música
clásica. Ahora, me pongo los cascos, subo el volumen del
estéreo y escucho música de rock. Mi hija dice que
desde que tengo mi nuevo corazón he regresado a la
adolescencia y
que actúo como un chico de dieciséis
años’.
Hija del receptor: ‘A veces resulta
verdaderamente embarazoso, cuando mis amigos me preguntan si mi
padre ha vuelto a la segunda infancia. Se
ha aficionado a escuchar música muy alta, y mi madre dice
que él ha dado salida al niño que había en
su interior’". (Pág. 148)
EL ÁNGEL EN NUESTRO
PECHO
"Charles Siebert es un escritor médico que ha
publicado, de forma sensible, precisa y científica, muchos
artículos sobre distintos temas de salud. Cuando estaba
preparando una historia sobre la experiencia vivida por una mujer
trasplantada de corazón, que iba a publicar en el New
York Times Magazine, tuvo la oportunidad de asistir a la
fiesta del Día de San Valentín que daban más
de un centenar de enfermos trasplantados de corazón.
Prácticamente todos los receptores hablaron de "recuerdos
espirituales", o de haber sentido la energía de sus
donantes. Siebert escribe: "Todas las personas con las que me
entrevisté en la fiesta hablaban con el mismo tono
reverente sobre el ángel que albergaban en el pecho,
sobre ese regalo y esa responsabilidad que ahora tenían, y
de las oraciones que le dirigían a esa otra persona que
tenían en su interior".
A diferencia de los receptores de otro tipo de
órganos, todos los trasplantados de corazón a los
que entrevisté, ya fueran cardiosensibles o no y sin que
importara el número de años pasados desde su
operación, seguían hablando de alguna manera con
sus nuevos corazones y manifestaban un cierto tipo de
vinculación con sus donantes. Una de las pacientes
mencionadas por Siebert, una enferma de cincuenta y tres
años, decía de su donante, un año
después del trasplante: «Estuve hablando con
ella la noche después de mi operación. Le dije:
"Espero que no seas sonámbula"». El recuerdo de sus
donantes se encuentra presente en todos los que reciben el
más preciado de los regalos, y de su ejemplo y experiencia
todos podemos aprender a recuperar nuestras propias formas de
memoria celular de los muchos donantes energéticos que han
tenido lugar en nuestras vidas". (Pág. 187-188)
C. Siebert, "Carol Palumbo Waits for Her Heart", New
York Times Magazine, 13 de abril de 1997, p. 41.
OTRAS
POSIBLES FUENTES DE
NUESTRAS MEMORIAS CELULARES
(Según Pearsall)
"Teoría del espíritu impreparado.
He entrevistado a cuatro «sanadores» que se
calificaban a sí mismos de «médiums
espirituales» o «canalizadores». Dicen
ellos que la conexión energética que yo menciono
existente entre el corazón del receptor y su donante se
debe a la presencia del espíritu del donante que
todavía no se ha ido a «otro plano» o
«infinitud». Aseguran que es posible que,
teniendo en cuenta que los corazones donados proceden de cuerpos
jóvenes que han sufrido un terrible e inesperado fin de
sus vidas físicas, sus espíritus todavía no
se encuentran preparados para «moverse» y, por
tanto, continúan expresándose a través del
corazón de sus receptores". (Pág. 190)
"Teoría
del corazón sorprendido. Como una prolongación
de la teoría del «espíritu
impreparado», otros dos «médiums
espirituales» a los que entrevisté me expusieron una
nueva explicación de la memoria celular. Decían
que, debido a lo imprevisto de la muerte de la mayoría de
los donantes, el espíritu de éstos no se
había percatado de que su cuerpo ya se encontraba sin
vida. El corazón trasplantado seguía actuando como
si se hallase en su cuerpo anterior, sin darse cuenta de que ya
no existía ese cuerpo". (Pág. 190)
"Teoría. Durante una reunión de
«sanadores psíquicos», hablé con
tres de los presentes que me dijeron que mis ideas sobre la
cardioenergética estaban equivocadas. Ellos creían
que lo que yo había oído de mis pacientes
cardiotrasplantados era una simple evidencia de que se
había establecido alguna forma de conexión entre
las almas de los vivos y de los muertos y que el receptor
era el vehículo del alma viajera del donante que
reaparecía en el receptor". (Pág. 191)
"Teoría psicométrica. Durante mis
reuniones con sanadores psíquicos se me dijo que los
objetos físicos pueden absorber la energía de las
personas que han estado cerca de ellos. Algunos
«psíquicos» indicaron que el
corazón del donante es un «objeto» que
está imbuido de la energía psíquica del
donante, mucho más de lo que lo puede estar una sortija o
cualquier otro objeto que pudiera llevar la energía de su
propietario. El biólogo Lyall Watson indica que estos
elementos físicos con los que estamos en contacto
íntimo pueden haber recibido nuestras impresiones
emocionales y guardar nuestros pensamientos y sentimientos. Si
las plantas y los
objetos inanimados pueden conservar nuestros pensamientos y
sentimientos, es posible también que los órganos de
nuestro cuerpo, que están mucho más
íntimamente unidos a nosotros, puedan contener nuestras
impresiones emocionales.
