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Petróleo




Enviado por la_fede



    Prospección y
    cateo

    1. Estado
      natural
    2. Composición
      química
    3. Propiedades físicas
      del petróleo y sus derivados
    4. Reseña
      histórica
    5. Origen
    6. Distribución
      geológica
    7. Búsqueda o
      localización de yacimientos
      (Prospección)
    8. Métodos de
      perforación
    9. El petróleo en
      Argentina
    10. Bibliografía

    Introducción

    Los petróleos son líquidos oleosos,
    bituminosos, de origen natural, compuestos por diferentes
    sustancias orgánicas. También reciben los nombres
    de petróleos crudos, crudos petrolíferos o
    simplemente crudos. Se encuentran en grandes cantidades bajo la
    superficie terrestre y se emplean como combustibles y materia prima
    para la industria
    química.
    Las sociedades
    industriales modernas los utilizan sobre todo para lograr un
    grado de movilidad por tierra, mar y
    aire impensable
    hace sólo 100 años. Además los
    petróleos y sus derivados se emplean para fabricar
    medicinas, fertilizantes, productos
    alimenticios, objetos de plásticos,
    materiales de
    construcción, pinturas y textiles y para
    generar electricidad.

    Los petróleos varían por su
    composición y sus propiedades físicas, desde los
    petróleos de color claro,
    ricos en gasolina, a los petróleos negros y densos de una
    viscosidad tan
    grande que no fluyen a las temperaturas ordinarias. Estos
    últimos son muy asfálticos.

    La mayoría de los petróleos crudos tienen
    olor desagradable que se debe a la presencia de ácido
    sulfhídrico y compuestos
    orgánicos de azufre.

    Estado
    natural:

    El petróleo se encuentra relativamente
    distribuido en todas partes del mundo, almacenado formando
    grandes yacimientos en el interior de la tierra, a
    profundidades desde cerca de la superficie hasta 2000 y
    más metros, y su composición varía mucho de
    acuerdo a su procedencia. En el interior de la tierra se
    encuentra formando bolsones y acompañado generalmente por
    una capa inferior de agua salada y
    una superior de gas a presión.
    El
    petróleo se extrae por perforación del suelo. A veces de
    los agujeros abiertos por las sondas, surge el petróleo
    directamente a causa de la presión interna que reina en la
    bolsa, pero más tarde se termina la explotación por
    bombeo.

    Composición
    química:

    El petróleo crudo consiste esencialmente en una
    mezcla compleja de hidrocarburos
    de diferentes puntos de ebullición, a menudo
    acompañados por pequeños porcentajes de oxígeno, azufre y compuestos nitrogenados.
    Los crudos varían, de acuerdo a su origen, en su
    composición química.

    Los petróleos crudos, de acuerdo a sus componentes,
    se clasifican en tres clases: los de base parafínica, que
    contienen muy poca cantidad de asfalto, pero producen
    hidrocarburos sólidos de la serie parafínica con la
    fórmula general CnH2n+2; los de base
    nafténica, que dejan un residuo pesado oscuro o asfalto.
    Predominan en estos residuos los hidrocarburos de la serie
    nafténica, con la fórmula general
    CnH2n; los hidrocarburos que contienen el
    petróleo crudo son de la siguiente serie:

    1. parafínica
    2. oleofínica
    3. acetilénica
    4. diolefínica
    5. aromáticos
    6. nafténicos

    Además, se ha encontrado en crudos de Borneo y
    California, hidrocarburos y homólogos del grupo de la
    naftalina. También en el petróleo del
    Cáucaso se encuentran hidrocarburos del grupo del
    antraceno. Los que predominan son los parafínicos,
    nafténicos y aromáticos.

    El oxígeno y sus compuestos se han encontrado en los
    diferentes crudos en distintas formas, ya sea como:
    oxígeno libre, ácidos
    grasos y sus derivados, ácidos nafténicos, fenoles,
    asfalto y cuerpos resinosos. Su contenido varía de 2 a 3
    %, aunque hay crudos que llegan a tener hasta 6,9 %. Se han
    separado numerosos ácidos nafténicos del
    petróleo crudo.

    Los fenoles se han encontrado en algunos crudos,
    especialmente en California.

    El asfalto y los cuerpos resinosos que se encuentran en los
    petróleos en cantidades variables, se
    forman evidentemente por oxidación y polimerización
    de ciertos hidrocarburos del crudo.

    El azufre se encuentra en el crudo en la siguiente forma:
    azufre libre, ácido sulfhídrico, compuestos
    orgánicos: tiofeno (C4H4S) y sus
    homólogos, sulfuros de alquilo
    ((CnH2n+1)2S), mercaptanos
    (CnH2n+1SH), etc.

    En general, el crudo de peso específico mayor,
    contiene mayor porcentaje de azufre que los de peso
    específico menor.

    Los porcentajes de azufre en el crudo varían de 0,04
    a 4 %; algunos crudos contienen aún porcentajes
    mayores.

    El nitrógeno se encuentra en casi todos los crudos
    bajo la forma de quinoleínas en cantidades variables.
    Estas bases consisten principalmente en
    alquilquinoleínas.

    Los porcentajes, por lo general, son menores al 1 %,
    oscilando entre 0,5 y 0,05 %. Algunos crudos de California y de
    Japón
    contienen porcentajes elevados de nitrógeno.

