Introducción:
Todo fin de siglo, por ese solo hecho, ha traído
ciertas inquietudes, producto de
una sensación de inseguridad
respecto al futuro.
El pasaje hacia el Siglo XXI nos plantea una nueva
inquietud: "El fin del Trabajo", como define Jeremy Rifkin en su
libro al
reemplazo del trabajo realizado por el hombre, por
maquinas.
Si bien este proceso no es
nuevo ya que a partir de fines del Siglo XVIII, la Revolución
Industrial bajo situaciones parecidas, nunca antes como en
estos tiempos, la tecnología ha ocupado
un papel tan
destacado en cuanto a la posibilidad cierta de eliminar o
reinventar tareas y ocupaciones. Nunca antes en la historia se eliminan
más tareas que las que se inventan, nunca antes este
fenómeno afecto a la misma generación.
Ahora bien, ¿Cuál es el efecto que puede
producir en este el desarrollo del
humano y sus organizaciones
económicas y sociales?
Hasta hoy el sistema
capitalista cimento sus bases en el concepto de
productividad,
o sea, la utilización eficiente de los recursos con el
fin de obtener bienes y
servicios en
cantidades superiores a la que se consumen para
producirlos.
Con el avance tecnológico esa productividad se
ha multiplicado en forma espectacular, desplazándose las
fronteras de producción hasta limites que
todavía no hemos encontrado.
Ha su vez, la otra cara de la moneda que completa el
funcionamiento de un sistema
económico, el consumo,
también se ha incrementado no solo en el aspecto
cuantitativo, sino, en una constante innovación hacia los bienes y
servicios lo
cual hace la realidad la posibilidad de estar cada vez mas cerca
de elegir una casi infinitiva cantidad de bienes y
servicios.
Este cambio se ha
producido en tan poco tiempo, afecto
fuertemente a una misma generación. Si consideramos a una
generación como "el periodo de tiempo o lapso
que separa a padres e hijo" en los últimos 25 o 30
años una persona que se
formo o capacito para un modo de trabajo determinado se encuentra
con que su formación no alcanza o no encaja en nuevo
parámetros productivos, signo de la Revolución
Tecnológica.
Comienzan a surgir las expresiones tales como reciclaje,
reconversión, recalificación o reingeniería, que describen la necesidad de
volver a ingresar a un ciclo, a una calificación o
convertirse en otra cosa desde el punto de vista laboral. El
sistema
educativo, tanto formal e informal, no se actualizo lo
suficientemente rápido para acompañar el cambio
tecnológico.
Ese cambio
requiere de otras y nuevas habilidades, que estén a la
altura de los cambios del mundo productivo.
Si bien es cierto que la adquisición de nuevas
capacidades no lograra la solución integral del problema
del próximo siglo: La falta de trabajo tal y como se
conoció en el Siglo XX, en el futuro deberá
definirse claramente en que consistirán las nuevas forma
de trabajo y como serán las nuevas organizaciones
socioeconómicas.
Es evidente que en este nuevo contexto la capacidad
laboral sigue
siendo una condición necesaria, no suficiente, para
probablemente encarar este próximo siglo en las mejores
condiciones respecto a las oportunidades que se
presentaran.
Mucho expertos en el tema consideran que la
reducción de la jornada laboral
será una de las consecuencias lógicas de este
proceso de
avance tecnológico, ya que en otros momentos de la
Historia
también se implanto acompañando a la Revolución
Industrial.
Otra consecuencia seria la revalorización de un
"Tercer Sector": El constituido, por ejemplo, por el voluntariado
y asociaciones sin fines de lucro. Este sector se diferencia del
ligado al mercado (regido
por las reglas de la productividad) y
del sector publico
(ineficiente a la hora de asignar recursos
escasos).
En muchos países el "Tercer Sector" esta en
constante crecimiento en cuanto a sus posibilidades de
ocupación laboral.
