Aproximación sociológica a los estudios de familia: escuelas, conceptos y tendencias
- Resumen
- Hablemos de familia. Si de
familia se trata - Escuelas, Conceptos….Un
punto de partida. El Organicismo
Positivista - La Teoría del
Conflicto - El Formalismo
Sociológico - El Behaviorismo
Pluralista - El Funcionalismo
Sociológico - Tendencias……
Consideraciones finales
"Aproximación sociológica a los
estudios de familia: escuelas, conceptos y
tendencias", constituye un acercamiento a la
producción teórica del tema de
la familia,
abordando sus principales dimensiones como un espacio de interés
social y científico. __ Como una visión nueva y
análisis merecido del hecho, incluye
conceptos que subyacen en la literatura clásica y
actual que pueden ser tan reconocidos como los más
tradicionales a través de una síntesis
crítica
de la historia y
fundamentos sociológicos. Aunque sitúa al lector en
el análisis de la disciplina,
puede servir de material de consulta para otras áreas del
saber social, conteniendo los elementos indispensables para
nuevos abordajes.
Hablemos de familia.
Si de familia se trata.
La familia es símbolo de plenitudes humanas, nada
extraño sería evocarla nuevamente, como uno de los
temas más encomiables y debatidos por todos nosotros. No
sería una trivialidad decir, que somos verdaderamente
humanos, cuando vivimos en familia y asumimos su realidad en
nuestras vidas.
Es pues, impensable referirnos a ella como un tema
agotado. Las artes, el folklore, la
teología y la literatura la han exaltado en sus discursos,
reflejando su objetividad y sus mitos, sus
aciertos y contradicciones, como la revelación de lo
nuevo, y fuente de inspiración y existencia.
La familia fue una de las primeras inquietudes inscritas
en el pensamiento
social desde la Antigüedad misma. Esbozada desde la
filosofía de Platón
como emblema de amor y
justicia, se
ha convertido en motivo de explicación y fundamento de las
primeras organizaciones
sociales. En torno a ella
convergen las ciencias
más cercanas al estudio del hombre y como
objeto de estudio ha sido vocera de debates y polémicas
diversas en cuanto a su presencia histórica en las
formaciones económico sociales, como sujeto de la cultura, y
unidad de vida social por excelencia.
Estas serían razones para asegurar que el tema
familiar nunca perderá vitalidad, pues su grandeza ha
residido en los espacios que ha colonizado en la vida de ayer y
de hoy, amén de haberse constituido en lugar idóneo
para las emociones y en la
fuente de afecto más universal que conocemos.__ Abordarla
entre las polémicas de los que denuncian su próxima
desaparición o los que la reconocen como la
institución social más poderosa, no
sustentaría nuestras aseveraciones sino coinciden en
reconocer que la familia ha tenido una doble fuerza de
resistencia y
adaptación… "ha aparecido como una
institución flexible y resistente desde que la
consideramos con cierta perspectiva
histórica".
Se suele pensar en la familia como la "unión
natural" de un hombre y una mujer, por ser la
institución encargada de la regulación social de
actividades con bases biológicas definidas,
particularmente el sexo y la
reproducción, pero la gran complejidad que
atañe al tema, hace posible que no haya existido un modo
único de ser estudiado y que en consecuencia, emerjan un
sinnúmero de valoraciones derivadas de
presupuestos y
métodos, y
estilos científicos diferentes.
Escuelas,
Conceptos….Un punto de partida
El Organicismo Positivista.
Si con certeza, se afirma que las primicias de una
perspectiva sociológica en cuanto al tema, se encuentran
en las encuestas
realizadas por la Sociedad Real
de Medicina
(Francia, 1744)
y las llevadas a cabo por filántropos del siglo XIX, la
primera de sus orientaciones teóricas se muestra en el
Organicismo Positivista.
Esta primera construcción teórica tal vez como
ninguna hizo de la familia una proposición fundamental
para la comprensión y estudio de la vida social. Tanto el
organicismo como el positivismo,
aunque constituyeron tendencias filosóficas opuestas,
basados respectivamente en modelos de
explicación orgánicos y en la primacía de la
experiencia, concordaron en definir sociedad como un
fenómeno integrado, complejo y totalizante, donde lo
social fuese explicado por lo social. Esta conciliación
hizo posible que surgieran las primeras concepciones de los
pioneros de la primera escuela
sociológica.
