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El cultivo del almendro




Enviado por lexquilax



    1. Resumen
    2. Botánica.
    3. Descripción del
      género Amygdalus l.
    4. Origen y evolución de la
      especie cultivada
    5. Caracteres morfológicas
      del almendro cultivado
    6. Variedades
    7. Otras
      variedades
    8. Factores
      ambientales
    9. Preparación del
      terreno
    10. Fisiología del
      desarrollo
    11. Labores de
      cultivo
    12. Plagas y
      enfermedades
    13. Enfermedades de la parte
      aérea
    14. Enfermedades de la parte
      subterránea
    15. Enfermedades
      bacterianas
    16. Enfermedades
      animales
    17. Enfermedades
      víricas
    18. Recolección
    19. Conservación y
      transformaciones industriales
    20. Bibliografía

    RESUMEN

    El presente trabajo es una
    revisión sobre los aspectos de más importancia del
    cultivo del almendro haciendo mayor énfasis en las plagas
    y enfermedades que
    atacan a este cultivo.

    Palabras claves: Almendro, Sistemas de
    producción, Frutales, Plagas y
    Enfermedades.

    INTRODUCCIÓN

    El cultivo del almendro se considera como una
    opción para obtener alta rentabilidad
    en la agricultura.
    Durante siglos, el almendro se ha cultivado en algunos
    países en terrenos pobres y de temporal, sirviendo como
    complemento a la alimentación
    familiar.

    La importancia del almendro dentro de la industria se
    da por los extensos usos que este fruto tiene, destacando los
    aceites, bebidas, fresco, etc.

    En México el
    cultivo del almendro no se practica en grandes extensiones, solo
    en la costa de Hermosillo.

    El consumo del
    almendro per-cápita en México equivale a 19 grs.
    anuales, por ello se requiere su cultivo. México importa
    de otros países como Estados Unidos y
    España
    que son los principales países productores de
    almendro.

    La presente recopilación de información sobre el cultivo del almendro
    trata de mostrar los aspectos más importantes que se
    requiere saber para establecer y explotar un huerto de
    almendro.

    BOTÁNICA.

    Amiygdalus communis, L. Familia:
    Rosáceas. Almendrea, Ametller, Ameler. (Juscafresa, 1978).
    Se clasifica en el género
    Prunus, o en el género Amygdalus si se admite la
    división de los Prunus en varios géneros
    (Grasselly, 1984).

    DESCRIPCIÓN DEL GENERO
    AMYGDALUS L.

    Matorrales, arbustos o árboles, pueden ser inermes o generalmente
    espinosos según las especies. Las ramas son glabras,
    raramente pubescentes. Las hojas jóvenes son conduplicadas
    de pecíolos frecuentemente glandulosos. Las flores,
    normalmente precoces, son simples o dobles, sésiles o de
    pedúnculo corto, con cáliz campanuláneo,
    hemisférico o cilíndrico y pétalos blancos,
    blanco-rosados o rosas. El fruto
    es una drupa de pericarpio más o menos pubescente
    excepcionalmente glabro que se hiende lateralmente en la madurez.
    Mesocarpio y Pericarpio se separan con mayor o menor facilidad
    del endocarpio. El grano es dulce o amargo (Grasselly,
    1984).

    ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA ESPECIE
    CULTIVADA

    Procede de las regiones montañosas de Asia central,
    encontrándose numerosas formas espontáneas en todas
    las montañas que se extiendes desde Tian Chan a
    Kurdistán a través de Turquestán, Afganistan
    e Irán.

    Se ha visto que desde la antigüedad el almendro fue
    multiplicado siempre por semilla en los países
    mediterráneos. El injerto parece que no se empleo hasta
    el siglo XIX en España, Provenza, Túnez (Grasselly,
    1984).

    CARACTERES MORFOLÓGICAS DEL ALMENDRO
    CULTIVADO

    ÁRBOL. Es un
    árbol de dimensiones variables
    según los cultivares, medio y técnicas
    de poda. En regadío puede alcanzar 8-10 m. La madurez se
    extiende desde mediados de Agosto hasta principios de
    Octubre (Grasselly, 1984).

    RAMAS. Tronco y ramas
    del almendro, lisos durante los primeros años y a veces
    con lenticelas, se vuelven agrietados y rugosos con la edad y
    adquieren una coloración oscura (Grasselly,
    1984).

    Las ramas cuyo color puede
    variar del verde claro al pardo rojizo, según las
    variedades, con hojas, yemas y botones florales, cuyo aspecto es
    igualmente muy variable (Grasselly, 1984).

    Los botones de flor en invierno pueden tener formas
    diversas, pudiendo ser puntiagudos o redondeados, con diferencias
    también en su aspecto, color y pubescencia (Grasselly,
    1984).

    HOJAS. Es normalmente
    estrecha y alargada, algunas variedades tienen hojas anchas.
    Tanto la flor del almendro cultivado como de las especies
    silvestres, son del tipo 5 (cinco sépalos, cinco
    pétalos), con un estilo único y estambres libres,
    cuyo número varía en la especie A.
    communis
    de 20 a 30, con algunas excepciones, pudiendo
    llegar a 40.

    Los pétalos suelen ser blancos y a veces rosados
    (Grasselly, 1984).

    FRUTO. La almendra es
    una drupa cuyo peso puede variar de 8 a 20 grs y de la que
    solamente se usa el grano. El mesocarpio está recubierto
    por una epidermis, el pericarpio que suele ser pubescente, aunque
    también existe el carácter "liso" (Grasselly,
    1984).

    El aspecto general del fruto es verde, ligeramente
    coloreados de rojo a la madurez. La pulpa del mesocarpio, que
    puede variar de 0.5 a 1.5 cm de grosor es blanco-verdosa aunque
    en esta especie también exista el carácter de carne
    amarilla. El mesocarpio puede ser utilizado como alimento del
    ganado (Grasselly, 1984).

    El endocarpio se emplea como combustible familiar o
    industrial y también para la producción de aglomerados. Reducido a
    polvo, se le utiliza para pulir ciertos metales e incluso
    para aislar el pan de la placa del horno durante la
    cocción (Grasselly, 1984).

    El endocarpio o cáscara, puede ser delgado,
    grueso y también muy firme o muy débil; en algunas
    variedades, la cáscara se separa en dos capas,
    exfoliándose la capa externa del endocarpio (Grasselly,
    1984).

    La almendra en su cáscara seca, puede pesar de
    1.5 a 5.0 g y medir de 3 – 6 cm de longitud, 2-3 cm de espesor y
    2.5-4 cm de anchura(Grasselly, 1984).

    Cada fruto puede contener en el endocarpio 1 o 2 granos,
    pero aunque en otras épocas se buscara la presencia de
    granos dobles, en la actualidad la industria prefiere granos
    simples (Grasselly, 1984).

    ALMENDRA. El grano o
    almendra tiene un peso variable de 0.5 a 1.5 g y con formas muy
    diversas. Contiene dos cotiledones. La almendra es rica en
    aceite,
    proteínas y sales minerales
    (Grasselly, 1984).

    SISTEMA RADICULAR.
    Tiene un sistema radicular
    potente, poco ramificado y profundamente anclado en el suelo (Grasselly,
    1984).

    En las especies silvestres, las radículas pueden
    llegar a medir más de 20 cm cuando la plántula
    solamente tiene 2 cm (Grasselly, 1984).

    La raíz del almendro de color
    amarillo-grisáceo cuando joven. Es poco fascicilada,
    soporta mal el transplante y es sensible a la asfixia radical
    (Grasselly, 1984).

    VARIEDADES

    Las variedades de almendro más recomendables por
    orden de floración son las siguientes:

    Para situaciones bajas:

    * Almendro amargo.- Árbol de limitado vigor.
    Fruto de tamaño medio y de cáscara dura.

    * Desmayo largueta.- Árbol de buen desarrollo,
    porte pendulante y fructífero. Fruto grande, de forma
    alargada y de cáscara dura.

    * Marcona.- Árbol de gran desarrollo y
    productivo. Fruto acorazonado y de cáscara
    dura.

    * Desmayo rojo del Canadá.- Árbol de
    notable desarrollo y gran fertilidad. Fruto un tanto alargado y
    de cáscara dura.

    Para situaciones medias:

    * Rof.- Árbol de mediano vigor y relativamente
    productivo. Fruto de tamaño medio y de cáscara
    blanda.

    * Trell.- Árbol de gran vigor y productivo. Fruto
    de tamaño medio y de cáscara dura.

    * Non pareil.- Árbol de medio vigor y de gran
    producción. Fruto de tamaño medio, alargado y de
    cáscara blanda.

    Para situaciones altas:

    * Fournat.- Árbol de gran vigor y fertilidad.
    Fruto grande, de forma alargada y de cáscara blanda.
    Florece 18 días después del Marcona.

    * Ai.- Árbol de limitado vigor y gran fertilidad.
    Fruto de tamaño grande, redondeado y de cáscara
    semidura.

    * Miagkoskulunem.- Árbol de gran vigor y de buena
    producción. Fruto de tamaño medio y cáscara
    blanda, algunos de almendra doble.

    * Picantili.- Árbol de mediano vigor. Fruto de
    tamaño medio y de cáscara blanda.

    * Texas.- Árbol de gran vigor y fertilidad. Fruto
    de tamaño mediano, acorazonado y de cáscara
    semidura.

    * Verdier.- Árbol de mediano vigor y gran
    fertilidad. Fruto de tamaño grande de forma alargada y de
    cáscara dura. Florece 24 días después del
    Marcona.

    Morskoi.- Árbol de buen vigor. Fruto de
    tamaño medio, de forma alargada y de cáscara
    blanda.

    * Yaltano.- Árbol de mediano vigor, porte
    pendular y buena producción. Fruto de tamaño medio,
    de forma alargada y de cáscara blanda. Florece un mes
    después que el Marcona (Juscafresa, 1978).

