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Maltrato infantil




Enviado por escuela37



    1. Declaración De los
      Derechos del Niño
    2. Principios
    3. Concepto de
      niñez
    4. Maltrato
      infantil
    5. Maltrato infantil: tipos,
      clasificación, modo de detectarlo, intervención
      de la escuela

    Declaración de los Derechos del
    Niño

    Proclamada por la Asamblea General en su
    resolución 1386 (XIV), de 20 de noviembre
    de 1959

    PREAMBULO

    Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas
    han reafirmado en la Carta su fe en
    los derechos fundamentales del hombre y en la
    dignidad y el
    valor de la
    persona
    humana, y su determinación de promover el progreso social
    y elevar el nivel de vida dentro de un concepto
    más amplio de la libertad,

    Considerando que las Naciones Unidas han proclamado en
    la Declaración Universal de Derechos Humanos
    que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados
    en ella, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
    opinión política o de
    cualquiera otra índole, origen nacional o social,
    posición económica, nacimiento o cualquier otra
    condición,

    Considerando que el niño, por su falta de madurez
    física y
    mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso
    la debida protección legal, tanto antes como
    después del nacimiento,

    Considerando que la necesidad de esa protección
    especial ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra de
    1924 sobre los Derechos del Niño y reconocida en la
    Declaración Universal de Derechos Humanos y en los
    convenios constitutivos de los organismos especializados y de las
    organizaciones
    internacionales que se interesan en el bienestar del
    niño,

    Considerando que la humanidad debe al niño lo
    mejor que puede darle,

    La Asamblea
    General,

    Proclama la presente Declaración de los Derechos
    del Niño a fin de que éste pueda tener una infancia feliz
    y gozar, en su propio bien y en bien de la sociedad, de
    los derechos y libertades que en ella se enuncian e insta a los
    padres, a los hombres y mujeres individualmente y a las
    organizaciones particulares, autoridades locales y gobiernos
    nacionales a que reconozcan esos derechos y luchen por su
    observancia con medidas legislativas y de otra índole
    adoptadas progresivamente en conformidad con los siguientes
    principios:

    Principio 1

    El niño disfrutará de todos los derechos
    enunciados en esta Declaración. Estos derechos
    serán reconocidos a todos los niños
    sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color,
    sexo, idioma, religión, opiniones
    políticas o de otra índole, origen
    nacional o social, posición económica, nacimiento u
    otra condición, ya sea del propio niño o de su
    familia.

    Principio 2

    El niño gozará de una protección
    especial y dispondrá de oportunidades y servicios,
    dispensado todo ello por la ley y por otros
    medios, para
    que pueda desarrollarse física, mental, moral,
    espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así
    como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este
    fin, la consideración fundamental a que se atenderá
    será el interés
    superior del niño.

    Principio 3

    El niño tiene derecho desde su nacimiento a un
    nombre y a una nacionalidad.

    Principio 4

    El niño debe gozar de los beneficios de la
    seguridad social.
    Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin
    deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre,
    cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El
    niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación,
    vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

    Principio 5

    El niño física o mentalmente impedido o
    que sufra algún impedimento social debe recibir el
    tratamiento, la educación y el
    cuidado especiales que requiere su caso particular.

    Principio 6

    El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de
    su personalidad,
    necesita amor y
    comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer
    al amparo y bajo la
    responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en
    un ambiente de
    afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias
    excepcionales, no deberá separarse al niño de corta
    edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas
    tendrán la obligación de cuidar especialmente a los
    niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de
    subsistencia. Para el mantenimiento
    de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios
    estatales o de otra índole.

    Principio 7

    El niño tiene derecho a recibir educación, que
    será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas
    elementales. Se le dará una educación que favorezca
    su cultura
    general y le permita, en condiciones de igualdad de
    oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual,
    su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un
    miembro útil de la sociedad.

    El interés superior del niño debe ser el
    principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su
    educación y orientación; dicha responsabilidad
    incumbe, en primer término, a sus padres.

    El niño debe disfrutar plenamente de juegos y
    recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines
    perseguidos por la educación; la sociedad y las
    autoridades públicas se esforzarán por promover el
    goce de este derecho.

    Principio 8

    El niño debe, en todas las circunstancias,
    figurar entre los primeros que reciban protección y
    socorro.

