- Justificación
- Desarrollo de los postulados de
la fenomenología y racionalismo
crítico - Síntesis de
compatibilidades e incompatibilidades de ambas
teorías - Conclusiones
relevantes - Bibliografía
Husserl y Popper jamás hubiesen pensado que una
persona no
especializada en materias filosóficas, de una
sureña ciudad de Chile, muchos años después
de que ellos profundizaron en sus teorías, los elegiría para por medio
de un ensayo
repensar sus planteamientos con el serio desafío de
poder
interpretar el carácter de la coyuntura filosófica
en la actualidad y su importancia para conocer la
realidad.
Siempre me dijeron, por formación, que la
filosofía estaba vedada para cierta elite o grupo de
personas, que no era aplicable a la cotidianeidad, que las
crisis de la
sociedad eran
producto de
malos pronósticos instrumentales. Sin embargo,
creo firmente luego de haber sido parte del módulo de
epistemología de las Ciencias
Sociales que estas crisis nos exigen un encuentro entre
filosofía y vida común para poder explicar los
problemas
actuales.
¿Por qué elegir a Popper y a
Husserl?
Si consideramos los siguientes puntos a
continuación mencionados puedo afirmar que tanto Popper
como Husserl me facilitan la tarea de conocer la realidad por
medio de sus postulados, esto se percibe en las siguientes
abstracciones de los párrafos:
Para obtener el
conocimiento se parte de una etapa sensorial; es decir,
captar por medio de los sentidos los
fenómenos, procesos y
objetos de la naturaleza.
(Fenomennología). Luego, generar las
conceptualizaciones, el conocimiento
racional del mundo exterior. Por último, para calificar
como verdaderos los juicios teóricos, éstos deben
comprobarse en la práctica. (Racionalismo
Crítico).
El enfrentamiento con la realidad se
realiza con base en métodos e
instrumentos debidamente seleccionados. (Racionalismo
Crítico)
La investigación es esencial en el proceso del
conocimiento, porque no basta con percibir. Es necesario
comprender y explicar, para poder predecir. (Fenomenología y Racionalismo
Crítico)
Al investigar se parte del supuesto
de que no puede haber conocimiento al margen de la
práctica. Esta constituye el único criterio de
verdad en cuanto al conocimiento del mundo exterior.
(Fenomenología y Racionalismo
Crítico)
Desde el momento de
la elección del problema de estudio, en el análisis de la información y en la selección
de técnicas para la investigación, se
verá reflejada la postura ideológica del sujeto.
(Racionalismo Crítico)
En ciencias
sociales, la investigación debe guardar una
autonomía tal que los resultados lleven a la
obtención del conocimiento verdadero, sin deformar la
realidad, v sí, en cambio,
ofrezcan bases para transformarla.
(Fenomenología)
Este ejercicio manifiesta que una vez que he determinado
los pasos para generar una investigación que me permitan
contribuir al conocimiento he familiarizado a la teoría
que me permitiría realizar esta tarea. A
continuación profundizo en los fundamentos que he expuesto
anteriormente y que me permitieron definir mi
elección.
III. DESARROLLO DE
LOS POSTULADOS DE LA FENOMENOLOGÍA Y RACIONALISMO
CRÍTICO
Racionalismo Crítico
Para el racionalismo crítico de Popper, las
teorías son "redes que lanzamos al mundo"
con la intención de acceder más fácilmente a
su funcionamiento y a su manejo o control, pero no
mediante referencias ubicadas en el mismo mundo (objetivas), sino
mediante esquemas socialmente compartidos (intersubjetivos), del
mismo modo en que se comparten los esquemas de la lengua o de la
interacción personal. Para el
racionalismo que utiliza el método
deductivo, las teorías se crean, y, luego, los
hechos particulares deben tratar de enmarcarse en la
teoría. El Racionalismo Crítico comienza el
retorno al "sujeto" que será el rasgo distintivo del
"constructivismo",
pero no visto como sujeto pensante, a lo Descartes,
sino en cuanto base de toda actitud
crítica. Esto supone, según Popper,
que hay que considerar desde una perspectiva y concepto de lo
que es "crítica" y de lo que es "racionalidad
científica" el trabajo o
actividad de las ciencias reales cuya tarea básica
consiste en elaborar sistemas de
afirmaciones reales (no analíticas en que el juicio
sólo infiere o desglosa el contenido de los
términos analizados sin añadir más
contenido, sino sintéticas, es decir: juicios que
añaden un contenido nuevo).
