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Educación en valores, un punto de vista particular




Enviado por neliavl4



    1. Contexto
      mundial
    2. El nuevo enfoque
      pedagógico y los valores
    3. La práctica de valores
      en las escuelas de Puno
    4. Factores que causan la
      pérdidas de valores
    5. Conclusiones
    6. Sugerencias
    7. Bibliografía

    DEDICATORIA

    A los niños
    y niñas del Perú,

    declaramos de pie

    que ayudaremos a trocar

    en luz las
    tinieblas

    INTRODUCCION

    No existe tarea mas importante y urgente para el
    docente de hoy, que lograr que los niños a su cargo,
    adquieran valores positivos, que permitan crear a la sociedad de
    manera más humana, congruente con la calidad de ser
    humano "único, irrepetible y trascendente".

    El mundo que nos ha tocado vivir, sufre de corrupción, violencia,
    injusticia social y muchos males mas, y es tarea nuestra
    aportar con la solución de estos problemas.

    Ya no somos ajenos a la realidad mundial, el concepto de
    dignidad
    humana, justicia
    social es mas indispensable en estos tiempos, aplicarlos es
    parte tarea nuestra.

    Puno, es nuestra realidad inmediata, y trabajando en
    la formación de valores la haremos mas hermosa
    aún.

    Los valores debemos vivirla primero nosotros, para
    poder ser
    coherente en la transmision y desarrollo
    hacia los niños y niñas.

      1. EL DESARROLLO ECONOMICO SOCIAL
    1. CONTEXTO
      MUNDIAL

    1. El mundo ha experimentado durante los
      últimos cincuenta años un auge
      económico sin precedentes. Sin embargo, consiente de
      que el modelo
      actual de crecimiento tropieza con limitaciones evidentes,
      en razón de las desigualdades que induce, y que los
      costos
      humanos y ecológicos que entraña, la
      comisión estima necesario definir la
      educación, no ya simplemente en términos
      de sus repercusiones en el crecimiento
      económico, sino en la función de un marco más
      amplio, el del desarrollo
      humano.

      Sin embargo, esa forma de desarrollo fundado
      únicamente en el crecimiento económico, ha
      suscitado profundas desigualdades, y los ritmos de
      progresión son muy diferentes según el
      país y la región.

      Por otra parte se han acentuado las desigualdades
      a raíz de la competencia entre los países y los
      distintos grupos
      humanos; la desigualdad de distribución de los excedentes de
      productividad entre distintos países
      y dentro de algunos considerados ricos, revela que el
      crecimiento agrava la factura
      entre los más dinámicos y los
      otros.

      Estas desigualdades se explican en parte por el
      disfuncionamiento de los mercados
      y por las índoles intrínsecamente
      desigualitaria del sistema
      político mundial, además de estar
      estrechamente vinculados al tipo de desarrollo actual que
      atribuye un lugar preponderante a la materia
      gris y la innovación.

      La educación no sirve únicamente
      para proveer al mundo económico de personas
      calificadas; no se dirige al ser humano como agente
      económico, sino como finalidad de
      desarrollo.

      Realizar plenamente los talentos y aptitudes que
      cada persona
      lleva en sí responde a la vez a su misión fundamentalmente humanista, la
      exigencia de equidad
      que debe guiar toda política educativa y a las verdaderas
      necesidades de un desarrollo endógeno, respetuosos
      del medio
      ambiente humano y natural, y de la diversidad de
      tradiciones y culturas. En particular, si bien es cierto
      que la formación permanente sigue siendo una idea
      esencial de finales del siglo XXI es necesario inscribirla
      mas allá de una simple adaptación al empleo
      en la concepción más amplia de una
      educación a lo largo de toda la vida concebida como
      condición de un desarrollo armonioso y continuo de
      la persona.

      Es importante afirmar el valor de
      la educación en el proceso
      de desarrollo de los pueblos y articular su dinámica a las necesidades de
      crecimiento económico social y humano.

      La tarea es inmensa, pero ineludible, pues de ella
      depende la construcción del orden social del
      siglo XXI. Mas por encima de todo será una
      formación para la justicia la que permitirá
      reconstituir el núcleo esencial de una
      educación moral de
      las conciencias que requiere una cultura
      cívica no conformista y enemiga de la injusticia, y
      que prepare a una ciudadanía activa en la que la
      responsabilidad de intervención
      sustituya a la simple ciudadanía por
      delegación.

      De hecho es justamente la asimilación del
      sentido de justicia abstracta (equidad, igualdad
      de oportunidades, libertad
      responsable, respeto
      a los demás, defensa de los más
      débiles, apreciación de diferencia), lo que
      genera actitudes psicológicas que
      predisponen a actuar de manera concreta en pro de la
      justicia social y la defensa de los
      valores democráticos.

      Partiendo pues del principio de que la
      educación es un bien publico, (por lo menos cuasi
      públicos), se debe de considerar que la escuela
      ante todo es una institución social o más
      exactamente una institución perteneciente a la
      sociedad
      civil. En otras palabras ya no puede limitarse a ser
      una pieza mas dentro de una aplanadora económica que
      aniquila los frágiles vínculos de la solidaridad humana.

      En definitiva, todo lo que sucede en el espacio
      escolar tiene consecuencias en el proceso de
      construcción de sociedades estables, pues se educa para una
      ciudadanía plena mediante la edificación de
      comunidades educativas plurales, regidas por normas
      de participación democráticas en las que se
      da prioridad al método de la negociación entre las diversas
      posiciones y se rechaza toda forma de solución de
      conflictos naturales por la violencia o por
      el autoritarismo.

      En una escuela de este tipo, pilar fundamental de
      la educación a lo largo de la vida. La
      educación y la socialización están
      íntimamente ligadas durante toda la vida.

      El nuevo siglo es por su propia índole,
      sinónimo de horizonte para una nueva esperanza,
      esperanza que al ser eminentemente humana y humanizadora,
      se basa insoslayablemente en la prioridad de la
      educación.

    2. LOS GRANDES DESAFIOS DE LA EDUCACION

      El sistema
      educativo tiene por misión explícita o
      implícita preparar a cada uno para ese cometido
      social. En las complejas sociedades actuales, la
      participación en el proyecto
      común rebasa ampliamente el ámbito
      político en sentido estricto.

      La educación no puede sustentarse con
      reunir a los individuos, no puede contentarse con reunir a
      los individuos haciéndolos suscribir a valores
      comunes, forjados en el pasado. Debe responder
      también a la pregunta vivir juntos: ¿con
      qué finalidad? ¿para hacer qué? Y dar
      a cada persona la capacidad de participar activamente
      durante toda la vida en un proyecto de sociedad.

      Por consiguiente hay que preparar a cada persona
      para esa participación, enseñándole
      sus derechos y
      sus deberes, pero también desarrollándole sus
      competencias sociales y fomentando el
      trabajo en
      equipo e la escuela.

      Efectivamente no se trata de enseñar
      preceptos en forma de códigos rígidos que
      pueden caer en un adoctrinamiento, sino hacer de la escuela
      un modelo de practica democrática que permita a los
      niños entender a partir de problemas concretos,
      cuales son sus derechos y deberes y como el ejercicio de su
      libertad esta limitado por el ejercicio de los derechos y
      la libertad de los demás. Una serie de practicas ya
      experimentadas podría consolidar ese aprendizaje
      de la democracia en la escuela.

      Por último, si se busca una relación
      sinérgica entre la educación y la
      práctica de una democracia participativa,
      además de preparar a cada individuo para el ejercicio de sus derechos
      y deberes, conviene recurrir a la educación
      permanente para edificar una sociedad civil activa, que
      entre los individuos dispersos y el poder político
      lejano permita a todos a asumir su parte de responsabilidad
      en la sociedad, al servicio
      de una autentica solidaridad de destino. La
      educación de cada ciudadano debe continuar durante
      toda la vida, para convertirse en un eje de la sociedad
      civil y de la democracia viva.

    3. INFORME DE LAS NACIONES UNIDAS
    4. LOS VALORES EN LATINOAMERICA

    La familia es el
    primer lugar en que se produce la educación y como tal,
    establece el enlace entre los aspectos afectivo y cognoscitivo,
    y asegura la transmisión de los valores y las normas. Su
    relación con el sistema
    educativo se percibe a veces como antagónica; en algunos
    países en desarrollo los conocimientos que transmite la
    escuela pueden oponerse a los valores tradicionales de la familia,
    del mismo modo, las familias con medios
    modestos perciben muchas veces la institución escolar
    como un mundo extraño, cuyos códigos y usos no
    comprenden (es el caso de políticas educativas de sentido
    conquistador – desplazador – eliminador –
    colonialista).

    Por consiguiente resulta indispensable que haya un
    dialogo
    autentico entre los padres y profesores, pues para el
    desarrollo armonioso de los niños es necesario que la
    educación escolar y la educación familiar se
    complementen.

    Por otra parte, durante toda su vida el individuo
    aprende en el espacio social de la comunidad a la
    que pertenece. Esta definición varia no solo de un
    individuo a otro sino a lo largo de la vida de cada individuo.
    En este caso la educación se basa en la voluntad de
    convivir y fundar la cohesión del grupo en un
    conjunto de proyectos
    comunes; así pues la vida asociativa, la pertenencia a
    una comunidad religiosa, la actividad política
    contribuyen a esta forma de educación.

        1. Cada vez que en nuestra vida cotidiana
          usamos palabras del tipo "bello" o "desagradable",
          para afirmar o negar algo sobre un objeto, expresamos
          experiencias valorativas. Tener una experiencia
          valorativa es vivir el carácter valioso de las cosas y
          las personas, hacemos esto, por ejemplo, cuando
          apreciamos una mercadería o cuando estimamos a
          un amigo. Todos los hombres tiene experiencias o
          actos valorativos, aunque no todos reflexionen sobre
          estas circunstancias. Cuando estamos frente a un
          objeto, digamos un cuadro, y aprehendemos sus
          características, verbi gracia, su
          tamaño, forma, los colores que presenta, etc. pero nos
          limitamos a describirla tal como se presenta, no
          hacemos ninguna valoración, nuestra conciencia se comporta como conciencia
          neutral; no esta ni a favor ni en contra del objeto
          que aprehende, los actos que en este caso realizamos
          son actos contemplativos; esta actitud no es común entre los
          hombres, es un modo de comportarse difícil y
          elaborado, que solo la disciplina de la cultura permite
          adoptar. La actitud común y primaria entre los
          hombres es todo lo contraria, en el ejemplo citado
          del cuadro, nuestra conciencia la rechaza o la desea,
          gusta de el o le disgusta, esta a favor o en contra;
          nuestra conciencia se comporta entonces como
          conciencia valorativa, y los actos que realizamos son
          actos valorativos.

          En el acto valorativo, la conciencia acepta
          o rechaza, esto significa decir que existe una
          dualidad, dos polos, uno positivo y otro negativo,
          según que el sujeto este a favor o en contra
          del objeto. Cuando afirmamos este cuadro es bello
          ocurre como si tomáramos una dirección positiva de nuestra
          conciencia de nuestra conciencia, mientras que si
          decimos este cuadro es feo, parecemos proyectarnos al
          polo opuesto. Pero debemos pasar de un polo al otro
          por una serie de posiciones intermedias, así
          ocurre cuando apreciamos favorablemente a una
          persona, luego sentimos hacia ella una cierta reserva
          y por ultimo la rechazamos, esto significa que las
          valoraciones no son siempre tajantes y extremas sino
          pueden matizarse, estableciendo grados de
          aceptación o rechazo. Resumiendo podemos
          decir, que el acto valorativo es una convivencia en
          la cual el sujeto acepta o rechaza al objeto, esta a
          favor de el o en contra el, graduando en cada caso su
          estimación. Tiene además tanto la
          función de atribuir valor a objetos aislados,
          cuanto la función de preferir unos objetos
          valiosos a otros y de establecer de este modo una
          jerarquía entre ellos.

        2. ¿Qué es el valor y
          qué son valores?
        3. Características y clases de
          valor
          .- Podemos decir que el valor es objetivo y dependiente de la constitución esencial de los
          objetos; en cuanto que estriba en los objetos mismos,
          en la esencia propia de las cosas, puede afirmarse
          también el carácter concreto del valor. Este carácter
          concreto del valor permite además comprender
          porque la estimación o valoración de un
          objeto es vivida por nosotros como una toma de contacto
          plena e intima con ese objeto, lo cual se traduce
          justamente en esa conmoción sentimental y esa
          tendencia a favor o en contra de las cosas que son
          características del acto estimativo.
      1. LOS VALORES – DEFINICIONES Y CONCEPTOS
        VITALES
    1. EL NUEVO ENFOQUE
      PEDAGOGICO Y LOS VALORES

    Según esto, cuando decimos que un paisaje es
    bello, afirmamos:

    1. Que el valor de la belleza que aprehendemos
      pertenece a ese paisaje (o sea tiene carácter
      objetivo)
    2. Que no puede aprehenderse sin el paisaje (o sea que
      es dependiente del objeto)
    3. Que se refiere al conjunto geográfico en su
      naturaleza
      propia y no una parte, elemento o forma de el (o sea es
      concreto).

    Una y otra vez se habla de objetos bello, feos,
    útiles o desagradables cuando valoramos las cosas o las
    personas, decimos que una persona puede ser mejor que otra
    desde el punto de vista del valor estético, pero
    inferior desde el punto de vista ético, es decir, por su
    valor moral. De lo anterior podemos deducir que hay diversas
    especies o clases de valor.

    He aquí algunas de las principales clases, que
    podemos reconocer por nuestra propia experiencia:

    1. Los valores sensoriales o hedonísticos,
      tales como lo agradable y lo desagradable, lo placentero y
      los doloroso, lo sabroso, lo suculento, lo asqueroso,
      etc.
    2. Los valores vitales, entre los que se cuentan lo
      saludable, lo insalubre, lo fuerte, lo débil,
      etc.
    3. Los valores económicos y técnicos,
      tales como lo lucrativo, lo provechoso, lo útil, lo
      inútil, lo eficaz, etc.
    4. Los valores sociales y jurídicos, a saber,
      lo justo, lo injusto, lo solidario, la igualdad, el honor, el
      orden, etc.
    5. Los valores religiosos, entre los que se cuentan lo
      santo, lo piadoso, la beatitud, la caridad, lo
      sacrílego, etc.
    6. Los valores estéticos, a saber, lo bello, lo
      feo, lo bonito, lo elegante, lo cómico,
      etc.
    7. Los valores éticos, tales como lo bueno, lo
      malo, lo correcto, lo incorrecto, lo honesto, lo austero, la
      probidad, etc.
    8. Los valores teóricos o cognoscitivos, a
      saber, lo verdadero, lo falso, lo verosímil, lo claro,
      lo riguroso, etc.

    Estas no son las únicas maneras de clasificar
    los valores, se pueden establecer diversos grupos o clases, de
    acuerdo a diferentes criterios de ordenación. Por
    ejemplo distinguir los valores según que puedan
    pertenecer a cualquier tipo de ser consciente,
    tendríamos así tres valores:

    1. Valores generales
    2. Valores de objetos en relación al
      hombre
    3. Valores de personas

    Como vemos hay muchas maneras de
    clasificación.

