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Atracción social




Enviado por alfredo31mx



    1. Funciones de las relaciones
      sociales
    2. Las personas como instrumento
      para la satisfacción de una necesidad
      autoevaluativa
    3. Investigación acerca de
      la teoría de la comparación
      social
    4. Atracción por
      similitud
    5. Atracción por
      complementariedad
    6. Atracción por
      proximidad
    7. Atracción por lo
      físico
    8. Atracción
      amorosa
    9. Conclusiones

    Es un hecho inobjetable que el ser humano necesita de la
    sociedad para
    poder
    desarrollar sus potencialidades, es en ella donde nace, crece y
    muere; y mientras vive, tiene la necesidad de establecer relaciones
    interpersonales que van más allá de la mera
    sobrevivencia con otros seres humanos, pero, ¿cómo
    se establecen estas relaciones?, "¿Qué determina el
    grado de atracción interpersonal que una persona tiene
    para otra". ¿Qué objeto tiene el establecer estas
    relaciones?. A continuación se dará respuesta a
    estas interrogantes.

    FUNCIONES DE LAS
    RELACIONES SOCIALES:

    Las relaciones sociales en el ser humano sirven a
    diversos propósitos, entre ellos:

    • Satisfacen una necesidad autoevaluativa
    • Proporcionan una base para determinar la naturaleza y
      el significado de nuestro medio inmediato y del mundo en
      general, así como nuestra posición en
      ambos.
    • La asociación con semejantes parece tener en
      nosotros un efecto de suscitación o estimulación
      que generalmente tiene un valor
      positivo.

    El deseo de establecer relaciones entraña
    cierto grado de atracción, es decir, implica que nos
    sentimos atraídos por otras personas y que nos interesa
    atraerlos, las formas en como se da este proceso de
    atracción se trataran a continuación.

    I.- LAS
    PERSONAS COMO INSTRUMENTO PARA LA SATISFACCIÓN DE UNA
    NECESIDAD AUTOEVALUATIVA.

    "Festinger (1954) propuso una teoría de los procesos de
    comparación social. Esta teoría tomó como
    punto de partida la noción de que la gente tiene una
    pulsión autoevaluativa", es decir, necesita
    constantemente de evaluar sus opiniones y sus
    capacidades. Puesto que las opiniones y capacidades con
    frecuencia no pueden evaluarse a través de observaciones
    empíricas, a menudo resulta que las capacidades de uno
    son buenas o malas en comparación con las capacidades de
    los demás y que las opiniones propias son correctas o
    están equivocadas en términos de su concordancia
    o falta de ella con las opiniones de los
    demás.

    La teoría está, además, elaborada
    con proposiciones tales como: "Las evaluaciones de opiniones o
    capacidades subjetivas son estables cuando se puede hacer una
    comparación con los otros, a quienes se juzga que sus
    opiniones o capacidades son parecidas a las de una mismo" (pag.
    122), y "Una persona se sentirá menos atraída por
    situaciones en las que los demás divergen mucho de ella,
    que por aquellas donde los demás se parecen a ella tanto
    en capacidades como en opiniones" (pag. 123). Puesto que los
    otros que son similares permiten la reducción estable de
    la pulsión autoevaluativa, la gente se siente
    atraída a esos otros.

    INVESTIGACIÓN ACERCA DE LA TEORÍA DE
    LA COMPARACIÓN SOCIAL:

