¿Podría existir un
área monetaria óptima en
Sudamérica?
- Movilidad
laboral - Integración
comercial - Correlación en los ciclos
económicos - Conclusiones
- Bibliografía
El presente documento ofrece una breve
aproximación a la posibilidad de que en
Sudamérica exista un área monetaria
óptima. Para ello, se efectuó un rápido
análisis de la situación de la
mayoría de países sudamericanos, en
relación a las condiciones que exige dicha teoría.
La teoría de las áreas monetarias
óptimas fue originalmente creada por Robert Mundell (1961)
y Robert McKinnon (1963) y es hasta el día de hoy la
principal fuente teórica de análisis y defensa de
la unión monetaria.
Un área monetaria óptima es una
región en la cual tener una moneda común y una
política
monetaria estándar, resulta beneficioso para los
integrantes de la unión. Una unión monetaria tiene
como beneficios el eliminar los riesgos
cambiarios inherentes al comercio
regional, reducir los costos de
transacción y servir como mecanismo para estabilizar la
inflación. Por otro lado el principal perjuicio consiste
en la pérdida total de autonomía monetaria, es
decir el no poder contar
con el manejo monetario para hacer frente a las fluctuaciones
negativas de la economía.
Criterios para que una unión monetaria sea
exitosa:
- Un alto grado de movilidad del factor trabajo
entre los estados miembros de la unión. - Un alto grado de integración comercial.
- Una alta correlación en los ciclos
económicos.
A su vez, existen posiciones que resaltan la importancia
del factor político para lograr el éxito
de la integración monetaria, tal es el caso de Mintz
(1970) quien afirma que la unión monetaria se debe basar
en sólidas estructuras
políticas, asimismo, Cohen (1993) va
más allá al afirmar que las bases políticas
de una unión monetaria son aún más
importantes que los aspectos económicos, de allí la
importancia del apoyo popular a la unión monetaria, tal
como sucede en la Unión
Europea. Finalmente este apoyo popular es producto de la
cercanía geográfica, religión, idioma,
cultura,
historia, entre
otros. En tal sentido los países sudamericanos tienen la
ventaja de tener una gran similitud en muchos de estos
aspectos.
A continuación se analizará si los
países sudamericanos cumplen con dichos criterios, y de no
ser así, hacia donde se debería apuntar para
iniciar un sólido proceso
integrador en la región.
En una unión monetaria es claro que la movilidad
del factor trabajo es sumamente importante, ya que de este modo
si un Estado de la
unión entra en recesión, los habitantes de dicho
Estado pueden encontrar trabajo fuera de sus fronteras y de ese
modo reestablecer el equilibrio en
el mercado laboral.
Este hecho resulta sumamente beneficioso para mantener
una disciplina
monetaria común, ya que el Estado en
recesión no se verá en la tentación de
incumplir los acuerdos monetarios suscritos que hagan peligrar la
unión monetaria. Por otro lado, si varios estados entran
en recesión a la vez, la política monetaria se
puede ajustar para el beneficio de todos.
Finalmente, la movilidad de dicho factor
permitirá ganar eficiencias, ya que al existir diferencias
salariales, los trabajadores más capacitados
tenderán a acceder a los mejores salarios hasta
que dichos salarios disminuyan y se equiparen con los de otros
miembros de la unión; al final cada trabajador
estará empleado donde sea más eficiente al menor
costo
posible.
Por otro lado, la integración laboral depende de
factores tales como aspectos educativos, idioma y cultura, en tal
sentido Sudamérica cuenta con el mismo idioma, inclusive
el portugués es similar al español, y
algunos aspectos culturales similares. Sin embargo pueden existir
fuertes barreras legales a la integración como producto
del temor a una migración
masiva desde los países más pobres hacia los
más ricos de la unión.
Por ello, a continuación se analizará la
viabilidad de una futura apertura laboral en Sudamérica,
mediante el análisis de algunos indicadores
relevantes tales como el PBI per capita o el desempleo, que
permitan especular si una apertura laboral implicaría una
masiva migración.
Como se puede apreciar en el Cuadro 1, la inequidad en
el PBI per capita entre los países más ricos de
Sudamérica y los menos ricos es abismal, ya que en los
últimos años el PBI per capita de Argentina ha sido
al menos 7 veces mayor que el de Bolivia, y
más de 5 veces mayor que el de Paraguay,
mientras que en Europa dicho
ratio entre Alemania y
Portugal ha sido menor a 3.
Esto sin lugar a dudas es un impedimento para una
unión monetaria total en Sudamérica, sin embargo a
excepción de Bolivia, los miembros de la Comunidad
Andina gozan de una mayor igualdad en el
ingreso per capita, lo que hace que en este grupo las
desigualdades sean menores, sin contar con el hecho de que el
tamaño de la población es similar en los miembros de la
CAN, respecto a la de los miembros del MERCOSUR.
