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Las drogas




Enviado por isilva



    PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

    En la sala de emergencias de un hospital, un
    médico se inclina sobre un niño inconsciente, cuya
    respiración es rápida y superficial,
    si bien su pulso es violento. Sus padres aterrados, acurrucados
    por ahí, sólo saben que se tragó "unas
    píldoras".

    Se le hace un lavado de estómago y se ordena una
    prueba sanguínea, que confirma lo que se sospechaba: que
    sufre salicilismo agudo, debido a que tomó un
    puñado de aspirinas. Lo había puesto de muerte en una
    de las drogas
    más útiles de la ciencia,
    que es también una de las principales causas del
    envenenamiento en los niños.

    En la espesura de la selva amazónica, un cazador
    jíbaro carga en silencio su cerbatana con un dardo cuya
    afilada punta está cubierta con una resina pardusca.
    Apunta el largo tubo de 5 metros a un mono trepado a 10 metros:
    con un leve soplido envía su pequeño proyectil. El
    mono salta al recibir el dardo, parlotea un momento, se tambalea
    y cae. En menos de 5 minutos dejó de respirar.

    La resina pardusca que mató al mono es el curare,
    una de las sustancias naturales más tóxicas;
    purificada es un valioso auxiliar de la cirugía,
    inyectando en dosis minúsculas, relaja los músculos
    del abdomen para que el cirujano pueda operar sin miedo de
    espasmos musculares.

    Estas dos anécdotas resumen lo que probablemente
    es el hecho más fundamental sobre las drogas: todas
    las drogas son
    venenos y todos los venenos son drogas. Por
    ello no es de extrañar que la palabra pharmakon, de
    la que se derivan palabras como "farmacia", "farmacopea", etc.
    significara originalmente tanto una bebida curativa como una
    mortal.

    En un sentido más lato, una droga –o
    veneno- es toda sustancia que pueda producir una
    alteración en la función o la estructura del
    tejido vivo. (Una bala que se incrusta en el cuerpo altera,
    incuestionablemente, su funcionamiento, pero su efecto es
    mecánico más que químico, por lo cual no
    puede clasificarse como una droga.)

    La palabra "drogas"
    implica sustancias medicinales, o sea aquellas que, administradas
    en dosis reguladas, producen cambios deseables en el cuerpo humano,
    contraatacando la enfermedad o aliviando el dolor. Gracias a
    algunos medicamentos, casi se han desterrado ciertas enfermedades y se han
    aliviado los efectos de otras. Se puede acelerar un corazón
    desfalleciente o frenar uno acelerado, subir o bajar la
    tensión sanguínea, regulas la secreción de
    los riñones y, en general realizar docenas de tareas
    benéficas.

    Las drogas pueden
    alterar el funcionamiento del sistema nervioso:
    los anestésicos borran el dolor del bisturí del
    cirujano; los tranquilizadores calman las angustias de los
    neuróticos y sicóticos, aunque su acción no
    siempre es benéfica. El alcohol induce
    a la euforia y también al atontamiento comatoso; los
    narcóticos calman el dolor o producen hábito. Los
    alucinógenos, como el LSD, quizá ensanchen la
    conciencia, pero
    también deforma la mente hasta llevarla a la misma
    locura.

    Las cualidades contrapuestas de estas drogas del
    sistema nervioso
    central nos indican una verdad básica sobre todas
    las drogas: mal
    usadas, y a veces bien usadas, pueden convertirse en venenos, que
    producen reacciones perjudiciales que van desde nauseas hasta
    la muerte.
    Hasta las medicinas más benéficas tienen efectos
    adversos. Hay quien afirma que en los Estados Unidos el
    5% de los pacientes de los hospitales sufren la reacción
    de alguna droga o
    medicina. Lo
    mejor que podemos decir de cualquier medicina es que
    sus buenos efectos compensan los malos, en la mayor parte de los
    enfermos y las más de las veces.

    Por milenios el hombre ha
    buscado medicinas que cumplan más funciones con
    mayor eficacia y
    seguridad. Esta
    búsqueda ha tenido lugar en los más extraños
    sitios: en las selvas sudamericanas, de donde es originario el
    curare; en los brebajes de los exorcistas y hechiceros
    especializados en el uso de hierbas, que nos han legado por lo
    menos veinte medicinas útiles, etc.

    Sin embargo, para el farmacólogo el "problema de
    las drogas" es
    mucho más amplio que la simple búsqueda de
    medicinas nuevas y mejores, más amplio aun que los grandes
    dilemas médicos y sociales que nacen del abuso de ciertas
    drogas. A
    nuestro alrededor hay toda clase de sustancias que nos afectan
    químicamente y que penetran en nuestro organismo,
    así no traguemos jamás una pastilla o una
    píldora. Los jabones, enjuagues, desodorantes y
    depilatorios del baño son drogas;
    también detergentes limpiadores y abrillantadores de la
    cocina, pinturas y solventes con que pintamos nuestras casas. No
    hay ninguna sustancia en nuestro medio que, en ciertas
    circunstancias, no obren como droga. Hasta
    el agua
    destilada más pura, ingerida en cantidad bastante, puede
    robarle al organismo tanta sal que produzaca un estado
    semejante al agotamiento por calor. El
    exceso de agua, digamos
    tres o cuatro litros, produce en los niños la muerte por
    envenenamiento.

    Actualmente, las drogas no
    medicinales son mucho más numerosas, mucho menos
    inevitables y, en su mayor parte, mucho menos entendidas que
    las drogas
    medicinales. Sin embargo, una mejor comprensión de
    las drogas en
    el medio ambiente
    es tan capital para
    el hombre como
    lo es un buen conocimiento
    de las medicinas. Apenas comenzamos a entender la forma en que
    nuestro medio y las drogas que
    contiene pueden darnos la salud o la enfermedad y
    hacernos vigorosos o débiles. Sin un conocimiento
    más profundo de las drogas, la civilización corre
    el gran riesgo de
    envenenarse a sí misma con su ingente número de
    desechos industriales y químicos.

    Si en su sentido amplio las drogas son evidentemente
    hijas de la civilización, en sentido estricto casi
    seguramente la precedieron. Casi todos los pueblos que aun son
    primitivos, usan una o dos drogas por lo menos. Así por
    ejemplo, los aborígenes australianos, considerados como
    una de las culturas más primitivas de la Tierra,
    mastican la planta pituri por sus efectos narcóticos.
    También la usan para envenenar peces.

    Es razonable suponer que hace 10,000 o quizá
    50,000 años, nuestros antepasados prehistóricos
    emplearon brebajes parecidos. Es indudable que ha de haber habido
    cierto saber farmacológico en la supervivencia del
    hombre, ya que
    su paladar, cuando está hambriento, acepta de todo. Hasta
    los antepasados más simiescos han de haber distinguido por
    instinto, inteligencia o
    marga experiencia, entre las plantas
    alimenticias y las venenosas, entre las comestibles en tiempo de hambre
    y aquellas que llevaban en sí el dolor.

    Del hombre
    precivilizado tenemos que hacer conjeturas; en cambio,
    sabemos que desde los comienzos de la civilización del
    hombre
    tomó drogas. Los sumerios hicieron drogas medicinas con
    sal, salitre, casia, mirto, asafétida y tomillo,
    también con semillas, raíces o cortezas de sauces,
    abetos, perales, higueras y datileras. Arañadas en
    tablillas de barro húmedo, sus médicos prescibieron
    recetas como estás: "la semilla de la planta del
    carpintero; gomorresina de marcasí;
    tomillo. Pulverícese. Disuélvase en cerveza.
    Tómese". Por desgracia, los médicos sumerios no
    indicaban cantidades ni identificaban enfermedades que curaban,
    por lo que más que un bien provocaban un mal, y junto a
    eso su uso indebido de las drogas, provocando la adicción
    y la destrucción del hombre.

    Pero, a juzgar por los documentos
    médicos más amplios y precisos de los antiguos
    egipcios, los aciertos terapéuticos de aquellas
    prescripciones primitivas no fueron muchos. Muchas sí,
    contenían sustancias que sabemos que son drogas, pero a
    excepción de unos cuantos casos, los efectos de la
    droga, o sus
    dosis, o su modo de empleo, eran
    del todo inadecuados para tratar la enfermedad.

    Delimitación del Tema

    La época tan conflictiva que nos ha tocado vivir
    es prolífica a los cambios acelerados en todos los
    aspectos de la vida y las relaciones
    humanas; un fenómeno notable por su extensión y
    por sus consecuencias económicas, sociales, morales y de
    salud individual
    y social es el consumo de
    sustancias tóxicas, generalmente conocidas como "drogas",
    aunque debemos aclarar que todas sustancia química o natural que
    ingerimos para causar un efecto en nuestro organismo, ya sea para
    calmar el dolor o curar de una enfermedad es una droga. Por lo
    mismo hay drogas lícitas e ilícitas, permitidas o
    prohibidas por la ley y la sociedad. De
    todas formas, el mal uso o el abuso de algunas de ellas causa
    graves daños, a veces irreversibles, al organismo, sin
    contar con las consecuencias legales derivadas de la
    adicción.

    Según se ha observado, las adicciones
    encuentran campo fértil entre los jóvenes
    estudiantes de secundaria, bachillerato y universidad. Ya
    sea por curiosidad, por inexperiencia, por buscar una salida a
    los grandes problemas que
    conlleva la adolescencia o
    por una mezcla de todo lo anterior, los jóvenes son presa
    fácil, debido a su inexperiencia y a la falta de control por parte
    sus mayores.

    Justificación del Tema

    El presente trabajo tiene la intención de
    informar a los jóvenes sobre el peligro que corren al
    consumir drogas. Que no lleva a nada bueno, sino a la
    autodestrucción. Que sus problemas, en
    vez de solucionarse (como muchos piensan), empeoraran, ofreciendo
    un escape temporal e imaginario de la realidad.

    Otra razón por la cual hemos decidido investigar
    sobre el abuso de las drogas es por complementar parte de nuestra
    educación
    superior y para tener un mejor conocimiento
    sobre un problema que ataca nuestra sociedad.

    Joven amigo: Si estas letras llegan a tus manos,
    entérate del contenido y mira la manera de defenderte para
    no caer en la tentación de adquirir un mal hábito
    que hará sufrir a tus seres queridos y tarde o temprano
    acabará con tu vida tan preciosa y promisoria.

    Planteamiento de Hipótesis

    Actualmente nuestra sociedad se
    enfrenta a uno de los problemas
    más peligrosos: el abuso de las drogas. Estas atacan
    principalmente a niños y jóvenes, sin importar
    sexo, religión o
    posición social. El problema está en que los
    afectados creen que el consumir drogas es algo que los beneficia,
    siendo todo lo contrario. Una de las principales causas -que
    hemos considerado parte del problema- de que los jóvenes
    consuman drogas, es pertenecer a un determinado grupo de
    "amistades", el imitar a un artista o elevar su autoestima,
    además de utilizarlas con fines deportivos y escolares,
    para aumentar su rendimiento. Además de esto nos
    encontramos con varias incógnitas: ¿Qué tan
    benéficas o perjudiciales son las drogas? ¿En
    verdad es cierto que drogas como la aspirina en dosis reguladas
    no causan adicción? ¿Qué efectos causan en
    el organismos? ¿Cómo se les encuentra? Todo esto y
    más nos hemos propuesto a contestar con el presente
    trabajo.

    INTRODUCCIÓN:

    Las Drogas- ¿La solución o el
    problema?

    "La religión es el opio
    del pueblo." es una cita celebre de las obras de Karl Marx.
    Marx es uno de
    los pensadores grandes que han cambiado el mundo, Freud y Darwin son por
    ejemplo en el mismo grupo. Sus
    teorías
    han compelido al mundo a pensar de otro modo en todo. La teoría
    darwinista demistificó en parte el origen del
    género humano y refutó la explicación
    primitiva que encontramos en el libro de
    Génesis. Su teoría
    sustituyó lo místico con lo real. El mundo educado
    ya no tiene fe en la religión y prefiere
    la ciencia.
    La ciencia
    está comenzando a demostrar que el celebro es como una
    máquina química y no es una
    vasija de la alma. Si esta teoría
    fuera correcta todos nuestros pensamientos y emociones
    estarían solamente químicos; reduciría
    toda

    nuestra alegría y todo nuestro dolor al nivel de
    una reacción. Hoy en día parece que las
    químicas son la explicación y la solución de
    todo. Las drogas son químicos. Por consiguiente, podemos
    ordenar de nuevo la frase y decir que las drogas son la religión del
    pueblo.

    A un nivel más vulgar, parece que la frase es
    correcta también. El abuso de drogas, legales y ilegales,
    se encuentra en todas partes. El papel que las
    drogas y la filosofía pasota hicieron durante los
    años sesenta era enorme. El reblandecimiento general de la
    moralidad en Europa del oeste
    y los Estados Unidos ha
    permitido a la cultura de
    drogas de expandirse. Vivimos hoy en una sociedad donde
    una mitad de los jóvenes los cuales tienen
    dieciséis años han probado la droga marihuana y un
    cuarto han probado la anfetamina. Más serio aún,
    los gobiernos están luchando una batalla ardua contra las
    drogas. Según el grupo de
    acción financiera del G7, las ventas anuales
    de cocaína, heroína y canabis representan 120.000
    millones de dólares en los Estados Unidos y
    en Europa. Esta suma
    inconcebible financia los carteles ilegales globales de crimen
    organizado que están empezando a gobernar en los paises
    subdesarrollados. ¿Vamos camino de la ruina o debemos
    permitir a los jóvenes de disfrutarse?

    Se reconocieron hace mucho tiempo que el
    tabaco y su humo
    eran dañinos. El rey inglés
    Jaime I dijo al principio del siglo diecisiete que "El fumar
    tabaco es una
    costumbre… peligrosa para los pulmones." Los avíos
    científicos modernos han identificado cuatro mil
    sustancias en el humo de tabaco. Muchas de
    éstas son venenosas y cancerígenas. El cáncer de
    pulmón es treinta veces más frecuente en los
    grandes fumadores que en los abstemios. Durante la semana pasada,
    el gobierno
    anunció que el humo de tabaco da el
    cáncer de pulmón a los fumadores pasivos. El fumar
    es mortífero (un hecho que todo el mundo ya
    supo).

    La droga que mata el segundo mayor número de
    personas es posiblemente el alcohol. Un
    tercio de los conductores matados en accidentes en
    carretera habían ingerido más de la cantidad
    permitida. Lo que mata la mayor parte de los franceses es el mal
    de hígado que se relaciona con el consumo alto
    de bebidas alcohólicas. Las pruebas
    científicas han demostrado que el alcohol reduce
    la cantidad de oxigeno que va
    al cerebro, causando
    daño irreversible. La cantidad de alcohol que
    puede matar es solamente diez veces más de la cantidad
    necesitada para los afectos queridos. Parecería que el
    alcohol es
    ridículamente dañino, si viéramos al mismo
    ratio para el canabis: necesita una cantidad cuarenta mil veces
    más grande que la cantidad necesitada para los afectos
    queridos para matarse. Las estadísticas revelen que cada año
    hay cinco mil personas que mueren por sobredosis de alcohol y no
    ha habido nunca una muerte causada
    por el sobredosis de marihuana.
    ¿Podemos decir por tanto que el canabis es más
    seguro que el
    alcohol? Hay indicios que el uso constante de canabis reduzca el
    nivel de testosterona en varones. Éste significa que los
    fumadores de esa droga sufren de una
    ‘des-androgenísación’. La marijuana
    puede impedir también la memoria a
    corto plazo, aunque solamente temporalmente. Esta
    disminución puede durar treinta días que significa
    que la marihuana es
    una droga seria.

    Durante los años sesenta una sociedad
    alternativa nació. La cultura
    tomó inspiración desde las alucinaciones creadas
    por la dimetilamida del ácido lisérgico o el LSD.
    Este droga influyó a los escritores de la música popular, por
    ejemplo los Beatles y su álbum "Sargeant Pepper´s
    Lonely Hearts Club Band"

    , los cuales influyeron por turnos el pueblo y avanzaron
    el movimiento. El
    líder
    ‘espiritual’ del movimiento era
    un profesor universitario de la psicología, Timoty
    Leary. Vio el ‘ácido’ como una forma de buscar
    ‘las otras realidades’ y ‘la iluminación
    de Buda’. Esa droga podía abrir "Las puertas de la
    percepción". Parecía que el LSD era
    la solución. Sin embargo, parece hoy que esa droga
    creó la confusión en lugar de la claridad, el
    misticismo en lugar de la verdad.

    Las estadísticas revelan que los ingleses
    utilizan posiblemente la droga éxtasis veinticinco
    millones de veces cada año; consumiendo media
    millón de tabletas cada semana. Hay cinco muertes causadas
    por el éxtasis anualmente. Podemos decir por tanto que hay
    una posibilidad sobre cinco millones de morir del éxtasis.
    Por contaste con éste, hay diez muertes causadas por la
    pesca cada
    año que se practica cuarenta y cinco millones de veces
    durante la misma época. Por eso, hay una posibilidad sobre
    cuatro millones, quinientos mil de morir de la pesca. Podemos
    decir que el éxtasis es más seguro que la
    pesca?
    Estudiando los indicios científicos revela que el
    éxtasis es más peligroso. Cuando un bailador en una
    discoteca toma la droga éxtasis, unos químicos
    fluyen directamente al cerebro y afectan
    los lóbulos que hacen que nos sintamos cansados y que
    necesitemos el sueño. La teoría
    científica es que la droga obstruye las señales de
    estos lóbulos y permite al consumidor bailar
    por todo la noche. La droga crea un sentido de euforia.
    Éste ocurre porque hay una gran oleada de la química serotonin.
    Serotonin es un neuro-transmisor que se encuentra en el cerebro
    naturalmente y que ayuda a evitar la depresión.
    Las últimas pruebas con
    animales han
    demostrado que el éxtasis agota las reservas de serotonin
    del cerebro. Si estas
    pruebas son
    correctas los consumidores de más de veinticinco tabletas
    de la droga sufrirán de depresión
    en la vida más tarde. Los científicos encontraron
    también que un consumidor del
    mismo número de tabletas recuerda a corto plazo
    veinticinco por ciento menos por regla general que un abstemio.
    Hay que saber que el éxtasis no es una droga
    segura.

    El nombre ‘Leah Betts’ ha llegado a ser
    sinónimo en Inglaterra con la
    tragedia que las drogas pueden causar. Señorita Betts
    celebró su decimoctavo cumpleaños tomando el
    éxtasis. Se abandonó al pánico y
    bebió tal gran cantidad de agua que fue
    en estado de
    coma. Unos días después murió. Los padres de
    Leah empezaron una campaña en contra del éxtasis.
    Los periódicos imprimieron muchos artículos sobre
    su muerte.
    Había pósteres que exhibieron una fotografía
    de Leah muriendo en hospital junto a un sistema de
    respiración artificial. La campaña
    tuvo la intención de disminuir el uso del éxtasis.
    No obstante, la campaña no ha tenido éxito. El
    año pasado la aduana se
    incautó de veintiuno por ciento más de
    éxtasis que el año anterior que indica que la
    petición de la droga no ha bajado nada. Parece que los
    consumidores no hacen caso de los peligros y la publicidad de los
    riesgos no
    parará el uso de la droga. Propongo que el uso
    bajaría si la droga pasase de moda. Los
    bailadores consumirán el éxtasis hasta que aquel
    llegue.

    Si consideráramos el éxtasis como una
    droga arriesgada, deberíamos ver la heroína y la
    cocaína como unas drogas dañísimas. La
    adicción a estos estupefacientes es muy fuerte y casi
    inquebrantable. También, las agujas compartidas que los
    drogadictos de heroína utilizan, pueden propagar el SIDA y la
    hepatitis. La
    heroína y la cocaína tienen tal poder sobre un
    toxicómano que la droga está el punto sólo
    de su vida. Para comprar la droga, los drogadictos roban y
    asaltan. Si un toxicómano consumiera una cantidad de
    heroína o de cocaína de valor de
    noventa mil de libras (aproximadamente veintidós millones,
    quinientos mil de pesetas) cada año (que es una
    estimación razonable y informada), debería robar
    cosas que tienen el mismo valor en
    total. Es evidente por lo tanto que lo que causa la
    mayoría del crimen de la calle es la drogadicción.

    Los narcotraficantes pasan de contrabando la
    heroína desde Asia hasta
    Europa. Se pasan
    de contrabando de un modo parecido la cocaína desde
    Colombia y
    América
    del Sur hasta los Estados Unidos.
    Los carteles de heroína y de cocaína que controlan
    el narcotráfico están subiendo al
    poder en los
    países que estaban comunistas y en los países
    subdesarrollados. Por ejemplo, hay mil nuevos bancos en Rusia,
    se piensan que dos tercios de ellos son corrompidos. Los
    países que compran las drogas comprenden que deben hacer
    más severo la aduana y
    colaborar consigo en luchando contra el narcotráfico. Sin embargo, los carteles con
    sus fondos sin límites pueden emplear los mejores abogados
    y comprar las armas más
    sofisticadas. Por lo tanto, será casi imposible
    vencerlos.

    Los indicios científicos demuestran que las
    drogas son sin excepción dañinas para la salud mental y
    física. Si
    una persona prudente
    viese a la evidencia que confirma la frase previa, no
    tocaría nunca las drogas. No obstante, ¿es el mundo
    un sitio más pobre a causa de las drogas? El arte y la
    creatividad de
    John Keats, Honoré de Balzac y Jim Morrison (tocaron el
    opio, el café y el alcohol y ácido respectivamente)
    eran inspirados por las drogas. En este caso, las drogas
    mejoraron el mundo. ¿Éste justifica el uso de
    drogas? Pienso que no. El mundo es menos rico a causa de sus
    muertes prematuras. También, Keats, Balzac y Morrison eran
    genios natos y un hombre medio
    no se hace un artista si tome una droga; por consiguiente el uso
    extenso de drogas no puede justificarse. Las drogas
    podrían quizas mejorar el mundo y le inspirarían
    mucho si no fueran tal peligrosas. Sin embargo, son peligrosas
    por lo tanto no son la solución.

    CAPÍTULO 1:

    EL VIEJO ARTE DEL
    FARMACÉUTICO

    De los millones de personas que diariamente toman
    aspirina o bicarbonato, poquísimas saben que están
    recurriendo a un remedio que, en su esencia, se usa hace decenas
    de siglos. Mucho antes de la era de la ciencia
    moderna, los médicos contaban ya con una amplia
    farmacopea, compuesta en general, de brebajes fantásticos
    de ningún valor
    terapéutico, aunque incluían algunas sustancias en
    cuya eficacia se cree
    aún.

    Los egipcios del tiempo de los
    faraones sabían que el aceite de ricino era laxante; los
    babilonios fueron los primeros en usar la mortal belladona contra
    espasmos de la tos, y los chinos descubrieron que el
    hígado y el hierro curan
    la anemia.