Teniendo en cuenta que la sociedad fue concebida en
términos orgánicos, Auguste Comte, fue el primero
en llamar la atención sobre la existencia de una
estructura
social, constituida por el individuo, la
familia y la sociedad, que en cuestión de orden definiera
como estática
social. Para el organismo social (sociedad), sus órganos
eran las instituciones
y se presenta a la familia como la más pequeña
unidad potencialmente autosuficiente, una especie de conjunto
suborgánico y en sí, la unidad social
básica. La familia ocupó desde entonces, un lugar
de interés en la sociología, y Comte aspirando a construir
una teoría
eminentemente positiva, la describe como nuestra más
pequeña sociedad, así esta ciencia y sus
primeros análisis empezaron por la familia y no por el
individuo, la cual se hacía equiparable con el organismo
social diferenciándose únicamente en
tamaño.
Era la familia la institución fundamental: la
verdadera unidad social es ciertamente la familia. Como germen de
las características sociales, en ella y no en otra
institución se encontraban las bases de la sociedad, que
en progresión podrían constituir tribus y naciones:
"Podemos representarnos a toda la raza humana como el desarrollo
gradual de una sola familia". _La visión macrosocial
que se le confería a la institución, no solo
permitió atribuirle características estructurales,
sino también funcionales, puesto que, según Comte,
era la gran escuela de la sociedad, donde los individuos aprenden
a ser verdaderamente sociales.
Como una cuestión evolutiva y haciendo
énfasis en el desarrollo y complejización del mundo
y de la sociedad, Herbert Spencer también adoptó el
principio orgánico de que las instituciones como las
plantas y los
animales se
adaptan progresivamente al entorno social. En cuanto a agregado
de unidades, la estructura
social vuelve a ser descrita atendiendo a su morfología
y es válido reconocer que, según Spencer, la
sociedad por su naturaleza
experimenta un crecimiento, donde sus partes u órganos se
van configurando distintamente, estableciendo relaciones
recíprocas y mutuamente independientes entre los
mismos.
Spencer creía que las instituciones
domésticas como la familia cumplían importantes
funciones,
como la de preservar las mismas sociedades, y
así estableció una periodización
histórica de las estructuras y
tipos familiares calificándolos como relativamente
adecuados cronológicamente. En curso, desde la sociedad
primitiva hasta la civilización, la familia atraviesa por
la promiscuidad, la poliandria, la poligamia y la monogamia. En
cuanto a este último período, la familia
monogámica, servía mejor a los intereses de los
padres y los hijos que los tipos anteriores (consanguínea,
punalúa y sindiásmica) y concebía a
ésta como la más apropiada para la sociedad
industrial, en beneficio de las relaciones entre los sexos y sus
derechos.
Por otra parte y teniendo como método
fundamental, poner en relación el sistema familiar
contemporáneo con otros sistemas,
operando una comparación con trabajos relativos en otras
sociedades, la sociología de la familia de Emile Durkheim se
consigna como la más prominente dentro del organicismo
positivista.
Durkheim llamó la atención sobre el hecho
de que las representaciones colectivas engloban los modos con los
que el grupo se
piensa en relación con otros objetos que lo afectany se
estimaba que tales representaciones son aquellos estados de la
conciencia
colectiva aplicables a colectividades en cuanto a normas y valores. Tal
concepción hacía analizable a la familia no solo
desde el ámbito biológico, presente objetivamente
en formas y tipos en cualquier civilización, sino en
definitiva como un imperativo social macrosociológicamente
integrado y determinado por el sistema social total y a su vez
determinando la vida de los individuos que la componen. De este
modo lo cultural irrumpía en el análisis de la
familia, en cuanto hecho social, regular y comprobable,
indispensable para la vida social e individual, que
requería para su estudio asumir los hábitos, el
derecho y las costumbres.
La familia se erigía entonces como un regulador
social, y es posible afirmar que la idea quedó esbozada en
las nociones de esta primera orientación teórica.
