La escuela
contemporánea tiene ante sí un inmenso
desafío, hoy no se aboga, como antaño, por exigir
al alumno que se adecue a las demandas de una enseñanza
homogénea y preconcebida por los encargados de su
conducción.
Por el contrario, de lo que se trata es de lograr que
sean la escuela y el sistema escolar
quienes se adapten a las particularidades de los alumnos, para
satisfacer a plenitud sus disímiles necesidades en
términos educativos y proporcionar a cada cual el tipo de
ayuda específica que demande.
Labor que puede llevarse a cabo mediante una
intervención psicoeducativa que no es más que el
sistema de influencias pedagógicas que incluye la
transmisión de información y la aplicación de
diversos procedimientos,
destinados a ayudar a los maestros, padres y en especial a los
propios niños
de la comunidad
escolar, a potenciar sus recursos y
estimular el desarrollo
personal e institucional.
Pero para esto no se puede dejar de tomar en cuenta
el aprendizaje
como un proceso de construcción y reconstrucción por
parte del sujeto que aprende, de conocimientos, formas de
comportamiento, actitudes,
valores,
afectos y sus formas de expresión que se producen en
condiciones de interacción social en un medio socio
histórico concreto, y
que conducen al sujeto a su desarrollo
personal y al
intercambio.
Para comprender el aprendizaje
debemos tener como centro de atención a un sujeto activo, conciente e
integralmente concebido como una personalidad
orientada hacia un objetivo. El
alumno, en interacción con otros sujetos, sin descartar la
posibilidad de un aprendizaje inconsciente, logra aprender a
través de las acciones que
se pr oducen en su relación con el objeto mediante la
utilización de diversos medios:
instrumentos y signos.
Creemos que el acto de aprender incorpora o construye no
solo conocimientos y habilidades como es tradicional sino
también los restantes aspectos de la
personalidad como las actitudes y valores
humanos; e incluye las situaciones de aprendizaje que se
producen en el micro medio del estudiante y aquellas que
provienen del contexto sociocultural.
El resultado principal del aprendizaje lo constituyen
las transformaciones dentro del sujeto, es decir, las
modificaciones físicas y psíquicas del propio
estudiante mientras que las transformaciones en el objeto de la
actividad (texto,
problema etc.), sirven como medio para alcanzar el objetivo de
aprendizaje y para controlar y evaluar el proceso.
El aprendizaje se da en la interrelación con
distintos tipos de actividad humana: el juego,
el trabajo,
estudio e incluso puede surgir como resultado de la actividad
psíquica interna, lo que es entendido como
autoaprendizaje.
Nos parece importante que se comprenda este proceso en
términos de aprendizaje
significativo, donde la información debe ser adquirida
en forma sustancial (lo esencial) y no arbitraria (relacionada
con el
conocimiento que posee el alumno).Que el material a aprender
posea significatividad lógica
o potencial para el mismo y que exista disponibilidad o
intención del alumno para aprender.
Por otro lado, a partir de la teoría
de los esquemas, también se ha propuesto una
explicación del aprendizaje con similitudes y diferencias
a la antes descrita.
Para Rumelhart y colaboradores, el aprendizaje es un
proceso analógico donde intervienen los esquemas que posee
el sujeto utilizándolos como modelos de la
situación o de la información a aprender, hasta que
el ajuste (esquemas-situación a aprender) sea alcanzado.
Según estos autores pueden distinguirse tres tipos de
aprendizaje:
1. Por crecimiento, donde simplemente se acumula nueva
información a los esquemas preexistentes (se rellenan
las variables de
los esquemas)
2. Por ajuste, cuando los esquemas resultan de mayor
nivel de inclusividad o de especificidad respecto a la
información a ser aprendida provocándose
modificaciones parciales en los mismos
3. Por reestructuración, cuando los esquemas
que posee el sujeto, están muy alejados
semánticamente de la nueva información,
provocándose reestructuraciones o formación de
nuevos esquemas, a partir de la interacción de esquemas
existentes-información nueva.
Finalmente señalaremos que de acuerdo con la
línea de investigación de estrategias
cognitivas, el aprendizaje de la información puede ser
entendido como producto del
uso efectivo de las estrategias cognitivas, meta-cognitivas y
autorregulatorias.
