Rol de la mujer reinsertada en los escenarios político, económico y familiar en la ciudad de Barranquilla
Tesis de grado para optar al
título de Magistra en Estudios Políticos y
Económicos
- Resumen
- Justificación
- Marco
teórico - Planteamiento del
problema - Objetivos
- Delimitaciones
- Diseño
metodológico - Hipótesis
- Resultados
- A modo de
conclusiones - Bibliografía
- Anexos
La mayoría de las mujeres reinsertadas ingresaron
al grupo armado
durante la adolescencia,
motivadas por factores tanto ideológicos como personales,
atraídos por la búsqueda de un nuevo "Proyecto de
Vida". Si la reinserción a la vida civil fue un proceso
traumático para los combatientes en general, para la
mujer reinsertada
lo fue mucho más si se reconoce la prevalencia de un
contexto socio-cultural que mantiene la inequidad de las
relaciones de género.
Desarmada y desprovista de su rol revolucionario, tiene que
competir ahora en un nuevo terreno al parecer menos favorable
para su participación política. La mujer
reinsertada se ve ahora enfrentada a un mundo que le sigue siendo
hostil, desprovistas de las armas que en el
pasado le dieron una dimensión diferente a su rol
tradicional y envueltas ahora en la complicada trama de
recomponer su vida afectiva, familiar y laboral. Las
mujeres reinsertadas dejaron las actividades propias de la
insurgencia, para asumir el retorno a una sociedad que
aún se nutre de patrimonios culturales ancestrales,
patriarcales, discriminatorios y represivos que generalmente
limitan a la mujer al desempeño de roles domésticos,
sexuales y reproductivos.
Con la firma de los acuerdos de paz a lo largo de estos
últimos años, a partir del 9 de Marzo de 1990, se
inició en Colombia un nuevo
período de desarme, de desmovilización y de
reinserción a la sociedad civil,
por parte de un segmento considerable de la insurgencia, con el
propósito de construir un camino para la paz y la
convivencia ciudadana y dejar atrás el prolongado episodio
de violencia
política
en Colombia.
Se examinó, de manera más
específica, el rol de la mujer, partiendo de la
experiencia concreta del papel asumido por la mujer reinsertada
en el contexto geográfico de la ciudad de Barranquilla. En
este sentido se evaluó inicialmente el papel que
asumió en una primera etapa la mujer en su
condición de insurgente, y luego se determinaron las
variantes en la etapa de reinserción a la vida
civil.
El examen de la problemática en cuestión
se abordó en un contexto donde emerge una
conceptualización y una práctica incipiente pero
real, que presiona la adopción
de comportamientos no discriminatorios con relación al rol
de la mujer en la sociedad contemporánea. Así, la
investigación planteada posibilitó
discernir (a manera de insumo) si el escenario de la "lucha
armada" y de la posterior reinserción contribuyó a
edificar desde una práctica "liberadora", la construcción de una nueva cultura de las
relaciones de género y de la participación de la
mujer.
Este trabajo de
investigación, orientado a explorar sobre el rol
político económico y social de la mujer reinsertada
en Barranquilla, transita por su quehacer cotidiano, su
experiencia de vida, sus anhelos y expectativas, desde las
limitaciones impuestas por las barreras que se interponen entre
las entrevistadas y la investigadora. Así las cosas, el
tema estuvo inevitablemente cruzado por una perspectiva de
género desde el cual se elaboró gran parte del
sustento teórico.
La investigación parte de un diseño
metodológico exploratorio y descriptivo tomando como
muestra un
grupo de mujeres ex combatientes de los diferentes grupos que se
beneficiaron de un Programa de
Reinserción con el gobierno
nacional. A partir de un plan de
investigación se acopió toda la información, los antecedentes y la
evidencia empírica necesaria para determinar los
propósitos planteados. Es un tema sobre el cual aún
no se ha trabajado en Barranquilla y por lo tanto no es posible
plantear previamente hipótesis ni anticiparnos en sus
conclusiones.
El tema de la participación de la mujer, su rol
en la sociedad, adquiere hoy una gran vigencia, hasta el punto
que desde diversos sectores de la sociedad civil se viene
planteando que no es posible cristalizar los postulados de la
democracia
participativa sin la presencia activa de la mujer. Sin la mujer
redimensionada no hay democracia, es la conclusión
generalizada no sólo de los movimientos feministas sino
también de otros sectores.
El tema ha ocupado la atención incluso de gobernantes y de
diversas autoridades que vienen reivindicando a partir de la
constitución del 91, derechos que propugnan por
la equidad de la
mujer. No obstante, a pesar de que se abren nuevos escenarios y
se reconocen nuevos y viejos derechos de la
mujer, con los cuales el país venía en deuda
hace muchos años, las discriminaciones persisten en una
sociedad que de alguna manera se resiste a los cambios. Sin
embargo, la reflexión hoy en día empieza por lo
menos a refrescar el contexto de tal manera que permite
introducir una reconceptualización.
Abordar el problema a partir de la experiencia concreta
de la mujer reinsertada equivale a desentrañar el papel de
la mujer en un escenario específico cuya experiencia
ofrece perspectivas investigativas hasta ahora desconocidas en el
terreno de la investigación
social.
El rol de la mujer reinsertada, su participación,
su papel en los diversos escenarios, reviste definitivamente una
singular importancia, en la medida en que posibilita explorar la
problemática y el devenir de un grupo de mujeres que en el
pasado estuvieron vinculadas a un rol político marcado por
la insurgencia, de tal manera que al final de la
investigación podamos establecer las diferencias y
qué han ganado o que han perdido desde una perspectiva de
género. El tema presenta pues una vigencia y su
tratamiento en gran medida posibilitarán resolver algunos
interrogantes que plantea la sociedad colombiana de
hoy.
El objeto de la investigación, sugiere un
marco conceptual que recoge las elaboraciones que gravitan
en torno a
los elementos de rol asociados a la problemática del
género, toda vez que se trata de la experiencia y
las funciones
que desempeña hoy en la sociedad, la mujer
reinsertada en la ciudad de Barranquilla.En estos términos, y para efectos del
presente trabajo de investigación, se tuvo en cuenta
tanto la perspectiva psicológica como la
sociológica que encierra el concepto de
papel o rol en un individuo. A partir de una definición
básica que integra dos componentes esenciales como
son las expectativas y las representaciones, los estudiosos
de la Psicología social han venido
aportando diversas variables que tienen que ver con aspectos
tales como: a) la validez de unas expectativas abrigadas
por el actor, b) la exactitud con que el actor logra situar
tanto al otro como a sí mismo en el sistema
de papeles adecuados, c) la sensibilidad frente a las
exigencias, d) la adecuación entre él mismo y
el papel y f) el refuerzo ejercido por el
auditorio.Dice Theodore Sarbin "que la variable dependiente que más
interesa a los Psicólogos en esta materia,
tiene que ver con la llamada representación de
papeles, es decir, en la conducta
manifiesta de una persona,
en su esfuerzo por justificar su desempeño de las
posibilidades que le han sido asignadas en diversas
macroestructuras y microestructuras".En cuanto a la perspectiva sociológica, el
concepto de papel ha sido trabajado ampliamente por los
norteamericanos, partiendo de la premisa de que todo
está siempre y en todas partes, consciente de la
representación de un papel. (Park 1926). A partir de
este enfoque básico se han venido presentando los
siguientes elementos: 1) Ofrece un esquema o pauta general
para el comportamiento, 2) Constituye una estrategia para hacer frente a un tipo de
situación, 3) Se halla socialmente identificando
como una entidad, 4) Está sujeto a ser
desempeñado por distintos individuos y 5) Ofrece una
importante base para identificar y situar a las personas en
sociedad.Pero además, advierte el investigador
Turner en la obra ya citada, que los diversos estudios
dejan traslucir ciertas diferencias de
conceptualización en torno a la teoría del papel. Por ejemplo,
algunos autores siguen equiparando el concepto de papel al
comportamiento que sigue un individuo, no obstante que la
mayoría distingue entre comportamiento esperado (las
expectativas) y comportamiento con arreglo al papel
desempeñado (las representaciones); otros persisten
en la línea de conductismo que concibe el papel como un
inventario de comportamiento
específico o de respuestas condicionales (Cowtrell
1942).En el mismo orden de ideas, ciertos autores
conciben el papel social "como algo que hay que aprender y
representar", mientras que para otros, sólo se trata
de responder a un cierto papel del otro. Hay que agregar,
incluso, que aun los investigadores no logran ponerse de
acuerdo en el sentido de que si el concepto de papel
está constituido únicamente por normas
aplicables a una posición, o si integra
además expectativas y concepciones con respecto a
comportamiento "que solo son normativos en el más
tenue de los
sentidos". Sin embargo, subraya Turner, que pueden
definirse unos postulados que tienen que ver
fundamentalmente con: 1. Un sistema autónomo y
dinámico de papeles en interacción. 2. El contexto
organizacional y 3. El contexto societal.Lo primero, el papel como marco de
interacción, parte de considerar el surgimiento y la
identificación de los papeles no propios y ajenos en
un proceso que engloba aspectos como la complementariedad,
el consenso, la llamada expectativa legítima, la
relación papel actor, la asignación de
papeles concretos, la asunción de papeles y la
adecuación y reciprocidad de papeles.Lo segundo, el contexto organizacional, hace
referencia explícita a elementos como el "predominio
de los objetos organizadores", que reconoce en la
incorporación de papeles sociales una
condición importante para que los objetos de
la
organización se conviertan en criterios
decisivos para la diferenciación de papeles. Cuando
la organización cuenta con metas bien
definidas, puntualiza Turner, la diferenciación de
papeles más sobresalientes se producirá de
acuerdo a las distintas clases de tareas, cuya
combinación permite alcanzar los
resultados.Del tercer aspecto, el contexto societal, es un
plano obligado, toda vez que la sociedad está
conformada por un tejido asociativo y organizacional, que
introduce en relación con los papeles referencias
múltiples y crea para el actor la multiplicidad de
papeles. Aquí encontramos lo que se denomina
"coherencia de la asignación", manifiesta en la
uniformidad en relación con los papeles que tanto la
sociedad asigna como lo que el individuo asume. La socialización, implica que el
individuo adopta en la sociedad "un repertorio de
relaciones de papeles" como referencia de su propia
conducta.Así las cosas, si el rol es una expectativa
de conducta, un modelo
de comportamiento externamente prescrito, a la Psicología social le va a interesar,
por ejemplo, la influencia de la cultura sobre el
comportamiento de las personas y todavía más,
sus posibles conexiones con el desarrollo de la
personalidad.En consecuencia, un rol está constituido
por un grupo de normas definidas por la sociedad y
determinan la forma en que deberíamos comportarnos.