La investigación científica
tendría como meta y problema central el crecimiento del
saber científico, y Popper, diferenciándose de la
tesis central
del positivismo
lógico no cree que para estudiar tal desarrollo del
saber sea suficiente (y posible) reducirse al estudio de los
lenguajes artificiales, o al de los cálculos
lógicos desarrollados en ellos, a que habría que
traducir sus tesis para constatar si poseen o no sentido
lógico. Tales estudios reduccionistas dejarían
intocado el problema central del "crecer" del saber. Los
científicos caen el error de "creer" generar conocimiento
utilizando métodos inductivos donde a partir de algo
singular pueden inferir conclusiones a nivel general y eso es
imposible; La observación pura no existe, sino que es una
interpretación de hechos a la luz de una
teoría.
En el "positivismo
lógico", la ciencia se
construye sobre sillares elementales: los enunciados elementales
basados en evidencias
suministradas por los sentidos. Pero Popper señala que
tales enunciados sólo son justificables por otros
enunciados, y que toda percepción
es también "interpretación". Por lo tanto, el saber
es, desde su comienzo mismo, algo conjetural, hipotético,
revisable.
Existe una tensión entre el conocimiento y la
ignorancia que genera problemas y a ensayos de
solución. Así, entonces, el origen del conocimiento
son siempre los problemas; y la observación se transforma
en un medio para un fin que es develar los problemas.
Según su tesis Decimoséptima, Popper
afirma que la deducción transmite la verdad de las
conjeturas a la conclusión y además retransmite la
falsedad de la conclusión a al menos una conjetura. Por lo
que la lógica
deductiva se convierte en una teoría de la crítica
racional. Ahora bien, al aplicar el método deductivo a la
comprobación de teorías empíricas hay que
distinguir previamente dos cuestiones:
Una teoría, como sistema de
proposiciones, se formula aunque ni sea verdad o no exista un
camino racional desde ella a la observación. Puede
responder a una ocurrencia, etc. Lo comprobable serían las
hipótesis.
Los enunciados científicos sólo
serían pues ensayos, esbozos arbitrariamente creados, con
mero valor de
conjetura, que sólo podrían tener valor
científico tras una comprobación. Pero dado que tal
comprobación no puede ser exhaustiva en su
VERIFICACIÓN, (mostrar la verdad), sólo queda el
método de la FALSACIÓN, es decir, el "refutar" las
afirmaciones de esa teoría contrastándolas con los
datos
empíricos.
Una vez rechazado el imposible camino de la "inducción" se toma pues el de la
"deducción". En lugar del principio de la
"verificación" se aplica el principio de la
falsación.
Las ciencias humanas también deben someterse,
según Popper, al método
científico. Para él, el concepto de conocimiento
científico es "uno". Existe un monismo
metodológico.
Por ejemplo, una teoría sobre relaciones
humanas de ejercicio de dirección de personas puede constar de una
serie de proposiciones universales en sentido estricto, en que se
formulan afirmativamente determinados efectos de diversos estilos
de dirección, que se darían siempre que se
presentaran determinadas condiciones. Una proposición de
este género
sería la que afirma que 'la aplicación de un estilo
de dirección autoritario (fundado carismática,
tradicionalmente o de otra posible forma) tiene como efecto una
mayor insatisfacción sobre personas de alto nivel de
cualificación que la aplicación de un estilo
también autoritario pero más
funcional.
Contenido empírico
Es contra de esta suposición central en el
Racionalismo Crítico, que postula una total "objetividad
de la investigación" en el campo de lo social, donde el
mismo instrumental empleado por el científico social para
comprobar sus afirmaciones o formular sus problemas venía
con una pre-carga valorativa. Y esta dimensión valorativa
afecta a las mismas reglas presuntamente neutrales del
Racionalismo Crítico.
