Impacto de las nuevas tecnologías sobre la cultura, la educación y la comunicación
El vertiginoso desarrollo de
la ciencia y
la técnica ha irrumpido en todos los ámbitos y
niveles sociales, de modo que en los tiempos actuales la nueva
tecnología
se ha convertido en uno de los productos
fundamentales del consumo de la
modernidad.
Como todo elemento "nuevo" en acelerado desarrollo que
se gesta en el mundo, trae consigo cambios que repercuten en los
procesos y
fenómenos sociales, y más específicamente en
la mente del ser humano, en su forma de vivir, pensar y
hacer.
En este sentido hablamos de impacto, de cómo ha
impresionado en la sociedad las
nuevas tecnologías, qué resistencias
pueden provocar, reajustes, etc.
Nos encontramos frente a tecnologías del conocimiento
que afectan la forma en que sentimos y pensamos, lo que ha creado
un ambiente
comunicacional nuevo que influye en la forma de percibir el
mundo.
Así como existe una aceleración de la
innovación tecnológica cuyo ritmo de
crecimiento no ha sido asimilado por la sociedad ni en ocasiones
aprovechado por las empresas con el
fin de adecuar sus estructuras
organizativas a las nuevas posibilidades que le
ofrece.
Al respecto el eminente investigador Enrique
González Manet, plantea que el avance de las nuevas
tecnologías, es tan rápido que aún no existe
una visión de conjunto sobre las consecuencias
económicas y sociales de las redes, satélites,
redes y medios
audiovisuales (Boletín del Congreso Cultura y Desarrollo,
11/06/03/).
En los tiempos actuales la tecnología ha pasado a
ser una mercancía, uno de los productos fundamentales del
consumo de la modernidad. Su impacto se extiende a todos aspectos
de la vida, desde el cambio
cultural, al de las organizaciones
sociales, la política, entre
otras. Como objetivo de
nuestro trabajo nos
acercaremos a su impacto en la educación, la cultura
y la
comunicación.
Si tratáramos de definir estos términos,
nos sería fácil percatarnos de que son tres
procesos que se encuentran íntimamente relacionados pese a
sus diferencias específicas, por ello no los separaremos.
Para nuestro análisis partimos de que mediante la
comunicación educamos y transmitimos
nuestra cultura, al mismo tiempo que la
enriquecemos, y precisamente la educación va a estar muy
signada por esta, y como ya dijimos se lleva a cabo a
través del proceso de
comunicación.
Son muchos los grupos e instituciones
que tienen dentro de sus tareas la de educar, pero hablaremos de
la institución escolar: la escuela por ser
ella una de las principales reconocidas socialmente cuya labor
central consiste en la educación de las nuevas
generaciones.
La escuela , como todo lo que el hombre ha
creado no puede mantenerse estática
ni al margen de los cambios sociales, sino que es una de las
creaciones cambiantes de la humanidad, se puede decir entonces
que la educación es un producto
cultural , el resultado de una práctica social, con un
contenido propio, enmarcado en épocas
históricamente diferentes que están
señaladas por la expresión de intereses que se
entremezclan para dar cuerpo y sentido a la formación de
un tipo de hombre y de
sociedad.
Tenemos el reto de comprender las necesidades y demandas
de los niños y
jóvenes en general, así como las tecnologías
del conocimiento afectan la forma de pensar y sentir de los
educandos.
Es por eso que no se puede concebir la educación
fuera de la sociedad y al margen de los medios de
comunicación.
En la medida en que estos se desarrollen el sistema
educativo debe asumirlo y adaptarlo a sus intereses, en tanto
la educación tiene que ver con las actitudes,
normas, y
valores, lo
que es cierto es que los medios de comunicación se
están convirtiendo en los más poderosos sistemas
educativos del momento.
La educadora y/o el educador siempre se han apoyado en
los medios de enseñanza par cumplimentar su labor.
Massun(1996)al respecto plantea que en la escuela de nuestros
abuelos, el centro del proceso enseñanza – aprendizaje es el
maestro y el alumno es quien estudia
memorísticamente.
En la escuela nueva, que surge en los años 70,
contraria a la escuela tradicional, el centro del proceso es el
alumno, el maestro es sólo un facilitador y surgen las
técnicas audiovisuales para apoyar y
motivar al estudiante. De este modo paulatinamente aumentan las
técnicas y se incorporan a la educación.
¿Cómo hacer entonces para estar acorde con
las demandas y exigencias de una sociedad tan
cambiante?
