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Autoestima: mi reencuentro




Enviado por mnkravo



    1. Objetivos
    2. Introducción
    3. La importancia de la
      autoestima
    4. Autoestima
    5. Auto
      conocimiento
    6. Auto
      concepto
    7. Auto
      evaluación
    8. Auto
      aceptación
    9. Auto
      respeto
    10. Autoestima
    11. ¿Cómo se
      forma la autoestima?
    12. Auto eficacia y auto
      dignidad
    13. Barreras de la
      autoestima
    14. Autoestima, "Necesidad
      fundamental del ser humano"
    15. El poder de la autoestima en el
      lugar de trabajo
    16. Confiar en usted
      mismo
    17. La capacidad de tomar
      decisiones
    18. Pautas para tomar
      decisiones
    19. Acercarse a los demás
      con espíritu benevolente
    20. La convicción de que
      somos dignos de éxito
    21. Desafiar, estimular y
      exigir
    22. El impacto de la
      autoestima
    23. Conclusión
    24. Bibliografía

    Objetivos:
    1. Crear un ambiente
    positivo, de confianza y respeto entre
    todos los participantes.
    2. Descubrir la importancia de la auto-aceptación y la
    autoestima en
    el desarrollo
    personal.
    3. Aprender técnicas
    de auto ayuda para propiciar la introspección, inculcar la
    auto-aceptación y aumentar la autoestima.
    4. Experimentar en un espacio seguro, una
    comunicación más abierta y analizar
    las propias creencias.
    5. Brindar herramientas
    para disfrutar más de la vida y de ser uno
    mismo.

    Requerimientos:
    1. Una actitud
    abierta a nuevas posibilidades.
    2. Mostrar respeto por todos los participantes.
    3. Ganas de disfrutar más de la vida.
    4. Edad suficiente para hacerse responsable de sí
    mismo.

    "Aquel que se ama a sí mismo no tiene rival
    alguno"

    Benjamín Franklin.

    Introducción

    El padre de la psicología
    norteamericana es William James, y en su libro Principios de
    Psicología, cuya primera edición
    se publicó en 1890, hallamos el primer intento de definir
    la autoestima. Lo primero que James nos dice sobre sí
    mismos es que basa su autoestima en cómo se compara con
    los demás en cualquier tema que elige. Si nadie más
    puede estar a la par de su pericia, su autoestima queda
    satisfecha. Si alguien lo supera, se destruye. Esta no es la
    fórmula para una autoestima positiva sino una receta para
    la ansiedad.

    La autoestima cobró fuerza en la
    década de los ochenta. No sólo empezaron a
    publicarse cada vez más libros que
    hacían referencia a la palabra y se extendían sobre
    el tema en grado diverso, sino que comenzaron a aparecer estudios
    más científicos. Sin embargo, aún hoy no hay
    consenso en cuanto a lo que significa el
    término.

    El propósito de este curso no es tratar
    exhaustivamente el gran tema de lo que podemos hacer para curar o
    reconstruir una autoestima dañada, sino fundamentalmente
    explorar qué es la autoestima.

    Este es el punto de partida necesario. Si bien
    actualmente se habla mucho del tema, no hay comprensión
    compartida del significado de la autoestima o de las razones por
    las cuales es tan importante para nuestro bienestar.

    Una de las propuestas es observar el poderoso rol que
    juega la autoestima para todos nosotros en las elecciones y
    decisiones claves que dan forma a nuestras vidas.

    Se describe la buena autoestima y se indica las operaciones
    mentales de las que ésta depende.

    Se hacen observaciones acerca de las fuentes de la
    autoestima positiva, en la medida en que depende de nuestras
    propias elecciones y comportamiento.

    Así mismo, se trata de la aplicación de
    los principios de la autoestima al lugar de trabajo.

    Esperamos que deseen ir más allá y
    aprender más acerca de la autoestima ya que de todos los
    juicios que emitimos en la vida, ninguno es más importante
    que el juicio que emitimos sobre nosotros mismos.

    LA PROPIA IMAGEN ES EL
    DESTINO.

    Lic. Martha Noemí Caraveo
    Pacheco.

    "No hay peligro en mirar en el interior" Louise L.
    Hay

     LA IMPORTANCIA
    DE LA AUTOESTIMA

    El modo como nos sentimos con respecto a nosotros mismos
    afecta en forma decisiva virtualmente todos los aspectos de
    nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en
    el trabajo,
    el amor, el
    sexo, hasta
    nuestro proceder como padres y las posibilidades que tenemos de
    progresar en la vida. Nuestras respuestas ante diversos
    acontecimientos que dependen de quiénes y qué
    pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son los reflejos
    de nuestra visión íntima de nosotros mismos. Por lo
    tanto, la autoestima es la clave del éxito o
    del fracaso. También es la clave para comprendernos y
    comprender a los demás. La autoestima es una necesidad
    psicológica básica. La autoestima es estar
    dispuestos a ser conscientes de que somos capaces de ser
    competentes para enfrentarnos a los desafíos
    básicos de la vida y de que somos merecedores de la
    felicidad. Esto está compuesto por dos ideas
    básicas: a)Autoeficacia, es decir confianza en nuestra
    capacidad de pensar, aprender, elegir y tomar las decisiones
    adecuadas, y b) auto respeto, es decir, confianza en nuestro
    derecho a ser felices. Los desafíos básicos de la
    vida incluyen aspectos tan fundamentales como ser capaz de
    ganarse la vida y cuidar de uno mismo; ser competente en las
    relaciones
    humanas, es decir, capaz de mantener relaciones
    mayoritariamente satisfactorias para ambas partes; y tener
    resistencia que
    nos permite recuperarnos de la adversidad y perseverar en
    nuestras aspiraciones.

    Refleja "el juicio implícito que cada uno hace
    acerca de su habilidad para enfrentar los desafíos de su
    vida (para comprender y superar sus problemas) y
    acerca de su derecho a ser feliz (respetar y defender sus
    intereses y necesidades).

    Tener una alta autoestima es sentirse confiadamente apto
    para la vida, es decir, capaz y valioso. Tener una autoestima
    baja es sentirse inepto para la vida; desacertado, no con
    respecto a esto o aquello, sino desacertado como persona. Tener
    autoestima término medio es fluctuar entre sentirse apto e
    inepto, acertado y desacertado como persona, y manifestar estas
    incoherencias en la conducta
    –actuar a veces con sensatez, a veces tontamente-,
    reforzando, con ello, la inseguridad.

    Desarrollar la autoestima es desarrollar la
    convicción de que uno es competente para vivir y digno de
    ser feliz, y por lo tanto equivale a enfrentar la vida con mayor
    confianza, benevolencia y optimismo, lo que nos ayuda a alcanzar
    nuestras metas y experimentar la plenitud. Desarrollar la
    autoestima es ampliar nuestra capacidad de ser
    felices.

    Cuando apreciamos la verdadera naturaleza de
    la autoestima, vemos que no es competitiva ni
    comparativa.

    La genuina autoestima no se expresa por la auto
    glorificación a expensas de los otros, o por el
    afán de ser superior a los otros o de rebajarlos para
    elevarse uno mismo. La arrogancia, la jactancia y la
    sobrestimación de nuestras capacidades refleja más
    bien una autoestima equivocada y no, como imaginan algunos, un
    exceso de autoestima.

    Una de las características más
    significativas de la autoestima saludable es que es el estado de
    una persona que no está en guerra ni
    consigo mismo ni con los demás.

    La importancia de una autoestima saludable reside en que
    es la base de nuestra capacidad para responder de manera activa y
    positiva a las oportunidades que se nos presentan en el trabajo,
    en el amor y en la
    diversión. Es también la base de esa serenidad de
    espíritu que hace posible disfrutar de la vida. La
    autoestima nos fortalece, nos da energía y nos motiva. Nos
    anima a tener éxito y nos permite disfrutar y estar
    orgullosos de nuestros logros. La autoestima es una experiencia
    íntima: reside en el centro de nuestro ser. Es lo que
    pienso y lo que siento sobre sí mismo, no lo que piensa o
    siente alguna otra persona acerca de mí. Mi familia, mi
    pareja y mis amigos pueden amarme, y aún así puede
    que yo no me ame.

    "La autoestima es lo que te impulsa a lograr tus
    más altos objetivos y lo
    que te sostiene en los momentos difíciles. Si aumentas el
    amor por ti mismo, tu vida cambiará por completo"
    Francisco J. Angel

    AUTOESTIMA

    A la capacidad de tener confianza y respeto por
    uno mismo se le llama autoestima. (Susan Pick, Planeando tu vida,
    p. 277).

    Es propiciada desde el nacimiento, o tal vez antes, ya
    que el hecho de que el niño o la niña se sientan
    deseados por sus padres les va a dar la posibilidad de sentirse
    esperados y queridos. De lo contrario, crecerá con un
    sentimiento de rechazo y baja estima. Es en el núcleo
    familiar en donde el niño adquiere las bases que necesita
    para una autoestima adecuada, que le permita sentirse apto para
    la vida, o con una autoestima inadecuada que lo haga percibirse
    como un ser inepto para enfrentarse al futuro.

    Tanto la actitud de la madre como sus
    características personales son de suma importancia en el
    desarrollo de
    la confianza y el sentimiento de valía en los hijos; por
    lo tanto, es ella quien con su constancia, responsabilidad, interés,
    presencia y como satisfactora de necesidades, genera en los hijos
    el sentimiento interno de seguridad, de
    confianza en sí mismos y de sentirse dignos de la
    confianza de los demás.

    Los padres tendrán que ser "espejos" que reflejen
    al hijo sus cualidades y logros, ayudándole así a
    crear un sentido de auto confianza dentro de su familia y dentro
    de la sociedad. Esta
    confianza en sí mismo y en los que le rodean, le
    ofrecerá una base firme para desarrollar su identidad con
    la certeza de ser aceptado, valioso y capaz.

    Asimismo, los padres deben creer en los hijos (as) y
    producir en ellos la convicción de que lo que hacen tiene
    un significado; esto se logra a través de la
    empatía. O sea, percibir la necesidad del otro y responder
    adecuadamente de tal manera que el niño se sienta
    realmente comprendido.

    Durante el crecimiento del niño (a), y
    posteriormente en la adolescencia,
    será el medio ambiente
    familiar el que ayudará a reafirmar su autoestima. Si
    ésta no se desarrolló de manera favorable dentro
    del núcleo familiar, probablemente el individuo
    tendrá sentimientos de soledad y rechazo, lo que se
    traducirá en minusvalía, lo cual le impedirá
    sentirse apto (a) para alcanzar sus metas.

    En algunas ocasiones los padres frustran la posibilidad
    de una fuerte autoestima con base en la creencia de que sus hijos
    (as) serán adultos presumidos. Esto es un error, lejos de
    la presunción, estos niños
    (as) serán seres humanos seguros de
    sí mismos (as) y fuertes ante la adversidad. En otras
    ocasiones, la misma sociedad no permite que las personas muestren
    sus cualidades. Existen prejuicios tales como: "No debes mostrar
    tus cualidades, eso es presunción". "Una cualidad
    importante es la modestia". "Debes ser humilde". Éstas son
    frases que escuchamos comúnmente y corresponden a las
    necesidades sociales. Los individuos con una baja autoestima
    están más sometidos a patrones vigentes, mientras
    que una adecuada autoestima se asocia con un reconocimiento de
    cualidades y defectos y una mayor conciencia de los
    alcances y limitaciones para luchar y obtener condiciones de
    vida.

    La autoestima deberá ser sentida como la esencia
    interna de sí mismo (a). No necesita reconocimientos
    externos; la verdadera autoestima posee el reconocimiento
    interno, es la fe y respeto por nosotros mismos y es captada a
    través del amor, el respeto y la fe con la que nos
    nutrieron desde niños.

    Una buena autoestima nos permite crecer, ser libres,
    creativos, alegres, amistosos, amorosos, sentirnos plenos y con
    capacidad de dar y recibir.

    La palabra autoestima nos habla de cuánto nos
    valoramos y queremos a nosotros mismos. No todas las personas nos
    sentimos satisfechas con nuestra apariencia física, con nuestro
    carácter, con la forma en que nos
    comportamos, con lo que hemos logrado en la escuela, con
    nuestros amigos o dentro de la familia.
    Estos factores determinan cómo nos sentimos con nosotros
    mismos, qué tan contentos estamos con ser como somos,
    qué tanto nos aceptamos y que tanto nos
    queremos.

    ¿Qué es la
    autoestima?

    La autoestima está directamente relacionada con
    la auto imagen o el auto concepto, y que
    son los conocimientos y sentimientos que el individuo tiene sobre
    sí mismo. Tanto el desarrollo de la realidad individual
    como la capacidad de autoestima, están consideradas como
    un proceso. Ambos
    factores han de avanzar simultáneamente. La autoestima y
    el desarrollo personal se
    complementan entre sí; es imposible avanzar en el camino
    de la evolución
    humana sin una estima correcta y sin un crecimiento adecuado.
    La autoestima implica necesariamente que sintamos que somos
    valiosos, pero también que somos eficientes.

    "La autoestima es una parte fundamental para que
    el hombre
    alcance la plenitud y la autorrealización en la salud física y
    mental, productividad y
    creatividad,
    es decir, es la plena expresión de sí mismo". Es
    apreciar el valor e
    importancia propios, y tener el carácter para ser
    responsable de sí y de actuar responsablemente hacia los
    demás.

    "El hombre tiene
    capacidad para elegir la actitud personal ante cualquier reto o
    un conjunto de circunstancias y así decidir su propio
    camino. Lo que el hombre llega a ser lo tiene que ser por
    sí mismo" (Nathaniel Branden).

    A la autoestima se le ha llamado la clave del
    éxito personal, porque "ese sí mismo" a veces
    está oculto y sumergido en la inconsciencia o en la
    ignorancia.

    Autoestima es la "suma de la confianza y respeto por uno
    mismo". En ella hay un sentimiento:

    . Me siento capaz de lograr cosas, de superar problemas,
    de salir adelante. Confío en mis capacidades para
    enfrentar la vida a pesar de mis límites.