Las estrategias cognitivas son planes o cursos de
acción
que el sujeto realiza, utilizándolas como instrumentos
para optimizar el procesamiento de información: codificación, organización y recuperación de la
información. Estas estrategias a la vez suponen la
participación de otras más amplias denominadas
meta-cognitivas .que tienen que ver con los procesos
conscientes del alumno sobre qué es lo que sabe o no, sus
propios procesos cognitivos en función de
determinadas situaciones, tareas o problemas.
Estrategias asociadas a las dos primeras son las
autorregulatorias, que son estrategias más amplias las
cuales intervienen regulando todo el proceso de aprendizaje o de
solución del problema, desde la fase de planeación
(qué se desea alcanzar y cómo se va a hacer)
durante todo el proceso de adquisición o de acciones para
alcanzar la solución (monitoreo, chequeo continuo) hasta
la fase última de evaluación
(si se alcanzó la meta o no,
qué acciones hacer).
Podemos concluir que desde esta última
perspectiva, el aprendizaje, es entendido como un proceso
complejo de solución de problemas, donde el alumno debe
intervenir de forma activa y estratégicamente, coordinado
sus medios disponibles (estrategias) para alcanzar la
solución.
Básicamente nuestro trabajo se
referirá a los aportes ofrecidas por los paradigmas
Conductista, Cognitivista, Constructivista, Humanista y el
Socio-Cultural. Concretando como objetivo general:
- Explicar cómo transcurre el proceso de
enseñanza-aprendizaje con una concepción
multiparadigmática y científica del
mismo.
Resulta interesante la concepción que de
enseñanza, ha surgido dentro del paradigma
conductista, donde el proceso instruccional consiste
básicamente en el arreglo adecuado de las contingencias de
reforzamiento, con el fin de promover en forma eficiente el
aprendizaje del alumno. Desde esta, cualquier conducta
académica puede ser enseñada si se tiene una
programación instrucccional eficaz basada
en el análisis detallado de las respuestas de los
alumnos y en el cómo serán reforzadas.
El proceso de enseñanza-aprendizaje debe
orientarse a lograr el desarrollo de habilidades de aprendizaje y
no solo el enseñar conocimientos. El alumno debe
desarrollar una serie de habilidades y estrategias para
conducirse eficazmente ante cualquier tipo de situación de
aprendizaje. El énfasis ha de ser puesto en el alumno para
que se convierta en un aprendiz estratégico, que sepa
aprender y solucionar problemas.
Es muy importante la actividad espontánea del
niño y la enseñanza indirecta. La
utilización de métodos
activos y
centrados en la actividad y el interés de
los niños son criterios que aborda el paradigma
constructivista. Este paradigma da un apoyo teórico para
comprender las actividades espontáneas de los
niños, la actividad auto- iniciada, los tipos de
conocimientos y el cómo operar con ellos.
Las aplicaciones de la psicología humanista
a la
educación nacieron concomitantemente con el clima de protesta
sobre los currículo existentes en el sistema
educativo norteamericano, los cuales no tomaban en cuenta las
características de los estudiantes como personas y eran
escritos y aplicados en un tono deshumanizador.
La psicología humanista es fundamentalmente
clínica y aún en las aplicaciones a la educación, se dejan
ver ciertas reminiscencias de tipo clínico,
podríamos decir que hay un continuo entre el ámbito
clínico, donde los aspectos terapéuticos consisten
de alguna manera en una cierta reeducación y aprendizaje
en el ámbito educativo.
No existe una concepción de enseñanza
vigotskiana hasta el momento. Lo que sí ha de quedar
completamente claro es la importancia que tiene la
instrucción formal en el desarrollo de las funciones
psicológicas superiores. Que el desarrollo no es posible
sin la instrucción y se considera que la
instrucción reorganiza el desarrollo de las funciones
psicológicas a través de la ZDP y permite al mismo
tiempo la
aparición de los conceptos científicos.
La educación es uno de los recursos que emplea la
sociedad para
modificar y controlar la conducta humana,
además de transmitir sus valores y patrones culturales; en
las instituciones
escolares actuales se intenta que los alumnos se conviertan en
personas creativas respetando su propia
individualidad.
Las metas y objetivos de
la enseñanza no pueden ser enunciados en forma vaga, deben
ser prioritarios los relacionados con el aprender a aprender y el
enseñar a pensar. Los alumnos deben egresar de cualquier
nivel de enseñanza con una serie de habilidades como
procesadores
activos y efectivos de conocimientos.