Una posición concreta adquiere el estatus de rol
social, económico o político, cuando
involucra un número sustancial de normas. Las normas
tienen capacidad tanto para potenciar como para restringir
el comportamiento de las personas. De manera que una vez el
individuo ha aprendido las normas propias de su cultura,
sobre cómo comportarse en muchas situaciones
diferentes, queda restringida su conducta toda vez que la
mayoría de las personas tienden a seguir las
normas.Esta investigación se fundamenta en el
enfoque teórico que define el rol como el
comportamiento que otros esperan de una persona que tiene
un status determinado. Bajo esta premisa. El modo en que la
sociedad espera que se cumpla determinado rol, se denomina
rol prescrito. Y el rol desempeñado,
es la forma en que una persona ejecuta efectivamente un rol
específico.- LA PERSPECTIVA SICOLOGICA Y
SOCIOLOGICA. - EL ROL DESDE UNA PERSPECTIVA DE
GÉNERO.
Ahora bien, como quiera que se trata del rol de la mujer
reinsertada en Barranquilla, el tema se asocia inevitablemente a
la problemática de género, en torno a la cual se ha
venido reproduciendo una interesante y extensa literatura conceptual en la
búsqueda de una nueva concepción
epistemológica. En este caso encontramos, que la
categoría de Género viene a constituirse en una
alternativa, expresando de alguna manera la amplia gama de
matices presentes en la realidad social, y continúa
develando aún las condiciones de opresión y
subordinación en que se encuentra la gran mayoría
de mujeres en América
Latina.
Jane Flax, en la obra citada, propone el género
como una categoría multidimensional, que comprende:a) como
categoría de análisis para las ciencias
sociales, b) como forma de relación social
constituyente de otras relaciones, y c) como relación
social práctica. En perspectiva, la categoría de
género posibilita integrar, sobre todo en el escenario
político, tanto teoría como praxis en un
contexto donde la mujer se planea la búsqueda de
alternativas frente a todas las manifestaciones de
subordinación.
Igualmente, el grupo de mujeres 2000 considera que
mientras a las mujeres se les han negado las oportunidades de
desempeñarse cabalmente en el mundo de lo público
(con la agravante que es considerado como el más
importante) a los hombres también se les ha negado la
posibilidad de manejar el mundo de lo privado, que en esta
lógica,
por su puesto es menos importante. En estas circunstancias, se
fue afianzando el razonamiento absurdo de que los hombres
acometían el trabajo
fuera de la casa y las mujeres, las actividades domésticas
de la casa. Lo público y lo privado se separó
así por sexos.
Ahora bien, la problemática de género no
se refiere por separado a los hombres y a las mujeres, sino a la
relación entre ambos. En cada cultura, las relaciones de
género adquieren sus propias particularidades de acuerdo
al contexto social.
En esta perspectiva, el género debe entenderse
como un "marco analítico", un modo de ver el mundo que
insiste en que los significados de hombre y mujer
se obtienen siempre en términos de reciprocidad, esto es,
de mutua relación.
Pero además, las relaciones de género son
y se expresan como relaciones de poder. Las
racionalidades en torno a lo que es un hombre y una mujer se han
ido construyendo en medio de las relaciones de poder de cada
cultura o civilización determinada.
La subordinación y la exclusión de la
mujer han sido en este contexto, legitimadas y justificadas como
necesarias. De ahí que la dominación; y esto es lo
más grave, no depende exclusivamente de métodos
violentos sean estos físicos o síquicos. Significa
que se comparte por lo menos parcialmente las mismas
representaciones por parte de los dos sexos; en el caso de la
mujer, la formación de un consentimiento en torno a su
propia subordinación y discriminación es aceptada por la sociedad.
De este modo, las relaciones de género han sido una
especie de campo primario dentro del cual se articulan y se
reproducen las relaciones de poder.
Por otro lado, la participación de la mujer en
los procesos
sociales y políticos sigue bloqueada, de acuerdo a los
analistas, por una especie de "androcracia" que ha alimentado la
creencia de que el mundo de lo público, de la
política, es privativo de los varones. Al respecto,
sostiene Socorro Ramírez:
"algunos analistas han tratado de
explicar esta marginalidad como
resultado de un escaso interés o
incompatibilidad de las mujeres con la política, derivadas de una
supuesta vocación maternal y orientación
particularista. Estos estereotipos, antes que explicar el
fenómeno, reflejan más
bien prejuicios androcéntricos". La
marginalidad de la mujer se mantiene, no obstante los avances de
los derechos femeninos y la conquista de espacios que consagra la
Constitución de 91.
En este sentido Juanita Barreto intenta develar, lo que
la autora denomina obstáculos para la participación
de las mujeres. Veamos: 1. El obstáculo invisibilizante,
que hace a la mujer en los diversos escenarios y que se reproduce
en la simbología, imaginarios y en el lenguaje,
entre otros. 2. El obstáculo dicotomizante, producto de
una lógica binaria que concibe los procesos como
relaciones de oposición, y por ende, con su
correspondiente jerarquización en los diferentes planos
(naturaleza-cultura, objeto-sujeto,
privado-público, emoción-razón,
positivo-activo). 3. El obstáculo complementarista, que
tiene su raíz en una división sexual de roles,
asumida como consecuencia Lógica de una supuesta
naturaleza femenina inmutable, desarrollada como producto de una
necesaria complementación de géneros, limitando el
reconocimiento de las mujeres como personas, como individuos y
como ciudadanas. 4. El obstáculo maternizante, concebido
como la idealización de la maternidad u la
identificación del ser femenino como la función
materna (ecuación mujer-madre) y 5. El obstáculo
culpabilizante expresado en los múltiples sentimientos de
culpa que la sociedad induce a la mujer cuando esta transgrede lo
estereotipos tradicionales de la feminidad. Todos los
obstáculos han contribuido, en un proceso de retroalimentación, a que sean por lo
general las mismas mujeres quienes asuman determinados roles en
la sociedad, asumiendo muchas veces su vinculación a otros
escenarios (la política, lo laboral, lo social, lo
cultural) como un abandono de sus "deberes" relacionados con la
crianza de los hijos y la actividad doméstica. Son
obstáculos que se enfrentan a la postmodernidad, que alguna manera viene generando
cambios sustanciales en los roles de la mujer invadiendo poco a
poco aquellos espacios que tradicionalmente estaban
vedados.
El rol político, económico y social de la
mujer reinsertada en Barranquilla, plantea como tema de
investigación, un marco
teórico donde el concepto de rol involucra tanto su
cotidianidad en los escenarios domésticos y reproductivos,
como su participación en el mundo de lo laboral, lo
comunitario y de lo público. Así, abordar la
temática de los roles de la mujer reinsertada en los
procesos sociales y políticos, sugiere de acuerdo a
Juanita Barreto y Yolanda Puyana, desentrañar tanto su
desempeño cotidiano en el ámbito doméstico,
sus relaciones con el mercado laboral,
con la comunidad, las
instituciones,
etc.
Así, éste proyecto de
investigación, asumió como rol político,
económico y social de la mujer reinsertada, un proceso de
intervención-participación en los diversos espacios
sociales, donde se identifican y construyen sus proyectos
vitales, en la perspectiva de abrir nuevos caminos en el
reconocimiento y valoración de lo femenino. Bajo esta
conceptualización, el rol femenino no se agota en el
ámbito privado sino que se construye a partir de las
demandas de lo público.
En consecuencia, la conceptualización que emplea
ésta investigación en torno a los roles de mujeres
reinsertadas, rompe la tradicional dicotomía de lo
público y lo privado que por mucho tiempo se ha
mantenido en la cultura popular de los colombianos, según
la cual, lo público-político es competencia de
los hombres, y lo privado, de las mujeres.
No obstante, como bien lo anota Marcela Lagarde, la
relación mujer-política es aceptable desde una
"mirada patriarcal", solo si en cumplimiento del deber
genérico, las mujeres actúan en defensa de derechos
de otros. Hay que admitir que su incursión en la esfera de
lo público sigue siendo tangencial, quedando por fuera de
los espacios de poder y de decisión.
