La industria
avícola juega un importante papel en la conversión
de granos y otros productos en
huevos y carne; Constituye, por tanto, una importante fuente para
satisfacer fundamentalmente la demanda de
proteínas de una población que crece aceleradamente. Cerca
del 10% de los ingresos
provenientes de las explotaciones pecuarias en el mundo,
corresponden a la Avicultura.
La Avicultura actual se basa en la explotación de
híbridos comerciales especializados en la
producción de huevos (gallinas ponedoras de elevada
capacidad) o en la producción de carne (pollos de ceba o
broilers de gran velocidad de
crecimiento). Tanto unos como otros se caracterizan por realizar
una eficiente utilización del alimento, aspecto
éste muy importante por constituir los gastos en la
alimentación la mayor parte de los costos en las
explotaciones pecuarias.
Las instalaciones pecuarias para la explotación
aviar no se limitan a las necesidades para estas dos
categorías, sino que son imprescindibles otros centros
donde crían los reproductores y los reemplazos de los
mismos, centros genéticos y de pie de cría
también es necesario para el normal funcionamiento de la
industria: almacenes,
frigoríficos, medios de
transporte
adecuados, laboratorios de diversa índole, mataderos,
plantas de
incubación, etc. que brindan ocupación a un gran
número de trabajadores, facilitando empleos que pueden
ocuparse por mujeres.
Además de suministrar carne y huevos a la
población, que es un objetivo
principal, la industria avícola permite el empleo de las
plumas y la sangre en la
fabricación de harinas. Los restos no comestibles
también pueden ser utilizados previo procesamiento en la
alimentación animal. La gallinaza puede ser empleada como
abono y en algunos países como la India, la
utilizan como combustible.(FAO 2000).
La producción de huevos en la actualidad, a nivel
mundial, y según datos de la FAO
(Organización para la Agricultura y
la Alimentación) de 1998, la producción de huevos
de gallina se sitúa en 48,5 millones de toneladas. Esta
producción da lugar a unos 867.000 millones de unidades
(considerando de media 56 gramos por unidad), es decir unos
72.250 millones de decena
Asia es la
región del mundo que mayor producción de huevos de
gallina presenta hoy en día. Una parte muy importante de
esta producción, aproximadamente el 65,4%, la aporta
China, que por
sí sola alcanza el 37,0% de la producción mundial,
situándola por ello como la gran productora de huevos de
gallina del mundo. El continente europeo es la segunda zona
productora de huevos. Su producción global es de unos 9,4
millones de toneladas. El conjunto de países de Europa no
pertenecientes a la Unión
Europea producen el 43,5% del total de este continente. La
Unión Europea presenta una gran regionalización en
esta producción ya que seis estados (Francia,
Alemania,
Italia, Reino
Unido, España y
Países Bajos) son responsables de casi el 85,0% del total
de todos los huevos de gallina producidos en ella. Las
diferencias entre el norte y sur se encuentran amortiguadas, pues
España e Italia, son grandes productoras tras Alemania y
Francia. Otra gran potencia
productora de huevos de gallina es norte-Centroamérica. Su
producción asciende a 6,9 millones de toneladas, de las
cuales 5 millones de toneladas (el 67,7%) las aporta
Estados
Los huevos, aparte de ser utilizados para el consumo de la
población, suelen emplearse en la producción de
vacunas, en la
elaboración de plásticos,
adhesivos, colorantes, etc.
Esta breve panorámica de los procesos que
conforman la industria avícola moderna, nos brinda una
ligera idea de su complejidad. En la última década,
esta industria se ha desarrollado vertiginosamente tanto
cuantitativa como cualitativamente. Hasta ahora, ni la
producción, ni el consumo han mantenido niveles
estáticos (Pérez, 1990) El aumento en el consumo ha
sido de un 115% con relación al inicio de los años
60 (consumo percápita de huevos aumento en 47% entre 1960
– 1987).
Actualmente se producen en el mundo 48.5 millones de
toneladas de huevos equivalentes a 867.000 millones de unidades
considerado 56 gramos por unidad es decir unos 72.250 millones de
docenas (FAO 1998) equivalente a 227 huevos por habitante al
año. Hasta ahora, ni la producción, ni el consumo
han mantenido niveles estáticos. Los países en que
el consumo de huevos está creciendo rápidamente son
principalmente los cinco gigantes económicos de Asia:
China, Singapur, Taiwán, Corea del Sur e
Indonesia.(López Amparo y Trujillo
Elena 2001).
A través de los últimos años se ha
venido haciendo intenso y se han logrado algunos avances en la
cría de los reproductores, no obstante con la introducción de cruces cada vez mas
especializado y de acuerdo a los dato y observaciones emanadas de
la unidad Briones III nos proponemos hacer un estudio sobre la
cría de estas aves para
obtener reproductores que al comenzar la postura tengan un
esqueleto sólido con un buen desarrollo
muscular evitando toda gordura innecesaria y dañina para
la fertilidad y producción de huevos incubar e incidir en
la calidad del mismo, garantizando que el peso corporal de las
reproductoras a las 24 semanas es el peso de sus hijos a las seis
o siete semanas.