    Principio 9

    El niño debe ser protegido contra toda forma de
    abandono, crueldad y explotación. No será objeto de
    ningún tipo de trata.

    No deberá permitirse al niño trabajar
    antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso
    se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a
    ocupación o empleo alguno
    que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su
    desarrollo físico, mental o moral.

    Principio 10

    El niño debe ser protegido contra las
    práticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de
    cualquier otra índole. Debe ser educado en un
    espíritu de comprensión, tolerancia,
    amistad entre los
    pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que
    debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de
    sus semejantes.

    Concepto de
    niñez

    La Guía del Mundo

    "La gran mayoría de los estados del Sur padece
    una creciente infantilización de su pobreza pero, por
    otro lado, la responsabilidad por esta desatención a la
    infancia es compartida por las instituciones
    financieras orientadas por las políticas definidas desde
    los grandes países del Norte."

    La palabra infante (infans) significa "el/la que no
    tiene voz
    ". De hecho, hasta comienzos del siglo XX, en muchas
    culturas, los niños, dada la incertidumbre de sus padres y
    la comunidad acerca
    de si habrían de sobrevivir, ni siquiera recibían
    nombre hasta los cinco años. Carentes de nombre, no
    podía constituirse como sujeto.

    Esta situación parecería haberse
    revertido, al menos a nivel discursivo, en el transcurso del
    siglo XX. Así, la Declaración de Ginebra de 1924
    sobre los Derechos del
    Niño estipuló la necesidad de proporcionar a
    los menores una protección especial. La Asamblea General
    de la ONU, el 20 de
    noviembre de 1959, reconoció esta declaración
    dentro de la más amplia Declaración Universal de
    Derechos Humanos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
    Políticos, en el Pacto Internacional de Derechos
    Económicos, Sociales y Culturales y en los estatutos e
    instrumentos pertinentes de los organismos especializados y de
    las organizaciones internacionales interesadas en el bienestar
    del niño. Finalmente, en 1989, casi todos los
    países del mundo firmaron y reconocieron el primer
    instrumento internacional jurídicamente vinculante que
    incorpora la gama entera de derechos humanos, los civiles, los
    políticos, así como los económicos, sociales
    y culturales: la Convención para los Derechos de la
    Infancia.

    Sin duda, una transformación a nivel declarativo
    implica una modificación, al menos en el nivel
    simbólico, de la realidad. Se puede afirmar que reconocer
    un mal es el primer paso para intentar la cura y que afirmar un
    derecho también es un escalón imprescindible para
    que éste entre en vigencia. Sin embargo, en
    términos reales, son los niños del mundo quienes
    más sufren flagelos como el hambre, los desplazamientos,
    la esclavitud y la
    explotación. Si ya la Declaración de los Derechos
    del Niño establecía que "el niño, por su
    falta de madurez física y mental, necesita
    protección y cuidado especiales, incluso la debida
    protección legal, tanto antes como después del
    nacimiento
    ", lo cierto es que, hoy día, cientos de
    millones de niños padecen todo tipo de violaciones a sus
    derechos.

    Las guerras y los
    niños

    Según un informe de
    Naciones Unidas, dos millones de infantes murieron desde
    entonces, y otros seis millones resultaron seriamente heridos o
    permanentemente discapacitados.

    Trabajo, esclavitud y prostitución.

    Por lo menos un millón de niños son
    forzados a la prostitución en el planeta. Las dos terceras
    partes de ellos en Asia y el resto
    en América
    Latina y en Europa. Esta
    cifra, contundente de por sí, se vuelve irrisoria si se la
    compara con los 400 millones de niños que son forzados a
    trabajar, en forma completa o parcial.
    Según la
    Organización Internacional del Trabajo (OIT),
    en Asia más de 120 millones de niños entre 5 y 14
    años trabajan una jornada completa y 250 millones
    más lo hacen durante en tiempo
    parcial.

    De los 400 millones de niños trabajadores, el 61%
    de ellos se encuentra en Asia (mayoritariamente en el sur, donde
    trabajan principalmente en fábricas, minas, plantaciones y
    prostíbulos), el 32% en Africa y el 7% en
    América
    Latina. De los 400 millones de niños trabajadores, 250
    millones lo hacen en condiciones consideradas "de
    explotación".