Según Ritzer, Comte afirmaba que la familia jugaba un
papel esencial en el control de los
impulsos egoístas y el surgimiento del altruismo
individual. Si se deseaba mejorar la sociedad de modo
significativo, los cambios en la familia eran la base fundamental
de cualquier otra alteración. Puesto que la familia
constituía la institución central, cualquier
cambio en ella
influiría profundamente tanto sobre el individuo como
sobre el conjunto de la sociedad.
La Teoría del
Conflicto.
El cambio social es inminente, y en la vida en sociedad
se hacen presentes los problemas
ligados al conflicto interhumano. Más que defender un
conservadurismo a ultranza, la sociología como ciencia
debía fundar sus argumentos en bases estrictamente
científicas. Explicar la vida interhumana era más
que una cuestión ideológica, si sobre todo se
admite que la realidad está llena de hechos en conflictos.
La insuficiencia para explicar la vida socialmente desde
la perspectiva de la sociología inicial, entronizó
la premisa de un orden incuestionable y que el conflicto fuera
visto como una patología o enfermedad social. Como se
sabe, las obras de E. Durkheim y Auguste Comte dan muestra de
ello, y tal vez, la idea más preocupante que sugiriera
conflicto en el estudio de la familia, fuese lo que F. Le Play,
antes que los organicistas positivistas, denominara como
"desconstitución de la familia".
La Teoría del Conflicto se instituye como la
segunda escuela sociológica; paralela al organicismo
positivista propugnó el conflicto como elemento
explicativo principal. Las bases de esta escuela pueden
encontrarse en las obras de Maquiavelo,
Thomas Hobbes, David
Hume y Jean Bodino.
Por citar, Bodino estimaba que la base de la sociedad
estaba en la familia, fundada inevitablemente en la
asociación de un hombre y una mujer y que implicaba
también hijos, propiedad y
autoridad
legal… Según su opinión, la familia es la primera
y única forma natural de la sociedad; el estado, una
asociación de familias que admiten un poder
soberano.
Esta teoría siguió enfatizando más
en fenómenos que pudieran considerarse macrosociales que
centrar su análisis en el individuo. Para Walter Bagehot y
Ludwing Gumplowicz, el conflicto se enmarcaba en gran medida en
el comportamiento
grupal, donde el sujeto fuera un prisma de la influencia social,
lo que sustentaba la idea que en tal contexto, el grupo era
superior al individuo.
La entidad familiar se presenta como fuente
etiológica para el conflicto, que esta escuela recrea y
busca en ella, respuestas al sinnúmeros de contradicciones
y sucesos sociales; el individuo, la sociedad civil y
el estado
encuentran sus fundamentos en estos marcos, y la estructura
social se define como un proceso de
disolución y reorganización continuos en el que el
conflicto tiene su parte.
Refiriéndose a la constitución de la familia, W. Bahegot
fragmenta la historia de la humanidad en tres grandes edades,
situándola como un fenómeno precedente a ellas; la
sociedad estaba dividida en familias patriarcales en la que el
patriarca detentaba el poder y solo
en él se encontraban los gérmenes del estado.
Gumplowicz también apuntó de igual manera al origen
de la institución y de la propiedad basándolas en
el conflicto intergrupal. De esta forma explica fue posible el
matrimonio por
rapto y la exogamia.
F. Engels en "El Origen de la Familia, la Propiedad
Privada y el Estado", por su parte realiza un análisis
de la familia monogámica y de las relaciones entre este
tipo familiar y la propiedad privada; teniendo como referente las
obras de Morgan y Hegel,
partía de la premisa de que la familia era un elemento
activo y que nunca permanece estacionario, sino que pasa de una
forma inferior a una superior a medida que la sociedad evoluciona
de un grado más bajo a uno más alto.
A través de las etapas que se trazan en el grupo
familiar, Engels considera que la estructura y los roles de los
sexos fueron desde un punto de vista histórico lo que
actualmente son, dependientes en parte del desarrollo
tecnológico en provecho de la producción social con
fines de generar medios de
existencia (objetos útiles para la alimentación, el
vestir y el alojamiento) y la perpetuidad de la especie, como
características inherentes de las instituciones
sociales.__Si es válido reconocer que lo biológico
se reitera como un componente esencial en la familia, lo novedoso
es que, como unidad económica, se convierte en el factor
que permitía el traspaso de la propiedad, la herencia y una
garantía de un estatus superior para la clase
dominante, en tal contexto.