El cambio científico- tecnológico se
vuelve tan rápido que aunque las escuela hiciera sus
mayores esfuerzos, los contenidos enseñados se
volverían obsoletos antes que los alumnos tuvieran la edad
suficiente de aplicarlos. No obstante, los cambios
científicos tecnológicos obligan a realizar
modificaciones. Por tanto, "dentro de los retos que hay que
enfrentar en una realidad cambiante está el hecho que el
hombre debe saber evaluar y escudriñar las oportunidades y
las limitaciones que la tecnología ofrece. Vivimos en un
mundo donde la nueva tecnología se convierte en una
cosmovisión y hasta en una pasión, desde la cual
pretende darse cuenta de lo que ocurren en le mundo y en una
concepción que se convierte no sólo en un medio
instrumental, operacional, sino en una normativa" (Maldonado,
Sonia, 2000, p.134)
Si bien estamos totalmente de acuerdo con la idea de que
la escuela debe explotar la nueva tecnología pensamos que
esta debe ser tomada como un medio o una herramienta que debe ser
revisada constantemente y no debe suplir al rol del educador;
debemos hacer uso de sus ventajas, pero sin confiar ciegamente en
ellas, es decir, sin que sea una nueva forma de autoridad. "
Es correcto utilizarla como una fuente de autoridad, de apoyo,
pero es degradante consultar a lo inhumano, a lo mecánico,
para tomar decisiones que afecten a lo humano"( Maradiaga,
M.2000, p.54).
En este sentido María Teresa Quiroz (2000)
plantea que la apertura de la escuela a las posibilidades que las
nuevas tecnologías significan para el desarrollo de nuevas
comunidades de aprendizaje, de una educación
intercultural, no son ajenas a los intereses por humanizar el
proceso educativo, más aún, permitirían
enfrentar este "fraccionamiento entre el pensar y el sentir,
entre la razón y la emoción, incentivando una
actitud y una
opinión crítica
frente al mundo y la realidad, frente a la escuela y la
familia".
Durante la última década ha tenido lugar
en el ámbito internacional un creciente proceso de
modernización en la vida social lo que influye en la
comunicación y en la educación: la llegada de la TV
por cable y su creciente masificación, la
digitalización de las líneas telefónicas, la
difusión de la telefonía celular, el uso del correo
electrónico, la proliferación de computadoras,
el uso del fax en las
empresas así como la implementación de Internet. Estas
tecnologías de la comunicación han comenzado a
formar parte de la vida diaria, a pesar de que las mismas no son
usadas por la totalidad de la población y sus verdaderas capacidades no
son realmente aprovechadas.
Muchos autores coinciden en que los beneficios que
ofrecen estas tecnologías no están al alcance de
todos los posibles usuarios ni su acceso está extendido a
todos los países; González Manet ofrece datos recientes
de la OTI (Organización Internacional del Trabajo)
donde plantea que más de 3000 millones de personas en el
mundo nunca tendrán contacto con una computadora
debido a los bajos ingresos que
reciben.
Después de este análisis cabría
preguntarnos, ¿cuál ha sido la acogida que ha
tenido las nuevas tecnologías, cuáles han sido
algunas de las ventajas y/o desventajas?
Antes de intentar aproximarnos a dar respuestas a estas
interrogantes nos gustaría decir que los cambios sociales
pueden ser buenas y /o malas en dependencia de cómo se
perciban y en este sentido consideramos que el uso de las nuevas
tecnologías en la educación no ha estado
exenta.
La revolución
tecnológica contemporánea además de impactar
los medios de producción con sus trascendentales
consecuencias, trasciende los medios y las relaciones de
producción para penetrar y revolucionar todas las
áreas de la actividad humana –incluidas las
relaciones personales.
Tal es la impronta que marca la nueva
era, que hasta la forma de pensar tendrá que juzgarse con
un antes y un después de la introducción de las tecnologías de
la información y las comunicaciones.
Esto, por supuesto, implica serios desafíos a la
cultura. Vista como la creación humana, de la cual la
nueva tecnología también forma parte. Vista desde
un prisma nacional y regional, toda vez que la
globalización que acompaña la revolución
tecnológica ya está imponiendo estereotipos que
lesionan el patrimonio
cultural. Vista en el terreno lingüístico, toda vez
que se imponen idiomas en la red que aplastan dada la
densidad de su
utilización.
Analicemos algunos de estos aspectos
detenidamente.
Estas innovaciones implican enormes cambios en las
técnicas docentes.
Actualmente aún las conferencias dominan y el método
simboliza la estructura
vertical, jerárquica de la industria.
