PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En la sala de emergencias de un hospital, un
médico se inclina sobre un niño inconsciente, cuya
respiración es rápida y superficial,
si bien su pulso es violento. Sus padres aterrados, acurrucados
por ahí, sólo saben que se tragó "unas
píldoras".
Se le hace un lavado de estómago y se ordena una
prueba sanguínea, que confirma lo que se sospechaba: que
sufre salicilismo agudo, debido a que tomó un
puñado de aspirinas. Lo había puesto de muerte en una
de las drogas
más útiles de la ciencia,
que es también una de las principales causas del
envenenamiento en los niños.
En la espesura de la selva amazónica, un cazador
jíbaro carga en silencio su cerbatana con un dardo cuya
afilada punta está cubierta con una resina pardusca.
Apunta el largo tubo de 5 metros a un mono trepado a 10 metros:
con un leve soplido envía su pequeño proyectil. El
mono salta al recibir el dardo, parlotea un momento, se tambalea
y cae. En menos de 5 minutos dejó de respirar.
La resina pardusca que mató al mono es el curare,
una de las sustancias naturales más tóxicas;
purificada es un valioso auxiliar de la cirugía,
inyectando en dosis minúsculas, relaja los músculos
del abdomen para que el cirujano pueda operar sin miedo de
espasmos musculares.
Estas dos anécdotas resumen lo que probablemente
es el hecho más fundamental sobre las drogas: todas
las drogas son
venenos y todos los venenos son drogas. Por
ello no es de extrañar que la palabra pharmakon, de
la que se derivan palabras como "farmacia", "farmacopea", etc.
significara originalmente tanto una bebida curativa como una
mortal.
En un sentido más lato, una droga –o
veneno- es toda sustancia que pueda producir una
alteración en la función o la estructura del
tejido vivo. (Una bala que se incrusta en el cuerpo altera,
incuestionablemente, su funcionamiento, pero su efecto es
mecánico más que químico, por lo cual no
puede clasificarse como una droga.)
La palabra "drogas"
implica sustancias medicinales, o sea aquellas que, administradas
en dosis reguladas, producen cambios deseables en el cuerpo humano,
contraatacando la enfermedad o aliviando el dolor. Gracias a
algunos medicamentos, casi se han desterrado ciertas enfermedades y se han
aliviado los efectos de otras. Se puede acelerar un corazón
desfalleciente o frenar uno acelerado, subir o bajar la
tensión sanguínea, regulas la secreción de
los riñones y, en general realizar docenas de tareas
benéficas.
Las drogas pueden
alterar el funcionamiento del sistema nervioso:
los anestésicos borran el dolor del bisturí del
cirujano; los tranquilizadores calman las angustias de los
neuróticos y sicóticos, aunque su acción no
siempre es benéfica. El alcohol induce
a la euforia y también al atontamiento comatoso; los
narcóticos calman el dolor o producen hábito. Los
alucinógenos, como el LSD, quizá ensanchen la
conciencia, pero
también deforma la mente hasta llevarla a la misma
locura.
Las cualidades contrapuestas de estas drogas del
sistema nervioso
central nos indican una verdad básica sobre todas
las drogas: mal
usadas, y a veces bien usadas, pueden convertirse en venenos, que
producen reacciones perjudiciales que van desde nauseas hasta
la muerte.
Hasta las medicinas más benéficas tienen efectos
adversos. Hay quien afirma que en los Estados Unidos el
5% de los pacientes de los hospitales sufren la reacción
de alguna droga o
medicina. Lo
mejor que podemos decir de cualquier medicina es que
sus buenos efectos compensan los malos, en la mayor parte de los
enfermos y las más de las veces.
Por milenios el hombre ha
buscado medicinas que cumplan más funciones con
mayor eficacia y
seguridad. Esta
búsqueda ha tenido lugar en los más extraños
sitios: en las selvas sudamericanas, de donde es originario el
curare; en los brebajes de los exorcistas y hechiceros
especializados en el uso de hierbas, que nos han legado por lo
menos veinte medicinas útiles, etc.
Sin embargo, para el farmacólogo el "problema de
las drogas" es
mucho más amplio que la simple búsqueda de
medicinas nuevas y mejores, más amplio aun que los grandes
dilemas médicos y sociales que nacen del abuso de ciertas
drogas. A
nuestro alrededor hay toda clase de sustancias que nos afectan
químicamente y que penetran en nuestro organismo,
así no traguemos jamás una pastilla o una
píldora. Los jabones, enjuagues, desodorantes y
depilatorios del baño son drogas;
también detergentes limpiadores y abrillantadores de la
cocina, pinturas y solventes con que pintamos nuestras casas. No
hay ninguna sustancia en nuestro medio que, en ciertas
circunstancias, no obren como droga. Hasta
el agua
destilada más pura, ingerida en cantidad bastante, puede
robarle al organismo tanta sal que produzaca un estado
semejante al agotamiento por calor. El
exceso de agua, digamos
tres o cuatro litros, produce en los niños la muerte por
envenenamiento.
Actualmente, las drogas no
medicinales son mucho más numerosas, mucho menos
inevitables y, en su mayor parte, mucho menos entendidas que
las drogas
medicinales. Sin embargo, una mejor comprensión de
las drogas en
el medio ambiente
es tan capital para
el hombre como
lo es un buen conocimiento
de las medicinas. Apenas comenzamos a entender la forma en que
nuestro medio y las drogas que
contiene pueden darnos la salud o la enfermedad y
hacernos vigorosos o débiles. Sin un conocimiento
más profundo de las drogas, la civilización corre
el gran riesgo de
envenenarse a sí misma con su ingente número de
desechos industriales y químicos.
Si en su sentido amplio las drogas son evidentemente
hijas de la civilización, en sentido estricto casi
seguramente la precedieron. Casi todos los pueblos que aun son
primitivos, usan una o dos drogas por lo menos. Así por
ejemplo, los aborígenes australianos, considerados como
una de las culturas más primitivas de la Tierra,
mastican la planta pituri por sus efectos narcóticos.
También la usan para envenenar peces.
Es razonable suponer que hace 10,000 o quizá
50,000 años, nuestros antepasados prehistóricos
emplearon brebajes parecidos. Es indudable que ha de haber habido
cierto saber farmacológico en la supervivencia del
hombre, ya que
su paladar, cuando está hambriento, acepta de todo. Hasta
los antepasados más simiescos han de haber distinguido por
instinto, inteligencia o
marga experiencia, entre las plantas
alimenticias y las venenosas, entre las comestibles en tiempo de hambre
y aquellas que llevaban en sí el dolor.
Del hombre
precivilizado tenemos que hacer conjeturas; en cambio,
sabemos que desde los comienzos de la civilización del
hombre
tomó drogas. Los sumerios hicieron drogas medicinas con
sal, salitre, casia, mirto, asafétida y tomillo,
también con semillas, raíces o cortezas de sauces,
abetos, perales, higueras y datileras. Arañadas en
tablillas de barro húmedo, sus médicos prescibieron
recetas como estás: "la semilla de la planta del
carpintero; gomorresina de marcasí;
tomillo. Pulverícese. Disuélvase en cerveza.
Tómese". Por desgracia, los médicos sumerios no
indicaban cantidades ni identificaban enfermedades que curaban,
por lo que más que un bien provocaban un mal, y junto a
eso su uso indebido de las drogas, provocando la adicción
y la destrucción del hombre.
Pero, a juzgar por los documentos
médicos más amplios y precisos de los antiguos
egipcios, los aciertos terapéuticos de aquellas
prescripciones primitivas no fueron muchos. Muchas sí,
contenían sustancias que sabemos que son drogas, pero a
excepción de unos cuantos casos, los efectos de la
droga, o sus
dosis, o su modo de empleo, eran
del todo inadecuados para tratar la enfermedad.
Delimitación del Tema
La época tan conflictiva que nos ha tocado vivir
es prolífica a los cambios acelerados en todos los
aspectos de la vida y las relaciones
humanas; un fenómeno notable por su extensión y
por sus consecuencias económicas, sociales, morales y de
salud individual
y social es el consumo de
sustancias tóxicas, generalmente conocidas como "drogas",
aunque debemos aclarar que todas sustancia química o natural que
ingerimos para causar un efecto en nuestro organismo, ya sea para
calmar el dolor o curar de una enfermedad es una droga. Por lo
mismo hay drogas lícitas e ilícitas, permitidas o
prohibidas por la ley y la sociedad. De
todas formas, el mal uso o el abuso de algunas de ellas causa
graves daños, a veces irreversibles, al organismo, sin
contar con las consecuencias legales derivadas de la
adicción.
Según se ha observado, las adicciones
encuentran campo fértil entre los jóvenes
estudiantes de secundaria, bachillerato y universidad. Ya
sea por curiosidad, por inexperiencia, por buscar una salida a
los grandes problemas que
conlleva la adolescencia o
por una mezcla de todo lo anterior, los jóvenes son presa
fácil, debido a su inexperiencia y a la falta de control por parte
sus mayores.
Justificación del Tema
El presente trabajo tiene la intención de
informar a los jóvenes sobre el peligro que corren al
consumir drogas. Que no lleva a nada bueno, sino a la
autodestrucción. Que sus problemas, en
vez de solucionarse (como muchos piensan), empeoraran, ofreciendo
un escape temporal e imaginario de la realidad.
Otra razón por la cual hemos decidido investigar
sobre el abuso de las drogas es por complementar parte de nuestra
educación
superior y para tener un mejor conocimiento
sobre un problema que ataca nuestra sociedad.
Joven amigo: Si estas letras llegan a tus manos,
entérate del contenido y mira la manera de defenderte para
no caer en la tentación de adquirir un mal hábito
que hará sufrir a tus seres queridos y tarde o temprano
acabará con tu vida tan preciosa y promisoria.
Planteamiento de Hipótesis
Actualmente nuestra sociedad se
enfrenta a uno de los problemas
más peligrosos: el abuso de las drogas. Estas atacan
principalmente a niños y jóvenes, sin importar
sexo, religión o
posición social. El problema está en que los
afectados creen que el consumir drogas es algo que los beneficia,
siendo todo lo contrario. Una de las principales causas -que
hemos considerado parte del problema- de que los jóvenes
consuman drogas, es pertenecer a un determinado grupo de
"amistades", el imitar a un artista o elevar su autoestima,
además de utilizarlas con fines deportivos y escolares,
para aumentar su rendimiento. Además de esto nos
encontramos con varias incógnitas: ¿Qué tan
benéficas o perjudiciales son las drogas? ¿En
verdad es cierto que drogas como la aspirina en dosis reguladas
no causan adicción? ¿Qué efectos causan en
el organismos? ¿Cómo se les encuentra? Todo esto y
más nos hemos propuesto a contestar con el presente
trabajo.
INTRODUCCIÓN:
Las Drogas- ¿La solución o el
problema?
"La religión es el opio
del pueblo." es una cita celebre de las obras de Karl Marx.
Marx es uno de
los pensadores grandes que han cambiado el mundo, Freud y Darwin son por
ejemplo en el mismo grupo. Sus
teorías
han compelido al mundo a pensar de otro modo en todo. La teoría
darwinista demistificó en parte el origen del
género humano y refutó la explicación
primitiva que encontramos en el libro de
Génesis. Su teoría
sustituyó lo místico con lo real. El mundo educado
ya no tiene fe en la religión y prefiere
la ciencia.
La ciencia
está comenzando a demostrar que el celebro es como una
máquina química y no es una
vasija de la alma. Si esta teoría
fuera correcta todos nuestros pensamientos y emociones
estarían solamente químicos; reduciría
toda
nuestra alegría y todo nuestro dolor al nivel de
una reacción. Hoy en día parece que las
químicas son la explicación y la solución de
todo. Las drogas son químicos. Por consiguiente, podemos
ordenar de nuevo la frase y decir que las drogas son la religión del
pueblo.
A un nivel más vulgar, parece que la frase es
correcta también. El abuso de drogas, legales y ilegales,
se encuentra en todas partes. El papel que las
drogas y la filosofía pasota hicieron durante los
años sesenta era enorme. El reblandecimiento general de la
moralidad en Europa del oeste
y los Estados Unidos ha
permitido a la cultura de
drogas de expandirse. Vivimos hoy en una sociedad donde
una mitad de los jóvenes los cuales tienen
dieciséis años han probado la droga marihuana y un
cuarto han probado la anfetamina. Más serio aún,
los gobiernos están luchando una batalla ardua contra las
drogas. Según el grupo de
acción financiera del G7, las ventas anuales
de cocaína, heroína y canabis representan 120.000
millones de dólares en los Estados Unidos y
en Europa. Esta suma
inconcebible financia los carteles ilegales globales de crimen
organizado que están empezando a gobernar en los paises
subdesarrollados. ¿Vamos camino de la ruina o debemos
permitir a los jóvenes de disfrutarse?
Se reconocieron hace mucho tiempo que el
tabaco y su humo
eran dañinos. El rey inglés
Jaime I dijo al principio del siglo diecisiete que "El fumar
tabaco es una
costumbre… peligrosa para los pulmones." Los avíos
científicos modernos han identificado cuatro mil
sustancias en el humo de tabaco. Muchas de
éstas son venenosas y cancerígenas. El cáncer de
pulmón es treinta veces más frecuente en los
grandes fumadores que en los abstemios. Durante la semana pasada,
el gobierno
anunció que el humo de tabaco da el
cáncer de pulmón a los fumadores pasivos. El fumar
es mortífero (un hecho que todo el mundo ya
supo).
La droga que mata el segundo mayor número de
personas es posiblemente el alcohol. Un
tercio de los conductores matados en accidentes en
carretera habían ingerido más de la cantidad
permitida. Lo que mata la mayor parte de los franceses es el mal
de hígado que se relaciona con el consumo alto
de bebidas alcohólicas. Las pruebas
científicas han demostrado que el alcohol reduce
la cantidad de oxigeno que va
al cerebro, causando
daño irreversible. La cantidad de alcohol que
puede matar es solamente diez veces más de la cantidad
necesitada para los afectos queridos. Parecería que el
alcohol es
ridículamente dañino, si viéramos al mismo
ratio para el canabis: necesita una cantidad cuarenta mil veces
más grande que la cantidad necesitada para los afectos
queridos para matarse. Las estadísticas revelen que cada año
hay cinco mil personas que mueren por sobredosis de alcohol y no
ha habido nunca una muerte causada
por el sobredosis de marihuana.
¿Podemos decir por tanto que el canabis es más
seguro que el
alcohol? Hay indicios que el uso constante de canabis reduzca el
nivel de testosterona en varones. Éste significa que los
fumadores de esa droga sufren de una
‘des-androgenísación’. La marijuana
puede impedir también la memoria a
corto plazo, aunque solamente temporalmente. Esta
disminución puede durar treinta días que significa
que la marihuana es
una droga seria.
Durante los años sesenta una sociedad
alternativa nació. La cultura
tomó inspiración desde las alucinaciones creadas
por la dimetilamida del ácido lisérgico o el LSD.
Este droga influyó a los escritores de la música popular, por
ejemplo los Beatles y su álbum "Sargeant Pepper´s
Lonely Hearts Club Band"
, los cuales influyeron por turnos el pueblo y avanzaron
el movimiento. El
líder
‘espiritual’ del movimiento era
un profesor universitario de la psicología, Timoty
Leary. Vio el ‘ácido’ como una forma de buscar
‘las otras realidades’ y ‘la iluminación
de Buda’. Esa droga podía abrir "Las puertas de la
percepción". Parecía que el LSD era
la solución. Sin embargo, parece hoy que esa droga
creó la confusión en lugar de la claridad, el
misticismo en lugar de la verdad.
Las estadísticas revelan que los ingleses
utilizan posiblemente la droga éxtasis veinticinco
millones de veces cada año; consumiendo media
millón de tabletas cada semana. Hay cinco muertes causadas
por el éxtasis anualmente. Podemos decir por tanto que hay
una posibilidad sobre cinco millones de morir del éxtasis.
Por contaste con éste, hay diez muertes causadas por la
pesca cada
año que se practica cuarenta y cinco millones de veces
durante la misma época. Por eso, hay una posibilidad sobre
cuatro millones, quinientos mil de morir de la pesca. Podemos
decir que el éxtasis es más seguro que la
pesca?
Estudiando los indicios científicos revela que el
éxtasis es más peligroso. Cuando un bailador en una
discoteca toma la droga éxtasis, unos químicos
fluyen directamente al cerebro y afectan
los lóbulos que hacen que nos sintamos cansados y que
necesitemos el sueño. La teoría
científica es que la droga obstruye las señales de
estos lóbulos y permite al consumidor bailar
por todo la noche. La droga crea un sentido de euforia.
Éste ocurre porque hay una gran oleada de la química serotonin.
Serotonin es un neuro-transmisor que se encuentra en el cerebro
naturalmente y que ayuda a evitar la depresión.
Las últimas pruebas con
animales han
demostrado que el éxtasis agota las reservas de serotonin
del cerebro. Si estas
pruebas son
correctas los consumidores de más de veinticinco tabletas
de la droga sufrirán de depresión
en la vida más tarde. Los científicos encontraron
también que un consumidor del
mismo número de tabletas recuerda a corto plazo
veinticinco por ciento menos por regla general que un abstemio.
Hay que saber que el éxtasis no es una droga
segura.
El nombre ‘Leah Betts’ ha llegado a ser
sinónimo en Inglaterra con la
tragedia que las drogas pueden causar. Señorita Betts
celebró su decimoctavo cumpleaños tomando el
éxtasis. Se abandonó al pánico y
bebió tal gran cantidad de agua que fue
en estado de
coma. Unos días después murió. Los padres de
Leah empezaron una campaña en contra del éxtasis.
Los periódicos imprimieron muchos artículos sobre
su muerte.
Había pósteres que exhibieron una fotografía
de Leah muriendo en hospital junto a un sistema de
respiración artificial. La campaña
tuvo la intención de disminuir el uso del éxtasis.
No obstante, la campaña no ha tenido éxito. El
año pasado la aduana se
incautó de veintiuno por ciento más de
éxtasis que el año anterior que indica que la
petición de la droga no ha bajado nada. Parece que los
consumidores no hacen caso de los peligros y la publicidad de los
riesgos no
parará el uso de la droga. Propongo que el uso
bajaría si la droga pasase de moda. Los
bailadores consumirán el éxtasis hasta que aquel
llegue.
Si consideráramos el éxtasis como una
droga arriesgada, deberíamos ver la heroína y la
cocaína como unas drogas dañísimas. La
adicción a estos estupefacientes es muy fuerte y casi
inquebrantable. También, las agujas compartidas que los
drogadictos de heroína utilizan, pueden propagar el SIDA y la
hepatitis. La
heroína y la cocaína tienen tal poder sobre un
toxicómano que la droga está el punto sólo
de su vida. Para comprar la droga, los drogadictos roban y
asaltan. Si un toxicómano consumiera una cantidad de
heroína o de cocaína de valor de
noventa mil de libras (aproximadamente veintidós millones,
quinientos mil de pesetas) cada año (que es una
estimación razonable y informada), debería robar
cosas que tienen el mismo valor en
total. Es evidente por lo tanto que lo que causa la
mayoría del crimen de la calle es la drogadicción.
Los narcotraficantes pasan de contrabando la
heroína desde Asia hasta
Europa. Se pasan
de contrabando de un modo parecido la cocaína desde
Colombia y
América
del Sur hasta los Estados Unidos.
Los carteles de heroína y de cocaína que controlan
el narcotráfico están subiendo al
poder en los
países que estaban comunistas y en los países
subdesarrollados. Por ejemplo, hay mil nuevos bancos en Rusia,
se piensan que dos tercios de ellos son corrompidos. Los
países que compran las drogas comprenden que deben hacer
más severo la aduana y
colaborar consigo en luchando contra el narcotráfico. Sin embargo, los carteles con
sus fondos sin límites pueden emplear los mejores abogados
y comprar las armas más
sofisticadas. Por lo tanto, será casi imposible
vencerlos.
Los indicios científicos demuestran que las
drogas son sin excepción dañinas para la salud mental y
física. Si
una persona prudente
viese a la evidencia que confirma la frase previa, no
tocaría nunca las drogas. No obstante, ¿es el mundo
un sitio más pobre a causa de las drogas? El arte y la
creatividad de
John Keats, Honoré de Balzac y Jim Morrison (tocaron el
opio, el café y el alcohol y ácido respectivamente)
eran inspirados por las drogas. En este caso, las drogas
mejoraron el mundo. ¿Éste justifica el uso de
drogas? Pienso que no. El mundo es menos rico a causa de sus
muertes prematuras. También, Keats, Balzac y Morrison eran
genios natos y un hombre medio
no se hace un artista si tome una droga; por consiguiente el uso
extenso de drogas no puede justificarse. Las drogas
podrían quizas mejorar el mundo y le inspirarían
mucho si no fueran tal peligrosas. Sin embargo, son peligrosas
por lo tanto no son la solución.
CAPÍTULO 1:
EL VIEJO ARTE DEL
FARMACÉUTICO
De los millones de personas que diariamente toman
aspirina o bicarbonato, poquísimas saben que están
recurriendo a un remedio que, en su esencia, se usa hace decenas
de siglos. Mucho antes de la era de la ciencia
moderna, los médicos contaban ya con una amplia
farmacopea, compuesta en general, de brebajes fantásticos
de ningún valor
terapéutico, aunque incluían algunas sustancias en
cuya eficacia se cree
aún.
Los egipcios del tiempo de los
faraones sabían que el aceite de ricino era laxante; los
babilonios fueron los primeros en usar la mortal belladona contra
espasmos de la tos, y los chinos descubrieron que el
hígado y el hierro curan
la anemia.
