- Ciencia y
ética - Bioética y humanidades
médicas - Ética y
moral - Semejanzas y Diferencias entre
Ética y Moral - Relación con otras
disciplinas - Historia de la
ética - Ética médica
clásica y bioética
En 1971, el oncólogo y humanista norteamericano
Van Rensselaer Potter escribió el primer libro de la
historia que llevaba por título el término bioética
con el propósito de "contribuir al futuro de la especie
humana promocionando la formación de una nueva disciplina:
la BIOÉTICA". Potter justificaba su esfuerzo en el
prefacio de la obra diciendo:
"Hay dos culturas –ciencias y
humanidades- que parecen incapaces de hablarse una a la otra y
si ésta es parte de la razón de que el futuro de
la humanidad sea incierto, entonces posiblemente
podríamos construir un "puente hacia el futuro" (que es
el subtítulo de la obra) construyendo la disciplina de
la Bioética como un puente entre las dos culturas.
Los valores
éticos no pueden ser separados de los hechos
biológicos. La humanidad necesita urgentemente de una
nueva sabiduría que le proporcione el "conocimiento
de cómo usar el
conocimiento" para la supervivencia del hombre y la
mejora de la calidad de
vida."
Para esta nueva ciencia,
construida sobre la propia Biología e incluyendo
además la mayoría de los elementos esenciales de
las ciencias
sociales y humanísticas, propuso Potter el nombre de
BIOÉTICA.
El pedido de "bioética" estaba en el aire.
Bastó inventar el término, para que se adoptara con
entusiasmo. La unión entre el "bios" -la vida- y
la ética
es más que una ocurrencia lingüística. Con esto Él
quería dar forma a un proyecto. La
bioética se propuso como el nombre de una nueva disciplina
que combinara la ciencia y
la filosofía. No como una síntesis
entre dos conocimientos extraños. Potter quería
oponerse a la perspectiva que considera la ética como
proveniente de fuera de la ciencia, de la reflexión
filosófica o teológica. La ética que
él considera como "puente hacia el futuro" es un saber que
se desarrolla desde las ciencias biológicas.
La Bioética intenta relacionar nuestra naturaleza
biológica y el conocimiento realista del mundo
biológico con la formulación de políticas
encaminadas a promover el bien social. Por ello, en su más
amplio sentido, la Bioética puede referirse directamente
al hombre mismo -ya sea a nivel individual, de población o de especie- o indirectamente
cuando el problema bioético afecta a su entorno
ecológico, tanto si se refiere a los seres vivos (plantas o
animales) como
a la naturaleza inanimada. La Bioética consiste, por
tanto, en el diálogo
interdisciplinario entre vida y ética.
En los 33 años transcurridos, la Bioética ha
crecido de forma espectacular, habiendo llegado a decirse que "la
Bioética será la Ética del siglo
XXI".
En su propuesta de la bioética como nueva
disciplina que combina el conocimiento biológico con los
valores
humanos, ni la filosofía está subordinada a la
ciencia, ni la ciencia a la filosofía. La tarea confiada a
la bioética es la de conducir a científicos y no
científicos a reexaminar su visión del mundo. El
interés
supremo por la supervivencia tiene que llevar a la
convicción que es necesario saber más sobre la
naturaleza del conocimiento y sobre la importancia de ver la
realidad con los ojos del otro.
En nuestro tiempo se ha
perdido la conciencia del
saber en contraste con el utilitarismo que se va imponiendo
gradualmente en la ciencia. Sabiduría viene de "sapere",
gustar. La verdadera sabiduría es la que es capaz de
gustar y sentir interiormente. Sin embargo, los
científicos son hoy día profesionales de la
investigación, y profesional es todo aquel
que practica una actividad que le legitima como miembro de la
comunidad
humana y que constituye su realización personal y su
medio de vida.