    Los grandes médicos griegos, como
    Hipócrates, reunieron y recetaron las drogas más
    eficaces de las antiguas civilizaciones y transmitieron su saber
    a Roma, la cual
    dio al mundo recetas uniformes y la primera botica. En la
    Edad Media,
    los alquimistas árabes aplicaron su saber a la
    fabricación de drogas, y muchos de sus descubrimientos
    –alcohol destilado, extractos vegetales- siguieron
    vendiéndose en las boticas del siglo XVII junto con
    ingredientes tan antiguos y singulares como las perlas
    machacadas, los dientes de lobo pulverizados y las momias
    molidas.

    DROGAS DEL MUNDO ANTIGUO

    El testimonio más antiguo del uso de drogas es
    una tablilla de hace 4000 años, en la que el sumerio
    anónimo enumera una docena de remedios contra enfermedades que no
    menciona. Unos 500 años después, un médico
    egipcio enumeró unos 800 remedios con más de 700
    drogas. Una receta para niños llorones contenía
    semillas de amapola, la fuente del opio del elíxir
    paregórico, y excremento de mosca. Los médico
    sacerdotes de Egipto
    administraron drogas en 14 formas diversas, desde píldoras
    hasta emplastos, y en ciertos conocimientos mezclaban drogas con
    grasas animales para
    producir pomadas medicinales.

    Los razonables griegos, de los primeros en intentar la
    evaluación práctica de los
    medicamentos, desecharon muchas drogas que habían
    heredado. Hipócrates se limitó a unas 260, entre
    ellas a la escila, buen estimulante cardiaco, hoy en desuso.
    Buscaron en su mundo mediterráneo drogas como el tan
    alabado sílfium del África del Norte.

    Roma
    aportó su genio organizador a la recolección,
    preparación y venta de las
    medicinas griegas. Las recetas se hacían cuidadosamente
    con cantidades precisas de ingredientes
    específicos.

    Y más allá del mundo romano, otras grandes
    civilizaciones cantaban ya con amplísimas farmacopeas,. El
    legendario emperador chino Shen Nung codificó unas 365
    hierbas en el Pen T´sao donde los catalogaba como
    magníficas, medianas e inferiores. Entre las mejores
    había un arbusto hoy conocido como Ephedra sinica, que
    recomendaba para enfermedades pulmonares, y
    sirve contra el asma y otras enfermedades
    alérgicas.

    Se sabe menos de las drogas de las civilizaciones
    precolombinas, pero una al menos, la hoja de la coca, aun la
    mascan los indios peruanos, como lo hicieron los incas.

    LA HERENCIA DE
    DIOSCÓRIDES

    A través de las obras de Dioscórides, gran
    parte del saber farmacéutico griego y romano llegó
    a Arabia en la Edad Media. A
    donde iba investigaba las propiedades de las plantas que
    pudieran servir como medicamentos. Al cabo publicó toda su
    información en De Materia
    Medica, obra en cinco tomos que llegó a ser el
    catálogo básico de drogas y sus efectos en los
    siguientes 1500 años.

    A la caída de Roma, la herencia de
    Dioscórides se fue hacia el oriente, primero a Bizancio y
    luego al cercano Oriente, donde traducida al árabe, hizo
    de los médico musulmanes los mejores de la Edad Media.
    Bagdad se convirtió en el centro médico y
    farmacéutico del mundo; en Las Mil y Una Noches se habla
    del variado surtido de una de las boticas de la ciudad; se habla
    de "frascos preciosos… bálsamos… ungüentos…
    polvos… jarabes guardados en cristal… pomadas hechas con la
    savia de trescientas especies de rarísimas
    hierbas."

    LA EDAD DE ORO DE LAS DROGAS ÁRABES

    El arte de hacer
    medicinas se empezó a convertir en la ciencia de
    la farmacología cuando los árabes aportaron su
    saber a los viejos remedios de Grecia y
    Roma. Durante la
    Edad de Oro de las drogas, diestrísimos hombres produjeron
    una constelación de extractos, destilados y fermentos de
    donde salieron medicinas concentradas y purificadas. Una de las
    pociones para catarros, toses, inflamación del vientre y
    diarrea era una mezcla de: mirra, lirios, pimienta blanca y
    anís, pulverizados, se meten a una bolsa y se dejan
    remojar y fermentar en un jarro de vino por tres días.
    Después se cuela y se bebe el vino después de hacer
    ejercicio.

    Aunque los árabes descubrieron fórmulas
    muy eficaces, también hicieron curalotodos tan malos como
    el peor de los remedios egipcios. Así, Avicena, el gran
    médico árabe que empleó la pomada de
    mercurio para las enfermedades cutáneas, prescribió
    también que a sus píldoras se las recubrieran de
    oro y plata, elementos sin duda muy elegantes, pero completamente
    inútiles. Pero la medicina debe
    mucho a la farmacopea árabe de más de 2000 drogas,
    que al salir Europa de la
    Edad Media
    quedaron al alcance de los médicos del mundo
    occidental.

    LAS PRIMERAS MEDICINAS

    La introducción de las drogas árabes en la
    Europa cristiana
    de finales de la Edad Media
    acarreó una nueva especialidad, la farmacia, que se
    encargaba de prepararlas y administrarlas. Ya desde el siglo XIII
    Venecia tenía minúsculas boticas donde un enfermo
    de tos o de disentería podía comprar un calmante
    preparado según la fórmula exacta creada por
    árabes.

    Durante los siglos XIV y XV las boticas se convirtieron
    en los centros cerrados que llegaron a ser los elementos
    básicos de la práctica médica europea. Los
    médico veían a sus enfermos en la farmacia local,
    donde también el farmacéutico solía recetar
    las mismas medicinas que él hacía.

    No todos los médicos aceptaban de buen grado el
    farmacéutico independiente como fuente confiable de
    drogas. Guy de Chauliac, brillante cirujano francés del
    siglo XIV, instó a los médicos a preparar sus
    propias medicinas y a llevar en sus visitas algunas de ellas. Eh
    su clínica de París, tenía un herbolario y
    una farmacia.

    A finales del siglo XV apareció el libro de
    recetas en el mostrador de las boticas y la relación
    formal entre el recetante y el proveedor, que todavía
    existe en nuestros días. Entonces, como hoy, los
    médico usaban abreviaturas latinas para especificar las
    drogas, las cuales eran tan variadas como terra sigillatona
    (tierra
    sellada, traída de la isla de Lemnos, que servía
    contra la diarrea) o tan fantásticas como el brebaje
    spiritus antipilepticus humani, que era un líquido
    destilado de sangre humana
    mezclada con agua de
    angélica y una solución de botones de
    peonía; se recetaba con frecuencia como remedio contra el
    asma, la apoplejía, la parálisis y la
    epilepsia.

    SÍMBOLOS DE UNA PODEROSA FE

    "Curad enfermos, limpiad leprosos,

    levantad muertos, lanzad demonios".

    San Mateo 10:8

    Estas instrucciones de Cristo a sus discípulos
    establecieron a la Iglesia
    cristiana como salud para el cuerpo y el
    alma y la convirtieron en factor importante en la medicina del
    Medievo en nuestros días. Ya desde el siglo Vi los
    monasterios fueron el depósito del saber médico
    europeo. Con trozos de información tomados de los
    escasísimos textos griegos y romanos, los monjes hicieron
    magníficas drogas con hierbas caseras como la hierbabuena,
    el hinojo y la mostaza. En el siglo XIV todos los monasterios
    importantes no sólo tenían su hospital y su
    médico, sino con mucha frecuencia una bien surtida
    farmacia. Estos monjes farmacéuticos fueron los primeros
    en destilar licores, como el hoy famosos benedictino, contra
    padecimientos digestivos y respiratorios.

    Fue en la Edad Media
    cuando se forjó el estrecho vínculo entre religión y medicina, del que
    son restos los hospitales afiliados a alguna religión, los
    grupos
    médicos misionales y las órdenes de monjas
    enfermeras. Algunos excelentes médicos de esa época
    fueron obispos que recetaban remedios tanto médicos como
    espirituales; para los creyentes ambos eran muy eficaces; por
    ello, las drogas espirituales destacan de los antiguos retratos
    de Cristo Farmacéutico, ilustración que fue común en las
    farmacias europeas hasta el siglo XVIII.

    DE LAS VIEJAS, DROGAS NUEVAS

    Hacia finales del siglo XVII llegaron a las farmacias
    europeas las primeras inquietudes del progreso científico.
    Seguían vendiendo muchas de las raíces usadas desde
    la antigüedad, pero los destilados de las plantas y
    minerales se
    iban convirtiendo en drogas todavía no bien
    aceptadas.

    Las bien surtidas farmacias del siglo XVII no
    sólo tenían los tradicionales morteros y manos,
    sino que también alambiques y condensadores
    para destilar. Las farmacias fueron los primeros laboratorios de
    la química
    científica; así se descubrieron los cuerpos como el
    fósforo y el flúor.

    Bajo la supervisión rigurosa de gremios poderosos
    los farmacéuticos del siglo XVII se especializaron en la
    producción de drogas galénicas
    –extractos puros de plantas, como el
    aceite y la zanahoria- y de las drogas químicas, como las
    sales de olor, hechas mezclando carbonato de amonio y agua con
    amoniaco.

    En nuestros días nos quedan los fantasmas de
    muchas de las antiguas drogas, pues sus ingredientes esenciales,
    aislados químicamente, se han incorporado en los
    alcaloides, glucósidos y aminas de las mucho mejores
    drogas de la medicina
    contemporánea.

    CAPÍTULO 2:

    CONCEPTOS BÁSICOS ACERCA DE LAS
    DROGAS

    Para poder
    adentrarnos más a fondo al problema de las drogas, debemos
    tener en consideración que existen ciertos términos
    acerca de ellas, los cuales estudiaremos para una mejor
    comprensión del tema.

    USO

    Podemos reconocer que casi todas las personas utilizamos
    drogas. En lo cotidiano tomando infusiones, o cuando estamos
    enfermos y necesitamos medicamentos, algunos son fumadores y
    otros toman alcohol durante las comidas, etc. Como de cualquier
    cosa, de las drogas se puede hacer un uso más o menos
    correcto. Podemos ejemplificar este concepto.

    USO: "Hoy
    tomaré una aspirina porque me duele la
    cabeza

    ABUSO

    Si nos detenemos a observar, podemos reconocer que
    muchas personas hacen abuso de drogas sin siquiera saberlo,
    aún peor sin haber tomado conscientemente la
    decisión de hacer abuso de drogas. Esto ocurre mas
    frecuentemente de lo que imaginamos.

    ABUSO: "Como todos
    los días, voy a tomar una aspirina por si me duele la
    cabeza ". " Como todas las noches tomaré mi cóctel
    de pastillitas porque sino, no duermo". "Hoy tomo 3". "Tomalo
    porque a mí me hace bien, empecé a tomarlo porque
    me lo recomendó Doña
    María"

    Así, comprendemos que no solamente abuso es
    consumo
    excesivo o mezclas
    explosivas.

    DEPENDENCIA

    Cuando alguien siente o cree que no puede vivir sin una
    sustancia, y la utiliza en forma permanente y de manera
    compulsiva.

    La dependencia a las drogas es una de las formas de
    consumir drogas. Pero no es ni la única ni la más
    habitual, desarrollar una dependencia con las drogas es haber
    llegado a los últimos peldaños de una escalera que
    se ha comenzado a subir mucho tiempo antes, de
    manera gradual, casi siempre sin conciencia de
    ello y por diversos motivos los cuales generalmente son
    desconocidos o no aceptados por la persona.

    Algunos autores se refieren a una dependencia física y a una
    dependencia psíquica.

    Aquí, nos referimos al individuo integro,
    considerando que de ambas maneras prevalece en la persona la
    compulsión e imperiosa necesidad de consumir la
    droga.

    DEPENDENCIA: " Sino
    lo tomo, me muero
    " " No importa que sean las 4 de
    la mañana, ¡¡tengo que conseguir un
    quiosco abierto, urgente!!
    " " Hablaré en la
    conferencia,
    únicamente, si tomo unos tragos….
    " " Vamos
    a ganar el partido porque ya hice, como siempre, lo que
    necesito….
    "

    En estos casos estamos hablando de adicción a las
    drogas, la adicción es la conducta que
    alguien tiene, en este caso, con respecto a una sustancia o
    droga. Entonces nos referimos a la drogadenpencia o
    drogodependencia.

    USO INDEBIDO

    Algunos autores utilizan el término "uso
    indebido" con el mismo concepto de
    "abuso", otros en cambio lo
    hacen para enfatizar a través de ello la existencia de un
    "uso debido" o "uso correcto de las drogas", desde una óptica
    farmacológica, esto último corresponde a la
    utilización de ciertas sustancias bajo control de un
    profesional calificado.

    Sin embargo, bajo el término de "Uso
    Indebido de Drogas"
    , también se contempla
    otro concepto, el que
    los organismos internacionales, definen como campo
    multidisciplinario de acción y estudio relacionado con las
    drogas. Así es como las Naciones Unidas y
    la
    Organización de los Estados Americanos se refieren al
    U.I.D.

    TOXICOMANIA

    Etimológicamente el vocablo se halla compuesto
    por dos raíces: tóxico, del griego "toxikon" que
    significa veneno, y manía del latín "manía"
    que significa locura parcial con la obsesión de una idea
    fija. Tendríamos entonces que desde un enfoque
    etimológico toxicomonía sería la
    obsesión de consumir tóxico o veneno.

    Para la
    Organización Mundial de la Salud el término
    "toxicomanía" es sinónimo del término
    "dependencia".

    Sin embargo, este término es anterior a la
    Convención Unica de las Naciones Unidas,
    y continúa siendo utilizada preferentemente por
    países europeos y seguidores ideológicos de la
    definición:

    • Toxicomanía es un estado de
      intoxicación crónico o periódico producido por el consumo
      repetido de una droga natural o sintética.
      (1952/1957)

    INTOXICACION

    Dijimos que tóxico, desde su raíz griega
    significa veneno, por tanto, el estado de
    intoxicación, es el estado en
    el que se encuentra el organismo como consecuencia de haberle
    incorporado veneno. Mientras que veneno es cualquier sustancia
    capáz de ocasionar la muerte o
    graves trastarnos. Este término es utilizado especialmente
    entre médicos.

    Podríamos decir que el concepto es
    similar al término "uso indebido" y/o "abuso"

    EFECTOS

    La alteración que produce la sustancia en el
    momento de ser introducida al organismo, y en el momento
    posterior es lo que se denomina efecto producido por
    la sustancia
    .

    Estos efectos pueden ser los de excitar o estimular
    (como por ejemplo el café, la cocaína, las
    anfetaminas o las "pastillas" – MDMA y similares);
    tranquilizar o eliminar el dolor (como el alcohol, las
    benzodiacepinas –tranquilizantes-, la heroína y
    otros derivados del opio, etc.); ocasionar trastornos perceptivos
    de diversa intensidad, alucinaciones (como los "porros", o las
    "pastillas", LSD, cucumelo); provocar cambios conductuales como
    aumento o disminución de la agresividad (tabaco,
    anfetaminas o neurolépticos respectivamente), incrementar
    la sociabilidad, la locuacidad o la desinhibición
    (alcohol, tabaco, "pastillas", cocaína,
    anfetaminas).

    Estos efectos, sin embargo, no son constantes, dependen
    de la dosis, de la vía de administración, de la persona: su
    personalidad,
    su estado
    físico, su historia personal; del
    contexto de uso: las circunstancias, las compañías,
    etc.

    CONSECUENCIAS

    Las afecciones que se producen a lo largo del tiempo y con la
    permanencia del consumo se
    denominan consecuencias producidas por la sustancia.

    Estas consecuencias serán problemas a
    nivel físico derivándose en graves afecciones, pero
    antes que ello existen consecuencias a otros niveles igualmente
    importantes como por ejemplo, dificultades en las relaciones
    afectivas, aislamiento, imposibilidad de establecer una pareja
    duradera, imposibilidad de trabajar o estudiar con continuidad,
    pérdida de protagonismo en roles sociales, etc.

    Cuando la consecuencia por haber consumido una sustancia
    es la pérdida de células
    nerviosas es porque antes que ello se perdieron los afectos, el
    protagonismo, el proyecto de
    vida.

    TOLERANCIA

    Es un estado de
    adaptación al consumo de una sustancia con cierta
    dósis, la cual tiende a ser aumentada paulatinamente para
    obtenerse los efectos que producía en un comienzo del
    consumo.

    Es el acostumbramiento del organismo a una
    cierta toxicidad.

    Con el aumento de la tolerancia se
    puede ir escalando desde el uso
    hacia el abuso para llegar
    posiblemente a la dependencia. Sin
    embargo, el punto culmine de la tolerancia es
    diferente para cada persona y varia
    también con cada sustancia, etc.

    TOLERANCIA: "
    Comencé en la adolescencia
    probando 1 pitada, al cabo de unos meses fumaba de 1 a 3
    cigarrillos por día, ahora que soy adulto fumo mas de 1
    atado por día ". "Juan tiene "cultura
    alcohólica" toma varias copas e inclusive mezcla bebidas,
    hasta que llega a ponerse "alegre". "Empezó probando
    marihuana,
    después siguió con cocaína, ahora esta
    incursionando con heroína".

    SINDROME DE ABSTINENCIA

    Cuando una persona ha llegado a ser dependiente de una
    sustancia, tiene una relación con la misma. El consumo es
    contínuo y las dósis, según los casos, son
    administradas en períodos de tiempos más o menos
    cortos. Cuando por alguna razón la administración de dicha sustancia es
    suspendida , durante determinado tiempo, se produce un
    cuadro psicofísico denominado
    "síndrome de
    abstinencia
    ".

    Los signos y síntomas que el
    síndrome representa pueden ser muy variados y puede
    derivarse hasta en un cuadro clínico de
    gravedad.

    FLASHBACK

    Los efectos del consumo de ciertas sustancias
    alucinógenas pueden reaparecer hasta después de
    varios meses de haber abandonado el uso. La forma inesperada de
    la recurrencia puede traer serios trastornos como accidentes o
    acciones
    criminales involuntarias.

    ESTUPEFACIENTE

    Este término es utilizado por la
    Convención de las Naciones Unidas
    para nombrar a 116 sustancias sometidas a fiscalización.
    Entre las que figuran el Opio y sus derivados, la Morfina, la
    Codeína, la Heroína, la Cannabis, la
    Cocaína. Estupefacientes sintéticos: metadona
    petidina, etc.

    PSICOTRÓPICOS O
    SICOTRÓPICOS

    Este término es utilizado por el Convenio de 1971
    complemento de la Convención de las Naciones Unidas
    para nombrar a 105 sustancias sometidas a fiscalización,
    la mayor parte de ellas están contenidas en productos
    farmacéuticos que actúan sobre el sistema nervioso
    central. Abarca alucinógenos, estimulantes,
    hipnóticos, sedantes, tanquilizantes,
    antiepilépticos y analgésicos.

    DROGAS DE SÍNTESIS O DE FÓRMULA
    MANIPULADA

    Las Naciones Unidas
    denomina de esta manera a las drogas ilegales surgidas de la
    modificación química de las
    sustancias matrices,
    estas últimas aveces corresponden a a compuestos
    farmacológicos.

    Entre las drogas de síntesis o fórmula
    manipulada se encuentra el MDMA (éxtasis).

    CAPÍTULO 3:

    RAZONES DEL USO DE DROGAS EN LOS
    ADOLESCENTES

    El uso de las drogas es emplear sustancias
    químicas o naturales por razones no medicas para afectar:
    el cuerpo y sus procesos, la
    mente y el sistema nervioso;
    la conducta y los
    sentimientos.

    El abuso de las drogas puede afectar la salud física y emocional y
    la vida social de una persona. Sin embargo, los riesgos
    específicos del abuso de las drogas difieren de persona a
    persona.

    En la actualidad la farmacodependencia está muy
    extendida en todos los estratos y sectores sociales. Son usadas
    por los deportistas, los artistas, los estudiantes y por personas
    ociosas de todas las clases socioeconómicas.

    Los jóvenes en la actualidad utilizan mucho las
    drogas para diferentes propósitos, por ejemplo: algunos,
    con el fin de mantenerse despiertos y estudiar durante toda la
    noche sin sentir los estragos del hambre o el sueño, usan
    anfetaminas. Los deportistas utilizan esteroides
    anabólicos para aumentar su masa muscular. Otros
    más, utilizan la marihuana para
    cambiar de humor y sentirse "muy elevados". Existe el caso de los
    adolescentes
    que lo hacen tratando de imitar a los artistas de su
    predilección sin detenerse a pensar en el daño que
    esto les puede ocasionar. Algunos adolescentes,
    sólo para pertenecer a un cierto grupo de
    "amistades" hace uso de algunas drogas para quedar bien y no ser
    rechazados, en fin, en diferentes personas expresan diferentes
    razones en diferentes momentos. Después de todo esto es
    muy posible que algunas personas decidan continuar tomando
    drogas, ya sea ocasionalmente o como una parte habitual de sus
    vidas.

    Hay gente que abusa de las drogas por diversas
    razones:

    Razones emotivas. Estas tienen que ver con necesidades o
    deseos que no se satisfacen de otros modos. Por ejemplo, el
    tratar de:

    • Aumentar el amor
      propio o la confianza de uno mismo
    • Librarse de transtornos emotivos
    • Reducir la ansiedad o la tensión
    • Evitar la presión de tener que tomar una
      decisión
    • Hacer valer la independencia propia

    Razones Físicas. Estas se relacionan con los
    efectos físico ocasionados por el uso de las drogas. Por
    ejemplo, el tratar de:

    • Sentirse descansado
    • Librarse del dolor
    • Intensificar las emociones
    • Aumentar la energía o resistencia
    • No sentir hambre

    Razones sociales. Estas se relacionan con la necesidad
    de socializar con otras personas. Por ejemplo, tratar
    de:

    • Hacer lo acepten a uno como "parte del grupo"
    • Ganarse el reconocimiento o la admiración de
      los amigos
    • Sobreponerse a la timidez
    • Huir de la soledad, los problemas
      del hogar, etc.
    • Entrar en comunicación con los
      demás

    Razones intelectuales. Estas se relacionan con los
    efectos de las drogas en los procesos del
    pensamiento.
    Por ejemplo, tratar de:

    • Reducir el tedio
    • Entenderse mejor uno mismo
    • Evitar la fatiga mental
    • Mejorar la capacidad de
      concentración
    • Satisfacer la curiosidad.

    Una combinación de razones se complica por lo
    general. Por ejemplo, el fumar marihuana puede satisfacer la
    necesidad de recibir la aprobación, la necesidad
    médica de sentirse físicamente descansado, y la
    necesidad emotiva de sentir amor
    propio.

    Podríamos clasificar a los farmacodependientes en
    tres grandes grupos:

    1.- Los usuarios ocasionales: toman las drogas en
    ocasiones específicas cómo para mantenerse
    despiertos o suprimir el cansancio o el hambre.