    Propiedades
    físicas del petróleo y sus
    derivados:

    Coloración: el color del
    petróleo varía del amarillo al rojo pardo, siendo
    las clases más oscuras, opacas. Los aceites de bajo peso
    específico (0,777 a 0,789) son amarillos, los medianos
    (0,792 a 0,820) ámbar, y los aceites más pesados
    son oscuros. Por luz reflejada, el
    aceite crudo
    es usualmente verde, debido a la fluorescencia. Por lo general,
    su tonalidad se oscurece con el aumento de su peso
    específico, que se incrementa al aumentar su porcentaje de
    asfalto. Los hidrocarburos puros son incoloros, pero a menudo se
    colorean por oxidación, especialmente los no saturados.
    Los compuestos que dan color pertenecen a la clase de los
    hidrocarburos aromáticos; el color depende de su estructura
    molecular.

    Olor: Es característico y depende de la
    naturaleza y
    composición del aceite crudo. Los hidrocarburos no
    saturados dan olor desagradable, como ocurre con los
    petróleos mexicanos y los de la zona vecina a Texas
    (Estados
    Unidos) debido al ácido sulfhídrico y otros
    compuestos de azufre. Los petróleos crudos de California,
    Rusia y
    Rumania tienen olor aromático. Los de Pensilvania tienen
    olor agradable a gasolina. En otros aceites el olor varía,
    dependiendo de la cantidad de hidrocarburos livianos y de las
    impurezas.

    Peso específico: El
    petróleo es más liviano que el agua. Su
    peso específico es influenciado por factores
    físicos y por la composición química del
    crudo, pudiendo oscilar, en términos generales, entre 0,75
    y 0,95 Kgr./lt. Aumenta con el porcentaje
    de asfalto.

    Viscosidad: Es la medida de la tendencia
    a fluir, siendo de gran importancia en los aceites lubricantes y
    fuel-oil. Es usualmente el tiempo
    necesario para que un volumen dado de
    aceite, a una temperatura
    definida, fluya a través de un pequeño orificio. Se
    mide con viscosímetro. Todos emplean en general el mismo
    principio. Se controla la temperatura dentro de la taza y en el
    baño cuidadosamente, y cuando se ha alcanzado la
    temperatura deseada, se abre el orificio y se deja fluir el
    líquido a un frasco de capacidad conocida. El tiempo
    necesario para llenar el frasco es la viscosidad requerida
    (Saybolt Universal y Saybolt Furol). En el Engler se toma con
    respecto al agua.

    Los petróleos crudos tienen diferentes viscosidades;
    algunos son muy fluidos y otros muy viscosos. Los aceites
    compuestos de hidrocarburos de las series
    CnH2n-2 y CnH2n-4 son
    viscosos. Los petróleos pesados en general están
    compuestos por gran cantidad de estos hidrocarburos.

    La viscosidad aumenta con el peso específico. La
    viscosidad de los aceites del mismo peso específico pero
    de diferente origen, no es la misma. Esto se debe a su diferente
    composición química.

    De esta propiedad
    depende la calidad de los
    aceites lubricantes que contiene.

    Solubilidad: Es insoluble en agua, sobre
    la cual sobrenada por su peso específico menor. A esto se
    debe su peligrosidad cuando se derrama en los puertos, o cuando
    es necesario combatir incendios en
    los tanques de almacenaje.

    Es soluble en benceno, éter, cloroformo, y otros
    solventes orgánicos.

    Poder calorífico: Está
    comprendido entre las 9000 y 12000 calorías. Éste
    disminuye al aumentar la densidad.
    Ejemplo:

    Para una densidad de 0,815 Kgr./lt. es
    igual a 11000 Cal/lt..

    Para una densidad de 0,915 Kgr./lt. es
    igual a 10700 Cal/lt..

    Reseña
    histórica:

    El petróleo (del latín petra: piedra y
    óleum: aceite) y sus derivados naturales
    (betún asfáltico o asfaltita y gas natural),
    fueron conocidos y utilizados desde la remota
    antigüedad.

    El aceite mineral es conocido desde muy antiguo, sobre todo
    en forma de betún, que es el residuo obtenido
    después de evaporar productos livianos. Se lo menciona ya
    en la Biblia: la cuna de Moisés y el arca de Noé
    habrían sido pintados con él a fin de volverlos
    estancos.

    Hacia el 520 antes de Cristo se lo empleaba ya como
    combustible en Babilonia, aprovechando su elevado poder
    calorífico; y en Egipto se
    embalsamaban los muertos con una mezcla de betún y de
    materias aromáticas.

    Numerosos autores antiguos han señalado la presencia
    de petróleo: Heródoto, Plinio, Plutarco,
    etc.

    También lo usaron: los caldeos para unir ladrillos e
    impermeabilizar vidrios; los romanos y griegos en sus
    campañas bélicas, para dardos incendiarios; los
    persas, para fines religiosos (fuegos sagrados alimentados por
    gas natural); los incas y los
    aztecas en
    medicina,
    arquitectura,
    etc.

    En Asia las
    poblaciones muy antiguas del Cáucaso y del Tíbet
    veneraban como manifestaciones divinas los chorros de nafta inflamada
    que surgía del suelo.