La familia monogámica descrita por Engels se
caracterizó por el matrimonio por conveniencia, concertado
por los padres y en cuanto a los sexos, por un protagonismo
masculino econonómicamente superior y una dependencia casi
total de la mujer respecto
al esposo, pero como el mismo autor siguiendo a Morgan apunta, la
familia progresará a medida que la sociedad se modifique;
como producto del
sistema social siempre reflejará su estado y
desarrollo.
Las escuelas precedentes habían dejado su
impronta en el fundamento científico; aunque desde
posiciones extremas, habían aportado singularidad de
análisis, densidad y
madurez conceptual. El examen de realidad social al hacerse desde
el punto de vista de las instituciones y de la comparación
de la sociedad en su totalidad estribaba aun en posiciones
conservadoras y como constancia, la estabilidad y el
análisis de lo supraindividual se ratifican como
máximos objetivos
sociales.
En el contexto de la profesionalización e
institucionalización de la ciencia, el
formalismo sociológico irrumpió con novedad en
tanto consideraba analizar dimensiones inexploradas de la
sociedad. Sustentado entre otras, en las ideas de Enmund Husserl
y en las concepciones liberales de Kant, la vida
social no era una forma orgánica que se tragara el
individuo, sino una comunidad de
voluntades independientes. Como resultado, la sociología
se extendía al estudio de las formas sociales, denotando
interés en sus particularidades.
Las formas sociales como se ha apuntado ocupan el sentir
del formalismo sociológico. No solo la comparación,
sino el empeño por caracterizar y definir los
acontecimientos sociales sirvieron de base a esta escuela en el
planteamiento de las relaciones sociales (como su
principal concepto) y en
cuanto a ello, la familia como forma social también se
constituyó en objeto y escenario para las mismas. Las
aportaciones de Ernest Burguess y Georg Simmel fueron las
más difundidas en este campo. El estudio de la familia se
proyectó por alcanzar dimensiones empíricas
concretas en los que la metodología ocupaba un importante lugar,
gestándose una producción conceptual con miras a
una mayor aplicabilidad. La sociedad se concebía como una
función
que se manifestaba en las relaciones dinámicas entre los
individuos y en las interacciones de las mentes individuales, y
solo existían relaciones y asociaciones en los sujetos
cuando formaban una unidad en la interacción.
Dentro de las ideas más sobresalientes de esta
escuela, el concepto grupal de la familia es uno de los
más importantes; recurso que se utilizó y que las
escuelas posteriores desarrollaron. Esta unidad social, como
grupo, se veía afectada por las relaciones que la
instituyen (ejemplo: marido- mujer, padres-hijos), fundadas en
gran medida en la alteridad y suma de sus miembros.
A su vez, Simmel desarrolló una
geometría social que si bien era aplicable al
estudio de normas, estructura social y situaciones complejas
dentro de la diversidad de formas sociales, en cuanto al grupo
familiar también gozaba de validez. Los coeficientes como
el número, la distancia, la posición, la
autoimplicación y la simetría, son constructos
aplicados a las formas sociales.
El número y tamaño del grupo como otros
ejemplos a citar en tanto díada y tríada,
lógicamente produciría cambios estructurales y
conductuales en la familia, pues la inclusión de una
tercera persona a la
estructura diádica padre–madre (padre-madre- hijo)
contribuiría a una nivelación de las expectativas
individuales de los miembros y a la aparición de roles
íntimamente aparejados (esposa-madre,
esposo-padre).
El behaviorismo o conductismo
social, surge como producto de una renovada actividad entre los
pensadores de tendencia idealista; paralelo al formalismo
sociológico sirvió de base para una
concepción más liberal de la sociedad, sin alterar
la tradición positivista que mostraba la
sociología.