La educación debe favorecer y potenciar el
desarrollo cognoscitivo del alumno, promoviendo su
autonomía moral e
intelectual. Su principal objetivo ha de ser el crear hombres
capaces de hacer cosas nuevas, no simplemente de repetir lo que
han hecho otras generaciones: hombres que sean creativos,
inventivos y descubridores. Las metas mayores de la
educación son:
- Ayudar a los alumnos a desarrollar la individualidad
de las personas. - Apoyar a los alumnos a que se reconozcan como seres
humanos únicos. - Asistir a los estudiantes a desarrollar sus
potencialidades.
Son estas las metas amplias y comunes a las distintas
propuestas y escritos humanistas; la forma en que pretendamos
lograrlas (técnicas)
difiere según la aproximación o tendencia
pedagógica con la que nos identifiquemos en cada
situación educativa.
En correspondencia con el paradigma histórico
cultural, la educación debe promover el desarrollo
sociocultural y cognoscitivo del alumno. Los procesos del
desarrollo no son autónomos de los procesos educacionales,
ambos están vinculados desde el primer día de vida
del niño en tanto que este es participante de un contexto
sociocultural y existen los "otros " (los padres, familiares,
amigos, los compañeros, la escuela) quienes
interactúan con él para transmitirles la cultura. El
concepto de
ZDP es crucial y entremezcla el desarrollo cognoscitivo y la
cultura, donde se producen conocimientos y las formas de
cómo enseñarlos, los cuales se van auto-generando
mutuamente.
Entendemos que el alumno no puede ser sujeto pasivo,
cuyo desempeño y aprendizaje escolar pueden ser
arreglados o determinados únicamente desde el exterior (la
situación instruccional, los métodos, los
contenidos.) siempre y cuando se realicen los ajustes ambientales
y curriculares necesarios. ¿Bastaría entonces con
programar adecuadamente los insumos educativos, para que el
aprendizaje de conductas académicas deseables sea
logrado?.
Es seguro un NO,
para la anterior interrogante, debemos comprender al alumno como
un sujeto activo procesador de
información, que posee una serie de esquemas, planes y
estrategias para aprender y solucionar problemas, los cuales a su
vez deben ser desarrollados. Consideramos que por muy restrictivo
que sea el contexto escolar el alumno nunca es un ente
pasivo.
El paradigma constructivista propone un alumno
constructor activo de su propio conocimiento.
Debe ser animado a conocer los eventos
físicos y descubrirlos, los
lógico-matemáticos y reconstruirlos, y los sociales
de tipo convencional para aprenderlos y los no convencionales
para apropiarlos y reconstruirlos por sus propios
medios.
Los alumnos son entes individuales completamente
únicos y diferentes de los demás y hemos de educar
con la seguridad de que
al finalizar la experiencia académica, su singularidad
como personas se ha respetado y potenciado sus capacidad de
desarrollo y la solución creativa de problemas.
Percibirlos como seres que participan cognitivamente en las
clases y como personas que poseen afectos, con vivencias
particulares.
A la vez deben ser vistos como un ente social,
protagonista y producto de las múltiples interacciones
sociales en que se ve involucrado a lo largo de su vida escolar y
extraescolar. Las funciones cognoscitivas superiores de hecho son
producto de estas interacciones sociales, con las cuales
además mantienen propiedades organizacionales en
común.
El alumno es en este sentido una persona que
internaliza (reconstruye) el conocimiento, el cual estuvo primero
en el plano interindividual y pasa posteriormente al plano
intraindividual. En este sentido el papel de la
interacción social con los otros (especialmente los que
saben más: expertos, maestros, padres, niños
mayores, iguales etc.) es considerado de importancia fundamental
para el desarrollo cognoscitivo y sociocultural de la
personalidad.
A su vez el trabajo del maestro consiste en desarrollar
una adecuada serie de arreglos contingenciales de reforzamiento
para enseñar. En esta aproximación el maestro debe
verse como ingeniero educacional y un administrador de
contingencias. El maestro debe manejar hábilmente los
recursos conductuales de este enfoque para lograr éxito
en los niveles de eficiencia de su
enseñanza y sobre todo en el aprendizaje de sus
alumnos.
El maestro debe partir de la idea de un alumno activo
que aprende significativamente, que aprende a aprender y a
pensar. Su papel en ese sentido se centra especialmente en
confeccionar y organizar experiencias didácticas que
logren estos fines. No da solo información, ni tiene un
papel protagónico el maestro es un promotor del desarrollo
y de la autonomía de los educandos. Debe conocer a
profundidad los problemas y características del
aprendizaje operatorio de los alumnos y las etapas y estadios del
desarrollo cognitivo general.