    OTRAS VARIEDADES

    CAVALIERA. Originaria de Italia, muy
    productiva y de bajo requerimiento de frío, florece
    alrededor del 20 de enero y madura la segunda semana de junio. Su
    fruto es de cáscara blanda, sin almendras dobles y con una
    semilla buena para comercializarse al natural o tostada. El fruto
    de esta variedad puede ser afectado por la enfermedad "tiro de
    munición", lo que disminuye la calidad al tomar
    un aspecto manchado y de sabor ligeramente amargo; así
    mismo, su cáscara blanda se hace sensible al daño
    causado por chinches, las cuales producen goma y mal llenado de
    la almendra.

    CONTANTINI. De origen italiano, productiva y de bajo
    requerimiento de frío; florece alrededor del 15 de enero y
    madura la tercera semana de junio. Su almendra es de
    cáscara semidura, no presenta almendras dobles y su
    semilla puede comercializarse con cáscara o bien
    descascarada, al natural o tostada.

    R633. Selección
    de origen tunecino, de bajo requerimiento de frío, buen
    polinizador de Constantini y Cavaliera. Florece alrededor del 17
    de enero, su almendra es grande y de cáscara semidura,
    presenta del 40 al 50% de almendras dobles según el
    año, por lo que su semilla puede comercializarse para
    pastas, quebradas para repostería o para la
    elaboración de dulces, helados y otros usos.

    UM-EL-FAHM. Variedad de origen israelí,
    de bajo requerimiento de frío y de porte semi-compacto;
    inicia su floración alrededor del 20 de enero, por lo que
    puede polinizar a Cavaliera, y a su vez ser polinizado por
    Cavaliera, Rané y R633. Presenta almendra de buena
    calidad, cáscara blanda y sin almendras doble; puede
    comercializarse descascarada, al natural o tostada. Al igual que
    Cavaliera, es sensible al "tiro de munición" y daño
    de chinche sobre el fruto.

    FACTORES AMBIENTALES

    El almendro por lo regular el primero de los
    caducifolios en florear en la primavera debido al bajo
    requerimiento de frío y respuesta rápida a
    temperaturas elevadas.

    Presenta crecimiento favorable en otoño
    (temperaturas altas y humedad del suelo abundante). En regiones
    de inviernos moderados, están limitados por tener un
    requerimiento de frío específicos (Moore,
    1993).

    TEMPERATURA.

    La temperatura
    media debe oscilar de 15° C a 18° C; mínimas superiores a
    0° C, pues
    las yemas se destruyen a 3.3° C bajo cero, las flores a
    2° C
    ó 3°
    C bajo cero y los frutos recién cuajados, a
    1,1° C bajo
    cero. Este árbol esta en vegetación cuando la temperatura media
    diaria es de 6 a 8° C y han recibido una integral
    térmica de 1.150 a 1.200° C, empezando su floración cuando
    durante siete u ocho días la temperatura se mantiene a
    8° C y la
    foliación cuando alcanza los 15° (López, 1972).

    Se deduce que el óptimo térmico son los
    15° a
    18° , con
    temperaturas invernales superiores a bajo cero, ya que las
    heladas le perjudican mucho, llegando a perderse totalmente la
    cosecha con una helada, pues este árbol es muy sensible a
    las heladas primaverales (López, 1972).

    Reposo invernal. Las necesidades de frío invernal
    son sensiblemente menores para las variedades de almendro que
    para las demás especies frutales de hueso o
    pepita.

    Cuando el invierno es demasiado suave, el desborre
    presenta irregularidades o trastornos más o menos
    graves.

    Los síntomas son bastante ligeros. Esencialmente
    se observa un retraso en la brotación y una caída
    más o menos importante de yemas de flor, lo que puede
    hacer estéril a la variedad (Grasselly, 1984).

    Resistencia a inviernos fríos.- El almendro
    durante el período de reposo, puede resistir temperaturas
    muy bajas, del orden de – 20° C. La resistencia
    depende en ese memento principalmente de la forma en que el
    frío haya sobrevenido y de su duración. Un descenso
    progresivo produce menos daños que una inmensa ola de
    frío (Grasselly, 1984).

    Rickter (1971), comprobó que un período de
    temperaturas negativas (-5° C) favorece la resistencia a temperaturas
    muy bajas. Pero las heladas invernales no son por suerte tan
    frecuentemente severas. Temperaturas menos bajas pueden no
    obstante, sin afectar a las ramas o a los troncos, producir
    serios daños en las yemas de flor o comprometer la
    producción (Grasselly, 1984).

    Cualquier aumento de temperatura tiene como consecuencia
    una disminución del contenido de oligosacáridos y
    una mayor sensibilidad de las yemas. Monet (1977), al estudiar
    las yemas del melocotonero, opina que la sensibilidad está
    más bien relacionada con un aumento en el contenido de
    agua en el
    momento del desborre, que diluye los oligosacáridos y
    disminuye su porcentaje.

    Temperaturas de verano.- Es una de las especies frutales
    que mejor resiste a las temperaturas elevadas y a la sequedad de
    la atmósfera en verano.

    Esta es la razón por la cual se explica que el
    almendro se explote en zonas con bruscos saltos
    climatológicos.

    LUZ

    a) Transpiración.

    Son necesarias 537 calorías para transformar un gramo de agua
    en un gramo de vapor de agua (Transpiración). Esta
    energía es proporcionada por la luz. Se ha
    calculado que es necesario, según las especies, entre 30 y
    2,500 g de vapor de agua transpirado (500 g de media) para
    asegurar la síntesis
    de un g de materia
    seca.

    La producción por hectárea de 2 ton de
    materia seca exige alrededor de un trillón de
    calorías (Gardner, 1952).

    El 30% de la energía disponible se utiliza para
    la transpiración, la energía proviene de las
    radiaciones infrarrojas.

    b) Fotosíntesis.

    1% de la energía
    solar se utiliza para la fotosíntesis.

    c) Intensidad de la luz

    Una iluminación insuficiente es más
    desfavorable para el desarrollo de los botones florales que una
    temperatura fresca y baja la producción en las partes
    bajas. El almendro se presta muy mal a las plantaciones densas,
    debe estar podado para que tenga buena iluminación
    (Grasselly, 1984).

    El clima apropiado
    debe ser el cálido y soleado, sin heladas primaverales, ni
    excesivamente húmedos, pero sí con una
    precipitación que oscile entre los 250 a 600 mm,
    aún cuando en algunos casos sea preciso si se puede, dar
    riegos, los que en este tipo de cultivos sea necesario
    (López, 1972). Por su parte Moore (1991), menciona que el
    clima ideal es el mediterráneo, el cual tiene inviernos
    lluviosos combinados con una primavera y verano caliente sin
    lluvias.

    SUELO

    Todas las tierras ligeras, francas gravosas o
    ligeramente arenosas, sea cual sea la acidez o alcalinidad del
    suelo, pueden considerarse aptas para el cultivo.

    El almendro vegeta bien en las tierras poco
    fértiles, aunque en las muy arcillosas e impermeables o de
    naturaleza
    húmeda, por ser muy sensibles las raíces a ello,
    pronto enferma y muere. Tampoco vejeta bien en tierras muy
    arenosas de naturaleza seca, siendo las
    calcáreo-arcillosas en donde se desarrolla y fructifica
    más fácilmente.

    Por su sistema radicular pivotante y de gran
    penetración en el suelo resiste las sequías
    más prolongadas y puede, más que otras especies,
    aprovecharse de las sustancias nutritivas que encuentra
    almacenadas o procedentes de las fuentes
    naturales del suelo, y por tener menos necesidades que otras
    especies, si se le aplican fertilizantes nitrogenados en exceso
    el árbol se desarrolla de manera excesiva, destinando sus
    reservas a la formación de madera y hojas
    en detrimento de la del fruto.

    No es nada recomendable el cultivo del almendro en
    tierras de gran fertilidad, por ser muy difícil por medio
    de la poda equilibrar la vegetación con la
    producción de fruto, resultando más rentable
    cultivarlo en tierras de fertilidad muy relativa y hasta mediocre
    (Juscafresa, 1978).

    El almendro es tolerante a la caliza activa, tiene
    resistencia a la clorosis férrica, no tolera a los
    suelos
    alcalinos, así como los suelos arcillosos asfixiantes
    (Grasselly, 1984).

    El suelo ideal son las estepas semiáridas (<a
    300 mm) debe tener un horizonte superficial arenoso de la misma
    naturaleza o ligeramente arcilloso. El Almendro explora 700 m3 de
    tierra.

    En zonas sub-húmedas, con 600 mm de lluvia anual,
    la superficie debe ser ligera o media sobre un subsuelo de la
    misma naturaleza o más pesado. Las mejores son las tierras
    arcillo-calizas rojas o "terrarossa"
    mediterráneas.

    Las raíces del almendro se repelen cuando por
    casualidad entran en contacto, esto permite al árbol
    explorar de una manera más homogénea todo el
    volumen de
    tierra puesto a su disposición.

    En un suelo muy ligero, las raíces se desarrollan
    esencialmente en primavera y otoño y poco en invierno y
    verano. En regadío el crecimiento es continuo sin
    detención desde primavera a otoño. Son pues la
    temperatura (6-24°
    C) y la humedad (superior al 3%) los factores que
    determinan la actividad de las raíces (Grasselly,
    1984).

    El suelo óptimo es el profundo, de consistencia
    media, vegeta bien en los silíceo-calizos y
    calizo-silíceps-arcillosos, fértiles y con subsuelo
    permeable, no conviniéndole en suelos húmedos, ni
    los fuertes en los que la vegetación es deficiente
    (López, 1972).

    PREPARACION DEL TERRENO

    DESFONDE

    Con ella se consigue: extraer todas las raíces
    secas, que pueden ser perjudicial a este árbol, mejorar la
    penetración y desarrollo de las raíces, así
    como la aireación y la permeabilidad del suelo,
    favoreciendo la filtración del agua de lluvia o de
    riego.

    La época más apropiada para dar esta labor
    es la de otoño-invierno, anterior a la plantación,
    para favorecer la meteorización del suelo y que absorba
    el agua de
    lluvia.

    La profundidad puede oscilar entre 0.70 m a 0.90 m, y si
    es posible a un metro.

    En los suelos uniformes en todo su perfil de
    composición, textura y estructura,
    resulta indiferente el desfonde con vertedera o subsolador. Si el
    perfil no es uniforme, puede convenir, en el caso de suelo
    arcilloso y subsuelo arenoso, la mezcla de estas capas, por lo
    que está indicado el desfonde con vertedera (López,
    1972).