    Byrne, Nelson y Reeves (1966) descubrieron firmes
    pruebas de
    la importancia de la similitud-disimilitud. Byrne y
    colaboradores al principio esperaban que la similitud de
    creencias tendría un efecto mayor sobre la
    atracción cuando las creencias no fueran verificables: (
    por ej. "La integración racial en las escuelas
    públicas es un error"), un efecto intermedio cuando las
    creencias se pueden verificar en el futuro (por ej. "El grado
    de integración en las escuelas del sur de los E.U.
    decrecerá en forma considerable durante los
    próximos cinco años), y el mínimo efecto
    cuando las creencias fueran verificables en el presente (por
    ej, "Un porcentaje en extremo pequeño de las escuelas
    públicas en E.U. está integrado racialmente"). El
    experimento se llevó a cabo en dos sesiones. Durante la
    primera los sujetos indicaban sus creencias respecto a varios
    problemas.
    Para algunos de los sujetos, lo que creían no era
    verificable, para otros era verificable en el futuro y para
    otros más, verificable en el presente. Varias semanas
    después se pidió a los sujetos que tomaran parte
    en un estudio de "juicio interpersonal". Su tarea
    consistía en examinar las respuestas de creencia de un
    desconocido del mismo sexo y
    después lo juzgaría en cierto número de
    dimensiones: inteligencia, conocimiento
    de los acontecimientos actuales, moralidad,
    ajuste, gracia y deseabilidad como compañero de trabajo.
    Los valores
    escalares de los dos últimos juicios se sumaron para
    formar una medida de atracción hacia el desconocido. Las
    respuestas de creencia del extraño se manipularon para
    que fueran completamente similares, similares en dos tercios,
    similares en la mitad o similares en un tercio a las propias
    respuestas de creencia de los sujetos que participaron en el
    estudio.

    Los resultados indicaron que la similitud de creencias
    no verificables en realidad tuvieron un efecto más
    marcado sobre la atracción, pero que la diferencia entre
    los dos tipos de creencias fue opuesta a lo que se había
    esperado. La similitud de las creencias verificables en el
    presente, tenía un efecto más marcado sobre la
    atracción que la similitud de las creencias verificables
    en el futuro.

    II.
    ATRACCIÓN POR SIMILITUD.

    Las investigaciones
    sobre el aspecto físico tienden a ser un tanto vagas
    como explicación de la atracción social.
    Quizá lo más que podamos decir sobre este
    atributo es que el grupo
    cultural o subcultural del que una persona forma parte define
    ciertos patrones de apariencia que adquieren determinado valor
    normativo. Cuando más se acerca el aspecto de una
    persona a ese patrón normativo más atractiva
    resulta a los ojos de quienes utilizan esa norma como base de
    criterio. Sin embargo el aspecto físico es sólo
    una de las bases de la atracción social. Los estudios de
    cierto número de variables
    diferentes indican que las semejanzas compartidas pueden ser
    igualmente importantes o tal vez más. Las semejanzas que
    se comparten no tienen que ser necesariamente de carácter positivo. Por ej. Los jugadores
    que han perdido en un torneo de tenis buscan, al menos por un
    rato, la compañía de otros perdedores en vez de
    la de los individuos que des han derrotado. Es bien sabido que
    la "desgracia busca compañía", pero tal como
    Stanley Schatcher (1959) señala, "la desgracia no busca
    cualquier copañía, sino la de los
    desgraciados".

    LA SEMEJANZA DE ACTITUDES
    COMO BASE DE ATRACCIÓN NEWCOMB
    (1956,61,63).

    Theodore M.Newcomb ha desempeñado un papel
    principal en esta clase de
    estudios utilizándolos como medio para probar una
    teoría general de la atracción personal
    fincada en los intentos que los individuos implicados en
    situaciones interpersonales realizan para establecer relaciones
    afectivas armoniosas o, tal como Newcomb las llama,
    "simétricas".