Fenomenología
La fenomenología es el estudio de las esencias, y
todos los problemas, según ella, se reducen a definir
esencias: esencia de la percepción, esencia de la conciencia, por
ejemplo. Pero la fenomenología es también una
filosofía que vuelve a colocar las esencias en la
existencia y considera que no se puede comprender al hombre y al
mundo sino a partir de su "facticidad". Una confusión del
mismo género enturbia la noción de "esencias" en
Husserl. Toda reducción, dice Husserl, a la vez que
trascendental, es necesariamente eidética. Ello quiere
decir que no podemos someter a la mirada filosófica
nuestra percepción del mundo sin dejar de formar unidad
con esta tesis del mundo, con este interés
por el mundo que nos define, sin retroceder más acá
de nuestro compromiso para hacerlo aparecer como
espectáculo, sin pasar del hecho de nuestra existencia a
la naturaleza de nuestra existencia, del Ser-ahí a la
esencia. Pero es claro que la esencia no es aquí el fin,
es un medio, y que nuestro compromiso efectivo en el mundo es
justo lo que importa comprender y traer a concepto y lo que
polariza todas nuestras fijaciones conceptuales. La necesidad de
pasar por las esencias no significa que la filosofía las
tome por objeto, sino, por el contrario, que nuestra experiencia
está demasiado estrechamente apresada en el mundo para
conocerse como tal en el momento en que a él se lanza, y
que tiene necesidad del campo de idealidad para conocer y
conquistar su facticidad.
Para la fenomenología de Husserl, el
término adquiere un sentido diferente, donde lo que
importa es la "comprensión". A partir de allí, se
postula el carácter de "crítica social" que han de
tener las teorías, postula que existe una visión
práctica de la cotidianeidad que denominó "mundo de
la vida" (Lebenswelt), y que no es más que la
realidad empírica, la experiencia cotidiana,
práctica, inmediata e irracional de los
hombres.
La fenomenología intenta hacer una descripción directa de nuestra experiencia
tal cual es, y sin ninguna consideración de su
génesis psicológica y de las explicaciones causales
que el especialista, el historiador o el sociólogo puedan
dar; La fenomenología sólo es accesible por medio
de un método fenomenológico. Podemos decir que se
generan tres estados de conciencia: la natural donde existe el
acto de percibir lo que hay a nuestro alrededor, es una actividad
que el Hombre
realiza solo por existir, decir que es natural o común no
significa que sea simple, ya que se presenta como un estadio
inagotable de actos de las formas más diversas. Luego se
nos presenta la conciencia intencional que describe como los
objetos son ofrecidos a la conciencia, no se me da una y la misma
cosa de idéntica manera cuando la imagino que cuando la
recuerdo; el modo como es el objeto para la conciencia no es
igual cuando la percibimos que cuando la buscamos porque se nos
ha extraviado. Una y la misma cosa puede ser objeto intencional
de muy diversos actos concientes. Una descripción
fenomenológica de la conciencia intencional
suficientemente amplia y detallada resultará ser entonces
una especie de listado de las diferentes capacidades mediante las
cuales nos damos cuenta del mundo y de la manera en que se nos
hace presente para cada uno de nosotros. Mientras nos mantengamos
en los dos niveles antes descritos no lograremos justificar
ningún hecho por medio de otro, pues cada uno está
sujeto a duda: puede se ilusorio, erróneo, susceptible de
refutación. Esto nos indica que debemos llegar a otro
estadio, que es la conciencia pura, por medio de la
reducción eidética que nos permitirá reducir
el hecho a su esencia, eliminando para esto todos los elementos
causales, contingentes para no enturbiar la capacidad de ver las
cosas como realmente son; y de la reducción
filosófica que nos permite librarnos de toda doctrina
tradicional, de las enseñanzas recibidas e iniciar el
estudio de los problemas que queremos resolver libres de todo
sesgo anterior. La «reducción
fenomenológica» —la epojé: poner
el mundo entre paréntesis— husserliana del yo
no supone una entelequia por encima de las vivencias del sujeto.
Es una síntesis
que aglutina, dotándolas de coherencia, las diversas
manifestaciones en el proceso discursivo del conocer. Esto supone
una visión dinámica al concatenarse este conocer con
el mundo en una sucesión sintético-relacional donde
la conciencia es siempre conciencia de algo; para pasar a
desvanecerse cuando ésta se vuelve sobre sí
misma.
Intentemos, pues, anudar deliberadamente los famosos
temas fenomenológicos tal como se han anudado
espontáneamente en la vida. Tal vez comprenderemos
entonces por qué la fenomenología ha permanecido
durante tanto tiempo en un
estado de
incipiencia, de problema y de anhelo.