1. Calidad y manejo del
huevo para incubar.
1.1 Manejo del huevo a incubar.
La buena incubación requiere un conocimiento
cabal de la importancia del control de la
temperatura,
humedad, ventilación y manejo en general que aunque las
incubadoras modernas tengan un alto grado de control
automático, de muy poco serviría si el equipo no es
usado y mantenido debidamente y el tiempo de
conservación del huevo es inferior a los 7
días.
Temperatura:
La temperatura es el factor mas importante que
interviene en la incubación artificial ya que este influye
en el tamaño del huevo ( Orr, 1967; Johnson, 1968;
Weninger y Sydness, 1970 )ya que al aumentar la temperatura
ambiental el tamaño del huevo disminuye,
observándose un descenso mas pronunciado en el peso de los
huevos bajo aumentos graduales.
Según Marslen y Morris (1987) la temperatura
ambiental confortable para las aves varía entre los 18.0 y
los 25.0. Por lo que valores
inferiores o superiores tienen un efecto positivo o negativo
sobre el consumo de alimento. Marslen y Morris (1987) dijeron que
pollonas expuestas a temperaturas superiores a 21ºC
disminuyen el consumo de alimento y en consecuencia el
tamaño de huevo al inicio de la puesta como señala
(Meltzer 1987).
Cuando la temperatura ambiente
excede los 30.0 ºC, la gallina esta sometida a cambios
fisiológicos, lo que da como resultado la
producción de huevos con cáscara delgada. Monnet et
al (1997)
El calentamiento del huevo tiene por objeto desencadenar
y mantener la multiplicación ordenada de las células
del embrión. Ligeras variaciones de temperaturas
determinan el éxito o
fracaso de la incubación, influyendo no solo el numero de
nacimiento, sino también la calidad del
pollito.
Los grandes equipos de incubación requiere una
temperatura de unos 37.8 ºC (100 ºF) en la primera
etapa, y unos 36.6 º C ( 98 ºF) en la fase de
nacimiento.
La temperatura del local debe ser 2505 ºC. Los
efectos de la alta temperatura de incubación
son:
- Se alarga y se acorta el periodo de
incubación. - Mortalidad embrionaria.
- Embriones vivos dentro de la cáscara, que no
han podido nacer. - Lesiones en la cabeza, cerebro y
ojos. - Persistencia del saco vitelino.
- La temperatura letal mínima es 35.5
ºC.
La temperatura de las nacedoras es ligeramente
inferior que las de las incubadoras para reducir el riesgo de
sobrecalentamiento. La temperatura normal de funcionamiento es
de 37.1 ºC -98.8 ºF, pero si se utilizan bandejas de
plástico
en las hacedoras la temperatura todavía será 0.3
ºC ( 0.5 ºF) menor ( Monagement 1996).
Humedad:
La humedad en la incubación es tan importante
como la temperatura; sin embargo, sus variaciones por alta o
baja no causan efectos tan desastrosos como los de la
temperatura.
Durante la incubación se producen perdidas de
vapor de agua del
huevo a través de los poros de la cáscara. El
grado de esta perdida de humedad depende del número y
tamaño de los poros, la conductividad gaseosa a
través de la cáscara y de la humedad del aire alrededor
del huevo. Para una incubabilidad óptima, un huevo debe
perder el 12 % de su peso. Debido a las diferencias en la
estructura
de la cáscara y por lo tanto de la conductividad
gaseosa, cuando todos los huevos son incubados bajo las mismas
condiciones de humedad, varían en su perdida de
agua.
En huevos de reproductoras pesadas esta
variación normalmente no tendrá ningún
efecto significativo sobre la incubabilidad. Sin embargo,
cuando se producen huevos de poca calidad por la edad, nutrición y
enfermedad, puede ser necesario ajustar la humedad de la
incubadora para mantener la incubabilidad y calidad de los
pollitos. También (López Amparo 1986)
señaló que los niveles óptimos son entre
58 y 62 % de humedad relativa. Se para la incubadora y entre 62
y 70 % para la hacedora.
Efectos de la alta humedad son: poca perdida del peso
del huevo; se alarga la incubación; atraso del desarrollo
embrionario y mortalidad embrionaria.
Efectos de la baja humedad son: excesiva perdida de
peso; se acorta el periodo de incubación y mortalidad
embrionaria.
Ventilación:
Las incubadoras normalmente adquieren aire fresco de
la sala en que están situadas. Este aire proporciona
oxigeno y
parte de la humedad, requerida por los huevos, también
extrae el dióxido de carbono y el
exceso de calor
producido por los huevos. ( Management 1996).
La mayoría de las incubadoras funcionan al 50 %
de humedad relativa. El aire fresco proporciona poca humedad y
para reducir el funcionamiento del sistema interno
de humidificación, el aire que entra a las máquinas
debe prehumedificarse a una humedad relativa entre 40 % y 50 %.
La temperatura de este aire debe ser de 24 ºC (
López Amparo 1986) plantea que la ventilación
guarda estrecha relación con los otros factores que
intervienen en la incubación artificial.