    Según la OIT, en la actualidad, 128 millones de
    niños en edad de recibir enseñanza primaria no acceden a
    ningún tipo de educación. También en este
    aspecto se puede verificar cómo el aumento del trabajo
    infantil, resultado de la extrema pobreza, es consecuencia de
    las políticas impuestas por organismos financieros
    internacionales en sociedades que
    no logran distribuir la riqueza y cuyos gobiernos se dedicaron a
    privatizar aceleradamente todos los sectores, principalmente la
    educación. Privado del acceso a la escuela, un gran
    número de niños se ve obligado a trabajar para
    contribuir económicamente dentro del seno
    familiar.

    Los infantes y el futuro

    Como se desprende de lo hasta aquí expuesto, los
    "infantes" han tenido, durante el siglo XX, algunos voceros, es
    decir, instituciones que, hablando por ellos, han reclamado sus
    derechos. Sin embargo, en los hechos, un gran porcentaje de los
    niños del planeta dista mucho de ser sujeto de los
    más elementales derechos que les concedieran las distintas
    cartas
    institucionales.
    Carentes de educación, forzados a trabajar, estas
    privaciones de derechos elementales están marcando que, en
    el futuro próximo, los adultos de mañana
    estarán impedidos de alcanzar, en el seno de sus
    respectivas sociedades, la menor movilidad social. Desatendidos
    por sus gobiernos y sociedades, quedan marginados "para siempre",
    sobre todo en un tiempo en el que la competencia por
    la información se vuelve cada vez más
    exigente.

    En efecto, por un lado la gran mayoría de los
    estados del Sur padece una creciente infantilización de su
    pobreza pero, por otro lado, la responsabilidad por esta
    desatención a la infancia es compartida por las
    instituciones financieras orientadas por las políticas
    definidas desde los grandes países del Norte.
    En este sentido, tanto los países del Sur como los del
    Norte son cómplices de una contradicción con
    respecto a la infancia a nivel planetario. En la misma
    época que, a nivel discursivo, se adoptaron compromisos
    como la firma de la Convención, se aplicaron planes
    económicos nefastos para los niños del
    Sur.

    Maltrato
    infantil

    Ahora bien, antes de profundizar en el tema, es
    importante que señalemos que en relación al
    maltrato
    infantil existen ciertos mitos o
    creencias que se basan en la consideración de
    que:

    Los casos de maltrato infantil son escasos, no
    representan un problema grave.

    Esto es inexacto, se calcula que alrededor del 50% de
    las familias sufren algún tipo de violencia.

    El maltrato infantil se produce más
    frecuentemente en familias que atraviesan situaciones de
    pobreza.

    No es cierto, se da en todos los estratos sociales; lo
    que sucede es que en algunos hay más recursos para
    ocultarlos.

    Es mayor el número de casos en los cuales el
    agresor es el padrastro y/o madrastra, comparado con el
    número de casos en que el agresor es el padre y/o la madre
    biológicos.

    Los padres y/o madres que maltratan a sus hijos/as son
    personas que padecen cuadros psicológicos o
    psiquiátricos graves.

    Al respecto, se ha comprobado que es muy bajo el
    índice de problemas
    psico-patológicos; debería conceptualizarse como
    enfermedad social.

    No es posible la coexistencia del amor y del maltrato en
    una familia.

    La historia se repetirá,
    es decir que todo/a niño/a que haya sido víctima de
    maltrato, generará en el futuro actitudes
    maltratantes con sus hijos/as. Pero hay niños al que la
    bibliografía mundial
    denomina "resilentes" que poseen características que les
    permiten superar este obstáculo.

    El maltrato infantil se produce más
    frecuentemente en familias numerosas que conviven en espacios
    físicos de pequeñas dimensiones.

    La violencia es algo innato, no es así, es una
    conducta
    aprendida de modelos
    familiares y sociales y tomada como recurso para resolver
    situaciones.

    Los mitos y creencias acerca del maltrato infantil
    dificultan el avance en la resolución del problema, ya que
    su deconstrucción resulta una tarea compleja para la
    comunidad que los sostiene, haciéndose de esta manera
    más difícil la generación de acciones
    tendientes a modificar la situación de base. El maltrato
    infantil aún hoy sigue siendo un problema que se genera en
    el ámbito privado y que si bien ha pasado al ámbito
    público, no se han tomado las decisiones adecuadas para
    resolverlo.