Cualquiera de las soluciones
planteadas deberá tener en cuenta como principal problema
a resolver, quien será y a través de que medio, el
o los sectores que financien estos cambio. En
este sentido, existen razones para pensar que las actividades que
tuvieron los mayores beneficios derivados de la "Revolución
Tecnológica", podrían ser los que más
contribuyan a este objetivo.
Trabajo vs. Siglo XXI
Hoy frente al problemático tema de la
desocupación nos remitimos a culpar al gobierno de
turno, o al anterior, o a los extranjeros que trabajan por muy
poco dinero y sin
ningún tipo de cobertura y a la
globalización. Sin interpretar, quizás, el
nuevo orden mundial que esta siendo diseñado y que esta
pasando frente a nuestras narices y no somos capaces de
detenernos a observar que esta ocurriendo, dado la cantidad de
tareas que tenemos que atender, hijos, hogar, trabajo, el auto,
la moto y otras actividades sociales.
Toda cambio
conlleva a una reacción que genera anticuerpos, un cierto
rechazo porque desconocemos lo que puede pasar. El hombre por
naturaleza le
teme a lo que desconoce.
Nos toca vivir en una sociedad donde la
tecnología
de punta es cosa de todos los días y que van reemplazando
al hombre.
El libro "Fin del
trabajo" de Jeremy Rifkin este licenciado en Economía, en Relaciones
Internacionales, Consultor de grandes empresas
transnacionales, titular de cátedras en más de 300
Universidades del mundo y responsable de la configuración
de la política publica de la América
de Clinton, da un excelente panorama, que abunda en detalles y
ejemplos, del nuevo conflicto
social tecnologías contra puestos de trabajo: el
nacimiento de una nueva era.
Plantea la forma brusca que el software (programas para
computadoras)
reemplaza a varios obreros de cuello azul en una fabrica y como
los obreros de cuello rosa (mujeres) continúan ocupando
puestos de trabajo que por siglo fueron exclusiva tarea de los
hombres y de una manera clara explica de cómo los
trabajadores de silicio (maquinas,
fax, computadoras y
personal
altamente capacitado) se van a ir transformando en una elite del
conocimiento
donde el capital
seguirá siendo importante para la
organización social pero los que configuran esa
organización social serán los
jóvenes del conocimiento.
Mientras que la revolución
industrial estaba fundamentalmente preocupada por el aumento
de la producción, la importancia de la revolución
de la información esta orientada a ampliar el
tiempo libre,
dándonos la posibilidad de determinar nuestro propio
futuro.
Las empresas
están preocupadas por ser 100 % competitivas en su
producción y respuesta al consumidor. Por
ejemplo en una compañía japonesa que hace
bicicletas uno puede ir a comprar y elegir el diseño,
el color, el
modelo, la
marca, los
frenos, las ruedas y otros detalles a través de una
computadoras
que registra el pedido directo al fabrica, sin intermediarios, y
esto contabiliza un tiempo de tres
horas desde el pedido del cliente, armado y
entrega del producto. De
forma irónica la empresa
descubrió en un estudio de
mercado que la rápida respuesta reduce el entusiasmo
del cliente por lo
que tuvieron que realizar la entrega a una semana para que el
cliente
experimente la "ansiedad de la entrega".
Junto con la Ofimática (Oficina
Automática) y la Biotecnología, la Multimedia, las
Fabricas Inteligentes y la Inteligencia
Artificial serán los verdaderos responsables de que
las desocupacion
sea un problema para nuestro mundo globalizado.
Por otro lado estas mismas empresas se
desprenden de sus empleados remplazándolos por tecnología. Esto
llega al punto de que los trabajos de los obreros de cuello azul
para mediados del siglo XXI dejaran de existir.
Pero la solución se halla en un sector que los
políticos y los economistas y la comunidad han
restado su verdadera importancia el "Tercer Sector".