    ABONADO DE
    FONDO

    El abonado de fondo es una práctica necesaria;
    puede ser incorporado al terreno en la labor de
    otoño-invierno. Para ello se aportaran al suelo unas 40
    ton/ha de estiércol y posteriormente en primavera de 1.20
    a 2.50 kg de superfosfato y de 500 a 800 de sulfato de potasa por
    hectárea, enterrándolos con una labor de vertedera,
    tanto el estiércol como los abonos minerales y procurando
    dejar el suelo sin grandes terrones para facilitar el replanteo y
    apertura de hoyos (Queralt, 1987).

    MARCOS

    Se pueden considerar apropiados a tres bolillo el de 6 m
    con 322 pies /ha; en el rectangular, el de 5 por 6m, con 333
    pies/ha, y en el marco real de 6 x 6 m, o el de 7 x 7m, con 277 y
    204 pies/ha, respectivamente.

    No puede indicarse un marco tipo, pues dependerá,
    aparte de la disponibilidad de agua para riego, de las
    características del suelo, del cultivo (labores, abonado,
    buena y apropiada poda, y tratamientos fitosanitarios que se les
    vayan a hacer), (López, 1972).

    Por su parte López (1972), menciona que el marco
    puede oscilar de 65 a 75 cm en las líneas.

    La disposición de los almendros varía
    según el clima: en secano, y especialmente en las regiones
    más áridas y secas, la plantación se
    efectúa a marco real o a tresbolillo regular; en
    regadío, se hacen a marco real o a tresbolillo rectangular
    (donde la distancia sobre la línea es menor que entre
    líneas) (Queralt, 1987).

    La densidad de la
    plantación no debe ser muy grande, ya que el almendro es
    una especie que necesita de buena insolación, la densidad
    varía de la variedad a plantar, fertilidad del suelo y
    pluviosidad de la zona).

    Resulta beneficioso plantar en nov-dic, en todo caso hay
    que evitar los períodos en que la lluvia está
    encharcada en la tierra
    (Queralt, 1987).

    HOYADO-ZANJEADO

    Una vez desfondado y preparado el terreno, se procede al
    marqueo, señalando en él con una caña o
    estaquilla el sitio que ha de ocupar cada pie. Después se
    procederá al hoyado lo antes posible para lograr una buena
    meteorización de la tierra del hoyo; este hoyado puede
    hacerse con una excavadora. También puede efectuarse
    mediante un zanjeado por medio de 3 o 4 pases con un arado de
    desfonde, haciendo las zanjas según las líneas de
    plantación, con una profundidad de unos 0.80 m y una
    anchura de 1.20 a 1.50 m, marcando la posición de los pies
    en las zanjas (López, 1972).

    PLANTACIÓN

    Como el almendro es bastante sensible a la podredumbre
    radicular, es importante no plantarlo más que en suelos
    desprovistos de raíces viejas o secas y que no hayan
    tenido almendro por lo menos hace 10 o 15 años
    (López, 1972).

    POLINIZADORES

    Las flores del almendro, igual que las de todas las
    rosáceas, son hermafroditas (Grasselly, 1984).

    Debido a la autoesterilidad de los almendros, se debe
    recurrir a la polinización cruzada. Las dos variedades
    receptora y polinizadora, deben coincidir en época de
    floración y ser compatibles fisiológicamente
    (Queralt, 1987).

    Las flores son genéticamente incompatibles, por
    lo que requieren polinización cruzada por insectos,
    principalmente abejas o de otro árbol que sea compatible
    (Moore, 1993).

    Algunos polinizadores entre las variedades de almendro
    son los siguentes (Juscafresa,1978):

    Variedades Polinizadores

    Al Texas

    Desmayo largueta Marcona-Amargo

    Desmayo rojo Marcona

    Fortunat Non pareil

    Marcona Desmayo rojo

    Miagkoskulunem Texas-Al

    Morskol Ai-Altano

    Picantill Verdier-Texas

    Rof Marcona

    Trell Rof

    Verdier Texas

    Yaltano Al-Morkstol

    El período más adecuado para que la flor
    sea convenientemente polinizada es el de los tres días
    siguientes a su apertura (Queralt, 1987).

    Para que el trasporte de polen de flor a flor se lleve a
    cabo, se procesa de los insectos, ya que la acción
    del viento es poco efectiva. Por este motivo se colocarán
    colmenas entre los almendros en la época de
    floración, puesto que estas se convertirán en
    agentes polinizadores (Queralt, 1987).

    PLANTELES

    El plantón de almendro se desarrolla en viveros
    en un año o en dos, según los climas. En cualquier
    caso, los planteles son plantas obtenidas
    por semilla que posteriormente son injertadas y que se arrancan
    del vivero cuando el tronco alcanza 1.5 cm de diámetro
    (Queralt, 1987).

    En necesario que estos planteles estén sanos para
    garantizar una buena cosecha, es decir, deben estar injertados
    con yemas sanas y plantas en suelos desinfectados. El arranque
    del plantel se realiza lo antes posible a partir de la
    caída de la hoja (Queralt, 1987).

    El almendro una vez arrancado del vivero si no se planta
    a los pocos días, pierde rápidamente parte de la
    humedad y son causa de malograrse muchos árboles en las
    plantaciones o de frenar su desarrollo en el principio, siendo
    muy conveniente después de limpiadas todas las
    raíces de magullamientos o heridas, impregnarlas a base de
    arcilla y boñiga de buey disuelta en agua, lo que
    favorecerá su prendimiento (Juscafresa, 1978).

    PORTAINJERTOS

    El almendro ha sido durante largo tiempo
    multiplicado únicamente por semilla, sin injertar y en
    condiciones semi-áridas. Con la práctica del
    injerto, fue lógicamente el almendro de semilla el primer
    porta-injerto empleado. La elección estaba justificada
    entonces por las condiciones de cultivo (secano) y con suelos
    clorosantes, a causa de la aptitud de las raíces de
    almendro para introducirse entre las hendiduras de la roca a
    grandes profundidades y a su resistencia a la sequía y a
    la clorosis.

    Aunque el almendro de semilla sigue teniendo importancia
    en las regiones o zonas en que las condiciones del medio
    prohíban cualquier otro portainjerto, en condiciones de
    cultivo más fértiles pueden utilizarse con éxito
    otros patrones: Melocotonero de semilla (franco), los
    híbridos melocotonero x almendro y diversos ciruelos
    (Grasselly, 1984).

    De estar injertado el almendro sobre el portainjerto
    amargo tarda el plantel mucho en deshojarse, y si se espera a la
    total caída de la hoja puede retrasar en gran manera la
    plantación, la cual siempre debería hacerse a
    finales de otoño o principios de invierno y antes de la
    llegada de los primeros fríos, por ser la especie frutal
    que más pronto entra en vegetación. En tal caso, en
    el momento del arranque se suprimen las hojas y en el de la
    plantación se escogen los tres ramos más vigorosos
    y se cortan de 4-5 yemas, y debido a la tortuosidad que ofrecen
    la mayoría de las variedades se coloca el tutor antes de
    cubrir las raíces de tierra a fin de obtener un tronco
    más o menos enderezado.

    Por su lento desarrollo será mejor plantar los
    árboles de dos años de injerto que de un solo
    año, teniendo en cuenta que de pertenecer el portainjerto
    al ciruelo el empalme del ciruelo debe quedar enterrado y nunca
    aflorar a la superficie (Juscafresa, 1978)

    PODA

    La poda del almendro puede ser anual o bianual,
    según sea el desarrollo del árbol y después
    de podado debe quedar más bien con un ramaje claro que
    espeso y de copa cerrada o formando un vaso de diámetro
    reducido, teniendo en cuenta que un exceso de frondosidad
    será en detrimento de la producción de fruto
    (Juscafresa, 1978)

    El crecimiento de la planta durante el primer año
    va a estar condicionado por sus posibilidades de
    asimilación clorofílica. Por ello durante este
    período no se realizarán demasiadas podas. Esta
    poda dura aproximadamente 4 años.

    Poda de formación:

    – En el primer invierno, se practica una poda de rebaje
    que consiste en cortar las ramas principales al mismo nivel, a
    unos 60 cm. El corte se efectúa por encima de la
    yema.

    – En el segundo invierno se eligen, de entre las ramas
    que hayan alcanzado más de 40 cm, 3 ramas de buen
    tamaño y grosor; éstas constituirían las 3
    ramas madres del árbol, por lo tanto deben escogerse las
    más sanas, lo más alto posible sobre el
    plantón, dejando entre ellas una separación de 10 a
    15 cm y formando un ángulo entre sí de
    120° . Los
    brotes que no se van a emplear para formar ramas madres, se
    podarán por su punto de inserción.

    – En el tercer invierno, se efectúa la poda por
    aclareo: se cortan las ramas internas y prolongaciones, y se
    suprimen los chupones.

    – En el cuarto invierno, se eligen las ramas secundarias
    y se efectúa la poda por aclareo.

    En el transcurso de los años siguientes se ayuda
    al árbol con las podas invernales, a constituir un
    esqueleto sobre el que se asientan las ramas
    fructíferas.

    Poda de producción:

    A partir del cuarto año se efectúan podas
    para eliminar las ramas sobrantes y dejar las productoras de
    frutos. Para practicar esta poda, cada invierno se
    realizará lo siguiente:

    – Se suprimen los chupones del centro del
    árbol.

    – Se despejan las prolongaciones para asegurar una buena
    iluminación del centro del árbol.

    – Solo se suprime la quinta parte de las ramas
    fructíferas para asegurar la renovación de las
    restantes. Para ello solo se cortarán las ramas
    pequeñas que tengan de 1.5 a 3 cm de
    diámetro.

    – Se deberá realizar bien el corte.

    – Se eliminará la madera muerta, y los ramos
    parasitados con monilia o Fusicocum

    – Se seguirá practicando la poda de
    formación para mantener la forma general del
    árbol

    – Se intentará mantener el mayor número
    posible de ramilletes de mayo y ramos mixtos por ser los
    más fructíferos.