Los grandes médicos griegos, como
Hipócrates, reunieron y recetaron las drogas más
eficaces de las antiguas civilizaciones y transmitieron su saber
a Roma, la cual
dio al mundo recetas uniformes y la primera botica. En la
Edad Media,
los alquimistas árabes aplicaron su saber a la
fabricación de drogas, y muchos de sus descubrimientos
–alcohol destilado, extractos vegetales- siguieron
vendiéndose en las boticas del siglo XVII junto con
ingredientes tan antiguos y singulares como las perlas
machacadas, los dientes de lobo pulverizados y las momias
molidas.
DROGAS DEL MUNDO ANTIGUO
El testimonio más antiguo del uso de drogas es
una tablilla de hace 4000 años, en la que el sumerio
anónimo enumera una docena de remedios contra enfermedades que no
menciona. Unos 500 años después, un médico
egipcio enumeró unos 800 remedios con más de 700
drogas. Una receta para niños llorones contenía
semillas de amapola, la fuente del opio del elíxir
paregórico, y excremento de mosca. Los médico
sacerdotes de Egipto
administraron drogas en 14 formas diversas, desde píldoras
hasta emplastos, y en ciertos conocimientos mezclaban drogas con
grasas animales para
producir pomadas medicinales.
Los razonables griegos, de los primeros en intentar la
evaluación práctica de los
medicamentos, desecharon muchas drogas que habían
heredado. Hipócrates se limitó a unas 260, entre
ellas a la escila, buen estimulante cardiaco, hoy en desuso.
Buscaron en su mundo mediterráneo drogas como el tan
alabado sílfium del África del Norte.
Roma
aportó su genio organizador a la recolección,
preparación y venta de las
medicinas griegas. Las recetas se hacían cuidadosamente
con cantidades precisas de ingredientes
específicos.
Y más allá del mundo romano, otras grandes
civilizaciones cantaban ya con amplísimas farmacopeas,. El
legendario emperador chino Shen Nung codificó unas 365
hierbas en el Pen T´sao donde los catalogaba como
magníficas, medianas e inferiores. Entre las mejores
había un arbusto hoy conocido como Ephedra sinica, que
recomendaba para enfermedades pulmonares, y
sirve contra el asma y otras enfermedades
alérgicas.
Se sabe menos de las drogas de las civilizaciones
precolombinas, pero una al menos, la hoja de la coca, aun la
mascan los indios peruanos, como lo hicieron los incas.
LA HERENCIA DE
DIOSCÓRIDES
A través de las obras de Dioscórides, gran
parte del saber farmacéutico griego y romano llegó
a Arabia en la Edad Media. A
donde iba investigaba las propiedades de las plantas que
pudieran servir como medicamentos. Al cabo publicó toda su
información en De Materia
Medica, obra en cinco tomos que llegó a ser el
catálogo básico de drogas y sus efectos en los
siguientes 1500 años.
A la caída de Roma, la herencia de
Dioscórides se fue hacia el oriente, primero a Bizancio y
luego al cercano Oriente, donde traducida al árabe, hizo
de los médico musulmanes los mejores de la Edad Media.
Bagdad se convirtió en el centro médico y
farmacéutico del mundo; en Las Mil y Una Noches se habla
del variado surtido de una de las boticas de la ciudad; se habla
de "frascos preciosos… bálsamos… ungüentos…
polvos… jarabes guardados en cristal… pomadas hechas con la
savia de trescientas especies de rarísimas
hierbas."
LA EDAD DE ORO DE LAS DROGAS ÁRABES
El arte de hacer
medicinas se empezó a convertir en la ciencia de
la farmacología cuando los árabes aportaron su
saber a los viejos remedios de Grecia y
Roma. Durante la
Edad de Oro de las drogas, diestrísimos hombres produjeron
una constelación de extractos, destilados y fermentos de
donde salieron medicinas concentradas y purificadas. Una de las
pociones para catarros, toses, inflamación del vientre y
diarrea era una mezcla de: mirra, lirios, pimienta blanca y
anís, pulverizados, se meten a una bolsa y se dejan
remojar y fermentar en un jarro de vino por tres días.
Después se cuela y se bebe el vino después de hacer
ejercicio.
Aunque los árabes descubrieron fórmulas
muy eficaces, también hicieron curalotodos tan malos como
el peor de los remedios egipcios. Así, Avicena, el gran
médico árabe que empleó la pomada de
mercurio para las enfermedades cutáneas, prescribió
también que a sus píldoras se las recubrieran de
oro y plata, elementos sin duda muy elegantes, pero completamente
inútiles. Pero la medicina debe
mucho a la farmacopea árabe de más de 2000 drogas,
que al salir Europa de la
Edad Media
quedaron al alcance de los médicos del mundo
occidental.
LAS PRIMERAS MEDICINAS
La introducción de las drogas árabes en la
Europa cristiana
de finales de la Edad Media
acarreó una nueva especialidad, la farmacia, que se
encargaba de prepararlas y administrarlas. Ya desde el siglo XIII
Venecia tenía minúsculas boticas donde un enfermo
de tos o de disentería podía comprar un calmante
preparado según la fórmula exacta creada por
árabes.
Durante los siglos XIV y XV las boticas se convirtieron
en los centros cerrados que llegaron a ser los elementos
básicos de la práctica médica europea. Los
médico veían a sus enfermos en la farmacia local,
donde también el farmacéutico solía recetar
las mismas medicinas que él hacía.
No todos los médicos aceptaban de buen grado el
farmacéutico independiente como fuente confiable de
drogas. Guy de Chauliac, brillante cirujano francés del
siglo XIV, instó a los médicos a preparar sus
propias medicinas y a llevar en sus visitas algunas de ellas. Eh
su clínica de París, tenía un herbolario y
una farmacia.
A finales del siglo XV apareció el libro de
recetas en el mostrador de las boticas y la relación
formal entre el recetante y el proveedor, que todavía
existe en nuestros días. Entonces, como hoy, los
médico usaban abreviaturas latinas para especificar las
drogas, las cuales eran tan variadas como terra sigillatona
(tierra
sellada, traída de la isla de Lemnos, que servía
contra la diarrea) o tan fantásticas como el brebaje
spiritus antipilepticus humani, que era un líquido
destilado de sangre humana
mezclada con agua de
angélica y una solución de botones de
peonía; se recetaba con frecuencia como remedio contra el
asma, la apoplejía, la parálisis y la
epilepsia.
SÍMBOLOS DE UNA PODEROSA FE
"Curad enfermos, limpiad leprosos,
levantad muertos, lanzad demonios".
San Mateo 10:8
Estas instrucciones de Cristo a sus discípulos
establecieron a la Iglesia
cristiana como salud para el cuerpo y el
alma y la convirtieron en factor importante en la medicina del
Medievo en nuestros días. Ya desde el siglo Vi los
monasterios fueron el depósito del saber médico
europeo. Con trozos de información tomados de los
escasísimos textos griegos y romanos, los monjes hicieron
magníficas drogas con hierbas caseras como la hierbabuena,
el hinojo y la mostaza. En el siglo XIV todos los monasterios
importantes no sólo tenían su hospital y su
médico, sino con mucha frecuencia una bien surtida
farmacia. Estos monjes farmacéuticos fueron los primeros
en destilar licores, como el hoy famosos benedictino, contra
padecimientos digestivos y respiratorios.
Fue en la Edad Media
cuando se forjó el estrecho vínculo entre religión y medicina, del que
son restos los hospitales afiliados a alguna religión, los
grupos
médicos misionales y las órdenes de monjas
enfermeras. Algunos excelentes médicos de esa época
fueron obispos que recetaban remedios tanto médicos como
espirituales; para los creyentes ambos eran muy eficaces; por
ello, las drogas espirituales destacan de los antiguos retratos
de Cristo Farmacéutico, ilustración que fue común en las
farmacias europeas hasta el siglo XVIII.
DE LAS VIEJAS, DROGAS NUEVAS
Hacia finales del siglo XVII llegaron a las farmacias
europeas las primeras inquietudes del progreso científico.
Seguían vendiendo muchas de las raíces usadas desde
la antigüedad, pero los destilados de las plantas y
minerales se
iban convirtiendo en drogas todavía no bien
aceptadas.
Las bien surtidas farmacias del siglo XVII no
sólo tenían los tradicionales morteros y manos,
sino que también alambiques y condensadores
para destilar. Las farmacias fueron los primeros laboratorios de
la química
científica; así se descubrieron los cuerpos como el
fósforo y el flúor.
Bajo la supervisión rigurosa de gremios poderosos
los farmacéuticos del siglo XVII se especializaron en la
producción de drogas galénicas
–extractos puros de plantas, como el
aceite y la zanahoria- y de las drogas químicas, como las
sales de olor, hechas mezclando carbonato de amonio y agua con
amoniaco.
En nuestros días nos quedan los fantasmas de
muchas de las antiguas drogas, pues sus ingredientes esenciales,
aislados químicamente, se han incorporado en los
alcaloides, glucósidos y aminas de las mucho mejores
drogas de la medicina
contemporánea.
CAPÍTULO 2:
CONCEPTOS BÁSICOS ACERCA DE LAS
DROGAS
Para poder
adentrarnos más a fondo al problema de las drogas, debemos
tener en consideración que existen ciertos términos
acerca de ellas, los cuales estudiaremos para una mejor
comprensión del tema.
USO
Podemos reconocer que casi todas las personas utilizamos
drogas. En lo cotidiano tomando infusiones, o cuando estamos
enfermos y necesitamos medicamentos, algunos son fumadores y
otros toman alcohol durante las comidas, etc. Como de cualquier
cosa, de las drogas se puede hacer un uso más o menos
correcto. Podemos ejemplificar este concepto.
USO: "Hoy
tomaré una aspirina porque me duele la
cabeza
ABUSO
Si nos detenemos a observar, podemos reconocer que
muchas personas hacen abuso de drogas sin siquiera saberlo,
aún peor sin haber tomado conscientemente la
decisión de hacer abuso de drogas. Esto ocurre mas
frecuentemente de lo que imaginamos.
ABUSO: "Como todos
los días, voy a tomar una aspirina por si me duele la
cabeza ". " Como todas las noches tomaré mi cóctel
de pastillitas porque sino, no duermo". "Hoy tomo 3". "Tomalo
porque a mí me hace bien, empecé a tomarlo porque
me lo recomendó Doña
María"
Así, comprendemos que no solamente abuso es
consumo
excesivo o mezclas
explosivas.
DEPENDENCIA
Cuando alguien siente o cree que no puede vivir sin una
sustancia, y la utiliza en forma permanente y de manera
compulsiva.
La dependencia a las drogas es una de las formas de
consumir drogas. Pero no es ni la única ni la más
habitual, desarrollar una dependencia con las drogas es haber
llegado a los últimos peldaños de una escalera que
se ha comenzado a subir mucho tiempo antes, de
manera gradual, casi siempre sin conciencia de
ello y por diversos motivos los cuales generalmente son
desconocidos o no aceptados por la persona.
Algunos autores se refieren a una dependencia física y a una
dependencia psíquica.
Aquí, nos referimos al individuo integro,
considerando que de ambas maneras prevalece en la persona la
compulsión e imperiosa necesidad de consumir la
droga.
DEPENDENCIA: " Sino
lo tomo, me muero " " No importa que sean las 4 de
la mañana, ¡¡tengo que conseguir un
quiosco abierto, urgente!! " " Hablaré en la
conferencia,
únicamente, si tomo unos tragos…." " Vamos
a ganar el partido porque ya hice, como siempre, lo que
necesito…."
En estos casos estamos hablando de adicción a las
drogas, la adicción es la conducta que
alguien tiene, en este caso, con respecto a una sustancia o
droga. Entonces nos referimos a la drogadenpencia o
drogodependencia.
USO INDEBIDO
Algunos autores utilizan el término "uso
indebido" con el mismo concepto de
"abuso", otros en cambio lo
hacen para enfatizar a través de ello la existencia de un
"uso debido" o "uso correcto de las drogas", desde una óptica
farmacológica, esto último corresponde a la
utilización de ciertas sustancias bajo control de un
profesional calificado.
Sin embargo, bajo el término de "Uso
Indebido de Drogas", también se contempla
otro concepto, el que
los organismos internacionales, definen como campo
multidisciplinario de acción y estudio relacionado con las
drogas. Así es como las Naciones Unidas y
la
Organización de los Estados Americanos se refieren al
U.I.D.
TOXICOMANIA
Etimológicamente el vocablo se halla compuesto
por dos raíces: tóxico, del griego "toxikon" que
significa veneno, y manía del latín "manía"
que significa locura parcial con la obsesión de una idea
fija. Tendríamos entonces que desde un enfoque
etimológico toxicomonía sería la
obsesión de consumir tóxico o veneno.
Para la
Organización Mundial de la Salud el término
"toxicomanía" es sinónimo del término
"dependencia".
Sin embargo, este término es anterior a la
Convención Unica de las Naciones Unidas,
y continúa siendo utilizada preferentemente por
países europeos y seguidores ideológicos de la
definición:
- Toxicomanía es un estado de
intoxicación crónico o periódico producido por el consumo
repetido de una droga natural o sintética.
(1952/1957)
INTOXICACION
Dijimos que tóxico, desde su raíz griega
significa veneno, por tanto, el estado de
intoxicación, es el estado en
el que se encuentra el organismo como consecuencia de haberle
incorporado veneno. Mientras que veneno es cualquier sustancia
capáz de ocasionar la muerte o
graves trastarnos. Este término es utilizado especialmente
entre médicos.
Podríamos decir que el concepto es
similar al término "uso indebido" y/o "abuso"
EFECTOS
La alteración que produce la sustancia en el
momento de ser introducida al organismo, y en el momento
posterior es lo que se denomina efecto producido por
la sustancia.
Estos efectos pueden ser los de excitar o estimular
(como por ejemplo el café, la cocaína, las
anfetaminas o las "pastillas" – MDMA y similares);
tranquilizar o eliminar el dolor (como el alcohol, las
benzodiacepinas –tranquilizantes-, la heroína y
otros derivados del opio, etc.); ocasionar trastornos perceptivos
de diversa intensidad, alucinaciones (como los "porros", o las
"pastillas", LSD, cucumelo); provocar cambios conductuales como
aumento o disminución de la agresividad (tabaco,
anfetaminas o neurolépticos respectivamente), incrementar
la sociabilidad, la locuacidad o la desinhibición
(alcohol, tabaco, "pastillas", cocaína,
anfetaminas).
Estos efectos, sin embargo, no son constantes, dependen
de la dosis, de la vía de administración, de la persona: su
personalidad,
su estado
físico, su historia personal; del
contexto de uso: las circunstancias, las compañías,
etc.
CONSECUENCIAS
Las afecciones que se producen a lo largo del tiempo y con la
permanencia del consumo se
denominan consecuencias producidas por la sustancia.
Estas consecuencias serán problemas a
nivel físico derivándose en graves afecciones, pero
antes que ello existen consecuencias a otros niveles igualmente
importantes como por ejemplo, dificultades en las relaciones
afectivas, aislamiento, imposibilidad de establecer una pareja
duradera, imposibilidad de trabajar o estudiar con continuidad,
pérdida de protagonismo en roles sociales, etc.
Cuando la consecuencia por haber consumido una sustancia
es la pérdida de células
nerviosas es porque antes que ello se perdieron los afectos, el
protagonismo, el proyecto de
vida.
TOLERANCIA
Es un estado de
adaptación al consumo de una sustancia con cierta
dósis, la cual tiende a ser aumentada paulatinamente para
obtenerse los efectos que producía en un comienzo del
consumo.
Es el acostumbramiento del organismo a una
cierta toxicidad.
Con el aumento de la tolerancia se
puede ir escalando desde el uso
hacia el abuso para llegar
posiblemente a la dependencia. Sin
embargo, el punto culmine de la tolerancia es
diferente para cada persona y varia
también con cada sustancia, etc.
TOLERANCIA: "
Comencé en la adolescencia
probando 1 pitada, al cabo de unos meses fumaba de 1 a 3
cigarrillos por día, ahora que soy adulto fumo mas de 1
atado por día ". "Juan tiene "cultura
alcohólica" toma varias copas e inclusive mezcla bebidas,
hasta que llega a ponerse "alegre". "Empezó probando
marihuana,
después siguió con cocaína, ahora esta
incursionando con heroína".
SINDROME DE ABSTINENCIA
Cuando una persona ha llegado a ser dependiente de una
sustancia, tiene una relación con la misma. El consumo es
contínuo y las dósis, según los casos, son
administradas en períodos de tiempos más o menos
cortos. Cuando por alguna razón la administración de dicha sustancia es
suspendida , durante determinado tiempo, se produce un
cuadro psicofísico denominado
"síndrome de
abstinencia".
Los signos y síntomas que el
síndrome representa pueden ser muy variados y puede
derivarse hasta en un cuadro clínico de
gravedad.
FLASHBACK
Los efectos del consumo de ciertas sustancias
alucinógenas pueden reaparecer hasta después de
varios meses de haber abandonado el uso. La forma inesperada de
la recurrencia puede traer serios trastornos como accidentes o
acciones
criminales involuntarias.
ESTUPEFACIENTE
Este término es utilizado por la
Convención de las Naciones Unidas
para nombrar a 116 sustancias sometidas a fiscalización.
Entre las que figuran el Opio y sus derivados, la Morfina, la
Codeína, la Heroína, la Cannabis, la
Cocaína. Estupefacientes sintéticos: metadona
petidina, etc.
PSICOTRÓPICOS O
SICOTRÓPICOS
Este término es utilizado por el Convenio de 1971
complemento de la Convención de las Naciones Unidas
para nombrar a 105 sustancias sometidas a fiscalización,
la mayor parte de ellas están contenidas en productos
farmacéuticos que actúan sobre el sistema nervioso
central. Abarca alucinógenos, estimulantes,
hipnóticos, sedantes, tanquilizantes,
antiepilépticos y analgésicos.
DROGAS DE SÍNTESIS O DE FÓRMULA
MANIPULADA
Las Naciones Unidas
denomina de esta manera a las drogas ilegales surgidas de la
modificación química de las
sustancias matrices,
estas últimas aveces corresponden a a compuestos
farmacológicos.
Entre las drogas de síntesis o fórmula
manipulada se encuentra el MDMA (éxtasis).
CAPÍTULO 3:
RAZONES DEL USO DE DROGAS EN LOS
ADOLESCENTES
El uso de las drogas es emplear sustancias
químicas o naturales por razones no medicas para afectar:
el cuerpo y sus procesos, la
mente y el sistema nervioso;
la conducta y los
sentimientos.
El abuso de las drogas puede afectar la salud física y emocional y
la vida social de una persona. Sin embargo, los riesgos
específicos del abuso de las drogas difieren de persona a
persona.
En la actualidad la farmacodependencia está muy
extendida en todos los estratos y sectores sociales. Son usadas
por los deportistas, los artistas, los estudiantes y por personas
ociosas de todas las clases socioeconómicas.
Los jóvenes en la actualidad utilizan mucho las
drogas para diferentes propósitos, por ejemplo: algunos,
con el fin de mantenerse despiertos y estudiar durante toda la
noche sin sentir los estragos del hambre o el sueño, usan
anfetaminas. Los deportistas utilizan esteroides
anabólicos para aumentar su masa muscular. Otros
más, utilizan la marihuana para
cambiar de humor y sentirse "muy elevados". Existe el caso de los
adolescentes
que lo hacen tratando de imitar a los artistas de su
predilección sin detenerse a pensar en el daño que
esto les puede ocasionar. Algunos adolescentes,
sólo para pertenecer a un cierto grupo de
"amistades" hace uso de algunas drogas para quedar bien y no ser
rechazados, en fin, en diferentes personas expresan diferentes
razones en diferentes momentos. Después de todo esto es
muy posible que algunas personas decidan continuar tomando
drogas, ya sea ocasionalmente o como una parte habitual de sus
vidas.
Hay gente que abusa de las drogas por diversas
razones:
Razones emotivas. Estas tienen que ver con necesidades o
deseos que no se satisfacen de otros modos. Por ejemplo, el
tratar de:
- Aumentar el amor
propio o la confianza de uno mismo - Librarse de transtornos emotivos
- Reducir la ansiedad o la tensión
- Evitar la presión de tener que tomar una
decisión - Hacer valer la independencia propia
Razones Físicas. Estas se relacionan con los
efectos físico ocasionados por el uso de las drogas. Por
ejemplo, el tratar de:
- Sentirse descansado
- Librarse del dolor
- Intensificar las emociones
- Aumentar la energía o resistencia
- No sentir hambre
Razones sociales. Estas se relacionan con la necesidad
de socializar con otras personas. Por ejemplo, tratar
de:
- Hacer lo acepten a uno como "parte del grupo"
- Ganarse el reconocimiento o la admiración de
los amigos - Sobreponerse a la timidez
- Huir de la soledad, los problemas
del hogar, etc. - Entrar en comunicación con los
demás
Razones intelectuales. Estas se relacionan con los
efectos de las drogas en los procesos del
pensamiento.
Por ejemplo, tratar de:
- Reducir el tedio
- Entenderse mejor uno mismo
- Evitar la fatiga mental
- Mejorar la capacidad de
concentración - Satisfacer la curiosidad.
Una combinación de razones se complica por lo
general. Por ejemplo, el fumar marihuana puede satisfacer la
necesidad de recibir la aprobación, la necesidad
médica de sentirse físicamente descansado, y la
necesidad emotiva de sentir amor
propio.