    1. Para mejor perspectiva, leamos un poco de la
      ética en la antigüedad y actual
      de este aspecto y veremos conceptos importantes e
      interesantes:

      << Ética (del griego
      ethika, de ethos, ‘comportamiento’,
      ‘costumbre’), principios
      o pautas de la conducta
      humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del
      latín mores, ‘costumbre’) y por
      extensión, el estudio de esos principios a veces
      llamado filosofía moral. Este artículo se
      ocupa de la ética sobre todo en este último
      sentido y se concreta al ámbito de la
      civilización occidental, aunque cada cultura ha
      desarrollado un modelo ético propio.

      La ética, como una rama de la
      filosofía, está considerada como una ciencia
      normativa, porque se ocupa de las normas de la
      conducta humana, y para distinguirse de las ciencias
      formales, como las matemáticas y la lógica, y de las ciencias
      empíricas, como la química y la física. Las ciencias empíricas
      sociales, sin embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos
      con los intereses de la ética ya que ambas estudian
      la conducta social. Por ejemplo, las ciencias
      sociales a menudo procuran determinar la
      relación entre principios éticos particulares
      y la conducta social, e investigar las condiciones
      culturales que contribuyen a la formación de esos
      principios.

      Principios éticos

      Los filósofos han intentado determinar la
      bondad en la conducta de acuerdo con dos principios
      fundamentales y han considerado algunos tipos de conducta
      buenos en sí mismos o buenos porque se adaptan a un
      modelo moral concreto. El primero implica un valor final o
      summum bonum, deseable en sí mismo y no
      sólo como un medio para alcanzar un fin. En la
      historia
      de la ética hay tres modelos
      de conducta principales, cada uno de los cuales ha sido
      propuesto por varios grupos o individuos como el bien
      más elevado: la felicidad o placer; el deber, la
      virtud o la obligación y la perfección, el
      más completo desarrollo de las potencialidades
      humanas. Dependiendo del marco social, la autoridad invocada para una buena conducta
      es la voluntad de una deidad, el modelo de la naturaleza o
      el dominio de
      la razón. Cuando la voluntad de una deidad es la
      autoridad, la obediencia a los mandamientos divinos o a los
      textos bíblicos supone la pauta de conducta
      aceptada. Si el modelo de autoridad es la naturaleza, la
      pauta es la conformidad con las cualidades atribuidas a la
      naturaleza
      humana. Cuando rige la razón, se espera que la
      conducta moral resulte del pensamiento
      racional.

      Prudencia, placer o poder

      Algunas veces los principios elegidos no tienen
      especificado su valor último, en la creencia de que
      tal determinación es imposible. Esa filosofía
      ética iguala la satisfacción en la vida con
      prudencia, placer o poder, pero se deduce ante todo de la
      creencia en la doctrina ética de la
      realización natural humana como el bien
      último.

      Una persona que carece de motivación para tener una preferencia
      puede resignarse a aceptar todas las costumbres y por ello
      puede elaborar una filosofía de la prudencia.
      Esa persona vive, de esta forma, de conformidad con la
      conducta moral de la época y de la
      sociedad.

      El hedonismo es la filosofía que
      enseña que el bien más elevado es el
      placer. El hedonista tiene que decidir entre los
      placeres más duraderos y los placeres más
      intensos, si los placeres presentes tienen que ser negados
      en nombre de un bienestar global y si los placeres mentales
      son preferibles a los placeres físicos.

      Una filosofía en la que el logro más
      elevado es el poder puede ser resultado de una
      competición. Como cada victoria tiende a elevar el
      nivel de la competición, el final lógico de
      una filosofía semejante es un poder ilimitado o
      absoluto. Los que buscan el poder pueden no aceptar las
      reglas éticas marcadas por la costumbre y, en
      cambio,
      conformar otras normas y regirse por otros criterios que
      les ayuden a obtener el triunfo. Pueden intentar convencer
      a los demás de que son morales en el sentido
      aceptado del término, para enmascarar sus deseos de
      conseguir poder y tener la recompensa habitual de la
      moralidad.

      Historia

      Desde que los hombres viven en comunidad, la
      regulación moral de la conducta ha sido necesaria
      para el bienestar colectivo. Aunque los distintos sistemas
      morales se establecían sobre pautas arbitrarias de
      conducta, evolucionaron a veces de forma irracional, a
      partir de que se violaran los tabúes religiosos o de
      conductas que primero fueron hábito y luego
      costumbre, o asimismo de leyes
      impuestas por líderes para prevenir desequilibrios
      en el seno de la tribu. Incluso las grandes civilizaciones
      clásicas egipcia y sumeria desarrollaron
      éticas no sistematizadas, cuyas máximas y
      preceptos eran impuestos
      por líderes seculares como Ptahhotep, y estaban
      mezclados con una religión estricta que afectaba a la
      conducta de cada egipcio o cada sumerio. En la China
      clásica las máximas de Confucio fueron
      aceptadas como código moral. Los filósofos
      griegos, desde el siglo VI a.C. en adelante, teorizaron
      mucho sobre la conducta moral, lo que llevó al
      posterior desarrollo de la ética como una
      filosofía.

      La temprana ética griega

      En el siglo VI a.C. el filósofo heleno
      Pitágoras desarrolló una de las primeras
      reflexiones morales a partir de la misteriosa
      religión griega del orfismo. En la creencia de que
      la naturaleza intelectual es superior a la naturaleza
      sensual y que la mejor vida es la que está dedicada
      a la disciplina mental, fundó una orden
      semirreligiosa con leyes que hacían hincapié
      en la sencillez en el hablar, el vestir y el comer. Sus
      miembros ejecutaban ritos que estaban destinados a
      demostrar sus creencias religiosas.

      En el siglo V a.C. los filósofos griegos
      conocidos como sofistas, que enseñaron
      retórica, lógica y gestión de los asuntos
      públicos, se mostraron escépticos en lo
      relativo a sistemas morales absolutos. El sofista
      Protágoras enseñó que el juicio humano
      es subjetivo y que la percepción de cada uno sólo es
      válida para uno mismo. Gorgias llegó incluso
      al extremo de afirmar que nada existe, pues si algo
      existiera los seres humanos no podrían conocerlo; y
      que si llegaban a conocerlo no podrían comunicar ese
      conocimiento. Otros sofistas, como
      Trasímaco, creían que la fuerza
      hace el derecho. Sócrates se opuso a los sofistas. Su
      posición filosófica, representada en los
      diálogos de su discípulo Platón, puede resumirse de la
      siguiente manera: la virtud es conocimiento; la gente
      será virtuosa si sabe lo que es la virtud, y el
      vicio, o el mal, es fruto de la ignorancia. Así,
      según Sócrates, la educación como
      aquello que constituye la virtud puede conseguir que la
      gente sea y actúe conforme a la moral.

      Escuelas griegas de ética

      La mayoría de las escuelas de
      filosofía moral griegas posteriores surgieron de las
      enseñanzas de Sócrates. Cuatro de estas
      escuelas fueron creadas por sus discípulos
      inmediatos: los cínicos, los cirenaicos, los
      megáricos (escuela fundada por Euclides de Megara) y
      los platónicos.

      Los cínicos, en especial el filósofo
      Antístenes, afirmaban que la esencia
      de la virtud, el bien único, es el autocontrol, y
      que esto se puede inculcar. Los cínicos despreciaban
      el placer, que consideraban el mal si era aceptado como una
      guía de conducta. Juzgaban todo orgullo como un
      vicio, incluyendo el orgullo en la apariencia, o limpieza.
      Se cuenta que Sócrates dijo a Antístenes:
      "Puedo ver tu orgullo a través de los agujeros de tu
      capa".

      Los cirenaicos, sobre todo Aristipo de Cirene,
      eran hedonistas y creían que el placer era el bien
      mayor (en tanto en cuanto no dominara la vida de cada uno),
      que ningún tipo de placer es superior a otro y, por
      ello, que sólo es mensurable en grado y
      duración.

      Los megáricos, seguidores de Euclides,
      propusieron que aunque el bien puede ser llamado
      sabiduría, Dios o razón, es ‘uno’
      y que el Bien es el secreto final del Universo
      que sólo puede ser revelado mediante el estudio
      lógico.

      Según Platón, el bien es un elemento
      esencial de la realidad. El mal no existe en sí
      mismo, sino como reflejo imperfecto de lo real, que es el
      bien. En sus Diálogos (primera mitad del
      siglo IV a.C.) mantiene que la virtud humana descansa en la
      aptitud de una persona para llevar a cabo su propia
      función en el mundo. El alma
      humana está compuesta por tres elementos —el
      intelecto, la voluntad y la emoción— cada uno
      de los cuales posee una virtud específica en la
      persona buena y juega un papel específico. La virtud
      del intelecto es la sabiduría, o el
      conocimiento de los fines de la vida; la de la voluntad
      es el valor, la capacidad de actuar, y la de las emociones
      es la templanza, o el autocontrol.

      La virtud última, la justicia, es la
      relación armoniosa entre todas las demás,
      cuando cada parte del alma cumple su tarea apropiada y
      guarda el lugar que le corresponde. Platón
      mantenía que el intelecto ha de ser el soberano, la
      voluntad figuraría en segundo lugar y las emociones
      en el tercer estrato, sujetas al intelecto y a la voluntad.
      La persona justa, cuya vida está guiada por este
      orden, es por lo tanto una persona buena. Aristóteles, discípulo de
      Platón, consideraba la felicidad como la meta
      de la vida. En su principal obra sobre esta materia,
      Ética a Nicómaco (finales del siglo IV
      a.C.), definió la felicidad como una actividad que
      concuerda con la naturaleza específica de la
      humanidad; el placer acompaña a esta actividad pero
      no es su fin primordial. La felicidad resulta del
      único atributo humano de la razón, y funciona
      en armonía con las facultades humanas.
      Aristóteles mantenía que las virtudes son en
      esencia un conjunto de buenos hábitos y que para
      alcanzar la felicidad una persona ha de desarrollar dos
      tipos de hábitos: los de la actividad mental, como
      el del conocimiento, que conduce a la más alta
      actividad humana, la contemplación, y
      aquéllos de la emoción práctica y la
      emoción, como el valor. Las virtudes morales son
      hábitos de acción que se ajustan al
      término medio, el principio de moderación, y
      han de ser flexibles debido a las diferencias entre la
      gente y a otros factores condicionantes. Por ejemplo, lo
      que uno puede comer depende del tamaño, la edad y la
      ocupación. En general, Aristóteles define el
      término medio como el
      estado virtuoso entre los dos extremos de exceso e
      insuficiencia; así, la generosidad, una virtud, es
      el punto medio entre el despilfarro y la
      tacañería. Para Aristóteles, las
      virtudes intelectuales y morales son sólo
      medios destinados a la consecución de la felicidad,
      que es el resultado de la plena realización del
      potencial humano.

      Estoicismo

      La filosofía del estoicismo se
      desarrolló en torno al
      300 a.C. durante los periodos helenístico y
      romano. En Grecia
      los principales filósofos estoicos fueron
      Zenón de Citio, Cleantes y Crisipo de Soles. En
      Roma el
      estoicismo resultó ser la más popular de las
      filosofías griegas y Cicerón fue, entre los
      romanos ilustres, uno de los que cayó bajo su
      influencia. Sus principales representantes durante el
      periodo romano fueron el filósofo griego Epicteto y
      el emperador y pensador romano Marco Aurelio. Según
      los estoicos, la naturaleza es ordenada y racional, y
      sólo puede ser buena una vida llevada en
      armonía con la naturaleza. Los filósofos
      estoicos, sin embargo, también se mostraban de
      acuerdo en que como la vida está influenciada por
      circunstancias materiales el individuo tendría que
      intentar ser todo lo independiente posible de tales
      condicionamientos. La práctica de algunas virtudes
      cardinales, como la prudencia, el valor, la templanza y la
      justicia, permite alcanzar la independencia conforme el espíritu
      del lema de los estoicos, "Aguanta y renuncia". De
      ahí, que la palabra estoico haya llegado a
      significar fortaleza frente a la dificultad.

      Epicureísmo

      En los siglos IV y III a.C., el filósofo
      griego Epicuro desarrolló un sistema de pensamiento, más tarde llamado
      epicureísmo, que identificaba la bondad más
      elevada con el placer, sobre todo el placer intelectual y,
      al igual que el estoicismo, abogó por una vida
      moderada, incluso ascética, dedicada a la
      contemplación. El principal exponente romano del
      epicureísmo fue el poeta y filósofo Lucrecio,
      cuyo poema De rerum natura (De la naturaleza de
      las cosas
      ), escrito hacia la mitad del siglo I a.C.,
      combinaba algunas ideas derivadas de las doctrinas
      cosmológicas del filósofo griego
      Demócrito con otras derivadas de la ética de
      Epicuro. Los epicúreos buscaban alcanzar el placer
      manteniendo un estado
      de serenidad, es decir, eliminando todas las preocupaciones
      de carácter emocional. Consideraban las creencias y
      prácticas religiosas perniciosas porque preocupaban
      al individuo con pensamientos perturbadores sobre la
      muerte y
      la incertidumbre de la vida después de ese
      tránsito. Los epicúreos mantenían
      también que es mejor posponer el placer inmediato
      con el objeto de alcanzar una satisfacción
      más segura y duradera en el futuro; por lo tanto,
      insistieron en que la vida buena lo es en cuanto se halla
      regulada por la autodisciplina.

      Ética cristiana

      Los modelos éticos de la edad
      clásica fueron aplicados a las clases dominantes, en
      especial en Grecia. Las mismas normas no se extendieron a
      los no griegos, que eran llamados barbaroi
      (bárbaros), un término que adquirió
      connotaciones peyorativas. En cuanto a los esclavos, la
      actitud hacia los mismos puede resumirse en la
      calificación de ‘herramientas vivas’ que le
      aplicó Aristóteles. En parte debido a estas
      razones, y una vez que decayeron las religiones
      paganas, las filosofías contemporáneas no
      consiguieron ningún refrendo popular y gran parte
      del atractivo del cristianismo se explica por la
      extensión de la ciudadanía moral a todos,
      incluso a los esclavos.

      El advenimiento del cristianismo marcó una
      revolución en la ética, al
      introducir una concepción religiosa de lo bueno en
      el pensamiento occidental. Según la idea cristiana
      una persona es dependiente por entero de Dios y no puede
      alcanzar la bondad por medio de la voluntad o de la
      inteligencia, sino tan sólo con la
      ayuda de la gracia de Dios. La primera idea ética
      cristiana descansa en la regla de oro: "Lo
      que quieras que los hombres te hagan a ti, hácelo a
      ellos" (Mt. 7,12); en el mandato de amar al prójimo
      como a uno mismo (Lev. 19,18) e incluso a los enemigos (Mt.
      5,44), y en las palabras de Jesús: "Dad al
      César lo que es del César y a Dios lo que es
      de Dios" (Mt. 22,21). Jesús creía que el
      principal significado de la ley
      judía descansa en el mandamiento "amarás al
      Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda
      tu fuerza y con toda tu mente, y a tu prójimo como a
      ti mismo" (Lc. 10,27).