Cuando la composición del aire es 21 % de
O2 y 0.5 de CO2 se estimula el desarrollo
del embrión. Sí la composición es
incorrecta, se producen malformaciones embrionarias.
Otros factores de extraordinaria importancia en el
manejo de los huevos en la incubadora es la transferencia de
los mismos y posición y volteo.
La transferencia se realiza a los 18 ó 19
días para permitir libertad de
movimiento
al pollito fuera de la cáscara durante el nacimiento y
fomentar la higiene, pues
durante el nacimiento se generan gran cantidad de plumón
y este potencial de contaminación podría expandirse
por toda la planta de incubación.
Posición y volteo de los huevos:
En la bandeja de la incubadora, el huevo se coloca en
posición vertical con el polo grueso hacia arriba; esto
evita malas posiciones embrionarias y la rotura por pegarse un
huevo a otro, además de que ahorra espacio en la
bandeja.
En las nacedoras los huevos se colocan en
posición vertical.
Recogida, almacenamiento y conservación de los
huevos para incubar.
La recogida más frecuente de los huevos aumenta
la incubabilidad.
La mas recomendable es recoger los huevos de 3 a 4
veces por día en invierno y de 5 a 6 veces en verano; si
la gallina pone huevos a ultima hora de la tarde será
conveniente retirarlo ese mismo día y así se
evita la ruptura de huevos en los nidos y se mantiene una mejor
sanidad por lo que disminuye la
contaminación mejorando el potencial de
incubabilidad. Con la frecuencia de recogida señalada se
reduce, aunque no existe el huevo estéril, el huevo
limpio es aquel huevo que presenta de 3000 – 5000 bacterias en
la cáscara en 15 minutos después de la postura,
cuando la temperatura y la humedad son las adecuadas, logrando
que estos comiencen su periodo de letargo, evitando así
que siga la multiplicación celular y desarrollo
embrionario durante un periodo determinado, paras luego
inducirlo a ello en su momento (Bonino y
Sceglio1998).
Almacenamiento de los huevos destinados a la
incubación
Los huevos destinados a incubar deben almacenarse en
cajas ordinarias para este fin, en fillers de cartón o
cajas plásticos, con la parte mas ancha hacia arriba, para
lograr que la cámara de aire no sufra golpes que pueda
alterar su posición.
El objetivo del almacenamiento consiste en mantener
interrumpido el desarrollo celular hasta tanto se coloquen en la
incubadora, donde existen las condiciones necesarias para dicho
proceso y
obtener buenos índices de incubabilidad, por todo ello,
mientras mas rápido se reanude el desarrollo del
embrión, mas posibilidades existirán de que
conserve su viabilidad. Sin embargo, los resultados de diversas
investigaciones han arrojado resultados positivos
con huevos almacenados durante 7 días, no existiendo
diferencias significativas con huevos que han permanecido
almacenados menos tiempo; por lo que la mayor parte de ,los
autores coinciden en que tiempo máximo de los huevos no
debe ser superior a 7 días. (López Amparo
1986).
Conservación de los huevos para
incubar.
La conservación de los huevos se realiza en una
sala o cámara destinada a tal efecto, que señala
que una temperatura entre 10 y 17 ºC; humedad relativamente
70 y 80 % y hasta un 85 % con mas de diez días no se
utilizan para incubar.
Si es inevitable un almacenamiento prolongado, la
temperatura se situara en el nivel mas alto.
Los huevos almacenados mas de 14 días, ya
comienza a perder incubabilidad hasta en un 4 % a partir del
cuarto día .( Bonino y Sceglio 1998). Este mismo autor
concluyó que los huevos de gallinas jóvenes se
podrán conservar mas tiempo que los de gallinas
viejas.
Indicador de la calidad del huevo.
Generalmente la gallina pone o produce sus huevos con un
aporte sustancial de elementos químicos y particularidades
físico – morfológicas que permiten la
obtención de latos rendimientos durante la
incubación. Eso, claro está, si las gallinas
reproductoras han sido mantenidas bajo condiciones de manejo,
alimentación, salud e higiene
óptimas y, partiendo de que procedan de lotes de
reconocida calidad genética.
En el proceso de producción de huevos de
incubación la calidad intrínseca de los huevos se
ve sometida a la acción
de variados factores ambientales, en la granja de reproductores y
la planta de incubación, que contribuyen a mantener esa
calidad ó a deteriorarla.( Sardá 1995).
Para lograr una incubación de calidad es
necesario que los lotes de reproductores estén sanos,
vigorosos, posean una calidad genética y hallan sido
mantenidos bajo condiciones de manejo, higiene,
alimentación y movimiento de rebaños correctos; que
los huevos presenten altos valores en sus indicadores
físicos morfológicos; grosor , resistencia y
limpieza de la cáscara en optimas condiciones. Si los
niveles de los indicadores fundamentales de la clara y la yema no
se hayan de acuerdo a las normativas establecidas, no es posible
garantizar el éxito de cualquiera de las técnicas
de manejo si, por ejemplo, la forma del huevo es anormal o si la
cáscara presentara defectos graves ó la
cámara de aire no estuviera en su lugar, se deteriora la
calidad del huevo y es necesario que la camada de la nave
esté limpia y seca, con nidales suficientes, otros
aspectos de interés
son la recogida frecuente de los huevos, la existencia de un
cubículo para su fumigación, transporte interno y
externo de huevos y un personal
adiestrado que garantice la higiene necesaria durante la
manipulación del huevo. (Sardá 1995).