    2.- Los usuarios parranderos: Toman las drogas para
    divertirse , para tener una aventura o agradar a sus
    amistades.

    3.- Eventualmente, algunos de los usuarios de ambos
    grupos llegan
    a necesitar las drogas. Son los usuarios intensivos que ya no
    pueden dejar de tomar las drogas porque su organismo se los
    exige, ya que experimentan el síndrome de abstinencia que
    les causa dolores físicos muy fuertes, angustia, depresión,
    visiones extrañas y sólo se calman al ingerir la
    droga a la que están acostumbrados. Estas personas
    necesitan severos tratamientos médicos para desintoxicarse
    y apoyo profesional que les ayude a superar las crisis
    motivadas por el síndrome de abstinencia.

    Siempre que tomamos drogas corremos el riesgo
    de:

    1. Sobredosis. Ésta puede producirse debido al
      tipo incierto de pureza, fuerza o
      incluso al tipo de droga que se obtiene ilegalmente.
      También puede darse debido al umbral de tolerancia
      aumentada, porque se necesita tomar cada vez más droga
      para lograr el mismo efecto. Una sobredosis puede causar
      sicosis, convulsiones, coma y muerte.
      Ciertas combinaciones de drogas pueden resultar mortales, por
      ejemplo mezclar barbitúricos con alcohol. Una sobredosis
      de droga requiere tratamiento médico
      inmediato.
    2. Dependencia. El uso continuo de drogas puede conducir
      a una real necesidad física y/o
      psicológica de las mismas. Las actividades cotidianas
      son absorbidas por la necesidad de tener más droga.
      Todas las otras necesidades, aun las más básicas
      como la comida, se convierten en secundarias. El abandono de
      las drogas sin supervisión médica, puede resultar
      difícil, doloroso e incluso peligroso.
    3. Mala salud. El abuso de drogas puede destruir un
      cuerpo y mentes sanos. Puede conduncir al deterioro de
      órganos, enfermedad mental, desnutrición o muerte, a no
      procurarse asistencia médica requerida por enfermedades
      o lesiones existentes. El riesgo del
      SIDA, la
      hepatitis y
      otras enfermedades aumenta si se inyectan las
      drogas.
    4. Accidentes. Cuando las drogas haces perder el
      autocontrol pueden producirse accidentes,
      ya que uno puede sentirse demasiado confiado y correr riesgos
      imprudentemente. Si se está conduciendo un
      vehículo se corre el riesgo de herir
      o matar a otros o a uno mismo. Las reacciones desagradables que
      se experimentan durante un "bad trip", (mal viaje,
      literamente), pueden producir pánico y hacer que la
      persona actúe irracionalmente.

    CAPÍTULO 4:

    LOS CUATRO SIGNOS CARDINALES DE LA
    ADICCIÓN

    Todas las adicciones son
    diagnosticables ya que sus síntomas pueden ser reconocidos
    y descritos. Sin embargo, generalmente es difícil y
    costoso que una persona acepte que tiene un problema de
    adicción; por eso lo mejor es dejar que la adicción
    sea 'autodiagnosticada'.

    Lamentablemente, el adicto suele ser el último en
    enterarse de su propio problema, debido a un mecanismo de defensa
    denominado 'negación'.

    Según recomienda el Dr. Arnold M. Washton en su
    libro 'Querer
    No es Poder',
    publicado por la editorial Paidos en 1991, lo mejor que se puede
    hacer -en lugar de poner una etiqueta- es transmitirle a esa
    persona reflexiones concretas sobre su conducta y sobre
    el modo en que ésta le afecta a uno.

    1.- Obsesión

    La conducta adictiva
    es, por lo general, apremiante y obsesiva. Cuando se es adicto a
    menudo no se puede pensar en otra cosa que no sea la droga, el
    modo de conseguirla, la forma de administrarla, etc. En general,
    la adicción es vivida como una obsesión que
    dirigirá gran parte de su tiempo, su energía y su
    atención.

    El estilo de vida se vuelve monótono y
    'unimodal': todo gira en torno a la
    adicción, y el resto de personas, cosas, intereses,
    obligaciones,… pasa a un plano
    secundario.

    2.- Consecuencias negativas

    Lo que hace que una adicción sea una
    adicción nociva es que se vuelve en contra de uno mismo y
    de los demás. Al principio se obtiene cierta
    gratificación aparente, igual que con un hábito.
    Pero más temprano que tarde su conducta empieza
    a tener consecuencias negativas en su vida.

    Las conductas adictivas producen placer, alivio y otras
    compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor, desastre,
    desolación y multitud de problemas a medio
    plazo.

    Las consecuencias negativas asociadas a las adicciones
    afectan a muchos aspectos diferentes de la vida de una persona.
    Los más importantes son:

    • Relaciones: La relación con la familia,
      amigos o pareja se altera, aparecen discusiones frecuentes,
      desinterés sexual, la
      comunicación se interrumpe, hay pérdida de
      confianza, alejamiento, etc.
    • Trabajo: Cuando una persona tiene una adicción
      suele restarle tiempo a su trabajo para buscar la droga o
      recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor productividad,
      deterioro de la calidad del
      trabajo o pérdida del propio trabajo.
    • Economía: Al destinar la mayor parte del
      dinero a
      comprar las drogas, apenas queda dinero para
      otras cosas. Los ahorros se agotan y suele aparecer el
      endeudamiento. A veces para poder
      sufragar los gastos de la
      adicción se ve obligado a recurrir a actividades
      ilegales.
    • Salud psíquica: Los adictos suelen padecer una
      amplia gama de trastornos psicológicos, como estados de
      ánimo negativos e irritabilidad, actitudes
      defensivas, pérdida de autoestima e
      intensos sentimientos de culpa.
    • Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto
      casi más importante que ninguna otra cosa, los adictos
      se vuelven egoistas y egocéntricos: no les importa nadie
      más que ellos mismos.
    • Salud Física: La
      adicción suele conllevar la aparición de multitud
      de síntomas físicos incluyendo trastornos del
      apetito, úlcera, insomnio, fatiga, más los
      trastornos físicos y enfermedades provocadas por cada
      sustancia en particular.

    3.- Falta de control

    El rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al
    tratar de controlarla, la voluntad resulta insuficiente.
    La sustancia o actividad en cuestión controla a la
    persona, en lugar de ser al contrario. La falsa percepción
    de autocontrol es uno de los grandes paradigmas
    para entender las adicciones. Los
    drogodependientes creen que pueden controlar la droga: la
    cantidad, las dosis, la frecuencia, etc. sin embargo nada hay
    más equivocado que esta creencia.

    Pensar que uno posee cierta omnipotencia frente a las
    drogas es una ingenuidad, y más aún cuando ya
    existen antecedentes de consumo. Si para las personas abstemias
    resulta difícil controlar la ingestión de alcohol,
    para las personas que tienen una historia de consumo y/o
    abuso de alcohol resulta muy difícil parar, decir no o
    evitar una situación.

    4.- Negación

    A medida que los adictos empiezan a acumular problemas
    (en el trabajo,
    hogar, socialmente), inevitablemente comienzan a negar dos
    cosas:

    • Que la droga o actividad en cuestión
      constituya un problema que no pueden controlar
    • Que los efectos negativos en sus vidas tengan alguna
      conexión con el uso de la droga o actividad.

    Como la negación es un proceso mental
    ficticio, negar la propia adicción o sus consecuencias
    significa, literalmente, estar fuera de contacto con la
    realidad.

    La negación asume muchas
    formas:

    • Negar terminantemente: 'No, yo no tengo
      ningún problema'.
    • Minimizar: 'No es tan grave'.
    • Evitar el tema por completo (ignorarlo, negarse a
      abordarlo o desviar la atención a otro
      tema).
    • Culpar a otros: 'Quién no haría
      esto en mi situación'.
    • Racionalizar: 'Lo mío no es tan grave',
      'Yo no estoy tan enganchado'.

    ETAPAS EN EL PROCESO DE LA
    ADICCIÓN

    Las drogas, todas las drogas, presentan una doble cara.
    Primero aparecen con la imagen positiva,
    favorable y que tanto atrae a jóvenes y mayores.
    Posteriormente, esa cara desaparece. Rápidamente las
    drogas empiezan a mostrarse tal como son: dolor, problemas,
    infelicidad y múltiples trastornos.

    En esta dualidad que las drogas presentan reside parte
    de la potencial dificultad para evitar que nuevas personas las
    consuman y abusen de ellas. Si desde el principio, la cara
    imperante fuera la negativa, el atractivo y mística que
    rodea el mundo de las drogas desaparecería.

    En muchos sentidos el proceso de
    adicción ha sido comparado con el de entablar una
    relación; pero en este caso se trataría de una
    relación desdichada. A medida que atravesamos las
    sucesivas etapas, el compromiso se intensifica y el influjo que
    ejerce sobre el adicto se vuelve más fuerte.

    En función de esta analogía el Dr. Arnold
    M. Washton en su libro 'Querer
    No es Poder' establece cinco etapas en el proceso de
    adicción.

    1.- Enamoramiento

    Las primeras experiencias con las drogas suelen dejar
    una marca grabada. Si
    este primer contacto ha sido agradable, se produce un
    enamoramiento o atracción apasionada por volver a tomar la
    sustancia o realizar la actividad. Esta percepción
    distorsionada de la realidad, sin embargo, emociona, produce
    euforia o tranquiliza lo que hace aumentar la probabilidad de
    que haya una nueva toma u ocasión para consumir. Se
    produce un cambio de
    estado de ánimo que, en muchos casos, se experimenta a
    nivel visceral (todo ello causado por la lógica
    alteración de la química cerebral) y
    que genera ese encandilamiento al igual que uno se enamora de una
    chica/o.

    2.- Luna de miel

    Una vez que el individuo ha aprendido -a través
    de su familia, de la
    sociedad o por experiencia propia- que ciertas actividades o el
    consumo de ciertas sustancias pueden transportarlo como por
    arte de magia
    lejos de cualquier sentimiento o estado de ánimo negativo,
    el paso a la adicción es muy sencillo.

    Al haber 'aprendido' en la etapa 1 que es posible
    obtener cierto alivio (refuerzo negativo) o placer (refuerzo
    positivo) a través de la sustancia o actividad adictiva,
    la persona puede sentirse impulsado a borrar los malos
    sentimientos o dolorosos con algo positivo. La baja tolerancia a la
    frustración o la incapacidad para hacer frente a esas
    adversidades lleva a la búsqueda de 'soluciones
    mágicas'; entonces se busca el recurso químico que
    facilite el cambio.

    Durante la fase de luna de miel, el futuro adicto
    experimenta todas las gratificaciones sin ninguna de las
    consecuencias negativas: siente que ejerce control, que la
    actividad es inofensiva y que él la merece. Puede sentirse
    mejor instantáneamente y disfrutar la sensación de
    olvidarse de todo. Pero de lo que no se da cuenta es de que
    ninguna relación basada en el engaño y la
    fantasía puede funcionar bien a largo plazo

    3.- Traición

    Sin embargo, lo que uno vislumbra durante la luna de
    miel no es lo que en realidad obtiene. Con el paso del tiempo, es
    traicionado. Así, además del deterioro sufrido en
    las principales esferas de su vida, es muy probable que el adicto
    esté haciendo cosas que normalmente no haría, para
    matener su adicción (robar, participar en otras
    actividades ilícitas). Los paraísos artificiales
    que se le prometían en la fase anterior se tornan en
    oscuros callejones repletos de trampas. La traición es
    real y el declive comienza.

    4.- En la ruina

    Ahora el adicto debe consumir cada vez más para
    evitar que los crecientes sentimientos y estados de ánimo
    negativos profundicen en su conciencia y para
    tratar de mantener los efectos positivos que cada vez son
    menores. Está desarrollando tolerancia y
    tiene que consumir no para obtener placer o alivio sino para
    evitar el malestar asociado al síndrome de abstinencia. La
    dependencia física creada
    químicamente por la acción de la sustancia sobre el
    sistema
    nervioso tiene apresado al individuo.
    Psicológicamente, la estrategia de
    afrontamiento desarrollada hasta ahora sigue manteniéndose
    con lo cual, los problemas lejos de resolverse se acrecientan
    aún más.

    5.- Aprisionados

    Con el tiempo, el adicto llega a un estado de
    desesperación en su relación con la sustancia o
    actividad adictiva, dejando de lado todo lo demás. Se
    comporta de manera cada vez más impulsiva e incontrolada,
    preso de su adicción. Esta etapa de la relación
    adictiva es un descenso a la desesperación y la
    destrucción personal. El
    servilismo ante las drogas no permite tregua y esta espiral
    tiende a autoperpetuarse, a menos que suceda algo que la detenga.
    El retorno, no obstante existe, aunque sea un proceso
    también duro y difícil.

    CAPÍTULO 5:

    CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS

    Drogas blandas y duras

    De acuerdo con el tipo de dependencia que generan, las
    drogas pueden clasificarse en "duras", que son aquellas que
    provocan una dependencia física y psicosocial,
    es decir, que alteran el comportamiento
    psíquico y social del adicto, como el opio y sus
    derivados, el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos,
    y en "blandas", que son las que crean únicamente una
    dependencia psicosocial, entre las que se encuentran los
    derivados del cáñamo, como el hachís o la
    marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico,
    más conocido como LSD, así como también el
    tabaco.

    Esta división en "blandas" y "duras" es
    cuestionada por muchos estudiosos del tema ya que consideran que
    se podría sugerir con ella que las "duras" son malas y,
    por consiguiente, las "blandas" son buenas o menos malas y no es
    así, ya que a partir de determinadas dosis y según
    la forma de ser administradas, las drogas "blandas" pueden tener
    efectos tan nocivos como las "duras".

    Hay que tener presente que a partir de
    determinadas dosis las drogas denominadas "blandas" pueden tener
    efectos tan nocivos como las consideradas
    "duras".

    La dependencia es el estado del
    individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un
    deseo de ingerir alguna substancia. Si éste deseo se
    mantiene por mecanismos metabólicos y su falta crea un
    síndrome de abstinencia, se denomina dependencia física. Si la
    dependencia se mantiene por mecanismos psicosociales, suele
    definirse como dependencia psíquica o
    psicosocial.

    Desde un punto de vista farmacológico, las drogas
    se dividen en narcóticos, como el opio y sus derivados la
    morfina, la codeína y heroína); estimulantes, como
    el café, las anfetaminas, el crack y la cocaína, y
    alucinógenos, como el LSD, la mezcalina, el peyote, los
    hongos
    psilocibios y los derivados del cáñamo, como el
    hachís.

    NARCÓTICOS

    La palabra narcótico es un vocablo griego
    que significa "cosa capaz de adormecer y sedar". A pesar de que
    esta palabra se usa con frecuencia para referirse a todo tipo de
    drogas psicoactivas, es decir, aquellas que actúan sobre
    el psiquismo del individuo, el campo de los narcóticos se
    pueden dividir en la actualidad en varios grupos, que son
    los siguientes:

    – Opio, opiáceos y sucedáneos
    sintéticos.

    – Neurolépticos o tranquilizantes
    mayores.

    – Ansiolíticos o tranquilizantes
    menores.

    – Somníferos o
    barbitúricos.

    – Grandes narcóticos o anestésicos
    generales.

    Se trata de drogas con composiciones y orígenes
    distintos, que tienen en común su efecto en el organismo,
    aunque éste se manifieste en manera y en grado
    diferentes.

    Pero el elemento fundamental que las une consiste en que
    todos los narcóticos causan adicción física. Es adictivo
    aquel fármaco que, administrado en dosis suficientes
    durante un período de tiempo relativamente largo, induce
    un cambio
    metabólico. Cuando deja de administrarse desencadena una
    serie de reacciones conocidas como "síndrome de
    abstinencia".

    Neurolépticos o tranquilizantes
    mayores

    Se trata de sustancias utilizadas para tratar la
    depresión, las manías y las psicosis, y
    muchas de ellas se venden sin prescripción médica
    en la mayoría de farmacias. Entre éstas se
    encuentran las fenotiazinas, el haloperidol y la
    reserpina.

    Conocidos como neurolépticos (del griego neuro,
    "nervio", y lepto, atar, producen un estado de indiferencia
    emocional, sin alterar la percepción
    ni las funciones
    intelectuales.

    Sumamente tóxicos, poseen efectos secundarios
    tales como parkinsonismo, destrucción de células de
    la sangre, arritmia
    cardíaca, anemia, obstrucción hepática,
    vértigos, retención urinaria, estreñimiento,
    irregularidad menstrual, atrofia testicular, congestión
    nasal, bruscos ataques de parálisis muscular,
    síndromes malignos como hipertermia y muerte
    inesperada.

    Ansiolíticos o tranquilizantes
    menores

    Habitualmente usados para tratar las neurosis, la
    etimología de su nombre, ansiolíticos, significa
    "liquidador de la ansiedad". En el mercado
    español se comercializan con distintos nombres.

    Según estadísticas farmacológicas
    actuales, estas drogas constituyen la mitad de todos los
    psicofármacos consumidos en el mundo, a pesar de que
    producen un síndrome de abstinencia muy grave.

    En dosis mayores funcionan como hipnóticos o
    inductores del sueño; también algunos se usan como
    relajantes musculares.

    Producen letargia, estupor y coma, con relativa
    facilidad. En caso de adicción pueden inducir a la
    aparición de alteraciones hemáticas.

    Al abandonar su consumo pueden aparecer episodios
    depresivos, desasosiego o insomnio, que suelen ser muy
    duraderos.

    Somníferos o
    barbitúricos

    Estas sustancias se popularizaron cuando en Estados Unidos
    aparecieron las primeras leyes que
    prohibían el alcohol, el opio y la morfina.

    Su uso puede provocar lesiones en el hígado o en
    los riñones, producir erupciones cutáneas, dolores
    articulares, neuralgias, hipotensión, estreñimiento
    y tendencia al colapso circulatorio.

    La intoxicación aguda puede llegar a provocar
    la muerte, que
    sobreviene por lesión del cerebro debida a
    la falta de oxígeno y a otras complicaciones derivadas de la
    depresión respiratoria.

    La dependencia física se genera
    entre las cuatro y las seis semanas. Con frecuencia, el
    síndrome de abstinencia suscita cuadros de delirium
    tremens.

    Grandes narcóticos

    Existen varias sustancias usadas en anestesia general
    que merecen estar incluidas en este grupo por su capacidad de
    producir sopor o estupefacción, mayor que la de cualquier
    estupefaciente en sentido estricto. En dosis leves produce una
    primera fase de excitación cordial, como el alcohol, y
    luego sedación y sopor.

    También generan tolerancia y, en consecuencia,
    adicción, pudiendo ocasionar intoxicaciones agudas, e
    incluso la
    muerte.

    El fentanil, dentro del grupo de los grandes
    narcóticos, posee cuarenta veces más potencia que la
    heroína y es el más usado actualmente en las
    intervenciones quirúrgicas, debido a su bajo índice
    de toxicidad para el corazón y
    para el sistema
    nervioso.

    ESTIMULANTES

    Tradicionalmente usados para combatir la fatiga,
    el hambre y el desánimo, los estimulantes provocan una
    mayor resistencia
    física transitoria gracias a la activación directa
    del sistema nervioso
    central.

    Estimulantes vegetales

    El café, el té, el mate, la cola, el
    cacao, el betel y la coca son plantas que
    crecen en muchas partes del mundo. A pesar de que algunas de
    estas plantas suelen consumirse repetidas veces al día
    durante buena parte de la vida, son sustancias tóxicas que
    poseen efectos secundarios.

    Los efectos de la intoxicación crónica se
    pueden observar en los catadores de té. Tanto los
    catadores británicos como los hindúes padecen
    cirrosis, agitación, angustia, temblores, insomnio,
    náuseas y vómito.

    El cacao era consumido por los aztecas debido a
    su contenido de cafeína
    y de teobromina. Sin embargo, los chocolates actuales no suelen
    contener estos alcaloides.

    El consumo abusivo de café puede causar
    hipertensión y gastritis, sin contar con que
    también contiene alquitranes cancerígenos.

    Aunque los estimulantes vegetales son
    considerados inocuos, conviene moderar su consumo ya que se trata
    de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos
    secundarios nocivos.

    Estimulantes químicos

    La cocaína

    En los casos de intoxicación aguda, sus efectos,
    que consisten en la hiperestimulación, el aumento de la
    presión sanguínea y la aceleración del ritmo
    cardíaco, seguidos de una subestimulación, con
    parálisis muscular y dificultades respiratorias, puede
    terminar en un colapso cardiocirculatorio.

    La pasta base de la coca mezclada con bicarbonato
    sódico es conocida con el nombre de crack, que es mucho
    más tóxico que el clorhidrato de cocaína.
    Aunque no se dispone todavía de estudios sobre su uso,
    efectos secundarios y contraindicaciones, se sabe que existen
    numerosas víctimas mortales por sobredosis de esta
    sustancia.

    Las anfetaminas

    Las anfetaminas fueron utilizadas como estimulantes,
    luego en forma de inhalaciones para el tratamiento de catarros y
    congestiones nasales, más tarde como píldoras
    contra el mareo y para disminuir el apetito en el tratamiento de
    la obesidad y,
    finalmente, como antidepresivos.

    Presentan una elevada tolerancia, que produce
    habituación y necesidad de dosis progresivamente
    más elevadas.

    Alucinógenos

    Las drogas conocidas como alucinógenos
    son fármacos que provocan alteraciones psíquicas
    que afectan a la percepción. Pueden destacarse dos grandes
    grupos: el de
    aquellas cuyo efecto es más breve y menos profundo, como
    los derivados del cáñamo y el éxtasis, y las
    de mayor potencia, como el
    LSD y la mescalina.

    CAPÍTULO 6:

    CARACTERES Y EFECTOS DE LAS PRINCIPALES DROGAS Y
    SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES

    OPIO

    El opio proviene de la desecación del
    látex de la cápsula de la amapola (papaver
    somniferum), planta indígena del Asia Menor y
    cultivada en otros países: China,
    India, Persia
    y Egipto. La
    planta, cuyas flores son usadas como adorno, tiene una
    cápsula o fruto que al serle hecha una incisión
    segrega un líquido lactescente que el aire oscurece y
    deseca, que luego es pulverizada para elaborar el opio.
    Éste contiene numerosos alcaloides que se forman a partir
    de las moléculas básicas de la morfina o de la
    codeína, y otras sustancias del grupo
    isoquinolínico, cuyo alcaloide principal es la papaverina.
    De todas ellas, la morfina al 10% es la que tiene propiedades
    más importantes, tanto terapéuticas como
    tóxicas. Los demás alcaloides tienen
    concentraciones menores: de 1 a 2%.

    Los derivados del opio, tanto naturales como
    semisintéticos, crean gran dependencia tanto física
    como psíquica, y producen la desaparición de todas
    las necesidades primarias. Los preparados sintéticos
    poseen propiedades muy parecidas, tanto en lo que respecta a sus
    efectos inmediatos, como en cuanto a sus consecuencias
    psico-físicas.