    Por otro lado, también, existe una serie de
    limitaciones que influyen en la respuesta que el ámbito
    educativo puede brindar al problema del maltrato infantil, y que
    podrían salvarse teniendo en cuenta los siguientes
    aspectos:

    Se requiere una normativa más específica
    para el abordaje del problema del maltrato infantil, indicando
    claramente el papel que el sector escolar debe asumir.

    Dicha normativa debe incluir especialmente la cobertura
    de los aspectos relativos a la confidencialidad y el anonimato
    cuando la situación así lo requiera.

    Extender la formación y el entrenamiento
    específico de todas las personas que se desempeñan
    en las tareas educativas.

    Determinar las responsabilidades de cada persona:
    maestro o profesor,
    director, maestros especiales, equipo de apoyo
    escolar.

    Contar con instrumentos adecuados para el relevamiento
    de datos, protocolos para
    los informes,
    cuestionarios, entrevistas
    para una primera detección y diagnóstico.

    Orientar y apoyar a los docentes en
    situaciones tan críticas que llevan a no presentar los
    casos de malos tratos que detectan,

    como temor a enfrentar a padres agresivos o
    violentos;

    inseguridad con respecto al respaldo del sistema
    educativo;

    dudas en la realización de un diagnóstico
    adecuado;

    temor a implicaciones legales;

    desconocimiento de lo que ocurrirá cuando
    presente su informe, etc.

    Definición del maltrato
    infantil

    Es primordial determinar lo que entendemos por maltrato
    infantil; es así que lo podemos definir como "cualquier
    daño
    físico o psicológico producido de forma no
    accidental ocasionado por sus padres o cuidadores que ocurre como
    resultado de acciones físicas, sexuales o emocionales de
    acción
    u omisión y que amenazan el desarrollo normal tanto
    físico, psicológico y emocional del niño"
    (Martínez y De Paul, 1993).

    Definir y conceptuar la palabra maltrato es
    difícil
    , eso lo tenemos claro, y este es en parte,
    porque estamos tratando con conductas que caen dentro del
    complejo campo de las relaciones personales y las que se suponen
    deberían ser de afecto, respeto y
    bienestar (Infante, 1997). Porque, también, estamos
    hablando de diferentes clases de malos tratos, cada uno de los
    cuales es distinto de los demás y, a su vez, presenta
    características diferenciadas. Por ello, el maltrato puede
    abordarse desde diferentes perspectivas:

    Por su carácter y forma:

    Maltrato físico

    Maltrato emocional

    Por su expresión o comportamiento:

    Por acción (activo): cuando se lesiona al
    niño física, psíquica y/o
    sexualmente.

    Por omisión (pasivo): cuando se dejan de atender
    las necesidades básicas de los niños.

    Por el ámbito de ocurrencia:

    Familiar: se produce en el ámbito familiar
    (padre, madre, hermanos, familia extensa: tíos,
    abuelos…).

    Extrafamiliar: se produce por personas que no forman
    parten de la familia del
    niño, por determinadas instituciones o por la misma
    sociedad.

    Factores de riesgo

    PADRE/MADRE

    Problemas psicopatológicos, depresión,
    alcoholismo,
    drogodependencias.

    Falta de capacidad empática

    Poca tolerancia al estrés

    Estrategias de coping inadecuadas

    TRABAJO

    Desempleo

    falta de dinero

    autoestima

    estrés marital

    Insatisfacción laboral

    Tensión en el trabajo

    Crisis económica o energética

    Alta movilidad social

    Actitud hacia la violencia

    Actitud hacia el castigo físico en la
    educación

    Actitud hacia la infancia

    Actitud hacia la familia, la mujer, la
    paternidad, maternidad

    NIÑO

    Prematuro

    Bajo peso al nacer

    Poco responsivo, apático

    Temperamento difícil

    Hiperactivo

    INTERACCIÓN

    MADRE-PADRE-NIÑO

    Dasadaptada

    Ciclo ascendente de conflicto y
    agresión

    VECINDAD

    Aislamiento

    Falta de soporte social

    CONFLICTO MARITAL

    Desajuste en la relación

    Estrés permanente

    Violencia y agresión

    CLASE SOCIAL

    Nº de miembros en la familia

    Hijos no deseados

    Como podemos observar, Belsky, desde una perspectiva
    ecológica, propone que no nos podemos limitar a una sola
    causa del maltrato infantil, sino que debemos contemplar
    diferentes aspectos relacionados con el desarrollo del individuo en
    cuanto a su historia personal, su
    microsistema (características y relaciones familiares), su
    exosistema (trabajo, clase social y
    vecindad) y su macrosistema considerando las
    características culturales. Por consiguiente, la respuesta
    de abuso seria una consecuencia tanto de la propia historia de la
    infancia de los padres, como de los valores y
    prácticas de crianza infantil que caracterizan a la
    sociedad o subcultura en la cual el individuo, la familia y la
    comunidad se encuentran.