Los resultados mas importante en la calidad del huevo
resumió ( López Amparo y Trujillo Elena 2001)
son:
Indicadores de calidad del huevo para incubar.
Requisitos para huevos en la planta de
incubación.
Índices | ||
Pesadas
| ||
Peso del huevo (en gallinas de menos de 12 meses | 52 | |
Peso del huevo (en gallinas de más de 12 | 54 | |
Diámetro de la cámara de aire | 1.8 | |
Fecundidad, no menor de: (%) | 96 | |
Índice de la forma | 1.32-1.40 (70 a 75) | |
Peso especifico, no menor de: | 1.075 | |
Índice de la clara, no menos de: | 0.07 | |
Unidades Haugh, no menor de: | 74 | |
Relación clara – yema | 2:1 | |
Índice de la yema | ||
Grosor de la cáscara | 0.34 | |
Resistencia de la cáscara, no menos | 3.0 | |
Polo fino | 100 | |
En el centro | 142 | |
Polo grueso | 151 | |
Huevos cascados | 2 | |
Huevos sucios | 2 | |
Huevos deformes | 10 | |
Defectos de la cáscara | 1 | |
Cámara trémula ó | 0.5 | |
Cámara desplazada | 1 | |
Fisuras capilares | 5 | |
Cáscara marmórea | 5 | |
Manchas de sangre | 0.5 | |
Desarrollo precoz | 1 |
Planteado por (Amparo López 2001) y (Elena
Trujillo2001).
2.1 El estrés y
su relación con el manejo de las aves.
La producción de huevos esta influida por
múltiples aspectos y no podemos decir que uno u otro, por
si solo, pueda determinar el resultado final, sino que todos en
su conjunto desde el nacimiento de la pollita hasta el desempeño completo de la ponedora,
están influyendo sobre su comportamiento
productivo. A continuación se expone, de forma practica,
la influencia de diferentes estresores en el desempeño de
las aves productoras de huevos.( Mirian Pérez
1998).
Son muchos y muy diversos los estrés a que
están sometidas las aves en los climas tropicales y se
hace necesario, antes de entrar en otras consideraciones, definir
lo que es un estrés.
Según el Diccionario
Médico Salvat, estrés ( que proviene del termino "
stress " en
idioma inglés
y significa esfuerzo, violencia,
tensión )designa el estado de
tensión excesiva como resultante de una acción
brusca o continuada, nociva para el organismo.
En materias de aves, podemos decir que estrés es
el estado de
tensión nerviosa que se produce en las aves que han estado
sometidas, de forma directa o indirecta, a la acción de
uno o mas estresores.
Entendiéndose por stress la
acción de uno o mas factores que, con mayor o menor
intensidad, actúan sobre las aves alterando sistema
nervioso.
Cuando existe la acción de un estresor se
producen en las aves reacciones específicas y no
específicas:
- Las específicas son las primeras que se
producen como respuesta inmediata a la acción de un
stress, por ejemplo, que el ave jadea para disipar calor ante
un incremento de la temperatura. - Las no específicas son las descritas por Selye
( 1976) como Síndrome General de
Adaptación.
Principales estrés relacionados con el manejo de
las aves.
Un estrés de singular importancia es el que
provoca el ambiente sobre el estado inmune de las aves,
particularmente en la capacidad del ave de dar respuesta inmune y
proteger al hospedero de la enfermedad.
Según Rosales ( 1995), el papel del estrés
ambiental inducido por algunos factores del manejo han sido
descritos como una de las más frecuentes causas de
inmunoposición en la producción avícola
moderna.
Los estrés que se manejan bajo menor grado de
estrés, continúa el autor, son los que
probablemente se encuentren libres, de problemas
clínicos, responden mejor a la vacunación y tienen
resultados óptimos en su rendimiento productivo y
reproductivo.
Las fuentes de
estrés son muy diversas y se hace muy difícil
establecer categorías únicas para clasificarlos, ya
que algunos pueden considerarse en mas de una. Así tenemos
estrés climáticos, ambientales, nutricionales,
fisiológicos, inmunológicos, físicos y de
orden social entre otros. Analicemos algunos de ellos en
particular para poder
comprender mejor su eficiencia.
Las temperaturas y humedades externas son consideradas
como estrés climáticos, al igual que las lluvias,
vientos fuertes y tormentas eléctricas las cuales pueden
influir sobre el consumo de pienso y agua, además de
afectar considerablemente la producción de huevos y la
calidad de los mismos. A este estrés climático se
une el estrés nutricional, de orden social, físico
y fisiológico.
En el manejo de las aves se confunden estrés
ambientales ( camada, iluminación, ventilación, etc.),
nutricionales ( calidad y forma de suministro de pienso y agua,
etc) físicos ( corte de picos, hacinamientos transporte
etc. ), entre otros.