De cualquier manera, el universo de lo
público le plantea a las mujeres de hoy ser consideradas
como sujetos políticos, desde la integridad de una
existencia, que trascienda su rol tradicional y principal de
"reproducir a los otros en la vida cotidiana". Es un escenario
cuyo tránsito sugiere cierto "sentido libertario", a
partir del cual se revolucionan proyectos de vida, y se ejercita
la política desde las expectativas propias de la mujer,
sus necesidades, sus deseos.
Ahora bien, abocar el tema de los roles implica,
recorrer una experiencia de vida articulada a un proceso de
socialización, que empieza incluso desde antes del
nacimiento y se prolonga durante todo el ciclo vital, como lo
advierten Barreto y Puyana. Subrayan las autoras en cita que el
escenario de la socialización es por excelencia la vida
cotidiana, que se convierte en "condición esencial para
asumirse como parte de una organización social, para
convertirse en persona".
Los procesos de socialización, y esto es tal vez
lo más pertinente a ésta investigación, en
la medida en que están intervenidos por el andamiaje
institucional, van condicionando una diversidad de roles
sociales, es decir, a formarse en papeles prefijados por la misma
sociedad. "Dichos roles
corresponden a una división social del trabajo, a grupos
sociales estratificados, que a partir de pautas y costumbres
determinadas, llenan de contenidos el propio proceso
socializador".
En estos términos, la socialización cumple
una "función con servadora" toda vez que a través
de ella se reproducen las normas, valores,
patrones de conducta y en fin, todo lo relacionado con la
profunda experiencia vital. No obstante, hay que admitirlo, el
condicionante institucional de los roles, " de ninguna manera es
absoluto; siempre existe la posibilidad de recusarlos, en
el lenguaje de
Agnes Heller, es decir, de construir nuevos papeles
sociales".
Ahora bien, en lo que respecta al rol económico,
la incursión cada vez más notoria de la mujer en el
mercado laboral, según los analistas, se registra en un
contexto de profundas transformaciones socioculturales e
ideológicas, abriéndole paso a una mujer
"proveedora" o "coprovidente", y generando cambios en la
división sexual del trabajo. Sin lugar a dudas, es un
factor que le ha permitido ganar autonomía en el seno de
la familia y
de la sociedad.
Pero además de las transformaciones que denotan
el ocaso de la familia
patriarcal, el rol económico de la mujer está
presionado por la necesidad de generar nuevos ingresos frente a
un deterioro progresivo de la calidad de
vida, y donde la función proveedora del varón
ya no es suficiente para satisfacer las necesidades
básicas del grupo familiar.
Este fenómeno, sobre todo típico en los
estratos populares y medios, le
plantea nuevos retos a la mujer, toda vez que se da en un
contexto de fuertes restricciones en el mercado laboral, frente a
lo cual se asumen en muchos casos diversas formas de auto
empleo y de
subempleo, que hacen más traumático la
asunción de nuevos roles en la mujer de la sociedad de
hoy.
La mujer, como ya se mencionó anteriormente,
cumplía roles o papeles tradicionalmente diseñados
por la sociedad patriarcal. Hoy, dichos roles se han visto
alterados por una serie de factores que han provocado, entre
otros, la irrupción de la mujer en el mercado laboral. Es
lo que los antropólogos denominan "el conflicto de
roles" : las tensiones resultantes al infringir la mujer las
pautas culturales en el diseño de funciones adscritas a
cada género. Esta participación cada vez más
notoria en el mercado laboral, pesa en su determinación de
jugar el papel de "coprovidente".
En los años 80 el fenómeno guerrillero se
incrementó notablemente debido a una serie de factores que
respondían fundamentalmente a la persistencia de un
régimen político de "democracia restringida" y a la
permanencia de estructuras
oligárquicas en el poder. En este contexto, la insurgencia
armada emergió en calidad de
interlocutora que buscaba construir proyectos de
representación política desde el lenguaje de las
armas.
En este contexto, la guerrilla propició la
imagen de
abanderada de soluciones
justicieras, posibilitando una mayor incorporación en sus
filas de nuevos contingentes de jóvenes tanto del campo
como de las ciudades, y especialmente, de mujeres que de alguna
manera concebían su vinculación a la insurgencia
como un ejercicio concreto que
permitía articular la lucha estratégica por el
poder y su libertad
individual en el marco de la ruptura de los roles
tradicionales.
En investigaciones
preliminares se ha podido constatar que las normas y
prácticas guerrilleras en torno a las relaciones de
género, varían dependiendo del grupo, y reflejan
además los referentes ideológicos, las posiciones
políticas y sobre todo, una particular
concepción de la "ética y
moral revolucionaria".
Así, por ejemplo, de acuerdo a testimonios
recogidos por investigadores, organizaciones
como las FARC y el ELN
en virtud de su estructura
jerárquica autoritaria y militarista, mantienen una
rígida normatividad en torno al problema de los roles de
la mujer guerrillera: Igualdad en el
combate, la maternidad suprimida, y poco o nulo ascenso a las
posiciones de mando. De este modo, con muy contadas excepciones,
las mujeres en su gran mayoría fueron incorporadas a
posiciones subordinadas, desempeñando cargos así
mismo de tipo logístico, de apoyo y de servicio, en
tanto que los hombres guerrilleros ocupaban las principales
posiciones de mando y decidían la suerte de la
organización. La participación de la mujer en
determinadas "acciones de
avanzada" se debía fundamentalmente a razones
tácticas, "ya que se presume que es menos sospechosa y
desata menos regresión", según el testimonio de una
ex guerrillera.
Por otro lado hay elementos ligados a la
extracción social de la mujer guerrillera,
presentándose algunas diferenciaciones derivadas
precisamente de esta condición. En el EPL, que se
nutría de un gran número de mujeres campesinas,
podemos observar que las mujeres de la ciudad gozaban de algunas
prerrogativas, toda vez que desempeñaban una mayor
responsabilidad en la estructura de la
organización.
En el caso de las guerrillas más ligadas al mundo
rural como las FARC y el ELN, el ingreso de mujeres de
extracción campesina a la insurgencia representaba, para
ellas, abordar nuevos "escenarios liberadores", y en cierto
sentido, la percepción
de que se trataba de un "progreso" con relación a su rol
doméstico tradicional. De acuerdo a la versión de
algunos reinsertados, "se construyó una relación de
compañerismo y de solidaridad" que
estimularon el desarrollo
personal de la mujer y que representó cierto grado de
emancipación frente a la subordinación tradicional
de la autoridad
paterna.
Sin embargo, de las expectativas a la realidad se puede
constatar un desfase, si se considera el valor
testimonial de la mayoría de las reinsertadas:
Además de participar en "condiciones de igualdad en el
combate", tenían que cocinar y lavar ropa para su
compañero, que generalmente era un jefe
guerrillero.
"Claudia Liliana", reinsertada del ELN con una
visión crítica
sobre el rol de la mujer en la insurgencia, cree que el EPL fue
una de las guerrillas más "machistas", elemento que viene
a ser corroborado por algunos testimonios que comprometen
seriamente a algunos comandantes en actitudes que
iban desde un tratamiento discriminatorio y denigrante hacia la
guerrillera hasta prácticas de abuso sexual,
incluso contra sus propias compañeras con quienes
mantenían una relación estable amorosa.
La mayoría de las mujeres reinsertadas ingresaron
al grupo armado durante la adolescencia, motivadas por factores
tanto ideológicos como personales, atraídos por la
búsqueda de un nuevo "Proyecto de Vida". Si la
reinserción a la vida civil fue un proceso
traumático para los combatientes en general, para la mujer
reinsertada lo fue mucho más si se reconoce la prevalencia
de un contexto socio-cultural que mantiene la inequidad de las
relaciones de género. Desarmada y desprovista de su rol
revolucionario, tiene que competir ahora en un nuevo terreno al
parecer menos favorable para su participación
política.
La mujer reinsertada se ve ahora enfrentada a un mundo
que le sigue siendo hostil, desprovistas de las armas que en el
pasado le dieron una dimensión diferente a su rol
tradicional y envueltas ahora en la complicada trama de
recomponer su vida afectiva, familiar, así como en el
ejercicio de su maternidad.
La situación de la mujer en la sociedad
colombiana de hoy, ha estado
tradicionalmente cruzada por elementos atávicos propios de
una cultura machista, que aún se hace sentir a pesar de
los avances en materia de derechos y equidad. La discriminación contra la mujer persiste en
múltiples escenarios y circunstancias. Por ejemplo, en el
mercado laboral la mujer ha incrementado su participación
pero en condiciones de inferioridad con relación al
hombre.
Las mujeres reinsertadas dejaron las actividades propias
de la insurgencia, para asumir el retorno a una sociedad que
aún se nutre de patrimonios culturales ancestrales,
patriarcales, discriminatorios y represivos que generalmente
limitan a la mujer al desempeño de roles
domésticos, sexuales y reproductivos. En virtud de las
consideraciones anteriores, nuestro problema de
investigación plantea el siguiente
interrogante:
¿Cuál es el Rol de la mujer reinsertada en
los escenarios político, económico y familiar en la
ciudad de Barranquilla?
4.1 OBJETIVO GENERAL
Describir los roles o papeles que asumen hoy las mujeres
reinsertadas, en lo político, económico, y
familiar, en la ciudad de Barranquilla.