    . Me siento valioso y con derecho a ser feliz, y por lo
    tanto estoy pendiente de mis emociones, deseos
    y necesidades.

    La autoestima influye en cada situación y acto de
    nuestra vida: en el trabajo, el estudio. La relación de
    pareja, la diversión y, por supuesto, la sexualidad.

    La autoestima es el puente entre quién es y
    qué hace, entre el éxito interno y el externo. La
    autoestima significa creer en ti. Se ha definido la autoestima
    como apreciar sus puntos fuertes y destrezas, tener un
    sentimiento de poder y
    responsabilidad por sus propias acciones; un
    sentido de afecto mutuo entre usted y los demás y un
    sentido de dedicación a la sociedad ( Lynn
    Silton).

    La autoestima es el antídoto más eficaz contra la
    depresión, la ansiedad o el estrés. Le
    permite actuar. La acción
    sigue al pensamiento.
    Pensar en lo que no puede hacer a menudo hace que fracase.
    Quedarse en los ensayos del
    pasado es un ensayo para
    repetir la actuación. Por otro lado, la acción
    positiva puede hacer realidad sus sueños. La
    energía y dirección centradas conducen a la mejor
    autoestima y éxito. La autoestima es una experiencia
    íntima; habita en mi alma. Es lo
    que yo pienso y siento respecto a mí mismo, no lo que otra
    persona piensa o siente respecto a mi.

    La principal tarea del hombre en la vida es darse
    nacimiento a sí mismo, llegar a ser lo que potencialmente
    es. El producto
    más importante de este esfuerzo es su propia personalidad
    (Erich Fromm, el Arte de
    Amar).

    Por tanto la autoestima la podemos definir como el
    conjunto de creencias (limitantes o desarrolladoras) y valores
    (virtuosos o viciosos) que el sujeto tiene acerca de quién
    es, de sus capacidades, habilidades, recursos y
    potencialidades, pasadas, presentes y futuras, que le han
    conducido hasta donde está y que le llevarán hasta
    donde crea que puede llegar.

    La autoestima adecuada no es algo con lo que nacemos ni
    es posible comprarla en un puesto de revistas ni en una tienda de
    videos; no se adquiere por ir a una conferencia ni
    por asistir a un taller; es, sencillamente, el resultado del
    esfuerzo personal y cotidiano por alcanzarla, y una vez alcanzada
    por mantenerla, pues tampoco es un estado que se
    adquiera de una vez y para siempre: sube, baja, se cuestiona,
    peligra, se recobra.

    Cuando la autoestima es alta, nos sentimos llenos de
    energía y entusiasmo, nos sentimos capaces de todo, nos
    sentimos seguros de nuestro propio valer y nuestra importancia.
    La alta autoestima busca el desafío y el estímulo
    de los objetivos difíciles y que merecen la pena. Alcanzar
    dichos objetivos nutre la buena autoestima.

    Una persona con autoestima alta piensa que su vida hace
    una diferencia importante en el mundo y en las personas que le
    rodean. Tiene confianza en sus capacidades. Se caracteriza por su
    honestidad, su
    amor hacia sí misma y hacia los demás y porque
    expresa su libertad.
    Demuestra integridad entre sus valores y sus acciones, entre lo
    que siente y lo que dice, entre su comunicación verbal y
    no-verbal. Está bien consciente de que su mejor recurso es
    su propia persona. Sabe que puede contar con ella misma para todo
    lo que sea necesario. Tiene confianza en su presente y esperanza
    en el futuro. Se acepta tal como es y, al mismo tiempo, desea
    mejorar. Disfruta cuando logra mejorar, pero entiende que no
    siempre es posible.

    Cuanto más alta sea nuestra autoestima, mejor
    preparados estaremos para enfrentar las adversidades; cuanto
    más flexibles seamos, más resistiremos las
    presiones que nos hacen sucumbir a la desesperación o a la
    derrota. Cuanto más alta sea nuestra autoestima, nuestras
    comunicaciones
    tendrán la posibilidad de ser más abiertas,
    sinceras y adecuadas, porque creeremos que nuestros pensamientos
    son valiosos y por lo tanto aceptaremos la claridad en lugar de
    temerla.

    Cuanto más alta sea nuestra autoestima,
    más ambiciosos tenderemos a ser, no necesariamente en
    nuestra carrera o profesión o en un sentido
    económico, sino en términos de lo que esperamos
    experimentar en la vida en el plano emocional, creativo,
    espiritual.

    Cuanto más alta sea nuestra autoestima,
    más posibilidades tendremos de entablar relaciones
    enriquecedoras y no destructivas, ya que lo semejante se atrae,
    la salud llama a la salud, y la vitalidad y la generosidad de
    ánimo son más apetecibles que el vacío
    afectivo y la tendencia a explotar a los demás. Cuanto
    más alta sea nuestra autoestima, tendremos más
    disposición a establecer relaciones positivas en lugar de
    tóxicas. Esto se debe a que los que se parecen se atraen,
    y la salud se siente atraída por la salud. La vitalidad y
    la extroversión de los demás son, naturalmente,
    más atractivas para las personas con buena autoestima que
    la vacuidad y la dependencia. Los hombres y mujeres que
    confían en ellos mismos se sienten atraídos unos
    por otros de una forma natural. A la inversa, las mujeres y los
    hombres inseguros también se sienten atraídos y
    establecen relaciones destructivas.

    Cuanto más alta sea nuestra autoestima,
    más nos inclinaremos a tratar a los demás con
    respeto, benevolencia y buena voluntad, ya que no los
    percibiremos como amenaza, no nos sentiremos "extraños y
    asustados en un mundo que nunca hicimos" (citando el poema de A.
    E. Housman),y porque el respeto por uno mismo es la base del
    respeto por los demás.

    Cuanto más alta sea nuestra autoestima,
    más alegría experimentaremos por el solo hecho de
    ser, de despertarnos a la mañana, de vivir dentro de
    nuestros cuerpos. Cuanto más alta sea nuestra autoestima,
    más ambiciosos seremos, no sólo en sentido
    profesional o financiero, sino en materia de lo
    que esperamos experimentar en nuestras vidas: emocional,
    romántica, intelectual, creativa y espiritualmente. Cuanto
    más alta sea nuestra autoestima, mayor será el
    deseo de expresarnos, reflejando nuestra riqueza interior
    .

    Cuando la autoestima es baja, estamos cansados, nada nos
    entusiasma, nos sentimos inseguros de lo que somos capaces de
    hacer, sentimos que valemos poco. La baja autoestima busca la
    seguridad de lo conocido y lo fácil. Confinarse a lo
    conocido y lo fácil sirve para debilitar la autoestima.
    Cuanto más baja sea nuestra autoestima, más urgente
    será la necesidad de "probarnos" a nosotros mismos o de
    olvidarnos de nuestras necesidades viviendo de manera mecánica e inconsciente.

    La baja autoestima tiende a generar depresión y
    ansiedad. Si nos sentimos significativamente carentes de eficacia y valor,
    casi con seguridad sentiremos que la existencia es aterradora e
    infructuosa.

    Una persona con autoestima baja piensa que es
    insignificante. Se pasa la vida esperando que le ocurran las
    peores catástrofes, hasta que le ocurren. Vive sus
    días aislada del mundo. La soledad parece perseguirla.
    Tiene enormes dificultades para comunicarse. Cuanto más
    baja sea nuestra autoestima, nuestras comunicaciones
    tenderán a ser más turbias, evasivas e inadecuadas
    debido a la desconfianza en nuestros propios pensamientos y
    sentimientos, así como a la ansiedad ante la respuesta de
    nuestros interlocutores.

    Puesto que la autoestima se aprende, podemos
    también cambiarla y volverla más
    positiva.

    Un especialista en relaciones humanas, Satir (1981) ha
    dicho:

    "Siempre hay esperanza de que la vida cambie porque
    siempre se pueden aprender cosas nuevas."

    Los principales pasos para mejorar la autoestima
    son:

    1. Reconocer que nuestra autoestima es
      baja.
    2. Convencerse de que la autoestima se puede
      cambiar.
    3. Decidir cambiarla.

    Otras ideas que ayudarán a mejorar la
    autoestima son:

    1. Reconocer que solamente nosotros mismos podemos hacer
      el cambio. En
      realidad, nadie más tiene esa responsabilidad ni esa
      capacidad. Quizás hay algunos de nosotros que creemos
      que la autoestima la produjeron otros (casi siempre es
      más fácil culpar al resto del mundo).
    2. Hacer un balance de las virtudes y los defectos.
      Todos tenemos cualidades y defectos y todos podemos sacarle
      partido a nuestras cualidades y cambiar algunas de las
      características propias que nos disgustan.
    3. Empecemos primero por uno de los defectos. Debemos
      estar conscientes de que no todo lo que disgusta se
      podrá modificar. Pero siempre hay esperanza. Algunas
      cosas que disgustan no pueden ser cambiadas. Por ejemplo, es
      poco probable que alguno pueda aumentar su estatura, cambiar la
      forma o el tamaño de sus orejas, estrenar un nuevo
      color de ojos.
      Pero, está dentro del alcance de la mayoría de
      nosotros cambiar algunos defectos. Por ejemplo, con dietas o
      ejercicios podemos mejorar el cuerpo, con un especialista en
      cortes de cabello podemos cambiar su forma o el estilo de
      peinado.
    4. Para aprender una nueva actitud personal, comencemos
      con lo sencillo. Y, por supuesto, premiémonos
      generosamente al alcanzar una meta, por pequeña que
      ésta sea.
    5. Cualquier cambio que planeemos hacer,
      hagámoslo para complacernos a nosotros mismos. Podemos
      complacer a algunas personas por cierto tiempo, pero no podemos
      complacer a todo el mundo todo el tiempo. Ni tiene caso
      hacerlo. Nadie puede caerle bien a todos.

    Tener una buena autoestima significa ver
    verdaderamente quien soy, autónomo, capaz de poner
    límites, orgulloso de ser quien soy y, por
    último, absolutamente abierto a recibir del universo lo que
    me he ganado. La autoestima se aprende de los padres, si yo he
    recibido valoración dela fuera, si mis padres me
    consideraban valioso, me aceptaban como era, me daban cierta
    autonomía, respetaban mi privacidad; si estaban
    orgullosos de mí y me hacían sentir reconocido,
    sin que me quedara endeudado o culpable cuando me daban algo
    (vamos recorriendo el esquema de la palabra valor), entonces es
    más fácil para mí darme cuenta de que soy
    valioso.

    VERDADERO (autoaceptado
    verdaderamente
    )

    AUTÓNOMO (libre de fijar sus propias
    normas
    )

    LIMITANTE (capaz de poner
    límites
    )

    ORGULLOSO (contento de ser quien
    es
    )

    RECEPTIVO (aceptador del reconocimiento del
    medio
    )

    Para algunos autores es como una escalera que se
    construye con distintos escalones. Estos escalones
    son:

    -Auto conocimiento

    -Auto concepto

    -Auto evaluación

    -Auto aceptación

    -Auto respeto

    -Auto estima

    AUTO
    CONOCIMIENTO

    "Cuando aprendemos a conocernos en verdad vivimos"
    (Schüller).

    El auto conocimiento
    es conocer las partes que componen al "yo". Cuáles son sus
    manifestaciones, necesidades y habilidades; los papeles que vive
    el individuo y a través de los cuales es; conocer por
    qué y cómo actúa y siente.

    Es imposible amar algo que no conozco. No puedo amarme y
    respetarme si no conozco los aspectos que me integran.

    Conocerme significa percibirme completo: mi cuerpo, mis
    pensamientos y sentimientos, y mi capacidad de relacionarme con
    otros.

    Conocerme es descubrirme con capacidades, habilidades y
    virtudes, pero también con límites, defectos,
    errores.

    Conocerme es darme cuenta de que cambio, no siempre soy
    igual, soy alguien dinámico y cambiante como cambiante y
    dinámica es la vida. Es conocer las partes
    que componen el yo, cuáles son sus manifestaciones,
    necesidades, y habilidades; los papeles que vive el individuo y a
    través de los cuales es; conocer por qué y
    cómo actúa y siente. Al conocer todos sus
    elementos, que desde luego no funcionan por separado sino que se
    entrelazan para apoyarse uno al otro, el individuo logrará
    tener una personalidad fuerte y unificada; si una de estas partes
    funciona de manera deficiente, las otras se verán
    afectadas y su personalidad será débil y dividida,
    con sentimientos de ineficiencia y
    devaloración.

    AUTO
    CONCEPTO

    "Dale a un hombre una auto imagen pobre y
    acabará siendo un siervo" R.
    Schüller).

    El auto concepto es una serie de creencias acerca de uno
    mismo, que se manifiestan en la conducta. Si alguien se cree
    tonto, actuará como tonto; si se cree inteligente o apto,
    actuará como tal.

    Es la visión o la imagen que tengo de mí
    mismo. Si digo: "Yo creo que soy…" todo lo que diga acerca de
    mí, es mi auto concepto. Todos tenemos una idea de lo que
    somos y de cómo somos. A veces, esa idea es real, pero a
    veces no lo es . Esa idea depende mucho de las etiquetas que las
    demás personas nos han puesto a lo largo de nuestra vida.
    El auto concepto es el conjunto de creencias que una persona
    tiene acerca de lo que es ella misma. Cada persona se forma, a lo
    largo de su vida, una serie de ideas o imágenes
    que la llevan a creer que así es. Hay personas que creen
    firmemente en su capacidad para ganar dinero o para
    vencer en la vida, y también, por desgracia, existen las
    que se han formado un auto concepto negativo, de manera que
    están convencidas de su incapacidad para triunfar o para
    aprender y progresar. Si una persona cree que no es apta para las
    matemáticas, aunque tenga cualidades para
    ellas, será inútil. Ninguna persona ha nacido para
    tapete ni para víctima. Nadie ha nacido fracasado, ni
    pecador sin esperanzas.

    AUTO
    EVALUACION

    "El sentirse devaluado e indeseable es en la
    mayoría de los casos la base de los problemas humanos" (C.
    Rogers).

