- De la organización del
Partido Liberal - El liberalismo
antiporfirista - Los periodistas y la
dictadura - El proyecto del
programa - El programa del Partido
Liberal - El pensamiento anarquista de
Ricardo - Los enemigos
- El origen de la propiedad
privada - Violencia
- El salario del esclavo
moderno - Consecuencias de la propiedad
privada - La abolición de la
propiedad privada - La
autoridad - Gobierno
- El clero
político - La
Constitución - El sistema
electoral - La Patria
- El desorden
capitalista - Las
cárceles - La moral
burguesa - La educación escolar
burguesa - La revolución
social - El comunismo
anarquista
El treinta de agosto de 1900 Camilo Arriaga publica en
San Luis Potosí, el Manifiesto invitación al
Partido Liberal. Este documento, firmado por 126 ciudadanos, es
una declaración liberal en contra del clero
político católico mexicano, que resurge, apoyado
por la tiranía porfirista defensora de los intereses de
los hacendados y empresarios capitalistas, nacionales y
extranjeros, el Manifiesto constituye también el acta de
nacimiento del Partido Liberal Mexicano, del que saldrá el
núcleo dirigente de la Revolución
Magonista.
Al final este Manifiesto propone a los liberales del
país lo siguiente:
I.- Que todas las ciudades del país, se organicen
y sostengan clubes liberales en constante relación entre
sí, que procuren impedir infracciones a las Leyes de Reforma
y que por medio de órganos de prensa den a
conocer los abusos del clero y propaguen las ideas y los principios
liberales.
ll.- Que cada club nombre uno o varios delegados aun
Congreso Liberal que se reúna en esta ciudad el 5 de
febrero del año entrante.
m.- Que este Congreso discuta y resuelva los medios para
llevar a la práctica la unificación, solidaridad y
fuerza del
Partido Liberal, a fin de contener los avances del clericalismo y
conseguir dentro del orden y la ley la vigencia
efectiva de las Leyes de Reforma.
La respuesta del Obispo de San Luis Potosí,
Montes de Oca y Obregón, consistió en excomulgar a
los firmantes de la invitación a reorganizar el Partido
Liberal.
Por otra parte el manifiesto circuló por todo el
país.
Los liberales de trece estados y del Distrito Federal
organizaron aproximadamente cincuenta clubes liberales. A fines
de 1900, los Estados de Hidalgo y San Luis Potosí contaban
con la mayor parte de los clubes, las otras entidades fueron:
Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, Nuevo
León, Michoacán, Puebla y Veracruz.
Uno de los más entusiastas que respondió
al llamado de los liberales potosinos fue Ricardo Flores
Magón quien, junto con su hermano Jesús,
había comenzado a publicar el 7 de agosto de ese mismo
año, un periódico
llamado "REGENERACION".
Ricardo, en unión con otros jóvenes de la
capital no
sólo organizó un club liberal, sino desde su
periódico comenzó a llamar a todos los liberales
para asistir al primer Congreso del Partido Liberal.
A partir de ese momento "REGENERACION" se
convirtió en órgano del Partido Liberal Mexicano
(P.L.M.).
El 31 de enero de 1901 Ricardo escribió en
"REGENERACION", después de invitar a sus lectores para que
asistan al mencionado acto del 5 de febrero.
El relato de lo sucedido en el primer Congreso del
P.L.M., puede leerse en mi libro
anterior: RICARDO FLORES MAGON…
¡PRESENTE!
El28 de febrero de 1901, las resoluciones tomadas por el
primer Congreso Liberal fueron publicadas por REGE- NERACION. Los
títulos de los seis apartados fueron los
siguientes:
I.- De la
organización del Partido Liberal.
11.- De la propagación de los principios
liberales.
111.- Medios de combatir la influencia política del clero.
IV .-Medidas encaminadas a obtener estricta justicia en el
país.
V .-Garantías propuestas para asignar los
derechos de los
ciudadanos, y
VI.- Libertad
municipal.
En pocas palabras; la esencia de esas resoluciones fue
anticlericalista. La tendencia dominante, encabezada por Camilo
Arriaga, plasmó su pensamiento
reformista, defensora de los principios de las Leyes de
Reforma.
El ala radical en la que se encontraba Ricardo,
todavía no estaba preparada teóricamente, no
tenía la experiencia política suficiente para
críticar a los reformistas, radicalizar la lucha y llamar
a las armas para
derrocar ala dictadura.
Un paso hacia la radicalización del movimiento fue
el manifiesto del Club Liberal "Ponciano Arriaga" de San Luis
Potosí, firmado por Camilo Arriaga y Antonio Díaz
Soto y Gama. Su fecha de publicación fue el 31 de marzo de
1901.
En este documento las baterías comienzan a
enfilarse en contra de la dictadura Porfirista.
En uno de los párrafos claves se afirma que "las
reformas contenidas en las resoluciones del primer Congreso
Liberal, mientras impere el actual estado de
cosas, serán impracticables y utópicas porque el
poder desea
que la libertad de imprenta siga
siendo un mito, la
responsabilidad de los funcionarios una
ilusión burlesca, y la instrucción pública
una piadosa mentira que asegure definitiva- mente la
sumisión de un pueblo afeminado al que ha herido el
acicate de la dictadura dominante y el silencio de la
clerecía triunfadora.
"Pero si el pueblo no puede mandar en su
legislación, que es y seguirá siendo tenebrosamente
elaborada en el secreto de los gabinetes ministeriales si puede
reclamar la supremacía práctica e inviolable en los
comicios. Por eso, el que quiera permanecer a un club liberal
debe comenzar por saber elegir un criterio y un civismo, elegir
conforme a los dictados de su conciencia ya
despecho de las amenazas y de las ridículas consignas del
tirano.
"Ejercitemos pues, este derecho, ya que es el
único que se nos deja en nuestra democracia
representativa, para que ésta, en vez de ser el grotesco
carnaval del sufragio
libre, abra paso a la intervención honrada del ciudadano
en los asuntos públicos".
Con este manifiesto, los liberales mexicanos, deseando
hacer algo más provechoso que el ataque virulento al
fraile, presentaba un reto directo ala dictadura
porfirista.
EL LIBERALISMO
ANTIPORFIRISTA
Cuando la dictadura Porfirista aplastó policiaca
y militarmente a los militantes del Partido Liberal Mexicano
(P.L.M. ), saboteando su segundo congreso y encarcelando a sus
dirigentes, Camilo Arriaga, Díaz Soto y Gama y los
demás integrantes de la directiva, publican un manifiesto
del Club Liberal Ponciano Arriaga, centro director de la
Confederación de Clubes Liberales de la República,
el 27 de febrero de 1903.
Con la frente muy alta escriben: "porque nos
llámanos liberales en ésta época de inmensa
corrupción
y con el alma
desgarrada por el triste espectáculo que hoy presenta
nuestro país, apenas la fuerza bruta cedió
significativo palmo ante la fuerza del derecho… volvemos a
llamar a vuestros corazones ya vuestras arterias ya vuestros
cerebros, y sin hacer resonar en el ensangrentado templo de la
República el clarín de la rebelión, venimos
a deciros que ha llegado la hora de deslindar los campos y de que
los liberales, en corto o gran número, se presten a luchar
por la resurrección de las instituciones
que nos legaron nuestros padres, se presten a luchar por el
enfreno del militarismo y del clero, por la dignificación
del proletariado, por la riqueza y engrandecimiento generales del
país, por todo aquello, en fin que constituye el honroso
tesoro de los pueblos que se consideran dignos".
Todavía no llaman a la revolución,
todavía tienen esperanza de que la dictadura les
permitirá continuar en su lucha liberal y
democrática, pero ya tienen conciencia de que la
tiranía no respeta las leyes y ya saben quienes son los
enemigos de los trabajadores:
"Hoy nuestra Constitución ha muerto; no porque fuera
utópica, no porque no fuera adaptada a nuestra
generación, sino porque el pueblo ha degenerado a medida
que el clero y la tiranía han ido triunfando.
"Sin la dictadura que desde hace años nos oprime,
el pueblo hubiera entrado en el ejercicio de sus deberes y de sus
derechos y la Constitución se hubiera reformado a su
favor.
"Muerto nuestro Código
Fundamental, murieron con él en nuestro país, para
el imperio de la ley, el orden y la libertad, y nuestro pueblo es
desgraciado.
"¿Hay igualdad en
nuestro país? No. El capitalista, el fraile y el alto
funcionario, ya sea civil o militar, no son tratados en
México,
igual que el obrero humilde o cualquier otro miembro del pueblo,
oscuro en la sociedad pero
brillante en las epopeyas de la Nación.