    La industria del petróleo es, sin embargo, muy
    reciente: La explotación racional moderna comenzó
    en el siglo XIX. El primer pozo de América
    del Norte, perforado en Pensilvania (Estados Unidos) por el
    coronel Drake, fue de cien metros de profundidad, surgiendo
    espontáneamente petróleo en el lugar del agua que
    se buscaba. La ciudad de Bucarest estuvo alumbrada con
    petróleo desde 1857, y los primeros petróleos
    rumanos hicieron su entrada en el mercado
    comercial.

    Origen:

    Las siguientes son las hipótesis formuladas para explicar su
    formación:

    • Teoría Inorgánica: Según los
      trabajos de Berthelot (1886), Mendeleieve (1897) y Moissan
      (1902), la formación de los aceites minerales se
      debería a la descomposición de carburos
      metálicos por la acción del agua. Las aguas de
      filtración, en contacto con los carburos
      metálicos contenidos en las profundidades del suelo,
      darían hidrocarburos acetilénicos de cadena
      corta, que se transformarían en hidrocarburos saturados,
      cada vez más complejos, por polimerización y
      condensación.

    Así es como una hipótesis emitida
    por Sabatier y Senderens, hace intervenir una reacción
    catalítica con fijación de hidrógeno, en presencia de metales como el
    níquel, en estado muy
    dividido.

    Algunos geólogos han pensado vincular la
    formación de aceites minerales a fenómenos
    volcánicos: en efecto, los restos de terrenos eruptivos, a
    menudo contienen hidrocarburos, y el azufre, producto
    volcánico por excelencia, constituye casi constantemente
    las tierras petrolíferas. Se comprueba también, en
    el curso de las erupciones, un desarrollo de
    hidrocarburos gaseosos, que podrían polimerizarse en el
    curso de los fenómenos postvolcánicos.

    Pero esta hipótesis no encara la posibilidad de
    descomposición de los petróleos a temperatura de
    las bocas de erupción, que es muy elevada, y aunque se ha
    verificado en algunos yacimientos (Cáucaso, Rumania,
    Galicia), no ha sucedido lo mismo en las regiones
    petrolíferas de Canadá, Texas y Rusia del
    Norte.

    • Teoría Orgánica: Según el
      naturalista alemán Hunt, los petróleos se
      habrían formado en el curso de los siglos por
      descomposición de plantas y de
      animales
      marinos. En apoyo de esta hipótesis se invoca
      generalmente la presencia de sal gema y de restos
      orgánicos en los sondajes petrolíferos. La
      destilación bajo presión del
      aceite de hígado de bacalao o de cuerpos grasos
      provenientes de animales marinos mostraría, según
      el químico Egler, que los petróleos se originan
      por la acción del calor central, ejercido bajo fuertes
      presiones, sobre los cadáveres fósiles de estos
      animales.

    Apoyaría la hipótesis del origen animal de
    estos aceites el poder rotatorio que posee la mayor parte de
    ellos, que probablemente se debe a la presencia de colesterina.
    Desgraciadamente, los yacimientos de petróleo se
    encuentran en terrenos antiguos, donde la geología
    nos enseña que la vida se hallaba muy poco
    desarrollada.

    • Teoría Microorgánica: Sería
      muy posible que la génesis de los petróleos
      derivase, al menos en parte, de formas animales y vegetales de
      organización muy primitiva, como las
      algas, las diatomeas, los protozoarios (foraminíferas).
      La descomposición por el agua de plancton marino, y
      sobre todo del Faulschlamm, limo de las profundidades
      constituido por plantas y animales microscópicos,
      podría proporcionar petróleo en ciertas
      condiciones. Lo que parece confirmar esta idea es la
      coexistencia de antiguas líneas costeras o de
      formaciones marinas, con ciertos yacimientos.

    En la actualidad se acuerda más crédito
    a la hipótesis orgánica. Además, varias
    comprobaciones dan a esta hipótesis cierto grado de
    verosimilitud:

    • La ubicación de los yacimientos, casi siempre en
      las vecindades de las plataformas continentales, actuales o
      pretéritas.
    • La presencia de agua salada en la mayoría de los
      mismos.
    • La existencia en ellos de sustancias de indudable origen
      animal.
    • La elaboración artificial de mezclas
      similares a los petróleos, obtenidas sometiendo grasas de
      peces a
      presiones y temperaturas elevadas.

    Para explicar la enorme cantidad de sustancia madre
    necesaria para la producción de miles de millones de
    toneladas de petróleo, extraídas hasta el presente,
    han sido menester, en cierta época, un hundimiento o una
    brusca modificación de las condiciones de vida, que
    provocó la muerte de
    numerosos animales marinos. Para el químico rumano Mrazec,
    no sería extraña a la transformación de
    restos orgánicos, una acción microbiana anaerobia,
    y el biólogo francés Laigret ha demostrado que el
    bacillus perfringens puede producir fermentaciones,
    dando metano e
    hidrocarburos análogos a los petróleos.

    Distribución
    geológica:

    El petróleo se ha formado en mayor o menor grado en
    todas la formaciones marina antiguas. Siendo líquido puede
    moverse o emigrar con el gas que lo acompaña hasta quedar
    atrapado en alguna estructura geológica apropiada, como un
    anticlinal cubierto por estratos impermeables, o una trampa
    debida a una falla. Cuando el petróleo sube a fallas o
    grietas, resulta lo que se llama un manadero, y los aceites
    volátiles y el gas escapan, dejando por lo general una
    masa asfáltica.