    La auto evaluación
    refleja la capacidad interna de evaluar las cosas como buenas si
    lo son para el individuo, le satisfacen, son interesantes,
    enriquecedoras, le hacen sentir bien y le permiten crecer y
    aprender; y considerarlas como malas, si para la persona lo son,
    no le satisfacen, carecen de interés, le hacen daño y
    no le permiten crecer.

    Es la capacidad de evaluar como positivo o negativo
    aquello que sea positivo o negativo para mí, reflexionando
    al mismo tiempo sobre normas y valores
    de la sociedad. Poco a poco vamos a encontrar los puntos que van
    a guiar nuestra conducta, desarrollaremos nuestro propio juicio y
    aprenderemos a confiar en él, en lugar de basarnos
    solamente en lo que piensan las demás personas. Y es
    así, porque confío en mi propio juicio. La auto
    evaluación requiere estar consciente de sí mismo.
    El Dr. Elkins dice: "El darse cuenta de uno mismo es la llave
    para cambiar y crecer". Cada uno tiene que encontrar e ir
    haciendo su camino, el que lo lleve a ser una persona valiosa
    para sí mismo y los demás. El "darse cuenta",
    según la teoría
    de la Gestalt, es
    prestar más atención a las propias vivencias para
    comprenderlas y así comprender la existencia; "darse
    cuenta" de lo que está pasando en ese momento a su
    alrededor, cómo y qué se percibe, qué siente
    y cómo queda consigo mismo con la decisión que
    está tomando. Todo aquello que fue grabado es susceptible
    de transformarse y cambiar si hay voluntad: "Somos los
    arquitectos de nuestro propio destino", "los escultores de
    nuestra más importante cultura".

    AUTOACEPTACION

    "La actitud del individuo hacia sí mismo y el
    aprecio por su propio valer juega un papel de primer orden en el
    proceso creador" (M. Rodríguez).

    La auto aceptación es admitir y reconocer todas
    las partes de sí mismo como un hecho, como la forma de ser
    y sentir, ya que sólo a través de la
    aceptación se puede transformar lo que es susceptible de
    ello. Sin auto aceptación la autoestima es imposible. Nos
    quedamos bloqueados en un hábito de conducta de
    autorrechazo, el crecimiento personal se ve reprimido y no
    podemos ser felices.

    Aceptar, es experimentar la realidad de una manera
    completa, sin negarla ni evitarla. Es admitir y vivir como un
    hecho todas las partes que hay en mí. Aceptarme es ser
    capaz de sentir y decir: soy todas estas características;
    mi cuerpo, emociones, deseos, ideas, son partes de mí,
    independientemente de que algunas me gustarán y otras no.
    Fíjate: aceptarme no es necesariamente gustarme, sino
    reconocerme que soy como soy.

    Para aceptarme no tengo que negar que soy, al contrario,
    se tata de aprender a amarme y respetarme con todas mis
    características: lo positivo y lo negativo, mis
    capacidades y mis limitaciones, mis aciertos y mis errores. Es
    necesario rodearse de una atmósfera donde se
    promueva la confianza, el afecto, el respeto, y la
    aceptación, y no seguir en una donde estos valores son
    ignorados o rechazados; tener actividades donde sea posible el
    éxito, y no aquéllas en que se sabe de antemano que
    se va a fracasar. Auto aceptarme no significa estar en guerra con
    nosotros mismos, no negar nuestra realidad actual, en este
    momento de nuestra existencia. La autoaceptación es
    negarse a tener una relación de enfrentamiento con uno
    mismo. Es uno de los fundamentos indispensables para construir
    una autoestima saludable.

    AUTO
    RESPETO

    "La autoestima es un silencioso respeto por uno
    mismo" (Dr. Elkins).

    Auto respetarse es atender, hacer caso a las propias
    necesidades para satisfacerlas, vivir según nuestros
    propios valores, y expresar nuestros sentimientos y emociones,
    sin hacernos daño ni culparnos. Buscar y valorar todo
    aquello que lo haga a uno sentirse orgulloso de sí
    mismo.

    Si me respeto, estoy al tanto de lo que deseo y necesito
    para estar bien, pero no solo me doy cuenta: actúo para
    lograrlo.

    Si me respeto defiendo –aún ante mí
    mismo- mi derecho a ser la persona que realmente soy. El auto
    respeto es entender las propias necesidades y valores para
    satisfacerlos; expresar y manejar en forma conveniente los
    sentimientos y emociones, sin hacerse daño ni culparse:
    buscar y valorar todo aquello que lo lleve a sentirse una persona
    orgullosa de sí misma. Sólo en la medida de este
    auto respeto se atenderán las necesidades y valores de los
    demás; no se hará daño, juzgará ni
    culpará. Se valorarán gracias a las propias
    necesidades y valores, se entenderá que así como
    uno tiene los suyos y los necesita, así el otro tiene los
    suyos y los necesita.

    AUTOESTIMA

    "Solo podemos amar cuando nos hemos amado a nosotros
    mismos".

    Quien se quiere a sí mismo se conoce y se acepta
    tal como es, conoce sus cualidades y sus limitaciones. Todas las
    personas valemos por nosotras mismas. No es necesario ser el o la
    mejor. Lo importante es hacer nuestro mejor esfuerzo y sentirnos
    satisfechos con nuestros logros. La autoestima es la síntesis
    de todos los pasos anteriores. La autoestima es el aprecio que
    tenemos por nosotros mismos, de nuestra forma de pensar, actuar y
    sentir. Ella nos permite reconocer nuestras capacidades y confiar
    en nosotros mismos. Nuestra persona con las propias virtudes,
    defectos, emociones, sentimientos, necesidades, etc., es el
    equipo que tenemos para vivir y así como somos debemos
    aceptarnos y querernos incondicionalmente, tomando en cuenta que
    hay cosas de nosotros que podemos modificar.

    "El pasado no tiene poder sobre mí" L.
    Hay

    ¿CÓMO SE FORMA LA
    AUTOESTIMA?

    El sentimiento de valor propio lo aprendemos desde la
    infancia.

    Desde niños pequeños interactuamos con
    otras personas : nos sentimos apoyados en menor o mayor grado,
    recibimos palabras de aliento o desaliento, directa e
    indirectamente de los padres y de otras personas. De las
    experiencias y comunicaciones con otras personas comenzamos a
    formarnos una imagen de nosotros mismos, adquirimos una especie
    de balanza en la que comparamos nuestro propio valer contra el
    que nos ha dado el mundo adulto.

    A través de estas primeras comunicaciones
    recibimos: ideas de lo que otros sienten hacia nosotros, diversas
    opiniones sobre qué tan capaces somos para hacer o no las
    cosas, qué tan agradables o desagradables somos,
    qué tanta confianza nos tienen, qué tan
    independientes o dependientes quieren que seamos. Al transcurrir
    el tiempo, vamos asimilando el concepto que los otros nos
    transmiten y le vamos asignando una calificación a este
    concepto. Esta "calificación" es la autoestima.
    Ésta representa qué tanto nos queremos a nosotros
    mismos.

    Existen varias razones para desarrollar una autoestima
    positiva:

    1. En la medida en que nos conocemos y aceptamos,
      estaremos más contentos, satisfechos y
      tranquilos.
    2. Si estamos contentos con nosotros mismos,
      interactuaremos más constructivamente con otros y
      lograremos más y mejores metas.
    3. Será más probable que otros nos vean,
      respeten y admiren, de una manera más positiva, si nos
      aceptamos como somos. Si tenemos autoestima será
      más fácil que otros también nos
      quieran.
    4. La autoestima positiva es un motivador poderoso de
      nuestra conducta que trabaja para mantener la propia
      estabilidad y nos brinda una serie de expectativas (metas) de
      logro y éxito. El autor, Rob Solomón, nos
      ofrece siete claves para construir y mantener un
      posición de sólidos valores personales y de una
      autoestima positiva.

    1. Haz una revisión realista de ti
    mismo.

    ¿Cuáles son tus posibilidades y tus
    limitaciones? ¿Qué sabes hacer bien y hasta
    dónde está tu alcance?

    Para poner límite necesito:

    Comunicar claramente mis ideas.

    Saber cuáles son mis necesidades.

    Expresar límites y consecuencias
    claramente.

    Sobreponernos a nuestras limitaciones.

    2. Sé congruente con tus valores
    personales.

    Como los valores
    vienen de fuera, éstos siempre se hayan a prueba, ya sea
    por nuestras experiencias o por el juicio que hagamos de cada uno
    de ellos con el paso del tiempo. Lo importante de los valores es
    que tú debes aceptar los que se adapten a tu persona,
    siempre pensando en un sistema de
    valores o código
    ético.

    Si me respeto:

    Me quiero y valoro.

    Exijo un trato adecuado.

    Respeto a los demás.

    Mantengo una comunicación
    abierta.

    No me engaño a mí
    mismo.

    3. Desarrolla y mantén un sólido sistema
    de apoyo personal.

    Recuerda que la gente necesita de la gente. Cuando
    necesites apoyo o te encuentres en una grave crisis
    personal, no dudes en recurrir a quienes te estiman.

    4. Proponte metas realistas.

    Que tus metas sean claras y específicas. No te
    impongas metas que no puedas medir.

    5. Sé firme.

    Aférrate a lo que crees, o lo que consideras
    correcto y a aceptar o tomar en cuenta las necesidades,
    sentimientos e ideas de los demás.

    6. Acéptate tal como eres (aprende a
    perdonarte).

    Acepta a los demás como son, con sus virtudes y
    sus defectos y acéptate también a ti mismo. La
    aceptación de sí mismo es producto de una auto
    evaluación realista.

    7. Date siempre oportunidades de
    estímulo.

    Una pequeña alabanza a favor de uno mismo siempre
    constituirá una aportación para nuestro desarrollo.
    "Buen trabajo", ¡Lo hiciste realmente muy bien!, son
    palabras que te ayudarán a mantener en pie tu motivación. Dilas de vez en
    cuando.

    Los sentimientos positivos hacia nosotros mismos
    sólo pueden crecer en un ambiente de libertad, en donde
    reconocemos y respetamos las diferencias individuales, en donde
    decimos las cosas tal como son y donde escuchamos sin criticar,
    prejuzgar o enjuiciar. ¿Qué podemos hacer?
    Propiciar un ambiente enriquecedor como el descrito. Un lugar en
    que la otra persona se sienta realmente estimada, necesaria,
    amada. Un tiempo en el que no hay prisas para compartir, y en
    donde se reconozcan las cualidades del otro.

    La autoestima deberá ser sentida como la esencia
    interna de sí mismo (a). No necesita reconocimientos
    externos; la verdadera autoestima posee el reconocimiento
    interno, es la fe y respeto por nosotros mismos y es captada a
    través del amor, el respeto y la fe con la que nos
    nutrieron desde niños.

    Una buena autoestima nos permite crecer, ser libres,
    creativos, alegres, amistosos, amorosos, sentirnos plenos y con
    capacidad de dar y recibir.

    La autoestima es la experiencia de ser aptos para la
    vida y para sus requerimientos. Más concretamente consiste
    en:

    1. Confianza en nuestra capacidad de pensar y de
      afrontar los desafíos de la vida
    2. Confianza en nuestro derecho a ser felices, el
      sentimiento de ser dignos, de merecer, de tener derecho a
      afirmar nuestras necesidades y a gozar de los frutos de
      nuestros esfuerzos.

    La autoestima es una necesidad muy importante para el
    ser humano. Es básica y efectúa una
    contribución esencial al proceso de la vida; es
    indispensable para el desarrollo normal y sano; tiene valor de
    supervivencia.

    El no tener una autoestima positiva impide nuestro
    crecimiento psicológico. Cuando se posee actúa como
    el sistema inmunológico de la conciencia,
    dándole resistencia, fortaleza y capacidad de
    regeneración. Cuando es baja, disminuye nuestra
    resistencia fuerte a las adversidades de la vida. Nos derrumbamos
    ante las vicisitudes que un sentido más positivo del uno
    mismo podría vencer. Tendemos a estar más influidos
    por el deseo de evitar el dolor que de experimentar la
    alegría. Lo negativo ejerce más poder sobre
    nosotros que lo positivo.

    AUTO
    EFICACIA Y AUTO DIGNIDAD

    La autoestima tiene dos aspectos
    interrelacionados:

    1. Un sentido de eficacia personal (auto
      eficacia)
    2. Un sentido de mérito personal (auto dignidad)

    Como experiencia psicológica realizada
    plenamente, es la suma integrada de estos dos
    aspectos.

    Auto eficacia significa confianza en el
    funcionamiento de mi mente, en mi capacidad de pensar, en los
    procesos por
    los cuales juzgo, elijo, decido; confianza en mi capacidad de
    comprender los hechos de la realidad que entran en la esfera de
    mis intereses y necesidades; confianza cognoscitiva de mí
    mismo.

    Auto dignidad quiere decir seguridad de mi valor;
    una actitud afirmativa hacia mi derecho de vivir y de ser feliz;
    comodidad al expresar propiamente mis pensamientos, deseos y
    necesidades; sentir que la alegría es mi derecho
    natural.

    Partamos de la premisa de que si un individuo se
    sintiera inepto para enfrentar los desafíos de la vida, si
    careciera de confianza fundamental en sí mismo, en su
    mente, reconoceríamos una deficiencia de autoestima, sin
    importar qué otras ventajas poseyera. O si careciera de un
    sentido básico de auto dignidad, se sintiera indigno del
    amor o respeto de los demás, sin derecho a la felicidad,
    temeroso de expresar pensamientos, deseos o necesidades,
    nuevamente reconoceríamos una deficiencia de autoestima,
    sin importar qué otros atributos positivos
    exhiba.

    Los pilares duales de la autoestima

    Auto eficacia y auto dignidad son los pilares
    duales de la autoestima positiva. La falta de cualquiera de ellos
    la menoscaba. Son las características que definen al
    término debido a que son fundamentales. No representan
    significados derivados o secundarios sino la esencia de la
    autoestima.