    A continuación, vamos
    a definir cada uno de los tipos de maltrato infantil
    señalados, aludiendo a las distintas
    formas que
    presentan, sus indicadores y
    a los posibles efectos que pueden producir en los
    niños:

    Maltrato físico: comprende los actos
    cometidos por padres o adultos cuidadores contra niños y
    niñas que les generan lesiones físicas temporales o
    permanentes; causados con diversos objetos (cinturones, cables de
    luz, palos,
    cigarrillos, diversas sustancias, etc.).

    Maltrato emocional: que implica las actitudes de
    indiferencia, insultos, ofensas, y/o desprecios, producidos por
    los padre o adultos cuidadores y que los/as dañan en su
    esfera emocional (generándoles sentimientos de
    desvalorización, baja autoestima e
    inseguridad
    personal).

    Abuso sexual: comprende las acciones
    recíprocas entre un niño/a y un adulto, en los que
    el niño/a está siendo usado para
    gratificación sexual del adulto y frente a las cuales no
    puede dar un consentimiento informado. Puede incluir desde la
    exposición de los genitales por parte del
    adulto hasta la violación del niño/a.

    Abandono físico: comprendido por aquellas
    situaciones de omisión producidas por los padres o adultos
    cuidadores y en las cuales no se dio respuesta a las necesidades
    básicas de niños y niñas
    (alimentación, vestimenta, higiene,
    protección, educación y cuidados sanitarios),
    siendo que se podía haber respondido.

    Abandono emocional: situaciones de omisión
    producidos por los padres o los adultos cuidadores que implican
    la no respuesta de los mismos a la satisfacción de las
    necesidades emocionales básicas de niños y
    niñas, habiéndose podido responder a las
    mismas.

    Maltrato prenatal: falta de cuidado, por
    acción u omisión, del cuerpo de la futura madre o
    el autosuministro de sustancias o drogas que, de
    una manera consciente o inconsciente, perjudican al feto del que
    es portadora.

    Explotación laboral: situación
    donde determinadas personas asignan al niño con
    carácter obligatorio la realización continuada de
    trabajos (domésticos o no) que exceden los límites de
    lo habitual, que deberían ser realizados por adultos, y
    que interfieren de manera clara en las actividades y necesidades
    sociales y/o escolares del niño, y que son asignados al
    niño con el objeto de obtener un beneficio
    económico.

    Mendicidad: actividades o acciones, llevada a
    cabo por un menor, consistente en demandas o pedir dinero en la
    vía pública (explotación de
    menores).

    Corrupción: conductas de los adultos que
    impiden la normal integración social del niño y que
    promueven pautas de conducta antisocial o desviada (como premiar
    al niño por robar, alentar el consumo de
    drogas y/o alcohol,
    etc.).

    Síndrome del bebé zarandeado: se
    produce por una violenta sacudida del cuerpo del lactante con el
    objeto de callar su llanto; se caracteriza por hemorragia
    retiniana, hemorragia cerebral: hemorragia subdural o
    subaracnoidea y ausencia de trauma craneal externo.

    Síndrome de Münchhausen por poderes:
    situaciones en el que el padre/ madre (principalmente) someten al
    niño a continuos ingresos y
    exámenes médicos, alegando síntomas
    físicos patológicos, ficticios o generados de forma
    activa por el padre /madre.

    Maltrato institucional: cualquier
    legislación, procedimiento,
    actuación u omisión procedente de los poderes
    públicos o bien derivados de la actuación
    individual del profesional que comporte abuso, negligencia,
    detrimento de la salud, la seguridad, el estado
    emocional, el bienestar físico, la correcta
    maduración o que viole los derechos básicos del
    niño. En realidad, los protagonistas de este maltrato son
    las personas responsables de la atención,
    protección y educación del niño, así
    como los responsables de los diferentes políticas
    aplicables a la infancia.