4.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS
- Identificar los nuevos roles asumidos hoy por las
mujeres reinsertadas en Barranquilla, a partir de las
expectativas generadas con el proceso de
desmovilización. - Describir el rol político asumido hoy por las
mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla. - Identificar el rol económico asumido por las
mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla. - Determinar el rol social y familiar asumido hoy por
la mujer reinsertada en la ciudad de Barranquilla.
5.1. DELIMITACION ESPACIAL
La presente investigación se circunscribe a la
identificación de los roles asumidos hoy en día por
las mujeres reinsertadas en los aspectos económicos,
políticos y sociales en Barranquilla.
5.2. DELIMITACION DE UNIVERSO
El estudio abarca específicamente a las mujeres
reinsertadas de los grupos desmovilizados con asiento en la
ciudad de Barranquilla o que desarrollen actividades en
ella.
6.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN
El diseño de investigación implementado es
esencialmente de carácter descriptivo, toda vez que
posibilita determinar los roles asumidos por las reinsertadas en
la ciudad de Barranquilla en lo político, económico
y familiar.
6.2 POBLACION. Según datos
suministrados por la Oficina de
Reinserción en el Atlántico, el número total
de mujeres reinsertadas asciende a 47.
6.3 MUESTRA. Estará conformada por
16 mujeres reinsertadas de los diversos grupos desmovilizados en
Barranquilla. La muestra representa el 38% de la población y no pudo ser mayor, habida
cuenta de factores como la desconfianza, inseguridad,
así como dificultades para el acceso y la
localización de un grupo más numeroso. Muchas de
estas mujeres, se han desvinculado de los programas que
adelanta la Oficina de Reinserción
Atlántico.
6.4 TECNICAS E INSTRUMENTOS.
La presente investigación combina técnicas
de investigación cualitativa y cuantitativa, y
se apoya fundamentalmente en la técnica de la
Entrevista Profunda. Esta se implementó con base a
un cuestionario
previamente elaborado por la investigadora para ser aplicado a la
muestra, acompañado de una guía de observación.
En el trabajo de campo, la investigadora
estableció técnicas y metodologías a fin de
crear un clima favorable y
propicio para que las mujeres reinsertadas cuenten su experiencia
y su vida. En lo posible se intentó desarrollar algunas
actividades previas destinadas a "romper el hielo" y la
prevención natural de las reinsertadas, a fin de que la
información recolectada ayudara a sacar conclusiones
más o menos ajustadas a la realidad, sin el engaño
de la "ilusión científica".
7.1 DE INVESTIGACION
Las mujeres reinsertadas en la ciudad de Barranquilla,
a partir de la desmovilización, asumieron las
funciones de rol que tradicionalmente les ha asignado la
sociedad civil.
7.2 DEFINICION CONCEPTUAL
FUNCIONES DE ROL. Un rol está constituido
por un grupo de normas definidas por la sociedad y determinan la
forma en que deberíamos comportarnos. Una posición
concreta adquiere el estatus de rol político,
económico y familiar, o cuando involucra un número
sustancial de normas. Las normas tienen capacidad tanto para
potenciar como para restringir el comportamiento de las personas.
De manera que una vez el individuo ha aprendido las normas
propias de su cultura, sobre cómo comportarse en muchas
situaciones diferentes, queda restringida su conducta toda vez
que la mayoría de las personas tienden a seguir las
normas. Bajo esta premisa, el modo en que la sociedad espera que
se cumpla determinado rol, se denomina rol prescrito. Y el
rol desempeñado, es la forma en que una persona
ejecuta efectivamente un rol específico.
7.3 DEFINICION OPERACIONAL.
Identificación por medio de la aplicación de una
entrevista
profunda, previa elaboración de un cuestionario, de los
nuevos roles que han asumido las mujeres reinsertadas en la
ciudad de Barranquilla, en lo político, económico y
familiar.
8.1 INTRODUCCION
La entrevista se aplicó a un grupo de 16 mujeres
reinsertadas, a través de un cuestionario (anexo) con
preguntas que indagan no solo sobre sus actividades y su
situación actual sino además sobre el rol asumido
en el grupo insurgente. Se trataba aquí de "captar" un
momento trascendental en la vida de un grupo de mujeres que
decidieron dejar la acción
revolucionaria para reinsertarse a la sociedad. Este
propósito tiene sus limitaciones si reconocemos que
producir una información verdadera a partir de una
entrevista a un individuo, en las circunstancias previstas, es
como lo señala Francis Godard, "una ilusión
científica". Sería pretender que los individuos
poseen un saber verdadero sobre su propia existencia y que solo
basta con crear las condiciones de la entrevista
para sacarlo a flote.
En consecuencia, los instrumentos teóricos y
metodológicos se diseñaron para construir una
información lo más aproximada a la verdad, sin
falsear sus testimonios, respetando el discurso del
sujeto, en un contexto cargado de prevenciones y de escepticismo
donde se supone que las mujeres reinsertadas contarían sus
verdades a medias, en el mejor de los casos.
8.2 ESTUDIO DE CASOS
PRIMER CASO
Nombre: MARIA. Edad 28 años.
Vive en unión libre, tiene dos hijos de 9 y 5
años de edad, posee casa propia con todas las comodidades
básicas, tiene estudios de secundaria, informática básica; manifiesta no
tener ninguna actividad remunerada ya que no ha conseguido
trabajo.
Se vinculó a la CRS cuando tenia trece
años, se le fue capacitando políticamente, se le
asigno la responsabilidad de atender la radio de
comunicaciones
durante siete años hasta que en 1994 se dio el proceso de
reinserción. Las circunstancias de vinculación
fueron sociales y políticas. Manifiesta haber tenido
relaciones afectivas dentro del grupo y que la relación
con los compañeros era de mutua amistad y
compañerismo y las funciones de los hombres y las mujeres
eran asignadas con igualdad. No tuvo responsabilidad de mando,
solo en las comunicaciones y brigadas de salud. También
manifiesta que hubo equidad, toda vez que los oficios
domésticos no eran asumidos exclusivamente por la mujer.
Ahora, en el contexto actual, consideran que los hombres como las
mujeres reinsertadas no tienen iguales oportunidades
En cuanto a lo familiar, participa en las decisiones, y
se encuentra satisfecha con los roles que asume hoy en
día, por que hace una actividad política y social
menos tensionada en la vida civil que dentro del movimiento. En
cuanto al proceso de reinserción, se encuentra satisfecha
porque, considera, le ha mejorado su proyecto de vida.
- Análisis e
Interpretación.
Maria es una mujer joven, que ingreso al movimiento
guerrillero al ser una niña de trece años,
cambiando de esa manera su rol de niña por un rol
especifico y determinado por el contexto circunstancial a que
haya llegado, como fue el de hacerse responsable de la radio de
comunicaciones, del movimiento insurgente, por 7 años.
Papel que dista mucho del que tendría que haber asumido
al quedarse en su hogar. Recibió capacitación política, que era
exigida por la naturaleza del movimiento insurgente al que
pertenecía, así mismo tuvo la oportunidad de
realizar algunos estudios de secundaria, sin haberla terminado
y tiene conocimientos de informática
básica.
En su rol económico tiene una gran ventaja,
pues vive en casa propia con servicios
básicos y eso le permite cierta tranquilidad, a pesar de
no haber conseguido trabajo. El rol económico que Maria
debe asumir como parte integrante de una familia, es nuevo para
ella, debido a que en el movimiento insurgente no era esa su
preocupación, el movimiento abastecía a sus
integrantes en sus necesidades básicas, y la
única preocupación que asistía a Maria era
la de cumplir cabalmente y con responsabilidad su
trabajo.
En lo referente al rol político, su
vinculación al movimiento fue de esa naturaleza y
actualmente no esta vinculada a ningún proyecto
político, pero sus ideas y doctrinas aprendidas en el
movimiento están latentes y permanecen, pues en
ningún momento reniega de su paso por el movimiento
insurgente.
El rol social de María cambió
considerablemente, pues en el movimiento su trato social se
limitaba a sus compañeros , el cual manifiesta que fue
muy cordial, que no había discriminación y que
las funciones entre hombres y mujeres eran compartidas. Hoy en
día su rol social corresponde al cuidado de su familia
como madre y mujer, puesto que tiene dos hijos y vive en
unión libre con el hombre "a
quien debe atender". Manifiesta su alegría con el rol
social desempeñado actualmente, pues lo considera mas
"gratificante y menos tensionante". De igual manera, se
encuentra satisfecha con el proceso de reinserción, pues
asegura que le ha mejorado su proyecto de vida.
SEGUNDO CASO.
Nombre SONIA. Edad 37 años.
Es madre soltera y tiene dos hijos, no tiene casa
propia y su familia es numerosa. Vive actualmente con su dos
hijos en casa de la familia paterna y se separó durante
la desmovilización. Posee estudios universitarios y se
desempeña como enfermera superior. Manifiesta no estar
vinculada a ningún proyecto político ni social y
reconoce que su vinculación al grupo armado fue por
razones económicas. De igual manera, expresó que
las relaciones con sus compañeros de grupo fueron muy
buenas y que entre ellos hubo "mucha igualdad". No tuvo
responsabilidades de mando.