    La experiencia de la auto eficacia genera el
    sentido de control sobre la
    propia vida, que asociamos con el bienestar psicológico,
    la sensación de estar en el centro vital de la propia
    existencia, a diferencia de ser un espectador pasivo o
    víctima de los acontecimientos.

    La experiencia de la auto dignidad posibilita un
    sentido benevolente no neurótico de comunidad con
    otros individuos, la fraternidad de la independencia
    y la consideración mutua, a diferencia del aislamiento del
    resto de los humanos, por un lado, o del hundimiento en la tribu,
    por el otro.

    Dentro de una persona, habrá fluctuaciones
    inevitables en los niveles de autoestima, así como las hay
    en todos los estados psicológicos. Necesitamos pensar en
    términos del nivel promedio de autoestima de una
    persona.

    ¿Cómo experimentamos nuestra
    autoestima?

    Si bien a veces hablamos de la autoestima como de una
    convicción sobre uno mismo, es más exacto hablar de
    una predisposición a experimentarse de una manera
    particular. ¿De qué manera?
    Recapitulando:

    1. Como fundamentalmente competente para afrontar los
      desafíos de la vida; en consecuencia, confianza en la
      propia mente y en sus proceso; auto eficacia.
    2. Como digno de éxito y felicidad; en
      consecuencia, la percepción de nosotros mismos como
      personas para quienes el logro, el éxito, el respeto,
      la amistad y
      el amor son apropiados; auto dignidad.

    Para lograr un cambio significativo en tu vida antes de
    querer cambiar las situaciones externas sería conveniente
    cambiar lo que pasa dentro de tu mente. Llenarte de pensamientos
    positivos sobre ti y sobre todo lo que te rodea.

    Si en tu mente tienes la creencia de que no mereces
    estar bien o de que nunca recibes lo que quieres, no importa
    cuánto trabajes y cuánto te esfuerces, tu mente
    trabajará para cumplir la creencia.

    Si tienes la creencia de que vales poco o de que nunca
    conseguirás lo que te propones, puedes estar seguro de que
    sin importar cuantos cambios externos hagas, tu vida será
    la de alguien que vale poco.

    Hay primero que cambiar esos pensamientos que detienen
    tu desarrollo; ponerlos a trabajar a tu favor y no en tu
    contra.

    Lograr convencerte de que mereces lo mejor, que eres una
    buena persona digna de amar y de ser amada, tienes que estar
    seguro de que puedes resolver los problemas que tengas y de que
    debes ser tratado con respeto, que tienes derecho a pedir lo que
    quieres y que la vida quiere darte todo lo que deseas.

    La autoestima es el motor de tu
    desarrollo, si aumentas tu amor propio, tus expectativas
    apuntarán a lo más alto, tendrás la fuerza
    suficiente para enfrentar las situaciones difíciles y
    mejorarás tu vida en todos los aspectos.

    Una definición formal de autoestima

    Resumiendo en una definición formal: La
    autoestima es la predisposición a experimentarse como
    competente para afrontar los desafíos de la vida y como
    merecedor de la felicidad. Branden, (1993).
    Obsérvese
    que esta definición no especifica las influencias del
    ambiente durante la infancia que sustentan la autoestima positiva
    (por ejemplo, seguridad física, educación, etc.) no
    los generadores internos posteriores (por ejemplo, vivir
    consciente, responsablemente con respecto a sí mismo,
    etc.), ni las consecuencias emocionales o de comportamiento (por
    ejemplo, compasión, deseo de ser responsable, etc.).
    Simplemente identifica a qué se refiere y en qué
    consiste la auto evaluación.

    El concepto de "competencia"
    utilizado en la definición es metafísico, no
    "occidental". Es decir, atañe a la naturaleza misma de las
    cosas, a nuestra relación fundamental con la realidad. No
    es el producto de una "opción por un valor" cultural en
    particular. No hay sociedad en la tierra, ni
    siquiera puede concebirse una cuyos miembros no enfrenten los
    desafíos de satisfacer sus necesidades, de la
    adaptación apropiada a la naturaleza y al mundo de los
    seres humanos. La idea de eficacia en este sentido fundamental
    (que incluye la competencia en las relaciones humanas) no es un
    "artificio occidental", como se ha sugerido.

    Nos engañamos a nosotros mismos si imaginamos que
    existe una cultura o sociedad en la cual no tengamos que
    enfrentarnos al desafío de adecuarnos a la
    vida.

    La docena mágica de la autoestima (Branden,
    1988)

    1. Saber y aceptar que todos tenemos cualidades y
      defectos.
    2. Saber que todos tenemos algo bueno de lo cual podemos
      estar orgullosos.
    3. Poder liberarnos de conceptos negativos sobre
      nosotros mismos.
    4. Aceptar que todos somos importantes.
    5. Vivir responsablemente de acuerdo con la realidad,
      reconociendo lo que nos gusta y lo que no nos
      gusta.
    6. Aprender a aceptarnos a través de lo que
      sentimos y de lo que somos.
    7. Liberarnos de la culpa al evaluar lo que queremos y
      pensamos.
    8. Actuar de acuerdo con lo que deseamos, sentimos y
      pensamos, sin tener como base la aprobación o
      desaprobación de los demás.
    9. Sentirnos responsables de nosotros mismos, ya que el
      hacernos responsables de la propia existencia genera confianza
      en nosotros mismos y en los demás.
    10. Vivir auténticamente al aprender a ser
      congruentes entre la forma de sentir y de actuar.
    11. Fomentar la autoestima en los otros, ya que la
      honestidad al fomentar la autoestima de las personas que nos
      rodean, refleja nuestra propia autoestima.
    12. Hallar la valentía de amarnos como personas y
      comprender que ése es un derecho propio que todos
      tenemos.

    La autoestima es una poderosa fuerza dentro de cada
    uno de nosotros. Comprende mucho más que ese sentido
    innato de auto valía que presumiblemente es nuestro
    derecho al nacer, esa chispa que los psicoterapeutas o maestros
    intentamos avivar en aquellos con quienes trabajamos, y que es
    sólo la antesala de la autoestima.

    La autoestima es la experiencia de ser aptos para la
    vida y para las necesidades de la vida. Más
    específicamente, consiste en:

    1. Confianza en nuestra capacidad de pensar y de
      afrontar los desafíos básicos de la
      vida.
    2. Confianza en nuestro derecho a ser felices, el
      sentimiento de ser dignos, de merecer, de tener derecho a
      afirmar nuestras necesidades y a gozar de los frutos de
      nuestros esfuerzos.

    Para comprender la autoestima debemos
    preguntarnos:¿Por qué surge la necesidad de la
    autoestima?

    La cuestión de la eficacia de la conciencia o de
    la dignidad de su ser no existe en los animales
    inferiores.

    Pero los seres humanos se preguntan: ¿Puedo
    confiar en mi mente? ¿Soy capaz de pensar? ¿Soy
    adecuado? ¿Soy suficiente? ¿Soy una buena persona?
    ¿Tengo integridad, es decir, hay congruencia entre mis
    ideales y mi práctica? ¿Soy digno de respeto, amor,
    éxito, felicidad? No es evidente por qué surgen
    estas preguntas?.

    Nuestra necesidad de autoestima es el resultado de dos
    hechos básicos, ambos inherentes a nuestra especie. El
    primero es que nuestra supervivencia y nuestro dominio del medio
    ambiente dependen del uso apropiado de nuestra conciencia.
    Nuestras vidas y bienestar dependen de nuestra capacidad de
    pensar. El segundo es que el uso correcto de nuestra conciencia
    no es automático, no está "construido" por la
    naturaleza. Existe un elemento crucial de elección en la
    regulación de su actividad y, por lo tanto, de
    responsabilidad personal.

    Cambiar es fácil, ¡lo difícil
    es que entiendas que es tan fácil!

    Leonardo Stemberg

    Cuando hablamos de
    Contraanálisis, estamos hablando de que
    antes de empezar a hurgar en mi pasado, tengo que tener mi mente
    en el presente, para que aprenda a desplazar en mis
    búsquedas esa negatividad que me hace seguir
    utilizando las experiencias vividas para llorar y no para
    aprender.

    Esto se logra con un simple pero constante entrenamiento
    mental para adquirir como respuesta automática de nuestra
    mente una constante construcción de pensamientos, desplazando
    esa poderosísima negatividad que hizo que el hombre
    utilizara el pasado para justificar el presente.

    Contraanálisis es NO aplicar
    excesivamente los procesos analíticos. Es la NO
    complicidad con nuestros problemas. Es la posibilidad de levantar
    esa poderosa máscara que me he puesto ante mí mismo
    y que impide ver la realidad en que vivo. Es el NO culpar
    a los demás de mis responsabilidades. Es un reencuentro
    con nuestras reales predisposiciones. Es el punto de partida para
    recuperar nuestra vocación y creatividad. Es la
    posibilidad de adaptarme al medio sin que el medio me desadapte.
    Es la búsqueda del equilibrio
    entre la razón y la intuición. Es la
    aceptación lógica
    de que todo efecto tiene una causa. Es la búsqueda de las
    causas para no justificar los efectos. Es la posibilidad de
    entender que lo único sobrenatural es la estupidez humana
    que no le permite al hombre entender, que puede entender, que hay
    algo más allá de lo que su mente limitada le
    permite entender. Es una opción de vida.

    Esto se logra con un simple pero constante entrenamiento
    mental para adquirir como respuesta automática de nuestra
    mente una constante construcción de pensamientos,
    desplazando esa poderosísima negatividad que hizo que el
    hombre utilizara el pasado para justificar el
    presente.

    Todos los que dicen que buscan cambiar creen que tienen
    que encontrar en el cambio lo que dicen que buscan, pero siguen
    buscando con la misma lógica que selecciona todo lo que
    hace, escucha, ve o aprende y no le permite entender que el
    cambio es factible.

    Consumimos cientos de cursos, leemos cientos de libros
    de auto superación y motivación, pero seguimos buscando a
    través de nuestros mismos lentes
    empañados.

    Mi verdad es mi verdad, no "la verdad". Si mi actitud no
    me permite transitar por esta vida con felicidad, el mundo no
    tiene que cambiar, el que tiene que cambiar soy yo.

    Quien canaliza toda su energía y pensamientos
    para experimentar el miedo a que le roben, lo más probable
    es que le roben. Quien vive angustiado por la enfermedad, se
    enferma. Quien se obsesiona por la mala suerte, no hace sino
    generarla. Quien se afirma incapaz de resolver sus conflictos, no
    aprende a resolverlos.

    Para poder cambiar:

    " No basta con querer. Es mentira que hay que tener
    fuerza de voluntad. No bastan los milagros. Hay que saber
    cómo".

    El como está solamente en ti; lo importante es
    que en el comienzo de tu búsqueda ante el cambio tomes
    conciencia de que si tú dices que quieres pero no sabes
    qué quieres, el cambio no se concreta.

    Lo único importante es entender que si mi mente
    cambia una actitud, esa actitud me va a hacer cambiar toda mi
    asociación de pensamientos. Si uno cambia, cambia el mundo
    para uno. Nadie es capaz de amar a nadie, si cree que amar es lo
    que cree. Nadie es capaz de amar a nadie, si no sabe lo que es la
    autoestima.

    "La mente está en su propio lugar y puede
    hacer en sí misma, del cielo un infierno y del infierno
    un cielo" John Milton

    La mente es la herramienta básica de la
    supervivencia

    Al igual que todas las demás especies capaces de
    tener conciencia, nuestra supervivencia y bienestar dependen de
    la guía de nuestra forma particular de conciencia,
    únicamente humana, nuestra facultad conceptual: la
    facultad de abstracción, generalización e integración.

    A esta forma de conciencia se denomina mente. Su esencia
    es nuestra capacidad de razonar, que implica captar relaciones.
    Nuestras vidas y bienestar dependen de la ejercitación
    apropiada de nuestras mentes.

    La mente es algo más que la conciencia
    explícita inmediata. Es una compleja arquitectura de
    estructuras y
    procesos. Abarca más que los procesos verbales lineales,
    analíticos, a veces popularmente descritos de forma
    confusa como actividad del "hemisferio izquierdo del cerebro". Abarca
    la totalidad de la vida mental, incluyendo lo subconsciente, lo
    intuitivo, lo simbólico, todo lo que a veces se asocia con
    el "hemisferio derecho". La mente es todo aquello por medio de lo
    cual nos abrimos al mundo y lo aprehendemos.

    Tu cerebro es como una potente grabadora, de hecho
    la memoria
    trabaja igual que los casettes y los disquetes de computadora;
    guardando información por medio de impulsos
    eléctricos. Tu cerebro está formado por billones de
    células
    llamadas neuronas y que guardan todo lo que sabes. La diferencia
    es que no se guarda la información acomodando las neuronas
    sino, conectándolas unas con otras (esta conexión
    es llamada sinapsis).

    Conectando varios millones de neuronas aprendiste a
    leer, conectando otros millones aprendiste a escribir y
    conectando otros cuantos has aprendido todo lo que sabes
    hoy.

    El proceso de pensamiento

    Aprender a cultivar verduras, construir un puente,
    aprovechar la electricidad,
    descubrir las posibilidades curativas de alguna sustancia,
    detectar recursos para elevar la productividad al máximo,
    descubrir posibilidades de producir riquezas donde antes no
    habían sido descubiertas, dirigir un experimento
    científico, crear: todo requiere un proceso de
    pensamiento. Responder apropiadamente a las quejas de un
    niño o un marido, reconocer que hay disparidad entre
    nuestro comportamiento y nuestros sentimientos, descubrir
    cómo afrontar el dolor y la ira de forma que curen y no
    destruyan: todo requiere un proceso de pensamiento.

    Aún saber cuándo se deben abandonar los
    esfuerzos conscientes para resolver problemas y trasladar la
    tarea al subconsciente, cuándo detener el pensamiento
    consciente o cuándo prestar una atención más
    estrecha a los sentimientos o intuición (percepciones o
    integraciones subconscientes), todo requiere un proceso de
    pensamiento, un proceso de conexión racional.