Las explicaciones anteriores de la recuperación
de la infoenergía almacenada en las memorias celulares por
el corazón trasplantado del receptor (y por otros
órganos en menor grado) no excluyen la hipótesis ofrecida por los doctores Linda
Russek y Gary Schwartz sobre la Memoria Sistémica que,
según indiqué, explica mucho mejor la naturaleza de
las memorias celulares y la existencia de un código del
corazón que ayuda a construirlas. Yo creo que cada una de
las explicaciones antes mencionadas tienen su propio
mérito y validez y que, como aquel ciego que tocaba un
elefante, los que proponen cada una de ellas están en
contacto con diversos aspectos del mismo fenómeno de
energía sutil". (Pág. 191-192-193)
Además menciona Pearsall: La teoría del
"pequeño cerebro del corazón".- La teoría de
los Neuropéptidos.- La teoría del campo
magnético.- Teoría electrofisiológica.-
Teoría de la bellota.- Teoría de la
"Manifestación de la conciencia no local".- Teoría
del "Recuerdo del umbral rebasado".- Teoría de la
resonancia mórfica.- Teoría del Hospital
Grapevine.
CONCLUSIÓN
ANÁLISIS DESDE LA
FILOSOFÍA
A nuestro criterio, no son los órganos
trasplantados los que tienen memoria celular, como se sostiene,
que luego manifiesta el receptor en forma de ideas, gustos,
tendencias o inclinaciones del donante.
Para este estudio particular debemos tener en cuenta lo
siguiente: EL HOMBRE ES UN SER ESENCIAL, ALMA O ESPÍRITU
CON UN CUERPO FÍSICO.
CUERPO
ALMA
+
+ CUERPO = HOMBRE (GÉNERO HUMANO)
FLUÍDICO
Nosotros (hombre), somos un alma, espíritu o ser
esencial, tenemos un cuerpo fluídico semimaterial
más el cuerpo físico. Durante la vida del cuerpo,
el cuerpo fluídico semimaterial está unido al
cuerpo físico material, molécula a molécula,
y hace de vehículo del pensamiento entre el alma y el
cuerpo, teniendo por hilos conductores los nervios (para enviar
los mensajes bioquímicos-neurotransmisores a las
diferentes partes del organismo que actúan bajo el impulso
de la voluntad).Los seres (alma, espíritu o ser esencial)
cuyos cuerpos han muerto (donantes), en algunos casos pueden
sentirse atraídos por una misma forma de pensar, sentir y
actuar con el receptor del órgano trasplantado, al que se
asimilan, confundiéndose los dos pensamientos, las dos
voluntades y los dos cuerpos fluídicos (del receptor con
cuerpo y del donante sin cuerpo), de forma tal que el donante
(alma o espíritu) se vale del cuerpo del receptor
(hombre), manifestando sus ideas, gustos, inclinaciones, y
tendencias que tenía antes de su desencarnación
(muerte).
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opción "Descargar" del menú superior
Mientras las células de los órganos a
transplantar estén vivas existe la unión de alma y
cuerpo que está establecida por el cuerpo fluídico.