Su papel fundamental consiste en promover una atmósfera de
reciprocidad, de respeto y auto
confianza para el niño, dando oportunidad para el
aprendizaje auto estructurante de los estudiantes principalmente
a través de la enseñanza indirecta y del
planteamiento de problemas y conflictos
cognitivos.
Nuestra intervención educativa debe partir
siempre de las potencialidades y necesidades individuales de los
alumnos y con ello crear y fomentar un clima social exitoso.
Debemos ser facilitadores de la capacidad potencial de
autorrealización de los alumnos y dirigir esfuerzos a que
las actividades de los alumnos sean autodirigidas fomentando el
autoaprendizaje y la creatividad.
En conclusión el profesor es un
experto que enseña en una situación esencialmente
interactiva, promoviendo Zonas de desarrollo
próximo-potencial. Su participación en el proceso
instruccional para la enseñanza de algún contenido
(conocimientos, habilidades, procesos) en un inicio debe ser
principalmente "directiva" creando un sistema de apoyo, lo que J.
Bruner ha denominado "andamiaje" por donde transitan los alumnos
y posteriormente con los avances del alumno en la
adquisición o internalización del contenido se va
reduciendo su participación al nivel de un simple
"espectador empático". Para crear y negociar ZDP, el
maestro debe ser un experto en el dominio de la
tarea y ser sensible a los avances progresivos que el alumno va
realizando.
Los conductistas han definido al Aprendizaje como un
cambio estable
en la conducta, cambio en la probabilidad de
la respuesta. Cualquier conducta puede ser aprendida, ya que se
considera que la influencia del nivel de desarrollo
psicológicos y de las diferencias individuales es
mínima.
Se han descrito dos tipos generales de aprendizaje en el
aula: el memorístico y el significativo. El aprendizaje
significativo el cual hemos defendido, consiste en la
adquisición de la información en forma
sustancial(lo esencial semánticamente) y su
incorporación dentro de la estructura
cognoscitiva no es arbitraria ,sino relacionando dicha
información con el conocimiento previo.
Existe otra clasificación de aprendizajes: el
aprendizaje en sentido amplio (desarrollado) y el aprendizaje en
sentido estricto: de datos y de
informaciones puntuales.
El ser humano tiene una capacidad innata para aprender,
si dicha capacidad no es obstaculizada el aprendizaje se
desarrollará oportunamente, y con la posibilidad que se
produzca en cada grupo humano.
Este aprendizaje llega a ser significativo cuando involucra a la
persona como totalidad (procesos afectivos y cognitivos) y se
desarrolla en forma vivencial o experiencial, lo que es lo mismo
a interpretar personológicamente los contenidos
enseñados por el profesor.
Otro elemento del aprendizaje significativo es que se
eliminen los contextos amenazantes. El buen aprendizaje es aquel
que precede al desarrollo. Entre el aprendizaje y el desarrollo
existe una relación dialéctica (unidad de
contrarios). La instrucción o enseñanza
adecuadamente organizada, puede crear ZDP. Dos procesos son
revalorados desde la óptica
de la ZDP ellos son la conducta de imitación (necesaria
para el proceso del traspaso de competencia del
experto al novato) y el uso del discurso
lingüístico (preguntas, demandas, peticiones,
apoyos., explicaciones, etc.)
La evaluación del proceso de
enseñanza-aprendizaje debe realizarse antes, durante y al
final del programa. No se
evaluarán contenidos memorísticos, puede ser a
través de la elaboración de mapas
conceptuales y el uso de estrategias cognitivas mediante
cuestionarios, tareas y evaluación de productos
finales.
Una opción válida para no quedar centrados
en los elementos externos es la auto evaluación. Son los
alumnos los que están en una posición más
adecuada para determinar en qué condiciones de aprendizaje
se encuentran después de haber finalizado un curso. Rogers
destaca dos criterios que los alumnos toman en cuenta cuando se
autoevalúan:
A. Criterios significativos desde el punto de vista
personal:
-grado de satisfacción con el trabajo que obtuvo
de sí mismo.
–evolución intelectual y
personal.
-compromiso personal con el curso. El curso me
estimuló a seguir estudiando un tema…
B. Criterios impuestos desde
afuera o asumidos en el pasado:
-grado de profundidad con que se leyeron los materiales.
-dedicación puesta en todas las clases, trabajos,
lecturas.