Actualmente considera que la mujer reinsertada tiene
iguales oportunidades y se muestra satisfecha con los roles que
hoy cumple habida cuenta de que realizó estudios
superiores y se encuentra desempeñando su actividad
profesional. Considera que el proceso de reinserción le
sirvió para mejorar en lo social y
económico.
- Análisis e interpretación.
Sonia, a diferencia de María, se ha capacitado
profesionalmente y ha logrado su vinculación laboral,
situación que le asigna un rol económico
"coprovidente" que debe alternar con el cuidado de sus hijos.
En el caso de Sonia se observa que ha desaparecido el rol
político y que su "realización" está hoy
determinada por su condición de mujer profesional y de
madre.
TERCER CASO.
NOMBRE: "TOCHA". EDAD 29 AÑOS.
Tiene dos hijos de 12 y 10 años, se separó
antes de la desmovilización, no tiene casa propia y vive
con sus dos hijos. Sus estudios son de básica primaria. Se
vinculó al EPL a la edad de 12 años y sus motivos
fueron personales y políticos, con la convicción de
que desde la insurgencia se podía mejorar la
situación del país. Sus tareas dentro del grupo
estaban relacionadas con la seguridad y los
primeros
auxilios del grupo. Tuvo responsabilidad de mando por tres
años, experiencia que considera muy fructífera y en
un ambiente de
total compañerismo. Ahora su vida cotidiana se reparte
entre el cuidado de sus hijos y una capacitación en el
SENA.
- Análisis e interpretación. En este caso, puede
decirse que hay un cambio
radical en el rol de "Tocha" si tenemos en cuenta que en la
insurgencia desempeñó funciones de mando y hoy en
día se ocupa esencialmente de sus funciones
domésticas, de lo que puede inferirse que perdió
desde el punto de vista de equidad de género. "Tocha",
se ha diluido en el nuevo escenario. Al desaparecer el proyecto
político, desapareció el rol de mando que
ejercía. Hoy, no es más que un nombre dentro de
un largo listado de beneficiarios de los programas
gubernamentales de Reinserción.
CUARTO CASO.
NOMBRE KATIA. EDAD 40 AÑOS.
Tiene dos hijos de 18 y 23 años, es madre
soltera, vive con sus dos hijos y su familia paterna, tiene
estudios superiores (no especificó qué
profesión) y se desempeña actualmente como
promotora de salud. Se vinculó a la CRS a los 10
años de edad y realizó proyectos que en su momento
cubrían las necesidades de las comunidades donde el grupo
ejercía influencia política. Considera que en la
organización no logró un buen nivel de
formación política.
Su vinculación laboral le permite una
proyección comunitaria puesto que le compete capacitar a
las comunidades para que se organicen y gestionen proyectos para
solucionar sus necesidades básicas. Esta labor la asume
Katia con satisfacción, pero no deja de preocuparse por
las demás compañeras "que aún viven
sometidas". Cree en los programas de
Reinserción.
- Análisis e interpretación. Katia
desempeña hoy un rol de mujer trabajadora que debe
sostener a sus hijos y a su familia paterna. Su
vinculación a la comunidad está determinada por
su actividad laboral. Ya no está al servicio de un
proyecto político revolucionario insurgente, toda vez
que la organización se fue diluyendo paulatinamente y no
logró sostenerse en los nuevos escenarios
institucionales. De tal manera que Katia se siente satisfecha
de sus logros personales y evalúa los programas de
Reinserción con la lupa de su experiencia
individual.
QUINTO CASO.
NOMBRE MARY. EDAD 32 AÑOS.
Tiene dos hijos de 12 y 10 años de su primer
matrimonio.
Enviudó dentro de la guerrilla y posterior a la
desmovilización se volvió a casar, relación
de la cual tiene otro hijo. Vive actualmente con su esposo, no
trabaja a pesar de tener estudios universitarios. Su relato de
vida es el siguiente:
"Me vinculé al EPL a los trece
años de edad, era hija de papi y mami, quería saber
más de la vida, cuando apenas cursaba el bachillerato.
Así, me alejé de mi familia, fue muy duro pero
seguí con mi moral muy en
alto, ya que perdí a mi compañero dentro del
movimiento. Fue terrible cuando mataron a un compañero en
mi presencia y luego me detuvieron. Fue una experiencia dura pero
maravillosa que pocas mujeres en Colombia han tenido. Tuve
momentos alegres pero también muchos tristes, como cuando
me dijeron que íbamos a dejar las armas. Fue como si la
vida se me acabara ya que estaba acostumbrada a estar de un lado
para otro y sabía que se me iba a complicar la vida porque
quedaban problemas con
la justicia y
algunos enemigos que yo conocía.
¿ A veces me pregunto si
valió la pena tanto sacrificio que allí quedaba ?
…. Lo que uno creía que podía hacer, construir un
nuevo país, hoy me doy cuenta que todo quedó en la
historia, que
todos ellos han olvidado aquellos que han sufrido la violencia,
que ellos son su hermanos, esposos, padres e
hijos……
Un día cotidiano en mi vida de
reinsertada es velar por mi hijo y por mi marido, también
hago los quehaceres de la casa. No tengo ningún proyecto
político. Mi vinculación al movimiento fue personal.
Asumí funciones de inteligencia,
de seguridad y operadora de radio. Las relaciones con los
compañeros fueron buenas y las tareas eran iguales para
los hombres y las mujeres. Tuve responsabilidad de mando como
encargada de la seguridad para los diferentes eventos que se
realizaban. Nunca me sentí discriminada. Me encuentro
satisfecha con los roles que actualmente estoy
desempeñando, lo cual me ha permitido ganar un espacio en
mi vida. La actitud de mi
compañero actual es de compañerismo y me siento
representada en él. Creo que el proceso de
reinserción me sirvió para mejorar mi calidad de
vida".
- Análisis e
interpretación. El caso de "Mary" es
interesante, toda vez que permite establecer un cambio
sustancial de rol. En la organización llegó a
tener responsabilidades de mando y hoy se desempeña
felizmente como mujer ama de casa que atiende a su esposo e
hijos. Surge aquí, el interrogante, ¿ cómo
puede una mujer que tuvo responsabilidades de mando en una
organización insurgente, asume hoy con
satisfacción los roles de mujer subordinada ? Pareciera
aquí que con la desmovilización se agota un
ciclo de
vida asociado a la "revolución" y del cual solo quedan las
nostalgias y los recuerdos. A partir de la Reinserción,
"Mary" estrena un nuevo proyecto de vida personal en el cual no
tiene cabida lo político. La "revolución" ya
terminó y por lo tanto sólo tiene la
responsabilidad del hogar.
CASO 6.
"BERTA": Cuenta con 31 años de edad,
tiene tres hijos de 11,9 y 6 años, tiene casa propia y
vive con su esposo que lo conoció en el movimiento y se
reinsertaron juntos. Después de la
desmovilización ha recibido capacitación en el
Sena sobre máquinas
planas y control de
calidad y se encuentra actualmente adelantando estudios
superiores. Se dedica además al cuidado de sus hijos. Su
testimonio es el siguiente:
"Mi vinculación al EPL fue en enero de 1984,
como combatiente, hice parte logística, brigadas de salud, enlace de
comunicaciones, hasta el año 91 que se dio la
desmovilización. Un día cotidiano en mi vida,
consiste en preparar a los niños
para el colegio y a mi esposo para el trabajo, hago todos los
oficios de la casa y luego recojo a los niños por la
tarde. Actualmente no estoy vinculada a ningún proyecto
político. Mis relaciones con los compañeros de
grupo, fueron de total fraternidad, amistad e igualdad. No
existían distinciones de sexo en las
labores, todos realizábamos las mismas labores. Tuve
mando de escuadra, con algunos reparos por la misma
concepción machista que manifestaban algunos mandos y
combatientes de base, de creer que las mujeres somos inferiores
y, de considerarnos, como objeto sexual, y por la misma
subvaloración que algunas mujeres nos daban.
En el contexto actual, el reinsertado
ha tenido iguales oportunidades. Hoy, me siento satisfecha con
los roles que estoy asumiendo por ser madre, vivir con mis
hijos, esposo y darles una buena educación, por formar una gran familia y
poder sortear todas las dificultades que la vida civil me
depara. También tengo el apoyo total de mi familia, creo
en el proceso de reinserción puesto que la experiencia
ha sido para mejorar mi condición de vida".
CASO 7
"KATIA". Cuenta con 40 años de edad, tiene dos
hijos de 18 y 23 años, es madre soltera, tiene casa
propia con todas las comodidades básicas, tiene estudios
superiores y se ocupa laboralmente como promotora de salud. Su
testimonio es el siguiente :
"Me vinculé a la CRS. a los 10
años de edad y fuimos un gran grupo. Realicé
brigadas de salud, gestión educativa, desarrollé
proyectos que en su momento cubrían las necesidades de
nuestro barrio y zonas marginadas. En mi vida civil ahora, mi
rol político está definido porque puedo
comprender las condiciones sociales de mi país. Hoy, me
toca capacitar a las comunidades sobre formas organizacionales
y gestión de proyectos comunitarios. Estoy vinculada a
proyectos sociales y pedagógicos y me encuentro
satisfecha con mi rol, pero no dejo de preocuparme por las
demás compañeras que aún viven sometidas.
Creo en el proceso de reinserción aunque tengo algunas
desavenencias, creo y estoy convencida que ha sido para
mejorar".