Aunque todavía útiles para fines
limitados, las disertaciones tendrán que dar paso a todo
un arsenal de técnicas docentes, desde un juego de
representar papeles hasta los seminarios regidos por computadoras
y la inmersión de los estudiantes en lo que
podríamos llamar experiencias ingeniosas (Toffler,
1996)
Las nuevas tecnologías representan oportunidades
beneficiosas para llevara cabo el proceso enseñanza-
aprendizaje, para diversificar sus modos de ejecución y
adecuar el
conocimiento con la realidad, con los intereses y
propósitos de los alumnos.
En este sentido, habría que tomar en cuenta el
riesgo de
deshumanizar el proceso educativo, al apoyarse únicamente
en la tecnología y así romper con el vínculo
educando- educador, y se provoque el desplazamiento del docente,
de su función de
dirigir consciente y responsablemente el
aprendizaje.
Por otra parte, el ahorro de
tiempo y de esfuerzo físico y mental, podrían estar
entre otras razones validas para que el docente se someta a la
novedad tecnológica pero, de esta manera, pudiera suceder
que las decisiones pedagógico- profesionales quedaran
anuladas o reducidas par el poder de la
maquinas.
Por último dedicaremos mayor espacio a lo que
consideramos más importantes, si bien el uso de las
tecnologías permite un ahorro de tiempo, ilustra la
conferencia y
motiva al estudiante, entre otras razones, la mecanización
a la que responde el trabajo
altamente desprofesionalizado presenta dentro de sus principales
desventajas, una distribución del conocimiento que tiende a
ser impersonal. Educadores y educandos se convierten en
receptotes o recipientes en los que el emisor tecnológico
va depositando partículas de conocimiento en el interior
de los individuos pero sin valorar lo que hay en esa vida
interior y en el propio entorno en le que se
desenvuelve.
La participación de los individuos en la vida
escolar debe estar enmarcada en un conjunto de relaciones en las
que los sentimientos, las preocupaciones, las necesidades y
motivaciones de los que interactúan tienen tanto valor como el
conocimiento
científico y los programas de
estudio.
"Es la relación critica con el conocimiento la
que permite constituir al sujeto de la convivencia justa, es
decir, al sujeto social capaz de respetar al otro, de escuchar
sus razones, de defender lo que se afirma, sin pretender
instrumentalizar al otro, descalificarlo ni dominarlo
dogmáticamente"(Maldonado, S, 2000, p.34).
La tecnología
educativa no puede dar respuestas adecuadas a problemas de
orden espiritual y vivencial.
La comunicación interpersonal es un factor
determinante en el proceso de socialización, los medios derivados de la
tecnología han ido despersonalizando este proceso y no se
puede olvidar que la persona debe ser
el interés
máximo al que se debe atender.
En la escuela, donde se ha ido implementando
paulatinamente un giro didáctico y un quehacer
instruccional, en el que la interacción tiende a disminuir,
sustituyéndose por el patrocinio del contacto impersonal
entre humanos y máquinas,
sin posibilitar espacios en los que se compartan ideas e
inquietudes. En la medida en que esto continúe
incrementándose podría desaparecer el sujeto social
y a parecer los autómatas programados.
Toda esta situación permitiría
cuestionarnos si realmente está preparada la escuela para
el uso de la nueva tecnología del conocimiento.
No podríamos dejar de reflexionar para terminar
acerca de la competitividad
a la que se somete la institución escolar con el uso de la
nueva tecnología. Esta última también ha
traído consigo la globalización de valores, costumbres,
tradiciones, etc. Educadores y educandos con apenas segundos
tienen la posibilidad de acceder a información de todas
las partes del mundo y de esta manera comparar y contrastar ideas
y conocimientos.
Se habla en este sentido de una mezcla de culturas e
incluso de una identidad
mundial en proceso de desarrollo que puede o no entrar en
contradicción con lo que estábamos arrastrando
hasta entonces, lo cierto es que la escuela se enfrenta ahora a
un banco de
información que se renueva cada milésimas de
segundos y al que tiene acceso gran parte de la población
siendo en ocasiones más fácil acceder a INTERNET, a
una revista, o a
un programa
radial o televisivo para aclarar ciertas inquietudes que
preguntarle al maestro o compañero.
En fin, no sólo el uso de la nueva
tecnología ha repercutido en la educación sino
además en nuestra cultura y en la comunicación,
analizaremos brevemente algunas reflexiones sobre el impacto de
las nuevas tecnologías en la cultura que influyen
indirecta y directamente en la educación.