Esta orientación teórica entre sus
características fundamentales, evitaba en lo posible
retomar conceptos como sociedades totales, género
humano y civilización, siendo una de las más densas
en cuanto a temas abordados. Sus complementos o subescuelas
fueron el behaviorismo pluralista, el interaccionismo
simbólico y la acción
social, marcos en los que la entidad familiar ocupó un
espacio recurrente de diversas maneras y desde puntos de vistas
análogos.
El primero de los casos, el behaviorismo pluralista,
apuntó al estudio de fenómenos en masas,
considerando los procesos de
invención y cambio social dentro de la cultura. La
teoría en su totalidad retoma a la familia como una
institución que debe de analizarse atendiendo a su
precedente histórico y a su contemporaneidad. Gabriel
Tarde como promotor de esta rama, la concibe como la
institución original, fuente de toda obligación
moral,
lenguaje,
culto y arte,
además de ser la primera institución política y agente de
control social.
La preexistencia de la institución, según
Tarde, hizo posible que en su seno dado su complejización
y desarrollo, surgieran por invención otras instituciones
especializadas, como la religión y el estado;
una vez más se retoma la dimensión histórica
de la familia elemento que alude a las primeras teorías
del conflicto. _Otra de las obras a mencionar es "Thecnology
and the Changing Familiy", de William Ogburn y Meyer F.
Nimkoff.
Los autores recurriendo al término de herencia
social explicaban que la cultura resumía los objetos
materiales,
los modos y las instituciones sociales, como productos
acumulados resultantes de la asociación. El producto
institución y dentro de ello la familia, como ejemplo
tipo, denotaba cambios como el tránsito de ser una
institución económica a una estructura
romántica y afectiva; el predominio a tendencia a la
pequeña familia conjuntamente con la reducción del
número de funciones, y el debilitamiento de la autoridad.
Aunque no son las únicas, la aparición de estas
transformaciones, residían en el impacto vertiginoso de la
ciencia que afectaban las sociedades, la presencia de un
urbanismo acelerado y la influencia de las ideologías
relativas a la democracia.
Hasta donde se puede señalar, si el behaviorismo
pluralista mantuvo un excelente análisis histórico
de la familia en cuanto a su permanencia social, aseguró
sobre todo calificarla desde una dimensión
simbólica, como un atributo cultural contenido en su
diversidad de rasgos, modelos, actitudes y
comportamientos humanos.
El significado de esta idea subyace en el
interaccionismo simbólico, subescuela que partió de
considerar la interacción entre las ideas y creencias de
los individuos como un proceso inherente a la realidad social en
contribución de la formación del Yo y de la
personalidad.
El complejo teórico interaccionista
reforzó desde este sentido la visión mucho
más dinámica de la familia. Las ideas del yo
empírico de William James y su fragmentación en el
yo material, el yo social y el yo espiritual constituyen las
primeras aplicaciones válidas al estudio de la sociedad en
su conjunto.
Pero lo más interesante puede encontrarse en el
pensamiento de Charles Horton Cooley: "La sociedad
existe en mi mente como el contacto y la influencia
recíproca de ciertas ideas llamadas yo". –En
consonancia del yo social de James y su yo espejo, Cooley
desarrolló una teoría de la sociedad donde muestra
concretamente el sentido de grupo de la familia.
El grupo primario como uno de sus aportes, es
fundamental en la formación de la naturaleza social y de
los ideales de los individuos; así la familia es un grupo
primario, caracterizado por la asociación y
cooperación interna y de contacto directo, devenido fuente
de identidad
personal y de
socialización.
Uno de los presupuestos básicos a tener en cuenta
es el nuevo sentido de integración que propone la teoría.
En cuanto a la relación existente entre sociedad y
persona; si hasta se consideró la familia como elemento
intermedio que acentúa el consenso social, la nueva
interpretación la considera como un grupo
relativamente autónomo, constitutivo tanto para la
sociedad como para el individuo.
La propuesta para este análisis alcanzó
nuevas dimensiones si se toma en cuenta las consideraciones de
Mead. Retomando la idea anterior el sujeto iría
interiorizando progresivamente los caracteres generales del grupo
al que pertenece (otro generalizado). El grupo familiar en tal
caso, Mead lo estima como un sistema de respuestas organizadas.
Siguiendo a Mead, solo en esa medida se desarrollará un
self completo.