    Poda de Renovación:

    Esta poda se practica sobre árboles muy viejos o
    sobre árboles que presentan fructificación
    centrifuga.

    En el primer caso, son árboles con muchas ramas
    muertas y fuerte desguarnecimiento en las bases de éstas.
    Al llegar a este estado, la
    producción disminuye, por lo que se procede a la poda de
    rejuvenecimiento que consiste en la supresión con sierra
    de las ramas madres para provocar la aparición de nuevos
    brotes vigorosos. Pero este rejuvenecimiento sólo es
    pasajero y desde el punto de vista económico resulta
    más rentable invertir en una nueva
    plantación.

    Los árboles en fructificación
    centrífuga, los frutos aparecen cada vez más
    alejados del centro. De ello, resulta que las ramas
    fructíferas son cada vez más numerosas y más
    débiles. Normalmente, con la poda de producción
    anual se soluciona este problema, aunque hay variedades
    más propensas a ello, con estas variedades hay que
    recurrir a la poda de reforma. Se cortan los ramos principales o
    secundarios según el árbol y al tercer o cuarto
    año se reanuda la fructificación normal (Queralt,
    1987)

    FISIOLOGIA DEL DESARROLLO

    PERIODO
    JUVENIL

    Este es el tiempo que trascurre entre la siembra y la
    primera floración. Porte arbustivo, con ramos delgado,
    frágiles y frecuentemente espinosos, hojas
    pequeñas, etc.

    Cuándo los árboles que se plantan proceden
    de injertos tomados de árboles adultos, injertados sobre
    plantas obtenidas por semilla o por estaquilla, se comprueba
    siempre un retorno, más o menos prolongado y acentuado, a
    las formas juveniles de la especie.

    La entrada a la fructificación, es decir el fin
    del período juvenil, está en relación
    esencialmente con el volumen alcanzado por el árbol
    (Grasselly, 1984).

    BIOLOGIA
    FLORAL

    En árboles adultos la regularidad de la
    producción depende evidentemente en primer lugar de la
    formación anual de un número suficiente y regular
    de botones florales.

    El desarrollo de los botones florales continúa
    después de la inducción floral a un ritmo variable,
    según las estaciones. En verano y en Otoño, se
    diferencian lentamente para estar ya completamente organizados a
    principios de invierno, excepto las células
    sexuales.

    Se puede hablar pues, de tipo de floración o tipo
    de fructificación para una variedad dada. Algunas
    variedades de almendro fructifican sobre todo en ramos mixtos,
    mientras que otras llevan sus flores esencialmente sobre
    ramilletes de mayo.

    La flor del almendro es simétrica con
    relación a un eje y tiene 5 sépalos verdes soldados
    entre sí en forma de cáliz dislisépalo y 5
    pétalos libres, de tamaño variable, blancos o
    blanco rosado (a veces rosas) insertos en la base de los
    sépalos. El conjunto de sépalos soldados constituye
    el cáliz.

    Loa estambres son numerosos 30 como media, en espiral,
    insertos sobre el cáliz, libres entre
    sí.

    El polen depositado en el estigma germina y el tubo
    polínico llevando dos anterozoides se introduce entre las
    membranas de algunas células del estilo, para alcanzar
    rápidamente al óvulo y saco embrionario donde
    realiza la fecundación. El estigma permanece receptivo
    durante 4 a 5 días solamente después de la apertura
    de la flor.

    La germinación del grano de polen se produce
    normalmente inmediatamente después de la caída del
    grano sobre el estigma.

    Después de la fecundación, la base del
    pistilo engruesa y se transforma en fruto.

    El desarrollo del fruto se puede dividir en tres
    fases:

    1.- Después de la fecundación el fruto
    aumenta su tamaño rápidamente de volumen debido a
    una intensa multiplicación celular.

    2.- Período de parada de crecimiento, durante la
    cual se produzca esencialmente el endurecimiento del hueso. Este
    período es tanto más acusado cuanto más
    tardía sea la variedad;

    3.- Engrosamiento rápido del fruto hasta la
    madurez, debido fundamentalmente al aumento de tamaño de
    las células (Grasselly, 1984)

    LABORES DE CULTIVO

    El almendro es un árbol bastante resistente a la
    aridez del medio, pero también para él, como para
    los demás, el agua absorbida por las raíces
    actúa como poder
    limitativo para su producción. Por lo tanto las labores
    del suelo ha de tender a favorecer al máximo el almacenamiento
    del agua de lluvia y su conservación durante el mayor
    tiempo posible (López, 1972). Estas labores presentan
    doble sentido, eliminar las malas hierbas que ayudan a la
    desecación del suelo especialmente plantas con crecimiento
    estival (grama) y crear una superficie mullida y desecada
    (Queralt, 1987).

    Las labores precisas por el almendro se reducen a tener
    el suelo limpio de malas hierbas y mullido, para favorecer la
    acción penetrante del agua de lluvia. En líneas
    generales, las plantaciones de almendro en cultivo único,
    necesitan por lo menos tres labores al año (López,
    1972).

    Si se cultiva de secano se precisan tres labores anuales
    como mínimo, superficiales (10-15 cm con cultivadores),
    solo la primera será más profunda (15 a 20 cm
    usando vertedera). Si se cultiva de regadío, todas las
    labores se harán superficiales (con el cultivador), y se
    efectuarán después de las lluvias o del riego
    (Queralt, 1987).

    La más importante es la que se da en
    otoño, con vertedera a una profundidad de 15 a 20 cm, la
    segunda labor se dará durante el invierno a igual
    profundidad, pudiéndose, en la de otoño o en
    ésta, enterrar los abonos los años que se abone,
    debiendo darse ésta de invierno en algún tiempo
    después del cuaje de la flor. Por último, en la
    primavera, se dará una tercera labor de cultivador o grada
    para destruir las malas hierbas y disminuir con ello la
    evaporación. En todas ellas se dejará alrededor del
    tronco un cerco sin labrar de 1.5 a 2 m, con objeto de no herir
    al tronco con los aperos de labranza, cavándolos
    después cuando se pueda o lo precisen (López,
    1972).

    Durante el verano, cuando se precisen por el estado del
    suelo, deben darse un par de binas con gradas para tener limpio
    el suelo de las malas hierbas y sin grietas, frecuentes en los
    terrenos arcillosos después de una lluvia, y con ello
    disminuir la evaporación, por lo que en estos almendrales
    en suelos algo arcillosos, es aconsejable, si se puede, dar un
    pase de grada con el tempero de la lluvia (López,
    1972).

    Todo este sistema es aconsejable para regadío y
    con tapete herbáceo que no cubra toda la superficie, sino
    tan solo una línea entre las filas de los árboles.
    Existe otro sistema para eliminar las malas hierbas, donde los
    aperos de labranza no pueden penetrar, es mediante la
    aplicación de herbicidas, los cuales evitan la competencia de
    las malas hierbas con el almendro, reduce los riesgos de
    heladas primaverales y por disminuir los daños producidos
    por la erosión,
    pero este resulta más caro, se acumulan en la superficie
    pudiendo causar dañó al almendro etc. (Queralt,
    1987). Los herbicidas más adecuados son dos:

    Defoliantes: Paracuat y Diquat, desecan con rapidez, se
    aplican desde el tercer año de plantación del
    almendro, se aplica cundo las hierbas están en pleno
    desarrollo sin riesgo de
    toxicidad (800 g de materia activa/ha disueltos en
    agua)

    De absorción radical: Aminotriazol o Simazina. Se
    aplican en período de preemergencia de malas hierbas, es
    decir, cuando estén poco desarrolladas. La época
    más adecuada para aplicarlos es en otoño. La dosis
    mas adecuada es de 4-5 kg/ha (no mezclarlos); esta dosis no es
    alta por lo que el peligro de acumulación en el suelo es
    muy bajo.

    Estos dos tipos de herbicidas presentan el inconveniente
    de no eliminar plantas perennes; por lo que se puede optar por
    utilizar herbicidas de acción más drástica
    (como los del grupo
    glifosfato).

    En general cuando se usan herbicidas de cualquier tipo,
    se intenta no pulverizar las hojas o las ramas jóvenes del
    almendro (Queralt, 1987).

    ABONADO

    El abonado debe adecuarse a la naturaleza del terreno y
    al as exigencias fisiológicas del árbol, exigencias
    que varían según su edad y su productividad,
    dentro de los abonos inorgánicos de mayor empleo se
    encuentran:

    NOMBRE

    CARACTERISTICAS

    EMPLEO

    Sulfato amónico

    (21% de Nitrógeno)

    Superfosfato cálcico (18% de
    anhídrido carbónico)

    Sulfato potásico

    (50% de óxido de K)

     Nitrato amónico

    (26-27% de N )

    *Poco arrastrable

    *Reacción ácida

    *Medianamente rápido

    *De reacción alcalina

    *De acción bastante asimilable

    *Reacción neutra

    *De acción bastante lenta

    *Reacción neutra

    *De acción rápida y bastante
    duradera

    *En terrenos

    ácidos en

    primavera

    *Preferible en terrenos alcalinos en
    otoño

    *En diversos tipos de terreno en
    otoño

    *En todos los terrenos en primavera.

    *Fertiliza todo el perfil del suelo

    En terrenos sueltos o arenosos, más
    fácilmente lavados por el riego o las lluvias, se
    deberá aplicar una cantidad total de abono más
    grande, así como aportar materia orgánica. Por lo
    tanto, se aplicaran pequeñas dosis poco repetidas, puesto
    que no quedan retenidas en el suelo.

    Por el contrario, en un suelo pesado será
    suficiente con un solo abonado de fondo anual ya que éste
    permanece durante largo tiempo en el suelo (Queralt,
    1987).

    Según la edad, las necesidades de abono pueden
    variar. Las plantas jóvenes solo precisan de abonos
    nitrogenados, ya que deben desarrollarse vigorosamente y formar
    con rapidez las ramas fructificantes.

    Por el contrario, las plantas adultas precisan el aporte
    de todos los elementos necesarios para la fructificación:
    N, K y P (este último en poca cantidad).

    Otros elementos esenciales que son necesarios al
    almendro pero en pocas cantidades son el Zn, Cu, Mn, Cl y B
    (Queralt, 1987).