    Tenemos dos tipos de
    memoria, una temporal o de corto plazo y una definitiva, de
    largo plazo. En la de corto plazo, se guarda todo lo que oyes,
    hueles, sientes, ves, haces y piensas, pero que después se
    olvida.

    ¿Cómo se olvida?

    Muy sencillo, la conexión hecha de neuronas no es
    tan fuerte.

    Esto es indispensable para poder sobrevivir porque cada
    día recibes muchísima información.
    Imagínate que un día pudieras recordar todo lo que
    viste en la
    televisión, todas las conversaciones que tuviste,
    todos los anuncios en la calle, todo lo que leíste en
    el
    periódico, todos los autos que
    viste y sus números de matrícula, la cara de cada
    una de las personas que viste en el subterráneo y
    cómo iban vestidos, en fin, te volverías loco en
    menos de lo que imaginas.

    La memoria temporal
    te ayuda a funcionar bien en el mundo porque necesitas recordar
    dónde dejaste las llaves o que tienes una cita a las
    cuatro.

    En cambio, la memoria de largo plazo guarda toda la
    información que es indispensable para ti, lo que es
    realmente importante.

    ¿Cómo es que esto no lo olvido
    fácilmente?

    Ese es el secreto del aprendizaje:

    La primera vez que aprendes algo se crea una
    conexión de neuronas, esto se llama cordón
    neuronal. Imagínatelo como un cable muy delgado y
    delicado. Cuando repites eso que aprendiste, este cordón
    se hace más grueso y resistente, y cada vez que lo
    repites, se le suma una capa más y luego otra.

    Tu cerebro no permitirá que se pierda
    información importante, por eso, además de hacer
    cordones más gruesos y resistentes, los recubre de una
    sustancia llamada mielina que los aísla y los protege. Lo
    que hacías cuando repetías una y otra vez las
    tablas de multiplicar era crear estos cables y hacerlos
    más fuertes para que no se te olvidaran.

    De esta forma aprendiste absolutamente todo lo que
    sabes. En tu mente está guardado lo más importante
    para ti. Ahí está lo que sabes de la vida y
    más importante: lo que sabes de ti
    mismo.

    Estos cordones neuronales siguen fortaleciéndose
    todo el tiempo.

    Cada experiencia que tú mismo provocas que
    confirme que eres tonto hace los cordones más fuertes.
    Así trabajan las profecías
    auto-cumplidoras.

    Hay que crear nuevos cables. Estas nuevas
    conexiones neuronales, en lugar de frenar tu desarrollo, te
    llenarán de fuerza y de confianza en ti mismo.
    Estarás creando unos cables positivos, fuertes y gruesos
    que se fortalezcan a sí mismos con cada nueva
    experiencia.

    El secreto para una reacción en cadena son
    repetir las afirmaciones. Lo que queremos es restarle fuerza a
    esas creencias negativas que frenan tu desarrollo y que han
    estado contigo demasiado tiempo. Ya es hora de que dejen de
    gobernar tu vida. Lo mejor es repetir tus afirmaciones con
    convicción, sintiendo lo que dices, imaginando que ya es
    real, si tu afirmación es: me amo a mí
    mismo, siéntelo, siente que te quieres más que
    a nadie y que estás dispuesto a cuidar de ti y darte lo
    mejor.

    BARRERAS DE
    LA AUTOESTIMA

    La mayoría de las veces, nuestras deficiencias
    están "enganchadas" a ciertas experiencias tempranas
    (archivadas subjetivamente), que tienen relación como
    miembros de nuestra familia. Esto es lo que se llama barreras
    de la autoestima
    . Tales barreras, con frecuencia mantienen
    ciertas cargas emocionales muy perjudiciales. Me refiero a la
    culpa, al rencor, por lo que creemos que nos hicieron; miedo,
    miedo a ser nosotros mismos, a conseguir lo que nos proponemos, y
    a la dependencia emocional de personas, y a la dependencia de
    cosas con las que creemos sentirnos superiores o mejores; estados
    emocionales todos ellos, que bloquean nuestro potencial de
    autoestima, y nuestro desarrollo como seres humanos
    completos.

    El miedo, la dependencia y la culpa, son las
    peores barreras con las que nos encontramos en nuestro camino de
    progreso, y tenemos que deshacerlas, desmontarlas,
    derribarlas.

    La responsabilidad es de cada uno de nosotros, ya no
    podemos seguir culpando a nada ni a nadie de lo que nos ocurre.
    Cualquier cosa que nos sucede en la vida, somos nosotros los
    únicos responsables.

    El miedo es un terrible enemigo que nos acecha, que nos
    impide actuar, que nos bloquea, ese enemigo que no es nada, tan
    solo miedo.

    Pero, ¿miedo a qué?

    Miedo al cambio, porque otro tipo de miedos reales o
    traumáticos tienen una solución mucho más
    concreta. El miedo al cambio, es mucho más traidor, dada
    su dificultad de identificarlo y derribarlo.

    Temor a perder el control de la situación, temor
    a no saber lo que va a ocurrir, temor a los retos, temor a no
    saber actuar correctamente, temor al fracaso, temor al
    éxito.

    El miedo al éxito nos hace pensar que si
    cambiamos nos vamos a tener que enfrentar a situaciones nuevas, o
    a responsabilidades, o a tener que ser nosotros mismos. Es miedo
    a la acción, a la independencia, al compromiso. El miedo
    al éxito tiene en definitiva mucho que ver con la pereza,
    la negligencia, la parsimonia y la comodidad.

    La realidad de la vida está en lo más
    profundo de nosotros mismos, en un "lugar secreto" donde reside.
    H. Cayla

    "Las respuestas que hay en mi interior llegan a mi
    conciencia con facilidad" L. Hay

    AFIRMACIONES.- éstas son algunas de las
    afirmaciones. Todas ellas han sido seleccionadas cuidadosamente
    de manera que fortalezcan los aprendizajes en todos los aspectos
    relacionados con tu autoestima.

    Recuerda que al repetirlas con emoción y
    realmente sintiendo lo que dices, creas nuevos cordones
    neuronales, en realidad, estás haciendo cambios en tu
    cerebro a nivel fisiológico. Estas nuevas sinapsis,
    influirán en tu comportamiento para lograr ese cambio que
    quieres en tu vida. Aprende a pensar con afirmaciones positivas.
    Las afirmaciones son las declaraciones que haces. Haz
    declaraciones positivas continuamente acerca de cómo
    quieres que sea tu vida. Sin embargo, hay algo muy importante en
    esto: Siempre debes hacer tus declaraciones en el Tiempo
    Presente,
    por ejemplo: "Soy" o "Tengo". Tu subconsciente
    es un servidor tan
    obediente, que si declaras en el tiempo futuro: "Quiero" o
    "Tendré", pues entonces allí se quedará
    siempre -¡fuera de tu alcance en el futuro!

    -Me acepto como soy.

    -Me gusta mi forma de ser.

    -Me amo y soy amado.

    -Estoy creciendo y mejorando.

    -Soy libre.

    -Puedo lograr y tener lo que yo quiera.

    -Estoy contento de ser yo mismo.

    -Puedo y quiero perdonar mis errores.

    -Puedo y quiero perdonar a los
    demás.

    -Mi vida marcha mejor cada día.

    -Soy una buena persona.

    -Soy honesto.

    -Soy decente.

    -Soy responsable.

    -Practico lo que predico.

    -Trabajo duro por lo que quiero.

    -Confío en mi futuro.

    -Soy entusiasta.

    -Tengo confianza en mí.

    -La vida es buena conmigo.

    -Agradezco lo que recibo.

    -Estoy saliendo adelante.

    -Si me amo, puedo amar a mis semejantes.

    -Soy amable.

    -Soy positivo

    -Soy único y especial.

    -Veo lo bueno en mí y en otros.

    -Me respeto.

    -Reconozco mi valía.

    -Hoy elijo estar bien.

    -El mundo es seguro y amable. Estoy seguro (a). Estoy
    en paz con la vida.

    -Me amo y me apruebo. Me veo y veo todo lo que hago
    con ojos de amor. Estoy seguro (a).

    -Con amor dejo el pasado. Ellos son libres y yo
    también. Ahora, todo está bien en mi corazón.

    "Merezco lo mejor y ahora acepto lo
    mejor".

    Pensar o no pensar: una elección

    El problema y el desafío es que, aunque pensar
    sea una necesidad para una existencia con éxito, no
    estamos "programados" para hacerlo automáticamente.
    Podemos elegir.

    No somos responsables del control de las actividades de
    nuestro corazón, pulmones, hígados o
    riñones. Forman todos parte del sistema autorregulador del
    cuerpo (aunque estamos empezando a aprender que podemos ejercer
    algún grado de control sobre estas actividades). Tampoco
    estamos obligados a supervisar los procesos homeostáticos
    por los cuales, por ejemplo, se mantiene una temperatura
    más o menos constante. La naturaleza ha diseñado
    los órganos y sistemas de
    nuestro cuerpo para funcionar automáticamente al servicio de
    nuestra vida sin nuestra intervención volitiva. Pero
    nuestra mente opera de forma diferente.

    Nuestra mente no bombea conocimientos como nuestro
    corazón sangre, cuando y
    según se la necesite. No nos guía
    automáticamente a actuar según nuestro
    entendimiento del modo mejor, más racional e informado,
    aun cuando esto sería claramente beneficioso. No
    comenzamos a pensar "instintivamente" simplemente porque el no
    hacerlo, en una situación dada, se ha vuelto peligroso
    para nosotros.

    La conciencia no se expande "de forma refleja" frente a
    lo nuevo y desconocido; por el contrario, a veces la contraemos.
    La naturaleza nos ha otorgado una extraordinaria responsabilidad:
    la opción de aumentar o disminuir la luz de la
    conciencia. Existen diversas opciones: buscar la conciencia, no
    intentar buscarla o eludirla activamente; pensar o no pensar.
    Esta es la raíz de nuestra libertad y de nuestra
    responsabilidad.

    AUTOESTIMA, "NECESIDAD FUNDAMENTAL DEL SER
    HUMANO"

    El hombre es un conjunto de cuerpo, mente y
    espíritu y tiene necesidades en cada uno de estos niveles.
    Tiene necesidades físicas como el comer y el dormir;
    espirituales como el creer en algo trascendente y
    psicológicas como el sentirse aceptado por su grupo y en su
    ambiente. La frustración en cualquiera de estos niveles
    puede producirle angustia y hacer que se sienta mal.

    Sin embargo hay una necesidad tan fundamental y tan
    esencial que si la llenamos de todo lo demás estará
    en armonía y nos sentiremos felices.

    Esta necesidad es un profundo y sincero amor a nosotros
    mismos, una aceptación incondicional a nuestra persona,
    una genuina amistad conmigo mismo. Pensar "Es muy bueno ser yo
    mismo, me acepto en todos los aspectos, estoy contento con ser
    quien soy. Soy amigo de mi cuerpo, me gusta como pienso, me
    quiero".

    Al oírlo me puedo sentir un poco incómodo,
    no estamos acostumbrados a esto. Parece como si fuéramos
    alérgicos a cualquier cosa que hable de amor a uno mismo.
    Lo asociamos con egoísmo, vanidad, pero no es así,
    lo que nos hace que sea tan difícil pensar bien de
    nosotros mismos es la reacción de los demás,
    pensamos que nos van a rechazar.

    Un hombre no podrá estar en paz con los otros
    hombres hasta que haya aprendido a estar en paz consigo
    mismo.

    Ámate y cree en ti mismo y amarás y
    creerás en el otro.

    Dentro de la creación el hombre es el
    único que tiene el poder de contemplar su vida, su
    actividad y el privilegio de la conciencia, ésta lo lleva
    a buscar, transformar, escoger, y decidir lo que para él
    es significativo, pero el que no se ama a sí mismo no
    puede ser libre, no se tiene confianza para atreverse a serlo.
    (Schüller).

    Hay que pensar que tenemos la capacidad para elegir
    nuestra actitud en cada circunstancia y decidir de esta manera a
    nuestro propio camino. Lo que llegamos a ser es lo que tenemos
    que ser por nosotros mismos. Si nos queremos y nos estimamos y,
    conocemos nuestras virtudes y defectos, saldremos
    adelante.

    Soy dueño de mis fantasías, mis
    sueños, mis esperanzas, mis triunfos, mis fracasos y
    errores, puesto que lo mío me pertenece puedo llegar a
    conocerme íntimamente, puedo llegar a quererme y sentir
    amistad hacia todas mis partes, puedo hacer por lo tanto todo lo
    que me concierne y funcione para mis mejores
    intereses.

    Puedo oír, ver, sentir, pensar, decir, hacer.
    Tengo los medios para
    sobrevivir, para acercarme a los demás, para ser
    productivo y para lograr darle sentido y orden al mundo que me
    rodea, tanto de personas como de cosas. Me pertenezco y
    así puedo estructurarme.

    Todas las personas podemos mejorar nuestra autoestima,
    no importa qué tan alta o baja sea. Para mejorarla podemos
    tomar en cuenta las siguientes sugerencias:

    -Reconocer que queremos mejorar nuestra
    autoestima.

    -Aceptar que sólo nosotros podemos hacer ese
    cambio. No podemos echarle la culpa a otras personas.

    -Hacer un balance de las partes que nos gustan y que nos
    disgustan de nosotros mismos o nosotras mismas.

    -Sacarle provecho a las partes que nos gustan y
    optimizar nuestras capacidades y habilidades.

    -Identificar cuáles de las que nos disgustan
    podemos cambiar.

    -Pensar cómo podemos cambiar, buscar sugerencias
    y apoyo para cambiar.

    -Llevar a cabo las acciones que nos
    proponemos.

    -Sentirnos orgullosas y orgullosos de nuestros
    logros.

    AFIRMACIONES:

    -Soy lo que quiero ser.

    -Yo puedo moldear mi personalidad.

    -El pasado se fue y no volverá.

    -Puedo cambiar aquí y ahora.

    -Yo decido que hacer con mi vida.

    -Estoy al pendiente de mis pensamientos.

    -Cualquier pensamiento negativo sobre mí es
    falso.

    -Soy como quiero ser.

    -Mi poder es ilimitado.