Los empleados arrastran una vida de humillación y miseria.
Los privilegios y los fueros en vigor han plagado de una clase de
inútiles y viciosos que podemos llamar los zánganos
del conjunto social.
"El predominio de las virtudes ha desaparecido;
predomina el oro, predomina
el poderoso, predomina el fraile, predomina el extranjero y nada
más.
"La dictadura se caracteriza por el control del
sistema
electoral: En los comicios no triunfa el candidato de virtudes
cívicas, triunfa el capitalista o el impuesto por la
autocracia y que puede ser útil a ésta. El sufragio
es un cadáver".
No falta la crítica
a la
educación oficial: "Desde la instrucción
primaria hasta la profesión, se resiente el abandono y la
ineptitud del gobierno… falta
dinero para la
instrucción…Sí… pero no falta para el
militarismo, pero no falta para el clero, pero no falta para los
poderosos… no falta para todos los parásitos del
país".
Al mes siguiente, en otro manifiesto, denuncian que
la
administración de justicia se encuentra corrompida en
nuestro país, porque los jueces no son nombrados por el
pueblo sino por el gobierno que los busca dóciles ala
consigna, al cohecho o a la
chicana.
Ante la amenaza de muerte, que
sufren los liberales se ven en la necesidad de trasladarse a los
Estados U nidos de Norteamérica, para, desde allí,
continuar la lucha contra la dictadura porfirista y seguir
publicando el
periódico REGENERACION, para su distribución en toda la República
Mexicana.
Como se relata en el libro anterior, Ricardo Flores
Magón… ¡Presente!, entre 1904 y 1905, en el
exilio político, los liberales se dividen en dos alas: la
reformista, dirigida por Camilo Arriaga, y la otra, la
revolucionaria, encabezada por Ricardo.
El 30 de septiembre de 1905, aparece publicado en
REGENERACION, un manifiesto firmado por Ricardo y sus seguidores,
quienes constituyen la Junta Organizadora del P.L.M.
Después de atacar de frente al dictador ya sus
lacayos favoritos, los autores del manifiesto a la Nación
Mexicana afirman que las cámaras, ese santuario augusto
del pueblo en las verdaderas democracias, solo sirve a nuestro
país como pretexto para que el tirano mantenga una falange
de eunucos a costa del erario público… hablad de
abyectos, de cobardes, de viles, y hablareis de las
cámaras de México repletas de corrupción, degradadas y hediondas. En
ellas no vibra la voz del pueblo, sino las consignas del tirano,
ante los que doblan la frente cientos de hombres que mejor
deberían llamarse esclavos. Un esclavo no es un hombre, dijo
con justicia una célebre mujer
.
Los tribunales de justicia son mercado de
favores; el magistrado es un comerciante; la judicatura un gremio
de explotadores. La ley se desprecia, y el oro es el que
determina los fallos de los juicios.
Otra característica de la dictadura es aliarse al
clero católico para continuar en el gobierno.
De las Leyes de Reforma como de la Constitución,
no quedan sino el nombre y el recuerdo. El clericalismo,
combatido y casi dominado por Juárez y Lerdo, ha vuelto a
robustecerse a la sombra de Porfirio Díaz. Los gobiernos
republicanos lo rechazaron; la dictadura los
acogió.
Todo déspota lleva una escolta de sotanas: Los
pueblos que creen que cualquier fraile prostituído es un
representante de Dios, bien pueden creer que cualquier soldado
ambicioso es un admirable gobernante.
El clericalismo constituye el sostenimiento de la
dictadura.
La dictadura pone su fuerza, exhibe sus bayonetas, sus
cárceles, sus esbirros; el clero pone su labor tenebrosa,
siembra ignorancia, intoxica abyección y en nombre de Dios
y del infierno, demanda
resignación porcina ante todas las miserias y ante todos
los dolores.
La dictadura es clerical puesto que frailes y opresores
siempre se dan la mano para explotar y oprimir a los
pueblos.
LOS PERIODISTAS Y LA
DICTADURA
La Junta Organizadora del Partido Liberal, dirigida por
Ricardo, publicó, en REGENERACION, el primero de junio de
1906, una circular en la que se dirige a la prensa nacional
independiente con el fin de establecer entre los miembros del
periodismo un
lugar de unión y solidaridad que los fortalezca y los
aliente para llevar a cabo la alta misión
redentora que corresponda a la prensa honrada desempeñar
frente a cualquier tipo de dictadura.
Se ha dicho, y es muy cierto, que la existencia de una
prensa controlada oficialmente y de un periodismo perseguido y
reprimido políticamente y de periodistas honestos
despedidos o asesinados son una clara prueba de la falta de
libertad y de Democracia.
Hoy la prensa es débil,- afirman los magonistas
-no hay ciudadano que no lo vea ni periodista que no lo asiente.
El escritor público, aislado, abandonado, visto con
indiferencia hasta por sus mismos colegas, está
completamente a merced de las arbitrariedades del poder y nunca
podrá tener la seguridad de
vivir tranquilo, a menos que resuelva renunciar a todos los
más nobles atributos de su profesión ya ser un
paria sin opiniones ni ideales, en vez de un paladín de
virtudes y un fustigador de crímenes. Tal es el dilema: o
el periodista cumple su noble misión, ilustra al pueblo
lucha por la justicia y combate la maldad donde quiera que se
encuentre, y entonces tienen que surgir las vejaciones del crimen
encumbrado: o acepta la paz que el poder implacable sólo
concede a los sometidos, y entonces tienen que traicionar su
misión de enseñanza y de lucha, encubriendo todo
engaño y callando ante todo abuso.
Los periodistas independientes defensores de la verdad
al no estar unidos y organizados son fácilmente reprimidos
por la tiranía.
Cada uno de nuestros periodistas está aislado: no
presta apoyo a la colectividad sino lo recibe de ella: por eso
los miembros de nuestra prensa, en conjunto hoy, presentan tan
doloroso espectáculo de debilidad, y por eso la
tiranía se ceba en ellos con tanto desenfreno y con tanta
facilidad. Cada vez que la garra de la arbitrariedad se tiende
sobre un periodista, lo encuentra solo: lo aplasta sencillamente:
coge a otro que está tan solo como el primero, y lo
aplasta con la misma sencillez, y sigue cogiendo y aplastando a
cuantos quiere porque todos estan aislados, desamparados,
indefensos: porque todos carecen de un apoyo que los sostenga:
porque la colectividad a que pertenecen el poderoso ariete que se
llama prensa, no levanta la voz como un sólo hombre para
protestar contra los atentados y fustigar las injusticias de que
son víctimas sus miembros.
Los magonistas en esta circular no sólo plantean
la realidad de la unión de los periodistas honestos e
independientes del gobierno, sino también denuncian a
aquellos plumíferos oportunistas que sólo buscan
gozar su cercanía con el poder, corrompiéndose
junto con los funcionarios, al recibir cantidades de dinero, al
estilo de Judas, y emborrachándose con sus protectores,
los padrinos de la mafia gubernamental.
Los magonistas no se dirigen a los asalariados del poder
que son indignos del noble título de periodistas, pues
estos mercenarios de la pluma deben ser rechazados con
repugnancia.
El famoso cuarto poder no existirá hasta que la
unión consciente y la solidaridad reine entre los
periodistas verdaderos y limpios. Las dictaduras no permiten el
poder de la prensa libre.
Las tiranías, defensoras de los intereses de los
ricos, protegen y defienden a los propietarios de los grandes
periódicos, patrones que explotan vilmente a los
periodistas asalariados.
Las organizaciones de
periodistas que debían defender a sus agremiados no lo
hacen, en parte porque la corrupción oficial completa los
ingresos
económicos de la mayoría de los trabajadores de la
prensa, quienes para sostener económicamente a sus
familias no les es suficiente los salarios de
hambre que reciben de sus patrones.
¿Qué plantearon los magonistas para que
los periodistas, y el pueblo mexicano en general, se enfrentaran
ala dictadura Porfirista? el programa del
Partido Liberal Mexicano.
Los revolucionarios encabezados por Ricardo,
sabían muy bien que para concientizar a las masas
trabajadoras era necesario un programa con demandas
económicas que mejoraran las condiciones humanas de los
explotados. Sabían que esas reformas no solucionaban
radicalmente la miseria y la injusticia política, la
organización de los rebeldes y el
levantamiento armado contra la dictadura.
EL PROYECTO DEL
PROGRAMA
Casi todos los programas
políticos surgidos durante el movimiento armado, bautizado
oficialmente como "Revolución
Mexicana", fueron redactados por élites intelectuales
aisladas de las masas populares.