Hoy no es posible la realización de una ciencia
pura, sino que el investigador, el hombre de
ciencia, se ve inmerso en el circuito
ciencia——–técnica——-sociedad. La
tarea, pues, fundamental del investigador es humanizar la
ciencia. La construcción de la ciencia no puede ser
ajena al mundo de los valores
humanos. La tecno-ciencia y la Ética deben de encontrarse
a manera de dos razones complementarias. Hoy día estamos
asistiendo al debate
público en los medios de
comunicación social sobre la
clonación con fines terapéuticos y
obtención de células
madre pluripotentes. Es en el terreno humano donde debe
plantearse el debate.
. ¿Es lícito utilizar un ser humano,
aunque sea en estado
embrionario, como medio y no reconocerlo como un fin en sí
mismo?
Una base del pensamiento
científico es la sustitución del finalismo por la
causalidad: cuando llueve, el bosque crece, pero no llueve "para"
que crezca el bosque. Si creyéramos esto último
estaríamos concediendo a las nubes algo así como
una voluntad o designio. A menudo se ha identificado el finalismo
como un rasgo del pensamiento religioso, contraponiéndolo
al científico.
El finalismo parece connatural a la ética y, en
general, a la actividad humana. La idea de un finalismo general
del mundo se forma, probablemente, por analogía con la
propia experiencia humana. Nuestros actos, desde los más
triviales hasta los más decisivos, están ordenados
con diversos fines, sin los cuales carecerían de sentido,
se volverían absurdos y no nos permitirían
sobrevivir: de igual modo, el mundo, y dentro de él el
conjunto de nuestra vida, debe tener una finalidad, aunque esa
finalidad no pueda ser la nuestra, sino la de una voluntad o
designio que nos sobrepasaría de modo completo y
abrumador, y que por eso mismo es objeto de fe. Aunque muchos
afirman no creer en esa voluntad, asimilable a Dios, es
fácil comprobar cómo en sustitución de ella
colocan enseguida algún otro objeto de fe: el progreso, la
ciencia, una clase social,
el destino de un pueblo, y tantos más. Nadie hoy
día hace ciencia pura, aquella ciencia o sabiduría
de la que hablábamos al principio donde el "sapere" o el
gustar era el fin mismo del conocimiento, eso en parte nos
conduce al utilitarismo o finalismo, el estudio o el saber por el
fin mismo de ese estudio.
Bioética
y humanidades medicas:
Pero la bioética que se afirmó sólo
respondió en parte a las expectativas que Potter tenia
cuando acuña el termino Bioética. Mientras que el
debate se focalizó en las temáticas médicas.
La bioética pareció una respuesta al difundido
desafecto, característico de las ciencias médicas.
A la nueva disciplina se le atribuyó el rol de prevenir
reacciones violentas hacia la medicina y la
bioética. La mayor preocupación era la de mantener
el empleo de la
medicina dentro de límites
éticos; la bioética empezó a ser relacionada
con problemas de
aborto,
eutanasia,
fecundación in vitro, donación de
órganos de seres vivos y de trasplantes.
Para muchos hablar de bioética significaba
exclusivamente preguntarse hasta qué punto impulsan las
opciones médicas que son técnicamente posibles y
pedir el consentimiento informado a los pacientes y a los sujetos
experimentales. Preocupaciones indudablemente legítimas;
pero el horizonte más extenso dentro del cual Potter
había originalmente pensado la bioética
venía restringida dentro la perspectiva
médica.
El segundo aspecto en el cual la bioética se
apartó de su proyecto es como fue el concepto mismo de
la ética. Potter proponía considerar seriamente el
hecho que la ética humana no puede separarse de una
comprensión realista de la ecología en el
significado más amplio. Los valores éticos no se
pueden separar de los hechos biológicos. Sugería,
por consiguiente, abandonar sistemas
éticos que fueran capaces de ver nuestra especie en un
contexto evolucionista y ecológico.
Cabe la aclaración: la Bioética surge
desde la medicina misma. Es producto de
médicos en su actividad provisional, pero que intenta un
desarrollo
más allá de la actividad que la vio nacer y
sólo en este sentido puede ser considerada como una
expresión de ética científica. Ahora bien,
es aquí donde es necesario replantearse los hechos que
competen la práctica médica (al igual que se
postula una ética primera como una nueva postura de
reformular y reinterpretar al mundo), bajo una óptica
diferente se propone a la Bioética, con los mismos
objetivos que
la anterior postura pero con respecto del deber ser del
médico. Entonces….