Podríamos clasificar a los farmacodependientes en
tres grandes grupos:
1.- Los usuarios ocasionales: toman las drogas en
ocasiones específicas cómo para mantenerse
despiertos o suprimir el cansancio o el hambre.
2.- Los usuarios parranderos: Toman las drogas para
divertirse , para tener una aventura o agradar a sus
amistades.
3.- Eventualmente, algunos de los usuarios de ambos
grupos llegan
a necesitar las drogas. Son los usuarios intensivos que ya no
pueden dejar de tomar las drogas porque su organismo se los
exige, ya que experimentan el síndrome de abstinencia que
les causa dolores físicos muy fuertes, angustia, depresión,
visiones extrañas y sólo se calman al ingerir la
droga a la que están acostumbrados. Estas personas
necesitan severos tratamientos médicos para desintoxicarse
y apoyo profesional que les ayude a superar las crisis
motivadas por el síndrome de abstinencia.
Siempre que tomamos drogas corremos el riesgo
de:
- Sobredosis. Ésta puede producirse debido al
tipo incierto de pureza, fuerza o
incluso al tipo de droga que se obtiene ilegalmente.
También puede darse debido al umbral de tolerancia
aumentada, porque se necesita tomar cada vez más droga
para lograr el mismo efecto. Una sobredosis puede causar
sicosis, convulsiones, coma y muerte.
Ciertas combinaciones de drogas pueden resultar mortales, por
ejemplo mezclar barbitúricos con alcohol. Una sobredosis
de droga requiere tratamiento médico
inmediato. - Dependencia. El uso continuo de drogas puede conducir
a una real necesidad física y/o
psicológica de las mismas. Las actividades cotidianas
son absorbidas por la necesidad de tener más droga.
Todas las otras necesidades, aun las más básicas
como la comida, se convierten en secundarias. El abandono de
las drogas sin supervisión médica, puede resultar
difícil, doloroso e incluso peligroso. - Mala salud. El abuso de drogas puede destruir un
cuerpo y mentes sanos. Puede conduncir al deterioro de
órganos, enfermedad mental, desnutrición o muerte, a no
procurarse asistencia médica requerida por enfermedades
o lesiones existentes. El riesgo del
SIDA, la
hepatitis y
otras enfermedades aumenta si se inyectan las
drogas. - Accidentes. Cuando las drogas haces perder el
autocontrol pueden producirse accidentes,
ya que uno puede sentirse demasiado confiado y correr riesgos
imprudentemente. Si se está conduciendo un
vehículo se corre el riesgo de herir
o matar a otros o a uno mismo. Las reacciones desagradables que
se experimentan durante un "bad trip", (mal viaje,
literamente), pueden producir pánico y hacer que la
persona actúe irracionalmente.
CAPÍTULO 4:
LOS CUATRO SIGNOS CARDINALES DE LA
ADICCIÓN
Todas las adicciones son
diagnosticables ya que sus síntomas pueden ser reconocidos
y descritos. Sin embargo, generalmente es difícil y
costoso que una persona acepte que tiene un problema de
adicción; por eso lo mejor es dejar que la adicción
sea 'autodiagnosticada'.
Lamentablemente, el adicto suele ser el último en
enterarse de su propio problema, debido a un mecanismo de defensa
denominado 'negación'.
Según recomienda el Dr. Arnold M. Washton en su
libro 'Querer
No es Poder',
publicado por la editorial Paidos en 1991, lo mejor que se puede
hacer -en lugar de poner una etiqueta- es transmitirle a esa
persona reflexiones concretas sobre su conducta y sobre
el modo en que ésta le afecta a uno.
1.- Obsesión
La conducta adictiva
es, por lo general, apremiante y obsesiva. Cuando se es adicto a
menudo no se puede pensar en otra cosa que no sea la droga, el
modo de conseguirla, la forma de administrarla, etc. En general,
la adicción es vivida como una obsesión que
dirigirá gran parte de su tiempo, su energía y su
atención.
El estilo de vida se vuelve monótono y
'unimodal': todo gira en torno a la
adicción, y el resto de personas, cosas, intereses,
obligaciones,… pasa a un plano
secundario.
2.- Consecuencias negativas
Lo que hace que una adicción sea una
adicción nociva es que se vuelve en contra de uno mismo y
de los demás. Al principio se obtiene cierta
gratificación aparente, igual que con un hábito.
Pero más temprano que tarde su conducta empieza
a tener consecuencias negativas en su vida.
Las conductas adictivas producen placer, alivio y otras
compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor, desastre,
desolación y multitud de problemas a medio
plazo.
Las consecuencias negativas asociadas a las adicciones
afectan a muchos aspectos diferentes de la vida de una persona.
Los más importantes son:
- Relaciones: La relación con la familia,
amigos o pareja se altera, aparecen discusiones frecuentes,
desinterés sexual, la
comunicación se interrumpe, hay pérdida de
confianza, alejamiento, etc. - Trabajo: Cuando una persona tiene una adicción
suele restarle tiempo a su trabajo para buscar la droga o
recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor productividad,
deterioro de la calidad del
trabajo o pérdida del propio trabajo. - Economía: Al destinar la mayor parte del
dinero a
comprar las drogas, apenas queda dinero para
otras cosas. Los ahorros se agotan y suele aparecer el
endeudamiento. A veces para poder
sufragar los gastos de la
adicción se ve obligado a recurrir a actividades
ilegales. - Salud psíquica: Los adictos suelen padecer una
amplia gama de trastornos psicológicos, como estados de
ánimo negativos e irritabilidad, actitudes
defensivas, pérdida de autoestima e
intensos sentimientos de culpa. - Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto
casi más importante que ninguna otra cosa, los adictos
se vuelven egoistas y egocéntricos: no les importa nadie
más que ellos mismos. - Salud Física: La
adicción suele conllevar la aparición de multitud
de síntomas físicos incluyendo trastornos del
apetito, úlcera, insomnio, fatiga, más los
trastornos físicos y enfermedades provocadas por cada
sustancia en particular.
3.- Falta de control
El rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al
tratar de controlarla, la voluntad resulta insuficiente.
La sustancia o actividad en cuestión controla a la
persona, en lugar de ser al contrario. La falsa percepción
de autocontrol es uno de los grandes paradigmas
para entender las adicciones. Los
drogodependientes creen que pueden controlar la droga: la
cantidad, las dosis, la frecuencia, etc. sin embargo nada hay
más equivocado que esta creencia.
Pensar que uno posee cierta omnipotencia frente a las
drogas es una ingenuidad, y más aún cuando ya
existen antecedentes de consumo. Si para las personas abstemias
resulta difícil controlar la ingestión de alcohol,
para las personas que tienen una historia de consumo y/o
abuso de alcohol resulta muy difícil parar, decir no o
evitar una situación.
4.- Negación
A medida que los adictos empiezan a acumular problemas
(en el trabajo,
hogar, socialmente), inevitablemente comienzan a negar dos
cosas:
- Que la droga o actividad en cuestión
constituya un problema que no pueden controlar - Que los efectos negativos en sus vidas tengan alguna
conexión con el uso de la droga o actividad.
Como la negación es un proceso mental
ficticio, negar la propia adicción o sus consecuencias
significa, literalmente, estar fuera de contacto con la
realidad.
La negación asume muchas
formas:
- Negar terminantemente: 'No, yo no tengo
ningún problema'. - Minimizar: 'No es tan grave'.
- Evitar el tema por completo (ignorarlo, negarse a
abordarlo o desviar la atención a otro
tema). - Culpar a otros: 'Quién no haría
esto en mi situación'. - Racionalizar: 'Lo mío no es tan grave',
'Yo no estoy tan enganchado'.
ETAPAS EN EL PROCESO DE LA
ADICCIÓN
Las drogas, todas las drogas, presentan una doble cara.
Primero aparecen con la imagen positiva,
favorable y que tanto atrae a jóvenes y mayores.
Posteriormente, esa cara desaparece. Rápidamente las
drogas empiezan a mostrarse tal como son: dolor, problemas,
infelicidad y múltiples trastornos.
En esta dualidad que las drogas presentan reside parte
de la potencial dificultad para evitar que nuevas personas las
consuman y abusen de ellas. Si desde el principio, la cara
imperante fuera la negativa, el atractivo y mística que
rodea el mundo de las drogas desaparecería.
En muchos sentidos el proceso de
adicción ha sido comparado con el de entablar una
relación; pero en este caso se trataría de una
relación desdichada. A medida que atravesamos las
sucesivas etapas, el compromiso se intensifica y el influjo que
ejerce sobre el adicto se vuelve más fuerte.
En función de esta analogía el Dr. Arnold
M. Washton en su libro 'Querer
No es Poder' establece cinco etapas en el proceso de
adicción.
1.- Enamoramiento
Las primeras experiencias con las drogas suelen dejar
una marca grabada. Si
este primer contacto ha sido agradable, se produce un
enamoramiento o atracción apasionada por volver a tomar la
sustancia o realizar la actividad. Esta percepción
distorsionada de la realidad, sin embargo, emociona, produce
euforia o tranquiliza lo que hace aumentar la probabilidad de
que haya una nueva toma u ocasión para consumir. Se
produce un cambio de
estado de ánimo que, en muchos casos, se experimenta a
nivel visceral (todo ello causado por la lógica
alteración de la química cerebral) y
que genera ese encandilamiento al igual que uno se enamora de una
chica/o.
2.- Luna de miel
Una vez que el individuo ha aprendido -a través
de su familia, de la
sociedad o por experiencia propia- que ciertas actividades o el
consumo de ciertas sustancias pueden transportarlo como por
arte de magia
lejos de cualquier sentimiento o estado de ánimo negativo,
el paso a la adicción es muy sencillo.
Al haber 'aprendido' en la etapa 1 que es posible
obtener cierto alivio (refuerzo negativo) o placer (refuerzo
positivo) a través de la sustancia o actividad adictiva,
la persona puede sentirse impulsado a borrar los malos
sentimientos o dolorosos con algo positivo. La baja tolerancia a la
frustración o la incapacidad para hacer frente a esas
adversidades lleva a la búsqueda de 'soluciones
mágicas'; entonces se busca el recurso químico que
facilite el cambio.
Durante la fase de luna de miel, el futuro adicto
experimenta todas las gratificaciones sin ninguna de las
consecuencias negativas: siente que ejerce control, que la
actividad es inofensiva y que él la merece. Puede sentirse
mejor instantáneamente y disfrutar la sensación de
olvidarse de todo. Pero de lo que no se da cuenta es de que
ninguna relación basada en el engaño y la
fantasía puede funcionar bien a largo plazo
3.- Traición
Sin embargo, lo que uno vislumbra durante la luna de
miel no es lo que en realidad obtiene. Con el paso del tiempo, es
traicionado. Así, además del deterioro sufrido en
las principales esferas de su vida, es muy probable que el adicto
esté haciendo cosas que normalmente no haría, para
matener su adicción (robar, participar en otras
actividades ilícitas). Los paraísos artificiales
que se le prometían en la fase anterior se tornan en
oscuros callejones repletos de trampas. La traición es
real y el declive comienza.
4.- En la ruina
Ahora el adicto debe consumir cada vez más para
evitar que los crecientes sentimientos y estados de ánimo
negativos profundicen en su conciencia y para
tratar de mantener los efectos positivos que cada vez son
menores. Está desarrollando tolerancia y
tiene que consumir no para obtener placer o alivio sino para
evitar el malestar asociado al síndrome de abstinencia. La
dependencia física creada
químicamente por la acción de la sustancia sobre el
sistema
nervioso tiene apresado al individuo.
Psicológicamente, la estrategia de
afrontamiento desarrollada hasta ahora sigue manteniéndose
con lo cual, los problemas lejos de resolverse se acrecientan
aún más.
5.- Aprisionados
Con el tiempo, el adicto llega a un estado de
desesperación en su relación con la sustancia o
actividad adictiva, dejando de lado todo lo demás. Se
comporta de manera cada vez más impulsiva e incontrolada,
preso de su adicción. Esta etapa de la relación
adictiva es un descenso a la desesperación y la
destrucción personal. El
servilismo ante las drogas no permite tregua y esta espiral
tiende a autoperpetuarse, a menos que suceda algo que la detenga.
El retorno, no obstante existe, aunque sea un proceso
también duro y difícil.
CAPÍTULO 5:
CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS
Drogas blandas y duras
De acuerdo con el tipo de dependencia que generan, las
drogas pueden clasificarse en "duras", que son aquellas que
provocan una dependencia física y psicosocial,
es decir, que alteran el comportamiento
psíquico y social del adicto, como el opio y sus
derivados, el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos,
y en "blandas", que son las que crean únicamente una
dependencia psicosocial, entre las que se encuentran los
derivados del cáñamo, como el hachís o la
marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico,
más conocido como LSD, así como también el
tabaco.
Esta división en "blandas" y "duras" es
cuestionada por muchos estudiosos del tema ya que consideran que
se podría sugerir con ella que las "duras" son malas y,
por consiguiente, las "blandas" son buenas o menos malas y no es
así, ya que a partir de determinadas dosis y según
la forma de ser administradas, las drogas "blandas" pueden tener
efectos tan nocivos como las "duras".
Hay que tener presente que a partir de
determinadas dosis las drogas denominadas "blandas" pueden tener
efectos tan nocivos como las consideradas
"duras".
La dependencia es el estado del
individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un
deseo de ingerir alguna substancia. Si éste deseo se
mantiene por mecanismos metabólicos y su falta crea un
síndrome de abstinencia, se denomina dependencia física. Si la
dependencia se mantiene por mecanismos psicosociales, suele
definirse como dependencia psíquica o
psicosocial.
Desde un punto de vista farmacológico, las drogas
se dividen en narcóticos, como el opio y sus derivados la
morfina, la codeína y heroína); estimulantes, como
el café, las anfetaminas, el crack y la cocaína, y
alucinógenos, como el LSD, la mezcalina, el peyote, los
hongos
psilocibios y los derivados del cáñamo, como el
hachís.
NARCÓTICOS
La palabra narcótico es un vocablo griego
que significa "cosa capaz de adormecer y sedar". A pesar de que
esta palabra se usa con frecuencia para referirse a todo tipo de
drogas psicoactivas, es decir, aquellas que actúan sobre
el psiquismo del individuo, el campo de los narcóticos se
pueden dividir en la actualidad en varios grupos, que son
los siguientes:
– Opio, opiáceos y sucedáneos
sintéticos.
– Neurolépticos o tranquilizantes
mayores.
– Ansiolíticos o tranquilizantes
menores.
– Somníferos o
barbitúricos.
– Grandes narcóticos o anestésicos
generales.
Se trata de drogas con composiciones y orígenes
distintos, que tienen en común su efecto en el organismo,
aunque éste se manifieste en manera y en grado
diferentes.
Pero el elemento fundamental que las une consiste en que
todos los narcóticos causan adicción física. Es adictivo
aquel fármaco que, administrado en dosis suficientes
durante un período de tiempo relativamente largo, induce
un cambio
metabólico. Cuando deja de administrarse desencadena una
serie de reacciones conocidas como "síndrome de
abstinencia".
Neurolépticos o tranquilizantes
mayores
Se trata de sustancias utilizadas para tratar la
depresión, las manías y las psicosis, y
muchas de ellas se venden sin prescripción médica
en la mayoría de farmacias. Entre éstas se
encuentran las fenotiazinas, el haloperidol y la
reserpina.
Conocidos como neurolépticos (del griego neuro,
"nervio", y lepto, atar, producen un estado de indiferencia
emocional, sin alterar la percepción
ni las funciones
intelectuales.
Sumamente tóxicos, poseen efectos secundarios
tales como parkinsonismo, destrucción de células de
la sangre, arritmia
cardíaca, anemia, obstrucción hepática,
vértigos, retención urinaria, estreñimiento,
irregularidad menstrual, atrofia testicular, congestión
nasal, bruscos ataques de parálisis muscular,
síndromes malignos como hipertermia y muerte
inesperada.
Ansiolíticos o tranquilizantes
menores
Habitualmente usados para tratar las neurosis, la
etimología de su nombre, ansiolíticos, significa
"liquidador de la ansiedad". En el mercado
español se comercializan con distintos nombres.
Según estadísticas farmacológicas
actuales, estas drogas constituyen la mitad de todos los
psicofármacos consumidos en el mundo, a pesar de que
producen un síndrome de abstinencia muy grave.
En dosis mayores funcionan como hipnóticos o
inductores del sueño; también algunos se usan como
relajantes musculares.
Producen letargia, estupor y coma, con relativa
facilidad. En caso de adicción pueden inducir a la
aparición de alteraciones hemáticas.
Al abandonar su consumo pueden aparecer episodios
depresivos, desasosiego o insomnio, que suelen ser muy
duraderos.
Somníferos o
barbitúricos
Estas sustancias se popularizaron cuando en Estados Unidos
aparecieron las primeras leyes que
prohibían el alcohol, el opio y la morfina.
Su uso puede provocar lesiones en el hígado o en
los riñones, producir erupciones cutáneas, dolores
articulares, neuralgias, hipotensión, estreñimiento
y tendencia al colapso circulatorio.
La intoxicación aguda puede llegar a provocar
la muerte, que
sobreviene por lesión del cerebro debida a
la falta de oxígeno y a otras complicaciones derivadas de la
depresión respiratoria.
La dependencia física se genera
entre las cuatro y las seis semanas. Con frecuencia, el
síndrome de abstinencia suscita cuadros de delirium
tremens.
Grandes narcóticos
Existen varias sustancias usadas en anestesia general
que merecen estar incluidas en este grupo por su capacidad de
producir sopor o estupefacción, mayor que la de cualquier
estupefaciente en sentido estricto. En dosis leves produce una
primera fase de excitación cordial, como el alcohol, y
luego sedación y sopor.
También generan tolerancia y, en consecuencia,
adicción, pudiendo ocasionar intoxicaciones agudas, e
incluso la
muerte.
El fentanil, dentro del grupo de los grandes
narcóticos, posee cuarenta veces más potencia que la
heroína y es el más usado actualmente en las
intervenciones quirúrgicas, debido a su bajo índice
de toxicidad para el corazón y
para el sistema
nervioso.
ESTIMULANTES
Tradicionalmente usados para combatir la fatiga,
el hambre y el desánimo, los estimulantes provocan una
mayor resistencia
física transitoria gracias a la activación directa
del sistema nervioso
central.
Estimulantes vegetales
El café, el té, el mate, la cola, el
cacao, el betel y la coca son plantas que
crecen en muchas partes del mundo. A pesar de que algunas de
estas plantas suelen consumirse repetidas veces al día
durante buena parte de la vida, son sustancias tóxicas que
poseen efectos secundarios.
Los efectos de la intoxicación crónica se
pueden observar en los catadores de té. Tanto los
catadores británicos como los hindúes padecen
cirrosis, agitación, angustia, temblores, insomnio,
náuseas y vómito.
El cacao era consumido por los aztecas debido a
su contenido de cafeína
y de teobromina. Sin embargo, los chocolates actuales no suelen
contener estos alcaloides.
El consumo abusivo de café puede causar
hipertensión y gastritis, sin contar con que
también contiene alquitranes cancerígenos.
Aunque los estimulantes vegetales son
considerados inocuos, conviene moderar su consumo ya que se trata
de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos
secundarios nocivos.
Estimulantes químicos
La cocaína
En los casos de intoxicación aguda, sus efectos,
que consisten en la hiperestimulación, el aumento de la
presión sanguínea y la aceleración del ritmo
cardíaco, seguidos de una subestimulación, con
parálisis muscular y dificultades respiratorias, puede
terminar en un colapso cardiocirculatorio.
La pasta base de la coca mezclada con bicarbonato
sódico es conocida con el nombre de crack, que es mucho
más tóxico que el clorhidrato de cocaína.
Aunque no se dispone todavía de estudios sobre su uso,
efectos secundarios y contraindicaciones, se sabe que existen
numerosas víctimas mortales por sobredosis de esta
sustancia.
Las anfetaminas
Las anfetaminas fueron utilizadas como estimulantes,
luego en forma de inhalaciones para el tratamiento de catarros y
congestiones nasales, más tarde como píldoras
contra el mareo y para disminuir el apetito en el tratamiento de
la obesidad y,
finalmente, como antidepresivos.
Presentan una elevada tolerancia, que produce
habituación y necesidad de dosis progresivamente
más elevadas.
Alucinógenos
Las drogas conocidas como alucinógenos
son fármacos que provocan alteraciones psíquicas
que afectan a la percepción. Pueden destacarse dos grandes
grupos: el de
aquellas cuyo efecto es más breve y menos profundo, como
los derivados del cáñamo y el éxtasis, y las
de mayor potencia, como el
LSD y la mescalina.
CAPÍTULO 6:
CARACTERES Y EFECTOS DE LAS PRINCIPALES DROGAS Y
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES
OPIO
El opio proviene de la desecación del
látex de la cápsula de la amapola (papaver
somniferum), planta indígena del Asia Menor y
cultivada en otros países: China,
India, Persia
y Egipto. La
planta, cuyas flores son usadas como adorno, tiene una
cápsula o fruto que al serle hecha una incisión
segrega un líquido lactescente que el aire oscurece y
deseca, que luego es pulverizada para elaborar el opio.
Éste contiene numerosos alcaloides que se forman a partir
de las moléculas básicas de la morfina o de la
codeína, y otras sustancias del grupo
isoquinolínico, cuyo alcaloide principal es la papaverina.
De todas ellas, la morfina al 10% es la que tiene propiedades
más importantes, tanto terapéuticas como
tóxicas. Los demás alcaloides tienen
concentraciones menores: de 1 a 2%.