En cambio el
programa del Partido Liberal Mexicano (P.L.M. ) publicado en 1906
fue redactado por cientos de liberales mexicanos, la
mayoría de ellos pertenecientes a la clase
trabajadora.
Meses antes de la aprobación de dicho programa,
en las páginas del periódico magonista REGENERACION
, órgano de la Junta Organizadora del P.L.M., se
publicó un proyecto de programa, que se sometió a
la consideración de los correligionarios.
Todo el Partido político que lucha por alcanzar
influencia efectiva en la dirección de los negocios
públicos de su país, está obligado a declar
ante el pueblo, en forma clara y precisa, cuáles son los
ideales por qué luchar y cuál es el programa que se
propone llevar a la práctica, en caso de ser favorecido
por la victoria.
Los magonistas en su proyecto previenen a sus seguidores
de que no se deben fiar demasiado en ningún gobierno por
ejemplar que parezca, sino que deben vigilarlo para que cumpla
sus deberes. Esta es la única manera de evitar
tiranías en lo futuro y de asegurarse el pueblo, el goce y
aumento de los beneficios que conquiste.
Después de plantear la supresión de las
escuelas clericales y sus sustitución por escuelas laicas
o no religiosas, los autores del proyecto plantean que no basta
establecer muchas escuelas si no se facilita a la niñez el
medio práctico de aprovecharlas. Sabido es que el
principal obstáculo para que gran parte de nuestra
niñez concurra a las aulas es la miseria. El reducido
jornal de muchos padres de familia, no basta
para sostener a éstas, y se hace necesario para vivir que
hasta los niños
trabajen y ganen algo, en vez de ir a la escuela. Obligar
simplemente a estos niños que trabajen a concurrir a la
escuela, es disminuir los deberes de una familia, condenarla a la
miseria e inspirarle odio a la instrucción que tales
perjuicios le causa. Para que la instrucción puede hacerse
obligatoria, sin cometer injusticias ni causar daños, no
hay otro medio que el de asignar salarios a los niños
pobres, y así, las familias no perderán por la
escuela lo que estos niños hubieran podido ganar en
algún trabajo.
Tal parece que las siguientes palabras se refieren a los
trabajadores de la educación que en la
actualidad continúan sufriendo como los profesores de
principios de siglo.
Por mucho tiempo, la
noble profesión del magisterio ha sido de las más
despreciadas, y esto solamente porque es de las peor pagadas…
nadie respeta de verdad ni guarda atención a los pobres maestros que, tienen
que vivir en lamentables condiciones de inferioridad social. Debe
pagarse a los maestros buenos sueldos como lo merece su labor;
debe dignificarse el profesorado, procurando a sus miembros el
medio de vivir decentemente.
Una de las raíces de las élites
intelectuales burocráticas, que formarán parte de
los gobernantes parásitos (valga la edundancia) se
encuentra en la educación escolar , que congela el
corazón, educa la cabeza y menosprecia
el trabajo
manual, por
eso hay que combatir desde la escuela ese desprecio
aristocrático hacia el trabajo manual, que una
educación viciosa ha imbuido a nuestra juventud; hay
que formar trabajadores, factores de producción efectiva y útil, mejor
que señores de pluma y de bufete.
Para cortar otra raíz, la militar, que sostiene
alas dictaduras, es necesario, desde las escuelas que los
jóvenes se preparen en el uso de las armas. En cuanto a la
instrucción militar en las escuelas, se hace conveniente
poner a los ciudadanos en aptitud de prestar sus servicios en
la guardia nacional, para que perfeccionen sus conocimientos
militares. Teniendo todos los ciudadanos estos conocimientos
podrán defender ala patria cuando sea preciso y
harán imposible el predominio de los soldados de
profesión, es decir, el militarismo.
Un apartado importante de este proyecto es el dedicado a
denunciar el papel conservador y reaccionario del clero
católico que aspira a posesionarse del poder
político, de apoderarse del gobierno. La supresión
de todas las escuelas religiosas acabaría con ese
semillero maldito.
Otro tema que hasta hoy es intocable es la
reglamentación del servicio
doméstico y del trabajo a domicilio, con el fin de que
estos trabajadores domésticos y del trabajo a domicilio,
gocen de los derechos y prestaciones
de los demás asalariados.
Es importante (por su vigencia) reproducir un párrafo
de interesante actualidad, párrafo que deberá
enarbolar el día de hoy un partido que luche por la
revolución, como la iniciada por los
magonistas.
"Se confiscarán los bienes de los
funcionarios enriquecidos en la presente época de
tiranía… no se puede ni se debe reconocer derecho de
legítima propiedad
sobre los bienes que disfrutan, a individuos que se han apoderado
de esos bienes abusando de la fuerza de su autoridad,
despojando a los legítimos dueños, y aún
asesinándolos muchas veces para evitar toda
reclamación. Lo que los funcionarios de la dictadura han
robado ala nación ya los indígenas y campesinos,
debe ser devuelto a sus verdaderos dueños".
La raza indígena debe ser educada y dignificada,
pues ella pertenece a nuestras raíces, a nuestros
abuelos.
EL PROGRAMA DEL
PARTIDO LIBERAL
Los gobiernos emanados de la Revolución,
integrantes del semillero de Hacendados y militares
neoporfiristas, del grupo de
Agua Prieta,
Sonora por más de 70 años, han detentado el poder
político que le pertenece al pueblo mexicano.
Los escribas oficiales, historiadores burgueses, al
igual que los jilgueros del partido de Estado, P.R.I. repiten en
forma fascista, por todos los medios masivos de información, que están bajo su
control, la mentira, repetida miles de veces, de que dichos
gobiernos revolucionarios representan los intereses de todas las
clases
sociales, ricos y pobres, que existen en nuestro
país.
Los escribas del grupo triunfante, cuyos gobiernos han
defendido los intereses económicos y políticos de
los capitalistas, nacionales y extranjeros, afirman que las
demandas del Programa del Partido Liberal Mexicano, publicado en
1906, fueron recogidas en la Constitución de
1917.
Es cierto que parte de esas demandas se encuentran en la
Constitución de este siglo, pero también es cierto,
que casi todo el contenido de la Carta Magna es
letra congelada, letra muerta, que los gobernantes dan vida
únicamente para que los explotadores y opresores de los
trabajadores salgan siempre beneficiados.
La historia no se repite, sino
que sus etapas, por lo regular , abarcan décadas. Las
condiciones económicas y políticas
de la actualidad no son una repetición de las que
existían durante el Porfiriato,
sino su continuación.
Algunos escritores, muy pocos, coinciden con los
magonistas, en el sentido de que no hubo ninguna
revolución, sino simplemente unos políticos
pro-capitalistas, sustituyeron en el gobierno, a otros viejos
políticos, los porfiristas. Estamos de acuerdo con esos
pocos escritores.
Para confirmar lo anterior, reproduciremos un
párrafo, escrito por los magonistas en mayo de 1906, que
es tan vigente que sólo basta cambiar el nombre del tirano
que ocupa un lugar que no le pertenece, pues no fue elegido por
los mexicanos:
"En treinta años de tiranía, nuestros
opresores nos han hecho impunemente víctimas de todos los
atentados y de todos los crímenes. Han violado las leyes,
como han violado a las mujeres; han saqueado el tesoro
público y han robado a los ciudadados, han asesinado al
pueblo; han vendido la patria a los extranjeros, han
contraído deudas por ciento de millones, que se han
quedado en sus bolsillos, pero que la nación tendrá
que pagar en el futuro; han agobiado al país con impuestos cuyo
producto se
distribuye como botín, han puesto la fuerza del gobierno
al servicio de los capitalistas, para que éstos puedan
robar a los trabajadores; han convertido los tribunales, los
ministerios,
todas las oficinas públicas en mercados donde se
vende el fallo de los jueces, de las concesiones ministeriales a
la protección de los funcionarios influyentes; han
devuelto al corrompido clero sus privilegios y le han garantizado
la impunidad para
todos los abusos; todo esto han hecho Porfirio Díaz y sus
cómplices, aprovechándose de nuestra
resignación para soportar cuanto yugo se nos
impone".
Para terminar reproduciremos aquellas demandas del
programa del Partido Liberal Mexicano, de 1906, que consideramos
vigentes y que en los hechos todavía no se llevan a la
práctica, aún cuando están contenidas en la
Constitución de 1917. "MEJORAMIENTO y FOMENTO DE
LA INS- TRUCCION"
10.- Multiplicación de escuelas primarias, en tal
escala, que
queden ventajosamente suplidos los establecimientos de
instrucción que se clausuren por pertenecer al
clero.