1.- La Bioética es, en primer lugar, una
disciplina biomédica.
2.- Pero Bioética no sólo es una
disciplina biomédica, sino también una ciencia
moral, con sus
propias características peculiares.
El uso de la palabra Ética y la palabra Moral
está sujeto a diversos convencionalismos y que cada autor,
época o corriente filosófica las utilizan de
diversas maneras. Pero para poder
distinguir será necesario nombrar las
características de cada una de estas palabras así
como sus semejanzas y diferencias.
Características de la Moral. La Moral es el
hecho real que encontramos en todas las sociedades, es
un conjunto de normas a saber
que se transmiten de generación en generación,
evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias
con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época
histórica, estas normas se utilizan para orientar la
conducta de los
integrantes de esa sociedad emitiendo juicios relativos al bien y
al mal
Características de la Ética. Es el
hecho real que se da en la mentalidad de las personas, es un
conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha
realizado y establecido como una línea directriz de su
propia conducta.
Semejanzas y
Diferencias entre Ética y Moral.
Los puntos en los que confluyen son los
siguientes:
- En los dos casos se trata de normas, percepciones,
deber ser. - La Moral es un conjunto de normas que una sociedad se
encarga de transmitir de generación en generación
y la Ética es un conjunto de normas que un sujeto ha
esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.
Ahora los puntos en los que difieren son los
siguientes:
- La Moral tiene una base social, es un conjunto de
normas establecidas en el seno de una sociedad y como tal,
ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno
de sus integrantes. En cambio la
Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como
resultado de su propia reflexión y su propia
elección. - Una segunda diferencia es que la Moral es un conjunto
de normas que actúan en la conducta desde el exterior o
desde el inconsciente. En cambio la Ética influye en la
conducta de una persona pero desde si misma conciencia y
voluntad.
Una tercera diferencia es el carácter axiológico de la
ética. En las normas morales impera el aspecto
prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y
punitivo. Es decir en las normas morales destaca la presión
externa, en cambio en las normas éticas destaca la
presión del valor captado
y apreciado internamente como tal. El fundamento de la norma
Ética es el valor, no el valor impuesto desde el
exterior, sino el descubierto internamente en la reflexión
de un sujeto.
La ética no debe confundirse con lo que es la
moral, ya que la ética depende de los valores de la moral
para darle valides a lo que ella significa. La ética viene
acompañando a la moral desde sus antecedentes
históricos, ya que desde un principio pasa a ser un
área fundamental en la cual se basifica la moral a nivel
social y en determinadas decisiones del hombre.
Relación con otras
disciplinas:
La naturaleza interdisciplinaria de la bioética,
involucra en su parte teórica por lo menos a la
filosofía, la biología y la medicina, pero no es
sólo el ámbito ético, "ya que se trata de un
área interdisciplinaria en la cual la dimensión
puramente ética no puede ser abstraída de las
dimensiones social, económica, política, religiosa,
etc.. Quizá la bioética es interdisciplinaria tanto
por ética como por necesidad, pues con ella esta en
juego opciones
fundamentales sobre el homo-sapiens, ahora en condiciones de
transformar su propia naturaleza biológica, lo cual
compromete el destino común de la humanidad, y por eso en
lo que a Bioética se refiere nadie resulta ajeno y es
responsabilidad de todos.
Los problemas que atañen a la bioética
tienen como eslabón final una cuestión de salud o de
conservación de la vida, por eso intentamos establecer
caminos a partir de la biología, la antropología, el derecho y la
filosofía, entre otras disciplinas, para llegar a
conclusiones metodológicas
Los adelantos de la tecnología
médica han producido un conjunto
de situaciones que hacen necesarias analizarlos en el
marco de la filosofía y de la ética, y no solo en
un campo puramente técnico. El cuidado
intensivo permite prolongar la vida hasta
tal punto, que cabe preguntarse si resulta compatible con
la ética
médica, los transplantes de
órganos, la reproducción asistida, la
psicofarmacología, la reanimación y los avances en
el campo de la genética
molecular y diagnostico prenatal, plantean problemas morales de
enorme magnitud que exceden la capacidad de un solo
individuo. De
allí la necesidad del trabajo
interdisciplinario, en equipo, con espíritu abierto,
para tratar de resolver problemas que normalmente nos
exceden. y que hacen que la clásica relación
medico-paciente se vaya transformando.