      El cristianismo primigenio realzó como
      virtudes el ascetismo, el martirio, la fe, la misericordia,
      el perdón, el amor
      no erótico, que los filósofos clásicos
      de Grecia y Roma apenas habían considerado
      importantes.

      Ética de los Padres de la Iglesia

      Uno de los puntos fuertes de la ética
      cristiana fue la oposición al maniqueísmo,
      una religión de origen persa que mantenía que
      el bien y el mal (la luz y la sombra) eran fuerzas opuestas
      que luchaban por el dominio absoluto. El maniqueísmo
      tuvo mucha aceptación en los siglos III y IV d.C.
      San
      Agustín, considerado como el fundador de la
      teología cristiana, fue maniqueo en su juventud
      pero abandonó este credo después de recibir
      la influencia del pensamiento de Platón. Tras su
      conversión al cristianismo en el 387, intentó
      integrar la noción platónica con el concepto
      cristiano de la bondad como un atributo de Dios, y el
      pecado como la caída de Adán, de cuya culpa
      una persona está redimida por la gracia de Dios. La
      creencia maniqueísta en el diablo persistió,
      sin embargo, como se puede ver en la convicción de
      san Agustín en la maldad intrínseca de la
      naturaleza humana. Esta actitud pudo reflejar su propio
      sentido de culpabilidad, por los excesos que
      había cometido en la adolescencia y puede justificar el
      énfasis que puso la primera doctrina moral cristiana
      sobre la castidad y el celibato.

      Durante la edad
      media tardía, los trabajos de
      Aristóteles, a los que se pudo acceder a
      través de los textos y comentarios preparados por
      estudiosos árabes, tuvieron una fuerte influencia en
      el pensamiento europeo. Al resaltar el conocimiento
      empírico en comparación con la
      revelación, el aristotelismo amenazaba la autoridad
      intelectual de la Iglesia. El teólogo cristiano
      santo Tomás de Aquino consiguió, sin embargo,
      armonizar el aristotelismo con la autoridad católica
      al admitir la verdad del sentido de la experiencia pero
      manteniendo que ésta completa la verdad de la fe. La
      gran autoridad intelectual de Aristóteles se puso
      así al servicio de la autoridad de la Iglesia, y la
      lógica aristotélica acabó por apoyar
      los conceptos agustinos del pecado original y de la
      redención por medio de la gracia divina. Esta
      síntesis representa la esencia de la
      mayor obra de Tomás de Aquino, Summa
      theologica
      (1265-1273).

      Ética y penitencia

      Conforme la Iglesia medieval se hizo más
      poderosa, se desarrolló un modelo de ética
      que aportaba el castigo para el pecado y la recompensa de
      la inmortalidad para premiar la virtud. Las virtudes
      más importantes eran la humildad, la continencia, la
      benevolencia y la obediencia; la espiritualidad, o
      la bondad de espíritu, era indispensable para la
      moral. Todas las acciones, tanto las buenas como las malas,
      fueron clasificadas por la Iglesia y se instauró un
      sistema de penitencia temporal como expiación de los
      pecados.

      Las creencias éticas de la Iglesia medieval
      fueron recogidas en literatura
      en la Divina Comedia de Dante, que estaba
      influenciada por las filosofías de Platón,
      Aristóteles y santo Tomás de Aquino. En la
      sección de la Divina Comedia titulada
      ‘Infierno’, Dante clasifica el pecado bajo tres
      grandes epígrafes, cada uno de los cuales
      tenía más subdivisiones. En un orden
      creciente de pecado colocó los pecados de
      incontinencia (sensuales o emocionales), de violencia o
      brutalidad (de la voluntad), y de fraude o
      malicia (del intelecto). Las tres facultades del alma de
      Platón son repetidas así en su orden
      jerárquico original, y los pecados son considerados
      como perversiones de una u otra de las tres
      facultades.

      Ética después de la
      Reforma

      La influencia de las creencias y prácticas
      éticas cristianas disminuyó durante el
      renacimiento. La Reforma protestante provocó un
      retorno general a los principios básicos dentro de
      la tradición cristiana, cambiando el énfasis
      puesto en algunas ideas e introduciendo otras nuevas.
      Según Martín Lutero, la bondad de
      espíritu es la esencia de la piedad cristiana. Al
      cristiano se le exige una conducta moral o la
      realización de actos buenos, pero la
      justificación, o la salvación, viene
      sólo por la fe. El propio Lutero había
      contraído matrimonio
      y el celibato dejó de ser obligatorio para el clero
      protestante.

      El teólogo protestante francés y
      reformista religioso Juan Calvino aceptó la doctrina
      teológica de que la salvación se obtiene
      sólo por la fe y mantuvo también la doctrina
      agustina del pecado original. Los puritanos eran
      calvinistas y se adhirieron a la defensa que hizo Calvino
      de la sobriedad, la diligencia, el ahorro y
      la ausencia de ostentación; para ellos la
      contemplación era holgazanería y la
      pobreza era o bien castigo por el pecado o bien la
      evidencia de que no se estaba en gracia de Dios. Los
      puritanos creían que sólo los elegidos
      podrían alcanzar la salvación. Se
      consideraban a sí mismos elegidos, pero no
      podían estar seguros de
      ello hasta que no hubieran recibido una señal.
      Creían que su modo de vida era correcto en un plano
      ético y que ello comportaba la prosperidad mundana.
      La prosperidad fue aceptada pues como la señal que
      esperaban. La bondad se asoció a la riqueza y la
      pobreza
      al mal. No lograr el éxito en la profesión de cada
      uno pareció ser un signo claro de que la
      aprobación de Dios había sido negada. La
      conducta que una vez se pensó llevaría a la
      santidad, llevó a los descendientes de los puritanos
      a la riqueza material.

      En general, durante la Reforma la responsabilidad
      individual se consideró más importante que la
      obediencia a la autoridad o a la tradición. Este
      cambio, que de una forma indirecta provocó el
      desarrollo de la ética secular moderna, se puede
      apreciar en De iure belli et pacis (La ley de la
      guerra y
      la paz,
      1625) realizado por el jurista, teólogo
      y estadista holandés Hugo Grocio. Aunque esta obra
      apoya algunas de las doctrinas de santo
      Tomás de Aquino, se centra más en las
      obligaciones políticas y civiles de
      la gente dentro del espíritu de la ley romana
      clásica. Grocio afirmaba que la ley natural es parte
      de la ley divina y se funda en la naturaleza humana, que
      muestra
      un deseo por lograr la asociación pacífica
      con los demás y una tendencia a seguir los
      principios generales en la conducta. Por ello, la sociedad
      está basada de un modo armónico en la ley
      natural.

      Filosofías éticas
      seculares

      En el Leviatán (1651), el
      filósofo inglés Thomas Hobbes
      atribuye la mayor importancia a la sociedad organizada y al
      poder político. Afirmaba que la vida humana en el
      "estado de naturaleza" (independiente de o anterior a, la
      institución del estado civil) es "solitaria, pobre,
      sucia, violenta y corta" y que es "una guerra de todos
      contra todos". En consecuencia, la gente busca seguridad participando en un contrato
      social en el que el poder original de cada persona se
      cede a un soberano que, a su vez, regula la
      conducta.

      Esta postura conservadora en política asume
      que los seres humanos son malos y precisan un Estado fuerte
      para reprimirlos. No obstante, Hobbes afirmaba que si un
      soberano no da seguridad y orden y es derrocado por sus
      súbditos, la sociedad vuelve al estado de naturaleza
      y puede comprometerse en un nuevo contrato.
      La doctrina de Hobbes relativa al estado y al contrato
      social marcó el pensamiento del filósofo
      inglés John
      Locke. En sus dos Tratados sobre el Gobierno
      Civil
      (1690) Locke mantenía, sin embargo, que el
      fin del contrato social es limitar el poder absoluto de la
      autoridad y, como contrapeso, promover la libertad
      individual.

      La razón humana es el criterio para una
      conducta recta en el modelo elaborado por el
      filósofo holandés Baruch Spinoza. En su obra
      más importante, Ethica ordine geometrico
      demonstrata
      (Ética demostrada según
      método geométrico,
      conocida como
      Ética, 1674), Spinoza afirmaba que la
      ética se deduce de la psicología y la
      psicología de la metafísica. Sostenía que todas
      las cosas son neutras en el orden moral desde el punto de
      vista de la eternidad; sólo las necesidades e
      intereses humanos determinan lo que se considera bueno o
      malo, el bien y el mal. Todo lo que contribuye al
      conocimiento de la naturaleza del ser humano o se halla en
      consonancia con la razón humana está
      prefigurado como bueno. Por ello, cabe suponer que todo lo
      que la gente tiene en común es lo mejor para cada
      uno, lo bueno que la gente busca para los demás es
      lo bueno que desea para sí misma. Además, la
      razón es necesaria para refrenar las pasiones y
      alcanzar el placer y la felicidad evitando el sufrimiento.
      El estado humano más elevado, según Spinoza,
      es el "amor
      intelectual de Dios" que viene dado por el conocimiento
      intuitivo, una facultad mayor que la razón
      ordinaria. Con el uso adecuado de esta propiedad, una persona puede contemplar la
      totalidad del universo mental y físico y considerar
      que éste engloba una sustancia infinita que Spinoza
      denomina Dios sin disociarlo del mundo.

      Las leyes de
      Newton

      La mayoría de los grandes descubrimientos
      científicos han afectado a la ética. Los
      descubrimientos de Isaac
      Newton, el filósofo científico
      inglés del siglo XVII, aportaron uno de los primeros
      y más claros ejemplos de esta influencia. Las leyes
      de Newton
      se consideraron como prueba de un orden divino racional. La
      opinión contemporánea al respecto fue
      expresada por el poeta inglés Alexander Pope en el
      verso "Dios dijo: ¡dejad en paz a Newton!, y se hizo
      la luz". Los hallazgos e hipótesis de Newton provocaron que
      los filósofos tuvieran confianza en un modelo
      ético tan racional y ordenado como se suponía
      que era la naturaleza.

      Filosofías éticas anteriores
      al darwinismo

      Durante el siglo XVIII, los filósofos
      británicos David Hume, en Ensayos morales y
      políticos
      (1741-1742), y Adam Smith, autor de la
      teoría económica del
      laissez-faire, en su Teoría de los
      sentimientos morales
      (1759), formularon modelos
      éticos del mismo modo subjetivos. Identificaron lo
      bueno con aquello que produce sentimientos de
      satisfacción y lo malo con lo que provoca dolor.
      Según Hume y Smith, las ideas de moral e interés público provocan
      sentimientos de simpatía entre personas que tienden
      las unas hacia las otras incluso cuando no están
      unidas por lazos de parentesco u otros lazos
      directos.

      El filósofo y novelista francés
      Jean-Jacques Rousseau, en su Contrato social
      (1762), aceptó la teoría de Hobbes de una
      sociedad regida por las cláusulas de un contrato
      social. En su novela
      Emilio o la educación (1762) y en otras
      obras, sin embargo, atribuía el mal ético a
      las inadaptaciones sociales y mantuvo que los humanos eran
      buenos por naturaleza. El anarquista, filósofo,
      novelista y economista político británico
      William Godwin llevó esta convicción hasta su
      extremo lógico en su Ensayo sobre la justicia
      política
      (1793), que rechazaba todas las
      instituciones sociales, incluidas las del
      Estado, sobre la base de que su simple existencia
      constituye la fuente del mal.

      Una mayor aportación a la ética fue
      hecha a finales del siglo XVIII por el filósofo
      alemán Immanuel Kant en
      su Fundamentación de la metafísica de las
      costumbres
      (1785). Según Kant, no importa con
      cuánta inteligencia actúe el individuo, los
      resultados de las acciones humanas están sujetos a
      accidentes y circunstancias; por lo tanto,
      la moralidad de un acto no tiene que ser juzgada por sus
      consecuencias sino sólo por su motivación ética. Sólo
      en la intención radica lo bueno, ya que es la que
      hace que una persona obre, no a partir de la
      inclinación, sino desde la obligación, que
      está basada en un principio general que es el bien
      en sí mismo. Como principio moral último,
      Kant volvió a plantear el término medio en
      una forma lógica: "Obra como si la máxima de
      tu acción pudiera ser erigida, por tu voluntad, en
      ley universal de la naturaleza". Esta regla es denominada
      imperativo categórico, porque es general y a la vez
      encierra un mandato. Kant insistió en que uno ha de
      tratar a los demás como si fueran "en cada caso un
      fin, y nunca sólo un medio".

      Utilitarismo

      La doctrina ética y política
      conocida como utilitarismo fue formulada por el
      británico Jeremy Bentham hacia finales del siglo
      XVIII y más tarde comentada por el también
      filósofo y británico James Mill y su hijo
      John Stuart Mill. En su Introducción a los
      principios de la moral y la legislación
      (1789),
      Bentham explicó el principio de utilidad
      como el medio para contribuir al aumento de la felicidad de
      la comunidad. Creía que todas las acciones humanas
      están motivadas por un deseo de obtener placer y
      evitar el sufrimiento. Al ser el utilitarismo un hedonismo
      universal, y no un hedonismo egoísta como
      podría interpretarse el epicureísmo, su bien
      más elevado consiste en alcanzar la mayor felicidad
      para el mayor número de personas.

      Ética hegeliana

      El filósofo alemán Georg Wilhelm
      Friedrich Hegel en
      Fundamentos de la filosofía del derecho
      (1821) aceptó el imperativo categórico de
      Kant, pero lo enmarcó en una teoría universal
      evolutiva donde toda la historia está contemplada
      como una serie de etapas encaminadas a la
      manifestación de una realidad fundamental que es
      tanto espiritual como racional. La moral, según
      Hegel, no es el resultado de un contrato social, sino un
      crecimiento natural que surge en la familia y culmina, en
      un plano histórico y político, en el Estado
      prusiano de su tiempo.
      "La historia del mundo, escribió, es disciplinar la
      voluntad natural incontrolada, llevarla a la obediencia de
      un principio universal y facilitar una libertad
      subjetiva".

      El filósofo y teólogo danés
      Sören Kierkegaard reaccionó con fuerza en
      contra del modelo de Hegel. En Uno o lo otro (1843),
      Kierkegaard manifestó su mayor preocupación
      ética, el problema de la elección.
      Creía que modelos filosóficos como el de
      Hegel ocultan este problema crucial al presentarlo como un
      asunto objetivo con una solución universal, en vez
      de un asunto subjetivo al que cada persona tiene que
      enfrentarse de manera individual. La propia elección
      de Kierkegaard fue vivir sometido a la ética
      cristiana. Su énfasis en la necesidad de la
      elección tuvo influencia en algunos filósofos
      relacionados con el movimiento conocido como existencialismo, tanto como con algunos
      filósofos críticos, cristianos y judíos.