Mead no perdió de vista el contenido
institucional da la familia, su significado social lo basaba en
ser la respuesta común o hábitos vitales en la
comunidad. Para él, las instituciones debían ser
fuentes de
orientación que promovieran libremente la creatividad y
la autonomía de la persona.
Por su parte el reconocimiento de la acción
social, clarificó y vino a acentuar los procesos
microsociológicos y de interacción social, haciendo
más comprensible la síntesis interaccionista
ratificando la primacía de la sociedad por un lado y por
otro, los significados y valores interiorizados por el individuo
en el grupo en el cual se desenvuelve. El marco grupal, como otro
generalizado, conciliaba los procesos de socialización e
individualización haciéndolos
interdependientes.
La obra de Max Weber,
posee conceptualizaciones con implicaciones en el estudio
familiar; su procedimiento
tipològico y su definición desde la acción
son válidos al respecto. –Esta última,
según el autor marcaba la transición de los actos
individuales a modelos de comportamientos. Es el concepto
mediante el cual se transita de la acción social, desde la
persona social a los grupos,
instituciones y comunidades sociales.
Al pretender describir la naturaleza de los tipos de
comunidad y la estructura social relaciona a la familia con la
comunidad doméstica; es: "…la comunidad
más universalmente extendida, abarca una acción
comunitaria muy continuada e intensa basada en la
piedad".
Así en el acto o la acción cobran sentido
desde la perspectiva del behaviorismo social, como unidad
sociológica. El paso estaba sentado para un estudio
posterior, teniendo como premisa la acción social en la
siguiente escuela.
El Funcionalismo
Sociológico.
De esta manera tuvo lugar el funcionalismo
sociológico, emergido de un nuevo punto de vista de la
acción, no como una clase de unidad atómica de que
las sociedades se componen, sino de la acción como
sistema.
La ultima escuela encontró sus fundamentos en
supuestos afines dentro de la ciencia, como el organicismo
positivista y el configuracionismo psicológico, retomando
el estudio de la sociedad a gran escala, pero esta
vez insistiendo en que sus unidades estaban determinadas por el
sistema.,siendo sostenedoras del mismo.
Como antesala, los estudios de familia pueden ubicarse
en la obra de George Homans, "The Human Group", en el que
opina que un sistema se constituye teniendo en cuenta su
actividad, interacción, sentimientos y normas. Asumir lo
sistémico hacía posible examinar lo
personológico, lo cultural y lo social como modos
estructurados de la acción y así, la familia en
calidad de
sistema, es un punto de asociación de tales
elementos.
La aproximación funcionalista más
reconocida respecto al tema la ofrece Talcott Parsons y entre sus
obras, "El sistema Social", la institución se
califica como grupo empírico y foco central de la
estructura social; una unidad vital especializada, actor
colectivo o subsistema interdependiente con múltiples
nexos con los restantes subsistemas y con el sistema social
total.
La familia es una organización de individuos, basada en un
origen común, destinada a conservar determinados rasgos,
posiciones, aptitudes y pautas de vida físicas, mentales y
morales. La visión parsoniana de este sistema social,
aseguraba atender a su estructura, funcionamiento y roles,
suponiendo que la modernidad
había incidido considerablemente en estos
mecanismos.
Como objeto de análisis, la definía como
una familia nuclear y conyugal, relativamente aislada del
parentesco amplio que reposaba en el matrimonio, siendo a su vez
unidad de residencia y consumo. Con
tales caracteres se consideraba como un prerrequisito
indispensable para la estabilidad social y su eficacia
consistía en constituirse continuamente en fuente de
socialización del niño y de estabilidad de la
persona adulta en tanto diferenciación organizada de sus
roles según el sexo.
Entre muchas cuestiones el ambiente
social de la institución parsoniana se orientaba a la
reproducción de las expectativas para sus actores
sociales. El padre debía ser cabeza de familia,
instrumentalmente determinaría el estatus de ésta a
través del ejercicio de una profesión y se
instituía como proveedor material de la misma; la esposa y
madre ligada afectiva y mayoritariamente al círculo
doméstico, dedicada al cuidado de los hijos y el
hogar.