    Experimento: Newcomb estudió el proceso
    de entablar relaciones en dos grupos de
    diecisiete muchachos universitarios cada uno, que convivieron
    durante igual número de semanas en una casa
    proporcionada por el investigador. Los estudiantes no se
    conocían entre sí antes del estudio. Las pautas
    por las que se entablan relaciones fueron estudiadas mediante
    cuestionarios que los jóvenes respondieron cada semana y
    que revelaron sus elecciones y actitudes. Newcomb halló
    que los compañeros de habitación tendieron a
    atraerse mutuamente desde el principio independientemente de la
    semejaza de actitudes y valores que
    pudieran tener, pero a medida que las semanas transcurrieron y
    que los residentes de la casa se conocieron, la mutua
    atracción fue más marcada en los individuos que
    tenían actitudes y creencias similares. Esta
    atracción fue especialmente intensa cuando dos
    estudiantes compartían actitudes similares hacia otros
    miembros del grupo. (aspecto tratado en el tema de
    cooperación y competencia,
    "cuando pertenezco a un grupo con el que me identifico, mi
    actitud
    hacia otros grupos cambia por ser ellos diferentes". Nota
    mía).

    III.
    ATRACCIÓN POR COMPLEMENTARIEDAD.

    La hipótesis de lo complementario se expone
    en la obra de Robert F. Winch (1958) quien observó que
    los miembros de las díadas, (grupos de dos personas) no
    basan su mutua atracción en la semejanza de sus pautas
    de necesidades particulares, sino en sus diferencias que son
    complementarias :Es decir, un individuo
    que tenga el rasgo A muy acusado y el rasgo B muy leve se
    sentirá atraído por la persona que tenga el rasgo
    A muy leve y el rasgo B muy acusadoy viceversa. Así, el
    individuo ascendente se sentirá atraído por el
    sumido, el sádico por el masoquista, el que requiere
    alimentación por el que la da,
    etc.

    EXPERIMENTO DE COMPLEMENTARIEDAD: KERCHHOFF Y Davis
    (1962)

    A parejas "unidas con alfileres" o "firmemente unidas"
    se les aplicó un cuestionario
    que evaluaba el grado de consenso acerca de los valores
    familiares y el grado de complemento de las necesidades.
    También se determinó por cuanto tiempo
    habían estado
    juntas. La muestra se
    dividió en parejas que habían estado juntas
    durante menos de 18 meses y otras que lo habían estado
    por 18 meses o más. Siete meses después los
    investigadores se pusieron de nuevo en contacto con las parejas
    y se determinó si habían progresado o no hacia
    una relación permanente. Los resultados indicaron que el
    consenso acerca de los valores familiares era el único
    elemento significativo de predicción del progreso hacia
    la permanencia, por lo que atañe a las parejas que
    llevaban poco tiempo de formadas, en tanto que el complemento
    de necesidades era el único elemento de
    predicción significativo en las que llevaban largo
    tiempo juntas. Kerckhoff y Davis teorizan que una serie de
    "factores de filtración" operan en la selección de un compañero, tal
    como "las variables de status social (clase, religión, etc) que
    operan en las primeras etapas; el consenso sobre valores un
    poco más tarde, y la complementariedad de necesidades,
    todavía más tarde" p.(303). Puesto que la mayor
    parte de las parejas pertenecían a una posición
    social similar, la primera "filtración" había
    ocurrido antes de que se pusieran en contacto con los
    sujetos.

    IV.
    ATRACCIÓN POR PROXIMIDAD.

    La proximidad no solo hace que la gente llegue a
    conocerse, a menudo influye también en las citas y
    matrimonios (Davie y Reeves, 1939). La investigación de Festinger, Schatchter
    Back (1950) mostró que las tres personas con las que
    mantenían mejores relaciones los estudiantes
    universitarios que vivían en una residencia eran las
    personas que vivían más próximas.
    Asimismo, autores como Byrne y Buehler (1955) han constatado
    que las relaciones establecidas por los estudiantes durante el
    semestre están en función
    de la distancia entre los asientos, es decir, la proximidad
    física
    influye en el hecho de que los estudiantes lleguen a conocerse.
    No obstante, las correlaciones encontradas entre distancia
    física y atracción no nos aseguran que la
    proximidad provoque las relaciones, pudiera ser que las
    personas que comparten ciertas características
    (religión, status, económico, etc.) prefieran
    vivir unas cerca de otras.