CASO 8.
"SUSY": tiene 32 años, es viuda, con dos
hijos entre los 17 y 16 años, cuenta con estudios
universitarios técnicos, se encuentra actualmente
empleada. Su testimonio es el siguiente:
"Después que me desvincule del
EPL, fui recogida por mi familia junto con mis hijos, luego
empecé a trabajar con una fundación y hoy me
siento con mucha suerte detener un empleo y estar
capacitándome actualmente. Creo que algunas
compañeras no cuentan con esta suerte. Mi
vinculación al movimiento fue por puras circunstancias
de desigualdad
social y política y fui formada con una conciencia
revolucionaria, tuve buenas relaciones afectivas y de
compañerismo, se dieron relaciones de equidad e
igualdad… Ahora, me dedico a las labores del hogar, trabajo y
estudio a distancia. No estoy vinculada a ningún
proyecto político y me siento satisfecha con los roles
que actualmente asumo, porque encontré al señor
Jesucristo, que cambió y transformó mi vida.
Pienso que el programa para la reinserción ha sido para
mejorar".
CASO 9.
"TOÑA": Cuenta con 40 años y tiene dos
hijos de 22 y 13 años, es separada, vive con sus hijos,
tiene estudios universitarios y trabaja actualmente como
promotora de salud.
"me vincule al EPL cuando tenía
30 años y mi motivación fue política, tuve
relaciones afectivas con un compañero del grupo y nos
separamos antes de la desmovilización. Me
desempeñaba en sanidad y las relaciones con los
compañeros eran amables y sinceras. Aunque no tuve
responsabilidad de mando, siempre me desempeñé
muy bien en lo que me tocó hacer. Nunca me sentí
discriminada. Pienso que el programa de reinserción le
ha dado iguales oportunidades tanto a las mujeres como a los
hombres. No estoy vinculada a ningún proyecto
político y no me encuentro satisfecha del rol que
desempeño, ya que me siento capacitada para
desempeñar otros mejores… quisiera tener un mejor
proyecto de vida".
CASO 1O.
"LUZ": 33 años de edad,
con dos hijos entre los 12 y 14 años. Se vinculó
a la CRS cuando tenía 13 años. Su testimonio de
vida es el siguiente:
"Cuando estaba en la escuela
acudía a escondidas para adoctrinarme, me conocí
con mi compañero en el adiestramiento, el cual perdió la vida en
la guerra. Hoy
soy una mujer nueva, con muchas ganas de salir luchando por mis
hijos y mi familia y por querer poner un grano de arena en el
mejoramiento de este país. Me gusta trabajar en mi casa
y velar por los quehaceres y deberes con mis hijos ya que ahora
puedo gozar de ellos. Mi vinculación al movimiento fue
política y personal, mis tareas estuvieron relacionadas
con la parte logística, las relaciones con los
compañeros de grupo fueron normales. Tengo algún
proyecto con algunas compañeras de montar una tienda,
también trabajar con la comunidad, aunque algunas
mujeres nos rechazan por nuestra condición de
reinsertadas. A algunas nos da miedo hablar de esto pero a
mí no. Ahora mi vida cotidiana transcurre entre los
quehaceres de la casa y estudios. Aunque tengo algunos
desacuerdos con el programa para la reinserción, creo
que ha servido para mejorar la vida de muchos
reinsertados".
CASO 11
"JULIANA" : tiene 29 años,
dos hijos de 9 y 12 años. Se vinculó al EPL a los
12 años, tiene estudios universitarios, trabaja en la
economía
informal y se dedica al cuidado de sus hijos.
"Desde el proceso de la desmovilización, me
dediqué a estudiar y a buscar medios para sobrevivir en
este medio que es tan hostil y discriminatorio. En el grupo se
daban relaciones cordiales, mi vinculación al movimiento
fue por motivaciones políticas ya que pesaba que
podía contribuir con muchas soluciones sociales y
políticas en este país. En el grupo me
desempeñaba en la organización para velar por la
seguridad el grupo y su salud, las funciones de lo hombres eran
iguales a las de las mujeres. En el contexto actual, estoy
segura que lo varones reinsertados, al igual que nosotras las
mujeres, tenemos iguales oportunidades, solo que nosotras
debemos ser más beligerantes para poder luchar por un
mejor espacio político y social. Hoy, me encuentro
satisfecha con los roles que desempeño, ya que he puesto
en practica todos mis conocimientos adquiridos dentro del
movimiento, solo espero que el programa de reinserción
mejore con todo y que hagan muchos programas
más."
CASO 12.
"PETRA": Tiene 34 años, dos
hijos de 10 y 2 años, tiene estudios secundarios. Su
relato es el siguiente:
"me dedico a las labores del hogar, en
las tardes ayudo a mis hijos con las tareas, también me
dedico a seguir preparándome y leyendo mucho, pero no
como antes que solo leía para adoctrinarme. Ahora tengo
ganas de saber de todas las literaturas, no estoy vinculada a
ningún proyecto político, pero aspiro a
prepararme para seguir adelante.
Cuando me vincule al movimiento fue
por una salida económica. Tuve diversas actividades
dentro del grupo, entre ellas diferentes operativos y las
relaciones con los compañeros se dieron en condiciones
de igualdad. En el contexto actual considero que los
reinsertados han tenido más oportunidades. En la
actualidad me encuentro a gusto con los roles que
desempeño como madre y compañera, pero voy a
seguir superándome para llegar a ocupar un mejor cargo
dentro de esta sociedad…."
CASO 13
"SULMA": su testimonio es el
siguiente:
"tenía trece años cuando
ingresé a una milicia rural, me capacitaron
políticamente y después me asignaron la
responsabilidad de operar la radio. Mi vinculación al
grupo fue como una perspectiva de cambio, ya que tenía
motivaciones políticas. Las funciones dentro de la
organización eran asignadas por igualdad. No tuve
responsabilidades de mando, tengo gran satisfacción con
los roles que actualmente desempeño ya que estoy menos
estresada que cuando estaba dentro del grupo, los programas
para la reinserción pueden ayudarnos a
mejorar."
CASO 14.
"MIRTHA.": Tiene 38 años,
dos hijos entre nueve y siete años, se separó
durante la desmovilización, tiene estudios
universitarios y trabaja en horas de la tarde. Su testimonio es
el siguiente:
"Tenía 14 años cuando me
vinculé a EPL, por razones económicas. Dentro del
grupo participé en brigadas de salud y las relaciones
con los compañeros eran buenas, aunque no creo mucho en
las condiciones de equidad ni de igualdad. Algunas mujeres
teníamos que renunciar a la condición e madres y
solo si abandonábamos el grupo, podíamos
tenerlos. Esto nos llevaba a abandonar a nuestros hijos en casa
de algunos familiares, con el riesgo de que
mañana no nos reconocieran, o con el riesgo de perder a
nuestro compañero… En el contexto actual, de pronto
hay algunas oportunidades, pero uno lucha, me gusta mi rol de
ahora como compañera y madre, ya que estoy disfrutando
de mis hijos y de mi familia y esperando que el programa para
la reinserción nos tenga más en
cuenta".
CASO 15
"ADRIANA" : Tiene 36 años,
tres hijos, separada durante la desmovilización y con
estudios secundarios. Veamos su testimonio:
"Para mí, vincularme al EPL fue grande, era mi
ideal y por supuesto mi mayor anhelo, por mis ideales sociales
y políticos. Nunca tuve relaciones afectivas dentro del
grupo, aunque las relaciones con ellos eran de
compañerismo. Dentro de la organización me
desempeñaba como oficial de comunicaciones… tuve
alguna responsabilidad de mando, fui comandante de escuadra y
luego como comandante de pelotón de mujeres. En cuanto
al panorama actual, considero que el reinsertado ha tenido
mejores oportunidades, ya que ellos se han desempeñado
en cargos políticos y con mejor remuneración. En
cuanto al programa para la reinserción, no creo que nos
mejoren, por eso no tengo ningún proyecto
político, ya que esto es pura burocracia".
8.3. ANÁLISIS DE
RESULTADOS.
- Del total de las integrantes de la muestra, 10
manifestaron no desempeñar ningún rol
político en la actualidad. Lo que no puede
interpretarse como un "arrepentimiento" de sus viejos ideales
revolucionarios a los cuales no han renunciado. La diferencia
(6 mujeres) desarrollan ciertas funciones de un rol
político, que se manifiesta a través del
trabajo comunitario o de su vinculación a proyectos de
redes de paz,
organización de mujeres y de derechos
humanos, entre otros. - Siete de las mujeres reinsertadas manifestaron
estar desarrollando una actividad económica, a
través de diversas modalidades de empleo y subempleo.