Cuadro 1. Inequidad en PBI (US$ per
capita)
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
Finalmente en el Cuadro 2 se puede apreciar que la tasa
de desempleo promedio ponderada de Sudamérica ha ido
incrementándose notablemente hasta alcanzar un 11.2% en el
2002, respecto al 7.0% mostrado en 1992. Esto por supuesto a
priori resulta perjudicial para eliminar las restricciones
legales a la movilidad laboral, ya que resultaría una
medida absolutamente impopular en los países con mayores
tasas de empleo.
Además la volatilidad del desempleo en la región se
elevó sustancialmente en casi 3 veces desde el año
1992 hasta el 2002.
Cuadro 2. Tasas anuales de desempleo
promedio
Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
En conclusión, la posibilidad de una
liberación del mercado laboral en Sudamérica
resulta lejana, hoy más que hace diez años, ya que
en la actualidad las diferencias económicas y el desempleo
han aumentado sustancialmente.
La teoría de las áreas monetarias
óptimas estipula que cuanta mayor integración
comercial tenga una región, mayores serán los
beneficios de una unión monetaria, ya que de este modo se
estabilizarán los riesgos cambiarios que puedan afectar al
comercio interregional.
En el Cuadro 3 se puede apreciar que Sudamérica
es una región con una interdependencia comercial baja, lo
cual reduce los potenciales beneficios de una unión
monetaria, a excepción de los países del MERCOSUR
que mantienen un comercio intenso con Brasil; sin
embargo, el resto de países de Sudamérica transa
bajos porcentajes del total de sus productos
exportables con países de la región.
Cuadro 3. Participación del
destino de las exportaciones
sobre el total exportado al mundo (año
2001)
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Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
Por otro lado, en promedio el comercio interregional
entre los países sudamericanos como porcentaje de su PBI
es sumamente inferior al del comercio entre los países de
la Unión Europea. En el Cuadro 4 se puede apreciar que
dichos son inferiores al 9% que mostró el comercio
interregional en la Comunidad
Económica Europea como porcentaje de su PBI en 1970, y del
14% correspondiente al año en que Maastricht fue creada.
En promedio la mayor parte de los países miembros de la
Unión Europea exporta entre el 10% y el 20% de su producción a otros países miembros
de la Unión.
Cuadro 4. Exportaciones promedio de
los países sudamericanos en la región como
porcentaje de su PBI
Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
La información mostrada en los párrafos
anteriores muestra que la
condición de un comercio intenso entre los países
sudamericanos no se cumple, sin embargo existe un buen potencial,
sobre todo si se toma en consideración la falta de
infraestructura para intercomunicar a
Sudamérica.
IV.
CORRELACIÓN EN LOS CICLOS ECONÓMICOS
Con respecto a la forma en que los ciclos
económicos se comportan, es importante que exista una
correlación positiva entre aquellos países que
deseen formar una unión, ya que la política
monetaria que se aplique será la apropiada para todas las
economías integrantes de la unión. Por otro lado,
si los ciclos económicos fueses asimétricos, una
misma política monetaria podría ser adecuada para
una economía pero totalmente perjudicial para otra, lo
cual podrían hacer que la unión monetaria sea
insostenible.
Cuadro 5. Crecimiento del PBI
(%)
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Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
Luego de un rápido análisis del Cuadro 5,
se deduce que no existe una simetría en los ciclos
económicos de los países sudamericanos, sin
embargo, alguno de estos si han mostrado una simetría en
la última década. Tal es el caso de Perú y
Brasil, Argentina y Uruguay, o
Bolivia y Colombia.
Gráfico 1. Comportamiento
del PBI en algunos países de
Sudamérica
Yendo más allá en el análisis de la
similitud de los ciclos económicos, se ha analizado el
comportamiento de los países miembros del MERCOSUR y de la
Comunidad Andina debido a que los vínculos comerciales
harían pensar en la posibilidad de una mayor
simetría en el comportamiento de sus PBI. En el
Gráfico 2 se puede apreciar que entre los países de
la Comunidad Andina el comportamiento del PBI ha seguido una
tendencia similar, a excepción de Venezuela
entre 1992 y 1995 y el caso peruano entre los años 1993 y
1995.
Gráfico 2. Crecimiento del PBI
en la CAN
Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
Por otro lado, el Gráfico 3 muestra que el
comportamiento del PBI entre los países miembros del
MERCOSUR es más disímil ya que algunos
países como Brasil mantenían el crecimiento
económico, mientras que Uruguay y Argentina mostraron
resultados diversos en sus economías. Básicamente
dicha diferencia se puede apreciar entre los años 1991 y
1995.