    -Hoy dejo salir mi potencial.

    -Quiero ser yo mismo.

    -Cuido de mi salud.

    -Soy bueno, honesto y trabajador.

    -Soy el dueño de mi vida

    -Mis pensamientos construyen mi realidad.

    -Soy lo que decido ser.

    -Hoy puedo decidir ser mejor.

    -Soy digno de amor.

    -Los demás me aceptan como soy.

    -La gente disfruta de mi
    compañía.

    -Soy inteligente.

    -Soy trabajador.

    -Soy capaz.

    -Me amo, por eso me hago responsable de mi
    vida.

    -Puedo perdonar.

    -Estoy mejorando mi forma de ser.

    -La vida quiere darme todo lo que deseo.

    -Confío en los demás.

    -Si yo estoy bien, ¡Todo está
    bien!

    YO QUIERO, YO PUEDO, ¡LO VOY A
    LOGRAR!

    La respuesta a todos nuestros problemas grandes o
    pequeños, están dentro de nosotros mismos.
    ¿Hay algo que te gustaría hacer o ser y que te haya
    faltado mucho por realizarlo? ¿Has fracasado en tu deseo
    de expresar la vida o de hacer lo que sientes que realmente eres
    en el control de tu mundo? La respuesta a esto y el poder de
    resolverlo está dentro de ti mismo, está en la
    realización de querer y de lo que eres.

    Emerson en su ensayo
    "Confianza en sí mismo" dice: "Aunque el ancho universo
    esté lleno de bien, ningún grano de maíz
    nutritivo llegará hasta él si no es por medio del
    trabajo de alguien ejecutado en esa parcela de terreno que le es
    dado para cultivar. El poder que reside en cada hombre es nuevo
    en la naturaleza, y nadie sino cada uno sabe lo que con él
    puede hacer hasta que lo haya ensayado".

    Nosotros creemos algo de nosotros mismos y por esto
    estamos plantando semillas de pensamiento en nuestro suelo
    subconsciente. Estas semillas se desarrollarán en una
    forma marcada por el patrón dentro de la semilla. Las
    semillas de malas hierbas producen malas hierbas y las de
    vegetales llegan a ser vegetales. Los pensamientos negativos de
    enfermedad, pobreza e
    infelicidad si se les deja echar raíces se convierten en
    experiencias de su clase.

    Debemos sembrar semillas de pensamiento positivo y
    aprender a trabajar y a cultivar las plantas de modo
    que den frutos de experiencia sana. Nuestras ideas, creencias e
    imágenes mentales son las semillas y se
    reproducirán de acuerdo a su clase.

    Cuando decimos: "Yo soy desafortunado" o "Yo estoy
    enfermo" estamos, sin darnos cuenta, haciéndonos
    daño. Si decimos y creemos "Yo soy un fracaso",
    inconscientemente estamos formándonos una imagen mental de
    fracaso y el poder creador de esas imágenes procede a
    realizar esa imagen. Ningún hombre triunfante pensó
    y dijo alguna vez que él era un fracaso.

    En lugar de identificarnos con ideas negativas
    aprendamos a hacerlo con ideas positivas, pues llegaremos a ser
    aquello con lo cual nos identificamos. Debemos identificarnos con
    el más alto ideal que conozcamos y podamos
    comprender.

    Sabiendo esto yo tengo la inteligencia y
    el poder de decir: "Yo soy, yo puedo, yo quiero". Siempre
    que tengamos un problema sigamos estos tres pasos
    mentales.

    Cuando lo aceptamos, encontramos que la situación
    que se nos presenta no es un obstáculo sino un
    estímulo.

    AFIRMACIONES:

    -Soy como quiero ser.

    -Soy único.

    -Puedo lograr lo que me propongo.

    -El pasado se fue y no volverá.

    -Nada influye en mi forma de ser.

    -Yo controlo mis pensamientos.

    -Soy lo que quiero ser.

    -Soy libre.

    -Estoy bien como soy.

    -Aprendo de mis errores.

    -Ser imperfecto está perfectamente
    bien.

    -Hago siempre lo mejor que puedo.

    -Me caigo bien.

    -Tomo buenas decisiones.

    -Confío en mi realización.

    -Soy bueno.

    -Me gusto.

    -Gusto a los demás.

    -Mis seres queridos me admiran.

    -El cambio se logra aquí y ahora.

    -Me permito ser más yo.

    -Mi vida es valiosa.

    -Todo está bien en mi vida.

    -Dejo ir el rencor.

    -Dejo ir el pasado.

    -Me cuido porque me quiero.

    -Lo que hago es valioso.

    -Valoro mis momentos presentes.

    -Disfruto de la vida.

    -Soy importante.

    -Cuido de mis cosas.

    -Puedo amar libre y plenamente.

    -Soy honrado.

    -Disfruto de lo que hago.

    -¡Qué suerte tengo de ser yo
    mismo!

    "Me siento profundamente realizado con todo lo que
    hago"

    EL PODER DE LA
    AUTOESTIMA EN EL LUGAR DE TRABAJO

    "Me siento profundamente realizado con todo lo que
    hago".

    La autoestima puede ser el recurso psicológico
    más importante que tenemos para ayudarnos a afrontar los
    desafíos del futuro. Estos son especialmente evidentes en
    el lugar de trabajo, donde empieza a verse claramente que la
    autoestima no es un lujo emocional sino un requisito para la
    supervivencia.

    Las investigaciones
    recientes contribuyen a esclarecer el importante rol que juega la
    autoestima en nuestra capacidad para asumir riesgos,
    adquirir nuevas aptitudes, ser creativos, recibir
    realimentación, relacionarnos con los demás con
    justicia y
    benevolencia, ser productivos y positivos. Necesitamos cultivar
    estos rasgos tan importantes para funcionar realmente bien en
    nuestras familias, organizaciones y
    comunidades.

    Hemos llegado a un momento de la historia en el que la
    autoestima, que siempre ha sido una necesidad psicológica
    para la supervivencia sumamente importante, también es una
    necesidad económica para esa supervivencia.

    Hemos sido testigos de la transformación de una
    sociedad industrial a una sociedad de información y de una
    economía
    interna a una global. Vivimos en una época de cambios
    extraordinariamente rápidos, de adelantos
    científicos y psicológicos fabulosos. El trabajo
    físico se está convirtiendo en una parte cada vez
    más pequeña de la actividad económica; el
    intelectual está creciendo. Este es el momento del
    trabajador del conocimiento. Deben desarrollarse nuevas
    técnicas de administración que sean apropiadas para
    dirigir una fuerza de trabajo mejor educada, más
    independiente y creativa. Incluso los psicoterapeutas y asesores
    necesitan tener más conciencia de estos temas, ya que ven
    cada vez más pacientes con estrés relacionado con
    el trabajo.

    Los desarrollos en el lugar de trabajo en esta
    época de cambio acelerado, elecciones y desafíos
    exigen una mayor capacidad de innovación, autonomía,
    responsabilidad personal e independencia, todas ellas cualidades
    de la autoestima positiva.

    Branden, (1997), menciona que EL TRABAJO
    PRODUCTIVO
    es cualquier actividad con un fin determinado, que
    implique la mente, la fuerza y la capacidad de prestar servicio a
    los propósitos de la vida: desde cavar una zanja, conducir
    un tractor, diseñar un edificio y llevar adelante un
    negocio, hasta emprender una investigación científica.

    Cada logro es un valor en sí mismo, pero cada
    nuevo paso también nos abre un espectro de acción y
    logro de objetivos más amplio, creando la necesidad de su
    realización. La supervivencia exige un crecimiento y
    creatividad constantes. No existe un límite final y
    definitivo.

    El amor, la amistad, el ocio, la diversión,
    constituyen elementos vitales para una existencia completa. Pero
    si no descubrimos la necesidad y el placer de utilizar nuestra
    capacidad productiva y creativa, nos perderemos una de las
    más valiosas recompensas con la que cuenta nuestra
    especie: nos privaremos de una de las grandes experiencias
    específicamente humanas.

    El primer placer de generación propia en la vida
    de una persona es el placer de la sensación de control.
    Cuando un niño aprende a mover su cuerpo, a gatear, a
    caminar, a golpear una cuchara contra una mesa para producir un
    sonido, a
    hacer construcciones con bloques, a pronunciar palabras, el
    placer que muestra es el de
    un organismo viviente que adquiere poder sobre su propia
    existencia.

    El logro productivo es una consecuencia y
    expresión de la alta autoestima y no su causa fundamental.
    Quizás una persona con mucho talento y eficiente en su
    trabajo, pero irracional e irresponsable en su vida privada,
    desee desesperadamente creer que el único criterio de
    virtud es la realización productiva, que ninguna otra
    esfera de acción tiene importancia desde el punto de vista
    moral o de la
    autoestima. Quizá se escude en el trabajo para evadir los
    sentimientos de vergüenza y culpa emergentes de otras
    áreas de su vida, de manera que el logro productivo se
    transforme, ya no en una sana pasión, sino en un valor de
    defensa, en una estrategia de
    evitación, en un refugio de la realidad y del juicio del
    propio yo. Es más, si una persona comete el error de
    identificar el sí-mismo como su trabajo, con sus logros,
    éxitos o ingresos, o con
    ser un buen cabeza de familia, las circunstancias
    económicas que escapen al control del individuo y lo
    conduzcan al fracaso en un negocio o la pérdida de un
    trabajo, también pueden llevarlo a la depresión o a
    una gran desmoralización.

    Uno de los errores más comunes que cometen las
    personas de baja autoestima con respecto a las personas de
    elevada autoestima es suponer que éstas siempre se sienten
    contentas, seguras, que nunca se sienten ni ansiosas ni
    desmoralizadas, que no conocen la angustia y la
    desesperación, y que siempre están seguras de lo
    que hacen. No todas las angustias son angustia de la autoestima,
    y no siempre la desesperación tiene que ver con dudar del
    valor personal. Poseer una sana autoestima no significa ser
    inmune a las vicisitudes de la vida o al dolor de la
    lucha.

    Una de las formas del heroísmo psicológico
    es la voluntad de tolerar la ansiedad y la inseguridad en la
    búsqueda de nuestros valores, seas éstos objetivos
    del trabajo, el amor de otro ser humano, la educación de los
    hijos o la madurez personal.

    La persona de alta autoestima incluso puede encontrar
    placer en la lucha, a pesar de todos los sentimientos
    desagradables que pueden surgir; la gente de alta autoestima
    tiende a preservar un punto espiritual que permanece intacto,
    incluso frente a su propio sufrimiento.

    Una de las actitudes
    más importantes que diferencia a los individuos de alta
    autoestima de aquellos de baja autoestima consiste en aceptar el
    proceso de la lucha como parte de la vida, aceptarlo todo,
    incluso los peores momentos de angustia (lo cual implica la
    motivación por el amor, en vez de motivación
    por la inseguridad). El deseo de evitar el miedo y el dolor no
    representa el motivo que rige las vidas de los hombres y mujeres
    muy evolucionados. El móvil, en cambio es la fuerza en la
    vida intrínseca que impulsa su única forma de
    expresión: la realización de valores
    personales.

    Si te encuentras trabajando en un empleo que no
    te agrada, si quieres cambiar tu puesto, si tienes problemas en
    el trabajo y sino tienes empleo, la mejor manera de manejarlo es
    la siguiente: empieza por bendecir tu puesto actual con amor.
    Date cuenta de que sólo es un trampolín en el
    camino. Te encuentras en donde estás debido a tus propios
    patrones de pensamientos. Si "ellos" no te están tratando
    como te gustaría que te trataran, entonces hay un
    patrón en tu conciencia que está atrayendo este
    comportamiento. De modo que, en tu mente, examina tu empleo
    actual o el último empleo que tuviste y comienza a
    bendecir todo con amor –el edificio, el elevador o las
    escaleras, los cuartos, los muebles y equipo, la gente para quien
    trabajas. Empieza a afirmar: "Siempre trabajo para los jefes
    más maravillosos". "Mi jefe siempre me trata con respeto y
    cortesía", y "Mi jefe es generoso y es muy fácil
    trabajar con él". Todo esto estará contigo toda la
    vida y cuando seas jefe, tú también serás
    así. Tu conciencia te colocó donde te encuentras
    ahora. Tu conciencia te mantendrá allí o te
    elevará a un mejor puesto. De ti
    depende.

    CONFIAR EN USTED
    MISMO

    El significado más importante de la autoestima es
    la confianza en su propia mente, en sus propios procesos intelectuales.
    En consecuencia, la confianza en su capacidad de aprender, de
    juzgar, de decidir. Para los seres humanos, la mente o conciencia
    es el medio básico de supervivencia en el que confiamos
    para mantenernos en contacto con la realidad y orientar nuestro
    comportamiento de forma apropiada. Esta es la forma primaria como
    podemos considerar a la autoestima como una necesidad de
    supervivencia.

    Un individuo que desconfía de su propia mente
    está en grave desventaja para enfrentarse a las elecciones
    y opciones que presenta la vida.

    Considere a la autoestima positiva como el sistema
    inmunológico de la conciencia, que proporciona
    resistencia, fuerza y capacidad de regeneración para
    enfrentar los desafíos de la vida. Para alimentar nuestra
    autoestima necesitamos buscar formas de satisfacer nuestras
    necesidades físicas, emocionales, intelectuales y
    sociales. Alimentar nuestra autoestima es una manera de
    "consentirnos a nosotros mismos", a la vez que buscamos nuestro
    bienestar físico y mental. Esto significa que las
    actividades que favorecen nuestra autoestima y desarrollo
    personal no perjudican nuestra salud, no ponen en riesgo nuestra
    seguridad y además de beneficiarnos a nosotros como
    personas beneficiarán nuestro medio social. Todas las
    personas requerimos alimento en el sentido amplio del
    término: además de comida y las vitaminas que
    conocemos, debemos procurarnos alimento físico ("Mente
    sana en cuerpo sano"), social (convivencia con otros), emocional
    (consentirnos y darnos oportunidad de sentirnos bien), e
    intelectual (aprender por el placer de aprender no por
    obligación), para crecer y desarrollarnos de manera
    personal; de ahí el antiguo dicho: "No solo de pan vive el
    hombre".