    Signos para sospechar maltrato infantil

    EN EL NIÑO/A:

    Muestra repentinos cambios en el comportamiento o en su
    rendimiento habitual.

    Presenta problemas físicos o médicos que
    no reciben atención de sus padres.

    Muestra problemas de aprendizaje que
    no pueden atribuirse a causas físicas o
    neurológicas.

    Siempre esta "expectante", como preparado para que algo
    malo ocurra.

    Se evidencia que falta supervisión de los adultos.

    Es sumamente hiperactivo o por el contrario
    excesivamente responsable.

    Llega temprano al colegio y se va tarde o no quiere irse
    a su casa.

    Falta en forma reiterada a la escuela.

    EN LA FAMILIA:

    Dan muestras de no preocuparse por el hijo; raramente
    responden a los llamados de la escuela o al cuaderno de
    citaciones.

    Niegan que el niño tenga problemas, tanto en la
    escuela como en el hogar, o por el contrario maldicen al
    niño por su conducta.

    Por su propia voluntad autorizan a que la maestra emplee
    "mano dura" o incluso algún sacudón si su hijo se
    porta mal.

    Cuestionan todo lo que hace su hijo, se burlan o hablan
    mal de él ante los maestros.

    Demandan de su hijo un nivel de perfección
    académica o un rendimiento físico que es
    inalcanzable para el niño .

    EN LOS PADRES E HIJOS:

    Rara vez miran a la cara o tienen contacto físico
    con otra persona.

    Consideran que la relación con su hijo es
    totalmente negativa.

    Demuestran que casi nadie les cae bien.

    Tienen una actitud
    recíproca de permanente tensión.

    SIGNOS DE ABUSO FÍSICO

    Considere la posibilidad de maltrato físico en el
    niño cuando estén presentes:

    Quemaduras, mordeduras, fracturas, ojos morados, o
    dolores en el niño que aparecen bruscamente y no tienen
    una explicación convincente.

    Hematomas u otras marcas evidentes
    luego de haber faltado a clases.

    Parece temerle a sus padres y protesta o llora cuando es
    hora de dejar el colegio para ir a su casa.

    Le teme al acercamiento o contacto de otros
    mayores.

    Nos dice que le han pegado en su casa.

    Considere la posibilidad de abuso físico cuando
    los padres o tutores:

    Ante una lesión o traumatismo evidente en el
    niño/a no brindan una explicación convincente o se
    enojan ante la pregunta de lo ocurrido.

    Frecuentemente se refieren a su hijo/a como "un demonio"
    o en alguna otra manera despectiva.

    Es frecuente ver que tratan al niño/a con
    disciplina
    física muy dura.

    Sus padres tienen antecedentes de haber sido
    niños maltratados o abandonados.

    Existe el antecedente de que la madre a sido
    golpeada.

    Es frecuente que la madre del niño concurra con
    algún moretón.

    SIGNOS DE NEGLIGENCIA

    Considere la posibilidad de negligencia o abandono
    cuando el niño:

    Falta frecuentemente a la escuela.

    Pide o roba plata u otros objetos a compañeros de
    escuela.

    Tiene serios problemas dentales o visuales y no recibe
    tratamiento acorde.

    Es habitual que concurra a clases sucio, o con ropa
    inadecuada para la estación, sin que la condición
    de sus padres sea la de pobreza extrema.

    Hay antecedentes de alcoholismo o consumo de drogas en
    el niño o la familia.

    El niño/a comenta que frecuentemente se queda
    solo en casa o al cuidado de otro menor.

    Considere la posibilidad de negligencia o abandono
    cuando sus padres o mayores a cargo:

    Se muestran indiferentes a lo que los docentes dicen del
    niño/a.

    Su comportamiento en relación al niño/a o
    la institución es irracional.

    Padecen de alcoholismo u otra dependencia.

    Tienen una situación socio económica que
    no explica el descuido en la higiene, el uso de vestimenta
    inadecuada para la estación, o la imposibilidad de
    solución de algunos de sus problemas de salud que presenta
    el niño/a.