Así mismo, el hecho de que persistan en un lote
infecciones subclínicas debido a una pobre bioseguridad o
inadecuado manejo sanitario, que provoca la activación del
sistema inmune, pudiera considerarse como un estrés
inmunológico o de manejo.
La presencia de micotoxinas en los piensos disminuye la
utilización de los nutrientes, lo cual pudiera
considerarse como un estrés nutricional o ambiental. Sin
embargo, la supresión inmunológica inducida por la
presencia de micotoxinas, puede provocar fallos de
vacunación y brotes de enfermedades, por lo que
pudiera ser considerado también como un
estrés
inmunológico.
Por todo lo anterior, podemos decir que sobre el ave
influyen múltiples factores de estrés de forma
simultánea durante toda su vida y que eliminarlos o
minimizar su acción depende del criador.
Se puede resumir que los factores estresantes de las
aves provocan:
- Bajo consumo de pienso.
- Entrada tardía a la
producción. - Baja producción de huevos.
- Bajo peso de los huevos.
- Altas pérdidas por prolapsos.
Por la forma simultanea de actuar de los estrés
es muy difícil establecer una clasificación por
categoría de los mismos, sin embargo los podemos
clasificar en dos grandes grupos:
Estrés evitables y estrés
inevitables.
Entre los estrés evitables tenemos los
producidos por sobrepoblación, calentamiento inadecuado,
problemas nutricionales, movimientos de rebaños, mal
manejo, bioseguridad deficiente, enfermedades, tratamientos y
parasitismo.
Los estrés inevitables son aquellos a los
cuales estamos obligados a someter a las aves pues están
implícitos en el manejo de las mismas las cuales son
vacunaciones, despicado, cortes de dedos y de crestas,
traslados, pico de producción, cambios
climáticos, competencia.
2.2 Manejo de reproductoras, reproductores y
producción de huevos.
Indisolublemente ligada a la calidad de la
reproductora, esta la calidad de los huevos producidos. Solo un
buen huevo bien manejado nos garantiza un buen pollo y la
eficiencia de cualquier lote reproductor debe medirse no solo
por el numero producido, sino por el numero de huevos
aprovechables para incubar y mas aun, por cual elevada sea su
incubabilidad. Partiendo de este principio, podemos decir que
esta eficiencia esta dada realmente por la cantidad de pollitos
que es capaz de aportar cada reproductora al nuevo
reemplazo.
Según North (1986) ninguna fase del proceso
avícola es tan dependiente del costo del
manejo, como cuando el lote de reproductoras esta en
producción de huevos incubables. La edad en que la
reproductoras ponen sus primeros huevos, el tiempo que son
conservadas en producción, el tamaño y calidad de
los huevos y las variaciones climáticas, tienen efecto
en el costo y las ganancias de la producción.
Para aprovechar el potencial de un lote de
reproductoras, el inicio de la puesta debe ser uniforme, con
los pesos corporales recomendados, deben tener un buen
desarrollo óseo y muscular y no tener exceso de grasa.
La madurez sexual a la edad correcta, con el tamaño y
condición corporal deseados, dará como resultado
un alto pico de producción y una buena persistencia.
Esto requiere de un programa
practico de alimentación e iluminación dentro de
un correcto sistema de manejo.
La adecuada alimentación de la reproductora
comienza en las primeras etapas de vida y se debe seguir muy
estrictamente durante el periodo de crecimiento, para llegar a
obtener un pico máximo de producción,. Lo que
constituye un desafió para quien la maneje.
Unos de los aspecto mas debatidos con relación
al manejo del reemplazo, donde los diferentes autores no se han
puesto aun de acuerdo, es en los referentes a como y cuando
debe hacerse el cambio de
pienso de remplazo. La principal diferencia de los niveles
nutritivos de las dietas de recría y postura
están determinados por su contenido de calcio( alrededor
de 1% en la primera y entre 3.5 y 4% en la segunda); mientras
que en el contenido proteico es aproximadamente un 3 % mayor en
la de postura y los valores
de energía no muestran diferencias sensibles, aunque en
ocasiones es algo ligeramente mas elevado en la dieta de
postura.
Si bajo temperatura de 25 ºc, el consumo es de
100g por ave, cuando la temperatura asciende hasta 32 ºc
es de esperar una reducción del consumo de un 20 % por
lo que mismo descendería a 80 gramos por ave. Si el
contenido de calcio en la dieta es d 3.5 % al consumir
100gramos la gallina recibe 3.5 gramos de calcio al día
pero si se reduce a 80 gramos la ingesta de calcio diario
será de 2.8 gramos y esta no será suficiente para
una buena calidad de la cáscara, por lo cual el
contenido de calcio en la dieta se debe aumentar a 4.4 % para
que el aves pueda recibir así los 3.5 gramos diario que
necesita. Según experiencias realizadas por Keshavarz en
la Universidad
de Cornell niveles de 4.4 % de calcio en la dieta no tiene
influencia sobre la palatabilidad del pienso.