    Existen varias explicaciones sobre la influencia de la
    proximidad física a la hora de establecer relaciones
    (Moya, 1999; Brehm, 1992):

    1. Las personas más cercanas físicamente
      son también, generalmente las más accesibles
      (Berscheid y Reis, 1998).
    2. Con la exposición repetida, los sentimientos
      de ansiedad ante lo desconocido decrecen, y esa persona nueva
      gradualmente llega a ser familiar (Baron y Byrne,
      1998).
    3. La proximidad puede incrementar la familiaridad y
      esta puede, a su vez, aumentar la atracción. El efecto
      de la mera exposición (Zajonc, 1968) consiste en que
      la percepción de forma repetida de un
      estímulo que inicialmente es neutral o positivo lleva
      a una mayor atracción hacia el
      estímulo.
    4. La semejanza, ya que las personas que compartimos
      ciertos espacios solemos tender a parecernos en otros
      aspectos ( como son ideología, aspiraciones, problemas,
      etc), y bien tenderemos a juntarnos por ser semejantes o
      porque nos hemos ido haciendo semejantes como consecuencia de
      estar juntos.
    5. Por último, según las teorías de la consistencia cognitiva,
      cuando tenemos que pasar mucho tiempo con una persona y la
      relación nos resulta desagradable, tendemos a
      restablecer el equilibrio, bien intentando apartarnos de ella
      o descubriendo que esa persona no era tan desagradable como
      presuponíamos.

    La proximidad influye positivamente en la
    atracción siempre que la persona inicialmente nos resulte
    positiva o neutra, no negativa.

    V. ATRACCIÓN
    POR LO FÍSICO

    Como indican Hatfield y Sprecher (1986), ante las mismas
    característica, una persona con apariencia física
    agradable resulta mucho más atractiva que otra con menor
    atractivo físico. El atractivo físico sobre todo es
    determinante en los primeros encuentros o cuando el contacto es
    superficial. Según el proceso de ignorancia cognitiva
    (Rodin, 1987) la persona que inicialmente decidimos que no tiene
    ningún interés,
    no se le presta más atención y es olvidada. De hecho, las
    investigaciones han mostrado que los varones suelen a las mujeres
    poco atractivas (Feingold, 1990; Pierce, 1992).

    Algunas explicaciones nos muestran por qué nos
    resulta atractivo un físico agradable, como son (Moya,
    1999):

    1. Según las teorías implícitas de
      la
      personalidad, en nuestra sociedad existen numerosas
      creencias acerca de que características de las personas
      van asociadas entre sí. En este sentido, el efecto halo
      es la tendencia a considerar que quien tiene una buena cualidad
      también tendrá otras cualidades buenas. Algunas
      investigaciones han mostrado que la gente tiende a creer que
      los hombres y mujeres atractivos son más estables,
      interesantes, sociables, independientes, dominantes,
      emocionantes, sexys, equilibrados, socialmente hábiles y
      con más éxito
      que aquellos que no son atractivos (Dion y Dion, 1987). Aunque
      esta asociación suele ser más fuerte cuando se
      trata de características relacionadas con la competencia
      social, moderada cuando son atributos relacionados con el
      ajuste personal y la competencia intelectual, y nula cuando se
      trata de índices relacioados con la integridad y la
      preocupación por los demás (Eagly y cols., 1991;
      Feingold, 1992ª)
    2. Las personas atractivas también atraen porque
      la asociación con una persona de estas
      características favorece la imagen
      pública. Así, diversos estudios han confirmado
      que cuando un hombre
      aparece acompañado de una mujer muy
      atractiva, mejora la impresión que causa (Sigall y
      Landy, 1973).
    3. Es posible que las personas atractivas se comporten
      de una manera que incremente su evaluación y las haga realmente
      más atractivas. Reis y cols. (1982, 1989) mostraron que
      los varones atractivos tenían más relaciones con
      mujeres, y desarrollaban un sentido de competencia social en
      este campo mayor que los varones menos atractivos. Sin embargo,
      las mujeres más atractivas no establecían
      más interacciones con los varones, eran menos asertivas
      y más temerosas en sus relaciones con estos que las
      mujeres de menor atractivo.
    4. De acuerdo con el modelo
      centrado en el efecto, los individuos con una buena apariencia
      activan un efecto positivo (Kenrick, Montello, Gutiérrez
      y Trost, 1993), y el efecto, como ya se ha comentado, es un
      importante determinante de la atracción.