La asunción por Cuba de las
tecnologías de la información y las comunicaciones
se produce en medio de las naturales limitaciones de cualquier
país en desarrollo, agravadas por el bloqueo
económico y comercial de la potencia
imperial.
Para Cuba el desafío que planteó Shakespeare, "to
be or not to be", en el terreno de las nuevas tecnologías
no fue tal. Supimos temprano que estar significaba existir. Se
precisaba entonces conjugar la capacidad e iniciativa personal,
institucional y a escala estatal.
Se precisaba de inversiones
tecnológicas y sobre todo en capital humano.
Había que desarrollar herramientas
que permitieran una presencia en la web. Había
que crear sinergias solidarias antes que competencias
estériles.
Téngase presente nuestra especial
condición geográfica, la animadversión
pretérita de un vecino poderoso y las especiales
circunstancias económicas que ello nos impone. Nuestro
país ante esta amenaza tomó medidas
como:
- La creación de una red, Cubarte, que
hoy llega a todas las instituciones nacionales, las
provincias y los 169 municipios del país, con
más de 2200 cuentas de
correo y servicios de
Internet, a la par que brinda servicio
personal al potencial humano de la cultura mediante
más de 750 cuentas y a través de ciberespacios
sociales. - La creación de un grupo
principal de desarrollo web a cargo del Portal de la Cultura
Cubana (),
cuyas bases de
datos contemplan la
administración remota descentralizada y el
hospedaje de sitios y páginas, que abarcan a las
instituciones de la cultura, los eventos
principales, publicaciones, efemérides,
personalidades, cartelera cultural, y otros servicios
como el correo web, el bazar cubarte para la venta en
Internet de productos y servicios, etc. - Un servicio noticioso que incluye un diario digital
en el Portal de la Cultura Cubana y un Boletín resumen
semanal, además de diversos boletines y servicios
noticiosos en varias provincias e instituciones
nacionales. - Ediciones Cubarte, con siete colecciones de
multimedia
que abarcan el quehacer artístico y cultural del
país así como sus principales exponentes, a
quien se suma Cuba Literaria con su catálogo de
premios nacionales de literatura y
otros títulos, y otros multimedia generados por el
sistema
institucional y los territorios. - La realización de eventos que conjugan la
apropiación de las TIC a la
creación artística y al trabajo cultural, como
el Salón de Arte Digital,
el Festival de Música
Electroacústica y los Congresos de Informática en la Cultura. - La captación de recursos
humanos altamente capacitados como analistas,
administradores, programadores, gestores de
información, diseñadores, y su permanente
superación en temas culturales e
informáticos. - Hace 10 años el Ministerio de Cultura,
respondiendo a las directrices de Gobierno
sobre la informatización de la sociedad cubana,
creó el Centro de Informática y Sistemas
Aplicados a la Cultura, hoy CUBARTE, a cargo de implementar
estos desafíos y acompañar a las instituciones
de la cultura en el máximo aprovechamiento de las TIC
a favor de la cultura cubana.
Ante todo este fenómeno de la
implementación y uso de la nueva tecnología en la
escuela, se han generado resistencias al ver cómo caducan
los métodos
viejos, emociones por el
poder y novedad de los nuevos, desconocimientos y curiosidades,
etc. Esto podría apuntar a la necesidad de una
educación tecnológica como posible alternativa a
satisfacer determinadas demandas. No obstante la escuela, como
institución, se halla indiscutiblemente propensa a sufrir
desgastes y enriquecimientos, pero una de las razones internas
por la que consideramos que ha logrado sobrevivir a pesar de los
embates constantes es porque su propia cultura posee alternativas
de respuesta, reacciones intelectuales
de tipo crítico mediante las que se logra conceptuar el
mundo, asimilar sus elementos y proteger la integridad moral y
efectiva de la persona.
BIBLIOGRAFÌA.
- Erazo Milagro Iris, Morel Susana Judith, Soleno
Daniel Rogers," La educación del nuevo milenio. Debates
y perspectivas". Editorial Guaymaras, Honduras,
2000. - Maldonado, Sonia. "Nuevas tecnologías y
cultura", Editorial universitaria, Chile, 2000. - Manet González Enrique, " Nuevas
tecnologías, Globalización y Cultura".
Boletìn del III Congreso Cultura y Desarrollo, La
Habana, 2003. - Quiroz, María Teresa." Aprendiendo en la era
digital". Fondo de Desarrollo Editorial de la Universidad
de Lima. Perú, 2000.
Lic. Daymi Rodríguez
López