    Las rocas que
    contienen el petróleo suelen ser arenas o areniscas
    porosas, pero en algunos casos son calizas porosas.

    Búsqueda o
    localización de yacimientos
    (Prospección):

    Uno de los primeros pasos en la búsqueda del
    petróleo es la obtención de fotografías o
    imágenes por satélites,
    avión o radar de una superficie determinada. Esto permite
    elaborar mapas
    geológicos en los que se identifican
    características de un área determinada , tales como
    vegetación , topografía, corrientes de agua , tipos de
    roca, fallas geológicas, anomalías térmicas,
    etc. (relevamientos topografía y geológicos). Esta
    información da una idea de aquellas zonas
    que tienen condiciones propicias para la presencia de mantos
    sedimentarios en el suelo.

    Toda la información obtenida a lo largo del proceso
    exploratorio es objeto de interpretación en los centros
    geológicos y geofísicos de las empresas
    petroleras. Pero, en ultimo término, la única forma
    de demostrar la existencia de petróleo en el subsuelo es
    perforando un pozo. De hecho, casi todas las zonas
    petrolíferas del mundo fueron identificadas en un
    principio por la presencia de filtraciones superficiales, y la
    mayoría de los yacimientos fueron descubiertos por
    prospectores particulares que se basaban más en la
    intuición que en la
    ciencia.

    Un campo petrolífero puede incluir más de un
    yacimiento, es decir, más de una única
    acumulación continua y delimitada de petróleo. De
    hecho, pueden haber varios depósitos apilados uno encima
    de otro, aislados por capas intermedias de esquistos y rocas
    impermeables. El tamaño de esos depósitos
    varía desde unas pocas decenas de hectáreas hasta
    decenas de kilómetros cuadrados, y su espesor va desde
    unos pocos metros hasta varios cientos o incluso más. La
    mayor parte del petróleo descubierto y explotado en el
    mundo se encuentra en unos pocos yacimientos grandes.

    Cuando nació la industria petrolífera, era
    muy sencillo localizar yacimientos, porque se explotaron los muy
    superficiales, cuya existencia era conocida o porque fueron
    descubiertos por obra del azar. Pero la creciente importancia de
    esta industria, originó una búsqueda intensa y
    racional de nuevos yacimientos, que se transformó en un a
    verdadera ciencia, con
    aportes de la Geología, la Física, la
    Química, etc.

    Para interpretar los métodos de
    exploración, hay que recordar que la corteza del planeta
    está formada por la yuxstaposición de distintas
    capas de rocas, que se depositaron sobre la primitiva de granito,
    que cubrió al magma. Estas rocas pueden ser:

    • Magmáticas o eruptivas, como el granito.
    • Sedimentarias, formadas por el acarreo del aire o del
      agua, de los materiales provenientes de la degradación
      de otras más antiguas (erosión), como las arcillas, arenas y
      areniscas (arenas consolidadas por un cemento
      natural, como el carbonato de calcio).
    • Metamórficas, que se producen cuando las
      anteriores sufren grandes presiones y temperaturas muy
      elevadas, a considerables profundidades, como pizarras
      (arcillas consolidadas), gneis (granito con sus componentes:
      cuarzo, mica y feldespato estratificados), etc.

    De ellas, solamente son porosas las arenas, areniscas y
    algunas calcáreas, de las sedimentarias. Sus poros pueden
    ser ocupados por los gases, el
    petróleo y el agua salada, que constituyen los
    yacimientos, disponiéndose de arriba hacia abajo, en el
    mismo orden de sus densidades crecientes (primero los gases,
    luego el petróleo y finalmente el agua salada).

     Para ver el gráfico
    seleccione la opción "Descargar" del menú
    superior

     Estas capas, primeramente se estratificaron en
    posición horizontal (Figura 1). Pero luego se plegaron o
    fracturaron, bajo la acción de la actividad
    volcánica, formando diversas estructuras.
    Algunas retuvieron a los petróleos que migraron de zonas
    vecinas hasta quedar atrapados en las trampas naturales formadas.
    Si en está migración
    recorren una capa porosa que termina en la superficie, dan origen
    a un yacimiento de asfalto porque sus componentes
    volátiles se evaporan.

    Las estructuras favorables más conocidas, capaces
    de retener al petróleo, interrumpiendo su migración
    natural, son: anticlinales (Figura 2), pliegues (Figura
    3), fallas directas (Figura 4a-) o inversas (Figura
    4b-).

     Para ver el
    gráfico seleccione la opción "Descargar" del
    menú superior

     El
    conocimiento de la estructura del suelo es fundamental para
    la determinación racional de las posibilidades de
    existencia de los yacimientos.