    SIGNOS DE ABUSO
    SEXUAL

    Es necesario remarcar que el grado de afectación
    o impacto sobre la niña/o depende de varios factores como
    quien perpetró el abuso, la cronicidad del hecho, la
    utilización de fuerza,
    la
    personalidad particular de la niña/o abusada/o, su
    edad o sexo, etc. Es por ello que la niña/o abusada/o
    puede responder de variadas formas. Teniendo en cuenta ello,
    considere la posibilidad de abuso sexual cuando el
    niño/a:

    Tiene dificultades para sentarse o caminar.

    Repentinamente no quiere hacer ejercicios
    físicos.

    Demuestra comportamientos o conocimientos sexuales
    inusuales o sofisticados para la edad.

    Tiene o simula tener actividad sexual con otros
    compañeros menores o de la misma edad.

    Queda embarazada o contrae enfermedades de
    transmisión sexual antes de los 14 años.

    Hay antecedentes de haber huido de la casa.

    Dice que fue objeto de abuso sexual por parte de
    parientes o personas a su cuidado.

    Considere la posibilidad de abuso sexual cuando los
    padres o tutores:

    Son extremadamente protectores del
    niño/a.

    Limitan al extremo el contacto de su hijo/a con otros
    niños, en especial si son del sexo opuesto.

    Ninguno de estos signos por si
    solo demuestra o prueba que el maltrato físico esta
    presente en la casa de este niño. Alguno de estos signos
    suelen hallarse en algún momento, en algún
    niño o familiar. Cuando los mismos aparecen en forma
    repetida o se combinan entre sí, es necesario que el
    docente considere la posibilidad que este niño este
    sufriendo algún tipo de maltrato e intente algún
    acercamiento más intimo con él y su
    situación.

    SIGNOS DE MALTRATO EMOCIONAL

    Considere la posibilidad de maltrato emocional cuando el
    niño/a:

    Muestra comportamientos extremos, algunas veces una
    conducta que requiere llamados de atención y otras
    pasividad extrema.

    Asume tanto roles o actitudes de "adulto", como por
    ejemplo cuidar de otros niños, como otras demasiado
    infantiles para su edad.

    Muestra un desarrollo físico o emocional
    retrasado.

    Ha tenido intentos de suicidio.

    Considere la posibilidad de maltrato emocional cuando
    sus padres o tutores:

    Constantemente menosprecian, o culpan al
    niño/a.

    No les importa lo que pasa o les dicen los maestros
    acerca del niño, o se niegan a considerar la ayuda que le
    ofrecen para superar los problemas del niño en la
    escuela.

    Abiertamente rechazan al niño/a.

    Consecuencias del maltrato infantil

    Cuando una persona fue maltratada durante la infancia,
    en su vida de adulto persisten las consecuencias de esos malos
    tratos. Entre los efectos de las experiencias vividas se incluyen
    normalmente algunos de los siguientes:

    Baja autoestima.

    Acciones violentas o destructivas.

    Consumo excesivo de drogas o alcohol.

    Matrimonios conflictivos.

    Problemas en la crianza de sus hijos.

    Problemas en el
    trabajo.

    Pensamientos de suicidio.

    Desarreglos alimentarios.

    Problemas sexuales.

    Problemas de sueños.

    Depresión.

    Ansiedad generalizada.

    Muchos de los adultos que se enfrentan a estos problemas
    no saben que la causa de estos puede ser el trato que sufrieron
    en la infancia. Algunos han quedado bloqueados y no recuerdan las
    situaciones de malos tratos, otros sí la recuerdan pero,
    sin embargo, no admiten su existencia ni las consecuencias que
    tienen todavía en sus vidas.

    INTERVENCIÓN

    "A la pregunta de mis estudiantes: ¿por
    qué se produce el maltrato?, la respuesta que suelo dar es por
    la incapacidad de comunicarse adecuadamente. En nuestra sociedad
    se "habla a golpes", en vez de conversar y entender las
    necesidades, capacidades y potencialidades de los
    otros".

    La escuela, por el rol fundamental e indelegable que
    desempeña en la vida infantil, es el lugar privilegiado
    para promover la defensa y la vigencia de los derechos de la
    infancia, como así también para detectar su posible
    vulneración . El papel de la escuela en relación
    con la detección del maltrato infantil se considera
    fundamental ya que podría permitir un abordaje precoz que
    favoreciera una evaluación
    de la situación y de los daños que ella implica,
    posibilitando un trabajo que podría modificar la
    situación del maltrato.

    Silvia Salomone

    Maestra de Educación Común.

    Florida – Uruguay

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