11.- Obligación de impartir enseñanza
netamente laica en todas las escuelas de la República,
sean del Gobierno o particulares, declarándose la
responsabilidad de los directores de escuelas que no se ajusten a
este precepto.
12.- Declarar obligatoria la instrucción hasta la
edad de 14 años, quedando al Gobierno el deber de impartir
protección, en la forma que le sea posible, a los
niños pobres que por su miseria pudieran perder los
beneficios de la enseñanza.
13.- Pagar buenos sueldos a los maestros de
instrucción primaria.
14.- Hacer obligatorio para todas las escuelas de la
República la enseñanza de los rudimentos de
arte y oficios
y la instrucción militar , y prestar preferente
atención ala instrucción cívica que tan poco
atendida es ahora.
"RESTRICCION A LOS ABUSOS DEL CLERO CA
TOLICO"
17.- Los templos se consideran como negocios
mercantiles, quedando por tanto obligados a llevar contabilidad y
pagar las contribuciones correspondientes.
18.- Nacionalización, conforme a las Leyes, de
los bienes raíces que el clero tiene en poder de
testaferros.
19.- Agravar las penas que las Leyes de Reforma
señalan para los infractores de las mismas.
20.- Supresión de las escuelas regenteadas por el
clero.
"CAPITAL y TRABAJO"
22.- Reglamentación del servicio doméstico
y del trabajo a domicilio.
23.- Adoptar medidas para que con el trabajo a destajo
los patrones no burlen la aplicación del tiempo
máximo y salario
mínimo.
24.- Prohibir en lo absoluto el empleo de
niños menores de catorce años.
25.- Obligar a los dueños de minas,
fábricas, talleres, etcétera, a mantener las
mejores condiciones de higiene en sus
propiedades ya guardar los lugares de peligro en un estado que
preste seguridad a la vida de los operarios.
26.- Obligar a los patrones o propietarios rurales a dar
alojamiento higiénico a los trabajadores cuando la
naturaleza del
trabajo de éstos exija que reciban albergue de dichos
patronos o propietarios.
27.- Obligar a los patronos apagar indemnización
por accidente del trabajo.
28.- Declarar nulas las deudas actuales de los
jornaleros de campo para con los amos.
29.- Adoptar medidas para que los dueños de
tierra no
abusen de los medieros.
30.- Obligar a los arrendadores de campos y casa a que
indemnicen a los arrendatarios de sus propiedades por las mejoras
necesarias que dejen en ellas.
"TIERRAS"
35.- A los mexicanos residentes en el extranjero que lo
soliciten los repatriará el Gobierno pagándoles los
gastos de viaje y
les proporcionarán tierras para su cultivo.
36.- El Estado
dará tierras a quien lo solicite, sin más
condiciones que dedicarlas a la producción agrícola
y no venderlas. Se fijará la extensión
máxima de terrenos que el Estado pueda ceder a una
persona.
37.- Para que este beneficio no sólo aproveche a
los pocos que tengan elementos para el cultivo de las tierras,
sino también a los pobres que carezcan de estos elementos,
el estado creará o fomentará un Banco
Agrícola que hará a los agricultores pobres
préstamos con poco rédito y redimible a
plazos.
"IMPUESTOS"
40.- Gravar el agio, los artículos de lujo, los
vicios y aligerar de contribuciones los artículos de
primera necesidad. No permitir que los ricos ajusten igualas con
el Gobierno para pagar menos contribuciones de las que les impone
la Ley.
"PUNTOS GENERALES"
41.- Hacer práctico el juicio de amparo,
simplificado los procedimientos.
42.- Restitución de la zona libre.
43.- Establecer la igualdad civil para todos los hijos
de un mismo padre, suprimiendo las diferencias que hoy establece
la ley entre legítimos e ilegítimos.
44.- Establecer, cuando sea posible, colonias
penitenciarias de regeneración, en lugar de las
cárceles y penitenciarías en que hoy sufren el
castigo los delincuentes.
45.- Supresión de los jefes
políticos.
46.- Reorganización de los municipios que han
sido suprimidos y robustecimiento del poder municipal.
47.- Medidas para suprimir o restringir el agio, el
pauperismo o la carestía de los artículos de
primera necesidad.
48.- Protección a la raza
indígena.
49.- Establecer lazos de unión con los
países latinoamericanos.
50.- Al triunfar el Partido Liberal se
confiscarán los bienes de los funcionarios enriquecidos
bajo la dictadura actual y lo que se produzca se aplicará
al cumplimiento del capítulo de tierras, especialmente a
restituir a los yaquis, mayas ya otras
tribus, comunidades o individuos los terrenos de que fueron
despojados, y al servicio de la amortización de la deuda
nacional.
EL PENSAMIENTO
ANARQUISTA DE RICARDO (I)
La mayoría de los autores que han escrito sobre
el Magonismo, coinciden en afirmar que el pensamiento
político de Ricardo evolucionó del liberalismo
hacia el anarquismo.
Aún cuando existe una carta de 1908, en
la que Ricardo reconoceser ya un anarquista desde el principio es
el manifiesto del 23 de septiembre de 1911.
Son varias razones las que explican la
radicalización de este insigne revolucionario. Entre las
principales se encuentran: la influencia paterna, cuando en su
niñez escuchó a su padre, que le contaba acerca del
comunismo
anarquista indígena de la región de la
cañada oaxaqueña; la lectura de
los libros de los
teóricos anarquistas europeos, que encontró en el
librero de Camilo Arriaga, en San Luis Potosí, en 1901; la
represión policiaca porfirista y el trabajo conjunto con
los anarquistas que encontró en Estados Unidos,
de 1904 en adelante.
Para analizar y resumir los planteamientos anarquistas
de Ricardo, tendríamos que revisar minuciosamente todos
los escritos periodísticos que Ricardo publicó en
REGENERACIÓN, de 1911 a 1918.
Por ahora, como un adelanto de ese futuro estudio, en
forma temática expondremos en este lugar, las principales
tesis
políticas de este revolucionario
oaxaqueño:
Ya desde el manifiesto de 1911, encontramos uno de los
planteamientos básicos del anarquismo europeo, es decir,
el señalamiento de los enemigos de los trabajadores, junto
con la tesis marxista de lucha de la clase:
Capital, Autoridad y Clero: ha ahí la trinidad
sombría que hace de esta bella tierra un paraíso de
los que han logrado acaparar en sus garras por la astucia, la
violencia y el
crimen, el producto del sudor, de la mugre, de las
lágrimas y del sacrificio de miles de generaciones de
trabajadores, y un infierno para los que con sus brazos y su
inteligencia
trabajan la tierra,
mueven la maquinaria, edifican las casas, transportan los
productos,
quedando de esa manera dividida la humanidad en dos clases
sociales de intereses diametralmente opuestos: la clase
capitalista y la clse trabajadora… entre estas dos clases no
pueden existir vínculo alguno de amistad ni
fraternidad, porque la clase poseedora está siempre
dispuesta a perpetuar el sistema económico político
y social que garantiza el tranquilo disfrute de sus
rapiñas, mientras la clase trabajadora hace esfuerzos por
destruir ese sistema inicuo para instaurar un medio en el cual la
tierra, las casas, la maquinaria de producción de
producción y los medios de transportación sean de
uso común.
EL ORIGEN DE LA
PROPIEDAD PRIVADA
Siguiendo a Proudhon, Ricardo afirma que la propiedad
privada es resultado del robo.
Las invasiones, las guerras de
conquista, las revoluciones políticas, las guerras para
dominar los mercados, los despojos llevados a cabo por los
gobernantes a sus protegidos son los títulos de la
propiedad territorial, títulos sellados con la sangre y con la
esclavitud de
la humanidad; y este monstruo origen de un derecho absurdo,
porque se basa en el crimen, no es un obstáculo para que
la ley llame sagrado ese derecho, como que son los detentadores
mismo de la tierra los que han escrito la ley.
LA PROPIEDAD PRIVADA
Al igual que los comunistas ortodoxos, es decir, los
marxistas, los anarquistas como Ricardo vieron en la propiedad
privada, la causa de todos los males económicos, sociales
y políticos de la humanidad: La propiedad territorial se
basa en el crimen, por lo mismo, es una institución
inmoral. Esta institución es la fuete de todos los males
que afligen al ser humano. El vicio, el crimen, la prostitución, el despotismo, de ella nacen.