La Bioética es un espacio donde convergen la
medicina, la biología, el derecho, la filosofía,
las ciencias humanas, la ecología, la educación y
demás. Su enfoque es pluralista y eminentemente
dialógico en el marco de una ética de la sociedad
civil.
Su campo de investigación abarca los problemas
éticos vinculados a la vida y a la salud que hoy desbordan
el alcance epistemológico de las disciplinas particulares
exigiendo un nuevo tipo de reflexión. El movimiento
bioético surgió en el campo de la ciencia ante la
complejidad y velocidad de
la revolución biotecnológica capaz de
intervenir en los procesos
fundamentales de la vida y de la muerte,
generando nuevas cuestiones éticas, filosóficas,
jurídicas, religiosas y culturales en torno a una
multitud de situaciones.
La ciencia no puede, por si sola, resolver estos tipos
de problemas éticos que involucran una reflexión
filosófica. Pero tampoco la filosofía, por si sola,
sin la ciencia, podrá aportar soluciones. La
bioética contribuye, en la actualidad, al desarrollo de un
diálogo científico-filosófico en un ambiente
pluralista, interdisciplinario y humanista, requisito
indispensable para abordar, desde cada profesión
particular, los conflictos
éticos que surgen permanentemente en el área de la
vida y la salud.
Desde que la gente vive en comunidad, la
regulación moral de la conducta ha sido necesaria para el
bienestar colectivo. Aunque los distintos sistemas morales se
establecían sobre pautas arbitrarias de conducta,
evolucionaron a veces de forma irracional, a partir de que se
violaran los tabúes religiosos o de conductas que primero
fueron hábito y luego costumbre, o asimismo de leyes impuestas
por líderes para prevenir desequilibrios en el seno de la
tribu. Incluso las grandes civilizaciones clásicas egipcia
y sumeria desarrollaron éticas no sistematizadas, cuyas
máximas y preceptos eran impuestos por
líderes seculares, y estaban mezclados con una religión estricta que
afectaba a la conducta de cada egipcio o cada sumerio. En la
China
clásica las máximas de Confucio fueron aceptadas
como código
moral. Los filósofos griegos, desde el siglo VI a.C.
en adelante, teorizaron mucho sobre la conducta moral que
llevó al posterior desarrollo de la ética como una
filosofía. Son destacables los sofistas, Sócrates,
Platón,
Aristóteles, etc..
El advenimiento del cristianismo
marcó una revolución en la ética, al
introducir una concepción religiosa de lo bueno en el
pensamiento occidental. Esta ética cristiana ha persistido
durante siglos, con diferentes evoluciones, siendo sus
máximos pensadores muy influenciados por la
filosofía griega. Como pensadores fundamentales podemos
hablar de San
Agustín, Tomás de Aquino, Calvino
etc…
En los últimos siglos se fueron introduciendo las
llamadas éticas seculares, con Hobbes,
Kant,
etc..
La ética moderna está muy influida por el
psicoanálisis de Freud y las
teorías
conductistas basadas en los experimentos de
Pavlov.
Las tendencias recientes han venido marcadas por B.
Russell y el existencialismo.
Ética medica clásica y
bioética:
La ética medica clásica tal como se la
entiende, y relacionada a los principios
hipocráticos, está referida a la relación
médico/paciente, a determinar cual es el mejor
interés del paciente, a la etiqueta que se requiere que
tenga un médico virtuoso, a ese premisa que indica
"Primero no hacer daño". En la actualidad, el campo de
la ética medica o de la salud se ha ampliado para
trasformarse en la bioética, que abarca mucho más
que la anterior, extendiéndose hasta incluir virtualmente
todos los aspectos de la vida humana. Vemos que se le da
cada vez más atención a aspectos que tocan a los propios
orígenes y a la noción de vida propiamente dicha,
como las consecuencias del mapa del genoma humano, la
ética de la investigación de las células
humanas y los temas complejos que rodean a la clonación de humanos.