    MORFINA

    La morfina es uno de los derivados
    semisintéticos de los alcaloides opiáceos
    naturales. Al igual que otras drogas con estructura
    química
    distinta, producen analgesia, depresión
    respiratoria y dependencia síquica. Clínicamente se
    sabe que la morfina y otros opiáceos actúan sobre
    los sistemas
    responsables de las respuestas afectivas y los estímulos
    dolorosos, produciendo un incremento en la tolerancia al dolor
    mientras duran sus efectos.

    Las causas de la adicción a los
    opiáceos se explica por los fenómenos de la
    tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia. La
    tolerancia metabólica consiste en una
    transformación en el hígado, lugar donde se
    metabolizan las drogas. Si la exposición al tóxico
    es continua, los efectos del mismo son menos duraderos al haberse
    acelerado su eliminación. Este fenómeno se da
    también con otras sustancias, como la aspirina o la
    penicilina, siendo de mayor gravedad en los opiáceos. El
    tipo más destacado de tolerancia se denomina tolerancia
    celular, de forma que quienes la poseen apenas sienten el efecto
    de la sustancia, a pesar de tener importantes cantidades en el
    organismo. Tras el efecto de la tolerancia sucumbe la dependencia
    física que implica la situación de
    hiperexcitabilidad, depresión
    y super e hipersensibilidad al dolor cuando se suprime, entre
    otros síntomas. Finalmente deviene el síndrome de
    abstinencia o búsqueda compulsiva de la droga. Estudios
    recientes indican que en el adicto sobrevienen cambios
    fisiológicos que ponen en perpetua dependencia a los
    consumidores de opiáceos, de forma similar al
    diabético que precisa insulina.

    Sólo una parte de adictos contrae el
    hábito por razones terapéuticas. El habito se
    produce por su uso indiscriminado y prolongado en el tratamiento
    de afecciones que pueden atenderse de otra manera, siendo las
    mujeres las más predispuestas. La mayoría ingresa
    en la intoxicación por sugestión de otros adictos.
    En Oriente el modo común de hacerse adicto proviene del
    hábito de fumar o ingerir opio, aunque esa forma
    está siendo reemplazada la vía hipodérmica.
    En general, el adicto es una persona joven, con personalidad
    inestable y de escasa voluntad, que encuentra una evasión
    en la droga. El uso continuado agrava los factores negativos y
    sumerge al enfermo en abulia y ensoñación. La
    tolerancia se desarrolla con rapidez. El plazo en que se adquiere
    dependencia es corto, bastan dos semanas y a veces pocos
    días para producirla; ello aconseja reducir su
    aplicación terapéutica a lapsos muy cortos. Los
    recién nacidos hijos de toxicómanas que
    persistieron en la adicción durante el embarazo
    presentan síntomas de abstinencia, llegándose a
    producir convulsiones por falta de droga, pudiendo resultar en
    la
    muerte.

    La intoxicación por sobredosis es
    habitual en países con gran número de
    morfinómanos. Además, puede producirse por error
    terapéutico o por intoxicación suicida, accidental
    o raramente criminal. La dosis mortal en las personas no
    acostumbradas es de 0,2 g para la morfina, la heroína y el
    nalline; 0,5 g para la codeína; 0,30 g para el opio, etc.
    Estas dosis pueden ser 10 veces más elevadas en los
    adictos y 100 veces más bajas en los niños. En
    algunos casos la intoxicación adopta una evolución sobreaguda, con coma profundo,
    colapso cardiovascular, midriasis y paro respiratorio.
    Habitualmente se presentan náuseas, vómitos,
    sequedad corporal y calor facial.
    Sobreviene una somnolencia progresiva, donde al principio hay
    respuesta a los estímulos, pero luego se transforma en
    coma profundo. Durante éste, la respiración se deprime hasta hacerse muy
    lenta: de dos a cuatro respiraciones por minuto; ello produce una
    cianosis intensa. Los reflejos se atenúan hasta
    desaparecer. La piel se
    enfría por la humedad y el sudor característico en ésta etapa. Las
    pupilas están mióticas. Al comienzo la
    presión arterial se mantiene y el pulso es tenso, ya que
    la morfina ejerce poco efecto sobre el centro vasomotor y el
    aparato
    circulatorio, pero a medida que la hipoxia progresa, la
    presión desciende hasta el colapso y el shock. La temperatura
    desciende y a veces aparecen erupciones cutáneas. La
    musculatura suele estar flácida, pero en ocasiones pueden
    sobrevenir convulsiones. La muerte se
    produce por colapso respiratorio o complicaciones pulmonares:
    edema pulmonar o neumonía. Los síntomas agudos de
    intoxicación suelen presentarse dentro de los 15 minutos,
    aunque pueden retrasarse hasta 12 hs.

    HEROÍNA

    Llamada así por sus cualidades "heroicas", ya que
    adormece todo sentimiento de temor, constituye probablemente la
    droga que provoca mayor adicción, ya que su efecto suele
    ser el más fuerte de todos los opiáceos, y su
    síndrome de abstinencia aparece en menos tiempo que con
    las demás sustancias.

    Los efectos de la heroína y la morfina
    son similares. La principal diferencia es la mayor potencia de la
    heroína, ya que un gramo equivale a entre 1,80 y 2,66 de
    morfina en sulfato. La heroína (diacetilmorfina) es un
    opiáceo de gran intensidad, que produce una mayor
    toxicidad neuropsíquica. Es sin duda una de las más
    peligrosas drogas, de mayor difusión y cuya dependencia
    más rápidamente se contrae (dos a tres semanas).
    Sus efectos se sienten a los 10 minutos del suministro,
    alcanzando el cenit a los 60, cesando a las 3 ó 4 horas.
    Los efectos de la sustancia son muy distintos, según se la
    consuma por primera vez o habitualmente. En las primeras tomas el
    efecto psíquico es muy fuerte, pero se va reduciendo hasta
    ser desplazado por la necesidad física para combatir el
    síndrome de abstinencia. En un período de tiempo
    extremadamente corto, el adicto renuncia a otro tipo de vivencias
    y actividades, para dedicar su vida a la obtención y
    consumo del estupefaciente. Los adictos suelen consumirla
    mezclándola con otras sustancias, como cocaína,
    anfetaminas, cánnabis o benzodiacepinas. La mezcla tiene
    dos motivos: la adulteración por el traficante y la
    reducción de sus efectos, ya que la ingestión de
    heroína en estado de alta pureza puede causar la muerte. La
    mezcla o corte acostumbra a ser con otras drogas como
    anfetaminas, o excipientes tales como el yeso, talco, quinina y
    estricnina, sustancias que son fáciles de confundir con el
    elemento principal.

    Las personas con dependencia soportan mejor los
    efectos secundarios de la droga, dado que en las primeras tomas
    después del efecto placentero sigue un estado de malestar
    generalizado, que no debe confundirse con el síndrome de
    abstinencia. Pasividad y reducción de impulsos agresivos
    son consecuencias típicas del tóxico, pese a la
    acción euforizante que también posee. Tomada por
    vía nasal o fumada, la heroína se asemeja en sus
    efectos a la morfina. A los iniciales efectos "placenteros",
    sigue un descenso en picada con sentimientos de profunda depresión,
    que conducen a la necesidad de una nueva toma. Ello comporta el
    riesgo de
    tomas sucesivas, que pueden llevar a la muerte por
    sobredosis. La dosis varía de 60 mg en personas sin
    tolerancia a 5 gr en quienes ya la poseen. El consumo regular de
    la droga conduce a la frigidez y la falta de potencia sexual.
    Además, provoca conductas homicidas y suicidas, así
    como implicaciones en accidentes. El
    toxicómano entra en una fase degenerativa en la que no
    puede realizar razonamientos complejos teniendo escasa capacidad
    de concentración.

    COCA

    La coca, hoja del arbusto indígena
    americano «Erythroxylon coca», pertenece al grupo de
    los estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes de
    Latinoamérica, donde es una práctica habitual
    mascar las hojas, siendo una gran mayoría de los
    consumidores de las zonas donde se cultiva. Su efecto sobre el
    sistema nervioso
    central es menor que los de la cocaína, dado que para
    extraer un gramo de esta sustancia se necesitan 160 hojas de
    coca. La coca es consumida mascándola con algún
    polvo alcalino como cenizas de vegetales o cal. También es
    fumada tanto sola como mezclada con tabaco y marihuana. La
    masticación de coca fue objeto de estudio por determinados
    facultativos, como CHOPRA (1958), comprobando síntomas de
    abstinencia, depresión,
    fatiga, toxicidad y alucinaciones, seguidos por NEGRETE (1967),
    BRUCK (1968) quienes recogían lesiones cerebrales
    también en masticadores que la consumían
    frecuentemente

    COCAÍNA

    La cocaína es un alcaloide contenido en
    las hojas del arbusto «Erythroxylon coca» siendo
    químicamente un derivado de la latropina. Es un
    estimulante cerebral extremadamente potente, de efectos similares
    a las anfetaminas. Además, es un enérgico
    vasoconstrictor y anestésico local, siendo absorbido por
    las mucosas nasales cuando se la aspira, se metaboliza en el
    hígado y se elimina por la orina. Fue usada inicialmente
    para el tratamiento de trastornos respiratorios y depresivos. Por
    su efecto analgésico, se usó en intervenciones
    quirúrgicas. Posteriormente se empleó con fines
    militares por su efecto vigorizante y el componente de
    agresividad que otorga. A comienzos del Siglo XX comienza a
    consumirse por aspiración nasal. En esta época,
    eran prácticamente desconocidos sus efectos perjudiciales
    por lo que estaba presente en las fórmulas de bebidas,
    jarabe contra la tos, lociones capilares, y hasta cigarrillos. En
    1909 existían en EE.UU. más de 70 bebidas
    registradas con componentes de cocaína, lo que
    incrementó la producción en los países donde se
    cultivaba coca, fundamentalmente Perú. Los estudios del
    uso de cocaína comenzaron, con FREUD, al que
    siguieron HEMMOND (1887) y BOSE (1902), los cuales encontraron
    sintomatología aguda y crónica en el consumo.
    Recientemente, en la década de 1980, los experimentos
    sobre patrones de consumo y cantidades certificaron sus efectos
    sobre la adrenalina, muy relacionada con la agresividad.

    En las dos útimas décadas hubo un enorme incremento
    en la cantidad de personas adictas a la cocaína,
    resaltándose como dato significativo la adicción
    simultánea a otras sustancias. Las consecuencias de su
    consumo son complejas, involucrando daños de muy diversa
    índole: cerebrales, sociales, familiares,
    medioambientales, etc.

    La cocaína estimula el sistema nervioso
    central, actuando directamente sobre el cerebro. Sus
    efectos fisiológicos
    inmediatos son:
    sudoración, aumento en la potencia
    muscular, midriasis, incremento de actividad cardíaca y
    presión sanguínea, dilatación de los vasos
    sanguíneos periféricos, convulsiones, aumento en el
    ritmo respiratorio y de la temperatura
    corporal. Estos síntomas pueden provocar la muerte por
    paro cardíaco o fallas respiratorias. Además se
    presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal.
    Comúnmente causa congestión nasal, que puede
    presentarse o no con secreción liquida. El uso por
    vía inyectable expone al adicto a infecciones de SIDA, hepatitis B y C,
    y otras enfermedades infectocontagiosas. La
    infección con el HIV puede producirse por la
    transmisión directa de virus al
    compartir agujas y otros dispositivos contaminados.
    Además, puede producirse indirectamente por
    transmisión prenatal a un niño cuya madre
    está infectada con el HIV. El uso y abuso de drogas
    ilícitas, incluyendo el crack y la cocaína, se han
    convertido en el principal factor de riesgo de contagio con el
    virus HIV.
    Sumado a ello, la hepatitis C se
    está difundiendo rápidamente entre los adictos que
    se inyectan; el índice de infección varía
    entre el 65 y el 90 por ciento en este grupo de personas, de
    acuerdo al país. Hasta hoy, no se ha descubierto una
    vacuna contra el virus de la
    hepatitis C, y
    el único tratamiento disponible es caro, muchas veces
    infructuoso, y con serios efectos
    colaterales.

    La cocaína es una droga extremadamente adictiva,
    cuyos efectos se perciben en un lapso de 10 segundos y duran
    alrededor de 20 minutos. Actúa directamente sobre los
    centros cerebrales encargados de las sensaciones del placer. Dada
    su alta capacidad de producir daños y hasta
    destrucción celular, las sensaciones que eran placenteras
    en sujetos recién iniciados se convierten en
    efectos desagradables como agitación, llanto,
    irritabilidad, alucinaciones visuales auditivas y
    táctiles, delirio paranoide, amnesia,
    confusión,
    fobias o terror desmedido,
    ansiedad, estupor, depresión
    grave y tendencias suicidas. Los efectos psíquicos
    reconocidos por la mayoría de los autores y recogidos en
    publicaciones recientes incluyen euforia, inestabilidad, aumento
    de la
    comunicación verbal y de la seguridad en uno
    mismo, inquietud, anorexia,
    insomnio e hipomanía. El adicto experimenta

    pérdida de interés e
    imposibilidad de sentir placer ante la falta de la sustancia.
    Así, la cocaína se convierte en el único
    objetivo y
    motivo en la vida del adicto, desplazando todo tipo de
    sentimientos. La relación con los fenómenos
    criminales son expresamente citados por los autores,
    asociándose su consumo a la predisposición al
    delito.

    La cocaína es consumida por muy variados
    tipos de sujetos y motivos. Existe un patrón de consumo
    recreativo, al estilo del alcohol, presentando una ingesta
    controlada de la sustancia: es el caso de quienes ingieren la
    droga ocasionalmente cuando se les ofrece. Se diferencian
    radicalmente de adictos habituales, quienes desarrollan
    tolerancia y necesitan de mayores dosis para alcanzar iguales
    resultados. A esta situación puede llegarse por causas
    diversas pero siempre relacionadas con factores sociales y
    ambientales determinantes. La adicción a la cocaína
    posee condicionantes que la desencadenan, que pueden ser el
    reforzamiento de una personalidad
    insegura, que recibe un apoyo en el estímulo del
    tóxico. En lugar de tratar este déficit
    patológico con antidepresivos o fármacos
    estabilizadores del estado de ánimo se recurre a una
    vía aparentemente rápida. Dado que los efectos de
    la cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta
    minutos, el individuo precisa varias dosis durante el día
    para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar el efecto
    disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias
    horas desde la ingesta.

    COCAINA Y DESARROLLO
    EMBRIO-FETAL

    El uso de cocaína es altamente susceptible de
    producir daños irreparables en recién nacidos,
    cuyas madres mantuvieron su adicción durante el embarazo. Esto
    último hizo que algunos Estados de los Estados Unidos de
    América
    obliguen a las adictas embarazadas a realizarse tratamientos
    forzosos con privación de libertad
    mientras dura el embarazo.
    Aún se desconoce la total extensión de los
    efectos de la exposición prenatal a la cocaína,
    pero los estudios científicos indican que estos
    bebés nacen prematuramente e insuficientemente
    desarrollados: con menor peso, diámetro craneal inferior y
    menor longitud. La determinación exacta de las
    consecuencias para el recién nacido es compleja, y
    varía de acuerdo a la droga que fue consumida por la
    madre. Sumado a ello, se sabe estadísticamente que las
    madres adictas a la cocaína abusan de otra u otras
    sustancias.
    El cuadro se complica al considerar
    la cantidad y variedad de drogas consumidas, la falta de cuidados
    prenatales, el status socioeconómico, la exposición
    a enfermedades infectocontagiosas, otros problemas de salud,
    pobre alimentación, y muchos otros factores que
    intervienen directamente sobre la salud del feto y el
    recién nacido. Se ha descubierto que la exposición
    a la cocaína durante el desarrollo
    fetal puede provocar retrasos y otras deficiencias mentales, como
    así también imposibilidad de mantener la
    atención y la concentración por períodos de
    tiempo mínimos como para permitir el aprendizaje. A
    pesar de la gravedad de las lesiones y trastornos sufridos por
    estos niños, las modernas técnicas de tratamiento
    permiten una recuperación significativa. De cualquier
    forma, es un hecho que estos datos y avances
    son sólo paliativos, y no pueden tomarse como 100%
    eficaces.

    CRACK

    También denominado "cocaína del
    pobre", acarrea un grave riesgo social y sanitario, por la
    dependencia que provoca y los efectos nocivos que ocasiona en el
    organismo. Se obtiene de la maceración de hojas de coca
    con kerosene y compuestos sulfurados, que lavada posteriormente
    con ciertos elementos volátiles, se convierte en el
    clorhidrato de cocaína. La denominada base es un
    tóxico de mayor potencial nocivo que la cocaína,
    posee impurezas que impiden su administración endovenosa. Se ingiere por
    inhalación, lo que conlleva lesiones en la mucosa nasal y
    en el aparato
    digestivo. También se consume fumada en cigarrillos o
    pipas diseñadas al efecto.

    La intoxicación por esta sustancia
    implica cuadros delirantes seguidos de procesos
    depresivos intensos. Sus consecuencias nocivas sobre el organismo
    son equiparables a las de las anfetaminas administradas por
    vía endovenosa, desestructurando la
    personalidad, y colocándola en una adicción
    compulsiva. Las lesiones orgánicas son evidentes e
    irreversibles. Usualmente, los adictos crónicos o aquellos
    que llevan varios meses con ingestas de relevante cantidad y de
    forma continuada, sufren patologías mentales graves y
    crónicas como demencia o paranoia. Las lesiones en el
    cerebro son irreversibles.

    SPEEDBALL

    Es un combinado de heroína y
    cocaína con efectos psicológicos muy intensos y
    repercusión jurídico criminal destacable, por la
    perturbación mental que ocasiona. Es frecuente el consumo
    de estas dos sustancias simultáneamente. Los consumidores
    intentan evitar las consecuencias desagradables de la
    cocaína, manteniendo el efecto que ésta proporciona
    de euforia, alegría y potencia. En otros casos el consumo
    conjunto de ambos tóxicos se realiza para evitar el efecto
    sedante de la heroína. La mezcla de un depresor con un
    excitante, ambos de gran potencial, provoca un estado de
    aturdimiento general, incoherencia, obnubilación, estupor,
    sopor y estado general confusión. Esta unión
    provoca descontrol y descoordinación psicomotriz, con
    riesgo de coma y muerte. Pueden presentarse cuadros delirantes
    paranoides, así como depresiones de gran intensidad,
    alucinaciones auditivas, sensoriales y
    visuales.

    ANFETAMINAS

    Fueron sintetizadas por primera vez entre la
    última década del siglo XIX y la primera del siglo
    XX. Los primeros experimentos
    clínicos se iniciaron hacia 1930, y desde 1935 se
    comercializó con gran difusión en el Reino Unido,
    Francia y
    Alemania.
    Durante la Segunda Guerra
    Mundial fue utilizada indiscriminadamente por todos los
    bandos, dado el carácter euforizante que contiene la
    sustancia y la agresividad otorga.

    El consumo de este excitante está
    ampliamente extendido y distribuido por todas las clase sociales.
    A diferencia de lo que sucede con la cocaína que la
    consumen preferentemente los sectores medios y
    altos, las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos que
    pretenden sobreexcitación como por amas de casa que buscan
    un anoréxico para sus dietas o por estudiantes que
    preparan exámenes. Al incidir en el sistema
    ortosimpático causan hipertensión, taquicardia,
    hiperglucemia, midriasis, vasodilatación
    periférica, hiperpnea, hiporexia, etc. El estado de
    ánimo del adicto oscila entre la distrofia y la
    hipomanía, así como ansiedad, insomnio, cefalea,
    temblores y vértigo. Pueden aparecer cuadros depresivos y
    síndromes paranoides anfetamínicos. A dosis
    normales, sus efectos varían de acuerdo al individuo y las
    condiciones de ingesta. Pueden producir efectos placenteros,
    hiperactividad y sensación desbordante de energía,
    pero también causan temblor, ansiedad irritabilidad, ira
    inmotivada y repentina y trastornos amnésicos e
    incoherentes. En la última fase se describen
    depresión, cuadros paranoides y delirios paranoides,
    alucinaciones y trastornos de conducta. El consumo de anfetaminas
    puede conducir a actuaciones agresivas, al igual que los
    barbitúricos y el alcohol, por su gran efecto euforizante,
    unido a un descontrol en los instintos inhibitorios. Tales
    situaciones se producen cuando las dosis suministradas,
    generalmente por vía endovenosa, superan los 2 gr.
    Está demostrado un mayor potencial en las anfetaminas que
    en la cocaína, tanto en su punto más álgido
    como en la duración de los efectos. Reacciones muy graves
    se producen al consumirlas con barbitúricos en el conocido
    fenómeno de la pluritoxicomanía. Tomadas en dosis
    importantes son causantes de confusión, tensión,
    ansiedad aguda y miedo. También pueden precipitar psicosis
    paranoide en sujetos no psicóticos. La psicosis
    anfetamínica desarrollada por el sujeto se asemeja a la
    psicosis
    paranoica y a la esquizofrenia
    paranoica.

    ÉXTASIS o MDMA

    La metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente
    conocida como "éxtasis", "ectasi" o "X-TC", es una droga
    sintética sicoactiva con propiedades alucinógenas
    de gran potencial emotivo y perturbador psicológico, con
    propiedades similares a las anfetaminas. Su estructura
    química
    (3-4 metilendioximetanfetamina) se asemeja a la estructura de
    la metilendioxianfetamina (MDA) y de la metanfetamina, otros
    tipos de drogas sintéticas causantes de daños
    cerebrales. Durante los años sesenta se utilizó con
    fines terapéuticos dado que según determinados
    sectores de la psiquiatría ayudaba a la
    comunicación y al tratamiento de neurosis
    fóbicas. Surgió entonces la polémica
    médico – legal, atribuyendo a su consumo repercusiones en
    la delincuencia,
    por lo que finalmente fue ilegalizado.

    El éxtasis produce efectos
    síquicos de gran potencial perturbador. Inicialmente el
    sujeto experimenta sensaciones de confianza y excitación,
    a las que sigue un estado de hiperactividad e incremento en los
    pensamientos morbosos. Los efectos del estimulante se diluyen
    provocando trastornos sicológicos, como confusión,
    problemas con el sueño (pesadillas, insomnio), deseo
    incontenible de consumir nuevamente drogas, depresión,
    ansiedad grave y paranoia. Estos efectos han sido reportados
    incluso luego de varias semanas del consumo. También se
    han informado casos graves de psicosis. Entre
    los síntomas físicos pueden citarse: anorexia,
    tensión y trastornos musculares similares a los presentes
    en la enfermedad de Parkinson, bruxismo, náuseas,
    visión borrosa, nistagmus, desmayos, escalofríos y
    sudoración excesiva (este último signo es característico durante la
    intoxicación). El aumento de la frecuencia cardíaca
    y la tensión arterial, crea riesgos de
    trastornos circulatorios o cardíacos. Informes
    forenses indican que en personas con deficiencias
    cardiorespiratorias puede producir muerte súbita.