    No es posible dar una fórmula de abonado para
    todos los casos, puesto que depende de las reservas del suelo, de
    su textura, del régimen hídrico y de la densidad de
    plantación.

    Según Nuguet (1978), citado por Grasselly,
    (1984), las necesidades totales de los árboles de hueso
    para un período de producción de 15 años son
    de 350 kg de P2O5,1.200 kg de CaO y 200 kg
    de MgO, por hectárea.

    RIEGOS

    RIEGO POR SUPERFICIE: Es el método de
    riego más antiguo, y todavía usado de forma
    generalizada en muchos países. El riego se puede aplicar
    de diferentes maneras: por surco, por alcorques, a manta, por
    sumersión y en cualquier caso exige bastante
    práctica y una cuidadosa nivelación para que el
    riego resulte homogéneo.

    RIEGO POR ASPERSION: Existen numerosos sistemas de riego
    por aspersión; todos tienen por objeto homogeneizar el
    reparto de agua en el suelo ya que la difusión es
    circular.

    Tiene la ventaja, en comparación con los de
    superficie, de que evita una inundación y encharcamiento
    del suelo que puede resultar perjudicial al crecimiento en
    ciertos cultivos. La aspersión debe tener un gasto horario
    adaptado a la textura y dar gotas tan finas que no apelmacen el
    suelo en su zona superficial; este inconveniente desaparece
    evidentemente en caso de tener una cubierta vegetal.

    La capacidad de absorción de un suelo
    varía de 5 a 50 mm/hora. Es muy fácil, y a la vez
    necesario, precisar estos puntos en el momento del cálculo de
    la instalación de aspersores.

    RIEGO POR GOTEO.- El objetivo de
    este sistema es poner a disposición del árbol el
    agua necesaria para su consumo limitando al máximo las
    pérdidas por evaporación (Grasselly,
    1984).

    El número de riegos es variable pudiendo oscilar
    en líneas generales de dos a cuatro, según la
    pluviosidad de unos años a otros. Se puede considerar un
    riego a la brotación, con lo que se favorece una buena
    floración y cuaje que puede ser según zonas a
    finales de diciembre-enero o principios de febrero. Otro riego
    puede ser en primavera posterior al cuaje hacia el mes de abril
    que beneficia la vegetación y desarrollo de frutos; y por
    último, otro por los meses de junio o julio, época
    de gran actividad vegetativa que aumenta el rendimiento y
    favorece el desprendimiento de la cáscara (López,
    1972).

    Todos los riegos deberán ser moderados, pues el
    exceso de humedad les perjudica mucho por la asfixia de las
    raíces en los suelos arcillosos que se encharcan y de otra
    parte por favorecer el desarrollo de la posible podredumbre
    radical (López, 1972).

    Se debe utilizar el sistema de riego más adecuado
    a los recursos
    económicos y tipo de suelo (el riego por aspersión
    siempre es recomendable); cuidar especialmente los riegos durante
    los dos primeros años de la plantación; evitar
    encharcamientos ya que las raíces son sensibles a la
    asfixia por exceso de humedad; entre el mes de abril y el momento
    de la cosecha (que depende de la variedad) distribuir de 1000 a
    3000 m3 de agua por hectárea entre 5 y 7 riegos
    (Queralt, 1987).

    PLAGAS Y ENFERMEDADES

    Teniendo en cuenta el origen árido del almendro,
    se entiende que este árbol sea especialmente sensible a
    los hongos que crecen
    en ambientes muy húmedos. Es también cierto que las
    condiciones que favorecen un rápido desarrollo del
    árbol: riego abundante, suelo fértil, y abonos,
    también representan una buena fuente de crecimiento para
    los hongos.

    Los principales hongos que atacan al almendro
    son:

    Miniliosis (Monilia laxa, Esclerotinia
    laxa
    ).

    Cribado (Clasterosperium carpophilum,
    Coryneum beyerinckii)

    Royal (Puccinia)

    Abolladura ( Taphrina
    deformans
    )

    Moteado (Fusicladium
    carpophilum)

    Manchas rojas (Polystigma
    acchraceum)

    Chancro (Fusicocum amygdali)

    Antracnosis (Gloesporium
    amygdalinum)

    Podredumbre del cuello y raíces.

    Verticilosis

    ENFERMEDADES DE LA PARTE
    AÉREA

    MONILIOSIS.

    Es una enfermedad producida por hongos del grupo de los
    Ascomycetes, que se caracterizan por tener micelio unicelular
    tabicado con dos tipos de reproducción: la sexual y la asexual. La
    primera se efectúa en esporangios tubulosos llamados
    ascos, que contienen esporas de origen sexual; otro tipo
    colateral de reproducción sexual origina los conidios
    encargados de producir las esporas.

    En base al tipo de reproducción recibe el nombre
    de Monilia laxa en forma de asco, y de
    Sclerotinia laxa en la conídica. Esta
    enfermedad también se conoce por "podredumbre de los
    frutos" y es la responsable de los daños que se presentan
    en primavera sobre las flores, frutos y posteriormente sobre las
    ramas del almendro.

    Durante el invierno, las esporas invernan bajo los
    chancros de los ramos, los pedúnculos de los frutos del
    año anterior y las escamas de la yemas. Si la primavera es
    húmeda, las esporas son transportadas por el viento y las
    lluvias llegan a los estigmas de las flores, germinan y penetran
    en los pistilos, provocando su marchites; por el pedúnculo
    de la flor pasan a los ramos fructíferos y al principal,
    produciéndose también desecación.

    En general, la sensibilidad de este parásito
    depende de las condiciones climáticas del año
    (elevada humedad y temperaturas suaves) así como del tipo
    de variedad.

    Para los tratamientos, es importante proteger bien las
    plantaciones desde los primeros síntomas, por este motivo
    es conveniente ponerlos en práctica durante el invierno,
    período en que los conjuntos de
    esporas se encuentran en las ramas y todavía no se han
    expandido. Normalmente los más indicados son los
    compuestos cúpricos que se presentan con distintos nombres
    comerciales (Captafol, Triforina, Benomilo, etc.).

    CRIBADO

    Enfermedad producida por hongos del mismo grupo
    anterior: Ascomicetos. La fase más frecuente de este hongo
    es como conidio y se le da el nombre de Clasterosperium
    carpophylum; es forma de ascos se le denomina Coryneum
    beyerenckii
    . También conocido como "perdigonada",
    esta enfermedad ataca a las hojas, ramas y frutos.

    En las hojas del almendro se manifiesta por
    pequeñas puntuaciones redondas y de color rojo vinoso que
    se extienden rápidamente y acaban perforando la hoja con
    pequeños agujeros circulares. Es entonces cuando la hoja
    adquiere el aspecto de criba que da nombre a esta enfermedad.
    Este hongo también produce punteaduras y lesiones sobre
    ramos (chancros en la yemas) y frutos pudiendo llegar a
    destruirlos.

    En invierno, el micelio de este hongo se conserva en las
    escamas de las yemas contaminadas o en los chancros, pero si esta
    estación es benigna puede llegar a
    desarrollarse.

    En primavera o en los inviernos suaves, el micelio
    prospera produciendo gran cantidad de conidios (esporas) que
    nuevamente parasitarán a los nuevos órganos del
    árbol.

    Los árboles débiles, enfermos o atacados
    por otros parásitos son los más propensos a sufrir
    esta enfermedad. Para su curación es muy importante que en
    otoño se apliquen productos
    cúpricos y que se destruyan las partes enfermas. En
    primavera, antes y después de la floración,
    será suficiente tratar con los fungicidas de
    síntesis.

    ROYA

    Enfermedad muy frecuente en el género Prunus
    producida por hongos del grupo basidiomiceto que se caracterizan
    por tener micelio tabicado, uninucleados y los basidios,
    órganos que contienen esporas de origen sexual, como los
    ascos de los ascomycetes, pero cuya forma es diferente: masuda y
    uni o pluricelular según el tipo de hongo.

    La roya ataca a las hojas, ramas y frutos del almendro.
    El hongo causante de esta enfermedad es el
    Puccinia, perteneciente a una familia de hongos que
    presenta un ciclo biológico complejo, precisando para su
    desarrollo la presencia de dos plantas
    huéspedes.

    El proceso normal
    del desarrollo se verifica del siguiente modo: En invierno las
    teleutosporas resisten bien los fríos y permanecen en el
    suelo en los rizomas de algunas anémonas u otras plantas,
    hasta la primavera en que germinan; entonces producen basidios
    que originaran basiodiosporas. En esta misma primavera, las
    basidiosporas infectan las hojas de la misma anémona o de
    otra planta intermedia del sitio y en ellas producen un micelio
    que a su vez origina esporas asexuales llamadas ecidiosporas,
    estas infectan las hojas del almendro.

    Al verano siguiente aparecen en el haz de las hojas del
    almendro numerosas manchas pequeñas de color amarillento
    que corresponden a las uredosporas, esporas de origen sexual
    provenientes de la germinación de una
    ecidiospora.

    Estas uredosporas por sucesivas generaciones propagan la
    enfermedad sobre los árboles. A finales de verano, las
    manchas sobre las hojas se vuelven más oscuras y
    pulverulentas, correspondiendo a un nuevo tipo de
    fructificación las teleustosporas, que son bicelulares y
    de origen sexual; estas caen al suelo y se inicia otra vez el
    ciclo.

    Para prevenir esta enfermedad es conveniente eliminar
    las malas hierbas de las plantaciones ya que son unas de las
    plantas huéspedes necesarias para completar el ciclo de
    este parásito. Para su tratamiento, se aplicarán
    compuestos cúpricos o azufre.

    ABOLLADURA

    Enfermedad producida por un hongo ascomycete:
    Taphrina o Exoascus deformans, que también
    recibe otros nombre vulgares como: "lepra", "arrufat", "garrofa",
    etc. Es muy frecuente en el almendro y en el melocotonero y ataca
    a las hojas jóvenes y brotes jóvenes de estos
    árboles.

    La enfermedad se propaga y se mantiene en invierno por
    medio de los ascos, fructificaciones del hongo que resisten bien
    los fríos y recubren las hojas de un polvillo de color
    blanco.