La edad del comienzo de la puesta reviste gran
importancia debido a que en los últimos años
todas las estirpes reproductoras de huevos han sido
seleccionadas para una madurez temprana. En este momento el ave
debe tener las reservas necesarias para afrontar la curva de
puesta, que tiene un rápido incremento y un alto pico.
Para producir un huevo de 59 a 60 gramos de peso, sin necesidad
de hacer uso de sus reservas, la gallina debe recibir entre 3 y
3.5 gramos de calcio diario.
La utilización del pienso de pre- postura, en
las productoras jóvenes, muestran resultados
satisfactorios con relación al porciento de postura,
conversión y calidad de la cáscara de los huevos
producidos.
La generalidad de los autores coinciden en que las
pollonas que maduran tempranamente están sometidas a un
fuerte estrés desde que comienza el desarrollo del
oviducto y el aumento del tamaño del hígado hasta
el máximo de producción, por que el ave tiene
necesidad de sintetizar gran cantidad de proteína y
crear su reserva 3 ó 4 semanas antes de comenzar la
producción, por ello se recomienda realizar una dieta de
pre-postura hasta el 5 % de producción que contenga un
poco mas de proteína que el pienso de crecimiento ( 18
–20% ) un poco menos de calcio que la dieta de postura,
aproximadamente de un 2 a un 2.5 %. Esto permite al ave
aumentar su reserva de calcio y no perjudica a las pollonas que
maduran temprano, que estarían adelantadas entre 7 y
10dias del promedio del lote.
Kulenkamp ( 1985); Arthur (1989); Kreager(1989);
Summers (1992), coincidiendo que en los últimos
años los genetistas han trabajado en el adelanto de la
madurez sexual como vía para incrementar la
producción de huevos y la gallina de hoy en día
comienza a poner mas temprano, alcanza el 50 % de
producción entre 25 y 26 semanas y tienen su
producción máxima alrededor de las 27 –28
semanas; para lograr esto deben contar con las reservas
corporales necesarias antes de ser estimuladas para comenzar la
puesta.
Durante la primera fase del periodo de postura, o sea,
en las 10 semanas siguientes al 15 % de producción, el
ave tendrá que aumentar su peso corporal en 250-300
gramos, incrementar su producción hasta un 90% o mas y
aumentar aproximadamente un gramo de peso de huevo por semana.
Si unimos a esto la adaptación al nuevo ambiente, a lo
que esta sometida el ave desde su alojamiento hasta el periodo
máximo de producción, podemos ver claramente que
este periodo es el mas difícil en la vida del ave, a
partir de este momento, el peso corporal se mantiene
prácticamente constante hasta el final de la puesta,
solo con un discreto aumento.
La intensa selección sobre la tasa de puesta no
tiene ninguna repercusión negativa de importancia sobre
ningún carácter de calidad, excepto en el
tamaño del huevo, por lo que se mantiene una gran
atención a la mejora simultanea de ambos
parámetros.(Cepero Briz, 1996).
Anón (1969) expresó que cuanto mas
precozmente empieza la puesta de la gallina, menor suele ser el
tamaño del huevo y mas largo el periodo necesario para
llegar al máximo peso medio mensual de los huevos. El
peso medio de los huevos en el segundo y tercer año de
puesta suele ser mayor que los pesos medios de los huevos en el
primer año.
Sydness ( 1970) dice que mantener la calidad de los
huevos es uno de los mayores problemas que se confrontan. La
mayor de las perdidas que se producen en la calidad de los
huevos son el resultado del efecto del ambiente en el cual se
mantienen.
Según Fitzsimmonds ( 1992) el incremento de la
cantidad de huevos rotos en un rebaño esta influido por
varios factores, entre; la edad de las aves, la estirpe, la
dieta, el tipo de jaula y la temperatura.
La alta temperatura ambiental puede tener efectos a
largo plazo en la capacidad de las aves para producir huevos de
buena calidad.
Para Hunton (1987) la causa principal que determina la
calidad del cascaron es la edad de la gallina. Su calidad,
independientemente de la forma de evaluación, se reduce con la edad. El
tamaño de huevo excesivo se relaciona con la baja
calidad del cascaron. El huevo mas grande puede tener el
cascaron mas delgado porque el espacio a cubrir es mayor con
aproximadamente la misma cantidad de cascaron.
El detrimento de la calidad del cascaron, que ocurre
con las altas temperaturas, pueden tener dos posibles
razones:
1-Disminuye el consumo de alimentos y no
podrá obtenerse la ingestión de calcio diaria
necesaria para una optima calidad de la cáscara.
Podría ser necesario aumentar el porciento de calcio en
la dieta.
2- Se produce una hiperventilación que reduce
el nivel de los iones carbonatos en la sangre afectando la
calidad del cascaron.
Sobre las unidades Haugh ( Haugh, 1937), el propio
Hunton explica que son similares a la cantidad de cascaron en
muchos aspectos, ambas se deterioran con la calidad del ave y
ambas son susceptibles al abuso del productor. La unidad Haugh
se encuentra en su valor
máximo cuando el huevo acaba de ser puesto, o minutos
después, cuando ya se ha enfriado. A partir de este
momento, empieza a decaer de manera natural. Estos cambios de
la albúmina son muy sensibles a la humedad y a la
temperatura. Las reproductoras reaccionan al incremento de la
temperatura reduciendo el consumo de alimento.