Y esto lo digo yo, él termino economía social que a
menudo se hace referencia, necesitamos que sea aplicado. Las
sociedades de
vecinos, de fomento, los clubes de barrio, las asociaciones de
voluntarios y todas las fuerzas vivas, las O.N.Gs., el llamado
Tercer Sector. Tendrá que absorber el doble de empleos que
absorbió el Sector de Servicio.
Ello radica en que la gran cantidad de desempleados es
arrojado a la marginación, como producto de
esto, los índices de delincuencia
están en aumento por lo tanto es necesario una
solución al problema.
Pero, si continua existiendo cierta injusticia social y
las políticas
económicas siguen ejerciendo cohesión al pueblo, es
menester cualquier adelanto tecnológico o solución
al problema.
El Tercer Sector:
Este sector año tras año se ve
incrementado en numero de miembros, en sus ingresos anuales
y la cantidad de organizaciones
que van surgiendo. Veamos una apretada síntesis
gráfica:
En el
siglo próximo los sectores publico y privado van a jugar
un papel
todavía más ilimitado en la vida del ser humano. El
vacío de poder
será ocupado tanto por una creciente subcultura al margen
de la ley como por una
mayor participación de tercer sector. Esto no implica que
ninguno de los sectores va a desaparecer, solo que su
relación con la
organización social y con las personas probablemente
va a cambiar. En el imaginario social la acción de los
sectores publico y privado se convertirá en una
"acción virtual".
Hoy los
gobiernos tienen dos posibilidades frente a la gran cantidad de
desempleados en el sector de mercado:
financiar políticas
de protección y crear un numero mayor de prisiones para
encarcelar a un creciente numero de criminales, que
nacerán producto de la
falta de empleo o bien
financiar con presupuestos
formas alternativas en el sector de voluntariado.
La
globalización del sector de mercado y la
disminución del papel del
gobierno
tendrá como consecuencia que las personas se vean forzadas
a organizarse en comunidades que defiendan intereses comunes para
garantizar su propio futuro. Conseguir una transición con
éxito hacia la era postmercado, dependerá en gran
medida de la capacidad de un electorado estimulado, que trabaje a
través de coaliciones y movimientos, para lograr,
transferir tantas ganancias de la productividad
como sean posibles del sector de mercado al tercer
sector, para fortalecer y afianzar los lazos comunitarios y las
infraestructuras locales.
El gobierno jugara,
con toda probabilidad, un
papel muy
distinto en la emergente era de las tecnologías, menos
ligado a los intereses económicos y comerciales y en la
línea de la economía social.
Mediante la creación de una nueva unión entre el
gobierno y el
tercer sector, cuya finalidad sea la de reconstruir la economía social, se
podrá ayudar a restaurar el sentimiento cívico en
cualquier sociedad.
Proporcionar alimento a los pobres, garantizar unos servicios
sanitarios básicos, educar a los jóvenes, construir
casas asequibles y preservar el medio ambiente
encabeza la lista de prioridades urgentes para los
próximos años. Todas estas áreas han sido
mal atendidas o ignoradas por las fuerzas de mercado. En la
actualidad, con una economía formal cada
vez mas apartada de la vida social de la nación y con el
gobierno
abandonando su tradicional papel de
proveedor de ultimo recurso, solo queda conseguir un esfuerzo
concertado encabezado por el sector de voluntarios y
adecuadamente apoyado por el sector publico
que permita garantizar los servicios
sociales básicos y reiniciar el proceso de
revitalización de la economía social de
cada país.
Conclusión
Pareciera que los analistas y estadistas del mundo
entero se han puesto de acuerdo para darle a esta ultima
década una suerte de finalidad de todo, como algo
catastrófico, por lo menos así lo plantean Jeremy
Rifkin, Peter Druker, Paul Krugman, entre otros.