Se trata de describir y no de explicar o analizar. Esta primera
consigna que Husserl dio a la incipiente fenomenología de
ser un volver "a las cosas mismas", es ante todo la
desaprobación de la ciencia. Yo no
soy el resultado o entrecruzamiento de las múltiples
causalidades que determinan mi cuerpo o mi "psiquismo", no puedo
pensarme como una parte del mundo, como un simple objeto de la
psicología
y de la sociología, ni cerrar sobre mí
el universo de
la ciencia. Todo lo que sé del mundo, aun
científicamente, lo sé a partir de una perspectiva
mía o de una experiencia del mundo sin la cual los
símbolos de la ciencia no querrían
decir nada. Todo el universo de la
ciencia está construido sobre el mundo vivido y si
queremos pensar en la ciencia misma con rigor y apreciar
exactamente su sentido y su alcance, nos es menester despertar
ante todo esta experiencia del mundo de la que la ciencia es la
expresión segunda. La ciencia no tiene y no tendrá
jamás el mismo sentido de ser que el mundo percibido, por
la simple razón de que es una explicación o
determinación del mismo. No soy un "ser vivo" o siquiera
un "hombre" o incluso "una conciencia", con todos los caracteres
que la zoología, la anatomía social o la
psicología inductiva reconocen a estos productos de
la naturaleza o de la historia, soy la fuente
absoluta, mi existencia no proviene de mis antecedentes, de mi
ambiente
físico y social, sino que va hacia ellos y los sostiene,
pues soy yo quien hago ser para mí (y, por ende, ser en el
único sentido que la palabra puede tener para mí)
esta tradición que elijo reasumir o este horizonte cuya
distancia en relación conmigo mismo se evaporaría,
puesto que no le pertenece en propiedad si
no estuviera yo allí para recorrerla con la mirada. Las
perspectivas científicas, según las cuales soy un
momento del mundo, son siempre ingenuas e hipócritas,
puesto que sobrentienden, sin mencionarla, esta otra perspectiva,
la de la conciencia, por la que de inmediato se dispone de un
mundo en torno mío
y comienza a existir para mí. Volver a las cosas mismas,
es volver a este mundo anterior al conocimiento y del que el
conocimiento habla siempre, y frente al cual toda
determinación científica es abstracta,
significativa y dependiente, como la geografía con
relación al paisaje en que hemos aprendido por vez primera
qué es el campo, las montañas, los lagos
etc.
La reflexión no se retira del mundo hacia la
unidad de la conciencia como fundamento del mundo, sino que toma
su distancia para ver brotar las trascendencias, distiende los
hilos intencionales que nos ligan al mundo para hacerlos
aparecer, y sólo es conciencia del mundo porque lo revela
como extraño y paradójico. Husserl dijo una vez que
era necesario perder el mundo para que, después de
recuperado, lo poseyéramos de verdad.
IV SINTESIS DE
COMPATIBILIDADES E INCOMPATIBILIDADES DE AMBAS
TEORÍAS
- COMPATIBILIDADES
En contra del positivismo
Ambos rechazan el positivismo y esto me hace mucho
sentido ya que Popper se distancia de los positivistas al
declarar la imposibilidad del principio de verificación
empírica. A la vez, crítica el hecho de colocar lo
empírico como punto de partida de nuestro conocimiento;
porque pretendemos que lo que la ciencia afirma se encuentra
empíricamente fundado. Esto evidentemente, no es posible,
ya que las proposiciones de la ciencia no se fundan en lo
empírico. Así, Husserl, por otra parte, se opone
muy fuertemente a lo que denomina como la inundación del
positivismo, los acusa por la parcialidad de sus principios ya que
manifiesta que no hay separación tácita entre
realidad y conciencia, supone que ambos aspectos son formas de un
mismo modo de manifestación del ser.
Afirma que el positivismo se basa en una "perspectiva
natural" donde solo existe lo fáctico, lo objetivo, sin
embargo, al prescindirse de lo subjetivo, la propia actividad
científica deja de comprenderse.