Y nueve se encuentran desempleadas de las cuales solo tres
están buscando trabajo y que se sienten conforme con
su actividad doméstica en el hogar. De cualquier
manera es importante reconocer una participación cada
vez más notoria de la mujer reinsertada en el mercado
laboral, asumiendo una función de rol económico
presionado muchas veces por su condición de madre
soltera o cabeza de familia o por la necesidad de reforzar el
ingreso familiar. - En lo relativo a la calidad de vida, la
mayoría de las mujeres entrevistadas manifestaron que
había mejorado, hecho que no se explica si más
de la mitad está desempleada y no tiene vivienda
propia. Es probable que el tema de la calidad de vida haya
sido equiparado con la tranquilidad de una nueva experiencia
desprovista de los riesgos
propios de la actividad clandestina. - Del total de la muestra entrevistada, 8
informó haber ingresado a la "lucha armada" siendo
aún menor de edad. Hoy, la edad promedio de este grupo
de mujeres es aproximadamente de 33 años y más
de la mitad se encuentra transitando hacia los 40
años. De lo anterior se infiere, que la adolescencia y
juventud
de muchas de estas mujeres se quedó en ese proyecto
revolucionario, hecho que explica la mirada nostálgica
que se desprende de ciertas confesiones. Así las
cosas, puede señalarse con margen de error, que la
desmovilización y posterior reinserción de este
segmento de mujeres coincide con un nuevo ciclo en la vida de
estas mujeres reinsertadas, marcado por la madurez y los
cambios provocados por el paso del tiempo. - En lo social, la mitad de la muestra se encuentra
integrada a la vida familiar nuclear y la otra mitad
pertenece a una "familia compuesta". seis son solteras, seis
viven en unión libre, mientras cuatro están
separadas y dos son viudas. Catorce de este grupo de mujeres
poseen entre 1 y 3 hijos cuyas edades fluctúan entre 5
y 22 años. Cuatro son madres solteras, seis viven con
los hijos y el marido, al tiempo que tres lo hacen con la
familia paterna y o materna y dos viven con sus hijos en casa
de una amiga. De lo que se concluye que la mayoría de
estas mujeres asumieron su función reproductora y
maternal desde diversas modalidades de organización
familiar. Sus hijos y sus maridos son, hoy por hoy, la
prioridad en sus nuevos proyectos de vida. Disfrutan de la
tranquilidad del hogar y de su relación con la
comunidad. - Este pequeño grupo de mujeres reinsertadas,
no obstante sus antecedentes revolucionarios y su ruptura
conceptual con el establecimiento, hoy por hoy, sigue
cumpliendo con roles prescritos históricamente
por la sociedad: reproducir a los otros en la vida cotidiana
y la de reproducir la vida cotidiana para los otros. Este es
el consenso actual, con sus normas, valores y patrones
culturales que con pocas excepciones socializan e
interiorizan la mayoría de este grupo de mujeres. No
ha operado entonces una ruptura con el condicionamiento
cultural, cuando se manifiesta satisfacción por las
labores domésticas y de "amas de casa". Aquí,
la norma sigue indicando la forma como este grupo de mujeres,
con algunos matices, debe comportarse. La sociedad espera de
ellas, que sean buenas esposas, y madres dedicadas al hogar y
al cuidado del marido, incluso, así tenga que
participar en el mercado laboral. Pudo observarse, en los
casos en que hay algún tipo de participación
política o de actividad económica, que la
responsabilidad del hogar sigue siendo soportado
principalmente por estas. En el caso del grupo que
manifestó no estar vinculada ni a lo laboral ni a lo
político, se pudo establecer que el rol
desempeñado se ejerce desde una aceptación
total de lo que la sociedad espera de ellas. De tal manera
que no existe lo que los analistas llaman "tensión de
rol", pues hay un consenso con los roles
asignados. - Desde el punto de vista de género, puede
decirse que hay cierto retroceso, si tenemos en cuenta que en
la organización desempeñaban en condiciones de
equidad las responsabilidades políticas que se les
asignaban. En esta fase "revolucionaria", la mujer fue
privada de la vida familiar. La familia era la
organización. Tal como lo expresa "Mirtha", las
mujeres tenían que renunciar a su condición de
madres, abandonar los hijos y el cónyuge, puesto que
la organización estaba por encima de lo personal y de
la familia, que de acuerdo a la ortodoxia marxista, es una
institución burguesa y reaccionaria. De tal forma que
con la desmovilización y la reinserción, este
grupo de mujeres empieza a disfrutar plenamente de lo que se
les había negado: el disfrute de su rol de madres, y
de su rol de mujer que "atiende" al marido. El regreso a la
sociedad, significó aquí el retorno a los roles
prefijados, a la normalidad, al consenso elaborado por la
sociedad patriarcal, y a lo que se espera de ellas. Ya no hay
proyecto político, ya no existe la organización
con su estructura político militar imponiendo sus
propios valores "revolucionarios" y negando la individualidad
de sus militantes. De ahí que la reinserción
haya significado, sobre todo, para este grupo de mujeres, el
reencuentro feliz con el núcleo familiar, la
reconstrucción de la familia
desarticulada. - Este retorno a la familia, como una de las
características más sobresalientes de esta
nueva fase, en este segmento de mujeres, podría
plantearse como un retroceso si el asunto se examina desde
una perspectiva de género. El retorno y disfrute de la
vida familiar en sí no es problemático. El
asunto radica en que el rol familiar se asume desde la
subordinación y exclusión de la mujer y,
lo que es más grave, se legitima y justifica como
necesario. Existe aquí la formación de un
consentimiento en torno a su propia
subordinación y exclusión, operando con el
proceso de reinserción una especie de regreso a los
papeles prefijados, a los roles correspondientes a una
división del trabajo y a lo que llaman los analistas,
a una "socialización conservadora". De manera que las
mujeres reinsertadas se liberaron del sometimiento de la
estructura militarista y "revolucionaria", que las forzaba a
cumplir un rol donde la organización está por
encima de la individualidad, para regresar a lo que se les
había privado, para regresar a otra
subordinación, a los roles estereotipados de la vieja
sociedad patriarcal.
En este sentido, el retorno a la normalidad, al dulce
hogar, a la familia, significó para este grupo de
mujeres, una renuncia a la participación
política. Aquí, el rol político es
prácticamente eclipsado debido a lo que Socorro
Ramírez denomina, los "prejuicios
androcéntricos" y a una serie de obstáculos
para el ejercicio de un rol político, entre los cuales
podemos resaltar el obstáculo maternizante y el
culpabilizante, como bien lo anotaba la autora Juanita Barreto.
Cuando "Petra" declara, "ahora me siento a gusto con los
roles que desempeño como madre y compañera",
o cuando "Luz" manifiesta, "me gusta trabajar en mi casa y
velar por los quehaceres y deberes con mis hijos, ya que ahora
puedo gozar de ellos", reflejan una idealización de
la maternidad, que identifica al ser femenino con su rol
tradicional. De igual manera, pudo observarse la
manifestación de sentimientos de culpa por haber
transgredido los estereotipos tradicionales de la feminidad,
por haber abandonado sus "deberes" relacionados con la crianza
de los hijos. Es lo que se desprende del tono que utiliza
"Mirtha" en su testimonio cuando señaló:
"algunas mujeres teníamos que
renunciar a la condición de madre y solo si
abandonábamos el grupo y con ello nuestros ideales
políticos, podíamos tenerlos, esto nos llevaba a
abandonar a nuestros hijos en casa de algunos familiares, con
el riesgo que mañana no nos reconocieran…".
Las diversas limitaciones de esta investigación
solo permiten extraer ciertas conclusiones preliminares que
servirán como punto de partida para una
investigación más profunda, si se tiene en cuenta,
además, que éste primer estudio del tema
tenía un carácter exploratorio.
Un porcentaje minoritario ejerce funciones de rol
político a través de su vinculación a
diversos proyectos de carácter comunitario que tienen
que ver fundamentalmente con la organización de la
comunidad hacia la solución de problemáticas
relacionadas con necesidades básicas, servicios
públicos, vivienda, gestión de proyectos de
desarrollo y de empleo, entre otros.- Sea lo primero señalar que las mujeres
reinsertadas en la ciudad de Barranquilla, en un porcentaje
mayoritario, se han reintegrado en condiciones normales a su
entorno social y comunitario. No han recibido rechazo de la
sociedad por el hecho de ser desmovilizadas. No obstante, debe
resaltarse el hecho de que un porcentaje apreciable por encima
del 60 % haya manifestado no estar asumiendo funciones de un
rol político. Esta circunstancia puede estar mediatizada
por razones de seguridad y de desconfianza sin desconocer el
peso que tienen factores como la disolución del proyecto
político y el desgaste de los programas de
reinserción. - Un segmento considerable, casi el 50% de la
población estudiada, ha incursionado en el mercado
laboral, asumiendo aquí un rol económico de mujer
"coprovidente", habida cuenta de factores como la
disminución del ingreso familiar, el desempleo, la
crisis
económica o por las mismas circunstancias ligadas a su
condición de mujer cabeza de familia. Del segmento
restante, un porcentaje mayoritario se encuentra capacitado
para asumir su inserción al mercado laboral, pero la
falta de políticas de empleo y en algunos casos, el
fracaso de los proyectos productivos de la Oficina de
Reinserción, no han permitido su
vinculación. - Llama poderosamente la atención el hecho de
que un porcentaje importante de la muestra, haya manifestado su
satisfacción con el rol de amas de casa que
desempeñan. Se sienten realizadas como mujeres que
atienden a sus hijos y al marido, quien es el que
desempeña la labor de proveer lo necesario para el
sustento de la familia. Aquí el rol de mujer tradicional
se agota en el ámbito privado, expresado exclusivamente
en sus funciones domésticas, sexuales y reproductivas.