    Ya se ha visto cuáles son las condiciones
    estructurales más favorables para la acumulación de
    petróleo, y ahora se puede hablar sobre los trabajos
    necesarios para dar con él. Actualmente se utilizan los
    siguientes métodos de exploración:

    • Exploración
      superficial:
    • Exploración aérea: Se realiza
      mediante la fotografía vertical tomada en la forma
      que indica la figura 5. En este procedimiento,
      el geólogo, utiliza prácticamente los mismos
      métodos que en los estudios que efectúa sobre el
      terreno, tales como el estudio de la inclinación de los
      estratos y el de las variaciones en el color de los terrenos, y
      en la vegetación que los cubre. Las fotografías
      aéreas vistas con aparatos especiales, revelan con
      sorprendente claridad los detalles geológicos de una
      región aún cuando sea boscosa.

    Estos detalles permiten el trazado de un plano de la
    posible estructura de las capas por debajo de la superficie y
    se determina así la existencia o no de condiciones
    favorables para la acumulación del
    petróleo.

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    gráfico seleccione la opción "Descargar" del
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     Exploración
    geológica:

    • Métodos indirectos: Los trabajos
      geológicos del campo completan las informaciones
      obtenidas con las fotografías aéreas. Los
      geólogos buscan los afloramientos de las formaciones
      (Figura 6). Asimismo miden las direcciones o rumbos y las
      inclinaciones. Se recogen muestras de las piedras para que
      los paleontólogos procuren determinar la edad de la
      roca mediante las fósiles y otras sustancias
      encontradas en ella.

     Para ver el
    gráfico seleccione la opción "Descargar" del
    menú superior

     En aquellos casos en que los estudios
    superficiales, llamados métodos indirectos de
    exploración, no permiten obtener una informa-ción
    completa o parcial de la estructura, la apertura de zanjas o la
    extracción de testigos de terrenos por perforaciones poco
    profundas, pueden suministrar datos
    útiles. Este procedimiento se emplea con frecuencia en las
    regiones tropicales, en las que los estratos están
    recubiertos en general por gruesas capas de tierra
    vegetal.

    • Métodos directos: Cuando los
      métodos indirectos de exploración no pueden ser
      empleados, o fallan los resultados, se recurre a la
      perforación de pozos destinados a determinar la
      posición de ciertos "horizontes llaves" importantes, o
      sea, que se puede llevar a localizar estructuras favorables.
      En igual forma, la presencia de una napa porosa en ciertos
      pozos y su ausencia en otros, puede ser indicio de la posible
      existencia de una acumulación de origen costero en el
      área intermedia. Asimismo, y muy a menudo, las fallas
      son visibles en la superficie.

    En otros casos, una mancha de terrenos oscura rodeada
    por tierras de otra coloración, sin relieve
    apreciable, puede ser el resultado de la erosión de
    capas superiores que han dejado al descubierto otras inferiores
    de distinto color; esto puede ser indicio de la existencia de
    una probable estructura anticlinal.

    Otras veces, los estratos muestran poca
    variación en el aspecto aparente, pero se los distingue
    por el examen de los fósiles que contienen, aunque estos
    sean a veces de dimensiones microscópicas y, por este
    medio; se puede llegar a determinar la estructura de los
    mismos. Algunos de estos fósiles se ven en la figura
    7.

     Para ver el
    gráfico seleccione la opción "Descargar" del
    menú superior

     Exploración geofísica y
    geoquímica:

    Los métodos geofísicos y
    geoquímicos pueden ser definidos como la
    aplicación práctica de los principios de
    la física y de la química. Estos principios han
    sido empleados por los geólogos por más de cien
    años, tanto en las investigaciones
    de carácter científico como en las
    exploraciones de yacimientos mineros. El término
    exploración geofísica se hizo de uso corriente a
    principios de 1920 al introducirse en la industria petrolera el
    empleo de
    nuevos instrumentos de exploración, tales como el
    magnetómetro y el sismógrafo. El término
    exploración geoquímica empezó a utilizarse
    aproximadamente en 1936, en la industria del petróleo,
    varios métodos de análisis químicos, como
    técnica especial para la exploración de
    yacimientos petrolíferos.

    Clasificación de los métodos de
    exploración geofísica y
    geoquímica:

    • Gravimetría: Consiste en medir las
      diferencias que existen en la fuerza de
      gravedad, que es una fuerza que atrae todos los cuerpos hacia
      el centro de la Tierra. Para ello se vale de un instrumento
      llamado gravímetro, que se usa en gran escala en
      la actualidad.

    Un gravímetro consiste en una complicada
    balanza a resorte de alta precisión que registra las
    más pequeñas variaciones que se producen en la
    fuerza de gravedad. Esta fuerza está influenciada por la
    distribución en el subsuelo, de las rocas
    de diferentes densidades. Quiere decir que, al obtener las
    variaciones de la fuerza de gravedad, se puede determinar con
    cierta aproximación la naturaleza de esas
    rocas.

    El método
    consiste en registrar distintos valores de
    la gravedad, dentro del área a explorarse mediante
    estaciones distantes de 800 a 1600 metros entre sí.
    Los valores
    obtenidos en cada estación son registrados más
    tarde en el mapa de la zona y, en base a los mismos, se trazan
    líneas o contornos.

    Estos contornos suelen reflejar la existencia de
    estructuras profundas. Así, por ejemplo, la
    obtención de curvas o contornos cerrados de un elevado
    valor,
    indicarán la existencia de un anticlinal de una
    extensión aproximada a la del área, cubierta por
    dichas curvas o contornos.