    AFIRMACIONES:

    -Si me acepto como soy, acepto a otros.

    -Todos hacemos lo mejor que podemos.

    -La gente es buena.

    -Puedo dar y recibir amor.

    -Prefiero ver lo positivo.

    -Veo lo bueno en mí y en otros.

    -Tengo confianza en la humanidad.

    -Hay en cada ser humano un ser digno de
    amor.

    -Puedo entender, puedo perdonar.

    -Hoy dejo ir el rencor y la culpa.

    -Yo moldeo mis relaciones.

    -Me gusta dar y recibir.

    -Creo en la gente, creo en mí.

    -Estamos progresando juntos.

    -Dejo ir la envidia.

    -Yo trabajo por lo que quiero.

    -Me gusta la gente.

    -La gente reconoce mi bondad.

    -Soy cálido y amable.

    -Prefiero ser compasivo.

    -Siento compasión por los
    demás.

    -Me gusta ayudar.

    -Puedo pedir ayuda cuando lo necesito.

    -Mis relaciones mejoran cada día.

    -Lleno mi vida de amor.

    -Antes de juzgar me pongo en el lugar de los
    demás.

    -Prefiero ver lo bueno y lo positivo.

    -Siento amor por mí y por los que me
    rodean.

    -Dejo de exigir y de exigirme.

    -La gente es hermosa.

    -Prefiero ser comprensivo.

    -Soy cariñoso.

    -Elijo ser solidario.

    -Los demás cooperan conmigo.

    -Mis faltas han
    sido perdonadas.

    -Dejo ir la culpa.

    -Nada tengo que demostrarle a nadie.

    -Puedo ser feliz.

    -Me gusta compartir.

    LA CAPACIDAD
    DE TOMAR DECISIONES

    Estudios realizados entre ejecutivos sugieren que una de
    las principales causas del fracaso es la incapacidad para tomar
    decisiones. Esa incapacidad se debe a una autoestima con
    problemas, a la desconfianza en la propia mente y
    juicio.

    En muchas situaciones, debe obtenerse y analizarse mucha
    información a fin de que los gerentes tomen decisiones
    acertadas, y lo que aportan los demás es un factor que
    contribuye a ello. Se ha escrito mucho acerca del valor de tomar
    decisiones "equilibradas", pero eso debe significar algo
    más que reunir adhesiones. La búsqueda de consenso
    puede en realidad desviarnos de elecciones
    innovadoras.

    PAUTAS PARA TOMAR
    DECISIONES

    A mi juicio, el tomar decisiones se refiere a observar
    el contexto más amplio posible en el momento de hacerlo.
    Se trata de preguntarse:

    1. ¿Cuáles son todos los factores que,
      presumiblemente, pueden atañer a mi
      decisión?
    2. ¿Cuáles son todas las consecuencias
      predecibles de mi decisión?
    3. ¿Quién puede verse afectado y
      cómo?

    En otras palabras, una persona muy consciente busca la
    mayor cantidad de aportaciones relevantes que pueda encontrar
    para orientar el proceso de tomar decisiones. No se trata de mi
    decisión versus la de otra persona. Es una
    cuestión de respeto por los hechos, de respeto a la
    verdad. Uno de los distintivos de la autoestima positiva s una
    fuerte orientación hacia la realidad y luego la
    confianza en que su mente tomará la decisión
    correcta.

    En algunos contextos la autoestima positiva incluye o,
    aun exige, las aportaciones de otras personas, aunque esto no
    implica necesariamente realizar encuestas de
    opinión. Alguien puede estar muy adelantado al resto de
    personas involucradas y ver cosas que otros no pueden ver. Los
    hermanos Wrigth, por ejemplo, no se molestaron en realizar una
    encuesta.

    El modelo del
    consenso en la toma de
    decisiones tiene su lugar, pero depende en alguna medida de
    la capacidad de los innovadores o visionarios para lograr que
    se comprendan sus ideas. Algunos no pueden explicar su
    visión de forma suficientemente clara como para obtener
    el respaldo para la que podría ser la mejor
    decisión. Algunas ideas muy importantes se pierden
    debido a esta incapacidad.

    Un nivel alto de autoestima es de inestimable valor
    para que un innovador logre llevar adelante el nuevo producto o
    técnica o método
    de gerencia.

    La responsabilidad de nosotros mismos es claramente
    indispensable para la autoestima positiva. Si eludimos ese
    compromiso nos transformamos en víctimas de nuestras
    propias vidas. Nos deja impotentes. Fortalece a unos mismo el
    declarar (¡y proponérselo!):

    "Soy responsable del cumplimiento de mis deseos y
    metas."

    "Soy responsable de mis elecciones y
    acciones."

    "Soy responsable de cómo me relaciono con las
    personas."

    "Soy responsable del nivel de conciencia y
    atención con que afronto mi trabajo."

    "Soy responsable de las decisiones según las
    cuales vivo."

    "Soy responsable de mi felicidad personal."

    AFIRMACI0NES: (Cambiar la programación en tu mente, sigue el
    ejemplo)

    Eres una buena persona. Sí, soy
    una buena persona.

    Eres amable.

    Eres confiable.

    Eres simpático.

    Eres alegre y positivo.

    -Estás lleno de energía.

    -Eres muy especial.

    -Estás lleno de amor.

    -Eres lo máximo.

    -Eres muy agradable.

    -Eres seguro de ti mismo.

    -Eres admirable.

    -Eres emprendedor.

    -Estás lleno de bondad.

    -Eres exitoso.

    -Eres creativo.

    -Estás saliendo adelante.

    -Te gusta sobresalir.

    -Eres valiente.

    -Eres fuerte.

    -Eres considerado con los demás.

    ACERCARSE A LOS
    DEMAS CON ESPÍRITU BENEVOLENTE

    Las personas que están felices de ser como son,
    que confían en sí mismas y que están en
    paz con ellas mismas, son libres emocional y
    psicológicamente para acercarse a los demás con
    espíritu benevolente. Quienes tienen una autoestima
    positiva tienden a generar cooperación, entusiasmo
    compartido y consenso más fácilmente que aquellos
    que dudan más de sí mismos, son inseguros y
    piensan en términos de un modelo de relaciones humanas
    del tipo yo versus tú, ganador/perdedor.

    Ya sea que se piense en las personas en el contexto de
    una organización grande o de sus propias
    vidas, las que confían en sí mismas suelen tratar
    a los demás con mucho más respeto y benevolencia
    que aquellas que no lo hacen, con resultados predecibles en
    cuanto a su capacidad de lograr consenso.

    Cuando nuestras interacciones humanas tienen dignidad,
    las gozamos más; y cuando nosotros manifestamos
    dignidad, nos gustamos más a nosotros mismos.

    Cuando nos comportamos de maneras que sostienen la
    autoestima de los otros, sostenemos la nuestra.
    ¿Qué le da una persona a otra? Da de si misma, de
    lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no
    significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra,
    sino que da lo que está vivo en él –da de
    su alegría, de su interés, de su
    comprensión, de su conocimiento, de su humor, de su
    tristeza-, de todas las expresiones y manifestaciones de lo que
    está vivo en él. Al dar así su vida,
    enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de
    la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir;
    dar es de por si una dicha exquisita. Algo nace en el acto de
    dar; y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a
    la vida que nace para ambas.

    Si deseamos nutrir la autoestima de otra persona,
    hemos de relacionarnos con ella desde nuestra visión de
    lo que merece y lo que vale, proporcionándole una
    experiencia de aceptación y respeto.

    Si tenemos el coraje de permitir que los demás
    vean nuestro entusiasmo o nuestra pasión,
    implícitamente les estamos comunicando que la
    pasión es un valor y que ellos no deberían
    reprimir la suya. Si les dejamos que vean con qué
    pasión perseguimos nuestras metas, transmitimos
    implícitamente nuestra aprobación de su aptitud
    para afanarse apasionadamente por alcanzar una meta. Si
    honramos con orgullo nuestros valores e intereses,
    señalamos a los demás que tienen derecho a honrar
    los suyos. Si tenemos integridad de ser quienes somos, podemos
    inspirar esa integridad en los demás. Y así, al
    honrar al sí-mismo, ayudamos a construir una comunidad
    de personas con una saludable autoestima. El individuo no es el
    adversario de la comunidad, sino su pilar más
    vital.

    LA
    CONVICCIÓN DE QUE SOMOS DIGNOS DE
    ÉXITO

    "Cada experiencia es un éxito"

    Esto se relaciona también con el componente de
    dignidad de la autoestima, esa convicción de que somos
    dignos y merecemos éxito, felicidad, confianza, respeto
    y amor.

    Toda la vida consiste en perseguir valores. Para ello
    tengo que valorar al último beneficiario, es decir a
    mí mismo. Si en mi interior no me siento digno de
    éxito o felicidad, lo más probable es que no los
    alcance y si lo hago seguramente no los disfrute. Solemos ver a
    personas que trabajando se sienten capaces pero no dignas. En
    consecuencia, trabajan y trabajan y nunca se sienten con
    derecho a descansar y disfrutar de lo que han hecho.

    Los que dudan de su eficacia y dignidad tienden a
    experimentar temor hacia otras personas y, en consecuencia,
    pueden llegar a caer en relaciones de enemistad con ellas.
    Perciben a los demás como una amenaza.

    Si por el contrario, confiamos en nuestra eficacia y
    dignidad, tendremos menos posibilidades de caer en una
    mentalidad del tipo "yo versus tú". Es más
    probable que formemos relaciones cooperativas
    y que seamos hábiles para crear consenso.

    El arte de ser es el arte de conocernos, de
    aceptarnos, de vivir en armonía con nosotros mismos y de
    desarrollar, en la práctica, las más altas
    posibilidades de nuestra naturaleza. Incluye tres conceptos
    básicos: la conciencia de sí mismo, la auto
    aceptación y la afirmación personal.

    La conciencia de sí mismo, se refiere al
    conocimiento de las continuas necesidades, deseos, emociones,
    valores, aspiraciones, capacidades, estados mentales y
    comportamientos que experimentamos.

    Con el auto aceptación sobreviene el deseo de
    experimentar, en vez de ignorar, cualquiera que sea la realidad
    de nuestra existencia en un momento dado. La auto
    aceptación es mi negativa a establecer una
    relación de oposición conmigo mismo.

    La afirmación personal afianza nuestra
    relación con la realidad, ya que expresamos nuestra vida
    interior a través de palabras y acciones. La
    afirmación personal implica respetar las propias
    necesidades, el propio juicio, de la misma manera en que
    respetamos nuestros valores y reconocemos que para vivir
    plenamente es necesario traducir el sí-mismo en
    acción.

    Creo que tenemos derecho de ir de éxito en
    éxito a lo largo de nuestra vida. Si no lo estamos
    logrando, no estamos sintonizados con nuestras habilidades
    innatas, o no creemos que esto sea cierto para nosotros o no
    reconocemos nuestros éxitos.

    DESAFIAR, ESTIMULAR
    Y EXIGIR

    La autoestima trae consigo la sensación de
    control sobre nuestra propia existencia. Tenemos una brújula interior que nos guía y
    marca nuestra
    dirección, de manera que sentimos el centro del control
    de nuestro interior, en lugar de creer que se encuentra en
    cualquier lugar del mundo exterior. Por el contrario, una
    persona con una autoestima baja se siente fundamentalmente bajo
    el control de los acontecimientos externos, es decir, las
    decisiones y las acciones de los demás. Esta diferencia
    en la manera de vivir es un reflejo del grado en que la mujer
    actúa por su propia intención consciente. Los
    estudios sugieren que obtenemos lo mejor de las personas cuando
    les pedimos algo más de lo que piensan que pueden dar.
    En otras palabras, les exigimos. Fijemos nuestras miras altas
    pero no tanto que resulten paralizantes. Creo que el mismo
    principio puede aplicarse a nosotros mismos.

    La expectativa positiva puede ayudar a las personas a
    ver más allá de sus propias
    limitaciones.

    Realmente no hay atajos hacia la autoestima positiva;
    no podemos engañar a la realidad. Si no vivimos de forma
    consciente, auténtica, responsable y con integridad,
    podremos tener éxito, ser populares, ricos y pertenecer
    a todos los clubes adecuados, pero sólo tendremos pseudo
    autoestima. La autoestima es siempre una experiencia
    íntima; es lo que pensamos y sentimos con respecto a
    nosotros mismos, no lo que otra persona piensa y siente con
    respecto a nosotros.

    La autoestima es realmente la reputación que
    obtenemos ante nosotros mismos.

    EL IMPACTO DE LA
    AUTOESTIMA

    Debemos recordar que la autoestima no es una
    determinación por el éxito mundano, el aspecto
    físico, la popularidad o cualquier otro valor que no se
    halle directamente bajo el control de nuestra voluntad. Mas bien,
    dependen de nuestra racionalidad, honestidad e integridad, que
    son procesos volitivos, operaciones de la mente de las cuales
    somos responsables.

    El siguiente ejercicio de completar oraciones lo
    ayudará a ubicar bien en qué lugar se halla, en
    este aspecto, en el presente. En verdad, este ejercicio y los
    posteriores le informarán bastante bien en qué
    medida absorbió el curso hasta ahora, y quizá le
    señalen los puntos que necesita elaborar
    más.

    Si considero los criterios con los que me juzgo a
    mí mismo…

    Si nadie más que yo puedo proporcionarme una
    buena autoestima…

    Si quisiera comprender de qué depende la
    autoestima…

    Una de las cosas que puedo hacer para elevar mi
    autoestima es…

    Ya que la autoestima positiva es el sentimiento, la
    experiencia y la convicción de ser apto para la vida y sus
    desafíos, y ya que nuestra mente es nuestra herramienta
    básica de supervivencia, el pilar central de una
    autoestima saludable es la política de vivir
    conscientemente (lo cual incluye racionalidad, honestidad e
    integridad). Vivir conscientemente es vivir responsablemente
    hacia la realidad, con respeto por los hechos, el conocimiento y
    la verdad, con la intención de generar un nivel de
    percatamiento apropiado a nuestras acciones.

    Si me permito entender el significado de vivir
    conscientemente…

    Si todavía no estoy plenamente preparado para
    vivir conscientemente…

    Si estuviera dispuesto a entender lo que hago cuando
    actúo…

    Si estuviera dispuesto a ver lo que veo y saber lo que
    sé…

    El auto aceptación es un rechazo a negar o
    desestimar cualquier aspecto del sí-mismo: nuestros
    pensamientos, emociones, recuerdos, atributos físicos,
    subpersonalidades o acciones. El auto aceptación es la
    negativa a mantener una relación de rivalidad con nuestra
    propia experiencia. Es la base de todo crecimiento y de todo
    cambio. Es, en su sentido último, el coraje de ser para
    nosotros mismos. El nivel de nuestra autoestima no puede ser
    más alto que el nivel de nuestro auto
    aceptación.

    A medida que aprendo a aceptarme…

    Una de las cosas que necesito aprender a aceptar
    es…

    A medida que dejo de combatirme…

    A medida que aspiro mis sentimientos en lugar de
    resistirme a incorporarlos…

    A medida que aprendo a admitir mis acciones como
    propias…

    Comienzo a percatarme de…

    Para proteger nuestra autoestima, es menester que
    sepamos evaluar nuestra conducta de la manera apropiada. Esto
    incluye, primero, tener la certeza de que los parámetros
    con los cuales juzgamos son verdaderamente nuestros, no meramente
    los valores de los demás, con los cuales nos sentimos
    obligados a aparentar que estamos de acuerdo. Segundo,
    necesitamos efectuar nuestras evaluaciones con una actitud no
    sólo de honestidad sino de compasión –una
    voluntad de considerar el contexto y las circunstancias de
    nuestras acciones, así como las opciones o alternativas
    que percibimos como accesibles-. En aquellos asuntos en los que
    nos sintamos verdadera y justificadamente culpables, es preciso
    que tomemos las medidas específicas para resolver la culpa
    en lugar de limitarnos a sufrir pasivamente.

    Si vivir con culpa es una
    claudicación…

    Si estuviera dispuesto a perdonarme…

    A medida que trato de comprender por qué
    actúo como actúo…

    A medida que aprendo a vivir según mis propios
    parámetros…

    Debemos aprender a no disculparnos nunca por nuestras
    virtudes, ni reprocharnos por ellas, ni tratar de desestimarlas.
    Debemos tener el coraje de reconocer nuestros puntos fuertes y
    nuestros aciertos. De otro modo, inevitablemente traicionamos a
    nuestra autoestima.

    Si me niego a disculparme por mis virtudes…

    Si soy honesto con respecto a mis aciertos…

    Si disfruto de mí mismo…

    Si admito que me gusto a mí mismo…

    Es necesario que reconozcamos a nuestros
    sub-sí-mismos o sub-personalidades, que nos hagamos amigos
    de ellos, dialoguemos con ellos y, en definitiva, que los
    admitamos, para poder sentirnos enteros, no divididos, sino
    integrados.

    A medida que aprendo a admitir a mi sí-mismo
    niño…

    A medida que aprendo a admitir a mi sí-mismo
    adolescente…

    Si desestimo a la persona que fui alguna
    vez…

    Si me hago amigo de todas las partes de mí
    mismo…

    Estoy comenzando a ver que…

    Necesitamos vivir activa y no pasivamente, asumir la
    responsabilidad de nuestras elecciones, sentimientos, acciones y
    bienestar –asumir la responsabilidad del cumplimiento de
    nuestros deseos- para así hacernos responsables de nuestra
    propia existencia. Como la independencia, la productividad es una
    virtud básica de la autoestima, y el trabajo es una de las
    formas prácticas de manifestar la auto
    responsabilidad.

    Si me hago plenamente responsable de mis
    acciones…

    Si me hago plenamente responsable de las cosas que
    digo…

    Si insisto en culpar a los demás…

    Si insisto en verme como una
    víctima…

    Si acepto que sólo yo puedo lograr mi
    felicidad…

    La auto confianza y el auto respeto se sostienen
    viviendo auténticamente. En esto consiste el coraje de ser
    quienes somos, preservando la coherencia entre nuestro
    sí-mismo interior y el sí-mismo que presentamos al
    mundo. En sentido literal, significa vivir auto afirmativamente;
    que manifestemos al mundo aquello que pensamos, valoramos y
    sentimos. No nos entregamos al submundo de lo inexpresado y de lo
    no vivido.

    A medida que aprendo a ser más sincero acerca de
    lo que pienso y siento…

    A medida que aprendo a ser sincero acerca de mis
    deseos…

    Cuando pienso en algunas de las mentiras según
    las cuales he vivido…

    Cuando esté preparado para abandonar esas
    mentiras…

    Si necesito tiempo para aprender a vivir con
    integridad…

    Si estuviera dispuesto a darme el tiempo que necesito
    para aprender…

    Si estuviera dispuesto a comunicar a la gente lo que
    siento por dentro…

    Si estuviera dispuesto a mostrar a la gente quién
    soy…

    A medida que aprendo a ser sencillamente yo
    mismo…

    Al apoyar la autoestima de los otros, apoyamos la
    nuestra. Así, el vivir con benevolencia sirve a la
    autoestima.

    Si trato a los demás con respeto y
    benevolencia…

    Si ofrezco a los otros la buena voluntad que pretendo de
    ellos…

    Si me permito comprender lo que he estado
    leyendo…

    Si acepto que quizás aún no esté
    preparado para absorber todos estos conocimientos…

    Si me doy permiso para crecer a mi propio
    ritmo…

    Si éste es el comienzo de una gran
    aventura…

    Necesitamos comprender que, como ideal ético,
    psicológico, la autoestima implica y presupone el supremo
    valor de una vida individual. Descansa sobre una visión
    moral que ve en cada persona un fin en sí misma y
    –en oposición a la doctrina de la autorrenuncia y el
    auto sacrificio- defiendo como principio rector el interés
    racional por uno mismo.

    Si no vivo para servir a los otros…

    Si los otros no viven para servirme…

    Si mi vida me pertenece a mí…

    Si realmente tengo derecho a existir…

    Si el auto sacrificio no me brindara la
    autoestima…

    Si hace falta coraje para ser honorablemente
    egoísta…

    Comienzo a percatarme de…

    ¿Cómo podemos elevar nuestra autoestima?
    Practicando estas conductas. Viviendo conscientemente,
    aceptándonos a nosotros mismos, con responsabilidad,
    autenticidad, benevolencia e integridad.

    Además, a medida que usted crezca en
    autoestima:

    -Su rostro, sus gestos y su manera de hablar y de
    moverse tenderán naturalmente a proyectar el placer que le
    causa estar vivo.

    -En algún momento notará que es
    más capaz de hablar de sus logros o de sus
    imperfecciones de manera directa y honesta, puesto que
    mantendrá una buena relación con los
    hechos.

    -Quizás descubra que se siente más
    cómodo al dar y recibir elogios, expresiones de afecto,
    aprecio, etc.

    -Tenderá a estar abierto a la crítica
    y a sentirse bien al reconocer equivocaciones, pues su autoestima
    no está atada a una imagen de
    "perfección".

    -Sus palabras y movimientos tenderán a ser
    desenvueltos y espontáneos, ya que usted no está en
    guerra con usted mismo.

    -Habrá cada vez más armonía entre
    lo que usted diga y haga, y su aspecto, su modo de hablar y de
    moverse.

    -Descubrirá que tiene una actitud cada vez
    más abierta y curiosa hacia las ideas y experiencias
    nuevas, las nuevas posibilidades que le ofrece la vida, puesto
    que para usted ésta se ha convertido en una
    aventura.

    -Los sentimientos de angustia o inseguridad, si se
    presentan, tendrán menos posibilidades de intimidarlo o
    abrumarlo, ya que manejarlos y elevarse por encima de ellos le
    parecerá más fácil.

    -Es muy probable que descubra que disfruta de los
    aspectos risueños de la vida, en usted y en los
    otros.

    -Será más flexible al responder a
    situaciones y desafíos, movido por un espíritu de
    inventiva e incluso una capacidad lúdica, ya que
    confía en su mente y no ve la vida como una fatalidad o
    una derrota.

    -Se sentirá más cómodo con una
    conducta enérgica (aunque no beligerante); será
    más rápido para defenderse y hablar por usted
    mismo.

    -Tenderá a preservar la armonía y la
    dignidad en situaciones de estrés, ya que cada vez le
    resultará más natural sentirse centrado.

    ¿Sufrirá cambios en su vinculación
    con la gente, el trabajo y las actividades recreativas?
    Será casi inevitable. ¿Conocerá momentos de
    conflicto,
    crisis, decisiones difíciles? Desde luego; son
    intrínsecos a la vida. ¿Se sentirá
    dueño de mayores recursos para responder a esos
    desafíos? Rotundamente sí.

    Incluso en el nivel físico, pueden producirse
    cambios notables a medida que desarrolla su auto confianza y su
    auto respeto:

    -Sus ojos se volverán más alertas,
    brillantes y vivaces.

    -En algún momento su rostro se tornará
    más relajado y (salvo en caso de enfermedad)
    tenderá a mostrar un color natural, más en
    línea con su cuerpo.

    -Su mandíbula tenderá a estar más
    relajada.

    -Sus manos tenderán a estar más relajadas,
    elegantes y tranquilas.

    -Sus brazos tenderán a pender de una forma
    natural y relajada.

    -Su postura tenderá a ser relajada, erecta, bien
    equilibrada.

    -Su modo de caminar será resuelto (sin ser
    agresivo ni arrogante).

    -Su voz tenderá a adquirir modulaciones adecuadas
    a las diversas situaciones, y su pronunciación será
    clara.

    Lo más probable es que exhiba estos rasgos cada
    vez en mayor medida, como se ha observado en hombres y mujeres
    que gozan de una alta autoestima, en los cuales se nota la
    presencia de estas características físicas,
    así como de las psicológicas mencionadas
    antes.

    Hay que recapacitar en lo siguiente:

    1. Tus pensamientos afectan tu estado de ánimo y
      hasta la forma en que reacciona tu cuerpo.
    2. Tus creencias, reales o imaginarias afectan tus
      pensamientos..
    3. Cualquier cosa que imaginas es real para ti y
      reaccionas como si fuera tal.

    No importa cual sea la realidad, tú actúas
    conforme a lo que pasa, sino a lo que tú crees que
    pasa.

    El aumento de la autoestima torna las cosas
    diferentes. Cuando usted tenga claro en qué consiste esa
    diferencia, sabrá que obtenerla vale la
    pena.

    Y al comprometerse a realizar el viaje,
    descubrirá que el viaje ha comenzado
    .

    CONCLUSIÓN

    La autoestima es una evaluación de mi mente, mi
    conciencia y, en un sentido profundo, de mi persona. No se trata
    de una evaluación de determinados éxitos o
    fracasos, tampoco de determinados conocimientos o habilidades. Es
    decir, puedo estar muy seguro de mí mismo en el nivel
    fundamental, y sin embargo sentirme inseguro de mis capacidades
    en situaciones sociales específicas. De la misma manera,
    puedo desenvolverme bien en el trato social y, aun así,
    ser inseguro y dubitativo en mi interior. La autoestima es
    contagiosa. Trata siempre de tener una persona de apoyo, alguien
    en quien confiar, con quien compartir tus logros.

    Más aún, puedo ser amado por todo el mundo
    y no amarme a mí mismo. Puedo ser mundialmente admirado y,
    sin embargo, no admirarme. Puedo considerarme brillante, pero yo
    pensar que soy intelectualmente nulo. La autoestima es amor.
    Cuando aprendemos a querernos a nosotros mismos, estamos listos
    para querer a los demás y a los que nos rodean.

    Puedo ser una persona de grandes éxitos y aun
    así sentirme un fracaso, por no haber cumplido mis propias
    expectativas. La autoestima es auto descubrimiento. Cuando
    tenemos autoestima descubrimos nuestro interior, esto nos da la
    base para conocer quiénes somos y cuáles son
    nuestras capacidades; nuestro verdadero "yo" sale a
    flote.

    Sentirse competente para vivir significa tener confianza
    en el funcionamiento de la propia mente. Sentirse merecedor de la
    vida quiere decir tener una actitud afirmativa hacia el propio
    derecho de vivir y ser feliz. La autoestima es cósmica.
    Sí, es cósmica porque todo el potencial del
    universo está dentro de nosotros mismos. Todo ser humano
    lleva dentro un universo, sólo es cuestión que
    busquemos en nosotros esa grandeza.

    El primer paso que tiene que dar cualquier persona que
    pretenda superarse o desarrollar al máximo su potencial o
    mejorar cualquier aspecto de su vida, es el aceptarse tal y como
    es; Darse cuenta que lo que es en este momento es el resultado de
    su historia, de una serie de circunstancias que rodearon su
    infancia y de las decisiones que ha tomado hasta
    ahora.

    Ya es tiempo de ser tu amigo y no tu enemigo, deja
    atrás las exigencias, las comparaciones, la
    frustración, la tristeza, el rencor y todo lo que detiene
    tu desarrollo. Es tiempo de quererte mucho y de reconocer que
    tú tienes el poder de estar más feliz, más
    satisfecho, más en paz.

    Llegó el momento de reconocer que nadie lo
    hará por ti, nadie te dará lo que quieres o lo que
    necesitas, todo depende de ti y de cuánto te
    quieras.

    Haz todo lo que puedas para que tu cambio
    transformacional sea una alegría y un placer.
    ¡Diviértete!

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    LIC. MARTHA N. CARAVEO PACHECO

    Campeche, Cam.,

    SECUD

    SUBSECRETARIA DE COORDINACIÓN
    EDUCATIVA

    DIRECCIÓN DE FORMACIÓN Y
    ACTUALIZACIÓN DOCENTE

    DEPARTAMENTO DE ACTUALIZACION DOCENTE

    CENTRO DE ACTUALIZACION DEL MAGISTERIO

    CURSO-TALLER

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