Gráfico 3. Crecimiento del PBI
en el MERCOSUR incluido Chile
Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
En cuanto a la relación del crecimiento
económico entre los países sudamericanos, la
volatilidad ha sido mayor que en los países de la
Unión Europea, ya que como se aprecia en el cuadro 6, la
menor volatilidad (representada por la desviación
estándar) en Sudamérica se da en Bolivia y Paraguay
con menos del 2%, mientras que en Argentina, Perú, Uruguay
y Venezuela, dicho indicador ha sido superior al 4%, y en
Ecuador y
Chile 3 y 4 %, respectivamente.
Por otro lado en la Unión Europea la volatilidad
se mantiene por debajo del 3%, lo cual muestra que los
países de la Unión Europea mantienen una mayor
estabilidad, lo cual es otro punto en contra de una unión
monetaria.
Cuadro 6. Comportamiento del
Crecimiento del PBI Sudamericano (1991-2001)
Para ver el gráfico seleccione la
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Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
Asimismo, en el Cuadro 6 se puede apreciar la
conformidad en el crecimiento medido por el coeficiente de
correlación, el cual se calculó en función de
la economía más grande de la región que es
la de Brasil, dicho indicador muestra que el crecimiento tuvo una
fuerte relación sobre todo con Perú y Colombia, sin
embargo dicha relación es casi nula para el caso de Chile
y Uruguay, y negativa para Argentina y Venezuela.
Mientras tanto en la Unión Europea la
correlación de crecimientos del PBI es más
uniforme, ya que dicho coeficiente es cercano a 0.4 para casi
todos los países de la Unión. Por lo tanto se puede
concluir que los shocks económicos tuvieron efectos
contrapuestos sobre los países Sudamericanos, mientras que
en la Unión Europea los shocks fueron asimilados de un
modo simétrico por los Estados miembros, lo cual una vez
más nos lleva a concluir que una unión monetaria en
la región sería sumamente dificultosa.
Por otro lado, Kenen (1969) argumenta que si existen dos
economías que se especializan en la producción de
dos bienes
diferentes y cuyos precios son
afectados en distinta proporción, entonces la probabilidad de
tener shocks asimétricos es muy alta.
Cuadro 7. Distribución del PBI por actividad
económica año 2001
Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
En el Cuadro 7 se puede observar que Paraguay y Bolivia
son economías especializadas en agricultura ya
que esta actividad representa el 24% y 14% de su PBI
respectivamente, mientras que en Brasil la actividad industrial
es la que impulsa la economía con el 20 % del PBI. Por
otro lado, la minería es
importante en países como Venezuela, Ecuador, Chile y
Bolivia, y los servicios
financieros en Uruguay.
Todo lo anterior es muestra que la distribución
productiva esta bastante concentrada en algunos países y
difiere mucho entre países, por ello un shock productivo
en la agricultura sería devastador para Paraguay y
Bolivia, mientras que Brasil y Chile podrían soportar un
shock de esta índole con mayor facilidad.
Cuadro 8. Participación de las
exportaciones de manufacturas sobre el total exportado
(%)
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Fuente: CEPAL. Anuario estadístico
2002.
En el Cuadro 8 se puede apreciar que el sector
industrial exportador es muy importante para Brasil, llegando a
representar más del 50% de sus exportaciones, y es
importante en Colombia, Argentina y Uruguay, sin embargo en el
resto de países las exportaciones están basadas en
el sector primario, tal es el caso de Paraguay donde las
exportaciones de soya representaron en el 2001 el 36% del total
exportado, la cual junto con el tabaco y el
algodón
en rama representaron dicho año el 53% de las
exportaciones totales.
- La difícil situación económica
de Sudamérica y la inestabilidad de sus gobiernos hacen
que una integración monetaria sea un hecho muy
difícil de realizar, ya que frente a tantas crisis
económicas, el incentivo de tener una política
monetaria autónoma es sumamente tentadora. Por ello,
primero las economías Sudamericanas deben sanear sus
crónicos déficit fiscales, reducir los montos de
endeudamiento externo, y fortalecer sus democracias, de modo
tal que una unión monetaria tenga
credibilidad. - Es necesario incrementar la infraestructura
ferroviaria y vial que intercomunique nuestros países,
ya que sin esto es muy difícil que el comercio se
incremente y que por lo tanto el beneficio de tener una moneda
común sea notorio. - El hecho de que Sudamérica tenga un mismo
idioma (inclusive el portugués es similar al
español), y una cultura similar hace que una
integración regional sea fácilmente aceptable por
la opinión
pública. - Se debe iniciar un proceso de integración
mediante intercambios culturales entre los jóvenes
sudamericanos, de este modo en el futuro habrá un
entendimiento entre nuestras culturas y se sanarán
algunas discordias que aún permanecen entre nuestros
países. - Es necesario pensar en una unión integral en
el mediano plazo, ya que entre otras cosas, el poder de
negociación de la región se
incrementaría.
CEPAL. Anuario estadístico 2002.
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Jorge Alejandro Ponce Huaroto
Economista. Lima – Perú.