    • Magnetometría: El magnómetro
      moderno puede describirse como una forma más
      perfeccionada y precisa de la aguja de inclinación
      magnética utilizada durante casi un siglo, en la
      búsqueda de mineral de hierro.
      Con él se miden las variaciones magnéticas de
      las capas o estratos en varios puntos y para ello el
      geofísico va tomando sobre la región cuidadosas
      lecturas a intervalos regulares. Si las capas están
      descansando horizontalmente, el magnetómetro
      dará la misma lectura,
      cualquiera que sea el sitio donde se lo coloque, y, si se
      encuentran subiendo en una dirección, las lecturas observadas en
      el instrumento, pueden no ser uniformes, pero
      cambiarán proporcionalmente a medida que la estructura
      se va acercando a la superficie.

    Después que el geofísico ha estudiado la
    región con su magnetómetro, transporta las
    lecturas a un mapa y lo analiza para verificar si existe
    suficiente cambio de
    dichas lecturas como para indicar la existencia de una
    estructura.

    En muchos casos los resultados deberán
    controlarse con la balanza de torsión u otro
    método, antes de iniciar la perforación de un
    pozo.

    De la balanza de torsión sólo se
    dirá, por ser muy complicada, que es un instrumento
    mucho más seguro y de
    mayor sensibilidad que el magnetómetro, y se usa para
    estudiar los cambios de densidad en los estratos profundos. Su
    diseño se basa en la ley de la
    gravitación universal.

    Un método rápido de efectuar este
    trabajo en
    zonas extensas consiste en someterlas a una exploración
    magnética desde un avión provisto de los
    instrumentos necesarios.

    • Sismografía: Determina las
      velocidades de propagación de ondas
      sísmicas, provocadas por estallido de cargas
      superficiales de dinamita, que penetra en el suelo,
      reflejándose en ciertas capas, como las
      calcáreas y se detectan con sismógrafos
      sensibles, ubicados en zonas vecinas a la de
      explosión. Estas determinaciones permiten calcular la
      profundidad a que se encuentra la capa reflectora. Repitiendo
      las medidas, se puede establecer el perfil de dicha capa y
      los de las capas vecinas.

    Análisis de suelo: Determina la
    presencia de hidrocarburos hasta una profundidad no mayor de 15
    centímetros.

    Análisis de los hidrocarburos del suelo:
    Determina su presencia en el suelo y en perforaciones poco
    profundas. Con estos datos se confeccionan planos de posibles
    acumulaciones explotables de la zona.

    Exploración profunda:

    Para éstos se realiza la perforación de
    pozos profundos. Estos métodos requieren:

    • La obtención de muestra del
      terreno a distintas profundidades del pozo y el
      análisis de los mismos en laboratorios
      especiales.
    • La medición directa, a diferentes
      profundidades, de las propiedades y características de
      los terrenos atravesados mediante el empleo de instrumentos
      especiales.

    Entre estos métodos pueden mencionarse por
    ejemplo los siguientes:

    Perfilaje eléctrico: Realizado con
    electrodos que se bajan a distintas profundidades de un pozo
    de exploración, para determinar la conductibilidad
    eléctrica de las distintas capas y sus probabilidades
    de contener petróleo.

    Perfilaje geoquímico: Determina la
    presencia de vestigios de hidrocarburos en las capas
    profundas del subsuelo. Sus datos no pueden ser siempre
    adecuadamente interpretados.

    Perfilaje térmico: Efectuado con
    termómetros de máxima y de mínima, a
    distintas profundidades, que diferencia las capas por sus
    conductibilidades térmicas.

    También se usa para el control de
    operaciones
    de perforación de pozos (cementado, etc.).

    Cronometraje de perforación: Por las
    distintas velocidades con que se atraviesan las capas, las
    individualiza.

    Fotografía de las paredes de los
    pozos: También se utiliza para la
    individualización de las capas atravesadas.

    Últimamente, se han ideado métodos muy
    modernos y rápidos, basados en radiactividad de las
    capas, mucho mayor en las areniscas que pueden contener
    petróleo; absorción de neutrones o
    modificación de su velocidad,
    producida por los yacimientos, que se practica para determinar
    su extensión, etc.

    Todos los datos reunidos, solamente proporcionan una
    posibilidad de existencia del yacimiento, que autoriza a
    realizar la gran inversión de capital
    requerida por la perforación de un pozo. Estos datos se
    concretan en la ejecución de planos estructurales, que
    determinan la ubicación más favorable para la
    perforación, y permiten el cálculo
    de las posibles reservas petrolíferas.

    Métodos de
    perforación:

    Método a
    percusión

    Equipo de perforación: Los siguientes
    son los principales elementos que forman parte del equipo de
    perforación:

    • Torre de perforación: Es la
      estructura de metal que soporta todo el peso del equipo y
      sostiene las poleas que
      bajan y suben el trépano.
    • Trépano: Es la herramienta que
      realiza la perforación y la apertura del pozo. Es de
      acero con
      bordes cortantes y puede pesar hasta 1500 Kgr.
    • Barra maestra: Está unida al
      trépano y aumenta su peso.
    • Poleas: Son las que permiten levantar el
      peso de la "sarta" con poco esfuerzo.
    • Balancín: Imprime un movimiento
      alternativo de ascenso y descenso a la barra
      maestra.
    • Motor: Es la unidad que imprime toda la
      fuerza motriz necesaria en el equipo.
    • Cuchara: Es la herramienta con la que se
      extrae todo el material disgregado.