    MDA

    La MDA, el fármaco de origen de la MDMA,
    es una droga similar a la anfetamina que también ha sido
    abusada, presentando efectos psico-físicos similares a los
    de la MDMA. Las investigaciones
    han mostrado que la MDA destruye las neuronas productoras de
    serotonina, que regulan directamente la agresión, el estado de
    ánimo, la actividad sexual, el sueño y la
    sensibilidad al dolor. Es probable que esta acción sobre
    el sistema productor
    de serotonina sea el origen de las propiedades síquicas.
    La MDMA también guarda relación en su estructura y
    sus efectos con la metanfetamina, la cual ha demostrado ser
    causante de la degeneración de las neuronas que contienen
    la sustancia neurotransmisora dopamina. Recientes descubrimientos
    hechos mediante varios sistemas de
    diagnóstico por imágenes
    indican una relación directa de medios-causa-consecuencia entre MDA y
    MDMA-dopamina-esquizofrenia.

    En experimentos de
    laboratorio,
    una sola exposición a la MDA en dosis elevadas o el uso
    prolongado en dosis bajas destruye hasta un 50% de las células
    cerebrales. Aunque este daño tal vez no sea aparente de
    inmediato, con el envejecimiento o la exposición a otros
    agentes tóxicos pueden aparecer síntomas de la
    enfermedad de Parkinson con el tiempo. Estos comienzan con falta
    de coordinación y temblores, y a la larga pueden causar
    una forma de parálisis.

    LSD – 25 (ácido
    lisérgico)

    El LSD es una sustancia semisintética,
    derivado del ergot, extracto éste del cornezuelo del
    centeno, usado en medicina al final de la Edad Media.
    También fue muy utilizado en obstetricia para evitar
    hemorragias puerperales y promover la contracción del
    útero. En un principio fue utilizado con fines
    terapéuticos en alcohólicos, cancerosos y otros
    enfermos terminales para ayudarles a superar el trance.
    Posteriormente fue abandonada la práctica al comprobarse
    los resultados adversos, tales como suicidios a causa de las
    engañosas imágenes y
    terroríficas visualizaciones. También se
    comprobó que podía desencadenar esquizofrenia y
    deterioros mentales variados.

    La relación de las drogas
    alucinógenas y movimientos místicos o religiosos es
    un hecho comprobable históricamente, como podrá
    verse al estudiar otras drogas de este tipo en muchas culturas
    del Centro y Sur de América
    el consumo de la sustancia y la práctica religiosa siguen
    siendo algo inseparable.

    Descubierto en 1938, se considera al
    ácido lisérgico como el alucinógeno
    más poderoso, aunque no el más nocivo. Como
    fenómenos físicos hay que citar la midriasis,
    temblores, e hiperreflexia, también pueden aparecer
    náuseas, palidez, sudoración, taquicardia y
    lipotimia. Los fenómenos psíquicos se caracterizan
    en lo referente al estado de ánimo por fluctuaciones del
    humor, variando entre distimias displacenteras, euforia expansiva
    tales como verborrea y risa irrefrenable. La exaltación
    mística es tal que algunos autores denominan estas drogas
    como místicomiméticos. Se consideran productos
    psicodélicos que inhiben los mecanismos de defensa del yo,
    y facilitan la distribución de la sensibilidad así
    como la aparición de imágenes
    desconcertantes.

    CANNABIS SATIVA – HACHIS –
    MARIHUANA

    El cannabis sativa es un arbusto silvestre que
    crece en zonas templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura
    de seis metros, extrayéndose de su resina el
    hachís. Su componente psicoactivo más relevante es
    el delta–9-tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), conteniendo
    la planta más de sesenta componentes relacionados. Se
    consume preferentemente fumada, aunque pueden realizarse
    infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana
    puede llegar a contener 150 mg. de THC, y llegar hasta el doble
    si contiene aceite de hachís, lo cual según algunos
    autores puede llevar al síndrome de abstinencia si se
    consume entre 10 y 20 días. La tolerancia está
    acreditada, siendo cruzada cuando se consume conjuntamente con
    opiáceos y alcohol. Respecto a la dependencia, se
    considera primordialmente psíquica. Los síntomas
    característicos de la intoxicación
    son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios, muy similares
    a los de las benzodiacepinas.

    Puede presentarse en distintas modalidades de
    consumo, sea en hojas que se fuman directamente, en resina del
    arbusto o en aceite desprendido de éste último. El
    color de la hoja
    va del verde amarillento al marrón oscuro según el
    lugar de procedencia. De la modalidad en que se presente la droga
    dependerá su denominación: "marihuana" es el nombre
    de las hojas del cáñamo desmenuzadas, que
    después de secarse y ser tratadas pueden fumarse
    (también es conocida como "hierba", "marijuana",
    mariguana", "mota", "mafú", "pasto", "maría",
    "monte", "moy", "café", "chocolate", etc.; en inglés
    se la conoce como: "pot", "herb", "grass", "weed", "Mary Jane",
    "reefer", "skunk", "boom", "gangster", "kif", "ganja", etc.); su
    efecto es aproximadamente cinco veces menor que el del
    hachís. El nombre hachís (también conocido
    como "hashis") deriva de los terribles asesinos (hashiscins)
    árabes, que combatieran en las cruzadas entre los
    años 1090 y 1256. El hachís se obtiene de la
    inflorescencia del cáñamo hembra, sustancia
    resinosa que se presenta en forma de láminas compactas con
    un característico olor. La marihuana es la
    forma más frecuente, conteniendo de 0,3 a 3 % de delta
    THC; la concentración de THC llega al 10 % en el
    hachís, siendo su efecto diverso según factores
    como la velocidad con
    la que se fuma, la duración de la inhalación,
    cantidad inhalada, tiempo que el consumidor
    retiene la respiración después de inhalar y
    el estado
    anímico del sujeto. El consumo oral, tanto de marihuana
    como de hachís, implica efectos psicológicos
    similares a los expresados en la forma fumada pero de mayor
    intensidad y duración y con efectos nocivos
    potenciados.

    La constancia escrita más antigua sobre
    su consumo data de la época del Emperador chino SHEN NUNG
    en el 1237 a.C. También fue conocido por los asirios y
    griegos del siglo V a.C. En la India hay
    constancia de su utilización desde hace más de
    2.000 años, con finalidad de tipo místico en muchas
    ocasiones. Hay descripciones en el Antiguo Testamento sobre la
    sustancia, aunque de forma vaga y no comprobada. Hay casi
    absoluta certeza de su consumo por los griegos según
    unánimes referencias doctrinales, así como por los
    romanos, siendo los árabes los que la comercializaron en
    su área de influencia. Posiblemente las tropas de
    Napoleón la extendieron por Europa, en el siglo XIX. Los
    árabes utilizaron la droga como calmante de enfermedades
    mentales. Terapéuticamente se aconsejó para
    tratamientos de insomnio y como sedante para el dolor.
    También se prescribió para terapias de
    patologías nerviosas, así como para el tratamiento
    de la tos, temblores en parálisis compulsivas, espasmos de
    vejiga e impotencia sexual que no provenga de enfermedad
    orgánica. Así mismo se recomendó como
    afrodisiaco, antineurálgico, tranquilizante para
    maníaco-depresivo, antihistérico, tónico
    cerebral, remedio para el vómito nervioso,
    epilepsia y enfermedades nerviosas. Estas recomendaciones fueron
    posteriormente desaconsejadas unánimemente por la
    medicina, estando en la actualidad en estudio sólo la
    legalización de un fármaco derivado de esta
    sustancia para mitigar los dolores en enfermos cancerosos. Este
    empleo
    terapéutico ha creado profundas polémicas. En la
    actualidad, existe acuerdo científico en que la marihuana
    no puede considerarse medicamento en ninguna de las formas en que
    es consumida por los adictos. Al tratar su posible uso como
    medicamento, se distingue entre la marihuana y el THC puro y
    otros químicos específicos derivados del
    cánnabis. La marihuana pura contiene cientos de
    químicos, algunos de ellos sumamente dañinos a la
    salud. El THC en forma de píldora para consumo oral (no se
    fuma) podría utilizarse en el tratamiento de los efectos
    colaterales (nauseas y el vómito) en
    algunos tratamientos contra el cáncer. Otro químico
    relacionado con el THC (nabilone) ha sido autorizado por la "Food
    and Drug Administration" de Estados Unidos
    para el tratamiento de los enfermos de cáncer que sufren
    náuseas. En su forma oral, el THC también se usa en
    enfermos de SIDA, porque les
    ayuda a comer mejor y mantener su peso. Los científicos
    estudian la posibilidad de que el THC y otros químicos
    relacionados con la marihuana tengan ciertos valores
    medicinales. Algunos piensan que estos químicos se
    podrían usar en el tratamiento del dolor severo, pero es
    necesario tener más evidencia antes de usarlos para el
    tratamiento de problemas médicos.

    Durante los años sesenta comienza el
    consumo casi masivo de esta sustancia así como de otras
    alucinógenas como el LSD, peyote, etc. En el mundo de la
    música y
    luego entre la burguesía intelectual norteamericana
    cundió la moda de fumar
    marihuana y hachís, extendiéndose a Europa
    Occidental. El cánnabis fue un signo más del
    movimiento
    contracultural pretendiendo una nueva ideología, dentro de
    la burguesía, basada en el pacifismo, el orientalismo,
    el amor libre
    y la vida en la naturaleza. Al
    principio el consumo afectó a estudiantes y clases altas y
    medias, para después extenderse por todos los estratos
    sociales, consumiéndose junto con alcohol y comenzando a
    crear problemas sanitarios. A pesar de ser una sustancia ilegal,
    su consumo continúa en aumento. Está probada la
    relación entre el consumo de esta droga y otras como
    alcohol, LSD, cocaína, anfetaminas y opiáceos,
    habiéndose probado su función en la escalada a
    drogas más peligrosas.

    Las modalidades de marihuana disponibles a los
    jóvenes son más potentes que las que
    existían en la década del '60. Ello se debe a que
    los laboratorios clandestinos de los traficantes han conseguido
    realizar cambios a nivel genético en el cánnabis
    mediante sofisticados métodos de
    biotecnología, resultando en una mayor
    concentración de THC. La potencia de la droga se mide de
    acuerdo a la cantidad promedio de THC que se encuentra en las
    muestras de marihuana que confiscan las agencias
    policíacas.

    » La marihuana común contiene un
    promedio de 3 % de THC, pudiendo alcanzar el 5,5
    %.

    » La resina tiene desde 7.5 %, llegando
    hasta 24 %.

    » El hachís (resina gomosa de las
    flores de las plantas hembras) tiene un promedio de 3.6 %, pero
    puede llegar a tener hasta 28 %.

    » El aceite de hachís, un
    líquido resinoso y espeso que se destila del
    hachís, tiene un promedio de 16 % de THC, pero puede
    llegar a tener hasta 43 %.

    El THC afecta a las células
    del cerebro encargadas de la memoria.
    Eso hace que la persona tenga dificultad en recordar eventos recientes
    (como lo que sucedió hace algunos minutos), y hace
    difícil que pueda aprender mientras se encuentra bajo la
    influencia de la droga. Para que una persona pueda aprender y
    desempeñar tareas que requieren de más de dos
    pasos, es necesario que tenga una capacidad normal de memoria a corto
    plazo. Estudios recientes demuestran que la marihuana crea
    disfunciones mentales y disminución de la capacidad
    intelectual en las personas que la fuman mucho y por muchos
    años. En un grupo de fumadores crónicos en Costa Rica, se
    encontró que los sujetos tenían mucha dificultad en
    recordar una corta lista de palabras (que es una prueba
    básica de memoria). Las
    personas en el estudio también tuvieron gran dificultad en
    prestar atención a las pruebas que se
    les presentaron.

    Es posible que la marihuana destruya las
    células
    de ciertas regiones especializadas del cerebro. Los
    científicos han observado que cuando se dieron altas dosis
    de THC a las ratas de laboratorio,
    presentaron pérdida de células
    cerebrales similares a las que se encuentran entre los animales
    ancianos. Los cerebros de ratas de entre 11 y 12 meses de edad
    (aproximadamente la mitad de sus vidas) tenían las
    características los de animales ya
    viejos.

    Existen serias preocupaciones por sus efectos a
    largo plazo sobre la salud. Por ejemplo, un grupo de
    científicos de California examinó el estado de
    salud de 450 fumadores cotidianos (diarios) de marihuana (que no
    fumaban tabaco). En comparación con otras personas no
    fumadoras, estas personas tenían más ausencias de
    trabajo por enfermedad y más visitas médicas por
    problemas respiratorios y otras enfermedades. Los resultados
    indican que el uso regular de la marihuana o del THC son factores
    que provocan cáncer y problemas en los sistemas
    respiratorio, inmunológico y
    reproductivo.

    Marihuana y cáncer: la marihuana
    contiene elementos causantes de cáncer que también
    se encuentran en los cigarrillos, pero en mayores
    concentraciones. Los estudios muestran que una persona que fuma
    cinco cigarrillos de marihuana a la semana consume la misma
    cantidad de químicos carcinógenos que una persona
    que fuma un paquete de cigarrillos al día. El humo de la
    marihuana y del tabaco probablemente cambian los tejidos que
    cubren el sistema
    respiratorio. También es posible que en algunas
    personas el humo de la marihuana contribuya al desarrollo
    temprano del cáncer de cabeza y de
    cuello.

    Marihuana y trastornos reproductivos: la
    marihuana afecta la producción de hormonas
    masculinas y femeninas y, por lo tanto, las
    características y función sexual. Se ha comprobado
    una estrecha relación entre consumo de marihuana y
    esterilidad. Las dosis altas de la droga pueden posponer la
    pubertad en los varones y tener efectos adversos en la producción de esperma. Entre las mujeres,
    la marihuana puede cambiar el ciclo menstrual normal e inhibir la
    producción de
    óvulos.

    Marihuana y trastornos
    inmunológicos: estudios hechos en animales y
    humanos que muestran que la droga impide la función normal
    de las células T,
    cuando se trata de defender al sistema
    respiratorio de ciertos tipos de infecciones. Las personas
    que tienen el virus HIV y cuyos
    sistemas inmunes
    no funcionan adecuadamente, deben evitar su
    uso.

    Marihuana y trastornos respiratorios:
    quienes fuman marihuana regularmente suelen tener los mismos
    problemas respiratorios que quienes fuman cigarrillos. Tienen
    síntomas como tos crónica y flemas (bronquitis
    crónica) y tienen más resfriados. El uso continuo
    de la marihuana puede resultar en función anormal de los
    pulmones y las vías respiratorias. Se ha encontrado
    evidencia de que el humo de la marihuana puede destruir o
    dañar el tejido pulmonar.

    BARBITÚRICOS Y
    SEDANTES

    Son los fármacos más utilizados en
    los países desarrollados. En 1887 se describieron los
    primeros cuadros de dependencias a tranquilizantes como el
    paraldehído, habiéndose extendido posteriormente a
    sustancias como cloral, barbitúricos, bromureído,
    diacepan, meprobanato, matacuolona, etc. El consumo de estas
    sustancias está extendido en toda la población sin haberse detectado grupos
    sociales o de edad determinados, aunque están
    más predispuestas las mujeres. En pequeñas dosis se
    utilizan como ansiolíticos, es decir, como fármaco
    que mitigan la angustia e intranquilidad, y en grandes cantidades
    sus efectos son embriagadores, similares a los que puede producir
    el alcohol.

    La síntesis del primer barbitúrico
    se sitúa en 1863, habiendo en la actualidad más de
    2.500 derivados de esta sustancia. El barbital o
    dietil-barbitúrico fue comercializado en 1903, teniendo
    gran difusión años después. Estas sustancias
    provocan una dependencia física y psíquica,
    así como tendencia a aumentar el consumo por el grado de
    tolerancia que poseen. Los sujetos con base neurótica son
    los más predispuestos a la dependencia de esta sustancia,
    al desear aliviar la ansiedad que sufren. La mortalidad por su
    consumo es elevada, siendo el tipo de fármaco más
    usado para el suicidio. El
    consumo simultáneo con alcohol es frecuente, creando
    interacciones potenciadoras de los efectos de ambas drogas,
    caracterizadas por trastornos en la coordinación
    psicomotriz y por el descenso del nivel de conciencia. A
    grandes dosis pueden presentarse cuadros comparables al "delirium
    tremens" del alcohol.

    Determinados toxicómanos consumen esta
    sustancia en unión de otras como alcohol, café o
    anfetaminas, llegando a situaciones de perturbación
    psíquica y física muy importantes y afectando muy
    notoriamente el autocontrol. La dependencia aparece
    después de varios meses de haber ingerido dosis diarias,
    aunque depende del tipo de barbitúrico. El consumo
    continuado durante años llega a cambiar la
    personalidad, transformándola en más irritable,
    depresiva, y comporta pérdida de memoria y
    concentración. Con el tiempo los síntomas van
    instalándose en el sujeto pudiendo quedar una
    obnubilación mental permanente. En fases muy avanzadas
    aparecen crisis
    crepusculares, desorientación y alucinaciones que remiten
    en varios días tras disminuir o abandonar el consumo pero
    que pueden extenderse hasta dos meses.

    Benzodiacepinas

    El cerebro regula normalmente las emociones pero
    cuando se desbordan finalizan en incontrolables sensaciones de
    angustia. Mediante las benzodiacepinas se aminora e incluso se
    anula esta sensación, provocando una situación de
    bienestar. Las benzodiacepinas provocan, como otras drogas, el
    fenómeno de la tolerancia y en especial la "tolerancia
    cruzada", que es un efecto por el cual un consumidor de
    varias drogas se hace tolerante a una de ellas siendo
    también tolerante a otras, a pesar de no haber tenido con
    éstas ningún encuentro previo. De esta forma un
    sujeto que fue tratado con un barbitúrico puede volverse
    tolerante al mismo, necesitando tomar cada vez más
    cantidad para obtener la misma sensación. Ese mismo
    individuo precisará mayores dosis de benzodiacepinas que
    las que habría necesitado si nunca se hubiese hecho
    tolerante al barbitúrico.

    ALUCINÓGENOS

    La palabra "alucinógeno" hace referencia
    a las sustancias que alteran los sentidos,
    produciendo distorsión en la percepción
    de visiones, audiciones y generando sensaciones irreales. La
    alucinación es un síntoma de las psicosis y
    patologías de la mente más grave y su
    aparición distorsiona el
    conocimiento y la voluntad. Las drogas alucinógenas
    más importantes son el LSD-25, cánnabis sativa o
    marihuana, mezcalina, psilocibina y psilocina. Además de
    dichas sustancias hay otros muchos vegetales alucinógenos.
    A continuación, se presenta la descripción de los
    principales alucinógenos.

    QUÍMICOS INHALABLES

    Dentro de este grupo de sustancias pueden
    citarse: 1) adhesivos: colas, tolueno, xileno, acetona, benzoles,
    benzaldehido; 2) aerosoles-sprays: gases
    propelentes; 3) cementos plásticos:
    hexano; 4) solventes de pinturas, barnices y esmaltes: petróleo,
    butano, trementina; 5) líquidos para limpieza: xileno,
    benzol, éter de petróleo;
    6) éter anestésico: éter etílico
    puro; 7) éter: éter etílico; 8)
    combustibles: bencina, naftas; 9) thinner: hidrocarburos
    halogenados; 10) vasodilatadores: nitrito de amilo; nitrito de
    butilo.

    El consumo de estas sustancias presenta graves
    problemas sanitarios. Sus consumidores son principalmente
    marginales, especialmente niños, aunque la adicción
    también se da con relativa frecuencia en ciertos grupos
    profesionales. Las edades más frecuentes del uso
    crónico de inhalantes son al principio o al final de la
    adolescencia.
    Esto se debe en parte a la invitación o presión por
    parte de los compañeros de escuela y amigos,
    curiosidad e ignorancia de los efectos tóxicos e inseguridad
    personal. Lo
    más importante es la ignorancia del problema en la casa y
    la negación de los padres de que sus hijos puedan tener
    este problema. Los motivos del consumo se deben a la curiosidad,
    aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo y anomia. En
    el caso de los profesionales, el contacto habitual con las
    sustancias puede crear una adicción involuntaria; la
    adicción voluntaria es menos frecuente, aunque no
    excepcional. Generalmente estos productos son
    fáciles de obtener y están al alcance del adicto,
    son muy baratos, y no precisan de instrumentos para su uso.
    Asimismo, no es necesario contactar a un criminal para
    obtenerlos. Su uso puede hacerse en cualquier lugar, son
    fáciles de esconder y difíciles de detectar. Otro
    factor muy importante es el desconocimiento de las consecuencias
    y peligros de su uso.

    Estas sustancias se consumen en determinadas
    zonas rurales, como así también en ambientes
    marginales o de bajos recursos, donde
    son de las pocas drogas a las que tiene acceso fácil. Ello
    agrava el problema de una sustancia legal que es utilizada de
    forma incorrecta. La adicción a estas sustancias es el
    paso previo a otras drogas, llevando situaciones irreversibles.
    La adicción suele ser desconocida tanto por la familia
    como por el entorno social, dado que estas sustancias pasan
    desapercibidas y no son relacionadas con adicciones. Ello
    hace extender el consumo no sólo en medios
    marginales sino en todas las capas sociales. Existen tres grandes
    grupos de consumidores: 1) niños y adolescentes
    de poblaciones marginadas que consumen en grupo; 2) adultos que
    acceden al producto por
    su profesión o por asociación con grupos de
    personas con hábitos similares; 3) adultos marginales que
    inhalan las sustancias al igual que los niños, pero en
    solitario. El aspecto familiar es determinante para entender el
    fenómeno, habiéndose constatado cómo los
    inhaladores también presentan problemas con el alcohol,
    siendo de una clase social media baja y baja, y con problemas de
    abandono familiar.