Los derivados del opio, tanto naturales como
semisintéticos, crean gran dependencia tanto física
como psíquica, y producen la desaparición de todas
las necesidades primarias. Los preparados sintéticos
poseen propiedades muy parecidas, tanto en lo que respecta a sus
efectos inmediatos, como en cuanto a sus consecuencias
psico-físicas.
MORFINA
La morfina es uno de los derivados
semisintéticos de los alcaloides opiáceos
naturales. Al igual que otras drogas con estructura
química
distinta, producen analgesia, depresión
respiratoria y dependencia síquica. Clínicamente se
sabe que la morfina y otros opiáceos actúan sobre
los sistemas
responsables de las respuestas afectivas y los estímulos
dolorosos, produciendo un incremento en la tolerancia al dolor
mientras duran sus efectos.
Las causas de la adicción a los
opiáceos se explica por los fenómenos de la
tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia. La
tolerancia metabólica consiste en una
transformación en el hígado, lugar donde se
metabolizan las drogas. Si la exposición al tóxico
es continua, los efectos del mismo son menos duraderos al haberse
acelerado su eliminación. Este fenómeno se da
también con otras sustancias, como la aspirina o la
penicilina, siendo de mayor gravedad en los opiáceos. El
tipo más destacado de tolerancia se denomina tolerancia
celular, de forma que quienes la poseen apenas sienten el efecto
de la sustancia, a pesar de tener importantes cantidades en el
organismo. Tras el efecto de la tolerancia sucumbe la dependencia
física que implica la situación de
hiperexcitabilidad, depresión
y super e hipersensibilidad al dolor cuando se suprime, entre
otros síntomas. Finalmente deviene el síndrome de
abstinencia o búsqueda compulsiva de la droga. Estudios
recientes indican que en el adicto sobrevienen cambios
fisiológicos que ponen en perpetua dependencia a los
consumidores de opiáceos, de forma similar al
diabético que precisa insulina.
Sólo una parte de adictos contrae el
hábito por razones terapéuticas. El habito se
produce por su uso indiscriminado y prolongado en el tratamiento
de afecciones que pueden atenderse de otra manera, siendo las
mujeres las más predispuestas. La mayoría ingresa
en la intoxicación por sugestión de otros adictos.
En Oriente el modo común de hacerse adicto proviene del
hábito de fumar o ingerir opio, aunque esa forma
está siendo reemplazada la vía hipodérmica.
En general, el adicto es una persona joven, con personalidad
inestable y de escasa voluntad, que encuentra una evasión
en la droga. El uso continuado agrava los factores negativos y
sumerge al enfermo en abulia y ensoñación. La
tolerancia se desarrolla con rapidez. El plazo en que se adquiere
dependencia es corto, bastan dos semanas y a veces pocos
días para producirla; ello aconseja reducir su
aplicación terapéutica a lapsos muy cortos. Los
recién nacidos hijos de toxicómanas que
persistieron en la adicción durante el embarazo
presentan síntomas de abstinencia, llegándose a
producir convulsiones por falta de droga, pudiendo resultar en
la
muerte.
La intoxicación por sobredosis es
habitual en países con gran número de
morfinómanos. Además, puede producirse por error
terapéutico o por intoxicación suicida, accidental
o raramente criminal. La dosis mortal en las personas no
acostumbradas es de 0,2 g para la morfina, la heroína y el
nalline; 0,5 g para la codeína; 0,30 g para el opio, etc.
Estas dosis pueden ser 10 veces más elevadas en los
adictos y 100 veces más bajas en los niños. En
algunos casos la intoxicación adopta una evolución sobreaguda, con coma profundo,
colapso cardiovascular, midriasis y paro respiratorio.
Habitualmente se presentan náuseas, vómitos,
sequedad corporal y calor facial.
Sobreviene una somnolencia progresiva, donde al principio hay
respuesta a los estímulos, pero luego se transforma en
coma profundo. Durante éste, la respiración se deprime hasta hacerse muy
lenta: de dos a cuatro respiraciones por minuto; ello produce una
cianosis intensa. Los reflejos se atenúan hasta
desaparecer. La piel se
enfría por la humedad y el sudor característico en ésta etapa. Las
pupilas están mióticas. Al comienzo la
presión arterial se mantiene y el pulso es tenso, ya que
la morfina ejerce poco efecto sobre el centro vasomotor y el
aparato
circulatorio, pero a medida que la hipoxia progresa, la
presión desciende hasta el colapso y el shock. La temperatura
desciende y a veces aparecen erupciones cutáneas. La
musculatura suele estar flácida, pero en ocasiones pueden
sobrevenir convulsiones. La muerte se
produce por colapso respiratorio o complicaciones pulmonares:
edema pulmonar o neumonía. Los síntomas agudos de
intoxicación suelen presentarse dentro de los 15 minutos,
aunque pueden retrasarse hasta 12 hs.
HEROÍNA
Llamada así por sus cualidades "heroicas", ya que
adormece todo sentimiento de temor, constituye probablemente la
droga que provoca mayor adicción, ya que su efecto suele
ser el más fuerte de todos los opiáceos, y su
síndrome de abstinencia aparece en menos tiempo que con
las demás sustancias.
Los efectos de la heroína y la morfina
son similares. La principal diferencia es la mayor potencia de la
heroína, ya que un gramo equivale a entre 1,80 y 2,66 de
morfina en sulfato. La heroína (diacetilmorfina) es un
opiáceo de gran intensidad, que produce una mayor
toxicidad neuropsíquica. Es sin duda una de las más
peligrosas drogas, de mayor difusión y cuya dependencia
más rápidamente se contrae (dos a tres semanas).
Sus efectos se sienten a los 10 minutos del suministro,
alcanzando el cenit a los 60, cesando a las 3 ó 4 horas.
Los efectos de la sustancia son muy distintos, según se la
consuma por primera vez o habitualmente. En las primeras tomas el
efecto psíquico es muy fuerte, pero se va reduciendo hasta
ser desplazado por la necesidad física para combatir el
síndrome de abstinencia. En un período de tiempo
extremadamente corto, el adicto renuncia a otro tipo de vivencias
y actividades, para dedicar su vida a la obtención y
consumo del estupefaciente. Los adictos suelen consumirla
mezclándola con otras sustancias, como cocaína,
anfetaminas, cánnabis o benzodiacepinas. La mezcla tiene
dos motivos: la adulteración por el traficante y la
reducción de sus efectos, ya que la ingestión de
heroína en estado de alta pureza puede causar la muerte. La
mezcla o corte acostumbra a ser con otras drogas como
anfetaminas, o excipientes tales como el yeso, talco, quinina y
estricnina, sustancias que son fáciles de confundir con el
elemento principal.
Las personas con dependencia soportan mejor los
efectos secundarios de la droga, dado que en las primeras tomas
después del efecto placentero sigue un estado de malestar
generalizado, que no debe confundirse con el síndrome de
abstinencia. Pasividad y reducción de impulsos agresivos
son consecuencias típicas del tóxico, pese a la
acción euforizante que también posee. Tomada por
vía nasal o fumada, la heroína se asemeja en sus
efectos a la morfina. A los iniciales efectos "placenteros",
sigue un descenso en picada con sentimientos de profunda depresión,
que conducen a la necesidad de una nueva toma. Ello comporta el
riesgo de
tomas sucesivas, que pueden llevar a la muerte por
sobredosis. La dosis varía de 60 mg en personas sin
tolerancia a 5 gr en quienes ya la poseen. El consumo regular de
la droga conduce a la frigidez y la falta de potencia sexual.
Además, provoca conductas homicidas y suicidas, así
como implicaciones en accidentes. El
toxicómano entra en una fase degenerativa en la que no
puede realizar razonamientos complejos teniendo escasa capacidad
de concentración.
COCA
La coca, hoja del arbusto indígena
americano «Erythroxylon coca», pertenece al grupo de
los estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes de
Latinoamérica, donde es una práctica habitual
mascar las hojas, siendo una gran mayoría de los
consumidores de las zonas donde se cultiva. Su efecto sobre el
sistema nervioso
central es menor que los de la cocaína, dado que para
extraer un gramo de esta sustancia se necesitan 160 hojas de
coca. La coca es consumida mascándola con algún
polvo alcalino como cenizas de vegetales o cal. También es
fumada tanto sola como mezclada con tabaco y marihuana. La
masticación de coca fue objeto de estudio por determinados
facultativos, como CHOPRA (1958), comprobando síntomas de
abstinencia, depresión,
fatiga, toxicidad y alucinaciones, seguidos por NEGRETE (1967),
BRUCK (1968) quienes recogían lesiones cerebrales
también en masticadores que la consumían
frecuentemente
COCAÍNA
La cocaína es un alcaloide contenido en
las hojas del arbusto «Erythroxylon coca» siendo
químicamente un derivado de la latropina. Es un
estimulante cerebral extremadamente potente, de efectos similares
a las anfetaminas. Además, es un enérgico
vasoconstrictor y anestésico local, siendo absorbido por
las mucosas nasales cuando se la aspira, se metaboliza en el
hígado y se elimina por la orina. Fue usada inicialmente
para el tratamiento de trastornos respiratorios y depresivos. Por
su efecto analgésico, se usó en intervenciones
quirúrgicas. Posteriormente se empleó con fines
militares por su efecto vigorizante y el componente de
agresividad que otorga. A comienzos del Siglo XX comienza a
consumirse por aspiración nasal. En esta época,
eran prácticamente desconocidos sus efectos perjudiciales
por lo que estaba presente en las fórmulas de bebidas,
jarabe contra la tos, lociones capilares, y hasta cigarrillos. En
1909 existían en EE.UU. más de 70 bebidas
registradas con componentes de cocaína, lo que
incrementó la producción en los países donde se
cultivaba coca, fundamentalmente Perú. Los estudios del
uso de cocaína comenzaron, con FREUD, al que
siguieron HEMMOND (1887) y BOSE (1902), los cuales encontraron
sintomatología aguda y crónica en el consumo.
Recientemente, en la década de 1980, los experimentos
sobre patrones de consumo y cantidades certificaron sus efectos
sobre la adrenalina, muy relacionada con la agresividad.
En las dos útimas décadas hubo un enorme incremento
en la cantidad de personas adictas a la cocaína,
resaltándose como dato significativo la adicción
simultánea a otras sustancias. Las consecuencias de su
consumo son complejas, involucrando daños de muy diversa
índole: cerebrales, sociales, familiares,
medioambientales, etc.
La cocaína estimula el sistema nervioso
central, actuando directamente sobre el cerebro. Sus
efectos fisiológicos inmediatos son:
sudoración, aumento en la potencia
muscular, midriasis, incremento de actividad cardíaca y
presión sanguínea, dilatación de los vasos
sanguíneos periféricos, convulsiones, aumento en el
ritmo respiratorio y de la temperatura
corporal. Estos síntomas pueden provocar la muerte por
paro cardíaco o fallas respiratorias. Además se
presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal.
Comúnmente causa congestión nasal, que puede
presentarse o no con secreción liquida. El uso por
vía inyectable expone al adicto a infecciones de SIDA, hepatitis B y C,
y otras enfermedades infectocontagiosas. La
infección con el HIV puede producirse por la
transmisión directa de virus al
compartir agujas y otros dispositivos contaminados.
Además, puede producirse indirectamente por
transmisión prenatal a un niño cuya madre
está infectada con el HIV. El uso y abuso de drogas
ilícitas, incluyendo el crack y la cocaína, se han
convertido en el principal factor de riesgo de contagio con el
virus HIV.
Sumado a ello, la hepatitis C se
está difundiendo rápidamente entre los adictos que
se inyectan; el índice de infección varía
entre el 65 y el 90 por ciento en este grupo de personas, de
acuerdo al país. Hasta hoy, no se ha descubierto una
vacuna contra el virus de la
hepatitis C, y
el único tratamiento disponible es caro, muchas veces
infructuoso, y con serios efectos
colaterales.
La cocaína es una droga extremadamente adictiva,
cuyos efectos se perciben en un lapso de 10 segundos y duran
alrededor de 20 minutos. Actúa directamente sobre los
centros cerebrales encargados de las sensaciones del placer. Dada
su alta capacidad de producir daños y hasta
destrucción celular, las sensaciones que eran placenteras
en sujetos recién iniciados se convierten en
efectos desagradables como agitación, llanto,
irritabilidad, alucinaciones visuales auditivas y
táctiles, delirio paranoide, amnesia,
confusión, fobias o terror desmedido,
ansiedad, estupor, depresión
grave y tendencias suicidas. Los efectos psíquicos
reconocidos por la mayoría de los autores y recogidos en
publicaciones recientes incluyen euforia, inestabilidad, aumento
de la
comunicación verbal y de la seguridad en uno
mismo, inquietud, anorexia,
insomnio e hipomanía. El adicto experimenta
pérdida de interés e
imposibilidad de sentir placer ante la falta de la sustancia.
Así, la cocaína se convierte en el único
objetivo y
motivo en la vida del adicto, desplazando todo tipo de
sentimientos. La relación con los fenómenos
criminales son expresamente citados por los autores,
asociándose su consumo a la predisposición al
delito.
La cocaína es consumida por muy variados
tipos de sujetos y motivos. Existe un patrón de consumo
recreativo, al estilo del alcohol, presentando una ingesta
controlada de la sustancia: es el caso de quienes ingieren la
droga ocasionalmente cuando se les ofrece. Se diferencian
radicalmente de adictos habituales, quienes desarrollan
tolerancia y necesitan de mayores dosis para alcanzar iguales
resultados. A esta situación puede llegarse por causas
diversas pero siempre relacionadas con factores sociales y
ambientales determinantes. La adicción a la cocaína
posee condicionantes que la desencadenan, que pueden ser el
reforzamiento de una personalidad
insegura, que recibe un apoyo en el estímulo del
tóxico. En lugar de tratar este déficit
patológico con antidepresivos o fármacos
estabilizadores del estado de ánimo se recurre a una
vía aparentemente rápida. Dado que los efectos de
la cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta
minutos, el individuo precisa varias dosis durante el día
para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar el efecto
disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias
horas desde la ingesta.
COCAINA Y DESARROLLO
EMBRIO-FETAL
El uso de cocaína es altamente susceptible de
producir daños irreparables en recién nacidos,
cuyas madres mantuvieron su adicción durante el embarazo. Esto
último hizo que algunos Estados de los Estados Unidos de
América
obliguen a las adictas embarazadas a realizarse tratamientos
forzosos con privación de libertad
mientras dura el embarazo.
Aún se desconoce la total extensión de los
efectos de la exposición prenatal a la cocaína,
pero los estudios científicos indican que estos
bebés nacen prematuramente e insuficientemente
desarrollados: con menor peso, diámetro craneal inferior y
menor longitud. La determinación exacta de las
consecuencias para el recién nacido es compleja, y
varía de acuerdo a la droga que fue consumida por la
madre. Sumado a ello, se sabe estadísticamente que las
madres adictas a la cocaína abusan de otra u otras
sustancias. El cuadro se complica al considerar
la cantidad y variedad de drogas consumidas, la falta de cuidados
prenatales, el status socioeconómico, la exposición
a enfermedades infectocontagiosas, otros problemas de salud,
pobre alimentación, y muchos otros factores que
intervienen directamente sobre la salud del feto y el
recién nacido. Se ha descubierto que la exposición
a la cocaína durante el desarrollo
fetal puede provocar retrasos y otras deficiencias mentales, como
así también imposibilidad de mantener la
atención y la concentración por períodos de
tiempo mínimos como para permitir el aprendizaje. A
pesar de la gravedad de las lesiones y trastornos sufridos por
estos niños, las modernas técnicas de tratamiento
permiten una recuperación significativa. De cualquier
forma, es un hecho que estos datos y avances
son sólo paliativos, y no pueden tomarse como 100%
eficaces.
CRACK
También denominado "cocaína del
pobre", acarrea un grave riesgo social y sanitario, por la
dependencia que provoca y los efectos nocivos que ocasiona en el
organismo. Se obtiene de la maceración de hojas de coca
con kerosene y compuestos sulfurados, que lavada posteriormente
con ciertos elementos volátiles, se convierte en el
clorhidrato de cocaína. La denominada base es un
tóxico de mayor potencial nocivo que la cocaína,
posee impurezas que impiden su administración endovenosa. Se ingiere por
inhalación, lo que conlleva lesiones en la mucosa nasal y
en el aparato
digestivo. También se consume fumada en cigarrillos o
pipas diseñadas al efecto.
La intoxicación por esta sustancia
implica cuadros delirantes seguidos de procesos
depresivos intensos. Sus consecuencias nocivas sobre el organismo
son equiparables a las de las anfetaminas administradas por
vía endovenosa, desestructurando la
personalidad, y colocándola en una adicción
compulsiva. Las lesiones orgánicas son evidentes e
irreversibles. Usualmente, los adictos crónicos o aquellos
que llevan varios meses con ingestas de relevante cantidad y de
forma continuada, sufren patologías mentales graves y
crónicas como demencia o paranoia. Las lesiones en el
cerebro son irreversibles.
SPEEDBALL
Es un combinado de heroína y
cocaína con efectos psicológicos muy intensos y
repercusión jurídico criminal destacable, por la
perturbación mental que ocasiona. Es frecuente el consumo
de estas dos sustancias simultáneamente. Los consumidores
intentan evitar las consecuencias desagradables de la
cocaína, manteniendo el efecto que ésta proporciona
de euforia, alegría y potencia. En otros casos el consumo
conjunto de ambos tóxicos se realiza para evitar el efecto
sedante de la heroína. La mezcla de un depresor con un
excitante, ambos de gran potencial, provoca un estado de
aturdimiento general, incoherencia, obnubilación, estupor,
sopor y estado general confusión. Esta unión
provoca descontrol y descoordinación psicomotriz, con
riesgo de coma y muerte. Pueden presentarse cuadros delirantes
paranoides, así como depresiones de gran intensidad,
alucinaciones auditivas, sensoriales y
visuales.
ANFETAMINAS
Fueron sintetizadas por primera vez entre la
última década del siglo XIX y la primera del siglo
XX. Los primeros experimentos
clínicos se iniciaron hacia 1930, y desde 1935 se
comercializó con gran difusión en el Reino Unido,
Francia y
Alemania.
Durante la Segunda Guerra
Mundial fue utilizada indiscriminadamente por todos los
bandos, dado el carácter euforizante que contiene la
sustancia y la agresividad otorga.
El consumo de este excitante está
ampliamente extendido y distribuido por todas las clase sociales.
A diferencia de lo que sucede con la cocaína que la
consumen preferentemente los sectores medios y
altos, las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos que
pretenden sobreexcitación como por amas de casa que buscan
un anoréxico para sus dietas o por estudiantes que
preparan exámenes. Al incidir en el sistema
ortosimpático causan hipertensión, taquicardia,
hiperglucemia, midriasis, vasodilatación
periférica, hiperpnea, hiporexia, etc. El estado de
ánimo del adicto oscila entre la distrofia y la
hipomanía, así como ansiedad, insomnio, cefalea,
temblores y vértigo. Pueden aparecer cuadros depresivos y
síndromes paranoides anfetamínicos. A dosis
normales, sus efectos varían de acuerdo al individuo y las
condiciones de ingesta. Pueden producir efectos placenteros,
hiperactividad y sensación desbordante de energía,
pero también causan temblor, ansiedad irritabilidad, ira
inmotivada y repentina y trastornos amnésicos e
incoherentes. En la última fase se describen
depresión, cuadros paranoides y delirios paranoides,
alucinaciones y trastornos de conducta. El consumo de anfetaminas
puede conducir a actuaciones agresivas, al igual que los
barbitúricos y el alcohol, por su gran efecto euforizante,
unido a un descontrol en los instintos inhibitorios. Tales
situaciones se producen cuando las dosis suministradas,
generalmente por vía endovenosa, superan los 2 gr.
Está demostrado un mayor potencial en las anfetaminas que
en la cocaína, tanto en su punto más álgido
como en la duración de los efectos. Reacciones muy graves
se producen al consumirlas con barbitúricos en el conocido
fenómeno de la pluritoxicomanía. Tomadas en dosis
importantes son causantes de confusión, tensión,
ansiedad aguda y miedo. También pueden precipitar psicosis
paranoide en sujetos no psicóticos. La psicosis
anfetamínica desarrollada por el sujeto se asemeja a la
psicosis
paranoica y a la esquizofrenia
paranoica.
ÉXTASIS o MDMA
La metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente
conocida como "éxtasis", "ectasi" o "X-TC", es una droga
sintética sicoactiva con propiedades alucinógenas
de gran potencial emotivo y perturbador psicológico, con
propiedades similares a las anfetaminas. Su estructura
química
(3-4 metilendioximetanfetamina) se asemeja a la estructura de
la metilendioxianfetamina (MDA) y de la metanfetamina, otros
tipos de drogas sintéticas causantes de daños
cerebrales. Durante los años sesenta se utilizó con
fines terapéuticos dado que según determinados
sectores de la psiquiatría ayudaba a la
comunicación y al tratamiento de neurosis
fóbicas. Surgió entonces la polémica
médico – legal, atribuyendo a su consumo repercusiones en
la delincuencia,
por lo que finalmente fue ilegalizado.