    Las personas no aciertan totalmente al estimar
    cómo su propio atractivo es juzgado por los demás,
    y los hombres (pero no las mujeres) sobrestiman su buena
    apariencia (Gabriel, Critelli y Ee, 1994)

    VI.
    ATRACCIÓN AMOROSA.

    Hay dos tipos básicos de amor:

    1. Amor sexual o pasional. El cuál
      estaría compuesto de:
    • Fuertes sentimientos incontrolables de
      atracción hacia la persona deseada y de ansiedad y
      malestar en su ausencia
    • Fuerte activación fisiológica y deseo
      sexual.
    • Pensamientos obsesivos o rumiación sobre el
      objeto amado.
    • Cierto patrón de conductas como expresar los
      afectos a la persona deseada, apoyarla física y
      emocionalmente y aceptación incondicional.

    En cambio el
    amor romántico no pasional
    se caracterizaría
    por:

    • Pensamientos de necesidad, de cuidado y de confianza
      en la pareja.
    • Sentimiento de bienestar, dificultad de
      concentración y de "flotar en las nubes" y, en menor
      medida, reacciones físicas intensas
    • Conductas de intimidad, apoyo y tolerancia al
      otro. (Taylor, Peplau
      y Sears, 1994).

    Podemos constatar que el amor sexual
    tiene componentes comunes con otras respuestas ante hechos
    emocionales intensos (p. Ej. Hechos negativos de amenazas o
    pérdidas, como duelos o violaciones), como la alta
    reactividad fisiológica y los pensamientos repetitivos. El
    tiempo de asimilación o declive de este estado
    también es similar, es decir, alrededor de dos años
    (Pennebaker, 1993).

    Una serie de elementos sugieren que existe un ciclo de
    amor pasional fuertemente asociado al deseo sexual, seguido de
    una fase de amor de pertenencia o compañero:

    1. El amor romántico pasional se ha asociado a la
      activación y descarga de la PEA O FEA (feniletilamina).
      Esta sustancia se asocia a la descarga de dopamina y
      noradrenalina, produce efectos análogos a las anfetaminas,
      como estados de euforia y su ausencia provoca estados de
      desasosiego. La activación de FEA por una pareja decrece
      después de dos o tres años (Franken,
      1994).
    2. Asimismo, investigaciones por cuestionario sugieren
      que la intensa actividad sexual de las nuevas parejas decrece
      al cabo de más o menos dos años. De hecho,
      durante los dos o tres primeros años de relación
      de pareja, la actividad sexual es el predictor más
      importante de satisfacción marital, pero luego deja de
      serlo. Una relación de apego entre adultos demora, en
      establecerse alrededor de dos años (Ortiz y
      Gómez, 1997).
    3. Fisher, en una revisión de 62 culturas, ha
      encontrado que los divorcios alcanzan su clímax
      alrededor del cuarto año de matrimonio, en
      concordancia con lo antes descrito sobre la FEA y que ella
      interpreta como un mecanismo socio-biológico que asegura
      que la pareja permanezca unida hasta que transcurra la infancia del
      bebé. Después de 4 años el infante humano
      ya se puede valer por sí mismo (Fisher,
      1994).
    4. Finalmente, después del periodo inicial de
      fuerte atracción sexual predomina el amor de
      compañero. Aunque no haya una intensa atracción,
      la pareja actúa como base segura de funcionamiento y su
      ausencia provoca fuertes efectos negativos tanto emocionales
      como de salud.