    El uso continuado provoca dependencia
    psíquica, creando una situación de necesidad de
    ingesta similar a otras drogas. A consecuencia de la
    rápida distribución por los pulmones, el inicio de
    la intoxicación es casi inmediato. Se relaciona el consumo
    de esta droga con conductas criminales y autodestructivas. La
    sensación de euforia primero y aturdimiento
    después, habitual con estos tóxicos, conlleva una
    perturbación psíquica grave que altera la inteligencia y
    la percepción. Está acreditado el
    fenómeno de la tolerancia respecto de los efectos en el
    sistema
    nervioso central, mientras que la dependencia física
    es discutida. El nivel de inteligencia
    disminuye, haciendo frecuentes los problemas escolares. Se
    presentan cambios y descuido en la apariencia física,
    falta de higiene, falta de
    atención, alteración de la memoria,
    disminución de la capacidad de abstracción y
    razonamiento, personalidad
    antisocial, agresividad, depresión, ataques de
    pánico, ansiedad
    y alucinaciones con
    trastorno en el juicio crítico y la percepción. Se presentan ataxia, oraciones
    incoherentes y precipitadas, deplopia, náuseas y
    vómitos. La
    interrupción de la inhalación, como así
    también una intensa aspiración, pueden provocar la
    muerte. Son causales de dependencia psíquica,
    pudiéndose presentar psicosis tóxicas con
    daños cerebrales irreparables. Los inhalantes producen una
    fácil sugestionabilidad, dándose experiencias
    alucinatorias colectivas, lo que da ejemplo de la complejidad de
    la intoxicación. También provoca sentimientos
    paranoides y excitación sexual. Ciertos estudios
    consideran la embriaguez por inhalantes de mayor gravedad que la
    alcohólica, a pesar de que los efectos de la
    intoxicación no son muy prolongados.

    Uno de los inhalables adictivos más
    difundidos es el tolueno, sustancia presente en cierto tipo de
    pegamentos para cueros, gomas, cauchos, corchos, cartones, etc.
    Es una de las sustancias que mayores trastornos ocasiona, por lo
    que en Argentina fue
    prohibida su venta a menores
    de edad y se tiende a su supresión. Se considera que el
    límite de este tóxico que puede aspirarse sin
    sufrir efectos secundarios es de una concentración de la
    sustancia en aire de
    100/1.000.000. La intoxicación se presenta con 1,5
    microgramos, siendo el cuadro muy grave si llega a 10
    microgramos. Los efectos agudos acostumbran a durar entre 30 y 45
    minutos. Las consecuencias psico-perceptivas del consumo de este
    tipo de sustancias es alarmante, presentándose cuadros de
    exaltación, alucinaciones visuales, auditivas y
    táctiles, como así también ilusiones
    catatímicas.

    El pegamento plástico es una de las
    drogas favoritas de los menores y adolescentes,
    habiendo aumentado considerablemente su consumo en los
    últimos años. En un principio, las primeras
    ingestas suponen un estado de euforia o subida del ánimo,
    pero tras instalarse la tolerancia que se desarrolla tras semanas
    o meses los consumidores habituados deben inhalar varios tubos de
    sustancia para alcanzar el efecto deseado. La intoxicación
    se caracteriza por euforia, excitación, sensación
    flotante, vértigo, habla farfullante y ataxia. La
    inhalación va acompañada de pérdida de
    inhibición con sensación de fuerza y
    capacidad no reales. La intoxicación otorga agresividad,
    euforia, exaltación y situaciones violentas, por lo que se
    potencian las posibilidades de comisión de delitos, a lo que
    sucede, al igual que con el alcohol, periodos de amnesia donde el
    adicto no recuerda absolutamente nada de lo acaecido durante la
    intoxicación. En ocasiones aparecen alucinaciones visuales
    que pueden llegar a durar varias horas, lo que demuestra su gran
    potencial perturbador.

    Signos y síntomas de la adicción a
    químicos inhalables

    Estos pueden ser muy variados, dependiendo del
    tipo de sustancia química y de la
    cantidad inhalada o aspirada. Frecuentemente hay olor o aliento a
    sustancias químicas, irritación de nariz, labios o
    boca, irritación en la piel, manchas
    de sustancias químicas o pintura en la
    nariz, boca, manos y/o en la ropa. Los ojos suelen estar
    enrojecidos, algunas veces con movimientos oculares laterales
    rápidos involuntarios (nistagmus). Los efectos inmediatos
    son: mareos, somnolencia, pérdida del equilibrio,
    falta de coordinación, embriaguez, temblores,
    alteración de la memoria,
    falta de concentración, lentitud de movimientos, lenguaje lento
    e incoherente. Puede seguir un estado de excitación,
    tensión muscular, aprensión, agitación,
    irritabilidad, cambios en la presión arterial y ritmo
    cardiaco. Se presentan cambios de conducta y personalidad,
    pudiendo presentarse casos de furia histérica y violencia
    verbal y/o física. Debido a que el efecto dura de 15 a 45
    minutos, el adicto tiende a inhalar nuevamente la sustancia
    tóxica. Pueden presentarse nauseas, vómitos y
    anorexia.
    Inmediatamente después del uso pueden presentarse
    convulsiones, estado de coma, y muerte súbita por arritmia
    cardiaca, asfixia, o accidente vascular cerebral. Luego de
    algunas horas, pueden desarrollarse acumulación de
    líquido e inflamación de los pulmones (edema
    pulmonar), hipoxia o anoxia, neumonías, convulsiones. El
    uso repetido o crónico deja daño permanente en el
    organismo: temblores, falta de coordinación,
    pérdida del sentido del equilibrio,
    reducción de la memoria e
    inteligencia,
    estados de depresión o psicosis, infartos cerebrales,
    trastornos del lenguaje y
    la memoria,
    epilepsia, trastornos en la sensibilidad y movimiento de
    las extremidades, daño al hígado y riñones,
    leucemia, bronquitis crónica, ceguera, sordera,
    daño cerebral permanente, problemas respiratorios
    crónicos.

    Daños físicos que causan los
    químicos inhalables

    CEREBELO: es el centro de la
    mayoría de las funciones
    involuntarias del cuerpo. El abuso severo de inhalantes
    daña los nervios que controlan los movimientos motores, lo que
    resulta en pérdida de coordinación general. Los
    adictos crónicos experimentan temblores y agitación
    incontrolable.

    CEREBRO: las sustancias inhalables
    afectan diferentes partes del cerebro, provocando alteraciones
    sensoriales y psicológicas. Los estudios indican que estas
    sustancias disuelven la capa protectora de mielina que envuelve a
    las neuronas, dañando la corteza cerebral y pudiendo
    derivar en muerte celular (irreversible). Esto acarrea cambios
    permanentes de personalidad, pérdida de la memoria,
    alucinaciones y problemas de aprendizaje.

    CORAZON: el abuso de inhalantes puede
    resultar en "Síndrome de Muerte Súbita por
    Inhalantes". Las dos sustancias que más frecuentemente han
    causado estas muertes son el tolueno y el gas butano. El
    gas
    freón interfiere en el ritmo natural del corazón,
    causando paro cardíaco. Los nitratos de amilo y butilo
    también afectan el ritmo
    cardíaco.

    HÍGADO: los compuestos
    halogenados, como el tricloroetileno (presente en pinturas en
    aerosol y correctores escolares líquidos) causan
    daño permanente a los tejidos
    hepáticos.

    MEDULA OSEA: se ha probado que el
    benzeno, componente de las naftas y gasolinas, causa
    leucemia.

    MÚSCULOS: el abuso crónico
    de inhalantes causa desgaste de músculos, reduciendo el
    tono y su fuerza.

    NERVIOS CRANEALES, NERVIOS ÓPTICOS Y
    ACÚSTICOS: el tolueno atrofia estos nervios, causando
    problemas visuales y pobre coordinación de los ojos.
    Además, destruye las células
    que envían el sonido al
    cerebro. Ello deriva en graves posibilidades de cegueras y
    sorderas.

    NERVIOS PERIFERICOS: Inhalación
    crónica de oxido nitroso (propelente) y el hexano
    (presente en algunos pegamentos y combustibles) resulta en
    daño a los nervios periféricos. Los síntomas incluyen:
    adormecimiento de extremidades, calambres y parálisis
    total.

    RIÑONES: el tolueno altera la
    capacidad de los riñones para controlar la cantidad de
    ácido en la sangre. Este
    problema es reversible cuando el consumidor no es
    crónico y el tolueno deja el cuerpo, pero con el uso
    repetido puede derivar en litiasis e insuficiencia
    renal.

    SANGRE: Algunas sustancias como los
    nitritos y el cloruro de metileno (thinner de pintura),
    bloquean químicamente la capacidad de transportar el
    oxigeno en la
    sangre.

    SISTEMA RESPIRATORIO: la
    inhalación repetida de pinturas en aerosol puede resultar
    en daño pulmonar. Casos de asfixia se han reportado cuando
    la concentración del solvente desplaza totalmente el
    oxigeno en los
    pulmones. Además se presentan graves irritaciones en las
    mucosas nasales y tracto respiratorio. Muchos químicos
    inhalables son potentes agentes causantes de
    cáncer.

    EFECTOS DE LAS DROGAS

    ANFETAMINAS

    El consumo de anfetaminas produce en el cuerpo los
    siguientes síntomas:

    • acelera el ritmo cardiaco y pulmonar
    • dilata las pupilas
    • reduce el apetito
    • produce sequedad en la boca
    • sudores
    • dolores de cabeza
    • pérdida de visión
    • mareos
    • insomnio
    • ansiedad

    A largo plazo y/o usadas en dosis elevadas,
    ocasionan:

    • temblores
    • pérdida de coordinación
    • colapso físico
    • daño a riñones y tejidos
    • depresión
    • malnutrición
    • aumento repentino de presión sanguínea
      que puede producir la muerte por ataque, fiebre muy alta o
      insuficiencia cardiaca.

    ¿ES ADICTIVA?

    Sí, es adictiva porque el organismo la asimila y
    crea tolerancia a la droga, lo que ocasiona que el usuario
    necesite cada vez mayor cantidad para lograr la misma nota
    estimulante.

    COCAÍNA

    La cocaína estimula el sistema nervioso
    central. Sus efectos inmediatos incluyen:

    • dilatación de las pupilas
    • aumento de la presión
      sanguínea,
    • del ritmo cardiaco y respiratorio
    • aumento en la temperatura
      del cuerpo

    Su uso ocasional puede producir…

    • congestión o drenaje de la nariz
    • ulceración de la membrana mucosa de la
      nariz

    La inyección de cocaína con equipo
    contaminado puede producir SIDA, hepatitis y
    otras enfermedades.

    El uso crónico de esta droga causa los siguientes
    síntomas en el organismo en adición a los efectos
    arriba mencionados:

    • dolor abdominal
    • nauseas
    • vómitos
    • respiración irregular
    • convulsiones
    • paro cardiaco

    La mezcla de cocaína con heroína, conocida
    como "speedball", puede causar la muerte.

    ¿ES ADICTIVA?

    La cocaína es una de las drogas más
    adictivas que hay, ya que su efecto, aunque fuerte, es de corta
    duración. El Crack es extremadamente adictivo.

    ECSTASY

    Efectos del ECSTASY en el cuerpo.

    • estimula el sistema
      nervioso produciendo alucinaciones
    • daño cerebral
    • drena el cerebro de una importante substancia
      química
      conocida como serotonin, lo cual ocasiona cambios en el estado de
      ánimo, en las funciones
      sexuales y la sensibilidad al dolor
    • nausea
    • aumento en la presión arterial
    • pérdida del apetito
    • problemas para dormir
    • temblores
    • visión borrosa
    • ansiedad
    • depresión
    • paranoia

    Los efectos secundarios y reacciones adversas que
    producen los esteroides son más de 70. El uso de
    esteroides afecta gravemente al hígado, y a los sistemas
    cardiovascular y reproductivo. Sus efectos psicológicos en
    ambos sexos incluyen el comportamiento
    muy agresivo conocido como "roid rage" y depresión.
    Algunos de los efectos secundarios aparecen rápidamente.
    Otros, como ataques cardiacos y apoplejía son ocasionados
    con el uso continuo de esteroides a través de los
    años.

    • acné
    • cáncer
    • aumento de colesterol
    • edema (retención de agua en los
      tejidos)
    • daño fetal
    • crecimiento del clitoris en las
      féminas
    • continua erección en los varones (priapismo),
      sumamente dolorosa
    • disminución del buen colesterol
    • enfermedades cardiacas
    • crecimiento excesivo de vello en la mujer
      (hirsutismo)
    • ictericia
    • tumores en el hígado
    • calvicie femenina con patrón
      masculino
    • piel grasa en la
      mujer
    • agrandamiento de la próstata
    • reducción en el tamaño de los testículos
    • esterilidad
    • crecimiento óseo retardado
    • cálculos biliares
    • erupciones cutáneas
    • alta presión
    • impotencia
    • irregularidades menstruales
    • calambres musculares
    • piedras en los riñones
    • continuo mal aliento
    • vómitos de
      sangre
    • crecimiento de las tetillas o hinchazón en los
      varones
    • aumento anormal de peso
    • diarreas

    HEROÍNA

    Los efectos negativos inmediatos de los inhalantes
    incluyen:

    • nausea
    • estornudos
    • tos
    • hemorragia nasal
    • fatiga
    • falta de coordinación
    • pérdida del apetito
    • disminución del ritmo cardíaco y
      respiratorio

    Su uso a largo plazo o el uso de grandes cantidades en
    un período corto pueden producir:

    • desorientación
    • comportamiento violento
    • inconsciencia
    • sofocación
    • muerte

    La inhalación repetida de vapores concentrados a
    través del tiempo puede dañar permanentemente el
    sistema
    nervioso.

    LSD

    Efectos del LSD en el cuerpo.

    • dilatación de pupilas
    • aumento en la temperatura
      corporal
    • aumento de la presión
      sanguínea
    • insomnio
    • temblores
    • pérdida de control

    A la experiencia con esta droga le llaman "un viaje",el
    cual puede tener una duración hasta de 12 horas. Pero
    muchas veces éste resulta ser una pesadilla. Algunos
    usuarios experimentan pensamientos y visiones aterradoras que
    crean en ellos tal pánico que muchos han saltado al
    vacío provocando su propia muerte para huir de estas
    sensaciones que identifican como un peligro real.

    ¿ES ADICTIVA?

    Sí es adictiva porque quien la usa necesita cada
    vez una dosis mayor para lograr la misma una experiencia de igual
    intensidad.

    METANFEMINA

    Efectos de la METANFETAMINA en el cuerpo.

    La persona que usa "Ice" piensa que la droga le
    proporciona energía instantánea. La realidad es que
    la droga acelera el sistema nervioso,
    haciendo que el cuerpo utilice la energía acumulada. Al no
    descansar lo suficiente y dejar de alimentarse-por la
    pérdida del apetito-el "Ice" causa daño permanente
    a la salud.

    Los efectos que causa al cuerpo varían de acuerdo
    a la cantidad de droga utilizada. Entre los síntomas
    observados se encuentran los siguientes:

    • lesión nasal cuando la droga es
      inhalada
    • sequedad y picor en la piel;
      acné; irritación o inflamación
    • aceleración de la respiración y la presión
      arterial
    • lesiones del hígado, pulmones y
      riñones
    • náuseas y vómitos
    • extenuación cuando se acaban los efectos de la
      droga (necesidad de dormir por varios días)
    • dolor de cabeza y visión borrosa
    • movimientos bruscos e incontrolados de la cara,
      cuello, brazos y manos
    • pérdida del apetito
    • derrames
    • depresión aguda cuando desaparecen
    • los efectos de la droga

    ¿ES ADICTIVA?

    Sí; el "Ice" o "Crank" produce tolerancia, por lo
    que a medida que se usa se va necesitando una dosis mayor para
    sentir los mismos efectos.

    MARIHUANA

    Los efectos físicos observados regularmente
    son:

    • aceleración sustancial del ritmo
    • cardíaco
    • ojos inyectados (de sangre)
    • sequedad en la boca y la garganta
    • aumento del apetito
    • reduce la capacidad de memoria y
      comprensión a corto plazo
    • altera el sentido del tiempo
    • disminuye la capacidad de realizar tareas que
      requieren concentración y coordinación
      motora
    • paranoia
    • psicosis

    Como los fumadores de marihuana inhalan profundamente el
    humo sin filtrar y lo retienen en los pulmones tanto tiempo como
    puedan, la marihuana es perjudicial para los pulmones. El humo de
    marihuana contiene más agentes carcinógenos que el
    humo del tabaco.

    ¿ES ADICTIVA?

    Sí. Estudios han comprobado que el uso constante
    de la marihuana crea tolerancia hacia la droga. Esto significa
    que la persona tiene que fumar más cantidad para sentir la
    euforia que solía sentir con pequeñas
    dosis.

    También crea una dependencia psicológica,
    lo cual significa que el usuario apetece la droga por sus
    efectos.

    El cuerpo igualmente desarrolla una dependencia
    física hacia la droga, mostrando síntomas de la
    falta de la droga tales como dificultad de dormir, nerviosidad y
    mal genio.

    ROHYPNOL

    Efectos del ROHYPNOL en el cuerpo.

    • desorientación
    • mareos
    • nauseas
    • sensación de frío y calor en
      todo el cuerpo
    • dificultad para hablar y moverse
    • pérdida de la conciencia y
      la
      memoria

    ¿ES ADICTIVA?

    Si.

    SPECIAL-K

    Efectos del SPECIAL-K en el cuerpo.

    • delirio
    • amnesia
    • problemas respiratorios
    • dificultad motora

    PCP

    Efectos del PCP en el cuerpo.

    • confusión, pérdida de la
      memoria
    • comportamiento esquizofrénico
    • desorientación respecto del tiempo y el
      ambiente
    • aumento del pulso, la presión
      sanguínea, la temperatura
      del cuerpo y el ritmo respiratorio
    • transpiración
    • rigidez en los músculos de las
      extremidades

    Los efectos por uso crónico son:

    • pérdida de capacidades mentales para el
      aprendizaje
    • paranoia
    • pérdida de peso y desnutrición
    • depresión grave
    • violencia

    ¿ES ADICTIVA?

    Los estudios han demostrado la existencia de dependencia
    química causada por el PCP.

    CAPÍTULO 7:

    EL ALCOHOL Y EL TABACO

    Las bebidas alcohólicas

    La cultura
    occidental ha convertido la elaboración de las bebidas
    alcohólicas en un arte diverso y
    sofisticado. Los consumidores han aprendido a conocerlas y a
    disfrutar de sus ventajas, aunque socialmente se observan ciertas
    consecuencias como violencia,
    embrutecimiento e infinidad de accidentes
    como resultado de los excesos.

    El alcohol tiene poder de relajación para hacer
    frente a la ansiedad, mezcla con la desinhibición
    sentimientos tan opuestos como la extroversión y la
    depresión, la actividad y el sopor, o la autosufiencia con
    una frágil sensibilidad.

    Todas las personas conocen los efectos del exceso de
    alcohol en el organismo. No obstante, pocos saben las
    consecuencias que acarrea a los alcohólicos intentar dejar
    de beber asiduamente. Quienes lo hicieron, experimentaron
    temblores y convulsiones, además de alucinaciones
    desagradables y una completa desorientación mental,
    situación conocida como delirium tremens, durante casi una
    semana, lo cual produce un deterioro mental irreversible en una
    elevada proporción de individuos.

    La producción de bebidas alcohólicas
    existe desde que el hombre
    conoce el fenómeno de la fermentación. Hay evidencia de su uso y
    consumo por pueblos prehistóricos. En el neolítico
    se comienza a fabricar cerveza. Hay
    citas en documentos
    egipcios sobre su consumo (3.700-2.700 a.C.), y los hebreos
    dejaron constancia de su uso en la Biblia. Ya el Código de
    Hammurabi fijaba normas represivas
    contra su consumo, llegando a establecer la pena de
    muerte. Entre los griegos eran conocidos sus efectos, y
    aparece citado en innumerables obras, entre ellas la
    Ilíada, la Odisea, y la
    Historia de
    Herodoto. Los romanos lo consumían habitualmente, y se
    conoce el descontrol reinante en las orgías de los
    emperadores. La fermentación y destilación natural
    de los productos
    agrícolas cedió su espacio a la destilación
    artificial (S. XIV), y posteriormente a la destilación
    industrial, que produjo una explosión en el consumo (S.
    XIX). Durante el primer tercio del S. XX se produjo en los
    Estados Unidos
    el fenómeno prohibicionista, con la llamada "Ley Seca" que
    proscribió la fabricación y venta de alcoholes; tan
    solo el vinagre, la sidra y el vino destinado a misa quedaron
    exentos de ella. Estas medidas fueron no sólo ineficaces
    sino además provocaron un fenómeno criminal sin
    precedentes. Por estar culturalmente arraigado y por la
    pésima experiencia norteamericana, ningún Estado
    occidental optó la vía prohibicionista; las
    campañas de prevención tuvieron resultados
    desiguales. En EE.UU. las normas sobre
    venta de alcohol
    a menores es estrictamente limitativa, siendo su cumplimiento
    mucho más efectivo que en la resto de Occidente. Los
    países árabes poseen una legislación
    restrictiva del consumo de alcohol, que tan sólo puede
    efectuarse en locales específicos, siendo prohibido en
    otros. El consumo del mismo está extendido, aunque el
    factor religioso frena su influencia

    Efectos del alcoholismo
    crónico

    Aparato Circulatorio.
    Hipertensión arterial y accidentes
    cerebrovasculares.

    Aparato digestivo. Inflamación
    del esófago y del estómago, que puede ocasionar
    gastritis crónica; úlceras, hemorragias,
    pancreatitis y cánceres de boca del
    estómago.

    Hígado. Hepatitis
    alcohólica y cirrosis hepática, que puede provocar
    la muerte.

    Sistema Nervioso Central.
    Depresión neuronal, causa de temblores, convulsiones,
    insonmio, espasmos musculares, alucinaciones y lesiones
    atróficas del cerebro y el cerebelo.

    Trastornos alimentarios. Anemia y
    deficiencias vitamínicas.

    Trastornos psíquicos.
    Agresividad, crisis
    coléricas y deterioro de las funciones
    intelectuales.

    Etiología del alcoholismo

    Las causas son muy variadas, no habiendo acuerdo
    científico sobre este aspecto. Los factores cultural y
    biológico – genético explican gran parte de la
    patología. Esta adicción afecta a todas las
    clases
    sociales, por lo que no es aceptable una teoría
    que atienda al carácter sociocultural bajo como factor
    predisponente a la adicción, dado que en las clases altas
    el consumo es extensivo. En cuanto al nivel de estudios es
    evidente que la falta de escolarización y cultura
    condiciona la adicción, pero no es específico del
    alcohol, sino de todas las drogas. No se puede atribuir una
    explicación única de las toxicomanías, ya
    que influyen problemas
    sociales tan variados como el delito, los
    problemas familiares, la anomia, el desempleo o la
    salud. La adicción al alcohol posee aspectos culturales
    importantes desde el momento en que el consumo es lícito y
    los menores, a pesar de las prohibiciones, no tienen problema
    para consumirlo. La publicidad y la
    permisibilidad aumentan el número de consumidores. El
    perfil etiológico del alcohólico se hizo de
    diversas formas, atendiendo a teorías
    biológicas, socioculturales, económicas,
    ambientales y psicológicas. Las teorías
    dinámicas y psicopatológicas entienden que los
    alcohólicos llegan a la adicción condicionados por
    una patología anterior, que unida a situaciones
    ambientales desencadenan el fenómeno. El entorno familiar
    puede ser determinante. Ante la situación familiar
    distorsionada el sujeto erige defensas psicológicas contra
    la ansiedad. Por otra parte, los menores tienden a seguir el
    ejemplo de sus mayores. Otros motivos del alcoholismo
    son los deseos de evasión y de autodestrucción,
    dado el gran número de suicidios que presenta esta
    enfermedad.