Cuando se limita la ingestión de nutrientes
esenciales se producirá un descenso de la
producción de huevos.
Según Dansky ( 1993), se ha demostrado que se
pueden conseguir excelentes rendimientos con temperaturas entre
30y 35 ° c cuando se le da al ave un adecuado confort y se
ajusta la composición del alimento para incrementar el
consumo de nutrientes. El empleo de grasa en el pienso de
reproductoras en época de calor es uno de los sistemas
utilizados para que las aves incrementen el consumo, lo que se
transformara en un mayor numero de huevos por
reproductora.
Se han ensayado múltiples formas de combatir
los efectos perjudiciales de las altas temperaturas sobre la
calidad de la cáscara, a causa de la reducción
del consumo y las alteraciones metabólicas producidas
por el estrés calórico, el Dr. Nys plantea que el
incremento del nivel del calcio tiene un efecto muy escaso, que
las consecuencias de la disminución del consumo se
combaten mejor a través de la alimentación
cálcica separada y que el empleo de dietas altas en
grasa (mas del 6 %) no perjudica la calidad de la
cáscara.
La influencia de la forma de los huevos sobre la
incubabilidad también ha sido demostrada por diferentes
autores y se determino cerca de un 20 % de diferencia entre los
tipos de huevos que resultaron ser los mejores y los peores. La
mayor incubabilidad se obtiene con los de forma normal con
valores entre 80 y 85 % del índice de forma.
Un papel fundamental juegan los nidales, que deben
estar situados en las naves antes de la llegada de las aves,
lugares frescos y con buenas condiciones higiénicas y,
de ser posible, deben estar provistos de un aditamento que
permita su cierre nocturno.
Las naves dispondrán al menos de un nidal para
4 o5 gallinas, de acuerdo al propósito.
Al ubicar las aves, estas deben acostumbrarse a poner
en los nidales, se recomienda poner uno o dos huevos en los
nidales para estimular el uso de los mismos al menos en las dos
primeras semanas de puesta, deshacer los nidos de las gallinas
que tengan esta tendencia tantas veces como sea necesario hasta
que se haya adaptado al nidal.
Las recogidas de los huevos no deben ser menos de 5
veces al día y el personal encargado debe lavarse las
manos antes de cada recogida.
Los huevos que hayan permanecido en el nidal durante
la noche ( de estar estos abiertos ) no serán enviados a
la planta de incubación, así como tampoco se
envían los recogidos en el piso, en ambos casos deben
marcarse y recogerse por separados de los que vamos a
incubar.
Los huevos para incubar deben estar sanos, limpios,
tener un tamaño normal y no tener defectos en la
cáscara. Se deben fumigar antes de las dos horas de
puestos y ser transportados con cuidado, higiene y
protección.
Proporción hembras / machos.
En las razas ligeras se acostumbran a colocar de 7 a 8
gallos por cada 100 gallinas, mientras que esta
proporción puede variar con las características y
el comportamiento de los animales,
pudiendo por tanto, reducirse o elevarse. Ese aspecto es muy
importante, pues tanto un defecto como un exceso de machos
repercute negativamente sobre la fertilidad. Pearson y Herron
(1980).
Uniformidad:
Ahora bien no podemos hablar de peso vivo sin hablar de
uniformidad. Recientemente se ha introducido en la practica
diaria de la crianza de aves el termino " uniformidad" para medir
la calidad de un lote de reemplazos, en otras palabras esto
significa criar un lote parejo y es mas importante aun que
alcanzar los pesos propuestos. Se debe garantizar la uniformidad
del lote ya que existe una alta relación entre el
comportamiento posterior de las aves en la etapa de
puesta.
Para asegurar un lote de reemplazo parejo o uniforme en
el momento de la subida a jaulas de ponedoras hay que garantizar
condiciones ambientales de alimentación y manejo
adecuados, comenzando por la debida preparación sanitaria
de la granja, así como una buena calidad del pollito de un
día. .( Mirian Pérez 1998)
Además es necesario la aplicación de un
correcto programa de salud; garantizar los espacios vitales de
piso, comederos y bebederos, suministrar los tipos de piensos
correspondientes en cada etapa de cría; efectuar un
correcto despique y aplicar un programa de iluminación
acorde con la edad de las aves y la época del
año.
Como todo indicador, la uniformidad tiene su forma de
medirse. Un lote que tenga el 80 % dentro del 10 % del promedio
del lote se considera con uniformidad aceptable.
Si el lote tiene menos del 80 % de uniformidad, esto
indica que es necesario un mejor manejo de las aves. La
uniformidad del lote también pude calcularse obteniendo el
coeficiente de variación. Los lotes uniformes tienen un
coeficiente de variación de no mas del 8 %.
La homogeneidad de un lote debe ser para el criador el
primer objetivo a conseguir, prevaleciendo incluso sobre el
criterio del peso medio de este. No es necesario recordar los
efectos catastróficos que en un lote heterogéneo
puede causar sobre la producción total : retraso del
inicio de la puesta, un bajo pico de la misma, un aumento de la
diversidad del peso vivo y del peso de los huevos.