    En primavera cuando las temperaturas son más
    latas y se reanuda la vegetación, las hojas infectadas
    aparecen con el limbo muy engrosado, hinchado o con coloraciones
    variadas acabando por desecarse y caer. Del mismo modo, los
    brotes tiernos atacados aparecen decolorados, hinchados y
    retorcidos.

    Este parásito se combate con tratamientos a base
    de caldos cúpricos en otoño a la caída de
    las hojas y de las flores. Se trata con un compuesto
    carbamico.

    MOTEADO

    Producido por un hongo ascomycete que en fase de asco
    recibe el nombre de Venturia carpophila y en la
    conidica el de Fusicladium carpophilum. Tiene otros nombres
    científicos sinónimos: Megacladosporium carpophilum
    y Fusicladium amygdali. Se reproducen principalmente por conidios
    y los ascos no son tan frecuentes.

    El hongo inverna en forma de micelio en los chancros de
    las ramas. Cuando la temperatura y la humedad son más
    elevadas en primavera, el micelio produce conidios que infectaran
    a brotes jóvenes, las ramas y los frutos.

    Sobre las ramas atacadas aparecen manchas circulares de
    color gris oliváceo, si se extienden mucho terminan por
    secarse destruyendo las hojas, flores y frutos. En los frutos
    tiernos aparecen unas manchas más obscuras que cuando se
    multiplican producen grietas en su mesocarpio.

    Los tratamientos de invierno no son eficaces. En
    primavera después de la caída de los
    pétalos, se recomienda tratarlos con un fungicida de
    síntesis como Ziram, Captam, o Thiuram.

    ENFERMEDAD DE LAS MANCHAS
    ROJAS

    Alteración originada por el hongo ascomicete,
    Polystigma occhraceum. No tan extendida como las
    anteriores, aunque es frecuente en zonas secas con temperaturas
    elevadas.

    Este hongo parásita las hojas del almendro y se
    manifiesta en verano con unas manchas amarillentas al principio y
    luego pardo rojizas, a veces, muy oscuras. A finales de verano,
    se produce una defoliación prematura ocasionado por la
    debilidad y desequilibrio del almendro. Se trata, entonces, a los
    almendros afectados con compuestos cúpricos o con
    fungicidas de síntesis (Ziram o TMTD)

    CHANCRO

    Enfermedad producida por un hongo ascomycete:
    Fusicoccum amygdalii que provoca chancros sobre las
    ramas y necrosis de las hojas. Este hongo sólo se ha visto
    en fase conídica, los conidios están reunidos en
    unos receptáculos llamados picnidios.

    En primavera, ataca a las yemas de madera, Su ataque se
    manifiesta por la aparición de una mancha elíptica,
    necrosada y de color negruzco. Posteriormente, se extiende sobre
    las ramas terminando por marchitarse y desecarse en sus partes
    terminales. En las hojas también provoca manchas
    necróticas en el limbo o en su borde.

    Tanto en los ramos como en las hojas, cuando los
    chancros están muy desarrollados aparecen unos puntitos
    negros protuberantes que son los picnidios formados por
    aglomeraciones de esporas. Estas esporas son transportadas por la
    lluvia de un brote a otro y, de este modo, se va infectando todo
    el árbol.

    Las condiciones necesarias para la formación de
    conidios son una temperatura suave y humedad elevada.

    Como medida preventiva, en invierno se queman y eliminan
    las ramas portadoras de chancros, repitiendo la operación
    en verano sobre los ramos infectados. El tratamiento resulta
    más eficaz en el período donde la actividad del
    parásito es más notable, la cual se manifiesta por
    la mayor esporulación del hongo; ello ocurre en primavera
    entre abril y mayo. En esta época se aplicarán
    productos de síntesis (Captafol, Benomilo, Metil-tiofanato
    son los más eficaces). También es aconsejable
    realizar los tratamientos en otoño.

    ANTRACNOSIS

    EL hongo causal es un ascomicete, Gloesporium
    amygdalinum
    . Ataca frutos ramos y hojas. En primavera
    aparecen sobre los frutos jóvenes unas manchas circulares
    de color amarillo y que pueden llegar a ser muy grandes (hasta un
    cm. de diámetro); cuando las manchas están muy
    desarrolladas forman pequeñas depresiones sobre las que
    producen una gomosis más o menos abundante en forma de una
    masa mucilaginosa rosada, constituida por las
    fructificaciones.

    En las variedades muy sensibles, esta infección
    continúa en verano y acaba destruyendo toda la cosecha.
    También ataca a los ramos a partir de los
    pedúnculos del fruto. En las hojas, provoca abundantes
    necrosis y acaba desecándolas.

    Como medida profiláctica se queman todos los
    frutos parasitados. Los tratamientos serán los mismos
    utilizados contra el moteado, es decir, compuestos
    cúpricos y fungicidas de síntesis (Zineb, Captan y
    Benomilo). Se tratarán dos veces: el primero se
    efectuará a la caída de los pétalos y el
    segundo a la caída de las hojas.

    PODREDUMBRE DEL
    CUELLO

    Enfermedad producida por un hongo ficomicete
    Phytophtora cactorum. Los ficomiceleados presentan
    los dos tipos de reproducción, sexual y asexual. El hongo
    vive como saprófito de la materia orgánica del
    suelo, cuando la humedad es elevada (presencia de lluvias
    notables o riegos demasiado tardíos) pasa a ser
    parásito del almendro, penetra a las raíces al
    nivel del cambium y va ascendiendo hasta la zona del cuello. El
    chancro puede ascender de 25 a 40 cm por encima del cuello,
    aunque no es muy frecuente. Se manifiesta por la aparición
    de líneas concéntricas con gomosis alrededor del
    chancro en el cuello, las raíces se ennegrecen y se
    pudren, y el almendro detiene su crecimiento, adquiriendo su
    follaje una coloración amarillenta.

    Como medidas profilácticas se aconseja no plantar
    demasiado profundo, eliminar las hierbas que se encuentren
    alrededor del tronco, y evitar los excesos de agua en
    otoño con un buen drenaje. Con estas medidas, la
    infección no suele presentarse en los almendros,
    árboles que por lo general no requieren tanta agua como
    otros frutales, siendo el agua el agente principal para su
    desarrollo.

    ENFERMEDADES DE LA PARTE
    SUBTERRANEA

    PODREDUMBRE DE LA
    RAIZ

    El hongo que produce esta enfermedad es un basidiomycete
    de la familia de
    las Agacáceas denominado Armillaria mellea.
    Estos hongos tienen el aparato esporífero en forma de
    umbela, en cuya parte inferior presentan una serie de laminillas
    en posición radial que contienen a los basidios; presentan
    el aspecto típico de una seta y suelen atacar a muchos
    árboles. En el almendro de semilla o cuando se utiliza
    como portainjerto, éste se manifiesta con
    frecuencia.

    En otoño aparecen grupos de setas
    en la base del árbol parasitado. El resto del hongo no
    visible está formado por el micelio, conjunto de hifas que
    penetran en la madera a través de las raíces. Estas
    hifas blanquecinas se van expandiendo por la superficie del suelo
    y alcanzan raíces de otros árboles, infectando
    rápidamente la plantación. Cuando llega el
    otoño, se manifiesta el parásito por la
    aparición de la seta. Asimismo, produce esporas que con
    ayuda del viento llegan más lejos y originan más
    micelio.

    Como medida preventiva, se recomienda eliminar las
    partes de las raíces o de la madera que pueda servir de
    albergue al parásito, así como evitar el exceso de
    humedad y destruir todos los árboles atacados que hayan
    muerto. Al arrancar un árbol atacado, se quemarán
    todas las raíces y se desinfectará el hoyo con una
    solución de cloruro de zinc al 5% o de sulfato de carbono (259
    g/m3).

    VERTICILOSIS

    Producida por Verticilliunm dabliae,
    ascomycete subterráneo que causa importantes daños
    en las raíces de los árboles
    jóvenes.

    El parásito vive y se mantiene en el suelo,
    siendo capaz de vivir muchos años (de 5 a 10) los
    órganos responsables de esta supervivencia son los
    esclerocios que son conjuntos de hifas protegidas. Los
    esclerocios germinan y penetran en las raíces incluso sin
    heridas, y ahí desarrollan su micelio que se extiende por
    las diferentes partes del árbol.

    El árbol atacado presenta las hojas marchitas y
    amarillentas en un principio, desecándose luego hasta
    caer. Los brotes también se desecan y se curvan. Las
    condiciones que favorecen la infección son
    varias:

    – las temperaturas altas en verano, después de
    una primavera húmeda.

    – las labores de cultivo, puesto que éstas
    diseminan los esclerocios;

    – la existencia de hierbas asociadas al cultivo por ser
    también huéspedes de este hongo;

    – la edad de los árboles: los más
    jóvenes (de 2 a 4 años) por ser más vigoroso
    favorecen la difusión de este hongo.

    – los terrenos ácidos.

    Los tratamientos químicos son poco eficientes,
    por esta razón se recomienda tomar medidas
    profilácticas:

    – evitar los cultivos asociados, especialmente aquello
    que favorecen el parásito (tomate,
    berenjena, papa, melón, fresa, alfalfa) y procurar que lo
    ocupen gramíneas.

    – aportar abonos orgánicos para hacer proliferar
    en el suelo una microflora antagonista;

    – no abusar de abonos nitrogenados, los cuales favorecen
    el crecimiento excesivo del árbol y con ello,
    también la difusión del hongo.

    – puede ser de utilidad
    pulverizar sobre el cuello del árbol y en el terreno que
    le rodea una solución de: sulfato de cobre (500 g),
    amoniaco (750 cc) y agua (100 l);

    – Utilizar portainjertos resistentes al Varticillium
    (como el melocotonero, o los híbridos de Mirobolan x
    melocotonero)

    ENFERMEDADES BACTERIANAS

    CHANCRO
    BACTERIANO

    Es causado por bacterias de
    la especie Pseudomonas syringae. Son poco frecuentes en el
    almendro, aunque en ciertos medios
    provocan importantes ataques sobre el follaje, ramas y tronco.
    Esta enfermedad se desarrolla en zonas de clima húmedo y
    fresco, así como en suelos ácidos.