Para protegerla se hacen necesarios: el ejercito, la judicatura,
el parlamento, la policía, el presidio, el cadalso, la
iglesia, el
gobierno y un enjambre de empleados y de zánganos, siendo
todos ellos mantenidos precisamente por los que no tienen un
terrón para reclinar la cabeza, por los que vinieron a la
vida cuando la tierra estaba ya repartida entre unos cuantos que
se la apropiaron por la fuerza o entre los descendientes de esos
bandidos que han venido poseyéndola por el llamado derecho
de herencia.
El primer dueño apareció con el primer
hombre que tuvo esclavos para labrar los campos, y para hacerse
dueño de esos esclavos y de esos campos necesitó
hacer uso de las armas y llevar la guerra a una
tribu enemiga. Fue pues, la violencia el origen de la propiedad
territorial, y por la violencia se ha sostenido desde entonces
hasta nuestros días.
EL CAPITAL
Siguiendo a Marx, Ricardo le
explica a los trabajadores mexicanos el origen y la esencia de el
Capital: El Capital, según la Economía
Política, es trabajo acumulado. La maquinaria, los
edificios, los buques, las vías férreas, son
trabajo acumulado, esto es, obra de trabajadores intelectuales y
manuales de
todas las épocas hasta nuestros días y por loi
mismo no se ve la razón por la que ese capital deba
pertenecer a unos cuantos individuos.
EL SALARIO DEL
ESCLAVO MODERNO
Proletarios, tenéis derecho a algo más que
la limosna que os dan poir vuestro trabajo, porque el Capital es
de todos, hombres y mujeres, ancianos y niños. El salario,
por lo tanto, es un ultraje; el la cadena de los libres, la
cadena que es preciso quebrantar para que la palabra ciudadano
deje de ser ultraje por aplicársele a verdaderos esclavos.
Si eso se hace, se habrá obtenido la libertad
económica.
CONSECUENCIAS DE LA
PROPIEDAD PRIVADA
Detrás de las rejas de esos pudrideros de carne y
de espíritu que se llaman presidios, miles de infortunados
pagan con la tortura de su espíritu las consecuencias de
ese crimen elevado por la ley a la categoría de derecho
sagrado: la propiedad territorial. En el envilecido de la casa
pública, miles de jóvenes mujeres prostituyen su
cuerpo y estropean su dignidad,
sufriendo igualmente las consecuencias de la propiedad
territorial. En los asilos, en los hospicios, en las casas de
expósito, en los hospitales, en todos los sombríos
lugares donde se refugian la miseria, el desamparo y el dolor
humano sufren las consecuencias de la propiedad territorial
hombre y mujer, ancianos y niños. Y presidiarios,
mendigos, prostitutas, huérfanos y enfermos levantan los
ojos al cielo con la esperanza de encontrar más
allá de las estrellas que alcanzan a ver, la felicidad que
aquí les roban los dueños de la tierra. Y el
rebaño humano, inconsciente de su derecho a la vida, se
encorva ante la tierra con que la naturaleza les obsequió,
perpetuando con su sumisión el imperio de la
injusticia.
Lo que hoy llamamos crimen, no es otra cosa que el
resultado directo o indirecto de causas que tienen su raíz
en la desigualdad económica que resulta del principio de
propiedad privada o individual. La desigualdad económica
produce la miseria, y esta empuja a los que no tienen bienes de
fortuna, a tomar, de donde lo hay, lo que necesitan para no morir
ellos de hambre ni dejar que mueran los suyos. A eso es a los que
ley llama robo, y ese delito,
así como el fraude, actos
cometidos en contra del llamado derecho de
propiedad, son los que dan el mayor contingente de
(prisioneros a las prisiones), pudiendo asegurarse que casi el
noventa por ciento de los reclusos de los presidios son
individuos que violaron la ley empujados por circunstancias
económicas.
LA ABOLICION DE LA
PROPIEDAD PRIV ADA
La abolición de la miseria se obtendrá
cuando el trabajador se haga el propósito de desconocer el
derecho de propiedad… tomando posesión de todo cuanto
existe. N o paguéis contribuciones al gobierno, no
paguéis la renta de las casas que ocupáis; tomad
las haciendas para trabajar la tierra en común, haciendo
uso de la excelente maquinaria que tienen los burgueses;
quedáos con fábricas, talleres, minas, etc.
Así acabaréis con la miseria.
Como la autoridad o gobierno, se encuentra basada en la
propiedad privada, ambas deben ser eliminadas para que una no
engendre a la otra. No se necesita otra cosa para triunfar, que
desconocer el derecho de la propiedad individual y dar el golpe
de gracia a la autoridad.
EL PENSAMIENTO ANARQUISTA DE RICARDO
(II)
Después del capital, el segundo enemigo de los
trabajadores es la autoridad, cuya expresión máxima
es el gobierno.
¿Para qué sirve, pues, la autoridad ? , la
autoridad sirve, trabajadores para humillarlos a cada paso, para
apalearlos, para ametrallarlos cuando pedís unos cuantos
centavos de aumento de vuestro salario o la disminución de
unos cuantos minutos de las largas horas de trabajo. La autoridad
sirve para echaros el guante y encerraros en presidio por el
delito de ser pobres; pue$ bien sabeis que vuestros amos pueden
cometer toda clase de excesos sin pisar nunca los umbrales de una
cárcel. La autoridad sirve para asegurar a vuestros
verdugos el disfrute político de lo que os roban en
vuestro trabajo.
La autoridad no hace falta más que para sostener
la desigualdad
social. ..es necesaria solamente para perpetuar el sistema
social basado en la desigualdad económica.
La autoridad garantiza al rico vivir en el ocio y
condena al pobre al rudo trabajo ya la abyecta miseria. El
burgués, necesita que haya autoridad, pues de lo
contrario, tendría que tomar el arado, la garlopa o el
martillo para ganarse su subsistencia y la de su
familia.
Pero el pobre, ¿Para qué necesita la
autoridad? La autoridad nunca ha sido buena con él; la
autoridad ha sido para el desheredado, la madrastra
huraña, castigadora y malvada, castradora de voluntades…
La autoridad fue instituída para cuidar los bienes
materiales de
la clase rica que se veían amenazados por los
hambrientos.
Los que no tenemos un terrón donde reclinar la
cabeza, no necesitamos autoridad. Por el contrario, la detestamos
porque ella arrebata de nuestras filas a los más vigorosos
de nuestros hermanos, para amontonarlos en los cuarteles y
hacerlos empuñar las armas en favor de la
burguesía, y enseguida nos cobra contribuciones para
mantener esos soldados y todo ese enjambre de funcionarios
grandes y chicos que forman lo que se llama gobierno.
Somos nosotros, los desheredados los que no tenemos nada
que nos roben, los que estamos obligados a pagar los gastos que
origina el mantenimiento
de la autoridad, cuando lo justo sería que esos gastos
fueran pagados por los beneficiados, que son los
burgueses.
El gobierno, cualquiera que sea su forma, republicano o
monárquico, no puede estar jamás del lado del
pueblo. EL GOBIERNO TIENE POR MISION CUIDAR LOS INTERESES DE LOS
RICOS…
No confiemos a ningún gobierno la solución
de nuestros problemas. Los
gobiernos son los representantes del capital y, por lo mismo,
tienen que oprimir al proletariado.
Para los anarquistas todos los gobiernos son malos, pues
defienden los intereses de la minoría social parasitaria,
es decir los capitalistas y sus aliados y socios, los integrantes
del clero católico romano.
La historia no registra en sus páginas el nombre
de un gobernante que seriamente se haya preocupado por salvar al
pueblo de la miseria y la tiranía, la historia de la
humanidad cuenta ya varios miles de años. Por ella sabemos
que el gobernante, el rico y el sacerdote de cualquier religión han sido los
aliados inseparables, confabulados en todos los tiempos para
tener al pueblo en la esclavitud.
Es una ilusión figurarse que el gobierno es la
representación del pueblo. El gobierno es la
representación de la clase capitalista. El pueblo
trabajador no hace otra cosa que nombrar como gobernante a quien
las clases ilustradas y ricas quieren imponer. Es en los bufetes
de los abogados, en las oficinas de los comerciantes y de los
dueños de negociaciones de todas clases donde se escogen
los hombres que han de tener por misión el gobierno del
país, y de esos bufetes, de esas oficinas no pueden salir
hombres pertenecientes a la clase trabajadora, sino simples
burgueses cuyo interés no
es otro que prolongar la agonía de los humildes que
refrenar la ansia de libertad y de justicia de los proletarios,
que tener en la ignorancia y en la miseria a los trabajadores,
convencidos de que el hombre se
envilece por la miseria y el sufrimiento y un hombre envilecido
no piensa en su redención.
En miles de años se ha dado un solo caso en que
un gobierno haya puesto la mano sobre los bienes de los ricos
para entregarlos a los pobres, por el contrario, donde quiera se
ha visto y se ve que el gobierno hace uso de la fuerza para
reprimir cualquier intento del pobre para obtener una mejora en
su situación. Acordaos de Río Blanco, acordaos de
Cananea, donde las balas de los soldados del gobierno ahogaron,
en las gargantas de los proletarios, las voces que pedían
pan; acordaos de Papantla, donde la metralla y la
fusilería del gobierno diezmaron a los enérgicos
habitantes que se negaban a entregar a los ricos las tierras que
les daban la subsistencia.
Por último, la solución no sólo
consiste en derrocar al gobierno sino que es necesario recuperar
las riquezas detentadas por los ricos, evitando así, de
raíz, el surgimiento de otro gobierno que reinstaure la
propiedad privada. El gobierno es el gendarme del capital, el
torvo polizonte que cuida las cajas fuertes de las aves de
rapiña de la banca, del
comercio y de
la industria,
para el capital tiene sumisiones y respeto; para el
pueblo tienen el presidio, el cuartel y el
patíbulo.
No esperemos nada bueno del gobierno que llegue a
implantarse después de esta revolución. Si queremos
libertamos, obremos por nuestra cuenta tomando posesión de
la tierra para trabajarla en común, y armémonos
todos para que si alguna tiranía quiera arrebatamos
nuestra dicha, estemos puestos a defenderla.
El tercer enemigo de los trabajadores, el clero
político, es el más peligroso por encontrarse
emboscado, cubierto por el velo religioso que oculta los
intereses terrenales de este grupo social, que a lo largo de la
historia
universal siempre ha estado alIado de los explotadores y
opresores de los pueblos.
N o es una casualidad que todo el primer período
liberal de los opositores a la dictadura porfiristalo hayan
dedicado a la denuncia ya la crítica, al papel
reaccionario del clero católico mexicano, al que la
tiranía le había dado alas de nuevo, como si no
hubieran existido las Leyes de Reforma en nuestro
país.
Los liberales mexicanos de este siglo, encabezados por
Camilo Arriaga, al publicar su primer manifiesto en contra del
clero católico mexicano, de paso invitan al pueblo a
organizar clubes liberales ya reunirse en el primer congreso
liberal, en el que la mayoría de los delegados se
manifestaron como jacobinos, comecuras.
Detrás del anticlericalismo se encontraba el
enfrentamiento político en contra de la dictadura
porfirista en el seno de los liberales se encontraba ya, el
gérmen de los futuros teóricos, organizadores y
dirigentes del ala más radical de los liberales, nos
referirnos a los magonistas, que en los primeros años de
este siglo se encontraban preparándose y afilando las
armas teóricas para las futuras batallas no solo contra el
clero reaccionario, sino sobre todo contra la tiranía
capitalista comandada por el gobierno de Porfirio
Díaz.
EL PENSAMIENTO ANARQUISTA DE RICARDO
(III)
Mientras que en su etapa liberal Ricardo Flores
Magón defendió la Constitución de 1857, en
su período anarquista de 1911 en adelante, se
volvió el más fiero crítico no solo de esa
Constitución, sino de toda Ley, pues según
él todo el sistema jurídico está al servicio
de .los explotadores y opresores políticos de los
trabajadores.
Todo revolucionario, dirá Ricardo es un ilegal;
dentro de la Ley y del orden puedes ir a la esclavitud, nunca ala
libertad. Es practicando la ilegalidad, es trastornando lo que la
ley llama orden como se conquista la emancipación. y no
puede ser de otra manera: la Ley obliga a que respetemos las
instituciones políticas y sociales que nosotros creemos
malas, porque de ellas derivan la pobreza, el
crimen y la esclavitud. Si queremos pues, cambiar esas
instituciones políticas y sociales que nos esclavizan por
otras que garantizan nuestra libertad y nuestra felicidad,
tenemos que forzosamente desobedecer el mandato de la ley que nos
obliga a respetar las instituciones existentes, y esa
desobediencia trastorna el orden.
Por eso todo revolucionario sincero, honrado y valiente
debe ser un ilegal. y el revolucionario que proclama respetar la
ley y el orden es un farsante.
Ose es legalista, y entonces, hay que confundirse con la
masa de carneros que sufren con paciencia todas las humillaciones
del actual sistema, o se es ilegalista, irrespetuoso,
desobediente, revolucionario.
El ladrón capitalista utiliza las leyes que
él mismo escribió, para impedir que los
trabajadores recuperen el producto de su trabajo: La
Constitución es vuestro peor verdugo, la
Constitución prohibe terminantemente que se ataque el
derecho de propiedad de los ricos.
La Constitución es bella en sus palabras, pero
solo beneficia a quien tiene el poder económico y el poder
político. La Constitución es utilizada por la clase
rica según su conveniencia. Si es a su favor para castigar
a los trabajadores la usan para encarcelar a los pobres y
desempleados y si es para castigar a los funcionarios y poderosos
se convierte en una mercancía fácil de adquirir y
de violar impunemente.
Una de tantas mentiras oficiales es afirmar que vivimos
en un régimen de derecho, cuando en realidad es lo
contrario, vivimos bajo una dictadura de los capitalistas, ya que
la propiedad privada es la base de todas las explotaciones, de
todas las tiranías.
La Constitución no fue escrita para emancipar a
la clase trabajadora sino para garantizar a la burguesía
el disfrute pacífico de sus rapiñas y dar a la
autoridad el prestigio y la fuerza moral que
tanto necesita para ser obedecida y temida.
La Constitución es burguesa porque sirve en forma
eficiente a los capitalistas y sus fieles servidores los
gobernantes. Ellos sí se benefician de ella, mientras
ustedes proletarios no podéis disfrutar de los derechos,
garantías y privilegios que al ciudadano concede la
Constitución del 57 por la sencilla razón de que
sois pobres. No podéis ejercitar el derecho de escribir y
de hablar, porque no habéis tenido la oportunidad de
educaros y de instruiros como los han tenido los hijos de la
burguesía, y aún cuando fuerais aptos para hablar y
escribir sobre cualquier tema, tendríais que amoldaros a
los gustos de vuestros señores, pues si alguna vez
hablaseis en contra de las leyes y de las Instituciones
existentes, y vuestra palabra, o vuestro escrito pusieran de
alguna manera en peligro la tranquilidad o los bienes del
sacerdote, del rico o del representante de la autoridad, bien
pronto ahogarían en vuestras gargantas las palabras y
encadenarías vuestras manos, para que no hablaseis ni
escribieses. Veis pues, que esos derechos o libertades, son una
mentira cuando los que tratan de ejercitarlos son miembros de la
clase trabajadora.
Desde que existe el sistema electoral en la época
moderna capitalista, siempre ha beneficiado a los ricos, pues son
ellos, por medio del gobierno quienes han
controlado los comicios para perpetuarse en el poder. Si no ganan
utilizan todas las triquiñuelas para no perder el poder
político y el último de los casos tienen todas las
policías y el ejército para imponer a su candidato
burgués derrotado por el pueblo, y si es necesario, pueden
quemar las boletas electorales para que no haya posibilidad de
demostrar el fraude cometido por los gobernantes.
Y en cuanto al derecho electoral ¿ Qué
bien os reporta el nombrar a las autoridades? ¿No sabeis
que la autoridad tienen que respetar el odioso libraco llamado
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el libraco que remacha vuestras cadenas, el libraco
que os hace esclavos ?
Si peleáis por ganar el voto sereis como dice
Mirabeau más estúpidos que las reses, porque
siquiera esos dignos animales no
eligen al carnicero que ha de degollarlos.
Ir a votar cuando las elecciones están
controladas por el gobierno, no beneficia económicamente a
los trabajado- res, pues ¿ Qué gana el proletariado
con el hecho de depositar en las urnas una boleta electoral en la
que ha puesto el nombre de la persona que formará parte
del gobierno? En su casa no habrá más pan por el
mero hecho de que elija a Carranza o a cualquier otro hombre; ni
su compañera ni sus hijos podrán usar vestidos
limpios y confortables.
Los pobres no tienen otro derecho que el de firmar las
boletas electorales y de llevarlos a la casilla, pero sin conocer
a punto fijo las cualidades de las personas que tienen que
elegir, a quienes solo conocen por lo que de ellas dicen los
propagandistas de las clases directoras. El derecho de votar se
reduce, en tales condiciones a la tarea de firmar .Con ello los
trabajadores y los pobres en general, nada ganan, como sea el de
cambiar al amo, amo que no va a trabajar en beneficio de los
intereses de los pobres, sino en beneficio de las clases altas de
la sociedad, pues éstas fueron las que en verdad hicieron
la elección.
No es el voto, el derecho de pensar ni el de
reunión, ni de ninguna otra de las facultades
políticas que dan las leyes lo que da de comer al
trabajador. El derecho de votar es un sarcasmo. Aquí, en
los Estados Unidos tenemos la prueba de ello. El pueblo de esta
nación ha tenido siempre el derecho de votar, y sin
embargo las miserables barriadas de Nueva York, de Chicago, de
San Luis de Filadelfia, y de todas las grandes cuidades
americanas, son testigos elocuentes de la ineficiencia del voto
para hacer la felicidad de los pueblos. En esas barriadas,
cientos de miles de personas se pudren física y moralmente
en covachas infectas, y en toda la nación, todas las
mañanas, cuatro millones de seres humanos salen de esas
mansiones de la mugre y del hambre a buscar trabajo para volver
alas covachas con un mendrugo de pan para la mujer y para
los hijos, pero como no encuentran trabajo, regresan con las
manos vacías y apretándose el estómago, para
reanudar al día siguiente la penosa peregrinación
en busca de amos a quienes alquilar sus brazos, y llegados el
tiempo de las elecciones, esos hambrientos se apresuran afirmar
una boleta electoral para encumbrar a otro gobernante que les
continúe apretando el pescuezo.
Si tenemos este ejemplo a la vista ¿por
qué hemos de empeñarnos en conquistar una facultad
ilusoria como es la de votar? ¿Por qué no mejor
dedicar todas nuestras energías a la conquista de la
tierra que es la fuente de todas las riquezas y que, en manos del
pueblo aseguraría a todos la vida, les daría, por
lo mismo, la independencia
económica y como consecuencia de eso, la verdadera
libertad?
EL PENSAMIENTO ANARQUISTA DE RICARDO
(IV)
Los proletarios no tienen patria, escribió Marx,
y Ricardo apoyando esta tesis afirmó: El pobre no tiene
patria porque nada tiene, a no ser su mísera existencia.
Son los burgueses los únicos que pueden decir: Esta es mi
patria, porque ellos son los dueños de todo. Los pobres
son el ganado encerrado en los grandes corrales llamados
naciones, y j oh ironía! a ese ganado se le obliga a
defender la patria, esto es, la propiedad de los burgueses, y al
caer por millares en los campos de batalla, donde se deciden
vulgares querellas de patrias de la política, gritan los
jefes: "todo por la patria".
Los hombres que agonizan en la tierra que no es suya;
los trabajadores que pierden la sangre en las fábricas
ajenas; los mineros que socavan las minas de otros; todos los que
trabajan para beneficiar al burgués, ¿qué
patria tienen? Si la patria es la tierra en que nacimos, esa
tierra debe ser de todos, pero no es así, esa tierra es la
propiedad de unos cuantos, yesos pocos son los que ponen el fusil
en nuestras manos para defender la patria. ¿No
sería más lógico que, siendo ellos los
dueños de la patria, fueran sus manos las que
empuñaran el fusil y no las manos de los que no tienen
más tierra que la que pueden recoger en los
zapatos?
La patria, proletarios, es algo que no es nuestro, y,
por lo mismo en nada nos beneficia. La patria es de los
burgueses, y, por eso, a ellos únicamente beneficia. La
patria fue inventada por la clase parasitaria, por la clase que
vive sin trabajar, para tener divididos a los trabajado- res en
nacionalidades y evitar, o al menos entorpecer por ese medio su
unión en una sola organización mundial que diera
por tierra el viejo sistema que nos oprime.
Si todas las cosas estuvieran bien arregladas, si toda
criatura humana tuviera que comer, tuviera donde resguardarse de
la intemperie sin tener que pagar alquiler de casa, en una
palabra, si todos, con un rato de saludable trabajo al día
tuvieran lo necesario para vivir con decencia y sin incertidumbre
por el porvenir, entonces no habría nadie que se atreviera
a decir: yo soy más que tú, i
obedéceme!.
Entonces habría orden porque habría
armonía. Nadie tendría que disputar a otro, nadie
tendría envidia a nadie. Todos seríamos hermanos y
saldrían sobrando el polizonte, el soldado, el juez, el
carcelero, el verdugo y el gobernante. Saldría sobrando,
porque conquistada la armonía entre los seres humanos por
la conquista de la libertad económica el parasitismo de
los funcionarios no tendría ya razón de ser
.
Los funcionarios públicos no son, como se cree,
los guardianes del orden. El orden es la armonía, no
necesita guardianes, precisamente porque es orden. Lo que
necesita guardianes es el desorden, y desorden escandaloso,
vergonzoso y humillante para los que no nacimos para esclavos, es
el que reina en la vida política y social de la
humanidad.
Desorden es que una clase social pese sobre toda clase
social, pues no debe existir más que una sola clase, la de
los productores, esto es, la de los trabajadores, la humanidad se
convertirá en clase trabajadora, cuando la tierra y la
maquinaria pertenezcan a todos, pues entonces todos
tendrán que trabajar para comer .
Para mantener el desorden, esto es para mantener la
desigualdad política y social, para mantener los
privilegios de la clase alta y tener sometida a la clase baja, es
para lo que se necesita los gobiernos, las leyes, los polizontes,
los soldados, los carceleros, los jueces, los verdugos y toda una
caterva de altos y pequeños funcionarios que chupan las
energías de los pueblos de la tierra. No es para proteger
a la humanidad para lo que existen esos funcionario, sino para
tenerla sometida, para tenerla esclavizada en beneficio de los
que se han dado maña para retener hasta hoy la tierra y la
maquinaria.
No; es el orden, no es la esclavitud de una parte de la
humanidad por otra parte de ella, sino la libertad de toda la
especie humana. Al orden burgués, los mexicanos
contestamos con nuestra rebeldía. Contra ese orden
gritamos; j muera el orden! Porque es un orden que maniata la
libre iniciativa del ser humano, porque es un orden de cuartel o
de presidio.
La inmensa mayoría de la población de las cárceles
está compuesta de individuos que han cometido delitos contra
la propiedad: robo, fraude, falsificación, etc., mientras
una pequeña minoría de delincuentes se encuentran
prisioneros por delitos contra la persona. Abolida la propiedad
privada, teniendo todas las facultades de escoger un trabajo de
su agrado, pero útil a la comunidad;
humanizando el trabajo en virtud de que no se efectúa para
que el patrón acumule riquezas, sino para satisfacer
necesidades, de- vueltos a la industria los miles y miles de
brazos que hoy acapara el gobierno en sus oficinas, en los
cuarteles, en las prisiones mismas; puestos todos a trabajar para
ganar el sustento, con la ayuda poderosa de la maquinaria de toda
especie, se necesitará trabajar solamente dos o tres horas
diarias para tener de todo en abundancia. ¿Habría
entonces quien prefiriese el robo para poder vivir? El hombre,
aún el más perverso, gusta siempre de atraerse la
estima de los demás, de estar bien con los
demás.
Esto puede observarse hoy mismo, a pesar de que el medio
en que vive la humanidad embota los mejores instintos de la
especie, y si esto es cierto ¿por qué no admitir
que el hombre sería mejor en el seno de una sociedad
libre?
En cuanto a los delitos contra las personas, en su mayor
parte son el producto del medio malsano en que vivimos. El hombre
vive en constante sobreexcitación nerviosa; la miseria, la
inseguridad de
ganar el pan de mañana; los atentados de la autoridad; la
certidumbre de que se es víctima de la tiranía
política y de la explotación capitalista; la
desesperación de ver crecer a la prole sin vestido, sin
instrucción, sin porvenir; el espectáculo nada
edificante de la lucha de todos contra todos, que nace
precisamente del derecho de propiedad privada, que faculta a los
astutos y a los malvados a amasar capitales explotando a los
trabajadores, todo eso, y mucho más, llena de hiel el
corazón del hombre, lo hace violento, colérico y lo
precipita a sacar el revólver 0 el puñal para
agredir, a veces por cuestiones baladíes. Una sociedad en
la que no exista esa brutal competencia entre
los seres humanos para poder satisfacer todas las necesidades,
calmaría pasiones, suavizaría el carácter de las personas y
fortalecería en ellas el instinto de sociabilidad y
solidaridad que son tan poderosos que, a pesar de la secular
contienda de todos contra todos, no han muerto en el ser
humano.