Por lo tanto el ser (donante), como alma o espíritu,
debe sufrir intensamente cuando le ablacionan sus órganos,
ya que está unido a su cuerpo físico (cuyas
células están vivas), molécula a
molécula y es probable que siga al o a los órganos
que están impregnados de su fluido vital (cuerpo
fluídico) en el cuerpo del receptor, hasta que el
órgano trasplantado sea impregnado por el fluido vital del
receptor, lo que no significa que el donante como alma o
espíritu se retire, sino que se asimila con el receptor
para actuar conjuntamente con él.
Con la ablación de los órganos, cuando
la persona (donante) se encuentra con muerte cerebral, se altera
el NATURAL desprendimiento del alma o espíritu del
cuerpo físico del donante, que se produce a raíz de
la muerte de todas las células.
Como quiera que sea, ya por el accidente que le
causó la muerte cerebral o por ablación de sus
órganos, su muerte es violenta, lo que lleva a ese ser
espiritual que dejó su cuerpo, a permanecer mucho tiempo
en estado de turbación, tal vez años, en los que
quizás no se dé cuenta de su estado, creyendo
seguir viviendo con los mismos pensamientos, las mismas
preocupaciones, los mismos sufrimientos pero sin el cuerpo de la
tierra,
figurándose las normales ocupaciones, y al unirse a las
personas (receptores) puede causar influencia física y
mental como las mencionadas en los casos: de a a
m y de 1 a 5, del resumen que realizamos
sobre el libro "El código del corazón" del Dr. Paul
Pearsall.
El hombre como alma, ser esencial, espíritu con
cuerpo (en este caso particular receptor de órganos),
transmite a su cuerpo físico la impresión de sus
pensamientos; demostrado esto en el estudio que la medicina
ha hecho sobre el Estrés.
La explicación de cómo el donante influye
sobre el receptor (por haberse unido a éste) se
verifica en cuanto a cambio de ideas, gustos, inclinaciones que
este último (receptor) adquiere del donante.
Esta influencia puede ser física y mental.
Obsérvese el cambio de ideas, gustos y tendencias del
receptor en la parte mental (caso 1) e influencia física
(caso 2) porque pueden transmitirnos hasta las mismas dolencias
que tenían antes de su muerte (desencarnación), o
que tal vez fueron la causa de la misma.
De todas maneras para que se produzca la
manifestación de la influencia física (caso 2),
debe haber primero influencia mental, porque esta dolencia que
transmite al receptor debe estar en el pensamiento del donante
cuyo cuerpo ha muerto, pero que como alma o espíritu sigue
viviendo.
En el caso (1) que mencionamos como influencia mental,
el donante (alma o espíritu que murió su
cuerpo) influye sobre el receptor haciéndolo pensar
y obrar por él, le obliga a cometer actos extravagantes, a
pesar suyo se convierte en un ciego instrumento de sus gustos e
inclinaciones sexuales.
Es de observar que el receptor tiene conciencia que lo
que hace es ridículo, pero está forzado a hacerlo
como si un ser más poderoso lo obligara a obrar contra su
voluntad.
Según lo manifestado por el Dr. Pearsall, muchos
de los receptores de trasplantes de órganos que al
principio se conectaban con distintos aspectos de la personalidad
de su donante, posteriormente parecían ir perdiendo o
negando ese sentido de conexión, para volverlo a recuperar
más tarde si dejaban de rechazar tal conexión, o de
hacerla demasiado intensa.
Esto se debe a que el receptor cede su voluntad al
donante (alma o espíritu libre) y éste se
manifiesta a través del cuerpo del receptor. Esta
influencia nunca se ejerce sin participación de quien lo
sufre, ya por debilidad o deseo.
Es de observar también que cuando el receptor
rechaza firmemente recibir algún tipo de energía de
su donante, es decir no cede su voluntad, esta influencia no se
manifiesta, lo que no significa que no se produzca de
algún modo.
En muchos países, se ha establecido la muerte
encefálica o cerebral, como muerte de la persona, lo que
significa que el paciente (donante) que se encuentra en ese
estado está LEGALMENTE MUERTO, PERO NO
REALMENTE MUERTO.