En contra de la Psicología
Husserl afirma que la psicología al separar lo
corporal de lo mental, comete el error de tratar lo mental como
algo corporal ya que se apoya en un concepto de ciencia que toma
como modelo la
física. La
Psicología no puede estudiar la mente en lo que es
esencial: en cuanto remite a un yo que actúa y sobre el
que actúa. No existe en ella un análisis exterior y
que se concentre en el análisis del quehacer interno desde
la conciencia, desde la subjetividad. El mundo no es un objeto
del cual posea la ley de su
constitución por intermedio de mi yo, es el
medio natural y el campo de todos mis pensamientos y de todas mis
percepciones explícitas. La verdad no "habita" solamente
en el "hombre interior", o mejor dicho, no hay hombre interior,
el hombre es en el mundo, y es en el mundo donde se conoce.
Cuando vuelvo en mí a partir del dogmatismo del sentido
común o del dogmatismo de la ciencia, encuentro no un foco
de verdad intrínseca, sino un sujeto destinado al
mundo.
Con ello se hace visible el verdadero sentido de la
célebre reducción fenomenológica.
Popper concuerda con Husserl en rechazar a la
psicología ya que es incompatible con ciertos resultados
posibles de la observación, ya que como parte de la
observación puede generar una verificación de
distintas teorías para una misma conducta humana.
Postula, entonces, por el contrario, que si la observación
muestra que es
efecto predicho está claramente ausente, entonces la
teoría simplemente queda refutada. La psicología
presume conceptos sociales; lo cual muestra que no es posible
explicar la sociedad exclusivamente en términos
psicológicos. Afirma Popper que en las Ciencias Sociales
existe un método objetivamente comprensivo que analiza la
situación de los Hombres que actúan lo suficiente
como para explicar su conducta a partir
de la situación misma, sin más ayudas
psicológicas.
Presencia De Intersubjetividad.
La más importante de las adquisiciones de la
fenomenología consiste, sin duda, en haber unido el
extremo subjetivismo y el extremo objetivismo en su noción
de mundo o de racionalidad. La racionalidad es exactamente medida
a las experiencias en las cuales se revela. Hay racionalidad, es
decir, las perspectivas se recubren, las percepciones se
confirman, aparece un sentido. Pero no debe ser puesta aparte,
transformada en Espíritu absoluto o en mundo en sentido
realista. El mundo fenomenológico no es el ser puro, sino
el sentido que transparece en la intersección de mis
experiencias y las del otro, por el engranaje de las unas en las
otras, es pues inseparable de la subjetividad y de la
intersubjetividad que integran su unidad por la reasunción
de mis experiencias pasadas en mis experiencias presentes, de la
experiencia del otro en la mía. La conformación del
pensamiento/conocimiento se estructura a
partir de la acción
e interacción humana, al ser un producto social;
determinado por las relaciones sociales y de producción material.
La Existencia De Un Método Para Conocer La
Realidad
Husser no concuerda con Popper en trabajar con
teoría e hipótesis para conocer la realidad, la
fenomenología se basa en la existencia de la conciencia
pura incapaz de contaminarse, la conciencia sigue mentando,
refiriéndose a objetividades, continúa siendo
intencional o dirigida a algo, pero ese algo ha cambiado, ha sido
modificado por la reducción: ya no interesa su existencia
o inexistencia, si el mundo tiene un carácter puramente
fenoménico después de la reducción, se
atiende a lo que se muestra sin tener que hacer suposiciones o
hipótesis sobre los aspectos escondidos u oscuros de su
tema o sobre las relaciones menos aparentes que pudiera tener con
otras cosas no dadas actualmente.
Se trata de describir y no de explicar o analizar. Esta
primera consigna que Husserl dio a la incipiente
fenomenología de volver "a las cosas mismas", es ante todo
la desaprobación de la ciencia. Yo no soy el resultado o
entrecruzamiento de las múltiples causalidades que
determinan mi cuerpo o mi "psiquismo", no puedo pensarme como una
parte del mundo, como un simple objeto de la psicología y
de la sociología, ni cerrar sobre mí el universo de
la ciencia. Todo lo que sé del mundo, aun
científicamente, lo sé a partir de una perspectiva
mía o de una experiencia del mundo sin la cual los
símbolos de la ciencia no querrían decir
nada.