El éxtasis produce efectos
síquicos de gran potencial perturbador. Inicialmente el
sujeto experimenta sensaciones de confianza y excitación,
a las que sigue un estado de hiperactividad e incremento en los
pensamientos morbosos. Los efectos del estimulante se diluyen
provocando trastornos sicológicos, como confusión,
problemas con el sueño (pesadillas, insomnio), deseo
incontenible de consumir nuevamente drogas, depresión,
ansiedad grave y paranoia. Estos efectos han sido reportados
incluso luego de varias semanas del consumo. También se
han informado casos graves de psicosis. Entre
los síntomas físicos pueden citarse: anorexia,
tensión y trastornos musculares similares a los presentes
en la enfermedad de Parkinson, bruxismo, náuseas,
visión borrosa, nistagmus, desmayos, escalofríos y
sudoración excesiva (este último signo es característico durante la
intoxicación). El aumento de la frecuencia cardíaca
y la tensión arterial, crea riesgos de
trastornos circulatorios o cardíacos. Informes
forenses indican que en personas con deficiencias
cardiorespiratorias puede producir muerte súbita.
MDA
La MDA, el fármaco de origen de la MDMA,
es una droga similar a la anfetamina que también ha sido
abusada, presentando efectos psico-físicos similares a los
de la MDMA. Las investigaciones
han mostrado que la MDA destruye las neuronas productoras de
serotonina, que regulan directamente la agresión, el estado de
ánimo, la actividad sexual, el sueño y la
sensibilidad al dolor. Es probable que esta acción sobre
el sistema productor
de serotonina sea el origen de las propiedades síquicas.
La MDMA también guarda relación en su estructura y
sus efectos con la metanfetamina, la cual ha demostrado ser
causante de la degeneración de las neuronas que contienen
la sustancia neurotransmisora dopamina. Recientes descubrimientos
hechos mediante varios sistemas de
diagnóstico por imágenes
indican una relación directa de medios-causa-consecuencia entre MDA y
MDMA-dopamina-esquizofrenia.
En experimentos de
laboratorio,
una sola exposición a la MDA en dosis elevadas o el uso
prolongado en dosis bajas destruye hasta un 50% de las células
cerebrales. Aunque este daño tal vez no sea aparente de
inmediato, con el envejecimiento o la exposición a otros
agentes tóxicos pueden aparecer síntomas de la
enfermedad de Parkinson con el tiempo. Estos comienzan con falta
de coordinación y temblores, y a la larga pueden causar
una forma de parálisis.
LSD – 25 (ácido
lisérgico)
El LSD es una sustancia semisintética,
derivado del ergot, extracto éste del cornezuelo del
centeno, usado en medicina al final de la Edad Media.
También fue muy utilizado en obstetricia para evitar
hemorragias puerperales y promover la contracción del
útero. En un principio fue utilizado con fines
terapéuticos en alcohólicos, cancerosos y otros
enfermos terminales para ayudarles a superar el trance.
Posteriormente fue abandonada la práctica al comprobarse
los resultados adversos, tales como suicidios a causa de las
engañosas imágenes y
terroríficas visualizaciones. También se
comprobó que podía desencadenar esquizofrenia y
deterioros mentales variados.
La relación de las drogas
alucinógenas y movimientos místicos o religiosos es
un hecho comprobable históricamente, como podrá
verse al estudiar otras drogas de este tipo en muchas culturas
del Centro y Sur de América
el consumo de la sustancia y la práctica religiosa siguen
siendo algo inseparable.
Descubierto en 1938, se considera al
ácido lisérgico como el alucinógeno
más poderoso, aunque no el más nocivo. Como
fenómenos físicos hay que citar la midriasis,
temblores, e hiperreflexia, también pueden aparecer
náuseas, palidez, sudoración, taquicardia y
lipotimia. Los fenómenos psíquicos se caracterizan
en lo referente al estado de ánimo por fluctuaciones del
humor, variando entre distimias displacenteras, euforia expansiva
tales como verborrea y risa irrefrenable. La exaltación
mística es tal que algunos autores denominan estas drogas
como místicomiméticos. Se consideran productos
psicodélicos que inhiben los mecanismos de defensa del yo,
y facilitan la distribución de la sensibilidad así
como la aparición de imágenes
desconcertantes.
CANNABIS SATIVA – HACHIS –
MARIHUANA
El cannabis sativa es un arbusto silvestre que
crece en zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura
de seis metros, extrayéndose de su resina el
hachís. Su componente psicoactivo más relevante es
el delta–9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), conteniendo
la planta más de sesenta componentes relacionados. Se
consume preferentemente fumada, aunque pueden realizarse
infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana
puede llegar a contener 150 mg. de THC, y llegar hasta el doble
si contiene aceite de hachís, lo cual según algunos
autores puede llevar al síndrome de abstinencia si se
consume entre 10 y 20 días. La tolerancia está
acreditada, siendo cruzada cuando se consume conjuntamente con
opiáceos y alcohol. Respecto a la dependencia, se
considera primordialmente psíquica. Los síntomas
característicos de la intoxicación
son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios, muy similares
a los de las benzodiacepinas.
Puede presentarse en distintas modalidades de
consumo, sea en hojas que se fuman directamente, en resina del
arbusto o en aceite desprendido de éste último. El
color de la hoja
va del verde amarillento al marrón oscuro según el
lugar de procedencia. De la modalidad en que se presente la droga
dependerá su denominación: "marihuana" es el nombre
de las hojas del cáñamo desmenuzadas, que
después de secarse y ser tratadas pueden fumarse
(también es conocida como "hierba", "marijuana",
mariguana", "mota", "mafú", "pasto", "maría",
"monte", "moy", "café", "chocolate", etc.; en inglés
se la conoce como: "pot", "herb", "grass", "weed", "Mary Jane",
"reefer", "skunk", "boom", "gangster", "kif", "ganja", etc.); su
efecto es aproximadamente cinco veces menor que el del
hachís. El nombre hachís (también conocido
como "hashis") deriva de los terribles asesinos (hashiscins)
árabes, que combatieran en las cruzadas entre los
años 1090 y 1256. El hachís se obtiene de la
inflorescencia del cáñamo hembra, sustancia
resinosa que se presenta en forma de láminas compactas con
un característico olor. La marihuana es la
forma más frecuente, conteniendo de 0,3 a 3 % de delta
THC; la concentración de THC llega al 10 % en el
hachís, siendo su efecto diverso según factores
como la velocidad con
la que se fuma, la duración de la inhalación,
cantidad inhalada, tiempo que el consumidor
retiene la respiración después de inhalar y
el estado
anímico del sujeto. El consumo oral, tanto de marihuana
como de hachís, implica efectos psicológicos
similares a los expresados en la forma fumada pero de mayor
intensidad y duración y con efectos nocivos
potenciados.
La constancia escrita más antigua sobre
su consumo data de la época del Emperador chino SHEN NUNG
en el 1237 a.C. También fue conocido por los asirios y
griegos del siglo V a.C. En la India hay
constancia de su utilización desde hace más de
2.000 años, con finalidad de tipo místico en muchas
ocasiones. Hay descripciones en el Antiguo Testamento sobre la
sustancia, aunque de forma vaga y no comprobada. Hay casi
absoluta certeza de su consumo por los griegos según
unánimes referencias doctrinales, así como por los
romanos, siendo los árabes los que la comercializaron en
su área de influencia. Posiblemente las tropas de
Napoleón la extendieron por Europa, en el siglo XIX. Los
árabes utilizaron la droga como calmante de enfermedades
mentales. Terapéuticamente se aconsejó para
tratamientos de insomnio y como sedante para el dolor.
También se prescribió para terapias de
patologías nerviosas, así como para el tratamiento
de la tos, temblores en parálisis compulsivas, espasmos de
vejiga e impotencia sexual que no provenga de enfermedad
orgánica. Así mismo se recomendó como
afrodisiaco, antineurálgico, tranquilizante para
maníaco-depresivo, antihistérico, tónico
cerebral, remedio para el vómito nervioso,
epilepsia y enfermedades nerviosas. Estas recomendaciones fueron
posteriormente desaconsejadas unánimemente por la
medicina, estando en la actualidad en estudio sólo la
legalización de un fármaco derivado de esta
sustancia para mitigar los dolores en enfermos cancerosos. Este
empleo
terapéutico ha creado profundas polémicas. En la
actualidad, existe acuerdo científico en que la marihuana
no puede considerarse medicamento en ninguna de las formas en que
es consumida por los adictos. Al tratar su posible uso como
medicamento, se distingue entre la marihuana y el THC puro y
otros químicos específicos derivados del
cánnabis. La marihuana pura contiene cientos de
químicos, algunos de ellos sumamente dañinos a la
salud. El THC en forma de píldora para consumo oral (no se
fuma) podría utilizarse en el tratamiento de los efectos
colaterales (nauseas y el vómito) en
algunos tratamientos contra el cáncer. Otro químico
relacionado con el THC (nabilone) ha sido autorizado por la "Food
and Drug Administration" de Estados Unidos
para el tratamiento de los enfermos de cáncer que sufren
náuseas. En su forma oral, el THC también se usa en
enfermos de SIDA, porque les
ayuda a comer mejor y mantener su peso. Los científicos
estudian la posibilidad de que el THC y otros químicos
relacionados con la marihuana tengan ciertos valores
medicinales. Algunos piensan que estos químicos se
podrían usar en el tratamiento del dolor severo, pero es
necesario tener más evidencia antes de usarlos para el
tratamiento de problemas médicos.
Durante los años sesenta comienza el
consumo casi masivo de esta sustancia así como de otras
alucinógenas como el LSD, peyote, etc. En el mundo de la
música y
luego entre la burguesía intelectual norteamericana
cundió la moda de fumar
marihuana y hachís, extendiéndose a Europa
Occidental. El cánnabis fue un signo más del
movimiento
contracultural pretendiendo una nueva ideología, dentro de
la burguesía, basada en el pacifismo, el orientalismo,
el amor libre
y la vida en la naturaleza. Al
principio el consumo afectó a estudiantes y clases altas y
medias, para después extenderse por todos los estratos
sociales, consumiéndose junto con alcohol y comenzando a
crear problemas sanitarios. A pesar de ser una sustancia ilegal,
su consumo continúa en aumento. Está probada la
relación entre el consumo de esta droga y otras como
alcohol, LSD, cocaína, anfetaminas y opiáceos,
habiéndose probado su función en la escalada a
drogas más peligrosas.
Las modalidades de marihuana disponibles a los
jóvenes son más potentes que las que
existían en la década del '60. Ello se debe a que
los laboratorios clandestinos de los traficantes han conseguido
realizar cambios a nivel genético en el cánnabis
mediante sofisticados métodos de
biotecnología, resultando en una mayor
concentración de THC. La potencia de la droga se mide de
acuerdo a la cantidad promedio de THC que se encuentra en las
muestras de marihuana que confiscan las agencias
policíacas.
» La marihuana común contiene un
promedio de 3 % de THC, pudiendo alcanzar el 5,5
%.
» La resina tiene desde 7.5 %, llegando
hasta 24 %.
» El hachís (resina gomosa de las
flores de las plantas hembras) tiene un promedio de 3.6 %, pero
puede llegar a tener hasta 28 %.
» El aceite de hachís, un
líquido resinoso y espeso que se destila del
hachís, tiene un promedio de 16 % de THC, pero puede
llegar a tener hasta 43 %.
El THC afecta a las células
del cerebro encargadas de la memoria.
Eso hace que la persona tenga dificultad en recordar eventos recientes
(como lo que sucedió hace algunos minutos), y hace
difícil que pueda aprender mientras se encuentra bajo la
influencia de la droga. Para que una persona pueda aprender y
desempeñar tareas que requieren de más de dos
pasos, es necesario que tenga una capacidad normal de memoria a corto
plazo. Estudios recientes demuestran que la marihuana crea
disfunciones mentales y disminución de la capacidad
intelectual en las personas que la fuman mucho y por muchos
años. En un grupo de fumadores crónicos en Costa Rica, se
encontró que los sujetos tenían mucha dificultad en
recordar una corta lista de palabras (que es una prueba
básica de memoria). Las
personas en el estudio también tuvieron gran dificultad en
prestar atención a las pruebas que se
les presentaron.
Es posible que la marihuana destruya las
células
de ciertas regiones especializadas del cerebro. Los
científicos han observado que cuando se dieron altas dosis
de THC a las ratas de laboratorio,
presentaron pérdida de células
cerebrales similares a las que se encuentran entre los animales
ancianos. Los cerebros de ratas de entre 11 y 12 meses de edad
(aproximadamente la mitad de sus vidas) tenían las
características los de animales ya
viejos.
Existen serias preocupaciones por sus efectos a
largo plazo sobre la salud. Por ejemplo, un grupo de
científicos de California examinó el estado de
salud de 450 fumadores cotidianos (diarios) de marihuana (que no
fumaban tabaco). En comparación con otras personas no
fumadoras, estas personas tenían más ausencias de
trabajo por enfermedad y más visitas médicas por
problemas respiratorios y otras enfermedades. Los resultados
indican que el uso regular de la marihuana o del THC son factores
que provocan cáncer y problemas en los sistemas
respiratorio, inmunológico y
reproductivo.
Marihuana y cáncer: la marihuana
contiene elementos causantes de cáncer que también
se encuentran en los cigarrillos, pero en mayores
concentraciones. Los estudios muestran que una persona que fuma
cinco cigarrillos de marihuana a la semana consume la misma
cantidad de químicos carcinógenos que una persona
que fuma un paquete de cigarrillos al día. El humo de la
marihuana y del tabaco probablemente cambian los tejidos que
cubren el sistema
respiratorio. También es posible que en algunas
personas el humo de la marihuana contribuya al desarrollo
temprano del cáncer de cabeza y de
cuello.
Marihuana y trastornos reproductivos: la
marihuana afecta la producción de hormonas
masculinas y femeninas y, por lo tanto, las
características y función sexual. Se ha comprobado
una estrecha relación entre consumo de marihuana y
esterilidad. Las dosis altas de la droga pueden posponer la
pubertad en los varones y tener efectos adversos en la producción de esperma. Entre las mujeres,
la marihuana puede cambiar el ciclo menstrual normal e inhibir la
producción de
óvulos.
Marihuana y trastornos
inmunológicos: estudios hechos en animales y
humanos que muestran que la droga impide la función normal
de las células T,
cuando se trata de defender al sistema
respiratorio de ciertos tipos de infecciones. Las personas
que tienen el virus HIV y cuyos
sistemas inmunes
no funcionan adecuadamente, deben evitar su
uso.
Marihuana y trastornos respiratorios:
quienes fuman marihuana regularmente suelen tener los mismos
problemas respiratorios que quienes fuman cigarrillos. Tienen
síntomas como tos crónica y flemas (bronquitis
crónica) y tienen más resfriados. El uso continuo
de la marihuana puede resultar en función anormal de los
pulmones y las vías respiratorias. Se ha encontrado
evidencia de que el humo de la marihuana puede destruir o
dañar el tejido pulmonar.
BARBITÚRICOS Y
SEDANTES
Son los fármacos más utilizados en
los países desarrollados. En 1887 se describieron los
primeros cuadros de dependencias a tranquilizantes como el
paraldehído, habiéndose extendido posteriormente a
sustancias como cloral, barbitúricos, bromureído,
diacepan, meprobanato, matacuolona, etc. El consumo de estas
sustancias está extendido en toda la población sin haberse detectado grupos
sociales o de edad determinados, aunque están
más predispuestas las mujeres. En pequeñas dosis se
utilizan como ansiolíticos, es decir, como fármaco
que mitigan la angustia e intranquilidad, y en grandes cantidades
sus efectos son embriagadores, similares a los que puede producir
el alcohol.
La síntesis del primer barbitúrico
se sitúa en 1863, habiendo en la actualidad más de
2.500 derivados de esta sustancia. El barbital o
dietil-barbitúrico fue comercializado en 1903, teniendo
gran difusión años después. Estas sustancias
provocan una dependencia física y psíquica,
así como tendencia a aumentar el consumo por el grado de
tolerancia que poseen. Los sujetos con base neurótica son
los más predispuestos a la dependencia de esta sustancia,
al desear aliviar la ansiedad que sufren. La mortalidad por su
consumo es elevada, siendo el tipo de fármaco más
usado para el suicidio. El
consumo simultáneo con alcohol es frecuente, creando
interacciones potenciadoras de los efectos de ambas drogas,
caracterizadas por trastornos en la coordinación
psicomotriz y por el descenso del nivel de conciencia. A
grandes dosis pueden presentarse cuadros comparables al "delirium
tremens" del alcohol.
Determinados toxicómanos consumen esta
sustancia en unión de otras como alcohol, café o
anfetaminas, llegando a situaciones de perturbación
psíquica y física muy importantes y afectando muy
notoriamente el autocontrol. La dependencia aparece
después de varios meses de haber ingerido dosis diarias,
aunque depende del tipo de barbitúrico. El consumo
continuado durante años llega a cambiar la
personalidad, transformándola en más irritable,
depresiva, y comporta pérdida de memoria y
concentración. Con el tiempo los síntomas van
instalándose en el sujeto pudiendo quedar una
obnubilación mental permanente. En fases muy avanzadas
aparecen crisis
crepusculares, desorientación y alucinaciones que remiten
en varios días tras disminuir o abandonar el consumo pero
que pueden extenderse hasta dos meses.
Benzodiacepinas
El cerebro regula normalmente las emociones pero
cuando se desbordan finalizan en incontrolables sensaciones de
angustia. Mediante las benzodiacepinas se aminora e incluso se
anula esta sensación, provocando una situación de
bienestar. Las benzodiacepinas provocan, como otras drogas, el
fenómeno de la tolerancia y en especial la "tolerancia
cruzada", que es un efecto por el cual un consumidor de
varias drogas se hace tolerante a una de ellas siendo
también tolerante a otras, a pesar de no haber tenido con
éstas ningún encuentro previo. De esta forma un
sujeto que fue tratado con un barbitúrico puede volverse
tolerante al mismo, necesitando tomar cada vez más
cantidad para obtener la misma sensación. Ese mismo
individuo precisará mayores dosis de benzodiacepinas que
las que habría necesitado si nunca se hubiese hecho
tolerante al barbitúrico.
ALUCINÓGENOS
La palabra "alucinógeno" hace referencia
a las sustancias que alteran los sentidos,
produciendo distorsión en la percepción
de visiones, audiciones y generando sensaciones irreales. La
alucinación es un síntoma de las psicosis y
patologías de la mente más grave y su
aparición distorsiona el
conocimiento y la voluntad. Las drogas alucinógenas
más importantes son el LSD-25, cánnabis sativa o
marihuana, mezcalina, psilocibina y psilocina. Además de
dichas sustancias hay otros muchos vegetales alucinógenos.
A continuación, se presenta la descripción de los
principales alucinógenos.
QUÍMICOS INHALABLES
Dentro de este grupo de sustancias pueden
citarse: 1) adhesivos: colas, tolueno, xileno, acetona, benzoles,
benzaldehido; 2) aerosoles-sprays: gases
propelentes; 3) cementos plásticos:
hexano; 4) solventes de pinturas, barnices y esmaltes: petróleo,
butano, trementina; 5) líquidos para limpieza: xileno,
benzol, éter de petróleo;
6) éter anestésico: éter etílico
puro; 7) éter: éter etílico; 8)
combustibles: bencina, naftas; 9) thinner: hidrocarburos
halogenados; 10) vasodilatadores: nitrito de amilo; nitrito de
butilo.
El consumo de estas sustancias presenta graves
problemas sanitarios. Sus consumidores son principalmente
marginales, especialmente niños, aunque la adicción
también se da con relativa frecuencia en ciertos grupos
profesionales. Las edades más frecuentes del uso
crónico de inhalantes son al principio o al final de la
adolescencia.
Esto se debe en parte a la invitación o presión por
parte de los compañeros de escuela y amigos,
curiosidad e ignorancia de los efectos tóxicos e inseguridad
personal. Lo
más importante es la ignorancia del problema en la casa y
la negación de los padres de que sus hijos puedan tener
este problema. Los motivos del consumo se deben a la curiosidad,
aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo y anomia. En
el caso de los profesionales, el contacto habitual con las
sustancias puede crear una adicción involuntaria; la
adicción voluntaria es menos frecuente, aunque no
excepcional. Generalmente estos productos son
fáciles de obtener y están al alcance del adicto,
son muy baratos, y no precisan de instrumentos para su uso.
Asimismo, no es necesario contactar a un criminal para
obtenerlos. Su uso puede hacerse en cualquier lugar, son
fáciles de esconder y difíciles de detectar. Otro
factor muy importante es el desconocimiento de las consecuencias
y peligros de su uso.
Estas sustancias se consumen en determinadas
zonas rurales, como así también en ambientes
marginales o de bajos recursos, donde
son de las pocas drogas a las que tiene acceso fácil. Ello
agrava el problema de una sustancia legal que es utilizada de
forma incorrecta. La adicción a estas sustancias es el
paso previo a otras drogas, llevando situaciones irreversibles.
La adicción suele ser desconocida tanto por la familia
como por el entorno social, dado que estas sustancias pasan
desapercibidas y no son relacionadas con adicciones. Ello
hace extender el consumo no sólo en medios
marginales sino en todas las capas sociales. Existen tres grandes
grupos de consumidores: 1) niños y adolescentes
de poblaciones marginadas que consumen en grupo; 2) adultos que
acceden al producto por
su profesión o por asociación con grupos de
personas con hábitos similares; 3) adultos marginales que
inhalan las sustancias al igual que los niños, pero en
solitario. El aspecto familiar es determinante para entender el
fenómeno, habiéndose constatado cómo los
inhaladores también presentan problemas con el alcohol,
siendo de una clase social media baja y baja, y con problemas de
abandono familiar.