    Se han logrado importantes progresos en la
    comprensión de la predisposición genética
    al alcoholismo.
    Estudios hechos sobre gemelos y hermanos mellizos indican que hay
    más de un gen responsable de esta predisposición.
    Las investigaciones
    no han descifrado exactamente la forma en que los genes
    actúan; aún se desconoce si los genes son
    específicamente determinantes del alcoholismo, o
    si interactúan en forma más general sobre el
    temperamento incrementando la vulnerabilidad. El éxito en
    el descubrimiento de los genes involucrados en la
    predisposición al alcoholismo ayudaría a reconocer
    los individuos vulnerables, y además ayudaría a
    prevenir y desarrollar tratamientos contra el
    alcoholismo.

    Efectos del alcohol

    Dosis de 15 a 20 cc. de etanol en bebida diluida
    producen bienestar, calor en el
    rostro por vasodilatación periférica. Aumentando
    hasta 34 cc. disminuyen de forma homogénea los reflejos
    más sencillos. La exactitud de los movimientos habituales
    automáticos, como andar, comer, etc., disminuye
    sensiblemente, aumentando los errores hasta el 40 %. Experimentos
    sobre la materia
    indican que con dosis de 11 cc. se producen errores
    mecanográficos, de tiro o memoria. Con
    alcoholemia superior a 0,25 % g./l., hay doble riesgo de
    accidentes, dado que el alcohol perturba los reflejos y
    acentúa la sensación ilusoria. El consumo de
    alcohol altera la visión periférica, afectando la
    atención y el control motor ocular. Los
    estudios demuestran una disminución significativa en la
    capacidad de reacción ante estímulos visuales y
    auditivos, que explican la gran cantidad de accidentes que
    producen. Se ha demostrado que la convergencia visual intencional
    disminuye a partir de 300 mg./l. de alcoholemia y se debilita
    progresivamente al sobrepasar esa cifra. Entre 50 y 150 mg./l. la
    fusión
    binocular y la convergencia quedan afectadas. A 800 mg.n. es
    notable la dificultad para apreciar las distancias,
    reduciéndose la capacidad de visión binocular. La
    reacción auditiva disminuye en un 16 % con una alcoholemia
    del 500 mg/I. Respecto a la coordinación y dirección, los tests acreditan un aumento
    de errores y disminución en la velocidad de
    ejecución, con deterioro de la capacidad de
    atención en un 30 %. Un 0,05 % de alcohol en la sangre
    deprime las respuestas aprendidas recientemente, disminuyendo las
    inhibiciones y restricciones sociales y afectando al juicio. A un
    nivel de 0,10 % se narcotizan los centros cerebrales más
    antiguos y se dificultan relativamente la locución y la
    actividad motora. Un 0,20 % afecta profundamente el área
    motriz del cerebro y 0,30 % altera gravemente la percepción
    sensorial, entrando en un estado de estupor. A nivel de 0,40 %
    prácticamente se anula la percepción
    y la persona se encuentra narcotizada y en coma. Con niveles del
    0,60 al 0,70 se afectan los centros cerebrales primitivos que
    controlan la respiración y la frecuencia
    cardíaca, y sobreviene la muerte.

    La tolerancia al alcohol se desarrolla en un
    periodo de entre 5 y 10 años, por lo que no puede
    predecirse de resultados inmediatos. Durante este tiempo, el
    adicto comprueba que con la misma cantidad o incluso más
    se obtienen menos resultados. Ello lleva a la convicción
    errónea de que al sufrir respuestas menores la nocividad
    del tóxico también lo es, entendiendo que se
    resiste mejor la droga. Las últimas investigaciones
    indican que la tolerancia se relaciona con las funciones del
    sistema nervioso
    central y con el proceso hepático. El hígado se
    deteriora por la absorción del tóxico, evitando
    parcialmente un deterioro en otras zonas del cuerpo,
    especialmente el cerebro. Uno de los primeros síntomas del
    avance de la patología son las amnesias alcohólicas
    que se caracterizan por ser totales, es decir, no se recuerda
    absolutamente nada de un periodo determinado. No obstante, el
    sujeto puede realizar actividades que precisan cierta
    racionalización, como tratos económicos o mantener
    conversaciones. La toxicomanía alcohólica sufre
    varias etapas hasta llegar a su cronicidad; se han descrito
    cuatro fases:

    a) Prealcohólica: su
    duración oscila entre seis meses y dos años
    durante los cuales la bebida es usada para rebajar la
    tensión y aliviar el nerviosismo y la ansiedad. El
    sujeto comienza a sentirse diferente de sus amigos, advirtiendo
    un rechazo por parte de la sociedad al tiempo que aumenta el
    autodesprecio. Se comienza a ser consciente del problema del
    alcohol, pero no se encuentran soluciones y
    persiste el consumo.

    b) Promódica: la
    extensión es de dos a cinco años. El alcohol pasa
    a ser una droga necesaria, apareciendo los primeros
    síntomas graves. Se manifiestan periodos de amnesia
    (apagones, tinieblas) y signos de lesión cerebral. Se
    sufren sentimientos de culpa, remordimientos, estados
    crepusculares. Se produce una perturbación
    psíquica en el agente. Se incrementan los hechos
    delictivos y los accidentes de tránsito y laborales.

    c) De toxicomanía crucial: se
    caracteriza por la pérdida del autocontrol,
    eliminándose la capacidad inhibitoria, con conducta
    autojustificable del abuso del alcohol. Se pierden la autoestima y
    seguridad en
    uno mismo. El sujeto puede asumir actitudes de
    grandiosidad, gestos extravagantes, discursos
    grandilocuentes u ostentaciones, y atribuye la culpa a los
    demás, con signos agresivos tales como insultos y
    humillaciones que pueden desembocar en violencia
    física. La interpretación es paranoide,
    existiendo la sensación de persecución por los
    demás. Persisten la lástima de sí mismo y
    los remordimientos. Se pierde el interés
    por las cosas, excepto por el alcohol que pasa a ser el centro
    de la vida del sujeto. Se producen lesiones orgánicas
    que producen trastornos de toda la
    personalidad. Los celos, la conducta paranoide, la
    agresividad son síntomas graves de la patología
    mental.

    d) Crónica: se produce una
    destrucción progresiva de la moralidad, con
    debilitación grave de las facultades mentales, pensamiento
    confuso, lento y prolongado. Aparecen las psicosis
    alcohólicas, las alucinosis, la depresión y los
    delirios. El sueño es conflictivo, con pesadillas y
    miedo infundado, crisis de
    angustia y confusión de ideas.

    Se asocian íntimamente al consumo y abuso
    de bebidas alcohólicas: muerte súbita;
    síndrome de alcoholismo embrio-fetal; dipsomanía;
    cáncer: bucal, de esófago, de estómago, de
    páncreas, de hígado; cirrosis hepática; coma
    alcohólico; intoxicación letal aguda; "delirium
    tremens" ; enfermedad de Wernicke o poliencefalitis
    hemorrágica superior; alucinosis alcohólica;
    demencia alcohólica; trastorno amnésico
    alcohólico o psicosis polineurítica de Korsakoff;
    enfermedad de Marcchafava y Bignami; esclerosis cortical laminar
    de Morel, mielinólisis; angustia; depresión con
    sintomatología somática; depresión
    secundaria en enfermedades orgánicas; y
    otras.

    La recuperación del alcohólico
    consta de diferentes etapas. Inicialmente el tratamiento se
    realiza bajo estricto control médico. La terapia consiste
    en la total supresión de su consumo coadyuvado con dietas
    especiales que equilibran el organismo. Paralelamente, puede ser
    necesario el uso de fármacos que disminuyan los temblores
    nerviosos y otros síntomas de abstinencia. Logrado un
    equilibrio
    metabólico y psicológico aceptable, comienza el
    tratamiento psiquiátrico que normalmente se realiza en
    grupos terapéuticos y que suelen incluir programas de
    apoyo al grupo familiar. Esta etapa se basa en la abstinencia
    total, sin límite temporal.

    Alcohol y SIDA

    Existen dos motivos fundamentales para
    investigar la conexión entre alcohol y SIDA: A) el alcohol
    afecta al sistema
    inmunológico; y B) el alcohol influye en el comportamiento
    sexual de alto riesgo.

    1. A) Alcohol y el sistema
      inmunológico: el alcohol puede afectar la capacidad
      normal de respuesta a las enfermedades, produciendo un
      descalabro en el sistema inmunológico. Se ha demostrado
      científicamente que el consumo crónico de alcohol
      reduce el número de glóbulos blancos, la producción de anticuerpos y otras
      células inmunológicas, llegando a
      suprimir la producción de células
      macrófagas, que son las que libran de infecciones a los
      pulmones. Además, los alcohólicos están
      expuestos a desarrollar diversas clases de cáncer en un
      porcentaje que quintuplica al correspondiente a personas no
      alcohólicas. Los efectos inmunodepresores del alcohol
      pueden resumirse en dos factores
      fundamentales:

    el incremento en la vulnerabilidad contra
    infección de HIV; 2) el efecto inmunodepresor deriva en
    que los portadores de HIV desarrollen más
    rápidamente el SIDA y las
    enfermedades relacionadas, y en formas exacerbadas.

    B) Alcohol y comportamiento sexual: las prácticas
    sexuales consideradas de alto riesgo para el contagio con el
    virus HIV son
    frecuentes durante los estados de alcoholización. El
    peligro de estas relaciones sexuales se explica de dos formas:
    1) el consumo de alcohol hace que el sujeto asuma
    comportamientos riesgosos: quienes beben alcohol se enganchan
    en una larga serie de actividades de alto riesgo, que incluyen
    prácticas sexuales inseguras (síndrome de
    comportamiento alcohólico); 2) el alcohol
    disminuye el juicio crítico y las
    inhibiciones.

    Diversos estudios indican una relación
    directa entre consumo de alcohol y actividades sexuales
    riesgosas. Investigaciones
    hechas en grupos heterosexuales y homosexuales evidencian una
    dramática disminución en el uso de condones durante
    relaciones sexuales no-monógamas en grupos de hombres y
    mujeres que combinan sus encuentros sexuales con consumo de
    alcohol. Un estudio similar hecho en grupos homosexuales
    demostró que el consumo de alcohol y otras drogas durante
    las relaciones sexuales es un importantísimo factor para
    el incremento de situaciones de alto riesgo: incluso quienes
    beben sólo ocasionalmente antes o durante las relaciones
    sexuales, duplican los riesgos con
    respecto a quienes no beben. Además, los hombres que no
    beben tienen tres veces menos probabilidades de asumir
    comportamientos de alto riesgo.

    Alcohol y accidentes de
    tránsito

    La conducción de automóviles
    involucra a múltiples tareas que demandan atención
    permanente. El manejo seguro requiere
    atención para la toma de
    decisiones rápidas en un ambiente y
    actividad altamente cambiante, para ejecutar maniobras basadas en
    dichas decisiones. El consumo de alcohol afecta a un amplio
    espectro de habilidades necesarias para esta tarea. Su
    reducción o anulación son causales directas de
    accidentes de tránsito.

    La Concentración de Alcohol en Sangre
    (CAS) se expresa en porcentaje de alcohol por decilitro de
    sangre, por ejemplo 0,10% que equivale a 0,10 gramos por
    decilitro. Un hombre de 75 kg tiene una CAS de aproximadamente
    0,04% luego de 1 hora de haber consumido 2 latas chicas de
    cerveza, con el
    estómago vacío. Las habilidades en el manejo son
    afectadas en forma diferente de acuerdo a la CAS. Por ejemplo, la
    capacidad para prestar atención a dos o más
    fuentes de
    información visual es afectada con una CAS
    de 0,02%, e incluso con porcentajes inferiores. Una CAS de 0,05%
    se afectan los movimientos oculares, la percepción visual,
    el tiempo de reacción, el procesamiento de información, la performance psicomotora y
    la concentración para realizar diversas tareas. En
    comparación con conductores que no beben alcohol, la
    probabilidad
    de accidentes fatales aumentan dramáticamente en quienes
    han bebido: con CAS de 0,02 a 0,04%, el riesgo aumenta 1.4 veces;
    con CAS de 0,05 a 0,09% el riesgo se incrementa a 11.1 veces; con
    CAS de 0,10 y 0,14% el riesgo se dispara a 48 veces; y con CAS de
    0,15% o superior aumenta… ¡380 veces!

    El tabaco

    La adicción a los productos
    derivados del tabaco es la más extendida. Su
    aceptación cultural considera a su consumo, en primer
    lugar como una fuente de placer, y en segundo como un simple
    vicio o mala costumbre. Se ha determinado que los cigarrillos y
    otros productos de tabaco, tales como cigarros, tabaco para pipa
    o rapé (en polvo), son adictivos y que la nicotina es la
    droga del tabaco causante de adicción. Además, se
    sabe que el tabaquismo es un
    importante causal de accidentes cardíacos y
    cerebrovasculares, y ocupaba el primer lugar entre los factores
    que provocan cáncer. A pesar de ello, millones de persona
    fuman tabaco en sus diversas formas, lo que hace de la nicotina
    una de las drogas adictivas de mayor
    difusión.

    El tabaco proviene de la elaboración de diversas
    especies de plantas originarias de América, la más importante de las
    cuales es la Nicotina tabacum, de la familia de
    las solanáceas.

    Según la
    Organización Mundial de la Salud, el tabaco crea una
    "dependencia psíquica fuerte y una dependencia
    física leve". Se acepta según esto, que es la forma
    más extendida de dependencia de una droga. Los efectos
    nocivos son causados por los componentes del humo del tabaco, que
    son la nicotina, el monóxido de carbono, las
    sustancias irritantes y los distintos compuestos cancerígenos, el principal de los cuales es
    el alquitrán.

    La nicotina es extremadamente adictiva.
    Actúa como estimulante y sedante del sistema nervioso
    central. Su ingestión tiene como resultado un
    estímulo casi inmediato porque produce una descarga de
    epinefrina de la corteza suprarrenal. Esto estimula el sistema nervioso
    central y algunas glándulas endocrinas, lo que causa
    la liberación repentina de glucosa. El estímulo va
    seguido de depresión y fatiga, situación que lleva
    al toxicómano a buscar más nicotina. La nicotina se
    absorbe con facilidad del humo del tabaco en los pulmones y no
    importa si éste humo procede de cigarrillos o de puros.
    También se absorbe fácilmente cuando se masca el
    tabaco. Con el uso regular, se acumulan concentraciones de
    nicotina en el cuerpo durante el día, que persisten
    durante la noche. Por lo tanto, las personas que fuman
    cigarrillos a diario están expuestos a los efectos de la
    nicotina 24 horas al día. La nicotina absorbida al fumar
    cigarrillos o puros tarda solo segundos en llegar al cerebro,
    pero tiene un efecto directo en el cuerpo hasta por 30
    minutos.

    Los estudios han mostrado que la tensión
    nerviosa y la ansiedad afectan la tolerancia a la nicotina y la
    dependencia de ella. La hormona producida por la tensión
    nerviosa o corticosterona reduce los efectos de la nicotina,
    haciendo necesario consumir mayores cantidades para lograr el
    mismo efecto. Esto aumenta la tolerancia a la nicotina y lleva a
    una mayor dependencia. Se ha mostrado en estudios realizados con
    animales que la tensión puede ser la causa directa de una
    recaída a la autoadministración de nicotina
    después de un período de abstinencia. La
    adicción a la nicotina produce síntomas de
    abstinencia cuando una persona trata de dejar de fumar. Por
    ejemplo, un estudio encontró que cuando se privaba de
    cigarrillos durante 24 horas a fumadores habituales, aumentaba su
    enojo, hostilidad y agresión, y disminuía su
    aptitud de cooperación social. Las personas que padecen de
    abstinencia también necesitan más tiempo para
    recobrar su equilibrio
    emocional después de la tensión nerviosa. Durante
    los períodos de abstinencia o de ansias de consumir
    nicotina, los fumadores han mostrado reducción de una gran
    cantidad de funciones psicomotoras y cognoscitivas, como por
    ejemplo la comprensión del lenguaje.

    La mujer que fuma
    suele tener una menopausia precoz. La que fuma cigarrillos y
    también toma anticonceptivos orales tienen mayor
    propensión a padecer de enfermedades cardiovasculares y
    cerebrovasculares que otros fumadores. Las mujeres embarazadas
    que fuman cigarrillos corren mayor riesgo de tener niños
    con problemas tales como bajo peso, inmadurez y otros. Los hijos
    de mujeres que fumaron durante el embarazo
    corren mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta.
    Estudios hechos en EE.UU. en un grupo de madres e hijas han
    encontrado también que si la madre fuma durante el
    embarazo hay
    mayor probabilidad que
    las hijas fumen y persistan en fumar.

    Es más probable que se vuelvan fumadores
    de cigarrillos los adolescentes
    que usan rapé que los que no lo usan. La investigación de la conducta está
    comenzando a explicar cómo las influencias sociales, como
    observar a adultos y compañeros fumando, influyen en la
    decisión del adolescente de comenzar a fumar cigarrillos o
    no. También ha mostrado que los adolescentes suelen ser
    resistentes a muchos tipos de mensajes en contra del
    tabaco.

    Además de nicotina, el humo del
    cigarrillo consiste principalmente en una docena de gases (sobre
    todo monóxido de carbono) y
    alquitrán. El alquitrán de un cigarrillo, que
    varía de unos 15 mg en un cigarrillo regular a 7 mg en uno
    con poco contenido de alquitrán, expone al usuario a una
    alta tasa prevista de cáncer de pulmón, enfisema y
    afecciones bronquiales.
    El alquitrán está
    formado por un gran número de sustancias, algunas de ellas
    como los benzopirenos, con acción cancerígena. El monóxido de
    carbono del
    humo aumenta la posibilidad de enfermedades
    cardiovasculares.
    Tiene una gran capacidad de
    combinación con la hemoglobina de la sangre, disminuyendo
    la capacidad de ésta para transportar oxígeno a los
    diferentes tejidos del
    cuerpo, debido a lo cual, provoca, sobre todo, trastornos de tipo
    nervioso y circulatorio.

    Las sustancias irritantes (como la acroleína)
    irritan las mucosas respiratorias y son las responsables de la
    tos típica del fumador.

    Las repercusiones que el hábito de fumar tiene
    sobre la salud del fumador pueden ser muy graves y también
    pueden tenerlas los fumadores pasivos. Es un error creer que los
    efectos negativos se limitan a una simple irritación que
    provoca tos o bronquitis. Está perfectamente demostrado
    que la expectativa de vida de los fumadores es más baja
    que la de los no fumadores, y que guarda relación con el
    consumo diario y con la edad en que se empezó a
    fumar.

    Adicionalmente, los problemas afectan a quienes
    inhalan el humo ambiental del tabaco (fumadores pasivos). Se ha
    demostrado que este humo causa cáncer de pulmón en
    los adultos y aumenta significativamente el riesgo de infecciones
    respiratorias en los niños y de muerte infantil
    súbita.

    Encuestas realizadas por la Oficina de
    Estudios Aplicados de la Administración de Servicios de
    Abuso de Sustancias y de Salud Mental de
    EE.UU. mostraron la correlación entre el uso del
    cigarrillo y el uso de la marihuana en los adolescentes. Se
    encontró que entre quienes habían fumado marihuana
    alguna vez en su vida, el 74 por ciento habían fumado
    cigarrillos antes de fumar marihuana. La encuesta
    señaló además que los fumadores corrientes
    tienen más probabilidades de ser grandes bebedores y usar
    drogas ilícitas. Entre los fumadores, la tasa de uso
    excesivo de alcohol (5 días o más de consumo de
    cinco bebidas o más, durante el último mes) fue
    13,8 por ciento y la tasa de uso de drogas, 14,7 por ciento. De
    los que no fuman, 2,5 por ciento eran grandes bebedores y 2,6 por
    ciento usaban drogas ilícitas.

    Causas del tabaquismo

    Factores personales. Falta de información sobre los riesgos del tabaco;
    introversión, timidez y deseo de imitar a los
    adultos.

    Factores sociales. Grupo social del
    fumador; publicidad
    comercial de los medios de
    comunicación; utilización del tabaco como medio
    de contacto social.

    Si se han detectado estos síntomas, la actitud a
    adoptarse por parte de padres y educadores ha de consistir no
    sólo en primer lugar, en evitar una actitud de
    rechazo, sino en propiciar además un acercamiento, con el
    fin de establecer un diálogo fructífero que permita
    al afectado comentar sus problemas con personas de su entorno,
    evitando así que sólo se sienta comprendido por su
    "basca", por el círculo de compañeros en su misma
    situación, quienes en nada podrán
    ayudarle.

    Son muchos los pasos que hay que dar y mucha la
    paciencia necesaria para ayudar a un drogodependiente en su
    recuperación e imposible enumerarlos todos aquí,
    por lo que es aconsejable contactar desde el primer momento con
    cualquiera de las muchas instituciones
    que se dedican a la recuperación de drogodependientes
    donde aconsejarán a los familiares sobre la actitud a
    seguir.

    Cuando el drogadicto ha llegado a tomar conciencia de
    que, debido a la droga que está tomando, se halla expuesto
    a serios problemas, se ha dado ya el primer paso para su
    recuperación. Entonces es el momento de acompañarle
    a un centro de recuperación para iniciar el
    tratamiento.

    Es cierto que el tratamiento suele ser largo y no son
    infrecuentes las recaídas, pero no es menos cierto que
    existe un margen para la esperanza ya que, en muchos casos, la
    recuperación es total.

    Prevención y recuperación

    La prevención de las drogodependencias,
    según los expertos, tienen tres objetivos:

    El primero consiste en tratar de evitar la
    aparición de la drogodependencia antes de que se
    produzca.

    El segundo tiene como fin el descubrir cuanto antes la
    drogodependencia, de modo que permita atajarla o como
    mínimo evitar que siga progresando.

    El tercero tiene como objetivo
    frenar la drogodependencia e iniciar la recuperación del
    drogadicto.

    La prevención de la aparición de la
    drogodependencia es una batalla que hay que librar en varios
    frentes. El primero de ellos es el interior del grupo familiar,
    procurando proporcionar a los hijos la información precisa sobre las nocivas
    consecuencias del consumo de drogas y sobre todo potenciando un
    ambiente
    familiar donde el joven se sienta orientado y comprendido. Esta
    labor informativa debe ser complementada por la escuela, los
    medios de
    comunicación y la sociedad en general.

    Otra batalla para la prevención ha de ser librada
    por los administradores de Estado haciendo todo lo posible para
    reducir, e idealmente eliminar, la posibilidad de disponer de
    drogas por parte de los cuidadanos, combatiendo el narcotráfico.