Uno de los méritos principales de la
teoría fue en ver en el aprendizaje de
los roles, el punto crucial para la transmisión de
valores, pero sujeto a crítica no es posible afirmar que
un tipo de familia descrita (en este caso, la familia americana)
socialice la niño o al joven en los valores
que genera la modernidad, de igualdad entre
los sexos y clases. Se presenta más bien un sesgo
ideológico que prima en ponderar los valores
humanos más tradicionales y sancionar el mundo social
no por la dinámica de sus hechos, sino como conjunto
predeterminado de acciones.
Importaría decir que la familia actual insiste en
la realización personal de cada miembro y en la
compatibilidad de sus roles. Las nuevas expectativas familiares
quedan aun por definirse en la pluralidad de modelos emergentes;
por demás la estabilidad social depende de la diversidad
de estructuras y no de la unicidad normativa; de una negociación más que de una
sujeción entre sus partes. Los sistemas actuales exigen
ser valorados teniendo en cuenta sus cambios y
transformaciones.
Tendencias…… Consideraciones
finales.
La Sociología de la Familia es una
temática que ha mostrado la variación y fundamento
de la teoría sociológica; si de algún modo
ha servido pormenorizar sobre su naturaleza social, ha sido
particularmente para adentrarnos en su complejidad y reconocer
sus principales dimensiones.
El tema de la familia ha tendido a diseminarse en
múltiples conceptos y su proyección ha ido desde
las grandes calificaciones que apelaron analizarla en
comparación con el género humano y la
civilización, hasta el grupo original, autónomo,
proveedor de afecto para la persona. Las tendencias de las
escuelas iniciales advirtieron su naturaleza macrosocial y
objetiva, y su posición estructural; las restantes,
señalaron a otros caracteres más precisos, como el
de ser un componente básico para la formación de la
personalidad y
a su significación social.
El discurso de
esta entidad social ha dado muestra de ser un caso genuinamente
científico; en cuanto a su análisis institucional o
grupal, se han perfilado sus principales enfoques
(interaccionista, estructural – funcionalista, marxista y
sistémico). Hoy en día la principal tendencia, ha
sido propiciar un análisis integrador, teniendo en cuenta
su naturaleza siendo objeto de las investigaciones
más novedosas en las que se insiste en considerarla como
una estructura jerarquizada de papeles. En cuanto a ello, una
visión que integra la noción de institución
y de interacción humana de la familia es la que ofrecen
Berger y Luckman en tanto espacio de interacción humana
institucionalizado que cumple con los siguientes requisitos: 1).
espacio donde la actividad está sujeta a la
habituación la cual adquiere un significado rutinario para
sus actores. 2) un mundo en que la acción individual
transcurre mediante el ejercicio de roles y tipificaciones
recíprocas de comportamiento, los cuales le es inherente
un conocimiento
que comprende la normatividad. 3) espacio objetivado cuya
naturaleza ontológica va unida a la actividad humana. 4)
un medio que tiene historia y busca continuidad en el tiempo,
apoyándose en mecanismos de legitimación de sus roles y control social,
y de cuyos procesos resulta cierta integración
social.
En cuanto a criterios definitorios se entiende hoy por
familia todas aquellas agrupaciones domésticas que no
necesariamente impliquen solo una relación conyugal o
consanguínea, sino también de necesidad y afinidad.
Son frecuentes los grupos constituidos por personas entre los
cuales el único vínculo existente es el deseo de
vivir juntos y no el interés en la procreación, ni
en las obligaciones
que establecen los lazos de parentesco.
Finalmente según los autores actuales los
estudios más recientes se dirigen a temas como la
cohabitación juvenil, las tasas de divorcios, los nuevos
modelos matrimoniales y la evolución del estatus femenino.
La familia sigue siendo una bisagra en la
relación individuo sociedad y su presente señala a
contemplar sus mecanismos adaptativos más
disímiles. Seguirá, siendo como se afirma, un
espacio que tiene una historia, que busca entre otras cosas,
continuidad en el tiempo.
RUBÉN CRUZATA SANTOS
(profesor
Universidad de
las Ciencias Informáticas.)
Licenciado en Sociología.
Fecha de realización del trabajo:
Julio, 2004.