La uniformidad resulta un factor importante a la hora de
evaluar la calidad de las pollonas y es inútil tener un
lote de aves del peso y tamaño correctos, si tenemos mucha
variación entre la mismas. Si la homogeneidad es
insuficiente conviene comprobar el sistema de manejo y
alimentación.
La uniformidad del lote disminuye durante el inicio de
la madures sexual, por lo cual no se recomienda su
evaluación durante este periodo. Sí logramos lotes
uniformes el inicio de la producción será mas
rápida y el tamaño del huevo mas parejo, el
índice de mortalidad será mas bajo y la
producción de huevos será mas alta. .( Pérez
Mirian 1998).
Iluminación
La luz puede tener
una influencia decisiva en el crecimiento de las pollas por lo
cual los programas de
iluminación deben tenerse en cuenta en el desarrollo d los
programas de alimenticio.
La duración del día tiene influencia
marcada sobre el consumo de pienso y el desarrollo de los
órganos reproductivos.
Los resultados obtenidos con diferentes regímenes
de iluminación concluyen que los incrementos de la
iluminación deben ser graduales antes de mantener un
régimen estable de 15 a 16 horas luz en la etapa de
madurez y recomienda realizar la crianza con un foto
período constante de 6 a 10 horas en ambiente controlado,
mientras que en naves abiertas se debe tratar de criar el
remplazo atendiendo a un foto período
decreciente.
Al llegar a la etapa de puesta los incrementos de foto
períodos deben ser de 15 minutos semanales y nunca
sobrepasar los 15 – 16 horas con una intensidad no menor de 10
luxes ó 3.5W/m2.
Los periodos de iluminación largos pueden ser
beneficiosos en condiciones de climas calientes donde la
disminución de la ingesta de los alimentos en las pollonas
es frecuentemente problemática.
Para el programa de iluminación se plantea no
disminuir la duración del día durante la etapa de
producción de huevos. ( Pérez Mirian
1998).
El programa de iluminación debe ser coordinado
continuo y debe programarse para comenzar la producción
con el peso y el desarrollo adecuado teniendo como
objetivo:
Ajustar la madurez sexual y el inicio de la
producción a la edad y al nivel de desarrollo correcto,
obtener mejores índices de producción de huevos y
alcanzar un tamaño optimo de los mismos. El programa de
iluminación es una herramienta de manejo flexible que se
debe usar en combinación con el índice de
crecimiento y el desarrollo físico del lote. Si el peso y
el desarrollo corporal se retardan debe posponerse el estimulo
luminoso y viceversa, un lote precoz bien desarrollado
podrá ser estimulado antes. Si no manejamos el programa de
iluminación acorde a las características de los
distintos lotes de aves puede traer graves problemas y sensibles
perdidas en la etapa de puesta.
Actualmente la vía más utilizada por las
firmas comerciales para aumentar el número de huevos es
disminuyendo la edad de entrada a puesta de las aves, por ser la
forma que más rápidamente es obtiene una respuesta
positiva. .( Pérez Mirian 1998).
En la pasada década los huevos por ave alojada se
han incrementado en 3-4 huevos por año, se ha modificado
el peso del cuerpo que esta muy relacionado con otras
características y un peso vivo intermedio. Se considera
óptimo, ya que un exceso de peso incrementaría los
costos de mantenimiento
y un bajo peso no serviría para una elevada
producción de huevos.
La primera fase de puesta entre los 18 y 36 semanas, es
la mas difícil, donde el ave tiene que dividir la
ración diario para lograr comenzar la puesta y alcanzar el
pico de producción (generalmente por encima del 90 % )e
incrementar el peso de los huevos producidos y completar su
crecimiento. ( Brake, et al 1979 ).
En la segunda fase, entre las 36 y los 48 semanas, el
ave debe mantener una maceta productiva con huevos de buen peso e
incrementar su peso vivo.
En la tercera fase, a partir de las 48 semanas dedica el
alimento al comportamiento de la curva de producción y a
su propio mantenimiento hasta el final de su vida productiva. Una
vez logrado el "pico " máximo de producción de
huevos el objetivo principal es tratar de reducir a su
mínima expresión la caída en la tasa de
producción. Ya entre la 36 y la 38 semanas de edad las
aves habrán alcanzado la ganancia necesaria en peso
corporal. Las ulteriores ganancia consideran ante todo la grasa
corporal indeseable lo cual posteriormente conducirá a
tasas reducidas en la producción de huevo (Herstad
1998).
Según Hartman y King (1957) y Orozco ( 1963) la
aplicación de la iluminación artificial en la
gallina para incrementar la producción de huevos es una
práctica muy generalizada en estos casos es muy
común utilizar una iluminación de 12 a 14 horas de
luz por día.
Dr.C. Esteban Fernández
Rodríguez
Dra Dariadna Batista
Montané
Dra. Ailyn Leal
Ramos
MsC. Jorge A.
Lozano
Ing. Misleidy Ungo
Trujillo