    Con las lluvia de la primavera, de las partes infectadas
    de la corteza surgen bacterias que contaminan a las hojas; es
    éstas se manifiestan entonces, numerosas manchas de color
    pardo rodeadas de un halo claro. En verano, con el tiempo seco
    las infecciones cesan en las hojas; pero en otoño, con
    clima húmedo, se extienden las cicatrices y alcanzan a las
    ramas provocando chancros en la primavera siguiente.

    Cuando los chancros aparecen en el tronco de los
    árboles jóvenes, provocan la muerte de
    la parte aérea de la planta. En primavera, se seca
    completamente toda esta parte y muchas veces vuelve a rebrotar a
    la primavera siguiente.

    El tratamiento que se practica, es a base de caldo
    bordelés (compuesto cúprico), aplicándose
    dos veces, a la caída de las hojas y antes del desborre
    (otoño). En primavera también se aplican dos
    tratamientos: uno antes de la floración a base de caldo
    bordelés al 5% de sulfato de cobre; y el otro,
    después de la floración a base de una
    concentración del 3%.

    TUMORES BACTERIANOS DE CUELLO
    Y RAICES

    Producidos por el Agrobacterium
    tumefaciens
    . Es muy frecuente en las especies frutales de
    hueso, sobre la raíz de almendro en particular.

    Los tumores son de color claro y rápidamente se
    vuelven pardos, oscuros y duros. Al principio, son del
    tamaño de un guisante y al cabo de unos años pueden
    alcanzar el tamaño de una pelota de tenis.

    Esta bacteria vive en el suelo y penetra en la planta
    por las heridas producidas por las picaduras de los
    nemátodos o por los trabajos de laboreo (herramientas,
    aperos mecánicos, etc.). Esta bacteria vive en cualquier
    tipo de suelo, por lo que es muy fácil que se encuentre en
    las plantaciones, aunque sus efectos no son siempre tan nocivos
    como los de otros parásitos, e incluso en muchos casos,
    donde la infección solo se presenta en algunas
    raíces, la producción no ha sufrido
    alteración alguna. El control es
    mediante medidas preventivas como:

    – destruir las plantas atacadas;

    – utilizar nematicidas que destruyan los
    nemátodos y con ello las posibles heridas de la
    raíz;

    – seleccionar un portainjertos resistente a esta
    bacteria.

    ENFERMEDADES ANIMALES

    Los principales parásitos animales del
    almendro son:

    *Parásitos del follaje

    Afidos (pulgón negro, harinoso)

    Acaros

    Antónomo del almendro (Anthonomus
    amygdali
    )

    Orugas minadoras de los brotes

    Orugueta del almendro (Aglaope
    infausta
    )

    *Parásitos del fruto

    Eurytema (hemíptero
    fitófago)

    Pirales (las mariposas del género
    Myelois, son las más frecuentes)

    *Parásitos del tronco y ramas

    Barrenillos (Scolytus rugulosus, Xyloborus
    dispar
    )

    Barreno (Cossus cossus)

    Gusano cabezudo (Capnodis
    tenebrionis
    )

    *Parásitos de las raíces

    Nemátodos

    AFIDOS

    Conocidos vulgarmente con el nombre de pulgones,
    éstos provocan la deformación de las hojas y los
    brotes. Invaden fácilmente todo el árbol debido a
    la rapidez con que se multiplican, por lo que es conveniente
    eliminarlos antes de que sean demasiado numerosos. Son unos
    insectos chupadores que clavan su pico en las hojas y brotes
    tiernos. Hay individuos con alas y otros con cuatro alas
    membranosas.

    En ciclo vital de los pulgones existe una alternancia de
    generaciones sexuales y asexuales. Los pulgones asexuados
    aparecen en otoño, los machos provistos de alas y las
    hembras son ápteras. La hembra solo pone un huevo (o en
    algunos casos varios huevos). En invierno los huevos son
    depositados en la cara inferior de las hojas apicales o en los
    brotes jóvenes, y a finales de esta estación, las
    hoyas aparecen ya invadidas.

    En la primavera siguiente, el huevo origina una hembra
    áptera llamada fundadora que, por partogénesis
    origina nuevas hembras sin alas; lo mismo hacen las demás
    hembras fundadoras, que como resultado el árbol aparece
    invadido de puntos negros, verdes o harinosos según la
    especie que lo haya atacado.

    En otoño, aparece una nueva generación de
    hembras ápteras, llamadas sexíparas por producir
    individuos sexuados, cerrándose aquí el
    ciclo.

    Asimismo, estos pulgones segregan un líquido
    azucarado parecido a la melaza que recubre toda la superficie de
    la planta e impide sus funciones
    vegetativas. La presencia de hormigas en las plantas infectadas,
    demuestra la evidencia de una enfermedad producida por pulgones,
    ya que éstas sientes gran avidez por esa
    melaza.

    De este complicado ciclo vital se concluye que el ataque
    de estos pulgones se efectúa por dos
    vías:

    – por medio de su pico, que chupan la savia, así
    como los elementos minerales de las hojas y brotes
    jóvenes;

    -por la secreción del líquido azucarado
    que impide su normal desarrollo de la planta.

    Hay distintas especies de pulgones que reciben
    diferentes nombres según el color y aspecto de su cuerpo,
    entre los principales que atacan al almendro tenemos:

    pulgón negro: Brachicaudus
    persicae

    pulgón harinoso: Hyalopterua
    amygdali

    pulgón verde: Brachicaudus
    amydalinus

    Los tratamientos precoces de invierno y efectuados antes
    de la floración son los más eficaces. Durante la
    primavera se pueden tratar con alguno de estos compuestos:
    demetón, vamidotión, fernos, folidol…

    ACAROS

    Llamados también vulgarmente "arañas
    rojas" por las vivas coloraciones que presentan. Sus
    mandíbulas perforan los tejidos tiernos
    de la planta, de donde extraen jugos alimenticios, provocando una
    disminución de la función
    vegetativa. La araña roja tiene el cuerpo esférico
    de una sola pieza y de color rojizo.

    En invierno, los huevos permanecen resguardados en las
    rugosidades de las ramas y troncos. A principios de la primavera
    nacen las larvas y se trasladan a las hojas de las que se
    alimentan, transformándose en adultos. En verano, ponen
    los huevos en el envés de las hojas. La duración de
    la vida de una araña roja es de aproximadamente de un mes
    y el ciclo vital es muy corto (15 a 20 días), por lo que
    si las condiciones climáticas son favorables (veranos
    secos y calurosos) pueden llegar a producirse diez generaciones,
    que infectan rápidamente a toda la
    plantación.

    Los ácaros encontrados en plantaciones de
    almendro pertenecen a varias especies: Panonichus
    ulmi
    , Bryobia rubrioculus,
    Tetranychus viennensis…

    El tratamiento más adecuado es el invernal,
    aplicándose sobre los huevos situados en las arrugas del
    tronco y ramas, un aceite amarillo. En primavera se
    efectúa el mismo tratamiento siempre pre-floral contra la
    primera generación. En verano, pueden utilizarse
    tratamientos para combatir los huevos y los ácaros, tales
    como: paratión, malatión, azinfos, etc.

    ANTONOMO DEL
    ALMENDRO

    Anthonomus amygdali es un coleóptero
    pequeño, que cuando es adulto sus tegumentos adquieren un
    color pardo oscuro; los élitros están provistos de
    tres bandas grisáceas o amarillas según el sexo y el
    rostro es rojo o pardo. La cabeza es alargada y en forma de pico,
    provista de dos antenas.

    Los adultos aparecen en noviembre y pasan todo el
    invierno en las rugosidades del tronco del árbol. A
    finales de diciembre sales al exterior, se alimentan practicando
    picaduras en las yemas, y desde entonces y hasta marzo ponen
    huevos. Los huevos son depositados en las yemas de la flor
    durante la incubación entre 10 y 15
    días.

    Las larvas devoran el interior de las yemas. Al cabo de
    20 días se forma la crisálida y entre 15 y 18
    días más tarde aparecen los adultos (entre marzo y
    mayo). Hasta el mes de junio, los adultos se nutren de las hojas.
    En verano se protegen de las elevadas temperaturas
    refugiándose en plantas herbáceas en el
    suelo.

    Respecto a lo dicho la infección de este
    parásito se manifiesta de dos formas:

    – desde fines de diciembre hasta marzo, las larvas
    devoran las yemas florales que se secan, deshidratan y no llegan
    a abrirse. El adulto sale de ellas, por lo que las yemas aparecen
    con picaduras.

    – desde fines de marzo hasta junio, los adultos devoran
    el follaje.

    El tratamiento más adecuado es el de invierno, a
    base de aceite amarillo, y si el ataque es muy fuerte, a base de
    diazinón.

    ORUGAS MINADORAS DE LOS
    BROTES

    Estas orugas, normalmente polífagas, parasitan
    los brotes jóvenes y también a los frutos. En
    España, al más frecuente proviene de la mariposa
    Anarcia leneatella . Esta especia produce dos
    generaciones al año.

    Las orugas de la primera generación pasan el
    invierno bajo la corteza de las ramitas jóvenes. Cuando
    llega el buen tiempo se trasladan a los brotes jóvenes y
    se instalan en los repliegues de las hojas para efectuar la
    ninfósis. Entre 10 y 15 días pasan a ser adultos.
    Después de aparearse, ponen huevos en la parte inferior de
    las hojas después de 12 a 15 días nace la segunda
    generación de orugas que al no poder penetrar en los
    brotes jóvenes porque ya están lignificados,
    perfora el endocarpio de los frutos y se alimenta de su
    superficie. Estas orugas generarán la segunda
    generación de mariposas que después del
    apareamiento producirán las larvas invernantes.
    Externamente, el ataque de este parásito se manifiesta en
    dos formas.

    – En las hojas recubiertas de huevos de la primera
    generación de forma alargada y color
    anaranjado;

    – En los frutos picados por las orugas de la segunda
    generación.

    En invierno, se recomienda un tratamiento a base de
    aceite amarillo para destruir las larvas invernantes en el
    tronco. Durante el resto del año se efectuarán los
    tratamientos tan pronto como aparezcan los primeros brotes
    infectados.