Abandonarse a La Conciencia Pura
Lo trascendental de Husserl no es lo trascendental de
Kant, y Husserl
reprocha a la filosofía kantiana ser una filosofía
"mundana", puesto que utiliza nuestra referencia al mundo, que es
motor de la
deducción trascendental, y hace al mundo inmanente al
sujeto, en vez de quedarse perpleja ante él y de concebir
al sujeto como trascendencia hacia el mundo. Todas las
confusiones entre Husserl y sus intérpretes, con los
"disidentes" existenciales y finalmente consigo mismo, vienen de
que, justo para ver el mundo y aprehenderlo como paradoja, es
preciso romper nuestra familiaridad con él, y que esta
ruptura no puede enseñarnos sino el surgimiento inmotivado
del mundo. La mayor enseñanza de la reducción es la
imposibilidad de una reducción completa. De ahí que
Husserl se interrogue siempre de nuevo sobre la posibilidad de la
reducción. Si fuéramos el espíritu absoluto,
la reducción no sería problemática. Pero
puesto que, por lo contrario, somos en el mundo, puesto que aun
nuestras reflexiones tienen su lugar en el flujo temporal que
intentan apresar (puesto que ellas mismas fluyen, como dice
Husserl), no hay pensamiento que abarque todo nuestro
pensamiento. Ello quiere decir que nada da por adquirido de lo
que los hombres o los científicos creen saber. Ello quiere
decir también que la filosofía misma no debe
tenerse por adquirida en lo que haya podido decir de verdadero,
sino que es una experiencia siempre en renovación de su
propio comienzo, y que consiste por entero en descubrir este
comienzo, y finalmente que la reflexión radical es
consciente de su propia dependencia con relación a una
vida irreflexiva que forma su situación inicial, constante
y final. Lejos de ser, como se ha creído, la
fórmula de una filosofía idealista, la
reducción fenomenológica lo es de una
filosofía existencial: el ser-en-el-mundo de Heidegger no
aparece sino sobre el fondo de la reducción
fenomenológica.
Husser afirma en contraposición de Pooper que la
racionalidad no es un problema, no hay detrás de ella algo
desconocido que tengamos que determinar deductivamente o probar
inductivamente a partir de ella: asistimos en todo momento a este
prodigio de la conexión de las experiencias y nadie mejor
que nosotros sabe cómo se hace, puesto que somos este nudo
de relaciones. El mundo y la razón no son
problemáticos; digamos, si se quiere, que son misteriosos,
pero este misterio los define, no podría intentarse
disiparlo por alguna "solución", está más
acá de las soluciones. La
verdadera filosofía consiste en aprender de nuevo a ver el
mundo, y en este sentido contar un cuento puede
significar el mundo con tanta "profundidad" como un tratado de
filosofía. Nos hacemos cargo de nuestra suerte, nos
hacemos responsables de nuestra historia por la reflexión,
pero también por una decisión en que comprometemos
nuestra vida, y en los dos casos se trata de un acto violento que
se verifica al ejercitarse.
La fenomenología, como revelación del mundo, reposa
sobre ella misma, o más aún, se funda a sí
misma. Todos los conocimientos se apoyan sobre un "suelo" de
postulados y finalmente sobre nuestra comunicación con el mundo como primera
instauración de la racionalidad. La filosofía como
reflexión radical se priva en principio de este recurso.
Como también ella es en la historia, utiliza ella
también el mundo y la razón constituida.
Será pues menester que se dirija a sí misma la
interrogación que dirige a todos los conocimientos; se
desdoblará, pues, indefinidamente; será, como dice
Husserl, un diálogo o
una meditación infinita, y en la medida misma en que
permanece fiel a su intención, no sabrá nunca
adónde va. El inacabamiento de la fenomenología y
su cariz incoativo no son el signo de un fracaso, eran
inevitables porque la fenomenología se prescribe como
tarea revelar el misterio del mundo y el misterio de la
razón. Si la fenomenología ha sido un movimiento
antes de ser una doctrina o un sistema, ello no es un azar ni una
impostura. Es laboriosa por la misma exigencia de conciencia, por
la misma voluntad de aprehender el sentido del mundo o de la
historia en su estado naciente. Se confunde desde este punto de
vista con el esfuerzo del pensamiento moderno.
Lo social se manifiesta en lo «interior» del
actor social por medio de las agencias de socialización y de la pregnancia que el
sujeto vive como certeza del único mundo posible, de la
única realidad accesible, constituyendo un absoluto que
opera como organización interior, como sistema
autocontenido o conjunto de relaciones estructurales
pertenecientes a la realidad privada del actor social. Es decir,
lo exterior volcado en y constituyendo la conciencia es vivido
por el individuo como
la «realidad». El desconocimiento profundo de lo
interior que opera tanto en las capas conscientes como
inconscientes de ese individuo posibilita la dominación.