Pero lo preocupante es que ocurrirá con el
empleo en el
siglo que entra dado que las tasas de desempleo en el
mundo son muy alarmantes. Por un lado se busca dar una y otra
explicación: la reingeniería, la automatización de los procesos de
producción y la
globalización, son algunas de las razones, esta ultima
es la mas usada. Pero usando un poco la razón; si la tan
ansiada aldea global, no respeta fronteras, ni estados, ni
gobiernos y genera una suerte de cohesión social,
inequidad económica e injusticia social, no se puede
concebir una globalización de este estilo, no se debe
permitir, entonces, la
globalización.
Las empresas han
reemplazado a empleos administrativos por software y a los empleados
técnicos por computadoras y
tecnología
de punta. Esto ya fue anticipado hace 120 años, por un
lado los escritores de ciencia-ficción, luego por políticos
y economistas.
Mucha tinta se ha gastado sobre estos temas, pero
siempre el mal parado es el trabajador. La solución
más próxima esta en el llamado tercer
sector.
El de las O.N.Gs., fuerzas vivas, etc. Y carece de todo
análisis una posible solución sin la
intervención del estado, el
establishment, la comunidad civil y
el tercer sector.
Pero cuando, por ejemplo, se habla de un trabajo es
más fácil ser chofer de excavadora que ser el que
realiza el mantenimiento
y reparación. Con esto me refiero a que el otro sector que
esta en alza es el de los trabajadores de "silicio", así
se denomina a los obreros altamente calificados, donde se
necesita un grado de preparación alto, dado que en los
procesos de
producción pueden resolver mas de un o dos
problemas que
surjan, típico del sistema japonés
de producción "just in case".
Las generaciones del 60,70 y 80 que son las que
más se vieron influenciada en sus vidas por la era del
posfordismo y el modo de producción "just in time", en
el cual no se requería un grado especial de conocimiento.
Hoy a los empleados de cuello azul y blanco (obreros y
ejecutivos) les cuesta adecuarse a este sistema donde los
ejecutivos y trabajadores comparten el mismo estacionamiento,
comedor, y hasta el uniforme. Junto con ello ser reemplazados por
la automatización y la reingeniería. También están
los obreros de cuello rosa (ama de casa, secretarias,
recepcionistas, etc.) que son un sector de importancia y en
crecimiento
Sin duda alguna los países que apuesten a la
educación
como prioridad serán los que configuren el orden mundial
del siglo XXI.
Siempre que tengo la oportunidad sostengo lo mismo, la
nueva rama de la economía es la de
conocimiento
intensivo, es la nueva materia prima
por excelencia. Las profesiones clásicas perduraran en el
tiempo, pero
si alguien desea ganar dinero debe
entra en las telecomunicaciones, la bioingeniería
genética,
el management, marketing y
publicidad, como
ve todas requieren de una preparación muy alta y acabada
que solo se alcanza en la universidad.
Les puedo asegurar que nos tendremos que ir
acostumbrando a una desocupacion
crónica que no se resolverá ni en la próxima
década ya que estamos en los inicios de una tercera
revolución
industrial y como sabemos y hemos leído con ello viene
periodos de injusticia social, refiriéndome a la falta de
empleo dado
que ello no es solo una cuestión social sino que tiene
gran significación en lo económico y
fundamentalmente en lo político.
¿Estaremos en el 2000 desesperados por un
empleo o
habremos encontrado el sistema en donde reduciremos nuestro
horario de trabajo y dedicaremos el tiempo restante a tareas
intelectuales, físicas o simplemente al ocio?
Justo Sebastian Mansilla
24 Años – Estudiante de Derecho UBA –
Analista Programador Recibido – Docente de Informatica de 2
Institutos de Gestion Privada (Raices y Alas y Gral. San Martin
respectivamente) , en EGB N* 40 de Merlo, Reconversion Docente
1999 – Columnista Diario Tribuna del Oeste de Distribución Local.
Merlo – Pcia de Buenos Aires