    El trépano va disgregando poco a poco las
    diversas capas de terreno que encuentra. Sus formas y dimensiones
    dependen de la naturaleza del terreno. Éste está
    unido a una barra maestra que sostiene con un cable de acero
    conectado a un balancín, que es accionado por un motor. El cable
    del trépano pasa sobre poleas soportadas por la torre de
    metal. Periódicamente se retira el trépano para
    extraer los materiales o detritos, con una herramienta llamada
    cuchara.

    Por su lentitud, actualmente ha caído en
    desuso, empleándose únicamente en pozos poco
    profundos.

    Método a
    rotación:

    Equipo de perforación: Los principales
    elementos que conforman un equipo de perforación, y sus
    funciones, son
    los siguientes:

    • Torre de perforación: Es una
      estructura metálica en la que se concentra
      prácticamente todo el trabajo
      de perforación. Su altura oscila entre los treinta y
      cincuenta metros, y es capaz de soportar hasta 50
      toneladas.
    • Tubería de perforación
      (tubing): Son los tubos de acero que se van uniendo a
      medida que avanza la perforación.
    • Trépano: Son los que perforan el
      subsuelo y permiten la apertura del pozo. Son huecos y suelen
      estar formados por tres ruedas cónicas con diente de
      acero endurecido.
    • Aparejos: Es la unidad que enrolla y
      desenrolla el cable de acero con el cual se baja y se levanta
      la "sarta" de perforación y soporta el peso de la
      misma.
    • Sistemas de lodos: Es el que prepara,
      almacena, bombea, inyecta y circula permanentemente un lodo de
      inyección que cumple varios objetivos:
      lubrica al trépano, sostiene las paredes del pozo y saca
      a la superficie el material sólido que se va perforando.
      El lodo esta formado por una suspensión acuosa de una
      arcilla especial, la bentonita.

    Para ver el gráfico
    seleccione la opción "Descargar" del menú
    superior 

    • Sistema de cementación: Es el que
      prepara e inyecta un cemento especial con el cual se pegan a
      las paredes del pozo, tubos de acero que componen el
      revestimiento del mismo. Esto se llama entubamiento
      (casing).
    • Motores: Es el conjunto de unidades que
      imprimen la fuerza motriz que requiere todo el proceso de
      perforación.

    La mayoría de los pozos petrolíferos
    se perforan con el método rotatorio. En este
    método, el trépano, animado de movimiento de
    rotación, recorta el terreno, en lugar de disgregarlo por
    percusión.

    El trépano se atornilla a una serie de
    tubos de acero que forman las barras de sondeo, que giran
    impulsadas por la mesa rotativa, ubicada en la base de la torre,
    y unida por una transmisión a cadena con los motores del
    cuadro de maniobras.

    La mesa rotativa tiene en el centro un agujero
    cuadrado (para evitar que el vástago de perforación
    se deslice), por el cual pasa una columna de perforación
    de la misma sección, que desciende conforme avanza el
    trépano.

    De la parte superior de la torre se suspenden
    aparejos que permiten levantar y bajar los pesados
    equipos.

    Se inicia la perforación con el movimiento
    de la mesa rotativa hasta que resulte necesario el agregado de
    nuevas barras de sondeo, que se enroscan a la primera. Estas
    barras miden aproximadamente 9 metros (33pies).

    La operación se repite todas las veces
    necesarias.

    Los esquistos son arrastrados hasta la superficie
    mediante el bombeo de lodo de inyección, que se inyecta
    por entre la tubería y el trépano y asciende por el
    espacio anular que hay entre la tubería y las paredes del
    hueco.

    El material que se saca sirve para tomar muestras
    y saber que capa rocosa se está atravesando y si hay
    indicios de hidrocarburos.

    Durante la perforación también se
    extraen pequeños bloques de roca a los que se denominan
    "testigos" y a los que se hacen análisis en laboratorio
    para obtener un mayor conocimiento
    de las capas que están perforando.

    Para proteger el pozo de derrumbes, filtraciones o
    cualquier otro problema propio de la perforación, se pegan
    a las paredes del hueco, por etapas, tubos de revestimiento con
    un cemento especial que se inyectan a través de la misma
    tubería y se desplaza en ascenso por el espacio anular,
    donde se solidifica.

    Al finalizar la perforación el pozo queda
    literalmente entubado (revestido) desde la superficie hasta el
    fondo, lo que garantiza su consistencia y facilita posteriormente
    a la extracción del petróleo en la etapa de
    producción.

    Desde que comienza la perforación se
    instala en la boca del pozo un conjunto de pesados equipos con
    diversas válvulas
    que se denominan "preventoras", para evitar así que el
    petróleo brote a chorros cuando se
    descubre.

    Si el yacimiento tiene energía propia,
    generada por la presión subterránea y por los
    elementos que acompañan al petróleo (por ejemplo
    gas y agua), este saldrá por sí sola. Si no existe
    esa presión, se emplean otros métodos de
    extracción. El más común ha sido el
    "balancín" o "machín", el cual, mediante un
    permanente balanceo, acciona una bomba en el fondo del pozo que
    succiona el petróleo hacia la
    superficie.