Este grupo de mujeres reproduce los patrones culturales y los
roles que por muchos años han prevalecido en la
sociedad. No han asumido aún conciencia para trascender
su función tradicional de "reproducir a los otros en la
vida cotidiana". - Por otro lado, las pocas mujeres reinsertadas que
manifestaron estar vinculadas a proyectos políticos y
comunitarios, de igual manera expresaron que en los programas
de Reinserción no había equidad de género
en razón a que los reinsertados han tenido mayores
oportunidades. Esta actitud de crítica es coherente y
consecuente con su formación política adquirida y
con las funciones desempeñadas en la
insurgencia. - A pesar de los problemas de empleo y de vivienda, la
mayoría de las mujeres reinsertadas han considerado que
su calidad de vida ha mejorado. Es muy posible que la
visión de calidad de vida de este grupo de mujeres se
encuentre mediatizada por los escenarios y las contingencias
propias de las actividades insurgentes. En estos
términos, regresar a la "normalidad", así no se
tenga empleo ni vivienda propia, puede ser entendido como un
mejoramiento de la calidad de vida. Lo que sí es
evidente es el grado de satisfacción con su reingreso a
la sociedad y no se percibe, de ninguna manera, arrepentimiento
alguno por la decisión tomada. Incluso, a pesar de
mostrar cierto escepticismo con relación a los programas
de Reinserción del Gobierno Nacional. - De la experiencia de este segmento de mujeres
reinsertadas, puede reconocerse que la búsqueda por
trascender el rol de mujer tradicional y ganar en equidad de
género, sigue siendo incierta en un escenario que le es
adverso, toda vez que son precisamente las mujeres quienes
soportan con mayor rigor los recortes a los programas sociales,
la precarización del trabajo y el desplome en la calidad
de vida. Sin embargo, en este contexto, la búsqueda de
nuevos espacios políticos de participación se ve
limitada en la medida en que la mujer reinsertada tiene que
vincularse al mercado laboral en condiciones desfavorables y
cumplir además con su rol tradicional de atender el
hogar. - Al parecer, la limitación más notoria
tiene que ver con una herencia
cultural en materia de género, que a pesar de las
políticas de equidad, sigue predominando en la sociedad
colombiana, e incluso sigue siendo reproducida en su
cotidianidad por las mismas mujeres, cuando declaran estar
"satisfechas" de su rol doméstico, reproductivo y
sexual. Así, el proceso de socialización
experimentado por este grupo de mujeres, ha operado a partir de
un fuerte condicionante institucional estableciendo papeles
prefijados por la sociedad. - Del condicionante "revolucionario" que les
usurpó el pleno ejercicio de su individualidad, pasaron
al sometimiento de la socialización conservadora" que
impone la sociedad que las acogió en condición de
reinsertadas. Aquí, la reinserción no
posibilitó un escenario para construir una cultura de
género con equidad. Hoy, esta sociedad presiona para
que sean buenas madres, dedicadas al hogar, a los hijos y al
marido y es básicamente lo que están haciendo. La
posibilidad de "recusar" estos papeles, en el decir de
Agnes Héller, es, en el caso que nos ocupa, una
posibilidad todavía precaria e incierta en una sociedad
que sigue siendo excluyente con la mujer.
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PLAN DE ENTREVISTA PARA EL TRABAJO DE
INVESTIGACIÓN "FUNCIONES DE ROL POLITICO Y ECONOMICO DE LA
MUJER REINSERTADA EN BARRANQUILLA ".
- Generalidades.
- Dirección de la entrevistada
_______________ - barrio ____________ comuna
_____________ - Entrevistador _________________________
2. Datos de la vivienda
2.1 Tenencia de la vivienda:
- propia ____ b) arrendada c) otra _____ cual ?
_________________________
2.2 Material de construcción de la
vivienda:
a) bloque ___ b) ladrillos___ c) madera ___ d)
otros.
- Servicios que posee :
a) agua ___ b)
luz ___ c) gas ___ d)
teléfono ___ e) otros
____________
- Información familiar :
3.1 Tipo de Familia . a) unipersonal____ b) sin
núcleo____
- nuclear____ d) extensa ____ e)
compuesta_____
f) otras.
- Hacinamiento:
- No. De hogares ___ b) No. De piezas. c) No. De
dormitorios____d) No total de personas por
vivienda____
- Información Personal
a.) edad___ b) estado civil_________________
No. de hijos________
Edades en orden cronológico
______________- Cuantos hijos tiene? En caso afirmativo especifique
la edad de cada uno. - Vive actualmente con :
- Los hijos (as)
- Los hijos (as) y el marido
- La familia paterna y/o materna
- La opción a y c
Nota : Si la respuesta anterior fue respondida en la
opción a y c, entonces puede continuar con la pregunta
siguiente :
- Si no mantiene una relación conyugal estable
es debido a que :
- Se separó antes de la
desmovilización. - Se separó durante la
desmovilización. - En el proceso de reinserción.
- Enviudó en la guerrilla
- Otras razones.
- Nivel Educativo. Cual es su nivel
educativo?
- Analfabeta
- Básica primaria
- Secundaria
- Vocacional
- Universitaria
- Qué tipo de formación o
capacitación ha recibido después de la
desmovilización? - Realiza alguna actividad laboral remunerada ? En caso
afirmativo, especifique________________ - Si no labora fuera del hogar, es porque :
- No ha conseguido trabajo.
- Esta dedicada al cuidado de los hijos .
- No esta capacitada en oficio o profesión
alguna. - No quiere trabajar fuera de la casa
- El marido no cree que es necesario o
conveniente
5) El contexto histórico previo a la
reinserción.
a) Cual es su historia desde que se vinculó a la
CRS ?
- Que significó en su momento la
vinculación a la CRS? - Que circunstancias posibilitaron su
vinculación al grupo? - Que tipo de motivaciones primaron en la
decisión de incorporarse a la
organización?
- familiares
- personales
- económicas
- sociales
- políticas
- otras (explicar cuales)
_____________________________________________________________________________________________________________________
- En que año se incorporó a las filas de
la organización y que edad tenia?.
- año ________
- edad______
- Sostuvo algún tipo de relación con
determinado miembro del grupo? - Cuales eran las tareas o actividades que
desempeñaba en la organización?
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
- Como era su relación con los hombres de la
organización ?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
- Cuales eran las funciones de los hombres y las
mujeres?________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
k) Se sintió alguna vez sometida a practicas,
conductas o medidas discriminatorias por su condición
de mujer en la organización? explique________________________________________________________________________________________________________________________
________________________________________
- Tuvo en alguna oportunidad responsabilidades de
mando? en caso afirmativo, explique - Cree usted que en la guerrilla se dieron condiciones
de equidad entre las mujeres y los hombres?
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
- EL CONTEXTO ACTUAL.
- Considera que el reinsertado varón ha tenido
con respecto a las reinsertadas:
- iguales oportunidades
- mejores oportunidades
- menos oportunidades
(Explicar)
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
c) Está vinculada a algún proyecto
político, económico o social ? En caso
afirmativo, describa que se trata y cual es su papel
específico.- Describa como transcurre un día típico en
su vida cotidiana.______________________________________________________________
- Participa usted en las decisiones del grupo familiar?
En caso negativo, explique por qué_____________________________________________________________
- ¿Se encuentra satisfecha con los roles que
asume hoy? Explique - Cree que sus nuevos roles le ha permitido ganar
espacios de equidad? explique - La actitud de su familia paterna y/ o materna, en
relación a sus - decisiones y proyectos de vida ha sido
de:
- Aprobación total.
- Aprobación con reparos
- Indiferencia.
- Desaprobación en ciertos aspectos
- Desaprobación total.
- Cuál ha sido la actitud de su
compañero, en relación a tus
decisiones?
- De acompañamiento
- Indiferente
- Desaprobación.
- Apoyo con reservas
- Si no se a vinculado a algún proyecto
político, económico o social por fuera del hogar,
es por que
- Se siente representada por el
compañero - El cuidado de los hijos le demandan mucho
tiempo. - No quiere.
- Su compañero no se lo permite
- Cree que el proceso de reinserción le
sirvió para
- Mejorar ( )
- Seguir igual. ( )
- Empeorar. ( )
DEDICATORIA:
- A Dios padre fiel, me diste fuerza y
perseverancia en todos los momentos difíciles. Con tu
inmensa misericordia, me mostraste el camino a seguir, como
diciendo, aquí estoy contigo, permitiéndome
llegar a esta meta. - A mi hijo Sabir Guillermo, con todo el amor de
su madre. - A mi amado Adriano, por su incondicional
colaboración y apoyo en los momentos más
difíciles. Su aliento fue vital para seguir adelante y
coronar con éxito
este propósito. - A mi hermano José, siempre atento a
colaborarme con fraterno amor,
cariño y comprensión.
AGRADECIMIENTOS:
- A mi amigo Fred, por su apoyo incondicional, por
soportarme todo el tiempo, y por colocar a mi
disposición su brillante inteligencia y
sabiduría. - A las doctoras Marta Liliana Rincón y Mirian
Jiménez, por su valiosa asesoría. - A todo ese equipo humano de la Universidad del Norte
y especialmente del Departamento de Humanidades. - Y finalmente, a ese grupo de mujeres que con su
información, aportaron también su grano de arena
para parir este Proyecto de Investigación.
LETICIA HUNDEK PICHON.
Socióloga, Magistra en Estudios Políticos
y Económicos.
DIVISIÓN DE HUMANIDAES Y CIENCIAS
SOCIALES
UNIVERSIDAD DEL NORTE. BARRANQUILLA