Adelantándose a Wilhelm Reich, crítico de
la moral
sexual burguesa, Ricardo, en 1914, ya era un feroz denunciador de
la moral de los capitalistas y gobernantes: El estupro, la
violación de mujeres, el adulterio,
producto son igualmente del sistema social que combatimos, en que
una falsa moral hace hipócritas a los hombres y mujeres en
sus relaciones
sexuales, y esa hipocresía conduce a histerismo ya
aberraciones que no existirían en un medio de libertad y
de igualdad en que el hombre y la mujer se unieran libremente,
sin otro interés que la satisfacción de ese
conjunto de necesidades morales y físicas que se llama
amor. Pero
lejos de esta satisfacción, libre de necesidades
naturales, encontramos en la sociedad actual mil trabas al amor,
debidas unas a preocupaciones sociales a preocupaciones
religiosas otras ya dificultades económicas las
más.
EL PENSAMIENTO ANARQUISTA DE RICARDO
(V)
Las escuelas oficiales educan al pueblo en el sentido de
hacer de cada hombre un sostenedor del sistema actual…
enseñan al niño a admirar la destreza con que
algunos hombres saben sacar provecho del sudor y la fatiga de sus
semejantes, para convertirse en reyes del acero, del
petróleo y de las otras cosas. En la
escuela se enseña al niño que el ahorro y la
laboriosidad son el origen de las grandes fortunas que dejan
boquiabiertos a los imbéciles, cuando la experiencia
demuestra que solo las malas artes, la violencia y el crimen
pueden acumular la riqueza en las manos de un hombre.
En las escuelas de gobierno y en las particulares
también, se enseña al niño a venerar un
trapo de determinado color al que hay
que defender, aunque no tenga un palmo de tierra de patria; se
enseña al niño a considerar al gobernante como aun
individuo que
resume en sí al poder de todo un pueblo, cosa que es una
solemne mentira, porque el gobernante no pertenece más que
a la clase privilegiada, cuyos intereses defiende, intereses que,
por lo demás, son diametralmente opuestos a los de la
clase proletaria.
Con una educación así, se forman esclavos,
pero no hombres libres.
El pueblo necesita educación, pero distinta ala
educación oficial, cuyos programas han sido sugeridos o
dicta- dos por los interesados en perpetuar la esclavitud de los
pobres en beneficio de los audaces y de los malvados. La
educación de las masas, para que sea verdaderamente
provechosa y vaya de acuerdo con la conquista que ha logrado
hacer el pensamiento humano, es preciso que esté a cargo
de los trabajadores, esto es, que ellos la costeen y sugieran los
programas educacionales. De este modo se conseguirá que la
juventud proletaria entre de lleno ala vida, bien armada de las
ideas modernas que darán ala humanidad el suspirado bien
de la justicia social.
Al lado de la educación proletaria debe estar la
unión de los trabajadores, y así, con la
unión solidaria de los explotados y su educación se
logrará romper para siempre la cadena maldita que nos hace
esclavos a los pobres y amos naturales a los ricos; el salario, y
se entregará la humanidad al disfrute libre e inteligente
de todo cuanto han podido acumular las generaciones anteriores y
que está actualmente en poder de un reducido número
de modernos negreros.
A diferencia de Madero, Carranza, Obregón, etc.,
Ricardo Flores Magón en artículo publicado un
día antes del levantamiento armado del pueblo mexicano, es
decir el19 de noviembre de 1910, definió claramente a los
trabajado- res en qué consistía una verdadera
revolución social, un cambio radical que no se
llevó acabo en nuestro país y que hasta el
día de hoy sigue siendo la tarea histórica de los
explotados y oprimidos.
Debemos procurar los libertarios que este movimiento
tome la orientación que señala la ciencia. De
no hacerlo así, la revolución que se levanta no
serviría más que para sustituir un presidente por
otro presidente, o lo que es lo mismo un amo por otro amo.
Debemos tener presente que lo que se necesita es que el pueblo
tenga pan, tenga albergue, y tenga tierra que cultivar; debemos
tener presente que ningún gobierno, por honrado que sea,
puede decretar la abolición de la miseria. Es el pueblo
mismo, son los hambrientos, los desheredados, los que tienen que
abolir la miseria, tomando en primer lugar , posesión de
las tierras que, por derecho
natural, no pueden ser acaparadas por unos cuantos, sino que
es la propiedad de todo ser humano. No es posible predecir hasta
donde podrá llegar la obra reinvindicadora de la
próxima revolución; pero si llevamos los luchadores
de buena fe el propósito de avanzar lo más posible
por ese camino; si al empuñar el Winchester vamos
decididos no al encumbramiento de otro amo, sino ala
reinvindicación de los derechos del proletariado; si
llevamos al campo de la lucha armada el empeño de
conquistar la libertad económica, que es la base de todas
las libertades, que es la condición sin la cual no hay
libertad ninguna; si llevamos ese propósito encauzaremos
el próximo movimiento popular por un camino digno de esta
época; pero si por el afán de triunfar
fácilmente; si por querer abreviar la contienda quitamos
de nuestra tendencia el radicalismo que la hace incompatible con
la tendencia de los partidos netamente burgueses y conservadores,
entonces habremos hecho obra de bandidos y asesinos, porque la
sangre derramada no servirá más que para dar mayor
fuerza a la burguesía, esto es, a la casta poseedora de la
riqueza, que después del triunfo pondrá nuevamente
la cadena al proletariado, con cuyo sacrificio, con cuya sangre,
con cuyo martirio ganó el poder.
Preciso es, pues, proletarios y desheredados, que no os
confundáis. Los partidos conservadores y burgueses os
hablan de libertad, de justicia, de ley, de gobierno honrado, y
os dice que cambiando el pueblo los hombres que están en
el poder por otros, tendréis libertad, tendréis
justicia, tendréis ley, tendréis gobierno honrado.
No os dejéis embaucar. Lo que necesitáis es que os
asegure el bienestar de vuestra familia, cosa que no hará,
ni se los dará ningún gobierno. Sois vosotros los
que tenéis que conquistar esas ventajas, tomando desde
luego posesión de la tierra, que es la fuente primordial
de la riqueza, que tomarla vosotros y la tierra no os la
podrá dar ningún gobierno i …porque la ley
defiende los derechos de los detentadores de la riqueza:
tenéis que tomarla vosotros a despecho de la ley, a
despecho del gobierno, a despecho del pretendido derecho de
propiedad; tenéis que tomarla vosotros en nombre de la
justicia natural, en nombre del derecho que tiene todo ser humano
a vivir ya desarrollar su cuerpo y su inteligencia.
Cuando vosotros estéis en posesión de la
tierra, tendréis libertad, tendréis justicia,
porque la libertad y la justicia no se decretan; son el resultado
de la independencia económica, esto es, de la facultad que
tienen un individuo de vivir sin depender de un amo, esto es, de
aprovechar para sí, y para los suyos, del producto
íntegro de su trabajo.
Así pues, tomad la tierra, la Ley dice que no la
toméis, que es propiedad particular , pero la ley que tal
cosa dice fue escrita por los que os tienen en la esclavitud, y
tan no responde a una necesidad general, que necesita el apoyo de
la fuerza. Si la ley fuera el resultado del consentimiento de
todos, no necesitaría el apoyo del polizonte, del juez,
del carcelero, del verdugo, del soldado y del funcionario. La ley
os fue impuesta, y contra las imposiciones arbitrarias apoyadas
por la fuerza, debemos los hombres dignos responder con nuestra
rebeldía.
Para Ricardo Flores Magón, la solución a
todos los problemas actuales de la humanidad, solo será
posible cuando los trabajadores de todo el mundo recuperen las
tierras y fábricas y todas las riquezas que ellos mismos
han producido, para luego continuar trabajando y
repartiéndose entre sí todo lo
producido.
Complemento del futuro comunismo social en que no
habrá ya parásitos capitalistas y curas corruptos
traidores a Jesús, será la desaparición de
todo gobierno compuesto por una minoría burocratizada y
defensora de ricos empresarios que ya no existirán, con la
consecuente organización de todos los ciudadanos en
comisiones rotativas de corto plazo, en la que vigilará la
honestidad de los
que les toque dichas comisiones.
Hasta el día de hoy, no existe ningún
país en el que se haya aplicado el comunismo
anárquico pero estamos seguros, como
dijo Ricardo poco antes de ser asesinado, que si la especie
humana llega alguna vez a gozar de verdadera fraternidad y
libertad y justicia social, deberá ser por medio del
anarquismo.
Humberto Escobedo