La evaluación no solo debe dirigirse a los
productos del nivel de desarrollo real de los niños, que
reflejan los ciclos evolutivos ya completados como lo hacen los
test
psicométricos comunes y las pruebas de
rendimiento escolar.
En este sentido debe hablarse de una evaluación
dinámica, de un concepto radicalmente
distinto al esquema tradicional estático de
relación entre examinador y examinado, de fuertes
connotaciones empiristas.
Se realiza la evaluación a través de la
interacción continua entre el examinador y el examinado,
prestando ciertas ayudas, previamente analizadas y que son de
distintos niveles, según el nivel de desempeño de
cada examinado . El fin de la evaluación dinámica
consiste en diagnosticar el potencial de las ZDP.
El modelo de
Investigación en Acción interpreta el proceso de
enseñanza-aprendizaje como una actividad de
investigación e innovación. Se producen los conocimientos y
simultáneamente se modifica la realidad o lo que es
investigar en la acción.
El profesor es investigador educativo, participante
activo que aprende durante el proceso de enseñanza, lo que
requiere de una sólida formación científica
y pedagógica que genere debates abiertos y críticos
en sus alumnos.
Como profesores debemos problematizar los contenidos,
objetivos y métodos, estimular el uso de métodos
activos como la resolución de problemas, la
experimentación, el trabajo en grupo, provocar la
reflexión y la postura crítica
de problemas, situaciones y hechos que estimulen la investigación educativa como fuente
esencial para el desarrollo
humano y social.
La orientación del proceso de enseñanza
aprendizaje debe ser, sin duda, hacia el logro del desarrollo de
habilidades de aprendizaje y no solo a enseñar
conocimientos.
Se reconoce en la educación uno de los recursos
que emplea la sociedad para modificar y controlar la conducta
humana, a través de metas y objetivos que no pueden ser
enunciados en forma vaga, sino priorizando los relacionados con
el aprender a aprender y el enseñar a pensar; promoviendo
el desarrollo sociocultural y cognoscitivo del alumno.
Asumiremos un alumno constructor activo de su propio
conocimiento con la seguridad de que se ha respetado y potenciado
su capacidad de desarrollo, vistos como un ente social,
protagonista y producto de las múltiples interacciones
sociales.
Una intervención educativa, entonces, debe partir
siempre de las potencialidades y necesidades individuales de los
alumnos y con ello crear y fomentar un clima social exitoso donde
el profesor es un experto que enseña en una
situación esencialmente interactiva, promoviendo Zonas de
desarrollo próximo-potencial.
Aprovecharemos la capacidad del sujeto para aprender
significativamente, lo que llevara en una relación
dialéctica al desarrollo. Valorando estos dos procesos
desde la óptica de las zonas de desarrollo
próximas.
Debemos problematizar los elementos del proceso docente
educativo para provocar la reflexión y la postura
crítica de problemas, situaciones y hechos que estimulen
la investigación educativa como fuente esencial para el
desarrollo humano y social.
- Bello Dávila, Z. Y Casales Fernández,
J.C. (2002) Psicología General. Editorial Félix
Varela. La Habana. Cuba. - Bozhovich, L. I. (1981). La Personalidad y su
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Psicología Educativa. Selección de lecturas. Editorial
"Félix Varela". La Habana. Cuba. - Frawley, William (1999). Vygotsky y la ciencia
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Social. Editorial de Ciencias
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Educación. La Habana. Cuba. - Papalia, D.E. y Wendkos; S.O. (1997) Desarrollo
humano. Con aportaciones para Iberoamérica.
6ta Edición. McGraw-Hill Interamericana S.A.
Santa Fé de Bogotá. Colombia.
Lic. Mabel Ramírez
González
Licenciada en Psicología. Profesora de
Psicología en Facultad de Humanidades, Centro
Universitario "José Martí"
de Sancti-Spíritus.
Dra. Iralys Benítez
Guzmán
Doctora en Medicina,
Especialista de 1er grado en Bioestadística. Profesora de
Informática Médica en Facultad de
Ciencias
Médicas "Faustino Pérez" de
Sancti-Spíritus.
Lic. Roberto Caruncho Cubas
Licenciado en Contabilidad y
Finanzas.
Profesor de Teoría Financiera en Facultad de Contabilidad,
Centro Universitario "José Martí"
de Sancti-Spíritus.
Lic. Jorge Luis Bequer
Hernández
Licenciado en Matemática
y Computación. Profesor de Computación
en Facultad de Humanidades, Centro Universitario "José
Martí" de Sancti-Spíritus.
NOVIEMBRE 2004