    A pesar de los avances alcanzados en las técnicas
    de producción, nunca se logra sacar todo el
    petróleo que se encuentra (in situ) en un yacimiento. En
    el mejor de los casos se extrae el 50 o 60 %.

    Por tal razón, existen métodos de
    "recobro mejorado" para lograr la mayor extracción posible
    de petróleo en pozos sin presión natural o en
    declinación, tales como la inyección de agua o de
    vapor (a través del mismo pozo productor o por intermedio
    de pozos inyectores paralelos a éste):

    Inyección de agua: Al bombear agua,
    se puede mantener o incluso incrementar la presión del
    yacimiento en su conjunto. Con ello también se puede
    aumentar el ritmo de producción de crudo; además,
    el agua desplaza físicamente al petróleo, por lo
    que aumenta la eficiencia de
    recuperación.

    Inyección de vapor: La
    inyección de vapor se emplea en depósitos que
    contienen petróleos muy viscosos. El vapor no sólo
    desplaza el petróleo, sino que reduce mucho la viscosidad
    (al aumentar la temperatura del yacimiento), con lo que el crudo
    fluye más deprisa a una presión
    dada.

    El tiempo de perforación de un pozo depende
    de la profundidad programada y las condiciones geológicas
    del subsuelo. En promedio se estima entre dos a seis
    meses.

    Perforación Submarina:

    Otro método para aumentar la
    producción de los campos petrolíferos —y uno
    de los logros más impresionantes de la ingeniería en las últimas
    décadas— es la construcción y empleo de
    equipos de perforación sobre el mar. Estos equipos de
    perforación se instalan, manejan y mantienen en una
    plataforma situada lejos de la costa, en aguas de una profundidad
    de hasta varios cientos de metros. La plataforma puede ser
    flotante o descansar sobre pilotes anclados en el fondo marino, y
    resiste a las olas, el viento y —en las regiones
    árticas— los hielos. Los pozos marinos producen
    alrededor de 25% del petróleo extraído en todo el
    mundo y llevan a la explotación de una importante reserva
    adicional de petróleo.

     Para ver el
    gráfico seleccione la opción "Descargar" del
    menú superior

     Al igual que en los equipos tradicionales,
    la torre es en esencia un elemento para suspender y hacer girar
    el tubo de perforación, en cuyo extremo va situada la
    broca. A medida que ésta va penetrando en la corteza
    terrestre se van añadiendo tramos adicionales de tubo a la
    cadena de perforación. La fuerza necesaria para penetrar
    en el suelo procede del propio peso del tubo de
    perforación. Para facilitar la eliminación de la
    roca perforada se hace circular constantemente lodo a
    través del tubo de perforación, que sale por
    toberas situadas en la broca y sube a la superficie a
    través del espacio situado entre el tubo y el pozo (el
    diámetro de la broca es algo mayor que el del tubo). Con
    este método se han perforado con éxito
    pozos con una profundidad de más de 6,4 Km. desde la
    superficie del mar.

    El
    petróleo en Argentina:

    A principios del siglo XX tuvo lugar al
    descubrimiento de petróleo en la zona de Comodoro
    Rivadavia.

    Un factor de constante análisis dentro
    de la actividad petrolera lo constituyen las reservas, las que
    deben incrementarse por lo menos en la misma proporción
    que el consumo. Para
    ello es necesaria la permanente exploración y evaluación
    de las cuencas sedimentarias, lo que conforma una de las
    variables económicas de mayor riesgo para las
    empresas petroleras.

    Nuestro país cuenta con numerosas
    cuencas sedimentarias, pero hasta el momento sólo cuatro
    de ellas han proporcionado hidrocarburos de manera
    rentable.

    La cuenca Neuquina y la cuenca de Golfo de San
    Jorge, contiene el 75 % del total de las reservas comprobadas en
    el país, un 39% y un 36% respectivamente. También
    estas cuencas son las que aportan la mayor cantidad de
    petróleo (la cuenca Neuquina, un 43% y la cuenca del Golfo
    de San Jorge, un 35%) del total de la producción petrolera
    Argentina.

    Una vez extraído el petróleo
    crudo es necesario su refinamiento en las destilerías, a
    las que es conducido generalmente a través de oleoductos.
    Las principales destilerías del país se encuentran
    en La Plata (Buenos Aires),
    Luján de cuyo (Mendoza), San Lorenzo (Santa Fe), Campo
    Duran (Salta), Plaza Huincul (Neuquén), Dock Sud (Buenos
    Aires). El petróleo procesado es destinado principalmente
    a la obtención de gas-oil (37%), naftas (28%), fuel-oil
    (12%) y kerosene (5%).

    Bibliografía

    La bibliografía utilizada
    para la realización de esta monografía fue:

    • Carlos Gini Lacorte: Química
      Industrial, primera parte. Ed. El Ateneo. Buenos Ares,
      1946.
    • Enciclopedia Visor, tomo 19. Ed. Visor
      Enciclopedias Audiovisuales S.A. Argentina,
      1999.
    • Diccionario Enciclopédico Quillet,
      tomo VII. Editorial Argentina Arístides Quillet.
      Argentina, 1968.
    • Editorial Kapelusz, S. A. Agentina,
      1964.

     

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