    Desgraciadamente las medidas preventivas a veces no son
    suficientes y por ello, hay que estar atentos para detectar si
    alguien de nuestro entorno ha sido atrapado por la
    droga.

    Los síntomas son muy variados, según la
    droga que se esté administrando, pero los más
    visibles y comunes suelen consistir en un cambio muy notable del
    comportamiento que entraña el alejamiento del
    núcleo familiar, el descenso notable en el rendimiento
    escolar, el cambio de amigos, los cambios súbitos e
    injustificados de humor, el abandono de las que habían
    sido sus aficiones y mayor necesidad de dinero cuyo
    destino le resulta difícil explicar, entre
    otros.

    Enfermedades inducidas por el tabaco

    – Inflamación e irritación de las
    vías respiratorias. Formación de tejido
    precanceroso en los bronquios y los pulmones, que puede derivar
    en cáncer broncopulmonar. Bronquitis crónica y
    enfisema pulmonar.

    – Infarto y arteroesclerosis.

    – Gingivitis inflamatoria o ulcerosa. Cáncer de
    lengua, de
    mucosa y de suelo de la
    boca.

    – Cáncer de vías urinarias y de vejiga
    – Complicaciones en el embarazo.

    – Ulceras gástricas, gastritis y
    esofagitis.

    La información es uno de los factores
    más eficaces, y en muchos casos el único, para
    prevenir determinadas enfermedades. Con esta finalidad se recoge
    en esta segunda parte, llamada Los trastornos de la salud, las
    enfermedades, síndromes y procesos
    patológicos más corrientes, ordenados
    alfabéticamente. En cada capítulo se nos indica
    qué podemos hacer mientras esperamos al médico o
    antes de la visita al especialista. Sin embargo, esta información no puede ni debe sustituir al
    médico, ni ayudar al autodiagnóstico o a la
    automedicación, sino que pretende facilitar un mejor
    entendimiento entre médico y paciente.

    Tratamiento

    La investigación realizada indica que el
    abandono del hábito de fumar debe ser un proceso gradual
    porque los síntomas de abstinencia son menos graves en
    quienes lo hacen poco a poco que en quienes dejan de fumar de
    repente. La tasa de recaída es mayor en las primeras
    semanas y los primeros meses y se reduce mucho al cabo de 3
    meses. En varios estudios se ha demostrado que la farmacoterapia
    en combinación con apoyo sicológico y adiestramiento
    práctico para superar las situaciones de alto riesgo, da
    como resultado una de las tasas más elevadas de
    abstinencia a largo plazo. Estudios económicos de la
    conducta han encontrado que se puede reducir el uso del
    cigarrillo con otras recompensas y refuerzos de la conducta. Uno
    de estos observó que las mayores reducciones de uso de
    cigarrillos se lograban cuando se aumentaba el costo de fumar en
    combinación con la presencia de otras actividades de
    recreación.

    El chicle de nicotina es un fármaco
    autorizado para el tratamiento de la dependencia de la nicotina.
    La nicotina administrada de esta forma reemplaza a la que
    contienen los cigarrillos y ayuda a los fumadores a dejar el
    hábito. La tasa de éxito del tratamiento
    antitabáquico con chicle de nicotina varía mucho
    entre un estudio y otro, pero hay pruebas que
    indican que es una manera inocua de facilitar el abandono del
    hábito si se mastica según las instrucciones y se
    administra estrictamente a pacientes bajo supervisión médica. Otro método
    para dejar de fumar es el parche transdérmico de nicotina,
    un parche cutáneo que distribuye una cantidad de nicotina
    relativamente constante al usuario. Un grupo de
    científicos del Centro de Investigaciones
    Internas del National Institute on Drug Abuse de EE.UU.
    estudió la inocuidad, el mecanismo de acción y la
    probabilidad
    de abuso del parche, que fue autorizado ulteriormente. El chicle
    y el parche de nicotina se emplean como medidas auxiliares en los
    programas para
    acabar con el consumo de nicotina y ayudar a las personas a
    mantener la abstinencia, reducir los síntomas de
    ésta y evitar una recaída mientras se someten a
    tratamiento para modificar su comportamiento.

    CAPÍTULO 8:

    CONSECUENCIAS EN EL USO DE DROGAS

    El consumo de drogas, legales e ilegales, constituye un
    problema de salud pública muy importante. Los riesgos y
    daños asociados al consumo varían para cada
    sustancia.

    Además, es necesario tener en cuenta las variables
    personales como el grado de conocimiento o
    experiencia del usuario, su motivación, etc. y las propiedades
    específicas de cada droga así como la influencia de
    los elementos adulterantes.

    Estas consecuencias son muy diversas y pueden agruparse
    en dos grandes grupos:

    SEGÚN EL TIPO

    SALUD: el consumo de drogas origina o interviene en la
    aparición de diversas enfermedades, daños,
    perjuicios y problemas orgánico y
    psicológicos.

    Por ejemplo: Hepatitis, Cirrosis, Trastornos
    cardiovascuolares, Depresión, Psicosis, Paraonia,
    etc.

    SOCIAL: los adictos a drogas, con frecuencia se ven
    envueltos en agresiones, desorden público, conflictos
    raciales, marginación,…

    Cuando se comienza a necesitar más a las drogas
    que a las otras personas pueden arruinarse o destruirse las
    relaciones íntimas y perderse las amistades. Se puede
    dejar de participar en el mundo, abandonar metas y planes, dejar
    de crecer como persona, no intentar resolver constructivamente
    los problemas y recurrir a más drogas como
    "solución".

    El abuso de las drogas puede también perjudicar a
    otros, por ejemplo: el dinero con
    que son pagadas las drogas puede privar a la familia de
    satisfacciones vitales como comida o ropa. El discutir los
    problemas y situaciones de la adicción puede generar
    conflictos
    familiares. Las reacciones violentas a las drogas pueden llevar
    al usuario a cometer asaltos e incluso asesinatos. Si una
    mujer
    embarazada toma drogas sin control médico puede ocasionar
    malformaciones genéticas en el nuevo ser que está
    en gestión.

    LEGAL: Abusar de las drogas es contra la ley. Los
    ofensores (tanto los que experimentan como los que se dedican al
    consumo de drogas) corren el riesgo de tener que pagar multas y/o
    ser encarcelados. Un arresto puede significar vergüenza,
    interrupción de los planes de vida, antecedentes penales.
    Ciertas drogas pueden desencadenar una violencia
    incontrolable y conducir al usuario a crímenes que son
    severamente punibles por la ley.

    ECONOMIA: dado el ingente volumen de
    dinero que
    mueve el mercado de las
    drogas y el narcotráfico, tanto los consumidores como
    los países contraen importantes deudas; se crean bandas
    organizadas; se produce desestabilización económica
    nacional, etc. El uso continuo de drogas puede ser muy caro, ya
    que sus costos se elevan
    a cientos y, en ocasiones, a miles de dólares por
    año. Para sostener su hábito muchos usuarios
    recurren al crimen.

    SEGÚN EL NIVEL

    INDIVIDUAL: son los daños experimentados por el
    propio consumidor de drogas.

    COMUNIDAD: el consumo de drogas genera multitud de
    consecuencias negativas para la familia del
    drogodependiente, sobre los amigos, los vecinos,…

    SOCIEDAD: en la sociedad produce efectos sobre la
    estructura y organización de la misma (aumento de las
    demandas en los servicios de
    salud, incremento de la inseguridad
    ciudadana por delitos contra la
    propiedad,
    presencia del crimen organizado a través de las redes de
    narcotraficantes).

    ¿CÓMO AFECTAN LAS DROGAS AL
    CEREBRO?

    Las drogas, introducidas en nuestro cuerpo por
    diferentes vías, llegan alojadas en el torrente
    sanguíneo hasta el cerebro atravesando la barrera
    hematoencefálica. Una vez han llegado al cerebro, lugar
    donde reside el control de las funciones superiores del ser
    humano, alteran su normal funcionamiento actuando sobre unas
    sustancias bioquímicas naturales llamadas
    'Neurotransmisores'.

    Las señales nerviosas viajan a través de
    las células nerviosas, denominadas neuronas, que
    están conectadas entre sí por las sinapsis. En la
    sinapsis es donde se liberan los neurotransmisores, que
    actúan sobre la siguiente neurona en
    unos puntos específicos llamados receptores. La
    interacción de los neurotransmisores en los receptores
    produce una serie de cambios que permiten que la
    infomación vaya de una neurona a
    otra.

    Las drogas alteran el funcionamiento cerebral
    modificando la producción, la liberación o la
    degradación de los neurotransmisores cerebrales de tal
    forma que se produce una modificación del proceso natural
    de intercomunicación neuronal y en la producción y recaptación de los
    neurotransmisores.

    De esta forma es como las drogas logran alterar nuestra
    percepción sensorial, la sensación de dolor o
    bienestar, los ritmos de sueño-vigilia, la
    activación, etc. Estos cambios bioquímicos que se
    producen en el seno del cerebro se tratan con medicación
    con el objeto de restablecer el equilibrio
    natural y permitir el normal funcionamiento de nuestro sistema
    neurológico.

    ¿QUÉ HACER EN CASO DE URGENCIA POR USO DE
    DROGAS?

    Avisar inmediatamente a un médico, quien
    decidirá las medidas que hay que tomar y
    administrará, eventualmente un tratamiento.

    Hay que informarle, lo más exactamente posible,
    acerca del producto o
    sustancia ingerida/fumada/inyectada (en todos estos casos
    está garantizado el secreto profesional).

    En caso de sobredosis de opio, heroína, morfina,
    barbitúricos u otros medicamentos mientras se espera la
    llegada del médico:

    Si el sujeto aún respira bien y tiene buen pulso,
    pero está inconsciente o comatoso:

    – No darle nada de beber,
    – No tenderlo de espaldas, sino volverlo de costado para que, si
    vomita, no se ahogue;

    Si el sujeto se vuelve azul, tiene dificultad para
    respirar o ya no respira:

    – Proceder inmediatamente a la respiración artificial, boca a boca, porque
    en caso de paro respiratorio, la muerte sobreviene en unos
    minutos. Para ello, volver totalmente la cabeza hacía
    atrás, cerrar la nariz, soplar en la boca a intervalos,
    unas 15 veces por minuto, hasta la llegada del médico o de
    la ambulancia, o bien, hasta que se reanude normalmente la
    respiración.

    En caso de un "mal viaje" debido al LSD o
    haschis:

    Si el individuo comienza a sentirse muy angustiado,
    perseguido o aterrado:

    – Mostrarse muy amable con él, tranquilizarlo,
    tratar de hacerlo 'volver'.

    – Colocarlo en un ambiente
    tranquilo y pacífico, rodearlo de afecto.

    – Evitar toda broma de mal gusto que le pueda
    angustiar todavía más.

    – Evitar todo gesto que pudiera ser interpretado como
    una amenaza; quedarse con él, nunca dejarle solo, y si
    la agitación, la angustia, el delirio o el pánico
    persisten, avisar a un médico.

    CAPÍTULO 9:

    PREVENCIÓN, AYUDA Y
    ALTERNATIVAS

    PREVENCIÓN

    La prevención del abuso de drogas significa tomar
    una actitud
    positiva para oponerse al abuso de drogas, de modo que nunca se
    convertirá en un problema. Para eso se
    requiere:

    • Entender el por qué del abuso de las
      drogas.
    • Animar el desarrollo
      de las cualidades individuales que llevan a la
      satisfacción personal.
    • Identificar las condiciones bajo las cuales haya
      más probabilidad de
      que comience el abuso de drogas.
    • Apoyar el esfuerzo continuo de comunicación entre padres, niños
      del mismo grupo, la comunidad y las
      escuelas.
    • Crear alternativas que ayuden a satisfacer las
      necesidades de las personas.
    • Comprometerse a ayudar permanentemente porque no
      basta asistir a una conferencia de
      vez en cuando.

    Para ayudar a prevenir el abuso de las drogas hay que
    animar el desarrollo de
    las cualidades positivas, esto es: ayudar a gente joven a
    desarrollar actitudes,
    valores y
    comportamiento que conduzcan a la fortaleza interna, la
    satisfacción y el alcance de metas. Entre las cualidades
    importantes se encuentran:

    • El amor propio,
      los que se estiman a si mismos y creen en sus propias
      habilidades tienen menos riesgo de abusar de las
      drogas.
    • El asistir a la escuela con
      confianza, el frecuentar cursos pueden
      ser una experiencia placentera para los que se
      desempeñan bien. Hay que animar a los estudiantes a que
      desarrollen hábitos de estudio que lleven al
      éxito en las aulas y a tener confianza en ellos
      mismos.
    • Responsabilidad, los que acostumbran a tomar
      decisiones desarrollan un mayor sentido de responsabilidad y aprender a tomar decisiones
      prudentes acerca de muchas cosas, incluyendo el abusar de las
      drogas.
    • Ambición, los que quieren alcanzar el
      éxito con frecuencia rechazan las drogas porque se dan
      cuenta que ellas pueden interponerse a sus metas.
    • El bastarse a uno mismo, cuando las personas aprenden
      a entretenerse ellas solas y a satisfacer su propia curiosidad,
      quedan mejor preparadas para actuar
      independientemente.
    • Simpatía, la sociabilidad puede ayudar a las
      personas a hacer amistades y a mantenerlas. Los que
      experimentan la aprobación social corren menos riesgo de
      abusar de las drogas para ganarse la aprobación de sus
      iguales.
    • Oprimismo, las personas alegres, que se interesan en
      la vida y que esperan las cosas buenas que la vida trae, pueden
      corren menos riesgo de abusar de las drogas.
    • Asiduidad, el establecer metas razonables y el
      esforzarse por alcanzarlas puede dar satisfacción
      personal y
      evitar el aburrimiento.

    AYUDA

    ¿Las personas que usan drogas necesitan
    ayuda?

    En muchos casos, sí. Dejar el hábito de la
    droga sin ayuda externa puede resultar peligroso (debido a los
    síntomas de abandono) y difícil (debido a la
    necesidad psicológica).

    Puede obtenerse ayuda y/o información a través de muchas
    agencias, dependencias y personas privadas y públicas. Por
    ejemplo:

    Centros y clínicas de tratamiento de drogadicción, que se especializan en tratar
    a personas con problemas de drogas.

    Hospitales que tratan a pacientes internados o
    externos.

    Centros de salud mental y de
    orientación, que pueden tratar a personas con problemas de
    drogas analizando los problemas subyacentes.

    Agencias de salud pública y de servicio
    social, pueden proporcionar consejos prácticos, derivar
    profesionales, etc.

    Residencias intermedias, que brindan tratamientos en
    residencias para personas con problemas de

    Drogas.

    Centros de desintoxicación, que se ocupan
    específicamente de los problemas de alcoholismo y otros
    relacionados a éste.

    Alcohólicos Anónimos, brindan ayuda y
    apoyo a las personas que tienen problema con la
    bebida.

    Otros, incluyen: Médico familiar, miembros del
    clero, asesores sobre alcoholismo, psiquiatras y
    psicólogos.

    Todos los anteriores nos ofrecen diversos programas de
    tratamientos. Cada persona, de acuerdo a su caso, puede recibir
    uno o más clases de tratamiento, incluyendo:

    1. Supervisión médica, para ayudar con los
      síntomas de abandono de la droga (como vómito,
      temblores, calambres, depresión severa,
      etc.)
    2. Mantenimiento de la metadona, para los adictos a la
      heroína. Ésta bloquea la necesidad física
      de la heroína y deja que la persona vuelva a tener un
      estilo de vida más normal.
    3. Orientación, psicoterápia, grupos de
      encuentro, etc. brindan un apoyo moral y
      contribuyen a tratar las causas de abuso de drogas.
    4. Rehabilitación, incluyendo orientación vocacional puede ayudar a la
      persona a retomar una vida comunitaria más
      productiva.
    5. Empleo de drogas, para eliminar los efectos de los
      narcóticos.
    6. Comunidades terapéuticas, ayudan las personas
      que abusan de las drogas a mantenerse alejados de ellas y
      superar los problemas.

    ALTERNATIVAS

    ¿Por qué buscar alternativas a las
    drogas?

    Porque en la vida hay experiencias superiores,
    más seguras y valiosas que el tomar drogas. Estas
    experiencias implican hacer algo que uno encuentra excitante,
    satisfactorio, importante y estimulante. He aquí algunos
    ejemplos:

    Alternativas físicas:

    – Baloncesto –
    Hacer caminatas

    – Tenis – Cultura física

    – Natación – Aprender a bailar

    – Jogging – Racketball

    – Gimnasia –
    Aeróbicos

    – Montar bicicleta – Escalar

    Alternativas emotivas:

    • Prestar ayuda voluntaria a las personas y organizaciones
      a las cuales se pueda ayudar, tratando de cultivar un talento
      en especial (escuchar a los demás, enseñar alguna
      materia en
      especial, etc.).
    • Conversar con un consejero acerca de los problemas
      que causen perplejidad.
    • Asistir a cursos que
      enseñen a tener confianza en un mismo y que animen el
      crecimiento personal.
    • Aprender a expresar sentimientos negativos de manera
      efectiva por medio de conversaciones, por escrito,
      etc.

    Alternativas intelectuales:

    • Juegos de matemáticas, ajedrez.
    • Escribir cuentos,
      poesía.
    • Estudiar a fondo una materia
      favorita.
    • Aprender un trabajo manual
      nuevo.
    • Componer música o
      aprender a tocar un instrumento.
    • Leer.
    • Aprender fotografía.

    Alternativas sociales:

    • Formar un club que tenga que ver con su actividad
      favorita.
    • Organizar un grupo de deportes o
      debates.
    • Hacer amistades nuevas.
    • Prestar servicios a
      una comunidad o a
      una causa nacional en la que se interese.

    Todas estas actividades se les puede ubicar preguntando
    las actividades que ofrecen las organizaciones de
    la comunidad en que
    se vive. Estas comprenden escuelas, colegios comunitarios,
    programas de
    educación
    para adultos, casas de cultura, clubes de jóvenes,
    bibliotecas,
    etc.

    Confirmación o desconfirmación de
    hipótesis

    De acuerdo a la investigación anterior podemos observar que
    los jóvenes abusan de las drogas para sentirse mejor
    consigo mismos, sin ver que se provocan un mal irremediable que
    les puede llevar a la muerte. Esto se debe principalmente a la
    falta de confianza en sí mismos y al dejarse influenciar
    por los medios masivos
    de comunicación.

    Se ha determinado que en dosis reguladas, las drogas
    pueden producir un bien (cuando se usan bajo control y vigilancia
    médica), como combatir enfermedades o aminorar el dolor.
    Pero el mal uso de esas drogas es lo que ha provocado un abuso
    descontrolado, manifestado principalmente en los
    adolescentes.

    También podemos decir que el abuso de drogas se
    debe a la falta de información o desconocimiento preciso del
    daño que pueden causar al ser ingeridas de manera
    anárquica.

    CONCLUSIÓN

    Las drogas son agentes naturales o químicos que
    afectan las funciones y la estructura del cuerpo de los seres
    vivientes. Cambian la manera de actuar, pensar o sentir de
    quienes las consumen. Los tipos más comúnmente
    utilizados son:

    Antibióticos – substancias producidas por
    bacterias y
    otros organismos, cuya función es destruir o inhibir el
    crecimiento de ciertos microorganismos en el cuerpo.

    Estimulantes – son drogas que estimulan el sistema nervioso
    central y excitan las actividades funcionales del
    organismo.

    Sedantes – son drogas que producen calma y
    relajación muscular debido a que retardan el
    funcionamiento del sistema nervioso
    central.

    Inhalantes – son solventes volátiles, aerosoles o
    vapores que se inhalan por vía nasal.

    Narcóticos – son las drogas derivadas del
    opio, algunas de ellas sintéticas, las cuales son
    sumamente adictivas.

    Las drogas recetadas son preparadas en su justa medida
    para usarse con la frecuencia adecuada, por lo que benefician
    nuestra salud ayudándonos a combatir las enfermedades. Sin
    embargo, las drogas ilícitas que se venden en la calle se
    consumen en su forma pura, combinaciones o derivados. Utilizadas
    esporádica o adictivamente, intoxican y van deteriorando
    los órganos vitales hasta degradar al ser humano a un
    estado de total inutilidad que puede concluir con su
    muerte.

    La drogadicción es en realidad un
    fenómeno muy antiguo que en nuestros días se ha
    manifestado intensa y masivamente. Se observa en todas las edades
    y en todos lo grupos socioeconómicos; pero, según
    hemos visto el abuso de los fármacos perjudica enormemente
    la economía y
    la salud de los adictos, orillándolos a cometer delitos por la
    necesidad de obtener la sustancia a la que es adicto, ya sea
    robando o vendiendo la droga o induciendo a otros que no la han
    probado.

    El abuso de las drogas sólo puede brindarnos un
    "escape temporal" del mundo. Los riesgos son grandes y los
    resultados pueden ser fatales. De nosotros depende continuar con
    la lucha en contra de las drogas para evitar hechos lamentables e
    irremediables.

    BIBLIOGRAFÍA

    LIBROS:

    – Walter Modell

    DROGAS

    Colección Científica TIME LIFE

    2ª edición, 1978

    Capítulos 1 a 8

    FOLLETOS:

    Todo lo que Usted Debe Saber Sobre la
    Marihuana

    Social Concerns Program

    Health Service Department

    San Diego City Schools

    1988

    Sobre la Cocaína

    Social Concerns Program

    Health Service Department

    San Diego City Schools

    1988

    Sobre la Prevención del Abuso de las
    Drogas

    Social Concerns Program

    Health Service Department

    San Diego City Schools

    1989

    Como el Alcohol y las Drogas Afectan la Habilidad
    para Conducir

    Social Concerns Program

    Health Service Department

    San Diego City Schools

    1987

    PÁGINAS WEB:

    CATÁLOGO DE DROGAS

    www.alianzaprsindrogas.org/catalogo.htm

    EFECTOS DE LAS DROGAS

    www.alianzaprsindrogas.org

    SALUD Y MEDICINA

    www.yweb.com/040303es.html

    LAS DROGAS

    www.did.co.uk/lasdrogas/

    EFECTOS DE DROGAS

    www.compuserve.com.ar/resistencia/ichi/drog1.htm

    INFORMACIÓN SOBRE DROGAS Y ADICCIONES

    www.sedronar.gov.ar/Infdrogas.htm

    CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS

    http://w3.arrakis.es/iea/drogas/clasifi.htm

    DROGAS

    http://members.spree.com/marcela/concep.htm

    DROGAS

    www.prosat.net.mx/ramon/drogas.htm

    GUÍA MÉDICA

    http://explored.hoy.net/guia/fas7d.htm

     

     

    Autor:

    Luis Alberto Duarte
    López

    Karina Gutiérrez
    Herrera

    Alejandra Karina Rojas Giles

    Isabel Silva Merino

    BUAP

    H. Puebla de Z., a 10 de diciembre de 1999.

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    Srita. Isabel Silva Merino

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