La condición necesaria para que los
órganos principales: corazón, pulmón,
riñones, etc., a ser transplantados sean de utilidad,
requiere que el donante se encuentre con muerte cerebral, lo que
significa la muerte de las células cerebrales por lo cual
el donante no se puede manifestar, pero el resto del organismo
continúa con vida, aún sostenida por medios
mecánicos (situaciones que en algunos casos ha perdurado
varios meses). El cadáver con muerte cerebral se puede
enfermar, tener hijos. En Inglaterra y otros países, es
anestesiado para que no sienta dolor cuando le extraen los
órganos y al final muere de paro cardiorespiratorio o por
ablación de sus órganos.
En síntesis, esta muerte cerebral,
inventada, que justifican por razones utilitarias,
permite extraer los órganos a las personas que tienen
vida.
La influencia de los espíritus sobre los hombres,
no es invento, ni concepción del autor de este trabajo.
Estos hechos se encuentran en el Antiguo y Nuevo Testamento. Ver
ejemplo: San Mateo 17, 14 a 18 (Influencia del demonio
– del griego DAIMON que significa: espíritu,
ser extra corpóreo).
Surge de la experiencia y es de conocimiento de los
profesionales vinculados a los trasplantes en E.E.U.U., que los
receptores y futuros receptores de órganos muestren
cierto miedo ante el hecho que se vieran obligados a asumir las
características de los donantes muertos, como por
ejemplo los comportamientos que adoptara el cuerpo, por las
preferencias y orientaciones sexuales, incluso si se volviera
promiscuo y perdiera por completo su orientación
sexual.
Además es que, procediendo la mayoría de
órganos (corazones) de personas que encontraron una muerte
repentina, incluso violenta, tengan que albergar
espíritus de esos sujetos, que no estaban preparados
para abandonar tan repentinamente el cuerpo. Otra
preocupación lo constituye la adquisición de nuevos
sentimientos religiosos y creencias, que sean tal vez totalmente
opuestas a las convicciones que ellos mantuvieron durante toda la
vida. (Pág. 140-141- "El código del
corazón")
La Academia Filosófica de La Plata, no
está en contra de los trasplantes de órganos, ni de
las personas que lo necesitan para prolongar o mejorar su calidad
de vida, pero se pregunta: ¿cuál es el criterio
moral que se sigue para determinar que una vida vale más
que otra, tanto la del donante agónico, como la del
receptor tal vez también agónico?
La vida es valiosa, aunque sea precaria y debe ser
respetada hasta la muerte natural, que significa la
cesación definitiva de las funciones vitales
orgánicas.
Las investigaciones realizadas por los profesionales
vinculados a los trasplantes, demuestran que para la obra de bien
que se quiere realizar, se puede también causar mucho
daño. Recordamos lo que sostenía el filósofo
griego Sócrates (400 a.C.) es PORQUE SE TOMA EL CUERPO
SIN EL ALMA.
El hombre es algo más que su cuerpo, es un alma
con cuerpo y en este caso particular de los trasplantados se
producen hechos que escapan a la ciencia del plano físico.
Estos pertenecen al plano espiritual que la realidad demuestra y
se verifican a través de las observaciones realizadas por
los profesionales médicos.
La muerte cerebral ha sido cuestionada
internacionalmente, entre los cuales podemos citar:
"El grave problema que se presenta en el caso de la
donación de órganos está relacionado con la
condición del donante que, con el fin de obtener los
órganos en condiciones de utilidad para el implante,
requiere que el paciente esté vivo, por lo que se ha
instaurado la condición de "muerte cerebral", declarando
un status de muerto al que realmente no lo está y que,
finalmente, alcanza la muerte a causa de la extracción de
los órganos que le son vitales para sostenerla. Esto
constituye nada menos que un asesinato".
The Facts of Life de Brien Clowes. Publicado por
Human Life International. EE.UU.
LA
RESPONSABILIDAD DE LOS ACTOS
Procurar la muerte de un ser humano en forma anticipada
en cualquier fase de su existencia, desde la concepción
hasta la muerte natural, constituye un homicidio.
El Papa Juan Pablo II, el 25/12/00 y 30/01/01
instó a defender la vida en cualquier fase de su
existencia: Desde la concepción hasta la muerte
natural.
Cuando se ha detenido el corazón (muerte natural)
ningún órgano principal sirve para
trasplantes.
Siendo el cuerpo la envoltura del alma e instrumento
temporal de progreso, defender el derecho a la vida del hombre
(alma con cuerpo físico) es un deber ineludible que nos
compete a todos los seres humanos.
En estas consideraciones quedan comprendidas, entre
otras: la ablación de órganos para trasplantes con
muerte cerebral, la práctica de eutanasia, el aborto
(químico, mecánico, quirúrgico), la
manipulación genética, sea clonación de
embriones con fines terapéuticos o reproductivos, de cuya
selección se determina quien debe vivir o morir,
etc.
El embrión implantado o no, es un ser humano
(alma con cuerpo físico), cuya vida debe ser
respetada.
El hombre lleva la ineludible responsabilidad de sus
actos y pensamientos, por los que deberá dar rigurosa
cuenta y compensar su erróneo proceder, sea en la presente
existencia, en el mundo esencial o espiritual cuando deje su
cuerpo físico, o bien en una nueva existencia
corporal.
ACADEMIA FILOSÓFICA DE LA PLATA
*
Copacético significa que una cosa está bien,
que es perfecta y correcta, en lenguaje
coloquial inglés.
11
B. Bunzel, "Does Changing the Heart Mean Changing the
Personality?", pp. 251-256.
BIOENERGÉTICA: Rama de la biología que trata
con la energía generada dentro y desde sistemas
vivientes.
CARDIOCONTEMPLACIÓN: Técnica para
atraer la atención del cerebro hacia su corazón.
Involucra el permanecer inmóviles, quietos y permitir (no
tratar de hacer) que ocurra la respuesta de resonancia. Es una
derivación de la «Técnica del Cuadro
Congelado» desarrollada por investigadores del Instituto de
HeartMath, en California, mediante la que se
«congelan» las situaciones o las escenas de
estrés para poderlas considerar desde una perspectiva
más calmada y centrada en el corazón. La
cardiocontemplación, no obstante, es menos una
«consideración» que una total conciencia
de las experiencias en el centro del cuerpo.
CARDIOENERGÉTICA: Campo que combina los
hallazgos de la cardiología, la psicología
cardiaca, la cardiología energética, la
neurocardiología, la psiconeuroinmunología y los
principios
básicos de la física cuántica, con la idea
de que la energía y la información son
intercambiables y de que esta infoenergía es transportada
y comunicada primariamente por el corazón.
CARDIOSENSIBLE: Una sensibilidad al código
del corazón; es decir, a la energía sutil
«L». Sobre la base de las entrevistas
llevadas a cabo en 73 receptores de trasplantes de corazón
y 67 receptores de otros tejidos, y en entrevistas realizadas a
pacientes de trasplantes por otros investigadores, parecen
existir 17 características en las personas
cardiosensibles, es decir, en los que son capaces de recuperar
alguna forma de memoria celular de su donante. Estas personas
pueden servir como modelos para
cualquier persona que desee aprender a leer mejor el
código del corazón.
CLUB HIGEA DEL CORAZÓN: Denominado
así en honor de la diosa griega del amor vital y de la
fuerza sanadora, contrapunto de su padre Esculapio, el dios
griego más falto de corazón, que trató de
curar el cuerpo humano
encadenándolo a su mera función
mecánica.
CÓDIGO DEL CORAZÓN: Son las
señales
infoenergéticas sutiles (energía
«L») que contienen memorias codificadas de las
células y el corazón de cada persona, y de las
células y corazones de todas las personas.
ENERGÍA "L": La infoenergía del
código del corazón, es la «quinta
fuerza» y, aunque las trasciende por su naturaleza no
localizada, está relacionada con las cuatro fuerzas
energéticas conocidas de gravedad, electromagnetismo, energía
nuclear fuerte y energía nuclear débil. Como
todas las cosas en el cosmos, posee un lado
«claro» (positivo) y un lado
«oscuro» (negativo). La
«estabilidad» cardioenergética es una
«inestabilidad» creativa que equilibra ambos
lados de la energía «L».
FENÓMENO DE ESPRINT PSÍQUICO: Como
se muestra en el programa PEAR, la conexión de
energía «L» (la conexión con el
código del corazón) parece ser repentina, y luego
disminuir para volver a reasumir su profunda, aunque muy sutil,
influencia inicial. La curva en forma de U de esa experiencia es
similar a la conexión cardiosensible entre receptores de
trasplante cardiaco y sus donantes. El que se reanude la
conexión de energía «L» parece
depender de la capacidad de estar «amando»,
serenamente egoístas y conectados lo suficiente como para
permitir al corazón entrar en resonancia
infoenergética con los ritmos naturales del mundo
exterior.
FENÓMENO DEL RECHAZO: Cuando se trasplanta
tejido de un cuerpo a otro, el sistema inmunológico del
receptor, de manera xenófoba, identifica como
«extraño» al nuevo tejido y lo ataca. El
rechazo es una amenaza al éxito de los trasplantes, y los
investigadores buscan actualmente formas mejores de reducir el
rechazo biológico y también el modo en que dos
sistemas sean más
«infoenergéticamente» amistosos entre
ellos.
MEMORIA CELULAR: Es la teoría por la que
se plantea que cada uno de los 75 billones de células del
cuerpo posee varios niveles de información almacenada,
depositada allí mediante la conducción cardiaca de
la energía «L», y que puede ser obtenida
enfocándose menos sobre el cerebro y más sobre el
corazón. La importancia de la memoria celular queda
ilustrada al observar los recuerdos que se presentan en
receptores de trasplantes cardiacos, en cuanto a varias formas de
memorias de los donantes. Puesto que la información es una
forma de energía y como, al igual que la materia, la
energía no puede ser destruida, las memorias celulares son
infinitas.
NEUROCARDIOLOGÍA: El campo que estudia el
corazón como órgano neurohormonal.
NEUROPÉPTIDOS: Neurotransmisores
compuestos de aminoácidos (bloques fundamentales en la
composición de las proteínas
que son cruciales para todos los procesos
vitales) que están activos no
sólo en el cerebro sino, como llaves microscópicas
que encajan en los pequeños ojos de llave de las
células del cuerpo, que actúan como
«fragmentos de cerebro» que se extienden por
todo el cuerpo y sirven para activar una memoria
celular.
NEUROTRANSMISOR: Sustancia química emitida por
las fibras nerviosas, capaz de transportar mensajes que hacen que
los sistemas corporales, en una fracción de segundo,
recuerden cómo comportarse.
PEAR: (Princeton Engineering Anomalies Research).
El programa de investigación de las anomalías de
ingeniería, de la Universidad de Princeton en Nueva
Jersey. Durante veinte años, este centro eminentemente
científico ha identificado conexiones de energía
sutil (energía «L») entre personas y
máquinas y entre personas y lugares
remotos. Estas conexiones parecen ser más profundas cuando
los «perceptores» (participantes capaces de
lograr estas conexiones de energía «L»)
muestran muchas características análogas a los
trasplantados de corazón que son
«cardiosensibles».
PSICOLOGÍA CARDIACA: El campo de la
psicología de la salud que identifica los factores
psicosociales de riesgo para el
desarrollo de enfermedades
cardiovasculares, y que propone cambios en el estilo de vida
para ayudar a prevenir y curar las dolencias
cardiacas.
PSICONEUROINMUNOLOGÍA: El campo que
estudia la interacción entre la mente, el cuerpo y los
sistemas sociales y el modo en que esta interacción
influye en la salud y en la curación.
XENOFOBIA: El temor evolutivo del cerebro e
incluso el odio a los extraños y a cualquier
«cosa», que se percibe como diferente al yo. Un
factor muy importante en el rechazo de trasplantes de
órganos.
"El código del corazón"
– Dr. Paul Pearsall – ISBN 84-414-0467-4.
ACADEMIA FILOSOFICA DE LA PLATA
Calle 6 N° 1684 – La Plata – Bs. As.
– Argentina