      Ética a partir de Darwin

      El desarrollo científico que más
      afectó a la ética después de Newton
      fue la teoría de la evolución presentada por Charles
      Darwin. Los hallazgos de Darwin facilitaron soporte
      documental al modelo, algunas veces denominado ética
      evolutiva, término aportado por el filósofo
      británico Herbert Spencer, según el cual la
      moral es sólo el resultado de algunos hábitos
      adquiridos por la humanidad a lo largo de la
      evolución. El filósofo alemán
      Friedrich Nietzsche dio una explicación
      asombrosa pero lógica de la tesis
      darwinista acerca de que la selección natural es una ley
      básica de la naturaleza. Según Nietzsche, la
      llamada conducta moral es necesaria tan sólo para el
      débil. La conducta moral —en particular la
      defendida por el judeocristianismo, que según
      él es una doctrina esclava— tiende a permitir
      que el débil impida la autorrealización del
      fuerte. De acuerdo con Nietzsche, toda acción
      tendría que estar orientada al desarrollo del
      individuo superior, su famoso Übermensch
      (‘superhombre’), que será capaz de
      realizar y cumplir la más nobles posibilidades de la
      existencia. Nietzsche encontró que este ser ideal
      quedaba ejemplificado en los filósofos griegos
      clásicos anteriores a Platón y en jefes
      militares como Julio César y Napoleón.

      En oposición al concepto de lucha
      despiadada e incesante como fundamento de la ley rectora de
      la naturaleza, el anarquista y filósofo ruso Piotr
      Alexéievich, príncipe Kropotkin, entre otros,
      presentó estudios de conducta animal en la
      naturaleza demostrando que existía la ayuda mutua.
      Kropotkin afirmó que la supervivencia de las
      especies se mantiene a través de la ayuda mutua y
      que los humanos han alcanzado la primacía entre los
      animales a
      lo largo de la evolución de las especies mediante su
      capacidad para la asociación y la
      cooperación. Kropotkin expuso sus ideas en una serie
      de trabajos, entre ellos Ayuda mutua, un factor en la
      evolución (1890-1902) y Ética, origen y
      desarrollo (publicado después de su muerte en 1924).
      En la creencia de que los gobiernos se basan en la fuerza y
      que si son eliminados el instinto de cooperación de
      la gente llevaría de forma espontánea hacia
      la implantación natural de un orden cooperativo,
      Kropotkin defendió el anarquismo.

      Los antropólogos han aplicado los
      principios evolutivos al estudio de las sociedades y las
      culturas humanas. Estos análisis han vuelto a subrayar los
      distintos conceptos del bien y del mal planteados por
      diferentes sociedades; por lo tanto, se creía que la
      mayoría de esos conceptos tenía un valor
      más relativo que universal. De entre los conceptos
      éticos basados en un enfoque antropológico
      resaltan los del antropólogo finlandés Edvard
      A. Westermarck en Relatividad ética
      (1932).

      Psicoanálisis y conductismo

      La ética moderna está muy influida
      por el psicoanálisis de Sigmund
      Freud y sus seguidores y las doctrinas conductistas
      basadas en los descubrimientos sobre
      estímulo-respuesta del fisiólogo ruso
      Iván Petróvich Pávlov. Freud
      atribuyó el problema del bien y del mal en cada
      individuo a la lucha entre el impulso del yo instintivo
      para satisfacer todos sus deseos y la necesidad del yo
      social de controlar o reprimir la mayoría de esos
      impulsos con el fin de que el individuo actúe dentro
      de la sociedad. A pesar de que la influencia de Freud no ha
      sido asimilada por completo en el conjunto del pensamiento
      ético, la psicología freudiana ha mostrado
      que la culpa, respondiendo a motivaciones de naturaleza
      sexual, subyace en el pensamiento clásico que
      dilucida sobre el bien y el mal.

      El conductismo, a través de la observación de los comportamientos
      animales, formuló una teoría según la
      cual la naturaleza humana podía ser variada, creando
      una serie de estímulos que facilitaran
      circunstancias favorables para respuestas sociales
      condicionadas. En la década de 1920 el conductismo
      fue aceptado en Estados
      Unidos, en especial en teorías de pediatras, aprendizaje
      infantil y educación en general. Tuvo su mayor
      influencia, sin embargo, en el pensamiento de la antigua
      Unión de Repúblicas Socialistas
      Soviéticas. Allí, el llamado nuevo ciudadano
      soviético fue instruido de acuerdo con los
      principios conductistas a través del condicionante
      poder de la rígida y controlada sociedad
      soviética. La ética soviética
      definía lo bueno como todo aquello beneficioso para
      el Estado y lo malo como aquello que se le oponía o
      lo cuestionaba.

      En sus escritos de finales del siglo XIX y
      principios del XX, el filósofo y psicólogo
      estadounidense William James abordó algunos de los
      puntos centrales y característicos en las
      interpretaciones de Freud y Pávlov. James es
      más conocido como el fundador del pragmatismo, que defiende que el valor de
      las ideas está determinado por sus consecuencias. Su
      mayor contribución a la teoría ética,
      no obstante, descansa en su insistencia al valorar la
      importancia de las interrelaciones, tanto en las ideas como
      en otros fenómenos.

      Tendencias recientes

      El filósofo británico Bertrand
      Russell marcó un cambio de rumbo en el pensamiento
      ético de las últimas décadas. Muy
      crítico con la moral convencional, reivindicó
      la idea de que los juicios morales expresan deseos
      individuales o hábitos aceptados. En su pensamiento,
      tanto el santo ascético como el sabio independiente
      son pobres modelos humanos porque ambos son individuos
      incompletos. Los seres humanos completos participan en
      plenitud de la vida de la sociedad y expresan todo lo que
      concierne a su naturaleza. Algunos impulsos tienen que ser
      reprimidos en interés de la sociedad y otros en
      interés del desarrollo del individuo, pero el
      crecimiento natural ininterrumpido y la
      autorrealización de una persona son los factores que
      convierten una existencia en buena y una sociedad en una
      convivencia armoniosa.

      Varios filósofos del siglo XX, algunos de
      los cuales han asumido las teorías del
      existencialismo, se han interesado por el problema
      de la elección ética individual lanzada por
      Kierkegaard y Nietzsche. La orientación de algunos
      de estos pensadores es religiosa, como la del
      filósofo ruso Nikolái Alexándrovich
      Berdiáiev, que subrayó la libertad del
      espíritu individual; la del filósofo
      austro-judío Martin Buber, que se ocupó de la
      moral de las relaciones entre individuos; la del
      teólogo protestante germano-estadounidense Paul
      Tillich, que resaltó el valor de ser uno mismo, y la
      del filósofo y dramaturgo católico
      francés Gabriel Marcel y el filósofo y
      psiquiatra protestante alemán Karl
      Jaspers, ambos interesados en la unicidad del individuo
      y la importancia de la
      comunicación entre los individuos. Una tendencia
      distinta en el pensamiento ético moderno caracteriza
      los escritos de los filósofos franceses Jacques
      Maritain y Étienne Gilson, que siguieron la
      línea marcada por santo Tomás de Aquino.
      Según Maritain, "el existencialismo verdadero"
      pertenece a esta tradición cristiana.

      Otros filósofos modernos no aceptan ninguna
      de las religiones tradicionales. El filósofo
      alemán Martin Heidegger mantenía que no
      existe ningún Dios, aunque alguno puede surgir en el
      futuro. Los seres humanos, por lo tanto, se hallan solos en
      el
      Universo y tienen que adoptar y asumir sus decisiones
      éticas en la conciencia constante de la
      muerte. El filósofo y escritor francés
      Jean-Paul Sartre
      razonó su agnosticismo pero también
      resaltó la heideggeriana conciencia de la muerte.
      Sartre mantuvo que los individuos tienen la responsabilidad
      ética de comprometerse en las actividades sociales y
      políticas de su tiempo. El supuesto conflicto sobre la existencia de un Dios
      omnipresente, no revestía ningún sentido de
      trascendencia para el individuo, pues en nada afectaba a su
      compromiso con la libertad personal

      Entre otros filósofos modernos, como el
      estadounidense John Dewey, figuran los que se han
      interesado por el pensamiento ético desde el punto
      de vista del instrumentalismo. Según Dewey, el bien
      es aquello que ha sido elegido después de
      reflexionar tanto sobre el medio como sobre las probables
      consecuencias de llevar a cabo ese acto considerado bueno o
      un bien.

      La discusión contemporánea sobre la
      ética ha continuado con los escritos de George
      Edward Moore, en particular por los efectos de su
      Principia ethica. Moore mantuvo que los principios
      éticos son definibles en los términos de la
      palabra bueno, considerando que ‘la
      bondad’ es indefinible. Esto es así porque la
      bondad es una cualidad simple, no analizable.

      Los filósofos que no están de
      acuerdo con Moore en este sentido, y que creen que se puede
      analizar el bien, son llamados naturalistas. A Moore
      se le califica de intuicionista. Naturalistas e
      intuicionistas consideran los enunciados éticos como
      descriptivos del mundo, o sea, verdadero o falso. Los
      filósofos que difieren de esta posición
      pertenecen a una tercera escuela, no cognitiva, donde la
      ética no representa una forma de conocimiento y
      el
      lenguaje ético no es descriptivo. Una rama
      importante de la escuela no cognitiva defiende el empirismo o positivismo
      lógico, que cuestiona la validez de los
      planteamientos éticos que están comparados
      con enunciados de hecho o de lógica. Algunos
      empiristas lógicos afirman que los enunciados
      éticos sólo tienen significado emocional o
      persuasivo. >>

      La ética se refiere directamente a las
      personas, ¿qué significa la palabra persona?
      ¿tiene ella una importancia especial tratandose de
      la vida moral? He aquí dos interrogantes que es
      bueno abordar desde el principio para situar en su justo
      terreno la discusión de las cuestiones
      éticas, veamos.

      Si propusiéramos calificar moralmente una
      piedra o una mesa, nadie tomaría en serio esta
      propuesta; de una cosa en efecto no podemos decir que
      comete injusticias, que cumple con sus deberes o que es
      honesta o incorrecta, o sea cualquier cosa inerte no es una
      persona. Lo mismo a nadie se le ocurriría llamar
      honesto o injusto.

    2. La persona moral y la acción.- Nadie
      puede negar cuan importante es para todos nosotros la
      consideración de la conducta
      desde el punto de vista moral, nuestro cuidado constante es
      saber si estamos obrando correctamente, saber cual es
      nuestro deber y si lo estamos cumpliendo en las diversas
      situaciones de nuestra vida. Otro tipo de cuestiones como
      las siguientes: ¿qué queremos decir cuando
      hablamos de moral? ¿Cuál es el fundamento por
      el cual este hombre
      que soy yo o cualquier otro hombre debe hacer algo?
      ¿Pueden derivarse todas las reglas morales de un
      principio supremo? Fácil es ver que estas cuestiones
      se refieren a la conducta con valores
      morales, pero también se hacen desde otro
      ángulo, se tratan los temas desde otro nivel, estas
      cuestiones de este tipo son cuestiones éticas, es
      decir cuestiones filosóficas sobre la
      moral.

      Se puede hablar de la moralidad como de la
      atmósfera natural de la persona, como
      ese orden de valores y deberes en el cuál
      está instalado el ser personal
      y en contacto con el cual desenvuelve su conducta.
      Pertenecer a ese orden significa comportarse como ser
      moral, es decir, ser persona moral.

      El significado de la palabra moral resulta
      restringido a lo moralmente positivo, por ser por esencia
      lo que nos desarrolla como hombres y ser humano.

      Para precisar nuestro orden ético
      señalaremos algunos fundamentales, empezando por el
      valor propio de las personas, es el ser mas alto de los
      existentes, el que tiene mas rango en la realidad. El nos
      exige respetar siempre y sobre todo al ser humano, este
      valor es la dignidad humana, la dignidad
      personal.

      Considerando nuestra esencial vinculación
      con otras personas en la comunidad, existen valores que
      conciernen al cumplimiento del ser social, ellos son la
      justicia y la solidaridad, que nos exigen realizar la
      perfección y la unidad armónica de todos los
      hombres.

      Y observando que todo lo que hagamos busca la
      perfección individual y social, o que busque
      salvaguardar la dignidad de la persona, siempre puede ser
      calificada de una manera general como buena o mala, veremos
      que hay que considerar el bien y su opuesto el mal como
      valores fundamentales. Y es que, nuestra conciencia esta
      enfrentada a una alternativa fundamental: cumplir nuestro
      ser universal de hombres (algunos dicen nuestro derecho
      divino) o negarlo, perfeccionar nuestra conducta o restarle
      dignidad, alcanzar el máximo nivel posible en
      nuestra existencia real o descender a niveles inferiores.
      Este cumplimiento universal de nuestra esencia es lo que
      constituye el bien moral; su negación es el
      mal.

    3. La moralidad y los valores éticos
      fundamentales

      La justicia no es retribuir o cambiar un bien o
      una acción con otra equivalente, tampoco es
      estrictamente dar a cada cual lo que le corresponde de
      acuerdo con un criterio de igualdad, quedarse con esta
      concepción tiende a ser muy limitada e incorrecto,
      es un concepto estrecho de justicia. No podemos caer en la
      Ley de Talión.

      Aclaremos el concepto de justicia en un nivel para
      nosotros educadores. Veamos una parábola de
      Jesús el Cristo.

      En ella Cristo habla de un propietario que
      temprano por la mañana, contrato obreros para
      trabajar en su campo y les ofrecio un denario por el
      trabajo del día. Pasadas unas horas,
      contrató nuevos obreros y, un tiempo despues, otros
      más. Faltando una hora para terminar la jornada vio
      que había obreros en la plaza y les pregunto por que
      estaban ociosos; le respondieron que nadie les había
      dado trabajo.
      Entonces el los contrato también prometiendo
      pagarles el salario
      justo. Pues bien, terminada la jornada todos los obreros
      recibieron el mismo salario – un denario -, a pesar de que
      unos habían trabajado más tiempo que
      otros.

      ¿Qué pensar del propietario?
      ¿Obró justamente, o no?

      Mas allá de la formula rígida, hay
      un concepto superior de justicia que Cristo ha querido
      enseñar. Este concepto pide dar a todo hombre lo que
      por su condición de tal merece. De acuerdo con este
      sentido profundo de justicia, todos los obreros estaban en
      igual condición en cuanto eran personas humanas y a
      todos debía tratárseles como personas y
      había que darles lo que como tales les
      correspondía.

      Finalmente, expondremos el concepto moral de
      justicia social. El implica el tratar a todos los
      hombres con quienes vivimos como personas iguales a
      nosotros, dando a cada quien, o esforzándonos por
      hacerlo, lo que le corresponde en todas las circunstancias
      y con respecto a todas sus necesidades y aspiraciones como
      ser personal.
      En última instancia la justicia
      supone pues una manera de obrar recíprocamente
      todos los hombres en salvaguarda de la dignidad y la
      perfección de cada persona.

    4. La sociedad justa
    5. Crisis de valores.-

    En nuestro país se viene sosteniendo la
    existencia de una "crisis de
    valores" sobre todo cuando se trata de calificar a los
    jóvenes que serian la expresión de la misma en la
    medida que son portadores de los disvalores, al lado de estas
    opiniones existe la idea que antes hubo una especie de "edad de
    oro de la moral", y que en el pasado las personas tenían
    valores superiores que el día de hoy no existen, sin
    embargo es necesario entender el carácter
    histórico de los valores, es decir en la medida que son
    creaciones del hombre en circunstancias históricas
    determinadas también pueden desaparecer y dar paso a
    otros, y si finalmente analizamos el pasado en términos
    de valores no siempre vamos a encontrar que el tiempo pasado
    fue mejor.