Esto supone la posibilidad y el hecho fáctico del control
social y por ende de la gobernabilidad de una sociedad a
través de una serie de instituciones
y de la dirección ejercida como regulación a partir
de determinadas instancias (Gobierno, Estado,
etc.). La dominación se hace posible por medio del
desconocimiento, la desinformación, la información
tergiversada, el mito o el puro
y simple engaño social donde los poderes dirigen la
conducta y modelan el carácter de los sujetos.
La relación de los componentes que manejamos es
posible esquematizarla en unos pocos rasgos:
Para ver el
gráfico seleccione la opción "Descargar" del
menú superior
Figura:. Esquema general de
interacciones
Fuente: elaboración propia
Sobre esa conciencia se ejerce la
alienación. La mente resulta alienada como producto de la
dominación. El individuo deja de ser autónomo con
respecto al pensamiento y la acción para pasar a ser
heterónomo con respecto a la capacidad de
autonomía. El mundo social se revela al análisis
profundo como «apariencia inducida». El mismo
conocimiento se presenta como intento de certeza. En este sentido
se tiende a producir una coherencia informacional acorde con la
estructura de esquema de conocimiento latente antes de la
incorporación del nuevo saber.
Desde la óptica
de los diversos saberes, los actores social, pertenezcan a la
comunidad
científica o no, tiende a la confirmación de la
hipótesis de partida.
Considerando lo anterior, ¿Cuál es nuestro
rol como futuros investigadores de las ciencias
sociales?
La respuesta no es simple, intervenir la realidad para
generar conocimiento debe transformarse en una actitud o forma de
vida, conocer los paradigmas de
acción que se presentan en la realidad en el país y
en el mundo representan un gran desafío que teorías
como la de Popper o la de Husserl se nos brindad como herramientas
facilitadoras de nuestra acción rescatando la rigurosidad
de Popper por medio de su proceso de falsación y por la
habilidad de la fenomenología para aprehender los objetos
como se me presentan. La tarea es generar prácticas
diarias que permitan conocer los hechos sociales y construir
saberes, y estos saberes considerando la trilogía del
saber, saber ser y saber hacer.
No debemos olvidar nunca que todo conocimiento
está siempre sujeto a un plano de limitación
temporal. Está en un estadio o momento del devenir
procesual que supone el conocer. Siempre es posible agregar
nuevos conocimientos que permitan una nueva
cosmovisión, tanto del mundo, como de los
paradigmas científicos que sostienen y estructuran los
presupuestos
epistemológicos de la ciencia, sus métodos y
finalidad.
Rescatar en Popper la generación de conocimiento
a partir de un problema y utilizar la observación como
medio para lograr la falsación y dar origen a otros
problemas; y considerar a Husserl para trabajar en el campo de
los fenómenos a partir de la conciencia natural donde la
esencia es el medio para lograr la abstracción de la
conciencia pura que es una unidad de sentido con el mundo,
asumiendo que si generamos una práctica habitual de
estos postulados considerando que el futuro está
determinado por lo que serán nuestros nuevos
descubrimientos y conocimientos ya habremos dado el primer
paso.
(2) © Noviembre de 1993. Petra
Eufracia González Rivera
(3) Popper,Karl: En Busca de un Mundo
Mejor: Barcelona, Paidós:1996.
(4) Popper, Karl: El Mito del Marco
Común: Barcelona, Paidós:1997.
Popper,Karl: En Busca de un Mundo Mejor:
Barcelona, Paidós:1996. (Tesis Quinta)
Popper, Karl: Conjeturas y refutaciones:
Barcelona, Paidós:1983.
Husserl, Edmund: La Filosofía en la Crisis
de la Humanidad Europea: Evanston, 1970.
Cordua, Carla: La Fenomenología de
Husserl: 2002
Gómez de Liaño, Ignacio: La mentira
social: imágenes, mitos y
conducta. Tecnos, Madrid,
1989.
Sandra Ríos Núñez
Ingeniero Comercial; Dirección de Planificación y Estudios Universidad de
Los Lagos.
Osorno, Chile