El uso continuado provoca dependencia
psíquica, creando una situación de necesidad de
ingesta similar a otras drogas. A consecuencia de la
rápida distribución por los pulmones, el inicio de
la intoxicación es casi inmediato. Se relaciona el consumo
de esta droga con conductas criminales y autodestructivas. La
sensación de euforia primero y aturdimiento
después, habitual con estos tóxicos, conlleva una
perturbación psíquica grave que altera la inteligencia y
la percepción. Está acreditado el
fenómeno de la tolerancia respecto de los efectos en el
sistema
nervioso central, mientras que la dependencia física
es discutida. El nivel de inteligencia
disminuye, haciendo frecuentes los problemas escolares. Se
presentan cambios y descuido en la apariencia física,
falta de higiene, falta de
atención, alteración de la memoria,
disminución de la capacidad de abstracción y
razonamiento, personalidad
antisocial, agresividad, depresión, ataques de
pánico, ansiedad y alucinaciones con
trastorno en el juicio crítico y la percepción. Se presentan ataxia, oraciones
incoherentes y precipitadas, deplopia, náuseas y
vómitos. La
interrupción de la inhalación, como así
también una intensa aspiración, pueden provocar la
muerte. Son causales de dependencia psíquica,
pudiéndose presentar psicosis tóxicas con
daños cerebrales irreparables. Los inhalantes producen una
fácil sugestionabilidad, dándose experiencias
alucinatorias colectivas, lo que da ejemplo de la complejidad de
la intoxicación. También provoca sentimientos
paranoides y excitación sexual. Ciertos estudios
consideran la embriaguez por inhalantes de mayor gravedad que la
alcohólica, a pesar de que los efectos de la
intoxicación no son muy prolongados.
Uno de los inhalables adictivos más
difundidos es el tolueno, sustancia presente en cierto tipo de
pegamentos para cueros, gomas, cauchos, corchos, cartones, etc.
Es una de las sustancias que mayores trastornos ocasiona, por lo
que en Argentina fue
prohibida su venta a menores
de edad y se tiende a su supresión. Se considera que el
límite de este tóxico que puede aspirarse sin
sufrir efectos secundarios es de una concentración de la
sustancia en aire de
100/1.000.000. La intoxicación se presenta con 1,5
microgramos, siendo el cuadro muy grave si llega a 10
microgramos. Los efectos agudos acostumbran a durar entre 30 y 45
minutos. Las consecuencias psico-perceptivas del consumo de este
tipo de sustancias es alarmante, presentándose cuadros de
exaltación, alucinaciones visuales, auditivas y
táctiles, como así también ilusiones
catatímicas.
El pegamento plástico es una de las
drogas favoritas de los menores y adolescentes,
habiendo aumentado considerablemente su consumo en los
últimos años. En un principio, las primeras
ingestas suponen un estado de euforia o subida del ánimo,
pero tras instalarse la tolerancia que se desarrolla tras semanas
o meses los consumidores habituados deben inhalar varios tubos de
sustancia para alcanzar el efecto deseado. La intoxicación
se caracteriza por euforia, excitación, sensación
flotante, vértigo, habla farfullante y ataxia. La
inhalación va acompañada de pérdida de
inhibición con sensación de fuerza y
capacidad no reales. La intoxicación otorga agresividad,
euforia, exaltación y situaciones violentas, por lo que se
potencian las posibilidades de comisión de delitos, a lo que
sucede, al igual que con el alcohol, periodos de amnesia donde el
adicto no recuerda absolutamente nada de lo acaecido durante la
intoxicación. En ocasiones aparecen alucinaciones visuales
que pueden llegar a durar varias horas, lo que demuestra su gran
potencial perturbador.
Signos y síntomas de la adicción a
químicos inhalables
Estos pueden ser muy variados, dependiendo del
tipo de sustancia química y de la
cantidad inhalada o aspirada. Frecuentemente hay olor o aliento a
sustancias químicas, irritación de nariz, labios o
boca, irritación en la piel, manchas
de sustancias químicas o pintura en la
nariz, boca, manos y/o en la ropa. Los ojos suelen estar
enrojecidos, algunas veces con movimientos oculares laterales
rápidos involuntarios (nistagmus). Los efectos inmediatos
son: mareos, somnolencia, pérdida del equilibrio,
falta de coordinación, embriaguez, temblores,
alteración de la memoria,
falta de concentración, lentitud de movimientos, lenguaje lento
e incoherente. Puede seguir un estado de excitación,
tensión muscular, aprensión, agitación,
irritabilidad, cambios en la presión arterial y ritmo
cardiaco. Se presentan cambios de conducta y personalidad,
pudiendo presentarse casos de furia histérica y violencia
verbal y/o física. Debido a que el efecto dura de 15 a 45
minutos, el adicto tiende a inhalar nuevamente la sustancia
tóxica. Pueden presentarse nauseas, vómitos y
anorexia.
Inmediatamente después del uso pueden presentarse
convulsiones, estado de coma, y muerte súbita por arritmia
cardiaca, asfixia, o accidente vascular cerebral. Luego de
algunas horas, pueden desarrollarse acumulación de
líquido e inflamación de los pulmones (edema
pulmonar), hipoxia o anoxia, neumonías, convulsiones. El
uso repetido o crónico deja daño permanente en el
organismo: temblores, falta de coordinación,
pérdida del sentido del equilibrio,
reducción de la memoria e
inteligencia,
estados de depresión o psicosis, infartos cerebrales,
trastornos del lenguaje y
la memoria,
epilepsia, trastornos en la sensibilidad y movimiento de
las extremidades, daño al hígado y riñones,
leucemia, bronquitis crónica, ceguera, sordera,
daño cerebral permanente, problemas respiratorios
crónicos.
Daños físicos que causan los
químicos inhalables
CEREBELO: es el centro de la
mayoría de las funciones
involuntarias del cuerpo. El abuso severo de inhalantes
daña los nervios que controlan los movimientos motores, lo que
resulta en pérdida de coordinación general. Los
adictos crónicos experimentan temblores y agitación
incontrolable.
CEREBRO: las sustancias inhalables
afectan diferentes partes del cerebro, provocando alteraciones
sensoriales y psicológicas. Los estudios indican que estas
sustancias disuelven la capa protectora de mielina que envuelve a
las neuronas, dañando la corteza cerebral y pudiendo
derivar en muerte celular (irreversible). Esto acarrea cambios
permanentes de personalidad, pérdida de la memoria,
alucinaciones y problemas de aprendizaje.
CORAZON: el abuso de inhalantes puede
resultar en "Síndrome de Muerte Súbita por
Inhalantes". Las dos sustancias que más frecuentemente han
causado estas muertes son el tolueno y el gas butano. El
gas
freón interfiere en el ritmo natural del corazón,
causando paro cardíaco. Los nitratos de amilo y butilo
también afectan el ritmo
cardíaco.
HÍGADO: los compuestos
halogenados, como el tricloroetileno (presente en pinturas en
aerosol y correctores escolares líquidos) causan
daño permanente a los tejidos
hepáticos.
MEDULA OSEA: se ha probado que el
benzeno, componente de las naftas y gasolinas, causa
leucemia.
MÚSCULOS: el abuso crónico
de inhalantes causa desgaste de músculos, reduciendo el
tono y su fuerza.
NERVIOS CRANEALES, NERVIOS ÓPTICOS Y
ACÚSTICOS: el tolueno atrofia estos nervios, causando
problemas visuales y pobre coordinación de los ojos.
Además, destruye las células
que envían el sonido al
cerebro. Ello deriva en graves posibilidades de cegueras y
sorderas.
NERVIOS PERIFERICOS: Inhalación
crónica de oxido nitroso (propelente) y el hexano
(presente en algunos pegamentos y combustibles) resulta en
daño a los nervios periféricos. Los síntomas incluyen:
adormecimiento de extremidades, calambres y parálisis
total.
RIÑONES: el tolueno altera la
capacidad de los riñones para controlar la cantidad de
ácido en la sangre. Este
problema es reversible cuando el consumidor no es
crónico y el tolueno deja el cuerpo, pero con el uso
repetido puede derivar en litiasis e insuficiencia
renal.
SANGRE: Algunas sustancias como los
nitritos y el cloruro de metileno (thinner de pintura),
bloquean químicamente la capacidad de transportar el
oxigeno en la
sangre.
SISTEMA RESPIRATORIO: la
inhalación repetida de pinturas en aerosol puede resultar
en daño pulmonar. Casos de asfixia se han reportado cuando
la concentración del solvente desplaza totalmente el
oxigeno en los
pulmones. Además se presentan graves irritaciones en las
mucosas nasales y tracto respiratorio. Muchos químicos
inhalables son potentes agentes causantes de
cáncer.
EFECTOS DE LAS DROGAS
ANFETAMINAS
El consumo de anfetaminas produce en el cuerpo los
siguientes síntomas:
- acelera el ritmo cardiaco y pulmonar
- dilata las pupilas
- reduce el apetito
- produce sequedad en la boca
- sudores
- dolores de cabeza
- pérdida de visión
- mareos
- insomnio
- ansiedad
A largo plazo y/o usadas en dosis elevadas,
ocasionan:
- temblores
- pérdida de coordinación
- colapso físico
- daño a riñones y tejidos
- depresión
- malnutrición
- aumento repentino de presión sanguínea
que puede producir la muerte por ataque, fiebre muy alta o
insuficiencia cardiaca.
¿ES ADICTIVA?
Sí, es adictiva porque el organismo la asimila y
crea tolerancia a la droga, lo que ocasiona que el usuario
necesite cada vez mayor cantidad para lograr la misma nota
estimulante.
COCAÍNA
La cocaína estimula el sistema nervioso
central. Sus efectos inmediatos incluyen:
- dilatación de las pupilas
- aumento de la presión
sanguínea, - del ritmo cardiaco y respiratorio
- aumento en la temperatura
del cuerpo
Su uso ocasional puede producir…
- congestión o drenaje de la nariz
- ulceración de la membrana mucosa de la
nariz
La inyección de cocaína con equipo
contaminado puede producir SIDA, hepatitis y
otras enfermedades.
El uso crónico de esta droga causa los siguientes
síntomas en el organismo en adición a los efectos
arriba mencionados:
- dolor abdominal
- nauseas
- vómitos
- respiración irregular
- convulsiones
- paro cardiaco
La mezcla de cocaína con heroína, conocida
como "speedball", puede causar la muerte.
¿ES ADICTIVA?
La cocaína es una de las drogas más
adictivas que hay, ya que su efecto, aunque fuerte, es de corta
duración. El Crack es extremadamente adictivo.
ECSTASY
Efectos del ECSTASY en el cuerpo.
- estimula el sistema
nervioso produciendo alucinaciones - daño cerebral
- drena el cerebro de una importante substancia
química
conocida como serotonin, lo cual ocasiona cambios en el estado de
ánimo, en las funciones
sexuales y la sensibilidad al dolor - nausea
- aumento en la presión arterial
- pérdida del apetito
- problemas para dormir
- temblores
- visión borrosa
- ansiedad
- depresión
- paranoia
Los efectos secundarios y reacciones adversas que
producen los esteroides son más de 70. El uso de
esteroides afecta gravemente al hígado, y a los sistemas
cardiovascular y reproductivo. Sus efectos psicológicos en
ambos sexos incluyen el comportamiento
muy agresivo conocido como "roid rage" y depresión.
Algunos de los efectos secundarios aparecen rápidamente.
Otros, como ataques cardiacos y apoplejía son ocasionados
con el uso continuo de esteroides a través de los
años.
- acné
- cáncer
- aumento de colesterol
- edema (retención de agua en los
tejidos) - daño fetal
- crecimiento del clitoris en las
féminas - continua erección en los varones (priapismo),
sumamente dolorosa - disminución del buen colesterol
- enfermedades cardiacas
- crecimiento excesivo de vello en la mujer
(hirsutismo) - ictericia
- tumores en el hígado
- calvicie femenina con patrón
masculino - piel grasa en la
mujer - agrandamiento de la próstata
- reducción en el tamaño de los testículos
- esterilidad
- crecimiento óseo retardado
- cálculos biliares
- erupciones cutáneas
- alta presión
- impotencia
- irregularidades menstruales
- calambres musculares
- piedras en los riñones
- continuo mal aliento
- vómitos de
sangre - crecimiento de las tetillas o hinchazón en los
varones - aumento anormal de peso
- diarreas
HEROÍNA
Los efectos negativos inmediatos de los inhalantes
incluyen:
- nausea
- estornudos
- tos
- hemorragia nasal
- fatiga
- falta de coordinación
- pérdida del apetito
- disminución del ritmo cardíaco y
respiratorio
Su uso a largo plazo o el uso de grandes cantidades en
un período corto pueden producir:
- desorientación
- comportamiento violento
- inconsciencia
- sofocación
- muerte
La inhalación repetida de vapores concentrados a
través del tiempo puede dañar permanentemente el
sistema
nervioso.
LSD
Efectos del LSD en el cuerpo.
- dilatación de pupilas
- aumento en la temperatura
corporal - aumento de la presión
sanguínea - insomnio
- temblores
- pérdida de control
A la experiencia con esta droga le llaman "un viaje",el
cual puede tener una duración hasta de 12 horas. Pero
muchas veces éste resulta ser una pesadilla. Algunos
usuarios experimentan pensamientos y visiones aterradoras que
crean en ellos tal pánico que muchos han saltado al
vacío provocando su propia muerte para huir de estas
sensaciones que identifican como un peligro real.
¿ES ADICTIVA?
Sí es adictiva porque quien la usa necesita cada
vez una dosis mayor para lograr la misma una experiencia de igual
intensidad.
METANFEMINA
Efectos de la METANFETAMINA en el cuerpo.
La persona que usa "Ice" piensa que la droga le
proporciona energía instantánea. La realidad es que
la droga acelera el sistema nervioso,
haciendo que el cuerpo utilice la energía acumulada. Al no
descansar lo suficiente y dejar de alimentarse-por la
pérdida del apetito-el "Ice" causa daño permanente
a la salud.
Los efectos que causa al cuerpo varían de acuerdo
a la cantidad de droga utilizada. Entre los síntomas
observados se encuentran los siguientes:
- lesión nasal cuando la droga es
inhalada - sequedad y picor en la piel;
acné; irritación o inflamación - aceleración de la respiración y la presión
arterial - lesiones del hígado, pulmones y
riñones - náuseas y vómitos
- extenuación cuando se acaban los efectos de la
droga (necesidad de dormir por varios días) - dolor de cabeza y visión borrosa
- movimientos bruscos e incontrolados de la cara,
cuello, brazos y manos - pérdida del apetito
- derrames
- depresión aguda cuando desaparecen
- los efectos de la droga
¿ES ADICTIVA?
Sí; el "Ice" o "Crank" produce tolerancia, por lo
que a medida que se usa se va necesitando una dosis mayor para
sentir los mismos efectos.
MARIHUANA
Los efectos físicos observados regularmente
son:
- aceleración sustancial del ritmo
- cardíaco
- ojos inyectados (de sangre)
- sequedad en la boca y la garganta
- aumento del apetito
- reduce la capacidad de memoria y
comprensión a corto plazo - altera el sentido del tiempo
- disminuye la capacidad de realizar tareas que
requieren concentración y coordinación
motora - paranoia
- psicosis
Como los fumadores de marihuana inhalan profundamente el
humo sin filtrar y lo retienen en los pulmones tanto tiempo como
puedan, la marihuana es perjudicial para los pulmones. El humo de
marihuana contiene más agentes carcinógenos que el
humo del tabaco.
¿ES ADICTIVA?
Sí. Estudios han comprobado que el uso constante
de la marihuana crea tolerancia hacia la droga. Esto significa
que la persona tiene que fumar más cantidad para sentir la
euforia que solía sentir con pequeñas
dosis.
También crea una dependencia psicológica,
lo cual significa que el usuario apetece la droga por sus
efectos.
El cuerpo igualmente desarrolla una dependencia
física hacia la droga, mostrando síntomas de la
falta de la droga tales como dificultad de dormir, nerviosidad y
mal genio.
ROHYPNOL
Efectos del ROHYPNOL en el cuerpo.
- desorientación
- mareos
- nauseas
- sensación de frío y calor en
todo el cuerpo - dificultad para hablar y moverse
- pérdida de la conciencia y
la
memoria
¿ES ADICTIVA?
Si.
SPECIAL-K
Efectos del SPECIAL-K en el cuerpo.
- delirio
- amnesia
- problemas respiratorios
- dificultad motora
PCP
Efectos del PCP en el cuerpo.
- confusión, pérdida de la
memoria - comportamiento esquizofrénico
- desorientación respecto del tiempo y el
ambiente - aumento del pulso, la presión
sanguínea, la temperatura
del cuerpo y el ritmo respiratorio - transpiración
- rigidez en los músculos de las
extremidades
Los efectos por uso crónico son:
- pérdida de capacidades mentales para el
aprendizaje - paranoia
- pérdida de peso y desnutrición
- depresión grave
- violencia
¿ES ADICTIVA?
Los estudios han demostrado la existencia de dependencia
química causada por el PCP.
CAPÍTULO 7:
EL ALCOHOL Y EL TABACO
Las bebidas alcohólicas
La cultura
occidental ha convertido la elaboración de las bebidas
alcohólicas en un arte diverso y
sofisticado. Los consumidores han aprendido a conocerlas y a
disfrutar de sus ventajas, aunque socialmente se observan ciertas
consecuencias como violencia,
embrutecimiento e infinidad de accidentes
como resultado de los excesos.
El alcohol tiene poder de relajación para hacer
frente a la ansiedad, mezcla con la desinhibición
sentimientos tan opuestos como la extroversión y la
depresión, la actividad y el sopor, o la autosufiencia con
una frágil sensibilidad.
Todas las personas conocen los efectos del exceso de
alcohol en el organismo. No obstante, pocos saben las
consecuencias que acarrea a los alcohólicos intentar dejar
de beber asiduamente. Quienes lo hicieron, experimentaron
temblores y convulsiones, además de alucinaciones
desagradables y una completa desorientación mental,
situación conocida como delirium tremens, durante casi una
semana, lo cual produce un deterioro mental irreversible en una
elevada proporción de individuos.
La producción de bebidas alcohólicas
existe desde que el hombre
conoce el fenómeno de la fermentación. Hay evidencia de su uso y
consumo por pueblos prehistóricos. En el neolítico
se comienza a fabricar cerveza. Hay
citas en documentos
egipcios sobre su consumo (3.700-2.700 a.C.), y los hebreos
dejaron constancia de su uso en la Biblia. Ya el Código de
Hammurabi fijaba normas represivas
contra su consumo, llegando a establecer la pena de
muerte. Entre los griegos eran conocidos sus efectos, y
aparece citado en innumerables obras, entre ellas la
Ilíada, la Odisea, y la
Historia de
Herodoto. Los romanos lo consumían habitualmente, y se
conoce el descontrol reinante en las orgías de los
emperadores. La fermentación y destilación natural
de los productos
agrícolas cedió su espacio a la destilación
artificial (S. XIV), y posteriormente a la destilación
industrial, que produjo una explosión en el consumo (S.
XIX). Durante el primer tercio del S. XX se produjo en los
Estados Unidos
el fenómeno prohibicionista, con la llamada "Ley Seca" que
proscribió la fabricación y venta de alcoholes; tan
solo el vinagre, la sidra y el vino destinado a misa quedaron
exentos de ella. Estas medidas fueron no sólo ineficaces
sino además provocaron un fenómeno criminal sin
precedentes. Por estar culturalmente arraigado y por la
pésima experiencia norteamericana, ningún Estado
occidental optó la vía prohibicionista; las
campañas de prevención tuvieron resultados
desiguales. En EE.UU. las normas sobre
venta de alcohol
a menores es estrictamente limitativa, siendo su cumplimiento
mucho más efectivo que en la resto de Occidente. Los
países árabes poseen una legislación
restrictiva del consumo de alcohol, que tan sólo puede
efectuarse en locales específicos, siendo prohibido en
otros. El consumo del mismo está extendido, aunque el
factor religioso frena su influencia
Efectos del alcoholismo
crónico
Aparato Circulatorio.
Hipertensión arterial y accidentes
cerebrovasculares.
Aparato digestivo. Inflamación
del esófago y del estómago, que puede ocasionar
gastritis crónica; úlceras, hemorragias,
pancreatitis y cánceres de boca del
estómago.
Hígado. Hepatitis
alcohólica y cirrosis hepática, que puede provocar
la muerte.
Sistema Nervioso Central.
Depresión neuronal, causa de temblores, convulsiones,
insonmio, espasmos musculares, alucinaciones y lesiones
atróficas del cerebro y el cerebelo.
Trastornos alimentarios. Anemia y
deficiencias vitamínicas.
Trastornos psíquicos.
Agresividad, crisis
coléricas y deterioro de las funciones
intelectuales.
Etiología del alcoholismo
Las causas son muy variadas, no habiendo acuerdo
científico sobre este aspecto. Los factores cultural y
biológico – genético explican gran parte de la
patología. Esta adicción afecta a todas las
clases
sociales, por lo que no es aceptable una teoría
que atienda al carácter sociocultural bajo como factor
predisponente a la adicción, dado que en las clases altas
el consumo es extensivo. En cuanto al nivel de estudios es
evidente que la falta de escolarización y cultura
condiciona la adicción, pero no es específico del
alcohol, sino de todas las drogas. No se puede atribuir una
explicación única de las toxicomanías, ya
que influyen problemas
sociales tan variados como el delito, los
problemas familiares, la anomia, el desempleo o la
salud. La adicción al alcohol posee aspectos culturales
importantes desde el momento en que el consumo es lícito y
los menores, a pesar de las prohibiciones, no tienen problema
para consumirlo. La publicidad y la
permisibilidad aumentan el número de consumidores. El
perfil etiológico del alcohólico se hizo de
diversas formas, atendiendo a teorías
biológicas, socioculturales, económicas,
ambientales y psicológicas. Las teorías
dinámicas y psicopatológicas entienden que los
alcohólicos llegan a la adicción condicionados por
una patología anterior, que unida a situaciones
ambientales desencadenan el fenómeno. El entorno familiar
puede ser determinante. Ante la situación familiar
distorsionada el sujeto erige defensas psicológicas contra
la ansiedad. Por otra parte, los menores tienden a seguir el
ejemplo de sus mayores. Otros motivos del alcoholismo
son los deseos de evasión y de autodestrucción,
dado el gran número de suicidios que presenta esta
enfermedad.