    TIPOS DE AMOR:

    Son muchas las clasificaciones que se han hecho de los
    tipos de amor. La de Sternberg (1986,1988) considera que hay tres
    componentes básicos en el amor: la intimidad, la
    pasión y el compromiso. Tales tipos en su forma pura,
    forman los vértices de un triángulo
    equilátero. La combinación de estos componentes
    básicos del amor da lugar a otras formas.

    La intimidad se refiere al sentimiento de
    cercanía, unión y afecto hacia el otro, sin que
    haya pasión ni compromiso a largo plazo. La
    pasión
    coincide con el denominado "amor a primera
    vista" y consiste en un estado de excitación mental y
    física; suele corresponder con el amor que implica una
    obsesión por la persona amada. El compromiso
    consiste en la decisión de que uno quiere a la otra
    persona sin que haya intimidad ni pasión. De esta forma,
    se podrían distinguir ocho tipos de amor, entre los
    cuáles los cuatro más importantes son:

    1. El amor romántico: se da cuando los amantes se
      atraen tanto física como emocionalmente, pero ese
      sentimiento de unión y compenetración no va
      acompañado de compromiso (la pareja típica
      sería Romeo y
      Julieta).
    2. El amor ilusorio o fatuo: es el visto con frecuencia
      en las películas de Holliwood, en el que la
      pasión se cristaliza enseguida en matrimonio, sin dar
      tiempo para que la intimidad surja.
    3. El amor compañero: es aquella situación
      en la que los componentes de intimidad y compromiso aparecen
      unidos.
    4. El amor completo: que combina los tres tipos de
      componentes, es decir que corresponde a la situación en
      la que la pareja se siente atraída física y
      emocionalmente, además de muy unidos y
      comprometidos.

    Sternberg (1986) señala que cada uno de los tres
    componentes básicos del amor tiene una evolución temporal diferente. La intimidad
    se desarrolla gradualmente conforme avanza la relación y
    puede continuar siempre creciendo, aunque este crecimiento es
    más largo en las primeras etapas. La pasión es muy
    intensa al principio y crece de forma vertiginosa, pero suele
    caer de la misma forma conforme la relación avanza,
    estabilizándose en niveles moderados. El compromiso por
    último, crece también despacio al principio,
    más lento incluso que la intimidad, y se estabiliza cuando
    las recompensas y costos de la
    relación aparecen con nitidez.

    CONCLUSIONES:

    "Uno de los primeros requisitos a la hora de que las
    personas nos sintamos atraídas unas a otras, es la
    proximidad física (siempre y cuando la persona
    inicialmente nos resulte positiva o neutra). No obstante es
    importante que en el momento de conocernos las personas estemos
    experimentando un estado afectivo positivo más que
    negativo. El atractivo físico, sobre todo en los primeros
    encuentros, también favorece la atracción, y de
    forma particular en el caso de los hombres. Junto con estos
    atributos físicos, ciertas características de
    personalidad
    sobre todo los rasgos que pueden beneficiar la relación
    son los que más se valoran, mientras que aquellos que
    pueden perjudicarla son los que se consideran más
    negativos. Además, es más facil que nos atraigan
    las personas cuyas actitudes y opiniones sean similares a las
    nuestras. También la semejanza en otras
    características de personalidad, preferencias,
    ideología, etc aumentan la atracción entre las
    personas. Por último, uno de los factores que
    también influye en el establecimiento de relaciones
    afectivas es la existencia de reciprocidad en la
    relación."

    BIBLIOGRAFIA:

    Quiroga de. Ana. (Et Al). Psicología
    Social, Prentice Hall, Buenos Aires,
    2002, pp.611.

    Alfredo Mendoza

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