    ORUGUETA DEL
    ALMENDRO

    La causante de esta enfermedad es la Aglaope
    infausta
    que, en forma de mariposa presenta un
    tamaño pequeño de aproximadamente 20 mm. Cuando es
    larva mide de 10-14 mm de largo, es de color gris y con el dorso
    provisto de tres líneas amarillas y sus lados de una
    línea morada.

    En su ciclo vital sufren tres ninfosis. Parte del verano
    y durante todo el invierno, las orugas se encierran en un capullo
    sedoso instalado en restos de cortezas y en las hojas secas.
    Cuando llega la primavera, salen del capullo y se alimentan de
    las hojas atacando especialmente el envés. En esta misma
    estación, se produce una segunda ninfosis de la que
    aparecen unas orugas más voraces, las cuales devoran por
    completos las hojas, quedando sólo los nervios de
    ellas.

    Al cabo de tres semanas se han desarrollado
    completamente y tejen unos capullos en forma de piñon, de
    color blanco rosado.

    Permanecen en el capullo durante un mes y de esta
    tercera ninfosis saldrán los adultos, mariposas que vuelan
    entre mayo y junio. Después de aparearse producen huevos
    que depositan en la corteza de las ramas. En julio salen
    numerosas orugas que también devoran las hojas hasta
    quedar sólo las nervaduras. En agosto, tejen el capullo
    que constituye su primera ninfosis, instalado en los retos de
    cortezas y hojas secas.

    La fase más peligrosa de su ciclo es la de las
    orugas de la primera generación, en julio, que puede
    llegar a devastar el árbol por completo. Para evitar tal
    peligro, es conveniente tratarlos al primer síntoma de
    defoliación. Los compuestos más eficaces son:
    Malatión, Azinfometil, Gusatión o
    Dipteréx.

    NEMATODOS

    Son gusanos que viven parte de su ciclo vital en el
    suelo y atacan a las raíces de los árboles,
    debilitándolos y disminuyendo su productividad. Los que
    atacan al almendro, ocasionan heridas y necrosis en el tejido que
    facilitan la entrada a los virus, bacterias
    u hongos.

    En el transcurso de su vida pasan por sucesivas mudas.
    En las especies que existen dos sexos la hembra una vez fecundada
    depositan los huevos en el suelo, donde resiste bien las bajas
    temperaturas. En primavera, el huevo produce una larva por
    división celular. La larva va creciendo por medio de
    mudas, y para poder llegar a adulto precisa encontrar la
    raíz de una planta que le aporte los elementos
    alimenticios necesarios para su desarrollo.

    Las especies de nemátodos que atacan al almendro
    son principalmente 6 y según su forma de vida
    distinguimos:

    – Dos especies del género Paratylenchus; son
    ectoparásitos que viven en el exterior de los vegetales.
    Son inductores de importantes enfermedades
    víricas;

    – Una especie de Macroposthonia que vive en el suelo sin
    atacar directamente a las raíces, aunque altera el
    metabolismo de
    la planta;

    – Tres especies pertenecientes al género
    Meloidogyne, que vive en el interior de los tejidos vegetales,
    produciendo agallas en las raíces.

    Debido a la gran cantidad de huevos que pone una hembra,
    la contaminación es muy rápida. Por
    ello hay que evitar los riesgos de posible contaminación
    en el suelo, a partir de los viveros. Como medidas preventivas,
    es conveniente que los suelos de los viveros sean desinfectados
    antes de plantar. También se recomienda utilizar
    portainjertos resistentes a estos gusanos, tales como algunos
    patrones de melocotonero.

    En caso de infección se tratará con
    nematicidas, intentando que la humedad no sea excesiva y las
    temperaturas no sean demasiado elevadas. Algunos nematicidas
    utilizados son: dicloropropeno, cloropicrina, etc.

    ENFERMEDADES VIRICAS

    Los virus son seres minúsculos que solo se pueden
    ver con la ayuda de un microscópio electrónico. Su
    multiplicación sólo puede realizarse en el seno de
    las células, por lo que son parásitos obligados a
    vivir y a desarrollarse en ellas. Pasan de una célula a
    otra a través de los orificios celulares que, en el caso
    de los vegetales se expanden por toda la planta por medio de los
    vasos liberoleñosos.

    Muchos virus son polífagos, es decir, tienen
    muchos huéspedes, mientras que hay algunos que son
    parásitos específicos de un solo tipo de
    huésped. Generalmente el nombre de virus está
    relacionado con la planta que parasitan; otras veces se denominan
    mediante un nombre arbitrario o por siglas establecidas por los
    centros de investigación.

    La virosis se manifiesta de diferentes formas; necrosis
    y clorosis parcial o total, anomalías en el crecimiento,
    deformaciones en el fruto, etc. Los virus se transmiten por
    muchas vías diferentes: por los nemátodos, polen,
    la semilla, insectos vectores,
    hongos, etc.

    El almendro aunque es bastante resistente a los ataques
    de los virus, algunas veces es también atacado, entre
    ellos los más usuales son:

    – virosis mosaico que produce una disminución del
    crecimiento; hojas con manchas amarillas y disminución de
    la producción;

    – PRSV que provoca la necrosis de las yemas y reduce el
    crecimiento;

    – PDV produce el enanismo del árbol.

    Sólo se pueden combatir indirectamente, ya que
    hasta el momento no se ha descubierto ninguna sustancia
    anti-virus.

    RECOLECCION

    Las almendras cuando maduran son dehiscentes, es decir,
    la pelaza se abre y se separa de la cáscara. Durante los
    días en que permanece abierta, es el período
    más adecuado para realizar la recolección. La
    recogida de frutos se puede realizar por vareo manual o por un
    sistema mecanizado.

    Vareo manual. El sistema es recomendable por varios
    casos:

    – Cuándo se cosechas almendras mollares, porque
    conviene recogerlas antes de que la piel se abra
    por completo;

    – Cuando la recolección se efectúa en
    verde porque se destinan las almendras a la elaboración de
    confituras. En este caso deben recolectarse con cuidado para no
    romper las ramitas del árbol.

    – Cuando la plantación es muy grande por ser este
    sistema más económico.

    La cosecha se efectúa golpeando ligeramente los
    árboles con varas de madera, cuyo extremo esta recubierto
    de goma o caucho para
    evitar heridas a las ramas. El desprendimiento de las almendras
    de los árboles de manera mecánica se realiza mediante aparatos
    denominados vibradores y la recogida de los frutos del suelo se
    realiza por varios sistemas acoplados a los vibradores, lonas,
    embudos, etc.

    Pelado. Se separa la pelaza del endocarpio o
    cáscara para evitar que el pellejo se endurezca y se
    adhiera a la cáscara por lo cual debe realizarse lo antes
    posible, el pelado mecánico se realiza mediante dos tipos
    de peladoras.

    – Maquina de cilindro fijo, en medio del cual gira un
    eje que lleva unas paletas. Las almendras discurren por este eje
    y sus mesocarpios son expulsados entre unas rejillas.

    – Máquina constituida por dos conos uno
    móvil que gira sobre otro fijo y entre los dos pasan las
    almendras.

    Secado. Las almendras después de su pelado
    presentan una humedad aproximada de entre el 15-25%, por ello
    conviene secarlas para poder conservarlas mejor (humedad inferior
    al 7%). En países cálidos y secos
    mediterráneos es suficiente dejarlas secar al aire libre
    durante unos días, para un secado rápido se
    utilizan secadores industriales constituidos por túneles
    de aire caliente.

    CONSERVACION Y TRANSFORMACIONES
    INDUSTRIALES

    Es más difícil conservar a las almendras
    con cáscara que sin ella, ya que estas son más
    vulnerables a infecciones por insectos y pueden enraizar
    fácilmente. Por tal motivo conviene transformarlas
    inmediatamente en las distintas formas industriales. Los
    principales usos que se dan a la almendra son: Almendras verdes,
    confitería y pastelería, diversas bebidas,
    aceites.

    Almendras verdes: Se comercializan en fresco. Se recogen
    de plantaciones jóvenes o de poca importancia, en las que
    no se precisa una recolección mecanizada.

    Confitería y Pastelería: Se usan almendras
    secas sin cáscara en grandes cantidades, se comercializan
    de distinta forma:

    – Almendras y mezclas
    saladas;

    – Laminados que se utilizan para la decoración de
    los pasteles (variedades de mayor contenido en grasas);

    – Almendras en polvo; se emplean las variedades menos
    ricas en aceites;

    – Turrones; puede utilizarse cualquier variedad de
    almendra;

    – Peladillas, que se fabrican con variedades de
    almendras grandes y sin granos dobles.

    Bebidas. Se fabrican jarabes, horchatas, leches
    concentradas a base de almendras dulces, peladas y mezcladas con
    azúcar.

    Aceites. El aceite de almendras dulce se utiliza en
    farmacia con fines dermatológicos y cosméticos. En
    dermatología se utiliza por sus cualidades
    anti-inflamatorias. El aceite se obtiene por los mismos procedimientos
    utilizados para la extracción de aceite de oliva. El
    aceite obtenido es líquido, saponificable, no secante, se
    descompone antes de secarse y se enrancia fácilmente
    (Queralt, 1987)

    BIBLIOGRAFIA

    Grasselly C. 1984. El almendro. Ediciones mundi-prensa. Madrid,
    España. Pp.465.

    Juscafresa, G. 1978. Árboles frutales, cultivo y
    explotación comercial. Ed. Aedos-Barcelona. 7º
    edición. Barcelona,
    España.

    Martínez T. J. J. 1988. El cultivo del almendro.
    SARH, INIFAP, CIFAP-del estado de Hermosillo. Campo
    agrícola Experimental Costa de Hermosillo. Folleto
    técnico #5

    Moore, N. J. Et al 1993. Avances en genotécnia de
    frutales. AGT editores. 1º edición en español.

    Queralt, G. E. 1987. El cultivo moderno del almendro.
    Ed. De Vecchi S.A. Barcelona, España.

    López P. J. El almendro y su cultivo. Ediciones
    mundi-prensa. Tercera edición. Madrid,
    España.

    MC. Luis López Pérez

    Instituto de Investigaciones
    Agropecuarias y Forestales de la

    Universidad Michoacana de San Nicolás de
    Hidalgo

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