    Los sociólogos señalan que esta crisis
    es antigua, y cuya expresión mas dramática es
    posiblemente la conquista española que quebró el
    orden antes existente e impuso nuevos modelos de vida y
    extraños valores, de manera que a lo largo de nuestra
    historia colonial y republicana éstas han continuado,
    habiendo épocas donde estas crisis llegaban a sus puntos
    culminantes, un ejemplo reciente es la década violenta
    pasada que ha agudizado esta crisis.

    Según Rosemary Rizo Patron (1988) son ejemplos
    supremos de la crisis de valores los siguientes:

    • La pérdida del sentido del valor de la vida
      humana, es decir la muerte se ha convertido en un hecho
      cotidiano, para algunos necesario e inevitable, lo que se
      expresa en la indiferencia y la curiosidad morbosa que
      despierta la misma.
    • La perdida del sentido del valor de una vida
      humanamente digna. Vivimos en una sociedad donde un sector
      significativo de la población sobrevive en condiciones
      infrahumanas y eso ya no sensibiliza ni afecta a las
      personas, las sumimos como normales, lo mismo puede decirse
      respecto al desprecio de grupos étnicos con valores
      culturales distintos.
    • Ausencia de una recta comprensión del
      concepto de libertad, el concepto de libertad a oscilado a lo
      largo de la historia desde el individualismo hasta una idea
      colectiva de la misma, en ambos casos se desfigura la
      naturaleza humana y sus posibilidades de
      realización.
    • Inhibición de nuestra realidad social, ya no
      nos importa hacia donde nos dirigimos como sociedad, existen
      instituciones en defensa de la vida y de los derechos
      mínimos vitales del hombre, pero en un esquema general
      no se trabaja para tener una meta orientada al desarrollo
      humano del hombre, es como si a un individuo solo se le
      curase de sus males y heridas pero no se hace crecer, ni
      desarrollar, ni impulsar, ni acrecentar.

    Lo cierto es que la crisis de valores no es
    independiente ni de nuestra historia ni de nuestra realidad tal
    cual vivimos actualmente, es decir la violencia estructural que
    recorre nuestra historia, la falta de democracia y de
    instituciones sólidas son la base de donde emergen las
    distintas manifestaciones de la crisis.

    La crisis de valores no emerge del individuo aislado
    que un día rompe sus esquemas de valores y se orienta
    hacia los disvalores, sino son las propias condiciones sociales
    las que propician determinados valores en detrimento de otros y
    son ellas las que desvalorizan las posibilidades de una vida
    digna para el conjunto de las personas.

    Según Capella (1988 pp248), la influencia de
    los valores y la sociedad es mutua y las crisis surgen cuando
    una sociedad comienza a vivir un proceso de
    transformación, donde los antiguos valores son
    cuestionados y sucumben ante el avance de los nuevos, o bien en
    otro caso nace un estado de confusión en que las
    personas pierden los antiguos valores pero no absorben los
    nuevos.

    En resumen es importante que enfrentemos las crisis
    incluida la de los valores con una actitud menos maniqueista
    (fanáticos que todo lo ven automáticamente
    orientado al bien o al mal), es decir debemos ser capaces de
    entender que los cambios que se originan en el mundo entero
    también traen cambios en los valores, no siempre lo
    nuevo es negativo, como tampoco lo nuevo es positivo, debemos
    tener la suficiente flexibilidad mental para entender que a
    veces las crisis pueden ser constructivas y preludiar el
    nacimiento de valores superiores (acercarnos mas a
    Dios).

    1. Valores y educación.-

    Si los valores responden a necesidades humanas y son
    expresión de condiciones socio -históricas
    determinadas, la educación en valores tiene resolver que
    valores debe priorizar y que van a ser la columna en la que
    descansen los demás.

    La UNESCO consideró que había que
    incluir nuevos valores, además de los que conocemos,
    como son los referidos a la diversidad de culturas, la
    protección de la calidad del medio ambiente y
    la prevención de efectos nocivos a largo plazo como
    producto de
    la actividad humana.

    La escuela tiene competidores eficaces en el mundo de
    la
    televisión y la publicidad,
    entre los cuales están la filosofía del
    éxito, de la competencia, del individualismo, del
    consumo, de
    la apariencia, de la violencia, etc. Es decir, si la
    educación quiere cumplir con su función debe
    brindar a los alumnos criterios para descifrar el significado
    de lo que percibe y ponerlo al servicio de los
    auténticos valores
    humanos.

    La escuela adjunto a su historial visible y
    explícito, un historial oculto e invisible
    inmediatamente, expresado en sus actitudes, en su forma de
    organización, sus de servicios,
    etc.; si la escuela se propone educar en valores tiene que
    empezar analizando sus antecedentes, desactivando todo aquello
    que contribuye a la formación de disvalores.

    Para educar en valores, lo primero que tiene que hacer
    la escuela es constituirse ella misma en un mundo de justicia,
    de armonía, igualdad, respeto y tolerancia,
    difícilmente se puede educar a los alumnos en valores en
    el marco de una institución que no los practica. Es
    decir en valores de nada sirve el discurso si
    este no esta acompañado de una practica coherente (de
    nos era así hace mucho tiempo que se hubiera solucionado
    el problema de los valores), el alumno interioriza los valores
    no porque los puede definir bien, sino porque vive en un
    contexto donde se practica los mismos.

    Lo difícil a nivel educativo no son las
    propuestas teóricas sino las acciones concretas, muchos
    centros educativos tiene proyectos alternativos donde hay
    declaraciones razonables respecto a los valores que el centro
    propugna, pero parten de una consideración desigual de
    los derechos del alumno, de su plana jerárquica y de los
    profesores.

    Generalmente las incoherencias entre lo que se dice y
    lo que se hace son los peores modelos educativos, e inducen a
    la practica de disvalores poniendo en primer plano la simulación, la apariencia, el
    fingimiento, la farsa, la hipocresía, el disimulo, la
    insinceridad y otros tantos.

    Una reforma educativa que desdichadamente no es
    peruana, da propuestas mas completas y mejor elaboradas
    respecto a la educación en valores y considera que
    educar en valores es educar moralmente, porque son los valores
    los que enseñan al individuo a comportarse como hombre,
    establecer una jerarquía entre las cosas, llegar a la
    convicción de que algo importa o no importa, vale o no
    vale, es un valor o es un contravalor; esta reforma es del
    país de España.

    Esta reforma española, considera que la escuela
    debe contribuir a la construcción d criterios propios en
    el alumnado, lo que a su vez le permitirá tomar
    decisiones y aprender a orientar su vida de acuerdo a
    principios internalizados. Esta educación propicia el
    respeto a los valores, no es absolutista ni relativista, ni
    tampoco es autoritaria o permisiva y considera que los
    criterios para vivir en sociedad son:

    • La crítica como instrumento de
      análisis de la realidad, que a su vez va propiciar
      aquello que se considere injusto.
    • La reciprocidad, para establecer relaciones optimas
      con los demás y salir de nosotros mismos.
    • Conocer los derechos
      humanos y respetarlos.
    • Comprometerse e involucrarse con lo que
      acontece.
    1. Hacia una cultura de paz.-

    Se reconoce como fundamental tener una visión
    mas integral de la paz, conceptuándola no solo en
    términos de ausencia de violencia sino también de
    condiciones que favorezcan el desarrollo de las personas esto
    es desarrollar la tolerancia cuyo aspecto central es el respeto
    a las diferencias, sean estas étnicas, sociales,
    religiosas o políticas.

    La propuesta de una cultura de paz, es una cultura que
    afirma la vida como valor supremo y la justicia como un derecho
    en las relaciones entre seres humanos; aun cuando en estos
    tiempos sea casi una utopía hablar de paz, es una
    característica específicamente humana perseguir y
    luchar por utopías que hagan la vida del conjunto de
    seres humanos mas digna, y donde el hombre
    sea hombre plenamente.

    Es posible encontrar una camino de construcción
    innovadora que a través de una critica fecunda, nos
    permita forjar una sociedad de bienestar común,
    pluralista, justa y solidaria. Pensar y actuar con estrategia
    audaz y firme, y construir una unidad nacional que supere los
    fracasos de la republica criolla, mestiza y pura, y abra las
    puertas al Perú del milenio que estamos
    viviendo.

    1. EDUCACION EN VALORES

    A diferencia de otros seres vivos, la persona no esta
    programada, sino que se ve obligada a decidir continuamente
    como y hacia donde quiere dirigir su vida. Su futuro no esta
    totalmente determinado (felizmente) por el azar ,ni por las
    prescripciones genéticas, por las influencias sociales y
    culturales de su medio.

    No puede tomar decisiones a priori sobre la
    dirección y la forma en que desarrollara su vida, ni
    sobre las finalidades o maneras concretas en que llevara a cabo
    su adaptación social. El varón y la mujer no
    tienen un trayecto vital definido y acabado de antemano, sino
    que se encuentra ante la necesidad de decidir concientemente
    como quieren vivir; es decir, deben idear y llevar a cabo, su
    proyecto de vida. El ser humano tiene la responsabilidad y la
    posibilidad de vivir de manera conciente libre y responsable.
    Aquí es donde nace la moral.

    En consecuencia la educación tendrá que
    ver mucho con la moral en que se desenvuelve el individuo.
    Podemos hablar de educación moral en forma amplia y en
    forma estricta. En un sentido amplio, se podría definir
    como socialización puesto que su objetivo es ayudar a
    los alumnos a interrogarse a la comunidad.

    Para conseguir este objetivo se les debe dotar de
    habilidades y del bagaje cultural necesario para adaptarse a
    los códigos morales establecidos, que valores manejar
    para ser miembro del grupo o establecer las relaciones en el
    grupo.

    Esto implica que cada sujeto, en forma creativa,
    crítica y transformadora sea autor de su propia
    historia, para lo cual debe tener en sus manos la
    responsabilidad de tomar decisiones de conflicto de valores y
    construir una forma de ser deseada.

    Si se entiende de este modo, se puede afirmar que la
    educación en valores pretende ayudar al alumnado en el
    proceso de desarrollo y adquisición de las capacidades
    para sentir, pensar y continuar, así como equiparlos con
    los conocimientos sustanciales para enfrentarse
    autónomamente a aquellas situaciones que implican o
    pueden implicar un conflicto de valores.

    PROCESO DE APRENDIZAJE Y DESARROLLO
    PSICOLOGICO.-

    Cuando hablamos de una de las teorías
    psicológicas que sustentan el nuevo enfoque
    pedagógico, encontraremos que consideran que el adulto
    ejerce de facilitador o estimulador en el acompañamiento
    de los aprendizajes, especialmente si son valores los que se
    pretenden. También encontraremos teorías que
    acentúan la importancia del aprendizaje cultural,
    reclaman una mayor intensidad de intervención educativa
    respecto a la transmisión de valores.

    El proceso de aprendizaje debe contribuir al
    desarrollo de las capacidades psicológicas que forman el
    sentimiento, el pensamiento y la acción moral como la
    empatía moral, la vergüenza, el orgullo, o la
    culpa, entendidas como la sensibilidad, capacidad para
    mostrarse abierto a los problemas morales y es fundamental
    tener esta capacidad.

    Otra capacidad que debe desarrollarse apunta a la
    reflexión moral, el desarrollo del juicio y la
    comprensión critica de la realidad que hacen que el
    individuo termine asumiendo una acción o comportamiento.
    La paz, la libertad, la solidaridad, la justicia, la tolerancia
    y la igualdad son algunos valores universales básicos
    que deben estar presentes en la educación de toda
    persona.

    LA INTERVENCION PEDAGOGICA.-

    El aprendizaje que tiene sentido llevar a cabo es
    aquel que se orienta a fomentar en el alumno un proceso
    interior de reflexión que le permita reconocer sus
    propios valores, entendiendo que estos son guías de
    conducta que les serán útiles en el futuro par
    atomar decisiones en situaciones moralmente
    controvertidos.

    El reconocimiento y elección de la propia
    escala de
    valores garantiza además, una mayor transparencia y
    autenticidad, unos niveles considerables de coherencia entre lo
    que se piensa y como se actúa, y en definitiva una mayor
    felicidad para el sujeto que asume la responsabilidad personal
    de construir su propia vida.

    El conocimiento de los propios valores y la
    búsqueda de autenticidad debe partir de una
    acción conciente y sistemática, orientada a
    estimular el proceso que permita a lso alumnos reconocer cuales
    son realmente sus valores y puedan sentirse responsables y
    comprometidos con ellos.

    Para estimular este proceso de valoración el
    maestro debe proporcionar programas y
    experiencias que favorezcan el autoconocimiento, la practica
    activa y consiente entorno a los valores.

    Debemos en todo momento evitar el adoctrinamiento, la
    inculcación, el convencimiento a la coacción. Por
    tanto el maestro no deberá enseñar ningún
    sistemas de valores; aunque si valorará el hecho de
    poseerlos, animando a los niños a que descubran y
    construyan autónomamente los suyos propios.

    E. Raths, M. Harmin y S. Simon, plantean que valorar
    es un proceso inacabable, en tanto qie son guías de
    conducta, no son nunca un producto totalmente terminado, ni
    tampoco realidades estáticas que una vez conseguidas
    deben conservarse intactas; se transforman y maduran en
    función de las experiencias que continuamente vive cada
    persona.

    En este sentido, su adquisición se considera un
    proceso inacabable y complejo que se desarrolla en tres grandes
    etapas:

    • La selección
    • La estimación y
    • La actuación

    Únicamente cuando el individuo ha pasado por
    todas ellas se puede considerar que la opción de valor
    seleccionad se ha arraigado en su interior. Entonces el maestro
    será un dinamizador de los procesos
    personales de autorreflexión y clarificación
    personal que realizan los niños, evitando por el
    contrario, aleccionar, criticar, evaluar o enjuiciar sus
    opiniones y maneras de actuar.

    1. PRINCIPIOS EDUCACIONALES

    Los principios enunciados en el Plan de Mediano
    y Largo Plazo del Ministerio de Educación 1995 – 2000,
    que son los siguientes:

    • La educación debe ser ética, es decir
      debe rescatar los valores que permitan la construcción
      de una sociedad solidaria justa en la que se respeten la vida
      y la libertad.
    • La educación debe orientarse al desarrollo
      humano, incluyendo bajo este concepto el desarrollo integral
      de aptitudes, destrezas, habilidades y conocimientos para
      enfrentar un mundo cambiante.
    • La educación debe ser intercultural,
      promoviendo el dialogo entre las culturas y etnias de acuerdo
      con nuestra realidad de país multicultural y multi
      étnico.
      1. En el mundo actual hay un proceso de globalización que se caracteriza
        por la universalización de patrones de vida y de
        consumo, propio de los países
        económicamente mas desarrollados. Frente a este
        hecho la educación debe contribuir a la
        formación de una conciencia crítica para
        la asimilación selectiva de patrones de
        comportamiento que se transmiten principalmente a
        través de los
        medios de comunicación y fundamentalmente
        orientada a la formación de capacidades para la
        construcción de proyectos propios.

      2. Demandas de carácter
        externo
      3. Demandas de carácter
        interno

      La sociedad peruana se halla comprometida con la
      construcción de formas superiores de existencia
      donde se hayan superado los problemas que aquejan grandes
      sectores de nuestra población, y principalmente los
      que propician la baja autoestima, la perdida de la identidad, la discriminación, la
      pauperización, el desaliento. Frente a ello el
      país demanda
      una educación señalada por valores
      éticos, afincada a nuestra realidad orientada al
      mejoramiento de la calidad de
      vida y al desarrollo del país.

    1. DEMANDAS SOCIALES DE LA EDUCACION

      1. Los niños y niñas (nuestros
        hijos), necesitan participar en la toma de
        decisiones de acuerdo a su nivel de madurez pueden
        actuar y expresar sus ideas.

      2. Necesidades de libertad

        Los niños necesitan desarrollar
        capacidades de autovaloración positiva, tener
        confianza y seguridad en si mismos y afirmar su
        sentimiento de pertenencia a un grupo
        social.

      3. Necesidades de identidad
      4. Necesidades de subsistencia

      Los niños tiene necesidad de recibir
      cuidados adecuados para el desarrollo de su salud
      física y socio emocional, y desarrollar las estructuras afectivas, cognitivas, sociales
      y morales que definirán su personalidad, de igual forma necesitan
      afirmar su autoestima y desarrollarse
      armónicamente.

    2. NECESIDADES DE LOS NIÑOS Y
      NIÑAS

      Promover el desarrollo de la persona mediante una
      formación integral y permanente, sustentada en una
      cultura de valores, permitiéndoles comprender el
      mundo y actuar sobre su entorno respetando su identidad.
      Una manera de contemplar la educación en su forma
      evolutiva es leyendo una carta de
      Pestalozzi:

      En sus Cartas sobre educación
      infantil
      , el educador suizo Johann Heinrich Pestalozzi,
      precursor de la pedagogía contemporánea, hace
      hincapié en el papel trascendental que
      desempeña la madre en la formación de
      la
      personalidad y educación elemental del
      niño. Esta obra data de 1818-1819 y está
      escrita en forma epistolar; presenta un total de 34
      cartas
      dirigidas a su amigo inglés James Pierpoint Greaves,
      gran admirador de sus teorías educativas. Recogemos
      aquí la carta
      número XXIX (Enseñemos al niño a
      entender las cosas y a reflexionar sobre ellas), fechada el
      4 de abril de 1819, en la que Pestalozzi subraya la enorme
      importancia que implica en el niño educar su
      inteligencia, formándole el hábito de la
      reflexión, es decir, "enseñarle a
      pensar".

      Fragmento de Cartas sobre educación
      infantil.

      De Johann Heinrich Pestalozzi.

      Apreciado Greaves:

      La segunda regla que deseo dar a la madre en lo
      referente al desarrollo incipiente del entendimiento
      infantil es la siguiente: No debes limitarte a actuar en el
      hijo, sino que has de procurar que éste mismo
      actúe
      en su educación
      intelectual.

      Quiero explicarme sobre un postulado que
      podríamos formular así: La madre ha de pensar
      en que su hijo no debe poseer únicamente la facultad
      de observar ciertos hechos o retener determinados
      conceptos, sino también la de reflexionar
      independientemente de las ideas de otros. Muy bien
      está que a un niño se le haga leer, escribir
      y repetir las cosas, pero es todavía más
      importante enseñarle a pensar. Podemos
      aprovecharnos de las opiniones de los demás y sacar
      alguna ventaja del hecho de conocerlas; pero podemos,
      además, hacernos nosotros mismos útiles a las
      otras personas mediante el trabajo de nuestro propio
      entendimiento, los resultados de nuestras investigaciones personales y también
      por medio de aquellas ideas y realizaciones que
      podríamos denominar nuestro patrimonio intelectual. Sólo
      así nos hacemos acreedores al derecho de tenernos
      por miembros valiosos de la sociedad.

      Y no estoy hablando de aquellas ideas rectoras que
      se expanden de tiempo en tiempo y que hacen prosperar y
      enriquecen mucho a la
      ciencia y a la humanidad. Me refiero a aquel patrimonio
      de bienes
      intelectuales que todo el mundo, incluso la persona
      más modesta, puede adquirir a lo largo del camino de
      la vida. Estoy aludiendo a aquel hábito de
      reflexión que en cualquier situación de la
      vida nos libra de comportarnos estúpidamente y a
      consecuencia del cual examina uno todo cuanto le viene al
      entendimiento; aquel hábito de reflexión que
      descarta la presunción del ignorante y la ligereza
      de un saber superficial, que puede llevar a la persona a la
      humilde convicción de que sabe poco sin duda, pero
      también a la honrosa conciencia de que eso poco que
      sabe lo sabe bien. Nada hay que contribuya tanto a
      que se cree ese hábito como un pronto desarrollo del
      pensar en la inteligencia infantil, entiéndase del
      pensar ordenado y personal.

      La madre no puede consentir que se la quiera
      apartar de esa tarea por pretenderse que el entendimiento
      infantil es aún incapaz de esfuerzos de esta
      índole. Me atrevo a afirmar que quienes formulan tal
      objeción no tienen ni un mínimo conocimiento
      práctico del asunto ni tampoco interés
      moral en enterarse del mismo, pese a que en los
      demás campos se muestren pensadores profundos y
      teóricos notables. Siempre me fiaré
      más del saber de una madre adquirido por la
      experiencia y los esfuerzos a que le ha movido su amor
      maternal, de ese saber empírico incluso de una madre
      ignorante, que de las especulaciones teóricas de un
      filósofo extraordinariamente ingenioso. Hay casos en
      los que el sentido común y un corazón
      ardiente llevan más lejos que un entendimiento
      cultivado, frío y calculador.

      Es por eso que encarezco a la madre a que acometa
      su tarea confiadamente, a pesar de todo cuanto se pretenda
      decir. Lo que ante todo importa es que comience a
      actuar en ello, pues luego continuará ya
      espontáneamente. Tanta es la satisfacción que
      hallará en su obra, que nunca se le ocurrirá
      abandonarla.

      Ocupada en desplegar los tesoros del entendimiento
      infantil y en abrir un mundo de pensamientos hasta ahora
      adormecidos, poco caso hará de aquellos
      filósofos para quienes el entendimiento humano se
      halla, al principio, totalmente desprovisto de contenidos.
      Dedicada a una tarea que pone en juego
      todas las fuerzas de su espíritu y todo el amor de
      su corazón, se reirá de sus temerarias
      consideraciones y de sus teorías arrogantes. Lejos
      de atormentarse con la embrollada cuestión de si hay
      ideas innatas, se sentirá satisfecha cuando
      vea desarrollarse bien las facultades innatas del
      entendimiento.

      Si una madre pide que se le indiquen las cosas que
      mejor pueden servir para desarrollar el pensamiento, le
      responderé que cualquier objeto vale para ello si se
      lo emplea de un modo tal que se acomode a las facultades
      del niño. No hay que perder nunca de vista que el
      saber escoger el objeto que mejor sirva para la
      explicación de una verdad es algo que depende del
      arte del
      maestro. No hay cosa alguna tan insignificante que no pueda
      hacerse interesante en las manos de un hábil
      maestro, cuando no por su propia naturaleza, al
      menos por el modo como es tratada. Para un
      niño todo resulta nuevo. Es cierto que el encanto de
      la novedad pasa pronto; acaba con él no sólo
      la orgullosa superioridad de los años maduros, sino
      también la impaciencia propia de la niñez.
      Mas le queda al maestro la interesante posibilidad de hacer
      combinaciones nuevas con los elementos simples, lo que
      introducirá la variedad en la enseñanza sin desparramar la atención.

      Cuando digo que cualquier objeto sirve para dar
      una enseñanza intuitiva, esto ha de entenderse
      literalmente. No hay ni siquiera un solo acontecimiento tan
      insignificante en la vida del niño, en sus juegos y
      en sus horas de esparcimiento, o en las relaciones que
      tiene con sus padres, amigos y compañeros de juego;
      es decir, no hay absolutamente ninguna cosa de cuantas
      conciernen al niño, sean de la naturaleza o de las
      ocupaciones y habilidades de la vida, que no pueda servir
      de objeto de una lección en la que se proporcionen
      al niño algunos conocimientos provechosos y
      —lo que es más importante
      todavía— con la cual no se le forme el
      hábito de reflexionar sobre lo que ve y de hablar
      sólo después de haber pensado en
      ello.

      La manera de llevar a cabo este sistema no debe
      consistir en hablar mucho al niño, sino en
      entablar una conversación con el niño.
      No hay que hacer largos discursos al niño, ni tampoco
      demasiado familiares o demasiado selectos; más bien
      habrá que llevarlo a expresarse él mismo
      acerca de los objetos. No hay que tratar un asunto de un
      modo exhaustivo, sino que deberán hacerse preguntas
      al niño sobre aquél procurando que él
      mismo halle la respuesta y la corrija. Sería muy
      ridículo esperar que la fluctuante atención
      de un niño sea capaz de seguir una prolija
      disertación. La atención de un niño se
      extingue con las largas explicaciones, al paso que se
      activa con las preguntas vivas.

      Haced que estas preguntas sean cortas, claras e
      inteligibles. No deben llevar al niño
      únicamente a repetir en iguales o nuevas palabras lo
      que acaba de oír. Han de estimularlo a observar
      aquello que tiene ante él y a afianzarse en lo que
      ha aprendido, y ejercitarlo a hallar una pronta y adecuada
      respuesta entre su pequeño acopio de conocimientos.
      Mostradle una determinada propiedad en una cosa y haced que
      luego la descubra él mismo en otro objeto. Decidle
      que llamamos redonda a la forma de una pelota; y si
      conseguís que sepa mencionar otros objetos que
      poseen esta misma propiedad formal, habéis actuado
      en el niño más provechosamente que si le
      hubierais hecho oír la más perfecta conferencia
      sobre la redondez. En vez de escuchar y repetir, lo que ha
      tenido que hacer es observar y pensar.

      Fuente: Pestalozzi, Johann Heinrich. Cartas
      sobre educación infantil
      . Clásicos del
      Pensamiento. Madrid.
      Editorial Tecnos, 1988.

    3. MISION DE LA EDUCACION
      PRIMARIA
    4. FIN GENERAL Y PROPOSITOS
      ESPECIFICOS

    Los fines son:

    • Promover el desarrollo de su identidad personal y
      cultural, como miembro de una comunidad local y regional, y
      como integrantes de la nación peruana.
    • Promover el conocimiento y comprensión de su
      medio natural y socio cultural, así como la
      formación de actitudes y comportamientos positivos en
      relación con el medio en que viven.
    • Promover la practica y vivencia de valores, el
      respeto de los derechos humanos y el desarrollo de
      comportamientos democráticos y ciudadanos de los
      diversos ámbitos sociales donde
      actúan.
    • Favorecer el desarrollo de actitudes y aptitudes
      para el trabajo en tanto medio de autorrealización
      personal y construcción de la sociedad.
    1. La competencia es entendida como un conjunto de
      capacidades complejas, que permiten a las personas actuar
      con eficiencia en su vida cotidiana y resolver
      situaciones problemáticas reales. La competencia
      comprende formas de conocimiento y una dimensión
      afectiva.

    2. LA COMPETENCIA
    3. EJES CURRICULARES
    1. Este eje pone énfasis en la
      dimensión socio emocional como fundamento y
      condición del desarrollo de la persona. Nuestra
      identidad es la base de nuestro despliegue personal en el
      sentido de nuestra existencia, de allí que se
      enfatice la relación de individuo consigo mismo, la
      autoestima, el autoconocimiento, destacan los valores de
      SOLIDADRIDAD, AUTENTICIDAD Y RESPETO.

    2. Identidad personal y cultural.-
    3. Cultura democrática y
      ciudadana.-

    Una cultura democrática y ciudadana implica por
    un lado, el aprendizaje
    de una convivencia social que respete las diferencias entre las
    personas, TOLERANCIA que combata la desigualdad que genera esas
    diferencias, JUSTICIA que se obra hacia el PLURALISMO de las
    ideas que apueste por el dialogo y la COOPERACION para la
    superación de los conflictos.

      1. Es preciso reconocer que subsisten conductas
        discriminatorias por causa del origen étnico, la
        lengua, la religión y la
        procedencia social y geográfica. El gran reto de
        la educación frente a la pluriculturalidad es
        promover, la interculturalidad como principio
        fundamental para la unidad nacional. El contenido
        transversal referido a la pluriculturalidad se incluye
        para fomentar la afirmación del niño y de
        la niña en su propio universo social,
        desarrollar su autoestima, valorar su lengua y su
        cultura y promover la apropiación selectiva,
        critica, reflexiva de elementos culturales de otras
        sociedades siguiendo el enfoque de la
        interculturalidad.

      2. Pluriculturalidad peruana.-
      3. Derechos humanos.-

      Enfatiza el conocimiento y defensa de los derechos
      del niño y el desarrollo en los niños y
      niñas, de actitudes, valores y habilidades
      necesarios par que puedan desenvolverse como ciudadanos con
      plenos derechos y responsabilidades. Se enfatiza
      también en la formación de capacidades que
      les permitan ejercer de modo responsable, su libertad y
      autonomía personal así como actitudes de
      respeto reciprocidad, solidaridad, veracidad, honradez,
      justicia, libertad y otros valores que contribuyan a la
      humanización de la sociedad.

    1. CONTENIDOS TRANSVERSALES
    2. PERFIL EDUCATIVO DEL NIÑO Y LA
      NIÑA
    • Se reconoce como persona, valora positivamente sus
      características, biológicas, psicomotoras,
      intelectuales, afectivas y sociales, y manifiesta sentimiento
      de pertenencia de seguridad y confianza, en interacción con su medio natural y
      social.
    • Acepta las diferencias entre las personas
      reconociéndoles como legitimas sin discriminarlas por
      su genero, edad,
      raza, condición socio económica,
      religión, origen étnico y cultural.
    • Actúa demostrando solidaridad, honradez,
      equidad y acertividad, rechazando los actos de corrupción, exclusión y
      violencia, en su medio familiar, escolar y
      comunitario.
    • Trabaja en equipo, propone normas de convivencia,
      las cumple y las hace cumplir. Toma decisiones individual y
      colectivamente para el bien común.
    • Se comunica eficientemente en su lengua
      materna y la valora, maneja suficientemente el castellano
      como segunda lengua en los ámbitos del país
      donde se habla lenguas nativas.
    • Asume sus responsabilidades y defiende sus
      derechos, y reconoce los derechos y las responsabilidades de
      las otras personas en los espacios donde
      interactúa.
      1. Este tipo de aprendizaje, que tiende menos a
        la adquisición de conocimientos clasificados y
        codificados que al dominio de los instrumentos mismos
        del saber, puede considerarse a la vez medio y
        finalidad de la vida humana.

      2. Aprender a conocer

        Aprenderá a conocer y aprender a hacer
        son, en gran medida, indisociable. Pero lo segundo esta
        mas estrechamente vinculado a la cuestión de la
        formación profesional.

      3. Aprender a hacer

        La idea de enseñar la no violencia en
        la escuela es loable aunque solo sea un instrumento
        entre varios para combatir los prejuicios que llevan al
        enfrentamiento.

      4. Aprender a vivir juntos
      5. Aprender a ser

      La educación debe contribuir al desarrollo
      global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia,
      sensibilidad, sentido estético, responsabilidad
      individual, espiritualidad.

    1. PILARES DE LA EDUCACION PRIMARIA
    2. ROL DEL DOCENTE
    1. Orientado y mediador del aprendizaje, capaz de
      entablar una relación interpersonal satisfactoria
      con los miembros del grupo.

    2. Maestro facilitador

      Es el puente entre el niño y el
      aprendizaje.

    3. Maestro mediador

      Inicia e impulsa las actividades a partir de las
      cuales los niños desarrollaran sus
      aprendizajes.

    4. Maestro iniciador

      Articula, coordina y armoniza el trabajo de los
      niños.

    5. Maestro organizador

      Observa, percibe, advierte, busca y recoge
      información para conocer el avance y
      disposición de aprendizaje de los alumnos, ello
      permitirá al maestro ubicar adecuadamente a cada
      niño en su grupo de nivel y encontrar la mejor
      manera de ayudarlo.

    6. Maestro investigador

      Da confianza y tranquilidad a sus alumnos, creando
      la relación de convivencia y bienestar necesario
      para el aprendizaje.

    7. Maestro comunicador
    8. Maestro comunicador intercultural

    Asume una actitud de compromiso con su comunidad,
    respetuoso de su diversidad cultural; brinda a los alumnos las
    condiciones de formación y crecimiento que requiere la
    maduración de su personalidad, apropiación de su
    aprendizaje y el desarrollo de su actividad.

      1. EL CONTEXTO
    1. LA PRACTICA DE
      VALORES EN LAS ESCUELAS DE PUNO

    Las escuelas de Puno, sus alumnos y sus docentes
    están inmersas en diferentes niveles de contexto, de
    manifestación socio económica, de
    situación cultural local y nacional, entre otras tantas.
    Entiéndase como contexto el medio en donde se
    desenvuelve lo que se quiere explicar en sus términos de
    referencia. Veamos las dos primeras.

    El contexto socio económico de las escuelas de
    Puno (incluye alumnos, docentes, administrativos, padres de
    familia y demás) para la práctica de valores
    ético morales, se explica con serias dificultades de
    desarrollo logística e infraestructural, basta echar
    una mirada a las escuelas de tierra
    adentro, lejanas y casi invisibles, donde el maestro llega en
    mayo se va en julio regresa en agosto y desaparece en noviembre
    o inicios de diciembre, no porque así lo desee, sino
    porque no puede cubrir sus necesidades económicas
    inmediatas, derivando todo el tiempo posible a llenar el
    vacío económico que sufre; quiéralo o no
    plantea a los alumnos un modelo de conducta conflictivo que
    produce reacciones de anulación sistemática de
    los escasos valores éticos que tiene, al interpretarse
    "las clases empiezan en abril y el profesor
    llega en mayo, las clases terminan antes de navidad y el
    profesor ya se fue empezando diciembre"

    Otro ejemplo concreto es el caso de docentes de
    primaria con escasos recurso e ingresos
    deficientes, situado u obligado a orientar parte de su tiempo
    en su centro educativo a actividades lucrativas, siendo esta
    actividad, aun en beneficio del centro educativo, y en este
    proceso considera que el tiempo, trabajo y esfuerzo invertido
    debe ser compensado, en forma económica, de insumos, de
    productos u
    otra manera. El simple hecho de hacerlo o pensarlo al razonar
    "yo he trabajado en esta actividad, la parrillada,
    así que merezco algo, y me agarro algunas presas o un
    sencillo que sobra por ahí",
    automáticamente
    destruye y elimina los valores del docente (que bien puede ser
    un alumno, un padre de familia o cualquier administrativo),
    dando por consiguiente un profesor sin valores; es
    difícil responder a una reflexión así:
    "como tal profesora va a enseñar valores si ella misma
    no los tiene, o peor aun no los respeta".

    El segundo contexto, referido al aspecto cultural esta
    ligada estrechamente a la personalidad y carácter, el
    medio social y profesional del individuo, veamos el siguiente
    ejemplo:

    Una profesora que tiene como característica el
    dar opiniones sobre tal o cual actitud de un colega o padre de
    familia o hasta el propio familiar, con una clara o disimulada
    malicia, personaje mejor conocido como "la chismosa",
    gradualmente pierde sus valores, sino imagínense a una
    profesora "chismosa" enseñando el valor del honor, la
    honestidad,
    la verdad y la justicia, no tendría sentido.

    Otro ejemplo, el del docente que no conoce, no
    diferencia y menos aun no puede identificar
    explícitamente los valores, no porque no los tenga sino
    porque no los determina, confunde valores ético –
    morales con valores jurídicos o técnico –
    económicos dando lugar a mal
    interpretaciones.

    Un último ejemplo mas global:

    El profesor, mal remunerado, con escaso apoyo social,
    con oportunidades que son sistemáticamente eliminadas,
    se enfrenta día a día a ser consecuente de sus
    valores. La sociedad en la cual vive le demuestra que los
    valores que sostiene no son viables, el profesor que observa y
    vive la corrupción, al contemplar que con dinero tal o
    cual tramite o tal gestión se acelera o encamina
    raudamente, este profesor se siente decepcionado,
    engañado. En esta misma realidad, cuando en elecciones
    políticas para modificar lo que cree debe ser modificado
    en el gobierno, elige a un representante de su elección,
    elección generada por las promesas del candidato, y este
    no responde a sus propias promesas, provoca una reacción
    violenta en si mismo y no creer en la sociedad, en la
    institucionalidad, provocando un sentimiento de abandono (entre
    otras muchas) y defensa de estos sucesos, defensa que se
    traduce en actitudes, como:

    • Considerar a la sociedad como corrupta y por
      consiguiente, se justifica que el ser corrupto es
      valido.
    • Considerar a la sociedad como propiedad de grupos
      políticos, económicos o de poder, al cual se
      debe tomar en cuenta, es decir la desaparición de la
      democracia y la institucionalidad.

    Estos problemas descritos son habituales, es el
    contexto en la cual nos desenvolvemos. Este problema de la
    falta de valores en la sociedad destruye inconscientemente los
    propios valores del profesor, y un profesor con ninguno o
    escasos valores jamás va a poder dar lo que no
    tiene.

    Para finalizar la descripción del contexto en la que nos
    desenvolvemos.

    La mayoría de niños de los primeros
    grados, 1º y 2º tiene intacto muchos valores
    ético morales, diferencian y practican lo correcto de lo
    incorrecto, lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto,
    practican la solidaridad rudimentaria, la igualdad elemental,
    lo útil de lo inútil y otros muchos. Sin embargo
    estos valores se pierden gradualmente, sino aceleradamente, al
    ir avanzando a los siguientes grados 3º, 4º y 5º
    obteniéndose una gran mayoría de niños con
    escasos valores, y los niños que aun practican y
    respetan los valores positivos, quedan confundidos,
    discriminados, relegados, rechazados por sus propios
    compañeros; cayendo en el conflicto de preservar sus
    valores o ser parias de su sociedad infantil.

    1. LAS CONDICIONES PEDAGOGICAS EN LA PRACTICA DE
      VALORES

    Para especificar las condiciones, se debe de partir de
    un punto bien definido, el cual es el siguiente:

    EL PROFESOR DEBE TENER VALORES ELEVADOS Y SER
    ESTRICTAMENTE CONSECUENTES CON ELLOS
    .

    Esto quiere decir que si un docente tiene actitudes o
    preferencias conflictivas con los valores éticos, este
    trabajo no podrá ser desarrollado.

    Estamos concientes que no es fácil adoptar o
    comprometerse con este trabajo, y nunca lo fue, es por tal
    motivo que debemos empezar por nosotros los docentes a
    practicar los valores, es cuestión de decisión y
    sacrificio. He ahí la primera
    condición.

    Un esquema simple de las condiciones
    pedagógicas, es:

    • Crear, adecuar, modificar o mejorar el ambiente
      familiar del niño; esto significa que se debe
      acondicionar con valores la imagen
      materna y paterna, es trabajar con los padres para un entorno
      que permita la recepción de los valores que se
      desarrollaran en el niño.
    • Mejorar las relaciones afectivas entre
      compañeros y entre aulas, eliminando la competitividad destructora de valores,
      suprimir la agresión ilógica o no, buscando
      enaltecer la solidaridad para el bienestar
      colectivo.
    • Crear en el aula ambientes de
      sensibilización de los valores, trabajando en
      experiencias, recuerdos, percepciones, pensamientos y
      sentimientos.
    • Crear condiciones de aceptación,
      expresión e interiorización de los valores, es
      la toma de conciencia y razonamiento de sus propias ideas y
      conceptos de lo que significa un valor.
    • Crear con participación, es hacer propio el
      valor, es valorar nuestro propio valor, vivirlo
      consecuentemente, incorporando valores al aula.
    1. Es necesario señalar que la evaluación implica procedimientos diferentes a los conceptuales
      y no cumplen la función de calificar al estudiante.
      Los parámetros actitudinales son importantes para
      determinar la calidad del aprendizaje, pues se constituye
      en el componente principal de aprender a
      aprender.

      Evaluar es construir una interacción
      comunicativa positiva con los niños y las
      niñas. La evaluación tiene una
      dimensión social pues mediante ella los niños
      recuerdan y fortalecen los compromisos adoptados por si
      mismos.

      Los valores en una evaluación
      dinámica, toman el papel de confirmación y
      prueba de su propia constancia y decisión, la
      evaluación no es el simple hecho de etiquetar al
      niño y niña con un calificativo
      estático, dado que los valores van evolucionando
      positivamente en el niño, la evaluación se
      lleva a cabo no totalmente por el docente sino por ambos,
      es un constante preguntarse por si mismo.

    2. LA EVALUACION Y LOS VALORES
    3. LA PRACTICA DE VALORES EN EL
      AULA

    Los valores en el aula se practican gradualmente por
    iniciativa del educando, la
    motivación es sistemática por parte del
    docente, y su practica se fortalece con la practica de valores
    del docente y de las personas del entorno del
    alumno.

    Se empieza con una jerarquía fácil de
    comprender y de interiorizar por el alumno, por ejemplo un
    valor de salud, como es el de mantenerse limpio y ordenado, lo
    cual implica estar sano, actitud que por ser cotidiano se
    interioriza. Posteriormente se avanza con valores de
    solidaridad, de sentir propio el dolor y poner a trabajar el
    propio esfuerzo para resolver el problema que aqueja al
    compañero.

    La promoción de valores en el aula debe ser
    atendida con equipos de
    trabajo, los alumnos asumen responsabilidades y los
    demás del grupo deben colaborar con el cumplimiento de
    cada compañero sin llegar a realizarle la
    tarea.

    Actuar con libertad, sin llegar a la indisciplina ni
    el desorden.

    Los valores aprendidos y practicados deben ser
    reforzados, por los padres en el hogar y ser puestos a prueba
    en el medio social del niño y niña en la calle de
    juegos.

      1. Como objetivo principal de la educación
        debe ser el desarrollo de las facultades físicas,
        intelectuales y sobre todo valores morales del educando,
        de forma que actúe siempre con actitudes y
        conductas positivas ante la vida.

        Por esta misma razón, la educación
        sobre los valores debe incluir un conjunto actividades,
        en relación escuela – hogar, que debe pretender el
        pleno desarrollo integral, sobre todo en niños.
        Por su puesto esta formación debe continuar toda
        la vida, ya que en definitiva, se trata de vivir una
        forma sana.

        Vemos así la importancia que la escuela y
        el hogar puede y debe tener en la educación sobre
        los valores. El periodo escolar es la época mas
        importante en el desarrollo de la personalidad humana. Si
        la institución escolar quiere educar para la vida,
        no puede dejar de lado ni improvisar la educación
        sobre los valores. Un planteamiento eficaz requiere el
        compromiso de toda la sociedad y de manera especial de
        las instituciones educativas y familiares, que debe
        actuar siempre plenamente coordinados. A partir de que se
        escogería la política educativa mas
        adecuada, que se traducirá en programas adaptados
        para cada nivel y sobre todo en educación primaria
        y a cada situación.

        Muchas escuelas tiene una organización
        verticalista: el proceso educativo estará centrado
        en el maestro, y la toma de decisiones se efectúa
        a partir del cuerpo directivo. Es posible que en
        determinados momentos o clases se ha hablado de la
        importancia que tiene la participación en el
        desarrollo de la persona, de la necesidad de participar
        para construir entre todos una nueva sociedad. Pero esta
        formación es teórica, mientras que la
        vivencia de los alumnos es que el éxito lo obtiene
        aquellos que acaten mas y mejor las disposiciones y los
        reglamentos en cuya elaboración, no han tomado
        parte. Sobre todo, en una organización de este
        tipo, el alumno al no participar en las decisiones que le
        afectan, no adquiere las actitudes en un hábitat requeridos para esa
        participación.

        El mensaje mas importante va en las estructuras;
        en la organización se pretende formar hombres
        autónomos libres, participativos, con autoestima,
        capaces de colaborar, de juzgar y de controlar el poder,
        preciso crear estructuras participativas. Una estructura verticalista transmite
        competitividad, impersonalidad y de algún mozo
        esta diciendo a la persona "tu no eres importante". Con
        personas no participativas no hay dialogo, no hay
        comunidad, no es posible el desarrollo humano.

        Factores que contribuyen a la predica de
        valores, es el problema de la identidad, ya que el
        docente no nos ocupamos en estos aspectos, bajo
        tolerancia, bajo nivel escolar.

        Curriculum academicista. Los programas
        académicos que reducen la educación a
        transmisión de conocimientos, comprometen la
        atención de alumnos y docentes en actividades que
        se distancian cada vez más de la formación
        y desarrollo
        personal de ambos. En favorecer la toma responsable
        de decisiones estos modelos actúan como ruido
        en el proceso educativo. Maestro y alumno presionados por
        una norma que privilegia los contenidos académicos
        pierden de vista la perspectiva de la formación
        personal y centrar su interés en el estudio de
        situaciones que cada vez más se alejan de sus
        necesidades.

        Modelo disciplinario autocrático. Este
        modelo, que en ocasiones puede depender de las
        condiciones mismas del docente, genera un distanciamiento
        contraproducente entre estudiantes y maestros y bloquea
        el entrenamiento del alumno en la toma
        responsable de decisiones.

        Formación inadecuada de docentes y
        administradores escolares. Por formación
        entendemos, aquí el conjunto de requisitos que
        docentes y administradores escolares deben cumplir para
        habilitarse como tales. Desde varios sectores se ha
        llamado la atención sobre la falta de contenidos
        universitarios que aludan a la capacitación del docente como
        formador de la personalidad del alumno y como agente de
        cambio.

        El docente no capacitado se margina del proceso
        formativo y deja al niño en condiciones
        desventajosas frente a las presiones de tantas cosas
        negativas que se le presentan al niño.

        De igual manera, los conflictos emocionales,
        familiares, laborales y sociales que afectan al docente
        interfieren negativamente sobre su participación
        en el proceso del niño.

        Una educación en los valores de la
        persona, una educación para el cambio, tiene que
        tener como primer objetivo, puesto que la
        educación en valores es un proceso individual al,
        y solo cuando la persona llega a vivenciar un valor
        éste existe realmente para ella.

      2. FACTORES ASOCIADOS AL SISTEMA
        EDUCATIVO
      3. FACTORES ASOCIADO A LA ESTRUCTURA
        FAMILIAR
    1. FACTORES QUE
      CAUSAN LA PERDIDAS DE VALORES

    A través de la estructura familiar el individuo
    adquiere los primeros modelos de identificación y la
    práctica de valores, dando lugar a la presencia de la
    perdida de valores.

    Diversas condiciones económicas, sociales,
    culturales e individuales se constituyen como factor de perdida
    de valores familiares para dicha perdida, estos factores
    son:

    • Padres Punitivos. El ejercicio violento de la
      autoridad y la práctica frecuente de castigo por parte
      de los padres se han visto como factor que aumentan en los
      niños el riesgo de la
      perdida de valores, contribuyendo además a la producción de conflictos y
      desintegración familiar.

    Estas situaciones pueden favorecer a la perdida de
    activar otros factores como la incapacidad para tomar
    decisiones, la instauración de comportamientos que
    interfieren en las relaciones con el medio, el desarrollo de
    conductas de evasión y la producción de
    conflictos emocionales y hasta trastornos mentales.

    • Conflictos Familiares. Este factor esta constituido
      por un conjunto de contradicciones manifiestas u ocultas que
      se presentan al interior de la familia y que favorecen su
      desintegración. Puede surgir entre la pareja, entre
      estos con los hijos o entre los hermanos. Cualquiera que sea
      su forma de expresión actúa como factor de la
      perdida de valores, por la ansiedad que genera en el
      niño expuesto.
    • Ausencia de Figura De Autoridad. Las figuras de
      autoridad juegan un papel importante en el proceso de
      formación del niño, estimulando la
      estructuración de valores y podemos ver que los
      individuos expuestos a este factor están por
      consiguiente menos capacitados para enfrentar la oferta y
      serían por ello más susceptibles a la perdida
      de valores.
    • Predominio de Formas de Comunicación Conflictiva. La
      comunicación verbal y no verbal constituye uno de los
      principales elementos de la dinámica familiar, la
      forma como ésta se realice va a determinar
      comportamientos posteriores en los hijos.

    Sabemos que la comunicación es la
    relación que se establece entre un emisor y un receptor
    a través de un mensaje. El mensaje puede unir y vincular
    el emisor y receptor, pero también puede separarlos o
    distanciarlos. Por esta razón los mensajes que se dan
    continuamente entre los diferentes miembros de una familia, las
    relaciones afectivas pobres, ausentes o frustrantes y las
    contraindicaciones constantes, contribuyen factores
    desintegrados el grupo familiar.

    Cuando la comunicación expresa hostilidad y
    rechazo induce respuestas den aislamiento, el niño
    expuesto genera desconfianza hacis sus familiares y busca apoyo
    en otros grupos.

    • Consumo Familiar De Sustancias.- El consumo de
      tabaco,
      alcohol y
      otras sustancias por parte de algunos miembros de la familia,
      parece contribuir de manera importante a la perdida de
      valores. Su influencia vemos que es mucho mayor cuando
      más precoz y continuo sea lo que ve el
      niño.
    • Relaciones Familiares que Estimulan la Dependencia.
      Algunas características de las relaciones familiares
      como la posesibidad, la sobreprotección y el
      desconocimiento de las capacidades particulares de cada uno
      de los integrantes del sistema, favorecen en el desarrollo de
      una personalidad pasiva dependiente, muy vulnerable a las
      influencias externas, constituyéndose en un factor de
      riesgo en la perdida de valores.

    Individuos cuya autonomía ha logrado
    desarrollarse adecuadamente a través del
    estímulo, el reconocimiento y el respeto a sus
    decisiones cotidianas, estarán mejor capacitados para
    enfrentar por sí mismos la decisión de practicar
    valores.

    • Limitada Participación de los Padres en la
      Formación de los Hijos. La personalidad del individuo
      afecta significativamente en función de la cantidad y
      calidad del intercambio afectivo y cognoscitivo que establece
      con sus padres.
    • La Violencia en la Familia. Al gritar, golpear o
      amenazar, todavía hay muchos padres y profesores que
      opinan que una educación sin violencia no es completa.
      Ellos basan su autoridad en el miedo y por eso la letra tiene
      que entrar con sangre.
      Desconocen que esta comprobado científicamente que en
      base a la confianza y con estímulos positivos pueden
      lograr mucho más en la educación de sus
      hijos.

    Otro de los factores es la violencia sexual, sabemos
    que los abusos sexuales se producen frecuentemente dentro de
    las familias de nuestro medio y en la mayoría de los
    casos, los que cometen este crimen son personas conocidas y
    muchas veces miembros de la misma familia, la forma más
    traumática y dañina es el incesto. Cuando un
    padre abusa sexualmente de su propia hija o hijo. El
    niño o niña espera y necesita protección,
    seguridad y confianza de la figura paterna, pero cuando esta
    persona de confianza hace lo contrario, hiere a su
    víctima física y psíquicamente, causando
    en ésta cicatrices para toda su vida.

    El tema de la violencia
    familiar no se limita solamente al aspecto físico,
    existen también los golpes emocionales por falta de
    amor, afecto, de comprensión, etc., cuando los padres
    educan en base a castigos, amenazas, chantajes o con
    indiferencia, negligencia e insensibilidad frente a las
    necesidades emocionales de sus hijos, es aquí donde el
    niño va perdiendo todo los valores.

    Estos factores son más importantes en la
    niñez, a través de este contacto el niño
    incorpora valores, normas y actitudes que posteriormente van ha
    afectar su comportamiento. La participación de los
    padres en el proceso de formación de la personalidad
    juega un papel importante al promover figuras de identidad y
    suministrar información adecuada, que el niño
    utilizará posteriormente

    1. FACTORES ASOCIADOS A LOS MEDIOS DE
      COMUNICACIÓN

    Los medios modernos de información constituyen
    la base publicitaria de los antivalores. Sin embargo hablan
    preferentemente en sus noticias y
    artículos de los antivalores, como si únicamente
    estas constituyesen en el problema de los valores.

    Así a lo largo de nuestras actividades
    cotidianas, son varios momentos en el día en que los
    medios de
    comunicación nos acompañan y sobre todo a la
    niñez, ya que ellos pasan la mayor parte de su tiempo en
    casa frente al televisor, esto es casi una constante en las
    familias urbanas. Es permanente esta figura, el de los
    niños con mayor contacto con el televisor, aun para
    satisfacer algunas necesidades como el esparcimiento, sin
    embargo no es así debido a que generalmente presentan
    modelos de comportamiento negativo.

    Hay opiniones divididas respecto a que si la TV y los
    medios de comunicación relacionados enseñan
    valores morales, un grupo dice que no, este grupo una gran
    mayoría, sustenta en que la TV y los medios de
    comunicación solo sirven de entretenimiento y quita el
    tiempo de los niños inofensivamente; y otro grupo
    considera que si, sustentando que se haga lo que se haga frente
    a un medio de comunicación siempre se aprende algo, y
    ese algo siempre tiene un contenido de valores distintos e
    incorrectos desde el punto de vista moral. Esto es pensar
    fanáticamente, subjetivamente y sin
    visión.

    El problema se tiene de la siguiente manera, en el
    contexto actual, los medios de comunicación a nuestro
    alcance están llenos de contenido negativo en valores,
    pero no es que los medios de comunicación como la TV,
    la radio, los
    periódicos (chichas o no chichas), revistas (liberales o
    de información técnica), el cable en TV, Internet, etc.
    sean de naturaleza dañina, muy por el contrario, se debe
    ver a los medios de comunicación como lo que es en
    realidad, simples medios de comunicación, y por
    tanto susceptibles de modificarse, de cambiar y enriquecer su
    contenido.

    Es importante ser objetivo, no perderse en
    sentimentalismos inmediatos ni prejuicios religiosos pre
    elaborados, los medios de comunicación son herramientas
    muy útiles para entregar información, sea este de
    contenido que discrepa del nuestro o no. Si la TV da
    información inmoral llena de violencia y agresividad, si
    el
    periódico muestra paginas con sexo y
    mujeres desnudas, si la radio da
    noticias de violencia y música
    lasciva llamando a la seducción, si el cable muestra
    pornografía, si Internet muestra satanismo y
    pornografía, si todo esto nos daña es porque
    permitimos que nos dañe.

    El problema no es de los medios de
    comunicación, el problema es de nosotros que no
    filtramos esta información, no enseñamos ni
    dedicamos tiempo a nuestros niños para darle criterio
    selectivo frente a la información que le llega, no
    regulamos el tiempo en la TV, la radio, el periódico, las revistas, le cable,
    Internet, etc.

    El punto de vista anterior tiene mucho de objetivo,
    sin embargo ¿presenta sustento sólido cuando se
    enfrenta a una situación de agresión controlada,
    ataque consciente y dirigido?

    Imaginemos el caso de que los sistemas de
    información y su contenido de anti valores este
    dirigido, pensemos por un instante que sea un ataque directo y
    disimulado a nuestros valores, entonces nos enfrentamos a eso
    precisamente, un ataque y por tal hay diversas maneras de
    responder:

    • Defendernos y separarnos de la realidad, que seria
      una respuesta excluyente, falto de razón pero como
      respuesta es una respuesta que se respeta.
    • Defendernos inculcando valores a los nuestros,
      respuesta unilateral pero buena respuesta.
    • Con un contra ataque simultaneo de
      afirmación y desarrollo de nuestros valores, y
      modificando o adecuando las fuentes de
      información. Que desde el punto de vista los
      propietarios del medio se lesionan su "libertad" de
      expresión. (trabajo para abogados)
    • Otras respuesta, pero respuestas activas, no
      pasivas, buscando ser dinámico y creativo frente a
      este susodicho "ataque".

    Se ha demostrado una vez mas, que las respuestas a
    nuestros problemas están en nuestras manos, aun en casos
    hipotéticos e imaginarios. Estas respuestas siempre
    limitadas al querer dar esa respuesta.

    1. FACTORES ASOCIADOS AL MAESTRO

    Los maestros tiene una alta responsabilidad en sus
    deberes, una falta de interés se traduce en bajos ni
    veles de rendimiento de los niños, sean estos de
    valores o intelectuales, emocionales o
    académicos.

    Se dan muchos ejemplos de maestros que han perdido o
    escapan de su responsabilidad de ser maestros, donde
    maltratan al alumno, no lo comprenden, no se comprometen con
    la educación, y hasta tergiversan con los objetivos
    planteados.

    Casos de maestros cansados, faltos de
    motivación, agotados, fatigados, desalentados,
    debilitados, hastiados, aburridos, abandonados, etc. por
    diversos motivos justificados o no, son un peligro para la
    niñez y la educación.

    Sin embargo poco o nada hacemos para recuperar en
    forma efectiva a nuestros maestros, nuestros colegas,
    nuestros hermanos, y el principal problema radica en la parte
    económica.

    Es difícil y desafiante tratar de mantener la
    vocación de docente cuando en nuestra propia familia
    no podemos sustentarnos como seres humanos, con un absurdo
    sueldo que no podemos tratar de justificar (US$ 200.00
    mensuales), el esfuerzo plantea decisiones inmediatas, por
    ejemplo, dedicar mas tiempo a la docencia
    cuando nuestros hijos requieren y necesitan nuestra
    atención, o son mis hijos o mi vocación. Grave
    dilema.

    Para finalizar, es de común acuerdo que la
    respuesta no es solo del maestro
    , es un problema global
    tanto del gobierno como de la sociedad. Debemos enfrentar ya,
    desde ayer, el resolver nuestra existencia, tomar la
    decisión de cambiar, llamar al cambio a nuestro
    desarrollo, hacer efectivo nuestras esperanzas, demostrar con
    hechos que podemos aportar a la solución, no
    abandonarnos a nosotros mismo, demostrar una y otra vez que
    somos hijos de Dios.

    CONCLUSIONES

    • Que el maestro debe ser fuente de inspiración
      en la práctica de valores "Educar con valores y en
      valores"
    • Tomar como actividad diaria y cotidiana la
      práctica de la autoestima, y los valores de parte del
      maestro, alumno y comunidad sin esperar un premio o castigo,
      sino como parte de uno mismo e indispensable para la
      vida.

    SUGERENCIAS

    • Formar la escuela de padres en los centros educativos
      para realizar el trabajo de promover la practica de valores en
      la familia, la escuela y la comunidad.
    • Rescatar programas educativos en medios de
      comunicación, y tratar controlar limitando programas que
      influyen en la perdida de valores.
    • Considerar la evaluación formativa en valores,
      tomando en cuenta el logro de competencias y capacidades en
      forma equitativa, desarrollando los tres contenidos
      (procedimental, actitudinal y conceptual) que contribuyen a la
      formación integral del alumno.
    • Tenemos que aprender a rechazar y denunciar los
      antivalores para evitar que las futuras generaciones sean
      atrapadas en este circulo.
    • Admitir y reconocer que vivimos un sociedad con
      perdida de valores, y que somos parte de ella, estamos dando el
      primer paso para inducir el cambio a forjar una vida
      mejor

    BIBLIOGRAFÍA

    1. Informe sobre el desarrollo humano, 1995, Hjarla S.A.
      de C.V., Mexico
    2. Perez, Pablo; Apuntes de psicologia, Piura,
      Perú, U Particular de Piura, 1999
    3. UNESCO, La educación encierra un tesoro, Edit.
      Santillana, Ediciones UNESCO, 1995
    4. Ministerio de Educación, Estructura curricular
      básica de usducacion primaria de menores, Direccion
      Nacional de Educación Inicial y Primaria,
      199
    5. Universidad de Piura, Metodologia activa, PLANCAD
      primaria 1998
    6. Ministerio de Educación, El mundo de los
      valores, PLANCAD primaria, 1998
    7. Hidalgo Jimenez, Humberto; Bienestar psiquico y
      psicologia para padres, Lima, Ed. San Marcos, 1998.
    8. Salazar Bondy, A., Miro Quesada, F.; Introduccion a
      la filosofía y logica, 1979, Editorial Universo,
      Lima

    Es deseo nuestro, que esta adaptación para
    www.monografias.com,
    sirva en algo a mejorar al ser humano en nuestro región
    Puno, y en especial a nuestra patria, Perú.

    Gracias

    Nelia Vargas

    Licenciada en Educación /UNMSM

    Harvey Condori

    Ingeniero Agrícola / UNALM-UNAP

    Perú – Enero 2005

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