Se han logrado importantes progresos en la
comprensión de la predisposición genética
al alcoholismo.
Estudios hechos sobre gemelos y hermanos mellizos indican que hay
más de un gen responsable de esta predisposición.
Las investigaciones
no han descifrado exactamente la forma en que los genes
actúan; aún se desconoce si los genes son
específicamente determinantes del alcoholismo, o
si interactúan en forma más general sobre el
temperamento incrementando la vulnerabilidad. El éxito en
el descubrimiento de los genes involucrados en la
predisposición al alcoholismo ayudaría a reconocer
los individuos vulnerables, y además ayudaría a
prevenir y desarrollar tratamientos contra el
alcoholismo.
Efectos del alcohol
Dosis de 15 a 20 cc. de etanol en bebida diluida
producen bienestar, calor en el
rostro por vasodilatación periférica. Aumentando
hasta 34 cc. disminuyen de forma homogénea los reflejos
más sencillos. La exactitud de los movimientos habituales
automáticos, como andar, comer, etc., disminuye
sensiblemente, aumentando los errores hasta el 40 %. Experimentos
sobre la materia
indican que con dosis de 11 cc. se producen errores
mecanográficos, de tiro o memoria. Con
alcoholemia superior a 0,25 % g./l., hay doble riesgo de
accidentes, dado que el alcohol perturba los reflejos y
acentúa la sensación ilusoria. El consumo de
alcohol altera la visión periférica, afectando la
atención y el control motor ocular. Los
estudios demuestran una disminución significativa en la
capacidad de reacción ante estímulos visuales y
auditivos, que explican la gran cantidad de accidentes que
producen. Se ha demostrado que la convergencia visual intencional
disminuye a partir de 300 mg./l. de alcoholemia y se debilita
progresivamente al sobrepasar esa cifra. Entre 50 y 150 mg./l. la
fusión
binocular y la convergencia quedan afectadas. A 800 mg.n. es
notable la dificultad para apreciar las distancias,
reduciéndose la capacidad de visión binocular. La
reacción auditiva disminuye en un 16 % con una alcoholemia
del 500 mg/I. Respecto a la coordinación y dirección, los tests acreditan un aumento
de errores y disminución en la velocidad de
ejecución, con deterioro de la capacidad de
atención en un 30 %. Un 0,05 % de alcohol en la sangre
deprime las respuestas aprendidas recientemente, disminuyendo las
inhibiciones y restricciones sociales y afectando al juicio. A un
nivel de 0,10 % se narcotizan los centros cerebrales más
antiguos y se dificultan relativamente la locución y la
actividad motora. Un 0,20 % afecta profundamente el área
motriz del cerebro y 0,30 % altera gravemente la percepción
sensorial, entrando en un estado de estupor. A nivel de 0,40 %
prácticamente se anula la percepción
y la persona se encuentra narcotizada y en coma. Con niveles del
0,60 al 0,70 se afectan los centros cerebrales primitivos que
controlan la respiración y la frecuencia
cardíaca, y sobreviene la muerte.
La tolerancia al alcohol se desarrolla en un
periodo de entre 5 y 10 años, por lo que no puede
predecirse de resultados inmediatos. Durante este tiempo, el
adicto comprueba que con la misma cantidad o incluso más
se obtienen menos resultados. Ello lleva a la convicción
errónea de que al sufrir respuestas menores la nocividad
del tóxico también lo es, entendiendo que se
resiste mejor la droga. Las últimas investigaciones
indican que la tolerancia se relaciona con las funciones del
sistema nervioso
central y con el proceso hepático. El hígado se
deteriora por la absorción del tóxico, evitando
parcialmente un deterioro en otras zonas del cuerpo,
especialmente el cerebro. Uno de los primeros síntomas del
avance de la patología son las amnesias alcohólicas
que se caracterizan por ser totales, es decir, no se recuerda
absolutamente nada de un periodo determinado. No obstante, el
sujeto puede realizar actividades que precisan cierta
racionalización, como tratos económicos o mantener
conversaciones. La toxicomanía alcohólica sufre
varias etapas hasta llegar a su cronicidad; se han descrito
cuatro fases:
a) Prealcohólica: su
duración oscila entre seis meses y dos años
durante los cuales la bebida es usada para rebajar la
tensión y aliviar el nerviosismo y la ansiedad. El
sujeto comienza a sentirse diferente de sus amigos, advirtiendo
un rechazo por parte de la sociedad al tiempo que aumenta el
autodesprecio. Se comienza a ser consciente del problema del
alcohol, pero no se encuentran soluciones y
persiste el consumo.
b) Promódica: la
extensión es de dos a cinco años. El alcohol pasa
a ser una droga necesaria, apareciendo los primeros
síntomas graves. Se manifiestan periodos de amnesia
(apagones, tinieblas) y signos de lesión cerebral. Se
sufren sentimientos de culpa, remordimientos, estados
crepusculares. Se produce una perturbación
psíquica en el agente. Se incrementan los hechos
delictivos y los accidentes de tránsito y laborales.
c) De toxicomanía crucial: se
caracteriza por la pérdida del autocontrol,
eliminándose la capacidad inhibitoria, con conducta
autojustificable del abuso del alcohol. Se pierden la autoestima y
seguridad en
uno mismo. El sujeto puede asumir actitudes de
grandiosidad, gestos extravagantes, discursos
grandilocuentes u ostentaciones, y atribuye la culpa a los
demás, con signos agresivos tales como insultos y
humillaciones que pueden desembocar en violencia
física. La interpretación es paranoide,
existiendo la sensación de persecución por los
demás. Persisten la lástima de sí mismo y
los remordimientos. Se pierde el interés
por las cosas, excepto por el alcohol que pasa a ser el centro
de la vida del sujeto. Se producen lesiones orgánicas
que producen trastornos de toda la
personalidad. Los celos, la conducta paranoide, la
agresividad son síntomas graves de la patología
mental.
d) Crónica: se produce una
destrucción progresiva de la moralidad, con
debilitación grave de las facultades mentales, pensamiento
confuso, lento y prolongado. Aparecen las psicosis
alcohólicas, las alucinosis, la depresión y los
delirios. El sueño es conflictivo, con pesadillas y
miedo infundado, crisis de
angustia y confusión de ideas.
Se asocian íntimamente al consumo y abuso
de bebidas alcohólicas: muerte súbita;
síndrome de alcoholismo embrio-fetal; dipsomanía;
cáncer: bucal, de esófago, de estómago, de
páncreas, de hígado; cirrosis hepática; coma
alcohólico; intoxicación letal aguda; "delirium
tremens" ; enfermedad de Wernicke o poliencefalitis
hemorrágica superior; alucinosis alcohólica;
demencia alcohólica; trastorno amnésico
alcohólico o psicosis polineurítica de Korsakoff;
enfermedad de Marcchafava y Bignami; esclerosis cortical laminar
de Morel, mielinólisis; angustia; depresión con
sintomatología somática; depresión
secundaria en enfermedades orgánicas; y
otras.
La recuperación del alcohólico
consta de diferentes etapas. Inicialmente el tratamiento se
realiza bajo estricto control médico. La terapia consiste
en la total supresión de su consumo coadyuvado con dietas
especiales que equilibran el organismo. Paralelamente, puede ser
necesario el uso de fármacos que disminuyan los temblores
nerviosos y otros síntomas de abstinencia. Logrado un
equilibrio
metabólico y psicológico aceptable, comienza el
tratamiento psiquiátrico que normalmente se realiza en
grupos terapéuticos y que suelen incluir programas de
apoyo al grupo familiar. Esta etapa se basa en la abstinencia
total, sin límite temporal.
Alcohol y SIDA
Existen dos motivos fundamentales para
investigar la conexión entre alcohol y SIDA: A) el alcohol
afecta al sistema
inmunológico; y B) el alcohol influye en el comportamiento
sexual de alto riesgo.
- A) Alcohol y el sistema
inmunológico: el alcohol puede afectar la capacidad
normal de respuesta a las enfermedades, produciendo un
descalabro en el sistema inmunológico. Se ha demostrado
científicamente que el consumo crónico de alcohol
reduce el número de glóbulos blancos, la producción de anticuerpos y otras
células inmunológicas, llegando a
suprimir la producción de células
macrófagas, que son las que libran de infecciones a los
pulmones. Además, los alcohólicos están
expuestos a desarrollar diversas clases de cáncer en un
porcentaje que quintuplica al correspondiente a personas no
alcohólicas. Los efectos inmunodepresores del alcohol
pueden resumirse en dos factores
fundamentales:
el incremento en la vulnerabilidad contra
infección de HIV; 2) el efecto inmunodepresor deriva en
que los portadores de HIV desarrollen más
rápidamente el SIDA y las
enfermedades relacionadas, y en formas exacerbadas.
B) Alcohol y comportamiento sexual: las prácticas
sexuales consideradas de alto riesgo para el contagio con el
virus HIV son
frecuentes durante los estados de alcoholización. El
peligro de estas relaciones sexuales se explica de dos formas:
1) el consumo de alcohol hace que el sujeto asuma
comportamientos riesgosos: quienes beben alcohol se enganchan
en una larga serie de actividades de alto riesgo, que incluyen
prácticas sexuales inseguras (síndrome de
comportamiento alcohólico); 2) el alcohol
disminuye el juicio crítico y las
inhibiciones.
Diversos estudios indican una relación
directa entre consumo de alcohol y actividades sexuales
riesgosas. Investigaciones
hechas en grupos heterosexuales y homosexuales evidencian una
dramática disminución en el uso de condones durante
relaciones sexuales no-monógamas en grupos de hombres y
mujeres que combinan sus encuentros sexuales con consumo de
alcohol. Un estudio similar hecho en grupos homosexuales
demostró que el consumo de alcohol y otras drogas durante
las relaciones sexuales es un importantísimo factor para
el incremento de situaciones de alto riesgo: incluso quienes
beben sólo ocasionalmente antes o durante las relaciones
sexuales, duplican los riesgos con
respecto a quienes no beben. Además, los hombres que no
beben tienen tres veces menos probabilidades de asumir
comportamientos de alto riesgo.
Alcohol y accidentes de
tránsito
La conducción de automóviles
involucra a múltiples tareas que demandan atención
permanente. El manejo seguro requiere
atención para la toma de
decisiones rápidas en un ambiente y
actividad altamente cambiante, para ejecutar maniobras basadas en
dichas decisiones. El consumo de alcohol afecta a un amplio
espectro de habilidades necesarias para esta tarea. Su
reducción o anulación son causales directas de
accidentes de tránsito.
La Concentración de Alcohol en Sangre
(CAS) se expresa en porcentaje de alcohol por decilitro de
sangre, por ejemplo 0,10% que equivale a 0,10 gramos por
decilitro. Un hombre de 75 kg tiene una CAS de aproximadamente
0,04% luego de 1 hora de haber consumido 2 latas chicas de
cerveza, con el
estómago vacío. Las habilidades en el manejo son
afectadas en forma diferente de acuerdo a la CAS. Por ejemplo, la
capacidad para prestar atención a dos o más
fuentes de
información visual es afectada con una CAS
de 0,02%, e incluso con porcentajes inferiores. Una CAS de 0,05%
se afectan los movimientos oculares, la percepción visual,
el tiempo de reacción, el procesamiento de información, la performance psicomotora y
la concentración para realizar diversas tareas. En
comparación con conductores que no beben alcohol, la
probabilidad
de accidentes fatales aumentan dramáticamente en quienes
han bebido: con CAS de 0,02 a 0,04%, el riesgo aumenta 1.4 veces;
con CAS de 0,05 a 0,09% el riesgo se incrementa a 11.1 veces; con
CAS de 0,10 y 0,14% el riesgo se dispara a 48 veces; y con CAS de
0,15% o superior aumenta… ¡380 veces!
El tabaco
La adicción a los productos
derivados del tabaco es la más extendida. Su
aceptación cultural considera a su consumo, en primer
lugar como una fuente de placer, y en segundo como un simple
vicio o mala costumbre. Se ha determinado que los cigarrillos y
otros productos de tabaco, tales como cigarros, tabaco para pipa
o rapé (en polvo), son adictivos y que la nicotina es la
droga del tabaco causante de adicción. Además, se
sabe que el tabaquismo es un
importante causal de accidentes cardíacos y
cerebrovasculares, y ocupaba el primer lugar entre los factores
que provocan cáncer. A pesar de ello, millones de persona
fuman tabaco en sus diversas formas, lo que hace de la nicotina
una de las drogas adictivas de mayor
difusión.
El tabaco proviene de la elaboración de diversas
especies de plantas originarias de América, la más importante de las
cuales es la Nicotina tabacum, de la familia de
las solanáceas.
Según la
Organización Mundial de la Salud, el tabaco crea una
"dependencia psíquica fuerte y una dependencia
física leve". Se acepta según esto, que es la forma
más extendida de dependencia de una droga. Los efectos
nocivos son causados por los componentes del humo del tabaco, que
son la nicotina, el monóxido de carbono, las
sustancias irritantes y los distintos compuestos cancerígenos, el principal de los cuales es
el alquitrán.
La nicotina es extremadamente adictiva.
Actúa como estimulante y sedante del sistema nervioso
central. Su ingestión tiene como resultado un
estímulo casi inmediato porque produce una descarga de
epinefrina de la corteza suprarrenal. Esto estimula el sistema nervioso
central y algunas glándulas endocrinas, lo que causa
la liberación repentina de glucosa. El estímulo va
seguido de depresión y fatiga, situación que lleva
al toxicómano a buscar más nicotina. La nicotina se
absorbe con facilidad del humo del tabaco en los pulmones y no
importa si éste humo procede de cigarrillos o de puros.
También se absorbe fácilmente cuando se masca el
tabaco. Con el uso regular, se acumulan concentraciones de
nicotina en el cuerpo durante el día, que persisten
durante la noche. Por lo tanto, las personas que fuman
cigarrillos a diario están expuestos a los efectos de la
nicotina 24 horas al día. La nicotina absorbida al fumar
cigarrillos o puros tarda solo segundos en llegar al cerebro,
pero tiene un efecto directo en el cuerpo hasta por 30
minutos.
Los estudios han mostrado que la tensión
nerviosa y la ansiedad afectan la tolerancia a la nicotina y la
dependencia de ella. La hormona producida por la tensión
nerviosa o corticosterona reduce los efectos de la nicotina,
haciendo necesario consumir mayores cantidades para lograr el
mismo efecto. Esto aumenta la tolerancia a la nicotina y lleva a
una mayor dependencia. Se ha mostrado en estudios realizados con
animales que la tensión puede ser la causa directa de una
recaída a la autoadministración de nicotina
después de un período de abstinencia. La
adicción a la nicotina produce síntomas de
abstinencia cuando una persona trata de dejar de fumar. Por
ejemplo, un estudio encontró que cuando se privaba de
cigarrillos durante 24 horas a fumadores habituales, aumentaba su
enojo, hostilidad y agresión, y disminuía su
aptitud de cooperación social. Las personas que padecen de
abstinencia también necesitan más tiempo para
recobrar su equilibrio
emocional después de la tensión nerviosa. Durante
los períodos de abstinencia o de ansias de consumir
nicotina, los fumadores han mostrado reducción de una gran
cantidad de funciones psicomotoras y cognoscitivas, como por
ejemplo la comprensión del lenguaje.
La mujer que fuma
suele tener una menopausia precoz. La que fuma cigarrillos y
también toma anticonceptivos orales tienen mayor
propensión a padecer de enfermedades cardiovasculares y
cerebrovasculares que otros fumadores. Las mujeres embarazadas
que fuman cigarrillos corren mayor riesgo de tener niños
con problemas tales como bajo peso, inmadurez y otros. Los hijos
de mujeres que fumaron durante el embarazo
corren mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta.
Estudios hechos en EE.UU. en un grupo de madres e hijas han
encontrado también que si la madre fuma durante el
embarazo hay
mayor probabilidad que
las hijas fumen y persistan en fumar.
Es más probable que se vuelvan fumadores
de cigarrillos los adolescentes
que usan rapé que los que no lo usan. La investigación de la conducta está
comenzando a explicar cómo las influencias sociales, como
observar a adultos y compañeros fumando, influyen en la
decisión del adolescente de comenzar a fumar cigarrillos o
no. También ha mostrado que los adolescentes suelen ser
resistentes a muchos tipos de mensajes en contra del
tabaco.
Además de nicotina, el humo del
cigarrillo consiste principalmente en una docena de gases (sobre
todo monóxido de carbono) y
alquitrán. El alquitrán de un cigarrillo, que
varía de unos 15 mg en un cigarrillo regular a 7 mg en uno
con poco contenido de alquitrán, expone al usuario a una
alta tasa prevista de cáncer de pulmón, enfisema y
afecciones bronquiales. El alquitrán está
formado por un gran número de sustancias, algunas de ellas
como los benzopirenos, con acción cancerígena. El monóxido de
carbono del
humo aumenta la posibilidad de enfermedades
cardiovasculares. Tiene una gran capacidad de
combinación con la hemoglobina de la sangre, disminuyendo
la capacidad de ésta para transportar oxígeno a los
diferentes tejidos del
cuerpo, debido a lo cual, provoca, sobre todo, trastornos de tipo
nervioso y circulatorio.
Las sustancias irritantes (como la acroleína)
irritan las mucosas respiratorias y son las responsables de la
tos típica del fumador.
Las repercusiones que el hábito de fumar tiene
sobre la salud del fumador pueden ser muy graves y también
pueden tenerlas los fumadores pasivos. Es un error creer que los
efectos negativos se limitan a una simple irritación que
provoca tos o bronquitis. Está perfectamente demostrado
que la expectativa de vida de los fumadores es más baja
que la de los no fumadores, y que guarda relación con el
consumo diario y con la edad en que se empezó a
fumar.
Adicionalmente, los problemas afectan a quienes
inhalan el humo ambiental del tabaco (fumadores pasivos). Se ha
demostrado que este humo causa cáncer de pulmón en
los adultos y aumenta significativamente el riesgo de infecciones
respiratorias en los niños y de muerte infantil
súbita.
Encuestas realizadas por la Oficina de
Estudios Aplicados de la Administración de Servicios de
Abuso de Sustancias y de Salud Mental de
EE.UU. mostraron la correlación entre el uso del
cigarrillo y el uso de la marihuana en los adolescentes. Se
encontró que entre quienes habían fumado marihuana
alguna vez en su vida, el 74 por ciento habían fumado
cigarrillos antes de fumar marihuana. La encuesta
señaló además que los fumadores corrientes
tienen más probabilidades de ser grandes bebedores y usar
drogas ilícitas. Entre los fumadores, la tasa de uso
excesivo de alcohol (5 días o más de consumo de
cinco bebidas o más, durante el último mes) fue
13,8 por ciento y la tasa de uso de drogas, 14,7 por ciento. De
los que no fuman, 2,5 por ciento eran grandes bebedores y 2,6 por
ciento usaban drogas ilícitas.
Causas del tabaquismo
Factores personales. Falta de información sobre los riesgos del tabaco;
introversión, timidez y deseo de imitar a los
adultos.
Factores sociales. Grupo social del
fumador; publicidad
comercial de los medios de
comunicación; utilización del tabaco como medio
de contacto social.
Si se han detectado estos síntomas, la actitud a
adoptarse por parte de padres y educadores ha de consistir no
sólo en primer lugar, en evitar una actitud de
rechazo, sino en propiciar además un acercamiento, con el
fin de establecer un diálogo fructífero que permita
al afectado comentar sus problemas con personas de su entorno,
evitando así que sólo se sienta comprendido por su
"basca", por el círculo de compañeros en su misma
situación, quienes en nada podrán
ayudarle.
Son muchos los pasos que hay que dar y mucha la
paciencia necesaria para ayudar a un drogodependiente en su
recuperación e imposible enumerarlos todos aquí,
por lo que es aconsejable contactar desde el primer momento con
cualquiera de las muchas instituciones
que se dedican a la recuperación de drogodependientes
donde aconsejarán a los familiares sobre la actitud a
seguir.
Cuando el drogadicto ha llegado a tomar conciencia de
que, debido a la droga que está tomando, se halla expuesto
a serios problemas, se ha dado ya el primer paso para su
recuperación. Entonces es el momento de acompañarle
a un centro de recuperación para iniciar el
tratamiento.
Es cierto que el tratamiento suele ser largo y no son
infrecuentes las recaídas, pero no es menos cierto que
existe un margen para la esperanza ya que, en muchos casos, la
recuperación es total.
Prevención y recuperación
La prevención de las drogodependencias,
según los expertos, tienen tres objetivos:
El primero consiste en tratar de evitar la
aparición de la drogodependencia antes de que se
produzca.
El segundo tiene como fin el descubrir cuanto antes la
drogodependencia, de modo que permita atajarla o como
mínimo evitar que siga progresando.
El tercero tiene como objetivo
frenar la drogodependencia e iniciar la recuperación del
drogadicto.
