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Cultura organizacional




Enviado por iguerra



    1. Desarrollo de la cultura
      organizacional
    2. Funciones
    3. Elementos y
      componentes
    4. Niveles de
      manifestación
    5. Tipologías
      culturales
    6. Métodos de
      investigación cultural

    Introducción

    El estudio de la cultura
    organizacional es un fenómeno relativamente nuevo a
    nivel mundial; antes de 1980, eran pocos los autores que se
    ocupaban de este tema. Las primeras obras al respecto
    popularizaron términos como valores,
    creencias, presunciones básicas,
    principios; y otros que inmediatamente se vincularon como
    constitutivos de un concepto que
    comenzaba a enraizarse en el campo empresarial.

    La cultura tiene
    que ver con el proceso de
    socialización que se da dentro de una empresa, a
    través de una objetivación social. No existe
    organización sin una cultura inherente, que
    la identifique, la distinga y oriente su accionar y modos de
    hacer, rigiendo sus percepciones y la imagen que sus
    públicos tengan de ella. Las manifestaciones culturales
    son a su vez categorías de análisis, a través de las cuales se
    puede llevar a cabo el diagnóstico cultural en una empresa.

    El nacimiento de este novedoso enfoque se ha convertido
    en un fresco método de
    investigación en el campo de la
    comunicación en organizaciones.
    Así mismo, ha devenido intento de desarrollo de
    un marco interpretativo para que los miembros puedan dar
    significación a las actividades organizativas.

    Dada la nubilidad de esta materia, en el
    ámbito teórico se presentan dos grandes tendencias
    entre las escuelas de pensamiento
    respecto a la cultura organizacional:

    • la que concibe la cultura como elemento esencial en
      la vida organizacional: una variable influyente en el comportamiento empresarial, del mismo modo que
      podría influir el clima, los
      conflictos o
      el liderazgo(algo que se tiene).
    • la que la identifica como esencia organizativa
      (metáfora básica): conformadora de sentido, con
      la posibilidad de ofrecer una interpretación compartida de la realidad
      que facilita la habilidad de organizarse. La cultura desde esta
      óptica, promueve el sentido del orden y
      la lógica que simbólicamente
      constituye la
      organización(algo que se es). [Kreps,
      1990]

    A la sombra de esta segunda perspectiva:
    simbólico- interpretativa, al incorporar el enfoque
    cultural, la organización se percibe como construcción simbólica materializada
    comunicativamente; un proceso mediante el cual se conforman,
    trasmiten y desarrollan los significados. La empresa
    constituiría un sistema cultural,
    una construcción social constituida simbólicamente
    y mantenida por la interacción social de sus miembros. Se
    entendería la cultura como esencia de la
    organización.

    Por el contrario, desde una perspectiva
    sistémica, algunos autores entienden la
    organización como sistema compuesto de subsistemas en
    continua interacción, y a la cultura, como una variable
    interna más de la organización, producida por ella.
    No obstante, no tiene que existir un divorcio entre
    ambas corrientes teóricas, pues el fenómeno
    cultural constituye, además, un sistema de significados
    compartidos donde la gente, la estructura
    organizacional, los procesos de
    toma de
    decisiones y los sistemas de
    control interactúan y producen normas de
    comportamiento. En él interviene el sistema comunicativo,
    que sirve de mediador en el intercambio con miembros de similares
    patrones de conducta, los
    cuales comparten lógicas simbólicas a través
    de un sentido de pertenencia referido a la cultura
    organizacional.

    Desarrollo de la
    cultura organizacional

    El concepto de cultura empresarial, típico de la
    Antropología, Filosofía y Sociología, se viene aplicando en otras
    áreas de pensamiento, en especial las relativas a las
    organizaciones sociales, mediante estudios sobre el
    comportamiento del hombre en
    estas. Al irse superando de forma crítica
    las tendencias clásicas al respecto, se necesitó
    contar con un marco
    teórico – conceptual del tema, una teoría
    de la cultura organizativa que pudiese explicar el desarrollo y
    uso de elementos como los símbolos, valores y
    climas, entre otros.

    Perspectivas pueden encontrarse desde el pasado siglo en
    investigaciones interpretativas sobre las pautas
    de comportamiento y los elementos comunes de pequeños
    grupos
    sociales y colectivos – de Kurt Lewin,
    Makárenko, Goffman y Garfinkel, entre otros pioneros -. El
    concepto en sí podría remontarse a Elton Mayo y
    sus colaboradores, por los años 20; cuando frente al
    management científico de Taylor, hicieron
    hincapié en las normas, sentimientos y valores de los
    grupos que
    componen una organización y sus repercusiones en el
    funcionamiento organizacional.

    La cultura se desarrolla en torno a los
    problemas que
    los grupos afrontan en los procesos de adaptación externa
    e integración interna durante su
    gestación y florecimiento, y una de sus tareas es
    solucionarlos en pos de asegurar la adecuación y posterior
    supervivencia de la organización. Para esclarecer este
    aspecto analicemos el proceso de formación de los grupos
    desde una configuración psicológica:

    Toda organización comienza siendo un
    pequeño grupo y en su
    evolución continúa funcionando
    alrededor de la interacción de otros pequeños
    grupos que se gestan posteriormente en su seno.
    "Los grupos pueden formarse sobre la base
    de la proximidad física, de un destino
    compartido, de una profesión común, de una
    experiencia común de trabajo, de
    una raíz étnica similar, o de un rango similar
    (como trabajadores o directivos). Desde que un grupo tiene un
    pasado, tiene una cultura", dice
    Schein(1985).

    Sin embargo, un grupo puede entenderse también
    como "la unión de dos o
    más personas entre las cuales ha habido interacción
    durante cierto tiempo, se ha
    creado un sentimiento de unidad y existen normas y metas
    comunes".

    Desde este punto de vista, las propiedades esenciales de
    un grupo resultan:

    Interacción. Necesariamente tiene que
    haber relaciones recíprocas durante cierto
    tiempo.

    Cohesión. Se desarrolla un sentimiento
    de pertenencia al grupo que refuerza los lazos de
    camaradería y distinguen a los miembros de aquellos que no
    lo son.

    Motivos y metas comunes. Las presunciones
    iniciales se implantan gradual y firmemente en la misión,
    metas, estructuras y
    métodos de
    trabajo del grupo.

    Normas de conducta. Regulada por reglas que son
    comunes a todos los miembros.

    Estructura. Jerarquía de
    responsabilidades que hace que unos asuman funciones de
    dirección y el resto se
    subordine.

    Edgar H. Schein en su libro relativo
    al liderazgo y la cultura empresarial, mantiene el elemento grupo
    como determinante y piedra clave en la evolución de la
    cultura en una organización:
    "Es necesario, en suma, comprender la formación de la
    cultura en los pequeños grupos para poder llegar a
    entender la manera en que se desarrolla la cultura en la empresa
    mayor a través de las subculturas de los pequeños
    grupos y la interacción de estos en el seno de la
    empresa."

    Sin embargo, A. S. Makárenko, el gran educador
    soviético, con sus estudios de grupos estudiantiles
    sentó las pautas para que en el campo psicológico
    cobrara relieve el
    papel del colectivo como forma cualitativamente superior de
    desarrollo del grupo.

    "La colectividad (o colectivo) no es
    solamente un grupo de individuos en interacción… es un
    complejo de individuos que tienen un fin determinado,
    están organizados y poseen organismos
    colectivos."

    El colectivo se caracteriza por "poseer objetivos
    valiosos desde el punto de vista social y porque sus miembros,
    conscientes del valor de
    estos, contribuyen como una unidad a la realización de los
    mismos".

    Es, además, una organización
    armónica, en la que los dirigentes cuentan con el respaldo
    moral y
    afectivo de los miembros, pues representan de manera bastante
    fiel los ideales de la mayoría. Este es un rasgo
    distintivo con relación al grupo, pues en este
    último, aunque exista unidad, con frecuencia se encuentra
    que integrantes que no asumen cargos directivos tienen mayor
    ascendencia y respaldo que los que ocupan esta
    posición.

    En general, los criterios esenciales para distinguir a
    un colectivo de un grupo son:

    Enlace o relación orgánica con otras
    formas de comunidad.
    El
    colectivo, a diferencia del grupo, no puede funcionar aislado,
    pues la
    motivación social que posee implica la relación
    orgánica con otras formas de comunidad.

    Unidad. La unión cohesionadora se
    muestra con
    mayor intensidad y se basa en objetivos comunes de alto valor
    social.

    Posición de órganos de coordinación, comunicación y control en los
    que cada miembro posee alguna responsabilidad.
    Se organiza una
    jerarquía de responsabilidades donde cada miembro ocupa
    una posición y tiene cierto nivel de
    dirección.

    De ahí que la existencia de un colectivo,
    conviviendo con grupos o subgrupos en una organización, se
    avenga más con el objetivo y
    funcionamiento de esta que aquellos.

    Pese a ser conceptos diferentes e individuales, Schein
    no hace distinciones entre grupo y colectivo, los considera la
    misma cosa al referir: " El proceso
    de formación cultural es, en un sentido, idéntico
    al proceso de formación grupal, en cuanto que la misma
    esencia de la "colectividad" o la identidad del
    grupo- los esquemas comunes de pensamiento, creencias,
    sentimientos y valores que resultan de las experiencias
    compartidas y el aprendizaje
    común -, es lo que en última instancia denominamos
    "cultura" de ese grupo".

    "La colectividad- dice
    Makárenko- es
    un
    grupo de trabajadores
    libres, unidos por objetivos y acciones
    comunes, organizado y dotado de dirección, disciplina y
    responsabilidad " y continúa abordando el
    deber de cada cual de coordinar sus aspiraciones personales con
    los objetivos de la colectividad en su conjunto y del grupo en
    que se desenvuelve.

    Por tanto, lo dicho anteriormente puede resumirse en una
    definición de cultura organizacional, referida a un
    conjunto articulado de creencias, valores, pautas de
    comportamiento y medios, que
    comparten los componentes de un colectivo, provenientes de un
    modelo de
    presunciones básicas que hubo ejercido la suficiente
    influencia para que se consideren válidas y en
    consecuencia, sean enseñadas a los nuevos miembros como el
    modo correcto de percibir, pensar y sentir en su
    accionar.

    Entendamos como presunciones básicas las hipótesis iniciales apoyadas por un
    presentimiento o un valor, que llegan a ser gradualmente
    entendidas como realidades por los integrantes de la colectividad
    en cuestión.

    Funciones

    Ahora bien, ¿cuáles son las funciones de
    la cultura en una organización?.

    Trelles concluye que en la línea tradicional de
    las ciencias
    sociales, dada la visión pragmática y
    positivista de los primeros estudios, "la función de
    la cultura no puede ser otra que la de guiar el comportamiento
    hacia los modos de acción
    que convienen a la organización y a sus objetivos".
    Para Robbins (1991), la cultura en el seno de una
    organización debe definir los límites;
    transmitir un sentido de identidad a sus miembros; facilitar la
    creación de un compromiso personal con algo
    más amplio que los intereses egoístas del individuo e
    incrementar la estabilidad del sistema social, puesto que es el
    vínculo social que ayuda a mantener unida a la
    organización al proporcionar normas adecuadas de lo que
    deben hacer y decir los empleados.

    La siguiente tipología es brindada por Enrique
    Javier Díez Gutiérrez :

    Función epistemológica: La cultura
    funciona como un mecanismo epistemológico para estructurar
    el estudio de la organización como fenómeno social.
    Se convierte en una vía para la comprensión de la
    vida organizativa.

    Adaptativa: Para lograr una comprensión
    común sobre su problema de supervivencia vital, del que se
    deriva su más esencial sentido sobre su misión
    central o "razón de ser".

    Legitimadora: Justifica el sentido y valor de la
    organización. Refuerza la orientación y la
    finalidad de esta, confiriendo inteligibilidad y sentido al
    comportamiento y al trabajo de los miembros de la
    organización, proporcionándoles una base
    sólida para visualizar su propio comportamiento como algo
    inteligible y con sentido.

    Instrumental: Es el instrumento ideal para
    conseguir la gestión
    eficaz de una organización a través de una
    manipulación más sutil que las técnicas
    jerárquicas de las teorías
    de la racionalidad eficientista. Es posible reconvertirlo hacia
    una mayor eficiencia por
    implicación de los miembros de la organización a
    través de la negociación y el consenso sobre los
    objetivos, metas, medios e instrumentos a utilizar por la
    organización.

    Reguladora (controladora): La cultura se
    convierte en guía informal de comportamiento, lo que
    permitirá aminorar la ambigüedad en la conducta de
    los miembros de la organización al crear un entorno
    estable y predecible, indicándoles lo importante y
    cómo se hacen las cosas.

    Motivadora: Los valores
    compartidos generan cooperación, motivan al personal,
    facilitan el compromiso con metas relevantes, facilitan el
    compromiso con algo mayor que los intereses propios del
    individuo.

    Simbólica: Representación de la
    vida social de un grupo. Compendia, resume, y expresa los valores
    o ideales sociales y las creencias que comparten los miembros de
    la organización.

    Teniendo en cuenta los problemas adaptativos y de
    integración que afrontan los colectivos,
    Schein(1985.p.64-94) considera que la función cultural es
    solucionarlos, en pos de asegurar la adecuación y
    posterior supervivencia de la organización, y una vez
    adquirida, reducir la ansiedad inherente a cualquier
    situación nueva o inestable.

    Dentro de una organización las funciones de la
    cultura van cambiando conforme evoluciona la empresa; el
    siguiente cuadro recoge los tres principales períodos de
    desarrollo de las empresas y para
    cada uno de ellos los más importantes aspectos
    culturales:

    Estadio de crecimiento

    Función de la cultura

    Nacimiento y primeros años.

    La cultura deviene aptitud distintiva y fuente de
    identidad.

    Se considera el "aglutinante" que unifica a la
    empresa.

    La empresa se esfuerza por lograr una mayor
    integración y claridad.

    Fuerte énfasis en la socialización
    como evidencia del compromiso.

    Adolescencia de la empresa.

    Expansión de productos/ servicios.

    Expansión geográfica.

    Adquisiciones, consorcios.

    La integración cultural puede declinar a
    medida que se crean nuevas subculturas.

    La pérdida de metas clave, valores, y
    presunciones, puede provocar crisis
    de identidad.

    Se ofrece la oportunidad de encauzar la
    dirección de un cambio
    cultural.

    Madurez empresarial.

    Madurez o declinación de los productos/
    servicios.

    Aumento de la estabilidad interna y/ o
    estancamiento.

    Falta de motivación para el cambio.

    La cultura obliga a la innovación.

    La cultura preserva las glorias del pasado, por
    ello se valora como una fuente de autoestima, defensa.

    Tabla 1. Schein. p.267- 268.
    Condensado y adaptación del cuadro 5 "Estadios de
    crecimiento, funciones de la cultura y mecanismos de
    cambio".

    Elementos y
    componentes

    Existen, en general, dos posiciones respecto de los
    elementos culturales, que llamaremos holística y
    diferenciadora. El holos aúna todo lo adoptado por una
    sociedad o
    grupo humano (objetivo y subjetivo, material o inmaterial); el
    otro enfoque- al que nos adscribimos- diferencia sólo
    algunos elementos, considerando al resto productos o
    manifestaciones culturales.

    En la tradición intelectual de las ciencias
    sociales estos elementos son fundamentalmente cuatro, siguiendo
    al profesor
    español
    Antonio Lucas Marín:

    Las técnicas: el uso de instrumentos y los
    conocimientos objetivos de la realidad, el know how.

    El código
    simbólico
    : como elemento aparente más
    característico, plasmado en el
    lenguaje.

    Los modelos de la
    realidad
    : las ideas generales que dan explicación de
    la vida y de los modos de actuar.

    El mundo normativo: conjunto de creencias,
    valores, normas y sanciones.

    Otra catalogación de los atributos clave de la
    cultura organizacional es la de Kreps(1992):

    Valores: filosofía y creencias compartidas
    de la actividad de la organización, que ayudan a los
    miembros a interpretar la vida organizativa, y están
    frecuentemente plasmados en slogans.

    Héroes: miembros de la organización
    que mejor personifican los valores sobresalientes de la cultura.
    Su función es proporcionar modelos, estableciendo patrones
    de desempeño.

    Ritos y rituales: ceremonias que los miembros de
    la organización realizan para celebrar y reforzar los
    valores y héroes de la vida organizativa.

    Redes de trabajo de la comunicación
    cultural
    : canales informales de interacción que se
    usan para la indoctrinación de los miembros en la cultura
    de la organización.

    A estos, Freitas agrega los siguientes:

    Historias y Mitos:
    narrativas constantemente repetidas dentro de la
    organización teniendo como base eventos ocurridos
    realmente o no. Son considerados subproductos de los valores y
    actúan como cristalizadores de los mismos; son ejemplos
    concretos que contienen la filosofía
    organizacional.

    Tabúes: tienen como objetivo orientar el
    comportamiento delimitando las áreas prohibidas, dejando
    claro lo que no es permitido dentro de la
    organización.

    Comunicación: manifestación
    cultural dada mediante intercambios de información.

    Normas: Lineamientos, escritos o no, que fluyen a
    través de la organización determinando los
    comportamientos que son posibles y los que no lo son.

    En el año 2000, Mercedes Rolo, Vicepresidenta de
    la ACPP contempló como únicos componentes de la
    cultura organizacional los valores, la cultura en sí
    misma, y la misión y
    visión de la organización, que al ser
    interpretados y vividos por sus individuos, le dan
    características propias a la
    organización.

    Niveles de
    manifestación

    Horacio Andrade Rodríguez de San Miguel,
    (Trelles. p.161-164) considera más ventajosa la mencionada
    visión diferenciadora e introduce el término
    sistema cultural: "aquel que se
    integra por el conjunto de valores y creencias que comparten las
    personas que pertenecen a él, y por las múltiples
    formas en que se manifiestan dichos valores y creencias",
    modelo que permitiría considerar sistemas
    culturales a mayor variedad de agrupaciones humanas. La
    organización constituiría entonces, un sistema
    cultural que constaría de tres elementos primordiales:
    valores, creencias y manifestaciones.

    Aplicadas a la organización, las manifestaciones
    culturales, como expresiones o productos del sistema pueden
    clasificarse en :

    Conceptuales- simbólicas: incluyen la
    filosofía de la organización (misión,
    objetivos, prioridades, programas y
    estrategias
    básicas), recursos
    simbólicos y mitología.

    Conductuales: a ellas corresponden el lenguaje, el
    comportamiento no verbal, el ritual y las distintas formas de
    interacción en la organización.

    Estructurales: las integran las políticas,
    las normas, los procedimientos,
    el sistema de status interno, el liderazgo formal e informal
    visto como estructura de
    poder…

    Materiales: son los recursos materiales de
    la organización: la tecnología,
    instalaciones, mobiliario y equipos…

    Existe una interdependencia constante entre la cultura y
    sus manifestaciones: estas reflejan la cultura imperante al
    tiempo que la enriquecen. Cada organización
    valorará y enfatizará distintivamente los elementos
    culturales, hecho que, indudablemente, define y hace ecos de su
    cultura.

    Tipologías
    culturales

    Charles Handy(1978) plantea cuatro tipos de culturas
    organizacionales en dependencia de la importancia que para un
    sistema cultural tengan el poder, los roles, las tareas y las
    personas, y se vale de una apología con dioses
    mitológicos grecolatinos para designarlos:

    Cultura del poder: se dirige y controla por
    personas clave desde un centro de poder
    ejecutivo (Zeus).

    Cultura de los roles: se sustenta en una clara y
    detallada descripción de las

    responsabilidades de cada puesto de acción
    (Apolo).

    Cultura de tareas: se apoya en proyectos que
    realiza la organización; orientada a la obtención
    de resultados específicos en tiempos concretos
    (Atenea).

    Cultura de personas: basada en los integrantes de
    la organización (Dionisio).

    Es posible distinguir otras categorías de
    sistemas culturales de acuerdo con la forma en que se manifiestan
    en las estructuras de análisis:

    Fuertes o débiles, según la
    intensidad con que sus contenidos son compartidos, conocidos e
    impulsan la conducta cotidiana de los participantes. Cuanto
    más fuertes sean los rasgos culturales, no sólo
    determinarán los modos de conducta de sus participantes
    internos, sino que también impondrán rituales y
    procedimientos a los integrantes de otras organizaciones
    contextualmente relacionadas.

    Concentradas o fragmentadas, considerando la
    cantidad de unidades componentes de la organización, donde
    los sistemas culturales se alojan con más fuerte
    raigambre.

    Tendientes al cierre/ hacia la apertura,
    según la permeabilidad del sistema cultural a los cambios
    en entorno, es decir, si la incorporación de ideas y
    tecnologías es legítima o clandestina, facilitada o
    entorpecida.

    Autónomas o reflejas, considerando que sus
    pautas culturales sean producto de la
    singularidad ,o por el contrario, de la imitación de
    algún modelo externo. Así hay corporaciones que
    intentan consciente o inconsciente emular a otros que son
    exitosos en su mercado.

    Métodos de
    investigación cultural.

    Las premisas y presunciones culturales no pueden ser
    percibidas claramente, se encuentran a escala
    inconsciente e investigarlas consiste en llevarlas a la
    superficie de la conciencia.

    Fleury señala tres posturas diferentes frente a
    un estudio cultural. La empírica, que
    no parte de una realidad previa, como este caso, donde el trabajo se
    construye basado en los resultados obtenidos. A partir de la
    información colectada se formularán
    hipótesis y
    teorías. La antropológica, en
    la que el investigador va al campo con un referencial
    teórico ya elaborado, que se modifica y adapta a la
    realidad. La postura clínica también
    va al campo con un referencial teórico previo pero parte
    de una demanda de la
    organización.

    Métodos:

    Encontramos dos proposiciones efectuadas por Schein, una
    en 1984 y otra en 1985, más elaborada que la
    primera.

    La inicial:

    – Análisis del proceso de socialización de
    los nuevos miembros con entrevistas a
    los agentes socializadores.

    – Análisis de los incidentes críticos: con
    la elaboración de una biografía
    organizacional con base en documentos y
    entrevistas. Con este método se puede identificar los
    períodos de formación de la cultura. En cada
    incidente crítico se debe identificar lo que fue hecho,
    por qué fue hecho y los resultados.

    – Análisis de las creencias y valores de los
    fundadores o portadores de la cultura. Al entrevistar las
    personas claves debe hacerse una cronología
    histórica de la persona en la
    organización.

    Después de la colecta de información de
    los tres pasos anteriores se los debe discutir (dando atención especial a las anomalías y
    características sorprendentes) en conjunto con una persona
    integrante de la organización que esté interesada
    en la revelación de las premisas culturales.

    La proposición de 1985, en el quinto
    capítulo del libro La cultura empresarial y el
    liderazgo(2002), es descrita por el autor como una entrevista
    clínica interactiva realizada entre el investigador e
    informantes motivados, insertos en la cultura que será descifrada, dividiendo los
    supuestos básicos de cinco dimensiones:

    1- Relación de la organización con el
    ambiente
    externo.
    ¿Qué presunciones básicas posee
    la empresa sobre sí misma?

    2- Naturaleza de
    la realidad y de la verdad.
    ¿Qué presunciones
    básicas tiene la empresa sobre la realidad?.

    Se suman dos subdimensiones:

    2a- Naturaleza del tiempo. Relato de los mayores
    sistemas y procedimientos utilizados en la organización y
    el tiempo de repetición para cada ciclo.

    2b- Naturaleza del espacio. Schein sugiere se
    haga un grupo de discusión con el objetivo de exponer los
    usos del espacio como símbolo.

    3- La naturaleza del género
    humano.
    Identificación de los héroes y villanos
    de la organización, de las personas de suceso y las
    personas de fracaso, con la comparación de las historias
    contadas. Análisis del reclutamiento,
    selección y criterios de promoción.

    4- La naturaleza de la actividad humana.
    ¿
    Cuál se presume es la postura propia y natural
    de los humanos frente a su entorno? Identificación del
    conjunto de problemas enfrentados por la organización, en
    los cuales el problema era originario de fuerzas externas que
    actuaron como barreras o limitaciones en la actuación de
    la organización. Identificación de las estrategias
    para lidiar con estos problemas.

    5- La naturaleza de las relaciones
    humanas.
    Clima organizacional. Exámen de
    historias organizacionales sobre héroes y villanos, para
    descubrir como las personas relatan a otras de la
    organización.

    En cada premisa se debe encontrar el patrón
    básico subyacente, contrastando las informaciones con las
    reglas comportamentales vigentes, ya que las premisas culturales
    se traducen objetivamente en prácticas institucionales y
    comportamiento.

    Método de
    Fleury
    .

    La autora corrobora las aseveraciones de Schein,
    incrementando un aspecto político con la siguiente
    metodología:

    El histórico de las organizaciones.
    Reconstruir el histórico de la organización,
    situando la época en que fue fundada,
    relacionándolo con el momento histórico para que
    podamos comprender mejor sus metas y objetivos. El fundador ocupa
    un papel central en este momento por tener la concepción
    global sobre el proyecto futuro
    de la organización.

    La revisión de los incidentes críticos
    también son importantes en este momento pues en un momento
    de crisis muchos valores emergen con más
    facilidad.

    – El proceso de socialización de los nuevos
    miembros.
    Momento en que una persona de fuera es inmersa en
    la cultura organizacional y comienza a aprehenderla.

    – Las políticas de Recursos
    Humanos.
    Pueden revelar muchos elementos de la cultura
    pues determinan en gran medida quienes son las personas ideales
    para la organización, los sistemas de remuneración
    y de carrera.

    – El proceso de comunicación. Analizando
    el proceso de trabajo (en el ámbito tecnológico y
    también social) se puede detectar las relaciones de poder,
    además de las relaciones
    laborales en sí.

    Método de
    Freitas
    .

    Freitas (1991) afirma que la dificultad de llegar a un
    consenso en la definición de cultura propicia el
    desarrollo de diferentes metodologías, pues la
    investigación de la misma está directamente
    relacionada a lo que se considera como cultura. Considera una
    forma de fácil identificación de la cultura a
    través de la investigación de los elementos que la
    componen: valores, creencias y supuestos, rituales y ceremonias,
    historias y mitos, tabúes, héroes, normas y
    procesos de comunicación.

    Hace notar la importancia del órgano de recursos
    humanos como puerta de entrada de las personas para la
    organización al elaborar perfiles de candidatos de acuerdo
    con valores de la institución. Recomienda la observación del background de los
    fundadores, los eventos críticos pasados por la
    organización y las personas consideradas desviantes,
    así como la actuación de la organización
    para con estas personas.

    Freitas también cita el método de Deal y
    Kennedy,(1982) que sugieren se haga un análisis interno y
    otro externo de la organización. Este último
    consiste en analizar su ambiente físico, verificar lo que
    la empresa habla de sí a través de revistas,
    informes,
    etc.; observación del uso del tiempo dentro de la
    organización así como lo que se dice sobre este
    uso; una rápida conversación con recepcionistas
    para ver como la empresa recibe a los no conocidos, el tipo de
    personas que trabajan en ella, cómo es un día de
    trabajo, cómo las cosas son hechas, etc. Para analizar los
    aspectos internos los autores sugieren se entienda el sistema de
    progresión de carrera, verificación del tiempo
    medio en que las personas quedan en un cargo, observación
    de los contenidos de discursos y
    memorándums, observación y análisis de las
    anécdotas e historias.

    Por último, Freitas cita a Paul Shrivastva
    (1983), quien sugiere el análisis de los mitos y sagas;
    sistemas de lenguaje y metáforas, simbolismo, ceremonias,
    rituales, y el sistema de valores y normas de
    comportamiento.

    Como bien dice Schein, no se ha hallado un método
    apropiado y rápido para identificar el paradigma
    cultural de un sistema. Afirma que el único enfoque
    seguro es la
    triangulación: confrontar cada porción de
    información obtenida con otras, hasta lograr que un
    esquema se revele por sí mismo. Por estas razones, resulta
    más viable el método Freitas, haciendo
    énfasis en los aspectos culturales a los que la
    organización confiere más importancia, y por
    supuesto, aquellos que se obvien y resulten causantes de
    anomalías organizativas.

    Por

    Ingrids Rodríguez Guerra

    Licenciada en Comunicación
    Social de la Universidad de La
    Habana, Cuba.

    Especialista de Comunicación del Centro de
    Gestión y Desarrollo de la Energía
    (CUBAENERGIA).

    Trabajo realizado en octubre del 2004.

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