Pero aún se siguen valorando los aspectos
fundamentales de la ética aplicados a la salud y que
podíamos definir como la ética medica
clásica, y estos aspectos fundamentales o principios
esenciales a los cuales se siguen apegando todavía en el
campo de la salud son autonomía, beneficencia y justicia.
Cuando originalmente se centraban en el individuo, la interacción con el paciente era guiada por
la autonomía, la conducta del médico estaba en
cuenta del principio de beneficencia, mientras que la justicia
quedaba más bien en el ámbito de la sociedad
más amplia. Cuando uno comienza a tratar con la
salud de la población y no de un individuo, esto
todavía es aplicable. Como se puede ver, la
autonomía del grupo o de la
población sigue siendo todavía una
consideración pertinente, aunque el tema de la
beneficencia y de la justicia adquieran ahí mayor
importancia. Se debaten temas como el papel del estado
benefactor como proveedor de las medidas sanitarias y sociales
necesarias para la salud, así como las teorías de
justicia tal como se aplican a la provisión y distribución de esas medidas.
El radio de acción
de la Bioética es mucho más amplio que el de la
Ética Médica tradicional. En efecto, ésta,
en procura de favorecer al enfermo, comprometía
únicamente al cultor de la disciplina, es decir, al
médico. Se movía en un círculo cerrado,
impermeable a otras actividades. La Bioética, al
involucrar a la humanidad, rompió ese cerco para darles
cabida a disciplinas distintas a las que tienen que ver con la
biología, como son la filosofía, las leyes y la
religión. La Ética Médica era una ética
profesional -alguien la llamó "ética de
cercanías", en tanto que la Bioética es una
ética general, una moral de mayores alcance y amplitud,
como que se entiende con el universo y se
preocupa por las futuras generaciones.
Podemos entonces decir que la Bioética se
sustenta en aquellos mismos principios que tiene en cuenta la
Ética medica clásica. Estos principios son
revalorizados y estudiados a fondo para poder ponerlos en
practica como método y
estrategia de
trabajo. Y a la vez como practica humana y social.
Se puede decir que la bioética llego para
quedarse, un poco distinta tal vez a la idea original que tuvo
Potter en un principio. Pero esto no es de extrañar,
después de todo esta inmersa en un mundo extremadamente
cambiante y que lo hace a pasos agigantados. La bioética
no deja de ser ética, sino que es algo mucho mas
especifico, donde se centra no solo en el cuestionamiento de lo
moral en si, sino lo moral aplicado a lo que los hechos
biológicos se refieren. En un principio se hablaba de la
bioética como un puente a partir del cual pueda unirse lo
mas científico de la medicina con lo que a humanidades
medicas se refiere, es a partir de este punto donde comienzan a
entretejerse los distintos aspectos concernientes no solo a lo
puramente científico, sino también a lo netamente
humano, a aquellas discusiones filosóficas, éticas,
jurídicas y antropológicas que encontraron en la
bioética una válvula de escape. Y esto es lo que da
a la misma un enfoque multidisciplinario, partir de algo
científico para lograr llegar así a las cuestiones
filosóficas, antropológicas y jurídicas que
son tan propias de las relaciones
humanas.
El objetivo
principal de este pantallazo general que se hace de los conceptos
básicos y las generalidades de la bioética, es que
los estudiantes de medicina logremos comprender la importancia de
la aplicación de los principios bioéticos en
el trabajo
conjunto que se realiza entre un paciente y el personal
técnico facultativo que lo atiende (nosotros a futuro).
Esto a la vez nos permite lograr conocer que existe toda una
serie de realidades que van mas allá de la
patología que un paciente presenta, porque un paciente
además de ser paciente primero es persona.
Juan Manuel Carrera
Estudiante de Medicina de la Universidad
Buenos
Aires.