La prevención de la aparición de la
drogodependencia es una batalla que hay que librar en varios
frentes. El primero de ellos es el interior del grupo familiar,
procurando proporcionar a los hijos la información precisa sobre las nocivas
consecuencias del consumo de drogas y sobre todo potenciando un
ambiente
familiar donde el joven se sienta orientado y comprendido. Esta
labor informativa debe ser complementada por la escuela, los
medios de
comunicación y la sociedad en general.
Otra batalla para la prevención ha de ser librada
por los administradores de Estado haciendo todo lo posible para
reducir, e idealmente eliminar, la posibilidad de disponer de
drogas por parte de los cuidadanos, combatiendo el narcotráfico.
Desgraciadamente las medidas preventivas a veces no son
suficientes y por ello, hay que estar atentos para detectar si
alguien de nuestro entorno ha sido atrapado por la
droga.
Los síntomas son muy variados, según la
droga que se esté administrando, pero los más
visibles y comunes suelen consistir en un cambio muy notable del
comportamiento que entraña el alejamiento del
núcleo familiar, el descenso notable en el rendimiento
escolar, el cambio de amigos, los cambios súbitos e
injustificados de humor, el abandono de las que habían
sido sus aficiones y mayor necesidad de dinero cuyo
destino le resulta difícil explicar, entre
otros.
Enfermedades inducidas por el tabaco
– Inflamación e irritación de las
vías respiratorias. Formación de tejido
precanceroso en los bronquios y los pulmones, que puede derivar
en cáncer broncopulmonar. Bronquitis crónica y
enfisema pulmonar.
– Infarto y arteroesclerosis.
– Gingivitis inflamatoria o ulcerosa. Cáncer de
lengua, de
mucosa y de suelo de la
boca.
– Cáncer de vías urinarias y de vejiga
– Complicaciones en el embarazo.
– Ulceras gástricas, gastritis y
esofagitis.
La información es uno de los factores
más eficaces, y en muchos casos el único, para
prevenir determinadas enfermedades. Con esta finalidad se recoge
en esta segunda parte, llamada Los trastornos de la salud, las
enfermedades, síndromes y procesos
patológicos más corrientes, ordenados
alfabéticamente. En cada capítulo se nos indica
qué podemos hacer mientras esperamos al médico o
antes de la visita al especialista. Sin embargo, esta información no puede ni debe sustituir al
médico, ni ayudar al autodiagnóstico o a la
automedicación, sino que pretende facilitar un mejor
entendimiento entre médico y paciente.
Tratamiento
La investigación realizada indica que el
abandono del hábito de fumar debe ser un proceso gradual
porque los síntomas de abstinencia son menos graves en
quienes lo hacen poco a poco que en quienes dejan de fumar de
repente. La tasa de recaída es mayor en las primeras
semanas y los primeros meses y se reduce mucho al cabo de 3
meses. En varios estudios se ha demostrado que la farmacoterapia
en combinación con apoyo sicológico y adiestramiento
práctico para superar las situaciones de alto riesgo, da
como resultado una de las tasas más elevadas de
abstinencia a largo plazo. Estudios económicos de la
conducta han encontrado que se puede reducir el uso del
cigarrillo con otras recompensas y refuerzos de la conducta. Uno
de estos observó que las mayores reducciones de uso de
cigarrillos se lograban cuando se aumentaba el costo de fumar en
combinación con la presencia de otras actividades de
recreación.
El chicle de nicotina es un fármaco
autorizado para el tratamiento de la dependencia de la nicotina.
La nicotina administrada de esta forma reemplaza a la que
contienen los cigarrillos y ayuda a los fumadores a dejar el
hábito. La tasa de éxito del tratamiento
antitabáquico con chicle de nicotina varía mucho
entre un estudio y otro, pero hay pruebas que
indican que es una manera inocua de facilitar el abandono del
hábito si se mastica según las instrucciones y se
administra estrictamente a pacientes bajo supervisión médica. Otro método
para dejar de fumar es el parche transdérmico de nicotina,
un parche cutáneo que distribuye una cantidad de nicotina
relativamente constante al usuario. Un grupo de
científicos del Centro de Investigaciones
Internas del National Institute on Drug Abuse de EE.UU.
estudió la inocuidad, el mecanismo de acción y la
probabilidad
de abuso del parche, que fue autorizado ulteriormente. El chicle
y el parche de nicotina se emplean como medidas auxiliares en los
programas para
acabar con el consumo de nicotina y ayudar a las personas a
mantener la abstinencia, reducir los síntomas de
ésta y evitar una recaída mientras se someten a
tratamiento para modificar su comportamiento.
CAPÍTULO 8:
CONSECUENCIAS EN EL USO DE DROGAS
El consumo de drogas, legales e ilegales, constituye un
problema de salud pública muy importante. Los riesgos y
daños asociados al consumo varían para cada
sustancia.
Además, es necesario tener en cuenta las variables
personales como el grado de conocimiento o
experiencia del usuario, su motivación, etc. y las propiedades
específicas de cada droga así como la influencia de
los elementos adulterantes.
Estas consecuencias son muy diversas y pueden agruparse
en dos grandes grupos:
SEGÚN EL TIPO
SALUD: el consumo de drogas origina o interviene en la
aparición de diversas enfermedades, daños,
perjuicios y problemas orgánico y
psicológicos.
Por ejemplo: Hepatitis, Cirrosis, Trastornos
cardiovascuolares, Depresión, Psicosis, Paraonia,
etc.
SOCIAL: los adictos a drogas, con frecuencia se ven
envueltos en agresiones, desorden público, conflictos
raciales, marginación,…
Cuando se comienza a necesitar más a las drogas
que a las otras personas pueden arruinarse o destruirse las
relaciones íntimas y perderse las amistades. Se puede
dejar de participar en el mundo, abandonar metas y planes, dejar
de crecer como persona, no intentar resolver constructivamente
los problemas y recurrir a más drogas como
"solución".
El abuso de las drogas puede también perjudicar a
otros, por ejemplo: el dinero con
que son pagadas las drogas puede privar a la familia de
satisfacciones vitales como comida o ropa. El discutir los
problemas y situaciones de la adicción puede generar
conflictos
familiares. Las reacciones violentas a las drogas pueden llevar
al usuario a cometer asaltos e incluso asesinatos. Si una
mujer
embarazada toma drogas sin control médico puede ocasionar
malformaciones genéticas en el nuevo ser que está
en gestión.
LEGAL: Abusar de las drogas es contra la ley. Los
ofensores (tanto los que experimentan como los que se dedican al
consumo de drogas) corren el riesgo de tener que pagar multas y/o
ser encarcelados. Un arresto puede significar vergüenza,
interrupción de los planes de vida, antecedentes penales.
Ciertas drogas pueden desencadenar una violencia
incontrolable y conducir al usuario a crímenes que son
severamente punibles por la ley.
ECONOMIA: dado el ingente volumen de
dinero que
mueve el mercado de las
drogas y el narcotráfico, tanto los consumidores como
los países contraen importantes deudas; se crean bandas
organizadas; se produce desestabilización económica
nacional, etc. El uso continuo de drogas puede ser muy caro, ya
que sus costos se elevan
a cientos y, en ocasiones, a miles de dólares por
año. Para sostener su hábito muchos usuarios
recurren al crimen.
SEGÚN EL NIVEL
INDIVIDUAL: son los daños experimentados por el
propio consumidor de drogas.
COMUNIDAD: el consumo de drogas genera multitud de
consecuencias negativas para la familia del
drogodependiente, sobre los amigos, los vecinos,…
SOCIEDAD: en la sociedad produce efectos sobre la
estructura y organización de la misma (aumento de las
demandas en los servicios de
salud, incremento de la inseguridad
ciudadana por delitos contra la
propiedad,
presencia del crimen organizado a través de las redes de
narcotraficantes).
¿CÓMO AFECTAN LAS DROGAS AL
CEREBRO?
Las drogas, introducidas en nuestro cuerpo por
diferentes vías, llegan alojadas en el torrente
sanguíneo hasta el cerebro atravesando la barrera
hematoencefálica. Una vez han llegado al cerebro, lugar
donde reside el control de las funciones superiores del ser
humano, alteran su normal funcionamiento actuando sobre unas
sustancias bioquímicas naturales llamadas
'Neurotransmisores'.
Las señales nerviosas viajan a través de
las células nerviosas, denominadas neuronas, que
están conectadas entre sí por las sinapsis. En la
sinapsis es donde se liberan los neurotransmisores, que
actúan sobre la siguiente neurona en
unos puntos específicos llamados receptores. La
interacción de los neurotransmisores en los receptores
produce una serie de cambios que permiten que la
infomación vaya de una neurona a
otra.
Las drogas alteran el funcionamiento cerebral
modificando la producción, la liberación o la
degradación de los neurotransmisores cerebrales de tal
forma que se produce una modificación del proceso natural
de intercomunicación neuronal y en la producción y recaptación de los
neurotransmisores.
De esta forma es como las drogas logran alterar nuestra
percepción sensorial, la sensación de dolor o
bienestar, los ritmos de sueño-vigilia, la
activación, etc. Estos cambios bioquímicos que se
producen en el seno del cerebro se tratan con medicación
con el objeto de restablecer el equilibrio
natural y permitir el normal funcionamiento de nuestro sistema
neurológico.
¿QUÉ HACER EN CASO DE URGENCIA POR USO DE
DROGAS?
Avisar inmediatamente a un médico, quien
decidirá las medidas que hay que tomar y
administrará, eventualmente un tratamiento.
Hay que informarle, lo más exactamente posible,
acerca del producto o
sustancia ingerida/fumada/inyectada (en todos estos casos
está garantizado el secreto profesional).
En caso de sobredosis de opio, heroína, morfina,
barbitúricos u otros medicamentos mientras se espera la
llegada del médico:
Si el sujeto aún respira bien y tiene buen pulso,
pero está inconsciente o comatoso:
– No darle nada de beber,
– No tenderlo de espaldas, sino volverlo de costado para que, si
vomita, no se ahogue;
Si el sujeto se vuelve azul, tiene dificultad para
respirar o ya no respira:
– Proceder inmediatamente a la respiración artificial, boca a boca, porque
en caso de paro respiratorio, la muerte sobreviene en unos
minutos. Para ello, volver totalmente la cabeza hacía
atrás, cerrar la nariz, soplar en la boca a intervalos,
unas 15 veces por minuto, hasta la llegada del médico o de
la ambulancia, o bien, hasta que se reanude normalmente la
respiración.
En caso de un "mal viaje" debido al LSD o
haschis:
Si el individuo comienza a sentirse muy angustiado,
perseguido o aterrado:
– Mostrarse muy amable con él, tranquilizarlo,
tratar de hacerlo 'volver'.
– Colocarlo en un ambiente
tranquilo y pacífico, rodearlo de afecto.
– Evitar toda broma de mal gusto que le pueda
angustiar todavía más.
– Evitar todo gesto que pudiera ser interpretado como
una amenaza; quedarse con él, nunca dejarle solo, y si
la agitación, la angustia, el delirio o el pánico
persisten, avisar a un médico.
CAPÍTULO 9:
PREVENCIÓN, AYUDA Y
ALTERNATIVAS
PREVENCIÓN
La prevención del abuso de drogas significa tomar
una actitud
positiva para oponerse al abuso de drogas, de modo que nunca se
convertirá en un problema. Para eso se
requiere:
- Entender el por qué del abuso de las
drogas. - Animar el desarrollo
de las cualidades individuales que llevan a la
satisfacción personal. - Identificar las condiciones bajo las cuales haya
más probabilidad de
que comience el abuso de drogas. - Apoyar el esfuerzo continuo de comunicación entre padres, niños
del mismo grupo, la comunidad y las
escuelas. - Crear alternativas que ayuden a satisfacer las
necesidades de las personas. - Comprometerse a ayudar permanentemente porque no
basta asistir a una conferencia de
vez en cuando.
Para ayudar a prevenir el abuso de las drogas hay que
animar el desarrollo de
las cualidades positivas, esto es: ayudar a gente joven a
desarrollar actitudes,
valores y
comportamiento que conduzcan a la fortaleza interna, la
satisfacción y el alcance de metas. Entre las cualidades
importantes se encuentran:
- El amor propio,
los que se estiman a si mismos y creen en sus propias
habilidades tienen menos riesgo de abusar de las
drogas. - El asistir a la escuela con
confianza, el frecuentar cursos pueden
ser una experiencia placentera para los que se
desempeñan bien. Hay que animar a los estudiantes a que
desarrollen hábitos de estudio que lleven al
éxito en las aulas y a tener confianza en ellos
mismos. - Responsabilidad, los que acostumbran a tomar
decisiones desarrollan un mayor sentido de responsabilidad y aprender a tomar decisiones
prudentes acerca de muchas cosas, incluyendo el abusar de las
drogas. - Ambición, los que quieren alcanzar el
éxito con frecuencia rechazan las drogas porque se dan
cuenta que ellas pueden interponerse a sus metas. - El bastarse a uno mismo, cuando las personas aprenden
a entretenerse ellas solas y a satisfacer su propia curiosidad,
quedan mejor preparadas para actuar
independientemente. - Simpatía, la sociabilidad puede ayudar a las
personas a hacer amistades y a mantenerlas. Los que
experimentan la aprobación social corren menos riesgo de
abusar de las drogas para ganarse la aprobación de sus
iguales. - Oprimismo, las personas alegres, que se interesan en
la vida y que esperan las cosas buenas que la vida trae, pueden
corren menos riesgo de abusar de las drogas. - Asiduidad, el establecer metas razonables y el
esforzarse por alcanzarlas puede dar satisfacción
personal y
evitar el aburrimiento.
AYUDA
¿Las personas que usan drogas necesitan
ayuda?
En muchos casos, sí. Dejar el hábito de la
droga sin ayuda externa puede resultar peligroso (debido a los
síntomas de abandono) y difícil (debido a la
necesidad psicológica).
Puede obtenerse ayuda y/o información a través de muchas
agencias, dependencias y personas privadas y públicas. Por
ejemplo:
Centros y clínicas de tratamiento de drogadicción, que se especializan en tratar
a personas con problemas de drogas.
Hospitales que tratan a pacientes internados o
externos.
Centros de salud mental y de
orientación, que pueden tratar a personas con problemas de
drogas analizando los problemas subyacentes.
Agencias de salud pública y de servicio
social, pueden proporcionar consejos prácticos, derivar
profesionales, etc.
Residencias intermedias, que brindan tratamientos en
residencias para personas con problemas de
Drogas.
Centros de desintoxicación, que se ocupan
específicamente de los problemas de alcoholismo y otros
relacionados a éste.
Alcohólicos Anónimos, brindan ayuda y
apoyo a las personas que tienen problema con la
bebida.
Otros, incluyen: Médico familiar, miembros del
clero, asesores sobre alcoholismo, psiquiatras y
psicólogos.
Todos los anteriores nos ofrecen diversos programas de
tratamientos. Cada persona, de acuerdo a su caso, puede recibir
uno o más clases de tratamiento, incluyendo:
- Supervisión médica, para ayudar con los
síntomas de abandono de la droga (como vómito,
temblores, calambres, depresión severa,
etc.) - Mantenimiento de la metadona, para los adictos a la
heroína. Ésta bloquea la necesidad física
de la heroína y deja que la persona vuelva a tener un
estilo de vida más normal. - Orientación, psicoterápia, grupos de
encuentro, etc. brindan un apoyo moral y
contribuyen a tratar las causas de abuso de drogas. - Rehabilitación, incluyendo orientación vocacional puede ayudar a la
persona a retomar una vida comunitaria más
productiva. - Empleo de drogas, para eliminar los efectos de los
narcóticos. - Comunidades terapéuticas, ayudan las personas
que abusan de las drogas a mantenerse alejados de ellas y
superar los problemas.
ALTERNATIVAS
¿Por qué buscar alternativas a las
drogas?
Porque en la vida hay experiencias superiores,
más seguras y valiosas que el tomar drogas. Estas
experiencias implican hacer algo que uno encuentra excitante,
satisfactorio, importante y estimulante. He aquí algunos
ejemplos:
Alternativas físicas:
– Baloncesto –
Hacer caminatas
– Tenis – Cultura física
– Natación – Aprender a bailar
– Jogging – Racketball
– Gimnasia –
Aeróbicos
– Montar bicicleta – Escalar
Alternativas emotivas:
- Prestar ayuda voluntaria a las personas y organizaciones
a las cuales se pueda ayudar, tratando de cultivar un talento
en especial (escuchar a los demás, enseñar alguna
materia en
especial, etc.). - Conversar con un consejero acerca de los problemas
que causen perplejidad. - Asistir a cursos que
enseñen a tener confianza en un mismo y que animen el
crecimiento personal. - Aprender a expresar sentimientos negativos de manera
efectiva por medio de conversaciones, por escrito,
etc.
Alternativas intelectuales:
- Juegos de matemáticas, ajedrez.
- Escribir cuentos,
poesía. - Estudiar a fondo una materia
favorita. - Aprender un trabajo manual
nuevo. - Componer música o
aprender a tocar un instrumento. - Leer.
- Aprender fotografía.
Alternativas sociales:
- Formar un club que tenga que ver con su actividad
favorita. - Organizar un grupo de deportes o
debates. - Hacer amistades nuevas.
- Prestar servicios a
una comunidad o a
una causa nacional en la que se interese.
Todas estas actividades se les puede ubicar preguntando
las actividades que ofrecen las organizaciones de
la comunidad en que
se vive. Estas comprenden escuelas, colegios comunitarios,
programas de
educación
para adultos, casas de cultura, clubes de jóvenes,
bibliotecas,
etc.
Confirmación o desconfirmación de
hipótesis
De acuerdo a la investigación anterior podemos observar que
los jóvenes abusan de las drogas para sentirse mejor
consigo mismos, sin ver que se provocan un mal irremediable que
les puede llevar a la muerte. Esto se debe principalmente a la
falta de confianza en sí mismos y al dejarse influenciar
por los medios masivos
de comunicación.
Se ha determinado que en dosis reguladas, las drogas
pueden producir un bien (cuando se usan bajo control y vigilancia
médica), como combatir enfermedades o aminorar el dolor.
Pero el mal uso de esas drogas es lo que ha provocado un abuso
descontrolado, manifestado principalmente en los
adolescentes.
También podemos decir que el abuso de drogas se
debe a la falta de información o desconocimiento preciso del
daño que pueden causar al ser ingeridas de manera
anárquica.
CONCLUSIÓN
Las drogas son agentes naturales o químicos que
afectan las funciones y la estructura del cuerpo de los seres
vivientes. Cambian la manera de actuar, pensar o sentir de
quienes las consumen. Los tipos más comúnmente
utilizados son:
Antibióticos – substancias producidas por
bacterias y
otros organismos, cuya función es destruir o inhibir el
crecimiento de ciertos microorganismos en el cuerpo.
Estimulantes – son drogas que estimulan el sistema nervioso
central y excitan las actividades funcionales del
organismo.
Sedantes – son drogas que producen calma y
relajación muscular debido a que retardan el
funcionamiento del sistema nervioso
central.
Inhalantes – son solventes volátiles, aerosoles o
vapores que se inhalan por vía nasal.
Narcóticos – son las drogas derivadas del
opio, algunas de ellas sintéticas, las cuales son
sumamente adictivas.
Las drogas recetadas son preparadas en su justa medida
para usarse con la frecuencia adecuada, por lo que benefician
nuestra salud ayudándonos a combatir las enfermedades. Sin
embargo, las drogas ilícitas que se venden en la calle se
consumen en su forma pura, combinaciones o derivados. Utilizadas
esporádica o adictivamente, intoxican y van deteriorando
los órganos vitales hasta degradar al ser humano a un
estado de total inutilidad que puede concluir con su
muerte.
La drogadicción es en realidad un
fenómeno muy antiguo que en nuestros días se ha
manifestado intensa y masivamente. Se observa en todas las edades
y en todos lo grupos socioeconómicos; pero, según
hemos visto el abuso de los fármacos perjudica enormemente
la economía y
la salud de los adictos, orillándolos a cometer delitos por la
necesidad de obtener la sustancia a la que es adicto, ya sea
robando o vendiendo la droga o induciendo a otros que no la han
probado.
El abuso de las drogas sólo puede brindarnos un
"escape temporal" del mundo. Los riesgos son grandes y los
resultados pueden ser fatales. De nosotros depende continuar con
la lucha en contra de las drogas para evitar hechos lamentables e
irremediables.
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS:
– Walter Modell
DROGAS
Colección Científica TIME LIFE
2ª edición, 1978
Capítulos 1 a 8
FOLLETOS:
Todo lo que Usted Debe Saber Sobre la
Marihuana
Social Concerns Program
Health Service Department
San Diego City Schools
1988
Sobre la Cocaína
Social Concerns Program
Health Service Department
San Diego City Schools
1988
Sobre la Prevención del Abuso de las
Drogas
Social Concerns Program
Health Service Department
San Diego City Schools
1989
Como el Alcohol y las Drogas Afectan la Habilidad
para Conducir
Social Concerns Program
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1987
PÁGINAS WEB:
CATÁLOGO DE DROGAS
www.alianzaprsindrogas.org/catalogo.htm
EFECTOS DE LAS DROGAS
SALUD Y MEDICINA
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www.compuserve.com.ar/resistencia/ichi/drog1.htm
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www.prosat.net.mx/ramon/drogas.htm
GUÍA MÉDICA
http://explored.hoy.net/guia/fas7d.htm
Autor:
Luis Alberto Duarte
López
Karina Gutiérrez
Herrera
Alejandra Karina Rojas Giles
Isabel Silva Merino
BUAP
H. Puebla de Z., a 10 de diciembre de 1999.
Cualquier duda o aclaración sobre el presente
texto, favor
de dirigirse a la atención de:
Srita. Isabel Silva Merino
E-mail: